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Trabajo Práctico
Trabajo Práctico
Leonhard Euler
Aunque obstaculizado por una pérdida parcial de visión antes de cumplir 30 años y
por una ceguera casi total al final de su vida, Euler produjo numerosas obras
matemáticas importantes, así como reseñas matemáticas y científicas.
Euler tenía una memoria prodigiosa; recordaba las potencias, hasta la sexta, de
los 100 primeros números primos, y la Eneida entera. Realizaba cálculos
mentalmente que otros matemáticos realizaban con dificultad sobre el papel.
Leonhard Euler
Leonhard Euler
A causa de su extrema dedicación al trabajo, dos años más tarde perdió la visión
del ojo derecho, hecho que no afectó ni a la calidad ni al número de sus hallazgos.
Hasta 1741, año en que por invitación de Federico el Grande se trasladó a la
Academia de Berlín, refinó los métodos y las formas del cálculo integral (no sólo
gracias a resultados novedosos, sino también a un cambio en los habituales
métodos de demostración geométricos, que sustituyó por métodos algebraicos),
que convirtió en una herramienta de fácil aplicación a problemas de física. Con ello
configuró en buena parte las matemáticas aplicadas de la centuria siguiente (a las
que contribuiría luego con otros resultados destacados en el campo de la teoría de
las ecuaciones diferenciales lineales), además de desarrollar la teoría de las
funciones trigonométricas y logarítmicas (introduciendo de paso la notación e para
definir la base de los logaritmos naturales).
Sin embargo, Euler es aún un genio por descubrir. Este es un pequeño homenaje
a su amor por las matemáticas y a su enorme creatividad.
En esta ocasión no obtuvo el premio que concedía la Academia, tan sólo una
mención honorífica. Pero la Academia acabaría rendida a los méritos de Leonhard
concediéndole hasta doce premios a lo largo de su vida. En 1727, recién
cumplidos los 20, Euler opta a la cátedra de filosofía natural de la universidad de
Basilea, con un trabajo sobre el sonido, Dissertatio physica de sono, pero es
rechazado por su juventud.
Justo el día en que Euler llega a San Petersburgo, el 27 de mayo de 1727, muere
Catalina la Grande, la protectora de la Academia. Su sucesor, Pedro II, no
compartía esta vocación de mecenas de las ciencias y Euler para sobrevivir tuvo
que enrolarse en la marina rusa en la que durante tres años ocupo el grado de
teniente de navío.
Por suerte para la ciencia Pedro II duró poco en el trono y en 1730 sucediéndole
su hija Ana que relanzará la Academia. Gracias a este hecho, en 1730, Euler
ocupará la cátedra de filosofía natural y en 1733 sucederá en la cátedra de
matemáticas a su amigo Daniel, que había abandonado Rusia para hacerse cargo
de la cátedra de matemáticas en la Universidad de Basilea. Ese mismo año
Leonhard se casó con Catherine Gsell, hija del pintor sueco G. Gsell, que en ese
momento dirigía la Academia de Pintura de San Petersburgo. Este matrimonio
tuvo 13 hijos, cinco de los cuales murieron siendo aún niños.
La pluma de Euler durante los 14 años que va a durar su primera estancia en San
Petersburgo no va a tener ni un día de descanso. En esos años publicará más de
100 memorias y artículos sobre los temas más diversos, (la gran mayoría de los
artículos de los Comentarii de la Academia corresponden a Euler).
Un año más tarde, en 1730, introdujo la función beta, para s,t>0, probando la
relación entre las funciones gamma y beta, .
El año 1736 publicó la primera de las varias pruebas que dio del Pequeño
Teorema de Fermat. Si p > 0 es primo, entonces p divide a ap – a. De este
resultado dará a lo largo de su vida otras dos demostraciones, la última en 1768.
Ese mismo año también dio una prueba de la irracionalidad del número e,
utilizando fracciones continuas, y dos años más tarde, en 1739, demostró la
irracionalidad del cuadrado del número e.
Poco antes de abandonar San Petersburgo, en 1739, le escribe una nota a Johann
Bernouilli en la que le comunica como las ecuaciones diferenciales de coeficientes
constantes se pueden resolver mediante la resolución de su ecuación
característica asociada.
Cuando Euler llegó a Berlín, el año 1741, encontró al reino prusiano sumido en la
primera guerra de Silesia y con una actividad científica prácticamente inexistente.
Como consecuencia no le fue posible ocupar su cátedra en la Academia, debido a
que en ese momento estaba pasando por la peor crisis económica desde su
fundación. Para ganarse la vida Euler se ocupó en dar clases a miembros de
familias nobles, entre las que destaca las impartidas a la princesa Filippina von
Schwendt, pariente del rey de Prusia; durante años le dio lecciones y al ser
interrumpidas, Euler las completó por escrito, naciendo de esta forma sus famosas
Lettres a une princese d’Allemagne (Las cartas a una princesa sobre diversos
temas de Física y de Filosofía1), obra que es considerada como la primera obra
divulgativa de física que se haya elaborado. Está compuesta por tres tomos
publicados en Rusia, el primero en 1768 y el último en 1772.
Durante el cuarto de siglo que duró su estancia en Berlín, Euler continuó con su
producción febril, seguió mandando regularmente artículos para los Comentarii, la
revista de la Academia de San Petersburgo de la que continuó siendo editor, envió
en total más de 100, casi tantos como los que publicará en las Memorias de la
Academia de Berlín – 127 -; investigó sobre todos los temas matemáticos del
momento y publicó cientos de memorias y de artículos, pero de este época, de su
primera década en Berlín, data uno de los mejores regalos del genio de Basilea a
la historia de las matemáticas, su Introductio in analysin infinitorum, (1748), el
nacimiento oficial de las funciones, uno de los libros de matemáticas más
influyentes de todos los tiempos.
Cuatro años antes, en 1744, había publicado su primera visión del cálculo de
variaciones, Methodus inveniendi lineas curvas... , y la Theoria motuum
planetarum y cometarum. Dos años más tarde su Teoría sobre la luz y el color. Su
ritmo de producción se mantiene a un nivel inusitado.
Según Euler, las propiedades de los logaritmos se mantienen para los números
negativos, en contra de la opinión de Leibniz, es decir:
La clave estaba en la constante ln(-1). Para Bernoulli esta constante valía cero.
Pero Euler tenía la llave desde la Introductio. Haciendo en su identidad x = π ,
obtiene eiπ = cos π + i sen π y, por tanto, ln (-1) = i π
Para sorpresa de todos, los logaritmos de los números negativos no sólo existen
sino que además son números imaginarios.
No deja de ser un nota reveladora del carácter de Euler la carta dirigida a Golbach
en la que eufórico le comunica su cálculo de z = ii
Tomando logaritmos:
Así que
si un poliedro es tal que su superficie puede ser deformada con continuidad hasta
transformarse en la superficie de una esfera, entonces se verifica que: C+V=A+2
El trato que le dispensó Catalina II de Rusia fue todo lo contrario. Dispuso para él
y su familia, 18 miembros en total, una enorme mansión y puso a su disposición a
su mejor cocinero. Esto debió consolarle del golpe que debió suponer la pérdida
de todos sus objetos personales y numerosos escritos sin publicar que se
perdieron en el naufragio del barco que los transportaba desde Alemania. Para
colmo una catarata en el ojo izquierdo comenzó a hacerle perder progresivamente
la visión de su ojo sano. Su casa, junto a otras 500, fue víctima de un incendio que
casi siega su vida y en el que volvió a perder una buena parte de sus manuscritos,
entre ellos su memoria sobre la Luna. En 1776, viejo y casi ciego pierde a su
esposa, aunque al año siguiente se casa con su cuñada. A pesar de todos estos
percances vitales Euler continuó con su producción febril. En esta etapa publicó
más de 350 trabajos, muchos de ellos sobre su gran afición: la teoría de números
en la que nos ha dejado magníficos resultados sobre números perfectos (el
teorema de Euclides-Euler), sobre números amigos (sus famosas 62 parejas que
al final fueron sólo 60), sobre números primos...
Entre 1768 y 1770 verán la luz los tres tomos de las Instituciones calculi integralis,
donde presenta su visión analítica del cálculo de variaciones, entre 1769 y 1771
los tres tomos de la Dioptrica, que convertiría a Euler en el precursor de los
fenómenos de interferencia y difracción de la luz, aspectos que fueron
definitivamente resueltos por el científico A. Fresnel(1788-1827), y en 1774 su
segunda Scientia navalis menos teórica y mucho más práctica que la publicada en
1749.
A lo largo de toda su vida y en todas sus obras, Euler se manifiesta con un estilo
claro, llano y sencillo, alejado de la pedantería que rodea muchas publicaciones
científicas; porque Euler fue también un maestro y un divulgador fabuloso.
Condorcet lo expresa de manera precisa:
“Cuando publicaba una memoria sobre un asunto nuevo, exponía con sencillez el
camino que había recorrido, haciendo observar sus dificultades y vericuetos, y tras
hacer seguir al lector la marcha de su espíritu durante los primeros ensayos, les
enseñaba cómo había conseguido encontrar el camino más fácil, lo que
demuestra que prefería la instrucción de sus discípulos a la satisfacción que
pudiera producirle su asombro, y creía no hacer bastante por la ciencia si no
agregaba a las verdades nuevas con que la enriquecía, la sincera exposición de
las ideas que le habían conducido a su descubrimiento”
Bibliografía
Castro Chacid, I.. Leonhard Euler. Grupo Editorial Iberoaméricano. México D.F.
1996
http://www.math.dartmouth.edu/~euler/historica/condorcet.html
Durán A. J. Historia, con personajes, de los conceptos del cálculo. Alianza Univ.
Madrid 1996.
http://www.math.dartmouth.edu/~euler/historica/fuss.html
Nota:
Creo que podemos resumir el trabajo de Euler al decir que creó una gran cantidad
de análisis, y revisado casi todas las ramas de la matemática pura, que se
conocían entonces, llenar los datos, añadiendo pruebas, y organizar el conjunto
en una forma consistente. Esta labor es muy importante, y es una suerte para la
ciencia cuando caen en manos tan competentes como las de Euler.
También en este caso [pp 85, 90, 93], nos encontramos con el correo símbolo
utilizado para referirse a la base de los logaritmos neperianos, es decir, el número
inconmensurable 2.71828 ..., y el símbolo utiliza para indicar el número
inconmensurable 3,14159 .... El uso de un solo símbolo que represente el número
2.71828 ... parece ser debido a Cotes, quien lo denotado por M, Euler en 1731
denotado por correo. Al mejor de mi conocimiento, Newton había sido el
primero en emplear la notación exponencial literal, y Euler, utilizando el
formulario , Había tomado una como la base de cualquier sistema de
logaritmos. Es probable que la elección de correo de una base particular, se
determinó que sea la vocal consecutivos a un archivo. El uso de un solo símbolo
que represente el número 3.14159 ... parece haber sido introducido sobre el inicio
del siglo XVIII. W. Jones en 1706 representaba el , Un símbolo que había sido
utilizado por los Oughtred en 1647, y por Barrow unos años más tarde, para
denotar la periferia de un círculo. Jean Bernoulli representado el número
de c;Euler en 1734 denotado por p, y en una carta de 1736 (en el que enunció el
teorema de que la suma de los cuadrados de los inversos de los números naturales
es el / 6) se utiliza la letra c; Chr. Goldbach en 1742 utiliza , Y después de la
publicación de los análisis de Euler en el símbolo se emplea generalmente.
por lo tanto
Por lo tanto = p y = (P + 1), y como el cociente p: p + 1 está en su
mínima expresión, debe ser un entero positivo. Ahora, a menos que = 1,
tenemos 1, , P y p como factores de p, por otra parte, si pno sea primo,
habrá también otros factores menos. Por lo tanto, = 1 y p un primo, que han
y le dio las ecuaciones generales del movimiento de un cuerpo libre, que suelen
presentarse en forma