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Novela Hige
Novela Hige
『Yaguchi Kyouya』
¿Eh? Tuve un desagradable presentimiento. Era un presentimiento desagradable o probablemente un Deja Vu.
Sentí que ese nombre ya lo había visto o escuchado. ¿Tiene el mismo nombre y apellido que una celebridad? Lo
pensé, pero no se me ocurrió ninguna persona famosa con ese nombre.
Pero ¿Por qué la sensación de Deja Vu al escuchar ese nombre no desapareció de mi pecho? Con una sensación
de incertidumbre miré el rol de turnos, de repente, la cara de un hombre apareció abriendo la puerta lateral de la
tienda.
— Ah, me asustaste. Pero, ya estás aquí.
— Ah, sí. Mucho gusto, soy la nueva…
Servilmente bajé la cabeza varias veces, cuando mi mirada se encontró con la del hombre vestido con el uniforme
de la tienda de conveniencia que estaba parado frente a mí, intenté presentarme. Pero de pronto me quedé sin
palabras. Porqué lo recordé. Debió haber sido un Deja Vu. El hombre que estaba frente a mí, parpadeó varias
veces y luego dijo: “Qué” y se quedó con la boca abierta.
— ¿Miyuki chan? ¡¡Eres Miyuki chan ¿verdad?!!
— No, este…
— ¿¡Por qué estás en este lugar!? Oh, ha pasado mucho tiempo. Precisamente hace poco me acordé de ti.
— Este… me está confundiendo con otra persona.
No me estaba confundiendo. Como lo sabía, lo dije con voz temblorosa.
— ¡¿Cómo vas a ser otra persona?! Nunca olvido a una chica que he abrazado.
「......…!」
Se me puso la piel de gallina. Así era. Yaguchi Kyouya. Me quedé en su casa varios días cuando estuve en Ibaraki.
Tenía una apariencia ordenada, con un brillante y teñido cabello castaño.
Con una expresión suave en su rostro, por su apariencia, daba la impresión a las demás personas de ser un sujeto
amable. Sin embargo, esta persona me conocía. Era hábil para relacionarse con las mujeres y no pensaba para
nada que fuera una mala o extraña persona. Cuando veía como salía con siete mujeres al mismo tiempo, no estaba
nada sorprendida.
— ¿Eh? Pero en el rol de turnos de hoy no había nadie con el nombre Miyuki chan ¿no es así?
— No, eso es porque yo…
Miyuki era un nombre falso. Simplemente me pareció apropiado tomar ese nombre. Él, por el contrario, lo
recordaba muy bien. Sin embargo, aunque tomé una vez el nombre de Miyuki, en verdad, por ningún motivo
podía comenzar a decir aquí mi verdadero nombre. Estaba en problemas, mirando al piso y a Yaguchi san cuando
viniendo detrás de Yaguchi san apareció Asami.
— Yaguchi ¿Desde cuando estás aquí adentro? Si Sayu chan no pasa su tarjeta a tiempo, se le hará tarde….
¿Qué? ¿Qué está pasando?
A Asami que apareció en la oficina, Yaguchi san le dijo con un brillo en sus ojos:
— ¡Asami chan! ¡Está chica es una conocida mía!
— ¿Qué? ¿Cómo?
— Aunque me dijo que se llamaba Miyuki chan, hace tiempo se quedó en mi casa…
— ¡¡¡Oigan!!!
Casi gritando, interrumpí a Yaguchi san. Asami y Yaguchi san abrieron bastante los ojos. Mi cuerpo estaba
temblando. Mi pulso estaba acelerado también. Sentí que mi respiración no era suficiente.
— Ya te dije que me estás confundiendo porque… yo me llamo Ogiwara Sayu.
Lo dije con voz temblorosa, Yaguchi san pareciendo sorprendido inclinó la cabeza.
— No, pero cuando te conocí hace tiempo eras alguien que se llamaba Miyuku chan… ¡¡Duele!!
Sin escuchar las últimas palabras de Yaguchi san y sin dejarlo terminar, Asami que estaba parada a un lado de
Yaguchi san pateó sin piedad su espinilla.
— ¡Estoy en contra de la violencia! ¡Eso fue inesperado!
— Te está diciendo que es Sayu chan. ¿Acaso eres estúpido?
Asami dijo eso con un tono de voz frío, y tomó del hombro a Yaguchi san.
— ¡Tsch! Ya tomaste mucho tiempo para retirarte. Si no sales rápido le diré al gerente que no estás
trabajando.
— Oye, oye… ¿No está bien hablar con los nuevos por un rato? En cualquier caso, tengo tiempo libre.
— ¡Silencio! ¡Apresúrate a salir!
Asami tomó por la fuerza el hombro de Yaguchi san y sin dudarlo, lo empujo afuera de la oficina dejándolo afuera
de la tienda. Y luego cerró la puerta poniéndole botón. Después de un suspiro, Asami me miró de reojo. Sentí que
esa mirada significaba “Que demonios está pasando” Mi cuerpo se quedó inmóvil por el miedo.
— Oye… este…Asami… yo…
¿Qué le iba a explicar? ¿Le iba a contar la verdad? Ni siquiera yo misma lo sabía. Sin embargo, solo moví la
boca, solo dije algunas palabras para romper el silencio. Los latidos de mi corazón eran fuertes, también mi
respiración se aceleró.
— Eso…
— Está bien.
— ¿Eh?
Cuando dirigí mi mirada hacia Asami después de estar viendo al piso, me miró fijamente y luego negó con la
cabeza.
— Está bien, no es necesario que hables.
— …
Me quedé sin palabras y vi a Asami a los ojos, con una cara sería que no era habitual en ella continuó:
— Si Sayu chan necesita hablar conmigo de verdad, escucharé. Pero no puedo soportar verlo. Tu cara está
completamente blanca.
Asami caminó lentamente hacia mí. Me dio una palmadita en el hombro y apuntó con el dedo una silla tubular
que estaba cerca. Creo que quería que me sentara. Como ella me lo indicó, me senté en la silla tubular. Asami se
inclinó frente a mí y me tomó la mano.
— Ahora no quieres hablar, no es necesario que le digas a nadie lo que no quieres decir. Es por eso que, si
Sayu chan no quiere hablar conmigo, hazlo cuando consideres que sea un buen momento ¿vale?
— ¡Mm! Sí…vale…
Sentí que el interior de mis ojos se calentó. Las lágrimas se acumularon en los rabillos de mis ojos. Desde que
vine a Tokio me volví bastante llorona. Cuando me vio, Asami sonrió conmocionada. Y luego palmeó mi hombro
de nuevo.
— Bueno, cuando te tranquilices un poco sal. Checaré tu tarjeta por ti. Solo para que sepas, pero solo será
por hoy ¿vale?
— Vale… gracias.
— Le daré otro golpe a Yaguchi san así que sal tranquila.
Asami mostró una sonrisa que dejaba ver sus dientes y luego salió de la oficina. Tan pronto salió Asami, las
lágrimas que estaban contenidas en mis ojos comenzaron a brotar. Mi nerviosismo desapareció completamente.
¿Por qué estaba Yaguchi san en este lugar?
Pensé que, aunque se hubiera mudado cerca de mí, quizá me lo encontraría, pero las probabilidades de que
trabajara en el mismo lugar eran demasiado bajas. Parece obra del destino que, aunque me pude haber encontrado
con alguien que me acosara, sucedió lo peor, me lo encontré a él otra vez
Y también, Asami escuchó la conversación que tuvimos hace unos minutos. Como Asami es una chica amable,
considerada y también una buena chica, puso una gran atención a mis necesidades, pero creo que probablemente
entiendo de lo que iba esa conversación más de lo que yo pensaba.
Supongo que el hecho de que se preocupara por mí y que fuera una persona amable hicieron que acudiera en mi
ayuda. Y al mismo tiempo era terriblemente difícil. Aunque por primera vez desde que salí de casa, pensé que
había encontrado una amiga en una posición de igualdad y con la que no me preocupaba demasiado al hablar,
seguramente de ahora en adelante Asami estará preocupada. Lo siento demasiado por eso.
Me di cuenta de que mis lágrimas se habían detenido. Pero aún quedaba una sensación desagradable debajo del
estómago que era una mezcla de frío y dolor. Miré el reloj que estaba colgado en la pared y ya habían pasado 10
minutos de la hora en que se suponía que empezaría a trabajar.
Asami me hizo el favor de checar mi tarjeta. No es correcto que reciba un salario, aunque no esté trabajando.
¿Qué hay de Yaguchi san? ¿Qué debería hacer de ahora en adelante? ¿Cómo será mi relación con Asami a partir
de ahora? Y luego… la cara de Yoshida san apareció en mi mente.
¿Debo contarle sobre todo esto a Yoshida san? Había muchas cosas arremolinándose en mi mente, pero en este
momento no estaba haciendo el trabajo que tenía que hacer. Respiré hondo, exhalé, y luego palmeé mis dos
mejillas.
— Vamos.
Me di ánimos, abrí la puerta y salí a la tienda.
『Invitaré a casa a un senpai del trabajo. Regresará a casa antes de que Yoshida senpai vuelva. Te estoy avisando
para que no te preocupes mucho… 』
Finalmente, ese texto fue el que le envié. Aunque le mande este mensaje de antemano es bastante probable que
Yoshida san comience a preocuparse. Tenía la intención de evitar al máximo que se preocupara. Respiré
profundamente, y luego metí mi Smartphone en mi mochila de un solo hombro y luego volteé en dirección a
Yaguchi san.
— Ya terminé de contactarlo, así que vamos.
— Eso fue rápido. Estoy ansioso.
Yaguchi san que estaba recargado en el poste de la línea telefónica dijo “Aquí vamos” mientras se levantaba
corrió brevemente y se acercó a mi lado hasta que se puso a un lado mío.
— ¿Nos tomamos de la mano?
— No me gusta.
Pareciendo de buen humor Yaguchi san caminó a mi lado, y mientras yo tenía un fuerte sentimiento de
incertidumbre, caminé junto a él hacia la casa.