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Por
Santiago, Chile
2008
www.cybertesis.uahurtado.cl
DEDICATORIA
Quiero dedicar esta tesina a todas las mujeres del Centro Penitenciario Femenino
de sus familias; a las extranjeras que no tiene más familias que sus propias
A todas aquellas que con sabiduría y esperanza son capaces de ponerse de pie
A todas aquellas que son capaces de soñar y de volar más allá de las rejas y de
sentirse libres en el amor del Señor, manifestado en la mano amiga que siempre
II
AGRADECIMIENTOS
Agradecer de manera especial a mi Congregación que me dio los medios para estudiar,
A las hermanas que me motivaron a realizar este Magíster , a mis amigos y amigas que
me apoyaron, especialmente en esta última etapa y por sobre todo a agradecer a las
mujeres de la cárcel que día a día me ayudan a vivir mi consagración como hermana del
Buen Pastor.
Agradecer a Sabine mi profesora guía por su tiempo, confianza y paciencia con que me
III
CONTENIDO
DEDICATORIA ..........................................................................................................
AGRADECIMIENTOS ...............................................................................................
INTRODUCCIÓN .................................................................................................... 1
I.- MARCO TEÓRICO.............................................................................................. 5
1. POBREZA Y GÉNERO: INTEGRACIÓN DE DOS CONCEPTOS ................... 5
1.1 DIVERSOS ENFOQUES SOBRE EL CONCEPTO DE POBREZA............ 9
1.2. EL GÉNERO EN RELACIÓN CON LA POBREZA .................................... 7
1.3 LA VULNERABILIDAD ............................................................................. 22
1. 4. RESILENCIA .......................................................................................... 25
2. LAS CÁRCELES ............................................................................................ 34
2.1. MUJERES EN LA CÁRCEL .................................................................... 40
2.2. GRUPOS ESPECÍFICOS DE RECLUSAS.............................................. 45
2.3. CARACTERÍSTICAS DE LA CÁRCEL DE MUJERES DE SANTIAGO . 46
2.4 FACTORES QUE OBSTACULIZAN EL CAMBIO DE CONDUCTA
DELICTUAL ................................................................................................... 53
3. EXPERIENCIA DE FE .................................................................................. 56
3.1 HACIA EL ENCUENTRO CON DIOS ....................................................... 56
3.2 PRACTICAS RELIGIOSAS DE LAS INTERNAS: .................................... 58
3.3 RESILIENCIA Y ESPIRITUALIDAD ......................................................... 59
3.4 EL PERDÓN, UNA PUERTA QUE SE ABRE A LA VIDA ........................ 61
3.5 EL LLAMADO DE LA IGLESIA................................................................. 62
3.6 LA MISIÓN DE LA IGLESIA Y EL MUNDO PENITENCIARIO. ................ 63
3.7 EL EJE CENTRAL DE LA EVANGELIZACIÓN: LA FIDELIDAD. ............. 64
3.8 LA PASTORAL PENITENCIARIA, PASTORAL DE LA MISERICORDIA. 65
IV
3.9 EN LA DEFENSA DE LOS DERECHOS HUMANOS DE LOS (AS)
ENCARCELADOS (AS) ................................................................................. 68
II MARCO METODÓLOGICO ............................................................................... 68
1. PREGUNTA ................................................................................................... 68
2. OBJETIVOS ................................................................................................... 68
2.1 OBJETIVO GENERAL: ............................................................................ 68
2.2 OBJETIVOS ESPECÍFICOS: ................................................................... 68
2.3 TIPOS DE INVESTIGACIÓN................................................................... 69
2.4 VARIABLES DEL ESTUDIO..................................................................... 70
III PROCEDIMIENTO E IMPLEMENTACIÓN DE LA INVESTIGACIÓN ............... 73
1.1 DESCRIPCIÓN DEL UNIVERSO: ............................................................ 73
1.2 DESCRIPCIÓN Y SELECCIÓN DE LA MUESTRA:................................. 73
1.3 TAMAÑO DE LA MUESTRA: ................................................................... 73
1.4 APLICACIÓN DE LOS INSTRUMENTOS DE MEDICIÓN: ...................... 74
IV ANALISIS Y RESULTADOS DE LA ENTREVISTA. ......................................... 75
1. EXPERIENCIAS DE VIDA: ............................................................................ 75
2. CONSECUENCIAS DE ESTAR PRIVADA DE LIBERTAD ............................ 76
3. FUENTES DE APOYO Y RESILIENCIA: ....................................................... 79
4. EXPERIENCIAS EN LA CÁRCEL: .............................................................. 81
V.- CONCLUSIONES Y SUGERENCIAS ............................................................. 84
BIBLIOGRAFIA ..................................................................................................... 88
LIBROS:............................................................................................................. 88
ARTÍCULOS:.. ................................................................................................... 90
SITIOS WEB: .................................................................................................... 91
ANEXOS ............................................................................................................... 93
ENTREVISTA EN PROFUNDIDAD................................................................ 93
V
RESUMEN
VI
INTRODUCCIÓN
Ciertamente cuando se llega a la celda de una interna hay algo nuevo por
descubrir, un universo de sentidos. Y nos preguntamos ¿cómo puede caber en un
recinto tan pequeño tanta pena, tanta angustia, tanta historia, tantos “agujeros
negros” y tantas constelaciones de esperanzas? Y ante esto acontece la misma
reacción del astrónomo ante la infinitud del universo que sólo logra vislumbrar.
En este trabajo se quiere hacer un intento por bordear algo del universo de
las mujeres que llegan a la cárcel desde la perspectiva del Evangelio, es decir,
desde la opción por lo frágil, desde la espiritualidad entendida como amor reflexivo
que opta por la vida y la asume en su manifestación real, en su rostro histórico
vestido de misterio que siempre nos desborda y nos sorprende. La meta, por
tanto, no es hablar de pobreza, ni de vulnerabilidad y de hacer un psicodiagnóstico
de las mujeres encarceladas, sino simplemente como compañera de camino salir
al encuentro de ese otro que tiene rostro de mujer y que me ha interpelado
durante toda mi experiencia pastoral en las cárceles para hacer acompañamiento
psicoespiritual con las herramientas ofrecidas en el Magíster.
1
LÉVINAS, Emmanuel, Totalidad e infinito, p. 32
2
acompañar a las mujeres de la cárcel de alguna manera ha sido una forma de
asumir la responsabilidad que surge como reacción ante la vulnerabilidad de ellas.
“Entiendo la responsabilidad como responsabilidad para con el otro, así, pues,
como responsabilidad para con lo que no es asunto mío o que incluso no me
concierne, es abordado por mí, como rostro”.2
2
LÉVINÁS, Emmanuel, Ética e infinito, Madrid, p, 89.
3
Benedicto XVI, En Esperanza fuimos salvados, Paulinas, p 65, 2007.
3
las categorías conceptuales sobre las cuales se ha trabajado en la primera parte.
En la tercera se hace el procedimiento de la aplicación de la entrevista a una
mujer de la cárcel. En la cuarta parte se realiza un análisis cualitativo de toda la
información recibida con las herramientas de la psicología, la espiritualidad y el
análisis social.
4
gratuidad lo que permite decir las mujeres de la cárcel son portadoras de valores
esenciales y en las cuales se simboliza la cercanía privilegiada de Dios que actúa
salvadoramente. Mujeres de la cárcel: “tierra” que puede ser redimida. Resilientes
de y por Dios. Hacia este horizonte nos avocamos con este pequeño e
intermitente trabajo.
5
I.- MARCO TEÓRICO
6
El enfoque monetario relaciona a la pobreza con la incapacidad para
acceder a los satisfactores de necesidades básicas como alimentación, vestuario,
vivienda y acceso a servicios de salud y educación de calidad. Parece ser uno de
los enfoques más populares. Ciertamente este enfoque por sí solo no basta para
comprender lo que es la pobreza en sí, pero se menciona ya que indica
elementos prácticos que permiten visualizar algunos aspectos externos del
fenómeno.
4
OSORIO, Emilio. Los escenarios de vida de los niños y mujeres en Chile, UNICEF, 1990, p. 21.
I
Expresión de Monseñor Romero referida a los atropellos que sufren los pobres de su país, citada
por Jon Sobrino en Liberación con Espíritu, Sal Terrea, 1985, p. 120.
7
“La persecución es despojo y el martirio es sumo despojo para los directamente
implicados. Pero además una persecución duradera y masiva crea un
empobrecimiento general que dificulta seriamente la misión”.5 Con este aporte de
Sobrino podemos apreciar que la pobreza trunca el desarrollo de una persona y de
un pueblo porque es en sí misma una forma de violencia y además porque no es
una situación “inocente”, es decir, que se da porque sí, sin ningún agente
promotor, sino que está a la base de opciones de estructuras violentas que la
promueven y la llevan a cabo incluso matando. Se da aquí una relación de
reciprocidad entre violencia y pobreza. La pobreza vista así nos muestra que ella
impide no sólo el acceso a satisfactores de necesidades básicas, sino que también
frena o impide un desarrollo de las potencialidades culturales y sociales de lo
seres humanos afectados por este fenómeno.
5
Ibíd, p. 120.
II
Curiosamente en los evangelios sinópticos aparece Jesús en constante relación con los pobres,
los cuales eran la mayoría excluida, a quien se le temía. Cuando Jesús hace algún milagro genera
una dinámica de reivindicación de la dignidad de la persona que consiste en devolverle los
derechos culturales, sociales y de libre interacción con los demás. Su dinámica está orientada,
por tanto, a superar la exclusión a que están sometidos los pobres de su tiempo. Para profundizar
esta idea se puede leer bien en clave de liberación el evangelio de Marcos y Lucas,
especialmente.
8
sociedad, con la cual no puede interactuar naturalmente porque hay espacios que
le son negados simplemente por ser pobre.
6
SACHS, Jeffrey. El fin de la Pobreza, Bs. As, Debate, 1977, p. 133.
III
¿Algunos actos de violencia, tales como robos con intimidación, que cometen las mujeres que
hay en la cárcel no será una venganza inconsciente por sentirse marginadas por la sociedad y que
al mismo tiempo las juzga y los condena?
9
de la misma manera que se juzga a una mujer pobre, que no tiene dinero para
pagar un abogado que la defienda. Pero el tema más complejo se vive cuando la
mujer que llega a la cárcel, pues, una vez que ingresa, se le excluye de la vida
digna, será estigmatizada tanto que, cuando regresa a la libertad, le cuesta
conseguir empleo, se margina en virtud de que es considerada un “peligro para la
sociedad”IV. Así, la exclusión se hace no sólo patente, sino angustiante. Se entra
en un círculo vicioso del cual se hace difícil salir nos sólo porque no se cuente con
las herramientas personales para ello, sino por el grado de dificultad que demanda
hacerlo en un contexto social, cultural e incluso religioso supremamente adverso.
IV
Esta expresión es propia de los magistrados y la usan para justificar la razón por la cual se le
niega la libertad a una persona que ha delinquido.
V
Esta expresión habla de un miedo latente, de una desconfianza radical. Cuando alguien
pretende tener a otro “bajo control” no sólo habla de la ruptura existencial de las relaciones sino
de lo fallidos que son todos los actos que procuran establecer el “orden” en la cárcel. No en vano
se dice coloquialmente y con algo de sonrisa irónica en los labios que el más triste de la cárcel es
el director y todos los que lo acompañan, porque no tienen esperanza de “salir” de ahí.
10
conducta delictual, lo que permite inferir que la cárcel, en la mayoría de las veces,
no logra resocializar a las personas, sino que hace un tipo de “venganza
silenciosa” que genera más violencia y que potencia la degradación de las
personas.
VI
Un Poema de Esteban Gumucio referido a los pobres titulado “De arriba para Abajo” dice: “Era
bueno que los pobres hablaran de su pobreza/con palabras de pobre/ y los obispos y maestros de
la Fe/ les escucharan a libro cerrado/… Cfr. GUMUCIO, Esteban. ss.cc., Poemas, Santiago, 2005.
p. 184. Se traen estas palabras para indicar no sólo una forma de “entender” la pobreza como
una categoría conceptual, sino que nos acercamos a los pobres en actitud evangélica para
escuchar su historia, para compartir el camino, para hacernos compañeros de ruta. Conocer su
historia, saber lo que le ha pasado a una mujer pobre que ha llegado a la cárcel es mucho más
profundo que simplemente entender “conceptualmente” lo que le acontece. Desde esta
perspectiva queremos mostrar. Como acompañante psicoespiritual mi misión no es tanto buscar
un saber sobre la pobreza de las mujeres de la cárcel, sino descubrir cómo Dios se hace camino
en mi propia pobreza y en la des mujeres que acompaño, que veo todos los días, con rostros e
historias que sólo el silencio sabrá descifrar. Acercarme a ellas desde mi propia pobreza me hace
compañera de camino y no su juez, animadora y no portadora de una respuesta práctica al
requerimiento que a cada instante hacen.
11
ubicarse en el mundo desde una búsqueda que intenta dar sentido a su dolor, a su
carencia, a su mundo.
“Valientes Mujeres”
No hay ningún otro llanto
Semejante al llanto mío,
VII
Cabe relacionar esto que se afirma con lo que plantea Kübler –Ross en su libro Lecciones de
vida: “ (…)¿Quién soy yo? Nos hacemos esta pregunta una y otra vez a lo largo de la vida. Sabemos
de cierto que entre el nacimiento y la muerte hay una experiencia que llamamos vida. Pero, ¿soy
yo la experiencia o el que experimenta? ¿Soy este cuerpo? ¿soy mis errores? ¿Soy esta
enfermedad? ¿soy producto de mi educación? ¿Puedo cambiar – sin dejar de ser yo – o me han
hecho de piedra? No eres ninguna de esas cosas. Indudablemente tienes defectos, pero ellos no
son tú. Puedes tener una enfermedad, pero no eres tu diagnóstico. Puedes ser rico, pero no eres
tu solvencia. No eres tu currículo, tu vecindad, tus calificaciones, tus errores, tu cuerpo, tus
padres o tus títulos. Hay una parte de ti que es indefinible y permanente, que no se pierde ni
cambia con el tiempo, con la enfermedad o las circunstancias. Hay una autenticidad con la que
naciste, con la que has vivido y con la que morirás. Eres simplemente, maravillosamente tú”.
Cfr. KÚBLER-ROSS, Elisabeth. Lecciones de vida, Ed., Luciérnaga, Barcelona, 2001, p. 26 -27. Esta
autenticidad, esta realidad no enmarcable en un concepto es la que nos señala que estamos ante
un misterio, el misterio de la persona que sólo se resuelve en el misterio de Dios.
VIII
Pongamos un ejemplo para ilustrar el fondo de este enfoque: Hace algunos días una abuela se
acerca y cuenta que su nieto ocultó un poco de droga debajo de su cama y, al hacerle
seguimiento al nieto, la policía de investigaciones allanan la casa y encuentran la droga y llevan a
la cárcel a la abuela que es el sustento de la familia con su trabajo en la feria, hoy ella esta muy
angustiada, porque su hijo lisiado, depende solo de ella, y en estos momentos depende del nieto,
consumidor de drogas, está haciendo una condena de 3 años 1 día, solo porque no tuvo un
abogado que la defendiera.
12
Me estoy pareciendo a un río
Que ha quedado sin caudal,
Vinieron a destrozar mi nido
Y mi corazón:
Se llevaron a prisión
A mis hijos y a mi esposo
Y no encontraré reposo
Sin saber su situación.
Este poema del Padre Esteban nos aporta una comprensión desde los
pobres mismos. Este poeta religioso hace que el dolor de las mujeres en huelga
de hambre como acto de protesta contra la barbarie de la dictadura asesina, se
convierta en palabra que hace surgir no sólo el rostro del pobre sino que le permite
ubicar la vida en un campo de comprensión superior a los enfoques que hemos
analizado. Cuando se llega a los pobres mismos las cifras, lo cultural, lo que
saben los teóricos de la pobreza, lo que se investiga en los libros, pierde
relevancia porque se permite escuchar la vida de un ser humano en su misterio
más hondo. Con esto vemos que el llanto de los pobres es más profundo que su
carencia, que su exclusión de la sociedad. Hay un río de vida que es posible
suscitar en todo ser humano y que sólo es comprendido cuando se hace conexión
profunda con su situación.
8
GUMUCIO, Esteban, ss.cc. Poemas. Santiago, 2005, p. 149.
13
de un dolor que tiene la sociedad y que no ha escuchado, que sólo ha penalizado
y en que ha olvidado la dimensión divina del dolor; el llanto que el pobre nos
trae a la vista. El amor no se puede poner tras las rejas, las mujeres en la cárcel,
pobres, con sus contradicciones y tensiones, siguen llorando por sus hijos, por sus
parejas, por sus padres, por los suyos que incluso no las visitan. Ese llanto habla
del ser propio del pobre en su dolor que espera, con una sed infinita que algún día
las puertas se abran y dejen de ser consideradas simplemente como delincuentes.
IX
Fundadora de la agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, quien a mediados de los
setenta perdió a su esposo, dos de sus hijos y su nuera embarazada a manos de agentes de
inteligencia del “Gobierno” Militar. Esto es presentado como nota aclaratoria en el libro de
poemas citado anteriormente.
14
con la pobreza, con el duelo de todos aquellos que han estado en la misma
situación que ella. Y es esto lo que le permite de alguna manera salir de sí misma,
salir de su propio recinto para ir en pos de los “recintos” de los otros donde
también hay pobreza, también hay dolor, también hay posibilidades de “pulir esa
piedra sin tallar” que es la vida. Aquí conviene recordar algunas palabras poéticas
de Elisabeth Kübler-Ross en su hermoso texto llamado “La muerte: un amanecer”:
“Compartid vuestra riqueza y, cuando vengan las tempestades serán un regalo
que reconoceréis como tal, quizás no ahora, sino dentro de diez o veinte años,
puesto que se os dará fuerza y se os enseñará cosas que no habríais aprendido
de otra manera. Sí, hablando simbólicamente, llegáis a la vida como una piedra
sin tallar, depende de vosotros el que quede completamente deshecha y destruida
o que resulte un reluciente diamante” 9 ir hacia los pobres, escucharlos sólo se
entiende dentro del dinamismo de crecimiento que sería, en palabras de la autora
citada: “tallar la piedra” de la propia existencia para llegar a ser el Diamante en el
que Dios busca convertirnos.
9
KÜBLER-ROOS, Elisabeth. La muerte: un amanecer, Ed. Luciérnaga, México, 2003, p. 41-42.
10
Op.Cit. P. 139.
15
Con respecto a las mujeres de la cárcel cabría decir que ellas al llegar a la
reclusión limitan grandemente su capital social, no sólo porque se crea una
barrera para acceder a los bienes culturales de la sociedad, sino porque se tiende
a empobrecer, a reducir las capacidades y potencialidades humanas dado que se
está en un ambiente adverso, con altos índices de violencia y de sujeción a
normas coercitivas que impiden realizar naturalmente lo que de verdad estaría en
capacidad de hacer por sí misma y por la sociedad. Es cierto que dentro de la
misma cárcel existen estructuras diversas que capacitan para desarrollar el capital
social que estas mujeres tienen, pero dado el contexto, esto en la mayoría de los
casos resulta ser algo externo que se impone por fuerza de necesidad y no tanto
como una búsqueda personal y así se reduce por las barreras culturales que la
cárcel presenta en sí misma.
Con este enfoque se quiere integrar, armonizar lo dicho hasta ahora desde
los diversos puntos de mira presentados y aportar un elemento de fe que nos
señale y precise el horizonte en el que nos dirigimos y en el que buscamos
X
Se presenta este enfoque porque es desde donde se hace la investigación. Es el sello que marca
todo lo dicho, hecho y reflexionado. No es en virtud de una inquietud intelectual que se realiza
este trabajo, ni con el objetivo de hacer una “trámite”, sino desde una experiencia religiosa y,
en virtud de una opción motivada por un criterio evangélico. Por lo tanto, el acento no se ha
puesto en hacer una investigación para resaltar o el pensamiento de un autor o mostrar la
relevancia del tema, sino para hacer un esfuerzo de responder más técnicamente a la pregunta
de cómo ser presencia significativa ante las mujeres de la cárcel, lugar de trabajo y de
realización de una misión que realizan muchas personas desde lo religioso. Así este enfoque
también tiene el carácter de horizonte desde donde se permite que el rostro de las mujeres de la
cárcel aparezca y nos interpele con toda su dureza pero también con toda su hondura espiritual y
existencial.
16
comprender la pobreza de las mujeres de la cárcel para acompañarlas de una
manera más integral.
11
MANZUC, Daniel. La misión en las cárceles. Ed. San Pablo, Bs.As., 2005, p. 23.
12
CARRASQUILLA, Federico. Antropología del Pobre, material de trabajo, Ed. San Pablo, Bogotá,
2004, p. 17.
XI
Conviene recordar aquí un aforismo de Hubert Lanssier, religioso belga que se dedicó 40 años a
sacar gente de las cárceles de Perú, el cual aparece en su texto “Los Dientes del Dragón”: “Los
auténticos caballeros siempre luchan por las causas perdidas”. P. 42. Para complementar esto se
puede traer a memoria un aporte que hace Eugen Drewermann, teólogo psicoterapeuta alemán,
cuando interpreta el texto de Mc 7, 24-30: “ (…) Mientras no se ama más que a personas felices y
radiantes, aunque en tal caso uno no se ama realmente más que a así mismo; mientras se ama
únicamente a alguien que está en desgracia, y una desgracia irremediable según los cálculos
humanos; mientras se está abiertamente obligado a elevar esa súplica de los perros bajo las
mesas de los amos, mientras tanto es también inconmoviblemente cierto que Dios existe”.
DREWERMAN, Eugen. El mensaje de las mujeres, p. 130. Con esto se clarifica porqué el Pobre es
17
es posible descubrir el rostro del Dios vivo. Y que ella no es sólo carencia, sino
ante todo, posibilidad. Cuando esa mujer doliente se encuentra con el Dios de la
misericordia se convierte en experiencia del misterio y deja tras de sí la
concepción que es sólo negatividad, que es sólo problema, que es sólo dolor, o
sólo llanto o mera carencia. Hay en ella una potencialidad que se activa con el
sólo reconocer su dignidad y en ese rostro habla Dios, ahí es posible hallar al Dios
de la historia.
existencialmente un lugar teológico como lo mostró el mismo Jesús con la rigurosidad de una
ecuación matemática. “Lo que a estos pequeños hicieron, a mí me lo hicieron”. Cfr. Mt, 25, 40.
13
Cfr. Apuntes de clase del curso “Matrimonio y Familia”.
18
y de género trascienden a las personas enraizándose en las sociedades. Sonia
Montecino y Loreto Rebolledo, investigadoras de la Universidad de Chile sotienen
que “hay una diferencia entre sexo y género. El primero apunta a los rasgos
fisiológicos y biológicos de ser macho o hembra, y el segundo a la construcción
social de las diferencias sexuales (lo femenino y lo masculino). Así, el sexo se
hereda y el género se adquiere a través del aprendizaje cultural”14. Esta distinción
nos abre un horizonte donde puede revelarse diversas realidades que permiten
comprender cómo se la constitución de la identidad femenina y masculina desde lo
cultural. Cabría decir aquí que “el género es el sexo socialmente construido” 15.
19
doloroso, y genera más daño psíquico, moral y social que en un hombre por los
roles que ella juega tanto en la promoción de valores como en la generación de
identidad y organización dentro de la familia. Adicional a esto está hecho de que
las mujeres tienen comportamientos muy distintos al de los hombres: “No cabe
duda de que los varones son percibidos como más violentos que las mujeres. Y
esta percepción se refleja tanto en el estigma social asociado a ser varón, como
es las expectativas sociales impuestas a los adolescentes varones”16
16
HENDERSON, Edith, en: Resiliencia y subjetividad, p. 158.
17
ROSANNA, Érica. La riqueza de ser mujer. Ed., sígueme, Salamanca, 2004, p. 88.
20
humano es simultáneamente masculino y femenino en una densidad y proporción
propia de cada uno y esto genera el tema de la reciprocidad. Esto quiere decir que
no sólo en lo humano se incluye las dos dimensiones, sino que hombre y mujer
están uno frente al otro, uno se descubre en el otro, a la luz de la mujer, el varón
se descubre como tal y viceversa. Esta reciprocidad es un elemento constitutivo
de la experiencia humana 18.
18
Cfr. BOFF, Leonardo. El rostro materno de Dios, Ed. Paulinas, Madrid, 1980, p. 74. Se ha hecho
una relectura del texto, pero no una cita textual y se ha presentado a manera de paráfrasis.
21
el interior de los hogares, lo que pone de manifiesto en ambos casos las
relaciones de poder y la distribución desigual de los recursos. En este sentido, es
posible vincular perspectivas generales y específicas y relacionar el desarrollo
económico y social con la vida cotidiana de las personas, lo que muestra las
conexiones entre ambos niveles y ayuda a comprender la complejidad de los
procesos que entraña el fenómeno de la pobreza.
19
Cfr. Fejioo, María del Carmen 2003, Desafíos conceptuales de la pobreza desde una perspectiva
de género documento presentado a la reunión de Expertos sobre pobreza y género, Comisión
económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) organización internacional del trabajo (OIT),
Santiago de Chile 12 y 13 de Agosto.
22
realiza la vida pobre, muchas veces marginada asociada a una delincuencia como
forma de vida, a formas de amar y de sufrir muy reales.
1.3 LA VULNERABILIDAD
20
Cfr. GIBERTI, Eva. Vulnerabilidad, desvalimiento y maltrato infantil en las organizaciones
familiares, Ed, Noveduc, Bs. As., 2005, p, 28.
21
Cfr. Ibíd, p, 28.
22
Chambers, Robert Boletín, volumen 37, N° 4 de septiembre 2006. pp. 33 – 40, Ed. Instituto de
Estudios del Desarrollo.
23
“La vulnerabilidad es una dimensión relativa. Es decir, todas las personas
somos vulnerables, pero cada una, en función de sus circunstancias
socioeconómicas y condicionantes personales, tiene su propio nivel de
vulnerabilidad, así como también su propio tipo de vulnerabilidad. Esto significa
que uno puede ser muy vulnerable a un tipo de catástrofe potencial, pero poco a
otra, ya que cada una de ellas golpea de forma diferente y pone a prueba
23
aspectos diferentes”.
23
Pérez de Armiño, Karlos, Diccionario de acción Humanitaria y Cooperación al Desarrollo, p 2 año
1999
XII
Si hay algo que motiva esta investigación es esta realidad ante la que estamos. Ante el dolor
humano, ante su indefensión no podemos quedar como meros espectadores, hay que convertirse
en actores, en personas; es decir, seres que no viven desde sí y para sí mismas, sino desde los
otros. Si hay algo que hace que la vida sea religiosa en su sentido más hondo, es la capacidad de
acompañar el dolor del que está excluido de sus más mínimas posibilidades de ser digno.
Conviene recordar aquí un texto de José Antonio Pagola referido a la necesidad de mostrar a una
24
1.3. 1 Componentes de la vulnerabilidad
Ahora bien, las mujeres que llegan a la cárcel se hacen más vulnerables
que el conjunto de la población femenina, pues su libertad queda abruptamente
suspendida debido a que pasan a depender de otros factores que les manejan la
vida, sus decisiones más importantes e incluso las relaciones más íntimas que
tienen con su familia. Por otro lado, aparece en ellas la exclusión de la sociedad y
esto las hace más vulnerables, pues les limita las herramientas que tienen para
reclamar sus derechos más elementales.
Iglesia que puede y tiene la obligación de ser sanadora: “Lo que más cuestiona hoy la verdad de
nuestra acción evangelizadora aquí, en el Primer Mundo, no es la falta de asistencia a la liturgia
dominical, el enfrentamiento de posiciones doctrinales diversas o la dificultad en asumir el
proceso de la modernidad, sino, sobre todo, nuestra apatía e indiferencia ante el mundo de los
pobres, los marginados, los enfermos y excluidos”. Cfr. PAGOLA, José Antonio, Id y Curad, Ed,
PPC, Madrid, 2004, p, 19.
24
ibid
25
Conviene tener en cuenta que la vulnerabilidad de las mujeres XIII que llegan
por primera vez a la cárcel está antecedida por una historia de familia disfuncional
caracterizada por la pobreza, la violencia intrafamiliar generada por el cónyuge, la
carencia de una formación moral y académica adecuada y esto, al mismo tiempo,
se convierte en el espacio propicio para el aprendizaje de nuevas conductas
delictivas.
1.4. RESILIENCIA
XIII
Curiosamente cuando el ser humano es más vulnerado, se hace más capaz de Dios. El saberse
desvalido por completo, el tener que enfrentar un mundo adverso con capacidades que no se
tienen lo hacen en ciertas ocasiones el más fino buscador de Dios. Esto se afirma no en virtud de
una razón sacada de un libro, sino a partir de lo sentido y vivido en el encuentro con cientos de
mujeres en la cárcel. Conviene aquí recordar el rostro de una mujer boliviana; unos grandes ojos
negros poblaban su rostro. Viene con la sed de los que sólo desean encontrar un “lugar” donde
llorar y manifestar su arrepentimiento. Se acerca y cuenta su historia, sus errores, sus mentiras a
la familia; lo que más le duele es haberle mentido a su familia, haber jurado que no estaba en el
narcotráfico y ahora dice: “Estoy tan arrepentida. (…) Estaba engañada, la plata no me dio
felicidad y, ahora, por buscarla ansiosamente, estoy en la cárcel, lejos de mi mamá y de mis
hijos. Perdón (…)” y largo llanto”. Ante este cuadro sólo es posible el silencio. Pero al mismo
tiempo aparece la sensación de indignidad para recibir tan preciado tesoro: el misterio de un ser
humano que llora y que, simplemente, pide por unos instantes que ese otro ser que está al frente
sea “Dios” por unos instantes, que sea aquél que sea portador de su perdón. ¿No es esto el centro
del Evangelio? ¿No fue el llanto y la generosidad de María de Magdala la que reconoce con
hondura el misterio del amor de Cristo? ¿No es esto la reproducción existencial de la escena
evangélica del publicano arrepentido que contrasta a grandes distancias con el mundo
autoreferente y satisfecho del fariseo que ora y habla desde sí mismo y en sí mismo quiere
encontrar a un dios que ha muerto?. Esto es regalo y sólo eso. En virtud este llanto, de esta
petición de perdón existencial, en virtud de todo el dolor que sale borbotones en cada rendija de
la cárcel se está haciendo este trabajo, cuyo mérito ciertamente no es mío; es de las mujeres
que me han mostrado algo del misterio del Dios vivo que sigue “haciendo nuevas todas las cosas”.
26
experiencia del otro?. Emiliano Galende citando a Merleau Ponty nos ofrece un
camino para acceder a esta respuesta: “Merleau Ponty (1954) ha señalado que
son necesarios cuatro términos para comprender esta experiencia del prójimo: (1)
una representación primera de sí mismo (yo, o núcleo psíquico primario); (2) una
sensibilidad previa que posibilite la imagen del cuerpo propio (el espejo) y, por lo
tanto, la unión con la cenestesia (interocepción), (3) una sensibilidad de imagen
que permita el “cuerpo visto” del otro, y (4) una representación mínima del
psiquismo del otro, sin duda hipotético, reconstituido desde lo “visto” y lo “oído”, de
los fonemas y gestos que lo presentan” 25.
25
GALENDE, Emiliano, en: Resiliencia y subjetividad, Ed. Paidós, México 2004, p. 30.
26
Ibíd, p. 63-64.
27
Ibíd, p, 71.
27
Curiosamente ante la hostilidad extrema que vive una mujer en la cárcel
aparece una reacción en la mayoría de ellas que les permite protegerse. Esto se
puede relacionar con el concepto de resiliencia.
Por tanto, estamos de cara no sólo a una capacidad psicológica sino ante
una estructura antropológica que indica que para hallarla es necesario tejerla
28
Ibíd, p. 70.
XIV
“Preguntó el Gurú a sus discípulos:”Cuando ves un animal a distancia y puedes distinguir si es
vaca o un caballo?” No, dijo el Gurú. Cuando miras un árbol a distancia y puedes distinguir si es
un mango o una anaconda. Tampoco, dijo el Gurú. Está bien, dijeron los discípulos, dinos cuándo
es. Cuando mira a un hombre al rostro y reconoces en él a tu hermano; cuando miras a la cara a
una mujer y reconoces en ella a tu hermana. Si no eres capaz de esto, sea la hora que sea, aún es
de noche”. Cfr. LANSSIERS, Hubert. Los Dientes del Dragón. Ed. Copé, Lima 1998, p, 92. Se trae
esta cita para complementar desde el lenguaje poético esto tan esencial de cara al crecimiento
de los seres humanos. Acompañar a una mujer en la cárcel es un acto de justicia con la
fraternidad rota que su rostro me revela y, al mismo tiempo, me demanda.
28
como mínimo entre dos, pero también es necesario tener en cuenta la relación con
el entorno social.
En la cárcel las mujeres por lo general son muy resilientes XV. Cuesta saber
en ciertas ocasiones cómo pueden soportar tanta pena, tanta soledad, tanto dolor,
tanta angustia, tanta agresión. No es fácil soportar la sola vergüenza de estar en la
cárcel y si a esto le agregamos las miles de agresiones que se generan tanto entre
las mismas internas como la violencia que hacen los gendarmes, el sistema
judicial y los abogados. A esto se le suma la tragedia humana interior que hay por
dentro: historia familiar rota por dentro, relaciones afectivas destruidas, hogares
desolados que claman por la presencia de la mamá que su ausencia genera caos.
Se necesita una fuerza mayor, una capacidad de disociación muy fuerte como lo
diría Freud para salir airoso. Teniendo en cuenta este punto me he decidido a
terminar esta tesis, para compartir en algo mínimo la angustia de las mujeres que
acompaño y que veo todos los días tras las rejas y que, sin embargo, siguen
siendo espacio donde el misterio silencioso de Dios habla a gritos.
XV
Aquí estaríamos hablando de dos cosas: una sería la resistencia de las mujeres de la cárcel
frente a la destrucción, es decir, la capacidad de proteger la propia integridad en un medio tan
adverso como es la cárcel. La segunda sería la habilidad para construir una conducta de vida
positiva pese a la adversidad. En estas dos habilidades se concentran diversos mecanismos
intrapsíquicos que posibilitan tener una vida “sana” habitando en un contexto como la cárcel. Y
esto es producto de un conjunto de interacciones de la mujer con su medio, con los seres que la
aman, con los agentes de pastoral, con las personas que les acompañan, con todos aquellos que
en algún instante, por pequeño que sea, se han convertido en apoyo incondicional.
29
Cfr. Revista "Psicoanálisis: ayer y hoy"- Nº1.
30
Cfr. Revista "Psicoanálisis: ayer y hoy"- Nº1
29
ante sí mismas y logra nutrirlas con diversas prácticas religiosas que viven con
intensidad.
30
Humor. Encontrar lo cómico en la propia tragedia. Permite ahorrarse
sentimientos negativos aunque sea transitoriamente y soportar situaciones
adversas. Las mujeres en la cárcel tienen una capacidad grande para el humor
que se vive en muchas circunstancias como las actividades culturales organizadas
por ellas mismas donde se ríen no sólo de ellas, de lo que acontece en el recinto
carcelario, sino también en la sociedad, en los juegos formales e informales, en los
chistes que surgen en los diálogos cotidianos a partir de su propia experiencia y a
partir de la relación que establecen con los gendarmes y demás autoridades.
Saber reírse de las situaciones y no de las personas genera resiliencia en la
persona y en los grupos, crea una barrera que programa actitudinal y mentalmente
a las personas y les facilita la interacción y una mejor comprensión de sus propios
fracasos.
31
el tiempo y proyectando sus propias culpas en otros que pueden ser: familia,
sociedad, Iglesia, Estado; lo que inhibe su pensamiento crítico – reflexivo.
31
Cfr. Revista Rumbos Nro. 6 Octubre de 2003.
32
La felicidad es posible. Despertar en niños maltratados la confianza en si mismos: construir la
resiliencia ” (2002), escrito junto con el periodista J. Lecomte y editado por Gedisa.
32
La resiliencia se construye en un proceso continuo durante toda la vida, es
una interacción entre la persona (o sistema social) y su entorno. Es, pues, variable
según los contextos y las etapas de la vida. La resiliencia nunca es absoluta. Nada
está definitivamente ganado, nada está definitivamente perdido: este es el
realismo y la esperanza de la resiliencia.
33
situación puede constituirse en oportunidades específicas para descubrir e
implementar.
Para concluir esta primera parte es necesario mostrar cómo las categorías
conceptuales de pobreza, género, vulnerabilidad y resiliencia descritas se
relacionan y nos hacen un aporte para comprender ampliamente lo que hay detrás
de una mujer encarcelada. Se ha tratado de hacer ver que estas categorías no se
pueden abordar de manera yuxtapuesta, sino que están íntimamente
relacionadas. Pero es necesario tener en cuenta que en esta relación no hay una
condición de causalidad, de tal manera que pudiera pensarse que una categoría
genere la otra, sino que las implicaciones son muy variadas. Por ejemplo, no sería
adecuado decir que la pobreza hace que la mujer vaya a la cárcel, sino que para
que esto se de hay una cantidad ilimitada de factores, que al ser vistos en su
conjunto, pueden explicar las razones por las cuales se da el fenómeno delictivo y
que se convierte en ocasión para que se dé la exclusión de la sociedad.
34
2. LAS CÁRCELES
33
Cfr. MONTEVERDE S., Alessandro. LAS CARCELES Y PRISIONES EN LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XVIII Y
COMIENZOS DEL XIX. APORTES TEÓRICOS Y PENALES DE JEREMÍAS BENTHAM. Rev. estud. hist.-juríd.
[online]. 1998, no.20 [citado 04 Octubre 2008], p.211-221. Disponible en la World Wide Web:
<http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S071654551998000200007&lng=es&nrm=iso>. ISSN
0716-5455.
35
En períodos de «tensión» los centros de reclusión se repletan de personas,
hombres y mujeres que deben someterse a una nueva forma de vida, sin libertad y
muchas veces sin comunicación, esto impuesta por el sistema nacional de cada
país o Estado” 34. Así fue el caso del golpe militar en Chile en el año 1973 donde
muchos hombres y mujeres fueron encarcelados para reprimir, callar y anular su
pensamiento. Aquí se trata de una forma de violencia estatal que tocó fondo no
sólo por la cantidad de presos “políticos”, sino por la gente desaparecida.
Fenómeno que no sólo suscitó el crecimiento de la población carcelaria sino la
violación a los derechos fundamentales de la persona, como la legítima defensa,
el conocer la causa de su detención o el derecho a elegir un partido político
distinto al del gobierno opresor de aquél momento trágico que vivió el país.
“Cada cárcel, prisión, pasa a ser un micro universo del prisionero (a),
desarrollando allí internamente iras, sueños, rabias contra todo lo establecido, y
cayendo en las más grandes contradicciones. El hombre y / o mujer que llega a la
prisión -luego de un juicio o no- pierde todas las garantías individuales que poseía
antes del ingreso, pasa, sin embargo, a tener obligaciones, deberes y a obedecer
en una escala de valores, que hasta ese momento no lo había conocido ni sentido.
Se convertirá en un hombre o mujer insignificante, culpable e indeseado,
pisoteado, denigrado y maltratado”35. Ante esto se generan algunas respuestas
que intentan paliar en algo lo que significa tanto emocional, espiritual como
existencialmente este acontecimiento.
34
ibid
35
ibid
36
contención, de apoyo y de promoción de su dignidad contrasta grandemente con
la situación misma de las prisiones.
XVI
Termino usado en la jerga carcelaria para designar al mozo o empleado que les hace todo tipo
de servicios a sus compañeros, compañeras incluidos los sexuales.
36
Cfr. MONTEVERDE S., Alessandro. LAS CARCELES Y PRISIONES EN LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XVIII Y
COMIENZOS DEL XIX. APORTES TEÓRICOS Y PENALES DE JEREMÍAS BENTHAM. Rev. estud. hist.-juríd.
[online]. 1998, no.20 [citado 04 Octubre 2008], p.211-221. Disponible en la World Wide Web:
<http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S071654551998000200007&lng=es&nrm=iso>. ISSN
0716-5455
37
es el cuerpo, pero su espíritu y ansias de libertad, permanece vivo. Pero, también
es verdad que muchas de las prisiones que hemos conocido, son insalubres,
insanas, alienantes e inhumanas. Lo que lleva a las personas recluidas a
comportarse agresivamente, con violencia a si mismo, a los compañeros y
autoridades. Además, que lo que más les duele es la lejanía de sus familiares, de
manera muy especial sus hijos. Por otra parte, la soledad afectiva que se vive, en
muchas ocasiones, conduce a lleva a perder su heterosexualidad y caer en la
homosexualidad, esto está muy relacionado con la historia de la persona y el tipo
de vínculos que continúe sosteniendo con sus familiares y amigos. Esto hace que
la cárcel como tal se queda corta como institución en la tarea de rehabilitar a una
mujer que ha sido delincuente; no sólo porque haya desarrollado esta conducta,
sino porque el medio mismo de la cárcel es agresivo en muchos sentidos y muy
poco apoya, poco contenida realmente en los momentos de dificultad. La
institución misma genera la conducta delictiva por lo violenta que es ella en sí
misma y por la violencia tan compleja que se suscita entre las mismas mujeres
privadas de la libertad civil.
“La prisión es eficaz en cuanto que frena o impide las actividades delictivas,
pero no siempre logra generar un cambio de la conducta ilícita del infractor: en
algunas ocasiones la potencia y en otras la corrige. Por lo tanto, a todas aquellas
personas que se les somete a prisión, les afecta íntimamente, produce efectos en
la personalidad, en la mente y en el cuerpo. Nadie es insensible a la privación de
libertad, al quiebre y rompimiento violento de sus hábitos y costumbres y de su
desarrollo social”. 37 Esto nos indica que no siempre la cárcel es la escuela del
delito y de la inmunidad, sino que hay situaciones en las cuales se ayuda a
resocializar. El sólo hecho de llegar a la cárcel es ya amenaza, lo cual genera
algún tipo de control del delito. Pero es necesario decir, que es un fenómeno muy
complejo, sobre todo, por los problemas de tipo existencial que se suscitan al
ingresar a ella.
37
ibid
38
El enemigo más poderoso de un (a) recluso (a) es la soledad, recuerdo en
una ocasión un hombre me dijo: “Hermanita aquí en la cárcel uno no muere de
hambre ni de frío, porque siempre hay manos solidarias para ayudarnos, pero si
podemos morir de soledad, angustia y dolor del alma” XVII Este caso que, genera
escalofrío, vemos el fracaso del sistema penitenciario, de la sociedad civil, de los
sistemas de salud y de la misma pastoral penitenciaria. Este hombre murió de
tristeza. Esto no es una metáfora, no es un ejemplo; es un rostro que nos
antecede y nos vuelve a la pregunta originaria que se le formula a Caín: ¿Dónde
está tu hermano? ¿Qué haces cárcel que no redimes? ¿Qué haces sociedad civil
para reincorporar a tu seno a aquellos que un día partieron? El rostro de Jorge
sigue siendo acontecimiento que interpela no sólo a quienes hacen
acompañamiento psicoespiritual, sino a todos aquellos que deseen asumir este
problema con seriedad: el ser humano arrojado en el mundo, que es el problema
de todos, porque en la prisión, de alguna forma todos estamos; los que no hemos
ido a la cárcel a pagar la “condena” no somos del todo inocentes.
XVII
Jorge González, recluido hace 8 años en la cárcel de Valparaíso, a quien acompañé hasta que
dejó este mundo, murió en el hospital que hay al interior del Complejo Penitenciario de
Valparaíso; cayó en una depresión profunda de la cual nunca se recuperó. Lo que logramos fue
traer a su mujer para que lo viera poco antes de su muerte.
38
Cfr. MONTEVERDE S., Alessandro. LAS CARCELES Y PRISIONES EN LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XVIII Y
COMIENZOS DEL XIX. APORTES TEÓRICOS Y PENALES DE JEREMÍAS BENTHAM. Rev. estud. hist.-juríd.
[online]. 1998, no.20 [citado 04 Octubre 2008], p.211-221. Disponible en la World Wide Web:
<http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S071654551998000200007&lng=es&nrm=iso>. ISSN
0716-5455
39
La corrupción surge como otro flagelo agregado a la condena y se extiende
al interior de la cárcel como una peste, capaz de contaminar hasta los funcionarios
del Estado; el alto tráfico y consumo de drogas es alarmante y en muchas
ocasiones al sorprenderlos (as) en este ilícito es otra condena que se les imputa.
Por lo que se va creando una red difícil de romper. Suele convertirse en un círculo
donde la tragedia se va repitiendo cada vez más intensamente.
XVIII
Aforismo usado por el común de las personas que no conoce la realidad carcelaria y se forma
una idea que corresponde más a lo que podría llamarse inconsciente colectivo relacionado con la
cárcel y sus comprensiones psicosociales.
39
Cfr. MONTEVERDE S., Alessandro. LAS CARCELES Y PRISIONES EN LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XVIII Y
COMIENZOS DEL XIX. APORTES TEÓRICOS Y PENALES DE JEREMÍAS BENTHAM. Rev. estud. hist.-juríd.
[online]. 1998, no.20 [citado 04 Octubre 2008], p.211-221. Disponible en la World Wide Web:
<http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S071654551998000200007&lng=es&nrm=iso>. ISSN
0716-5455
40
absorber del todo su libertad. Hacer esto es un balbuceo que quiere sugerir que no
todo está perdido, que aún hay algo por hacer. El milagro está por empezar. No
sólo estamos ante delincuentes, lo que hay en la cárcel es un rostro que habla de
lo que es el ser humano: familia, historia, patria, hijos, hermanos, primos con
capacidad de fiesta, de oración, de encuentro, de juego, de risa y de canto. Es
posible que sigamos siendo humanos y, por tanto, hermanos. Porque hay algo
que la misma situación carcelaria no puede acabar: la dignidad espiritual profunda
de la persona que surge de la relación que Dios tiene con ella y esto la hace ser
más que sus actos, más que sus problemas; y es desde esta perspectiva que se
comprende que es posible algo nuevo, una persona nueva a pesar del mundo
adverso que se ha descrito.
40
Cfr. Mujeres en la cárcel e hijos de madres encarceladas: informe para los Amigos Traducción
al español: Gabriela Lozano, Publicado por el Grupo de Delitos, Comunidad y Justicia de Quaker
Peace & Social Witness para el Grupo del Proyecto de Mujeres en la Cárcel. Agosto de 2007 pág,2
41
“En comparación con el resto de la población, las mujeres encarceladas
presentan un mayor índice de enfermedades psicológicas y mentales y una mayor
probabilidad de haber sido víctimas de abuso físico y sexual; en ellas el riesgo de
autolesión y suicidio es mayor. Puede ser que respondan diferente a los
regímenes de seguridad y que requieran formas menos severas de restricción
física”.41 Esto confirma lo planteado en el tema de la vulnerabilidad. Una mujer
encarcelada se hace más vulnerable que un hombre y su fragilidad lesiona más
fuertemente a la sociedad por el rol que juega. De alguna manera una mamá
encarcelada es una madre herida, la cual afecta a su familia y así se genera una
cadena de proporciones sociales.
Si bien es cierto que las mujeres sufren mucho al interior de una cárcel, los
más castigados son los hijos que al momento de que ven como se llevan a su
madre muchas veces de manera violenta no entienden nada lo que está pasando,
luego viene el peregrinar a la cárcel para la visita, donde se debe someter a una
revisión vejatoria y denigrante.
41
Ibid, pág 3
42
2.1.1. El arresto
El arresto muchas veces provoca traumas para los niños ya que “cuando
arrestan a alguien, los oficiales de policía no le preguntan si tiene hijos/as ni le dan
tiempo para explicarle a los/as niños/as lo que sucede ni para hacer arreglos de
quién va a cuidar de ellos/as, esto provoca mayor ansiedad en los /as niños/as en
las madres arrestadas y esto hace que el arresto sea más difícil”.42 El arresto es
un acto violento, es el primer impacto que rompe con todo lo que la persona
realiza cotidianamente y que trae consigo alteraciones en la psiquis de la persona,
especialmente cuando es la primera vez. Es un golpe contra el mundo y la
antesala de una cantidad de acontecimientos que irán configurando un cuadro
angustiante, deprimente.
“En la mayoría de los países, las mujeres son encarceladas por delitos no
violentos, éstos muchas veces son contra la propiedad o relacionados con tráfico
de drogas. En general, las mujeres se involucran menos en incidentes de violencia
grave, daños criminales o crímenes profesionales”.43 En Chile, la gran mayoría de
los delitos están asociados a la droga, ya sea al tráfico o al consumo de la misma,
robos con intimidación y violencia física.
42
Ibid. pág. 4
43
Ibid, pág, 5
44
Ibid, pág. 6
43
resto de su vida. Sin embargo, lo que más hace vulnerable a una mujer es una
sentencia injusta, la cual puede darse porque no es proporcional el tiempo de la
condena con el delito cometido o por haber sido juzgada por un delito no
cometido.
45
Ibid, pág. 7
44
2.1.5. Salud Mental y Emocional
46
Cfr. Ibid. pág. 9
47
Ibid, pág. 10
45
2.2. GRUPOS ESPECÍFICOS DE RECLUSAS
46
correos humanos en el tráfico de drogas, quedando recluidas y en el más
absoluto desamparo; De las personas que las envían nunca más saben. Para
estas mujeres especialmente el papel del Agente Pastoral es clave para contactar
a sus familias, ya que el servicio social que hay en la cárcel es muy poco y la
demanda es mucha.
XIX
Consulta realizada en la Oficina de Estadística de la Cárcel de mujeres de Santiago, en mayo
2008, de la cual no hay un texto escrito, sólo algunos informes considerados materiales de
trabajo que luego podrían presentarse como documentos propios para una edición sobre la causas
de encarcelamiento en los últimos años.
XX
Fundación creada para acoger a los hijos de las internas e internos, que no tengan un familiar
que los ayude en el desarrollo, educación y acompañamiento para ellos.
XXI
Programa Gubernamental creada para realizar un acercamiento entre los hijos e hijas de
padres reclusos.
47
la Vicaría de la Pastoral Social “Rehaciendo Vínculos”XXII Si bien estos
programas ayudan a las madres, a mantener el vínculo afectivo con sus hijos no
son los suficientes.
XXII
Programa creado por el área social de la Vicaría de la Pastoral Social del Arzobispado de
Santiago, este trabaja con las madres internas y con los niños en el exterior.
XXIII
Ser seguidor de Jesús no es ser promotor de un sistema de verdades doctrinales que se
presentan para que otros “adhieran” sus voluntades y las acepten como propias, sino se agentes
de sanación, salir al encuentro del que está herido en el camino y convertirse en aquél que puede
conmoverse ante su vulnerabilidad y sanar sus heridas y luego posibilitar que regrese a su vida
normal. Si algo debe ser el Acompañamiento psicoespiritual es ocasión para la sanación. Esto se
puede complementar con lo que dice Pagola en su citado texto: “Por eso, al confiar a sus
discípulos la misión de anunciar el Reino de Dios, Jesús les invita a promover la sanación como
horizonte, cauce y contenido significativo de la acción evangelizadora.(…) Ésta es siempre la
tarea: entrar en la sociedad, sanar lo que hay en ella de enfermo y, desde esa acción sanadora,
proclamar a un Dios salvador. Anuncio misionero y tarea sanadora son parte de una misma
dinámica que ha de abrir camino al reinado de Dios Salvador”. Cfr. PAGOLA, Ibíd, p. 198.
48
no en las potencialidades que tienen las mujeres dejándolas muchas veces
estigmatizadas y rotuladas; desde esta mirada el acompañamiento da la
posibilidad de operar desde otra perspectiva, ayuda a rescatar y potenciar los
recursos espirituales y psicosociales.
50
PÉREZ, Elena y REDONDO, Santiago. Efectos psicológicos de la estancia en prisión, Dirección
General de Servicios Penitenciarios. Ed. Centro de Estudios Jurídicos, p 42.
XXIV
Clemmer fue uno de los primeros en describir los efectos psicológicos de la vida en las
prisiones. Cuando los detenidos se adaptan a la vida carcelaria pierden su auto.- estima e
iniciativa y se vuelven dependientes del sistema penitenciario. Este tipo de presos es un
“modelo” para el sistema penitenciario lo que les hace casi imposible resistirse a sus efectos.
49
2.3.1.1 Aumento del grado de dependencia
Llegar a la cárcel para una persona y, especialmente para una mujer, tiene
un impacto muy fuerte que afecta la totalidad de la persona. Ahora bien, la imagen
de sí, la autoestima, “concebidas como la valoración que el individuo realiza y
mantiene respecto de si mismo” 52, tienden por la fuerza misma del acontecimiento
a bajar notablemente; crece el sentido de vergüenza, los sentimientos de
culpabilidad que a veces se vierte sobre sí misma y, en otras ocasiones, sobre la
familia, o estructuras externas la persona misma. En términos generales, se ha
sugerido que el «sistema social informal» de la prisión influenciaría negativamente
la autoestima y la autopercepción de los sujetos. Se constata que hay una
pérdida de la realidad externa, la vida laboral, las relaciones familiares y de
amistad, que se traduce en una pérdida de la estima propia por los sentimientos
de vergüenza que afloran ante ello. Esto suele traducirse en la adopción una
actitud de víctima o de victimaria.
51
ROTTER, J.B.Generalized expectancies for internal versus external control of reinforcement,p.1
52
Cfr. Coopersmith, S. A. (1959): A Method for Determing Tipes of Self Esteem. Journal of
Abnormal and Social Psychology, 59o 87-94.
50
2.3.1.4 Pérdida de contacto con el exterior
XXV
Nancy Ovando, fue una interna que ingresó a los 18 años a la cárcel, ella era consumidora de
drogas y una noche por conseguir dinero asesinó a su abuela en el Sur, Su familia nunca le
perdonó esta muerte especialmente su mamá, Nancy, fue condenada a 8 años, durante su estadía
en la cárcel dejó de consumir droga, retomó sus estudios, se bautizó por la Iglesia Católica, Hizo
su primera Comunión, todo parecía en ella que andaba muy bien, era de trato agradable, de
buena presencia y contaba con la simpatía y confianza de la policía y de los profesionales
incluida yo como encargada de pastoral. Por esta confianza se le había encargado la atención del
Quiosco que funciona al interior del patio donde ella vivía; Nancy cumplía su condena el 22 de
mayo de 2007 y una semana antes, en día domingo en la tarde cuando ya todas las internas
estaban en sus dormitorios le pidió autorización a la funcionaria para quedarse un rato más en el
quiosco para hacer las cuentas, en ese momento se roció en cuerpo con cera se metió en un saco
de dormir cerró el quiosco por dentro y se prendió fuego, cuando pudieron abrirlo ella estaba
entera quemada pero consciente, fue llevada a la posta central , vivió tres meses, tiempo
suficiente para que su familia, padres y hermanos la visitaran y pudieran decirle que la
51
por aquellas que se hacen sentir provocando desordenes al interior de las
mismas,
Los altos índices de hacinamiento dentro de las cárceles son uno de los
obstáculos en el control social, imposibilitando el ingreso de internos e internas a
los centros. Sin embargo, la mayor dificultad no radica en la infraestructura de los
recintos penitenciarios, sino en la falta de un proceso de cambio de actitud en las
personas que han cometido alguna falta. Los factores que impiden este objetivo
hacen referencia a la falta de personal, abusos de poder, estigma y rechazo social
que se produce hacia éstas personas, lo que hace aún más difícil el logro de algún
cambio personal.
perdonaban y que la querían mucho, murió en la posta y fue llevada por su familia al sur para ser
sepultada.
53
www.Gendarmería de Chile.cl. Página referida a la misión de las cárceles. ¿Quiénes somos?
52
Existe además una decena de talleres en los cuales las internas trabajan
con horarios laborales estrictos, prestando servicios a empresas que producen en
diversas áreas.
53
gran logro, ya que la mayoría de las mujeres, antes de caer a la cárcel no han
desarrollado el interés por el trabajo y el estudio.
XXVI
Trabajo realizado por Pamela Alarcón, alumna en práctica de Psicología de la Universidad
Santo Tomás, en base a entrevistas de un grupo de internas alumnas de la Escuela Penal, año
2006
54
2.4.2 Violencia y abuso
Este es uno de los principales motivos que llevan a una persona a cometer
actos y conductas delictivas, “el 90% de las mujeres detenidas se le asocia al
tráfico de drogas o a delitos cometidos, por el consumo de drogas.
55
Ahora bien, mirando de forma realista y tomando en cuenta que la labor
psicoeducativa no se está llevando de manera adecuada porque no se interviene
integralmente la problemática de las mujeres internas, se puede afirmar lo
siguiente:
56
3. EXPERIENCIA DE FE
54
3.1 HACIA EL ENCUENTRO CON DIOS
54
Cfr. Carta Pastoral sobre la pastoral penitenciaria "Estuve en la cárcel, y me
visitaste" Sevilla, 24 de septiembre de 2004Fiesta de Nuestra Señora de la Merced,
WWW.pobrescaballerosdecristo.org
55
GRÜM, Anselm. La oración como encuentro. 2007. Ed. Narcea, Madrid, p, 10.
57
La experiencia de la fe rompe y supera dos grandes barreras de la vida de
la persona que está en la cárcel, especialmente las paredes enormes e
insuperables de la nostalgia del tiempo que vivía en libertad, y la angustia ante un
futuro de libertad que se presenta quizás tan lejano y tan lleno de dificultades. Esa
experiencia de la fe es tratar de situar a Dios como centro de la propia vida. Y esto
ayuda a superar muchas dificultades del momento presente, a limpiar el corazón
de muchas angustias y llenarlo de esperanza, y a vivir una libertad nueva y
distinta, Así lo manifestaba el Santo Padre Juan Pablo II en su mensaje con
ocasión del jubileo de las cárceles: “Quien se encuentra en prisión piensa con
nostalgia o con remordimiento en los tiempos en que era libre, y sufre con
amargura el momento presente, que parece no pasar nunca. La exigencia
humana de alcanzar un equilibrio interior también en esta difícil situación puede
encontrar una ayuda decisiva en una fuerte experiencia de fe”. 56
Muchas pueden ser las desconfianzas, las amargas experiencias que se pueden
tener, incluso los malos ejemplos de quienes nos llamamos cristianos (as), por la
desatención a la realidad de las cárceles, el poco interés de las instituciones
públicas, la lejanía de la Iglesia… Pero, todo ello, lejos de ser un inconveniente
56
Juan Pablo II, Mensaje para el jubileo de las cárceles, 24 de junio de 2000. pag 2
58
insalvable, es un estímulo más para buscar el apoyo de Dios, la luz y la
misericordia y la bondad de Señor”.57
57
Pontificio Consejo de justicia y paz y Comisión Internacional de Pastoral penitenciaria Católica,
Los Derechos Humanos de los presos, Edit. Por Conferencia Episcopal Española, pag. 115
XXVI
Ellas piden que se les bendigan los dormitorios, porque manifiestan “Aquí hay tanto pecado y
maldad, con nuestros delitos, que necesitamos que ustedes nos acompañen a rezar y nos
bendigan.
59
elemento importantísimo, las tocan con mucha fe y se detienen en cada imagen a
rezarle, sus peticiones son siempre por su libertad.
Muchas de ellas también tienen una mezcla entre un Dios que las castiga y
un Dios que las perdona, las acoge y las ama. No confían fácilmente en el
sacerdote, muchas no creen en el secreto de la confesión, piensan que serán
traicionadas y que su situación la podrán saber la policía o el tribunal. Se
relacionan con mayor facilidad y confianza con las Religiosas.XXVII
XXVII
Como Religiosa muchas he lamentado no poder darle la absolución para liberarlas de sus
culpas, la verdad que en la intimidad de la conversación recibo verdaderas confesiones.
XXVIII
El Cardenal Francisco Javier Errazuriz, en la Navidad del año 2007, se emocionó al celebrar
con ellas la Eucaristía.
XIX
Un día un interna me dijo: “Hermanita yo soy Evangélica, pero a la Virgen no me la toquen,
porque yo creo mucho en ella”.
58
Cfr. Stefan VANISTENDAEL, Resiliencia Y Espiritualidad: El realismo de la Fe, Oficina
Internacional Católica de la Infancia, Ginebra 2003, págs. 23, 24 y 25
60
no matarla. Jesús tampoco aprueba el comportamiento de la mujer, pero la deja
libre para decidir.
Jesús parece encontrar a las personas en el punto en que están, con sus
penas, sus dudas, sus debilidades –incluso sus traiciones -, y las invita a dar
pasos adelante en la vida.
61
rechaza la lógica que aplasta al mal por medio de una violencia más fuerte, que
genera más violencia y destrucción corriendo el riesgo de sacrificar también la
vida. Este rechazo entreabre incluso la puerta a la esperanza, ya que en lugar de
aplastar el mal, lo transforma en bien y salva así la vida en lugar de exterminarla.
Por lo tanto Jesús apuesta siempre a la vida, al amor y a la esperanza.
59
3.4 EL PERDÓN, UNA PUERTA QUE SE ABRE A LA VIDA
59
Cfr. Ibid, págs. 27, 28 y 29.
62
dentro de su corazón esta realizando un gran gesto de humildad, ya que no resulta
fácil reconocer que nos hemos equivocado; no se trata de rebajarse teniendo una
postura un poco artificial y de circunstancias, sino de reconocer la realidad tal cual
es y de construir a partir de allí.
Esta dinámica puede ser esencial para la resiliencia porque busca poner en
movimiento el crecimiento en el punto en que lo habían detenido los sucesos
dramáticos: abusos, maltratos, violencias sexuales, crímenes, guerras o “simples”
conflictos hirientes la lista podría ser larga. La persona que no busca perdonar y
aquella que no recibe perdón corre el riesgo de quedar con una libertad y una vida
disminuidas.
63
apoyo y esa guía que tanto necesitáis para aumentar la conciencia de vuestra
misión”.XXX
Quisiera reforzar esta idea, porque creo que no todos los pastores tienen
claro que la Pastoral Penitenciaria es una pastoral de la Iglesia y no de un grupo
de personas de buena voluntad que por intuición personal van a atender y
acompañar a hombres y mujeres que se han equivocado en la vida; y el Papa
continua “En colaboración con las autoridades civiles, tienen la tarea difícil de
ayudar a los detenidos a redescubrir el sentido para sus vidas de manera que, con
la gracia de Dios, puedan transformar su propia vida, reconciliarse con sus familias
y amigos y, en la medida de los posible, asumir la responsabilidad y los deberes
que les permitan llevar una vida honesta y recta en el seno de la sociedad.
“El mayor servicio que la Iglesia ofrece a los hombres y mujeres de todos
los tiempos, de todas las latitudes y en todas las circunstancias, es el de
XXX
Palabras del Papa Benedicto XVI, a todos los participantes del XII Congreso Internacional de
Pastoral Penitenciaria Católica, realizado en Roma del 5 al 12 de septiembre del 2007, en el cual
tuve la gracia de participar.
61
Cfr. PONTIFICIO CONSEJO « JUSTICIA Y PAZ » en:
www.vatican.va/roman_curia/pontifical_councils/.../rc_pc_justpeace_doc_20060526_compendio-
dott-soc_sp.ht... - 980k.
62
Cfr. Palabras de su Eminencia Renato Cardenal Raffaele Martino, Presidente del Pontificio
Consejo de justicia y Paz, en su ponencia titulada “La atención de la Iglesia a los presos” ,
realizada en el Congreso XII en Roma 5 al 12 de Septiembre 2007.
64
evangelizarlos. Evangelizar es la prioridad suprema de la Iglesia. La necesidad
más profunda del alma humana es buscar a Dios. Ustedes en las cárceles, en
primera línea, han palpado esta urgente necesidad, quieren despertarla y proponer
caminos para satisfacerla, convencidos de que no es algo imposible de lograr,
porque Dios se ha hecho hombre, ha venido al mundo para que los hombres que
lo buscan lo puedan encontrar”.
63
Cfr. Deus caritas est.
64
Cf. Novo Millennio Ineunte, 42
65
Cf. Evangelii Nuntiandi, 4
65
alcance a sus familiares, así el anuncio será mas fecundo en la vida de los que
viven privados de su libertad.
66
Cfr. Palabras de su Eminencia Renato Cardenal Raffaele Martino, Presidente del Pontificio
Consejo de justicia y Paz, en su ponencia titulada “La atención de la Iglesia a los presos” ,
realizada en el Congreso XII en Roma 5 al 12 de Septiembre 2007.
67
Pontificio Consejo de justicia y paz y Comisión Internacional de Pastoral penitenciaria Católica,
Los Derechos Humanos de los presos, Edit. Por Conferencia Episcopal Española, pag. 118
66
Nuestra fe proclama que "Jesucristo es el rostro humano de Dios y el rostro
divino del hombre" 68; por eso, "los cristianos como discípulos y misioneros
estamos llamados a contemplar en los semblantes sufrientes de nuestros
hermanos el rostro de Cristo que nos llama a servirle en ellos: “los rostros
sufrientes de los pobres son rostros sufrientes de Cristo.”69 “Ellos interpelan el
70
núcleo del obrar de la Iglesia, de la pastoral y de nuestras actitudes cristianas"
2) Por ello mismo, la segunda dimensión que hemos de tener muy presente,
es que Jesucristo Libertador es también la respuesta a las inquietudes de los
cautivos y, por supuesto, a las nuestras propias. “La acción pastoral es la
continuación por la Iglesia del ejercicio del ministerio de Cristo, guiada por el
Espíritu en incansable peregrinación hacia el Padre dando una respuesta integral
68
Ecclesia in America N° 67
69
Documento de Santo Domingo N° 17.
70
Documento de Aparecida N° 393
67
a todas las necesidades humanas. Lo decía muy bien el Concilio Vaticano II: “La
Iglesia reconoce en los pobres y en todos los que sufren la imagen de su
Fundador... y abrazando a todos los afligidos se esfuerza en aliviar sus
necesidades y servir en ellos a Cristo”.71
71
Lumen Gentium N° 8
72
P. Damase Masabo O.de M. El ministerio penitenciario, un desafío para las Órdenes y
Congregaciones religiosas, ponencia dada en el XII Congreso Internacional en Roma-
73
Arzobispo Desmond Tutu sudáfricano, Exigiendo la liberación de los presos en Guantánamo con
estas hermosas palabras del Sueño de Dios.
68
II. MARCO METODÓLOGICO
1. PREGUNTA
2. OBJETIVOS
69
2.3 TIPO DE INVESTIGACIÓN
74
Taylor & Bodgan, Introducción a los metodos cualitativos de investigación, año 1986 pág 101
75
Bruner, 1991 en Alonso L. E. Sujeto y discurso: el lugar de la entrevista abierta en las prácticas
de la Sociología Cualitativa: Fundamentos p.p. 65 - 91, 1994).
70
La entrevista de investigación pretende a través de la recogida de un
conjunto de saberes privados, la construcción del sentido social de la conducta
individual o del grupo de referencia de ese individuo, por lo tanto, la técnica de la
entrevista es útil para obtener información de carácter pragmático, es decir, de
cómo los sujetos actúan y reconstruyen el sistema de representaciones sociales
en sus prácticas individuales76.
2.4.1 Género:
76
Cfr. Ibid, pag. 65 - 91
71
2.4.2 Pobreza:
2.4.3 Vulnerabilidad:
2.4.4 Resiliencia:
72
haber nacidos y vivir en situaciones de adversidad, se desarrollan
psicológicamente sanos y exitosos. En idioma castellano, tradicionalmente el
término resiliencia se usa en el campo de la física y se refiere a la capacidad que
tienen los cuerpos para volver a su forma original luego de haber sufrido
deformaciones producto de la fuerza 79
79
Cfr. Suárez Ojeda Néstor y otros; Resiliencia, Tendencias y Perspectivas; Ediciones de la
UNLa.; Argentina; 2004.
80
Cfr. Ibid
73
III. PROCEDIMIENTO E IMPLEMENTACIÓN DE LA INVESTIGACIÓN
Por otro lado se ha buscado a una mujer adulta joven que sea capaz de
iniciar un proceso de acompañamiento espiritual y que esté dispuesta a compartir
su vida y experiencia en libertad y deseosa de poder ser ayudada.
74
1.4 APLICACIÓN DE LOS INSTRUMENTOS DE MEDICIÓN:
75
IV. ANÁLISIS Y RESULTADOS DE LA ENTREVISTA.
1. EXPERIENCIAS DE VIDA:
“Haber sido firme en mis convicciones y saber decir que no, aunque me
cueste la vida si es necesario…” (22)
76
juventud la marcaron profundamente y cree podrían haber influido en su sensación
de vulnerabilidad. Refiere un alejamiento de su padre cuando era niña y una
situación especialmente dolorosa, cuando se vio impulsada por su madre a
realizarse un aborto.
En esta categoría se consideran todos los costos pero también los cambios
positivos que ha tenido que afrontar la entrevistada por el hecho de haber
cometido el delito y estar recluida. Así aparecen los siguientes tópicos:
77
Emocionales: referido a las consecuencias a nivel emocional que ha tenido
que vivenciar y sobrellevar desde el momento de la comisión del delito,
obviamente priman las emociones negativas como el dolor, la tristeza, la angustia
y la inseguridad que se vive al estar en la cárcel.
“Creí morir, se me vino el mundo encima… fue horrible, con mucho dolor y
tristeza, quedé algunos momentos bloqueada…” (Párrafos 15 y 16)
“…en el aeropuerto me tuve que separar de mis niñas, eso fue horrible,
desgarrador, así llegué a esta cárcel.” (17)
78
“La distancia que existe con mi familia, el no poder ir a misa con ellos, el no
poder educar en la fe a mi nieta, el no rezar en familia.” (68)
“Yo era una persona muy poco tolerante, y ahora he crecido en eso…” (20)
“…creo que Dios me trajo aquí para salvarme de algo más grande, de eso
estoy segura…” (63)
“El haberme encontrado con Dios que perdona, que me ama, que no me
juzga…” (56)
Otro de las ideas que aparece con fuerza es su necesidad de pedir perdón
y reparar el daño causado por el delito que cometió, tanto a las víctimas directas
como a su propia familia.
79
“Me gustaría hablar con ellos (familiares de la víctima), pedirles perdón,
decirles que estoy arrepentida…” (53)
“…A mi familia, porque es muy grande la humillación que viven cada vez
que me vienen a ver…” (61)
“Me he sentido muy apoyada por mi mamá, su pareja, por mis hijas y en
algunos momentos por mi esposo…” (Párrafo 23)
80
“Los más cercanos han sido incondicionales conmigo y me visitan todas las
veces que pueden, los otros al comienzo vinieron…, pero ahora se han alejado y
ya no se acuerdan de mi, pero los entiendo no es fácil venir a la cárcel (26)
81
“… En la escuela me siento útil, porque puedo ayudar a otras internas y
entregar lo que yo se, en cuanto a secretaría.” (32)
4. EXPERIENCIAS EN LA CÁRCEL:
82
casi nulos, lo que hace que en general deban presenciar situaciones incómodas
entre otras reclusas, principalmente desde el ámbito sexual.
“El tema del pudor es bien fuerte, no tener nuestro espacio privado, los
baños, el tema afectivo, es chocante ver a las mujeres en intimidad sin ningún
respeto por las otras, eso es asqueroso.” (39)
“…A los malos hábitos de las mujeres, el lesbianismo tan explícito que
existe aquí…” (67)
“…Es muy triste cuando me siento mal y no me creen, ellos piensan que
nos hacemos las enfermas, yo se que aquí somos muchas, pero hay urgencias,
aquí se murió hace poco una señora porque no le creían los dolores de cabeza,
cuando la llevaron ya no tenía vuelta, tenía un tumor cerebral. (41)
83
“También hay gendarmes que son muy groseras, descargan sus problemas
personales con nosotras. Yo se que hay internas que son muy complicadas, pero
ellas no saben hacer la diferencia.” (41)
84
V.- CONCLUSIONES Y SUGERENCIAS
81
LANSSIERS, Hubert. Los Dientes del Dragón, Ed. Copé, Lima, 1998, p. 9.
85
soledad, ni la pena, ni las constantes agresiones que laceran la
dignidad, ni los cataclismos, ni la droga logran dañar. Llegar a este
lugar curiosamente en la cárcel es más fácil y, por tanto, allí es
posible penetrar la hondura humana que nos permite asomarnos al
misterio; esto ha sido lo más esencial de llegar a la cárcel y
acompañar durante muchos años a tantas mujeres con rostro,
nombre e historia, que por diversas circunstancias han llegado allí.
86
5. Por esta razón, toda la comunidad cristiana debería sentir una
responsabilidad creyente y solidaria por el problema de las cárceles
y por las personas de los (as) privados (as) de libertad. No para
anunciar utopías que no sabemos si llegarán a realizarse, ni para
gritar demagogias que todavía son posibles, pero si para ir haciendo
camino, aportando remedios unas veces y otras descubriendo
posibilidades nuevas, todavía inéditas pero quizás viables.
82
Cfr. Gn, 1, 27. “Hombre y mujer los créo”. Los dos serán una sola realidad. Con esto se hace
manifiesta de manera concreta la identidad (hombre y mujer) y también su diferencia.
87
mujer de la cárcel hemos visto cómo lo masculino está presente en
ella como lo violento, como lo ausente, como lo que me reclama y
también como lo que sostiene. Cuando se realice en alguna mujer l
hermandad con su “masculinidad habremos algo de su integración.
88
BIBLIOGRAFÍA
Libros:
• LANSSIERS, Hubert; Los Dientes del Dragón, Ed. Copé, Lima, 1998.
89
• LÉVINÁS, Emmanuel; Ética e infinito, Madrid, Gráficas Rogar, 1991.
• MANZUC, Daniel; La misión en las cárceles. Ed. San Pablo, Bs.As., 2005.
90
Artículos:
91
Encíclicas
Exhortaciones apostólicas
Cartas Apostólicas
Santo Domingo.
Aparecida.
Sitios Web:
• http://www.clad.org.ve/fulltext/0053035.pdf
ARRIAGADA Irma; Dimensiones de la Pobreza y Políticas desde una
Perspectiva de Género; X Congreso Internacional del CLAD sobre la
Reforma del Estado y de la Administración Pública; 18-21 de Octubre de
2005; División de Desarrollo Social; pp. 1-14; Chile, CEPAL; 2005.
• http://saber.ula.ve/db/ssaber/Edocs/pubelectronicas/revistacenipec/cenipec
num20/articulo1-20.pdf
GONZÁLEZ SALAS, Andrés Eloy; Consecuencias de la Prisionización;
págs. 9-22; Revista Cenipec, 20. 2001.
• http://www.papelesdelpsicologo.es/vernumero.asp?id=485
92
PÉREZ FERNÁNDEZ, Elena; REDONDO ILLESCAS, Santiago; Efectos
Psicológicos de la Estancia en Prisión; Sitio Web Papeles del Psicólogo, Nº
48, Febrero, 1991.
• http://www.quaker.org.uk/shared_asp_files/GFSR.asp?NodeID=103890
Publicado por el Grupo de Delitos, Comunidad y Justicia de Quaker Peace
& Social Witness para el Grupo del proyecto Mujer en la Cárcel; Trad.
LOZANO, Gabriela, Mujeres en la Cárcel e Hijos de Madres Encarceladas;
Agosto, 2007.
• http://www.gendarmeria.cl/
• http://www.sernam.cl/blog/?p=1
En el Centro Penitenciario Femenino de Santiago, Diciembre, 2007.
• http://www.hum.gu.se/ibero/publikationer/anales1/pdf_artiklar/maclara
.pdf
MEDINA Maria Clara; Comentarios Críticos a Algunas Categorías: Sexo,
Género y Clase; pp. 1-20; 2001.
• http://www.derechopenitenciario.com/comun/fichero.asp?id=1003
SEGOVIA BERNABÉ José Luis; Consecuencias de la Prisionización; pp.1-
26; Jurista-Criminólogo, Sacerdote; Profesor de Exclusión Social en la
Universidad Pontificia de Salamanca.
• http://www.me.gov.ar/curriform/publica/valverde_efec_carcel.pdf
VALVERDE MOLINA, Jesús; Los Efectos de la Cárcel sobre el Preso:
Consecuencias de Internamiento Penitenciario.
93
ANEXOS
Esta es una entrevista en profundidad que debe ser conducida por la profesional a
cargo de la investigación.
Perfil de la entrevistada:
años, privadas de libertad por primera vez, que estando en la cárcel y siendo
personal.
Información a la entrevistada:
relevante sobre la privación de libertad que viven mujeres como usted, Quisiera
conocer su experiencia con lo que ha significado para Ud. Si hay alguna pregunta
94
Si usted ha aceptado, manifestando verbalmente su consentimiento, le solicito que
anónima y confidencial.
Entrevista en Profundidad.
I.- Identificación
1. Edad 49 años
buena.
95
Regular, vivíamos de mi trabajo, mi esposo no Carencias económicas
poquito irresponsable.
violencia)
alcohol? ¿Cuál?
cristiana?
detenida?
96
pasaron muchas imágenes por mi mente, Consecuencias de estar privada
siguieron?
marido y a mis niñas, eso por que el delito se de libertad: Separación de sus
97
18. ¿Cómo se imaginaba la cárcel?
tele.
privadas de libertad?
pagar a la sociedad.
está en la cárcel?
Yo era una persona muy poco tolerante, y ahora Consecuencias de estar privada
como yo.
poder volar.
98
22. ¿De que manera podría haber evitado lo Experiencia de vida
necesario.
quienes?
un poco distinta a muchas de ellas que han Se siente distinta al resto de las
99
rabia porque se dejan abatir por la compasión y rabia.
detenida?
•3 Directora
realmente le pasó?
100
través del tiempo y las conversaciones que
aquí en la cárcel.
con Dios.
101
Al comienzo los abogados que lo único que Fuentes de apoyo:
en cuanto a secretaria.
•3 Directora
•4 Familia
momentos de dolor?
102
creo que no podría vivir en este lugar, es tan
palabras.
viviendo?
103
terminar este calvario.
apoyo
mujeres?
sistema.
104
40. ¿Qué cree que piensa la gente en
cárcel?
Que se merecen estar ahí, que era lo que yo Consecuencias de estar privada
notado?.
105
42. ¿Cuáles son las fortalezas que tiene
momento.
a la experiencia:
emocionalmente?
106
Antofagasta, estoy muy angustiada por eso, mis
económicas, es me desespera.
vida?
experiencia?
107
metida en delitos, que aunque me agredan.
momento.
pasear con ellas, creo que será el día más feliz perdón
libertad.
108
50. Qué le gustaría escuchar de sus seres
queridos?
aman?
su vida?
109
personas que usted dañó?
en libertad?
traumática experiencia.
este libre?
110
pequeñas cosas y por sobre todo recuperar mis
perdí mi dignidad.
marcado mi vida.
111
59.¿En qué cree?
alguien?
Si, a Dios, a mi familia, por que es muy grande Consecuencias de estar privada
familia afectada.
aquí en la cárcel?
112
eso estoy segura y eso se lo agradezco a Dios •8 Resignificación de la
Si rezo todos los días, a pesar que aquí es muy Fuentes de apoyo:
cuento mis penas, también rezo todos los días •10 Dios
momento de su vida?
113
las mujeres, al lesbianismo tan explicito que •2 Malas condiciones
amor?
114
usted, la señora Yolanda, las agentes •6 Familia
pastorales.
Dios.
experiencia
lugar?
115
•5 Familia
satisfacción o alegría?
madre.
refugio?
116
77. ¿Qué se le ocurre que puede hacer para
vivir?
cosas?
117
79. ¿Le ha ayudado en algo contestar estas
preguntas?
me ha ido sanando.
pensando delinquir?
Que por nada del mundo lo hagan, que el precio Que nadie cometa un delito
que aquí se paga es muy alto, que nadie que no porque este lugar es muy triste y
decirme algo?
salir lastimada de este lugar, y para eso Espero no salir lastimada de este
118
ustedes y para que hayan otras personas que
119