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SEGUNDA EDICIÓN…

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SEGUNDA EDICIÓN…

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SEGUNDA EDICIÓN…

Contenido
ELENCO DE LA REVISTA LETRAS ENTRE SÁBANAS....................................................................... 5
AGRADECIMIENTOS ..................................................................................................................... 6
UN GOCE MÁS ALLÁ ............................................................................................................... 9
Carlos Enrique Saldívar ........................................................................................ 9

BIO: ............................................................................................................................... 14

CALOR EN LA NOCHE ............................................................................................................. 15


Yessika María Rengifo ........................................................................................ 15

BIO: ............................................................................................................................... 17

LOS INTRUSOS ...................................................................................................................... 18


Oswaldo Castro ...................................................................................................... 18

BIO: ............................................................................................................................... 31

¿RECUERDAS LA PRIMERA NOCHE QUE TE VISITÉ MIENTRAS DORMÍAS? ................................. 32


Liliana Celeste Flores Vega ............................................................................. 32

BIO: ............................................................................................................................... 38

LAS HERMANAS ................................................................................................................... 39


Jet Da Costa............................................................................................................. 39

BIO: ............................................................................................................................... 56

EL SEXO DE LOS ANIMALES ................................................................................................... 57


Guillermo Martínez ................................................................................................ 57

BIO: ............................................................................................................................... 62

ANDRÓMACA ........................................................................................................................ 63
Angelique Reid ........................................................................................................ 63

BIO: ............................................................................................................................... 65

EL TITAN .............................................................................................................................. 66
Yezidy .......................................................................................................................... 66

BIO: ............................................................................................................................... 70

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LA OPORTUNIDAD QUE NO DEJÉ PASAR ................................................................................. 71


Anali Andrade .......................................................................................................... 71

BIO: ............................................................................................................................... 74

LOS TIRANTES ...................................................................................................................... 75


Alfonso Padilla ........................................................................................................ 75

BIO: ............................................................................................................................... 79

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ELENCO DE LA REVISTA LETRAS ENTRE SÁBANAS

Cómo amantes de la buena literatura, las historias


candentes y las letras que te generen emociones que
te traspasen no solo el cuerpo sino el alma, el elenco
de la revista Letras entre Sábanas tiene el
compromiso y la pasión de encender tus sentidos.
Nuestro equipo está conformado por:

YEZIDY ANALI

ALFONSO

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AGRADECIMIENTOS

… A todos los escritores participantes que nos


hicieron el honor de entrar en sus letras…

…. A todos los escritores participantes


seleccionados…

… A Carlos Saldivar por ser el escritor invitado con su


cuento: “Un goce más allá”

… A todo el elenco de la revista por que sin ellos este


proyecto no hubiera funcionado… Y al final quedamos
los que deberíamos y los que no, simplemente están
fuera…

… A ti lector que el erotismo arde en tus venas y


estás leyendo esto…

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PRÓLOGO

Muchas gracias a todos los escritores que han


participado para esta segunda convocatoria. Debo de
decirte que ha sido un número difícil de sacar e
incluso estuvo a punto de no concebirse. Y si te
preguntas porque pues te lo confesaré, pues por triste
que parezca los mismos escritores no leen las bases
de las convocatorias. Esto origina que envíen material
que no cumple con los requisitos (a veces ni siquiera
es del género de la revista), o mandan la información
incompleta. Y es triste porque se supone que un
escritor debería ser, ante todo, un lector informado.
Mas se ha caído en el simple mecanismo de que
algunos escritores con unos cuantos cuentos
escritos, solo buscan mandarlos a diestra y siniestra
para ver a donde quedan. Ni modo, las cosas suelen
ser así. También se sacó en el último momento a un
escritor por su falta de educación.

Fuera de estos pormenores, tenemos ante nosotros


una segunda edición que, si bien es reducida, es lo
bastante libidinosa y nutrida para satisfacer tus más
bajos instintos sexuales. Es variada y en cada uno de
los escritos se ve reflejado no solo la imaginación del
escritor, si no, muy probablemente sus más oscuros

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deseos. Siendo así, que disfrutes esta edición y,


espero con el corazón en el alma, poder volver a veros
en una tercera saga de esta revista.

Atentamente:

Alfonso Padilla.

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UN GOCE MÁS ALLÁ


Carlos Enrique Saldívar

Invitado

No he tenido una gran vida romántica, solo dos


enamoradas con las cuales no duré mucho tiempo. Mi
temperamento siempre fue difícil. Algunas veces
celoso, otras huidizo. No me preocupaba demasiado mi
mala situación sentimental; mejor dicho: la ausencia
de esta. Yo era joven; veinticuatro años, una vida por
delante. ¿Cómo me iba a imaginar que algo malo me
pasaría? Primero fueron tenues dolores en el cuerpo,
ciertos malestares orgánicos. Mis familiares me lo
dijeron, yo estaba condenado, una enfermedad me
destruía con rapidez, aunque no me provocaba dolor.
Era un hecho que moriría de un momento a otro. Mi mal
era del corazón; qué ironía conmigo que nunca, en mi
existencia, logré conocer el amor.

Un infarto me fulminó cuando estaba yéndome a


dormir. Aún no había apagado las luces y las sombras
me cubrieron; vi una suerte de retazos oscuros que se
dibujaban a mis lados y enfrente de mí. Los fragmentos
de penumbra se encontraban en todas partes. No sentí
miedo, me dejé llevar; intenté aguzar la vista y miré a

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la entidad que acarreaba suavemente mi cuerpo.


Atisbé su rostro: era bella, pálida, sus cabellos eran de
un negro intenso. Sus labios, morados. Su boca y su
nariz, pequeñas. Sus ojos, caramelo. Ella también me
vio y me pareció notar que se ruborizaba. Sentí su
gélida mano y la apreté con fuerza. Quise besarla, me
lo permitió. Su cuerpo delgado y larguirucho temblaba.
Mientras avanzábamos, besuqueé sus orejas grandes,
las mordí, bajé hacia su cuello, ella me dejó hacérselo.
Nos detuvimos en una especie de limbo donde la
oscuridad era quebrantada por misteriosas luces que
iluminaban su ser y el mío. La desvestí con ternura,
mordí y lamí sus hermosos y grandes senos, los
masajeé, así como sus nalgas y caderas. Me recosté
boca arriba y ella se sentó sobre mí, nuestras
vestiduras hicieron las veces de almohada para apoyar
mi cabeza. Se movió rítmicamente, con lentitud, luego
aceleró su meneo. Comencé a apretar sus nalgas, las
cuales eran anchas, al igual que sus piernas. Eyaculé
dentro de ella.

Fueron momentos fabulosos, tuvimos sexo infinidad


de veces.

Su vagina se pone tibia cuando la succiono. Ella no


suda, sin embargo percibo un ligero enrojecimiento en
algunas partes de su cuerpo después de que las beso.
Al poco, su piel se torna blanquísima otra vez. Intento

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hablarle, mas no puedo. Mis ojos lo dicen todo. Los de


ella me observan, enternecidos. Cuando me agoto, mi
acompañante me ayuda a pararme; me conduce
desnuda hacia una especie de puerta, la cual cruzo
solo, indefenso, tal como alguna vez vine al mundo.

Ahora me encuentro en la tierra de los muertos junto


a otros que son infelices. Pero yo no lo soy. Tengo la
certeza de que mi amada vendrá pronto para
refocilarse de placer conmigo. Y lo hace, la Muerte se
escabulle en este lugar, que no es el suyo, me invita a
seguirla a un rincón alejado para hacer el amor, por los
siglos de los siglos…

Y para complementar…

¿Qué hay de ti en esta historia?

Hay mucho, me siento como el personaje


principal, tengo fantasías en las que humanizo a las
entidades inmateriales y, ya que fantaseo con
humanizarlas, también me imagino teniendo sexo con
estas.

¿Qué te inspiró para hacer este cuento?

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Me fascina, aunar sexo y muerte era algo que me


obsesionaba desde hace tiempo. Me inspiré en un
sueño para escribir este relato.

¿Qué personaje de tu historia te gustaría ser?

El protagonista, claro. En lugar de ir a la tierra de


los muertos, a un limbo o a la inconsciencia, tener sexo
eternamente con la Muerte me parece un buen destino.

¿Cuál sería un final alternativo de tu historia?

La Muerte podría aburrirse de follar con el


personaje central y podría conseguirse un nuevo
amante muerto. Eso sería un giro triste, aunque
posible. ¿Por qué la Muerte, ya humanizada, no podría
ser voluble?

¿Por qué te gusta el género erótico?

Porque me parece un género complejo: no creo


que sea un modalidad discursiva cuya intencionalidad
sea solo la de excitar, provocar al lector. Opino que el
género erótico puede contar una muy buena historia y
se aleja del porno, que es explícito. El erotismo es
artístico, hay mucha literatura ahí. Lo he trabajado
antes en algunos cuentos sí y no publicados y me
parece muy difícil de escribir; se requiere de una
tonalidad, una sensibilidad especial para crear un

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cuento erótico. Admiro mucho a los autores que lo han


trabajado con efectividad.

Tú, cómo escritor de terror, ¿qué vinculación le ves al


erotismo con el terror?

Considero que es una feliz unificación, porque el


morbo puede aportar para que un relato de terror quede
muy bien cuajado. Pero no es un morbo gratuito, sino
uno direccionado a la historia que se narra. El sexo
está muy ligado a la muerte. Eros y Thanatos. Dos
instintos básicos. La vida y la muerte. El deseo o el
gusto por lo prohibido que podría llevar a un final
horripilante, como ocurre, por ejemplo, en algunos
cuentos sobre brujería o psicopatía. Lo bueno es que
he notado que en varios casos se puede abusar del
erotismo en el género de terror sin que esto afecte al
resultado horroroso. No creo que el erotismo distraiga
al lector de la meta principal del escritor, que es
perturbar, asustar, sacudir al receptor, empero, opino
que hay que manejar dosis adecuadas de erotismo para
que el texto quede redondo. Asimismo, he leído
narraciones en las cuales el terror es secundario y el
erotismo es el eje central; he notado que este
mecanismo también funciona bien.

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BIO:
Carlos Enrique Saldivar.
Publicó los libros de cuentos Historias de ciencia
ficción (2008, 2018), Horizontes de fantasía (2010); y el
relato El otro engendro (2012). Compiló las
selecciones: Nido de cuervos: cuentos peruanos de
terror y suspenso(2011), Ciencia Ficción Peruana
2 (2016) y Tenebra: muestra de cuentos peruanos de
terror (2017, 2018).

Facebook: https://www.facebook.com/carlosenrique.s
aldivarrosas

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CALOR EN LA NOCHE
Yessika María Rengifo

Recorrerte, deslizarme.

Enredarme en tus bellos, que suavizan mi piel.

Dance mi lengua al compás de tu ombligo, que

enciende mi sangre.

Caminen mis brazos al fuego de tus brazos.

Tus piernas a las de mariposas, que endurecen mis

pechos.

Las rosas juegan en tu falo.

Falo que abre mi monte de Venus, que se ha bañado

de saliva.

Penétrame.

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Se agita tu cuerpo, se agita mi cuerpo, somos un

volcán.

Calor en la noche, que se calcina mi corazón en tu

silla.

Y para complementar…

¿Qué hay de ti en este poema?

La delicadeza y la pasión para asumir un acto tan


hermoso como el sexual.

¿Qué te inspiró para hacer este poema?

El resultado de conversaciones con grandes


amigos en días lluviosos.

¿Qué personaje de tu poema te gustaría ser?

Las mariposas que sinónimo de libertad.

¿Cuál sería un final alternativo de tu poema?

Más actos sexuales en un lago.

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BIO:
Yessika María Rengifo

Magister en Infancia y Cultura. Especialista en


Infancia, Cultura, y Desarrollo por la Universidad
Distrital Francisco José de Caldas; Docente,
licenciada en Humanidades y Lengua Castellana,
Universidad Distrital Francisco José de Caldas.
Escritora, articulista, y poeta. En la actualidad se
dedica a la investigación académica.

Correo
electrónico: yessikarengifocastillo@hotmail.com

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LOS INTRUSOS
Oswaldo Castro

-¿Crees que las personas pueden entrar en tus

sueños?

-¿Soñar con ellas?

-No.

-¿Te refieres a fantasmas, demonios, posesiones?

-No.

Oscar sintió la profunda mirada atravesando sus

ojos. Intentó desviarla pero fue más rotunda que sus

intenciones. Sin entender qué sucedía su cuerpo fue

sacudido por escalofríos. Despertó agitado, sudoroso y

temblando. Miró el techo y concluyó que el mal sueño

era el responsable de su desasosiego. Se restregó los

ojos y vio el reloj despertador. Faltaban cinco minutos

para que la alarma se activara. Trató de identificar al

extraño visitante que invadió su descanso y no pudo,

Se levantó para iniciar la rutina diaria.

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En la oficina lo esperaba el primer café de la

mañana. Revisó en la computadora los correos

recibidos y respondió los más urgentes. Examinó la

agenda de las siguientes horas y priorizó las tareas.

Oscar reconoció que estaba desconcentrado tratando

de encontrar la explicación de la apatía y cansancio

que le invadía en esos momentos. Recordó el

amanecer brusco y no reconocía al intruso de su

sueño. Seguía siendo incapaz de describir su aspecto

y rostro. La mirada que soportó por breves segundos

continuaba fastidiándolo. Fue interrumpido por la

llamada de su asistente, comunicándole que Gina

estaba en línea de espera. No era media mañana y su

prometida empezaba a fastidiarlo con sus

engreimientos. Soportó su letanía impertinente y

acordaron verse el fin de semana en la residencia

campestre.

Llegó a casa cansado y se relajó bebiendo una

copa con coñac. Amodorrado por el licor fue a la cama.

No tuvo inconvenientes en conciliar el sueño. Vagó por

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lugares olvidados y súbitamente arribó al balneario de

sus recuerdos. Caminó el viejo malecón, divisó el

vetusto muelle y la pérgola de las vacaciones seguía

en pie. Hasta le pareció escuchar las cornetas de los

heladeros.

─Hola, Oscar.

Una voz inolvidable lo asaltó en plena

contemplación del horizonte. Volteó y Maqui le ofrecía

su mejor sonrisa, aquella que lo enamoró a primera

vista. Apareció hermosa, tal como la recordaba en los

paseos veraniegos, No había olvidado los primeros

besos que le dio y tampoco el deseo de saldar el sexo

imposible de la época. Le devolvió el saludo con una

leve inclinación de cabeza.

─ ¡Oscar!

Cerca de la orilla de la playa la mano agitada de

Paola lo saludaba. La hermana de su mejor amigo

parecía salir de entre las olas.

─Hola, chicas.

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La voz vino detrás de las casas, interrumpiendo el

torbellino de imágenes. Sorprendido giró la cabeza y lo

vio parado en la pérgola.

─ ¡Hola Roger! ¡Roger!

Maqui y Paola corrieron a su encuentro y soportó

la mirada que cruzó el malecón, trepidándole la

voluntad. Se mareó y perdió el conocimiento…

Oscar despertó confundido. Maqui y Paola

regresaron a su vida años después. No las había visto

antes ni sabido de ellas. Se reconfortó con el

encuentro y enfrentó el día entusiasmado.

El fin de semana transcurrió tranquilamente.

Disfrutaron de la campiña, paseos a caballo y para

poner al día la escasa vida sexual que llevaban. En la

noche del domingo ordenaron las cosas para el regreso

del día siguiente. Cansados, se acostaron temprano.

Gina puso la cabeza en la cama y se quedó dormida.

Oscar hizo lo mismo y buscó a sus amigas

adolescentes.

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Sus esfuerzos tuvieron eco y pronto estuvo

sumergido en el espiral del tiempo. El viaje por los

pasajes mejor guardados de su memoria terminó en la

facultad. Los años universitarios corrieron entre

clases, exámenes y coqueteos con las compañeras de

estudios.

La vio ingresando al aula, distraída como siempre.

Jimena era así, dueña de un aire despreocupado y a la

vez coqueto Se sentó a su lado y le tomó la mano.

Absorto entre sus dedos vio de reojo que Maqui y Paola

le sonreían cómplices. El bullicio y desorden cesaron

cuando el profesor encargado del curso hizo su

ingreso.

─Buenos, días. Soy Roger Ramírez, responsable de

las dificultades que tendrán a partir de hoy.

La voz lejana del balneario volvió a sobresaltarlo.

Se recompuso y lo veía muy claro. Ante sus ojos el

profesor estaba rodeado por un aura especial,

marginado de la realidad conocida.

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Jimena le susurró que quería hacer el amor en el

hotelucho de siempre. Oscar se vio caminando con

ella, perdiéndose en las callejuelas tantas veces

transitadas.

La habitación conocida los aguardaba. Las

caricias de amor contestatario y las ansias de cambiar

el mundo lo hundieron en el más absoluto silencio.

Sumergido en las profundidades perdió el rumbo en el

laberinto tierno y reparador.

De vuelta a la ciudad, prisionero de las malditas

obligaciones para sobrevivir, lo único que quería era

regresar al olor de su dormitorio, a la comodidad de su

ambiente privado, envolverse en las cobijas y cerrar

los ojos para soñar. Apuró el trabajo, llegó a casa y le

deseó buenas noches a Gina. Se bañó lentamente,

afeitó la barba crecida del día y le aplicó el perfume

francés seductor. Se cambió de pijama y cerró los ojos

para asistir a la cita de sus sueños. Los párpados

pesaban, su aroma se confundía con la dulce

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sensación de estar ingresando al mundo intangible de

la realidad ansiada.

Buscó a Jimena, huidiza y cambiante como solía

ser, y a sus amigas adolescentes. Quería verlas y decir

que las amaba a pesar de los caminos diferentes que

tomaron. Quería pedirles perdón por lo que no pudo ser.

Llegó al lugar correcto después de mucho buscar. El

malecón y el hotelucho lo aguardaban.

─Hola, Oscar.

Maqui estaba ahí, preciosa con la minifalda que no

se usaba en los paseos del ayer. Sus piernas perfectas

y bronceadas no dejaron mucho a la imaginación. Lo

abrazó y le dijo la fatalidad que le nubló la noche:

─ Estaba lista para ti si hubieras venido dos

noches antes. Te hubiera amado como ninguna y

podrías haber hecho conmigo lo que siempre quisiste.

Es tu culpa llegar a destiempo, perdiste.

─Maqui, lo lamento tanto…

─ ¡Oscar!

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Paola bajó de la pérgola y lo besó

precipitadamente. Sobrepuesto de la agresividad

impensada le dijo:

─Paola, ¿por qué? Yo nunca te gusté. Acuérdate

de la bodega de la esquina cuando me confesaste que

te atraía la chica del bar de pescadores.

─Nunca la besé ni le dije nada. Jamás he besado

a nadie y quise averiguar qué se sentía. Te digo la

verdad, no es lo que esperaba.

─Lo siento, Paola…

─Hola, chicas.

─Hola, Roger, hola Roger.

Roger Ramírez nuevamente. Entrometiéndose en

sus sueños, relegándolo a un plano secundario delante

de sus amigas. Trató de reaccionar pero fue

sorprendido por Maqui:

─Oscar, él es Roger, nuestro amigo de siempre.

¿Lo conoces?

Roger le dio la mano y lo sintió tembloroso.

Entendió su desazón y le dijo cariñosamente:

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─Oscar, bienvenido a tus sueños. Es la

oportunidad que has estado buscando, ¿vamos?

Chicas, acompáñennos.

El inconsciente giró lenta, radicalmente y

desaparecieron. Oscar, vacío de ideas e intenciones,

se dejó llevar sin resistencia al mundo de sus deseos.

Tomado por una presencia invisible recaló en el sitio

temeroso de la calle que tanto evadía. Frente a la

oscura realidad emergió, de entre lo más recóndito de

sus temores, el hotelucho de sus anocheceres

universitarios.

El hostal alumbrado por una luz mortecina, de

paredes desconchadas, cerrado para siempre y abierto

para la ocasión esperada lo invitaba a pasar. La cama

desvencijada, la solitaria cucaracha voladora que lo

miraba con ojos intrigantes y las sábanas recicladas

aguardaban el desenlace amatorio, aquel que

amanecía en su ansia insatisfecha y con visa de

polución nocturna.

─Oscar, pasa. No tengas temor.

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Maqui le lanzó la sonrisa inolvidable y le mostró

por última vez las piernas inalcanzables. Subió las

escaleras hacia el segundo piso y en cada escalón le

enseñó el calzón brevísimo. Oscar vio los glúteos que

jamás serían tocados por sus dedos. En cada paso

ascendente el juego de las caderas y bamboleo

perfecto de su trasero desafiaban la lógica de su

realidad. Maqui levantó la minifalda y en un acto

supremo de desplante le envió el perfume de su

entrepierna escondida. Fue el adiós que buscaban.

─ ¡Oscar!

Paola lo abordó y le introdujo la lengua en la boca.

Dibujó sus labios, saboreó su saliva y lo dejó sin

aliento.

─Disculpa, pero no es lo mío. Es una pena que esté

desperdiciada.

Le insinuó que la búsqueda finalizaba y su camino

iría a otros sueños. Se despidieron para siempre.

─Oscar, amigo mío, la habitación aguarda. Te está

esperando.

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SEGUNDA EDICIÓN…

─ ¿Jimena?

─No preguntes, averígualo.

El hostal sombrío la exhibe desnuda y muestra su

piel claro oscura, iluminada por la luz mortecina de la

única bombilla encendida en la habitación. Perfumada

de pies a cabeza exhala el aroma brujo que baja por el

cuello, envuelve los pechos generosos, desciende por

la línea media del abdomen, rodea los labios vaginales,

sonríe al clítoris urgido, abraza los muslos, acaricia

glúteos, piernas y muere en la curva de los tobillos. El

cabello sedoso, las manos cerradas en puño

expectante y el calor sutil de su cuerpo lo confunden

aún más. Ella le dibuja el gesto de labios más erótico

que hubiera imaginado, pero no la reconoce. Es un

cuerpo conocido y también desconocido. Oscar se

desnuda y ella esboza una sonrisa de complacencia.

Desconcertado por lo que el hostal le ofrece Oscar

siente que es observado por las paredes y sabe que

sus recuerdos no esperarán más. Maqui, Paola y

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SEGUNDA EDICIÓN…

Jimena lo alientan y la presencia desconocida que lo

sobresalta lo incita a continuar. Pero hay alguien más,

gaseoso, pasajero en su sueño que lo vigila con ojos

escrutadores.

Oscar la besa y no deja resquicios en la piel. Los

gemidos lentos de la mujer se escuchan tímidamente.

Le acaricia la parte interna de sus muslos, logrando

arquearle la espalda. Con la punta de la lengua

asciende y enloquece al clítoris. Los gemidos dan paso

a chillidos sofocados por la almohada. Se separa de él

y lo enfrenta. Le coge el miembro viril y lo somete a su

voluntad. Oscar lo retira y, viendo su deseo

irrefrenable, concluye lo impostergable. Coloca sus

corvas sobre los hombros, le flexiona las rodillas

contra los pechos y la penetra. El pene calza

profundamente y el movimiento de entrada y salida es

tan intenso que siente el glande a punto de explotar.

La eyaculación es inminente y la detiene. Lo libera. Le

separa las piernas y la vagina turgente recibe los besos

de sus labios. El clítoris, hinchado y enrojecido, es

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SEGUNDA EDICIÓN…

recorrido por la punta de la lengua. Oscar reagrupa

fuerzas y vuelve a colocarle las piernas sobre sus

hombros y la introducción de su miembro es el

orgasmo despiadado de ambos. Los quejidos ahogados

de la mujer estallan en el grito que remece las paredes

del hostal. Al borde de la muerte por placer carnal, ella

queda en silencio, mirando la eternidad. Envuelta por

invisibles contracciones goza con el segundo y tercer

orgasmo. No le importa morir en la cama de ese

hotelucho. Ella solo quería ser el sexo en un sueño

encontrado. Jamás buscará explicaciones del por qué

irrumpió en el descanso nocturno del visitante que sin

querer fue intruso en el suyo.

Y para complementar…

¿Qué hay de ti en este poema?

En la historia está parte de mi vida universitaria.

¿Qué te inspiró para hacer este poema?

La inspiración se dio al soñar con amigas de la


infancia

¿Qué personaje de tu poema te gustaría ser?

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SEGUNDA EDICIÓN…

Me gustaría ser el protagonista del cuento.

¿Cuál sería un final alternativo de tu poema?

Un final alternativo sería ser el intruso al otro lado


de la orilla.

BIO:
Oswaldo Castro
Piura, Perú. Médico.
Administrador de la página Escribideces – Oswaldo
Castro. Publicaciones en físico y en más de 30
plataformas, portales y revistas on line. Premios
literarios y menciones honrosas.
Facebook: “LOS INTRUSOS”

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SEGUNDA EDICIÓN…

¿RECUERDAS LA PRIMERA NOCHE QUE TE VISITÉ MIENTRAS


DORMÍAS?
Liliana Celeste Flores Vega

Era una noche de luna negra y yo estaba hambrienta.


Invoqué el sortilegio de la lechuza hechicera y recorrí
las sendas astrales para visitarte mientras dormías. Me
posé sobre el alféizar de la ventana que habías dejado
abierta, también habías dejado una vela aromática
encendida en la mesita de noche al lado de tu cama…
¿esperabas que me apareciera como un espectro en tu
alcoba o tal vez suponías que nos encontraríamos en
un sueño?

Te contemplé y te adiviné desnudo bajo las sábanas.


Tomé mi forma de Dama Blanca vestida de nieblas, me
incliné sobre ti y soplé sobre los mechones de tu
cabello castaño que se dispersaron sobre la almohada.
Posé suavemente mis dedos gélidos como rayos de
luna congelada sobre tus párpados cerrados, rocé mis
labios casi inmateriales sobre los tuyos y te vi esbozar
una sonrisa… ¿sentiste mi fantasmal presencia y

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SEGUNDA EDICIÓN…

anticipaste mi deseo de hacerte mío o soñabas con


nuestro encuentro tantas veces prometido?

Mi boca bajó suavemente por tu cuello y tus hombros,


te estremeciste al sentir mis labios húmedos
deslizándose sobre tu piel ardiente… deslicé
suavemente la sábana y dejé tu torso al descubierto,
mis dedos dibujaron los tatuajes que cubren tus
brazos… acaricié tus pectorales, pellizqué suavemente
tus pezones y dejaste escapar un gemido placentero.
Con un dedo toqué aquella línea que empezaba a
dibujarse en el medio de tu pecho y sentí el calor que
brotaba de tu nido… en ese momento pude empezar a
absorber tu energía vital y alimentarme de ti pero quise
exacerbar más tu deseo, gozarte y llevarte al límite del
placer antes de soltar las riendas de mi vampírico
instinto.

Deslicé la sábana más abajo descubriendo las delicias


de tu vientre y tu pubis en donde tu virilidad me
esperaba enhiesta… ¿eras consciente de la realidad de
mis caricias fantasmales o tu mente interpretaba las
placenteras sensaciones que experimentaba tu cuerpo
como un sueño húmedo?... me acomodé entre tus
piernas para atender tu hombría, mis manos subieron y

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SEGUNDA EDICIÓN…

bajaron rítmicamente arrancándote temblores y jadeos


que se intensificaron cuando posé mis labios sobre tu
carne trémula. Quería devorarte pero contuve mi deseo
de clavar mis colmillos en tu carne palpitante henchida
de sangre caliente… te acogí en mi boca saboreándote
y no pude evitar que mi saliva escurriera sobre los
vellos de tu pubis.

Respondiendo a mis lamidas y succiones sobre tu


miembro viril te arqueaste y tus piernas temblaron casi
a punto de explotar tu deseo entonces me detuve y me
aparté de ti disfrutando de tu desconcierto… tu pecho
subía y bajaba, gemías… la línea en medio de tu pecho
estaba abierta como una boca rezumando tu suculenta
esencia. Necesité sentirte dentro de mí y me senté a
horcajadas sobre ti, tu virilidad encajó en mi como una
espada en su vaina… subí y bajé acompasadamente
disfrutando cada centímetro de ti dentro de mí… tus
jadeos se aceleraron al ritmo de mi apasionado
vaivén… mis entrañas latían aprisionándote, el
orgasmo me estremeció envolviéndome en una
marejada azul y un par de segundos después tú
también llegaste a la cumbre del placer…

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SEGUNDA EDICIÓN…

Entonces te despertaste y tus ojos azules se


encontraron con los míos… yo había posado mis dedos
sobre tus párpados cerrados para evitar que sucediera
esto, me tomaste por sorpresa y por un instante pensé
en huir desvaneciéndome en un remolino de nieblas
borrando de tu memoria el recuerdo de mi visita
nocturna pero estaba tan unida a tu cuerpo y sentirte
dentro de mí era una sensación tan deliciosa a la que
no quería renunciar de una manera tan abrupta... el
placer pudo más y sostuve tu mirada.

“My sweet Lilith” murmuraste aún jadeando y me


obsequiaste con una adorable sonrisa, estiraste la
mano para tocar mis cabellos oscuros que flotaban a
mi alrededor como sierpes con vida propia y te devolví
la sonrisa. Me pregunté cómo me veías… ¿cómo una
versión fantasmagórica de mi forma material o podías
verme tal cuál soy: La repudiable reina de los
súcubos… una espantable aparición con formas
femeninas, alas de lechuza, garras de felina, colmillos
de vampira y cuernos de dragona?... tu mirada era una
mezcla de extasiado espanto y amorosa entrega… me
veías tal cual era… había horror en tu mirada pero el
amor era más fuerte, podía sentirlo, era un amor puro
que me envolvía tiernamente muy diferente a la lujuria
febril que tantas veces había visto en los ojos de mis

35
SEGUNDA EDICIÓN…

anteriores amantes que cantaban himnos blasfemos de


oscuridad y muerte.

Con un gesto me diste tu consentimiento para que me


alimentara de ti y coloqué mi mano sobre la hendidura
abierta en medio de tu pecho… seguiste sonriéndome
mientras absorbía tu energía vital, te estremeciste
experimentando un orgasmo no carnal y vi que tus
pupilas se tornaron color de argento... bebí de ti hasta
saciarme… sentí tu virilidad aflojando en mis entrañas
y vi como tus ojos empezaron a cerrarse lentamente…
entonces, antes que cayeras en el sueño, te besé en la
boca profunda y amorosamente… mi lengua degustó de
tu paladar el sabor amargo del té mezclado con la
dulzura de los duraznos maduros.

Eras mío, completamente mío en cuerpo y alma… iba a


partir pero me sentí demasiado ebria de tu esencia,
todo me daba vueltas en un remolino de azul… me
quedé adormecida recostada sobre tu pecho
escuchando los latidos de tu corazón… sentí tus manos
acariciando mi espalda y mis alas… y así nos
quedamos dormidos.

36
SEGUNDA EDICIÓN…

Me desperté cuando rayaba el alba... nunca me había


quedado dormida entre los brazos de mis amantes, los
visitaba como pesadilla nocturna y cuando mi ansia
estaba saciada los dejaba… ah, pero tú eras diferente
a ellos y tu esencia tan deliciosa que podía volverme
adicta a ti. No quería dejarte pero el amanecer
despuntaba… te di un beso sobre los labios, me levanté
de la cama y al pasar frente a un espejo vi de reojo mi
fantasmal reflejo: Mi cabello oscuro se había tornado
de plata… tu esencia había purgado de mí la esencia
del Diablo… entonces supe que con tu incondicional
entrega me habías hecho tuya, completamente tuya.

Y para complementar…

¿Qué hay de ti en esta historia?

Bastante, Lilith es una manifestación de mi alter


ego.

¿Qué te inspiró para hacer este cuento?

Un sueño.

¿Qué personaje de tu historia te gustaría ser?

Yo soy Lilith, la Dama Blanca.

¿Cuál sería un final alternativo de tu historia?

37
SEGUNDA EDICIÓN…

Que Lilith absorbiera casi toda la energía vital del


hombre y él se despertara convertido en un anciano.

BIO:
Liliana Celeste Flores Vega

Ganadora del primer lugar en el concurso de cuentos


de terror de la Sociedad Histórica Peruana Lovecraft
con su cuento "La criatura de los humedales" (2014).
Ha publicado en varias antologías de terror y ciencia
ficción, es colaboradora de varias revistas digitales
peruanas e internacionales.

Facebook: https://www.facebook.com/lilethoficial
Blog Memorias de una Dama
Blanca https://lilinaceleste.blogspot.com/

38
SEGUNDA EDICIÓN…

LAS HERMANAS
Jet Da Costa

Nicolás Ormeño, es un Ingeniero de Sistemas, soltero,


un tipo alegre y de buena presencia, a sus 39 años,
estaba lleno de fantasías sexuales. Tuvo la suerte en
conocer a Diana Jiménez y lograr que se enamore de
él. Ella, era una joven Diseñadora de Interiores que
bordeaba los 28 años, de contextura delgada, con una
caderas de infarto y pechos abultados, cabellos lacios
color castaños que le caían hasta la base del cuello,
risueña, y de labios sensuales. Como toda relación que
se inicia, los encuentros íntimos se desarrollaban en
alguna que otra habitación de hotel, dando rienda a sus
pasiones. Eran felices a su manera. La constancia de
aquellos encuentros, propicio en ella el deseo de
invitarle a conocer a su familia. Esta proposición puso
en guardia a Nicolás, quien aún no estaba dispuesto
para asumir ningún tipo de compromiso. Le gustaba
vivir el momento.

A tanta insistencia, acudió. Iba algo nervioso, siempre


había evitado este tipo de compromisos. Diviso la casa
y lanzo un silbido, le agradó. Diana le recibió con un
beso apasionado, sus mejillas se encendieron y una
leve erección se pronuncio en su entrepierna, se dejo
morder los labios, y coger de las manos para ingresar.
Ella estaba radiante y feliz, con un vestido de algodón
que se le pegaba al cuerpo haciendo resaltar sus

39
SEGUNDA EDICIÓN…

curvas. En la sala estaban las dos hermanas menores,


Yessenia de 21, de cabellos color negro azabache,
ensortijado que le daba un toque exótico y Lucia de 18
años, cabello recortado, color castaño como de Diana,
ambas en plenos ajetreos para el almuerzo. Nicolás,
las saludo con un beso en la mejilla a cada una,
sonrieron con una coquetería propia de ellas. Él se
sentía un tanto cohibido por la solemnidad del
acontecimiento. Diana se dio cuenta y le tranquilizo
con otro beso. A los pocos minutos apareció la mamá.
Irene Castillo. una mujer hermosa, vestía de traje, al
borde de los 50 años, al sentir el apretón de manos,
pudo percibir que se trataba de una persona sincera y
de carácter, eso le gusto y entro en confianza. Olvido
sus nervios y dejo fluir su personalidad, vio en cada
rostro de aquellas mujeres, la aprobación. Durante el
almuerzo no dejo de observar a cada una de ellas. Igual
de hermosas y curvas de infarto, estaba impresionado.
Fue aceptado en el seno familiar, las dos hermosas
cuñadas no tenían ningún reparo en mostrar su afecto
delante de la mamá, quien sonreía. A Yessenia y Lucia
no se les conocía enamorado, eso le produjo
curiosidad. Belleza no les faltaba. Pudo percibir el
respeto que tenían sobre la mamá, quien las había
inculcado la buena educación y las costumbres
antiguas. Las visitas de Nicolás se hicieron frecuentes,
y en su mente iban formándose ideas descabelladas,
tuvo la anuencia de la mamá para ingresar a la
habitación de Diana, en determinadas horas y con la
puerta abierta.

40
SEGUNDA EDICIÓN…

En cierta ocasión mientras veían televisión recostados


en la cama, entro Yessenia, sonriente y con el cabello
alborotado, vestía con una blusa ligera y short.
Acababa de salir de la ducha. Nicolás, lo contemplo
absorto, realmente era muy hermosa, piernas
torneadas, cintura estrecha, pechos prominentes y sus
labios que eran una tentación al beso. Él ya había
tenido sueños húmedos con ella, le era imposible no
desearla. Se acerco y se recostó al lado de Nicolás
sonriente y juguetona.

- Hola cuñadito, beso su mejilla dejándole su


fragancia impregnado, esa desfachatez lo volvía loco.

Conforme veían la película, el contacto de Yessenia se


hacía más íntimo, se puso de costado, recostó su
cabeza en el pecho de Nicolás y cruzo su pierna encima
de su hombría, él pudo sentir su pubis y la presión de
sus tetas. ¿Le provocaba? No lo sabía. Creyó en la
inocencia de sus actos. Le gustaba su contacto, pero
tuvo miedo, se alejo con el pretexto de ir al baño. En
un aparte, le comento a Diana sobre esta situación,
obviando detalles, ella estallo en carcajadas,
indicándole que no se preocupara, ya que así eran
ellas. Regreso a la cama y se tumbó entre las dos, dejó
volar su imaginación y no tuvo miedo que se dieran
cuenta de lo que le provocaban. Había decidido jugar
con fuego.

Diana era un amor de mujer, neófita en ciertos placeres


sexuales, de lo cual saco provecho, fue amoldándola a
sus fantasías. Al principio hubo rechazos y asombro,

41
SEGUNDA EDICIÓN…

tildándolo de mañoso y enfermo. Entre ambos dejaron


de lado los tabúes. Las nuevas experiencias sexuales
le llenaban de placer y excitación, cada vez más
atrevidas. Muchas veces era Diana quien pedía tal o
cual cosa para satisfacer su voraz sexualidad, el cual
había dado un giro inesperado. Él, solo quería poner la
fresa en el pastel, y esa fresa tenia nombre. Yessenia.
En ese afán, un día llegó a casa de Diana y la encontró
sola, conversaron brevemente en la sala, y luego
fueron a la habitación, donde los besos y caricias
ganaron intensidad, se desnudaron y dieron rienda
suelta a sus instintos sexuales. Los gritos de placer se
dejaron oír en todo la habitación, el cuerpo de Nicolás
fue objeto de múltiples laceraciones, entre mordidas,
arañazos, rasgadura de piel y los embates lujuriosos
jamás imaginados. Era lujuria viva y adrenalina.
Exhaustos y empapados en sudor se recostaron, con
toda su desnudez expuesta. En la puerta había una
cabeza asomada. Era Yessenia. Diana pego un grito y
se cubrió el cuerpo, él permaneció inmóvil. Los ojos de
Yessenia tenían un brillo indescifrable, la boca
entreabierta con un ligero movimiento de lengua y su
mirada caía en aquella muestra de hombría, aun
erecta. Diana volvió a gritar.

- Oye, que haces ahí!!!

Este segundo grito la saco de su trance y lejos de


correr, ingreso y se sentó en la cama, Nicolás tuvo que
taparse con la almohada. Había presenciado todo. A
partir de ese entonces las cosas cambiaron para

42
SEGUNDA EDICIÓN…

Yessenia, se mostraba más cariñosa y expuesta a su


contacto, dejando el brassier para hacer sentir la
voluptuosidad de sus pechos y el roce de sus pezones.
Su mirada se volvió deseo. Mi amor, entiendo que tus
hermanas son jóvenes y menores que tú, en estos
tiempos es difícil encontrar tanta inocencia.

- Que quieres decir.


- Recuerdas aquel día que nos encontró desnudos.
Me pareció sorprendida, es como si fuese su primera
vez. ¿Acaso es virgen?
- Mis hermanas son vírgenes. En su mirada había
inocencia, sin una pizca de malicia. Inocentes en
cuanto al sexo, si es que te refieres a eso. Tengo miedo
por ellas, a que llegue algún desgraciado y les arruine
la vida haciéndolas sufrir.

Estas últimas palabras lo golpearon. Él era ese


desgraciado que estaba dispuesto a cometer tal
fechoría. Libraba su propia batalla, entre el deseo, la
lujuria, el amor, la honestidad y la confianza. La
tentación estaba latente en esa casa, el deseo se
hacía cada vez mayor. Una noche mientras conversaba
con Diana en la sala, se aproximo Yessenia, saludo y
recostó su cabeza en el muslo de Nicolás, llevaba
puesto tan solo su camisón y su prenda intima, la
voluptuosidad de sus pechos se hicieron notorios, la
parte baja del camisón estaba desabotonado y dejaba
ver la parte interna de sus muslos. Sintió una inmediata
erección y el abultamiento en su pantalón se hizo
notorio. Se ruborizo y fingió un fastidio ante los ojos de

43
SEGUNDA EDICIÓN…

Diana. En el fondo le gusta lo que veía. Fue una plática


banal, sin interés, hasta que Yessenia dijo:

- Nicolás, enséñame a besar. Diana y Nicolás fueron


pillados de sorpresa y para disimular la incomodidad,
soltaron una risa fingida.
- Noooo, chillo Yessenia. Lo que quiero decir es,
que ustedes se besen delante de mí como aquella vez
que los pille.
- Esta vez sonrojaron, tú estás loca, dijeron al
unísono. Nicolás se aventuro a decir que no se aprende
mirando, sino con la práctica, y para eso primero debes
conocer a alguien que comparta los mismos
sentimientos, le soltó una tremenda verborrea que
Diana aprobó con su mirada.
- Siiiiii, dijo Yessenia, pero hasta ese entonces me
hare vieja, y soltó una carcajada, haciendo bailotear
sus pechos y entreabriendo sus piernas para mostrar
su diminuta prenda. Seguidamente se dirigió a su
hermana: Que me enseñe Nicolás. Después de todo él
te ama y yo lo quiero, no vamos a lastimar a nadie.

Pero que se habrá creído esta chica, tiene tal


desparpajo para decir las cosas, vaya lio en los que nos
está metiendo. Nicolás divagaba y aplaudía su
atrevimiento. Les había dejado sin habla. Diana se
levanto a tomar un poco de agua y trajo un refresco,
momento que aprovechó Yessenia para poner su mano
bajo su cabeza y apretar el henchido miembro de
Nicolás. Vas a enseñarme todo. Era provocación total,
había girado su cabeza hacia él, quedando su boca a la

44
SEGUNDA EDICIÓN…

altura de su bragueta abultada. Podía sentir sus


caricias. Todo en presencia de su hermana, quien
estaba lejos de imaginar lo que ocurría. Él hacia un
esfuerzo para controlarse, la presión era demasiado y
sentía las ganas de desfogar. Le estaban matando,
bebió un sorbo y corrió al baño, al salir Diana le invito
a sentarse en medio de las dos. Así lo hizo.

- Dale un beso a mi hermana. Por fin escucho lo que


deseaba, se hizo el sorprendido y le dio un tímido
beso en la mejilla.
- Noooo, dale en la boca. Lo hizo con los labios
pegados, reprimía sus deseos para no delatarse.
- Así tampoco, le resondro. Dale como lo haces
conmigo. Fingió una mirada de sorpresa, le guiño el
ojo. Te jodiste, se dijo a mí mismo.

Tomó la cara de Yessenia entre sus manos y acerco su


boca a la suya. Su cuerpo dejo escapar un ligero
temblor, agito su pecho y entreabrió la boca. Le ofrecía
sus labios carnosos y sensuales. Le pasó su lengua,
era la ocasión de disfrutar y no lo desaprovechó. Diana
se había puesto de pie y, observaba al detalle. Su
lengua había entrado en acción, invadió su boca,
succiono su lengua y le dio pequeñas mordidas, luego
dejó que ella tome la iniciativa. Aprendía rápido.
Nicolás hizo una pausa, porque le ganaba el
descontrol. Yessenia en cambio hizo un mohín de
fastidio. Éste abrazo a Diana y le besó con pasión. Ella
entendió lo que le estaba pasando y metió su mano
dentro de su bragueta, sus cuerpos se habían pegado,

45
SEGUNDA EDICIÓN…

y la respiración iba en aumento. Se separó haciendo un


esfuerzo sobrehumano, buscó con los ojos a Yessenia,
y vio que se acariciaba la vagina por encima de la ropa.
Se detuvo de golpe y se avergonzó. Nadie dijo nada, se
arreglaron la ropa y volvieron a tomar asiento. No había
forma de romper el hielo. El ruido de unas llaves en la
puerta los volvió a la realidad. Lucia y su madre
acababa de regresar.

Nicolás, se ausentó varios días por razones de trabajo.


Yessenia se volvió una obsesión. Al regresar, Diana le
conto que aquel día se excito mucho y estuvo a punto
de hacerle el amor. Por su parte Yessenia tuvo su
primera masturbación y le había pedido presenciar
nuevamente acto sexual, pero fuera de la casa.
Conociendo estos detalles, planifico una salida entre
los tres. Sería la única oportunidad para desvirgar a
Yessenia y cumplir una de sus fantasías. Se presento
con regalos para todas. Yessenia le agradeció con un
beso que le quito el aliento ¿Con quien estuvo
practicando? Tuvo celos. Ella adivino sus
pensamientos. Tonto. Susurro en sus oídos. Fueron al
cine y le hicieron saber a Yessenia que cumplirían su
deseo. Acudieron al hotel, Yessenia tomó posición del
sofá y lo acercó a la cama. Diana estaba divinamente
hermosa y radiante, su mirada era de picardía,
disfrutaba la ocasión. Sabe Dios qué cosas imaginaba.
Nicolás empezó a besarla dejando que sus manos
recorran su cuerpo. Ella estiro la mano y apago la luz y
encendió la lamparilla de la mesita de noche. El
ambiente era perfecto. Las caricias fueron en

46
SEGUNDA EDICIÓN…

aumento, dejaron caer las ropas, se hizo notoria la


virilidad de él. Se recostaron, Nicolás recorrió el
cuerpo desnudo de su amada, se entretuvo en sus
hermosos pechos, mordía y apretaba sus pezones,
arrancándole pequeños gritos de placer. Ella en sus
contorsiones le ofrecía su vulva, él fue bajando hasta
llegar a ella. Limpio de vellos púbicos, se entretuvo en
su clítoris, mientras su piel era rasgada en cada
estallido de placer. Yessenia se había quedado en
brassier y el pantalón desabrochado, estaba atenta,
quiso estirar su mano para acariciarla y traerla a la
cama. Se contuvo y le regaló un guiño. Diana en un
rápido giro le había puesto de espaldas, poniendo sus
endurecidas tetas en su boca, el cual cogió como un
poseso, mientras sus manos acariciaban el endurecido
miembro de su amado, llevándoselos a la boca. Dejó
escapar un suspiro de placer y miró a la hermana, quien
había puesto en libertad a sus hermosas tetas y
estaban expuestas. Dios mío!!! Qué hermoso era todo.
Fracasó en su segundo intento por tocarla. Yessenia
había fijado la mirada en lo que hacía su hermana. Ante
tremenda excitación, Nicolás tomó a Diana y la puso
de rodillas y se situó tras ella, abrió sus piernas y la
penetró. Fue una penetración lenta, hermosa hasta
llegar a su profundidad. Soltó un grito que aumento su
excitación, los jadeos los estaban llevando al clímax.
Frenesí y calma para cambiar de posesión. Frenesí y
calma para seguir disfrutando de cada penetración. En
el clímax más sublime eyaculó dentro de su boca y se
tumbaron sonrientes. Se habían olvidado de su

47
SEGUNDA EDICIÓN…

hermana. Al notar un movimiento en el sofá


reaccionaron y sonrieron. Se metieron al baño.
Yessenia se preparaba para interrogar a su hermana
preguntando si había dolor, y que sentía en cada
penetración, y no sé cuantas cosas más. Escuchando
la conversación, los deseos de Nicolás volvieron a
mostrar su virilidad. Yessenia confesó que se sentía
rara y con deseos extraños, pero tenía vergüenza de
decirlos. Fue animada para que hable. Empezó
diciendo que quería ser acariciada y amada como su
hermana, quería experimentar ese placer pero tenía
miedo de la penetración. A Nicolás le gano la lujuria,
tomo la mano de Diana y le miro a los ojos buscando su
aprobación, y le dijo: si tú y tu hermana me permiten,
puedo darte ese placer. Le hicieron recostar en medio.
Su pecho desnudo ofrecía dos hermosas montañas
vírgenes deseosas de ser exploradas. Diana con
lágrimas en los ojos, cogió las manos de él y dijo:

- Por todo el amor que te tengo, voy a dejar que seas


tú quien desvirgue a mi hermanita y le regalo un beso
tierno.
- Tendrás que ayudarme mi amor, fue su respuesta.
Quería hacerla participar para que se cumpla su
fantasía.

La desnudaron por completo, con cariño y mucha


delicadeza. Su cuerpo temblaba ante cada caricia. Se
entretuvo en su boca, disfrutando de sus labios
carnosos, fue un beso interminable. Mientras se
deslizaba sobre su pecho, llevo su mano a su virilidad,

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SEGUNDA EDICIÓN…

rehuyó en el primer contacto, luego lo apretó con


fuerza. Tuvo que susurrarle para que afloje un poco. Su
hermana le enseño como hacer. Al llegar a su sexo
percibió su humedad. Su boca tomo posición de su
vagina y le practico un largo sexo oral que le
arrancaron gritos de placer, mientras sus dedos iban
preparando la penetración. Su hermana le enseño para
hacer lo mismo. Mientras tanto Diana había llevado su
vagina a la boca de Nicolás. Sentía como Yessenia
engullía todo dentro de su boca y se atragantaba. La
lujuria los estaba ganando y no había quien lo detenga.
Cambiaron de lugar con Diana. Quería lubricarla bien
para el momento de la penetración. Al recostarla le
puso una almohada debajo para elevar su pubis, abrió
sus piernas y volvió al sexo oral. Su delirio era
tremendo y en un intercambio de mirada con su
hermana, creyeron que era el momento. Colocó su
pene en la entrada de su vagina, frotando y haciendo
intentos de penetración, su cuerpo temblaba, su
mirada era anhelante, entendió que era el momento.
Cerró los ojos y esperó. Fue una penetración rápida, un
solo golpe, un solo dolor, pego un grito e intento
zafarse. Nicolás se recostó sobre ella y le llenó de
besos. Su hermana se había puesto a un costado y le
acariciaba las tetas.

Ya paso, le murmuró al oído. Ella dejó escapar unas


lágrimas y le abrazo fuerte, al separarse un poco, vio
como un hilo de sangre se escurría por su vagina.
Volvió a penetrarla, una y otra vez, logrando arrancarle
varios orgasmos. Nicolás amó a su cuñadita como

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SEGUNDA EDICIÓN…

nunca había amado a otra mujer. Fue el acto de amor


jamás soñado y sus sentimientos entraron en
conflicto. Estiró sus manos y sujeto las de Diana, la
atrajo para que participe. Se conocían tan bien
íntimamente que sabían lo que deseaban. Esta vez la
iba a sorprender, había tenido escaramuzas en su
orificio anal y nunca hubo un rechazo frontal. Se
besaron e iniciaron su acostumbrado juego sexual.
Puso a las dos hermanas de rodillas con la cabeza
recostada en el colchón y el trasero levantado,
turnándose para penetrarlas, sin dejar de lubricar el
orificio anal de Diana. Ese era el acto final de aquel
lujurioso encuentro. Acuso la embestida con un
pequeño grito, sin hacer el intento de retirarse, por el
contrario, facilito la total entrada; luego pego el grito
al cielo. Fue un contacto íntimo y profundo, su cuerpo
reacciono y cobró ritmo. El estallido de esperma
inundo su pequeño orificio anal. Yessenia no dejaba de
frotarse el clítoris soltando pequeños gritos de placer.

Permanecieron entrelazados, respirando la piel del


otro, cada uno con sus pensamientos. Tres cuerpos
desnudos, un solo secreto y muchos deseos por
cumplir. Habían cometido un pecado hermoso, una
locura maravillosa. Nicolás se sentía privilegiado.
Antes de meterse a la ducha, volvió a acariciar el
cuerpo desnudo de su cuñadita, chupo sus pezones e
invadió con sus dedos su vagina. No sabía si volvería
a tener otra oportunidad con ella. Se dejaron llevar.
Diana le dio total libertad. No fue sexo, realmente se
amaron, una vez más le hizo el amor y vio en sus ojos

50
SEGUNDA EDICIÓN…

mucha ternura e incertidumbre. Se sintió culpable y


dejo de pensar. No quería hacer comparaciones, no la
merecían. Tenía que haber una salida en todo esto.
Diana los observaba en silencio ¿Qué pensaría? Estuvo
a punto de eyacular dentro de Yessenia, en el último
segundo lo hizo en su boca, luego volvió a penetrarla y
terminó recostado en medio de sus dos hermosas
tetas.

La relación de Nicolás con Diana seguía estable.


Tenían planes a futuro, por tal razón, había prometido
no volver a tocar a Yessenia. No quería que su relación
termine o ellas terminen haciéndose daño. Ya había
cumplido su fantasía de llevarse a la cama al mismo
tiempo, a dos mujeres hermosas, una virgen y encima
de todo, hermanas. Qué más podía pedir.

- Déjame hablar con tu hermana. Nicolás le había


pedido a Diana.
- Hazlo, dijo ella. Aprovecha mientras salgo a
realizar unas compras, y se fue. La llamo, Yessenia se
apareció como siempre lo hacía cuando estaba en
casa. En camisón y sin brassier. Que mujercita para
más provocadora.
- ¿Dónde está mi hermana?
- Salió.
- Va a tardar.
- No lo sé.

Se sentó sobre sus rodillas y recostó sobre su pecho.


Él en su nerviosismo le rodeo la cintura y le besó con
pasión. Maldijo su debilidad. Desabrochó un par de los

51
SEGUNDA EDICIÓN…

botones del camisón y liberó sus hermosas tetas. Los


mordió con rabia hasta hacerle daño, su grito no fue de
dolor sino de placer, metió las manos bajo el camisón
hasta llegar a la ropa íntima, introdujo sus dedos en su
humedecida vagina. Abrió su cremallera y dejo libre su
virilidad. Ella se acomodo y se incrusto hasta el fondo,
ambos dejaron escapar su grito. El camisón cubrió su
intimidad, volvieron a ser lujuriosos y descuidados. Su
desenfreno no tuvo límites y llegaron juntos al clímax,
él no tuvo tiempo de eyacular fuera de ella. Inundo su
vientre en precisos momentos que Diana abría la
puerta, se quedaron inmóviles, todo en ellos los
delataba. De un solo tirón puso de pie a su hermana y
dejo al descubierto la virilidad de Nicolás. No había
forma de ocultar. Ensayó una sonrisa tonta y ella le
soltó una tremenda bofetada. Fulmino con la mirada a
su hermana y de un solo grito lo largo de su casa. No
aceptaba sus disculpas, en el acto puso fin a su
relación, Nicolás iba a diario en busca de su perdón.
Todo fue inútil, finalmente él se canso y ella se fue de
viaje. Nunca llamo.

Tomo conocimiento que Yessenia estaba a saliendo


con un chico, por ende, la comunicación se torno
distante. Nicolás sintió rabia, necesitaba hablar con
ella, verla y confesar sus sentimientos, estaba seguro
que iba a ser correspondido, lo había notado dentro de
aquellas locuras. La extrañaba no cabía la menor duda.
Tomo la decisión y fue en su búsqueda. Al verla tan
hermosa, con aquella vestimenta casual y juvenil, se le
obnubilaron los ojos. Admiró su belleza.

52
SEGUNDA EDICIÓN…

- Estas muy hermosa, ella le sostuvo la mirada, no


dijo nada. Se cogió del brazo y empezaron a caminar.
Lo hicieron sin prisa. La tarde era fresca, se sinceraron
de lo mal que lo estaban pasando, y de pronto hablaron
de sus sentimientos, y se dieron cuenta que era
reciproco. Sostuvo entre sus manos la cara de
Yessenia, y acerco su boca, no hubo rechazo. En ese
beso sintió revivir, también sintió un cosquilleo en la
entrepierna. En ese beso hubo fuego y deseo. Miró su
cuerpo desnudo. Todo perfecto. La tomo de espaldas y
empezó a amarla, recorriendo cada centímetro de su
piel con su boca, con su lengua, la tumbó en la cama
boca abajo y abrió sus piernas. Se propuso explorar
sus más íntimos secretos y le dejo hacer. Su lengua
cobro vida en toda su intimidad. Su desesperación la
ganaba, mordía y estrujaba la sabana, estaba llegando
a su primer orgasmo y la ayudo. Fue un delirio
prolongado. Su erección estaba en su máxima
expresión, y en la posición que estaba la penetro de
golpe, sintió su estrechez y la calentura de su sexo,
ahogo su grito mordiendo la sabana. Hinco sus dedos
en sus glúteos y los separó haciendo de la penetración
más profunda y fuerte, humedeció sus dedos y recorrió
el borde su orificio anal con pequeños intentos de
introducción. Luego apoyo su espalda en la cabecera y
la hizo montar sobre él, mirándole a los ojos. Era una
cabalgata desenfrenada. Sus pechos bailotearon en su
cara y le produjo mayor excitación. Pechos firmes,
pezones de ensueño. Los cogía y estrujaba, los mordía.
En cada vaivén buscaba la mayor penetración.

53
SEGUNDA EDICIÓN…

Hicieron una pausa y cambiaron de posición. Viendo su


total excitación, colocó su miembro en la puerta de su
orificio anal, frotaba y le hacía pequeñas escaramuzas
de penetración. Gemía y chillaba de placer y dolor, y en
esos estallidos fue penetrada analmente. Sintió el
impacto. Grito:

- Me duele, sácalo. Fue inútil su suplica. Nicolás


inicio lentamente su movimiento de entrada y salida,
ella aflojo la tensión y empezó a disfrutar, volvió a
levantar las caderas, aprovechó para abrir sus nalgas
y disfrutar de la vista. Fue hermoso. El momento
llegaba a su cumbre, los cuerpos sudorosos cuya
respiración se acrecentaba, y antes de eyacular lo
introdujo nuevamente en su vagina, quería venirse con
ella, hacer que el placer sea mutuo. Y lo consiguieron.
Eyaculó sin miedo, inundó sus entrañas, lo deseaba
tanto. Comprendió que iba a ser parte de su vida en
adelante. Terminaron exhaustos, con una sonrisa de
satisfacción y con los ojos fijos entre ambos. No
querían romper la magia del momento. Permanecieron
callados, contemplándose, cogidos de las manos.
Fueron a la ducha, entre jabonar sus cuerpos y el
contacto del agua, les provoco repetir el acto. Estaban
hambrientos de sexo.

No volvieron a hablar de Diana. Yessenia le dio una


hermosa hija y se fue a vivir sola. Nunca dijo a su
familia quien era el padre. La relación continúa.

54
SEGUNDA EDICIÓN…

Y para complementar…

¿Qué hay de ti en esta historia?


Esto es parte de mi, el deseo sexual corre por mis
venas, cuando hay afinidad no existen límites. Es mi
invitación.

¿Qué te inspiro para hacer este cuento?


Mi despertar sexual fue a temprana edad, y no he
parado aun. Vengo escribiendo desde hace tiempo, una
especie de “memorias sexuales”, esto es una parte
adornado en fantasías.

¿Qué personaje de tu historia te gustaría ser?


Soy protagonista en muchas de mis historias, esta es
una de ellas.

¿Cuál sería un final alternativo de tu historia?


Que los tres vivan bajo el mismo techo y bajo la
misma sábana, imagina tener dos hermanas hermosas
a quien poseer todos los días, es el sueño de muchos
hombres, ahora será de muchos lectores.

55
SEGUNDA EDICIÓN…

BIO:
Jet Da Costa

Jet Da Costa. Escritor Peruano de 57 años, es su


segunda participación en la convocatoria de la Revista
Letras entre sábanas.
https://www.facebook.com/jrodriguezdacosta

56
SEGUNDA EDICIÓN…

EL SEXO DE LOS ANIMALES


Guillermo Martínez

La suavidad del viento que acompaña la partida del

atardecer y da paso a la noche, se deslizo entre la

aterciopelada piel de los amantes; tenían por testigo,

la vista de una luna brillante, que por algunos

momentos se dejaba ocultar por las nubes,

envolviéndola al ritmo de una danza; parecía que

aquella noche, ellos no eran la única pareja en éxtasis

de caricias.

Desde tierra, la intimidad del cielo brindaba mayor

intensidad a sus deseos mientras caminaban en busca

del sitio perfecto para complementar su cortejo; él

avanzaba de pronto más rápido, para gozar de voltear,

observando a su acompañante posar los ojos en la

fuerza de sus extremidades; se detuvieron, ella lo

rozaba con el cuerpo, deslizando su figura por su

57
SEGUNDA EDICIÓN…

hocico, impregnándolo de su intenso olor, entre

contoneos, lanzo con su cola un firme golpe a las

orejas del deseado amante; en ese instante

emprendieron la carrera, una persecución seductora

daba a sus pulsaciones la fuerza que acompañaba el

fluir de su sangre; eran dos cuerpos cargados de calor;

la pantera se dejó alcanzar, fue recibida entre

violentos colmillos, disfrutando de incontables y

placenteras mordidas; ella, relajo su cuerpo

moviéndolo para él, quien dichoso contemplaba el

brillo de su pelaje; ese tono negro, de donde surgían

manchas en forma de rosas matizadas bajo la luz de la

noche.

(Hembra, desliza tus garras sobre el lomo de tu

seductor, intentando desprenderle un rugido, permite

que comience a posar su saliva sobre ti, explorando tu

forma entre cortos y húmedos lengüetazos)

58
SEGUNDA EDICIÓN…

Sus cuerpos se permitieron olfatear y humedecer sus

sexos, dando la señal que les llevaría a unirse; el tigre,

se posó en ella con la firmeza que caracteriza a su

especie, cubriéndola de placer; desprendió un rugido al

sentirse llenada por su amante.

Noche convertida,

llena de satisfacción;

deseo,

paso latente del amor entre especies.

Dos seres

despojando oscuros pensamientos,

dando libertad a sus instintos,

provocando en sus cuerpos el éxtasis,

que da principio a las creaciones animales.

59
SEGUNDA EDICIÓN…

Aturdieron las lejanías sus múltiples rugidos,

movimientos acompañados de lo lento a lo salvaje,

desprendiendo el aroma de los deseos que han sido

satisfechos; derramaron su esencia, brindando calor

intenso repartido por su interior, llevando una

explosión de placeres que se acumularon en sus

sentidos; música amante en el interior.

La noche,

los cobijo en sus fantasías prohibidas,

para dar camino a entrelazar

sus dilatadas pupilas.

Intercambiaron miradas,

existía complicidad.

Eva beso mis hombros.

Adán beso mi vientre.

Y para complementar…

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SEGUNDA EDICIÓN…

¿Qué hay de ti en esta historia?


El deseo por la naturaleza, la fuerza de la
libertad, veo el maravilloso poder de la imaginación
mezclada con el entorno, me complemento a la
creación de todas las formas de vida, el cuento es
una breve forma de decir como llegamos.
¿Qué te inspiro para hacer este cuento?
El amor que siento a mis hijos ; el gusto por la
pasión que nace entre una caricia y una mirada.
¿Qué personaje de tu historia te gustaría ser?
La piel
¿Cuál sería un final alternativo de tu historia?
Al terminar la caminata, se extienden los
bosques de azules y verdes, sus árboles son tan altos
que se abrazan a la nube en la que duermo, algunas
veces el viento los pone a mi alcance y puedo
respirarlos. "

61
SEGUNDA EDICIÓN…

BIO:
Guillermo Martínez

Escritor por amor al lenguaje, interesado en la poesía


y genero del cuento, egresado de pedagogía,
estudiante de psicoanálisis, instructor de talleres
literarios.
https://www.facebook.com/guillermo.martinezmercad
o.9

62
SEGUNDA EDICIÓN…

ANDRÓMACA
Angelique Reid

Sobre tu corpulencia domino tu sexo, profundo, denso


y excelso. Ardiente y veloz es la bestia salvaje que
reposa sobre todos los sentidos, domarte para sentir
amor en mis labios, mientras los muslos rozan, frotan
y aprietan, aquí no se vale empujar a medias.

Este acto de amor es disidencia y enfado, soy


Andrómaca la impetuosa, el galope cada vez se hace
más violento, ¿qué es el pudor cuando la unión es
intensa?

La pasión se alimenta besando, abrazando y tentando,


juguetea con los dedos con tu mirada fija, con mi
fuerza, tu debilidad y el tibio aliento.

Cierra los ojos, soy tu sueño profundo hecho carne:


súcubo humano, reencarnación de Lilith… siente mi
peso, siente mi ritmo, mientras la leche y el agua se
funden para humedecer nuestros cuerpos.

Mientras me quedo con algo de ti, mientras sientes mi


carne que se debate entre el cielo y el infierno.

La seducción es lasciva y divina, sensual y descarada,


déjame dominarte mientras estoy encima, siente la
potencia del espíritu del viento.

63
SEGUNDA EDICIÓN…

“En la unión, el hombre acalla el deseo de la mujer; si


va acompañado de conciencia, se llama satisfacción”.

Deja que mi lujuria te acalle, deja que mi perversidad


en exceso te condene al sexo, al exceso y al
desenfreno, juega conmigo a la guerra por el poder
donde todo se vale.

Rinde culto a mi figura, siente el límite de mi amor


pasional peligroso y destructivo, mientras siento de tu
parte el azote divino de tus manos… Mírame como
gozo, como gimo, como me muevo, mira como domino
en este lecho al que llamo imperio.

Y para complementar…

¿Qué hay de ti en esta historia?

La picardía.

¿Qué te inspiró para hacer este cuento?

El kamasutra y la historia de Andrómaca, la


misma literatura regala inspiración.

¿Qué personaje de tu historia te gustaría ser?

La protagonista, no soy tan osada.

64
SEGUNDA EDICIÓN…

¿Cuál sería un final alternativo de tu historia?

Que busque ser la dominada.

BIO:
Angelique Reid
Poeta, escritora y criminalista de profesión, he escrito
para la Revista Trinando, Revista Extrañas Noches y
el cuarto número de Nictofilia – Dossier Poesía
Grotesca (Editorial Cthulhu).

https://www.facebook.com/AngelReidPoet/

65
SEGUNDA EDICIÓN…

EL TITAN
Yezidy

Tantos años de experiencia y jamás me había


sucedido, eh conocido de todos los tamaños y formas
pero ha sido la primera ves que me gusta el “titán “de
uno de mis pacientes lo más gracioso que aquel
paciente físicamente no me gusta para nada.

Te cuento la historia, hace tiempo vino a verme al


consultorio por una molestia que tenía en su miembro,
al revisarlo y yo siendo mujer, él se puso demasiado
nervioso, yo no lo toqué solo le pedía que lo levantara
o lo girara para poder ver bien a lo que se refería de
su molestia.

Pero desde ahí puedo decir que fue atracción pasional


a primera vista, sé que suena gracioso pero así fue.
¡Total! su herida resultó ser por tener sexo demasiado
fuerte a una afortunada, le receté una pomada y con
eso curaría la pequeña herida.

Cuando se fue, mi ansiedad comenzó y sentí esa


necesidad de tenerlo adentro, lo malo es que tenía
más pacientes. Atendí a uno más y salí a decirles que

66
SEGUNDA EDICIÓN…

me esperaran unos 10 minutos en lo que atendía un


asunto personal.

Cerré con seguro y saque a mi querido amigo de mi


bolso, un vibrador de 25 cm. Color rosa, diferentes
movimientos para estimular la zona G y vibraciones a
4 velocidades para el clítoris.

En mi pequeño baño me quité mi bata de doctora, me


levanté la falda y me quité las bragas, me recogí el
cabello, abrí mis piernas sobre la tasa tapada y lo
prendí a la primera velocidad para calentar motores.

Primero lo pasé por mi cuello y mis labios, luego me


desabroché igual mi blusa y sobre mis pechos
comencé a pasarme el vibrador, mis pezones fueron
los primeros agradecidos pues haciendo círculos
sobre ellos inmediatamente se pusieron erectos, con
mi otra mano me acariciaba el clítoris en lo que
bajaba el titán.

Así lo iba haciendo por cada parte de mi cuerpo.

No hacía falta lubricante ya que yo estaba demasiada


excitada, lo fui metiendo poco a poco y al sentir que
la cabeza ya estaba adentro comencé a gemir, lo
seguía metiendo hasta subir a la segunda velocidad
que hacía que moviera mi cadera, lo deje un rato ahí
solito recargado sobre la tasa del baño mientras yo

67
SEGUNDA EDICIÓN…

me acariciaba los pechos que ya tenía descubiertos y


chupaba mis dedos imaginándome que ahí estaba
“aquel titán” de ese hombre.

Con mi mano derecha lo volvía agarrar para sacarlo y


meterlo vaya era tan rico, así que subí a la tercera
velocidad y ya estaba hasta adentro, sentía como
vibraba y se movía en aquellos puntos específicos ,
en segundos llegue a mi primer orgasmo y salió
mucho más líquido blanquecino.

Mis piernas me temblaban.

Voltee a ver a mi reloj y me quedaban 5 minutos, sin


pensarlo subí a la velocidad 4 y sobre mi rostro sentía
las gotas de sudor que comenzaban a escurrirme, mis
pezones estaban durísimos y mi corazón ni se diga,
palpitaba a mil por hora.

Abrí mucho más mis piernas y lo metía hasta el tope,


quería gritar pero no podía así que mordía mis labios
en lo que lo metía y sacaba, lo movía para todos lados
que parecía palanca de velocidades al no dar ninguna
por novata. Por esa razón tengo automático.

Llegó mi súper orgasmo donde hasta mi mano salió


salpicada, me senté exhausta y veía que me
quedaban dos minutos. Saque lentamente a mi “titán”

68
SEGUNDA EDICIÓN…

con ese rico aroma a sexo. Lo limpie bien para


meterlo a mi bolsa.

Me aliste, para no levantar sospechas eche un poco


de aromatizante y comencé a pasar a mis pacientes.

Que rico es estar bien saciada.

Y para complementar…

¿Qué hay de ti en esta historia?

Será la cerecita del pastel.

¿Qué te inspiro para hacer este cuento?

Una experiencia que me contaron

¿Qué personaje de tu historia te gustaría ser?

La doctora

¿Cuál sería un final alternativo de tu historia?

Estar íntimamente con todos los pacientes.

69
SEGUNDA EDICIÓN…

BIO:
Yezidy

Licenciada en contaduría, participé en un programa de


radio sobre sexualidad, tengo una fanpage de la cual
comenzó todo éste sueño: me gusta mucho escribir
terror, fantasía y erótico. Hago audios cortos sobre la
línea erótica. Gané dos concursos en convocatorias de
revistas digitales (terror y erótico) y otro en una
antología sobre caníbales con libro. Cuento ya con mi
libro "Las Noches" la cual eh participado en varas
ferias y eventos. Hago también alebrijes.

https://www.facebook.com/yosoyezidy/

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SEGUNDA EDICIÓN…

LA OPORTUNIDAD QUE NO DEJÉ PASAR


Anali Andrade

No me quería aprovechar pero no lo pude evitar. Era


fin de mes y como era costumbre fui a darle el dinero
del gasto, toqué la puerta de su habitación y al
contacto se abrió. Ella estaba acostada en la cama,
su cuerpo se remarcaba entre su sabana, sus muslos
torneados me inducían a tocarlos, pero mi razón decía
que no, nuevamente le hable: —Tía… tía… pero ella no
respondió, mire hacia su mesita de noche y entonces
las vi: para mi suerte la tía pasaba por una depresión
a causa de la muerte de su abuela quien la había
cuidado desde pequeña, por lo que tomó pastillas
para dormir, esa era la razón por la que no
despertaba. Yo por más que la moví no reaccionó,
parecía como muerta.

Desde que llegué a vivir con ella noté lo hermosa que


era, me gustó, la deseaba en secreto y esta era mi
oportunidad para tenerla y saciar mis deseos.
Descubrí su cuerpo: lucía una pijama tan sexi, un mini
bóxer y una blusa de tirantes blanca por la que se
trasparentaban sus pezones rosados. No aguanté
tanta tentación, bajé su blusa y probé sus senos

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SEGUNDA EDICIÓN…

mientras metía mi mano en su pantaleta para


acariciar su vagina, se sentía tan cálida y mojada que
enseguida me vino una erección, me inundo un
cosquilleo, la excitación no cabía en mi cuerpo,
quería salir, entonces la desnudé por completo y
separé sus piernas para probarla; su olor y su sabor
me fascinó. Mientras lamia sus labios y clítoris me
excitaba la idea de pensar que ella lo estaba
disfrutando tanto como yo, aunque permaneciera
inmóvil con los ojos cerrados. No pude contener más
mis ganas, saqué mi miembro, la penetré y se lo dejé
ir todo, profundo y de prisa, sus piernas sobre mis
hombros, se sentía tan bien, seguí metiendo y
sacando, mientras mis manos se clavaban en sus
caderas y veía sus senos moverse, gemía de placer
hasta que ya no pude más…

Creo que si logré sacarlo antes de venirme… no lo


sé…

Me recosté sobre ella y la besé, me sentí tan


cínico…jaja.

Después la limpié, la vestí y salí de la habitación.

Y para complementar…

¿Qué hay de ti en esta historia?

72
SEGUNDA EDICIÓN…

Nada en particular.

¿Qué te inspiro para hacer este cuento?

Solo mi novio mañoso que me alienta a escribir y


participar en la revista.

¿Qué personaje de tu historia te gustaría ser?

El chico, claro, pues la tía está dormida.

¿Cuál sería un final alternativo de tu historia?

Qué su tía despertara y lo mandara a volar o, al


contrario, entré al juego sexual.

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SEGUNDA EDICIÓN…

BIO:
Anali Andrade.

Dirijo una página de facebook


llamada “Amantes del terror” con más de 7000
seguidores. Soy colaboradora en las Revistas digitales
“Letras y demonios” y “Letras entre sábanas”.

https://www.facebook.com/annyta92

74
SEGUNDA EDICIÓN…

LOS TIRANTES
Alfonso Padilla

La gente tiene diferentes tipos de parafilias: mientras


a muchos les encanta la lencería, a otros tantos los
juguetes, los pies, el sado, el porno, el
exhibicionismo; en fin, hay tantas filias y tan
personalizadas como cada gente en sí mismo. En mi
maniática vida he llegado a conocer las aficiones más
locas que pudieras imaginar, desde la persona que
necesita ser insultada y golpeada para excitarse,
hasta la que unta chantilly en los pies de su pareja
para írsela comiendo.

En mi caso mi debilidad son los tirantes de ropa. El


ver unos tirantes de blusa o brassiere sobre unos
hombros o brazos, es lo más excitante que puede
haber. El solo hecho de mirar cómo se asoman del
vestido, de la blusa o del suéter, es como si me
hablaran y me incitaran a seguir con mis lascivos ojos
o mis curiosas manos, a recorrer sus tiras hacia abajo
y llegar a una apetitosa espalda o a unos suculentos
senos, eso es sublime.

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SEGUNDA EDICIÓN…

Recuerdo a una chica en especial que se llamaba


Yesenia, la cual me encantaba por su forma de vestir.
Siempre traía blusas delgadas de tirantes coloridos,
que contrastaba con sostenes de colores opuestos.
Sus looks eran exóticos para todos, más para mí eran
apasionantes; por lo que algo como una blusa verde
con un bra rosa, o un vestido azul de tirantes con un
colorido corpiño amarillo, eran mi delicia visual.
Cuando salíamos a pasear todo el camino me la
pasaba babeando por ella sin poder dejar de ver sus
hombros con aquellos tirantes que, a veces como
jugando con mi deseo por ella, se caían
coquetamente hacia su brazo. Mientras nuestras
salidas iban desarrollándose, mi ansiedad por llegar a
un hotel o a mi depa se acrecentaba. Sobra decir que
casi me la comía viva cuando llegábamos a la cama,
por el frenesí causado por estarla viendo tanto tiempo
con sus tirantes. Por desgracia el tiempo y las
circunstancias pasaron y, muy a mi pesar, tuve que
dejar a Yesenia.

He tenido otras novias y muchas otras amantes. De


entrada, nunca les cuento mi filia, me suelo esperar a
que haya más confianza y tengamos por lo menos un
par de encuentros íntimos. Ya que nos conocemos un
poco en la cama, les voy diciendo poco a poco mis
gustos y mis deseos de verlas con ropa de tirantes, y

76
SEGUNDA EDICIÓN…

ellas a su vez me dicen sus propias parafilias. En mi


experiencia personal todas las personas tenemos
nuestras aficiones, solo que algunas las esconden tan
bien que solo las viven en sus mentes, y otras tantas
las vivimos con intensidad en cada encuentro sexual.

Mi última pareja se llama Brenda, es una diosa de piel


morena y largo cabello negro. Suele usar siempre
unos sostenes rojos o blancos que le acentúan su
tono de piel, además de escotadas blusas
semitransparentes. Para colmo tiene unos grandes
senos que son agraciados por unos oscuros y
suculentos pezones.

Después de ir a cenar nos hemos venido a mi depa,


para esta ocasión se ha puesto una falda negra de
vinipiel muy pegada (tiene unas caderas de infarto),
junto con una blusa negra escotada. Trae un bra rojo
que no solo se asoma por su escote, además por los
tirantes que todo el día me han estado excitando
resbalándose hacia sus brazos. Con la excitación
desparramándome llego a besarla y acariciarla por
todo el cuerpo. Después voy besando sus hombros y
su cuello, jugando con los tirantes haciéndolos de un
lado a otro.

Cuando Brenda está lo bastante excitada, la voy


desvistiendo hasta dejarla solo con su bra abierto,

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SEGUNDA EDICIÓN…

enseñándome esos grandes senos morenos. Ella se


sienta y me abre las piernas mostrándome sus
depilados labios muy húmedos. Entonces me agacho
para besarlos y probar su néctar, pero me detiene y
me pide que me desnude primero. Me ayuda
quitándome mi blusa y mi minifalda. Me dejo solo mis
ligueros puestos (la filia de Brenda). Y ahora yo soy la
que termina acostada en la cama, mientras ella se
degusta con mis jugos vaginales y yo con su traviesa
lengua. Tras un rato me vengo en su boca con
escandalosos gemidos, ella siente y degusta mi
orgasmo en su boca. Entonces ahora me levanto, es
mi turno amarla y probar lo que emerge de esos
oscuros labios depilados.

Y la pasión sigue: yo con mi liguero puesto que tanto


la excita, y ella con sus tirantes rojos colgándole de
los hombros. Comenzamos unas tijeras, frotando su
clítoris con mi clítoris, siento el cielo y lo veo en ella,
mientras sus traviesos tirantes se recaen a los lados.

Y para complementar…

¿Qué hay de ti en esta historia?

El gusto de ver a dos mujeres teniendo sexo


entre ellas.

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SEGUNDA EDICIÓN…

¿Qué te inspiro para hacer este cuento?

Mi filia por los tirantes, se les ven tan sexis a las


mujeres.

¿Qué personaje de tu historia te gustaría ser?

Ninguna, solo me gustaría ser un espectador de


aquellos amoríos de la protagonista.

¿Cuál sería un final alternativo de tu historia?

Que el protagonista fuera un hombre, tal y cual


parecía ser a lo largo de todo el cuento; solo que eso
le quitaría sabor a la historia, además de que quise
darle un giro a la historia.

BIO:

Alfonso Padilla

Escritor mexicano. Autor de la serie de cuentos


llamada “Fragmentos de terror” con más de 20,000

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SEGUNDA EDICIÓN…

visitas mensuales. Es creador y director de la Revista


digital Letras y Demonios (con presencia en más de
10 países de habla hispana) y la revista digital Letras
entre sábanas, del género erótico. Sus cuentos han
sido publicados en la revista Cruz Diablo. Ibidem,
Tenebrarum y Aeternum; también en los libros de las
Antologías de: “Historias Pulp” “Malos Sueños” y
“Líneas de cambio” “En torno al fuego”. Fue finalista
en el concurso de cuentos “It 30 aniversario”. Ha
publicado su primera compilación digital de sus
cuentos y tiene una novela llamada “Dime tus
pecados”.

Facebook:
https://www.facebook.com/alfonsopadillaescritor/

Blogs:

http://queelterrorosacompane.blogspot.com/

https://revistaletrasentresabanas.blogspot.com/

http://revistaletrasydemonios.blogspot.com/

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