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Jairo Johany Duran Losada - 20152142288

Guernica

El 26 de abril de 1937 se produjo el bombardeo de Guernica, cuidad vasca española, por aviones
Junker alemanes. Guernica era una villa sin importancia militar ni estratégica, por lo que el horror
inexplicable se agudiza mucho más. La razón argumentada por Franco fue que fueron los propios
republicanos los que lo propiciaron, cosa que no fue tomada en serio. La razón real fue que se
quería probar el tipo de armamento y de aviones.

El horror que causó este episodio fue muy alto en la opinión pública internacional, no sólo por el
sacrificio absurdo de inocentes, sino, sobre todo, por ser la primera vez en la historia en que se
atacaba desde el aire una ciudad. En poco tiempo, ciudades inglesas, alemanas y japonesas serían
borradas del mapa con ese método.

Es un óleo sobre lienzo de grandes dimensiones: 3,50 x 7,80 m

Puede dividirse en tres partes, de las cuales el más importante es el central, que tiene como base
el cuerpo del guerrero muerto, y como vértice la lámpara.

Este, sin embargo, no el único principio de ordenación espacial presente en el Guernica ya que
también las figuras están organizadas en triángulos.

En un período de seis semanas, antes, durante y después de la ejecución del cuadro, Picasso
realizó un total de 45 esbozos, que actualmente se exponen junto al Guernica.

Picasso renuncia al color para acentuar el dramatismo y sólo utiliza la gama de grises, el blanco y el
negro, es lo que en arte se denomina grisalla. Es un cuadro “sonoro”, los personajes gritan,
gesticulan y mueren bajo las bombas ciegas que con todo acaban. La denuncia de la violencia es
aquí intemporal y ha sido siempre utilizada como un canto contra la sinrazón de la destrucción y la
muerte en cualquier guerra.

Picasso pinta a las cuatro mujeres en actitudes desesperadas, son la población civil indefensa, pero
también al militar caído en la defensa y a los animales, ajenos a la locura humana.

Las diferentes figuras del cuadro presentan grandes bocas abiertas, ojos desorbitados y cuerpos
deformados.

No vemos a los asesinos ni las armas de destrucción. Picasso sólo pintó la muerte y el dolor de los
inocentes. Todas las figuras humanas expresan la agonía y el miedo a través de la gestualidad de
sus rostros y cuerpos.

Una característica que el autor utiliza con frecuencia es la representación simultánea de varios
planos en los rostros, como si los viésemos a la vez de frente y de perfil, de ahí un ojo diferente del
otro, produciendo una visión globalizadora.

Técnicamente el Guernica tiene rasgos cubistas (reduce las formas naturales a formas
geométricas) pero también emplea el expresionismo en los gestos extremos de los personajes y
una gran pureza y definición de líneas que nos recuerda el neoclasicismo.
En el cuadro aparecen representados nueve símbolos: seis seres humanos y tres animales: toro,
caballo y paloma

Toro

Aparece en la izquierda del cuadro, con el cuerpo oscuro y la cabeza blanca. Éste voltea y parece
mostrarse aturdido ante lo que ocurre a su alrededor. Sin duda evoca las corridas de toros
españolas.

Madre con Hijo muerto

Se sitúa bajo el toro, como protegida por él, con la cara vuelta hacia el cielo en un ademán o grito
de dolor. Su lengua es afilada como un estilete y sus ojos tienen forma de lágrimas. Sostiene en
sus brazos a su hijo ya muerto. Los ojos del niño carecen de pupilas, ya que está muerto. Picasso
representa aquí los distintos modos de horror, aquí el de una madre, como si fuera una auténtica
Piedad

Guerrero muerto

En realidad, sólo aparecen los restos de la cabeza, brazo completo o antebrazo derecho y
antebrazo izquierdo. Un brazo tiene la mano extendida. El otro brazo sostiene una espada rota y
una flor, que puede interpretarse como un rayo de esperanza dentro de ese panorama
descorazonador, símbolo de la barbarie, de lo inexpresable.

Paloma

Situada entre el toro y el caballo, a la altura de sus cabezas, no resulta visible a simple vista, pues,
excepto por una franja de color blanco, es del mismo color que el fondo y únicamente está trazada
su silueta. Agita las alas y clama al cielo desesperada como si pidiese inútilmente una explicación
para lo acontecido. Tiene un ala caída y la cabeza vuelta hacia arriba, con el pico abierto.
Generalmente se ha considerado un símbolo de la paz rota.

Bombilla

Es una de las imágenes que más intriga despierta, imagen ubicada en el centro del cuadro. Se
puede relacionar el símbolo bombilla con bomba. Se ha dicho que ésta simboliza el avance
científico y electrónico que se convierte en una forma de avance social pero al mismo tiempo en
una forma de destrucción masiva en las guerras modernas. El bombardeo de Guernica pudo ser
una prueba de esta tecnología.

Justo encima está el sol, empequeñecido, en forma oval. La bombilla está en su centro, como si el
humo del bombardeo hubiese contraído el astro rey y la única fuente de iluminación tuviese que
ser artificial.

Caballo

Ocupa el centro de la composición. Retorcido sobre sí mismo, su cuerpo está hacia la derecha,
pero su cabeza, igual que la del toro, se vuelve hacia la izquierda.

Adelanta una de las patas delanteras para mantenerse en equilibrio, pues parece a punto de
caerse. En su costado se abre una herida vertical y está, además, atravesado por una lanza. Tiene
la cabeza levantada y la boca abierta, de donde sobresale la lengua, terminada en punta lo que
demuestra su excitación ante los acontecimientos.

Su cabeza y su cuello son grises, el pecho y una de sus patas, de color blanco, y el resto de su
cuerpo está recubierto por pequeños trazos. Sufre...y esta desbocada por el dolor.

Mujer arrodillada

La mujer está herida y se acerca al caballo para descansar de sus heridas. La pierna de la mujer que
camina hacia el centro está visiblemente dislocada o cortada, con una hemorragia que trata de
frenar inútilmente con su mano derecha, por lo que lleva la pierna arrastrada y ya medio muerta.

Tal descripción es reforzada por la coloración blanquecina del pie que arrastra en comparación al
otro que conserva un color más fuerte, y también comparándolo con los desmembrados
miembros del soldado, que yacen con la misma coloración.

Mujer del quinqué

Una figura como un fantasma llega desde una ventana abierta con una vela en sus manos, entra
desconsolada para mirar la escena. Ilumina la estancia con una vela y avanza con la mirada
perdida, como en un estado de shock. Esta mujer se interpreta como una alegoría fantasmagórica
de la República

Mujer y casa en llamas

Otra forma de dolor representa Picasso al colocar una mujer saliendo de un edificio en llamas,
totalmente atrapada en ellas. Con sus brazos levantados y la boca abierta expresa el horrible
sufrimiento que está padeciendo.

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