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Pensamiento Solidario Una Alternativa Económica1
Pensamiento Solidario Una Alternativa Económica1
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Arango Jaramillo Mario y Arbeláez John, La Economía Popular: Alternativa empresarial exitosa. Un caso
especial: la segunda colonización antioqueño, Fundación Universitaria María Cano, Medellín, 2010.
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Aristóteles, Política, Libro Primero, capítulos XII y XIII, Ediciones Altaya, Barcelona, 1993.
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John Zerzan, Futuro Primitivo, en su obra Malestar en el tiempo, pp. 51 y ss., Ediciones Ikuzager, Vitoria,
España, 2001.
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Pedro Kropotkin, El apoyo mutuo, un factor de evolución, pp. 135 y ss., Ediciones Madre Tierra, Carvajal,
Cali, 1989.
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Ibídem, pp. 165 y 55.
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Sin embargo, a partir del surgimiento de las relaciones capitalistas en el siglo XVI,
y del afianzamiento del llamado Estado-nación, se iniciaría un proceso acelerado
de disolución de las comunidades rurales y de las ciudades-estados de la Edad
Media.
Igualmente, con la conformación durante el mismo periodo de los imperios
coloniales, por parte de las potencias europeas, se iniciaría un lento
resquebrajamiento de la vida comunitaria de los pueblos de América, África, Asia y
Oceanía.
Sin embargo, en países como Colombia, el imperio español promovió la
conformación de instituciones coloniales con un marcado contenido comunitario,
como la encomienda, los resguardos indígenas, las mitas y formas de propiedades
colectivas como los ejidos y las sabanas comunales, a través de las cuales
sobrevivirían rasgos de la vida comunitaria indígena.
Igualmente, la presencia forzada de los esclavos negros africanos en nuestro país,
daría origen también a sólidas comunidades negras, especialmente las
conformadas por los negros cimarrones, es decir por aquellos que huían de la
esclavitud y para sobrevivir en las selvas se reintegraban en comunidades
llamadas palenques, muchas de las cuales aún subsisten en las regiones pacífica
y caribeña, como el famoso palenque de San Basilio cerca de Cartagena.
Ese poderoso ancestro comunitario de nuestra población campesina, indígena y
negra, aún palpita en las diferentes expresiones de la llamada economía popular.
O mejor aún, la economía popular rescata y proyecta en otra dimensión el valor de
la categoría comunidad y su contenido solidario y cohesionador.
Frente al deterioro de las comunidades tradicionales en las grandes ciudades, de
lo cual Medellín es un buen ejemplo, la última de las cuales fue el barrio, cuando
éste estaba conformado por familias con orígenes comunes o relacionadas desde
tiempo atrás, la persona humana se ve afectada por la soledad y el aislamiento,
pues ya no hay vida vecinal. Lo anterior provoca un sinnúmero de psicopatías que
afectan a hombres y mujeres en las ciudades, y sobre lo cual se han hecho
numerosas investigaciones.
Una respuesta no programada frente a la situación anterior, ha sido el surgimiento
y desarrollo en los últimos veinte años de las diferentes expresiones de la
economía popular. La empresa de economía popular en alguna medida
recompone las comunidades desaparecidas. Es una nueva forma de comunidad
que integra personas y familias.
Así encontramos las famiempresas, las microempresas y las empresas de familia
de Medellín, especialmente de aquellas originarias de pueblos y zonas rurales,
que han transformando sus organizaciones empresariales en autenticas
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La Teoría del factor “C” ha sido desarrollada por el investigador chileno Luís Razeto en varias de sus obras.
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La autogestión
De acuerdo a reciente investigación realizada en Medellín bajo mi dirección, se
deduce que las empresas de economía popular son autogestionarias o tienen un
elevado porcentaje de autogestión, porque sus propietarios son simultáneamente
propietarios, trabajadores y gestores. Así haya trabajadores asalariados, los
propietarios son trabajadores y administradores.
La autogestión, que es el principio rector de las empresas de economía solidaria,
lo es también en las empresas de economía popular.
Y ese es quizás uno de los principios que le da mayor fortaleza y que se
constituye en fuente de creatividad empresarial y en motivo de satisfacción y
realización individual, que determina que quien maneja su propio negocio,
difícilmente vuelve a vender su fuerza de trabajo.