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Personas Mayores

y TIC

Feliciano Villar Posada

1
© Universitat Oberta de Catalunya • Número de codi del mòdul 3 Personas mayores y TIC

Índex

Introducción.............................................................................................................

Objetivos ...................................................................................................................

1. Sociedad de la información y personas mayores: la conver-


gencia de dos revoluciones................................................................
1.1. Una sociedad envejecida, una nueva forma de envejecer ............
1.2. TIC y sociedad de la información .............................................
1.3. La brecha digital y las personas mayores .................................
1.4. Del acceso a las TIC al uso de las TIC .....................................

2. El acceso de las personas mayores a las TIC .............................


2.1. Factores económicos y acceso a las TIC .................................
2.2. Actitudes y creencias respecto a la educación y las TIC............
2.2.1. Estereotipos de la vejez y las personas mayores ............
2.1.2. Papel tradicional de la educación...................................
2.1.3. Actitudes ante la tecnología..........................................
2.3. Formación y acceso a las TIC .................................................
2.3.1. Explicaciones al menor rendimiento en la vejez ...............
2.3.2. Resultados más allá del rendimiento..............................
2.1.3. Recomendaciones para el diseño de programas de formación
2.1.4. Cognición ....................................................................
2.4. Diseño y acceso a las TIC ......................................................
2.4.1. Limitaciones de las personas mayores ...........................
2.4.2. Evolución de los dispositivos tecnológicos ......................
2.1.3. Un diseño amigable para personas mayores: recomendaciones

3. Las TIC en funcionamiento: recursos para personas mayores

3.1. Portales y comunidades virtuales.............................................


3.1.1. Contenidos ..................................................................
2.1.2. Comunicación ..............................................................
2.1.3. Servicios......................................................................
3.2. Salud y TIC............................................................................

Resum..........................................................................................................................

Activitats.....................................................................................................................

Exercicis d’autoavaluació ..............................................................................

Solucionari................................................................................................................
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Glossari.......................................................................................................................

Bibliografia ...............................................................................................................
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Introducción

Uno de los cambios más importantes que está experimentando la vida coti-
diana de numerosas personas en las sociedades desarrolladas es la progresi-
va incorporación en ella de elementos tecnológicos.
Estos sistemas tecnológicos, a diferencia de lo que sucedía hace unas déca-
das, han dejado de estar circunscritos al mundo del trabajo y a ser exclusiva-
mente instrumentos para incrementar la productividad de nuestro tiempo de
trabajo. Ahora la tecnología nos sirve para formarnos, para disfrutar de nuestro
tiempo de ocio o para comunicarnos con otras personas sin la necesidad de
coincidir con ellas en el espacio o en el tiempo. Son estos usos los que dotan
a estas tecnologías de un carácter creativo desconocido hasta el momento.
Es precisamente en este sentido en el que podemos hablar de las TIC (tec-
nologías de la información y la comunicación) y de su efecto transformador en
la sociedad como un todo y en nuestra vida cotidiana. Entre estas nuevas
tecnologías destacan especialmente Internet (y los servicios que permite: la
word wide web, el correo electrónico, las conversaciones en tiempo real, el
intercambio de ficheros, etc.) y la telefonía móvil. Mientras gracias a Internet
podemos disponer en la pantalla de nuestro ordenador todo un mundo de in-
formación y relaciones, la telefonía móvil permite que tengamos en nuestro
bolsillo, allá donde estemos, la posibilidad de contactar y ser contactados por
nuestros allegados, compañeros y conocidos.
En este contexto nos podemos preguntar si estos cambios y los supuestos
beneficios que comportan van a ser patrimonio exclusivo de ciertos colectivos
sociales, si van a convertirse un elemento más de exclusión y segregación de
ciertos grupos: aquellos que no tienen acceso a la tecnología. Este módulo se
ocupa de las personas mayores en tanto uno de los colectivos que, en nues-
tra opinión, corre más riesgo.
Tres son las preguntas sobre las que intentamos plantear elementos de refle-
xión:
• ¿En qué medida las personas mayores están excluidas de los cambios
generados por el uso de las TIC? ¿Qué efectos tiene esta exclusión y qué
efectos tendrá a largo plazo?
• ¿Cuáles son los obstáculos que están impidiendo que las personas mayo-
res usen las TIC del mismo modo que las usan los colectivos más jóve-
nes? ¿Cómo podemos eliminar esos obstáculos o minimizar su efecto?
• ¿De qué manera las TIC pueden contribuir al aumento de la calidad de vida
de las personas mayores? ¿Cuáles son las aplicaciones de las TIC para
conseguir este objetivo y qué papel han de tener los propios mayores en
su diseño, desarrollo y mantenimiento?

Evidentemente, partimos del supuesto de que, aunque no todas las personas


pueden querer implicarse en el uso de TIC hemos de procurar facilitar ese uso
entre los mayores que lo deseen y crear recursos y contenidos mediados por
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las TIC relevantes para las personas de estas edades. Esta tarea requerirá de
la participación de profesionales de diversas disciplinas, entre los que sin
duda el psicopedagogo ha de tener un papel.
Envejecer no significa perder la capacidad de adaptarse al cambio ni querer
estar anclado en el pasado. Muy al contrario, la mayoría de personas mayo-
res desean seguir creciendo y aprendiendo cosas cada día, por ello pueden
desear disfrutar de los nuevos horizontes que abre el uso cotidiano de la tec-
nología y comprometerse en los cambios sociales que está generando.
Es responsabilidad de todos (de los profesionales, pero también especialmen-
te de los propios mayores, sin falsos paternalismos) no sólo favorecer la parti-
cipación en estos cambios de las generaciones más mayores, sino también
de sus valores, su experiencia y de un conocimiento, el suyo, adquirido a lo
largo de décadas. Si lo logramos, la tecnología dejará de ser un elemento de
exclusión para convertirse en un mecanismo de integración social y de enri-
quecimiento mutuo entre generaciones.
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Objetivos

El estudio y reflexión sobre los contenidos propuestos en este módulo permiti-


rá alcanzar los siguientes objetivos:

1) Conocer la situación y participación de las personas mayores en el


progreso de la sociedad de la información y qué riesgos implica estar excluido
de estos cambios.
2) Describir los beneficios que el uso de las TIC puede comportar para las
personas mayores.
3) Describir el papel de las actitudes en el acceso de las personas mayores a
las TIC.
4) Analizar los resultados de programas de formación de personas mayores
en TIC y desarrollar estrategias para optimizar el diseño e impartición de
dichos programas.
5) Reconocer cómo el diseño de las TIC puede dificultar que las personas
mayores las usen.
6) Conocer los contenidos, herramientas y servicios de Internet al alcance de
las personas mayores y cómo pueden beneficiarse de ellos.
7) Disponer de elementos de reflexión sobre cuál ha de ser el papel de las
personas mayores en el diseño y mantenimiento de comunidades virtuales y
portales.
8) Conocer cómo las TIC pueden fomentar la salud y calidad de vida de las
personas mayores.
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1. Sociedad de la información y personas mayores:


la convergencia de dos revoluciones

Si algo caracteriza el mundo en el que vivimos es una creciente aceleración


en la tasa de cambio social. De entre estos cambios que nuestra sociedad
está experimentando, vamos a analizar brevemente dos de ellos: los cambios
demográficos asociados al envejecimiento de la población y la emergencia de
la denominada ‘sociedad de la información’.
Es en la intersección de estas dos tendencias donde tiene sentido hablar del
papel que las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) pueden
representar para las personas mayores, así de porqué y cómo este sector de
la población puede incorporarse a esta nueva sociedad que se parece encon-
trarse todavía en sus inicios.

1.1. Una sociedad envejecida, una nueva forma de envejecer


Como hemos visto en módulos anteriores, una de las tendencias demográfi-
cas más consolidadas en las sociedades de los países desarrollados es la
cada vez mayor importancia numérica en el conjunto de la sociedad de las
generaciones más mayores, tendencia que parece que continuará en el futuro
de forma más acentuada si cabe (Defensor del pueblo, 2000).
Junto a este aumento numérico de las personas mayores, se observan tam-
bién otras tendencias que definen unos nuevos valores y formas de envejecer.
Entre ellas podemos mencionar dos:
• La presencia de cada vez más personas mayores de 65 años que presen-
tan una buena salud y que pueden tener por delante 15, 20 o incluso más
años de vida sin enfermedades incapacitantes. Este grupo de personas, li-
bres en su mayoría de obligaciones laborales y de la crianza de hijos, es
un colectivo especialmente dinámico, que puede desear implicarse en nue-
vas actividades y llenar su tiempo de ocio de manera creativa.
• Por otra parte, centrándonos en el caso de la patología o la presencia de
dependencia (lo que afecta especialmente a las personas mayores de 80
años), el objetivo ya no es tanto aumentar el número de años que vivimos,
sino acortar el periodo de la vida en el que la enfermedad incapacitante es-
tá presente, lograr que este periodo o bien no exista o bien ocupe el menor
tiempo posible (Fries, 1990). De esta manera, se enfatiza el valor del en-
vejecimiento sano, del envejecimiento con éxito, caracterizado por la auto-
nomía y optimización de la calidad de vida
Tanto en un caso como en otro, las TIC pueden desempeñar un importante
papel en la vida de las personas mayores, ya sea como un elemento dinami-
zador que facilita la participación social y la actividad de las personas mayo-
res sanas, ya sea como un elemento compensador de algunos de los déficits
que suelen estar asociados a las últimas fases del envejecimiento.
Así, las TIC pueden ayudar a aumentar la calidad de vida de las personas
mayores. Por otra parte, también el cada vez mayor número de personas
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mayores debería influir sobre el tipo de tecnologías que se desarrollan, sobre


su diseño y sus funcionalidades (Deets, 1999).
Sin embargo, antes de profundizar en estos aspectos, merece la pena que
contextualicemos estas tecnologías de la información y la comunicación den-
tro de un proceso social más amplio: la sociedad de la información.

1.2. TIC y sociedad de la información

La expresión ‘sociedad de la información’ es sin duda un término que ha he-


cho fortuna, siendo ampliamente utilizado tanto desde del mundo académico
como desde el político o el económico para hacer referencia al nuevo tipo de
sociedad que parece estar conformándose y que está potenciado por los
avances en el uso de nuevos sistemas electrónicos de información y comuni-
cación.
Así, podríamos definir la sociedad de la información como:

‘un estado de desarrollo social caracterizado por la capacidad de sus miembros (ciudadanos,
empresas y administración pública) para obtener y compartir cualquier información,
instantáneamente, desde cualquier lugar y en la forma que se prefiera’ (Telefónica, 2000;
pág 20)

Así, según análisis como los de Castells (1998), la sociedad de la información


designaría una nueva forma de organización económica y social. Por ejemplo,
en la sociedad agraria que caracterizaba el mundo medieval, las personas
sólo tenían acceso a bienes producidos por ellos mismos o en su entorno
inmediato. La revolución industrial cambió este panorama, haciendo accesi-
bles a una gran variedad de entornos y colectivos bienes producidos de mane-
ra masiva. A este periodo seguiría, a partir de la II Guerra Mundial, la sociedad
postindustial, en la que no sólo se hacen accesibles bienes, sino también
servicios muy variados, con el consiguiente desarrollo del sector terciario.
Actualmente, según este análisis, estaríamos en los inicios de una nueva
fase, la sociedad de la información, en la que la clave es el acceso generali-
zado a recursos informativos prácticamente ilimitados.
Algunas de las consecuencias más palpables de esta nueva sociedad se
encuentran en el terreno de la economía: por una la viabilidad y éxito de la
empresa cada vez depende más de la gestión eficiente de la información, por
otra se está generando todo un nuevo sector de empresas vinculadas a la
información, ya sea en su faceta de generación de contenidos (televisión
digital, diarios digitales, etc.), de procesamiento de información (empresas
informáticas) o de acceso y distribución de la información (empresas de tele-
comunicaciones).
El papel de la infraestructura, de los avances tecnológicos, es sin duda clave
en este cambio. Sin los nuevos medios tecnológicos de generación, procesa-
miento y distribución de información, no podríamos entender este cambio. En
este sentido, Internet es sin duda el avance paradigmático, ya que supone un
estándar universal de intercambio de datos.
Sin embargo, en este contexto los cambios tecnológicos y económicos no
nos importan tanto en si mismos como en función de los cambios que pueden
provocar en los hábitos, en las actitudes y en los valores sustentados por el
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ciudadano de la sociedad de la información. En otras palabras, desde una


perspectiva psicológica y social, lo relevante es el efecto que la sociedad de la
información y las TIC tiene en la sociedad y cultura y su impacto en el com-
portamiento cotidiano de las personas. Algunas de estas consecuencias po-
drían ser:
• La aparición de nuevas formas de participación, agrupamiento y trabajo.
• La posibilidad de obtener información, productos y servicios relacionados
con la educación, el ocio, la salud, la cultura, etc. desde el hogar.
• La aparición de nuevas formas de comunicación e interacción social me-
diadas por la tecnología.
Por lo que respecta este impacto de la sociedad de la información en el ciu-
dadano de a pie, hemos de reconocer que todavía es muy pequeño. Según
datos de la EGM correspondiente a Febrero-Marzo de 2001, el 20% de la
población española mayor de 14 años ha accedido a Internet al menos una
vez en el mes anterior a la encuesta, lo que supone 5.387.000 personas. De
ellos, sólo el 56% tienen acceso a Internet desde casa (AIMC, 2001) y única-
mente el 13% ha comprado algún producto o servicio a través de Internet en el
último año (Asociación Española de Comercio Electrónico, 2001).
Estos datos indican que, tomando la penetración de Internet como un indica-
dor del impacto de la sociedad de la información, España se encuentra relati-
vamente alejada de los países líderes en este sentido, como son Estados
Unidos o los países nórdicos, en los que más del 50% de la población tiene
acceso a Internet (NUA, 2001) y prácticamente la mitad de los internautas
compran a través de la red (US Internet Council, 2000).
Además, hemos de tener en cuenta que las tasas de acceso a Internet son
muy heterogéneas en función del contexto geográfico que analicemos. Si
tomamos los datos de acceso medios durante el año 2000 (AIMC, 2001),
comprobamos que mientras en Cataluña los niveles de acceso están en torno
al 20%, cifra que esta en un nivel similar o incluso superior a la que encontra-
mos en otros países de nuestro entorno, como Francia, Italia o el Reino Unido
(Generalitat de Catalunya, 2000), en otras comunidades, como Galicia, Murcia
o Extremadura, los niveles de acceso son sensiblemente menores (sobre el
10%).
Sin embargo, la penetración de Internet en la vida cotidiana de muchos ciuda-
danos se prevé que aumente en gran medida en los próximos años. De hecho,
la curva de incremento parece haberse acelerado extraordinariamente en los
últimos meses (ver figura 1), casi doblándose en los últimos 12 meses.

Insertar usuarios.gif
Evolución del número de usuarios de Internet según los datos del EGM (AIMC
2001 a)

1.3. La brecha digital y las personas mayores


El acceso a Internet de banda
ancha…
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Uno de los retos ante los que se encuentra la sociedad de la información es,
además de mejorar la tecnología necesaria para conseguir el acceso a conte-
con una velocidad y
nidos y recursos informacionales de gran calidad, conseguir el que este acce- capacidad de comunicación
de datos mucho mayor que la
so llegue de forma mayoritaria e igualitaria a todos los ciudadanos. que actualmente disfrutan la
mayoría de usuarios sea la
De hecho, uno de los criterios que establecerá desigualdades entre los ciuda-
clave para la generación de
danos de la nueva sociedad de la información será precisamente el hecho de nuevos servicios y beneficios
en este sentido. Será entonces
tener o no tener acceso a las redes de información y comunicación y, en con- cuando el usuario medio
podrá disponer de verdaderas
secuencia, a los beneficios y comodidades que ello implica.
‘autopistas de la información’,
La edad es uno de los factores más importantes en esta división de la pobla- y no de los ‘caminos vecinales’
que sorportamos actualmente.
ción entre los que tienen y no tienen acceso a las TIC, conocida como la bre-
cha digital (digital divide). Así, mientras otros factores, como el sexo o la
raza tienden perder importancia en la determinación de porcentajes de perso-
nas conectadas en los países desarrollados (Castells, 2001), la edad parece
mantenerse todavía como un factor muy importante.
De esta manera, el porcentaje de personas mayores conectadas a Internet
(tomando Internet como el paradigma de TIC y la puerta de entrada a la socie-
dad de la información) es sensiblemente inferior que el que presentan otros
grupos de edad. En Estados Unidos, quizá el país en el que la sociedad de la
información se encuentra en un estado más avanzado, en 1999 tan solo el
2,6% de los usuarios de Internet eran personas mayores de 65 años. (Bucur,
Renold y Henke, 1999). En el año 2000, según la NTIA, el 46,6% de las per-
sonas mayores de 50 años tenían acceso a Internet. Sin embargo, si exclui-
mos de este grupo a las personas que todavía trabajan, el porcentaje baja
hasta el 16,6%, 30 puntos por debajo de la media nacional (NTIA, 2000).
Aunque hay algunos datos que indican que la brecha se está reduciendo en
Estados Unidos (los mayores de 50 años son el grupo en el que el más creció
el uso de ordenadores y el acceso a Internet), aunque no en todos los pará-
metros. Por ejemplo, aunque el uso del correo electrónico entre los mayores
de 55 años se multiplicó por 7 entre 1994 y 1998 (de 1,3% a 9,3%), la diferen-
cia en puntos porcentuales con el uso del correo electrónico en otros grupos
de edad no disminuyó, sino que, por el contrario, aumentó (NTIA, 1999).
En nuestro contexto los datos son aún menos alentadores. Los últimos datos
del EGM cifran en 0,8 el porcentaje de mayores de 65 años conectados a
Internet (AIMC, 2001). Como vemos en la figura 2, en Cataluña, la comunidad
de España en la que probablemente más desarrollada esté la sociedad de la
información, este dato apenas alcanzan el 1,8%, siendo también mucho me-
nor en los mayores el uso del ordenador o de los teléfonos móviles (Generali-
tat de Catalunya, 2000).

Insertar tic_catalunya.gif
Comparación por intervalos de edad del uso de TIC en Cataluña (fuente: Gene-
ralitat de Catalunya. Secretaría para la Sociedad de la Información).

A la vista de estos datos, es necesario preguntarse cuál es el papel que de-


sempeñarán los mayores en la sociedad de la información. Las personas
mayores, que en las sociedades tradicionales eran, en virtud de su gran expe-
riencia, los responsables de traspasar a las generaciones más jóvenes los
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conocimientos adquiridos a lo largo de toda una vida, son ahora las que se ven
amenazadas con quedar fuera de las corrientes de cambio que hemos comen-
tado en apartados anteriores.
Este riesgo se puede concretar en una desvinculación de los grupos más
dinámicos que tienen acceso los recursos de información, en una profundiza-
ción de la brecha existente entre los mayores y el resto de la sociedad, con el
consiguiente peligro de segregación. Puede incluso ir más allá y plasmarse en
una disminución de las posibilidades de siquiera comprender los nuevos rum-
bos que esta sociedad está tomando y, debido a ello, puede convertir (si no lo
está haciendo ya) a las personas mayores en unos ‘nuevos iletrados’, aleja-
dos de los canales de conocimiento que proporcionan poder de decisión e
influencia sobre el cambio que viven las sociedades de los países desarrolla-
dos.
En suma, los mayores pueden pasar de desempeñar un tradicional papel de
sabios, de depósito de conocimientos, a no integrarse siquiera en la nueva
sociedad de la información, lo que impediría que aprovechasen los múltiples
beneficios que los recursos y servicios mediados por las TIC pueden aportar a
este colectivo.
¿Cuáles son estos beneficios? En el apartado tres de este mismo módulo
profundizaremos en lo que puede aportar la sociedad de la información y, en
concreto, el uso de Internet, a las personas mayores.
Sin embargo, más allá de estos beneficios del uso de Internet, que actualmen-
te son especialmente valiosos como promesas de futuro a medio plazo, más
que como realidades consolidadas, el acercamiento de los mayores a las
tecnologías de la información y la comunicación puede tener otros beneficios
suplementarios que también hemos de tener en cuenta. Entre otros podemos
mencionar los siguientes:
• Como acabamos de comentar, acceder a las TIC puede representar no
solo un área de potencial interés para un colectivo de personas mayores
con inquietudes y tiempo para implicarse en ellas, sino también una vía pa-
ra integrarse dentro de la corriente de nuevos conocimientos y cambios en
la forma de vida que se están produciendo y con los que sus hijos o sus
nietos tienen más posibilidades de estar familiarizados. Acceder a las TIC
significa en este caso ser consciente de los cambios que está experimen-
tando nuestra sociedad. Sólo si adquirimos esta consciencia podemos im-
plicarnos y participar en y de dichos cambios, huyendo de la imagen este-
reotípica de la persona mayor desvinculada y segregada del resto de
colectivos.
• Acceder a las TIC y aprender a utilizarlas en beneficio propio puede repre-
sentar un reto para las personas mayores que incida en su bienestar y sa-
tisfacción. Este aspecto del aprendizaje de nuevas habilidades a menudo
se deja en un segundo plano cuando hablamos de personas más jóvenes:
muchos logros educativos en ellos se conciben un prerrequisito cuya finali-
dad es proporcionar cierta certificación de aptitud profesional o ciertas po-
sibilidades de promoción en nuestro trabajo. En estos casos, la persona
pude incluso sacrificar su propia satisfacción en el proceso de aprendizaje
con el fin de obtener alguna recompensa práctica posterior.
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En el caso de las personas mayores, la motivación para implicarse en este


reto reside en buena parte reside en el propio placer y satisfacción que
proporciona el proceso de aprendizaje, la obtención de una comprensión
mayor de cierta área de conocimientos o ciertos logros prácticos (enviar y
recibir un correo electrónico, acceder a páginas de información sobre algu-
na afición, etc.). Aprender para las personas mayores parece especialmen-
te vinculado al disfrute, al crecimiento y desarrollo personal (Scala, 1996).
• Implicarse en el aprendizaje de nuevas habilidades y en el manejo de ins-
trumentos tecnológicos sin duda es un ejercicio que tiene beneficios sobre
el funcionamiento cognitivo general de las personas mayores, especial-
mente cuando estamos hablando de un tipo de tecnologías que, a diferen-
cia de otras (como por ejemplo la radio o la televisión) requieren de una
participación activa del usuario: es la persona la que ha de buscar, orde-
nar, avanzar, etc. en su relación con aparatos eminentemente interactivos.
La investigación realizada hasta el momento parece demostrar que aque-
llas personas que mantienen unos niveles elevados de actividad intelectual
a lo largo de su vida son menos susceptibles al declive cognitivo que puede
comportar el envejecimiento. Es decir, aquello que no se ejercita tiene más
posibilidades de perderse (Schaie, 1994). Si utilizamos nuestra capacidad
de aprender e implicarnos en nuevos retos probablemente esta capacidad
no sólo se mantendrá, sino que puede incluso incrementarse. En este sen-
tido, también hemos de tener en cuenta que la propia conciencia de estar
consiguiendo nuevos logros (‘a pesar de mi edad’, que dirían muchas per-
sonas mayores) incrementa la confianza en uno mismo, lo que a su vez
facilita la consecución de logros posteriores.
Utilizar la tecnología como estímulo cognitivo para las personas mayores
ha sido llevada a la práctica en algunos estudios realizados en ámbitos
institucionales, ámbitos en los que en ocasiones se adolece de riqueza de
estímulos cognitivos y sociales. Los resultados obtenidos son esperanza-
dores, ya que la introducción de nuevas tecnologías suele incrementar as-
pectos medidas de rendimiento cognitivo y autonomía, mientras que otras,
como los niveles de depresión, parecen disminuir (McConatha, McCona-
tha, Deaner y Dermigny, 1995; Lawhon, Ennis y Lawhon, 1996; Sherer,
1997).
• El acceso y uso de ciertas TIC puede supone un aumento en la autonomía En la web…

de personas mayores afectadas por algunos tipos de patologías o riesgos


http://www.fundacion.telefonic
para la salud. En este sentido, las TIC, más que un instrumento preventivo, a.com/catalogo/catalogo.htm
tenemos expuestos algunos
se convierten en un instrumento compensador que revierte el efecto de ejemplos de tecnologías
ciertos déficits. Un ejemplo típico en este sentido son los comunicadores aplicables a la compensación
de déficits en personas
que permiten avisar al centro de salud más próximo en caso de urgencia mayores y con discapacidad.

pueden aumentar capacidades funcionales


• Un último beneficio que podemos encontrar a este acercamiento de las
personas mayores a las TIC son las nuevas relaciones sociales que fomen-
ta. Envejecer muchas veces conlleva perder algunos de estos ámbitos
(como consecuencia, por ejemplo, de la jubilación o la muerte de amigos o
del propio cónyuge), y la implicación en retos como aprender a utilizar las
TIC puede ser un nuevo contexto que los sustituya hasta cierto punto y evi-
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te el peligro de aislamiento mediante el establecimiento de nuevos lazos


sociales satisfactorios. Esta capacidad de mantenerse vinculado al entorno
es sin una de las claves para afrontar ciertas consecuencias negativas del
envejecimiento.

A la luz de todo lo comentado hasta ahora, cuestiones como el acceso de los


mayores a las TIC y el uso que pueden hacer de ellas se convierten en una
cuestión fundamental para la integración de las personas mayores en la so-
ciedad de la información y en los beneficios que se pueden derivar de ella.

1.4. Del acceso a las TIC al uso de las TIC

A la hora de profundizar en el tema de las personas mayores, vemos que nos


encontramos con dos aspectos diferentes del problema, aunque relacionados
(Rizzo, 1999). Uno es el acceso de las personas mayores a las TIC, el se-
gundo el uso que las personas mayores hacen o pueden hacer de las TIC una
vez han accedido a ellas. De hecho, ambas cuestiones pueden considerarse
como una evolución, como un proceso personal por el que ha de pasar todo
usuario de una tecnología (sea una TIC o no). Cada una de las fases comporta
objetivos diferentes y posibilidades de intervención también diferentes.

En la primera fase, el problema está en poner en contacto las TIC con el nue-
vo usuario, superando los posibles obstáculos que no lo hacían posible. la
persona que se inicia en las TIC pasa por unos momentos de incertidumbre,
de tanteo. El objetivo en esta fase es lograr familiarizarse con unos conceptos
y con unas herramientas nuevas, hasta llegar a automatizar nuevos procedi-
mientos de uso. En esta fase, la persona se encuentra muy centrada en este
nuevo aprendizaje, que se convierte en el objetivo de la tarea la mayor parte
del tiempo.
En este sentido, las intervenciones tratan de facilitar este acceso de las per-
sonas mayores a las TIC. Para lograrlo, resulta fundamental conocer las barre-
ras que están impidiendo que este colectivo tenga una incorporación a la so-
ciedad de la información similar a la que llevan a cabo colectivos de otras
generaciones.
Una vez conocidas las barreras, se pueden implementar los medios necesa-
rias para superarlas y que el proceso de acceso a las TIC, de aprendizaje del
nuevo ‘lenguaje’ de conceptos y procedimientos, se consolide en el menor
tiempo posible, enfatizando la propia satisfacción del aprendiz en el proceso
de aprendizaje
Cuando el usuario ha automatizado estos procedimientos básicos de uso,
entramos en la segunda fase, la fase del uso. La tecnología deja de convertir-
se en ‘la tarea’ para pasar a ser el instrumento mediante el que se realizan
otras tareas que nada tienen que ver con ella misma.
Por ejemplo, cuando una persona ya ha aprendido a buscar información en
Internet, el mismo proceso de búsqueda deja de ser un problema al que dedi-
car tiempo. La persona puede centrar sus esfuerzos en utilizar estos conoci-
mientos ya adquiridos para buscar nueva información, pasa de preocuparse en
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el ‘como se busca’ para orientarse a ‘lo que quiero buscar’ y ‘lo que voy a
hacer con lo que encuentre’, problemas que en absoluto tienen que ver con la
tecnología.
De esta manera, el usuario puede utilizar las TIC para multitud de finalidades:
relacionarse con otros usuarios, obtener servicios a distancia, profundizar en
aficiones e intereses, informarse, etc. Las TIC dejan de ser un fin en sí mismo
para convertirse en un instrumento para conseguir otros fines.
En este sentido, la intervención con las personas mayores puede venir de la
mano de la creación de recursos en línea a los que poder acceder y que sa-
tisfagan las variadas necesidades de las personas mayores.

Este proceso es el mismo que el que experimentamos con otros instrumentos


‘tecnológicos’ plenamente insertados dentro de nuestra cultura. Por ejemplo,
el acceso a la palabra escrita sigue las mismas dos fases: al principio el pro-
blema reside en descifrar las letras, en aprender qué es lo que pone en los
textos. Una vez automatizada esta habilidad, cuando ya tenemos acceso a la
lectura y escritura, pasan de ser un fin en sí mismas para ser un medio que
nos permite adquirir la mayoría de los conocimientos que poseemos.
Así, no resulta descabellado pensar que, en la sociedad de la información, las
personas sin acceso los nuevos recursos de información mediados tecnológi-
camente sean una especie de ‘iletrados contemporáneos’ que necesiten un
nuevo proceso de ‘alfabetización’.

Esta diferenciación entre las TIC como objeto y como medio de conocimiento
es la que estructurará el resto del módulo: en el apartado dos nos dedicare-
mos a analizar las barreras que hacen especialmente difícil a las personas
mayores el acceso a las TIC y algunos medios y recomendaciones para supe-
rarlas. En el apartado tres describiremos algunas de las oportunidades y re-
cursos, algunos realidad, otros promesas para un futuro más o menos cerca-
no, que la sociedad de la información ofrece a las personas mayores.
Ciertamente somos conscientes de que, como ya hemos comentado, actual-
mente el problema en el caso de los mayores es más el acceso que el uso de
las TIC. Esto quizá justifica el mayor espacio dedicado al primero de los te-
mas. Sin embargo, confiamos que a medida que nuevas generaciones, con
mayor contacto con las TIC en su vida laboral, vayan envejeciendo, y también
gracias al esfuerzo que se realice por facilitar a todos el acceso a las TIC y
cerrar las brechas digitales todavía abiertas, la cuestión importante deje de
ser si se tiene acceso o no a las TIC para centrarse en qué beneficios extraer
de su uso.
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2. El acceso de las personas mayores a las TIC

Como hemos comentado, quizá la primera de las cuestiones que hemos de


plantearnos (y sin duda la más relevante en el presente) al abordar el tema
que nos ocupa es el del acceso de personas mayores a las nuevas tecnolo-
gías y los beneficios que ofrecen.
Sin embargo, antes de comenzar a discutir sobre cuáles son las barreras y
problemas que han de afrontar las personas mayores para acceder a las nue-
vas tecnologías y cómo es posible facilitar este acceso, es importante realizar
una reflexión previa sobre la propia necesidad de este acceso.
Así, cuando se pregunta a las personas mayores que no muestran interés por
las nuevas tecnologías el porqué de este desinterés, la respuesta mayoritaria
es ‘no las necesito para nada, estoy bien como estoy’ (AARP, 2000 a).
Sin duda, debajo de este tipo de respuesta se encuentra en muchos casos un
problema de falta de información y conocimiento de los posibles beneficios
que las nuevas tecnologías. Aproximar estas tecnologías a los mayores a
través de programas de formación puede, como discutiremos posteriormente,
ser una muy buena vía de entrada para los mayores. Uno de los resultados de
estos programas es el reconocimiento de la utilidad y ventajas que se asocian
a la tecnología.
Pero no hemos de engañarnos: a pesar de todo, habrá muchas personas
mayores (igual que han muchas personas de otras edades) que no estén
interesadas en absoluto en las nuevas tecnologías, que no vean la utilidad que
tienen para sus vidas. Evidentemente, no podemos forzar a nadie a aproxi-
marse a algo a lo que no ve el sentido.
A veces, el profesional está tan convencido de la bondad de determinado
avance que ignora el punto de vista de los usuarios a los que va destinado.
En el caso de las tecnologías de la información y comunicación, a pesar de
todos los beneficios que hemos referido en el apartado anterior, hemos de
reconocer que, hoy por hoy, todavía (quizá afortunadamente) su conocimiento
no es una necesidad y que podemos conseguir los beneficios que nos ofrecen
por vías alternativas, muchas veces por las vías tradicionales que se han veni-
do usando desde siempre y con las que los mayores están ya familiarizados.
Por otra parte, el discurso sobre las nuevas tecnologías y especialmente so- Publicidad y TIC

bre Internet es irrealmente optimista. Se presenta como un mundo excitante,


Esta imagen irrealmente
lleno de sorpresas, en el que todo es posible y que dota a las personas de optimista de las nuevas
tecnologías se concreta en los
una libertad nueva. Esta imagen, creada en gran parte por la publicidad, puede propios nombres de algunas
empresas y servicios
conducir a un cierto desengaño en la persona mayor cuando se acerca a unas
relacionados con este sector:
tecnologías que, a pesar de su gran presente y todavía mejor futuro, en alguna eresmas, e-moción,
wannadoo, freedomland o
medida se encuentran todavía en pañales. ya.com son nombres que
remiten a un mundo nuevo,
mejor, más libre.
La clave en el acercamiento de las personas mayores a las nuevas tec-
nologías está en que ellos mismos vean los beneficios. El uso de las
nuevas tecnologías ni es obligatorio ni puede ser forzado en absoluto.
© Universitat Oberta de Catalunya • Número de codi del mòdul 18 Personas mayores y TIC

Partiendo de esta premisa, vamos a comentar cuatro de las cuestiones que


hemos de tener en cuenta al considerar las barreras que apartan a las perso-
nas mayores de los cambios tecnológicos: factores de tipo económico, as-
pectos relacionados con actitudes y estereotipos, formación y conocimientos
previos, y, por último, cuestiones relativas al diseño y la ergonomía.
El conocimiento de estos factores sin duda contribuirá a la generación de
estrategias para superar las barreras. Algunas de las ensayadas hasta el
momento se comentarán críticamente, intentando abrir vías para mejorarlas o
crear otras nuevas, tarea en la que sin duda el psicopedagogo tiene un papel
relevante.

2.1. Factores económicos en el acceso a las TIC


Una de las razones que puede apartar a las personas mayores de las nuevas
tecnologías son los costes que llevan asociadas algunas de ellas.
Entre estos costes, y en el caso de las tecnologías relacionadas con la infor-
mática, hemos de contar con:
• la adquisición del equipo necesario (por ejemplo, un ordenador y sus perifé-
ricos, como impresora, módem, monitor, etc.)
• la adquisición del software para hacer funcionar este equipo (por ejemplo,
sistemas operativos, procesadores de textos, hojas de cálculo, etc.)
• posibles ayuda de técnicos en la instalación del equipo y programas
• costes asociados a la contratación y mantenimiento de ciertos servicios
(como es el caso de los gastos telefónicos en el caso de Internet).
En los últimos años estos costes se han reducido significativamente. Por
ejemplo, el desembolso necesario para adquirir un equipo informático (y más
si acudimos al mercado de segunda mano) es ahora sensiblemente inferior al
de hace unos años, teniendo en cuenta además que las prestaciones de los
equipos se están incrementando de manera espectacular. En el caso de los
servicios de Internet, la introducción de tarifas planas o semi-planas ha su-
puesto también un gran avance en este abaratamiento de costes.
Sin embargo, no es menos cierto que las personas mayores, dependientes en
su mayor parte de una pensión de jubilación generalmente inferior en poder
adquisitivo al dinero que ingresaban en sus años de actividad laboral, pueden
encontrar en estos costes todavía una gran barrera.
Por ello, si queremos que los servicios que prestan las nuevas tecnologías se
universalicen, se han de potenciar estrategias que las acerquen al ciudadano
a muy bajo coste, como si de un servicio básico se tratara. Por ejemplo, des-
de algunos sectores se ha propuesto la introducción de terminales de acceso
libre a Internet en lugares públicos, como bibliotecas, estaciones y aeropuer-
tos, escuelas, etc. Sin duda, los centros de mayores podrían estar entre los
lugares para instalar terminales de este tipo.

Un ejemplo pionero en nuestro país de estos puntos de acceso libre a servicios ofrecidos por
nuevas tecnologías es el proyecto Punto Azul de Fundación ‘la Caixa’.
Este proyecto pretende acercar a las personas mayores todo un conjunto de información
práctica sobre temas de potencial relavancia para ellos: cuestiones de tipo legal,
asociacionismo, voluntariado, salud, etc. Las personas mayores acceden a esta información
a través de unos terminales, similares a cajeros electrónicos, situados en centros de mayores
y en algunas oficinas bancarias. Estos terminales han sido diseñados para facilitar el acceso
© Universitat Oberta de Catalunya • Número de codi del mòdul 19 Personas mayores y TIC

de personas mayores (pantallas tactiles, letras grandes, posibilidad de imprimir la


información encontrada, etc.)
El proyecto, a pesar de alguna carencia (por ejemplo no aprovecha todavía las
posiblidades que Internet puede ofrecer para sus objetivos), cuenta actualmente con más de
200 terminales en toda España y es un excelente ejemplo de voluntad, en este caso desde
la iniciativa privada, de acercar las nuevas tecnologías este sector de la población,
salvando el obstáculo de los costes y como un servicio más de los que se ofrecen en un
centro de mayores.

En el futuro, la generalización de nuevos dispositivos, más baratos, para ac-


ceder a servicios que hoy sólo pueden conseguirse utilizando un ordenador
(por ejemplo, teléfonos de sobremesa, terminales ‘tontos’ únicamente con
conexión a la red, e incluso se habla también de electrodomésticos) puede
también mitigar el efecto de los costes.
En este sentido, especialmente prometedora parece la tecnología WebTV ,,
que permite acceder a servicios de Internet a través del televisor. Los televiso-
res, a diferencia de los ordenadores, están presentes en prácticamente todos
los hogares y son elementos con los que todos nos encontramos muy familia-
rizados. Tener acceso a Internet a través de ellos puede, por ello, ser una
excelente puerta de entrada a los servicios que ofrece la red para colectivos
como las personas mayores.

2.2. Actitudes y creencias respecto a la educación y las TIC

Las actitudes relevantes para acercarse a las TIC pueden estar referidas a tres
ámbitos: los estereotipos asociados a la vejez, las creencias tradicionales
sobre el papel de la educación y las actitudes respecto a las innovaciones
tecnológicas.

2.2.1. Estereotipos de la vejez y las personas mayores


El tema de los estereotipos y creencias erróneas asociados a las personas
mayores, a la vejez o al proceso de envejecimiento, ya se ha abordado con la
suficiente profundidad en otro lugar, por lo que no insistiremos más. Única-
mente, se ha de recordar que entre estas creencias se encuentran algunas en
referencia a la capacidad de aprendizaje de los mayores (por ejemplo, que son
básicamente ineducables) o a el declive de las capacidades mentales necesa-
rias para llevar a cabo estos nuevos aprendizajes. Sin duda estas creencias,
ya sean mantenidas por la propia persona mayor o por quienes le rodean, no
animan a implicarse en algo nuevo como son las TIC.

2.1.2. Papel tradicional de la educación

Una segunda fuente de creencias que no juegan a favor de la incorporación de


las personas mayores al conocimiento de las TIC es el papel y la función que
tradicionalmente atribuida a la educación, que la circunscribía a ciertas etapas
de la vida.
El ciclo vital, según esta concepción, aparecería dividido en tres grandes fa-
ses:
• Una etapa de formación, en la que la persona adquiría todos aquellos
conocimientos y habilidades que iba a utilizar en la vida adulta. El objetivo
© Universitat Oberta de Catalunya • Número de codi del mòdul 20 Personas mayores y TIC

es dotarse de aquellos recursos que permiten estar preparado para la in-


corporación a la vida adulta. Esta etapa, que inicialmente acababa con la
infancia, en las últimas décadas se ha ido ampliando cada vez más, hasta
más allá de la adolescencia.
• Una etapa de producción, en la que la persona está plenamente integrada
en la sociedad, con todos sus derechos y deberes, y se dedica a ejecutar
todo aquel potencial acumulado en etapas anteriores, lo que redunda tan-
to en un sentido de utilidad y consecución de metas personales como en
la aportación de esfuerzos para el mantenimiento y mejora de la comuni-
dad. Esta etapa estaría identificada con los años de madurez.
• Una etapa de descanso, en la que la persona abandona las capas produc-
tivas de la sociedad para o bien ‘disfrutar de un merecido descanso’ o bien
dedicarse a actividades sin, en principio, ninguna finalidad productiva ni
remunerada. Sería la etapa que correspondería a la vejez, a los años que
siguen a la jubilación.

Desde este punto de vista, la educación cumpliría la función de formar e inser-


tar a los niños y jóvenes en la sociedad en general y en el mundo del trabajo
remunerado en particular. Es en estas etapas, por ello, en las que se imple-
mentan la gran mayoría de programas de educación reglada. Las personas
mayores, de acuerdo con este esquema, quedarían absolutamente excluidas
de la educación.
Las aulas de extensión
Esta exclusión se ha mantenido incluso dentro de un ámbito que cada vez universitaria…

despierta mayor interés, la educación de adultos. En un primer momento, su


Que programan ciclos
finalidad fue casi exclusivamente compensatoria (proporcionar ciertos conoci- formativos en el ámbito de la
Universidad para personas
mientos básicos a aquellas personas que no tuvieron la oportunidad de asistir mayores, son una valiosa
excepción dentro de esta
regularmente a la escuela en su infancia) y cuando ha ampliado sus miras, se
tendencia a alejar a las
ha dirigido principalmente al reciclaje dentro del ámbito laboral, ámbito en el personas mayores del mundo
de la educación.
que ya no se encuentran la mayoría de personas mayores de 65 años. Sólo
en los últimos tiempos se ha contemplado la educación de adultos, además
de como compensación y reciclaje, como un medio para promover el desarro-
llo personal y la participación social (Gómez de Castro, 1994).
Esta marginación de las personas mayores de la educación, asentada como
hemos visto en ciertas preconcepciones de dudosa validez, parece difícilmen-
te justificable en esta nuevo modelo de sociedad, la Sociedad de la Informa-
ción, que se está imponiendo en los países del autodenominado mundo desa-
rrollado.
Como ya hemos comentado, este nuevo modelo de sociedad se caracteriza,
entre otras cosas, por una aceleración en la tasa de generación de nuevos
conocimientos, aceleración provocada principalmente por el desarrollo y ex-
pansión de nuevas tecnologías de la comunicación e información.
En esta sociedad, el modelo de educación anteriormente descrito es cada vez
menos válido, ya que las distinciones entre etapas dedicadas a la educación y
etapas no dedicadas a la educación (y por el contrario dedicadas a la produc-
ción o al descanso) están perdiendo claramente validez.
Por ejemplo, nos encontramos ahora ante las primeras generaciones de jóve-
nes en los que los conocimientos adquiridos durante la supuesta ‘etapa de
© Universitat Oberta de Catalunya • Número de codi del mòdul 21 Personas mayores y TIC

formación’ no les van a servir ya para toda la vida, sino que van a tener una
caducidad relativamente rápida, por lo que necesitarán programas de forma-
ción permanente. En cuanto a las personas de mediana edad, muchas de
ellas están teniendo que actualizar sus conocimientos para adaptarlos al
cambio que las TIC han generado en sus puestos de trabajo. Concebir la for-
mación como algo que un inicio y un punto final será, para ellos, una desven-
taja competitiva en mercado de trabajo.

¿Y qué pasa con las personas mayores? El modelo tradicional tiene al menos
dos consecuencias perversas para este colectivo y su acceso a las TIC:
• Inclina a pensar a muchas personas mayores que ‘la educación no es para
ellos’ o que ‘no estoy en edad de aprender cosas nuevas’. Esta actitud les
aleja de las oportunidades y los beneficios que podrían extraer, no sólo de
la obtención de conocimientos sobre las TIC, sino de la experiencia forma-
tiva en sí misma.
• Les deja claramente fuera de contextos formativos formales, que no se
prevén para los mayores. Esto, en la nueva Sociedad de la Información,
supone que las personas mayores puedan convertirse, como ya hemos
comentado, en unos ‘nuevos iletrados’, alejados de los canales de cono-
cimiento y de nuevos instrumentos que proporcionan calidad de vida por
una parte, poder e influencia social por otra.

Así, una de las tareas que tenemos ante nosotros es esforzarnos en superar
los estrechos corsés en los que se ha movido la formación durante tantos
años, constriñéndola sólo a determinadas etapas de la vida. Sólo así podre-
mos avanzar en la implementación de experiencias formativas, ya sea centra-
das en las TIC o en cualquier otro aspectos que interese a los mayores, que
pueden aportar mucho a los participantes. En el módulo 3 se ha destacado el
papel que tiene la formación en la vejez y cómo se está constituyendo en una
de las líneas de intervención en la vejez con mayor sentido, en la que además
el psicopedagogo tiene un papel muy relevante.

Actitudes ante la tecnología

Tanto las creencias erróneas sobre lo que supone envejecer como la concep-
ción tradicional de la educación sin duda no favorecen el acceso de las perso-
nas mayores a las TIC.
Sin embargo, quizá la actitud más directamente relacionada con el alejamien-
to de las personas mayores de las TIC es la llamada ‘tecnofobia’.
Podríamos definir la ‘tecnofobia’ como una serie de significados negativos y
temores asociados a la tecnología que conducen a una evitación del contacto
y conocimiento de nuevos dispositivos tecnológicos. Por ejemplo, Smither y
Braun (1994) observaron que había una clara diferencia en los significados
atribuidos a los cajeros automáticos entre los usuarios y los no usuarios. Las
personas mayores no usuarias de estos dispositivos los percibían como me-
nos fiables, menos dignos de confianza y más complejos y difíciles de utilizar
que las personas mayores usuarias.
© Universitat Oberta de Catalunya • Número de codi del mòdul 22 Personas mayores y TIC

Parte de estas actitudes tecnofóbicas vienen provocadas por una natural resis-
tencia al cambio. Cuando las personas dominan su entorno, les es difícil
aceptar que han de responder con nuevos esfuerzos ante cambios tan brus-
cos como la irrupción de una nueva tecnología que suplanta antiguas herra-
mientas y altera procedimientos. La solución más fácil es intentar evitar ese
cambio, negando que se está produciendo o dudando de la utilidad que puede
tener para uno mismo.
Obviamente, estas actitudes no son privativas de las personas mayores, aun-
que quizá, debido a costumbres especialmente arraigadas en entre grupo de
edad, asumir la presencia de nuevas prácticas e instrumentos tecnológicos
que no se dominan sea en ellos especialmente difícil.
Las investigaciones realizadas hasta el momento en este ámbito han llegado
a dos conclusiones principales:
• Las personas mayores no son especialmente tecnofóbicas en términos
absolutos, aunque se detectan algunas creencias en este sentido.
• Tras programas de formación en los que las personas mayores entran en
contacto con diversos tipos de TIC y tienen la oportunidad de aprender a
utilizarlos, las actitudes mejoran significativamente (Morris, 1994; Baldi,
1997; Morell, Park, Mayhorn y Kelley, 2000).

Sin embargo, hemos de tener en cuenta que la gran mayoría de estos estu-
dios se han realizado en el contexto de programas de formación en TIC para
mayores, programas a los que los mayores acuden de forma voluntaria. Por
ello, cabe imaginar que sus actitudes hacia la tecnología serán, en principio,
algo más positivas que las actitudes de las personas mayores que no acuden
a estos programas.
En cuanto a las creencias tecnofóbas típicas de las personas mayores que
surgen en estos estudios encontramos las siguientes:
• Temor al poder de la tecnología como medio facilitador del control social
por parte de estamentos privilegiados que la dominen.
• Temor a romper algo, a que una manipulación no intencionada provoque
que el dispositivo tecnológico deje de funcionar de forma irreversible.
• Creer que los ordenadores son aparatos muy complicados cuyo manejo
sólo corresponde a especialistas.
• Creer que los ordenadores tienen ‘vida propia’ y se comportan de manera
autónoma

Estas actitudes tecnófobas vienen de la mano de otra serie de factores que


las explican, pero que a la vez se ven reforzados por ellas. Nos estamos refi-
riendo, por ejemplo, a:
• La cautela. Numerosos estudios demuestran como las personas mayo-
res, ante la novedad, adoptan una actitud más prudente, menos arriesgada
que los jóvenes. Es decir, ante la novedad y en caso de duda, la persona
mayor tiende a abstenerse, el joven tiende a arriesgarse.
• El sentido de control externo. Se relaciona con la concepción del dispo-
sitivo tecnológico como un ente con iniciativa propia en lugar de cómo algo
puramente reactivo, que únicamente hace aquello que el usuario ordena.
© Universitat Oberta de Catalunya • Número de codi del mòdul 23 Personas mayores y TIC

Esta creencia está sustentada en la poca confianza en las propias capaci-


dades de entenderla y dominarla, lo que entorpece nuestras posibilidades
de dominarla, convirtiéndose la creencia inicial en una profecía que se
cumple a sí misma. Cuando medimos la actitud hacia los ordenadores
multidimensionalmente, este factor de control externo es el componente de
la actitud más acentuado en personas mayores (Villar y Herrero, 2001).
• Las experiencias previas negativas con la tecnología. Algunas perso-
nas mayores han tenido acercamientos a la tecnología poco satisfactorios
y evitan a toda costa repetir la experiencia aversiva. Recordemos que hasta
hace pocos años manejar ciertos ordenadores, por ejemplo, requería un
conocimiento memorístico de órdenes en sin sentido o en idiomas extran-
jeros que resultaba una gran barrera para muchos. Ahora la tecnología es
mucho más amigable, pero muchos prefieren no volver a intentarlo y fraca-
sar como en el pasado.
• El temor a llamar la atención por una especial incompetencia en el
manejo de la tecnología. Esta percepción de que los demás están obser-
vando nuestras dudas y nuestros problemas con la tecnología, puede, en
el caso de los mayores, hacerles sentir ‘viejos’, confirmar algunos de los
estereotipos de los ancianos que ya hemos comentado. En consecuencia,
la mejor forma de evitar el fracaso es no arriesgarse a probar.

En este sentido, y aunque pueda parecer anecdótico, la comunicación de


errores, tanto en aspectos formales como de contenido, no ayuda en absolu-
to. En los ordenadores, por ejemplo, muchas de las ventanas de error se di-
señan incluyendo signos de alerta con cruces y exclamaciones de colores
vivos (rojos, amarillos) o incluso bombas, incluyendo mensajes crípticos y
poco inteligibles, que no mencionan ni lo que ha causado el problema ni tran-
quilizan proporcionando una solución. Estos mensajes asustan a algunos
usuarios y refuerzan algunas de las creencias que están debajo de la tecnofo-
bia.

Insertar error1.jpg y error3.jpg


La comunicación de algunos errores puede asustar a algunos usuarios.

Sin duda, la presencia de este tipo de actitudes evita los comportamientos de


‘ensayo y error’ y de exploración de las posibilidades de los sistemas tecno-
lógicos, que parecen muy importantes sobre todo en las primeras fases de
aprendizaje y que contribuyen a familiarizarse rápidamente con el sistema
(Hutchinson, Esatman y Tirrito, 1997).

Cualquier intervención que intente acercar las TIC a las personas mayores
tendrá que tener en cuenta e intentar desactivar estos factores. Por ejemplo,
es muy importante que el primer acercamiento de la persona mayor al orde-
nador sea gratificante, potenciando en ese momento el sentido de competen-
cia y la conciencia de que, aunque sea algo testimonial al principio, el usuario
es capaz de hacer que la tecnología se ponga a sus órdenes. Este sentimien-
to de autoeficacia ante los ordenadores ha demostrado ser un importante
© Universitat Oberta de Catalunya • Número de codi del mòdul 24 Personas mayores y TIC

predictor de su uso posterior (Kelley, Morrell, Park, y Mayhorn, 1999; Morell,


Park, Mayhorn y Kelley, 2000).

Actividad
Hemos comentado como la presencia de una actitud tecnófoba puede ser una barrera para
acercar a las personas mayores a las TIC.
Os proponemos diseñar un cuestionario para medir estas actitudes. Se trata de redactar al
menos 15 enunciados o ítems en forma de acuerdo/desacuerdo que sean indicadores de
actitud tecnófoba. Podeis incluso intentar diferenciar diversos componentes dentro de la
actitud y redactar ítems para cada uno de ellos.
La respuesta podría recogerse utilizando cuatro intervalos de respuesta (muy de acuerdo,
más bien de acuerdo, más bien en desacuerdo y muy en desacuerdo). Intentad poner tanto
enunciados positivos (en los que contestar ‘totalmente de acuerdo’ indique una actitud
favorable) como negativos (en los que contestar ‘totalmente de acuerdo’ indique una actitud
desfavorable), para evitar sesgos sistemáticos en las respuestas.
Una vez escogidos los 15 ítems, diseñad el cuestionario con unas instrucciones claras. Al
elaborar el diseño, deberíais tener en cuenta que va a ser contestado por personas mayores.
Una vez elaborado, pasadlo a 10 o 20 personas mayores y analizad las respuestas que os
han dado.

A pesar de todas estas barreras actitudinales que hemos descrito, numerosas


personas mayores muestran un gran interés por las TIC y se implican, como
veremos en el próximo apartado, en programas formativos relacionados con
este tipo de conocimientos y habilidades.
Esto demuestra que las actitudes que hemos descrito, si bien son riesgos
potenciales, no afectan a todas las personas mayores por igual, mientras que
por otra parte nos debe hacer reflexionar sobre cuál es el significado que es-
tas personas mayores interesadas atribuyen a las TIC. Sin duda ello nos dará
una de las claves de este interés.
Glanz (1997) propone una hipótesis bastante razonable en este sentido. Se-
gún este autor, las razones del interés de algunos mayores por las TIC reside
en dos factores.
En primer lugar, existiría una razón de tipo personal, de búsqueda de respues-
tas sobre un fenómeno que cada vez está más extendido y que poco a poco
impregna, como ya hemos comentado, la vida cotidiana de más personas. Sin
embargo, las motivaciones que enfatiza Glanz no son tanto las vinculadas al
deseo de conocimiento, sino a el estatus y prestigio que adquiría la personas
mayores interesada en las TIC ante él mismo y ante los demás. Este segundo
factor es el más importante para él.
Así, diferencia las motivaciones que pueden tener jóvenes y mayores al impli-
carse en programas de formación en general y de formación en TIC en parti-
cular:
• Para los jóvenes, la motivación está más ligada a la obtención de un bene-
ficio futuro, en forma de un título académico, un mejor puesto de trabajo,
una remuneración económica más alta, etc. Las TIC ayudarían a conseguir
un mejor estatus futuro.
• Para los mayores, el interés por las TIC no vendría tanto por un apoyo a un
estatus futuro, sino a un estatus presente. Estaría relacionado con la iden-
titad, con una mejora del autoconcepto presente. Las TIC, asociadas a una
imagen de modernidad, de orientación al futuro, de herramienta de produc-
tividad por excelencia, serían un medio para que la persona mayor pudiera
autoadscribirse estos mismos atributos (White.y Weatherall, 2000).
© Universitat Oberta de Catalunya • Número de codi del mòdul 25 Personas mayores y TIC

Glanz vincula el interés de algunos mayores por las TIC con un deseo de evi-
tar, posponer o controlar el envejecimiento, con un deseo de prolongar el pre-
sente en el futuro, de demostrar que todavía se es capaz de estar al día, de
que todavía se es capaz de ser productivo.

Precisamente ahora pasaremos a analizar los retos que estos programas de


formación en TIC han de abordar si queremos que las personas mayores no
sólo se incorporen a ellos, sino que tengan éxito.

Quizá el interés por las TIC no siempre sea motivado por un deseo ex-
plícito de despegarse de los significados asociados al envejecimiento o
incluso una negación de este proceso, pero en cualquier caso una acti-
tud abierta hacia la novedad, positiva hacia el cambio y la disposición a
implicarse en nuevos retos es un prerrequisito para iniciarse en las TIC
en la vejez.

2.3. Formación y acceso a las TIC

Sin duda una de las barreras más importantes en el acceso de las personas
mayores a las TIC es su falta de formación.
Por ejemplo, a pesar de que, como ya hemos comentado, el uso de los orde-
nadores ha reducido de forma drástica su grado de dificultad, todavía suele ser
necesario algún tipo de formación previa para sacarles partido.
Una forma de paliar estas dificultades derivadas de la falta de conocimientos
es el diseño de cursos de formación en TIC pensados para personas mayores
(Villar, 2001).
Este tipo de cursos, cuyos ejemplos pioneros se desarrollaron en Estados
Unidos a finales de la década de los 80, se han centrado casi en exclusiva en
el aprendizaje del uso aplicaciones informáticas, y sólo recientemente tam-
bién se ha experimentado con la enseñanza del uso de Internet. Actualmente
contamos con las suficientes experiencias como para que podamos aproxi-
marnos a los resultados que se suelen obtener.

Una de las experiencias pioneras en España son los cursos de informática organizados por
Fundación “la Caixa”. Estos cursos, que se realizan desde 1997, pretenden acercar el uso del
ordenador y de Internet a los socios de los centros de mayores.
Un curso de introducción tiene una duración de entre 32 y 36 horas, en las que se imparten
contenidos relativos al uso del sistema operativo Windows, el procesador de textos Word y la
navegación por Internet. La admisión se realiza por orden de inscripción y contando con un
criterio de edad. El alumno únicamente ha de pagar para incribirse una cantidad simbólida.
Las clases se imparten en salas situadas en los propios centros de mayores y equipadas con
11 ordenadores (uno de ellos para el profesor) en red, impresora, cañón proyector (que
proyecta en una pantalla grande el contenido la imagen del monitor de un ordenador) y
conexión a Internet. El aprendizaje se realiza en parejas (dos personas por cada ordenador).
Desde sus inicios, los cursos tuvieron una gran éxito, superando siempre la demanda a la
oferta de plazas. Esto indica que experiencias como estas están cubriendo unas necesidades
e intereses de las personas mayores ignoradas hasta hace poco tiempo. Debido a este éxito,
los cursos se han ido ampliando tanto respecto a la cantidad de plazas ofertadas
(actualmente se imparten en más de 90 aulas en toda España) como a su variedad.
Actualmente, además del curso de introducción, y aprovechando las mismas instalaciones,
se imparten también cursos de Hoja de Cálculo, o de introducción al diseño gráfico.
© Universitat Oberta de Catalunya • Número de codi del mòdul 26 Personas mayores y TIC

Los resultados de estas experiencias de formación apuntan básicamente a


dos aspectos:
1. La mayoría de las personas mayores, aunque no todos, es capaz de
aprender de forma básica los contenidos impartidos en estos cursos.
2. Los mayores tienen más dificultades en el aprendizaje de habilidades y
conocimientos informáticos que los jóvenes. Estas dificultades se
concretan en la necesidad de más tiempo para adquirir el mismo nivel de
conocimiento y en la dificultad para alcanzar niveles expertos de uso que
los jóvenes logran más fácilmente.

Así, Kelley y Charness (1997) encontraron que un grupo de mayores tardaba


más del doble de tiempo que un grupo de jóvenes en aprender a utilizar apli-
caciones informáticas como agendas y calculadoras electrónicas, procesado-
res de texto u hojas de cálculo, utilizando en ambos los mismos métodos
didácticos. El número de errores y la cantidad de ayuda del profesor también
eran mayores en ambos casos en el grupo de mayores. De manera similar,
Kubeck, Miller-Albrecht y Murphy (1999) evaluaron la eficiencia con la que un
grupo de jóvenes y mayores (inexpertos ambos) encontraban en Internet la
información necesaria para resolver ciertos problemas. Sus resultados mues-
tran como, aunque ambos grupos llegan a la solución en la mayoría de oca-
siones (el grupo de menor edad más frecuentemente) los mayores, en compa-
ración con los jóvenes, empleaban más tiempo y su búsqueda era menos
precisa (más pasos para encontrar la solución). Dificultades similares se han
encontrado también en el aprendizaje de aplicaciones como procesadores de
texto, hojas de cálculo o bases de datos (Baldi, 1997).

2.3.1. Explicaciones al menor rendimiento en la vejez


Como hemos visto, el primer hecho que llama la atención de estos resultados
es la diferencia entre jóvenes y mayores a favor de aquellos. Una de las prime-
ras explicaciones de este fenómeno es acudir la presencia de déficits cogniti-
vos asociados a la edad que estuviesen dificultando la capacidad de aprendi-
zaje de las personas mayores (Glass, 1996; Jones y Bayen, 1998).
Al igual que otras capacidades físicas declinan con la edad, parecen existir
datos que indican que las capacidades de procesar e incorporar nueva infor-
mación, conocimientos y habilidades, aunque se mantienen hasta el final de
la vida, tienden a disminuir a medida que se envejece. Estos déficits asocia-
dos a la edad se concretarían en al menos tres aspectos:

• Enlentecimiento
Autores como Salthouse (1994) inciden en el declive de la velocidad de
funcionamiento mental como factor clave en la comprensión del menor ren-
dimiento de los mayores en tareas cognitivas asociado a la edad. Según
este autor, al igual que en los procesos psicomotores (por ejemplo, medi-
das de tiempo de reacción), con la edad se produce un enlentecimiento
generalizado de los procesos cognitivos que subyacen a procesos como el
aprendizaje, la memoria, el pensamiento o la resolución de problemas.
Cuando la tarea a realizar es muy exigente (por ejemplo, tareas muy difí-
© Universitat Oberta de Catalunya • Número de codi del mòdul 27 Personas mayores y TIC

ciles o que se han de completar en poco tiempo), realizar las operaciones


más lentamente puede llegar a colapsar nuestro sistema cognitivo, ya que
cada nueva operación necesita para realizarse los productos de operacio-
nes anteriores. Así, una reducción cuantitativa en la velocidad de proce-
samiento termina por afectar a la propia calidad del procesamiento y, en
consecuencia, al rendimiento que muestra la persona

• Recursos limitados de procesamiento


Las personas tenemos unos recursos limitados de procesar información, La memoria de trabajo…

concebidos estos bien como recursos atencionales, bien como espacio de


Es un concepto que intenta
memoria de trabajo. Además, no todas las tareas necesitan la misma can- recoger uno de los principales
rasgos del funcionamiento de
tidad de estos recursos escasos para ser completadas: las tareas más di- la memoria: la integración
entre procesamiento y
fíciles, las más nuevas, las que realizamos bajo la presión del tiempo, o
almacenamiento.Puede ser
cuando realizamos más de una tarea al mismo tiempo, requieren un mayor definida como la preservación
mental de determinada
gasto de estos recursos. Si estas exigencias sobrepasan los recursos información mientras al mismo
tiempo se están ejecutando
disponibles, pueden llevarnos a descensos en el rendimiento.
ciertas operaciones sobre esa
Según esta explicación, a medida que enrejemos se produce una disminu- información o sobre otra
relacionada. Su importancia
ción de recursos de procesamiento. Esta diminución podría ser la causa es clave cuando se tiene en
cuenta que la memoria de
de los descensos de rendimiento en tareas cognitivas (especialmente en
trabajo parece jugar un papel
aquellas más exigentes, que requieren más recursos). decisivo en un gran número
de tareas cognitivas.

• Déficit de inhibición
El éxito en tareas de tipo cognitivo no depende sólo de la activación y pro-
cesamiento de información relevante para la tarea, sino también de la inhi-
bición de material y procesos que no son relevantes y que podrían entor-
pecer la tarea en curso (Dempster, 1992). De acuerdo con esta
explicación, las personas mayores serían más proclives a la distracción y
a ocupar parte de los escasos recursos cognitivos con procesos y conte-
nidos irrelevantes mientras ejecutan determina tarea. Esta información
irrelevante puede llegar a interferir con la que sí es relevante. Además, si
cierto espacio y capacidad de procesamiento se consume en cuestiones
no relevantes, el rendimiento global del sistema se resiente, especialmente
ante tareas que requieren emplear todos nuestros recursos cognitivos.

Sin embargo, aunque estos procesos de declive son importantes y hemos de


tenerlos muy en cuenta a la hora de diseñar e impartir cursos de formación
para personas mayores (como veremos más adelante), podrían no explicar
totalmente las dificultades que las personas mayores experimentan, en con-
creto, con el aprendizaje de habilidades informáticas.
Aludiremos a tres factores que hemos de tener en cuenta para interpretar
adecuadamente este tipo de resultados y valorar la capacidad y posibilidad:
los factores generacionales, la diferencia entre capacidades de base y capa-
cidades de reserva y los resultados de los programas de formación que van
más allá del puro rendimiento.

El efecto de la generación
© Universitat Oberta de Catalunya • Número de codi del mòdul 28 Personas mayores y TIC

Resulta evidente que existen algunos aspectos relacionados con la pertenen-


cia a una cierta generación que podrían explicar también estas dificultades.
Los que hoy son jóvenes, aunque no hayan tenido ninguna experiencia formal
de aprendizaje de tecnologías de la información y la comunicación, han creci-
do en un mundo en el que este tipo de tecnología se ha ido progresivamente
normalizando e introduciendo en la vida cotidiana. Es una generación que, aun
informalmente, conoce el lenguaje y la cultura de las TIC y es el público obje-
tivo de la mayoría de las campañas de márketing de empresas de este sec-
tor.
El panorama es radicalmente diferente para las generaciones mayores, para
quienes las TIC y su cultura es algo más lejano y desconocido, a lo que se
pueden enfrentar, como hemos comentado en el apartado anterior, con ciertas
precauciones.

Capacidades de base y capacidades de reserva


Por otra parte, también hemos de tener en cuenta que la presencia de más
dificultades en comparación con los jóvenes o en tareas especialmente com-
plejas no significa que los mayores no puedan aprender utilizar las TIC a un
nivel más que aceptable y suficiente para el uso que van a hacer de ellas.
En este contexto, merece la pena distinguir la significación estadística, las
diferencias que en los estudios aparecen entre jóvenes y mayores y que indi-
can que estos últimos obtienen unos rendimientos inferiores, de lo que po-
dríamos denominar ‘significación para la vida’. Es decir, muchas veces dificul-
tades que aparecen en los estudios realmente no afectan al funcionamiento
cotidiano de las personas mayores, en este caso a saber utilizar las TIC para
los fines que se propongan.
Esta distinción tiene que ver con otra diferencia que ha sido propuesta por Lectura recomendada

Baltes, uno de los mayores expertos del mundo en envejecimiento cognitivo.


Las propuestas de Baltes,
Se trata de la distinción entre capacidades de base y capacidades de quizá las más influyentes de la
psicología del envejecimiento
reserva. Según este autor, las capacidades de base serían aquellas que actual, se pueden encontrar
ponemos en juego en nuestra vida cotidiana, aquellas que son suficientes para resumidas en Baltes, P.B.
(1999) On the incomplete
afrontar los desafíos del día a día, que normalmente no son de gran calado. architecture of human
ontogeny. American
En contraste las capacidades de reserva serían aquellas que únicamente Psychologist, 52, 366-380)
empleamos cuando nos enfrentamos a tareas extraordinarias, en las que se
nos demanda un rendimiento máximo.
Baltes propone que lo que disminuye a medida que envejecemos serían las
capacidades de reserva. Por ello, cuando ponemos a jóvenes y a mayores
ante tareas muy exigentes, las diferencias son claras. Sin embargo, ante
tareas no tan exigentes, en las que no se enfatiza tener un gran rendimiento
en poco tiempo, los mayores pueden alcanzar grandes niveles de éxito y ob-
tener resultados equivalente a los de los jóvenes.
Por otra parte, si bien el uso de las TIC en un ambiente laboral puede tener
como objeto lograr un rendimiento máximo. Pero la gran mayoría de mayores
no van a utilizar las TIC en este contexto, sino en otro mucho más relajado de
uso personal y recreativo, en los que obtener un rendimiento máximo en poco
tiempo no es tan importante.
© Universitat Oberta de Catalunya • Número de codi del mòdul 29 Personas mayores y TIC

Así, en el contexto de la formación de personas mayores en TIC, ¿qué es lo


relevante, que aprendan muy rápido y puedan llegar a ser grandes expertos o
bien, simplemente, que aprendan a utilizarlas para satisfacer aquellas necesi-
dades que cada uno tenga?

Quizá la conclusión fundamental que podemos extraer de las experien-


cias de formación en TIC con personas mayores no son los déficits en
comparación con los jóvenes, sino la demostración de que la gran ma-
yoría de las personas mayores pueden aprender a utilizar las TIC autó-
nomamente y de acuerdo a sus necesidades.

Insertar rendimiento.gif
Según resultados de Villar y Vilar (1999), tras un curso de informática de 36 horas (8 de ellas
sobre Internet), la mayoría, aunque no todos, de las personas mayores aprendieron a utilizar
autónomamente algunas funcionalidades básicas de Internet (búsqueda de información,
correo electrónico)

2.3.2. Resultados más allá del rendimiento


El parámetro fundamental con el que se valora un curso de formación es el
grado de aprendizaje logrado por los alumnos. Sin embargo, los efectos de un
curso de formación van mucho más allá del rendimiento efectivo que los asis-
tentes a los cursos demuestran tras su finalización.
Las actitudes hacia las TIC son un importante resultado del que ya hemos
hablado en apartados anteriores. Otro aspecto importante de los cursos es su
impacto sobre la motivación e interés del alumno, ya sea en referencia al pro-
pio curso como a la temática sobre el que versa. En este ámbito, los resulta-
dos que tenemos hasta el momento referidos a cursos de formación en TIC
para personas mayores son muy optimistas (Morris, 1994; Villar y Vilar,
1999):
• Los mayores siguen con extraordinaria fidelidad los programas de forma-
ción en TIC en los que se implican. En prácticamente todos los estudios, a
pesar de ser de asistencia voluntaria, las únicas ausencias que se produ-
cían eran motivadas por causas de fuerza mayor (enfermedad, muerte del
cónyuge, etc.)
• La gran mayoría de ellos mostraban su deseo de continuar profundizando
en el conocimiento de los contenidos impartidos, de implicarse en nuevos
cursos relacionados con las TIC e incluso de adquirir el equipo necesario
para utilizar los conocimientos y habilidades aprendidos.
• El interés por los procedimientos de formación, las preguntas al profesor
con intención en profundizar en determinado aspecto fueron más elevados
en las personas mayores que en grupos de jóvenes con experiencia simi-
lar.
• Los mayores suelen valorar como muy interesantes y útiles este tipo de
cursos. Si se les pregunta por lo más positivo de los cursos, curiosamente
las menciones a aspectos de tipo expresivo y social, como las relaciones
que se han establecido con los compañeros o con el profesor o el clima de
© Universitat Oberta de Catalunya • Número de codi del mòdul 30 Personas mayores y TIC

ilusión en el que se desarrollaron las clases , superaban a los aspectos de


tipo más instrumental e individual (la utilidad personal de los conocimientos
adquiridos)

Porcentaje de
Aspecto más positivo del curso
citación

Todo 32,5

Interés y/o ilusión de los participantes 18,6

Compañerismo 18,3

Utilidad y/o interés de la materia 14,0

Método seguido 11,6

Facilidad de los contenidos 4,6

Elecciones del elemento más positivo del curso según los participantes en un curso de
introducción a la informática de 36 horas que incluía Windows, un procesamiento de textos
e Internet (Villar y Vilar, 1999)

A la hora de valorar un programa de formación para personas mayores,


ya sea de TIC o de cualquier otra cosa, hemos de valorar aspectos ins-
trumentales, relacionados con el rendimiento y grado de adquisición de
conocimientos y habilidades, pero en absoluto deberíamos olvidarnos
de valorar también sus efectos expresivos, sobre la motivación, los inte-
reses y las relaciones sociales.

2.3.3. Recomendaciones para el diseño de programas de


formación

A partir de la experiencia acumulada, y tomando en cuenta todas las dimen-


siones que acabamos de comentar (envejecimiento cognitivo, factores gene-
racionales, capacidades base y capacidades de reserva, efectos en la motiva-
ción y relaciones sociales), parece haber una cierto consenso respecto a
maneras recomendables de diseñar un programa de formación en TIC para
personas mayores de manera que se optimice su efecto tanto en el grado de
adquisición de conocimientos y habilidades como la satisfacción del usuario
con el programa de formación (Twitchell, Cherry y Trott, 1996; Jones y Bayen,
1998).

• La composición de grupos
Una de las primeras cuestiones que se plantean al diseñar un programa de
formación son las características del público al que va a ir dirigido.
En nuestro caso, la edad será un importante criterio a tener en cuenta. El
diseño de programas de formación en TIC para únicamente personas ma-
yores imposibilita obtener las ventajas que pueden derivarse del contacto
intergeneracional.
© Universitat Oberta de Catalunya • Número de codi del mòdul 31 Personas mayores y TIC

Sin embargo, la práctica parece demostrar que los grupos compuestos por
sólo mayores tienen otras ventajas y son más recomendables.
En primer lugar, permiten adaptar el curso a las necesidades concretas de
las personas de estas edades, es decir, aplicar las recomendaciones que
comentaremos a continuación. Por otra parte, parece que la comparación
con los jóvenes en general perjudicará a los mayores, que verán como
avanzan menos y más lentamente. La formación de grupos de edades si-
milares permite garantizar que ciertas variables como la experiencia previa
con ordenadores, las experiencias educativas previas, los intereses, el len-
guaje, etc. sean a priori semejante, lo que facilita tanto la labor del profesor
como la interacción entre los participantes.
En cualquier caso, también es importante que el grupo sea lo suficiente-
mente pequeño como para poder recibir una atención lo más personalizada
posible, como veremos más adelante.

• Aprendizaje individual o en pareja


La mayoría de programas de formación para personas mayores se han
realizado con un ordenador por pareja de alumnos, ya que es una forma de
optimizar los recursos y que más personas aprovechen unos programas
para los que la demanda suele superar a la oferta de plazas.
Más allá de este motivo meramente práctico, la enseñanza en pareja pue-
de tener una serie de beneficios que no hemos de desdeñar. Por ejemplo,
esta forma de aprender permite filtrar el número de dudas y problemas que
llegan hasta el instructor, ya que muchos de ellos se discuten y solucio-
nan dentro de las parejas. Estas parejas pueden llegar a un grado elevado
de complementariedad, llegando uno allí hasta donde para el otro y fomen-
tando un aprendizaje cooperativo. Además, trabajar en pareja también favo-
rece el establecimiento de relaciones más profundas entre los compañe-
ros, que se pueden incluso extender fuera del contexto del aula en algunos
casos.

Insertar grupo.jpg
El aprendizaje en grupo es una excelente manera de fomentar las relacio-
nes sociales

Una estrategia simple pero


Sin embargo, esta forma de trabajo también puede comportar algunos pro- efectiva…

blemas a los que hemos de estar atentos. Quizá el más frecuente es la


para asegurarnos de que los
asunción de roles dentro de la pareja que no favorezcan el aprendizaje por dos miembros de una pareja
practican por igual es cambiar
igual de los dos miembros. Por ejemplo, puede suceder que sólo uno de dentro de una sesión o de
sesión a sesión el ratón de
los miembros practique de forma efectiva los procedimientos, con lo que
lado: unas veces a la
únicamente él o ella automatizará las habilidades requeridas. El instructor izquierda del teclado, para
que lo utilice un miembro,
debe estar atento a este tipo de interacción y facilitar que ambos miem- otras veces a la derecha, para
que lo utilice el otro.
bros tengan una experiencia similar a partir de las sesiones.

• Las sesiones
Las sesiones tendrían que tener una duración nunca superior a hora y me-
dia o dos horas. Más allá de ese tiempo, el nivel de atención del alumno
© Universitat Oberta de Catalunya • Número de codi del mòdul 32 Personas mayores y TIC

decae considerablemente. De igual manera, no facilita el logro de óptimos


niveles de atención la presencia de ruidos, temperaturas extremas o las
sesiones que tienen lugar tras las comidas. Estos factores, si bien afectan
a todos, podían tener incluso mayor efecto negativo en el caso de los
alumnos mayores.
En cualquier caso, parece que el aprendizaje se facilita si se administran
muchas sesiones de poca duración que pocas de mucha duración.
Cada una de las sesiones debería comenzar con recordando lo impartido
en la sesión anterior y ofreciendo los objetivos de la sesión actual. Al final,
se deberían avanzar los objetivos de la siguiente sesión. Un planteamiento
de este tipo facilita la compresión global de los contenidos, sus relaciones
y ayuda a que el alumno se sitúe dentro del programa.

• La experiencia previa
Si por algo se caracterizan las personas mayores es por ser quieres, en
principio, más experiencias previas han acumulado, simplemente por haber
vivido más años.
Una estrategia muy interesante a la hora de impartir formación en TIC es
establecer conexiones entre los nuevos conocimientos y habilidades y
aquellos que los alumnos ya poseen. Estas relaciones permitirán dar un
marco en el que comprender de forma más rápida lo nuevo, a la vez que se
facilita la transferencia de conocimiento y la integración en esquemas que
ya tienen sentido para el alumno. Se trata de ver lo nuevo, potencialmente
difícil y oscuro, a la luz de lo que ya se sabe.
El ejemplo típico es el aprendizaje del procesador de textos tomando co-
mo referencia el conocimiento de algo tan familiar para las personas mayo-
res como puede ser una máquina de escribir. De igual manera, podríamos
equiparar Internet a una gran biblioteca. Estas referencias metafóricas, in-
tentando acercar lo abstracto a términos más concretos y familiares, es
una estrategia particularmente útil.
Sin embargo, hemos de tener cuidado con ciertos efectos perversos de la
experiencia previa. A veces, los conocimientos previos pueden, en lugar de
facilitar, interferir con el conocimiento de lo nuevo que es parecido en cier-
tos sentidos, pero diferente en otros. Por ejemplo, la máquina de escribir
puede ser una buena referencia para saber como funciona un procesador
de textos, pero tomarse la comparación demasiado al pie de la letra puede
hacer que se use el procesador de textos de forma incorrecta o por debajo
de sus posibilidades.

• Las diferencias individuales


A pesar de que algunas personas tienen la creencia de que ‘todos los ma-
yores son iguales’, es indudable que esto no es así. De hecho, las diferen-
cias individuales, lejos de disminuir en a medida que envejecemos, pueden
incluso aumentar. Hemos de pensar que, cuando llegamos a la vejez, he-
mos tenido muchas décadas de vida para forjar una trayectoria vital única,
para experimentar acontecimientos particulares, lo que nos hace no más
igual a los demás, sino que incrementa las diferencias.
© Universitat Oberta de Catalunya • Número de codi del mòdul 33 Personas mayores y TIC

En este sentido, en un aula de mayores aprendiendo TIC, estas diferencias


se ponen de inmediato de manifiesto: además de la propia facilidad intrín-
seca para aprender algo nuevo, habrá quién en algún momento haya utili-
zado ordenadores o navegado por Internet y quien no, habrá quien tenga
problemas psicomotores para manejar el ratón y quien lo haga perfecta-
mente y, en fin, tendremos quien ha tenido una vida culturalmente rica y
quien no ha tenido esas posibilidades.
Estas diferencias en ocasiones crean un difícil equilibro en el aula: los
alumnos ‘avanzados’ sienten que van más lentamente de lo que podrían,
que no avanzan lo suficiente, que la clase se les hace aburrida. En con-
traste, los alumnos con menor facilidad pueden observar como los demás
avanzan y a él o ella le cuesta más.
Intentar adaptar el ritmo de la enseñanza a estas diferencias individuales
es la clave para evitar los problemas que pueden derivarse de ellas. Algu-
nas estrategias útiles para conseguirlo son las siguientes:
− Establecer los periodos más largos de práctica en el tramo final de las sesiones, para

que aquellos que vayan más rápido puedan pasar a hacer otras cosas o incluso irse en

lugar de estar esperando a que el último acabe.

− Preparar ejercicios y práctica adicional que se proporcionará a aquellos que acaben

más rápidamente.

− Disponer de más horas, a parte de las sesiones ordinarias, para que los mayores puedan

acceder a los ordenadores y practicar lo aprendido.

− Disponer de un número suficiente de instructores para poder atender todas las dudas de

forma personalizada.

Por otra parte, y respecto a la cuestión de las comparaciones entre alum-


nos (que, abiertamente o no, a veces se producen), es importante que el
instructor enfatice no este tipo de comparaciones, sino más bien la compa-
ración entre las habilidades de la persona en un momento dado y cómo
eran en el momento de comenzar el curso. Es decir, hacer consciente al
alumno del aprendizaje logrado, de que su esfuerzo realmente ha tenido un
rendimiento. Como este avance se produce realmente (muchas veces in-
cluso en contra de las expectativas iniciales del propio alumno), ayuda a
fomentar un sentido de competencia (‘soy capaz de aprender cosas nue-
vas a pesar de mi edad’) que favorecerá posteriores aprendizajes y esfuer-
zos.

• El papel de la práctica
Uno de los objetivos de los programas de formación en el uso de las TIC es
la automatización de ciertos procedimientos. Es decir, que poco a poco
haya secuencias de acciones que cuesten cada vez menos esfuerzo reali-
zar hasta llegar a hacerse de forma automática, sin esfuerzo. Cuando au-
tomatizamos tareas básicas, los esfuerzos los podemos dedicar a otras
más complejas, hasta poder también automatizarlas, y así sucesivamente.
Por ejemplo, al principio acciones como arrastrar un icono, abrir una venta-
na, acordarse de la dirección de un buscador, etc. pueden ser procesos
que cueste mucho realizar, en los que la persona tenga que esforzarse
conscientemente para tener éxito. Si la formación es adecuada, procesos
© Universitat Oberta de Catalunya • Número de codi del mòdul 34 Personas mayores y TIC

como estos se realizarán en poco tiempo de manera automática, sin la in-


tervención de la conciencia, que estará dedicada a cosas de mayor nivel.
La clave para automatizar procesos es la práctica. Los programas de for-
mación para mayores han de proveer de suficientes oportunidades de prac-
ticar los conocimientos que se imparten.
El establecimiento de
Idealmente, los periodos dedicados a la práctica deben ser frecuentes, no objetivos…

dejando explicar muchos conceptos y procedimientos sin su necesaria


De corto alcanc, muy
conversión en actividad del alumno con la máquina. La previsión de tiem- concretos, por ello fácilmente
evaluables, y cuidadosamente
pos adicionales de práctica, ya sea dentro o fuera de las sesiones puede graduados en dificultad,
combinado con la práctica de
ser, como ya hemos comentado, una buena estrategia.
los objetivos ya adquiridos,
También favorece el aprendizaje la explicación mediante ‘práctica vicaria’, parece ser una estrategia
particularmente efectiva con
es decir, ver cómo el instructor o un propio compañero ejecuta ciertas ac- los mayores.
ciones (directamente o a través de un cañón que proyecte el contenido de
la pantalla) para inmediatamente después probarlo uno mismo.
Así, uno de los desafíos de programas de formación de este tipo la tensión
entre animar a practicar tanto como se pueda y la valoración de las dificul-
tades reales que ciertas personas pueden experimentar en esta práctica,
de manera que estas dificultades no inciten a dejar de practicar, sino más
bien al contrario, a practicar aún más.

• Los materiales
Los cursos de formación para mayores (y, en general cualquier tipo de El material…

curso) es necesario que cuenten con algún tipo de material de apoyo, de


Es un buen antídoto contra la
repaso o de refuerzo. sensación de olvidar de un día
para otro todo lo aprendido y
En el caso de los mayores, es importante que el material esté adaptado a la poca confianza en su
memoria
sus necesidades (por ejemplo, adaptado gráficamente con tipos y tamaños
(independientemente del
de letra adecuado, espacio entre líneas y párrafos suficiente, etc.) Suele rendimiento real) que
muestran algunas personas
ser buena idea incluir en el material los siguientes contenidos: mayores.
− Además de conceptos, tratar también procedimientos, es decir, ilustrar los pasos a seguir

para conseguir determinado resultado.

− Simplificar la manera de exponer los contenidos. Las frases cortas y la información

directa y organizada suele funcionar mejor que los largos párrafos o el exceso de

información.

− Incluir información no únicamente textual, sino gráfica. A veces una explicación

compleja puede hacerse simple si se incluye una imagen con el estado de la pantalla,

menú o cuadro de diálogo correspondiente. Estas imágenes deben estar comentadas o

llevar etiquetas textuales que identifiquen y/o describan los elementos relevantes

(botones, iconos, barras de herramientas, cuadros de texto, etc.)

− Tratar el material como un recurso más de trabajo, haciendo referencia a él en clase (lo

que vincula la formación del profesor y el material), animando a apuntar a cada uno sus

propias dudas y dificultades en el material, etc.

Existen algunas experiencias de formación en TIC para mayores utilizando


materiales diferentes al papel. Por ejemplo, materiales en formato web o
tutoriales interactivos en CD-Rom.
Si duda este tipo de materiales tiene grandes ventajas (posibilidad de au-
toadministrarse la formación y autoevaluarse según el ritmo impuesto por
uno mismo, de repetir las unidades didácticas tantas veces como sea ne-
© Universitat Oberta de Catalunya • Número de codi del mòdul 35 Personas mayores y TIC

cesario, etc.), lo que les convierte en una alternativa a considerar seria-


mente (Plude y Schartz, 1996).
En un aula de personas
No obstante, su aplicación para la formación en TIC dirigida a personas mayores…

mayores presentan una gran desventaja: es un uso de las TIC para formar
en la que se les proporcionó
en TIC, es decir, asume que quien utiliza este material en web o en CD- un Cd-Rom para aprender a
utilizar el sistema operativo
Rom ya conoce qué es y como se utiliza Internet o los Cd-Rom, lo que no Windows, muchos mayores
confundían el ‘Windows virtual’
sucede en todos los casos. Se trata de utilizar las TIC como medio para
que proporcionaba el CD-Rom
formarse cuando todavía no se han acabado de consolidar como objeto con el ‘Windows real’ que
encontraban al salir de él. No
propio de formación. sabían cuando estaban dentro
del entorno de aprendizaje
Por ello, quizá por el momento la utilización de estos nuevos materiales
proporcionado por el CD-Rom
tenga más sentido con personas que ya han sido introducidas a las TIC y cuando fuera.

(como forma de repaso o de profundización en nuevos conocimientos) que


con personas con unas habilidades todavía precarias o inexistentes.

En resumen, a la hora de diseñar e impartir un programa de formación


en TIC para personas mayores, hemos de valorar cuidadosamente to-
dos los detalles e intentar adaptar al máximo el programa a las parti-
cularidades de sus usuarios, teniendo en cuenta que a veces lo planifi-
cado tendrá que ser variado a lo largo del curso de acuerdo con las
necesidades que van surgiendo, muchas veces inimaginables a priori.
El balance entre la buena planificación y la capacidad de cambio flexi-
ble es muchas veces la clave del éxito.

Actividad
Te proponemos crear un programa formativo para enseñar a las personas mayores a utilizar
algunas de las funcionalidades básicas del campus de la Universitat Oberta de Catalunya.
Se trata de que diseñeis un programa especificando:
• Unidades didácticas de la que constaráy contenidos de cada una de ella,
especificando los conceptos y procedimientos básicos que se impartirán.
• Sesiones (cuántas y de cuánta duración) e infraestructura necesaria.
• Metodología a seguir.
• Diseño de procedimientos de evaluación: qué aspectos se evaluarán y qué
instrumentos se utilizarán para ello. Sería muy interesante concretar y, si es necesario,
construir estos instrumentos.
Todo el diseño tiene que estar, obviamente, optimizado para participantes mayores.

2.4. Diseño y acceso a las TIC

Dentro de las barreras que dificultan el acceso de las personas mayores a las
tecnologías de la información y comunicación hemos de destacar también el
papel que puede jugar el diseño de estos sistemas tecnológicos.
Para valorar este papel, hemos de tener en cuenta que las personas mayores,
aun siendo un grupo heterogéneo, presentan unas determinadas característi-
cas con mayor frecuencia que otros grupos, características que podrían me-
diatizar su interacción con la tecnología y requerir diseños específicos que las
tengan en cuenta. A partir del análisis de estas limitaciones, podemos plan-
tearnos cómo mejorar el diseño de los dispositivos tecnológicos para conse-
guir que sean accesibles a personas de todas las edades.
© Universitat Oberta de Catalunya • Número de codi del mòdul 36 Personas mayores y TIC

2.4.1. Limitaciones de las personas mayores


Entre las limitaciones que las personas mayores pueden sufrir y afectar a la
facilidad con la que se interacciona con un sistema tecnológico, encontramos
al menos tres: las menores capacidades sensoriales y motrices y las dificul-
tades de orden cognitivo (Glass, 1996).

Limitaciones sensoriales
Los sistemas sensoriales sufren cierto deterioro a medida que vamos enveje-
cimiento (Kline y Scialfa, 1996).
Por lo que respecta a la visión, además de la mayor frecuencia de ciertas
patologías, muchas personas mayores presentan problemas, muchas veces
leves, pero que hacen que vean con menor claridad que cuando eran jóvenes.
Por ejemplo, disminuye la capacidad del cristalino (la lente que nos ayuda a
enfocar los objetos para verlos con claridad) para adaptarse a la visión de
objetos de diferentes tamaños o a diferentes distancias. Esta misma lente
tiende a hacerse más opaca con la edad, lo que afecta tanto a la claridad con
la que se ven los objetos como a la percepción del color. Cuando esta opaci-
dad traspasa cierto límite (lo que se conoce como cataratas) es necesario
corregirla por medio de una operación quirúrgica.
Las personas mayores, en general, también necesitan más luz para discrimi-
nar objetos similares, pero a la vez tardan más en adaptarse a cambios de
iluminación y son más sensibles al deslumbramiento y a la fatiga visual ante
periodos de fijación en objetos luminosos.
El uso de lentes bifocales también se incrementa con la edad. La mitad infe-
rior de este tipo de lentes está adaptada para ver objetos cercanos (como las
letras de los libros), mientras la mitad superior se adapta a la visión de objetos
lejanos. Por ello, causan especiales molestias cuando se trata de enfocar
objetos pequeños a distancias cortas, pero situados a media altura, con lo
que la persona ha de alzar la cabeza para verlos con la parte inferior de las
lentes. La lectura en pantallas de ordenador sería un ejemplo típico de activi-
dad dificultada por el uso de lentes bifocales tradicionales.
La capacidad auditiva también tiende a verse afectada con el paso de los
años. El cambio más notorio es la elevación del umbral por encima del que se
es capaz de percibir el sonido. Así, la persona mayor puede dejar de percibir
sonidos de baja intensidad que la percibía en su juventud. Esta elevación del
umbral es especialmente acentuada en el caso de los sonidos de tono agudo,
más que en los sonidos graves. Estas pérdidas auditivas, cuando son graves,
afectan a la capacidad y calidad de la comunicación de la persona con su
entorno, produciendo sentimientos de aislamiento y dificultando el rendimiento
en situaciones de aprendizaje.

Dificultades motrices
Muchos sistemas tecnológicos requieren un alto grado de coordinación y
precisión motriz. Sin embargo, con la edad, esta coordinación y precisión
puede verse afectada de diversas maneras.
© Universitat Oberta de Catalunya • Número de codi del mòdul 37 Personas mayores y TIC

En las personas mayores es especialmente frecuente la presencia de patolo-


gías que afectan a la motricidad, como por ejemplo:
• la artrosis, degeneración del cartílago e hipertrofia ósea que limita el rango
y la precisión de movimientos de la articulación.
• la artritis, inflamación de las articulaciones que hace que el movimiento se
vea entorpecido y sea doloroso.
• los temblores, que dificultan especialmente los movimientos precisos y
son síntoma de diversas patologías.
• Las alteraciones del tono muscular, con presencia de hipertonía (músculos
en excesiva tensión) o hipotonía (tono muscular excesivamente relajado)
que dificultan el movimiento preciso y la coordinación.
• Los dolores, que aparecen con mayor rapidez ante posturas forzadas,
especialmente dolores de espalda y/o cuello.
La presencia de estas dificultades puede ser una importante barrera para el
uso de sistemas tecnológicos que requieren movimientos muy finos y preci-
sos.

Limitaciones cognitivas
Los cambios y problemas cognitivos que experimentan algunas personas
mayores ya han sido comentados en otros módulos y en otras partes de este
mismo módulo (ver, por ejemplo apartado 2.3.), por lo que no insistiremos
más.
Únicamente, hemos de recordar que tanto los problemas de memoria como el
enlentecimiento o los déficits de atención y capacidad de concentración pue-
den dificultar la interacción con dispositivos tecnológicos con los que no se
está muy familiarizado.
A esto hemos de unir el hecho de que algunas personas mayores parecen
tener especiales problemas en realizar nuevos aprendizajes y automatizar los
procedimientos necesarios para el uso de nuevos mecanismos tecnológicos.
Estos problemas, concretados en la necesidad de un tiempo mayor de apren-
dizaje, en la necesidad de más práctica para consolidar los aprendizajes o
incluso en la dificultad para realizar nuevos aprendizajes complejos, pueden
verse paliados hasta cierto punto con la presencia de un diseño adecuado.

2.4.2. Evolución de los sistemas tecnológicos

Todas estas limitaciones nos hacen ver la importancia del diseño y de la


adaptación de este diseño a las características de las personas mayores si
queremos que accedan a los nuevos dispositivos tecnológicos (Charness y
Bosman, 1990). Esta adaptación del diseño se puede realizar en dos aspec-
tos: el hardware y el software.

Por hardware se entiende el soporte físico de la tecnología, aquellas cosas


que podemos tocar. Se incluiría dentro del hardware las pantallas, los tecla-
dos, las unidades de discos, los discos duros, los chips de memoria, etc.
Sin embargo, el hardware por si sólo no es suficiente para que un dispositivo
tecnológico funcione: es necesario también una secuencia de instrucciones,
© Universitat Oberta de Catalunya • Número de codi del mòdul 38 Personas mayores y TIC

de programas y datos que guíen el funcionamiento del dispositivo. Estas ins-


trucciones y datos es lo que se conoce como software.
Haciendo una comparación con el ser humano, mientras nuestros músculos,
nuestros nervios, nuestros huesos forman parte de nuestro hardware, el cono-
cimiento que tenemos, lo que sabemos y podemos ordenar a nuestro cuerpo
formaría parte de nuestro software. Por definición, y a diferencia del hardware,
el software no es ninguna entidad física que se pueda tocar: son conceptos,
ideas, información, que en la mayoría de dispositivos tecnológicos se almace-
nan en un formato electrónico (en forma de bits, de secuencias de 0 y 1).
Respecto a la cuestión que nos ocupa, para conseguir un diseño que facilite
el acceso de los mayores a las TIC, se ha de incidir tanto en el hardware co-
mo en el software. Tanto un aspecto como otro han experimentado una impor-
tante evolución en los últimos años (Bucur y Kwon, 1999). Vemos algunos de
estos avances.

Hardware
Si duda la evolución tecnológica ha hecho cambiar radicalmente y en poco
años la apariencia y funcionalidad del hardware. Por ejemplo de los ordenado-
res de gran tamaño, ruidosos y caros se ha pasado a equipos ligeros, de
pequeño tamaño y uso personal. Esta misma revolución del tamaño la han
experimentados otros dispositivos como los teléfonos móviles.
En la informática los cambios en los periféricos, es decir, aquellos mecanis-
mos que sirven bien para dar órdenes al ordenador o bien para que el ordena-
dor muestre resultados, han sido especialmente importantes para el usuario.
Repasemos algunos de ellos y sus implicaciones para el acceso de las per-
sonas mayores a los ordenadores.

• El monitor ya no es la pantalla monocroma de los primeros años que


únicamente permitía ver textos. Hoy en día se han generalizado los moni-
tores en color y con gran definición gráfica, lo que permite ver imágenes
realistas. La aparición a precios razonables de formatos de monitor de
grandes dimensiones (17’’, 19’’ o 21’’), que permiten una elemento gráficos
de gran tamaño, es también un importante avance para las personas ma-
yores.

Una novedad especialmente interesante para los mayores es la aparición de pantallas


táctiles. Este tipo de pantallas permiten seleccionar opciones tocando directamente la
pantalla sin ayuda de otros periféricos como el teclado o el ratón. La selección se convierte
en una tarea muy intuitiva, lo cual favorece el acceso de las personas mayores. Este tipo de
pantallas, bastante frecuente en cajeros automáticos, no es más popular debido a su
elevado precio y a ciertos problemas añadidos (necesidad de áreas activas grandes y
relativamente separadas entre sí, falta de feedback táctil cuando se toca una zona activa,
etc.)

• El teclado ha dejado de ser un elemento ruidoso con teclas duras o exce-


sivamente blandas para convertirse en un dispositivo ergonómico muy có-
modo de usar. Actualmente incluso podemos encontrar teclados sin ca-
bles.
Sin embargo, los teclados siguen siendo una de las principales barreras en
el acceso de ciertos colectivos a la tecnología. El uso del teclado requiere
© Universitat Oberta de Catalunya • Número de codi del mòdul 39 Personas mayores y TIC

una gran cantidad de conocimientos previos: en primer lugar, estar alfabe-


tizado, luego saber utilizarlo de forma mínimamente automática. Colectivos
que no han tenido estos aprendizajes (y no sólo estamos hablando de las
personas mayores, sino también de niños hasta cierta edad o de analfabe-
tos, es decir, de una buena parte de la población mundial) tienen dificulta-
des en el acceso a dispositivos que utilizan teclados.
Una alternativa al teclado son los emuladores en pantalla. Estos emulado-
res, que representan en la pantalla el teclado, permiten al usuario teclear
por medio del ratón. El sistema dispone también de un sistema predictor
que permite completar automáticamente palabras o frases eligiendo el
usuario entre varias alternativas.

Insertar emulador.jpg
Los emuladores de teclado en pantalla facilitan el acceso al ordenador a
personas con dificultades motrices que les impiden utilizar el teclado tradi-
cional.

En este mismo sentido, el desarrollo de sistemas de reconocimiento de En Internet…

voz que permitan controlar los dispositivos tecnológicos simplemente ha-


Podemos encontrar mucha
blándoles en lenguaje natural son una gran promesa para facilitar el acceso información sobre sistemas de
reconocimiento de voz en
a los colectivos que tienen dificultades para utilizar la vía escrita por medio Internet. Empresas como
del teclado. De igual manera, sistemas de traducción de texto a voz pue- Apple
(http://www.apple.com/speech)
den permitir el acceso a dispositivos tecnológicos de personas con dificul- o IBM
(http://www.ibm.com/software/s
tades visuales graves. peech) han desarrollado sus
propias aplicaciones para
transformar voz en texto y para
• El ratón es un periférico relativamente reciente que permite seleccionar que el ordenador pueda
funcionar mediante órdenes
opciones sin utilizar el teclado. Sin duda el ratón es un elemento que ayu- orales.
da a superar los inconvenientes que hemos visto en el teclado, adoptando
un acercamiento más intuitivo basado en la metáfora de la mano: tocar
(hacer clic) y agarrar (arrastrar).
Sin embargo, también es un mecanismo que puede presentar ciertas difi-
cultades para las personas mayores (Hutchinson, Eastman y Tirrito, 1997),
especialmente cuando experimentan con él por primera vez. Aunque estas
dificultades se suelen solucionar con la práctica, en algunos casos se
mantienen durante largo tiempo e imposibilitan su uso. Para personas que
presentan hipertonía o temblores, hacer doble clic o arrastrar puede resul-
tar frustrante y el teclado puede ser una alternativa mejor. Incluso para las
personas mayores sin estos problemas, hacer clic a un icono de la panta-
lla sin mover al mismo tiempo el ratón (lo que provocaría un clic erróneo)
resulta difícil al principio.

Software
El elemento del software que más influye en el acceso del usuario a los dis-
positivos tecnológicos es el diseño del interfaz. Por interfaz entendemos aquel
sistema que la máquina (el ordenador, el teléfono móvil, etc.) nos proporciona
para que nos comuniquemos con él, para que podamos darle instrucciones
por una parte y recibir sus resultados por otra.
© Universitat Oberta de Catalunya • Número de codi del mòdul 40 Personas mayores y TIC

En relación con el diseño de un buen interfaz, los requisitos clave a conseguir La usabilidad…

son la utilidad y la usabilidad (Cornella, 2000). Es decir, por una parte debe
Es un concepto que ha
ser útil para que el usuario consiga los objetivos que se ha propuesto al utili- adquirido una gran
popularidad en los últimos
zarlo (utilidad), pero por otra también debe ser fácil de usar, amigable, intuitivo años. Uno de los mayores
expertos mundiales en
(usabilidad). El trabajo en la usabilidad del interfaz es fundamental para facili-
usabilidad, Jacob Nielsen,
tar el acceso a las personas mayores. tiene una web dedicada al
diseño de sistemas
En los primeros ordenadores personales, por ejemplo, la gran mayoría de tecnológicos usables
(http://www.useit.com)
aplicaciones disponían de un interfaz bastante complicado de utilizar, eran
poco usables. El ordenador sabía interpretar un repertorio de órdenes, diferen-
tes para cada programa, que el usuario debía teclear en una pantalla general-
mente vacía, sin ningún elemento de ayuda. Este sistema requería que el
usuario recordase muchas órdenes y como se escribían correctamente, sien-
do una forma engorrosa de comunicarse con el ordenador.
La presencia posterior de menús en los que el usuario debía elegir las órde-
nes, en lugar de recordarlas escribirlas en la pantalla fue un primer paso para
hacer más sencilla la comunicación con el ordenador y aumentar su usabili-
dad. Sin embargo, el paso definitivo se daría en los años 90, cuando la mayo-
ría de ordenadores comenzaron a incorporar un nuevos programas mucho más
cómodos basados en ventanas. Este interfaz gráfico cuenta con una serie de
elementos (iconos que representan aplicaciones o documentos, botones,
listas desplegables, etc.) mucho más intuitivos con los que el usuario interac-
ciona utilizando el ratón. Sin duda este nuevo sistema supone una gran ayuda
para el acceso y aprendizaje rápido del uso de las aplicaciones informáticas
por parte de personas que no estaban familiarizadas con ellas.
Otro avance fundamental en este sentido es la capacidad de la mayoría de
programas actuales de poder personalizarse, adaptarse a las necesidades del
usuario. Así, podemos elegir los colores, el tipo y tamaño de letra, el tamaño
de los iconos o botones, la velocidad del ratón etc. Gracias a esta caracterís-
tica, las personas mayores pueden disponer de un entorno informático más
cómodo y adaptado a las posibles dificultades sensoriales o motoras que ya
hemos comentado.
Sin duda, aunque se ha avanzado mucho en la creación de entornos mucho
más amigables y fáciles, más usables, todavía queda mucho por hacer para
impedir que el diseño del software sea un problema para las personas mayo-
res. Por ejemplo:
• Algunos elementos que incorporan la mayoría de interfaces presentan
áreas activas relativamente pequeñas y exigen una gran destreza con el ra-
tón y coordinación oculomanual. El uso de las listas desplegables es un
caso típico: en ellas el usuario ha de hacer clic en un área determinada pa-
ra abrirlas. Una vez abierta, subir o bajar por la lista también requiere clics
muy precisos mientras se mira las opciones que van apareciendo y se
evalúa si interesan o no.
• Toda nueva aplicación supone entrar en un entorno con conceptos y térmi-
nos nuevos, diseños de pantalla nuevos, menús nuevos, etc. En muchas
de ellas, no se proporciona suficiente ayuda al usuario y las opciones que
se dan son muchas veces crípticas y escasamente inteligibles para los no
iniciados.
© Universitat Oberta de Catalunya • Número de codi del mòdul 41 Personas mayores y TIC

Insertar forges.gif
Algunas personas mayores se pueden encontrar con dificultades inesperadas
en su interacción con la tecnología.

2.4.3. Un diseño amigable para los mayores: recomendaciones

A la luz de lo comentado en párrafos anteriores, podemos extraer una serie de


conclusiones sobre cómo adaptar el diseño de los entornos de las TIC para
que no sean una barrera añadida a las personas mayores. Entre ellas pode-
mos mencionar las siguientes:

• Proporcionar opciones para personalizar la apariencia, de manera


que se adapte a las necesidades diferentes grupos de usuarios. A veces la
elección de determinada gama de colores, los tipos de letra, los tamaños
de elementos y la separación entre ellos es clave para que la persona ma-
yor pueda ver e interaccionar correctamente el interfaz, sin confusiones ni
dificultades añadidas. Por ejemplo, Charness, Graham, Bosman y Zandri
(1988) muestran como la elección de los colores, y en concreto del con-
traste entre el color de la letra y el color del fondo, es una variable que
afecta el reconocimiento y lectura del texto en pantallas de ordenador, es-
pecialmente en las personas mayores. A veces se sacrifica la usabilidad
en función de la estética, dificultando la tarea a cierto grupo de usuarios.
• Proporcionar un feedback inmediato de las acciones que el usuario
lleva a cabo. El objetivo es hacer saber al usuario cuando su orden ha sido
correcta y reducir la incertidumbre de lo que va a pasar a continuación. Pa-
ra lograrlo, pueden ser útiles desde un simple pitido cuando se aprieta la
tecla o botón correcto hasta las presencia de mensajes sonoros o de texto
en la pantalla mientras una operación se está procesando o cuando el or-
denador acaba de ejecutar una orden.
• Reducir o graduar la complejidad hasta límites abarcables por los no
iniciados. Muchas aplicaciones informáticas y aparatos tecnológicos que
nos rodean en nuestra vida cotidiana (un vídeo, una lavadora, un microon-
das, etc.) se caracterizan por tener muchas más opciones de las que
realmente el usuario utiliza de manera habitual. Incluso no es infrecuente
que algunas funcionalidades no se lleguen a utilizar nunca en la vida del
aparato. Sin embargo, la presencia de esta gran complejidad puede impe-
dir el aprendizaje de las funciones más básicas y realmente útiles.

Especialmente difíles de entender para los mayores parecen ser aquellos botones y
mecanismos cuya función varía dependiendo del estado de otros botones o controles. Por
ejemplo, es usual que en aparatos como videocámaras, ordenadores, equipos de alta
fidelidad, etc. algunos botones sirvan para unas cosas u otras completamente diferentes en
función del ‘modo’ en el que estemos.

• Facilitar el aprendizaje con la ayuda de tutoriales y sistemas de ayuda


suficientemente amplios y elaborados desde el punto de vista del usuario
no especialista.
© Universitat Oberta de Catalunya • Número de codi del mòdul 42 Personas mayores y TIC

− En ellos se debe diferenciar claramente entre aspectos básicos y avanzados del uso del

dispositivo o programa, de manera que los nuevos usuarios puedan acceder con

facilidad a los conocimientos fundamentales, dejando de lado las funciones más

complejas para fases posteriores de aprendizaje.

− Se debe combinar información de tipo conceptual con información procedimental, paso

a paso, sobre como conseguir los objetivos más comunes que puede proponerse el

usuario. La incorporación de asistentes para realizar operaciones estandarizadas puede

ser muy interesante en este sentido.

− La inclusión de información gráfica comentada u otros formatos multimedia, además de

textuales, puede, como ya hemos comentado en otro punto de este mismo módulo,

aumentar la utilidad de estos tutoriales y reducir el tiempo de aprendizaje.

− La ayuda incluida dentro de las aplicaciones debería ser sensible al contexto. Es decir,

que en determinado momento o una vez elegida determinada opción, el usuario

pudiera por defecto o preferentemente obtener ayuda relevante en esa situación.

Aunque la obtención de ayuda sensible al contexto puede ser muy útil para el usuario,
es discutible que la presencia de ayudas no solicitadas tengan la misma utilidad.
Por ejemplo, algunos programas (entre ellos los incluidos dentro del popular paquete
Microsoft Office) reaccionan ante ciertas acciones ejecutadas por el usuario disparando
una pequeña ventana que sugiere u ofrece ayuda supuestamente útil en ese momento.
Este tipo de ayudas bienintencionadas, al no haber sido solicitadas, pueden aumentar
el sentimiento de inseguridad e incontrolabilidad de lo que hace el ordenador,
sensaciones que, como hemos visto en otros lugares de este módulo, son especialmente
frecuentes en las primeras experiencias de las personas mayores con los ordenadores.
Por otra parte, si las sugerencias no nos son útiles en ese momento o han
malinterpretado nuestras intenciones, pueden ser más una molestia que una ayuda.

Insertar imagen ayuda_no_solicitada.gif


Pie: la presencia de ayudas automáticas no solicitadas puede aumentar la sensación de
incontolabilidad del usuario ante la tecnología.
En productos relacionados con
Un última recomendación, quizá la más importante y que engloba a las que ya las TIC…

hemos comentado, es la necesidad de implicar a los futuros usuarios en el


Como es el caso del diseño de
diseño de los productos tecnológicos (Stewart, 2000). En el caso de las per- páginas web, se ha llegado a
un conjunto de normas, más o
sonas mayores esto resulta fundamental, ya que sistemáticamente han sido menos consensuadas para
hacerlos accesibles a todos los
excluidos de los públicos a los que se ha dirigido hasta el momento los pro-
usuarios. Podemos encontrar
ductos relacionados con las TIC. un documento en el que se
comentan estas normas
Quizá por el efecto de los estereotipos de los que ya se han hablado, se su- aplicadas al diseño de
páginas web para mayores en
pone que el usuario prototipo de la tecnología es una persona joven, urbana y
http://www.spry.org .
con medios económicos suficientes. Por ello, los productos tecnológicos
muchas veces se diseñan para este tipo de público, dejando de lado otros
posibles usuarios, como por ejemplo las personas mayores. Esto hace que
las personas mayores puedan encontrar poco adecuados estos productos al
menos en dos sentidos:
• Poco cómodos y claros, ya que se fundamentan en ideas y formas de
funcionamiento a las que las generaciones jóvenes quizá estén muy acos-
tumbradas, pero que los mayores pueden encontrar difíciles.
• Poco atractivos estéticamente, ya que su estética es la de los jóvenes.
Quizá los mayores preferirían diseños más sencillos y clásicos, menos ju-
veniles.
Evidentemente, un diseño pensado para jóvenes resultará en un diseño con el
que los mayores pueden tener problemas, disminuyendo la probabilidad de
© Universitat Oberta de Catalunya • Número de codi del mòdul 43 Personas mayores y TIC

que se acerquen a la tecnología: precisamente la premisa de la que se partía.


La ruptura de este círculo vicioso ha de venir necesariamente de la mano de
una participación también de los mayores en el diseño funcional y estético de
los productos tecnológicos.

En suma, el diseño del un dispositivo tecnológico es un compromiso


entre varios parámetros:
• Lo que es tecnológicamente posible
• Lo que es útil y sirve para el fin al que está destinado el dispositivo
• Lo que ayuda a que el dispositivo sea utilizado con facilidad
• Lo que es estético y que supuestamente hace más atractivo el dis-
positivo para el usuario
Mientras los dos primeros parámetros son prerrequisitos, el radio de
acción del diseñador se centra especialmente en los dos últimos. Tener
en cuenta toda la gama de potenciales usuarios y hacerles participar en
el proceso de diseño es la clave para no sacrificar unos factores a favor
de otros, dificultando el acceso de cierto tipo de usuarios.

Actividad
Hemos comentado como el diseño de los dispositivos tecnológicos puede ser una barrera
más para que las personas mayores accedan a ellos.
Os proponemos que apliqueis lo visto en este apartado en el análisis del diseño de uno de
los dispositivos tecnológicos más populares en nuestros días: el teléfono móvil.
Este análisis tedrá que tener tres partes:
1. Descripción de las características básicas de un teléfono móvil, en cuanto a diseño y
funcionalidades. Posible justificación de este diseño (es decir, ¿por qué los teléfonos
móviles son como los conocemos?)
2. Crítica del diseño de los teléfonos móviles desde la perspectiva del usuario mayor.
¿Qué características de los teléfonos móviles a priori pueden causar problemas a las
personas mayores? ¿Por qué?
3. Propuesta de recomendaciones, ¿cómo tendrían que ser los teléfonos móviles del
futuro para adaptarse y facilitar su uso por parte de las personas mayores.
Para facilitar esta actividad, además de los contenidos del módulo, sería interesante que
observaseis o intentaseis enseñar el uso de un teléfono móvil a una persona mayor, cuál es
su interacción con el aparato. Es una buena forma de ver directamente las dificultades con
las que se encuentran.

Insertar imagen de un teléfono móvil


© Universitat Oberta de Catalunya • Número de codi del mòdul 44 Personas mayores y TIC

3. Las TIC en funcionamiento: comunidades


virtuales de personas mayores

Como hemos comentado en apartados anteriores, todavía es un porcentaje


muy pequeño de personas mayores el que tiene acceso a las nuevas tecnolo-
gías de la información y la comunicación, especialmente si lo comparamos
con los porcentajes correspondientes a otros grupos de edad.
Como hemos argumentado, estas diferencias pueden crear nuevas formas de
exclusión, y se han discutido algunas de las fórmulas y claves para facilitar el
acceso a las TIC de las generaciones más mayores. Pero, ¿qué es lo que se
están perdiendo los mayores al mantenerse alejados de las TIC? ¿cuáles son
los beneficios que el uso de este tipo de tecnologías pueden ofrecer al colecti-
vo de personas más mayores?
Precisamente estas serán las cuestiones que abordaremos en este apartado.
En él describiremos algunos de los servicios y recursos de diferente naturale-
za pensados que, vehiculados a partir de las TIC, han sido pensados para las
personas mayores o pueden ser de especial interés para este colectivo. Co-
mentaremos tanto algunos que están en funcionamiento ya en el presente
como otros que son más promesas de futuro que realidades.

3.1. Portales y comunidades virtuales

Aunque los avances tecnológicos son muchos y de muy diferente naturaleza,


sin duda aquellos fundamentados en Internet son los que mayor desarrollo
están experimentando dentro de las TIC y los que mayores consecuencias
están teniendo en numerosos aspectos de nuestra vida cotidiana, ofreciendo
recursos formativos, de comunicación, de ocio, comerciales, etc. Hasta tal
punto son importante estos recursos y servicios soportados por Internet que
existe cierta tendencia a hacer equivalente Internet a la totalidad de las TIC.
Actualmente podemos encontrar en Internet numerosos sitios web total o SeniorNet…

parcialmente dirigidos a personas mayores. El pionero y uno de los todavía


Aparece en 1986 en San
más populares es Senior Net, que complementa sus páginas con una extensa Francisco. Actualmente
dispone de 220 centros
red de centros en los que se imparten cursos presenciales de informática y asociados, distribuidos por
todo Estados Unidos, en los
TIC para personas mayores (http://www.seniornet.com ), combinando la parti-
que se enseñan habilidades
cipación real, cara a cara de sus miembros con la participación virtual a través informáticas a mayores. Se
calcula que más de 100.000
de Internet. personas mayores han pasado
por estos cursos, en los que
A partir de esta experiencia tan exitosa, se han creado otros muchos, entre
más de 4.500 voluntarios
los que podemos destacar ofrecen sus servicios como
formadores.
• http://www.thirdage.com
• http://www.senior.com
• http://www.wiredseniors.com/
• http://www.seniorweb.ch/.
© Universitat Oberta de Catalunya • Número de codi del mòdul 45 Personas mayores y TIC

También nuestro contexto también han comenzado a proliferar este tipo de


sitios para mayores. Buenos ejemplo son:
• http://www.clubestrella.com,
• http://www.losmayores.com
• http://www.50ymas.com
• http://www.gentgran.com.

Estos portales típicamente proporcionan al menos tres tipos de recursos:

• Una serie de contenidos, que suelen ir de lo meramente informativo (noti-


cias, canales sobre temas que se supone que están dentro de los intere-
ses de los usuarios, etc.) hasta otros con una intención de caracter forma-
tiva (cursos, talleres, etc.)
• Unas herramientas de comunicación que complementan a los contenidos.
Entre estas herramientas destacan los foros de discusión, las conversa-
ciones on-line (chats) o, en algunos casos, la posibilidad de obtener cuen-
tas de correo electrónico que el usuario puede utilizar dentro y fuera del
portal. Gracias a estas herramientas podemos decir que estos sitios web
se convierten en una verdadera comunidad virtual, en la que sus miembros
pueden participar con sus aportaciones y, sobre todo interaccionar, cono-
cerse y mantener relaciones entre ellos más o menos regularmente
(Rheingold, 1996).
• Una serie de servicios asociados, entre los que destacan aquellos que
permiten la adquisición de productos a través de Internet.

Insertar seniornet.jpg
Senior Net es una las comunidad virtuales para personas mayores con mayor
número de usuarios.

Examinemos cada uno de estos elementos y el partido que las personas


mayores pueden sacar de ellos.

Actividad
Realiza una búsqueda en Internet de:
• Webs que traten sobre envejecimiento (o vejez, o personas mayores) desde un punto
de vista educativo, psicológico o social.
• Webs realizadas por o para personas mayores.
Una vez realizada la búsqueda…
1. Clasifica temáticamente las webs encontradas en los dos grupos (especialmente
provechosa será la clasificación del primer grupo).
2. Comenta qué procedimiento has seguido para realizar la búsqueda
3. Selecciona de entre todas las webs buscadas (sin contar las que te hemos aportado en
el texto) las 5 más relevantes de cada grupo y comenta lo que ofrecen al usuario.

3.1.1. Contenidos
Los contenidos convierten a los portales o comunidades en un medio de co-
municación similar a los medios que tradicionalmente conocemos (radio, tele-
visión, prensa), en los que la comunicación se suele desarrollar de manera
unidireccional: del medio (el periódico, la emisora, el portal de Internet) a su
audiencia (los mayores).
© Universitat Oberta de Catalunya • Número de codi del mòdul 46 Personas mayores y TIC

Un portal, o una comunidad virtual pensada para usuarios mayores tiene su


sentido en la existencia de ciertos intereses o afinidades que comparten las
personas mayores de cierta edad (Furlong, 1997; DeGraves y Daniesuk,
2000). Estos intereses o afinidades comunes pueden ser de diversa naturale-
za:
• Una serie de temáticas que interesan especialmente a las personas mayo-
res y que no aparecen o aparecen poco en medios de comunicación (ya
sean estos los tradicionales o otros portales o comunidades presentes en
Internet). Por ejemplo, la información sobre ciertos aspectos de la salud o
sobre las pensiones podrían formar parte de estos contenidos de potencial
interés para los mayores.
• Un perfil similar a la hora de acercarse a las tecnologías de la comunica-
ción y la información. Así, se supone que entre las personas mayores po-
dríamos encontrar más personas novatas, a personas con más tiempo pa-
ra dedicar al portal o la comunidad, a personas que necesitan un tipo de
lenguaje específico para comprender ciertos temas, etc.
• Unas necesidades de accesibilidad comparables. Como ya hemos comen-
tado en otros apartados, podríamos tener en cuenta las dificultades que un
usuario mayor puede tener a la hora de acceder a la mayoría de portales y
comunidades y diseñar nuestras páginas de manera que se facilite este
acceso (Aguirre y Villar, 2000).

Este enfoque, mayoritario hoy por hoy, por el que una empresa o entidad (diri-
gida generalmente por personas jóvenes) y diseñan y ofrecen una serie de
contenidos que supuestamente interesan preferentemente a los mayores es
sin duda muy meritorio. Permite hacer visible a un cierto número de usuarios
de Internet que son frecuentemente olvidados por los portales o comunidades
generalistas y favorecen la incorporación y uso por los mayores de las tecno-
logías de la comunicación y la información, presentándolas como un instru-
mento útil y cercano a sus intereses.

Sin embargo, esta aproximación también puede presentar algunos riesgos.


Entre ellos, el de ver a las personas mayores como un grupo uniforme, cuando
es un hecho que la variabilidad de intereses entre este colectivo es tan grande
como pueda ser dentro de cualquier otro estrato de edad. Las personas mayo-
res, antes de ser mayores son personas, y tienen inquietudes y gustos parti-
culares, que pueden hacerles afines a otras personas de muy diversas eda-
des. No todos los mayores quieren obtener sólo contenidos ‘para mayores’.
La presencia de portales y comunidades ‘para mayores’, si bien comprensible
en estos primeros momentos de incorporación de los mayores a las TIC, pue-
de contribuir a aumentar la segregación que también en otros aspectos sufren
este colectivo.

Insertar portal.jpg
Las comunidades virtuales y portales para personas mayores, ¿responden a
unas necesidades diferenciadas o son un elemento más de segregración en
base a la edad?
© Universitat Oberta de Catalunya • Número de codi del mòdul 47 Personas mayores y TIC

Afortunadamente, Internet no es un medio que exija exclusividad, y la persona


puede participar perfectamente en muchas comunidades o portales diferentes,
algunos pensados para mayores, otros pensados simplemente para personas
con ciertas aficiones o intereses comunes independientemente de la edad.
En nuestra opinión, sin embargo, la situación futura ideal con la que consegui-
ríamos evitar los peligros mencionados anteriormente, sería la conversión de
los portales y comunidades ‘para mayores’ en portales ‘de mayores’, dirigidos,
diseñados y administrados por mayores.
Si bien esto es en último término poco realista debido a obstáculos tanto
técnicos como económicos (para lanzar un portal o comunidad cada vez se
necesitan más conocimientos especializados y recursos económicos), ten-
dríamos que llegar a una situación en la que los mayores participaran de for-
ma activa en el día a día de las comunidades, tanto las dirigidas a una au-
diencia mayor como las generalistas. El papel de los mayores en este sentido
es especialmente relevante como:
• Aportador de contenidos. Como comenta Fernández Hermana (1999), ‘la
persona mayor es ‘el sistema vivo que encapsula mayor cantidad de infor-
mación, conocimientos y experiencias’. Reflejar estas experiencias en un
medio como Internet, no dejar que se pierdan, puede ser una importante
función de la persona mayor en la nueva sociedad de la información.
• Experto. En la línea del punto anterior, la persona mayor, muchas veces
especialista en algunos temas concretos debido a su profesión o a aficio-
nes seguidas durante décadas, puede ser el animador ideal de ciertas co-
munidades o foros de encuentro. En otras, el papel del mayor como fuente
de ayuda y consejo a otras personas podría ser especialmente valiosa,
acercando al mayor a una especie de ‘voluntariado virtual’ paralelo al auge
del voluntariado presencial que estamos viviendo en estos momentos.
• Formador: La persona mayor que conoce el funcionamiento de las TIC se
convierte en el formador ideal para impartir sus conocimientos a otras per-
sonas mayores, ya sea virtual o presencialmente.

Independientemente del papel activo que la persona mayor pueda representar Algunas webs…

en la creación y gestión de los contenidos que ofrece un portal o comunidad,


Como por ejemplo
como usuario la persona mayor se puede beneficiar al menos de dos maneras Todoancianos
(http://www.todoancianos.com)
de estos contenidos: intentan interesar a un público
mayor como a los
• Información y ocio: la persona mayor puede encontrar en Internet aquella
profesionales o familiares que
información que necesita o en la que está interesado desde su propia ca- los atienden.

sa, ya sea información vinculada a la actualidad o a alguna temática espe-


cializada. Internet es, entre otras muchas cosas, un gran depósito de con-
tenidos dedicados a casi cualquier afición o interés que la persona pueda
tener. Así, la persona puede profundizar en sus aficiones, conocer otras
personas con las que compartirlas o, con relativamente pocos conocimien-
tos técnicos, incluso crear su propia página en la que volcar conocimientos
o experiencias.
• Formación: en Internet son cada vez más numerosos los cursos y tutoria-
les, ya sean gratuitos o no, avalados por una institución universitaria o pro-
© Universitat Oberta de Catalunya • Número de codi del mòdul 48 Personas mayores y TIC

ducto del trabajo de personas individuales, acerca de casi cualquier campo


del saber (Renold, 1999). Estos cursos han conseguido convertir Internet
en un medio de transmisión de conocimiento de primer orden, que supera
las limitaciones de espacio y tiempo de los métodos de enseñanza pre-
senciales tradicionales: el estudiante puede administrar de forma flexible
su tiempo de aprendizaje y hacerlo desde su propia casa. La inclusión de
características multimedia y el complemento de medios para comunicarse
con expertos y compañeros hacen este tipo de formación atractiva y efi-
ciente. Todas estas características pueden ser especialmente valoradas
por personas mayores que tienen el tiempo y la motivación suficiente para
comprometerse en nuevos retos de formación y mejora personal, en un es-
pacio en el que la edad es un parámetro relativamente invisible. Por todo
ello, no es de extrañar que entre los usuarios de Internet más mayores, el
aprendizaje on-line sea uno de sus preferidos (ARRP, 2000b).

3.1.2. Comunicación
Quizá la función de las TIC que más ha revolucionado vida cotidiana y profe-
sional de sus usuarios es su capacidad para comunicar personas o grupos de
personas. El correo electrónico, la telefonía móvil, las conversaciones en
tiempo real (o chats) nos han proporcionado nuevos medios de interacción
social, nuevas formas de conocer gente y de mantener amistades.
Aunque esta comunicación mediada por la tecnología no creemos que pueda
sustituir en ningún caso a la comunicación cara a cara, si resulta una alterna-
tiva para encontrar personas que compartan con nosotros ciertos gustos,
aficiones o intereses. Castells (2001) afirma que la sociabilidad a través de
Internet es especialmente apta para crear nuevos lazos, aunque estos no
serán tan fuertes como los que podemos crear mediante la interacción cara a
cara o bien para mantener vivos los lazos fuertes ya existentes.
Este último punto recuerda el concepto ya clásico de ‘intimidad a distancia’
(Shanas, 1979) como uno de los modos de relación social que las personas
mayores prefieren mantener con sus hijos. En este tipo de relación, cada cual
mantiene su independencia y los contactos cara a cara se realizan espacia-
damente en el tiempo. La relación y el sentimiento de preocupación de los
unos por los otros se mantendría a través de la interacción telefónica diaria o
casi diaria. Quizá en un futuro cercano el correo electrónico o las videoconfe-
rencia puedan sustituir a estas formas ‘a distancia’ de mantener la intimidad,
especialmente cuando los hijos o nietos viven a muchos kilómetros de distan-
cia.
Esta función de las TIC para mantener y crear relaciones sociales parece
especialmente útil en las personas mayores en aquellos casos en los que la
interacción cara a cara resulta especialmente difícil: personas con problemas
de movilidad, personas que viven en entornos rurales, personas que viven en
entornos residenciales, etc. Por ejemplo, White y McCornell (1999) llevaron a
cabo una experiencia de enseñanza de instrumentos de comunicación por
Internet (fundamentalmente correo electrónico) en una residencia y con perso-
nas mayores en su mayor parte con una salud frágil. Sus resultados muestran
que, una vez se sabe como funciona, el uso del correo electrónico aumentó a
© Universitat Oberta de Catalunya • Número de codi del mòdul 49 Personas mayores y TIC

lo largo del programa entre los residentes y aún después de que el periodo de
enseñanza y uso asistido hubiera finalizado.
Por otra parte, este tipo de relaciones sociales mediadas tecnológicamente
podrían favorecer los contactos intergeneracionales, ya sea con personas de
otras edades con intereses comunes, ya sea con los miembros más jóvenes
de la propia familia (el ejemplo típico son los nietos), quienes seguramente
están más acostumbrados a estas formas de contacto social mediadas por
TIC.

Tampoco hemos de desdeñar los efectos que estas relaciones virtuales pue-
den tener en las relaciones cara a cara. Por ejemplo, algunas comunidades
virtuales (el caso de SeniorNet es paradigmático) organizan eventos presen-
ciales en los que sus participantes pueden conocerse cara a cara. Estos
eventos (fiestas, cursos, etc.), además de potenciar el sentimiento de comu-
nidad, pueden constituir unas excelentes rampas de lanzamiento para el for-
talecimiento cara a cara de relaciones débiles que hasta el momento se ha-
bían desarrollado dentro de un ámbito virtual (Kim, 2000). Por otra parte,
participar en este tipo de relaciones tecnológicamente mediadas es una ex-
celente manera de integrar a la persona mayor dentro de la sociedad de la
información, constituyéndose incluso en un tema para tratar intergeneracio-
nalmente en las relaciones cara a cara con familiares o amigos.

Cada forma de comunicación mediada tecnológicamente tiene unas caracte-


rísticas propias, que la hacen más proclive a un tipo de relación que a otro.
Tres de las más populares son las siguientes:

• En los grupos de discusión o foros, el centro suele estar en una temática


externa que es el foco de interés de los participantes, que no necesitan
coincidir temporalmente los unos con los otros para comunicarse. Por
ejemplo, los foros de SeniorNet agrupan un conjunto de más de mil discu-
siones sobre temáticas diferentes: desde cómo cuidar un jardín hasta el
desembarco de Normandía, desde el apoyo ante la muerte del esposo o
esposa hasta discusiones sobre genealogía.
• Las conversaciones en tiempo real (o chat) necesitan que los participantes
coincidan en el tiempo para poder comunicarse. En ellos es especialmente
importante la habilidad para teclear, ya que las conversaciones pueden im-
plicar a muchas personas al mismo tiempo que realizan aportaciones casi
simultáneas. Aunque existen chats moderados y centrados en una temáti-
ca concreta, en ellos es mucho más fácil que en los foros acabar hablando
de temas personales.
• Los servicios de mensajería instantánea requieren, en principio, conocer
previamente a la persona con la que se quiere comunicar. El usuario tiene
una lista de contactos con los que puede comunicarse en cualquier mo-
mento, mientras estén conectados a Internet. Es una herramienta que favo-
rece la interacción habitual entre personas que ya se mantienen lazos pre-
vios (familiares, amigos, compañeros, etc.)
© Universitat Oberta de Catalunya • Número de codi del mòdul 50 Personas mayores y TIC

Insertar envio_correo.jpg
Las TIC pueden ser una interesante herramienta para mantener y crear nuevas
relaciones sociales en la vejez.

En alguna medida, todas estas formas de comunicación permiten que el usua-


rio participe sin que aspectos como la edad se tengan que revelar necesaria-
mente. Las personas mayores, como el resto de usuarios, pueden construir
una nueva identidad en estas interacciones, una identidad que puede desvi n-
cularse de los prejuicios fundamentados en la edad o en ciertas limitaciones o
estados físicos, prejuicios que sí afectan en gran medida a la interacción cara
a cara. Algunos autores, sin embargo en este anonimato un riesgo para cier-
tas personas, que pueden verse engañadas o decepcionadas al crearse ex-
pectativas poco realistas sobre las personas que realmente estaban en con-
tacto.

3.1.3. Servicios
Además de los contenidos y las herramientas de comunicación, las TIC ponen
al alcance de los usuarios todo un conjunto de productos y servicios que pue-
den ser conseguidos desde diferentes tipos de terminales (cajeros automáti-
cos, ordenadores o teléfonos móviles en el presente, aparatos de televisión en
el futuro cercano) que están accesibles las 24 horas todos los días del año y
de los que el usuario dispone fácilmente, ya que algunos se encuentran en su
hogar o incluso son portátiles.
Estas características hacen que estos servicios sean una excelente manera
para promover la autonomía de personas con problemas de movilidad, que
viven solas, que viven en entornos rurales, etc., colectivo entre el que conta-
mos con muchas personas mayores (Henke, 1999).
Entre otros servicios de los que se puede disfrutar a través de las TIC pode-
mos mencionar, por ejemplo:
• Comercio electrónico: Internet, entre otras muchas cosas, es una gran Algunos productos…

tienda en la que podemos adquirir prácticamente de todo: contratar un vi a-


que podrían ser de especial
je, comprar alimentos, adquirir entradas para asistir a espectáculos, etc. interés para las personas
mayores, como la venta de
En una encuesta realizada en Estados Unidos, el 54% de los usuarios de medicamentos, se encuentran
en nuestro país trabas legales
Internet de más de 45 años habían comprado productos por medio de In-
que impiden su
ternet, situándose en 15 el promedio de compras realizadas por estos comercialización electrónica,
mientras que en otros países,
usuarios en el último año. El 82% de estos usuarios mayores del comercio como Estados Unidos, es uno
de los productos más vendidos
electrónico estaban completamente satisfechos del servicio recibido
a través de Internet. Quizá en
(ARRP, 2000 a). Estas cifras sin duda tenderán ser más elevadas en los un futuro tanto las recetas
como la adquisición de
próximos años, aunque el despegue de esta forma de comercio está sien- medicamentos puedan
realizarse sin tener que
do más lento de lo inicialmente previsto.
desplazarse al médico o a la
• Servicios bancarios: actualmente ya se pueden hacer gran número de farmacia.

gestiones bancarias a distancia, como son la consulta de movimientos, el


pago de facturas, la contratación de productos financieros, etc. Sin embar-
go, y especialmente cuando se trata del trato con dinero, las cuestiones
de seguridad y confianza que los usuarios perciban en este nuevo sistema
será fundamental para predecir la rapidez con la que se popularice.
© Universitat Oberta de Catalunya • Número de codi del mòdul 51 Personas mayores y TIC

• Servicios de la administración: una de las estrategias de las diferentes


administraciones para acercar la política y la toma de decisiones a los
ciudadanos es poner al alcance del ciudadano toda la información y abrir
canales para promover su participación. Internet sin duda es un instrumen-
to clave en esta estrategia. Ya hoy vemos como ayuntamientos, gobiernos
autonómicos, diputaciones y otras entidades públicas intentan mantener
actualizadas sus páginas web y ofrecer servicios útiles a sus usuarios,
como son la realización de ciertas gestiones a distancia, sin necesidad de
desplazarse ni rellenar papeles. En el futuro, quizá este nivel de ‘ciudada-
nía electrónica’ se vea potenciado con la posibilidad, por ejemplo, de votar
electrónicamente. Sin duda la integración de las personas mayores dentro
de estos avances será un factor importante para garantizar la integración
social de este colectivo y igualdad de derechos.

Las personas mayores pueden encontrar ya hoy mucha información


relevante y posibilidades de comunicación a través de Internet. Sin em-
bargo, el reto fundamental que dará la medida de la integración de las
personas mayores en la sociedad de la información es su habilitación
no sólo como consumidores de recursos en línea, sino como creadores
de estos recursos o asesores en el proceso de su creación. Sólo así
garantizaremos que el punto de vista de las personas de todas las eda-
des está presente en el universo electrónico que nos propone Internet.

Actividad
En este apartado hemos comentado como existe una oferta de contenidos en Interenet
dirigida a las personas mayores. Os proponemos hacer un pequeño análisis de esta oferta.
Se trata de entrar en tres portales o cumunidades virtuales dirigidas a personas mayores y
compartalas en varias dimensiones. Entre otras dimensiones, podeis analizar las siguientes:

• Contenidos. ¿Qué estructura temática propone cada una de ellas? ¿Cómo se


encuentran organizados los contenidos? ¿Quién los firma y qué grado que fiabilidad
podemos atribuirles? ¿Cuál es la naturaleza de estos contenidos (texos, imágenes,
animaciones, sonidos, etc.)? ¿Qué servicios se ofrecen además de los meramente
informativos?
• Heramientas de participación: ¿De cuáles de estas herramientas (foros, chats, correo
electrónico, etc.) dispone la comunidad? ¿Cuál es la vinculación de estas herramientas
a los contenidos? ¿Existen vías para fomentar y vehicular las aportaciones del usuario?
¿Qué grado de participación se consigue?
• Diseño: ¿Qué colores se utilizan? ¿Qué tipo y tamaño de letra se utiliza? ¿Cuánto tarda
en descargarse la página? ¿Cuál es el sistema de navegación por las páginas y
secciones? ¿Qué grado de usabilidad presenta las páginas?

En este análisis, al menos una de las tres comunidades o portales que analiceis ha de estar
en inglés.

3.2. Salud y TIC


Podemos decir sin temor a equivocarnos que el ámbito de la salud es uno de
los que más interés despierta en las personas mayores. Aunque de ninguna
manera hemos de identificar el envejecimiento con la enfermedad, ya que la
gran mayoría de personas mayores goza de autonomía y buena salud, sí es
cierto que algunas enfermedades y déficits graves aumentan su probabilidad
de aparición a medida que envejecemos (como, por ejemplo, el cáncer o las
© Universitat Oberta de Catalunya • Número de codi del mòdul 52 Personas mayores y TIC

enfermedades cardiovasculares) y otras se encuentran prácticamente restrin-


gidas a las últimas décadas de la vida (es el caso de las demencias, por
ejemplo).
Para las personas mayores la salud parece ser un dominio de especial preo-
cupación e interés. Mientras que en los jóvenes la salud es algo dado por
supuesto, en el caso de los mayores es un bien cada vez más preciado que
perciben amenazado por el paso del tiempo.
Por ello no es extraño que hayan aparecido numerosas aplicaciones de las
TIC centradas en este ámbito y dirigidas a las personas mayores.
Una de las primeras aplicaciones es la publicación en Internet, y por lo tanto, Muchos de los portales…

fácilmente accesible, de información sobre la salud y la enfermedad. Así, en


que encontramos en Internet
la red encontramos multitud de páginas donde podemos encontrar información dedicados a la salud incluyen
secciones específicas para
relacionada con temas como la prevención, el conocimiento de enfermedades personas mayores o sobre
temáticas geriátricas.
(sus causas, sus efectos, los tratamientos y cuidados necesarios), cuestio-
nes relacionadas con la dietética, con el ejercicio físico, etc.
Un paso más es incorporar interactividad a esta simple exposición de informa-
ción. Una vía para hacerlo son los programas que, previa entrada de determi-
nados datos por parte del usuario, responden con una información personali-
zada. Así, por ejemplo, en diversas páginas de salud encontramos
cuestionarios autoadministrables para conocer los riesgos de algunos de
nuestros hábitos (por ejemplo, nuestro consumo de tabaco o alcohol) o pode-
mos conocer la cantidad de calorías que consumimos en nuestra dieta.
Una segunda forma más sofisticada de incorporar interactividad y personaliza-
ción es, directamente, disponer de espacios en los que realizar consultas
virtuales a especialistas de diversos temas relacionados con la salud. A las
preguntas sobre determinados problemas, el especialista respondería, bien
públicamente en foros, bien privadamente en el buzón de correo electrónico
del demandante de información, con los comentarios o consejos oportunos.
Esta última forma de utilizar las TIC sin duda es la que tiene más futuro, en
especial cuando estas consultas puedan dejar de ser únicamente textuales y
pasar a aprovechar las posibilidades de la transmisión de audio y vídeo a tra-
vés de la red. El futuro de este tipo de servicios pasa, además por la fiabilidad
de la fuente de información (en este caso, del especialista en salud) en estas
‘consultorios virtuales’, aspecto que, tal y como conocemos hoy, no está
suficientemente garantizada en la gran mayoría de casos.

Las TIC también pueden tener un papel relevante en el seguimiento y asisten-


cia a personas mayores enfermas, con algún grado de dependencia o en si-
tuación de riesgo. Este campo que pretende poner la tecnología al servicio de
la promoción de la autonomía personal y la calidad de vida se conoce como
gerotecnología (Fozard, Rietsema, Bouma y Graafmans, 2000).
Los cuidadores…
© Universitat Oberta de Catalunya • Número de codi del mòdul 53 Personas mayores y TIC

Un ejemplo prototípico de este uso son los servicios de teleasistencia y te-


lealarma. Estos servicios implican que el usuario lleve un pequeño dispositivo
De personas mayores
comunicador en forma de colgante o pulsera. Si se produce una situación de dependientes también tienen
sitios web y recursos en línea
emergencia, el usuario aprieta el comunicador y este hace llegar la señal por para ayudarse unos a otros,
proporcionándose consejos y
medio de un teléfono especial a un centro receptor que inmediatamente se
soporte emocional a distancia.
pone en comunicación con el usuario para concretar la demanda o, directa- Comunidades como
http://www.getcare.com,
mente, envía la ayuda pertinente. Este tipo de tecnología contribuye a fomen- http://www.caregiving.com o
http://www.caregiverzone.com
tar la independencia de las personas mayores enfermas o semidependientes y
son algunos de los sitios webs
a incrementar su seguridad, ya que funcionan las 24 horas del día. Además, pioneros en este sentido.

en algunos casos, la institución que presta el servicio (por ejemplo, la Cruz


Roja es pionera en nuestro país) puede utilizarlo para hacer el seguimiento de
la incidencia.

Insertar teleasistencia.jpg
El usuario lleva el dispositivo de teleasistencia.siempre encima, colgado en el
cuello o en la muñeca.

Para el seguimiento de personas mayores enfermas o con dificultades para


llevar una vida autónoma, también hay experiencias que han utilizado siste-
mas automatizados de recogida de información. Por ejemplo, el TLC-Elder
Care (Telephone Linked Communications for Elder Care) es un sistema infor-
mático que llama al usuario y realiza automáticamente preguntas sobre el
grado en que el usuario es capaz de realizar autónomamente ciertas activida-
des cotidianas (por ejemplo, bañarse, ir a comprar, hacer la comida, etc.) y la
cantidad y tipos de ayuda que está recibiendo. El usuario responde al siste-
ma, que avisa de la posible necesidad de ayuda al centro o la institución sani-
taria o social correspondiente. Sistemas de este tipo, debido a su bajo coste,
pueden extender ciertos servicios de valoración funcional de la persona y ne-
cesidades de ayuda a colectivos muy extensos (Mahoney, Tennstedt, Fried-
man y Heeren, 1999).
Dentro del mismo ámbito de la teleasistencia, también merece la pena men-
cionar el proyecto TASC (Telematics Aplication Supporting Cognition,
http://www.tascsupport.com). Este proyecto, financiado en parte por la Unión
Europea, elabora aplicaciones informáticas que sirvan de ayuda a la planifica-
ción comunicación y toma de decisiones de personas con déficits cognitivos
(por ejemplo, personas con demencias). En la actualidad se dispone de apli-
caciones informáticas que sirven a apoyo en aspectos tan importantes como:
• La planificación diaria, recordando al usuario en el momento adecuado qué
actividades importantes ha de hacer (por ejemplo, tomar un medicamento,
visitar al médico, etc.). La información puede presentarse con el apoyo de
imágenes y sonido.
• La comunicación, facilitando las llamadas de teléfono gracias a un interfaz
amigable y a una agenda de números en un formato accesible para las
personas con dificultades cognitivas o sensoriales (incluyendo información
multimedia, integrando textos, imágenes y sonido).
© Universitat Oberta de Catalunya • Número de codi del mòdul 54 Personas mayores y TIC

• La guía, proporcionado, paso a paso, instrucciones para realizar activida-


des comunes que pueden resultar difíciles para las personas con déficits
cognitivos, como hacer la comida o utilizar la lavadora.
• La supervisión de la casa, controlando, por medio de sensores, ciertos
aspectos del hogar del paciente que pueden poner en peligro su seguridad.
Por ejemplo, puede hacer sonar una alarma si el gas no se ha apagado co-
rrectamente, detecta y avisa de la presencia de humo, etc. También puede
detectar cuando sale de casa, y avisar a los cuidadores si se hace en un
horario intempestivo (por ejemplo, de madrugada).
• La información, proporcionando datos como el día en el que está, el tiempo
que hace, las películas en cartel, la programación de la televisión, etc.
Todas estas funciones se realizan por medio de interfaces amigables, que
utilizan las capacidades multimedia de los ordenadores para facilitar ser más
eficientes, presentando la información, además de en formato textual, en for-
ma de dibujos, imágenes y sonido. Los datos previos para personalizar a el
funcionamiento de las aplicaciones han de ser introducidos previamente por
sus cuidadores.

Insertar imagen tasc.jpg


La interfaz de TASC esta diseñada de manera que sea intuitiva y de fácil
comprensión.

Por último, también existen aplicaciones de las TIC en el ámbito terapéutico.


Por ejemplo, se han diseñado programas de ordenador con el objetivo es es-
timular cognitivamente a enfermos con demencias u otras patologías que
afectan al rendimiento intelectual del enfermo. Este tipo de aplicaciones par-
ten del supuesto que una determinada habilidad mental (la memoria, la aten-
ción, las capacidades de cálculo o de razonamiento, etc.) se conserva en
mejor estado si el paciente la practica regularmente.
En nuestro país, desde la Fundación Intras (http://www.intras.es), se está
desarrollando GRADIOR, un programa que cumple este cometido (Franco y
cols, 1998, ¿???). GRADIOR es una aplicación multimedia que plantea pro-
blemas y juegos cognitivos que el paciente ha de resolver en un ordenador.
Este ordenador dispone de una pantalla táctil para facilitar el acceso del pa-
ciente.
El nivel de dificultad, la cantidad y el tipo de tareas (el área cognitiva al que
van dirigidos) que el ordenador plantea al paciente son decididos previamente
por el profesional. Para decidir estos aspectos puede utilizar los resultados
diagnósticos o incluso los propios resultados obtenidos por el paciente en
sesiones anteriores con el programa. Actualmente existe también una nueva
versión de este programa, el Telegradior, en el que, a través de Internet, el
profesional puede programar las tareas que el paciente llevará a cabo en la
institución donde se administre la rehabilitación o incluso en su propia casa.
Los resultados también son enviados utilizando la red.
Estas perspectivas optimistas respecto a la aplicación de recursos tecnológi-
cos en el seguimiento y tratamiento de problemas de salud plantean, sin em-
© Universitat Oberta de Catalunya • Número de codi del mòdul 55 Personas mayores y TIC

bargo, una serie de implicaciones éticas que también tenemos que tener en
cuenta.
A la hora de implementar uno de estos sistemas se ha de tener en cuenta no
sólo qué se gana, sino también si se pierde algo. No hemos de dejarnos llevar
por una especie de ‘tecnoeuforia’ que ve en la tecnología un medio siempre
mejor y más barato de hacer las cosas. Hemos de tener en cuenta que de-
terminadas tareas es difícil que puedan realizarse sin la mediación de un con-
tacto humano y que a veces los remedios tecnológicos pueden ser también la
excusa para sustituir o no invertir lo suficiente en recursos no tecnológicos
que han acreditado su eficiencia.
Estas implicaciones éticas son muy importantes cuando se trata de imple-
mentar sistemas tecnológicos que pueden suponer una invasión de la intimi-
dad de la persona, o cuando se aplican a pacientes que, debido a su situa-
ción, no pueden decidir por ellas mismas si los desean o no (Coulson, 2000).

Actualmente investigadores de diferentes países están trabajando en una línea de estudio


que puede parecer futurista pero que está comenzando a dar sus primeros frutos: el uso de
la realidad virtual como entorno de diagnóstico, prevención y rehabilitación de personas
afectadas por demencias. La potencia de esta tecnología reside su capacidad para re-crear
ambientes:
• Muy complejos, en tres dimensiones y una apariencia altamente realista.
• Controlados en todos sus detalles por el diseñador o el terapeuta, que puede
modificarlos a su gusto.
• Sensibles a los comportamientos del usuario, adaptándose a estos comportamientos y
por ello proporcionando un feedback inmediato al usu ario.
• Capaces de proporcionar gran cantidad de datos sobre el comportamiento del usuario,
datos que pueden servir para evaluar de forma mucho más precisa al paciente y para
modificar las características de la simulación de acuerdo con su perfil.
• Soportados, a diferencia de lo que pasaba hace unos años, por máquinas
relativamente baratas y de mantenimiento sencillo.
Así, mediante realidad virtual se pueden simular situaciones cercanas a la vida cotidiana
que el paciente ha de enfrentar. El objetivo es mantener competencias que todavía se
poseen, a la vez que, dentro de lo posible, se rehabilitan las que parecían perdidas o se
fomentan modos compensatorios de actuación.

Insertar realidad_virtual
Mediante realidad virtual podemos simular en ordenador entornos cotidianos en los que
ambientar tareas de diagnóstico o rehabilitación de competencias.

Una de las orientaciones que más futuro parece tener en la aplicación


de las TIC a las personas mayores es su papel protésico o compensa-
dor de ciertas pérdidas que son cada vez más frecuentes a medida que
envejecemos. En este sentido, las TIC y su desarrollo para personas
mayores están claramente vinculadas a un objetivo fundamental: el au-
mento de la autonomía personal y la calidad de la vida de las personas.
© Universitat Oberta de Catalunya • Número de codi del mòdul 56 Personas mayores y TIC

Resumen

Las personas mayores presentan una tasa muy bajas de acceso a las TIC,
especiamente si la comparamos con la de los jóvenes o personas de mediana
edad. Este alejamiento de las TIC del aleja también de los cambios que están
la tecnología está protagonizando en la vida de muchas personas en los paí-
ses desarrollados y de los posibles beneficios que su uso podría comportar.
Entre ellos encontramos:
• Integración intergeneracional
• Crecimiento cognitivo y nuevas posibilidades de formación
• Fomento de la creación y mantenimiento de relaciones sociales
• Aumento de la calidad de vida y posibilidad de mitigar o compensar ciertos
déficits o sus consecuencias adversas asociadas
Ante esta situación, nos encontramos ante dos grandes retos:
• Fomentar el acceso de las personas mayores, identificando y eliminando
los elementos que lo obstaculizan.
• Una vez hemos conseguido este acceso, generar servicios que, utilizando
las TIC como instrumento, satisfagan las expectativas de las personas
mayores y en los que ellos representen un papel director.

Respecto al primero de los retos, se ha enfatizado el papel que los factores


económicos, los estereotipos y creencias, la falta de formación y el diseño de
los dispositivos tecnológicos podrían tener en el escaso uso de las TIC por
parte de las personas mayores.
Respecto al tema de las creencias y estereotipos, hemos diferenciado entre
creencias respecto a la vejez, respecto al sentido que tiene la formación en
edades avanzadas y respecto a las actitudes tecnófobas de las personas
mayores y el papel clave que tienen en los primeros momentos de uso de las
TIC.
Se han descrito los resultados de estudios que han intentado formar a las
personas mayores en el uso de las TIC. La mayoría de ellos muestra como, si
los comparamos con los jóvenes, los mayores parecen aprender más lenta-
mente y necesitar más ayuda. Estos resultados, sin embargo, han de ponerse
en relación al las propias necesidades de la persona mayor y a otros benefi-
cios que la formación puede tener en ellos (por ejemplo, la potenciación del
bienestar personal, de la autoeficacia, el aumento de relaciones sociales,
etc.). De cualquier manera, siguiendo ciertas recomendaciones en el diseño
de programas formativos optimizaríamos el acceso de los mayores a las TIC.
También se ha puesto de manifiesto como, aunque actualmente la tecnología
es mucho más intuitiva y fácil de utilizar que en el pasado, en muchas oca-
siones está orientada hacia un usuario estándar joven. Sería adecuado que
también los mayores participaran y juzgaran el diseño y usabilidad de los
dispositivos tecnológicos para que fueran accesibles a personas de todas las
edades.
© Universitat Oberta de Catalunya • Número de codi del mòdul 57 Personas mayores y TIC

En relación con el segundo de los retos que mencionábamos anteriormente,


se ha analizado el tipo de recursos dirigidos a un público mayor que encon-
tramos en Internet, destacando los contenidos, herramientas de comunicación
y servicios que se ofertan y las utilidad que pueden tener para el usuario. En
este contexto, se ha discutido la pertinencia de estos recursos pensados para
mayores, pero no por mayores, poniendo en duda, a largo plazo, el sentido de
comunidades virtuales que únicamente se fundamenten en la edad y no en los
intereses de sus miembros. Así, se ha abogado por un papel de la persona
mayor mucho más activo no sólo en las comunidades de mayores, sino en
cualquier tipo de comunidad.
Por último, hemos acabado describiendo algunos de los desarrollos de las TIC
orientados al ámbito de la salud, y cómo la tecnología puede incrementar la
autonomía y la calidad de vida de las personas mayores en situación con
déficits físicos, sociales o cognitivos.
© Universitat Oberta de Catalunya • Número de codi del mòdul 58 Personas mayores y TIC

Glossari

Brecha digital : diferencia que se establece en entre aquellos colectivos que tie-
nen acceso a las TIC y a los recursos, productos y servicios mediados por
estas tecnológias y aquellos colectivos que no disponen de este acceso.

Chat: conversación en tiempo real entre dos o más personas utilizando Internet
como canal de comunicación. Generalmente esta comunicación es únicamen-
te textual, aunque también existe la posibilidad de enviar señal de audio o
incluso vídeo.

Comunidad virtual : aquel grupo de personas que comparten conocimientos a


distancia en relación a unos intereses comunes. Para cumplir este propósito
necesitan de un entorno de comunicación a distancia (generalmente un sitio
web) que les permita al menos las modalidades de comunicación de uno-a-
uno y de uno-a-todos.

Control (en relación a las actitudes hacia la tecnología): Grado en el que la


persona cree que el ella quién domina a la máquina y la dirige de acuerdo con
sus fines (control interno) o, por el contrario, cree que la máquina actúa por
ella misma con independencia del usuario, siendo comprendida únicamente
por expertos (control externo).

Foro (virtual): discusión entre dos o más personas en la que cada uno de ellos
envía mensajes sobre un mismo tema a un único espacio accesible a través
de Internet. Los mensajes se suelen organizar en hilos de aportación inicial –
respuestas generadas. En esta comunicación no es necesaria la coincidencia
espacial ni temporal de los participantes.

Hardware : componentes físicos de un dispositivo tecnológico (generalmente te


utiliza en referencia a los ordenadores o las redes).

Interfaz: elemento de comunicación entre dos componentes de hardware, entre


dos componentes de software o bien entre el usuario y las aplicaciones infor-
máticas que ha de manejar. En este último caso, el interfaz sería la aparien-
cia externa, para el usuario, de la aplicación.

Internet: Red que intercomunica miles de otras redes diseminadas por todo el
mundo, que permite acceder, desde cualquier ordenador conectado a ella, a
servicios y recursos de diferente tipo, entre los que se encuentran la Word
Wide Web, el correo electrónico, la transferencia de ficheros o las conversa-
ciones en tiempo real. A su vez, estos servicios son la herramienta para ofre-
cer recursos con finalidades recreativas, formativas, comerciales o informati-
vas a los usuarios conectados.
© Universitat Oberta de Catalunya • Número de codi del mòdul 59 Personas mayores y TIC

Memoria de trabajo : recurso cognitivo concebido como la integración entre el


procesamiento y el almacenamiento de información. Así, se pone en juego
cuando preservamos y recuperamos de la memoria cierta información mien-
tras al mismo tiempo ejecutamos operaciones sobre esa información u otra
relacionada.

Periférico: dispositivo tecnológico conectado a otro dispositivo central procesa-


dor de datos. Mediante los periféricos el usuario puede comunicar órdenes al
dispositivo central (generalmente un ordenador) o recibir los resultados del
procesamiento de datos una vez finaliza.

Portal : sitio web que ofrece a sus usuarios, de forma integrada y sencilla, in-
formación y recursos de diferente naturaleza, entre los que se suelen encon-
trar buscadores, correo electrónico, foros, conversaciones en tiempo real o
comercio electrónico.

Sitio web: colección de páginas web dotada de una dirección única y general-
mente, creada y administrada por una misma persona, entidad, institución o
empresa.

Sociedad de la información : estado de desarrollo social caracterizado por la capa-


cidad de sus miembros (ciudadanos, empresas y administración pública) para
obtener y compartir cualquier información, instantáneamente, desde cualquier
lugar y en la forma que se prefiera.

Software : Programas o elementos lógicos que posibilitan e indican a un disposi-


tivo tecnológico como funcionar.

Tecnofobia : significados negativos y temores asociados a la tecnología que


conducen a una evitación del contacto y conocimiento de nuevos dispositivos
tecnológicos.

Usabilidad : grado en el que un sistema tecnológico es intuitivo, fácil de utilizar y


requiere escaso esfuerzo y tiempo de aprendizaje.
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