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Los negocios turbios de la década infame.

ACTIVIDADES
1) Buscar en internet la biografía de LISANDRO DE LA TORRE. (Aspectos más
importantes de su vida, y sobre el rol que tiene senador durante la Década Infame).

2) Lee críticamente el siguiente fragmento y luego responde:

La década infame (1930/1943)

Este periodo comprende los años de fraude, corrupción, elitismo y entrega del
patrimonio nacional a manos de los imperios. La etapa se inicia con el golpe de
Estado que derrocó a Irigoyen (6/9/1930) y finaliza con el golpe de Estado del 4
de junio de 1943. Durante ese tiempo la oligarquía argentina no dudó en entregar la
soberanía nacional a Inglaterra (su principal aliada) manteniendo al pueblo
trabajador en condiciones de miseria. Es durante esta etapa en que la desocupación
alcanzó cifras nunca antes vistas. Empieza a predominar el juego (quiniela
clandestina, carreras de caballo, etc.) ya que el trabajo escaseaba y no había formas
de sobrevivir, más que recurriendo al azar y al “mangazo” o“garrón”. Es la época
en que Discépolo escribe sus tangos más amargos (“Tres esperanzas” 1933, “Yira,
yira” 1930, “Martirio” 1940, “Cambalache”, 1934) y aparecen otros tales como "Al
mundo le falta un tornillo" (1933) de Enrique Cadícamo, "Acquaforte" (1932) de
Pettorosi, Catán y "Las 40" (1937), de Francisco Gorrindo. El nombre con que se
conoce este período fue puesto por el periodista nacionalista
José Luis Torres*.

Negociados, coimas y corrupción


Además de los negociados de las carnes y las exenciones impositivas a las
compañías inglesas, hubo
episodio que marcaron la época por su resonancia. Uno de los principales casos de
coimas y corrupción fueron las concesiones hechas a las compañías de electricidad
CHADE luego CADE). Las concesiones en la ciudad de Buenos Aires se resolvían
con coimas para los concejales de los partidos principales (incluso Alvear
aconsejaba “votar” por la concesión…teniendo 100.000 para dar el sí). Luego se
supo que la empresa aportaba a las campañas de ambos partidos. Las concesiones
se aprobaban a plazos eternos (en 1936 se planeaba dar el monopolio de la
concesión hasta 1996). A esto se sumó el escándalo de la venta de tierras del
Palomar, en la que por una avivada financiera (otra vez los intermediarios) se
vendían tierras sobrevaluadas y el estado las adquiría sin chistar dejando amplios
retornos a los intermediarios. El fraude se hizo así: una señora quería vender sus
tierras al Colegio Militar, pero el precio fue rechazado por los peritos oficiales que
lo consideraban excesivo. Apareció un intermediario que le compró (sin poner un
peso) las tierras la señora y al mismo tiempo las negociaba con autoridades
militares a casi el doble del valor acordado con la dueña. Obtuvo el pago del
Estado, luego abonó a la dueña y así, sin poner un peso se hizo de una suculenta
ganancia (aproximadamente 1 millón de pesos).
Para coronar esta época de corrupción, fraude, coima y entrega del patrimonio
nacional, estalló el escándalo de los “niños cantores” (1942), que en el sorteo de la
Lotería Nacional cantaron un número (que ya habían comprado los “vivos” que
idearon la maniobra) y no el que había salido.
En todo este período la mayoría de los partidos eran parte de la farsa. Solo en 1935
un grupo de radicales yrigoyenistas decidió oponerse al fraude, naciendo entonces
F.O.R.J.A.., quienes dieron batalla al régimen, impugnando sus políticas
entreguistas, sus fraudes y denunciando su corrupción y su entrega ante el
imperialismo.

*José Luis Torres (Tucumán, 1901/1965). Nacionalista. Cuestionó duramente al


régimen y escribió varios libros,
entre ellos "Algunas maneras de vender a la Patria" (1943), "La Década Infame"
(1945), "Seis años después"
(1949). Denunció los casos de coimas, venta ilegal de tierras, concesiones de
servicios públicos y demás actos de
corrupción del período.
"Revolución y contrarrevolución en la Argentina". Tomo II (1922/1976). Jorge
Abelardo Ramos. Ed.
Distal, Buenos Aires, 1994, p. 106

3) ¿Coincides con el autor cuando denomina al periodo una década infame? ¿Por
qué? Justifica tu respuesta.
4) ¿Qué acontecimiento te llamo más la atención?
5) A partir de la lectura del texto de Roberto Arlt “Yo aspiro a ser diputado”.
Elaborar un cuadro en el que compares las características que deberían tener
un buen diputado y cuáles son las que dice Arlt en su texto.
"YO ASPIRO A SER DIPUTADO", aguafuerte literario de Roberto
Arlt, enviado por Olga Moreno
(Escrito en 1933. Qué poco cambian las cosas... en realidad qué poco aprende
la gente. Roberto Arlt. Al final, reseña de su biografía. Nota del lector
remitente)

Señores:
Aspiro a ser diputado, porque aspiro a robar en grande y a "acomodarme"
mejor. Mi finalidad no es salvar al país de la ruina en la que lo han hundido las
anteriores administraciones de compinches, sinvergüenzas; no señores, no es
ese mi elemental propósito, sino que, íntima y ardorosamente, deseo
contribuir al saqueo con que se vacían las arcas del Estado, aspiración noble
que ustedes tienen que comprender es la más intensa y efectiva que guarda el
corazón de todo hombre que se presenta a candidato a diputado.
Robar no es fácil, señores. Para robar se necesitan determinadas condiciones
que creo no tienen mis rivales. Ante todo, se necesita ser un cínico perfecto, y
yo lo soy, no lo duden señores.
En segundo término, se necesita ser un traidor, y yo también lo soy, señores.
Saber venderse oportunamente, no desvergonzadamente, sino
"evolutivamente".
Me permito el lujo de inventar el término que será un sustitutivo de traición,
sobre todo necesario en estos tiempos en que vender el país al mejor postor
es un trabajo arduo e ímprobo, porque tengo entendido, caballeros, que
nuestra posición, es decir, la posición del país no encuentra postor ni por un
plato de lentejas, créanlo... prefiero ser honrado.
Abarquen la magnitud de mi sacrificio y se darán cuenta de que soy un
perfecto candidato a diputado.
Cierto es que quiero robar, pero ¿quién no quiere robar? Díganme ustedes
quién es el desfachatado que en estos momentos de confusión no quiere
robar.
Si ese hombre honrado existe, yo me dejo crucificar.
Mis camaradas también quieren robar, es cierto, pero no saben robar.
Venderán al país por una bicoca, y eso es injusto. Yo venderé a mi patria,
pero bien vendida.
Ustedes saben que las arcas del Estado están enjutas, es decir, que no tienen
un mal cobre para satisfacer la deuda externa; pues bien, yo remataré al país
en cien mensualidades, de Ushuaia hasta el Chaco boliviano, y no sólo
traficaré al Estado, sino que me acomodaré con comerciantes, con
falsificadores de alimentos, con concesionarios; adquiriré armas inofensivas
para el Estado, lo cual es un medio más eficaz de evitar la guerra que teniendo
armas de ofensiva efectiva, le regatearé el pienso al caballo del comisario y el
bodrio al habitante de la cárcel, y carteles, impuestos a las moscas y a los
perros, ladrillos y adoquines...
¡Lo que no robaré yo, señores! ¿Qué es lo que no robaré?, díganme ustedes.
Y si ustedes son capaces de enumerarme una sola materia en la cual yo no sea
capaz de robar, renuncio ipso facto a mi candidatura...
Piénsenlo aunque sea un minuto, señores ciudadanos. Piénsenlo. Yo he
robado.
Soy un ladrón, y si ustedes no creen en mi palabra, vayan al Departamento de
Policía y consulten mi prontuario.
Verán que performance tengo. He sido detenido en averiguación de
antecedentes como treinta veces; por portación de armas -que no tenía- otras
tantas, luego me regeneré y desempeñé la tarea de grupí, rematador falluto,
corredor, pequero, extorsionista, encubridor, agente de investigaciones,
ayudante de pequero porque me exoneraron de investigaciones; fui luego
agente judicial, presidente de comité parroquial, convencional, he vendido
quinielas, he sido, a veces, padre de pobre y madre de huérfanas, tuve
comercio y quebré, fui acusado de incendio intencional de otro bolichito que
tuve...
Señores, si no me creen, vayan al Departamento... verán ustedes que yo soy el
único entre todos esos hipócritas que quieren salvar al país, absolutamente el
único que puede rematar la última pulgada de tierra argentina... Incluso, me
propongo vender el Congreso e instalar un conventillo o casa de
departamentos en el Palacio de Justicia, porque si yo ando en libertad es que
no hay justicia, señores..."
Con este discurso, lo matan o lo eligen presidente de la república. Roberto
Arlt

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