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ESCUELA DE PSICOLOGÍA

“VULNERABILIDAD Y RESILENCIA EN MUJERES


PRIVADAS EN LIBERTAD POR PRIMERA VEZ”

Tesina para optar al grado de Magíster


en Acompañamiento Psicoespiritual

Por

NELLY DEL CARMEN LEÓN CORREA

Profesor guía de Tesis: Sabine Romero Bergdolt

Santiago, Chile
2008

www.cybertesis.uahurtado.cl
DEDICATORIA

Quiero dedicar esta tesina a todas las mujeres del Centro Penitenciario Femenino

de Santiago, de manera especial a aquellas que viven en la soledad y abandono

de sus familias; a las extranjeras que no tiene más familias que sus propias

compañeras y agentes pastorales.

A todas aquellas que con sabiduría y esperanza son capaces de ponerse de pie

aún en las más grandes dificultades.

A todas aquellas que son capaces de soñar y de volar más allá de las rejas y de

sentirse libres en el amor del Señor, manifestado en la mano amiga que siempre

las ayuda a levantarse.

II
AGRADECIMIENTOS

“SIEMPRE HE AMADO A LOS MAS POBRES


Y LOS HE AMADO CON TODAS LAS
FUERZAS DE MI ALMA”
(Sta. M. Eufrasia)

Agradecer de manera especial a mi Congregación que me dio los medios para estudiar,

A las hermanas que me motivaron a realizar este Magíster , a mis amigos y amigas que

me apoyaron, especialmente en esta última etapa y por sobre todo a agradecer a las

mujeres de la cárcel que día a día me ayudan a vivir mi consagración como hermana del

Buen Pastor.

Agradecer a Sabine mi profesora guía por su tiempo, confianza y paciencia con que me

ha acompañado en la realización de este trabajo.

III
CONTENIDO
DEDICATORIA ..........................................................................................................
AGRADECIMIENTOS ...............................................................................................
INTRODUCCIÓN .................................................................................................... 1
I.- MARCO TEÓRICO.............................................................................................. 5
1. POBREZA Y GÉNERO: INTEGRACIÓN DE DOS CONCEPTOS ................... 5
1.1 DIVERSOS ENFOQUES SOBRE EL CONCEPTO DE POBREZA............ 9
1.2. EL GÉNERO EN RELACIÓN CON LA POBREZA .................................... 7
1.3 LA VULNERABILIDAD ............................................................................. 22
1. 4. RESILENCIA .......................................................................................... 25
2. LAS CÁRCELES ............................................................................................ 34
2.1. MUJERES EN LA CÁRCEL .................................................................... 40
2.2. GRUPOS ESPECÍFICOS DE RECLUSAS.............................................. 45
2.3. CARACTERÍSTICAS DE LA CÁRCEL DE MUJERES DE SANTIAGO . 46
2.4 FACTORES QUE OBSTACULIZAN EL CAMBIO DE CONDUCTA
DELICTUAL ................................................................................................... 53
3. EXPERIENCIA DE FE .................................................................................. 56
3.1 HACIA EL ENCUENTRO CON DIOS ....................................................... 56
3.2 PRACTICAS RELIGIOSAS DE LAS INTERNAS: .................................... 58
3.3 RESILIENCIA Y ESPIRITUALIDAD ......................................................... 59
3.4 EL PERDÓN, UNA PUERTA QUE SE ABRE A LA VIDA ........................ 61
3.5 EL LLAMADO DE LA IGLESIA................................................................. 62
3.6 LA MISIÓN DE LA IGLESIA Y EL MUNDO PENITENCIARIO. ................ 63
3.7 EL EJE CENTRAL DE LA EVANGELIZACIÓN: LA FIDELIDAD. ............. 64
3.8 LA PASTORAL PENITENCIARIA, PASTORAL DE LA MISERICORDIA. 65

IV
3.9 EN LA DEFENSA DE LOS DERECHOS HUMANOS DE LOS (AS)
ENCARCELADOS (AS) ................................................................................. 68
II MARCO METODÓLOGICO ............................................................................... 68
1. PREGUNTA ................................................................................................... 68
2. OBJETIVOS ................................................................................................... 68
2.1 OBJETIVO GENERAL: ............................................................................ 68
2.2 OBJETIVOS ESPECÍFICOS: ................................................................... 68
2.3 TIPOS DE INVESTIGACIÓN................................................................... 69
2.4 VARIABLES DEL ESTUDIO..................................................................... 70
III PROCEDIMIENTO E IMPLEMENTACIÓN DE LA INVESTIGACIÓN ............... 73
1.1 DESCRIPCIÓN DEL UNIVERSO: ............................................................ 73
1.2 DESCRIPCIÓN Y SELECCIÓN DE LA MUESTRA:................................. 73
1.3 TAMAÑO DE LA MUESTRA: ................................................................... 73
1.4 APLICACIÓN DE LOS INSTRUMENTOS DE MEDICIÓN: ...................... 74
IV ANALISIS Y RESULTADOS DE LA ENTREVISTA. ......................................... 75
1. EXPERIENCIAS DE VIDA: ............................................................................ 75
2. CONSECUENCIAS DE ESTAR PRIVADA DE LIBERTAD ............................ 76
3. FUENTES DE APOYO Y RESILIENCIA: ....................................................... 79
4. EXPERIENCIAS EN LA CÁRCEL: .............................................................. 81
V.- CONCLUSIONES Y SUGERENCIAS ............................................................. 84
BIBLIOGRAFIA ..................................................................................................... 88
LIBROS:............................................................................................................. 88
ARTÍCULOS:.. ................................................................................................... 90
SITIOS WEB: .................................................................................................... 91
ANEXOS ............................................................................................................... 93
ENTREVISTA EN PROFUNDIDAD................................................................ 93

V
RESUMEN

Este estudio pretende ser una contribución a profesionales, agentes


pastorales y a todos y todas aquellas personas que lo quieren leer con una mirada
de misericordia y sin prejuicios. También, este esfuerzo, quiere mostrar el gran
valor que tiene el acompañamiento psicológico y espiritual en el proceso de
reinserción social, familiar y laboral de una mujer que cae por primera vez a la
cárcel y que no tiene un contexto delictivo.

En primer lugar, se definen la integración de los conceptos de pobreza,


genero, vulnerabilidad y resiliencia, cárceles y la realidad de las mujeres en ellas.
En segundo lugar se aborda la experiencia de fe de las mujeres y la relación de
cercanía que se establece con Dios especialmente cuando recién llegan a la
cárcel y por último se realiza una entrevista en profundidad a una mujer que es
seleccionada por su capacidad de lucha frente a la adversidad.

Finalmente, el análisis de la entrevista logra identificar a personas,


instituciones e incluso creencias personales como pilares o fuentes de apoyo.
Pero su principal fuerza radica en el amor de Dios manifestado en la
incondicionalidad de su familia y agentes de pastoral y gracias a estos apoyos ha
podido sostenerse emocionalmente y enfrentar la situación carcelaria de manera
de no sucumbir, sino al contrario resistir y mantener su dignidad de persona un
poco al margen de la realidad penitenciaria.

VI
INTRODUCCIÓN

Ingresar al mundo de la vida carcelaria es como el viaje de un astrónomo


que tiene como meta explorar el universo infinito circundado por el misterio de las
distancias, los “agujeros negros”, las constelaciones que parecen pedacitos de
universo y ante este “océano cósmico” tiene que declararse no un conocedor, sino
una simple partícula que participa de un orden mayor.

Ciertamente cuando se llega a la celda de una interna hay algo nuevo por
descubrir, un universo de sentidos. Y nos preguntamos ¿cómo puede caber en un
recinto tan pequeño tanta pena, tanta angustia, tanta historia, tantos “agujeros
negros” y tantas constelaciones de esperanzas? Y ante esto acontece la misma
reacción del astrónomo ante la infinitud del universo que sólo logra vislumbrar.

En este trabajo se quiere hacer un intento por bordear algo del universo de
las mujeres que llegan a la cárcel desde la perspectiva del Evangelio, es decir,
desde la opción por lo frágil, desde la espiritualidad entendida como amor reflexivo
que opta por la vida y la asume en su manifestación real, en su rostro histórico
vestido de misterio que siempre nos desborda y nos sorprende. La meta, por
tanto, no es hablar de pobreza, ni de vulnerabilidad y de hacer un psicodiagnóstico
de las mujeres encarceladas, sino simplemente como compañera de camino salir
al encuentro de ese otro que tiene rostro de mujer y que me ha interpelado
durante toda mi experiencia pastoral en las cárceles para hacer acompañamiento
psicoespiritual con las herramientas ofrecidas en el Magíster.

No es forzado aludir aquí al pensamiento levinasiano según el cual el rostro


del otro me revela que es alguien (persona) y no algo (cosa); el rostro del otro me
interpela, me emplaza y me demanda, pues la desnudez de ese rostro que me
revela su vulnerabilidad, su indefensión, su impotencia: en el cara –a – cara soy
exigido a tomar bajo mi cuidado al otro, a “cargar con el otro”1. Y considero que

1
LÉVINAS, Emmanuel, Totalidad e infinito, p. 32

2
acompañar a las mujeres de la cárcel de alguna manera ha sido una forma de
asumir la responsabilidad que surge como reacción ante la vulnerabilidad de ellas.
“Entiendo la responsabilidad como responsabilidad para con el otro, así, pues,
como responsabilidad para con lo que no es asunto mío o que incluso no me
concierne, es abordado por mí, como rostro”.2

A partir de lo que plantea Levinás puedo afirmar que la elaboración de este


trabajo, con todas las limitantes que él conlleva, quiere hablar de la forma como
“ese otro” con rostro de mujer ha interpelado mi vida, mi consagración religiosa y
cómo esa desnudez de las mujeres en la cárcel han vestido mi vida de Evangelio;
es decir, cómo esa vulnerabilidad e indefensión se han convertido en mi vida
aquello que me da fortaleza, fuerza y vitalidad para continuar con mi proyecto de
vida como religiosa. No tengo la pretensión de decir que me he hecho cargo del
otro como lo plantea Lévinas, sino simplemente mostrar que cuando se va a la
cárcel es posible encontrar a Dios y que esa fuerza que surge cuando se ahonda
en lo frágil redime la historia y, ahí Dios, se hace “recién Dios”, porque acontece el
milagro de sentirse sanado por una Gracia que desborda la “infinitud de este
universo”. “El hombre es redimido por el amor. En efecto, aceptar al otro que sufre
significa asumir de alguna manera su sufrimiento, de modo que éste llegue a ser
también mío” 3.

Este trabajo tiene cuatro partes bien definidas. En la primera se abordan


los temas de la pobreza, la vulnerabilidad, resiliencia, el fenómeno de las cárceles
y la experiencia de Dios desde la perspectiva de género; aquí se genera una red
conceptual que ayuda a comprender el universo de las mujeres que llegan a la
cárcel para mostrar cómo la experiencia de Dios se convierte en una realidad que
permite dar herramientas a estas mujeres para elaborar una historia de su vida y
poder darle sentido. La segunda parte contiene el marco metodológico que opta
por la modalidad de la investigación cualitativa, se describen las metas de ésta y

2
LÉVINÁS, Emmanuel, Ética e infinito, Madrid, p, 89.
3
Benedicto XVI, En Esperanza fuimos salvados, Paulinas, p 65, 2007.

3
las categorías conceptuales sobre las cuales se ha trabajado en la primera parte.
En la tercera se hace el procedimiento de la aplicación de la entrevista a una
mujer de la cárcel. En la cuarta parte se realiza un análisis cualitativo de toda la
información recibida con las herramientas de la psicología, la espiritualidad y el
análisis social.

Al llegar a este punto se hace necesario mostrar que el acompañamiento


psicoespiritual de las mujeres de la cárcel es un desafío grande y muy complejo de
realizar por el número de mujeres, por la complejidad y diversidad de las
problemáticas que cada una presenta, por el bajo número de personas que están
constantemente haciendo este servicio a la sociedad. Sin embargo, cuando se da
la posibilidad de hacerlo es mucho lo que se aprende. Conviene también resaltar
aquí lo esencial que resulta la experiencia de Dios en el proceso de resocialización
de estas mujeres. Todas aquellas que salen de la cárcel y que lograr rehacer su
vida, ha sido porque han tenido algún tipo de experiencia de Dios bien sea por la
presencia de algunos movimientos cristianos o por la presencia de agentes de
pastoral de la Iglesia Católica.

Acompañar psicoespiritualmente a las mujeres de la cárcel implica asumir,


como decía Lévinas, la exigencia del rostro del otro que me pide hacerme cargo
de él, porque en él también estoy yo y estamos todos. Cuando una mujer es
encarcelada, de alguna manera somos encarcelados todos, porque su delito
también es culpa mía y si la culpa nos pertenece a todos, así mismo nos ha de
pertenecer la redención, en comunidad, así es posible entendernos como totalidad
e infinito, como lo diría el mismo Levinás. Las víctimas pueblan la historia, pero
son los rostros los que nos revelan su misterio y ahí descubrimos algo del misterio
de Dios que nos envuelve redimiéndonos, haciéndonos capaces de él. Las
familias destruidas, los niños en la calle, los padres enfermos, una celda llena de
pena, destinos quebrados, son el espacio donde habita una Gracia que cambia
estos paisajes desolados en campos donde germina la semilla del Reino que ha
sido sembrada en lo frágil, lo pobre, lo dañado. Es este infinito universo de

4
gratuidad lo que permite decir las mujeres de la cárcel son portadoras de valores
esenciales y en las cuales se simboliza la cercanía privilegiada de Dios que actúa
salvadoramente. Mujeres de la cárcel: “tierra” que puede ser redimida. Resilientes
de y por Dios. Hacia este horizonte nos avocamos con este pequeño e
intermitente trabajo.

5
I.- MARCO TEÓRICO

1. POBREZA Y GÉNERO: INTEGRACIÓN DE DOS CONCEPTOS

El tema de la pobreza en la mujer de la cárcel presenta características


relevantes que en esta investigación se quieren resaltar, no sólo para comprender
cómo se da la relación pobreza y género, sino para descubrir en esta situación
matices que den profundidad a la comprensión del fenómeno y se puedan
presentar perspectivas de iluminación de esta realidad con los aportes de la
psicología, la experiencia religiosa y el análisis social. Por otra parte, este trabajo
aporta herramientas para el acompañamiento psicoespiritual de estas mujeres. A
continuación se van a presentar diversos enfoques del fenómeno de la pobreza
para luego dar lugar a la comprensión de la realidad de género y ver en ellos las
relaciones que se dan desde la experiencia de acompañar mujeres en la cárcel.

1.1 Diversos enfoques sobre el concepto de pobreza

La pobreza no es posible comprender desde una sola mirada, se requiere


tener diversos puntos de vista que nos ofrezcan perspectivas para ahondar en su
comprensión. Las miradas posibles que se van a describir a continuación son: el
enfoque monetario, el de las capacidades, el de la exclusión social y el
participativo, como el enfoque desde los pobres mismos y la pobreza como lugar
teológico. Ninguno de estos enfoques ha de mirarse aisladamente, se requiere el
concurso de cada uno para tener una comprensión panorámica que nos sirva
como horizonte explicativo de la situación vital de las mujeres que llegan a la
cárcel.

1.1.1 Enfoque monetario

6
El enfoque monetario relaciona a la pobreza con la incapacidad para
acceder a los satisfactores de necesidades básicas como alimentación, vestuario,
vivienda y acceso a servicios de salud y educación de calidad. Parece ser uno de
los enfoques más populares. Ciertamente este enfoque por sí solo no basta para
comprender lo que es la pobreza en sí, pero se menciona ya que indica
elementos prácticos que permiten visualizar algunos aspectos externos del
fenómeno.

“Esta posición visualiza la problemática desde la perspectiva de


necesidades básicas satisfechas o bienes adquiridos en un tiempo o en una época
determinada. De otro lado, y coincidiendo con la posición de varios organismos no
gubernamentales, la medición de las necesidades básicas insatisfechas debe
realizarse utilizando como referencia criterios tales como: empleo, remuneraciones
percibidas, ingesta proteico calórica y los demás gastos familiares”.4 Esta visión
aporta elementos concretos que nos permiten “ver” el fenómeno, pero resulta
insuficiente debido a que no se indica cómo se mide, con qué se comparan, cuáles
serían los niveles de pobreza. No se distingue entre pobreza, pobreza extrema e
indigencia. Por esto es necesario recurrir a otro enfoque que nos aporte otros
elementos que entran en juego al analizar este fenómeno.

1.1.2 Enfoque desde el desarrollo de la persona

Para acceder a una mejor comprensión damos un paso más en el análisis y


llegamos al enfoque de las capacidades, desde donde se afirma que la pobreza
tiene que ver con aquellas realidades que impiden la realización integral de las
personas en su contexto vital. “A mí me toca ir recogiendo atropellos, cadáveres y
todo eso que va dejando la persecución”.I Y como comentario a esto Sobrino dice:

4
OSORIO, Emilio. Los escenarios de vida de los niños y mujeres en Chile, UNICEF, 1990, p. 21.
I
Expresión de Monseñor Romero referida a los atropellos que sufren los pobres de su país, citada
por Jon Sobrino en Liberación con Espíritu, Sal Terrea, 1985, p. 120.

7
“La persecución es despojo y el martirio es sumo despojo para los directamente
implicados. Pero además una persecución duradera y masiva crea un
empobrecimiento general que dificulta seriamente la misión”.5 Con este aporte de
Sobrino podemos apreciar que la pobreza trunca el desarrollo de una persona y de
un pueblo porque es en sí misma una forma de violencia y además porque no es
una situación “inocente”, es decir, que se da porque sí, sin ningún agente
promotor, sino que está a la base de opciones de estructuras violentas que la
promueven y la llevan a cabo incluso matando. Se da aquí una relación de
reciprocidad entre violencia y pobreza. La pobreza vista así nos muestra que ella
impide no sólo el acceso a satisfactores de necesidades básicas, sino que también
frena o impide un desarrollo de las potencialidades culturales y sociales de lo
seres humanos afectados por este fenómeno.

1.1.3 La pobreza como exclusión social

El enfoque de la exclusión social comprende la pobreza en un ámbito más


complejo que los anteriores enfoques, pues ya no la sitúa sólo desde los pobres
mismos, sino en un contexto más amplio: el de la exclusión. La intención no es
caracterizar un modo de ser del pobre, sino establecer cómo se da este fenómeno
en relación con la sociedad en general. Pobreza no es sólo carecer de bienes o de
condiciones para el desarrollo personal, sino que también es ser excluido de la
sociedad, es no ser tenido en cuenta, es ser considerado por los otros como una
amenaza ante la cual hay que temer y estar protegidos.II En estas condiciones ser
pobre es no ser respetado en su dignidad en virtud de carecer de los medios
materiales que le garantizan un rol y un puesto en el desarrollo natural de la

5
Ibíd, p. 120.
II
Curiosamente en los evangelios sinópticos aparece Jesús en constante relación con los pobres,
los cuales eran la mayoría excluida, a quien se le temía. Cuando Jesús hace algún milagro genera
una dinámica de reivindicación de la dignidad de la persona que consiste en devolverle los
derechos culturales, sociales y de libre interacción con los demás. Su dinámica está orientada,
por tanto, a superar la exclusión a que están sometidos los pobres de su tiempo. Para profundizar
esta idea se puede leer bien en clave de liberación el evangelio de Marcos y Lucas,
especialmente.

8
sociedad, con la cual no puede interactuar naturalmente porque hay espacios que
le son negados simplemente por ser pobre.

Jeffrey Sachs en su libro “El fin da la pobreza” dedica un apartado para


hacer un diagnóstico diferencial que permita comprender cómo se da ella a fin de
buscar posibles salidas y para ello formula algunas interrogantes que nos ayudan
a clarificar el enfoque que estamos abordando. Veamos sus preguntas: “¿Cuál es
la distribución espacial de la pobreza?, ¿qué relación tiene la pobreza con las
condiciones demográficas de la familia (familia encabezada por una mujer o un
hombre, número de hijos, salud de los miembros de la familia)” 6

Estos cuestionamientos que ha de hacerse aquél que desee comprender el


fenómeno de la pobreza, nos inducen a pensar de inmediato las respuestas. Los
pobres viven en la periferia, éste es su espacio, el cual es reducido y no
concuerda con el número de habitantes por familia, lo cual genera hacinamiento y
los demás problemas afectivos y relacionales que surgen de este modo de
organización. Estos lugares periféricos están excluidos de todos los habitantes
que pertenecen al mundo económicamente solvente; Y son tenidos en cuenta
cuando hay actos delictualesIII. Es fácil ver que para los barrios ricos, los barrios
de los pobres son un problema porque “allá hay ladrones, droga, violencia, entre
otros males”. Pero no se dan cuenta que esta forma de pensar es, en sí misma,
violenta y que además la droga y la delincuencia no es un “derecho” adquirido por
los pobres sino un flagelo de la población en general.

No obstante lo dicho, el fenómeno de la exclusión se ve en las mujeres de


la cárcel especialmente en virtud de su pobreza e historia familiar. Hay una
constatación histórica: las mujeres ricas no llegan a la cárcel. Por citar un ejemplo
concreto: el robo realizado por la familia Pinochet no es penalizado por la justicia

6
SACHS, Jeffrey. El fin de la Pobreza, Bs. As, Debate, 1977, p. 133.
III
¿Algunos actos de violencia, tales como robos con intimidación, que cometen las mujeres que
hay en la cárcel no será una venganza inconsciente por sentirse marginadas por la sociedad y que
al mismo tiempo las juzga y los condena?

9
de la misma manera que se juzga a una mujer pobre, que no tiene dinero para
pagar un abogado que la defienda. Pero el tema más complejo se vive cuando la
mujer que llega a la cárcel, pues, una vez que ingresa, se le excluye de la vida
digna, será estigmatizada tanto que, cuando regresa a la libertad, le cuesta
conseguir empleo, se margina en virtud de que es considerada un “peligro para la
sociedad”IV. Así, la exclusión se hace no sólo patente, sino angustiante. Se entra
en un círculo vicioso del cual se hace difícil salir nos sólo porque no se cuente con
las herramientas personales para ello, sino por el grado de dificultad que demanda
hacerlo en un contexto social, cultural e incluso religioso supremamente adverso.

A su vez, son excluidas del funcionamiento normal de la sociedad y del


propio hábitat personal. Los espacios que ofrece la sociedad para que las
personas puedan realizar de manera adecuada su vida cambian rotundamente o
simplemente se cortan violentamente. El trabajo, las actividades sociales, las
relaciones naturales y las actividades culturales en la cárcel son vividas con
matices muy distintos a como se vive en la sociedad; todo adquiere un color nuevo
para la persona, el color de la exclusión y aparece en la mayoría la sensación de
la vaciedad. Se da no sólo por la ruptura con el mundo, con el modo de vivir
natural adquirido por la persona, sino también por la regresión (infantilización) que
viven las personas cuando llegan a la cárcel; todo se controla por una autoridad
mayor, que no siempre logra apreciarse en un rostro real, sino que se revela en un
“funcionario (a)” que tiene la misión de mantener “todo bajo control”V.

Este tipo de exclusión que se vive en las cárceles, especialmente en las de


mujeres, genera una violencia física, emocional y moral en la persona que la
disminuye en sus facultades humanas y la hace más propensa a repetir su

IV
Esta expresión es propia de los magistrados y la usan para justificar la razón por la cual se le
niega la libertad a una persona que ha delinquido.
V
Esta expresión habla de un miedo latente, de una desconfianza radical. Cuando alguien
pretende tener a otro “bajo control” no sólo habla de la ruptura existencial de las relaciones sino
de lo fallidos que son todos los actos que procuran establecer el “orden” en la cárcel. No en vano
se dice coloquialmente y con algo de sonrisa irónica en los labios que el más triste de la cárcel es
el director y todos los que lo acompañan, porque no tienen esperanza de “salir” de ahí.

10
conducta delictual, lo que permite inferir que la cárcel, en la mayoría de las veces,
no logra resocializar a las personas, sino que hace un tipo de “venganza
silenciosa” que genera más violencia y que potencia la degradación de las
personas.

En síntesis, se presenta este enfoque porque aporta la dimensión relacional


de la pobreza, es decir, indica que se es pobre y al mismo tiempo excluido en una
doble direccionalidad: desde los ricos hacia los pobres y desde éstos hacia
aquéllos generando las tensiones respectivas, las cuales se evidencian con más
nitidez en las mujeres que llegan a la cárcel. Pero conviene ir más al fondo del
asunto y para ello veamos el siguiente enfoque.

1.1.4 La pobreza vista desde los pobres mismos

Llegamos al punto nuclear para comprender bien el fenómeno de la


pobreza. No es posible saber qué es ésta sin referirnos a los pobres mismos VI. La
pobreza desde ellos mismos no es sólo un fenómeno de carencia de bienes, sino
ante todo una experiencia que conlleva un modo de ser, de reaccionar, de
comprender y de vivir ante las carencias económicas, culturales (acceso a la
formación y uso de la tecnología) y de salud. Pero también implica un conjunto de
valores; el pobre no es sólo alguien que carece, sino un ser humano con una
historia, con un proyecto, con un conjunto de posibilidades que le permiten

VI
Un Poema de Esteban Gumucio referido a los pobres titulado “De arriba para Abajo” dice: “Era
bueno que los pobres hablaran de su pobreza/con palabras de pobre/ y los obispos y maestros de
la Fe/ les escucharan a libro cerrado/… Cfr. GUMUCIO, Esteban. ss.cc., Poemas, Santiago, 2005.
p. 184. Se traen estas palabras para indicar no sólo una forma de “entender” la pobreza como
una categoría conceptual, sino que nos acercamos a los pobres en actitud evangélica para
escuchar su historia, para compartir el camino, para hacernos compañeros de ruta. Conocer su
historia, saber lo que le ha pasado a una mujer pobre que ha llegado a la cárcel es mucho más
profundo que simplemente entender “conceptualmente” lo que le acontece. Desde esta
perspectiva queremos mostrar. Como acompañante psicoespiritual mi misión no es tanto buscar
un saber sobre la pobreza de las mujeres de la cárcel, sino descubrir cómo Dios se hace camino
en mi propia pobreza y en la des mujeres que acompaño, que veo todos los días, con rostros e
historias que sólo el silencio sabrá descifrar. Acercarme a ellas desde mi propia pobreza me hace
compañera de camino y no su juez, animadora y no portadora de una respuesta práctica al
requerimiento que a cada instante hacen.

11
ubicarse en el mundo desde una búsqueda que intenta dar sentido a su dolor, a su
carencia, a su mundo.

El acompañar mujeres de la cárcel me ha permitido ahondar en lo que


significa la singularidad de cada persona en su misterio más hondoVII. Podría citar
cientosVIII de historias, de mujeres que han pasado por la cárcel y que han dejado
como regalo su interioridad en búsqueda no sólo en una comprensión de su
pobreza, sino de acogida compasiva de su mismo ser vulnerado. Para tratar de
buscar cómo escuchar a los pobres voy a citar de nuevo a Esteban Gumucio en
un poema dedicado a Ana González, fundadora de la Agrupación de Familiares de
Desaparecidos, quien a mediados de los setenta perdió a su esposo, dos de sus
hijos y su nuera embarazada. Aquí se hace escuchar a los pobres profundamente,
no se hace una descripción racional, sino que por medio de la poesía se conecta
esencialmente con la pobreza desde los pobres mismos y en una situación
concreta, sin abstracciones:

“Valientes Mujeres”
No hay ningún otro llanto
Semejante al llanto mío,
VII
Cabe relacionar esto que se afirma con lo que plantea Kübler –Ross en su libro Lecciones de
vida: “ (…)¿Quién soy yo? Nos hacemos esta pregunta una y otra vez a lo largo de la vida. Sabemos
de cierto que entre el nacimiento y la muerte hay una experiencia que llamamos vida. Pero, ¿soy
yo la experiencia o el que experimenta? ¿Soy este cuerpo? ¿soy mis errores? ¿Soy esta
enfermedad? ¿soy producto de mi educación? ¿Puedo cambiar – sin dejar de ser yo – o me han
hecho de piedra? No eres ninguna de esas cosas. Indudablemente tienes defectos, pero ellos no
son tú. Puedes tener una enfermedad, pero no eres tu diagnóstico. Puedes ser rico, pero no eres
tu solvencia. No eres tu currículo, tu vecindad, tus calificaciones, tus errores, tu cuerpo, tus
padres o tus títulos. Hay una parte de ti que es indefinible y permanente, que no se pierde ni
cambia con el tiempo, con la enfermedad o las circunstancias. Hay una autenticidad con la que
naciste, con la que has vivido y con la que morirás. Eres simplemente, maravillosamente tú”.
Cfr. KÚBLER-ROSS, Elisabeth. Lecciones de vida, Ed., Luciérnaga, Barcelona, 2001, p. 26 -27. Esta
autenticidad, esta realidad no enmarcable en un concepto es la que nos señala que estamos ante
un misterio, el misterio de la persona que sólo se resuelve en el misterio de Dios.
VIII
Pongamos un ejemplo para ilustrar el fondo de este enfoque: Hace algunos días una abuela se
acerca y cuenta que su nieto ocultó un poco de droga debajo de su cama y, al hacerle
seguimiento al nieto, la policía de investigaciones allanan la casa y encuentran la droga y llevan a
la cárcel a la abuela que es el sustento de la familia con su trabajo en la feria, hoy ella esta muy
angustiada, porque su hijo lisiado, depende solo de ella, y en estos momentos depende del nieto,
consumidor de drogas, está haciendo una condena de 3 años 1 día, solo porque no tuvo un
abogado que la defendiera.

12
Me estoy pareciendo a un río
Que ha quedado sin caudal,
Vinieron a destrozar mi nido
Y mi corazón:
Se llevaron a prisión
A mis hijos y a mi esposo
Y no encontraré reposo
Sin saber su situación.

Recorrí los regimientos


De norte a sur confundida,
Mostrándoles yo mi herida
Sin tener conocimientos;
Los busqué en los campamentos
En los altos ministerios,
Aumentándose el misterio
Con insultos y mentiras,
Mi corazón hecho trizas
Se allegó hasta el cementerio8

Este poema del Padre Esteban nos aporta una comprensión desde los
pobres mismos. Este poeta religioso hace que el dolor de las mujeres en huelga
de hambre como acto de protesta contra la barbarie de la dictadura asesina, se
convierta en palabra que hace surgir no sólo el rostro del pobre sino que le permite
ubicar la vida en un campo de comprensión superior a los enfoques que hemos
analizado. Cuando se llega a los pobres mismos las cifras, lo cultural, lo que
saben los teóricos de la pobreza, lo que se investiga en los libros, pierde
relevancia porque se permite escuchar la vida de un ser humano en su misterio
más hondo. Con esto vemos que el llanto de los pobres es más profundo que su
carencia, que su exclusión de la sociedad. Hay un río de vida que es posible
suscitar en todo ser humano y que sólo es comprendido cuando se hace conexión
profunda con su situación.

Ese llanto de Ana GonzálezIX a quien está dedicado el poema, habla


también del llanto de las mujeres pobres que llegan a la cárcel. Llanto que habla

8
GUMUCIO, Esteban, ss.cc. Poemas. Santiago, 2005, p. 149.

13
de un dolor que tiene la sociedad y que no ha escuchado, que sólo ha penalizado
y en que ha olvidado la dimensión divina del dolor; el llanto que el pobre nos
trae a la vista. El amor no se puede poner tras las rejas, las mujeres en la cárcel,
pobres, con sus contradicciones y tensiones, siguen llorando por sus hijos, por sus
parejas, por sus padres, por los suyos que incluso no las visitan. Ese llanto habla
del ser propio del pobre en su dolor que espera, con una sed infinita que algún día
las puertas se abran y dejen de ser consideradas simplemente como delincuentes.

La vida de los pobres, cualquiera que sea su historia, trasciende cualquier


comprensión o interpretación que de ellos se pueda hacer. El Poema nos traslada
al ámbito existencial donde se integra toda la vida y donde la pobreza habla en su
mayor verdad y en su mayor hondura con toda su dureza y ahí deviene algo que
siempre se escapa. El misterio de Dios en la vida de los seres humanos que
cargan la cruz. Digo esto desde el ser de religiosa que acompaña cientos de
historias para indicar que el camino del acompañamiento de las mujeres de la
cárcel pasa por escuchar y sentir la pobreza yendo a los pobres mismos. Hacerse
compañera de camino de otro que está en la cárcel implica la responsabilidad de
estar al lado del otro sin esperar mayores transformaciones; sólo se requiere afinar
la sensibilidad para comprender la hondura del amor que rodea la vida de estas
mujeres, el cual está salpicado de ambigüedades, contradicciones, posesiones,
soledades, violencia, ternura, generosidad, gratuidad, solidaridad, entre otras
actitudes. Desde los pobres se comprende más profundamente la realidad de la
pobreza, por eso hemos escogido este enfoque como un ángulo de mirada que
nos aporta elementos para ir acercándonos a la pregunta de cómo acompañar
mujeres en la cárcel con las herramientas que ofrece el Magíster y con lo que
aporta tanto la psicología, como la espiritualidad cristiana. El encuentro de Ana
con la muerte de sus amados le hace entrar en duelo, le hace entrar en un
dinamismo espiritual profundo que le permite no sólo llorarlos, sino solidarizarse

IX
Fundadora de la agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, quien a mediados de los
setenta perdió a su esposo, dos de sus hijos y su nuera embarazada a manos de agentes de
inteligencia del “Gobierno” Militar. Esto es presentado como nota aclaratoria en el libro de
poemas citado anteriormente.

14
con la pobreza, con el duelo de todos aquellos que han estado en la misma
situación que ella. Y es esto lo que le permite de alguna manera salir de sí misma,
salir de su propio recinto para ir en pos de los “recintos” de los otros donde
también hay pobreza, también hay dolor, también hay posibilidades de “pulir esa
piedra sin tallar” que es la vida. Aquí conviene recordar algunas palabras poéticas
de Elisabeth Kübler-Ross en su hermoso texto llamado “La muerte: un amanecer”:
“Compartid vuestra riqueza y, cuando vengan las tempestades serán un regalo
que reconoceréis como tal, quizás no ahora, sino dentro de diez o veinte años,
puesto que se os dará fuerza y se os enseñará cosas que no habríais aprendido
de otra manera. Sí, hablando simbólicamente, llegáis a la vida como una piedra
sin tallar, depende de vosotros el que quede completamente deshecha y destruida
o que resulte un reluciente diamante” 9 ir hacia los pobres, escucharlos sólo se
entiende dentro del dinamismo de crecimiento que sería, en palabras de la autora
citada: “tallar la piedra” de la propia existencia para llegar a ser el Diamante en el
que Dios busca convertirnos.

1.1.5 La pobreza comprendida desde el capital social

El acercamiento al concepto de pobreza desde los pobres mismos nos


remite en seguida al concepto de capital social, porque se ve la necesidad de
integrar el conjunto de elementos culturales, sociales y religiosos que están
implicados en esta realidad. En este campo Jeffrey Sachs nos hace un aporte con
preguntas que ayudarían a hacer un diagnóstico sobre el capital social: “¿Está la
sociedad desgarrada por injusticias de clase, casta, etnia, religión o género? ¿Se
enfrentan las mujeres y las niñas a graves discriminaciones en lo referente a
derechos personales (por ejemplo, respecto a las opciones sexuales y de
reproducción) y al acceso a servicios públicos (educación, servicios sanitarios y de
planificación familiar?”10 Responder a estos cuestionamientos que nos aporta este
autor implicaría indagar por el capital social que tienen los pobres.

9
KÜBLER-ROOS, Elisabeth. La muerte: un amanecer, Ed. Luciérnaga, México, 2003, p. 41-42.
10
Op.Cit. P. 139.

15
Con respecto a las mujeres de la cárcel cabría decir que ellas al llegar a la
reclusión limitan grandemente su capital social, no sólo porque se crea una
barrera para acceder a los bienes culturales de la sociedad, sino porque se tiende
a empobrecer, a reducir las capacidades y potencialidades humanas dado que se
está en un ambiente adverso, con altos índices de violencia y de sujeción a
normas coercitivas que impiden realizar naturalmente lo que de verdad estaría en
capacidad de hacer por sí misma y por la sociedad. Es cierto que dentro de la
misma cárcel existen estructuras diversas que capacitan para desarrollar el capital
social que estas mujeres tienen, pero dado el contexto, esto en la mayoría de los
casos resulta ser algo externo que se impone por fuerza de necesidad y no tanto
como una búsqueda personal y así se reduce por las barreras culturales que la
cárcel presenta en sí misma.

Con esto se indica que la pobreza contiene elementos psicosociales, psico


culturales y psicoreligiosos. Comprenderlos en sus matices implica ensanchar la
comprensión y profundizar en lo que esto aporta de cara al fenómeno mismo.

1.1.6 El enfoque religiosoX: la pobreza como lugar teológico

Con este enfoque se quiere integrar, armonizar lo dicho hasta ahora desde
los diversos puntos de mira presentados y aportar un elemento de fe que nos
señale y precise el horizonte en el que nos dirigimos y en el que buscamos

X
Se presenta este enfoque porque es desde donde se hace la investigación. Es el sello que marca
todo lo dicho, hecho y reflexionado. No es en virtud de una inquietud intelectual que se realiza
este trabajo, ni con el objetivo de hacer una “trámite”, sino desde una experiencia religiosa y,
en virtud de una opción motivada por un criterio evangélico. Por lo tanto, el acento no se ha
puesto en hacer una investigación para resaltar o el pensamiento de un autor o mostrar la
relevancia del tema, sino para hacer un esfuerzo de responder más técnicamente a la pregunta
de cómo ser presencia significativa ante las mujeres de la cárcel, lugar de trabajo y de
realización de una misión que realizan muchas personas desde lo religioso. Así este enfoque
también tiene el carácter de horizonte desde donde se permite que el rostro de las mujeres de la
cárcel aparezca y nos interpele con toda su dureza pero también con toda su hondura espiritual y
existencial.

16
comprender la pobreza de las mujeres de la cárcel para acompañarlas de una
manera más integral.

Daniel Manzuc en su texto titulado “La misión en las cárceles” nos da


pautas para comprender este enfoque: “La perspectiva del recluso, que
habitualmente proviene del mundo de la pobreza y marginalidad, constituye un
lugar teológico, es decir, una reflexión de fe, un ángulo muy particular de iniciar el
análisis. Para los llamados a esta misión pastoral específica, es un espacio de
encuentro con Dios, y un tema esencial para el desarrollo de una espiritualidad
cristiana; de una óptica desde la cual se pueda analizar y rescatar vivencias para
comprender existencialmente el Evangelio”11. Esto trae varias consecuencias no
sólo para el acompañamiento sino la experiencia teológica. Decir que el pobre es
un lugar teológico implica quitarle a esta realidad el carácter meramente
peyorativo con el que natural e ingenuamente se califica esta realidad. Por tanto,
“El pobre como pobre tiene algo que aportar y una tarea por realizar, que es de
construir y de destruir, y esto no sólo como persona, sino como pobre. La tarea
que tiene que hacer es liberarse, luchar porque esas carencias no lo destruyan.
Aquí el pobre recupera su identidad total, entonces no tiene por qué avergonzarse
de su carencia, porque es una tarea por realizar. Puede sacar sin vergüenza todas
las destrucciones, porque la tarea a realizar es liberarse de esto”12.

La mujer pobre que llega a la cárcel, es mujer doliente y, acompañarlaXI,


implica asumir de principio que ella, su historia, su experiencia, es un lugar donde

11
MANZUC, Daniel. La misión en las cárceles. Ed. San Pablo, Bs.As., 2005, p. 23.
12
CARRASQUILLA, Federico. Antropología del Pobre, material de trabajo, Ed. San Pablo, Bogotá,
2004, p. 17.
XI
Conviene recordar aquí un aforismo de Hubert Lanssier, religioso belga que se dedicó 40 años a
sacar gente de las cárceles de Perú, el cual aparece en su texto “Los Dientes del Dragón”: “Los
auténticos caballeros siempre luchan por las causas perdidas”. P. 42. Para complementar esto se
puede traer a memoria un aporte que hace Eugen Drewermann, teólogo psicoterapeuta alemán,
cuando interpreta el texto de Mc 7, 24-30: “ (…) Mientras no se ama más que a personas felices y
radiantes, aunque en tal caso uno no se ama realmente más que a así mismo; mientras se ama
únicamente a alguien que está en desgracia, y una desgracia irremediable según los cálculos
humanos; mientras se está abiertamente obligado a elevar esa súplica de los perros bajo las
mesas de los amos, mientras tanto es también inconmoviblemente cierto que Dios existe”.
DREWERMAN, Eugen. El mensaje de las mujeres, p. 130. Con esto se clarifica porqué el Pobre es

17
es posible descubrir el rostro del Dios vivo. Y que ella no es sólo carencia, sino
ante todo, posibilidad. Cuando esa mujer doliente se encuentra con el Dios de la
misericordia se convierte en experiencia del misterio y deja tras de sí la
concepción que es sólo negatividad, que es sólo problema, que es sólo dolor, o
sólo llanto o mera carencia. Hay en ella una potencialidad que se activa con el
sólo reconocer su dignidad y en ese rostro habla Dios, ahí es posible hallar al Dios
de la historia.

1.2. EL GÉNERO EN RELACIÓN CON LA POBREZA

1.2.1. El género como enfoque y como perspectiva

Una vez dados los pasos anteriores, corresponde ahora relacionar la


pobreza (desde los múltiples matices vistos) con la noción de género; con lo cual
se quiere dar razón de continuidad y profundidad en el análisis conceptual a fin de
afinar los criterios a la hora de acompañar mujeres en la cárcel.

Ha quedado claro a lo largo del Magíster que lo masculino y lo femenino


son dimensiones de la persona humana, que no son exclusivas de un género, que
en todo hombre y en toda mujer se desarrolla la fuerza de la masculinidad y la
feminidad y esto hace que sean realidades complementarias y no contrapuestas.13

Ahora bien, el enfoque de género es una herramienta teórica - metodológica


desarrollada para analizar los significados, prácticas, símbolos, representaciones,
instituciones y normas que las sociedades elaboran a partir de la diferencia
biológica entre varones y mujeres. Contempla específicamente la dimensión de las
relaciones sociales y de las estructuras de poder, y hace hincapié en la necesidad
de entender cómo se realizan estas relaciones en cada contexto social y cultural.
Como metodología aporta en el análisis, los modos en que las diferencias sociales

existencialmente un lugar teológico como lo mostró el mismo Jesús con la rigurosidad de una
ecuación matemática. “Lo que a estos pequeños hicieron, a mí me lo hicieron”. Cfr. Mt, 25, 40.
13
Cfr. Apuntes de clase del curso “Matrimonio y Familia”.

18
y de género trascienden a las personas enraizándose en las sociedades. Sonia
Montecino y Loreto Rebolledo, investigadoras de la Universidad de Chile sotienen
que “hay una diferencia entre sexo y género. El primero apunta a los rasgos
fisiológicos y biológicos de ser macho o hembra, y el segundo a la construcción
social de las diferencias sexuales (lo femenino y lo masculino). Así, el sexo se
hereda y el género se adquiere a través del aprendizaje cultural”14. Esta distinción
nos abre un horizonte donde puede revelarse diversas realidades que permiten
comprender cómo se la constitución de la identidad femenina y masculina desde lo
cultural. Cabría decir aquí que “el género es el sexo socialmente construido” 15.

Ahora bien, desde la relación género y cultura se logra comprender que a lo


largo de la historia no se ha tenido en cuenta la dimensión de desigualdad no
tratada y que se ha traducido en exclusión y violencia, que han padecido algunas
personas en virtud de su sexo femenino. El enfoque de género explica el
ordenamiento social y la distribución desigual de los recursos, las decisiones, el
poder y el trabajo entre mujeres y hombres, basados en las diferencias de género
y en relaciones de subordinación. La perspectiva de género busca fortalecer la
familia, promover relaciones equitativas, armónicas y solidarias entre varones y
mujeres y la promoción de la igualdad de derechos y oportunidades para niños,
niñas, jóvenes, mujeres, varones y adultos mayores.

En este caso el enfoque permite comprender que existe una diferencia


marcada entre mujeres y hombres encarcelados. A nivel de experiencia hemos
comprobado que cuando un hombre llega a la cárcel tiene más apoyo social y
familiar que la misma mujer. A los hombres los suele visitar su esposa, su mamá o
las personas más cercanas a él. Además las mujeres de hombres encarcelados
suelen ser más fieles que los esposos de mujeres privadas de la libertad. En
cambio, por su parte, cuando hay mujer en la cárcel éstas suelen estar menos
visitadas por sus parejas o por su padre. A ellas las suelen visitar más los hijos y
sus propias madres. Adicional a esta soledad padecida está el hecho de que los
hombres que tienen a sus esposas en la cárcel normalmente no le son fieles, su
relación de pareja termina perdiéndose. Llegar a la cárcel para una mujer es más
14
VARIOS, Concepto de género y desarrollo, Universidad de Chile, 2005, p, 1.
15
BARBIERI, Teresita, Sobre la categoría género, Isis internacional, N. 114.

19
doloroso, y genera más daño psíquico, moral y social que en un hombre por los
roles que ella juega tanto en la promoción de valores como en la generación de
identidad y organización dentro de la familia. Adicional a esto está hecho de que
las mujeres tienen comportamientos muy distintos al de los hombres: “No cabe
duda de que los varones son percibidos como más violentos que las mujeres. Y
esta percepción se refleja tanto en el estigma social asociado a ser varón, como
es las expectativas sociales impuestas a los adolescentes varones”16

Esto se da porque “el arte de cuidar, de acudir, de preocuparse de los otros,


de proteger, es propio de la mujer y es un aspecto fundamental de la maternidad.
Es una responsabilidad específica de la mujer el hacerse cargo de los otros, aun
cuando hoy, más que nunca, es necesario que también los hombres y los jóvenes
desarrollen esta cualidad”17. Esta capacidad femenina hay que activarla en todos
los humanos y se muestra cuando se tiene una vivencia cardiaca de los
acontecimientos, cuando se tiene una preferencia clara por lo frágil, cuando surge
desde las entrañas la voluntad de cuidado con una característica propia del ser.
Esto hay que promoverlo. Lo masculino nunca podrá ser más expresión de
patriarcalismo, de exclusión, de dominio sobre otros, sino que ha de integrar en él
esa condición femenina, que no es más que capacidad receptiva para recibir el
don de los demás y hacerse entrega constante en función de los otros y no de sí
misma. Esto es lo que hace que las personas sean fecundas, que puedan integrar
armónicamente lo masculino y lo femenino como dos realidades complementarias
y no yuxtapuestas.

1.2.2. El género en relación con la pobreza

¿Se puede establecer alguna relación entre el género y la pobreza? O, ¿Es


lo mismo ser hombre pobre que mujer pobre? Conviene aclarar que cuando se
plantea el tema de género es necesario sostener la diferencia que hay entre los
géneros. Pero también es esencial saber que se da una inclusividad, es decir, que
no obstante las diferencias concretas que hay entre hombre y mujer, cada ser

16
HENDERSON, Edith, en: Resiliencia y subjetividad, p. 158.
17
ROSANNA, Érica. La riqueza de ser mujer. Ed., sígueme, Salamanca, 2004, p. 88.

20
humano es simultáneamente masculino y femenino en una densidad y proporción
propia de cada uno y esto genera el tema de la reciprocidad. Esto quiere decir que
no sólo en lo humano se incluye las dos dimensiones, sino que hombre y mujer
están uno frente al otro, uno se descubre en el otro, a la luz de la mujer, el varón
se descubre como tal y viceversa. Esta reciprocidad es un elemento constitutivo
de la experiencia humana 18.

Ahora bien, hechas estas aclaraciones prácticas se puede decir que la


mujer pobre y encarcelada se hace más vulnerable que el varón. Esto por razones
culturales y existenciales. El machismo patriarcal ha enseñado que ciertas
conductas como el beber alcohol, el delinquir, el estar fuera de la casa y otros, son
realidades del mundo de los hombres y cuando una mujer realiza estas cosas
tienen una doble connotación peyorativa. Y de tipo existencial se da porque una
mujer que esté fuera del hogar se nota mucho más su ausencia que la del varón
dado que la mayoría de las responsabilidades del hogar están a cargo de la mujer.
Se suele decir en el argot popular que “cuando la mujer se va de la casa, todo se
pierde”. Para indicar que en general quien hace de centro de los hogares es la
mujer. Y si ésta no está, si ha cometido delitos, si consume droga, se le verá
doblemente negativa. Por ser mujer y por saberse de manera inconsciente que la
mujer debe llevar las riendas del hogar y que ella ha de ser el modelo ético y
modelo real que conduce el destino del hogar.

Además de esto conviene entender el fenómeno como un proceso y no


como un síntoma, evitando de este modo las miradas estáticas, es decir, la
pobreza vista como algo estático, sin los matices que tienen los momentos
históricos y las comprensiones que se van gestando en el camino.

Otra de las contribuciones de la perspectiva de género al análisis de la


pobreza ha sido hacer visible la discriminación tanto en el ámbito público como en

18
Cfr. BOFF, Leonardo. El rostro materno de Dios, Ed. Paulinas, Madrid, 1980, p. 74. Se ha hecho
una relectura del texto, pero no una cita textual y se ha presentado a manera de paráfrasis.

21
el interior de los hogares, lo que pone de manifiesto en ambos casos las
relaciones de poder y la distribución desigual de los recursos. En este sentido, es
posible vincular perspectivas generales y específicas y relacionar el desarrollo
económico y social con la vida cotidiana de las personas, lo que muestra las
conexiones entre ambos niveles y ayuda a comprender la complejidad de los
procesos que entraña el fenómeno de la pobreza.

La definición de pobreza señala también los indicadores para su medición


como plantea Feijoó 19, “lo que no se conceptualiza no se mide” y el tipo de
políticas que han de ponerse en práctica para su superación.

Sin embargo, es importante que el debate sobre la conceptualización de la


pobreza no se vea limitado por las posibilidades de medición, sino que se
comprenda e implique los diferentes factores mencionados y sobre todo la
experiencia misma. De acuerdo con esta conceptualización más amplia de la
pobreza, la autonomía económica y la violencia de género constituyen otras
dimensiones importantes para visibilizar de qué forma ella afecta a hombres y
mujeres de manera diferente.

En síntesis, podríamos decir que la pobreza es una realidad compleja que


implica lo monetario, la dimensión social, cultural, el género, lo territorial (lugar y
modo de construir las viviendas), las posibilidades de formación, la alimentación, y
otros. Este fenómeno se hace visible cuando hay un infraconsumo de bienes
esenciales, desnutrición, vivienda en precarias condiciones, inestabilidad laboral,
bajo nivel académico, poca participación en los mecanismos de integración social,
realización de trabajos forzados mal remunerados, economía informal, y otros.
Estas realidades vistas desde la perspectiva de género adquieren un matiz propio
y muy complejo cuando hablamos de las mujeres de la cárcel, porque en ellas se

19
Cfr. Fejioo, María del Carmen 2003, Desafíos conceptuales de la pobreza desde una perspectiva
de género documento presentado a la reunión de Expertos sobre pobreza y género, Comisión
económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) organización internacional del trabajo (OIT),
Santiago de Chile 12 y 13 de Agosto.

22
realiza la vida pobre, muchas veces marginada asociada a una delincuencia como
forma de vida, a formas de amar y de sufrir muy reales.

1.3 LA VULNERABILIDAD

La raíz de la palabra vulnerabilidad proviene de latín vulnerare que significa


herir, derivado de vulnus, herida, incluye recibir un golpe y en su etimología se
añade desgracia, aflicción20. La vulnerabilidad se expresa por una imposibilidad de
defensa frente a los hechos traumatizantes o dañinos debido a la insuficiencia de
recursos psicológicos defensivos personales o también debido a la falta de apoyo
externo, además de una incapacidad o inhabilidad para adaptarse al nuevo
escenario generado por los efectos de la situación riesgosa o peligrosa21.

Chambers define Vulnerabilidad como: “la exposición a contingencias y


tensiones, y la dificultad para afrontarlas. La vulnerabilidad tiene por tanto dos
partes: una parte externa, de los riesgos, convulsiones y presión a la cual está
sujeto un individuo o familia; y una parte interna, que es la indefensión, esto es,
una falta de medios para afrontar la situación sin pérdidas perjudiciales.”22

Con respecto a la parte externa, es a lo que estamos expuestos todos, es


decir lo que es ajeno a la persona, pero que si puede influir en lo que acontece a
su alrededor, familiar y/o social. Y la parte interna es lo que es propio de la
persona, son nuestras cualidades y carencias que se nos dan por herencia
genética.

20
Cfr. GIBERTI, Eva. Vulnerabilidad, desvalimiento y maltrato infantil en las organizaciones
familiares, Ed, Noveduc, Bs. As., 2005, p, 28.
21
Cfr. Ibíd, p, 28.
22
Chambers, Robert Boletín, volumen 37, N° 4 de septiembre 2006. pp. 33 – 40, Ed. Instituto de
Estudios del Desarrollo.

23
“La vulnerabilidad es una dimensión relativa. Es decir, todas las personas
somos vulnerables, pero cada una, en función de sus circunstancias
socioeconómicas y condicionantes personales, tiene su propio nivel de
vulnerabilidad, así como también su propio tipo de vulnerabilidad. Esto significa
que uno puede ser muy vulnerable a un tipo de catástrofe potencial, pero poco a
otra, ya que cada una de ellas golpea de forma diferente y pone a prueba
23
aspectos diferentes”.

Existe una vecindad entre la pobreza y la vulnerabilidad. La mujer pobre en


la cárcel llega a ser vulnerable en virtud de un factor externo (historia familiar,
problemática sociales del lugar donde habita y otros) que se hace real en su
persona y le hace incapaz de responder de manera adecuada las hostilidades de
las contingencias de la vida cotidiana. La pobreza hace que la mujer encarcelada
sea vulnerable y entre más vulnerable más pobre. Vecindad que se tiende a tener
una cierta característica de circularidad dialéctica. Pero la forma como se
reacciona ante esta situación de indefensión se particular a cada caso.

Todo esto es comprensible desde las mujeres privadas de libertad, porque


frente a su situación todas reaccionan de manera diferente, algunas con mucho
temor a lo desconocido, lo nuevo y, otras, como si siempre hubiesen estado en el
lugar, esto frente a sus pares, pero en la reflexión más personal se sacan la
máscara y quedan absolutamente indefensas frente a su realidad, desde ahí la
importancia de la acogida en un ambiente privado donde se puedan encontrar a
solas consigo misma y con la persona que las escucha, sin emitir juicios, sólo
acogerXII.

23
Pérez de Armiño, Karlos, Diccionario de acción Humanitaria y Cooperación al Desarrollo, p 2 año
1999
XII
Si hay algo que motiva esta investigación es esta realidad ante la que estamos. Ante el dolor
humano, ante su indefensión no podemos quedar como meros espectadores, hay que convertirse
en actores, en personas; es decir, seres que no viven desde sí y para sí mismas, sino desde los
otros. Si hay algo que hace que la vida sea religiosa en su sentido más hondo, es la capacidad de
acompañar el dolor del que está excluido de sus más mínimas posibilidades de ser digno.
Conviene recordar aquí un texto de José Antonio Pagola referido a la necesidad de mostrar a una

24
1.3. 1 Componentes de la vulnerabilidad

Los componentes más importantes de la vulnerabilidad serían: Exposición


física al riesgo de catástrofes, falta de capacidades y de acceso a los recursos,
pobreza (de ingresos y reservas), Inseguridad del sistema de sustento,
indefensión o desprotección personal, falta de capacidades físicas y psicológicas,
falta de conocimientos y de cualificaciones técnicas., falta de capital social,
dificultad para ejecutar estrategias de afrontamiento, debilidad de redes sociales y
economía moral, falta de protección por el Estado.24

Si bien, se han enumerado los componentes en que se puede desglosar el


concepto de vulnerabilidad, por otra parte, las causas de ella y de sus
componentes responden a una combinación de múltiples factores geográficos,
económicos, sociales, políticos y personales, que condicionan tanto la exposición
al riesgo como la disponibilidad de capacidades de cada familia e individuo en un
contexto dado.

Ahora bien, las mujeres que llegan a la cárcel se hacen más vulnerables
que el conjunto de la población femenina, pues su libertad queda abruptamente
suspendida debido a que pasan a depender de otros factores que les manejan la
vida, sus decisiones más importantes e incluso las relaciones más íntimas que
tienen con su familia. Por otro lado, aparece en ellas la exclusión de la sociedad y
esto las hace más vulnerables, pues les limita las herramientas que tienen para
reclamar sus derechos más elementales.

Iglesia que puede y tiene la obligación de ser sanadora: “Lo que más cuestiona hoy la verdad de
nuestra acción evangelizadora aquí, en el Primer Mundo, no es la falta de asistencia a la liturgia
dominical, el enfrentamiento de posiciones doctrinales diversas o la dificultad en asumir el
proceso de la modernidad, sino, sobre todo, nuestra apatía e indiferencia ante el mundo de los
pobres, los marginados, los enfermos y excluidos”. Cfr. PAGOLA, José Antonio, Id y Curad, Ed,
PPC, Madrid, 2004, p, 19.
24
ibid

25
Conviene tener en cuenta que la vulnerabilidad de las mujeres XIII que llegan
por primera vez a la cárcel está antecedida por una historia de familia disfuncional
caracterizada por la pobreza, la violencia intrafamiliar generada por el cónyuge, la
carencia de una formación moral y académica adecuada y esto, al mismo tiempo,
se convierte en el espacio propicio para el aprendizaje de nuevas conductas
delictivas.

1.4. RESILIENCIA

Desde la introducción hemos estado mostrando que la subjetividad está


íntimamente relacionada con la alteridad. Ningún sujeto puede construir sentidos,
significados, valores, actitudes por sí mismo y desde su propia individualidad, sino
que todo esto, y su propia vida, se realizan en una relación. Constitutivamente
estamos hechos de otros. Nos parecemos a nuestros padres, a nuestros amigos,
parejas, acompañantes, y demás personas con las cuales estamos en relación.
Ese “parecido” no es casual, es el punto de intercesión, es lo compartido a partir
del encuentro, surgimos desde ese otro que nos antecede. Pero ante esta
situación surge una pregunta: ¿cómo se constituye en el niño o la persona la

XIII
Curiosamente cuando el ser humano es más vulnerado, se hace más capaz de Dios. El saberse
desvalido por completo, el tener que enfrentar un mundo adverso con capacidades que no se
tienen lo hacen en ciertas ocasiones el más fino buscador de Dios. Esto se afirma no en virtud de
una razón sacada de un libro, sino a partir de lo sentido y vivido en el encuentro con cientos de
mujeres en la cárcel. Conviene aquí recordar el rostro de una mujer boliviana; unos grandes ojos
negros poblaban su rostro. Viene con la sed de los que sólo desean encontrar un “lugar” donde
llorar y manifestar su arrepentimiento. Se acerca y cuenta su historia, sus errores, sus mentiras a
la familia; lo que más le duele es haberle mentido a su familia, haber jurado que no estaba en el
narcotráfico y ahora dice: “Estoy tan arrepentida. (…) Estaba engañada, la plata no me dio
felicidad y, ahora, por buscarla ansiosamente, estoy en la cárcel, lejos de mi mamá y de mis
hijos. Perdón (…)” y largo llanto”. Ante este cuadro sólo es posible el silencio. Pero al mismo
tiempo aparece la sensación de indignidad para recibir tan preciado tesoro: el misterio de un ser
humano que llora y que, simplemente, pide por unos instantes que ese otro ser que está al frente
sea “Dios” por unos instantes, que sea aquél que sea portador de su perdón. ¿No es esto el centro
del Evangelio? ¿No fue el llanto y la generosidad de María de Magdala la que reconoce con
hondura el misterio del amor de Cristo? ¿No es esto la reproducción existencial de la escena
evangélica del publicano arrepentido que contrasta a grandes distancias con el mundo
autoreferente y satisfecho del fariseo que ora y habla desde sí mismo y en sí mismo quiere
encontrar a un dios que ha muerto?. Esto es regalo y sólo eso. En virtud este llanto, de esta
petición de perdón existencial, en virtud de todo el dolor que sale borbotones en cada rendija de
la cárcel se está haciendo este trabajo, cuyo mérito ciertamente no es mío; es de las mujeres
que me han mostrado algo del misterio del Dios vivo que sigue “haciendo nuevas todas las cosas”.

26
experiencia del otro?. Emiliano Galende citando a Merleau Ponty nos ofrece un
camino para acceder a esta respuesta: “Merleau Ponty (1954) ha señalado que
son necesarios cuatro términos para comprender esta experiencia del prójimo: (1)
una representación primera de sí mismo (yo, o núcleo psíquico primario); (2) una
sensibilidad previa que posibilite la imagen del cuerpo propio (el espejo) y, por lo
tanto, la unión con la cenestesia (interocepción), (3) una sensibilidad de imagen
que permita el “cuerpo visto” del otro, y (4) una representación mínima del
psiquismo del otro, sin duda hipotético, reconstituido desde lo “visto” y lo “oído”, de
los fonemas y gestos que lo presentan” 25.

Ahora bien, una vez que la persona se ha constituido puede presentar en su


vida situaciones traumáticas hasta llegar al punto de sobrepasar la capacidad de
simbolización. Y es ahí donde cabe hablar de resiliencia que “se define como la
capacidad de los seres humanos de superar los efectos de una adversidad a la
que están sometidos, e incluso, de salir fortalecidos de la situación. Desde este
punto de vista de la resiliencia, el aspecto quizás más especial y original es el
énfasis de la necesidad del otro como punto de apoyo para superación de la
adversidad”26. Queda claro, entonces, que para la individuación se requiere la
presencia de otro que sea espejo donde se genere la primera imagen de sí mismo
y también que para superar los traumas generados por tragedias que se puedan
presentar en la vida, se requiere de otro que active esta capacidad sanadora. Y
para que ésta se manifieste la persona la persona requiere unos pilares (recursos
yoicos): autoestima consistente, independencia, capacidad de relacionarse,
sentido del humor, moralidad, creatividad, iniciativa y capacidad de pensamiento
crítico. Con algo de todo eso más el soporte de otros humanos que otorgan un
apoyo indispensable, la posibilidad de resiliencia se asegura y el sujeto continúa
su vida”27.

25
GALENDE, Emiliano, en: Resiliencia y subjetividad, Ed. Paidós, México 2004, p. 30.
26
Ibíd, p. 63-64.
27
Ibíd, p, 71.

27
Curiosamente ante la hostilidad extrema que vive una mujer en la cárcel
aparece una reacción en la mayoría de ellas que les permite protegerse. Esto se
puede relacionar con el concepto de resiliencia.

Capacidad que ha de ser activada por la presencia de otro que ofrezca


apoyo incondicional ante la presencia de experiencias traumáticas en su vida.
Ahora bien, “si la resiliencia constituye un proceso de entramado entre lo que
somos en un momento dado y los recursos afectivos presentes en el medio
ecológico social, la falencia de esos recursos puede hacer que el sujeto sucumba;
pero si existe aunque sea un punto de apoyo, la construcción del proceso
resiliente puede realizarse”28.

Al principio, cuando nos referíamos la propuesta antropológica de Lévinas


se afirmaba que decir persona, es indicar una relación, ningún ser personal surge
desde sí mismo y para sí mismo XIV. Esto es bastante lógico desde la mera
biología. En lo enunciado en la significación de resiliencia se evidencia este
carácter relacional de la persona humana. Ese “punto de apoyo” que activa la
capacidad resiliente es el otro que se presenta en el horizonte de la historia
simplemente como aquél que puede activar algo en la persona que ella no puede
por sí misma, pero que está latente. Cada ser humano tiene una fortaleza
originaria que se puede activar.

Por tanto, estamos de cara no sólo a una capacidad psicológica sino ante
una estructura antropológica que indica que para hallarla es necesario tejerla

28
Ibíd, p. 70.
XIV
“Preguntó el Gurú a sus discípulos:”Cuando ves un animal a distancia y puedes distinguir si es
vaca o un caballo?” No, dijo el Gurú. Cuando miras un árbol a distancia y puedes distinguir si es
un mango o una anaconda. Tampoco, dijo el Gurú. Está bien, dijeron los discípulos, dinos cuándo
es. Cuando mira a un hombre al rostro y reconoces en él a tu hermano; cuando miras a la cara a
una mujer y reconoces en ella a tu hermana. Si no eres capaz de esto, sea la hora que sea, aún es
de noche”. Cfr. LANSSIERS, Hubert. Los Dientes del Dragón. Ed. Copé, Lima 1998, p, 92. Se trae
esta cita para complementar desde el lenguaje poético esto tan esencial de cara al crecimiento
de los seres humanos. Acompañar a una mujer en la cárcel es un acto de justicia con la
fraternidad rota que su rostro me revela y, al mismo tiempo, me demanda.

28
como mínimo entre dos, pero también es necesario tener en cuenta la relación con
el entorno social.

En la cárcel las mujeres por lo general son muy resilientes XV. Cuesta saber
en ciertas ocasiones cómo pueden soportar tanta pena, tanta soledad, tanto dolor,
tanta angustia, tanta agresión. No es fácil soportar la sola vergüenza de estar en la
cárcel y si a esto le agregamos las miles de agresiones que se generan tanto entre
las mismas internas como la violencia que hacen los gendarmes, el sistema
judicial y los abogados. A esto se le suma la tragedia humana interior que hay por
dentro: historia familiar rota por dentro, relaciones afectivas destruidas, hogares
desolados que claman por la presencia de la mamá que su ausencia genera caos.
Se necesita una fuerza mayor, una capacidad de disociación muy fuerte como lo
diría Freud para salir airoso. Teniendo en cuenta este punto me he decidido a
terminar esta tesis, para compartir en algo mínimo la angustia de las mujeres que
acompaño y que veo todos los días tras las rejas y que, sin embargo, siguen
siendo espacio donde el misterio silencioso de Dios habla a gritos.

1.5.1. Pilares de la resiliencia individual 30

Autoestima consistente. Es la base de los demás pilares y es el fruto del


cuidado afectivo consecuente del niño o adolescente por un adulto significativo. En
el caso de las mujeres de la cárcel se da como una fuerza femenina, en su
mayoría de las veces, maternal que la hace sentir que luchar por lo que más
aman: sus hijos, sus familiares más cercanos, vale la pena y esto las hace dignas

XV
Aquí estaríamos hablando de dos cosas: una sería la resistencia de las mujeres de la cárcel
frente a la destrucción, es decir, la capacidad de proteger la propia integridad en un medio tan
adverso como es la cárcel. La segunda sería la habilidad para construir una conducta de vida
positiva pese a la adversidad. En estas dos habilidades se concentran diversos mecanismos
intrapsíquicos que posibilitan tener una vida “sana” habitando en un contexto como la cárcel. Y
esto es producto de un conjunto de interacciones de la mujer con su medio, con los seres que la
aman, con los agentes de pastoral, con las personas que les acompañan, con todos aquellos que
en algún instante, por pequeño que sea, se han convertido en apoyo incondicional.
29
Cfr. Revista "Psicoanálisis: ayer y hoy"- Nº1.
30
Cfr. Revista "Psicoanálisis: ayer y hoy"- Nº1

29
ante sí mismas y logra nutrirlas con diversas prácticas religiosas que viven con
intensidad.

Introspección. Es el arte de preguntarse a sí mismo y darse una respuesta


honesta. Depende de la solidez de la autoestima que se desarrolla a partir del
reconocimiento del otro. En las mujeres encarceladas curiosamente en los
espacios íntimos aparecen ellas con mucha honestidad, aunque en el ambiente
público se protegen mucho de los gendarmes o funcionarios con los cuales no
siempre se comunican con honestidad, por miedo, pero dentro de sus grupos
cercanos hay gran capacidad para la transparencia y este conocimiento mutuo las
hace fuertes.

Independencia. Se definió como el saber fijar límites entre uno mismo y el


medio con problemas; la capacidad de mantener distancia emocional y física sin
caer en el aislamiento. En la cárcel es fácil observar cómo estas mujeres se
sustraen a situaciones que les podrían generar daño. Esto puede tener el riesgo
de hacer que ellas se vuelvan insensibles al dolor o a las situaciones que generen
algún tipo de estrés.

Capacidad de relacionarse. Habilidad para establecer lazos e intimidad


con otras personas, para balancear la propia necesidad de afecto con la actitud de
brindarse a otros. Los pequeños grupos de amigas se convierten en lugares de
profunda humanidad y espiritualidad dentro de la cárcel. Pero es necesario tener
en cuenta que la vivencia de la afectividad tiene muchos matices que no siempre
es posible precisar.

Iniciativa. El gusto de exigirse y ponerse a prueba en tareas


progresivamente más exigentes. Hay un buen número de mujeres que toman la
iniciativa de estudiar, de hacer algo que les ayude a ocupar el tiempo libre. Esto
ayuda mucho a subir su autoestima, sobre todo cuando lograr finiquitar los
proyectos emprendidos.

30
Humor. Encontrar lo cómico en la propia tragedia. Permite ahorrarse
sentimientos negativos aunque sea transitoriamente y soportar situaciones
adversas. Las mujeres en la cárcel tienen una capacidad grande para el humor
que se vive en muchas circunstancias como las actividades culturales organizadas
por ellas mismas donde se ríen no sólo de ellas, de lo que acontece en el recinto
carcelario, sino también en la sociedad, en los juegos formales e informales, en los
chistes que surgen en los diálogos cotidianos a partir de su propia experiencia y a
partir de la relación que establecen con los gendarmes y demás autoridades.
Saber reírse de las situaciones y no de las personas genera resiliencia en la
persona y en los grupos, crea una barrera que programa actitudinal y mentalmente
a las personas y les facilita la interacción y una mejor comprensión de sus propios
fracasos.

Creatividad. La capacidad de crear orden, belleza y finalidad a partir del


caos y el desorden; es impresionante ver como las mujeres en un reducido
espacio son capaces de crear ambientes que les permitan vivir lo más
parecidamente a su entorno familiar.

Moralidad. Entendida ésta como la consecuencia para extender el deseo


personal de bienestar a todos los semejantes y la capacidad de comprometerse
con valores. En las mujeres de la cárcel ésta categoría asume diversos matices.
Por un lado algunas aprenden a comunicarse muy intensamente con Dios a partir
de su dolor. Y, otras, relativizan comportamientos relacionados con su sexualidad,
el manejo del dinero, el consumo de sustancias psicoactivas, la difamación mutua,
entre otros comportamientos menos visibles.

Capacidad de pensamiento crítico. Es un pilar de segundo grado, fruto de


la combinación de todos los otros y que permite analizar críticamente las causas y
responsabilidades de la adversidad que se sufre. Las mujeres en la cárcel han
sido poco trabajadas en su campo personal lo que les hace sentirse víctimas todo

31
el tiempo y proyectando sus propias culpas en otros que pueden ser: familia,
sociedad, Iglesia, Estado; lo que inhibe su pensamiento crítico – reflexivo.

1.5. 2. Indicadores de la Resiliencia:

Los autores Teitelman y Arazi, definen otros pilares, interesantes de


revisar:31

La capacidad de juego: No tomarse las cosas tan a pecho que el temor


impida hallar las salidas. La creatividad, juega un rol importante, los juegos de la
imaginación relegan los temores a su justo lugar.

La capacidad de encarar las situaciones con un sentimiento de


esperanza. Y para ello es fundamental tener al menos a alguien en quien
depositar los afectos, admiración, que sirven como guías y estímulo.

El autosostén. Se puede resumir como un mensaje o relato que la persona


elabora para si misma y desde su propia existencia. .. “Yo sé que esto va a pasar”,
“Me tengo que querer yo” “Yo me equivoque, tengo que salir de esto, mi familia no
tiene porque pagar por mis errores”, “Afuera he pasado cosas peores” “Yo se que
me puedo sostener en esta nueva etapa que me toca vivir”

En resumen, la resiliencia según Stefan Vanistendael, “es la capacidad de


una persona o un sistema social para desarrollarse y crecer en presencia de
grandes dificultades. Esta capacidad tiene varios componentes: protegerse y
defenderse, resistir; construir y proyectarse en el tiempo”. 32

31
Cfr. Revista Rumbos Nro. 6 Octubre de 2003.
32
La felicidad es posible. Despertar en niños maltratados la confianza en si mismos: construir la
resiliencia ” (2002), escrito junto con el periodista J. Lecomte y editado por Gedisa.

32
La resiliencia se construye en un proceso continuo durante toda la vida, es
una interacción entre la persona (o sistema social) y su entorno. Es, pues, variable
según los contextos y las etapas de la vida. La resiliencia nunca es absoluta. Nada
está definitivamente ganado, nada está definitivamente perdido: este es el
realismo y la esperanza de la resiliencia.

Por eso es que la resiliencia no puede ser nunca considerada como un


sustituto de la política social o económica. Estas políticas pueden ayudar a
construir la resiliencia o, por el contrario, a destruirla. La resiliencia insiste en una
responsabilidad compartida y articulada con todas las personas implicadas, en
lugar de una deresponsabilización del individuo o de la sociedad. La resiliencia no
construye pues, a cualquier precio, ni para sí mismo, ni para los otros. La
búsqueda de la ética incluye las ambigüedades propias de la vida.

La resiliencia se construye de manera específica en cada contexto y en


cada caso. No se trata de una nueva técnica de intervención generalizable. Sin
embrago, ella puede ayudar a repensar ciertas intervenciones y a inspirar otras
nuevas. Al comienzo, hay un cambio de mirada sobre la realidad, una mirada que
busca compasión, con paciencia e inteligencia, los elementos que pueden ayudar
a construir una vida, así como los recursos de la persona y de su entorno y la
manera de movilizarlos. En esto la resiliencia se distingue de un procedimiento
puramente reparador.

Muchos otros elementos pueden intervenir y deben ser siempre


especificados en su contexto: la autoestima, las competencias sociales y
profesionales, la capacidad para planificar o para pedir ayuda en caso necesario,
el humor y cierto control sobre los sucesos relacionados al sentido.

Se deben explorar otras pistas, como el contacto con la naturaleza o la


expresión artística y la belleza – todos ellos relacionados con el sentido - y cada

33
situación puede constituirse en oportunidades específicas para descubrir e
implementar.

Para concluir esta primera parte es necesario mostrar cómo las categorías
conceptuales de pobreza, género, vulnerabilidad y resiliencia descritas se
relacionan y nos hacen un aporte para comprender ampliamente lo que hay detrás
de una mujer encarcelada. Se ha tratado de hacer ver que estas categorías no se
pueden abordar de manera yuxtapuesta, sino que están íntimamente
relacionadas. Pero es necesario tener en cuenta que en esta relación no hay una
condición de causalidad, de tal manera que pudiera pensarse que una categoría
genere la otra, sino que las implicaciones son muy variadas. Por ejemplo, no sería
adecuado decir que la pobreza hace que la mujer vaya a la cárcel, sino que para
que esto se de hay una cantidad ilimitada de factores, que al ser vistos en su
conjunto, pueden explicar las razones por las cuales se da el fenómeno delictivo y
que se convierte en ocasión para que se dé la exclusión de la sociedad.

El tener en cuenta todos estos factores se convierte en una herramienta


para el acompañamiento, en la medida de lo posible, de las mujeres privadas de
libertad. Esto ayuda para que no se hagan interpretaciones o juicios fáciles bien
sea positivos o negativos sobre ellas, sino que implica tener una actitud de
apertura crítica para poder acompañar con los criterios que nos da el Evangelio y
los adelantos de las demás ciencias que ayudan a comprender esta realidad, que
representa un problema social. Una persona encarcelada es desafío a la sociedad
en su conjunto; en esta sociedad las mujeres encarceladas usualmente despiertan
más emociones negativas e incluso agresivas hacia ellas, que reflexión sobre los
modos como la sociedad se organiza a nivel económico, educativo, cultural, para
abordar su situación de vida.

34
2. LAS CÁRCELES

A continuación se va a presentar de manera descriptiva el fenómeno


carcelario y sus implicaciones en el modo de ser y actuar de las personas que
ingresan a él. Primero se describe cómo es la prisión y, en segundo lugar, se
describe el ser de la mujer encarcelada para terminar con la experiencia de fe
como realidad que nos permite integrar el conjunto temático a la luz del cometido
central de toda la investigación.

“Las prisiones han representado el medio de represión y contención de la


actitud delictiva del ser humano. Es entonces, el medio por el cual la sociedad
impone castigos a aquél que comete delitos que dañan la vida social y personal.
Cualquier hombre o mujer puede caer en la cárcel en el momento menos pensado,
o en el instante menos justo y, por ello, en situaciones de mucha conflictividad. En
distintas Naciones, Estados y Repúblicas las características de estos métodos
33
representan el avance de la sociedad o el retroceso de su humanidad.”

En nuestro país, en 10 años la población penal se ha triplicado y


mayoritariamente los delitos están asociados a la droga, ya sea al tráfico y/o al
consumo, vemos cómo la globalización genera beneficios, pero también nos ha
fomentado el tráfico de drogas, en las cárceles chilenas hay una gran cantidad de
extranjeros. Se menciona el tema de la globalización porque ésta genera pobreza,
nuevas formas de violencia y otros males que hacen subir el índice de delitos en la
población.

33
Cfr. MONTEVERDE S., Alessandro. LAS CARCELES Y PRISIONES EN LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XVIII Y
COMIENZOS DEL XIX. APORTES TEÓRICOS Y PENALES DE JEREMÍAS BENTHAM. Rev. estud. hist.-juríd.
[online]. 1998, no.20 [citado 04 Octubre 2008], p.211-221. Disponible en la World Wide Web:
<http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S071654551998000200007&lng=es&nrm=iso>. ISSN
0716-5455.

35
En períodos de «tensión» los centros de reclusión se repletan de personas,
hombres y mujeres que deben someterse a una nueva forma de vida, sin libertad y
muchas veces sin comunicación, esto impuesta por el sistema nacional de cada
país o Estado” 34. Así fue el caso del golpe militar en Chile en el año 1973 donde
muchos hombres y mujeres fueron encarcelados para reprimir, callar y anular su
pensamiento. Aquí se trata de una forma de violencia estatal que tocó fondo no
sólo por la cantidad de presos “políticos”, sino por la gente desaparecida.
Fenómeno que no sólo suscitó el crecimiento de la población carcelaria sino la
violación a los derechos fundamentales de la persona, como la legítima defensa,
el conocer la causa de su detención o el derecho a elegir un partido político
distinto al del gobierno opresor de aquél momento trágico que vivió el país.

“Cada cárcel, prisión, pasa a ser un micro universo del prisionero (a),
desarrollando allí internamente iras, sueños, rabias contra todo lo establecido, y
cayendo en las más grandes contradicciones. El hombre y / o mujer que llega a la
prisión -luego de un juicio o no- pierde todas las garantías individuales que poseía
antes del ingreso, pasa, sin embargo, a tener obligaciones, deberes y a obedecer
en una escala de valores, que hasta ese momento no lo había conocido ni sentido.
Se convertirá en un hombre o mujer insignificante, culpable e indeseado,
pisoteado, denigrado y maltratado”35. Ante esto se generan algunas respuestas
que intentan paliar en algo lo que significa tanto emocional, espiritual como
existencialmente este acontecimiento.

Es fundamental el acompañamiento psicoespiritual para los y las internas,


especialmente cuando ingresan a un centro de reclusión, es ahí donde necesitan y
desean sentirse acogidas y acompañadas y, por sobre todo, contar con alguna
persona que los conecte con Dios, con la sociedad y familia. Esta necesidad de

34
ibid
35
ibid

36
contención, de apoyo y de promoción de su dignidad contrasta grandemente con
la situación misma de las prisiones.

Las condiciones en que viven los hombres y mujeres en algunas de las


cárceles son inhumanas, el hacinamiento genera abusos, donde el más fuerte se
impone contra el débil y lo hace su “Perkins” XVI utilizándolo a su antojo y donde
nadie interviene porque prima el temor. Esto hace que el proceso de crecimiento
sea cada vez más complejo. Es necesario reconocer la impotencia que se vive allí
por no poder responder en lo mínimo a los grandes requerimientos de contención
del dolor y la angustia que genera para una persona el vivir en contexto de
constante agresión e indefensión.

“Al perder la libertad, el hombre y la mujer, pierden su individualidad,


dignidad y responsabilidad. Es conducido, manejado y manipulado. Lo menos que
logra es rebatir o criticar; algunas veces encuentra un trabajo que le permite
distraerse del contexto adverso que lo circunda. No puede olvidarse lo que es,
cómo es y qué es lo que será. El tiempo es el que se le asignó, no puede
arriesgarse a perderlo, no lo dejan y además le recuerdan permanentemente su
condición y su precariedad como parte de un sistema que le impone todo y le quita
todo. La persona es concebida como delincuente por los funcionarios del Estado y
por la sociedad en general y esto media el conjunto de las relaciones”.36

Las cárceles están concebidas en teoría para ayudar a las personas a


cambiar de vida, es decir para corregirse y ayudar en la resocialización de los
delincuentes. Pero la experiencia dice que hoy más que nunca lo que se encierra

XVI
Termino usado en la jerga carcelaria para designar al mozo o empleado que les hace todo tipo
de servicios a sus compañeros, compañeras incluidos los sexuales.
36
Cfr. MONTEVERDE S., Alessandro. LAS CARCELES Y PRISIONES EN LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XVIII Y
COMIENZOS DEL XIX. APORTES TEÓRICOS Y PENALES DE JEREMÍAS BENTHAM. Rev. estud. hist.-juríd.
[online]. 1998, no.20 [citado 04 Octubre 2008], p.211-221. Disponible en la World Wide Web:
<http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S071654551998000200007&lng=es&nrm=iso>. ISSN
0716-5455

37
es el cuerpo, pero su espíritu y ansias de libertad, permanece vivo. Pero, también
es verdad que muchas de las prisiones que hemos conocido, son insalubres,
insanas, alienantes e inhumanas. Lo que lleva a las personas recluidas a
comportarse agresivamente, con violencia a si mismo, a los compañeros y
autoridades. Además, que lo que más les duele es la lejanía de sus familiares, de
manera muy especial sus hijos. Por otra parte, la soledad afectiva que se vive, en
muchas ocasiones, conduce a lleva a perder su heterosexualidad y caer en la
homosexualidad, esto está muy relacionado con la historia de la persona y el tipo
de vínculos que continúe sosteniendo con sus familiares y amigos. Esto hace que
la cárcel como tal se queda corta como institución en la tarea de rehabilitar a una
mujer que ha sido delincuente; no sólo porque haya desarrollado esta conducta,
sino porque el medio mismo de la cárcel es agresivo en muchos sentidos y muy
poco apoya, poco contenida realmente en los momentos de dificultad. La
institución misma genera la conducta delictiva por lo violenta que es ella en sí
misma y por la violencia tan compleja que se suscita entre las mismas mujeres
privadas de la libertad civil.

“La prisión es eficaz en cuanto que frena o impide las actividades delictivas,
pero no siempre logra generar un cambio de la conducta ilícita del infractor: en
algunas ocasiones la potencia y en otras la corrige. Por lo tanto, a todas aquellas
personas que se les somete a prisión, les afecta íntimamente, produce efectos en
la personalidad, en la mente y en el cuerpo. Nadie es insensible a la privación de
libertad, al quiebre y rompimiento violento de sus hábitos y costumbres y de su
desarrollo social”. 37 Esto nos indica que no siempre la cárcel es la escuela del
delito y de la inmunidad, sino que hay situaciones en las cuales se ayuda a
resocializar. El sólo hecho de llegar a la cárcel es ya amenaza, lo cual genera
algún tipo de control del delito. Pero es necesario decir, que es un fenómeno muy
complejo, sobre todo, por los problemas de tipo existencial que se suscitan al
ingresar a ella.

37
ibid

38
El enemigo más poderoso de un (a) recluso (a) es la soledad, recuerdo en
una ocasión un hombre me dijo: “Hermanita aquí en la cárcel uno no muere de
hambre ni de frío, porque siempre hay manos solidarias para ayudarnos, pero si
podemos morir de soledad, angustia y dolor del alma” XVII Este caso que, genera
escalofrío, vemos el fracaso del sistema penitenciario, de la sociedad civil, de los
sistemas de salud y de la misma pastoral penitenciaria. Este hombre murió de
tristeza. Esto no es una metáfora, no es un ejemplo; es un rostro que nos
antecede y nos vuelve a la pregunta originaria que se le formula a Caín: ¿Dónde
está tu hermano? ¿Qué haces cárcel que no redimes? ¿Qué haces sociedad civil
para reincorporar a tu seno a aquellos que un día partieron? El rostro de Jorge
sigue siendo acontecimiento que interpela no sólo a quienes hacen
acompañamiento psicoespiritual, sino a todos aquellos que deseen asumir este
problema con seriedad: el ser humano arrojado en el mundo, que es el problema
de todos, porque en la prisión, de alguna forma todos estamos; los que no hemos
ido a la cárcel a pagar la “condena” no somos del todo inocentes.

“El encierro forzoso más el hacinamiento en estrechas, húmedas,


insalubres celdas, corrompe aún más a los internos e internas. La corrupción
surge como una desgracia agregada, junto a la pérdida de todas sus virtudes y
libertad y con ello se llega nuevamente al delito, el delito de distinta índole y que la
sociedad busca sancionar y reprimir dependiendo de sus medios y capacidad
38
imaginativa que tenga”. Se convierte en una realidad casi inevitable. Ante tanta
agresión que se vive en el recinto carcelario se hace muy difícil responder de una
forma no violenta. Quizás no sea adecuado decir que el dolor y la adversidad se
traducen en corrupción, pero sí afectan negativamente la conducta de la gente.

XVII
Jorge González, recluido hace 8 años en la cárcel de Valparaíso, a quien acompañé hasta que
dejó este mundo, murió en el hospital que hay al interior del Complejo Penitenciario de
Valparaíso; cayó en una depresión profunda de la cual nunca se recuperó. Lo que logramos fue
traer a su mujer para que lo viera poco antes de su muerte.
38
Cfr. MONTEVERDE S., Alessandro. LAS CARCELES Y PRISIONES EN LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XVIII Y
COMIENZOS DEL XIX. APORTES TEÓRICOS Y PENALES DE JEREMÍAS BENTHAM. Rev. estud. hist.-juríd.
[online]. 1998, no.20 [citado 04 Octubre 2008], p.211-221. Disponible en la World Wide Web:
<http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S071654551998000200007&lng=es&nrm=iso>. ISSN
0716-5455

39
La corrupción surge como otro flagelo agregado a la condena y se extiende
al interior de la cárcel como una peste, capaz de contaminar hasta los funcionarios
del Estado; el alto tráfico y consumo de drogas es alarmante y en muchas
ocasiones al sorprenderlos (as) en este ilícito es otra condena que se les imputa.
Por lo que se va creando una red difícil de romper. Suele convertirse en un círculo
donde la tragedia se va repitiendo cada vez más intensamente.

En muchas ocasiones se ha dicho que “la cárcel es la escuela del


delito” XVIII, conociendo la realidad, esta afirmación cobra sentido ya que es en este
ambiente donde cada uno y cada una cuenta sus hazañas y quiere aparecer
frente a los demás como el más temible, transformándose así en líderes y
señores que hay que servir, lo que al interior de la cárcel le da cierto prestigio y
fama.

“La honradez en las cárceles es considerada ridícula, porque va en contra


de sus convicciones y no forma parte del actuar, que es aceptado entre ellos
mismos como un acuerdo tácito. O, por lo menos tiene un matiz distinto a como se
valora en el mundo social externo a la cárcel. En cambio es considerada y
aplaudida la paciencia, valor, destreza y fidelidad, que utilizaron para atacar en su
momento preciso a las victimas. Virtudes que son valoradas entre estos grupos
humanos, pero que no se extiende la aprobación al resto de la población”39. El
acompañamiento psicoespiritual es un modo de respuesta que se quiere negar a
esta concepción de la cárcel como “escuela del delito”; quien acompaña a una
mujer en la cárcel pone algo de sí para hacerle ver que el contexto no puede

XVIII
Aforismo usado por el común de las personas que no conoce la realidad carcelaria y se forma
una idea que corresponde más a lo que podría llamarse inconsciente colectivo relacionado con la
cárcel y sus comprensiones psicosociales.
39
Cfr. MONTEVERDE S., Alessandro. LAS CARCELES Y PRISIONES EN LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XVIII Y
COMIENZOS DEL XIX. APORTES TEÓRICOS Y PENALES DE JEREMÍAS BENTHAM. Rev. estud. hist.-juríd.
[online]. 1998, no.20 [citado 04 Octubre 2008], p.211-221. Disponible en la World Wide Web:
<http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S071654551998000200007&lng=es&nrm=iso>. ISSN
0716-5455

40
absorber del todo su libertad. Hacer esto es un balbuceo que quiere sugerir que no
todo está perdido, que aún hay algo por hacer. El milagro está por empezar. No
sólo estamos ante delincuentes, lo que hay en la cárcel es un rostro que habla de
lo que es el ser humano: familia, historia, patria, hijos, hermanos, primos con
capacidad de fiesta, de oración, de encuentro, de juego, de risa y de canto. Es
posible que sigamos siendo humanos y, por tanto, hermanos. Porque hay algo
que la misma situación carcelaria no puede acabar: la dignidad espiritual profunda
de la persona que surge de la relación que Dios tiene con ella y esto la hace ser
más que sus actos, más que sus problemas; y es desde esta perspectiva que se
comprende que es posible algo nuevo, una persona nueva a pesar del mundo
adverso que se ha descrito.

2.1. MUJERES EN LA CÁRCEL

“Hombres y mujeres son parecidos en situación de cárcel, sin embargo, se


han tomado muy poco en cuenta las necesidades y problemas de las mujeres,
considerando las diferencias que existen entre ellas y los hombres. Esta omisión
probablemente refleja el hecho de que las mujeres son una muy pequeña minoría
en la población total de reos sólo el 4% de las cifras mundiales y en Chile el 6%”
40
. Frente al número total de reclusos, las mujeres son minoría; pero esa “minoría”
en la cárcel de mujeres de Santiago alcanza a ser alrededor de 1800 mujeres, en
un lugar que originalmente fue un colegio y luego se adaptó en el año 1958 para
que ahí se trasladara la cárcel, poco a poco a medida que crece la población se ha
ido construyendo, llegando a este punto donde ya no hay más espacio donde
construir, y las mujeres viven hacinadas haciendo su vida cada día más indigna.
Esto habla de un crecimiento de la población carcelaria y de una sociedad que
vulnerada y vulneradora. 1800 mujeres, que en su mayoría son madres, no están
en su casa desempeñando el rol que la sociedad les exige.

40
Cfr. Mujeres en la cárcel e hijos de madres encarceladas: informe para los Amigos Traducción
al español: Gabriela Lozano, Publicado por el Grupo de Delitos, Comunidad y Justicia de Quaker
Peace & Social Witness para el Grupo del Proyecto de Mujeres en la Cárcel. Agosto de 2007 pág,2

41
“En comparación con el resto de la población, las mujeres encarceladas
presentan un mayor índice de enfermedades psicológicas y mentales y una mayor
probabilidad de haber sido víctimas de abuso físico y sexual; en ellas el riesgo de
autolesión y suicidio es mayor. Puede ser que respondan diferente a los
regímenes de seguridad y que requieran formas menos severas de restricción
física”.41 Esto confirma lo planteado en el tema de la vulnerabilidad. Una mujer
encarcelada se hace más vulnerable que un hombre y su fragilidad lesiona más
fuertemente a la sociedad por el rol que juega. De alguna manera una mamá
encarcelada es una madre herida, la cual afecta a su familia y así se genera una
cadena de proporciones sociales.

Algunas de las mujeres se adaptan de manera más fácil al encarcelamiento,


por lo que responden al régimen penitenciario sin mayores dificultades, pero
también exteriorizan menos sus dolores, tienen que encontrar un espacio de
mucha confianza para compartir su vida, cargan con verdaderas cruces que
arrastran, la gran mayoría desde su más tierna infancia, que al conocerlas se
hace comprensible su comportamiento y en esas condiciones algunas intentan
quitarse la vida, porque el llegar a la cárcel implica tocar fondo, lo cual se convierte
en evidencia de una vida desarticulada.

Si bien es cierto que las mujeres sufren mucho al interior de una cárcel, los
más castigados son los hijos que al momento de que ven como se llevan a su
madre muchas veces de manera violenta no entienden nada lo que está pasando,
luego viene el peregrinar a la cárcel para la visita, donde se debe someter a una
revisión vejatoria y denigrante.

41
Ibid, pág 3

42
2.1.1. El arresto

El arresto muchas veces provoca traumas para los niños ya que “cuando
arrestan a alguien, los oficiales de policía no le preguntan si tiene hijos/as ni le dan
tiempo para explicarle a los/as niños/as lo que sucede ni para hacer arreglos de
quién va a cuidar de ellos/as, esto provoca mayor ansiedad en los /as niños/as en
las madres arrestadas y esto hace que el arresto sea más difícil”.42 El arresto es
un acto violento, es el primer impacto que rompe con todo lo que la persona
realiza cotidianamente y que trae consigo alteraciones en la psiquis de la persona,
especialmente cuando es la primera vez. Es un golpe contra el mundo y la
antesala de una cantidad de acontecimientos que irán configurando un cuadro
angustiante, deprimente.

2.1.2. Tipos de delito

“En la mayoría de los países, las mujeres son encarceladas por delitos no
violentos, éstos muchas veces son contra la propiedad o relacionados con tráfico
de drogas. En general, las mujeres se involucran menos en incidentes de violencia
grave, daños criminales o crímenes profesionales”.43 En Chile, la gran mayoría de
los delitos están asociados a la droga, ya sea al tráfico o al consumo de la misma,
robos con intimidación y violencia física.

2.1.3. La duración de la sentencia

“Parece que en muchos países un número relativamente grande de


reclusas cumplen sentencias cortas en la cárcel. Se debe tener en cuenta que una
sentencia corta, por ejemplo, de seis meses, puede ser tan devastadora para la
vida de la mujer como lo es una sentencia larga, pues basta una sentencia corta
44
para perder hijos, trabajo y hogar”. Y además quedan estigmatizadas para el

42
Ibid. pág. 4
43
Ibid, pág, 5
44
Ibid, pág. 6

43
resto de su vida. Sin embargo, lo que más hace vulnerable a una mujer es una
sentencia injusta, la cual puede darse porque no es proporcional el tiempo de la
condena con el delito cometido o por haber sido juzgada por un delito no
cometido.

La duración de la sentencia normalmente depende del historial de persona.


Cuando se comenten delitos por primera vez hace que el tiempo se más corto o
que haya más posibilidades de generar una sentencia que no sea tan severa.

2.1.4. La salud general y los servicios sanitarios

“Las mujeres encarceladas presentan padecimientos físicos y psicológicos


en una tasa mucho más alta y con una gravedad que excede por mucho a las de
los hombres encarcelados o a las mujeres de la población en general. Algunos de
ellos pueden estar relacionados con las causas de su encarcelamiento, por
ejemplo, el consumo de drogas y la dependencia y problemas de salud que
provoca. Como consecuencia de abusos sexuales y explotación antes y durante
de su encarcelamiento las mujeres pueden sufrir problemas del aparato
reproductor, VIH y otras enfermedades de transmisión sexual, embarazos y
45
alumbramiento o aborto”. Enfermedades cutáneas, dolores lumbares, cefaleas,
gastritis, úlceras gástricas, entre otras enfermedades, son el cuadro casi natural
que se va mostrando en el ambiente de la cárcel. Ciertamente el ambiente
adverso provoca un deterioro de la salud física. Suele ser que en los primeros
diálogos de acompañamiento lo primero que aparezca es una descripción de
dolores físicos que luego se van conectando con las situaciones psicológicas y
familiares en las que se encuentra la persona.

45
Ibid, pág. 7

44
2.1.5. Salud Mental y Emocional

El estrés que sufre una mujer al momento de su encarcelamiento,


especialmente en las primeras etapas de la detención, provoca angustia, por no
saber qué va a pasar con sus hijos, con su familia, con su trabajo, que pueden
caer en depresión o en situaciones de alta agresividad. “(…) Las investigaciones
demuestran que esta preocupación es capaz de provocar problemas
46
psicológicos”, o gatillar los latentes.

2.1.6. Depresión, autolesión y suicidio

“Los médicos tienden a diagnosticar depresión en las mujeres con más


frecuencia que en los hombres; también tienden a recetar a las mujeres -con más
frecuencia que a los hombres- psicotrópicos que alteran su estado de ánimo.
Fuera de la cárcel los hombres son más propensos al suicidio que las mujeres,
pero dentro de la cárcel las mujeres son más propensas al suicidio. La autolesión
en las cárceles es un problema muy grave y es más frecuente entre mujeres
47
encarceladas, por ejemplo cortarse los brazos, abdomen, entre otros”

Es casi inevitable que una mujer encarcelada sufra depresión. Esto se da


no sólo por el dolor emocional que causa estar en un medio tan violento, sino por
formas concretas como las mujeres asumen las culpas. Hay una cierta tendencia a
agredirse más de la cuenta para “remediar” en algo el dolor causado a sus
familiares: hijos, pareja, padres, hermanos, entre otros.

46
Cfr. Ibid. pág. 9
47
Ibid, pág. 10

45
2.2. GRUPOS ESPECÍFICOS DE RECLUSAS

2.2.1 Las extranjeras y/o migrantes

Al investigar este tema se observa una paradoja creciente, se cuenta con


mayor información sobre las mujeres recluidas por haber actuado como correo del
trafico de drogas, sin embargo, poco se sabe de su participación en la comisión
de delitos organizados.

Lo que si sabemos fehacientemente, es que el trafico de drogas esta


influyendo en la creación de una nueva geografía de la migración internacional, en
las cárceles que están en fronteras, especialmente en el Norte, es mucho mayor la
cantidad de extranjeras que están recluidas y todas por tráfico o microtráfico de
drogas.

“También, estadísticamente es conocido que las mujeres delinquen menos


que los hombres al analizar las cifras disponibles, que cometen menos delitos
violentos y que cuando lo hacen, es en perjuicio de familiares, especialmente
esposos, convivientes o hijos que las maltratan (ONU.1999)”.48

2.2.2 Minorías raciales/reclusas indígenas

“En muchos países con población indígena, las mujeres indígenas


representan un segmento de la población carcelaria que está en rápido aumento.
Condición de “doble minoría” –por ser mujer, indígena y extranjera”49. Si bien en
Chile, a lo menos en Santiago, no hay mujeres indígenas chilenas, si hay un gran
número de Bolivianas y Peruanas de los ciudades fronterizas de Chile, que son
indígenas de su país, muchas de ellas analfabetas y que son utilizadas como
48
NAVARRETE, Bernardo. Las Mujeres Migrantes en Cárceles Chilenas, Universidad de Chile,
Instituto de Asuntos Públicos, Agosto 2005 , pág 17 y 18
49
Cfr. Mujeres en la cárcel e hijos de madres encarceladas: informe para los Amigos Traducción
al español: Gabriela Lozano, Publicado por el Grupo de Delitos, Comunidad y Justicia de Quaker
Peace & Social Witness para el Grupo del Proyecto de Mujeres en la Cárcel. Agosto de 2007
pág. 15

46
correos humanos en el tráfico de drogas, quedando recluidas y en el más
absoluto desamparo; De las personas que las envían nunca más saben. Para
estas mujeres especialmente el papel del Agente Pastoral es clave para contactar
a sus familias, ya que el servicio social que hay en la cárcel es muy poco y la
demanda es mucha.

2.3. CARACTERÍSTICAS DE LAS MUJERES DE LA CÁRCEL SANTIAGO

En la cárcel de mujeres de Santiago hay alrededor de 1800 mujeres, con un


promedio de edad de 25 años, un 99% son mamás, con un promedio de tres hijos,
provienen de un estrato social medio bajo. Los delitos están asociados, en su gran
mayoría al tráfico de drogas; los otros, a hurtos y robos, los menos a homicidios y
estafas.XIX

Su ingreso a la cárcel es traumático, el primer momento es de angustia y


desesperanza, con una doble culpabilidad por estar solas y por haber dejado a sus
hijos. Aunque a su ingreso se les informa de los programas de apoyo que existen
en relación a sus hijos, ellas muchas veces quieren mantenerlos al margen de su
situación, manteniendo la esperanza de que pronto saldrán en libertad; en todo
caso, estos programas están dirigidos solamente a mujeres condenadas, las que
constituyen el 50% de las mujeres que se encuentran bajo el sistema cerrado
quedando la otra mitad sin estas posibilidades.

Hay tres programas en funcionamiento: La Fundación Paternitas XX que


cuenta con un centro de acogida destinado a los hijos/as de los/las privados de
libertad, el programa gubernamental “Conozca a su Hijo”, XXI y el programa de

XIX
Consulta realizada en la Oficina de Estadística de la Cárcel de mujeres de Santiago, en mayo
2008, de la cual no hay un texto escrito, sólo algunos informes considerados materiales de
trabajo que luego podrían presentarse como documentos propios para una edición sobre la causas
de encarcelamiento en los últimos años.
XX
Fundación creada para acoger a los hijos de las internas e internos, que no tengan un familiar
que los ayude en el desarrollo, educación y acompañamiento para ellos.
XXI
Programa Gubernamental creada para realizar un acercamiento entre los hijos e hijas de
padres reclusos.

47
la Vicaría de la Pastoral Social “Rehaciendo Vínculos”XXII Si bien estos
programas ayudan a las madres, a mantener el vínculo afectivo con sus hijos no
son los suficientes.

La privación de libertad trastoca toda la vida de una mujer y madre, pero no


la suspende, ya que ellas desde la cárcel continúan siendo dueñas de casa y
proveedoras, por lo que buscan rápidamente la forma de generar algunos
recursos para enviar a sus hijos.

La reclusión tiene un costo que se supone, permitirá corregir conductas que


atentan contra la norma social. El Sistema carcelario en Chile brinda insuficientes
condiciones, para lograr ese propósito, transformándose, más bien en un
deformador de conductas. A pesar de todo el daño asociado a su vida más la
perdida de la libertad, son capaces de generar espacios de sobre vivencia que les
hace menos hostil su estadía en la cárcel.

El Acompañamiento psicoespiritualXXIII representa para las mujeres como


una oportunidad de revisar sus vidas, conectarse con sus emociones y anhelos e
identificar recursos personales lo que podría activar su resiliencia que le dará
herramientas para enfrentar su situación límite y salir constructivamente adelante.
También puede verse este tipo de relación de ayuda alternativa por que las
personas que intervienen en el sistema penitenciario, sean éstos profesionales o
custodios, ponen más bien el acento en las carencias y hasta en las patologías, y

XXII
Programa creado por el área social de la Vicaría de la Pastoral Social del Arzobispado de
Santiago, este trabaja con las madres internas y con los niños en el exterior.
XXIII
Ser seguidor de Jesús no es ser promotor de un sistema de verdades doctrinales que se
presentan para que otros “adhieran” sus voluntades y las acepten como propias, sino se agentes
de sanación, salir al encuentro del que está herido en el camino y convertirse en aquél que puede
conmoverse ante su vulnerabilidad y sanar sus heridas y luego posibilitar que regrese a su vida
normal. Si algo debe ser el Acompañamiento psicoespiritual es ocasión para la sanación. Esto se
puede complementar con lo que dice Pagola en su citado texto: “Por eso, al confiar a sus
discípulos la misión de anunciar el Reino de Dios, Jesús les invita a promover la sanación como
horizonte, cauce y contenido significativo de la acción evangelizadora.(…) Ésta es siempre la
tarea: entrar en la sociedad, sanar lo que hay en ella de enfermo y, desde esa acción sanadora,
proclamar a un Dios salvador. Anuncio misionero y tarea sanadora son parte de una misma
dinámica que ha de abrir camino al reinado de Dios Salvador”. Cfr. PAGOLA, Ibíd, p. 198.

48
no en las potencialidades que tienen las mujeres dejándolas muchas veces
estigmatizadas y rotuladas; desde esta mirada el acompañamiento da la
posibilidad de operar desde otra perspectiva, ayuda a rescatar y potenciar los
recursos espirituales y psicosociales.

En cuanto a psicología carcelaria, puedo decir que la sociedad de hoy


manifiesta un comprensible temor ante un mundo de crecientes actos delictivos,
exigiendo sanciones más severas en cuanto al tiempo de permanencia en los
recintos penitenciarios para las personas que los cometen, considerando que el
control se realiza a través del aumento de sanciones o la restricción de los
beneficios intrapenitenciarios. Sin embargo, existen muchos otros factores que
dificultan el proceso.

2.3.1 Efectos psicológicos de la prisión50

Algunos investigadores, entre ellos Clemmer (1940)XXIV, han argumentado


la existencia de una relación lineal y ascendente entre la duración del
internamiento carcelario y el proceso de prisionización. Otros autores han aducido
una relación en forma de U invertida, de modo que el mayor grado de
prisionización se alcanzaría hacia la mitad del tiempo de encarcelamiento

Entre los efectos más destacables de la prisionización se encontrarían los


siguientes:

50
PÉREZ, Elena y REDONDO, Santiago. Efectos psicológicos de la estancia en prisión, Dirección
General de Servicios Penitenciarios. Ed. Centro de Estudios Jurídicos, p 42.

XXIV
Clemmer fue uno de los primeros en describir los efectos psicológicos de la vida en las
prisiones. Cuando los detenidos se adaptan a la vida carcelaria pierden su auto.- estima e
iniciativa y se vuelven dependientes del sistema penitenciario. Este tipo de presos es un
“modelo” para el sistema penitenciario lo que les hace casi imposible resistirse a sus efectos.

49
2.3.1.1 Aumento del grado de dependencia

Las personas encarcelados, debido al amplio control conductual a que se


ven sometidas, tienden a aumentar su dependencia de factores externos. La
mayoría de las decisiones que afectan a su vida diaria le son impuestas,
escapando a su propio control. Si evaluamos la «localización del control» (que
puede ser interna o externa), consiguientemente, se produciría en ellos un
desplazamiento de éste hacia el polo «externalista». Esto es, atribuirían la
causación de su propio comportamiento a factores externos, fuera de ellos
51
mismos .

2.3.1.2 Devaluación de la propia imagen y disminución de la autoestima.

Llegar a la cárcel para una persona y, especialmente para una mujer, tiene
un impacto muy fuerte que afecta la totalidad de la persona. Ahora bien, la imagen
de sí, la autoestima, “concebidas como la valoración que el individuo realiza y
mantiene respecto de si mismo” 52, tienden por la fuerza misma del acontecimiento
a bajar notablemente; crece el sentido de vergüenza, los sentimientos de
culpabilidad que a veces se vierte sobre sí misma y, en otras ocasiones, sobre la
familia, o estructuras externas la persona misma. En términos generales, se ha
sugerido que el «sistema social informal» de la prisión influenciaría negativamente
la autoestima y la autopercepción de los sujetos. Se constata que hay una
pérdida de la realidad externa, la vida laboral, las relaciones familiares y de
amistad, que se traduce en una pérdida de la estima propia por los sentimientos
de vergüenza que afloran ante ello. Esto suele traducirse en la adopción una
actitud de víctima o de victimaria.

51
ROTTER, J.B.Generalized expectancies for internal versus external control of reinforcement,p.1

52
Cfr. Coopersmith, S. A. (1959): A Method for Determing Tipes of Self Esteem. Journal of
Abnormal and Social Psychology, 59o 87-94.

50
2.3.1.4 Pérdida de contacto con el exterior

En la cárcel las personas viven un deterioro paulatino de las relaciones


sociales debido a la lógica lejanía a que éstas quedan sometidas, junto a esto
aparece el fenómeno de la exclusión del círculo de amigos naturales con los que
la personas encarceladas contaba lo cual se da con una ruptura comunicativa con
ellos y con el mundo laboral, deportivo, religioso que frecuentaban. Esto se ve
afectado después que pasa el primer tiempo del encarcelamiento, ya que al
comienzo, por lo general los amigos y familiares llegan a las visitas, pero con el
tiempo estas se van alejando, ya sea por la rutina y también por el trato vejatorio
que estas reciben en la revisión.

2.3.1.5. Contacto con el medio interior

Un gran número de personas que pierden su libertad no superan la


situación que se le impone, derivando hacia un deterioro psíquico grave, y en
algunos casos, el suicidio.

La privación de libertad y el estado en que se encuentran nuestras cárceles,


sobre pobladas, los hombres y mujeres pasan a ser números y las personas más
tranquilas, no se notan, así sucedió con Nancy, XXV siempre hay mayor atención

XXV
Nancy Ovando, fue una interna que ingresó a los 18 años a la cárcel, ella era consumidora de
drogas y una noche por conseguir dinero asesinó a su abuela en el Sur, Su familia nunca le
perdonó esta muerte especialmente su mamá, Nancy, fue condenada a 8 años, durante su estadía
en la cárcel dejó de consumir droga, retomó sus estudios, se bautizó por la Iglesia Católica, Hizo
su primera Comunión, todo parecía en ella que andaba muy bien, era de trato agradable, de
buena presencia y contaba con la simpatía y confianza de la policía y de los profesionales
incluida yo como encargada de pastoral. Por esta confianza se le había encargado la atención del
Quiosco que funciona al interior del patio donde ella vivía; Nancy cumplía su condena el 22 de
mayo de 2007 y una semana antes, en día domingo en la tarde cuando ya todas las internas
estaban en sus dormitorios le pidió autorización a la funcionaria para quedarse un rato más en el
quiosco para hacer las cuentas, en ese momento se roció en cuerpo con cera se metió en un saco
de dormir cerró el quiosco por dentro y se prendió fuego, cuando pudieron abrirlo ella estaba
entera quemada pero consciente, fue llevada a la posta central , vivió tres meses, tiempo
suficiente para que su familia, padres y hermanos la visitaran y pudieran decirle que la

51
por aquellas que se hacen sentir provocando desordenes al interior de las
mismas,

2.3.2. Servicios carcelarios

Los altos índices de hacinamiento dentro de las cárceles son uno de los
obstáculos en el control social, imposibilitando el ingreso de internos e internas a
los centros. Sin embargo, la mayor dificultad no radica en la infraestructura de los
recintos penitenciarios, sino en la falta de un proceso de cambio de actitud en las
personas que han cometido alguna falta. Los factores que impiden este objetivo
hacen referencia a la falta de personal, abusos de poder, estigma y rechazo social
que se produce hacia éstas personas, lo que hace aún más difícil el logro de algún
cambio personal.

Los recintos penitenciarios postulan como objetivo principal la reinserción


social, la cual es considerada la base del nuevo sistema penal, donde se busca no
castigar, sino ayudar a dejar los hábitos que llevaron a una persona a delinquir y
brindarle ayuda para que se transforme en un ser humano de utilidad para la
sociedad, “garantizando el cumplimiento eficaz de la detención preventiva y de las
penas privativas o restrictivas de libertad a quienes los tribunales determinan,
proporcionando a los afectados un trato digno acorde a su personalidad de
persona humana y desarrollando programas de reinserción social que tiendan a
disminuir las probabilidades de reinsidencia delictual”.53

Es por eso que el C. P. F. de Santiago (Centro Penitenciario femenino)


cuenta en su interior con una sala cuna y una guardería donde las internas pueden
mantener a sus hijos hasta los dos años de edad.

perdonaban y que la querían mucho, murió en la posta y fue llevada por su familia al sur para ser
sepultada.
53
www.Gendarmería de Chile.cl. Página referida a la misión de las cárceles. ¿Quiénes somos?

52
Existe además una decena de talleres en los cuales las internas trabajan
con horarios laborales estrictos, prestando servicios a empresas que producen en
diversas áreas.

Para participar en esos talleres laborales las internas cumplen con un


periodo de capacitación que les permite trabajar logrando los estándares de
calidad que las empresas requieren. En esos recintos se pueden apreciar mujeres
trabajando con taladros, sierras eléctricas o sellando con silicona en el montaje de
ventanales de aluminio, espejos o en el embalaje de pernos, bisagras y otros
productos metalúrgicos.

Otras internas trabajan en el lavado y planchado de ropa o la fabricación de


alimentos de amasandería. Todas reciben un sueldo del cual se les retiene un
15% para depositarlos en una libreta de ahorro del Banco Estado que se les
entrega al término de su condena.

Existen además talleres artísticos de pintura, fotografía, danza y teatro


dirigidos por profesionales de larga trayectoria. Con el resultado de esos talleres
se realiza anualmente una exposición en la Biblioteca Nacional, cuya séptima
versión se realizó en diciembre del año pasado.

Participan en los Centros de Estudio y Trabajo, CET (Talleres de Trabajo),


cerca de 300 mujeres de un total fluctuante de 1800 internas, lo que constituye un
alto porcentaje, más del 20%, en relación a los que se registran en las cárceles de
hombres.

Si bien es cierto, las mujeres que se vinculan con el trabajo y el estudio, no


alcanza al 30%, sigue siendo superior a la de los hombres, esto es considerado un

53
gran logro, ya que la mayoría de las mujeres, antes de caer a la cárcel no han
desarrollado el interés por el trabajo y el estudio.

Pensemos por un momento en una persona proveniente de una cultura


delictiva, que no conoce otro tipo de realidad que la vivida diariamente en su
entorno social. Ésta es criticada por la sociedad, quien le exige un cambio de
actitud a través del castigo. Entonces cabe preguntarse si dicha persona tiene
conocimiento sobre otros mecanismos de actuar, o de lo que es considerado
aceptable para una sociedad con un nivel de pensamiento ajeno al suyo, donde lo
que es considerado justo o injusto, bueno o malo, no lo es para su ambiente social
y cultural.

2.4 FACTORES QUE OBSTACULIZAN EL CAMBIO DE CONDUCTA


DELICTUAL XXVI

Si bien, en la mayoría de las personas que permanecen en recintos


penitenciarios existe conciencia de haber cometido actos que son repudiados por
la sociedad, existen diversos factores que obstaculizan dicho cambio. Entre ellos
encontramos:

2.4.1 Desintegración social

Muchas de las internas provienen de hogares mal constituidos, lo que ha


tenido grandes repercusiones en su percepción y manera de enfrentarse al
mundo. Es también frecuente observar la destrucción de familias y hogares bien
constituidos por el hecho de que uno de sus miembros se encuentra privado de
libertad.

XXVI
Trabajo realizado por Pamela Alarcón, alumna en práctica de Psicología de la Universidad
Santo Tomás, en base a entrevistas de un grupo de internas alumnas de la Escuela Penal, año
2006

54
2.4.2 Violencia y abuso

La mayoría experimenta este tipo de situaciones en su medio social, familiar


y dentro del mismo recinto penitenciario. En la cárcel la violencia se da de forma
organizada a través de pandillas que cuentan con una mujer “jefe” que organiza
entorno a sí un grupo de personas que las cuidan y, al mismo tiempo, unen
fuerzas para agredir a potenciales enemigas. Estos grupos pueden practicar
diversos abusos especialmente con las que son condenadas por primera vez.

2.4.3 Exclusión, pobreza y carencias

La falta de recursos y la constante estigmatización que esto produce trae


consigo hostilidad y frustración. Producto de estas constantes frustraciones ocurre
en ellos el fenómeno llamado desamparo aprendido, que trae consigo la pérdida
del sentido de la vida y el cese de los deseos de luchar y salir adelante.

2.4.4 Adicción a las drogas y alcohol

Este es uno de los principales motivos que llevan a una persona a cometer
actos y conductas delictivas, “el 90% de las mujeres detenidas se le asocia al
tráfico de drogas o a delitos cometidos, por el consumo de drogas.

2.4.5 Pocas oportunidades de educación y empleo.

Además de la falta de oportunidades que acarrea la carencia de recursos, el


hecho de haber permanecido en un recinto penitenciario agrava de manera
considerable la situación, ante la estigmatización y castigo que le genera la
sociedad, como se afirmó anteriormente. Esto hace que la problemática se sea
más compleja, más difícil de asumir pues iniciar un nuevo proyecto de vida, de
empleo, de familia y de vida social con toda la carga emocional y que esto trae
consigo nuevas crisis que pueden desencadenar en reincidencias delictuales.

55
Ahora bien, mirando de forma realista y tomando en cuenta que la labor
psicoeducativa no se está llevando de manera adecuada porque no se interviene
integralmente la problemática de las mujeres internas, se puede afirmar lo
siguiente:

1. El hecho de permanecer en un recinto carcelario durante algún tiempo


no necesariamente provoca cambios conductuales positivos en una
persona que comete algún delito, al no estar recibiendo ningún tipo de
orientación que determine éstos.

2. Las falencias existentes en la efectividad del sistema penal para


enfrentar la violencia y delincuencia en nuestro país se deben a una
percepción estigmatizadora y discriminatoria de las personas que han
cometido actos delictivos, asociándolas con sectores marginales y
considerando que la privación de libertad constituye una solución para
los problemas de seguridad ciudadana.

3. Es por esta razón que la construcción de nuevos recintos penitenciarios


no soluciona los problemas del sistema carcelario actual, ya que
sabemos serán sobrepasadas y presentarán los mismos índices de
deterioro de la calidad de vida carcelaria.

56
3. EXPERIENCIA DE FE

54
3.1 HACIA EL ENCUENTRO CON DIOS

La misión de la Iglesia en las cárceles trasciende los límites puramente


humanos y se proyecta hacia lo profundo de la persona buscando desarrollar en
ella el germen de una fe viva, de un arrepentimiento sincero, de un tranquilo
ordenamiento de su vida, para llevarla al “encuentro personal con Dios”. Conviene
traer a colación un aporte de Alsem Grüm sobre este tema: “El hombre sólo llega
encontrarse a sí mismo en el encuentro con el tú, el tú del hombre pero también el
tú de Dios. El encuentro es un proceso que cambia a los que se encuentran.
Después del encuentro soy distinto a como era antes. Sin embargo, el proceso del
encuentro no es fácil de exponer conceptualmente. Es un misterio. En un
verdadero encuentro, llego siempre al misterio de mi vida, al misterio del otro y al
misterio de Dios”55. Propiciar esto es el núcleo esencial del acompañamiento
psicoespiritual.

Éste encuentro tiene como fundamento la experiencia fe que la persona


haya tenido. Cuando se da ayuda a la persona a entrar en sí misma y a dar un
nuevo sentido a la propia existencia, no porque desaparezcan los problemas que
lleva consigo, sino porque desde esta experiencia se dispone de una nueva luz
para disipar muchas tinieblas y replantear la propia vida desde nuevos principios.
La experiencia de la fe es el camino, no sólo para encontrar a Dios, sino para que
el hombre y la mujer se encuentren consigo mismo y sepan enfocar bien su
pasado, su presente y su futuro. Es lo que hace posible integrar la vida.

54
Cfr. Carta Pastoral sobre la pastoral penitenciaria "Estuve en la cárcel, y me
visitaste" Sevilla, 24 de septiembre de 2004Fiesta de Nuestra Señora de la Merced,
WWW.pobrescaballerosdecristo.org

55
GRÜM, Anselm. La oración como encuentro. 2007. Ed. Narcea, Madrid, p, 10.

57
La experiencia de la fe rompe y supera dos grandes barreras de la vida de
la persona que está en la cárcel, especialmente las paredes enormes e
insuperables de la nostalgia del tiempo que vivía en libertad, y la angustia ante un
futuro de libertad que se presenta quizás tan lejano y tan lleno de dificultades. Esa
experiencia de la fe es tratar de situar a Dios como centro de la propia vida. Y esto
ayuda a superar muchas dificultades del momento presente, a limpiar el corazón
de muchas angustias y llenarlo de esperanza, y a vivir una libertad nueva y
distinta, Así lo manifestaba el Santo Padre Juan Pablo II en su mensaje con
ocasión del jubileo de las cárceles: “Quien se encuentra en prisión piensa con
nostalgia o con remordimiento en los tiempos en que era libre, y sufre con
amargura el momento presente, que parece no pasar nunca. La exigencia
humana de alcanzar un equilibrio interior también en esta difícil situación puede
encontrar una ayuda decisiva en una fuerte experiencia de fe”. 56

“Esa experiencia de fe en Dios se va construyendo todos los días, sobre


todo a través de la oración, que es ponerse la escucha de lo que Dios nos dice
en su Palabra Revelada, en su hijo Jesucristo. Es sentir la cercanía del amor y de
la misericordia de Dios, más allá de las limitaciones que ponemos las personas.
Es una experiencia que lleva a la persona salir de su propia cárcel interior para
dirigirse a Dios y a buscar el bien de los demás, con sentido de ayuda fraterna, de
solidaridad; Es en esta dimensión que cobra tanto sentido el acompañamiento
psicoespiritual, ponerse a la escucha de aquel o aquella que quiere compartir su
encuentro con el Dios de Jesucristo que ama más allá de nuestras limitaciones.

Muchas pueden ser las desconfianzas, las amargas experiencias que se pueden
tener, incluso los malos ejemplos de quienes nos llamamos cristianos (as), por la
desatención a la realidad de las cárceles, el poco interés de las instituciones
públicas, la lejanía de la Iglesia… Pero, todo ello, lejos de ser un inconveniente

56
Juan Pablo II, Mensaje para el jubileo de las cárceles, 24 de junio de 2000. pag 2

58
insalvable, es un estímulo más para buscar el apoyo de Dios, la luz y la
misericordia y la bondad de Señor”.57

En encuentro con Dios, la experiencia de fe, el acompañamiento que integra todo


lo vivido y la esperanza de resocialización han de generar una sanación en la
persona. Curar, sanar es abrir a la persona a su misterio que no se agota en lo
vivido sino en Dios. Lo que permite esto en el fondo es la persona de Jesús.
Cuando los enfermos de su tiempo se acercaban a él, no eran sus gestos externos
los que posibilitaban este milagro, sino su propia persona, su relación con su
Padre, su compasión. Sanar es el resultado de la experiencia de la gracia. Sólo
cuando el ser humano carente se deja envolver por el poder de la gracia que lo
envuelve en su vulnerabilidad, en su idefención, sólo ahí se opera el milagro del
encuentro con Jesús, que es al mismo tiempo encuentro con Dios.

3.2 PRÁCTICAS RELIGIOSAS DE LAS INTERNAS:

Sus prácticas religiosas radican esencialmente en la creencia de un Dios


poco cercano que ellas necesitan ver y tocar, de ahí la necesidad de tocar las
imágenes de los santos y de la Virgen y frente a ellos llorar largamente con la
certeza de sentirse escuchadas y consoladas.

Los símbolos son fundamentales y los más importantes son el agua


bendita, las imágenes y el rosario; Les gusta y piden ser bendecidas con agua
bendita, esta para ellas es signo de purificación y renovación cuando hay grupos
que en la noche no pueden dormir solicitan al Agente Pastoral que vaya a
bendecir los dormitorios, XXVI Los rosarios algunas lo rezan, pero la gran mayoría lo
llevan colgado al cuello, se sienten protegidas por la Virgen, las imágenes son otro

57
Pontificio Consejo de justicia y paz y Comisión Internacional de Pastoral penitenciaria Católica,
Los Derechos Humanos de los presos, Edit. Por Conferencia Episcopal Española, pag. 115
XXVI
Ellas piden que se les bendigan los dormitorios, porque manifiestan “Aquí hay tanto pecado y
maldad, con nuestros delitos, que necesitamos que ustedes nos acompañen a rezar y nos
bendigan.

59
elemento importantísimo, las tocan con mucha fe y se detienen en cada imagen a
rezarle, sus peticiones son siempre por su libertad.

Muchas de ellas también tienen una mezcla entre un Dios que las castiga y
un Dios que las perdona, las acoge y las ama. No confían fácilmente en el
sacerdote, muchas no creen en el secreto de la confesión, piensan que serán
traicionadas y que su situación la podrán saber la policía o el tribunal. Se
relacionan con mayor facilidad y confianza con las Religiosas.XXVII

Les gusta cantar y lo hacen con el corazón, es su forma de orar y alabar a


Dios, muchas de las personas que han compartido la Eucaristía con ellas han
quedado impresionadas de su forma de orar. XXVIII Algunas rezan el rosario en
grupo o de forma personal, con esto muestran su gran amor y devoción a la
Virgen. XIX

3.3 RESILIENCIA Y ESPIRITUALIDAD 58

Desde la experiencia de Fe no cabe duda que la Resiliencia se sustenta en


la Espiritualidad; Resulta interesante contemplar pasajes del Evangelio, tan
parecidos a las experiencias que vivimos hoy en la vida personal y en la vida de
las personas que acompañamos; por ejemplo, cuando “los justos” quisieron
lapidar a una mujer adúltera (Juan 8) Jesús dio vuelta la situación y la transformó
en una posibilidad de crecimiento para cada uno de ellos, tanto para la mujer
como para los que querían matarla. Jesús no condena a las personas que se
creían justas sino que les hace comprender que una ley debe sustentar la vida y

XXVII
Como Religiosa muchas he lamentado no poder darle la absolución para liberarlas de sus
culpas, la verdad que en la intimidad de la conversación recibo verdaderas confesiones.
XXVIII
El Cardenal Francisco Javier Errazuriz, en la Navidad del año 2007, se emocionó al celebrar
con ellas la Eucaristía.
XIX
Un día un interna me dijo: “Hermanita yo soy Evangélica, pero a la Virgen no me la toquen,
porque yo creo mucho en ella”.
58
Cfr. Stefan VANISTENDAEL, Resiliencia Y Espiritualidad: El realismo de la Fe, Oficina
Internacional Católica de la Infancia, Ginebra 2003, págs. 23, 24 y 25

60
no matarla. Jesús tampoco aprueba el comportamiento de la mujer, pero la deja
libre para decidir.

Jesús parece encontrar a las personas en el punto en que están, con sus
penas, sus dudas, sus debilidades –incluso sus traiciones -, y las invita a dar
pasos adelante en la vida.

Esa debe ser la actitud del acompañante. Motivar siempre al acompañado a


caminar y mirar hacia adelante con la confianza de que es Jesús quien guía sus
pasos.

Muchos cristianos tratan de creer en un Dios que los acepta, pero no


piensan tanto en la reciprocidad de este amor. Quizás esta sea la experiencia de
las mujeres en la cárcel. Muchas de ellas también se victimizan y creen que por
estar privadas de libertad, todos deben girar a su alrededor, perdiendo muchas
veces de vista la responsabilidad del daño causado, por lo tanto no reconocen a
Cristo en la víctima.

La gran pregunta es: ¿Puedo yo amar a Dios allí donde ÉL se muestra


vulnerable: Abandonado, herido, enfermo, encarcelado humillado, vejado, etc?.
Pero ¿Cómo ver un Dios omnipotente en el Cristo torturado hasta la muerte y
muerte en cruz? Sin embargo Jesús parece apelar a este tipo de amor recíproco
cuando habla del juicio final. No llama simplemente a visitar a los enfermos o a los
presos, sino más bien nos invita a descubrir su rostro en cada uno de ellos, Dios
sufre aunque estos sufran por su culpabilidad y por las consecuencias. En Jesús,
Dios se revela como un Dios que sufre aflicción, que es vulnerable, que pide ser
amado en esta vulnerabilidad y que así permanece presente en el corazón de su
creación sufriente.

Esta visión de un Dios vulnerable, quizás pueda molestar a algunas


personas. Sin embargo es muy coherente con el Dios del Evangelio. Jesús

61
rechaza la lógica que aplasta al mal por medio de una violencia más fuerte, que
genera más violencia y destrucción corriendo el riesgo de sacrificar también la
vida. Este rechazo entreabre incluso la puerta a la esperanza, ya que en lugar de
aplastar el mal, lo transforma en bien y salva así la vida en lugar de exterminarla.
Por lo tanto Jesús apuesta siempre a la vida, al amor y a la esperanza.

59
3.4 EL PERDÓN, UNA PUERTA QUE SE ABRE A LA VIDA

Desde mi experiencia estoy convencida que la Resiliencia se funda en una


fuerte experiencia de perdón consigo misma y con Dios, teniendo en cuenta que
el perdón no es negar, ni olvidar, ni forzar los sentimientos. Por el contrario, el
punto de partida del perdón es el pleno reconocimiento de lo que no está bien. Si
no, no hay nada que perdonar, ni perdonarse. El perdón no significa tampoco que
me repuse del daño que me fue hecho, o del daño que yo causé, ni que mis
sentimientos negativos y destructivos se hayan transformado en sentimientos
positivos hacia aquél que me hizo mal, o que yo le hice mal. En el comienzo están
latentes los deseos de venganza, por eso en este proceso es tan importante el
acompañante que ayuda tener otra mirada de una misma situación.

El perdón busca precisamente desbloquear. Quiere para todas las partes en


conflicto abrir una puerta a la vida, en un muro hecho de odio, de violencia, de
sentimientos heridos de agresividad muy comprensible. El perdón otorgado en la
cruz, busca establecer una apuesta por la vida. Es un acto de realismo, en
profundidad y a largo plazo. En ese sentido, el perdón tiene más inteligencia,
sabiduría y voluntad que nuestros sentimientos.

El perdón implica siempre al menos a dos personas, quien brinda el perdón


y quién lo recibe. No se trata forzosamente de una relación jerárquica en la cual
quien perdona es superior y dispone del otro. Al contrario, quien se anima a mirar

59
Cfr. Ibid, págs. 27, 28 y 29.

62
dentro de su corazón esta realizando un gran gesto de humildad, ya que no resulta
fácil reconocer que nos hemos equivocado; no se trata de rebajarse teniendo una
postura un poco artificial y de circunstancias, sino de reconocer la realidad tal cual
es y de construir a partir de allí.

Esta dinámica puede ser esencial para la resiliencia porque busca poner en
movimiento el crecimiento en el punto en que lo habían detenido los sucesos
dramáticos: abusos, maltratos, violencias sexuales, crímenes, guerras o “simples”
conflictos hirientes la lista podría ser larga. La persona que no busca perdonar y
aquella que no recibe perdón corre el riesgo de quedar con una libertad y una vida
disminuidas.

El perdón sobrepasa claramente nuestro cálculo mezquino e interesado.


Jesús en su evangelio nos invita a perdonar como El perdonó y así nos lo muestra
en la parábola del hijo pródigo, parábola del padre que tenía dos hijos, uno de los
cuales es muy “moral”, pero incapaz de perdonar. Es el padre que recibe al otro
hijo que vuelve después de llevar una vida poco recomendable.

Por lo tanto el perdón de Dios como es anunciado por Jesús, es un


“trascendental”, que va siempre más allá de lo que podríamos imaginarnos. Es el
“Perdón” que quiere vencer definitivamente al mal.

3.5 EL LLAMADO DE LA IGLESIA

«Descubrir el rostro de Cristo en cada detenido» 60 fue el lema que orientó


el último Congreso Mundial de Pastoral Penitenciaria, El Papa Benedicto XVI nos
alentaba con estas palabras “Vuestro ministerio exige mucha paciencia y
perseverancia. Con frecuencia experimentáis desilusiones y frustraciones.
Reforzar los vínculos que os unen con vuestros obispos os permitirá encontrar ese
60
Cfr. Mateo 25, 36. el rostro del pobre, del preso se convierte en sacramento de Jesús. Hacer
opción por él, es hacer opción evangélica a la manera de Jesús que siempre se orienta hacia el
pobre como lugar privilegiado donde Dios habla.

63
apoyo y esa guía que tanto necesitáis para aumentar la conciencia de vuestra
misión”.XXX

Quisiera reforzar esta idea, porque creo que no todos los pastores tienen
claro que la Pastoral Penitenciaria es una pastoral de la Iglesia y no de un grupo
de personas de buena voluntad que por intuición personal van a atender y
acompañar a hombres y mujeres que se han equivocado en la vida; y el Papa
continua “En colaboración con las autoridades civiles, tienen la tarea difícil de
ayudar a los detenidos a redescubrir el sentido para sus vidas de manera que, con
la gracia de Dios, puedan transformar su propia vida, reconciliarse con sus familias
y amigos y, en la medida de los posible, asumir la responsabilidad y los deberes
que les permitan llevar una vida honesta y recta en el seno de la sociedad.

El Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia Nº 403 dice: “Por su misma


naturaleza, las instituciones que están a cargo de los reclusos, tienen que
contribuir a la rehabilitación de quien ha cometido el crimen, facilitando el paso de
la desesperación a la esperanza, de la irresponsabilidad a la responsabilidad” 61.
En nuestra Pastoral tratamos de hacer vida estas palabras, sobre todo con el
Acompañamiento personal, para que puedan dar el paso de la desesperación a la
esperanza, especialmente cuando recién ingresan a un recinto penitenciario.

3.6 LA MISIÓN DE LA IGLESIA Y EL MUNDO PENITENCIARIO. 62

“El mayor servicio que la Iglesia ofrece a los hombres y mujeres de todos
los tiempos, de todas las latitudes y en todas las circunstancias, es el de

XXX
Palabras del Papa Benedicto XVI, a todos los participantes del XII Congreso Internacional de
Pastoral Penitenciaria Católica, realizado en Roma del 5 al 12 de septiembre del 2007, en el cual
tuve la gracia de participar.
61
Cfr. PONTIFICIO CONSEJO « JUSTICIA Y PAZ » en:
www.vatican.va/roman_curia/pontifical_councils/.../rc_pc_justpeace_doc_20060526_compendio-
dott-soc_sp.ht... - 980k.
62
Cfr. Palabras de su Eminencia Renato Cardenal Raffaele Martino, Presidente del Pontificio
Consejo de justicia y Paz, en su ponencia titulada “La atención de la Iglesia a los presos” ,
realizada en el Congreso XII en Roma 5 al 12 de Septiembre 2007.

64
evangelizarlos. Evangelizar es la prioridad suprema de la Iglesia. La necesidad
más profunda del alma humana es buscar a Dios. Ustedes en las cárceles, en
primera línea, han palpado esta urgente necesidad, quieren despertarla y proponer
caminos para satisfacerla, convencidos de que no es algo imposible de lograr,
porque Dios se ha hecho hombre, ha venido al mundo para que los hombres que
lo buscan lo puedan encontrar”.

Por lo tanto nosotros los agentes de pastoral penitenciaria tenemos la gran


misión de ser instrumentos que preparamos el terreno para que se dé este
encuentro. A ello debieran estar dirigidas todas nuestras actividades pastorales,
porque ser y vivir como cristianos no nace de una buena intención o de una gran
idea, sino del encuentro con una Persona, Jesucristo, encuentro que a todos,
particularmente a quienes se encuentran en situaciones de dificultad, conduce a
creer en el amor 63. Es ésta la inspiración de fondo, el mandamiento nuevo del
amor, la que debe motivar toda acción al servicio de los demás, es esta
experiencia la que representará la prueba fehaciente de que los agentes
pastorales han tenido una verdadera experiencia de encuentro con Dios, en
Jesucristo64. Sólo así no se perderá la ruta hacia la cual deben dirigirse todas las
actividades en las cárceles, es decir, a provocar el encuentro personal de cada
hombre y mujer, con Jesucristo, camino de libertad plena para todos.

3.7 EL EJE CENTRAL DE LA EVANGELIZACIÓN: LA FIDELIDAD.

La evangelización tiene un eje central: la fidelidad. “Fidelidad al mensaje de


salvación que se anuncia y fidelidad a los hombres y mujeres a los que se ha de
transmitir intacto y vivo; no manipulado, no desgastado, no reducido, a nada ni a
nadie sometido”. 65 Manteniendo esta fidelidad, los agentes de la pastoral
penitenciaria deberán buscar y encontrar los medios para transmitir el Mensaje de
salvación a quienes viven en las cárceles y en lo posible que este mensaje

63
Cfr. Deus caritas est.
64
Cf. Novo Millennio Ineunte, 42
65
Cf. Evangelii Nuntiandi, 4

65
alcance a sus familiares, así el anuncio será mas fecundo en la vida de los que
viven privados de su libertad.

3.8 LA PASTORAL PENITENCIARIA, PASTORAL DE LA MISERICORDIA.

Las Sagradas Escrituras, especialmente los Evangelios, nos confirman que


la Misericordia es absolutamente necesaria para ser seguidores de Jesús, porque
el Señor no la recomienda o aconseja; El Señor la manda: «Sed misericordiosos,
como vuestro Padre es misericordioso» (Lc, 6,36). Para que sea autentica
misericordia ha de practicarse sin distinción de personas, a semejanza del Padre
celestial. Esta virtud, entre otras es la que debe estar presente entre todos
aquellos que acompañamos y evangelizamos, como un signo de contradicción en
una sociedad que ve a la misericordia como una debilidad, que busca expulsar de
su vida la benevolencia y la compasión, que excluye y se olvida de quienes han
fallado y los considera indignos de seguir formando parte de ella.

3.9 EN LA DEFENSA DE LOS DERECHOS HUMANOS DE LOS (AS)


ENCARCELADOS

Uno de los desafíos más urgentes que tenemos como pastoral


penitenciaria es la defensa de los derechos humanos de las personas privadas de
66
su libertad, “ésta es una obra de misericordia de vital importancia” . La violación
de los derechos humanos en las cárceles provoca mayor marginación, exclusión y
sufrimiento. La primera pobreza es cuando los derechos humanos no son
respetados, “La Iglesia cree y proclama que los derechos humanos son
universales, inviolables e inalienables, que deben ser protegidos, no
individualmente sino en su totalidad, que debemos de trabajar para superar la
distancia entre la letra y el espíritu de estos”.67 .

66
Cfr. Palabras de su Eminencia Renato Cardenal Raffaele Martino, Presidente del Pontificio
Consejo de justicia y Paz, en su ponencia titulada “La atención de la Iglesia a los presos” ,
realizada en el Congreso XII en Roma 5 al 12 de Septiembre 2007.
67
Pontificio Consejo de justicia y paz y Comisión Internacional de Pastoral penitenciaria Católica,
Los Derechos Humanos de los presos, Edit. Por Conferencia Episcopal Española, pag. 118

66
Nuestra fe proclama que "Jesucristo es el rostro humano de Dios y el rostro
divino del hombre" 68; por eso, "los cristianos como discípulos y misioneros
estamos llamados a contemplar en los semblantes sufrientes de nuestros
hermanos el rostro de Cristo que nos llama a servirle en ellos: “los rostros
sufrientes de los pobres son rostros sufrientes de Cristo.”69 “Ellos interpelan el
70
núcleo del obrar de la Iglesia, de la pastoral y de nuestras actitudes cristianas"

Nuestro trabajo pastoral debe estar centrado en el Anuncio de la Buena


Noticia de Jesucristo y en la denuncia de la violación de los Derechos humanos de
los y las encarceladas. Sobre todo porque quienes hemos experimentado la
desmesura del Amor salvador que nos sale al encuentro en la persona de Jesús,
estamos en las mejores condiciones para disponernos a dos cosas muy
importantes en la Pastoral Penitenciaria:

1) Acercarnos al mundo de las cárceles con una mirada de amor, repleta de


misericordia ternura, alejada del juicio condenatorio, mirando a los reclusos y
reclusas como sólo Dios sabe mirar. Solamente quien se sabe amado y
perdonado sin límites es capaz de amar y perdonar a sus semejantes. Sólo desde
ahí hacemos desaparecer las etiquetas y podemos descubrir el destello de Dios
en las biografías más atormentadas, incluso en las de quienes han ejercido una
indecible crueldad.

2) Por ello mismo, la segunda dimensión que hemos de tener muy presente,
es que Jesucristo Libertador es también la respuesta a las inquietudes de los
cautivos y, por supuesto, a las nuestras propias. “La acción pastoral es la
continuación por la Iglesia del ejercicio del ministerio de Cristo, guiada por el
Espíritu en incansable peregrinación hacia el Padre dando una respuesta integral

68
Ecclesia in America N° 67
69
Documento de Santo Domingo N° 17.
70
Documento de Aparecida N° 393

67
a todas las necesidades humanas. Lo decía muy bien el Concilio Vaticano II: “La
Iglesia reconoce en los pobres y en todos los que sufren la imagen de su
Fundador... y abrazando a todos los afligidos se esfuerza en aliviar sus
necesidades y servir en ellos a Cristo”.71

Por lo tanto, debo concluir que el acompañamiento espiritual, desde una


pastoral penitenciaria se convierte en: “La pastoral del amor, de la esperanza, de
72
la justicia, de la igualdad, de la fraternidad y de la libertad”

Me atrevo a soñar, a trabajar y a esperar porque Dios tiene un sueño para


ti y un sueño para mí, un sueño para todos nosotros”. Yo tengo un sueño, dice
Dios: “Por favor ayúdenme a hacerlo realidad. Es un sueño de un mundo en donde
la fealdad, la pobreza y la miseria, las guerras y la hostilidad, la competencia
deshonesta, la alienación y la discordia sean transformadas en todo lo contrario:
un mundo en el que haya risa, alegría y paz, donde haya justicia, bondad,
compasión, amor, solidaridad y armonía. Yo sueño con que el león vuelva a
retozar con el cordero, con que la espada se convierta en arado, y las lanzas, en
tijeras para podar; con que mis hijos sepan que son miembros de una sola familia,
73
la familia humana, la familia de Dios, nuestra familia”

71
Lumen Gentium N° 8
72
P. Damase Masabo O.de M. El ministerio penitenciario, un desafío para las Órdenes y
Congregaciones religiosas, ponencia dada en el XII Congreso Internacional en Roma-
73
Arzobispo Desmond Tutu sudáfricano, Exigiendo la liberación de los presos en Guantánamo con
estas hermosas palabras del Sueño de Dios.

68
II. MARCO METODÓLOGICO

1. PREGUNTA

1. ¿Cuáles son los elementos de vulnerabilidad que incidieron en la comisión


del delito?
2. ¿Cuáles son los elementos de resiliencia con que cuenta una mujer privada
de libertad y que podrían ser activados a partir del acompañamiento
psicoespiritual.?

2. OBJETIVOS

2.1 OBJETIVO GENERAL:

Identificar los elementos de vulnerabilidad que las llevan a cometer un


delito y explorar los elementos de resiliencia en mujeres que por primera vez
pierden su libertad y que pueden ser activados a partir del acompañamiento
psicoespiritual.

2.2 OBJETIVOS ESPECÍFICOS:

1. Conocer las percepciones que las mujeres privadas de libertad tienen


acerca de su historia de vida.

2. Identificar en su historia de vida los aspectos de vulnerabilidad que la


llevaron a cometer el delito

3. Reconocer en su experiencia de privación de libertad los elementos de


resiliencia que se han desarrollado.

4. Identificar los recursos que el acompañante puede emplear para promover


la resiliencia

69
2.3 TIPO DE INVESTIGACIÓN

Esta es una investigación cualitativa que busca describir y analizar


variables relevantes a tener en cuenta para el ejercicio del acompañamiento
psicoespiritual a mujeres privadas de libertad por primera vez. La validez de este
estudio está dada por el realismo analítico, buscando criterios que aseguren la
calidad y rigor de la interpretación.

La recolección de los datos se realizará a través de una entrevista en


profundidad, se eligió esta herramienta con el propósito de favorecer el discurso
conversacional, donde la palabra de la entrevistada es lo principal para conocer
su experiencia personal.

Según Taylor & Bodgan , 74 una entrevista en profundidad se define como:


“reiterados encuentros cara a cara entre el investigador y los informantes,
encuentros dirigidos a la comprensión de la perspectiva que tienen los informantes
respecto de sus vidas, experiencias o situaciones, tal como lo expresan con sus
propias palabras”.

El yo que aparece en el proceso comunicativo de la entrevista, es un yo


creado socialmente, que aparece como un proceso en que el individuo se
experimenta como tal en función de un otro generalizado, es decir, de los
individuos de su propio grupo social, por lo tanto, nos encontramos con un “yo
narrativo”, un yo que cuenta historias en las que se incluye como parte de la
75
misma

74
Taylor & Bodgan, Introducción a los metodos cualitativos de investigación, año 1986 pág 101
75
Bruner, 1991 en Alonso L. E. Sujeto y discurso: el lugar de la entrevista abierta en las prácticas
de la Sociología Cualitativa: Fundamentos p.p. 65 - 91, 1994).

70
La entrevista de investigación pretende a través de la recogida de un
conjunto de saberes privados, la construcción del sentido social de la conducta
individual o del grupo de referencia de ese individuo, por lo tanto, la técnica de la
entrevista es útil para obtener información de carácter pragmático, es decir, de
cómo los sujetos actúan y reconstruyen el sistema de representaciones sociales
en sus prácticas individuales76.

La entrevista en profundidad es un diálogo social que se ve sometido a


ciertas reglas, por lo tanto el investigador debe recrear las reglas implícitas en el
curso del diálogo. Por último, la entrevista abierta no es un interrogatorio, es por
tanto, la situación de “confesión” donde se invita a la entrevistada a la confianza.

2.4 VARIABLES DEL ESTUDIO

La variable principal de este estudio es la Vulnerabilidad y Resiliencia en


mujeres privadas de libertad y la vivencia del acompañamiento psicoespiritual
durante la permanencia en la cárcel.

Los conceptos principales de este estudio están expuestos en el marco


referencial, y a continuación se definen de manera operacional las variables
principales:

2.4.1 Género:

La expresión género humano designa al conjunto de todos los seres


humanos que habitamos el planeta Tierra, Desde hace algunos años, algunos
denominan género a lo que parece diferenciar la identidad femenino de
masculino; así como las múltiples características que conllevan: comportamiento,
actitud, consideración social, y otros.

76
Cfr. Ibid, pag. 65 - 91

71
2.4.2 Pobreza:

La pobreza es un fenómeno complejo y multidimensional, razón por la cual


existen múltiples definiciones y maneras de medirla. Tradicionalmente se ha
definido la pobreza como privación material, medida mediante el ingreso o el
consumo del individuo o la familia. En este caso se habla de pobreza extrema o
pobreza absoluta como la falta de ingreso necesario para satisfacer las
necesidades de alimentación básicas. Estas últimas se suelen expresar en
términos de requerimientos calóricos mínimos. Adicionalmente existe la definición
de pobreza general o relativa, que es la falta de ingreso necesario para satisfacer
tanto las necesidades alimentarias básicas como las necesidades no alimentarias
básicas, tales como vestido, energía y vivienda 77.

2.4.3 Vulnerabilidad:

Por vulnerabilidad entendemos las características de una persona o grupo


desde el punto de vista de su capacidad para anticipar, sobrevivir, resistir y
recuperarse del impacto de una amenaza natural. “Implica una combinación de
factores que determinan el grado hasta el cual la vida y la subsistencia de alguien
queda en riesgo por un evento distinto e identificable de la naturaleza o de la
sociedad."78

2.4.4 Resiliencia:

El vocablo "Resiliencia" tiene su origen en el latín en el término "Resilio",


que significa volver atrás, volver en un salto, rebotar. Claramente el término fue
adaptado a las Ciencias Sociales para caracterizar a los sujetos que a pesar de
77
Cfr. Programas de Desarrollo de las Naciones Unidas, año 2000
78
Cfr. Piers Blaikie y otros, Vulnerabilidad, El entorno social, político y económico de los desastres,
1º edición, Julio 1996 LA RED.

72
haber nacidos y vivir en situaciones de adversidad, se desarrollan
psicológicamente sanos y exitosos. En idioma castellano, tradicionalmente el
término resiliencia se usa en el campo de la física y se refiere a la capacidad que
tienen los cuerpos para volver a su forma original luego de haber sufrido
deformaciones producto de la fuerza 79

En este sentido, como señala Rutter, la resiliencia hoy día debe


considerarse como alcanzar un nivel de desarrollo normal en todas las
dimensiones que componen al ser humano, vale decir en lo físico, cognitivo,
emocional y social 80

Del mismo modo, la resiliencia no debe considerarse como un estado


permanente y de total invulnerabilidad. Las personas, familias y grupos con
características resilientes, presentarán momentos y episodios de mayor debilidad
y susceptibilidad, en tanto en otros momentos su resistencia, adaptación y
superación de los obstáculos, aparecerá nítidamente en su actuar.

2.4.5 Acompañamiento psicoespiritual:

Consiste en un vínculo donde dos o más caminan juntos en la búsqueda del


desarrollo integral de la persona a lo largo de su vida, es una relación de ayuda en
la que se articula el encuentro personal y el dialogo en profundidad con Dios, con
la existencia de la persona. El acompañamiento tiene como objetivo principal el
discernimiento de la acción del Espíritu en la vida de la persona en su totalidad.
Dicho de otra manera es una relación de ayuda que nos permite crecer como
personas, como cristianos y también como comunidad. Se trata del
acompañamiento psico-espiritual que tiene por objetivo descubrir el paso de Dios
por la propia vida, en todas sus dimensiones

79
Cfr. Suárez Ojeda Néstor y otros; Resiliencia, Tendencias y Perspectivas; Ediciones de la
UNLa.; Argentina; 2004.
80
Cfr. Ibid

73
III. PROCEDIMIENTO E IMPLEMENTACIÓN DE LA INVESTIGACIÓN

1.1 DESCRIPCIÓN DEL UNIVERSO:

El Universo de estudio comprende mujeres con una media de edad de 25


años, privadas de libertad, madres, primerizas en la cárcel, con estudios medios
terminados y que sean creyentes.

1.2 DESCRIPCIÓN Y SELECCIÓN DE LA MUESTRA:

La muestra de esta investigación corresponde a mujer adulta joven de 49


años, casada, tiene dos hijas una nieta, condenada a diez años por ser
considerarla autora intelectual de un homicidio, ocurrido en el año 2000.

Otra característica que ha marcado la elección de esta mujer dentro del


Universo es que solo al mirarla parece distinta del resto de las mujeres, se
desenvuelve y maneja con soltura, tiene una profunda fe y confianza en Dios que
pronto terminará “su pesadilla”, como ella llama su paso por la cárcel.

Por otro lado se ha buscado a una mujer adulta joven que sea capaz de
iniciar un proceso de acompañamiento espiritual y que esté dispuesta a compartir
su vida y experiencia en libertad y deseosa de poder ser ayudada.

1.3 TAMAÑO DE LA MUESTRA:

Una mujer, que realizó el proceso completo diseñado para esta


investigación cualitativa.

74
1.4 APLICACIÓN DE LOS INSTRUMENTOS DE MEDICIÓN:

Se ha desarrollado una entrevista en profundidad que quiere explorar a


partir de categorías generales una aproximación al fenómeno estudiado. Se trata
de un diseño que permite buscar desde una mirada a priori ciertos elementos para
el análisis y a la vez posibilitar hallazgos desde la inducción de las respuestas. Se
apunta a aspectos generales que dan la posibilidad de descubrir en la riqueza
misma de las respuestas nuevas categorías y/o códigos susceptibles de
interpretar.

Las categorías prediseñadas, apuntan a trabajar considerando el objetivo


de la investigación, las variables comprometidas en ella y la pregunta misma que
ha dirigido este estudio. Estas son: Género, Pobreza, Vulnerabilidad, Resiliencia,
Acompañamiento psicoespiritual. Así mismo se han esbozado categorías
relacionadas con sus redes sociales, familiares y de apoyo y su estadía en la
cárcel que aparecen como elementos importantes a considerar desde el marco
referencial, en un guión de entrevista en profundidad.

El instrumento fue aplicado en 3 momentos, en una primera parte se le dio


el guión para que lo profundizara, en otro lo conversamos y en un tercer momento
se grabó la entrevista. Cada sesión tuvo una duración de dos horas y se realizó
en la oficina pastoral que existe al interior de la cárcel.

La entrevista completa va como documento anexo al final de la tesina

75
IV. ANÁLISIS Y RESULTADOS DE LA ENTREVISTA.

1. EXPERIENCIAS DE VIDA:

La entrevistada recuerda una serie de eventos vitales que relaciona directa


o indirectamente con su situación al momento de cometer el delito y como una
forma de explicar su actuar. Así aparecen las siguientes subcategorías:

Inestabilidad (de su pareja y económica): refiriéndose a necesidades


concretas de su familia que no se podían satisfacer ya que su marido nunca contó
con un trabajo estable, describiéndolo su situación compleja debido a que sólo con
su trabajo tenían un ingreso estable, volviéndose insuficiente. Además describe su
relación de pareja como inestable, de lo que se desprende que atravesaban un
momento de crisis.

“Con mi pareja inestable….” (Párrafo 9)


(Respecto de su situación económica) “Regular, vivíamos de mi trabajo, mi
esposo no tenía trabajo estable. Siempre él ha sido un poquito irresponsable.” (10)

Vulnerabilidad: la entrevistada manifiesta que en el momento de planificar


y cometer el delito se sentía en una condición muy vulnerable, sin capacidad para
resistir las presiones de su entorno más cercano. Debido a esto se vio involucrada
directamente en la comisión de un delito, sin haberlo planificado.

“Haber sido firme en mis convicciones y saber decir que no, aunque me
cueste la vida si es necesario…” (22)

Experiencias críticas: hace referencias a un par de experiencias en su


vida que la marcaron por el dolor que le provocaron y también por la sensación de
pérdida irreparable. La entrevistada refiere que estas vivencias, en su infancia y

76
juventud la marcaron profundamente y cree podrían haber influido en su sensación
de vulnerabilidad. Refiere un alejamiento de su padre cuando era niña y una
situación especialmente dolorosa, cuando se vio impulsada por su madre a
realizarse un aborto.

“…Mi papá me abandonó de pequeña y cuando volvió, mi mamá no dejó


que nos viera, hay momentos en que lo extraño tanto, quizá si él hubiera estado,
yo no estaría aquí…” (36)

“…Cuando tenía diecisiete años estaba muy enamorada de mi esposo y


quedé embarazada y mi mamá me llevó a hacer un aborto, eso es algo que me ha
perseguido toda la vida, no importaba lo que yo pensaba y sentía, mi mamá pensó
por mi y decidió, eso fue muy doloroso para mi.” (69)

Maternidad: en varias ocasiones durante la entrevista refiere vivencias


asociadas a su rol de madre y actualmente de abuela. Estas experiencias las
recuerda y vivencia con emociones contrapuestas, ya que se siente marcada
positivamente por ellas, pero a la vez siente gran desesperanza de verse alejada
de sus hijas y nieta. La entrevistada manifiesta que la maternidad influye
poderosamente en la vivencia de estar privadas de libertad, ya que en su opinión,
las mujeres están pensando siempre en los hijos y en los momentos de vida que
no se pueden compartir con ellos.

“…en cambio nosotras seguimos siendo mamás y preocupadas de nuestros


hijos, vivimos físicamente aquí, pero nuestra mente esta afuera, siguiendo los
pasos de nuestros hijos…” (38)

2. CONSECUENCIAS DE ESTAR PRIVADA DE LIBERTAD

En esta categoría se consideran todos los costos pero también los cambios
positivos que ha tenido que afrontar la entrevistada por el hecho de haber
cometido el delito y estar recluida. Así aparecen los siguientes tópicos:
77
Emocionales: referido a las consecuencias a nivel emocional que ha tenido
que vivenciar y sobrellevar desde el momento de la comisión del delito,
obviamente priman las emociones negativas como el dolor, la tristeza, la angustia
y la inseguridad que se vive al estar en la cárcel.

“Creí morir, se me vino el mundo encima… fue horrible, con mucho dolor y
tristeza, quedé algunos momentos bloqueada…” (Párrafos 15 y 16)

“…la inseguridad permanente, de no saber qué va a pasar, aquí todos los


días hay problemas… es vivir en una angustia permanente.” (43)

También, y como una más de las consecuencias emocionales de estar


privada de libertad, vivencia en forma permanente el temor a la discriminación
social, que se le juzgue y trate por el hecho de haber estado en la cárcel, sin darle
una oportunidad para demostrar sus potencialidades y cualidades positivas.

“Que me reprochen lo que hice, que me discriminen por haber estado


presa, que no encuentre trabajo, que me cueste vivir en libertad…” (54)

Lejanía de la familia: como un hecho muy relevante y que aparece


permanentemente en el discurso de la entrevistada está la evidente interrupción
de los vínculos familiares. El alejamiento de sus hijos, de su madre y hermanos ha
sido uno de los costos más importantes que ha debido afrontar. Esto sin duda le
provoca mucho dolor y también una sensación de culpa por haberles provocado
esta situación de vida a su familia cercana.

“…en el aeropuerto me tuve que separar de mis niñas, eso fue horrible,
desgarrador, así llegué a esta cárcel.” (17)

78
“La distancia que existe con mi familia, el no poder ir a misa con ellos, el no
poder educar en la fe a mi nieta, el no rezar en familia.” (68)

“La educación de mis hijas, el embarazo de mi hija mayor, el nacimiento de


mi nieta… el no haber podido acompañar a mi hermano en la enfermedad de su
hijo, el día a día de las niñas.” (49)

Cambios personales: a lo largo de la entrevista se revelan también


cambios personales provocados por esta experiencia y que en su totalidad son
consecuencias que la entrevistada evalúa como positivos, así aparecen cambios
en su personalidad como el desarrollo de su capacidad de tolerancia y adaptación,
el aumento de su capacidad reflexiva lo que le ha permitido resignificar esta
dolorosa experiencia y extraer de ella algo positivo, asociado principalmente a
aprendizajes personales.

“Yo era una persona muy poco tolerante, y ahora he crecido en eso…” (20)
“…creo que Dios me trajo aquí para salvarme de algo más grande, de eso
estoy segura…” (63)

Como relevante también aparece un cambio a nivel espiritual en cuanto


ella reconoce que ha logrado tener una mayor cercanía y comunicación con Dios y
que esta experiencia ha reforzado su espiritualidad.

“El haberme encontrado con Dios que perdona, que me ama, que no me
juzga…” (56)

Otro de las ideas que aparece con fuerza es su necesidad de pedir perdón
y reparar el daño causado por el delito que cometió, tanto a las víctimas directas
como a su propia familia.

79
“Me gustaría hablar con ellos (familiares de la víctima), pedirles perdón,
decirles que estoy arrepentida…” (53)

“…A mi familia, porque es muy grande la humillación que viven cada vez
que me vienen a ver…” (61)

Todas estas consecuencias positivas le han permitido afrontar la situación


de encarcelación, como una forma de protegerse de la situación límite que está
vivenciando.

3. FUENTES DE APOYO Y RESILIENCIA:

La entrevistada logra identificar a personas, instituciones e incluso


creencias personales como pilares o fuentes de apoyo. Refiere que con su apoyo
ha podido sostenerse emocionalmente y enfrentar la situación carcelaria de
manera de no sucumbir, sino al contrario resistir y mantener su calidad de persona
un poco al margen de la cultura carcelaria. Así aparecen las siguientes fuentes de
apoyo:

Familia: en innumerables ocasiones parece como un apoyo fundamental


sus familiares más cercanos, principalmente su madre, hijas y hermanos. La
entrevistada refiere que el sentir el apoyo e incondicionalidad de parte de estas
personas le ha ayudado a soportar la situación de encierro, a buscarle algún
sentido al sufrimiento e intentar que esta experiencia no la marque de manera tal
que tenga aún más consecuencias para su familia. Manifiesta que su familia es
una de las motivaciones para salir adelante y no dejarse avasallar.

“Me he sentido muy apoyada por mi mamá, su pareja, por mis hijas y en
algunos momentos por mi esposo…” (Párrafo 23)

80
“Los más cercanos han sido incondicionales conmigo y me visitan todas las
veces que pueden, los otros al comienzo vinieron…, pero ahora se han alejado y
ya no se acuerdan de mi, pero los entiendo no es fácil venir a la cárcel (26)

Agente pastoral o acompañante: la entrevistada manifiesta que al


ingresar a la cárcel su estado era de mucha desolación, culpabilidad y soledad,
que poco a poco fue buscando pilares en lo que apoyarse, que le permitieran vivir
esta situación de una manera menos mala, así menciona que su acompañante o
agente pastoral ha sido un apoyo fundamental ya que la ha ayudado a reflexionar
en torno a su situación y también le ha permitido tener un acercamiento más
profundo con su espiritualidad. Dice que se ha sentido acogida y comprendida por
esta persona quien la ha apoyado en momentos duros y de desesperanza.

“Con usted (acompañante), me ha dado mucha confianza contarle todo lo


que realmente pasó, quizá pasé mucho tiempo tratando de culpar a otros y no
asumir mi responsabilidad, pero creo que a través del tiempo y las conversaciones
que hemos tenido con usted, me liberé.” (28)

Directora de escuela: al interior del centro penitenciario funciona una


escuela cuyo objetivo es que las mujeres que permanecen allí puedan terminar
sus estudios básicos y secundarios. En este lugar la entrevistada ha encontrado
una suerte de refugio, un lugar donde pasar las horas del día y realizar un trabajo
que le permite mantener su mente ocupada en algo productivo. En este contexto
aparece otra fuente de apoyo que es la directora de la escuela y que la
entrevistada identifica como una persona que ha confiado en ella y le ha permitido
realizar esta labor que ha significado un reconocimiento de sus capacidades y
también un apoyo cotidiano que le permite sobrellevar el día a día.

“… Pero la ayuda que acepté definitivamente al comienzo y hasta ahora fue


la ayuda de la directora, la señora Yolanda, ella fue capaz de ver en mi lo que soy
realmente no el delito que es tan feo.” (31)

81
“… En la escuela me siento útil, porque puedo ayudar a otras internas y
entregar lo que yo se, en cuanto a secretaría.” (32)

Dios y sus creencias religiosas: la entrevistada se reconoce como una


persona religiosa y educada en la fe católica. Manifiesta que siempre tuvo
cercanía con esta dimensión espiritual, pero que desde su privación de libertad
que se ha acrecentado su fe y su cercanía con Dios. Ella reconoce que uno de los
pilares fundamentales para ella en esta difícil situación ha sido Dios y sus
creencias religiosas, refiere que se ha acercado mucho más a esta dimensión
espiritual buscando apoyo, consuelo, motivación y explicación a lo que le está
pasando. Reconoce que Dios la ha ayudado a mantenerse, que siente su apoyo
incondicional y constante y que esto le ha permitido reflexionar sobre su situación
y encontrarle un sentido de trascendencia a esta experiencia dolorosa.

“Primero que nada Dios, siento que es incondicional conmigo…” (27)


“Mi otra fortaleza es Dios, yo se que Él me anima cada día, en cada
momento” (42)

4. EXPERIENCIAS EN LA CÁRCEL:

Esta categoría hace referencia a todo el cúmulo de experiencias que ha


tenido que vivir la entrevistada desde el momento de estar privada de libertad y
que se pueden denominar como el contexto carcelario, como las condiciones de
vida presentes y también la percepción que tiene la entrevistada de su paso por el
sistema penitenciario chileno.

Malas condiciones: se refieren principalmente a las condiciones


deficitarias presentes en la cárcel y que impiden que las mujeres privadas de
libertad puedan sentirse cómodas y respetadas. Menciona que si bien las
condiciones mínimas están presentes, los espacios de intimidad son escasos o

82
casi nulos, lo que hace que en general deban presenciar situaciones incómodas
entre otras reclusas, principalmente desde el ámbito sexual.

Menciona también que el frío y las condiciones de vida le han traído


consecuencias a nivel físico.

“El tema del pudor es bien fuerte, no tener nuestro espacio privado, los
baños, el tema afectivo, es chocante ver a las mujeres en intimidad sin ningún
respeto por las otras, eso es asqueroso.” (39)

“…A los malos hábitos de las mujeres, el lesbianismo tan explícito que
existe aquí…” (67)

Deficiencias en atención de salud: se refiere principalmente a que la


atención en salud muchas veces no es la adecuada ni es oportuna. Manifiesta que
por el hecho de estar privadas de libertad muchas veces no se les presta la debida
atención ya que se cree que las reclusas fingen enfermedades con el objetivo de
salir del centro penitenciario.

“…Es muy triste cuando me siento mal y no me creen, ellos piensan que
nos hacemos las enfermas, yo se que aquí somos muchas, pero hay urgencias,
aquí se murió hace poco una señora porque no le creían los dolores de cabeza,
cuando la llevaron ya no tenía vuelta, tenía un tumor cerebral. (41)

Maltrato: la entrevistada refiere que ha presenciado o vivenciado


situaciones de maltrato por parte de las funcionarias de gendarmería, si bien estos
no son físicos si se manifiestan en palabras o actitudes poco consideradas. Esto
responde a la cultura carcelaria, donde unos son vigilantes y el resto son los que
deben ser vigilados, ya que representan los vicios de una sociedad, perdiéndose
las persona en estos estereotipos.

83
“También hay gendarmes que son muy groseras, descargan sus problemas
personales con nosotras. Yo se que hay internas que son muy complicadas, pero
ellas no saben hacer la diferencia.” (41)

84
V.- CONCLUSIONES Y SUGERENCIAS

“El país al que los hombres entregan su más


profunda lealtad no tiene hemisferio. Sus límites
son carne humana. El pulso su tambor. El himno
su sangre y los sueños son únicas instituciones. El
amor otorga la ciudadanía, no el nacimiento.
Porque es perfecto en el país del alma”.
81
Hubert Lanssiers, ss.cc.

La pobreza en la cárcel de mujeres adquiere características que nos


remiten al misterio de la vida, al misterio de dolor y, por último, al misterio de Dios
que se revela fundamentalmente en el Rostro de su Hijo crucificado. Al llegar a al
final de esta experiencia de trabajo puedo hacer varias constataciones:

1. El ser humano es mucho más que su diagnóstico, mucho más que


su sentencia, mucho más que el lugar donde purga su pena, mucho
más que el hospital donde libra el combate por la vida, porque más
allá de todo esto que resulta circunstancial hay un lugar donde se
es, sencillamente. Y ese Lugar es Sagrado, es “el País del alma” y
para entrar en él es necesario “quitarse las sandalias” y luego hacer
silencio contemplativo.

2. La herida honda que genera la cárcel a una persona, especialmente


a una mujer es susceptible de ser sanada. Y en esto consiste la
apuesta de esta investigación. Es una apuesta por la esperanza.
Porque el ser humano no se agota en los actos que realiza, por más
terribles que estos puedan ser. Siempre queda en él un lugar
primigenio donde se es completamente puro, que ni la prisión, ni la

81
LANSSIERS, Hubert. Los Dientes del Dragón, Ed. Copé, Lima, 1998, p. 9.

85
soledad, ni la pena, ni las constantes agresiones que laceran la
dignidad, ni los cataclismos, ni la droga logran dañar. Llegar a este
lugar curiosamente en la cárcel es más fácil y, por tanto, allí es
posible penetrar la hondura humana que nos permite asomarnos al
misterio; esto ha sido lo más esencial de llegar a la cárcel y
acompañar durante muchos años a tantas mujeres con rostro,
nombre e historia, que por diversas circunstancias han llegado allí.

3. Sanar heridas es una necesidad y también un imperativo social que


requiere del concurso de la psicología, de la espiritualidad, de la
sociología, pero esencialmente se hace necesario combinar con
cuidado místico la compasión y la lucidez crítica. Sin estas dos
armas se hace imposible acompañar psicoespiritualmente a alguien
que está en las condiciones mencionadas. La lucidez crítica permite
ver con inteligencia este mundo para no caer en romanticismos, en
idealismos y la compasión permite llegar al corazón herido y conocer
las entrañas de lo más oscuro y ahí contemplar con fascinación
cómo la luz de la bondad del misterio de Dios y de los hombres se
hace tan “visible”.

4. Acompañar para sanar a las mujeres de la cárcel es una obligación


de justicia con la sociedad en su conjunto. Las heridas de las
mujeres que están en prisión hablan de lo que está sucediendo en el
mundo; del poder que tiene el mal, de la fuerza de muerte, de
violencia y de destrucción que la sociedad soterradamente potencia.
Un expediente no es un papel, es una vida, es un conjunto de vidas
porque esa persona tiene padres, hijos, hermanos, esposo, historia,
como nos lo permite comprender a profundidad la entrevista
realizada. Por lo tanto, la herida de una persona en la cárcel es un
grito silencioso producido a causa de una herida más en el cuerpo
adolorido del país, de la sociedad.

86
5. Por esta razón, toda la comunidad cristiana debería sentir una
responsabilidad creyente y solidaria por el problema de las cárceles
y por las personas de los (as) privados (as) de libertad. No para
anunciar utopías que no sabemos si llegarán a realizarse, ni para
gritar demagogias que todavía son posibles, pero si para ir haciendo
camino, aportando remedios unas veces y otras descubriendo
posibilidades nuevas, todavía inéditas pero quizás viables.

Por lo tanto para la comunidad cristiana el gran desafío es tomar


conciencia de esta responsabilidad, en una cultura que prescinde de
ella y que se queda contenta cuando le quitan “la amenaza del
delincuente” y cree que ya puede vivir tranquilo, sin preguntarse
hasta que punto esa forma de tranquilidad no es más que
intranquilidad por participar en un sociedad injusta y poco solidaria
que está constantemente enviando personas a la cárcel, muchas de
ellas mujeres que tiene que delinquir para alimentar a sus hijos.

6. Lo Femenino me confronta de por sí con la alteridad, pero el


rostro de la mujer encarcelada me remite no sólo a su alteridad, sino
esencialmente a lo que hay de ella mi propia historia. (Con esto
queda confirmado el desarrollo desde la perspectiva de género
donde se sostenía que lo masculino y lo femenino son realidades
propias de lo humano 82). Pero no sólo confronta, sino que también
remite a su propia individualidad que trasciende cualquier
comprensión, a cualquier tematización. En ella aparece algo del
misterio de Dios y, en virtud de esto, sólo puedo ser compañera que
vela para que su animus y su ánima se hermanen. Tarea que sólo
Dios podrá garantizar, porque en el acercamiento al rostro de la

82
Cfr. Gn, 1, 27. “Hombre y mujer los créo”. Los dos serán una sola realidad. Con esto se hace
manifiesta de manera concreta la identidad (hombre y mujer) y también su diferencia.

87
mujer de la cárcel hemos visto cómo lo masculino está presente en
ella como lo violento, como lo ausente, como lo que me reclama y
también como lo que sostiene. Cuando se realice en alguna mujer l
hermandad con su “masculinidad habremos algo de su integración.

Quien es capaz de encontrar a Cristo en el rostro sufriente de una


mujer presa, podrá hacer suyas las palabras de Jesús “El Espíritu
del Señor está sobre mi, y me ha ungido para anunciar la
libertad a los cautivos” (Lc. 4.18)

7. Por último, quiero concluir diciendo que una mujer privada de


libertad por primera vez, que logra encontrarse con el Dios de la
Misericordia, del Amor y del Perdón a través de su acompañante
espiritual, saldrá fortalecida, logrará ponerse de pie, caminará con
paso firme y seguro, porque sabe que no está sola que siempre
contará con el Buen Pastor que hace camino con ella.

88
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Consecuencias de Internamiento Penitenciario.

93
ANEXOS

Entrevista personal para una mujer privada de libertad

Esta es una entrevista en profundidad que debe ser conducida por la profesional a

cargo de la investigación.

Perfil de la entrevistada:

La entrevista ha sido diseñada para ser contestada por mujeres entre 25 y 40

años, privadas de libertad por primera vez, que estando en la cárcel y siendo

acompañadas se sienten con fuerzas para salir adelante aún en la situación de

vulnerabilidad que viven.

No necesariamente deben ser católicas, pero si sensibles al paso de Dios en sus

vidas y que consideren el acompañamiento un aporte importante en su desarrollo

personal.

Información a la entrevistada:

Usted ha sido invitada a participar en una investigación muy

relevante sobre la privación de libertad que viven mujeres como usted, Quisiera

conocer su experiencia con lo que ha significado para Ud. Si hay alguna pregunta

que no quisiera contestar, no hay problema y simplemente pasamos a la siguiente.

Ud. Puede acceder o rechazar esta invitación.

94
Si usted ha aceptado, manifestando verbalmente su consentimiento, le solicito que

responda algunas preguntas con toda veracidad, la información recopilada es

anónima y confidencial.

Entrevista en Profundidad.

I.- Identificación

1. Edad 49 años

2. Fecha de Nacimiento: 01 de Diciembre 1964

3. Estado Civil: Casada

4. Escolaridad (enseñanza): Media completa

5. Ocupación al momento de la privación de libertad: Vendedora – telefonía

6. Quienes conforman su núcleo familiar: esposo, hijas y nieta

7. ¿Hay alguien más en su familia que tenga problemas con la justicia? Si

Si la respuesta es si ¿cuál es su relación con el o ella?: esposo

II.- Áreas de Exploración

A.- Historia de Vida

8. ¿Con quienes se relacionaba?

Con mis familias y amigos (as) y vecinas

9. ¿Cómo era la relación con su familia?: Experiencia de vida

(pareja, esposo, hijos, padres)

Con mi pareja inestable, con mis hijas muy

buena.

10. ¿Cómo era su situación económica?

95
Regular, vivíamos de mi trabajo, mi esposo no Carencias económicas

tenía trabajo estable. Siempre el ha sido un

poquito irresponsable.

11. ¿Es primera vez que se involucraba

en esa situación, (robo, tráfico, hurto,

violencia)

Mi delito es un robo con homicidio y es la Experiencia de vida

primera vez que me sucede algo así y espero y

confío en Dios nunca más hacer algo como eso.

12. ¿Es consumidora de alguna droga o

alcohol? ¿Cuál?

No consumo ninguna droga y nunca lo he

hecho, ahora solo fumo mucho, pero comencé

aquí, creo que es por angustia.

13. ¿Participaba en alguna comunidad Carencias religiosas

cristiana?

No en ninguna, a pesar de que soy católica,

14. ¿Alguna vez pensó que podía estar

detenida?

Jamás pensé que me podía pasar algo así.

15. ¿Qué sintió cuando fue detenida?

Creí morir, se me vino el mundo encima,

96
pasaron muchas imágenes por mi mente, Consecuencias de estar privada

estaba en Iquique, lejos de mi mamá y no sabia de liberta (emocionales)

nada de mis niñas. Desesperanza, angustia, dolor.

16. ¿Puede describir ese momento?

Fue horrible, de mucho dolor y tristeza, quede Consecuencias emocionales:

algunos momentos bloqueada, no sabía que Momento, de mucho dolor,

pensar, además me tomaron junto con mi tristeza, angustia.

marido, por lo tanto mis niñas estaban solas,

pensaba que sería de ellas, los de

investigaciones me acosaban querían que

reconociera el delito, me golpeaban la mesa, me

gritaban, me trataban con garabatos. Es tan

duro recordar esto, (llora)

17. ¿Qué ocurrió con usted en los días que

siguieron?

Me trajeron a Santiago en Avión junto a mi Consecuencias de estar privada

marido y a mis niñas, eso por que el delito se de libertad: Separación de sus

había hecho acá, en el aeropuerto me tuve que hijas desgarradora.

separar de mis niñas eso fue horrible,

desgarrador, así llegué a esta cárcel.

97
18. ¿Cómo se imaginaba la cárcel?

Fea, me imaginaba muchas mujeres malas, Imagen negativa de la cárcel

tenía miedo sabía todo lo que muestran en la

tele.

19. ¿Que pensaba antes de las mujeres Prejuicio social

privadas de libertad?

Que todas merecían estar presas, porque eran

malas, habían cometido un delito y tenían que

pagar a la sociedad.

20. ¿Qué ha cambiado en Ud desde que

está en la cárcel?

Yo era una persona muy poco tolerante, y ahora Consecuencias de estar privada

he crecido en eso, me he acercado mucho a de libertad: (cambios personales)

Dios, el es mi fortaleza, lo siento muy cerca de Ha cambiado su forma de mirar

mi, especialmente en mis momentos de la vida, es más tolerante.

angustia, también he descubierto que aquí hay Cambios espirituales

gente maravillosa, que se ha equivocado tal

como yo.

21. Si pudiera usar una imagen ¿Cómo

simbolizaría lo que vive?

Como un pájaro enjaulado que espera con

ansias el momento que la abran la puerta para

poder volar.

98
22. ¿De que manera podría haber evitado lo Experiencia de vida

que está viviendo? (Vulnerabilidad)

Haber sido firme en mis convicciones y saber Influenciable, no supo decir no

decir no aunque me cuesta la vida si es

necesario.

B.-Redes sociales y vínculos afectivos:

23. ¿Se ha sentido apoyada? ¿Por

quienes?

Me he sentido muy apoyada por mi mamá, su Fuentes de apoyo:

pareja, por mis hijas y en algunas momentos por •1 Familia

mi esposo; y aquí en este lugar por usted y la •2 Agente Pastoral

señora Yolanda directora de la escuela. •3 Directora de escuela

24. ¿Qué le facilita o dificulta su relación

con otras internas?

Me facilita la relación la tolerancia que he Consecuencias de estar privada

aprendido aquí, y me dificulta la relación el ser de libertad:

un poco distinta a muchas de ellas que han Se siente distinta al resto de las

hecho de su vida el delito. internas. delincuentes

25. ¿Qué sentimientos son los que con

más fuerza esta sintiendo en este momento

en relación con las personas de la cárcel?

Siento compasión por muchas de ellas, también Sentimientos encontrados,

99
rabia porque se dejan abatir por la compasión y rabia.

desesperanza y fuerza para superar esta

situación para que no las consuma el dolor.

26. ¿Qué reacciones han tenido sus más

cercanos en relación a Ud. por estar

detenida?

Los más cercanos han sido incondicionales

conmigo y me visitan todas las veces que Fuentes de apoyo:

pueden, los otros al comienzo vinieron, quizás Familia cercana

por saber de que se trataba esto, pero ahora se

han alejado y ya no se acuerdan de mi, pero los

entiendo no es fácil venir a la cárcel.

27. ¿En quién puede confiar?

Primero que nada en Dios que siento que es Fuentes de apoyo:

incondicional conmigo, confío en usted y en la •1 Dios

señora Yolanda. •2 Agente pastoral

•3 Directora

28. ¿Con quiénes ha hablado de lo que

realmente le pasó?

Con usted, me ha dado mucha confianza

contarle todo lo que realmente pasó, quizás Fuentes de apoyo:

pasé mucho tiempo tratando de culpar a otros y •1 Acompañante

no asumir mi responsabilidad, pero creo que a

100
través del tiempo y las conversaciones que

hemos tenido, con usted me liberé.

29. Si tuviera que inventar a alguien que

pudiera ayudarla, ¿cómo sería esa persona?

No se me ocurre como, pero me gustaría un

juez o jueces que pudieran conocerme más allá

del delito que cometí, ellos son la ley y tienen el

poder de dar los años que a ellos les parezca

por el delito cometido, pero no ven la persona,

su familia, su entorno. Me gustaría una justicia

más humana, no tan dura e intransigente, no

todas las personas somos iguales, que pudieran

evaluar lo que uno va creciendo y superando

aquí en la cárcel.

30. ¿Ha pedido ayuda? ¿A quién?

Al comienzo estaba bloqueada y no sabía a Fuentes de apoyo:

quien pedirle ayuda, pero cuando la conocí a •2 Acompañante

usted me dio mucha confianza por eso me •3 Dios

acerqué a pedirle que me ayudara y le doy

gracias porque ha sido muy importante su

apoyo, lo que más valoro es que me encontré

con Dios.

31. ¿Quien le ha ofrecido ayuda?

101
Al comienzo los abogados que lo único que Fuentes de apoyo:

querían era dinero, internas cuando recién •1 Directora

llegué pero me di cuenta que eran ofrecimientos •2 Ella misma

interesados, pero la ayuda que acepté

definitivamente al comienzo y hasta ahora fue la

ayuda de la directora la señora Yolanda, ella fue

capaz de ver en mí lo que soy realmente no el

delito que es tan feo

32. ¿Cómo ha sido esa ayuda para Ud.?

Ha sido fundamental, muy importante, me sacó Fuentes de apoyo:

del hoyo donde me encontraba, en la escuela •1 Trabajo en la escuela

me siento libre y me siento útil, porque puedo

ayudar a otras internas y entregar lo que yo sé,

en cuanto a secretaria.

33. ¿Hay personas que están a su lado

incondicionalmente? ¿Quiénes son?

Si, a usted, la siento incondicional, la señora Fuentes de apoyo:

Yolanda, mis hijas, mi mamá, mi hermano. •2 Acompañante

•3 Directora

•4 Familia

34. ¿Quién le acompaña en estos

momentos de dolor?

Mi familia, la señora Yolanda, usted, sin ustedes

102
creo que no podría vivir en este lugar, es tan

tremendo estar aquí (llora)

35. ¿Qué le agradece a esas personas?

Su incondicionalidad, el estar ahí sin preguntar, Agradece el silencio y el apoyo.

solo acompañar, escuchar y consolar hasta sin

palabras.

36. ¿Qué le pediría a la persona que

quisiera acompañarla en el proceso que está

viviendo?

Que me acoja con cariño, respeto, por mi Consecuencias de estar privada

situación, pero que también me ayude a sanar de libertad:

mis heridas que son muchas y desde mi •1 Temor

infancia, mi papá me abandonó de pequeña y

cuando volvió mi mamá no lo dejó que nos Experiencia de vida:

viera, hay momentos que lo extraño tanto, •2 Abandono paterno

quizás si el hubiera estado, yo no estaría aquí

(llora) que me ayude a comprender a mis hijas,

porque creo que en algún momento me van a

reprochar esto , sobre todo mi hija adolescente,

que ya no quiere estudiar, tengo miedo que

vaya caer en la droga, sobre todo ahora que mi

marido cayó preso, por meterse en un tráfico de

droga. Dios mío, yo no se hermanita cuando va

103
terminar este calvario.

37. Aquí haré el mapa de red de la red de

apoyo

C.- En relación al género

38. ¿Cree Ud que hay diferencias de cómo

se vive en una cárcel de hombres y una de

mujeres?

Mucha diferencia, creo que en algunos aspectos Experiencia de vida:

los hombres sufren menos que nosotras, porque •3 Maternidad

ellos como que se olvidan de sus hijos en

cambio nosotros seguimos siendo mamás y

preocupadas de nuestros hijos, vivimos

físicamente aquí, pero nuestra mente está

afuera, siguiendo los pasos de nuestros hijos,

en cambio los hombres creo que se adaptan al

sistema.

39. ¿Nombre algunas dificultades que

tiene una mujer encarcelada?

El tema del pudor es lo más fuerte, no tener Experiencia en la cárcel:

nuestro espacio privado, los baños, el tema •4 Malas condiciones

afectivo, aquí es muy fuerte el lesbianismo, es

chocante ver a las mujeres en intimidad sin

ningún respeto por las otras, eso es asqueroso.

104
40. ¿Qué cree que piensa la gente en

relación a las mujeres que están en la

cárcel?

Que se merecen estar ahí, que era lo que yo Consecuencias de estar privada

pensaba antes, que se pudran en la cárcel, son de libertad:

malas han hecho mucho daño. •5 Discriminación

41. ¿Ha sentido discriminación al interior

de la cárcel, ya sea en el área de salud, área

técnica, gendarmería .Si es así ¿en qué lo ha

notado?.

Sí, especialmente en el área de salud, es muy Experiencia en la cárcel:

triste cuando me siento mal, y no me creen, •6 Malas condiciones

ellos piensan que nos hacemos las enfermas, •7 Maltrato

yo se que aquí somos muchas, pero hay

urgencias, aquí se murió hace poco una señora

por que no le creían sus dolores de cabeza,

cuando la llevaron ya no tenía vuelta tenía un

tumor cerebral. También hay gendármenes que

son muy groseras, descargan sus problemas

personales con nosotras. Yo se que hay

internas que son muy complicadas, pero ellas

no saben hacer las diferencias.

105
42. ¿Cuáles son las fortalezas que tiene

una mujer para sobrellevar la encarcelación?

Los hijos, esa es nuestra mayor fortaleza, a mi Fuentes de apoyo:

lo que me mantiene firme es por ellas, yo se que •1 Familia

me necesitan y tengo que salir de aquí entera •2 Dios

para recuperar lo perdido. Mi otra fortaleza es

Dios, yo se que el me anima cada día, en cada

momento.

43. ¿Cuáles son las debilidades que tiene

una mujer para vivir encarcelada?

La inseguridad permanente, de no saber que va Consecuencias de estar privada

a pasar, aquí todos los días hay problemas, las de libertad:

mujeres se drogan, se cortan, hay peleas, es •1 Emocionales, inseguridad.

vivir en una angustia permanente.

E.- Aprendizajes y reflexiones relacionadas

a la experiencia:

44. ¿Cómo se siente físicamente y

emocionalmente?

Físicamente bien, con algunos dolores de Consecuencias de estar privadas

hueso, y los efectos de estar entrando en la de libertad:

menopausia; emocionalmente afectada, sobre •2

todo ahora que supe que mi marido se metió en

un tráfico de drogas y está preso en

106
Antofagasta, estoy muy angustiada por eso, mis

hijas están solas, se que mi mamá no las

abandonará pero tienen necesidades

económicas, es me desespera.

45. ¿Qué cosas no volvería a hacer en su

vida?

Cometer un delito, aunque me muera de

hambre, por nada del mundo volvería arriesgar

mi libertad, ni menos hacer daño a una persona

inocente, solo pensar en eso me produce pavor.

46. ¿Siente Ud. que tiene parte de

responsabilidad en lo que está viviendo hoy

día de que manera?

Si, mucha responsabilidad, yo nunca debería Consecuencias de cambios

haber dado esa información a mi cuñado, no personales

dimensioné lo que hacía, cuando recuerdo ese

momento, me desespero, vi morir una persona,

lo asistí y yo sabía quienes eran los autores,

eso lo tengo grabado en mi mente. Deje niños

sin padres, que horror… (llora) (silencio)

47. ¿Qué ha aprendido con esta

experiencia?

Que nunca debo vincularme con gente que está

107
metida en delitos, que aunque me agredan.

debo seguir lo que yo pienso, nunca hacerle

daño a nadie, Yo se que Dios me perdonó, pero

la culpa es muy grande. Aún me falta

perdonarme a mi misma y eso es lo difícil, creo

que no hay noche que no recuerde ese horrible

momento.

48. ¿Cómo se imagina Ud. el momento,

cuando recupere su libertad?

Emocionante, me gustaría abrazar a mis hijas, Consecuencias de estar privada

pedirles una vez más perdón por haberlas de libertad:

dejado solas, mirar todo lo que me he perdido, •3 Necesidad de pedir

pasear con ellas, creo que será el día más feliz perdón

de mi vida el reencuentro con los míos en

libertad.

49. ¿Qué es lo más importante que ha

perdido por estar encarcelada?

La educación de mis hijas, el embarazo de mi Consecuencias de estar privada

hija mayor que fue madre soltera, el nacimiento de libertad:

de m nieta y su crianza. El no poder acompañar •4 Lejanía de la familia

a mi hermano en la enfermedad de su hijo, y •5 Necesidad de apoyo

muchas otras cosas que no se volverán a familiar

repetir, el día a día de las niñas.

108
50. Qué le gustaría escuchar de sus seres

queridos?

Que me perdonan por haberlas hecho pasar por

esta experiencia horrible y que me aman a

pesar de las cosas que han sucedido, quiero

que me hagan cariño, quiero sentir su abrazo.

51. ¿Cómo puede ayudar Ud. a quienes le

aman?

Rezando mucho por ellos, estimulándolos que

crean en Dios y que tengan mucha fe en El;

También portándome bien en este lugar, porque

cuando las internas se portan mal generalmente

las gendarmenes se desquitan con las personas

que viene a la visita.

52. ¿Cree que debiera cambiar algo hoy en

su vida?

Me gustaría tener una varita mágica y borrar Consecuencias de estar privada

todo lo que he pasado y volver al día antes que de libertad:

sucedieran los hechos, pero me quedaría con la •1 Cambios personales

tolerancia que he aprendido a tener aquí,

también ahora soy más humilde, no tan

altanera, eso no lo cambiaría.

53. ¿Qué le gustaría hacer hoy, por las

109
personas que usted dañó?

Me gustaría hablar con ellos, pedirles perdón, •2 Necesidad de pedir

decirles que estoy muy arrepentida, y si tuviera perdón

dinero ayudar a los hijos que quedaron

huérfanos, ayudarlos con su educación. Se que

no les voy a devolver a su padre, pero por lo

menos cubrir en algo sus carencias, cuando

esté en libertad, quizás los busque, es probable

que no me quieran ver, pero le pido a Dios que

me de fuerza para poder llegar a ellos, yo aquí

he aprendido que el amor de Dios transforma

hasta los corazones más duros.

54. ¿Cuál es su mayor temor cuando salga

en libertad?

Que me reprochan lo que hice, que me Temor a la discriminación

discriminen por haber estado presa, que no

encuentre trabajo, que me cueste vivir en

libertad, y que no pueda olvidar esta horrible y

traumática experiencia.

55. ¿Cuál es su mayor esperanza cuando

este libre?

Poder vivir cada momento como si fuera lo •3 Necesidad de pedir

último que estoy haciendo, disfrutar de las perdón

110
pequeñas cosas y por sobre todo recuperar mis

seres queridos que se han alejado de mi,

demostrarle que estando presa 10 años no

perdí mi dignidad.

56. ¿Cuál ha sido su mayor alegría en este

tiempo privada de libertad?

El haberme encontrado con un Dios que Consecuencias de estar privada

perdona, que me ama, que no me juzga, el de libertad:

haber conocido al nuncio apostólico, el dirigirme •4 Cambios personales

al cardenal Errazuriz y haberlo visto

emocionarse aquí con nosotras, el haberla

conocida a usted, a la señora Yolanda que han

marcado mi vida.

57. ¿Cuál ha sido su mayor tristeza?

La enfermedad de mi sobrinito, y no poder estar •5 Lejanía de familia

con mi hermano en su dolor, mi sobrinito tenía

leucemia y eso era muy grave, yo recé mucho

por el y creo que Dios escucho mi oración, por

que ahora está bien gracias a su amor.

F.- Sentido de Trascendencia:

58. ¿Es Ud. una mujer religiosa?

Si, muy religiosa, desde pequeña, mi mamá me .


llevaba a misa e hice los sacramentos, después
me descarrié un poco.

111
59.¿En qué cree?

Creo en Dios, que es Padre, creo en Jesús que

murió por nosotros, y creo en el Espíritu Santo

que nos anima y nos da sus dones.

60. Esta creencia ¿le ayuda a estar más en

paz?,¿en qué lo nota?

Si, por supuesto y lo noto por que me siento Fuentes de apoyo:

tranquila, en paz a pesar de mi dolor. •6 Creencias religiosas

61. ¿Siente que debe pedir perdón a

alguien?

Si, a Dios, a mi familia, por que es muy grande Consecuencias de estar privada

la humillación que viven cada vez que vienen a de libertad:

ver, y también perdón a mis jefes donde yo •7 Necesidad de pedir

trabajaba cuando ocurrieron los hechos y a la perdón

familia afectada.

62. ¿Se arrepiente de algo?

De todo el daño causado a los demás y a mi .

misma, estar aquí es demasiado denigrante.

63. ¿Qué sentido tiene lo que está viviendo

aquí en la cárcel?

Tiene un sentido salvador, creo que Dios me Consecuencias de estar privada

trajo aquí para salvarme de algo más grande, de de libertad:

112
eso estoy segura y eso se lo agradezco a Dios •8 Resignificación de la

todos los días. experiencia

64. ¿Ud. reza? ¿Cómo lo hace?

Si rezo todos los días, a pesar que aquí es muy Fuentes de apoyo:

difícil hacerlo, pero, converso con Dios, le •9 Creencias religiosas

cuento mis penas, también rezo todos los días •10 Dios

el rosario y le pido a la virgen que proteja y

cuida a mis hijas,

65. ¿Qué siente cuando reza?

Mucha tranquilidad, me siento en paz, Dios me

escucha eso lo siento en mi corazón, a pesar de

todo el me ama, en El está mi fortaleza.

66. Imagine que Dios está delante suyo

¿Qué le diría Ud.?

Hay…, le diría, gracias por tener la fortuna de Fuentes de apoyo:

verlo, conocerlo y tenerlo en frente mío, gracias •1 Dios

por que me ama, gracias por haberme acogido

cuando más lo necesito, gracias por enviar

personas a mi vida que le ayudan y consuelan.

67. ¿Qué es lo que más le cuesta en este

momento de su vida?

Adaptarme a este lugar, a los malos hábitos de Experiencia en la cárcel:

113
las mujeres, al lesbianismo tan explicito que •2 Malas condiciones

existe aquí, y por sobre todo perdonarme a mi

misma porque todo lo que vivo es por mi culpa,

por mi irresponsabilidad, (llora) Dios mío cuando

terminará esta pesadilla, quisiera despertar un

día y ver que todo fue una pesadilla.

68. . ¿Qué le provoca dolor interior?

La distancia que existe con mi familia, el no Consecuencias de estar privada

poder ir a misa con ellos, el no poder educar en de libertad:

la fe a mi nieta,, el no rezar en familia. •3 Lejanía de la familia .

69. ¿Ud. ha amado? ¿Cómo ha sido su

amor?

He amado profundamente, y este amor ha sido Experiencia de vida:

muy sufrido, recuerdo que cuando tenía 17 años •4 Experiencia Traumática

estaba muy enamorada de mi esposo y quede

embarazada y mi mamá me llevó a hacer un

aborto, eso es algo que me ha perseguido toda

la vida, (llora), no importaba lo que yo pensaba

y sentía, mi mamá pensó por mi y decidió, eso

fue muy doloroso para mi.

70. ¿Usted se siente amada, por quienes?

Si, me siento amada, por Dios primera que Fuentes de apoyo:

nada, por mi familia, por algunas internas y por •5 Dios

114
usted, la señora Yolanda, las agentes •6 Familia

pastorales.

71. ¿Cuáles han sido sus mayores

realizaciones como persona?

La maternidad, eso creo que es un de Dios, el Experiencia de vida:

haber tenido una mamá que se preocupó por •1 Ser abuela

mi, que me dio educación, y ahora el ser abuela,

aunque me hubiese gustado que fuera distinto,

pero es una vida que hay cuidar y agradecer a

Dios.

72. ¿A pesar de estar privada de libertad,

Qué quiere agradecerle a la vida?

El estar viva a pesar de todo el dolor vivido, y Consecuencias de estar privada

con esto compruebo, que Dios no nos da nada de libertad:

que no podamos sobrellevar. •2 Resignificación de la

experiencia

G.- Resiliencia y factores protectores

73. ¿Qué hace Ud. para estar bien en este

lugar?

Respetar a todas las personas, autoridades, Cambios personales:

internas, no involucrarme mayormente con las •3 Capacidad de adaptación

internas, mantenerme más bien al margen de Fuentes de apoyo:

los conflictos, y rezar mucho, mucho. •4 Dios

115
•5 Familia

74. Desde que supo su condena y los años

que tenía que estar aquí, ¿cuáles han sido

los momentos en los que ha sentido

satisfacción o alegría?

El esperar con ansias cada día de visita y ver a

las personas que más amo, mis hijas y mi

madre.

75. ¿Cuáles son los momentos en los que

Ud. se siente tranquila, en paz?

Cuando voy a misa, cuando rezo al Señor con Fuentes de apoyo:

mucha fe y cuando viene mi familia y veo que •1 Dios

están bien de salud y sin mayores problemas., •2 Familia

eso me tranquiliza y me deja en paz.

76. ¿En qué o en quienes ha buscado

refugio?

Gracias a Dios he buscado refugio solo en El y Fuentes de apoyo:

en el cigarro, eso si fumo mucho, aquí es fácil •1 Dios

buscar refugio en la droga, eso me da mucha •2 Agentes pastorales

pena ver tantas mujeres metidas en la droga, lo •3 Acompañante


pierden todo, venden hasta su ropa.

También he buscado refugio en usted y eso

usted lo sabe, y se lo agradezco infinitamente.

116
77. ¿Qué se le ocurre que puede hacer para

estar mejor en esta realidad que le ha tocado

vivir?

Creo que estoy haciendo lo mejor para pasar Fuentes de apoyo:

mis días aquí, por eso no me canso de dar •1 Trabajo

gracias a Dios y a la señora Yolanda que me dio

este trabajo aquí en la escuela, donde paso

todo el día y me olvido en algunos momentos

que estoy presa, es como ir a trabajar y luego

volver a la casa, solo que aquí no me dan ganas

de llegar al lugar donde duermo, es muy feo,

sobre todo por las muchachas que consumen

drogas, porque drogadas hacen muchas cosas

feas, especialmente las lesbianas.

H.- Preguntas de cierre:

78. ¿Cómo se ha sentido al hablar de estas

cosas?

Me he sentido bien, ha sido un momento de

reflexión, siento que esta conversación, me

desnudó en lo que realmente he vivido, pero

igual le doy gracias, me hizo llorar, las pocas

lagrimas que me quedan.

117
79. ¿Le ha ayudado en algo contestar estas

preguntas?

Si, mucho, la verdad que yo a veces trato de

olvidar todo esto, pero ahora me di cuenta que

Dios me ha ayudado a sanar, todavía usted ve

que me da pena, pero también creo que Dios

me ha ido sanando.

80. ¿Qué le diría Ud. a una mujer que esté

pensando delinquir?

Que por nada del mundo lo hagan, que el precio Que nadie cometa un delito

que aquí se paga es muy alto, que nadie que no porque este lugar es muy triste y

ha estado aquí se imagina lo que es vivir presa. doloroso

Esto es horrible, usted sabe como es, la libertad

no se compra con nada es hermosa y por eso

hay que cuidarla.

81. ¿Al terminar esta entrevista quisiera

decirme algo?

Que lo único que espero y le pido a Dios es no

salir lastimada de este lugar, y para eso Espero no salir lastimada de este

necesito del apoyo, consuelo y amor lugar.

permanente del Señor, y de todas las personas

que me han ayudado, como usted, la señora

Yolanda., le pido a Dios todos los días por

118
ustedes y para que hayan otras personas que

comprendan esta dura realidad, que aquí

vivimos y nos visiten y acompañen.

119

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