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Ferreyra, Norma - No Me Gusta Ser Niño
Ferreyra, Norma - No Me Gusta Ser Niño
niño.
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AÑO DEL COPYRIGHT 2009
ISBN 978-0-557-29779-5
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NOTA DE LA AUTORA
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decidió a incursionar en el tema, fue
un artículo que me impactó por su
realismo y que fuera escrito por un
grupo de psicólogos, en un Magazine
local, que se publicó el 1 de Octubre
del 2008, donde un niño imaginario les
hablaba a otros chicos y les decía
textualmente:
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burla de mí; la que me saca la lengua
o con las manos hace” orejas de
burro”.
Me gusta caminar por el aula, así estoy
en varios
lugares y no en uno solo.
Miren mi cuaderno: ¿Les gusta el
dibujo? No se
entiende mucho, pero lo hice yo.
Mi letra es chiquita y un poco rara,
como retorcida. Es que nunca alcanzo
a copiar del pizarrón-ya les conté- y
tengo que apurarme. Algunos días me
sale más grande; debe ser que tomo
mejor la pastilla para aprender.
En los recreos corro mucho y me gusta
empujar a los chicos. Es que si no lo
hago, no se dan cuenta de que estoy
ahí. Ellos juegan sin mí, a cosas que no
entiendo. Hablan entre ellos y se
callan cuando llego; y eso no es justo.
Tienen que entender que yo también
tengo ocho años y soy igual que ellos.
Algunas veces, cuando estoy muy
cansado, o mal dormido, les pego para
que me miren.
Ahora quiero que vean mi casa y que
conozcan a mi familia, vengan.
--Hola, má.
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--Hola Jó. ¿Por qué llegaste tan
temprano, hoy? ¿Te mandaron otra
nota del colegio?
Esta es mi mamá, la que está
hablando por teléfono, contenta de
verme. Me dice Jó, con acento en la ó,
aunque mi nombre es José, con cuatro
letras y acento en la é. Pero Jó es más
fácil, y según mi papá es más corto y
se gana tiempo.
No sé exactamente tiempo para qué,
pero eso dice mi papá.
--¿Comiste?
--Sí mamá…comí.
Mi mamá se ocupa de todo: de la
comida, de mi maestra particular, de
la psico-pedagoga, de llevarme al
médico.
Ahora está viendo la novela, le gusta
mucho ver la tele .Papá le puso un
televisor en la cocina, así nos queda
libre el del comedor.
Me gusta mucho cuando vienen las
amigas de mi mamá a charlar, hablan
todas al mismo tiempo y a los gritos,
entonces yo corro alrededor de los
sillones hasta que mamá me grita más
fuerte que la termine, que ya basta y
me manda a mi habitación . Y las
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amigas miran hacia abajo y no dicen
nada. Cuando me voy a mi cuarto,
vuelven a hablar todas juntas.
--Hola hincha-pelotas.
Esta es mi hermana Julia. Tiene once,
pero se cree de dieciocho. Es muy
agrandada, y me dice hincha- pelotas
cariñosamente.
Compartimos el cuarto hasta el año
pasado.
A ella no le gustaba cómo yo dejaba
las cosas tiradas, porque es muy
ordenada. No me deja jugar con sus
amigos. Dice que hago mucho ruido,
pero para mí, son celos.
A mi papá no lo van a conocer. Hoy
llega tarde, como a las diez de la
noche. Trabaja en dos lugares
distintos, porque dice que tiene que
juntar mucha plata para pagar todo lo
que yo gasto. Yo no tengo la culpa que
me lleven a la psico-pedagoga y al
médico tan seguido, es cosa de ellos.
Las pastillas no sé cuánto cuestan, las
compran con receta y les hacen
descuento.
Algunos días mi papá llega temprano,
pero tan cansado que no tiene tiempo
para jugar conmigo. Se tira en el
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comedor y pone el partido. Siempre
hay un partido. Una final de La
Libertadores, o la Euro copa, o la Re-
copa, o la
repetición de todas las copas. Le
encanta el fútbol, pero el que se mira,
no el que se juega. A mí me gustaría
patear penales con él, pero está muy
cansado.
Los domingos vamos a casa de los
abuelos, los padres de mi mamá. Los
de mi papá se murieron hace mucho y
no los recuerdo.
Siempre comemos asado. Y cuando mi
papá se va a dormir la siesta, mi
mamá mira un programa de televisión
que le gusta mucho.
Entonces llega el mejor momento de la
semana: me siento en la sala de la
casa de mi abuela, Y ella me lee
cuentos de libros antiguos que guarda
en la biblioteca.
Son estantes mágicos, porque cada
domingo hay un cuento nuevo.
Yo me quedo muy quietito,
escuchando cada palabra.
Casi siempre apoyo la cabeza en las
rodillas de mi abuela y le acaricio la
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mano blandita y suave. Ella me mira
sobre los lentes y sonríe….”
A propósito de este artículo, quiero
agregar que aunque no nos
identifiquemos con los personajes del
mismo, no podemos negar que,
muchas veces,
hemos observado a nuestro alrededor,
algunas situaciones similares. Incluso
podemos sentirnos identificados con
muchos de los errores que aquí se
señalan, pero de los que no debemos
sentirnos culpables, porque no hubo el
propósito de dañar a los hijos, sino que
ocurrieron en el afán de encontrar las
soluciones en los conflictos que se
presentaban.
De modo que los invito a que
transitemos por el
camino de nuestros propios errores y
aprendamos a ser felices junto a
nuestros hijos.
En cuanto al título que he elegido para
este libro, quiero contarles que me
inspiraron, esas caritas tristes y
sufridas de los niños, que se sienten
aburridos teniendo una gran cantidad
de juguetes. .
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Como les dije, trabajé muchos años
con ellos en pre-jardines, tanto en
barrios de clase baja como alta. En el
primero de los casos, he visto niños
más
sonrientes que en el segundo, a pesar
de que carecían de muchas cosas
materiales. ¿Y por qué ocurría esto?
Simplemente, porque la mamá o el
papá tenían más tiempo de jugar con
ellos.
¿Qué cómo lo supe? Pues era la
primero sobre lo que hablábamos el
lunes, ya que las conversaciones
giraban en torno a preguntas, como:
¿Qué hicieron este fin de semana?
¿Con quienes jugaron? ¿A qué? ¿Qué
les contaron ustedes a papá y mamá
sobre lo que hacemos aquí? ¿Qué
dijeron ellos?, etc.
Y de allí surgía nuestro conocimiento
acerca de la
relaciones que tenían con sus padres y
también con
los abuelos, porque a veces, el sólo
nombrarlos los hacía sonreír. Y no
quieran saber lo que decían cuando les
preguntábamos: ¿Te gusta ir a visitar a
los abuelos?
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Esto no era inmiscuirse en la intimidad
familiar, porque siempre el niño
hablaba con su maestra,
espontáneamente, sobre lo que hizo,
lo que le gusta y lo que no.
Muchas veces, como consecuencia de
nuestra tarea
docente, hemos hablado con los
padres para recomendarles la visita a
algún profesional que les ayude a
superar sus conflictos en la relación
con
sus hijos.
He notado, a través de muchos años
de experiencia, que en las clases de
mayor nivel económico, los niños están
más al cuidado de niñeras y que
concurren habitualmente a academias
extra escolares, lo cual sería
beneficioso para su formación
intelectual o física , si no resultare un
exceso en las actividades y no le
restare comunicación con sus padres.
A veces, ocurre que, por el deseo de
intelectualizar a los pequeños, no se lo
acompaña en los juegos, en salidas y
amenas conversaciones con los
progenitores y esto puede entorpecer
la parte emotiva o afectiva.
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Muchas veces, los “mimos” se dan
después de los
retos y las charlas solamente cuando
queremos
reprenderlos y yo no me refiero a eso,
sino a esas
charlas relajadas, a los juegos
compartidos, a paseos que ellos
mismos elijan o propongan.
Porque no quiero seguir viendo niños
tristes, ocupados en exceso, mirando
televisión, esclavos de la
computadora, o aburridos en su propia
casa. El niño necesita ser creativo y
para ello, debe sentirse feliz., pero no
puede serlo si no se siente satisfecho
en sus necesidades interiores y en sus
afectos.
¿Para qué lo trajimos al mundo si no es
para disfrutarlo? ¿O acaso trabajamos
afuera todo el día sólo para privarlo de
la alegría?
Seguramente que no. Porque hacerlos
felices no requiere de tanto tiempo ni
esfuerzo. Porque hay que cubrir las
necesidades económicas, pero
teniendo en cuenta las prioridades
afectivas.
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Los padres aprenden a serlo,
mientras crían a sus hijos.
Los abuelos, ya hemos
aprendido
y lo ponemos en práctica
con
nuestros nietos.
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¿POR QUÉ LOS ADULTOS NO JUGAMOS
CON LOS NIÑOS?
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Me refiero al juego que se comparte en
forma habitual, no al que podamos
tener esporádicamente con ellos.
En el maravilloso libro “Ojos de Cielo”,
escrito por Valentina Nuñez Escurra y
Piccinini, se dice: “... La criatura no
puede ser un adulto, pero el adulto sí
puede ser como un niño, porque fue un
niño y lo lleva adentro. Tal vez, este
niño interior no jugó lo suficiente, o sus
padres no jugaron con él, o no le
permitían jugar y le cuesta mucho
disfrutar del juego ..”
Y yo creo que, en la integración del
niño al mundo o sea, en la formación
del “nosotros”, ellos necesitan de un
Tú, que esté dispuesto al diálogo, a la
interacción o al juego. Y ese tú, debe
ser papá o mamá, porque si el yo no
encuentra el Tú, para formar el
nosotros, lo buscará en otra parte, en
la televisión o en el computador, es
decir, afuera del hogar, es decir, estará
desamparado. Y eso es lo que no
queremos ¿Verdad?
Si leemos a Alice Miller, en su obra “El
Saber Proscrito”, entenderemos que:
“…El mundo adulto está envuelto en la
escasez del tiempo, porque hay que
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acumular riqueza y cuidar de no
perder el lugar competitivo. Entonces,
las horas siempre son escasas o se
vive como si lo fueran, porque tiempo
para las criaturas, nunca hay.
Nuestra cultura patriarcal adulto-
céntrica es incapaz de disfrutar a la
criatura, es por ello que no se le dedica
tiempo, los adultos están bloqueados
afectivamente…”
Por mi parte, yo he escuchado a niños,
decir que su madre no les cuenta
cuentos, porque según ella, no sabe.
Pero cuando el niño pide un cuento, lo
que en realidad quiere, es comunicarse
con ella. Pero es posible que su mamá
prefiera leer un libro, o escuchar
música o que papá quiera escuchar las
noticias o leer el diario, todo lo cual
está muy bien, siempre que se destine
unas horas a conversar o a jugar con
sus hijos.
Pienso que los padres tendríamos que
hacer cursillos que nos instruya como
tales y que sean obligatorios, desde el
primer embarazado. Porque creo que
hay que prepararse, para que la
crianza de los hijos nos convierta en
adultos felices y seguros, deseosos de
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compartir con ellos sus juegos, porque
cuando los niños dicen que están
aburridos, lo que realmente están
queriendo es compartir con nosotros
un juego, una salida, una película, una
charla.
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como ocurre con algunos mamíferos
en cautiverio que no se reproducen en
condiciones desfavorables para la cría.
También algunos pájaros con
demasiada prole, imposible de
alimentar, suelen elegir a quienes
alimentan, para favorecer el desarrollo
de los más fuertes y evitar que todos
perezcan en el intento de
sobrevivir. De ese modo, controlan la
natalidad en
relación al ambiente en que deban
desarrollarse.
Claro que nadie pretende que el ser
humano deje morir a sus hijos, si es
que no puede alimentarlos.
Pero traerlos al mundo en esas
condiciones deplorables para que
sufran, se enfermen y se mueran por
causas evitables, tampoco habla de
sentimientos, ni resulta razonable. Y
suele ocurrir, que cuanto más
desfavorable es el medio para criarlos,
el ser humano se empeña en tener
más hijos.
Así, en los países africanos muy
pobres, el número
de hijos supera al de los países ricos.
Tal vez, demostrar su potencia
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progenitora sea la única riqueza que lo
haga sentir con cierto poder biológico
sobre los demás, que exhiben su
potencial económico y cultural.
En la antigüedad, el esclavo lucía sus
músculos, su fuerza física y su
potencia sexual, como compensación a
la falta de dinero, educación, libertad,
etc.
Y llegamos hasta la actualidad
arrastrando esos conceptos de que
tener hijos, es un modo de realización
o un modo de completar los atributos
de la especie humana que, según
Darwin, ocupa el
máximo escalón en la evolución de las
especies y que, según mi opinión, es
algo que puede ponerse seriamente,
en duda. Y me fundamento,
precisamente, en ese descontrol de la
natalidad que tenemos los humanos y
en nuestra debilidad física (oídos,
vista, etc.) comparándonos con
muchos animales y en nuestra
comunicación que es muy limitada, si
nos comparamos con aquellos
animales que se comunican
telepáticamente o por ondas de calor.
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Esto se ve claramente, cuando una
multitud de personas pretende escapar
de un peligro y todos se
atropellan o se pisotean provocando
muertos y heridos. Algo que en otras
especies, hasta en las más primitivas,
no va a ocurrir. Nunca sabremos cómo
las sardinas, pueden trasladarse en un
conglomerado bien apretado y doblar
hacia un lado y hacia otro, sin que
siquiera se rocen.
¿Qué tipo de sensores o de
comunicación tienen para girar todas a
la vez y en la misma dirección?
O cuando en un incendio forestal, los
animales escapan hacia el lugar
correcto, sin ser alcanzados por el
fuego, ni asfixiados por el humo y sin
atropellarse unos con otros, como lo
harían los humanos, cuando entran en
pánico.
¿Será verdad que las mentes de los
animales, son inferiores a las nuestras?
¿Habrá visto Darwin escenas como
éstas?
Recuerdo que observé en un
documental, algo que me dejó
perpleja: Había una colonia de
murciélagos, que estaba a punto de
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morir por hambre, en una zona
desértica, pero ellos administraban la
sangre que bebían de una burra que
había en el lugar. Parece que tenían
establecidas ciertas reglas, pues no
salían todos a beber del hilo de sangre
que caía por su pierna trasera, cuando
uno de ellos le producía un corte
pequeño para que sangrara. Sólo salía
un grupo y al día siguiente otro grupo,
para que el animal que los abastecía
no muriera y pudiera seguir
alimentándose con el pasto seco, para
así alimentarlos a ellos. Sin duda, que
sabían que si la burra se moría, ellos
también perecerían.
Y me pregunto: ¿Qué hubieran hecho
un grupo de
hombres desesperados y hambrientos,
si se hubieran encontrado en esa
situación ? ¿Se hubieran alimentado de
su leche, para que siguiera con vida y
así ella pudiera seguir alimentándolos?
No, seguramente, se hubieran comido
a la burra Su inteligencia no les
hubiera permitido otro razonamiento.
Por lo visto, no es nuestra inteligencia
lo que nos distingue de los animales,
como tampoco lo son los sentimientos.
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Porque quienes digan que no los
tienen, no han visto nunca el duelo
que hacen los elefantes cuando muere
uno de su clan. O a las hormigas frente
a la muerte de un grupo de ellas.
El hecho de que no entendamos la
forma de comunicación que ellos
tienen, no nos habilita a pensar que no
se comunican, o que no tienen su
propio lenguaje y que no expresen
sentimientos, tan sólo porque no
podemos entender a una hormiga, ni
oír todos los sonidos en que hablan los
elefantes, sólo porque nuestros oídos
son rudimentarios.
Porque los animales no emiten sólo
sonidos inconexos, que por lo general,
no puede oír la especie humana. El
canto de un pájaro es comprendido por
los todos los de su especie. Y eso es
hablar, o sea, emitir un sonido con un
significado para el otro. Estoy
plenamente segura de que los
animales también creen que nosotros
sólo emitimos sonidos, porque ellos no
entienden lo que decimos.
De modo que el hecho de desconocer
cómo funciona la psiquis de otras
especies o el modo de
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comunicarse entre sí, no nos da
derechos para afirmar que sólo los
humanos hablamos y que por ello,
somos superiores. Eso, sin contar con
que nuestra vista, olfato y oídos, son
menos evolucionados que los de
muchos animales.
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alimento y formen su familia como
cualquiera de su especie.
Los tigres, dejan que sus hijos sean
tigres y hasta las víboras tienen hijos
para que sean víboras y corran los
riesgos de ser lo que son, en total
libertad y en cuanto puedan valerse
por ellos mismos.
¿Pero los humanos, dejamos a
nuestros hijos ser ellos mismos? De
ninguna manera, porque salvo algunas
excepciones, criamos a nuestra prole,
tratando de allanarles el camino del
sufrimiento, tratando de que no
tropiecen con nada, ni corran riesgos.
Y pretendemos hacerlo, hasta que la
muerte nos separe. Les decimos cómo
vestirse, le elegimos sus amigos, les
obligamos a bañarse, a compartir sus
juguetes, cuando en realidad, nosotros
no compartimos nada, ni prestamos el
auto, ni las cacerolas, ni la tabla de
planchar, ni nada, con nadie. Les
ayudamos con sus tareas escolares sin
que nos lo pidan o lo necesiten. Los
obligamos (o lo convencemos por
medio de manipulaciones) para que
estudien inglés, piano, canto, o
cualquier otra cosa. Les administramos
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su tiempo, sus ganas, sus sueños,
todo.
La cuestión es que no sean lo que
quieren ser, ni hagan lo que quieren
hacer, sino que sean lo que nosotros
queremos que sean y hagan todo lo
que esperamos que hagan: que digan
gracias, permiso y perdón, por esto o
por aquello, que se rodeen de
personas que nos agraden y se casen
con quien goce de nuestra aprobación.
Y lo peor de todo, es que para
educarlos, usamos amenazas, gritos,
penitencias, prohibiciones, castigos
psicológicos y hasta físicos. Y yo les
pregunto: ¿Uds. vieron a un cachorrito
de perro en penitencia? ¿O a una
mamá pájaro dándole picotazos a su
pichón para enseñarle a volar, o
chillarle, para que entienda algo? Yo,
no. ¿Es que nuestra inteligencia o
creatividad, no nos alcanza para
educar como lo hacen ellos?
¡Hay Darwin, cómo me gustaría haber
hablado de estas cosas contigo!
Recuerdo una vez, que escuché a una
mamá joven y aparentemente culta,
castigando a su hija de 6 años y éste
era el diálogo:
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--- ¿Mamá, me puedo quedar un rato
más en casa de la tía?
---No, porque esta mañana te peleaste
con tu hermana y te dije que estás
castigada.
Entonces la niña estalló en llanto. Y
por eso, la madre le aumentó el
castigo:
--Ahora por llorar, no vas a venir a la
casa de tu tía hasta que aprendas.
Y la niña, seguía llorando
desconsoladamente y no se quería ir
con su mamá.
Entonces, ella la tomó de un brazo y la
llevó forzándola, en medio de su
ataque de ira. La tía nada pudo hacer
para evitarlo porque no podía salir a
favor ni en contra, pero se quedó muy
desconcertada, preguntándose sobre
lo que ella había hecho para ser
castigada también y ser privada de ver
a su sobrina hasta que ella aprendiera
a no pelearse con su hermana.
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Pero veamos otro ejemplo muy común:
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Por lo tanto, el castigo del niño debe
estar de acuerdo con cierta lógica: 5,
10, 15 minutos, pero nunca “hasta que
papá lo diga”.
El padre no debe comportarse como si
fuera el amo, sino debe mirarlo a la
cara, colocarse en cuclillas para estar a
su altura y hablarle de igual a igual,
para hacerle comprender lo que acaba
de hacer y las razones por las que no
debe volver a hacerlo.
Por eso, siempre que reprendamos a
un hijo, debemos estar calmados pero
firmes, sin pretender ser jueces entre
los niños que se pelean.
Debemos hablarles procurando que
nos miren a los ojos y decirles que
deben resolver sus problemas, sin
gritos ni agresiones. Pero dejando
establecido que lo que está mal, es la
forma en que proceden y no el hecho
de que tengan diferencias, es decir,
que no piensen iguales, o que no
prefieran la misma comida ni los
mismos juegos, porque cada uno tiene
derecho a tener sus propias ideas y
distintas formas de ser y de pensar.
Sólo que hay que llegar a un acuerdo,
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para que lo que hace uno, no le
moleste al otro.
Puedes pedirles, que ambos vayan al
cuarto, por 10 minutos o quince, no
más de eso, para que tengan una
conversación que los lleve a ponerse
de acuerdo.
Pero cuidado, también los padres
debemos resolver nuestros conflictos
de manera racional, aunque eso suele
ser lo más difícil, porque es más fácil
dejarse llevar por nervios, gritar o
quedarse mudos por horas y hasta dar
un portazo para escapar de los
problemas.
Por eso, considero que tener hijos no
es lo mismo que ser padres.
A veces, el tenerlos equivale a
adquirir sobre ellos una propiedad de
tipo sentimental.
Hace poco, escuché a un psicólogo en
un programa de televisión, que decía
que desde que nacen los hijos, los
padres afirman: “Es mi hijo” como si
fuera un objeto del que nos
apoderamos por completo.
Jalil Gibran en su libro “El profeta, nos
dice: “….Tus hijos no son tuyos…
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Son los hijos y las hijas de los anhelos
que siente la vida por sí misma
Vienen a través de ti pero no desde ti y
aunque estén contigo, no te
pertenecen. Puedes darle vuestro
amor, pero no tus pensamientos
porque tienen sus propios
pensamientos. Puedes hospedar sus
cuerpos, pero no sus almas porque
ellas habitan en la casa del mañana
que no puedes visitar ni siquiera en
sueños. Puedes esforzarte para ser
como ellos pero no intentes
hacerlos como tú, porque la vida
no marcha para atrás, ni se
detiene en el ayer….”
He observado muchas veces, que
cuando crecen y
son adolescentes, se les dice
constantemente: “Mientras vivas en mi
casa, harás lo que yo digo” lo que
equivale a decir: “en mi casa no
podrás ser tú mismo” sino que serás
como una silla, que podré llevar de
aquí para allá, al cuarto o al comedor,
según lo decida.
Aquí vemos claramente, cómo el
razonamiento humano, por el que
Darwin nos colocó en lo más alto de la
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escala zoológica, parece haber perdido
altura. Y en la chatura de la educación
que pretendemos darle a nuestros
hijos, les privamos de la alegría de ser
ellos, de ver con sus propios ojos, de
caminar con sus pies, de pensar con su
cerebro y de ejercitar su voluntad.
En definitiva, tenemos hijos pero no
para que sean hombres o mujeres
libres, sino para que podamos
sentirnos reflejados como en un espejo
que nos devolviera nuestra propia
imagen.
De esta forma, tanto sus fracasos
como sus triunfos, serán los nuestros.
Y nos sentiremos felices o tristes,
según lo que veamos en ese espejo.
De ahí que debamos ejercer el control
de todo cuanto hacen, dicen, piensan y
sienten. Y controlaremos sus amigos,
sus útiles, la ropa que deberían
ponerse y hasta los juguetes con que
deberían jugar.
De este modo, tendrán su primera
bicicleta a los tres años y cuando la
nena cumpla quince, le regalaremos
una muñeca. Por eso, a menudo
vemos a hombres grandes, jugando
con autitos. O mirando el fútbol por
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televisión, para imaginar cómo
hubieran podido jugar si sus padres
hubieran pateado con ellos, una
pelota.
Ya les dije que el razonamiento
humano, a veces, gatea por el suelo.
Pero bueno, sigamos con el tema del
control y veamos cómo la madre suele
supervisar las tareas escolares, para
que la maestra, que es quien debe
hacerlo, no encuentre errores y crea
que nuestro hijo es un genio, o para
demostrar que somos madres
eficientes.
Pero también la maestra ayuda con
sus excesos en reprimendas y castigos
para ayudar a que nuestro hijo, se
sienta como un verdadero inútil.
Principalmente, cuando él se porta mal
o no lleva hecha la tarea y ella le envía
una nota a su mamá. De esta forma, lo
que está queriendo decir es que él no
es el responsable del incumplimiento,
sino su madre.
¡Vamos seño! Si todos vamos contra
los chicos lograremos que ni siquiera
sonrían. Basta de dar órdenes como:
“No se muevan” “No hablen”“ No se
paren”, porque los chicos ya tienen
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muchas de esas represiones en su
casa, como “No verás televisión”, “No
saldrás a jugar”, “Te irás a dormir si
peleas con tu hermano”, etc.
Alguien tiene que parar, si no todo se
convertirá en un TIRE sin AFLOJE, que
terminará en un ataque de impotencia
y llanto.
Es la SIN RAZÓN de la RAZÓN
HUMANA, la que produce estos
lineamientos educativos o mejor
dicho, des-educativos. Porque educar
no es ejercer el poder sobre los
pequeños, sino brindar y ejercer
sabiduría que genere respeto.
Dice Rosa Barocio, quien es diplomada
en educación Waldorf y Montessori y
se especializa
en desarrollo humano:
“…. si pienso que mi hijo me
pertenece, puedo concluir que tengo
derechos exclusivos sobre su vida y
que puedo hacer con ella lo que me
venga en gana. Puedo moldear a mi
hijo de acuerdo a mis
preferencias, es decir, tratar de
modificar su temperamento, si es
tímido y soñador pero lo prefiero
alegre y sociable, tiene que ser
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diferente para complacerme. Mi hijo
entonces, está aquí para hacerme feliz.
Para tenerme satisfecho. Para cumplir
mis expectativas y realizar mis
sueños ...”
Pero esto no debe ser así, porque no
todo debe estar bajo nuestro control.
Sólo deberíamos supervisar que no
esté en peligro. Dejémoslo ejercer
desde que es bebé su libre albedrío Y
que sienta hambre, o sueño, que se
despierte solo, que llore o no llore,
siempre que esté sano.
Dejemos que a medida que crezca,
pueda decidir de acuerdo con sus
gustos, o al menos, entre dos
posibilidades, ya sea entre dos
comidas o dos atuendo de vestir, o dos
maneras de hacer las cosas. Así les
estaremos ayudando a ser flexibles,
amplios y a comprender que los
problemas, siempre tienen más de una
solución.
Hagamos que entienda las razones por
las que debe alimentarse bien, no lo
subestimemos porque creamos que
eso le pueda resultar difícil,
ayudémoslo a elegir entre las
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proteínas que más le agraden y a
valorar la calidad de un alimento.
Busquemos la oportunidad de
explicarle y de compartir charlas al
respecto. El desentenderse no
resulta, ni incentiva al niño a
alimentarse, ya que capta la
indiferencia y se empeña en llamarnos
la atención, haciendo lo contrario a lo
que esperamos
que haga. Si no come, no podemos
cometer la torpeza de “dejarlo sentado
hasta que termine de comer” porque
terminará odiando a la comida que
le impide ser libre.
Yo no niego que eso da resultados,
pero no es el método adecuado. Si
queremos que se alimente bien,
respetemos los horarios de la comida,
sus gustos, hagamos que aprenda a
distinguir cuando siente hambre de
cuando siente un simple deseo de
comer algo porque lo ve y le gusta.
Presentémosle, al menos dos opciones
para elegir, entre alimentos
reemplazables entre si, como dos
frutas, como huevos o carne, etc.
Hablándole siempre de lo que es un
alimento y por qué debe alimentarse.
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Una práctica excelente para cuando el
niño sabe leer, es ir al supermercado a
buscar alimentos saludables y elegir
juntos, de acuerdo a lo que dicen las
etiquetas. Esto requiere de paciencia,
pero una vez que elijan uno, ya no
deberán volver a revisar las etiquetas,
sino para los nuevos productos. Incluso
cuando un niño pide algo, hay que
aprovechar para ver qué clase de
alimento es.
Descartar los que tienen muchas
sustancias químicas y conservantes,
porque son tóxicos y junto al niño, hay
que tratar de elegir otro de las mismas
características que sea más sano.
Nunca poner a todos las golosinas en
el mismo nivel de aceptación o de
descarte. Nunca decir “no porque es
un dulce y tienes que almorzar” sino
debemos decirle “podemos llevarlo
para que lo comas a la tarde”.
Incentivar la vida sana, es un
aprendizaje adecuado para la infancia.
Se puede realizar con ellos alguna
actividad física que deberán realizar a
diario, porque es el momento de que
entiendan, que es una necesidad. Por
ejemplo, debemos proponerle caminar
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todos los días, aunque fuere una
actividad
de corta duración. Eso mejora su salud
y despierta apetito, además de crearle
un hábito.
Presentémosle opciones de actividades
que no dependan de un gimnasio y
acompañémosle.
Porque si sacamos a caminar a nuestro
perro, cómo no hacerlo con nuestros
hijos.
¿O es que tampoco sacamos a pasear
al perro?
Debemos hacer que elija su comida
con algún criterio de “comida
saludable” o “conveniente” y hablar
constantemente sobre ello,
intercambiando ideas .Dejemos que se
diferencie de nosotros.
Si el niño viene de la escuela es
normal que la comida esté lista y no
podemos hacer que elija, pero en un
fin de semana, podemos hacerlo y
hasta lograr que ayuden en la cocina.
Debemos preocuparnos de ciertas
cosas, para no tener que ocuparnos en
el futuro, de problemas como la
obesidad, el consumismo, el
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sedentarismo y otras cosas que nos
darán dolores de cabeza.
Porque si no nos ocupamos de hablar
con él a la
hora en que quiere saber, no
queramos hablar de
estas cosas cuando ya no sea un niño
y haya adquirido hábitos no
convenientes para su salud física y
psíquica.
A la hora de elegir la ropa, no hagamos
diferencias entre ropa de salir o para
estar en casa, sino que charlemos
sobre qué ropa es adecuada o no, para
tal o cual ocasión, por la temperatura o
porque resulte más cómoda, etc.
Reemplacemos el “esto es para salir”
por algo como: “Me parece que esto es
más apropiado si vas a jugar con
tierra”. O “¿Qué te parecen éstas
prendas que son más abrigadas?”
Pero si no resulta lo que le
proponemos, dejemos que elija, para
que su decisión siempre esté primero
que cualquier opinión y no se haga
dependiente de
la aprobación de los demás, para
decidir alguna cosa. Es trabajosa la
propuesta pero es la debida.
41
Si se equivoca con la ropa que eligió y
tiene calor, aprenderá para la próxima
vez.
Si le decimos “usa o no uses esto,
porque es nuevo o porque que es
viejo”, el niño valorará las cosas
nuevas y descartará las viejas, sin
comprender que lo viejo también tiene
utilidad. Aprendamos a que valore a la
ropa por su utilidad de acuerdo con el
momento, la ocasión o la temperatura.
Tampoco digamos “ese mantel es para
las visitas”, porque es bueno que
piense que él también merece lo
mejor,
al igual que las visitas. Eso aumentará
su auto estima.
Sólo con dedicación, perseverancia y
tiempo, ellos
deducirán el camino correcto. Sin
premios ni castigos físicos ni psíquicos,
sino simplemente, porque sufrirán las
consecuencias de sus propios errores.
Si salen desabrigados, tendrán frío. Si
no hacen la tarea, la maestra los
reprenderá. Si se olvidan de llevar la
plasticola, no podrán trabajar y
aprenderán a no olvidarse. No
debemos reemplazar su memoria por
42
la nuestra. Tampoco ir a la escuela por
ellos.
Dejémoslos ser. Tengamos confianza
en ellos “porque deducirán el camino
correcto” y no “le enseñes el camino”,
para que sean ellos mismos y no una
copia de ti. Porque si hiciéramos nada
más que copias de nosotros mismos,
nunca podríamos evolucionar, ni
perfeccionarnos.
Pero siempre, cuando él nos pida
ayuda, debemos ser solidarios.
Pero esto, no significa hacer lo que él
tiene que hacer, sino ayudarlo en
donde él se estanque..
Hagamos que ellos compartan las
obligaciones y responsabilidades en la
casa, sin imponerles nada, haciendo
que elijan alguna tarea, como podría
ser, regar las plantas, acomodar la
ropa y “no sólo la suya”, levantar los
juguetes, “incluyendo los de sus
hermanos”, en fin, deberá elegir entre
las tareas que él pueda hacer y
comprometerse responsablemente.
Nunca debemos decirle “guarda tus
cosas” porque lo que haga, debe ser
una tarea general. No fomentemos el
43
individualismo, sino siempre la
solidaridad.
Y algo muy importante, hagamos de
nuestros niños personas que sepan
relajarse los fines de semana, que
aprendan a cortar la rutina y sólo así,
serán hombres o mujeres felices, sin
mal humor, ni estrés.
Cuántas personas adultas están
acostumbradas a quedarse en casa y
les molesta salir, tomarse un
descanso, ir de paseo, porque no
saben disfrutar del ocio. Y eso, viene
desde la cuna, cuando sus padres le
metieron en la cabeza de que el ocio
es malo y no está bien disfrutarlo,
como tampoco está
bien divertirse, porque primero están
las obligaciones. Pero resulta que las
obligaciones nos ocupan todo el
tiempo y no nos permiten hacer otra
cosa. Por eso es tan importante que
nos propongamos, con nuestros hijos,
hacer un corte
para disfrutar los fines de semana o
cualquier otro día.
A la hora de divertirse, que bien puede
ser un día fijo a la semana, leamos con
ellos la cartelera de espectáculos y
44
adecuemos la salida a nuestro bolsillo.
Los niños entienden perfectamente
que, a veces, no podemos gastar y
deben elegir opciones de menor costo,
como ir a las hamacas del parque.
Acompañémoslos siempre. Pero
también tenemos que disfrutar de la
salida o del evento que eligieron.
No tomemos la salida infantil como
una carga. Participemos con ellos, sin
pensar en las otras tareas que
dejamos de hacer. Cuando crezca, él
también se tomará su tiempo para ser
feliz. Y hará lo mismo con sus hijos.
A lo largo de mi vida, he visto a
muchos chicos aburridos, cuyos padres
sólo se limitan a compartir
la mesa, el televisor y el beso de
buenas noches.
Son padres proveedores, ya sea de
alimentos, de ropas, de calzados, de
academias de danzas, de idiomas y de
cuanta otra cosa que sirva para
sacarlos un rato de casa, con cierto
decoro y buena excusa.
Esos son los padres, que ante la menor
disputa entre hermanos los mandan al
cuarto, o sea, que los castigan
psicológicamente, prohibiéndoles ir a
45
la casa de algún pariente que ellos
aman, o los mandan a dormir sin que
sea la hora de hacerlo y lo hacen sólo
para sacarlos de escena. O desligarse
del asunto.
Ese tipo de padres, no permiten que
sus hijos falten jamás a la escuela, sino
que irán, sí o sí, con
fiebre o sin ella, porque tenerlos en
casa resultará un fastidio. Y hasta
dirán que está mejor del resfriado, que
no tienen que perder la clase, aunque
vayan a jardín de infantes y sin que el
médico les dé de alta.
Así es como, los pequeños aprenderán
a odiar la escuela, el inglés, la música
y todo aquello que un día los sacó de
casa y les impidió disfrutar de su
tiempo y de sus padres.
Desde ya, quiero hacer la salvedad de
que existen personas que conocen la
diferencia entre ser padre
y tener hijos. Debo decir que no son la
mayoría, pero sin embargo, a ellos
debemos agradecerles la felicidad que
se refleja en esas caritas infantiles y
que nos hacen sonreír, de vez en
cuando, cuando las descubrimos.
46
En cambio, hay padres que abandonan
a sus hijos aunque les provean de lo
necesario para que estén saludables
físicamente, ya que por lo general,
tienen una buena situación económica
y por ello, son proclives a mandar a
sus hijos desde muy pequeños a
guarderías de moda, o contratan
niñeras para que se ocupen de todo,
mientras van a jugar al tenis, al spa, al
trabajo, o al gimnasio. Todas
actividades perfectamente loables y
necesarias, siempre que no sean
realizadas a costa
del tiempo que debemos brindarles a
nuestros niños.
Porque, aunque les parezca una
exageración, hay quienes tratan a sus
hijos como al perro, porque también le
proveen de un alimento costoso y
balanceado, lo llevan al veterinario, le
colocan las vacunas, lo hacen adiestrar
para que no ensucie ni moleste y hasta
suelen contratar a alguien para que lo
saque a pasear y luego, lo dejan en el
patio trasero hasta el domingo, cuando
le dedican 10 minutos para tirarle un
hueso ( de juguete ) para que se lo
devuelva o algún otro juego, porque
47
los perros, a diferencia de los niños, no
pueden entretenerse con la televisión,
ni con la Play Station
y reclaman cariño con estridente y
molestos ladridos.
El niño, es más inocente y lleva las de
perder, porque no ladra y suele querer
llamar la atención de los padres
llorando por cualquier cosa, o peleando
con su hermano, por lo que termina
encerrado en su cuarto, si es que
antes no decide enchufarse al MP3, al
televisor o a la computadora. Y a pesar
de todos esos “chiches” sigue diciendo
que está aburrido, cuando en realidad
lo que quiere decir es “que necesita
que papá o mamá jueguen con él.” O
que lo escuchen cuando papá mira el
partido o su madre charla y charla con
sus amigas, que invitó a comer”.
Tengamos en cuenta que, por lo
general, su papá llega a la casa de
noche, conversan trivialidades con su
mamá, enciende el televisor para ver
el noticiero o el partido, para luego irse
a la cama sin compartir más que un
beso de buenas noches. Perdón, me
olvidaba de que, a veces, va a jugar
fútbol con sus amigos, aunque nunca
48
lo haga con su hijo varón, que siempre
se lo reclama, ni comparte ningún otro
juego porque siempre está cansado.
Su mamá puede hablar durante horas,
en reuniones
“de visitas” donde siempre hay comida
y charlas hasta la madrugada, pero no
puede dejar de arreglar el jardín, ni de
planchar la ropa, para contarles alguna
historia de cuando era niña o de
cuando su maestra la reprendió por
algo. Nunca tienen ganas de jugar con
nosotros, se quejan muchos niños en el
jardín de infantes.
Y la escuela tampoco es un ejemplo.
Fíjense que una vez, leí una frase
escrita en un pizarrón de la entrada de
un prestigioso establecimiento escolar,
que decía: “Aquí aprendemos
jugando”. Y me pareció maravillosa.
¡Qué bien!, me dije. Pero luego
supe que no era verdad, porque allí, la
educación se basaba en el rigor, en la
amenaza de ponerles una mala nota o
en un paseo por la dirección.
No obstante, cuando llegué al jardín
que yo dirigía, escribí en el pizarrón del
ingreso: “Aquí enseñamos jugando,
49
crecemos soñando y nos entendemos,
hablando” ¡Y lo cumplimos!
Porque tuvimos como meta principal,
el diálogo con los niños, las charlas, los
paseos, los juegos, las artesanías, el
baile, donde los docentes y los niños
compartían todo.
Recuerdo que lo primero que
hacíamos, todos los días, era dar una
breve caminata “la típica vuelta al
manzano”, saludábamos a los vecinos
y les preguntábamos cómo estaban,
cuando barrían la vereda. Lo curioso
de esta actividad física, fue que cada
día, más vecinas salían a la vereda a
esa hora, esperando a que pasaran los
niños.
Y lo mejor de todo, fue que otros
jardines cercanos comenzaron con la
práctica. ¡Linda experiencia!
El resultado de compartir a diario, esas
breves caminatas y algunos juegos,
fue increíble.
Los niños no se querían ir, a la hora del
regreso a casa, porque les gustaba
jugar con sus maestras.
Y a propósito de la desvalorización del
juego por parte de los adultos, veamos
lo que dicen, los autores del libro OJOS
50
DEL CIELO, que han escrito lo
siguiente: “¿Cómo va a ser importante
para la criatura el juego, si no lo es
para el adulto que está con ella? ¿Si el
adulto no participa del juego
demostrando la importancia y el valor
que tiene?
Una de las maneras de aprender es
por imitación. ¿Qué imitan de nosotros
entonces las criaturas? Si el valor del
juego es nulo para el adulto, entonces
lo será pronto para la criatura también.
¿Hacia dónde la estamos dirigiendo?
Les trasmitimos que el juego es una
etapa de "tontuelo" por la que tiene
que pasar la humanidad. Y que cada
vez que quiera jugar se quedará solo,
porque podemos estar juntos
(físicamente), pero estarán "solos en el
espacio emocional" porque no se
interactúa, no hay entrega de sí, por
parte del adulto. No hay mirada, no
hay atención, no hay contacto físico,
risas, caricias, entrega de nuestra
creatividad, ni el disfrutarse con
placer, ni el quererse....”
Por eso, pienso que es muy común ver
a las jóvenes familias en los comienzos
del siglo XXI, entusiasmadas en
51
proyectos con amigos, para ir a comer,
para irse de vacaciones juntos, para
salir a ver a tal o cual espectáculo,
para ir al shopping, etc. Y son tan
socializados, pero con personas de su
edad. Sin embargo, cuando no están
con esos grupos, se ven apagadas,
recluidas dentro de sus pensamientos
o en sus tareas, como verdaderas
familias internamente autistas.
Pero ¿Qué falta en ese tipo de
familias?
Yo he conocido a unas cuantas de
ellas, que se mueven en el interior del
hogar, de manera que cada uno
marcha por su lado.
Y vemos como los adultos trabajan,
contratan niñeras para sus hijos, que
además de asistir a la escuela, realizan
dos o tres actividades extras que no
eligieron sino que fueron inducidas por
los padres.
Pero resulta que cuando terminan con
todas esas obligaciones individuales y
se reúnen físicamente con el resto de
la familia, continúan aislados
emocionalmente, porque cada uno se
enchufa a algún aparato, ya sea
televisión o computador o play station,
52
hasta que se sientan a la mesa para
cenar. Y allí, aunque hayan apagado el
televisor, para poder conversar en
familia, sólo se escucha: ¿Quieres un
poco de ensalada? “Deja que te corto
la carne” O “¿Te lavaste las manos?” O
“debes comer, aunque no te guste,
porque es lo que hay”. O “come tres
bocados más” o “hijo, has dejado toda
la comida” o “tienes que comer todo”.
Cualquiera de ustedes puede tomarse
el trabajo de
verificar lo que digo, ya sea, en la casa
de algún amigo o en la propia casa,
grabando lo que se habla durante la
cena.
Luego, viene la sobremesa y el
interrogatorio siguiente: ¿Qué te
dieron de tareas?”, o la “preparación
de útiles”, el “baño obligado”, el
“planchado de una camisa” y por
supuesto, “el irse
a la cama lo antes posible” y el beso
de buenas noches.
Y yo les pregunto: ¿Eso es compartir
en familia? ¿Es conversar?
Y claro, ahora sabemos por qué los
niños están permanentemente
“ABURRIDOS”, es decir disconformes
53
consigo mismo y sin creatividad para
entretenerse, para inventar un juego, o
sea, que necesitan o dependen
siempre de otro, hasta para jugar. No
saben pensar solos. Necesitan de
alguien, es decir necesitan AFECTO Y
APEGO.
¿Serán los padres capaces de tener
dedicación, tiempo y sensibilidad
emocional, como para disfrutar en
compañía de sus hijos?
LA FAMILIA CLAN
54
misma casa o aunque cada uno haya
formado su propia familia.
En el clan, sus integrantes hacen las
mismas cosas y se comportan según lo
establecido por el jefe, que por lo
general, es un familiar que prevalece y
tiene influencia sobre todo el grupo.
Por ejemplo: todos van a ver los
mismos programas de TV, leen los
mismos libros, ven las mismas
películas, los mismos espectáculos,
van de vacaciones a los mismos
lugares, aunque no vayan juntos, se
van pasando la ropa, los libros, los
juguetes y hasta siguen las mismas
carreras universitarias.
Así veremos familias del tipo clan,
donde todos eran médicos u
odontólogos, pero no quiero decir que
esto no pueda suceder también, con
familias que no se comportan como
clan, ya que muchas veces, la
admiración por un determinado
familiar destacado en alguna
profesión, provoca estímulos para que
sus descendientes o familiares
directos, también deseen dedicarse a
esa profesión.
55
En el clan, esto sucede de otra forma,
es decir, mediante la manipulación,
para que cada individuo adopte las
tradiciones familiares. Son como
células de un mismo organismo. Viven
siempre comunicados o en contacto,
ya sea telefónicamente o por e-mail,
aunque vivan en lugares lejanos y
donde todos saben lo que les sucede a
cada uno y opinan sobre ello, porque
viven en constante interacción, ya sea
entre primos, hermanos, tíos, abuelos,
pero excluyendo a cualquier otro que
no pertenezca al clan, inclusive, no
toman en consideración las opiniones
del cónyuge, que no pertenece al clan
principal. Tienen una vida paralela, con
el cónyuge y con la familia de origen. Y
ambas familias sólo se integran en
apariencia, no en la realidad.
Recuerdo el caso de un niño de 10
años, que estaba gravemente
enfermo, al que debían operar de
urgencia. El clan decidió que lo mejor
era que lo operara un determinado
cirujano. Y así ocurrió, desoyendo la
opinión del padre, aunque después de
fracasar con la operación debieron
56
recurrir al profesional que había
propuesto el cónyuge.
Otro caso que recuerdo, es el de un
señor que quería poner un negocio.
Entonces, como había que ponerle un
nombre, decidió que el clan propusiera
algunos nombres y luego se votara. Así
surgió el nombre del negocio. Y este
mismo método se aplicó para elegir el
nombre de cada bebé que nacía en la
familia. Por lo general el cónyuge
perteneciente al clan, manipula al otro
para que acepte las decisiones del
clan, que por supuesto, le presenta
como propias.
Este tipo anormal de encastre familiar,
se ve más a
menudo, cuando ha habido algún jefe
de la familia,
que por algún defecto físico ( Ej.;
inválido, sordomudo, ciego, etc.) o
psíquico (Ej.; violencia, abuso, etc.) o
alteraciones psiquiátricas (Ej.:
demencia no tratada, etc. ) o
adicciones (al alcohol u otras
sustancias.), ha hecho imposible o ha
limitado a la familia, en su contacto
con la sociedad, ya sea, por miedo o
vergüenza.
57
Y entonces ¿Qué hace la familia?
Encerrarse, protegerse y sociabilizarse
sólo entre los miembros que la
componen, tratando de ocultar a los
demás, el problema que sufren.
Sin embargo, esta familia puede
conectarse externamente, con grupos
satélites que giran en torno al clan,
como por ejemplo, amigos, que luego
lo serán de todo el clan, pero esta, es
una relación social aparente y
superficial. Este tipo de relación
familiar es enfermiza y de algún modo
autista, ya que vive aislada de grupos
foráneos aunque, a veces, aparente
ser muy sociable.
Digamos que tienen relaciones con los
demás pero no participan a nadie de
los asuntos del grupo ni de sus
conflictos, que suelen ser muchos y
que ellos no pueden modificar sin
ayuda profesional.
La mayoría de los autores,
profesionales en la materia, clasifican
a las familias, según si están
compuestas por padre y madre, si
conviven con otros familiares o no, o si
son o no numerosas.
58
Olvidándose de cómo se relacionan
psíquica y emocionalmente entre ellos
y hacia afuera. Pero ese, será un tema
para otro libro.
Mejor volvamos al tema principal y
veamos qué nos dicen los autores del
libro OJOS DE CIELO, respecto del
juego entre padres e hijos:
“….Las criaturas desean jugar todo el
día y la mayoría de los padres no
quieren entrar en el lenguaje del juego
infantil, por un bloqueo psicológico. Al
no entrar en el mundo de la criatura,
no hay comunicación, hay bajada de
línea, se impone unilateralmente una
manera de ser, la del adulto. Y el
mensaje es:
59
hablar y hablar, porque es la única vía
posible que tiene de comunicación con
el adulto.
La lista de síntomas que manifiestan
las criaturas, producidas por el rechazo
de los adultos, es larga y variada.
Siguiendo el ejemplo de que algunos
niños, se sobre-esfuerzan para hablar
como adultos, porque es la única
manera de existir. Solamente existe si
un “otro” reconoce su existencia.
Como el adulto no quiere compartir el
mundo lúdico de la criatura, se sobre-
esforzará por hablar reprimiendo sus
deseos de jugar, destruyendo su niñez
y su yo.
Abandona sus deseos, para ser
aceptado en el mundo adulto, y ellos
maravillados, dirán: “Que bien que se
comporta, parece un adulto”, “Que
centrado es mi pequeño”…
“…Esta violencia que produce el hecho
de ignorar
y no poder atender las demandas de
las criaturas, las vuelve carentes de
afecto. Y a esa violencia los niños la
suelen descargar contra sus pares
(hermanos, amigos y/o desconocidos ”
60
APRENDAMOS A SER PADRES
61
llenan de miseria y nos educan para
que seamos ignorantes, los psiquiatras
que nos vuelven locos y los psicólogos
que creen saberlo todo y no saben
cómo esconder sus propios conflictos.
Siempre tuve una enemistad profunda
con la universidad, porque todo lo que
se hace universal se hace vulgar,
común, general y repetido, sin
garantizar la verdad. ¡Y así es como
está el mundo!...”
62
inteligente y honesto consigo mismo y
con los demás y eso era lo que yo
estaba festejando interiormente,
cuando todos festejaban la obtención
de su título.
Creo, sinceramente, que la sabiduría
es siempre autodidacta y se basa en la
observación directa y en la
experiencia, lo cual nos permite
diferenciar lo verdadero de lo falso que
hay en la enseñanza universal y en los
libros, con que pretenden formarnos.
A lo largo de mi experiencia, como
educadora, he visto demasiados
conflictos y problemas psíquicos y
emocionales, tanto en niños como en
adolescentes, aún en hijos de
universitarios, como para creer que los
padres que tienen esa formación, les
puedan garantizar una vida más
saludable y feliz, que cualquier otro
padre con sentido común.
En mi experiencia universitaria me
enfrenté, muchas veces, con la lógica
de algunos profesores, que querían
llevarme de las narices a que creyera
ciertas verdades del sistema político
social, que yo no aceptaba con mi
sentido común.
63
En un primer momento, eso me trajo
dificultades pero, luego, me gané el
respeto de muchos profesores, por ser
leal a mis convicciones y coherente
con mis razonamientos.
Pero volvamos a los niños:
Dice Rosa Barocio, en su libro
“Disciplina con amor”: “….Nadie nos
ha entrenado para ser educadores y
educar es una tarea compleja. Por un
lado, vemos que no funciona ser
autoritarios, como fueron nuestros
padres y maestros, pero por otro,
vemos que la permisividad trae
consecuencias muy graves. ¿Cómo
lograr el equilibrio para que nuestros
hijos y alumnos crezcan sanos, con
autoestima y a la vez, sean
respetuosos y responsables? ¿Es
posible poner límites y ser firmes, pero
al mismo tiempo ser amorosos?....”
Y yo les digo, que sí se puede. Sólo
debemos prestarles atención y
dedicarles un poquito de nuestro
tiempo.
64
¿SE LES PUEDEN DAR CHIRLOS ?
65
…Pero cuando les pegamos, lo que les
estamos enseñando es que cuando las
cosas se ponen difíciles, así se
solucionan, con violencia, y que sí
vale que el fuerte se aproveche del
débil.
Luego este niño va al colegio y cuando
tiene una dificultad con un compañero
¿Cómo va a resolverlo? Por supuesto,
con un golpe.
Entonces, la maestra lo regaña y le
dice que es malo golpear. Y el niño se
confunde: Qué raro…..porque es así
como arreglamos las cosas en casa.
Por otro lado. ¿Nos hemos puesto a
pensar la impotencia que debe sentir
un niño ante la violencia? ¿Ante la
ira descontrolada de un adulto, que en
relación con su estatura, le debe
parecer un gigante? Imaginemos, por
un instante, si se nos aparece un
hombre enojado de 3 metros de
estatura y nos golpea ¿Nos podemos
dar una idea
del miedo que sentiríamos al saber
que no tenemos posibilidades de
escapar? ¿Que nuestra vida está en
sus manos? Ellos sienten impotencia
66
cuando los golpeamos, miedo,
frustración y resentimiento.
Pero esto no quiere decir que las
nalgadas no sirvan, por el contrario,
funcionan.
Yo le doy una nalgada a un niño y
entiende, no lo vuelve a hacer.
Pero estamos pagando un precio muy
alto por esa obediencia. El precio que
pago al intimidarlo, es el precio de
nuestra relación. Porque es imposible
querer a una persona que nos provoca
miedo. EL MIEDO Y EL AMOR, SE
EXCLUYEN uno al otro”.
Pero seguramente, ya se estén
preguntando quién es Rosa Barocio,
porque se nos ha acostumbrado a
ver la verdad detrás de los títulos
académicos, no importando mucho si
están o no en lo cierto. Pero
por suerte, Rosa Barocio, tiene una
importante trayectoria, como mujer
dedicada a la educación y desarrollo
humano, a saber: Es licenciada en
educación pre-escolar, diplomada por
la Asoc. Montessori y diplomada por el
Rudolf Steiner Collage de Sacramento
en educación Waldorf.
67
Posee 30 años de experiencia
trabajando con niños, capacitando a
docentes, asesorando y dirigiendo
escuelas, orientando a padres de
familia, impartiendo conferencias y
cursos en Institutos educativos y
empresas tanto en México, EEUU,
Europa, Asia, Sudamérica y Asia.
Ella también se ha referido al tema de
la violencia que solemos ejercer los
padres en nuestros hijos.
Y cabe aclarar, que cuando hablamos
de violencia, no nos estamos
refiriendo, únicamente, a lo que la
autora llama “nalgadas” y que
nosotros llamamos “chirlos”, sino
también a la violencia psicológica, a la
presión, a la amenaza, al aislamiento
del niño, cuando lo mandamos a
encerrarse en su cuarto, con el
pretexto de “pensar” en lo que hizo o
dejó de hacer, como si su cuarto fuera
un templo o una cárcel. O cuando le
decimos: “desaparece de mi vista”, lo
que el niño traduce como “no quiero
verte” y que significa un tremendo
golpe a su auto-estima.
O cuando lo obligamos a ponerse o a
quitarse una ropa, ir o no ir a algún
68
lugar, o cuando lo tratamos con
artilugios, es decir lo manipulamos
para que el
Niño, finalmente, haga lo que nosotros
queremos, abusándonos de su
ingenuidad o cuando empleamos
alguna falsedad para obligarlo a
responder de tal o cual manera y nos
aprovechamos de su buena fe.
Hay madres muy hábiles en presionar
a los hijos mediante LA
MANIPULACIÓN.
Lo practican con el cónyuge, cuando
no le hablan por días o cuando
discuten a los gritos o lo amenazan
con el divorcio o con serle infiel, etc. Y
todo eso, delante de los niños.
Y a esa práctica manipuladora, la
aplican también a los niños, donde les
resultará más fácil, porque los
pequeños ya la han visto enojada y no
les gusta verla así.
A veces, una orden en un tono más
alto, les provoca el terror y el llanto.
Hay quienes usan otra táctica de
presión, como las promesas de
comprarle algo o el prohibirles tal o
cual cosa que les gusta, etc.
69
Y hasta se usan insultos degradantes y
castigos sin razón, como irse a dormir
sin comer, etc.
70
memoria. No se pierde nada. Estas
experiencias se codifican como un tipo
determinado de información y llegando
a la edad adulta influyen --aunque
inconscientemente--
en nuestro modo de pensar, sentir y en
las formas en las que actuamos.
Cuando nacemos dependemos de los
adultos y nuestra dependencia nos
lleva inconscientemente a desarrollar
un comportamiento con el que agradar
a las personas que nos rodean. Y lo
hacemos así, a pesar de los maltratos
que recibimos, porque para sobrevivir
necesitamos alimento, cuidados y
amor.
Los primeros años de la vida de una
persona son los más importantes y una
educación basada en el autoritarismo y
la violencia causa graves daños.
Cualquier golpe que recibimos en
nuestros primeros tres años de vida
nos afecta.
En esos años termina de construirse la
estructura del cerebro humano. Por
eso, es tan importante que en esa
etapa los niños reciban amor y
protección, y ningún tipo de crueldad,
de menosprecio o de burlas.
71
En la mayoría de los países del mundo,
también en
Nicaragua, golpear a un niño suele ser
un remedio habitual y permitido para
educar. “Un golpe no hace daño”,
decimos, para justificar esos golpes.
Los adultos ejercen violencia contra los
niños porque tienen el poder de
ejercerla. Esa violencia queda grabada
en la memoria de los niños y el
aprendizaje que deja en ellos es que el
único medio efectivo de comunicación
disponible es la violencia.
El niño no hace caso a los golpes
porque entiende lo que le piden sus
padres que haga. Hace caso y obedece
por miedo a recibir más golpes. ……….
Alice Miller hace énfasis en la
importancia de analizar y de enfrentar
nuestra propia infancia.
Propone reencontrarnos con la niña o
niño que fuimos y que sufrió golpes,
desatención, fajazos, gritos, insultos,
abuso físico, psíquico o sexual…
Dice que…. “las humillaciones, golpes,
bofetadas, traiciones, abusos sexuales,
mofas, burlas, desatenciones, son
formas de maltrato, porque dañan la
integridad y dignidad de un niño,
72
aunque sus consecuencias no sean
visibles inmediatamente.
Como adultos, la mayoría de los niños
maltratados sufrirán. Y peor:
permitirán que otros sufran por
estos daños”….
“Otra enseñanza que encontramos en
los libros de
Alice Miller (en particular en “La
Madurez de Eva”) es que la cultura
cristiana nos “obliga” “a honrar a
padre y madre”, aun cuando hayamos
recibido de ellos maltratos y abusos,
incluso crueles.
Es un camino equivocado. La verdad,
es la que nos
hace libres….”
La página Web de esta escritora
inteligente y luchadora www.alice-
miller.com, tiene ahora un enlace
hacia una página en español, donde
están algunos de sus textos, en los que
encontrarán conocimiento y sabiduría.
Algunos de sus libros son: El drama del
niño dotado, El saber proscrito,
Por tu propio bien, La madurez de Eva,
El cuerpo nunca miente.”
Hasta aquí, la nota periodística, pero
yo quiero agregar otro tipo de
73
violencia, entendiendo por ella a toda
acción que obligue al niño a hacer algo
que no quiere hacer. Y esto se puede
lograr de varias maneras, entre las que
se encuentra la violencia física
(Golpes, palizas, cintazos, etc.) o
psíquica (presión, amenazas,
penitencias exageradas o inoportunas,
etc.) que ya mencioné o por la
manipulación, que es una de las
formas más usadas por las madres
para “convencer” a sus hijos, es decir,
para vencer su razonamiento con su
inteligencia adulta, que por ser
superior, constituye un abuso en
relación a la del niño.
Si vamos al diccionario veremos que
manipular es influir en alguien o algo,
mediante la astucia o por medios
ilícitos.Por ejemplo: Cuando le decimos
a nuestro hijo, que si no convida a su
hermano con el postre, se le puede
meter un sapo en la barriga.
Si bien este es un ejemplo casi
grosero, los hay mucho más serios,
como por ejemplo, cuando el papá de
un alumno de mi jardín, le hacía creer
a su
74
hijo de cinco años, que sólo se mueren
las personas cuando son viejas. A esa
mentira, la oí de un padre
universitario.
Pero resulta, que por esos días, en el
jardín de infantes se murió el
hermanito recién nacido, de un
compañerito y ese niño me preguntó
porqué se había muerto si no era un
viejito y tuvimos que explicarle que la
muerte no era algo que le ocurría
únicamente a los ancianos. Por ese
motivo, tuve problemas con su papá
porque había tomado mi intervención
como una intromisión en el modo de
crianza de la criatura. Y al explicarle
que en el pre-jardín de infantes que yo
dirigía, se educaba sólo con la verdad,
él decidió retirarlo y enviarlo a otro
establecimiento.
Yo creo que los niños tienen derecho a
la verdad, como cualquier otro ser
humano. Sólo el modo de conocerla
puede ser diferente y debe estar de
acuerdo con la edad.
Otro caso que recuerdo fue en el
primer grado de
la escuela primaria, en ocasión de un
terremoto ocurrido en México, en que
75
los niños me preguntaron si aquí
también podía ocurrir. Entonces, tuve
que explicarles a todos, cómo se
producían los terremotos y ellos
pudieron deducir claramente, que en
cualquier parte del planeta podían
ocurrir, aunque era más probable que
ocurrieran más en algunas regiones,
debido a fallas de la corteza terrestre.
Los niños se sintieron satisfechos y sin
temores.
Pero cuando llegaron a su casa,
algunos hablaron de ello con sus
padres y al día siguiente, una madre
me increpó, antes del inicio de clases,
para exigirme que le aclarara a su hija
que en Córdoba, no podrían producirse
terremotos. A lo que me negué.
Precisamente, a los pocos días se
produjeron tres temblores en Córdoba,
sin consecuencias, y la niñita les
explicó a sus compañeros cómo los
había sentido y adónde estaba en el
momento de producirse y nos contó
que ella no se había asustado porque,
como dijo su maestra había que
mantenerse tranquilos. La mamá me
pidió disculpas y todo terminó bien,
como se esperaba.
76
Negar la existencia de algo, resulta
cómodo para no tener que explicarlo.
Pero eso es manipular a los niños
mediante la negación. Como el hecho
que se niega no existe, entonces no se
tiene que hablar de él.
Muchas veces, esto suele usarse con el
cónyuge, cuando sabemos que va a
enojarse por algo, se lo ocultamos y
listo. Claro que también podemos
mentir y decir que algo que
compramos nos costó menos, para
evitar discusiones. Eso es manipular.
Conocí a una mamá que recortaba las
marcas de prendas de vestir en
desuso, para coserlas en prendas
nuevas y económicas. De este modo,
le hacía creer a su hija que le había
comprado algo de la marca que ella
quería. Pero un día, alguien le dijo que
esa prenda era falsa y la niña se
enteró de que su madre le había
mentido. ¿No hubiere sido mejor
explicarle que su situación económica
le impedía realizar ciertos gastos?
En la manipulación se emplean
engaños, se utilizan los miedos del
niño, se ocultan hechos o se deforman
los mismos, para torcer su
77
pensamiento y su razonamiento. Y esto
es algo diferente a la presión
psicológica, que pueden ejercer los
premios o castigos prometidos.
Etimológicamente, manipular significa
hacer con las manos. En este caso, no
es con las manos que manipulamos,
pero es como si lo hiciéramos con
ellas. Significa que estamos usando la
inteligencia, como si fueran nuestras
propias manos para hacer lo que se
nos ocurra. Es como modelar una
arcilla. Así de fácil.
También se manipula cuando se
exaltan exageradamente las virtudes
para obtener un resultado.
Ej.: Como eres la más buena, sé que
irás a comprarme cigarrillos.
También se manipula mediante las
lágrimas.
Ej.: El niño que llora para conseguir
algo o la esposa que lagrimea para
que su esposo haga o no
haga algo.
Otro ejemplo muy común es cuando la
madre finge que llora y el niño
pequeño se asusta y la abraza.
Se manipula colocándose en situación
de víctima.
78
O usando el silencio para mortificar a
alguien. Como cuando se dice: “A mi
no me hables hasta que….”
En fin, hay muchísimas formas de
hacer que alguien deje de lado lo que
piensa para que piense como nosotros.
Pero en todos los casos, no estamos
permitiendo que ese ser sea libre y
mucho menos, feliz.
El premio o la recompensa es otra
forma de manipular al niño.
79
Rosa Barocio opina: “Me parece que
tener que ofrecerle una recompensa a
un niño, es tratarlo como una especie
de animalito. Eso se hace para
amaestrar perros o caballos con
excelentes resultados. Pero hacer eso
con un niño es faltarle el respeto.
Porque le estoy diciendo que no creo
que sea capaz de hacer algo que le
pido, a menos que le de algo a cambio.
También le estoy dando el mensaje,
que lo que le pido es tan absurdo y no
tiene valor, por lo que debo ofrecerle
una recompensa.
Pero me van a decir que las
recompensas funcionan. ¡Y claro que
funcionan!
Pero ¿Cómo afecta a nuestros hijos en
el futuro?
Porque tenemos que recordar que
muchas cosas funcionan a corto plazo
y pagamos un precio en el largo plazo.
Porque también amenazar y pegar
funcionan, pero pagamos un precio
muy alto, ya que lastimamos su
autoestima.
Los premios tienen otro peligro, ya que
iniciamos una carrera sin fin, hoy le
damos un dulce, mañana una muñeca
80
y es el cuento de nunca acabar. Y
luego decimos que son insaciables y
no se conforman con nada. Pero no, no
son insaciables, los hicimos insaciable.
Porque le metimos la idea de que lo
que hace no vale la pena, porque para
hacerlo, le tienen que ofrecer algo.
¿Por qué hay que premiar el que
nuestro hijo lo haga bien, si está
aprovechando una oportunidad que le
damos? ¿Para quién estudian, para los
padres o para ellos?
Distorsionamos la realidad. ¿Hay que
darles algo para que aprovechen la
oportunidad? (.....).”
Creo que a veces, vamos por lo fácil.
Un premio es
más rápido de prometer y de dar, que
una buena charla con nuestro hijo. Un
halago, es también simple cuando le
decimos a nuestro esposo: Tu hija se
sacó 10 y le prometí tal cosa.
Vivimos tan acelerados y nos hicimos
materialistas en un mundo donde
predomina el mercado, y queremos
ahorrar tiempo y buscando estímulos
falsos.
¿Es que no podemos hablar con
nuestro hijo o hija para saber cómo
81
resolvió esto o aquello, o saber en qué
consistió la evaluación o cómo se dio
cuenta de que estaba en lo cierto? ¿Y
si le preguntáramos sobre sus
compañeros, acerca de cómo les fue a
ellos? ¿Y si le pidiéramos que nos
explicara cómo llegó al resultado y nos
interesáramos en saber más acerca de
los procesos de nuestro hijo?
Porque a propósito de este querer
llegar a practicar este tipo de estímulo,
observen lo que le sucedió a María,
una mamá que resolvió interesarse en
las evaluaciones de su hijo Julián de 12
años:
82
--- ¿Estudiaste mucho?
---Más o menos.
----Hijo ¿Cómo supiste que 3 de 2/3 era
2? ¿Qué operación hiciste?
---No sé, a esa respuesta me la
dictaron.
83
sería, que si no te regalo es porque no
te quiero.
El razonamiento lógico debería ser, te
regalo algo porque tuve deseos de
hacerlo o porque puede gustarte o
quedarte bien. El obsequio es algo que
debe nacer como una decisión libre,
sin motivos que lo justifiquen.
Interiormente hay una necesidad de
hacer feliz al otro con algo que
creemos que pueda necesitar o querer.
Es algo que hacemos porque nos
satisface a nosotros. Jamás debe ser
un modo de manipular a los niños. Y
ellos deben aprenderlo, por eso no
está mal que a cierta edad, los niños
tengan o manejen una pequeña
cantidad de dinero que los padres le
proporcionemos, para que también
puedan llegar a ser libres y generosos,
al decidir comprar algo para alguien.
Por otra parte, el premio o el castigo,
debería ser la consecuencia natural de
la conducta del niño.
Ej.: Imaginaba que te ibas a sacar un
excelente porque que te esforzaste. O
viceversa, es normal que te hayan
puesto un tres, porque no estudiaste
suficientemente. Pero no me preocupa
84
porque sé que cuando te lo propongas,
levantarás esa nota.
De esta manera se les hace ver, que
tanto el premio como el castigo se
relacionan con su conducta y no con su
capacidad.
Siempre hay que estimularlos, o sea,
hacerles saber que no hay nada que
otros niños logren o puedan lograr,
que ellos no puedan. Y que si algo
resulta difícil, con un mayor esfuerzo
puede tornarse fácil.
86
amenazas, ni darles penitencias y
sobretodo, sin obligarlos a pedir
perdón. ¿Por qué? Porque si no está
arrepentido y el pedido de perdón no
surge naturalmente, es como
obligarlos a humillarse y no hay peor
cosa que obligar a cualquier persona a
realizar algo que no quiere hacer. Es
convertirlo en un cínico y fomentar la
falsedad. Y los padres no debemos
hacer eso.
Y no estoy diciendo que esté mal pedir
perdón, pero debe surgir como un acto
del niño, cuando sienta necesidad de
hacerlo porque está arrepentido de lo
que hizo y eso nunca ocurrirá en el
momento más álgido de la discusión o
pelea.
Ese pedido de perdón debe surgir por
imitación de la conducta de los
mayores, que en algún momento
se pidieron disculpas por alguna mala
acción, delante de los niños. Eso es
bueno, porque el niño debe aprender a
pedir perdón por lo que hizo en un
arrebato y de lo cual se arrepintió.
Debe provenir de un acto reflexivo de
su propia conducta, pero nunca debe
ser exigido por la madre o el padre.
87
Pero, lamentablemente, es muy común
escucharlos decir:
---Pídele ya mismo perdón a tu
hermano.
Y acto seguido, el niño se lo pide en un
tono que habla a las claras de que lo
hace por conveniencia y
no por arrepentimiento.
Esto sería lo mismo que uno de los
cónyuges le exigiera al otro:
--Dime ya mismo, que me amas.
88
Hablemos con nuestros hijos y ellos
entenderán lo que deben hacer.
Olvidemos de manejarnos con lo
negativo y con “No quiero que vuelva
a ocurrir” o
“No quiero volver a escuchar llantos”,
etc., porque esas frasecitas nunca
evitaron la próxima pelea.
Hay que explicarles lo que queremos y
no lo que no queremos. Pidámosles,
que resuelvan sus problemas de otra
forma, que piensen en cómo hacerlo y
en ponerse de acuerdo porque son
inteligentes como para pensar en algo
mejor que en la violencia.
Pidámosles que se calmen, que lo
piensen y que luego nos digan lo que
han resuelto. Y cuando lo hagan,
nunca te olvides de abrazarlos y de
darles un beso.
89
LA REPRESIÓN DE LOS DESEOS DEL
NIÑO
90
Nada mejor, que observar a un grupo
de matrimonios reunidos, cuyos niños
juegan juntos. Se los verá charlar a los
adultos perdiendo la noción de lo que
están haciendo los niños, si comen o
no comen, si están o no haciendo algo
peligroso. Tanto es así, que muchas
muertes por inmersión se han
producido en estas circunstancias de
grupos de amigos que salen de
vacaciones juntos y donde los adultos
se concentran en charlas y juegos de
mayores y los niños quedan librados a
su suerte.
Esto proviene de nuestra cultura
adulto-céntrica, que produce adultos
concentrados en si mismos.
Lo que haga o desee hacer el niño no
cuenta para el adulto, que debe que
seguir al padre a la casa de tal o cual,
quiera o no quiera. También deben ser
cordiales y jugar con los hijos de sus
amigos, les guste o no. Y esa es la
salida que sus padres les brindan los
fines de semana y con eso, deben
estar conformes. No se le preguntan
qué les gustaría hacer o adónde les
gustaría ir. Simplemente los hijos son
como perritos siguiendo al amo.
91
Aunque a los perritos, la madre no los
lleva de visitas a otra “cucha”, sino
que se toma el tiempo para jugar con
ellos. Y si los niños, sugieren ir a algún
lugar, se les dice que no porque
tenemos que ir a tal otro.
Thomas Khun, también se refirió al
tema:
92
Un elefante y hasta una rata tienen su
impulso vital, su deseo, mejor puesto
que un niño…
….Para conocer, para amar, para
entender y no dañar a la criatura,
habría que dejar que fluya el ser
deseante, demandante que es, no
destruirlo. No tener miedo a sus
deseos, confiar plenamente en su
bondad, su belleza, su integridad.
Confiar en que la criatura está bien
constituida de origen, lo que ella pide
es fundamental para su vida y que nos
hace bien corresponder a sus
demandas ...”
93
¿Y que es la creatividad?
Es lo único que, definitivamente, nos
diferencia de los demás animales.
Porque yo no estoy tan segura como
Darwin, de que seamos más
inteligentes y desarrollados que los
animales. Pero de una cosa estoy
segura y es que tenemos algo que nos
distingue de ellos y que puede
definirnos como humanos y eso es la
creatividad.
Y si nosotros le impedimos al niño que
sea creativo lo estamos anulando.
Porque es cierto, que las hormigas o a
las abejas hacen obras de ingeniería
en su panal u hormiguero, pero
carecen de creatividad, porque hacen
siempre lo mismo, ya que su habilidad
proviene de su memoria colectiva y
ancestral y no de su creatividad.
En cambio, un niño es capaz de crear
lo que desea y siempre imagina algo
diferente. Y elabora miles de formas. Y
si no tiene con qué crearlo lo imagina y
habla con lo creado, como si existiera.
Por lo tanto, no sólo debemos permitir
que tenga sus propios deseos, sino que
no debemos suplantarlos por los
94
nuestros. Sería como pretender clonar
su cerebro.
¿Y por qué no conviene esta clonación?
Porque hacer seres idénticos no es
bueno. Ya que impediría que se
perfeccionen las nuevas generaciones.
Si pretendiéramos que sean iguales a
nosotros, estamos retrazando a la
especie humana. ¿No creen?
95
DESEOS INFANTILES REPRIMIDOS POR
LOS ADULTOS
96
que esperar hasta el final de la comida
para que les permitieran beber un
poco de líquido porque, según decían,
les quitaba el apetito.
Cuántas veces, no les permitieron
faltar a la escuela por ninguna causa,
porque debían tener asistencia
perfecta para ser los mejores.
Cuántas hojas les arrancó mamá del
cuaderno porque según ella no
estaban prolijas, pasando por sobre la
autoridad de la maestra.
Cuántas veces, les impidieron jugar
con algún hijo
de vecino porque a mamá “no le
gustaba ese chico”.
Cuántas veces, se pusieron la ropa que
a mamá le gustaba y no la que querían
ponerse. Cuántas veces, su mamá se
sentó a su lado para ayudarlos con la
tarea, sin que lo necesitaran ni se lo
pidieran, porque quería fiscalizarlos.
Cuántas veces, les revisó el portafolio,
para comprobar si era cierto que
habían hecho todo en clase, aún
cuando no fuera su maestra, o para
comprobar si en verdad la tarea estaba
hecha, porque no creía en su palabra
97
Cuántas veces, tuvieron que ir a
estudiar inglés, catecismo, música,
canto, practicar guitarra, piano,
violín, salto, jabalina, carreritas y todo
lo que mamá quería que practicaran y
que sólo hacían para conformarla.
Cuántas veces, tuvieron que saludar
con un beso a quien no querían ni
saludar con palabras, porque los
obligaron a hacerlo, como a esa vecina
que siempre los echaba de su casa
cuando iban a buscar a su hijo para
jugar. O cuando debían darle un beso a
su hermana después de una pelea,
para que los dejara salir de la
penitencia.
Cuántas veces, antes de recibir un
regalo, o de pedir alguna cosa,
debieron mirar a su mamá y
según la cara que ella pusiera, podían
actuar.
Cuántas veces, desearon ser el hijo de
Fulano porque era más comprensivo o
porque jugaba con sus hijos.
Cuántas veces, comieron sin ganas
porque querían crecer pronto, porque
no les gustaba ser un niño.
Cuántas veces, escucharon mentir a
sus padres, a pesar de que les decían
98
que mentir era lo peor que podían
hacer.
Cuántas veces, los oyeron pelearse a
los gritos, decirse palabrotas, cuando
les hablaban de no hacer eso con
nuestro hermano.
Todas esas veces, sentían que no les
gustaba ser un niño y poco a poco,
fueron anulando en su interior a ese
niño, hasta que se convirtieron en el
adulto que sus padres querían que
fueran.
En ese maravilloso libro “OJOS DE
CIELO”, se dice al respecto de este
tema:
“…El adulto podría frente a un niño
sentirse como
él, tener empatía, pues lleva un niño
adentro, pero este fue reprimido y
anulado. Por eso, se le exige al
niño que sea adulto lo antes posible,
“qué mayorcito eres”, “qué
independiente”, “qué
autosuficiente”………………………………
……
“….La criatura que está presionada a
independizarse rápido, vive una
profunda angustia cuando tiene que
enfrentarse a una dificultad, a algo
99
nuevo y no puede pedir ayuda, porque
se la niegan. Siente soledad y
angustia, “si no lo logro es porque soy
tonto”. Muchas veces no lo logra y vive
esto como una tortura psicológica.
……….”
“...La criatura sufre, porque el adulto le
exige que sea algo que no es (que sea
independiente) y se siente mal consigo
misma. Todo lo que hace, lo hace con
la búsqueda del reconocimiento del
adulto, con esta fantasía de creer que
“bueno ahora que soy autónomo,
como dice y quiere mi madre o padre,
porque le he demostrado que hice esto
solito, me querrá más y ahora si estará
y jugará
conmigo”………………………………
“Cuando no existe para la criatura esta
presión para que se independice, sale
de ella el deseo de hacer las cosas por
sus propios medios. La criatura tiene la
confianza de que logrará lo que se
propone, pero si no lo logra no hay
martirio psicológico, porque no tiene
presión ni exigencia de sus padres,
pues no tiene que demostrarles que es
autosuficiente. ………………………………
100
“El adulto podría entender y hasta
disfrutar de la compañía de la criatura.
Pero no es así, le molesta la energía
del niño lleno de vida, y el decirle “que
mayorcito eres” ( o qué grande estás),
lo que esconde el mensaje,
“compórtate según las reglas del
mundo adulto”. …………………………….
“Los adultos ya estamos lo
suficientemente afectados, sin la
autoestima necesaria como para
cuestionar la “educación” que nos han
dado nuestros padres. Y mucho
menos, si tenemos en contra toda una
sociedad, que también nos condena y
nos reprime si nos saltamos ciertas
“vallas” (“a pesar de todo son mis
padres, debo amarlos, todo lo hicieron
pensando en mi propio bien…”
Y Alice Miller señala que,
culturalmente, todos los mecanismos
sociales están dispuestos para
exculpar a los adultos que maltratan y
culpan a los niños. Se justifica el
maltrato culpando a la criatura, “se ha
comportado mal”(decimos)……………
101
AUTORIDAD Y PODER
102
será un adulto imitando a sus padres,
justificándolos en su pésimo proceder,
porque necesita hacerlo para seguir
queriéndolos. Y entonces, dirá:
--- Yo soy lo que soy, gracias a mis
padres. Y ahora
que yo lo soy, comprendo que todo lo
que ellos hicieron era lo correcto y era
por mi propio bien.
Recién cuando uno es grande
comprende a los padres.
De esta forma, los nuevos padres
tratan de seguir equivocadamente, el
modelo de sus padres. Y aplicarán a
sus hijos los mismos criterios y
métodos educativos, los mismos
castigos, las mismas recompensas, la
misma indiferencia hacia lo que ellos
quieren o necesitan, imponiéndoles su
propio criterio, olvidándose de lo que
ellos sufrieron siendo niños.
¿Pero quién se acuerda de eso?
Ese niño, que teníamos adentro ya no
está, porque lo hemos anulado para
siempre y por eso, cuando nuestros
hijos nos invitan a ser niños y a
compartir sus juegos, nos negamos a
hacerlo, porque no queremos recordar
nuestra niñez.
103
Por eso, dije que no hay nada más
peligroso que los oprimidos, cuando
pasan a tener el poder y la autoridad
que tenían sus represores. Y ahora que
son padres, quieren aplicar esa
autoridad y ese mismo poder que
antes ejercían contra ellos y que ahora
justifican y nada mejor que hacerlo con
sus
propios hijos.
Y los gustos de los hijos serán los que
sus padres desean que tengan y hasta
deberán ser hincha del mismo equipo
de fútbol y así realizarán todo aquello
que sus padres, no pudieron ellos
realizar, cuando eran niños. Y deberán
estudiar todo lo que ellos no pudieron.
Y seguramente, les dirán:
--- Nosotros no tuvimos las
oportunidades que hoy les damos, de
modo que deben ser agradecidos y
aprovecharlas, practicar deportes y
todo lo que nosotros no pudimos
hacer.
Con lo que quieren decir, queremos
que te olvides de lo que deseas para ti,
porque deseamos que hagas todo lo
que quisimos hacer y no pudimos,
quiero que seas lo que yo deseaba ser
104
y no me dejaron. Y con eso, hasta
creen que son buenos padres. Y los
hijos deberán sufrir como ellos
sufrieron”.
Casilda Rodrigañez y Ana Cachafeiro
en sus obras:
“La represión del deseo materno y la
génesis del estado de sumisión
inconsciente” y “El poder es el
sufrimiento de las criaturas”, nos
dicen:
“... las personas adultas no sabemos lo
que las criaturas desean, ni sabemos
que sus deseos se
pueden
saciar………………………………….
“Somos insensibles a los deseos de las
criaturas y a los sufrimientos que su
frustración les produce.
¡Cómo no vamos a ser insensibles a
sus sufrimientos si se los infligimos
nosotras; si el poder en el que nos
constituimos, se nutre de su
sufrimiento!...........................................
.........................”Si no tuviéramos
poder, ni estuviéramos constituidos
como autoridad sobre la criatura, no
podríamos reprimirla, sólo podríamos
responder a
105
sus deseos, mimarla y saciarla………
“…Es que el sufrimiento de las
criaturas se metaboliza en poder,
engendrándolo y constituyéndolo de
tal manera, que se puede afirmar que
“ el poder es el sufrimiento de las
criaturas………………………………………
“Sólo declarándome inferior, tú puedes
ser superior; sólo mí sufrimiento hace
tu poder. El poder no es una entidad
estática, ni abstracta, ni ideal; aunque
eso sí, puede ser invisible. El poder es
lo que reprime, lo que somete, lo que
humilla, lo
que explota la vida
humana………………………
“Ningún tipo de autoridad, ningún tipo
de padre o de Estado, ningún
patrimonio o capital, se puede
constituir y conservar sin el
sufrimiento de las criaturas humanas.
…”
Y Nuñez Escurra y Piccinini, agregan:
“históricamente, a los niños no se los
consideraba personas, actualmente
sigue habiendo la misma dificultad en
nuestra cultura.
La relación adulto-niño es autoritaria,
es la afirmación de nuestro ego,
106
aplastando la personalidad de la
criatura en el abuso de poder.
Los niños no tienen poder de decisión,
siempre el adulto decide por ellos,
hasta legalmente es así, las criaturas
no deciden casi nada. Si sus padres no
las tratan como una persona que tiene
sus propios deseos, no le queda otra
cosa que someterse.
Las criaturas no tienen poder
económico alguno. Y si en nuestra
sociedad vales por lo que tienes o lo
que produces económicamente, un
niño no vale nada, socialmente es
alguien insignificante.
Si no se tienen en cuenta sus deseos
personales, que desea como un ser
aparte, es una posesión de sus padres,
es “algo” que los padres adquirieron.
El adulto es el dueño de todo (incluso
de la criatura).
“Mientras vivas bajo mi techo, harás lo
que yo te ordene”, “lo debes hacer así,
porque yo te lo ordeno, porque yo soy
tu padre”.
107
porque si no “se pasa la hora” o
porque los padres, o los suegros los
presionan, etc.
Entonces “se tienen”, no hay nada que
lo explique mejor que esa palabra y
por lo tanto, tienen “el derecho” a
utilizarlos para su propia satisfacción,
sin tener en cuenta la del niño.
Se tienen, con la fantasía de que sólo
demandarán “lo justo”, para adaptarse
rápidamente a la vida del adulto, o con
la certeza de que se sabrá educarlo
(reprimirlo) y se suele decir “conmigo
irá por el camino recto”.
Pero lo lamentable, es que se entiende
el “tener” como posesión, cuando
debería ser “tengo una persona dentro
de mi espacio afectivo”, “te llevo en el
corazón, en el alma, en las entrañas”.
Con los hijos se pasa muy fácilmente
del terreno del afecto a la posesión.
¿Cómo nos relacionamos entonces con
nuestros hijos?
Decidimos forzarlos con nuestro
autoritarismo, para que se formen,
según la idea que nosotros tenemos
de cómo deberían ser…………………..”
Cuando aún es bebé lo amamantamos
y el niño siente que le damos afecto
108
porque satisfacemos sus deseos y se
siente querido, protegido y feliz.
Jorge Díaz Walker ., dice: “Amamantar
es amar y amar surge del amamantar;
lo dice la etimología, que es la
“ciencia de las palabras”, “El ser
humano es un marsupial y como el
canguro: tiene el feto afuera, que nace
dos años antes.
¿Por qué dos años? Porque termina la
organización en el desarrollo
neurológico, ya camina y puede seguir
a la madre.
Eso es lo que considera Jorge Díaz
Walter, quien es fundador y director de
la casa de Ñuñu de ayuda materna,
que desde 1974 está dedicada a la
promoción del amamantamiento, el
parto en el hogar y la prevención del
embarazo adolescente.
Y él dice que los humanos somos los
animales con más años de
dependencia, pues somos adultos
después de los 18 años. La naturaleza
nos hizo para el apego, para
desarrollarnos en el amor, en el
apoyo
mutuo…………………………………..
109
“Con nuestra inteligencia somos
dueños de desarrollar nuestra
afectividad o de anularla, de liberar
nuestro ser en busca de la felicidad o
de ser esclavos de las imposiciones
sociales y culturales.
En nuestra cultura el desarrollo pleno
de la afectividad humana es algo
secundario. …………A los niños se los
“educa” para que sean “útiles” a los
intereses económicos del sistema
social. En eso los fuerzan, a que
desarrollen sólo un tipo de inteligencia
en la escuela y ese es el interés
primordial del sistema……………………..
“El bebé para existir necesita afecto,
sin este puede llegar a morir, se
relaciona con todo lo que existe con su
afectividad. Por ejemplo, cuando toma
un objeto se fusiona con el mismo,
cree que es parte de su yo, el objeto
entra en su afectividad, por eso la
acción de quitárselo, lo vive en su
psiquis como que le amputaran un
miembro y llora con desesperación, ya
que aún es libre para expresar sus
emociones.
El afecto es la manera original del ser
humano de relacionarse con las
110
personas y con todo lo existente
impulsado por el deseo. A través del
cual descubre y entiende la realidad
que lo rodea. Este modo de ser
original, en las personas es destruida
con la represión de los deseos. Así se
construye la infelicidad humana, con la
falta de afectividad. El desconectarse
del propio deseo provoca el bloqueo
emocional de las relaciones humanas.
El bebé cuando nace no percibe la
diferencia entre su ser y el de la
madre. Para él, la madre es parte de
su yo. No tiene conciencia de si, como
alguien distinto de las demás personas
y del mundo que lo rodea. Para la
criatura su mamá, su entorno y ella
misma es “su Yo”, está fusionado
como en el útero, como una gestación
extra uterina, porque nuestra especie
es prematura a diferencia de otros
animales. El yo fusionado del bebé, es
la causa por lo que no tenga
conciencia de los demás como otros”,
en consecuencia tampoco existen
otros deseos que no sean los suyos.
Y Espera que esos deseos continúen
coincidiendo con un cuerpo de madre y
111
un ambiente que también deseen
seguir saciándolo.
112
Obligar a la criatura a abandonar su
deseo y a someterse a las reglas de los
adultos, al sistema insensible que
organizaron, es una causa primaria de
la infelicidad humana. A veces se
decide satisfacer los deseos del recién
nacido, pero lentamente, se va
abandonando esta postura y al niño no
le queda otra alternativa que sufrir.
La criatura se acostumbrará a esta
dinámica de desconectarse de sus
deseos originales, aprende que la
manipulación de sus deseos por parte
del adulto, es buena y es por su propio
bien.
En general los animales se
independizan antes que los humanos.
Llegamos a ser adultos después de
mucho tiempo, por lo tanto,
dependemos varios años de nuestros
padres. El deseo que tienen las
criaturas de estar apegadas a sus
padres, corresponde a la naturaleza
del ser humano. ……..
…No hay que engañarse, si las
criaturas dejan de manifestar sus
deseos originales es por la represión
impuesta, no es “que ya son
independientes”.
113
Han interiorizado que no pueden
contar con sus padres y que es inútil
seguir manifestando sus deseos. Por el
contrario, se vuelven más
dependientes, porque ocupan su vida
en conseguir el afecto del cual
carecen, pierden libertad. …..Siempre
serán dependientes porque no se les
permitió satisfacer sus deseos
originales. Con el tiempo y la
represión, olvidan cuales son estos
deseos primales y los reemplazan por
otros que nunca satisfacen su
ser………………………….
A los que son obligadas estas criaturas
es a: cambiar sus deseos por los que
el adulto impone y permite (es
manipulada y entrenada para seguir
siéndolo de adulta)
− vivir con carencias afectivas
− vivir aterrorizada por el miedo a no
ser amado
− volverse impotente para expresar sus
sentimientos (no se le permite
expresar lo que realmente desea)
−volverse insegura, retraída,
hiperactiva, sumisa, ansiosa,
destructiva, etc.
114
¿Por qué está instalada en nuestra
cultura esta presión de los adultos
hacia las criaturas para que sean
“independientes”?
Una de las principales causas la
podemos encontrar en el surgimiento
del patriarcado que, lentamente en la
historia, fue naturalizando la
acumulación de la riqueza y haciendo
invisible su origen social. Las criaturas
debían ser educadas, para ser
funcionales a esta forma de vida que
los adultos organizaron.
De a poco, con el transcurso de los
siglos, las carencias afectivas fueron
bloqueando a los adultos cada vez
más, hasta imposibilitar la satisfacción
de sus deseos primales. Estas
carencias provocadas por el
sufrimiento, que produce la represión
de los deseos de la criatura y de los
deseos placenteros de
la madre de corresponder con placer a
su hijo. Hizo y hace desaparecer el
placer de las relaciones humanas y se
intenta cubrir las carencias con
sustitutos.
Como resultado de la manipulación, el
adulto sigue deseando sustitutos,
115
porque sus deseos primarios (los que
realmente lo satisfacen) fueron
reemplazados y reprimidos en su
niñez. ………”
“…Alice Miller dice, que es necesario
vivir el sentimiento verdadero de lo
que nos sucedió en nuestra infancia.
Ya que cuando niños no podíamos,
porque dependíamos de que nuestros
padres nos quisieran. Teníamos que
sentir que hacían lo correcto y
acomodar los sentimientos para creer
que ellos nos hacían un bien. ...
“…..Esta gran mentira se utiliza contra
las criaturas: “si se les da lo que
desean serán caprichosos, dictadores
y consumidores irrefrenables”. Estas
son las consecuencias, de la
incapacidad afectiva de los padres de
disfrutar a sus hijos. Lo que más piden
y les llena la existencia es la relación
humana, y sobre todo a través del
juego:
“Ni el ordenador, ni el televisor, ni los
juguetes, lo
que prefiero es jugar contigo”. Las
criaturas que no cuentan con esta
entrega, son las que corren riesgo
116
de caer en adicciones, TV, dulces,
juguetes, etc. La represión nunca es
necesaria para el crecimiento y el
desarrollo del ser humano, al contrario
siempre es contraproducente.”
Esto que dice Alice Miller, es muy
cierto. Y yo
quiero hablar un poco más, acerca de
la inseguridad que instalamos en el
subconsciente de nuestros hijos,
cuando les decimos:
---Nadie te va cuidar más que nosotros.
--- Si haces lo que te decimos, nunca te
pasará nada.
--- No salgas, porque en la calle hay
muchos peligros.
--- Elige bien con quien te juntas.
-- Deja de hacer eso, porque se te va a
romper.
-- Tú no sabes hacer eso, deja que yo
lo haga.
--- ¿Qué sabes tú de eso?. No opines si
no sabes.
--- No te pongas eso que es para salir.
--- Si arruinas tus zapatos no te
compraré otros.
---No importa si no quieres, hazlo igual.
117
--- Mejor que seas amiga de Sonia,
porque es una chica buena. Claudia no
me gusta para ti.
---No te pongas ese pantalón, a ti no te
queda.
--- No comas pan, mira la panza que
tienes.
---Estás gordita para esa blusa tan
ajustada.
--- No me digas cómo lo debo hacer,
porque tú no sabes.
--Ni se te ocurra pintarlo, porque vas a
arruinarlo.
---No hagas nada sin mi permiso.
---- Etc., etc..
Si queríamos un niño inseguro, ya lo
tenemos. Y no insistamos más, porque
le durará para siempre.
Y será dependiente de las opiniones
ajenas a las que valorará por sobre las
suyas y sentirá que no vale nada y
nada de lo que haga estará bien.
Pedirá opinión para todo. ¿Eso
queríamos?
118
HABLEMOS DEL NO
El NO:
-Es autoritario:“NO porque lo digo yo”.
119
-En lugar de explicar, prohíbe. Como si
la explicación viniera dentro de la
prohibición.
-Diciendo sólo lo que NO queremos
que haga, pretendemos que entienda
lo que SI creemos que conviene hacer
y el por qué creemos eso.
Todo esto es un cortocircuito para la
criatura. O sea el niño, que aún no
sabe hablar, ni el significado de las
palabras y está comenzando a
descubrir el mundo, se lo presiona
para que entienda algo que no
decimos, se lo violenta con reacciones
y enfados totalmente absurdos. Si
somos nosotros los que hablamos y
hacemos el lenguaje opresivo, confuso,
retorcido, etc.. Pero así culpamos otra
vez a la criatura “que no entiende
nada, que no se entera de nada, ” o
“entiende pero lo hace a propósito,
para probarnos hasta donde puede
llegar, es que busca límites”, en lugar
de buscar el origen de por qué
tenemos la tendencia a la prohibición.
“No se pega”, dice al adulto al niño
mientras lo golpea “y no lo vuelvas a
hacer, porque te doy otra
120
vez”. Esto es el extremo de la
contradicción, pero sucede a menudo.
El adulto-centrismo utiliza un lenguaje
complicado (por la prohibición) que
hace sufrir a los niños, comunica una
cosa y quiere que se entienda otra.
Por ejemplo: NO CHILLES. Esto significa
¿que se quede mudo?, ¿que hable
susurrando?, ¿que hable
bajo pero de una manera agresiva,
violenta, grosera?
Si la criatura se expresa en forma
agresiva, primero hay que
preguntarse por qué. Una razón puede
ser porque lo copia de nosotros. Otra
es porque tiene que expresar el dolor
por la represión sufrida de alguna
manera. Lo más grave es cuando ni
siquiera
se permite a si mismo expresar lo que
le pasa, su sufrimiento, es como una
olla a presión, que revienta en el
primer brote que encuentra.
Decirle lo que si queremos y decirle LA
VERDAD.
Otro inconveniente es la repetición de
la negación,
de la prohibición, varias veces al día y
todos los días.
121
La criatura defiende su deseo, su
voluntad, que no es respetada, ni
apoyada. Es decir, el adulto estresa al
niño con sus mensajes contradictorios
y represivos.
Por ejemplo:
No se tira. No se tira. No se tira. No se
tira.
Estamos repitiendo la palabra tira, tira,
tira. ¿Qué es lo que le queda grabado a
la criatura? TIRAR. En lugar de “mejor
lo ponemos en la mesa, para que la
comida este limpia y la podamos
comer. ¡Mmm qué rico!”.
Si repetimos está frase afirmativa, le
queda la idea de la acción “poner en la
mesa”. En lugar de NO se tira.
Por otra parte, también podemos
descubrir, que
decir lo que SI queremos, nos conduce
a explicar lo que deseamos,
ampliando, enriqueciendo nuestro
lenguaje coloquial; mejora nuestra
capacidad de razonar, nuestra
coherencia y conseguimos una mayor
comunicación, entendimiento,
tranquilidad, bien estar. El NO
represor, empobrece el vocabulario de
las personas, es corto, cortante, frío,
122
distante y mediocre, ya que destruye
la comunicación afectiva en las
relaciones humanas.
No se pega ...pega ...pega. Lo que le
queda es pega. Porque el NO lo
escucha permanentemente, es una
palabra sin novedad para la criatura. Y
luego tenemos que analizar qué
estamos haciendo, que lleva al niño a
tener estas reacciones.
Te vas a caer, te vas a caer, te caerás.
Es ordenar al
niño que se caiga, hacerle creer que se
va a caer, es
darle inseguridad, lo más probable es
que se caiga por nuestra insistencia.
En lugar de acercarse y ayudar al niño
a hacer lo que quiere, con palabras
como despacio, puedes poner el pie
aquí, espera que yo te ayudaré. O
cuidado, espera que te ayudo.
Súbete que yo te cuido
Además todo ser que nace, pone su
energía en el impulso vital, que lo lleva
al cuidado de si y no al auto daño. Si
leen algo de Emi Pickler sobre
psicomotricidad, se sorprenderán
sobre la capacidad innata de los niños
123
para moverse (y la de los adultos para
atrofiarlos).
Cuando un bebé se lleva a la boca
algún objeto que
no es comestible, los adultos le dicen
“caca”.
¿Caca? Si, caca. ¿Tiene algo que ver
ese objeto con
la caca, como para que la criatura lo
asocie? Es increíble como se espera
que la criatura suelte el objeto porque
uno le dice “caca”, y si no lo suelta se
le dice CACA más fuerte y más fuerte
hasta aturdirla. ¿¡¡Cómo es que no se
dan cuenta que decir CACA es pedirle
que suelte el objeto!!? Además de
frustrar a la criatura en su forma de
conocer y explorar, se le exige que
comprenda lo incomprensible y se la
maltrata porque no entiende
automáticamente lo ilógico del
lenguaje adulto. Se podría pedir y
explicar, con mucha paciencia, aunque
sea demasiado complicado para la
imaginación del adulto decir “¿me
podrías dar eso?”, “dame eso”, “por
favor, dame eso” y extendiendo la
mano cerca de boca de la criatura. Y
aunque no lo crean te lo da.
124
También tienen que sufrir el rechazo
de despreciar
su caca es despreciar el
funcionamiento de su cuerpo. Como
que el cuerpo viniera fallado y
estuviera haciendo algo malo. Además,
teniendo en
cuenta que el bebé reconoce la caca
como una de las primeras cosas que él
produce, despreciar la caca es
humillarlo
Emi Pickler dice e incluso muestra en
vídeos, que
el bebé tratado con suma delicadeza,
por ejemplo, cuando se le cambia el
pañal, mirarlo y sentirlo como único,
disfrutar la relación con él. Hacer
movimientos lentos, respetando el
tiempo de observación que necesita un
bebé, porque para el es todo nuevo.
Pedirle permiso al bebé para
cambiarlo, mostrándole el pañal
limpio, decirle “mira esta toallita te
voy a limpiar”. Le mostramos y le
explicamos que es lo que le vamos a
hacer, es su cuerpo, su persona. El
bebé entiende nuestra actitud afectiva
y a al poco tiempo de haber nacido
125
ciertas gestos aparecen, muestra de
que nos ha entendido. Por ejemplo
levanta las piernitas cuando le
enseñamos los elementos para
higienizarlo.
Entonces, el bebé entiende, es más, se
deleita con el trato atento, respetuoso,
amoroso. Para nuestras culturas
modernas, históricamente la niñez, no
ha tenido relevancia. En consecuencia
tampoco sus represiones. Las
siguientes expresiones lingüísticas,
pueden ser que sean modismos
derivados de oprimir la vida, por
ejemplo:
126
La filología explica la negación desde
el pensamiento adulto-céntrico. Por
ejemplo: Preguntar a nuestro vecino
¿No tendrías un poco de sal? es más
cortés que decirle ¿Tendrías un poco
de sal?
A la marca de cortesía expresada por
medio del condicional, se le añade en
las estructuras con no una nueva
marca de atenuación ante la
formulación de una petición.
127
No sé si no he dejado abierta la puerta
del balcón.
Si a los niños se les ENSEÑA tanta
negatividad, NO, NO, NO, tanto
RECHAZO, nacen para que su ser sea
RECHAZADO. La comunicación que se
le enseña es de RECHAZO. Una
comunicación,
limitada, escasa, pobre, de sufrimiento
y violencia.
Los adultos después de todo esto, se
quejan porque tienen problemas de
comunicación con sus hijos.
El NO es aplastar, no hay diálogo.
Luego la criatura aplica el mismo
esquema de comunicación, aplasta
también porque es lo que aprendió. El
NO
distancia a las personas, a los padres y
madres de
sus hijos.
DECIR LO QUE SÍ QUEREMOS en lugar
de la prohibición, NO. Tratar de que el
discurso refleje el “si te quiero”. No es
lo mismo decir “tráeme el pan” que es
autoritario y aplastante que pedir “me
puedes traer el pan, por favor”. Un
discurso que refleje el respeto y el
afecto.
128
Una casa, a menudo se parece a un
cuartel militar, una orden tras otra,
amenazas continuas. Hay otras
maneras, pero lo importante no son las
formas en sí, sino que cuando
hablemos estemos abrazando a
la criatura con nuestras palabras de
ternura y dulzura. Es más que
respetarla, es quererla desde las
entrañas. Y no podemos hacerlo, si
nuestro discurso es agresivo, debemos
preguntarnos por qué nos pasa esto,
de dónde viene, cuál es su origen,
hasta poder llegar a vivir los
verdaderos sentimientos reprimidos en
nuestra infancia.
El sufrimiento padecido por los adultos
los lleva a
tener sentimientos retorcidos.
La criatura tiene inseguridad porque
sus deseos nunca fueron tenidos en
cuenta, por eso, no sabe lo que quiere,
porque de tanto negárselos, se
termina desconectando de sus deseos
originales. ¿Por qué necesita el
reconocimiento, la aprobación de los
adultos? Porque siempre se le impuso
el deseo de sus padres como el único
existente y válido, entonces buscar la
129
aprobación es continuar con la
dinámica de educación que han
recibido, la criatura siente “si me
aprueba es porque he cumplido con su
deseo, para eso existo, para cumplir el
deseo de otros …
A las criaturas a las que se les tiene
en cuenta sus deseos, a las que se le
da libertad para decidir que hacer,
como expresarse, no buscan la
aprobación de nadie, por más que se
les diga “muy bien”, 300 veces al día.
Las criaturas que son sostenidas en su
deseo, cuando quieren obtener o hacer
algo, es prácticamente imposible
desviarlas manipularlas…
“…. En realidad se manipula con la
frialdad, por la incapacidad de
expresar afecto. Esa es la
manipulación más efectiva y más
destructiva …
“… ¿Que diferencia hay entre un MUY
BIEN y un
TE QUIERO, ME GUSTA LO QUE HACES,
ME GUSTA COMO ERES? Para la
criatura son palabras por las que
percibe la afectividad…….. “.... Los
manuales de pedagogía aconsejan
constantemente que no hay que
130
«mimar» a los niños con un amor y
respeto excesivo ( “amor ciego”) sino
endurecerlos desde un principio para
que luego puedan afrontar la vida real.
Los psicoanalistas se expresan al
respecto en otros términos, por
ejemplo dicen “hay que enseñar al
niño a sobrellevar sus frustraciones”,
como si un niño no pudiera aprender
esto por si solo, a lo largo de su vida.
En el fondo, ocurre exactamente lo
contrario: un
niño que, en su momento, haya
recibido verdadero
cariño, podrá de adulto, arreglárselas
mejor sin él,
que alguien a quien nunca se lo hayan
brindado realmente…
…La tranquilidad que le da a la
criatura el saber que es querida tal
como es. Si sabe esto. tiene
tranquilidad, no se preocupa en buscar
afecto, ni aprobación, porque lo tiene.
Es un niño que no carga con esta
preocupación…
…. Estar pendiente de la aprobación de
un adulto por falta de afecto, le quita
muchísima energía a la criatura. Estas
son la causa de la inseguridad.
131
…Solamente se puede evaluar si se
cree a priori que existen distintas
clases de niños “buenos y malos”, “los
que se portan bien y los que se portan
mal”. En cambio si el punto de partida
es que no existen criaturas malas, SI
TODAS LAS CRIATURAS SON BUENAS
no puede haber una
evaluación porque todo lo que hacen
está bien. ….
……. “La criatura que tiene
comportamientos agresivos es porque
está enfadada por algo que le hicieron.
Pero las causas por las cuales la
criatura está enfadada no son
perceptibles, lo que si se observa es
cuando descarga su agresión, por lo
tanto “es malo”.
…Lo que conviene es buscar la causa
del
problema………………………………………
…
“La manipulación se da cuando se le
dice al niño, dependiendo lo que
haga :“que bien que te portas” o “que
mal que te portas”, “que buen niño
eres”.
¿Qué significa ese “ser un niño bueno”
para los adultos?
132
Un niño “bueno” es el que hace lo que
el adulto quiere.
“Qué bueno” = “Qué obediente”
Nosotros partimos de una postura
totalmente diferente, NO EXISTE LA
CRIATURA MALA por lo tanto, TODOS
LOS NIÑOS SON BUENOS, porque son
más íntegros que los adultos (no saben
lo que es manipular y mentir).
Como demostramos que decirle MUY
BIEN no tiene nada que ver con
manipular a la criatura.
Simplemente porque NUNCA DECIMOS
ESTO ESTA MAL, o MUY MAL, o como lo
explicamos antes con el NO, la criatura
no se equivoca en lo que desea, los
que nos equivocamos somos nosotros.
A alguno se les puede ocurrir nos:
¿Pero qué haces
cuando intenta meter los dedos en el
enchufe, acaso le dices MUY BIEN?
Yo contesto: los equivocados somos
nosotros los adultos, por hacer cosas
pensadas solamente desde
el adulto-centrismo, negando que los
bebés existen.
Simplemente los bebés son
INEXISTENTES para
133
los arquitectos del adulto-centrismo,
por eso las viviendas están diseñadas
sin pensar en los innumerables
peligros para las criaturas y los
accidentes domésticos son una de las
principales causas de visita al hospital.
A los enchufes hay que taparlos para
que las criaturas no corran ese peligro
y poner toda la casa
en condiciones para que la habiten
niños. Así deberían ser todas las casas
si las criaturas no fueran negadas. Si
vamos a la casa de otro, avisar que
tape los enchufes que puedan estar al
alcance del bebé, además si no lo
dejamos solo no correrá ese riesgo.
Decirle a otro adulto que cambie algo
en su casa nos parece muy difícil, pero
reprimir a una criatura no, los padres
se ponen del lado del adulto no en
favor de su propio hijo……….”
Muchas pedagogías se perfeccionan
para la manipulación, dominación y
sometimiento humano. Y entonces,se
necesita cada vez menos la violencia
física, porque la violencia psicológica
es más efectiva y sutil.
En nuestra experiencia personal
respondemos a los
134
deseos de nuestra hija y le decimos
todo el día, desde que abrimos los ojos
hasta que nos dormimos: ¡¡¡Belleza,
bonita, ternura, que dulce, que Sol,
que Bombón, que linda, muy bien,
como me gustas, me encantas, etc.!
¡Oh, sorpresa, no sólo no nos
manipula, sino que nos trata con la
misma ternura que reina en el
ambiente!
Nos dice “papi lindo, mami linda”, nos
llena de besos, muchos mimos, alegría
y más. Sabe muy bien lo que quiere y
no encontramos ningún problema en
su comportamiento. Para los que
esperaban que se convierta en una
manipuladora, les informo que ni
siquiera conoce lo que es eso.
Sabe perfectamente lo que quiere y lo
que no quiere y no tiene porqué
“manipular” a nadie, no tiene doble
sentidos. No necesita utilizar
estrategias para conseguir algo.
Decir que un bebé “manipula” ¡Por
favor! ¿Qué es lo que percibe esta
gente? ¿Creen que el feto planifica
desde el útero dominar a los padres y
luego el mundo?
135
Los poderosos de nuestra cultura,
durante muchos
años manipularon la ciencia para
hacernos creer que el ser humano era
dominador innato y así justificar las
guerras, en la actualidad estas teorías
fueron refutadas, pero permanecen en
los individuos como mitos sociales.
Pero lo que si esta
archi –comprobado, es que somos
seres afectivos. El afecto es vital para
nuestro buen desarrollo físico-
psicológico-social.
Veamos por ejemplo, cuando una
criatura se quiere
subir a un árbol y por sus propios
medios no puede hacerlo, hay teorías
que dicen que no hay que ayudarlos
porque no desarrollan así su destreza
física, así no aprende a cuidarse por si
solo.
Por esta educación algunos dicen en
forma despreciativa y aplastante “tú
no puedes porque eres pequeño”.
Pocas veces se ve un “quieres subir,
toma mi mano”.
Es evidente que estas pedagogías sólo
son excusas
136
para frustrar a la criatura en sus
deseos, en este caso de subir a un
árbol, para que se acostumbre a
sentirse solo y no moleste. Una
criatura que es apoyada y
acompañada, desde el instante en que
pide ayuda a un adulto, es porque
sabe que no puede solo, es consciente
de cuando no puede por sus propios
medios y NO TIENE MIEDO A PEDIR.
Con el hecho de ayudarlo a subir al
árbol, el adulto participa del juego de
la criatura, hay transmisión de afecto,
risas, alegría, el adulto le enseña el
cuidado y que la está cuidando para
que pase un momento placentero.
Que quieren lograr con que “aprendas
que hay cosas que no se pueden”:
137
−− Α que no existe el apoyo mutuo.
−−−Α que en lugar de ser autosuficiente,
es impotente.
138
andar al X mes de vida, y mi hijo por
supuesto es EL o LA “MEJOR,”. (La
cultura de la competencia, de
comparar un ser humano con otro,
midiendo sus “capacidades” es otra
forma de perversión y manipulación
sistematizada, para orientar a las
criaturas hacia determinados objetivos
adulto céntricos, sin respetar sus
deseos.).
Les dan la mano para que se pongan
de pie o les ponen un aparato para
andar. Esto es realmente perjudicial,
primero porque la criatura no lo pide,
tiene el deseo de andar, pero no tiene
ansiedad por hacerlo a los X meses de
vida, esto es una pretensión del
adulto-centrismo. La criatura juega
descubriendo el mundo y sus
capacidades y cuando
logra algo por si misma siente
satisfacción, como al
gatear, rodar, andar, saltar, etc. Esto
no significa que cuando pide algo, el
adulto lo tenga que abandonar. Por
ejemplo he escuchado muchas veces
“YA SABES ANDAR, AHORA NO ME
PIDAS MÁS QUE TE LLEVE EN BRAZOS,
TIENES QUE APRENDER A SER
139
AUTOSIFICIENTE”. Esto no tiene nada
que ver con la psico-motricidad, ni con
lo que Emi Pickler ha estudiado.
Lo que ella afirma es que los
andadores generan dependencia y que
hacen sentir a la criatura que su
cuerpo es incapaz de andar por sus
propios medios, que siempre
necesitará algo para apoyarse externo
a su persona para andar, esto es crear
una dependencia innecesaria.
Tampoco hay que sentar a la criatura,
ni ponerla de pie, cuando su cuerpo no
está preparado para ello, así la
frustraremos presionándola ha hacer
algo que aún no puede.
La no intervención de Emi Pickler, es
no interrumpir el descubrimiento de su
cuerpo y los movimientos de las
criaturas, dejarlas en una superficie
plana cuando son bebés para que
jueguen con su cuerpo y lo fortalezcan,
así aprenden a darse vuelta, gatear, y
a su tiempo se incorporará, andará,
correrá, saltará, etc.
En resumen Emi Picker recomienda dar
a las criaturas la libertad para
descubrir como pueden moverse y qué
pueden lograr con su cuerpo.
140
Explica que la intervención innecesaria
de los adultos suele perjudicar a la
criatura en su exploración. Emi Pickler
no dice que haya que abandonarlos
para que sean autosuficientes, que no
hay que oír los llamados de las
criaturas.
Hay corrientes de pensamiento “new
age” que predican “Enseñe a su hijo a
frustrarse”, porque la
frustración es buena. Si no puede subir
al árbol, que sufra, que aprenda a
frustrarse, así desarrollará la paciencia
y la perseverancia (¡Esto es violencia
emocional!).
Como ya lo expliqué antes, las
criaturas que reciben el apoyo son
conscientes de sus límites físicos, no
se tiran al vacío desde un precipicio,
saben que no tienen alas como los
pájaros para volar. Incorporan así, que
el MUNDO ES SUYO, y que pueden
contar con otros y con todo lo que
existe, no solamente con sus propias
fuerzas aisladas.
141
La Tele ¿Es mala para el niño o
los
padres somos más malos que
ella?
143
no vemos más allá y el más allá al que
me refiero es la criatura humana.
Creo que se mira el problema como si
la televisión
fuera la causante de que la criatura
esté tantas horas mirándola. O la
televisión tiene la culpa porque emiten
contenidos inadecuados que influyen
sobre mi hijo.
El ser humano, para formar su "Yo"
necesita de un
"Tú" y creo que esa es la raíz del
dilema.
En nuestra experiencia, a nuestra hija
(que tiene 4 años) no le interesan casi
ninguno de los programas televisivos.
Es muy selectiva y sólo de vez en
cuando le gusta mirar algo.
Planteamos una
respuesta diferente a controlar o no
controlar.
Nosotros a veces le proponemos que
vea una película, cuando estamos
agotados porque nuestra hija es
insaciable por aprender y no nos
alcanzan las energías para seguirle el
ritmo. Si aparece una escena violenta
imprevista por ejemplo pide que lo
adelantemos porque no lo quiere ver, o
144
en muchos casos pide que la
saquemos.
“…. Como escribimos en Ojos de
Cielo, todos nacimos y crecimos en
una cultura violenta y represiva. Las
naciones se crearon a partir de
guerras, o sea de asesinatos masivos.
El sistema de violencia influye en
nuestra manera de percibir la realidad
toda y la relación con nuestros hijos en
particular. No somos hijos de culturas
sin violencia.
Volviendo a la televisión:
En nuestra experiencia no es que hay
que controlar
el tiempo que están frente al televisor
o al ordenador "solos". El problema es
que están "solos".
Por ejemplo, nuestra hija, a veces se
concentra en algo y juega sola, pero la
mayor parte del tiempo no está sola.
Puede ser que una criatura quiera
pasar muchas horas frente al televisor,
porque se está defendiendo del daño
psíquico que le provocan los
padres que lo reprimen sin darse
cuenta En este caso, tampoco el
problema es la televisión, sino que la
criatura está dando un síntoma.
145
El ser humano para formar su "Yo"
necesita de un
"Tú" y creo que esa es la raíz del
dilema.
Entonces, ese yo se va a desarrollar en
la medida que nosotros podamos
entregarnos. El problema es que todos
llevamos una coraza, como un autismo
que tuvimos que crearnos para
protegernos y seguir vivos en nuestras
sociedades violentas. Las criaturas se
acomodan a nuestras corazas y actitud
defensiva, dándonos síntomas de que
en algo hemos dañado su persona.
Cuanto más los padres puedan
comunicarse con el niño, entregarse,
dar de sí, más ese niño se desarrollará
en sus potencialidades.
Para comunicarse con el niño habrá
que tener en cuenta sus deseos desde
que nace, que es la manifestación de
su persona.
En síntesis, aplicar el control es la
única respuesta,
si miramos solo el problema y no
vemos más allá.
Su hijo querrá ver todo el día la tele,
sólo si la tele
es más interesante que usted.
146
Ver: “Historia de la infancia de
nuestras sociedades
violentas”, comunicarse con:
http://www.nopunish.net/captlo11.htm.
147
La alimentación:
148
Por ejemplo voy a citar un caso que
me tocó presenciar, en casa de una
amiga, que tenía un hijo
mal nutrido porque según ella, había
hecho de todo para que comiera y ya
se había rendido. El caso es que como
el niño no había probado la leche,
durante el desayuno, la doméstica le
dio una empanadita de jamón y queso
que había quedado de la noche
anterior y su madre se la sacó de la
boca para que no la comiera,
aludiendo que esa comida no era para
esa hora, mientras le advertía que
esperaba que no le sucediera algo al
pequeño por haber cometido ese error.
Yo permanecí muda
frente a los hechos, pero me asombró,
verdaderamente, que pensara que su
hijo pudiera enfermarse por comer
una empanada a la hora del desayuno,
al punto de arrebatarle la misma y
preferir que se fuera a la escuela sin
desayunar.
Por supuesto, que era evidente que la
criatura padecía trastornos de
alimentación, porque su madre ha
optado por dejar las cosas en manos
de Dios, después de haber probado
149
métodos como “el dejarlo sentada en
la mesa hasta que termine de
comer”, hecho que lo llevó aún más a
aborrecer la
comida. La criatura tenía cinco años y
pesaba 11 kilos y aunque decía que la
llevaba a un especialista,
yo lo dudé mucho, porque la escuché
mentir en muchas ocasiones. Por
ejemplo, cuando le decía a su esposo
que el niño había comido bien, cuando
en realidad no había probado bocado.
La cuestión era que la criatura no
comía carne, o si
comía no era la cantidad que
necesitaba. No tenía horarios para
comer y las pocas veces que tenía
hambre lo saciaba con un alfajor
porque la comida no estaba lista. ¿Y en
qué consistía la comida? En
hamburguesas, panchos, fideos
hervidos y nada de fruta en la
alimentación. Eso sí, no faltaba la
bebida gaseosa diet o Light,
elaboradas con productos químicos
que no eran saludables para un niño.
El caso me dejó perpleja porque nunca
hubiera pensado que una mujer,
aparentemente culta y que además
150
era mi amiga, me demostrara tanta
ignorancia sobre alimentación.
El problema de la falta de
apetito
151
un hijo de la inapetencia que provoca
la desnutrición.
Luego, van a aparecerle sangrados en
la nariz o encías y esto estará
relacionado con la mala alimentación y
serán síntomas claros de fallas en la
coagulación. No esperemos que su
salud se deteriore porque los daños
pueden resultar irreparables.
Ninguna madre puede ignorar que el
niño debe ingerir a diario, carnes,
frutas y verduras. Evitar la comida
chatarra y las golosinas incluyendo los
alfajores. Hacerle periódicamente
análisis y un control mensual para ver
su progreso. Recurrir a los mejores
especialistas del país si es que no se
vislumbran adelantos en el peso. No
intentar métodos vulgarmente
conocidos, sino ponerlo de inmediato
en manos idóneas y someterlo, si es
necesario, a una internación para que
le suministren alimentos especiales,
incluso por vía endovenosa.
Tampoco debemos dejar que el niño se
quede en
casas ajenas o de parientes, donde no
podamos supervisar lo que ingiere. El
tratamiento de la desnutrición infantil
152
no es algo fácil, de modo que no
debemos perder tiempo. Debemos
dedicarnos full time a prepararle
alimentos que le agraden y vigilarlo.
La comida chatarra
154
un juego y hablarles de las
propiedades de ciertos alimentos.
He conocido niños inapetentes que han
comido más por el hecho de participar
en la cocina con la madre.
155
y/o a la desnutrición. En este caso,
hablamos de niños que sí pueden
alimentarse, cuyos padres están en
condiciones de comprar variedad de
alimentos.
Hablamos de niños que sí comen, pero
mal.
Los padres nos preocupamos por
muchos aspectos de la vida de
nuestros hijos, la escolaridad, sus
compañías, que se desarrollen
físicamente y también, que sean
felices y que se diviertan.
Pensemos un poco si, a la hora de
comer, tenemos
tan claro todo y si no leamos los
siguientes fragmentos que hablan
sobre el tema:
“Detectan que los menús escolares
son muy calóricos y poco nutritivos: a
los platos les falta nutrientes
esenciales como calcio, hierro y
vitaminas. Lo peor está en los postres:
sobran alfajores y faltan frutas. Según
el estudio, el 20% de
los chicos tiene sobrepeso y el 5% es
obeso”. (1)
156
“Los niños tienen deficiencias de
nutrientes básicos y están en proceso
de crecimiento…”. (2)
Sólo como ejemplo, una serie de
porcentuales respecto de la ingesta de
ciertas vitaminas en los niños tomados
en el Gran Buenos Aires indica.
“Calcio: 49,2% es el porcentual de
niños que no llega a su ingesta
recomendada como nutriente; Hierro:
89,4%; Vitamina C: 60%…” (3)
Otro tema a tener muy en cuenta es el
de las grasas
transgénicas o “trans” para los amigos
(o enemigos, según se mire).
Vale la pena saber un poco más en
este tema tan
vigente, desgraciadamente:“Las
grasas transgénicas se encuentran
naturalmente en algunos productos
animales, pero la gran mayoría se
fabrican por un proceso de
hidrogenación. Es un proceso por el
cual se evita que la grasa se ponga
rancia transformándola de grasa
líquida a grasa sólida. Las grasas
hidrogenadas se usan para fabricar
alimentos procesados, comidas rápidas
y cocidas comercialmente, como
157
margarinas, helados, tortas, alfajores
galletitas, panes, hamburguesas y
papas fritas”, detalla la doctora Cecilia
Calvar, jefa del Departamento de
Endocrinología del Hospital Fernández.
La alimentación inadecuada comienza
en la infancia y tiende a persistir de
adulto….
….Pero, ¿cómo se educa a los padres
para que luego eduquen a sus niños?
Según la Dra. María Inés Somoza, jefa
de la división Nutrición de Favaloro,
“son fundamentales las charlas de
educación alimentaria. Además,
cuando sea sancionada la ley de los
kioscos saludables en los colegios,
donde se prohibirá la venta de
productos con grasas trans, será de
una gran ayuda para modificar los
hábitos alimenticios”. (4) ….
….La alimentación es un hábito, como
tantos otros. Muchos de ellos se
adquieren en la infancia y, nos guste o
no, perduran por el resto de nuestras
vidas.
Somos nosotros, los padres, quienes
deberíamos fomentar ciertos hábitos
en nuestros hijos. No sólo se trata de
enseñarles a saludar, dar las gracias,
158
pedir por favor y tantas otras cosas.
También deberíamos tener en cuenta
inculcar en ellos un buen hábito
alimenticio. Informarnos, saber
realmente qué es lo que deben y no
deben consumir….
…. Pero ¿Somos capaces de un “no”
ante un pedido tan común como un
paquete de papas fritas? ¿estamos
dispuestos a invertir tiempo, energía y
paciencia en acostumbrarlos a comer
verduras, frutas, fibras o vamos a “la
fácil y con un
panchito estamos listos”?
En el hogar y con amor, construimos
los cimientos
del futuro de nuestros hijos, sólo la
base, el resto lo
harán solitos.
Por eso, para que su base sea buena,
para no enfermarlos de entrada, para
que ellos comiencen a
transitar sus vidas fuertes y sanos, hay
que alimentarlos bien. Esto sí depende
de nosotros y está en nuestra manos
hacerlo.
No es fácil, los papás estamos
cansados, no hay mucho tiempo ni de
cocinar, ni de convencer sobre las
159
beneficios del churrasco y la espinaca,
pero aún así, tenemos que hacerlo.
(1) (Fuente: Diario Clarín nota del
29.03.08).
(2) (Fuente Guías Alimentarias para la
población
Argentina)
(3) (Fuente Guías Alimentarias para la
población
Argentina, 2da. Edición año 2006).
(4) Fuente Diario Clarín 01.03.08
Fragmentos de la nota de la misma
autora
publicada en la revista on line de
Ediciones San Pablo.
160
Sin embargo en familias pudientes,
ésta también suele ser una costumbre
frecuente y por varios motivos, alguno
de los cuales pueden ser:
1- Comodidad extrema para no tener
que acudir al
cuarto del niño, cuando éste llore o se
despierte.
2- Porque me ayuda a que el niño se
duerma sin tener que acudir a su
cuarto a contarle un cuento o sin tener
que quedarme con él hasta que
concilie el
sueño.
3- Porque es más fácil tenerlo cerca
cuando le toca el remedio.
4- Porque el niño tiene miedo de
dormir solo. O
porque teme a las tormentas.
5- Porque de esta forma evita las
relaciones sexuales con su marido, que
quiere tener una frecuencia superior a
la que su libido le permite.
Por lo general, no es el hombre quien
trae a los niños a la cama conyugal
sino que es la mujer, desestimando los
peligros para la salud física y psíquica,
que puede ocasionarle a su hijo
161
durmiendo en la misma cama con los
adultos.
Dentro de los primeros, vamos a tener
que considerar que en una cama
donde duermen personas mayores
pueden haber muchas bacterias,
hongos y parásitos, que no sólo viven
en los colchones, como los ácaros y
que ocasionan alergias, a veces
severas, sino en el cuerpo y los
intestinos de los mayores y que se los
transmitimos muy fácilmente, al
hacerlos dormir junto a nosotros. De
allí que debamos lavarnos muy bien
las manos cuando nos levantamos de
nuestra cama para atender a un niño
que llora en su cuarto.
Los adultos somos mucho más
propensos a estar
infectados con microorganismos y
cuando nos desvestimos, ponemos en
contacto a nuestro cuerpo con las
sábanas, llenándolo con todo tipo de
bacterias y parásitos, que atacan más
de noche que de día.
En cambio, la cama de los niños suele
sea más saludable, tienen colchones
más nuevos y ventilados, con menos
ácaros, y los parásitos que pueda
162
haber son lo que los niños ya tienen.
En cambio cuando va a la cama de sus
padres la variedad aumenta y el niño
debilita sus defensas.
En cuanto al aspecto psicológico, esa
relación íntima puede acelerarles el
desarrollo sexual y despertar
curiosidades no acordes con la edad,
entre muchas otras derivaciones
traumáticas.
Por eso, ese lugar debe ser
innegociable. Cada uno en su cuarto y
en su cama es lo que debe ser, señora
mamá. Si usted no quiere levantarse
por las noches cuando su hijo llora, o
no quiere leerle cuentos en el cuarto
infantil, hasta que se duerma, mejor
contrate una niñera nocturna, pero no
arriesgue a sus hijos a que se
enfermen física y psíquicamente..
Ahora, voy a presentarles una nota
periodística respecto del tema:
163
Todos los niños han sentido en alguna
ocasión la necesidad de dormir con sus
progenitores. Y todos
los padres han experimentado alguna
vez el deseo de compartir la cama con
sus hijos. Es un sentimiento universal y
su práctica puede estar justificada
esporádicamente, por ejemplo, cuando
el pequeño se encuentra mal y quiere
mimos o tiene miedo, o cuando el
adulto, ausente la pareja por trabajo u
otras razones, desea sentir cerca al
niño.
Sin embargo, los expertos
recomiendan que esta práctica nunca
se convierta en hábito por los efectos
perniciosos que puede tener en el
desarrollo infantil, al interferir en el
aprendizaje de la autonomía y
favorecer la aparición de trastornos
del sueño.
El bebé debe dormir en su habitación a
partir del cuarto o quinto mes de vida
En EE UU los pediatras Ferber y Lozoff
han estudiado a fondo el llamado co-
sleeping: cuando el niño duerme con
alguien del entorno hogareño (padres,
hermanos, abuelos, niñera).
164
Investigaciones realizadas por estos
autores en las décadas de 1980 y 1990
revelan que dormir con los
niños no les beneficia. Uno de estos
trabajos norteamericanos demostraba
que en el seno del 30% de las familias
de raza blanca y del 70% de las de
raza negra dormían habitualmente los
niños con los padres.
Otro estudio llevado a cabo en Suecia,
publicado en 1982 en Acta Pediátrica
Escandinava, ponía de manifiesto que
entre el 35% y el 40% de los niños
suecos de entre dos y seis años
compartía la cama regularmente con
otros miembros de la familia.
"Compartir la cama a veces está
condicionado por
falta de espacio en el hogar. Pero la
literatura médica demuestra que las
causas trascienden ese ámbito y que
este fenómeno no sólo se da en
poblaciones con un estatus
socioeconómico medio
y bajo, sino también alto", admite la
neurofisióloga
Rosa Peraita, responsable de la unidad
del estudio del sueño del hospital
Gregorio Marañón de Madrid.
165
Como indica Peraita, el sueño es un
periodo de gran actividad de la corteza
cerebral y durante su transcurso se
segregan hormonas como la del
crecimiento, el cortisol o la melatonina.
Un sueño adecuado en cantidad y
calidad es fundamental para un
desarrollo sano en los niños. Entre
otros trastornos, las alteraciones del
sueño podrían comprometer la
segregación de la hormona del
crecimiento y condicionar la talla.
"El niño debe tener su propio espacio
vital también para dormir y descansar.
Necesita ciertas condiciones de
aislamiento, lumínicas, térmicas y
acústicas que le ayuden a conciliar el
sueño. Todo lo que sea perturbar su
sueño, como los ronquidos o los
contactos por movimientos al
compartir la cama, puede favorecer
con el tiempo la aparición de
trastornos, sobre todo insomnio.
Incluso la costumbre de que el niño
duerma con los mayores
puede propiciar la práctica de abusos
sexuales a los
menores", afirma Peraita.
166
Para María Jesús Mardomingo, jefa de
Psiquiatría Infantil del hospital
Gregorio Marañón, es aconsejable que
el pequeño duerma en su cuna y fuera
de la habitación de los padres a partir
del cuarto o quinto mes de vida.
"Cuando el bebé llora", dice, "y no
sabe expresar
por qué se altera su sueño, los padres
y responsables de su cuidado deben
indagar primero
la causa y, si ésta existe, corregirla,
como pudiera ser cambiarle el pañal o
darle el biberón si tiene hambre. Lo
peor que puede hacerse es llevarle a la
cama de los padres para que se calle y
les deje dormir. Acabará
convirtiéndose en una costumbre
por ambas partes".
Entre los tres y los cinco años los niños
pueden sufrir pesadillas y terrores
nocturnos. Este hecho forma parte de
su paulatino descubrimiento del
mundo y de su maduración emocional.
A juicio de Mardomingo, no hay que
infravalorar el sufrimiento que esto
causa en el niño. Es necesario
escucharle, tranquilizarle, hacer que se
sienta comprendido y apoyado, pero
167
mostrar firmeza para que siga
durmiendo en su cama.
Según esta psiquiatra, cada vez son
más frecuentes
las consultas en los niños por miedo a
dormir solos. Cualquier acontecimiento
vital que para ellos
sea traumático puede generar miedo a
dormir solos, ya sea por temor a la
oscuridad, a que aparezcan monstruos,
a los ruidos. Y este temor se traduce
en un estado de ansiedad y angustia
que representa un gran sufrimiento
para el pequeño.
"En estos casos", explica Mardomingo,
"hablamos
de una reacción de estrés
postraumático que perturba el sueño.
Es frecuente hallar estas conductas
cuando los niños han vivido catástrofes
naturales y accidentes o cuando han
presenciado actos de violencia, o han
sufrido la pérdida de un ser querido.
También los problemas en el colegio
pueden conducir a serias alteraciones
del sueño y al
miedo a dormir solo".
Para esta especialista, escuchar al niño
e indagar la
168
causa es la primera actitud que han de
adoptar los
adultos y si la situación se perpetúa y
altera notablemente la calidad de vida
del pequeño, tal vez sea necesario
consultar con un profesional.
Hace un tiempo encontré esto:
169
trasladado a la suya. Se le puede
ayudar con la lectura de un cuento y
dejándole una luz tenue.
- 4. No es conveniente acostarse en la
cama del niño hasta que se duerma.
Con esta actitud se merma el
desarrollo de su autonomía. Los fines
de
semana se le puede permitir que vaya
un ratito por
la mañana a la cama de los padres.
- 5. Es importante respetar un ritual al
acostarse e
inculcarle que hay que ir a dormir
porque todos necesitamos descansar.
- 6. Si el crío se despierta a
medianoche asustado e
inquieto, es necesario tranquilizarle,
mimarle un poquito, pero sin dar
demasiadas explicaciones y mostrando
firmeza para que continúe durmiendo
solo.
- 7. No es recomendable permitir que a
media noche se vaya a la cama de los
padres, abuelos, hermanos u otros. En
algunas familias se produce tal
trasiego, que ninguno de los miembros
amanece
en su cama.
170
- 8. Es importante enseñarle a no
molestar a los demás cuando él
madruga demasiado. Conviene no
ponerle la televisión y ayudarle con
suavidad y firmeza a volverse a
dormir.
- 9. No hay que premiar al niño por
dormir bien, sino enseñarle que eso es
lo normal. Es aconsejable
reducir el exceso de gratificaciones a
los que se acostumbra ahora a los
niños cuando cumplen con
su deber.
- 10.El padre y la madre tienen que
compartir los mismos criterios y la
misma autoridad ante la hora de ir a
acostarse y respetar las normas del
sueño.
Pediatras y psicoanalistas
Aconsejan que los niños no duerman
con sus padres
171
En los EE.UU., esa costumbre subió del 5
al 12% en 7 años
“No aconsejamos ni la
cohabitación ni el
co-lecho –afirmó a LA NACION el
doctor
Carlos N. Macri, jefe del Centro
Respiratorio del
Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez”
173
Según el informe norteamericano, la
costumbre de
permitir que los niños duerman en el
lecho matrimonial se relaciona con
cuestiones culturales, mitos y hasta
con factores económicos (falta de
camas para todos los integrantes de la
familia). Pero para los especialistas,
hasta un modesto colchón - modesto,
pero propio- es mejor que compartir el
colchón ajeno.
Según Macri, las razones son múltiples:
cuando los
padres fuman, está comprobado que el
humo del tabaco en la habitación es un
factor de riesgo de enfermedades
respiratorias.
"Por otra parte, muchas veces hemos
atendido chicos en grave estado que
habían sido aplastados
involuntariamente por sus padres
durante la noche
-agrega el neumonólogo-. Y, por
último, es relevante el factor
emocional: hay chicos que duermen
entre el padre y la madre, lo que
resulta verdaderamente promiscuo."
174
Las consecuencias sobre el psiquismo
infantil pueden ser marcadas, tanto en
el corto como en el
largo plazo. Por eso, según afirma la
licenciada Susana Mauer, psicoanalista
especialista en niños, "a la hora de
dormir, la cama de los padres no debe
ser un espacio negociable por ningún
motivo. Con
excepción de las dos primeras
semanas desde el nacimiento, en las
que el bebe suele estar en la misma
habitación que sus padres (en el
moisés), no
existe justificación para que padres e
hijos compartan la cama".
Negociar el hecho de dormir en el
lecho matrimonial implica que ese sitio
ha sido habilitado alguna vez como
espacio posible para que los niños
duerman.
175
psicoanalista-. En nuestra cultura, es el
espacio propio que cada miembro de
la familia tiene asignado en forma
personalizada dentro de la casa.
Otros espacios y mobiliarios son de uso
compartido: sillas, platos, inodoro,
nada tiene como la cama un único
destinatario. La cama otorga una
identidad dentro de la configuración
familiar; legitima para cada uno un
lugar que le es otorgado y mantenido
como propio."
Sin embargo, a la hora de ir a dormir,
se pone en
juego en el niño el sentimiento de
estar excluido de
la pareja de sus padres.
"La cuna de los orígenes de la vida
extrauterina es
en nuestra cultura el llamado moisés.
Aquella cesta
con la que el profeta fue dejado en el
Nilo es la primera de las variantes y
acepciones que a lo largo
de la vida tiene la cama -agrega-.
Desde su cuna el niño se ve
enfrentado a experiencias de
separación
176
que no siempre tolera con
complacencia."
Las diferencias entre la cama single y
la doble no son menores ni residen
sólo en cuestiones de espacio físico.
Single y doble
177
personajes que protagonizarán sus
historias, pero más allá de las
singularidades, pensamos que las
sospechas de que en la cama pueden
esconderse
ladrones y violadores la convierten en
baluarte de ocultamiento".
Por otra parte, "la horizontalidad como
posición fuerza a una entrega. El niño
disminuye sus recursos frente a la
angustia, queda más indefenso,
desvalido frente a sus impulsos,
inerme. Y en el caso específico de la
noche queda solo, queda a oscuras.
Tiene que aceptarse ciego, sordo,
mudo, hasta trasponer las fronteras de
la noche y despertar".
Si todas estas razones resultan más
que suficientes para entender por qué
los niños siempre piden dormir con sus
papás, los especialistas consideran
importante dar una mirada a la otra
parte de la historia: lo que quieren y
permiten los adultos.
Porque los vence el cansancio de ir y
venir de un cuarto a otro tratando de
lograr que los pequeños se queden en
sus camas, porque consideran el
dormir juntos o separados como un
178
hecho menor o por otras cuestiones, lo
cierto es que muchas veces son los
mayores los que promueven el
compartir el lecho.
Tráfico nocturno:
179
duerman mejor y más rápido,
seguramente, aparecerán situaciones
que dificultarán el despegue
de los chicos, y se dejará de lado "el
cuidado de la privacidad necesaria
para estructurar un psiquismo
con relativo orden".
Si bien las historias que se tejen de
noche cobijan múltiples dispositivos
ligados a la angustia, al desamparo,
sexualidad, enfermedad y muerte-, el
co-lecho es, según define Mauer con
claridad, "eso
que siempre les gusta a todos pero
que no beneficia a ninguno".
180
-- Esto no significa que, a veces, la
cama pueda compartirse para ver una
película o comer helados.
Efectos negativos
181
Hablemos de las mascotas:
183
graves. Pero que no debemos temer, si
tenemos la precaución de
higienizarnos bien después de tocarlos,
aún cuando les hayamos hecho una
caricia. No hablemos de dejarnos pasar
la lengua de los perros o los gatos por
la cara. O de
que el niño los bese. Esa costumbre
debemos erradicarla por completo.
Hay cosas que las madres tenemos
que enseñarles a los niños y es a
convivir con sus mascotas y el
mantener la higiene necesaria que los
mantenga saludables, tanto a ellos
como a nosotros.
Como regla base, tenemos que saber
que ningún animal debe ingresar al
interior de la casa, ni subirse al sofá ni
a las camas.
Tenemos que conocer de cada
mascota qué cuidados deberíamos
tener y cuáles son las enfermedades
que pueden transmitirle a los niños y
colocarle todas las vacunas que sean
necesarias.
Hay que hablar con un veterinario para
recabar información.
Pero además, debemos saber que no
debemos estar en contacto con su
184
materia fecal ni con las vasijas ni los
sitios donde defecan los animales. Eso
es fundamental. De modo que si hay
un perro que defeca en el patio de la
casa, tanto el pasto como cualquier
elemento que se encuentre allí estarán
contaminados, y los niños no deben
estar jugando en esas áreas, que por
otra parte, son difíciles de desinfectar.
A veces me horroriza el hecho de ver a
los bebés muy pequeños, gateando en
el césped adonde el perro defeca y por
más que el excremento haya sido
quitado, los gérmenes y parásitos
quedan allí, como las pulgas. Lo ideal
es sectorizar el patio con
alambre y que el perro se acostumbre
a hacer sus necesidades en un sector,
donde el niño no entre.
Y el hacer que el niño tome conciencia
del lavado de manos, con lo que la
mamá debe estar pendiente, hasta
que el niño se forme el hábito.
Los animales vacunados que comen
comida industrializada, por lo general,
tienen menos parásitos que los que
ingieren carne y una buena costumbre
sería no tentarse nunca de darle las
sobras de asados que hacemos en
185
casa, sino darle únicamente su propia
comida.
Al final del libro en la parte de lecturas,
hay un artículo con las enfermedades
más comunes que las mascotas nos
pueden transmitir, hay que leerlo pero
no para temer sino para prevenir y
saber sobre el tema para educar a
nuestros hijos.
186
Está claro que para quienes tienen
mascotas su cuidado de es lo más
importante. No obstante, muchas
veces, la necesidad de desparasitarlo
pasa inadvertida y se cree que esto
sólo es necesario cuando el animal es
cachorro.
Se convive a diario con agentes
infecciosos, bacterias, microbios y
también parásitos.
El toxocara canis es uno de ellos, y de
los más peligrosos, ya que cuando
ingresa al organismo humano como
huésped accidental puede llegar a
provocar daños muy severos tanto a
nivel pulmonar, del hígado y también
del ojo, donde llega a través del
torrente sanguíneo para instalarse y
construir una suerte de "nido". Se
estima que el 30 por ciento de la
población estuvo en contacto con este
parásito en algún momento de su vida.
Para la mayoría, habrá pasado sin
dejar un daño significativo, pero lo
cierto es que cuando ataca, los
efectos pueden ser devastadores.
Se calcula que un perro con
toxocarosis libera en su materia fecal
entre 20 mil y 200 mil huevos de
187
parásitos al día, lo cual se traduce en
un enorme potencial de contaminación
presentes en las plazas y en las
veredas cuando quienes tienen una
mascota no recogen las deposiciones,
y también en el hogar.
"El parásito ingresa al organismo y
sigue la ruta por este a través del
torrente sanguíneo. Las lesiones que
puede generar son gravísimas y no
tienen tratamiento. Si llega hasta el ojo
lo destruye, pero a su vez puede dejar
daños severos tanto en el
pulmón como en el hígado. La gente
tiene que saber que una vez que el
parásito atacó el ojo lo más probable
es que éste deba ser extraído. El
paciente pierde visión pero además
experimenta un
gran dolor", advierte la vicepresidenta
de la Sociedad Argentina de
Oftalmología Infantil, Viviana Abudi.
Según explica la especialista, cuando
se detecta la toxocariasis en el cuerpo
a través de un análisis de
sangre se pueden dar antiparasitarios.
Lo que ocurre es que estas sustancias
no llegan hasta el ojo.
188
Pero sí se puede evitar que en un
rebrote de la enfermedad esta impacte
si no lo hizo hasta ese momento.
Por otra parte, una vez que el parásito
entró no hay
forma de detectar que no haya
quedado alguno vivo en el cuerpo, con
lo cual ese chico tendrá que
hacerse controles de por vida.
El peligro no está sólo en los areneros
contaminados con heces de los
animales.
Quienes tienen una mascota y juegan
con ellas están expuestos también, ya
que la saliva de los animales, al
lamerse la cola luego de defecar,
arrastra los huevos del toxocara.
"La saliva del animal contagia también,
de 100 perros, 80 están con parásitos.
En las plazas hacen
caca en los areneros y allí contagian
pero en la casa
también se puede tener la presencia
del toxocara si
no se desparasita al animal. Recibimos
hasta 40 casos por año en el hospital,
de estos más de la mitad llegan a la
ceguera y a la pérdida del ojo. Es
189
rarísimo que el ojo se salve y quede
algo de visión.
Lo que pasa es que se genera un
desprendimiento de retina,
hemorragia, presión ocular, se
convierte
en un ojo ciego y doloroso. Se puede
hacer alguna
cirugía, en casos puntuales para
conservar un porcentaje de visión y en
los casos en que el parásito anide por
fuera de la retina. Pero lo cierto es que
en la mayoría de los casos no hay nada
que
se pueda hacer", asegura Abudi. El
toxocara siempre ataca un solo ojo.
Existe un único caso en la literatura en
donde el compromiso haya sido
bilateral.
Según indica la oftalmóloga, el
promedio de edad de los chicos
asistidos en el Garrahan por toxocara
es de entre 8 y 12 años.
Cuando el parásito ingresa al cuerpo
se queda un tiempo causando daño en
diversos órganos, pero lo más grave
ocurre cuando el parásito muere,
debido a la toxina que libera. "En algún
momento se quiso sacar el granuloma
190
que se forma en la retina, producto de
la anidación del parásito, con láser
localizado, pero no se pudo porque al
matarlo se observó que era cuando
más daño se provocaba", señala la
especialista.
Para la experta, no sólo tendría que
haber multas para las personas que
pasean al perro por la calle y
no levantan su deposición, sino que,
además, habría que hacerle tomar
conciencia a la población sobre el
peligro que implica no desparasitar a
los
animales. "No se puede mostrar por
televisión a
una persona besándose con un
cachorro, esto es un mal mensaje. Allí,
en la saliva también puede haber
huevos del parásito, porque el perro se
lame la cola", sostiene.
Lo que tiene que quedar en claro en la
población es que la única forma de
prevenir la enfermedad es
desparasitando a los perros, porque
una vez que el parásito ingresa al
cuerpo y se aloja en el ojo éste está
perdido, se experimenta dolor, pérdida
de visión y se llega incluso la mayoría
191
de las veces a la extirpación del
mismo. Es una enfermedad
absolutamente prevenible con una
medida sencilla",recomienda Abudi.
http://www.diariodigital.com.do/?
module=displaystor
y&story_id=8898&format=html
Por Sarah Pérez Barnes
192
enfermedades y juegan un importante
papel en el tratamiento terapéutico de
algunos trastornos psicológicos.
La convivencia con las mascotas
proporciona a los
niños alegría y diversión, les transmite
valores positivos, como el respeto
hacia los animales, a la vida y a la
amistad; fomenta en ellos el sentido
de responsabilidad, promueve la
comunicación con sus padres y
desarrollan la sensación de ser
siempre
aceptados y queridos.
Pero a pesar de todos esos innegables
beneficios nos brindan los animales y
lo mucho que llegamos a quererlos, no
debemos olvidar que son potenciales
transmisores de enfermedades y
debemos protegernos mediante la
adopción de las medidas higiénicas y
preventivas de lugar para evitar que
dañen nuestra salud
LA ZOONOSIS
193
como son: el paludismo, dengue,
alacranismo, cuyos agentes son las
moscas,
alacranes, escorpiones, pulgas,
chiches y gusanos que se encuentran
en la tierra y que entran al sistema
humano a través de la piel.
Pero no sólo los insectos, ratones y
otras plagas perjudican nuestra salud;
animales tan útiles como el perro, el
gato, el cerdo y las vacas, con las
cuales
el hombre tiene un contacto directo,
pueden ser causantes de algunas
enfermedades, entre ellas:
194
BABESIASIS: Producida por piroplasmas de la
familia Babesidae, Babesia Canis, en el caso del
perro, a través de la garrapata del género
Dermacentor. Cuando ataca al hombre produce
postración, fiebre, anemia hemolítica,
hemoglobinuria (hemoglobina en la orina),
ictericia, esplenomegalia (aumento de tamaño del
hígado y el bazo) y artralgia (dolor articular).
195
(animales que se alimentan o pueden alimentarse
de pescado). También se transmite mediante la
ingesta de agua contaminada o al ingerir pescado
crudo o mal cocido que contenga larvas del
parásito. Los síntomas que presenta la persona
atacada por este parásito son: molestia abdominal
vaga, náuseas, vómitos y diarrea, pérdida del
apetito y de peso, fatiga (causada por la anemia),
entumecimiento y hormigueo de las extremidades
y hasta confusión o demencia.
196
Los hospedadores definitivos son sobre todo
caninos y felinos domésticos y salvajes (también el
hombre). El hombre se infesta al comer carne
cruda o insuficientemente cocinada de animales
infestados o bien al beber agua con copépodos
portadores.
197
HIDATIDOSIS: Producida por la fase larvaria de
Multilocularis, que pueden parasitar el intestino del
perro y del gato. Es padecida por el hombre y los
animales de abasto (oveja, cabra, cerdo) y
consiste en la formación de quistes hidatídicos que
contienen las mencionadas larvas, en el hígado, el
pulmón y otras vísceras. El perro y el gato se
contagian al comer vísceras infestadas: el hombre
y los animales de abasto, por la ingestión de
larvas.
Es fundamental la prevención, pues el único
tratamiento es el quirúrgico.
198
penetra por la piel o las mucosas y se instala en
las terminaciones nerviosas de la zona de entrada
y una vez ha ingresado en el organismo se difunde
hacia el sistema nervioso central, siendo este
periodo de incubación muy variable, dependiendo
de la distancia de la herida hasta el mismo) pero
en
general entre 15 días y 3 meses (hasta años).
199
niños mayores y adultos; y en caso de presentar
síntomas (enfermedad crónica) suelen ser de corta
duración y autolimitados. En la mayoría de los
casos persiste como quistes en los tejidos, pero sin
ninguna sintomatología, pero en otros se presenta
con formas clínicas persistentes o recurrentes. La
infección en una mujer embarazada puede
producir una Toxoplasmosis congénita en el recién
nacido.
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201
¿Qué es la violencia familiar?
203
primer lugar el deseo de las criaturas,
en las culturas “maternales”. Cuando
no existía la violencia, ni la guerra, ni
la destrucción, ni
la acumulación, ni la desigualad.
Podemos encontrar, en la actualidad,
algo similar a las culturas
“maternales”, en islas de Oceanía, en
Amazonas y otros lugares. Fueron
estudiadas por antropólogos y
comprobaron que no hay ni hubo
violencia, viven en plenitud…
… Los deseos de los niños no están
corrompidos y contaminados por la
cultura, las criaturas siempre desean lo
que corresponde con su ser.
Es realmente una locura en la que nos
ha puesto el
patriarcado, imponernos que los
deseos originales, que por naturaleza
tenemos, están mal.
No son ni la naturaleza, ni las criaturas
las equivocadas en lo que desean. La
equivocada es la cultura vigente, de lo
contrario, no habría tanta violencia,
tanta infelicidad, los seres humanos
nos amaríamos y no destruiríamos el
planeta.
204
Se aniquila la vida por el simple y
fundamental motivo de que casi todos
los humanos tienen insatisfechos sus
deseos y los seguirán teniendo, porque
aunque obtengan todo el dinero y el
poder
del mundo, nunca los sustitutos
llenarán la insatisfacción de los deseos
primarios.
Sin embargo, vivimos en una época en
que los deseos son importantes, sobre
todo para utilizarnos para el
marketing. “Haz realidad tus deseos”
esta frase es hasta un eslogan
publicitario. Para nuestras sociedades
es prestigioso quien se muestra
“libre”, que hace lo que le viene en
gana, quién respeta “sus propios
deseos”. Pero a pesar de esto, se tiene
miedo a los deseos originales del ser
humano, a los deseos de las criaturas.
No valen por su autenticidad, a esos si
se los considera “malos”, molesta su
sinceridad y se los reprime
brutalmente.
El poder patriarcal se apropia de los
deseos primarios del ser humano,
reemplazándolos por los que le son
útiles. Los padres entrenan a sus
205
criaturas desde muy pequeñas a negar
sus deseos y
a obedecer a los que les son
impuestos.
Así los adultos son funcionales al
poder, les imponen a sus hijos “tus
deseos están mal, tienes que desear lo
que yo te digo”. Esta “educación”
aplicada a las criaturas, esta dinámica
de desconectarse de sus deseos
originales, sirve de herramienta al
sistema de sufrimiento, porque con el
tiempo convierte a la criatura en un
individuo manipulable….
“…El problema con la violencia
padecida en nuestra infancia, es que
nuestra psiquis posee mecanismos de
defensa, que nos hacen olvidar el
sufrimiento y el daño recibido de los
adultos idealizados. Por lo cual
tenemos la violencia incorporada y no
la detectamos, la vivimos en lo
cotidiano como “lo normal”, no
registramos nuestra propia violencia,
creemos que no existe.
Cuando los niños dan algún síntoma de
que algo les está pasando
(“berrinches”, “rabietas”, pegar, etc.)
los culpamos diciendo que es su
206
personalidad, o es una “etapa” que
tienen que pasar. Por supuesto hay
que poner “límites”, y aparecen los
ahora de moda “limitólogos” que “el
límite es amor”, disciplina ¿positiva?
(¿que será lo positivo?) etc.
En definitiva, reprimimos al niño, de
esta manera negamos e hacemos
invisible nuestra violencia, no somos
“violentos” somos “pedagogos”,
“educadores”, “formadores”, etc. En
lugar de analizar que estamos
haciendo para generar esas reacciones
en los niños. ¿Para qué?, si la cultura
adulto-céntrica nos da la facilidad de
culpabilizarlos. Y por otro lado, se
suma la dificultad de que no existe la
costumbre en la sociedad de análisis
psicológico y reconocimiento del
inconsciente.
El análisis dentro de la línea que
propone Alice Miller, serviría de ayuda
para poder detectar la propia violencia.
Pero por el predominio la psicología
conductual, cada vez se niega más la
existencia del inconsciente. Culpar a la
criatura, sirve de vía de escape de la
violencia acumulada en
207
el yo adulto y no se descubre el origen
de la misma,
sino que se perpetúa
generacionalmente.
Es bueno tomar conciencia de que
estamos preparados para ser violentos
con nuestros hijos.
Repitiendo contra ellos la violencia
padecida, sin darnos cuenta que la
estamos ejerciendo. Los antiguos
pedagogos sugerían aplicar la mayor
violencia en la etapa de la primera
infancia, porque
así era más efectiva para asegurar el
acostumbramiento y el olvido.”
Y también quiero citar las palabras de
Orlando Vilasboas, indigenista
brasileño, extraído textualmente del
documental Amazonia “Ultima
Llamada”, donde se refiere a su
trabajo y a sus 40 y
pico de años de contacto con los
indígenas amazónicos.
“... Nuestra vida ha sido una huida de
nuestras mentes. La selva tiene su
belleza, conquistarla es bello. Un indio
es diferente a lo que yo pensaba
entonces. La sociedad brasileña tenía
la impresión de que el indio era un
208
bicho que andaba por la selva
matando a las personas. Nosotros
encontramos una sociedad estable,
tranquila. Una sociedad donde nadie
manda a nadie, donde el viejo es el
dueño de la historia, el indio es el
dueño de la aldea y el niño el dueño
del mundo.
En cuarenta y tantos años nunca vi a
una madre pegar a sus hijos, ni a un
padre regañar a sus hijos, ni a unos
padres decirles “no” a los hijos, el niño
es libre. En nuestra sociedad no
tenemos la menor
semejanza con la indígena hacia el
tratamiento de la criatura, como los
indios tienen entre ellos. Nunca vi. a
un indio pelear con otro, nunca vi a un
indio discutir con otro, nunca vi a un
marido pelear con su mujer, nada de
esto ocurre. Son normas de una
sociedad altamente tranquila y la
nuestra es una sociedad totalmente
infeliz...”.
Y volviendo a Nuñez Escurra y
Piccinini: nos dicen al referirse a las
culturas matriarcales pacíficas:
“….En este tipo de culturas los deseos
de los niños no son un problema, sino
209
todo lo contrario son una fuente de
alegría y placer inagotable. De estas
culturas aprendemos que todos los
argumentos de las pedagogías
vigentes para reprimir, “disciplinar” o
“educar” son absolutamente
injustificados. No solamente son
innecesarios para el crecimiento y
desarrollo de la “cría” humana, sino
que son perjudiciales. Es más son la
base social para la reproducción de la
violencia, en nuestro mundo occidental
adulto céntrico.
Pero claro, los libros de PROHIBICIÓN,
de COMO DECIR NO, de COMO PONER
LÍMITES, etc., encajan perfectamente
en nuestras
sociedades enfermas y se venden
más…….”.
“……Es un mito muy difundido, que las
criaturas
criadas con afecto, “viven en una
cajita de cristal”,
no se saben defender en el mundo
real. Por lo tanto es mejor siempre
-para quienes opinan así tratarlas con
violencia para que se “hagan fuertes”.
Nosotros afirmamos:
210
1-Aplicarles violencia solamente los
hará violentos y sumisos. Estarán
preparados para obedecer a personas
más violentas, y frente a las más
“débiles”
serán perversos.
2-Los niños respetados, estarán
protegidos de la violencia, por el hecho
de estar criados en el placer
de las relaciones humanas, y
rechazarán cualquier actitud violenta
naturalmente.
3-Estas criaturas se saben defender de
nuestra cultura de violencia, porque
conocen la verdad del
mundo adulto, del origen de la
violencia y como detectarla.
Desarrollan su capacidad crítica.
Aprenden a descubrir la manipulación,
los engaños, mitos y mentiras mucho
más que cualquiera de nosotros.
Porque conocen el mapa de la matriz
social, tienen una enorme conciencia
del terreno donde se mueven.
1. Quienes no tienen carencias
afectivas, no necesitan la
complacencia de nadie, no buscarán
relaciones con extraños que no la
satisfacen.
211
2. Las criaturas que han sido
maltratadas, están incapacitadas para
percibir el daño que les hacen sus
padres, porque necesitan sentirse
queridos por ellos. Están educadas
para no sentir el daño, “aguantarse,
ser valientes, no llorar, el sufrimiento
les hará fuertes”, se aprende a sentir
que toda esta
represión no daña, “a mis padres les
gusto así, me
aguanto y no lloro”, “ellos me quieren,
esto tiene
que ser bueno”. En realidad serán
débiles, sumisos frente al que tenga el
poder de ejercer la violencia que ellos
aprendieron a obedecer y no sentirán
el daño que esta les cause.
3. Y a su vez esta educación del odio,
producida por el daño recibido, es
descargada en otros que no crearon
este odio o rechazo. Porque
aprendieron que las agresiones están
permitidas ejercerlas a quien ellos
consideren débilmente despreciables,
inferiores. De adultos son parte de la
violencia, están dentro y no se dan
cuenta que son victimas y
reproductores de ella.”(…)
212
Alicie Miller en “El drama del hombre
dotado” agrega: “... Un niño que
satisfaga los deseos conscientes o
inconscientes de sus progenitores,
será un «buen» niño; pero si se niega a
hacerlo siempre y tiene deseos propios
que vayan en contra de los de sus
padres, será calificado de «egoísta» y
«desconsiderado».
La mayoría de las veces, los padres no
piensan que
están utilizando al niño para que
satisfaga sus propios deseos
(egoístas), sino que están firmemente
convencidos de tener que educarlo
porque es deber suyo ayudarlo en el
proceso de «socialización»
Si un niño así educado no quiere
perder el amor de
sus padres (¿y que niño podría darse
semejante lujo?), aprenderá muy
pronto a «compartir», «dar», «hacer
sacrificios» y «renunciar» mucho antes
de que sea realmente posible hablar
de compartir o renunciar de forma
pura y auténtica………………
“... Si una madre es capaz de
respetarse a si misma
213
y a su hijo desde el primer día de vida
de éste, nunca necesitará «inculcarle
respeto» al niño, quien
no tendrá más remedio, que tomarse
en serio a sí mismo y a los demás
seres humanos. Pero una madre que,
en su momento, no fue tomada en
serio ni reconocida como lo que era
por su propia madre, intentará
procurarse respeto con ayuda de la
educación.( ...)
“... resulta impensable amar de verdad
a otros seres
humanos (y no sólo utilizarlos) si uno
es incapaz de amarse a sí mismo tal
cual es. Y ¿cómo sería esto viable si,
desde un principio, no se ha tenido la
posibilidad de vivir sus propios y
verdaderos sentimientos y
experimentarse de este modo a sí
mismo?”
Y en OJOS DE CIELO, sus autores,
afirman: “El mundo de las criaturas es
principalmente afectivo y se relacionan
desde lo emocional. Se las obliga a
saludar y a hablar con adultos sin
respetar en absoluto el tiempo de los
niños, si los han incorporado o aún no
en su campo afectivo, no les
214
importa a los padres. “Hay que
educarlos”, “saluda
a la señora”, “¡Tiene que
socializarse!”.
Si a las criaturas no se las presiona a
desconectarse
con sus emociones, saludará y se
relacionará con el
adulto que se lo merezca y no con
cualquiera porque se lo imponen o por
necesidad afectiva.
Hay en sociedades, que si se tiene
algún problema
con las criaturas, esta mal visto
dirigirse a ellas, se busca a los padres
y se les habla a ellos como
responsable en igualdad de
condiciones.
Se dice por ejemplo “Si tienes algún
problema o necesitas algo con los
niños me lo dices a mi, yo soy su
madre, yo soy el padre, yo soy el/la
responsable” o con mirada de enfado
“¿¡Te pasa algo con el niño!?” “ ! Si te
pasa algo me lo dices a mi! ¿¡eh!?”.
¿Por qué obligarlo a saludar a quien no
siente? ¿Por qué obligarlo a que
abandone su sinceridad, su inocencia,
su integridad? Para honrar el mundo
215
adulto. Si hasta se acostumbran a que
cualquier adulto les diga lo que tienen
que hacer.
También es un daño para las criaturas
obligarlas a
compartir todos sus juguetes,
tratándolas de “egoístas” sino lo
hacen. Se ignora completamente
que están fusionados con sus cosas
emocionalmente.”
Pero yo voy a agregar algo, también
hay violencia, cuando le privamos al
niño de la libertad que es capaz de
ejercitar o se la recortamos por
cualquier motivo.
216
Un Corte a la Libertad (de la
revista “Humor”) Revista argentina
de los años 1978 a 1990) (lectura
recomendada)
217
-¡Mira Mami el elefante que hice!
-¿Un elefante rosado y con rayas? ¡Vos
no aprendes más!
¿O no recuerdas que cuando fuimos al
zoológico los elefantes eran grises?
¡GRI-SEEEESSS!
Un corte en nombre de la
autoridad ¡Hay que
combatir la libre determinación!
218
porque te saliste del margen de la
hoja.
Un corte en nombre de la
mediocridad ¡leña
con los que rompen los esquemas!
219
EL CASTIGO A LOS NIÑOS Y LA
POLÍTICA CRIMINAL
(lectura recomendada del autor:
Julio Enrique Aparicio).
220
de oportunidades y la condena al
anonimato de no ser nadie sabiendo
que nunca se llegará a ser alguien.
Las formas de ejercer esa violencia son
muchas, pero hay vías que
sistemáticamente la introducen en el
seno del hogar, interpretado éste
fundamentalmente como el ámbito de
la formación de los niños: el constante
repiqueteo de la televisión,
diariamente –y varias veces al día-en
noticieros mostrando uno, dos, cien
crímenes, enfrentamientos armados
entre “barras bravas”, detallando la
muerte producida por conductores
imprudentes o alcoholizados,
exhibiendo jóvenes absolutamente
obnubilados por el consumo del
famoso “paco” o mostrando el retiro
de cadáveres luego de un asalto...A
esa realidad que nos abruma se suma
la ahora llamada “ficción”, donde la
violencia física y hogareña se
entrecruza con relaciones promiscuas,
engaños y defraudaciones varias,
disolución familiar,(…). En definitiva,
ríos de sangre, pasiones malsanas y
muerte Estos entretenimientos, a los
221
que podríamos sumar muchísimos
videojuegos, no sólo ocupan el tiempo
familiar, especialmente el infantil, sino
que anulan toda posibilidad de
comunicación familiar. Durante el día,
cada uno en sus problemas. A la
noche, unos frente al televisor y otros
delante de la
computadora. La conversación ha
muerto. La mesa
familiar ha sido sepultada.
Entrar en este campo es arribar a la
crisis de la familia contemporánea,
signada por los conflictos, por la
“necesidad” de satisfacer el
consumismo y para ello trabajar más y
más horas, vivir en “stress”
permanente y carecer de tiempo para
dedicarle a la
pareja y a los niños, especialmente a
éstos.
Sociedad violenta, familia en crisis,
niños en búsqueda de contención fuera
del hogar y donde prevalece el grupo
de pares. A partir de allí los hijos se
socializarán conforme las pautas de los
amigos, del grupo y bien sabemos qué
difícil es resistirse a las tendencias del
grupo cuando se está buscando su
222
aceptación para tener un lugar propio
en alguna parte.
En este cuadro de violencia social,
falta de comunicación, agotamiento
laboral y frustración, la
intemperancia suele operar como
válvula de escape.
Cuando finalmente la caldera explota,
no explota para cualquier lado. Se
orienta hacia aquéllos que “se la
tienen que aguantar”. No agredimos a
nuestro jefe. Agredimos a nuestras
esposas, a nuestros hijos, a aquellos a
quienes no sólo no tememos sino a
quienes consideramos subordinados.
Estamos ingresando a la puerta del
maltrato. A veces físico, siempre
psíquico.
Hace 30 años la medicina no tenía
claramente identificada a la agresión
parenteral como la causa de las
lesiones o muertes que se verificaban
en las guardias hospitalarias y el
sentido común de esa época hacía
creíble aquello de que “se cayó”,
“estaba jugando con el hermanito”,
etc. Hoy tanto los estudios específicos
como la experiencia cotidiana lo
primero que promueven ante niños
223
golpeados es la sospecha de violencia
doméstica. Nos hemos enfermado
tanto que no advertimos que es
monstruoso que en el tercer milenio
haya personas que crean que el
proceso de la educación pasa por la
violencia, por la agresión verbal,
psicológica o directamente física, y
mucho más monstruoso es cuando
todo eso se ejerce sobre pequeños,
muchas veces los propios hijos.
No comprendemos cómo en algunos
países de los
llamados “centrales” se permite cierto
castigo corporal de parte de los
educadores “siempre que
sea ligero”... Ciertamente podemos
sospechar con
fundamento que la humanidad marcha
para atrás,
como el cangrejo.
Hay una especie de tolerancia social
frente a los padres que golpean a sus
hijos. Nadie los rotula como sádicos o
psicópatas. Muchas expresiones
populares los avalan: “más vale una
cachetada a tiempo...” “letra con
sangre entra...” “porque te quiero, te
aporreo...”, etc…………………………
224
“En la intención de que comprendamos
que la formulación de una política
criminal pasa por resolver muchas
situaciones que están mucho antes
del delito y que en definitiva se ubican
en el campo
de la protección de la madre y el hijo,
en el fortalecimiento del hogar, en la
educación para padres, en el apoyo a
la familia, en la educación, en
la formación en valores, en la
reducción de todas las formas de
violencia, en esa intención es que
presentamos “Hablando
francamente sobre el pegarle a los
niños”, de Jordan Riak, traducción
de José Medio, versión revisada en el
año 1996.
“…Pegarles a los niños, al igual que la
violencia física a las esposas, resulta
peligroso tanto física como
psicológicamente. Los daños que a
largo plazo se causan, o se pueden
llegar a causar a la víctima, exceden
con mucho la utilidad a corto plazo que
perciba en ello la persona que lo
practique.
Algunos investigadores sostienen que
todo acto de
225
violencia de un adulto hacia un niño,
por muy breve o leve que sea, deja
una cicatriz emocional permanente. El
efecto de estas cicatrices es
acumulativo. Hasta cierto punto,
nuestras propias experiencias nos lo
demuestran. La mayoría de nosotros
debemos admitir que los recuerdos
más imborrables - y los más
desagradables - son los recuerdos del
daño inflingido por nuestros padres…
“…Al intentar negar o disminuir los
peligros relacionados con el castigo
aquellas personas que pegan, dicen "El
castigo corporal es muy distinto al
abuso de los niños" o "una palmadita
nunca hizo daño a nadie." Pero están
equivocadas. Una buena
comparación con lo anterior es el
envenenamiento
con arsénico. Todo el mundo sabe que
el arsénico
tomado en cantidades suficientes es
mortal. Sin embargo, una módica
ingestión del mismo puede
que no tenga un efecto dañino. ¿Pero
quién necesita veneno? El hecho de
que una persona sobreviva dicha
experiencia no es prueba de que tal
226
experiencia sea beneficiosa.
Los padres informados y responsables
reconocen que el pegarles a sus hijos
es como darles de comer
una sustancia nociva. Nada bueno va a
resultar de
ello, sólo daño.
Pero algún padre se puede preguntar
"¿Cómo se puede ser un padre
responsable si no le enseña al hijo que
no se cruza en frente del tráfico
cuando sale corriendo y se le da una
buena paliza para que
no lo olvide?"
La realidad es que las bofetadas
producen en elniño un estado de
fuerte agitación emocional haciendo
difícil que aprenda las lecciones que
los adultos pretenden enseñarle. Dar
una "buena bofetada" puede servir
para que el adulto libere su cólera,
pero a expensas de causársela al niño.
Y mientras que el desahogo en el
adulto es transitorio, el efecto en el
niño es duradero.
El pegarles no les enseña que los
carros y los camiones son peligrosos.
Al contrario, les enseña que los
227
adultos, de quienes él depende, son
peligrosos.
La pérdida de confianza
228
el teléfono, te voy a coser la boca con
una aguja bien grande" dicen algunas
veces los padres. O si no, dicen
"Alguien te va a cortar los dedos con
las tijeras. Eso es lo que le hacen a los
niños malos que tocan las cosas de
otras personas". Consideran fácil
controlar a sus niños por estos medios
- al menos de forma temporal.
Al principio el niño obedece por miedo
mientras cree en las amenazas del
adulto. En esta etapa ya aprende a
hacer cosas a escondidas y a decir
mentiras para evitar los terribles
castigos que él cree que le esperan.
Más tarde, cuando comienza a darse
cuenta que las amenazas no tienen
fundamento, llega a la conclusión
(correcta, por otra parte) de que los
adultos mienten.
Cuando la confianza entre los adultos y
los niños a
su cargo comienza a deteriorarse, la
habilidad infantil de formar relaciones
de confianza con los otros también se
deteriora. Esto puede volverles
incapaces de alcanzar intimidad o
solidaridad. Los lesionados de esta
forma, se inclinan a ver las relaciones
229
con otras personas como negocios u
operaciones en las que se gana o se
pierde.
Consideran la honradez y la confianza
en los demás como debilidades que
han de ser explotadas, de igual
manera que se hizo con ellos.
230
alcahuete que obtiene su poder de
segunda mano al frecuentar a los
arriba descritos.
231
pegarse o cuando ellos reciben una
paliza.
Aprenden que una vez que sean lo
suficientemente
grandes y fuertes, podrán controlar a
otros amenazándolos o lastimándolos.
Aprenden que está bien que las
parejas se golpeen, y que los adultos
peguen a los niños.
Cuando los niños cuyas personalidades
han sido formadas en hogares
violentos, crezcan, y tengan sus
propios hijos, les resultara muy difícil
liberarse del comportamiento que han
presenciado. Las aptitudes que
desarrollarán en la vida de familia
serán aquellas heredadas de sus
padres y serán más
susceptibles de prolongar el ciclo de
violencia con
sus propios e inocentes hijos.
Al desparecer la violencia física de la
vida familiar, desaparecerán también
otras formas de la violencia
doméstica. No antes.
232
pertenezca. Los golpes les
acostumbran a aceptar la idea de que
los adultos
tienen poder absoluto sobre sus
cuerpos, incluso el
derecho de causarles dolor. Las
nalgadas les convencen, por otra
parte, de que sus zonas sexuales están
sometidas a la voluntad de los adultos.
No es muy probable que el niño que se
somete a ser golpeado un lunes diga
"no" a un violador un martes. Los
adultos que les abusan o explotan
sexualmente lo saben. Buscan a
víctimas potenciales entre los niños a
quienes se les ha enseñado "si no
obedeces, vas a ver lo que pasa ..",
porque son los blancos mas fáciles.
233
de ellos es que se crea un nexo entre
las sensaciones de dolor, humillación y
sexo que se fija
en sus mentes para el resto de sus
vidas. Aunque se
casen, tengan sus propias familias,
ocupen cargos responsables en la
sociedad, y no exhiban rastros de
trastornos afectivos, se ven
atormentados de forma secreta y
vergonzosa por una necesidad que,
en algunos casos, les lleva a buscar
prostitutas a quienes pegar o de quien
recibir palizas. La industria
pornográfica hace un gran negocio
satisfaciendo las necesidades de estos
pobres individuos.
La ciencia médica ha reconocido y
documentado desde hace tiempo una
relación entre las nalgadas y
el desarrollo posterior de
comportamientos sexuales desviados.
Y esto ya debería ser una razón
suficiente para no pegar nunca más a
un niño.
234
Localizado en el interior de las nalgas
se encuentra el nervio ciático, el cual
es el nervio más grande del
cuerpo. Un golpe fuerte en las nalgas,
particularmente con un objeto como
un madero, puede causar una
hemorragia a los músculos que rodean
ese nervio, con la posibilidad de
dañarlo y de causar lesión en una de
las piernas. El cóccix, o huesito de la
rabadilla, es un hueso
extremadamente delicado que se
encuentra en la base de la espina
dorsal y también es susceptible al
daño cuando un niño es golpeado en
esta región.
Cuando a los niños se les obliga a
agacharse para pegarles, sus órganos
sexuales corren el riesgo de verse
dañados. Los hospitales dan parte con
frecuencia de cóccix dislocados y
contusiones en la
zona genital derivados de castigos
violentos.
En un intento de justificar el castigo
violento a los niños, ciertos individuos
afirman que la Naturaleza
o Dios crearon esa parte de la
anatomía para recibir golpes. Esa es
235
una afirmación perversa. Ninguna
parte del cuerpo fue creada para ser
violada.
236
Las palizas en casa y el desarrollo
de las tareas escolares
237
surgen las pandillas callejeras y de su
especial atractivo para esos niños cuyo
amor propio ha sido destruido por las
nalgadas, palizas, golpazos, azotadas,
latigazos, humillaciones, insultos,
amenazas, críticas implacables,
restricciones irrazonables, abandono
físico y emocional, etc.
No hemos de sorprendernos cuando
los niños rechazan al mundo adulto en
la medida que ellos creen que éste los
ha rechazado. Tampoco hemos de
sorprendernos de que el adolescente
que ha sido víctima de la violencia
durante su niñez, la utilice tan pronto
como sea capaz de ello. Como suele
suceder, la agresividad que muchos
jóvenes cultivan por considerarla
esencial para su sobre vivencia los
empuja hacia el fracaso o la catástrofe.
Nuestras abarrotadas prisiones son
prueba de ello. ……………….“ …El
abandono de los estudios y la
delincuencia juvenil dejarían de ser
problemas que asolan a nuestra nación
si sólo fuera posible persuadir a los
padres que dejen de criar a sus hijos
de forma que garantice que se
conviertan en seres antisociales y auto
238
destructivos. En otras palabras, que
dejen de golpear a sus hijos y que
empiecen a tratarlos con ternura.
239
Pegarles a los Niños y el
Comportamiento
Criminal
A todos nos resulta familiar la lista de
enfermedades sociales que se cree se
encuentran en
la base del comportamiento criminal:
pobreza, falta
de trabajo, discriminación, ruptura de
la familia, drogas, violencia en el cine y
la televisión, etc. Y resulta claro que
cada uno de los aspectos de la lista
anterior desempeña un papel en
fomentar la delincuencia y el crimen.
Sin embargo, un elemento principal
apenas se menciona--pegar a los
niños.
En 1940, los investigadores Sheldon y
Eleanor Glueck iniciaron su famoso
estudio de muchachos
delincuentes y no delincuentes.
Descubrieron cómo ciertas
experiencias tempranas de la niñez
condicionan a los niños a desarrollar
comportamientos violentos y
antisociales.
Demostraron que los primeros
síntomas de delincuencia aparecen ya
a los tres años, mucho antes de que
240
los niños entren en contacto con
influencias externas. (…)
“…El mensaje para todos los padres
que no quieren que sus hijos vean el
interior de una prisión o cárcel es
simple: NO LES PEGUE. TRÁTELOS CON
CARIÑO.
241
personas que la sociedad convierte en
chivos expiatorios.
…………………………………….
Sin embargo, para la connotada
psicóloga infantil de la Universidad
Católica, Neva Milicic, “es un gran
error aplicar cualquier tipo de castigo a
los hijos, porque provocan daños
importantes en su desarrollo. El
problema está en que los padres creen
que está bien castigar y decirle al hijo
‘como te sacaste malas notas no vas al
cumpleaños de tu amigo’, y no saben
que no sólo eso es dañino para los
niños, sino que además no sirve de
nada, porque los castigos no son
efectivos”.
El riesgo de castigar
242
Como señala Neva Milicic, “los hijos de
padres estrictos, también
denominados Harsh Parents por
las corrientes de investigación
norteamericanas, tienen una gran
probabilidad de presentar problemas
conductuales y una marcada tendencia
a
involucrarse en conductas de
riesgo”…………….
En general, los niños criados en el
estilo autoritario
son más tímidos y tienen una
autoestima más baja
en relación a los menores que han
crecido en ambientes más amorosos y
acogedores.
Estrés y castigo
243
a sus hijos, pero a cambio los
sancionan privándolos de salir a jugar,
de ir a un cumpleaños
o de ver televisión.
Incluso, en opinión de Neva Milicic,
“hay literatura
muy difundida entre los padres que
avala el castigo
y el estilo coercitivo para sancionar a
los hijos
cuando no han respetado una norma
impuesta por
sus padres”.
Para la psicóloga, “este aumento del
castigo está muy influenciado por el
alto nivel de estrés al que están
sometidos los padres. Muchos llegan a
las ocho de la noche a la casa, tan
cansados, que tienen un nivel muy
bajo de tolerancia para atender a los
hijos. Eso hace que ante cualquier
error de los
niños los padres sobre reaccionen y los
castiguen más de la cuenta”.
A su juicio, el estrés de los padres hace
que muchas
veces ocupen términos inapropiados
para llamar la
244
atención a sus hijos, y eso puede ser
demoledor del
auto-concepto del niño.
Por eso es importante dialogar sin
violencia, y al momento de sancionar
no referirse al sujeto sino a la acción,
es decir, los papás no pueden decirle a
sus hijos ‘eres mentiroso’, porque lo
indicado es que le digan ‘es muy malo
mentir’.
La alternativa al castigo
245
conmigo. Anda un rato a tu pieza
mientras yo ordeno, y tú reflexiona un
poco, y después buscaremos una
manera de hacer una plantita nueva”.
El objetivo es que los niños aprendan
por las consecuencias naturales de sus
conductas. En lo posible, explica Neva
Milicic en su libro, “apenas esté en
edad de hacerlo, hay que preguntarle
cómo
podría arreglar la situación en que ha
fallado y cómo podría evitar que le
sucediera en el futuro”.
La diferencia, como explica la
profesional, “es que
en el castigo el niño paga su culpa,
pero no hace propósitos para el futuro
ni repara su falta. La idea
es que no hagan las cosas por miedo,
porque eso pierde su efectividad en
cuanto la persona que ejerce el castigo
desaparece”.
"Privación de privilegios"
246
Por ejemplo, si un niño sabe que debe
hacer sus tareas entre las cuatro y las
cinco de la tarde y no las hace porque
a esa hora prefirió jugar al
computador, tendrá que hacerlas a las
seis o a las siete, aunque a esa hora
estén dando su programa favorito.
Esto es lo que se conoce como
privación de privilegios, que a juicio de
Neva Milicic es muy distinto al castigo.
Esta privación de privilegios no es más
que la consecuencia que el niño
provocó, porque si hubiera hecho su
tarea en el momento debido, podría
haber visto sin problemas su programa
de televisión.
Según las últimas investigaciones esta
es la medida
más efectiva, porque conduce a la
autodisciplina, que debería ser la meta
de todo sistema educativo.
Según explica la psicóloga, para
enseñar a los hijos
a ser disciplinados, a obedecer, a
respetar y a cumplir con lo que se
espera de él, es fundamental
que los padres promuevan normas y
límites democráticos, y a enfrentar los
247
errores que cometan con tranquilidad
y cariño.
Brigitte Hauschild
04/05/2008
248
Sus obras nos cuentan los resultados
de sus experiencias sobre cómo fue la
niñez de mucha gente que llegó a su
consultorio y cómo fue la de muchas
personas famosas y no tan famosas.
En sus libros, Alice Miller habla sobre
las secuelas ue dejan el maltrato
físico, el maltrato psicológico y el
abuso sexual en niñas y niños. En una
mayoría de casos, los niños fueron
golpeados, castigados y abusados “por
su bien”. Alice Miller va más allá y no
sólo habla de las secuelas individuales
que sufre
cada persona. También explica las
consecuencias colectivas que el
maltrato infantil tiene para toda la
sociedad. Y enseña que una sociedad
sólo mejora si logra romper la cadena
de violencia. Lo más maravilloso es
que nos demuestra que se puede,
¡que sí se puede!
De ella aprendemos que las
experiencias emocionales desde el
nacimiento, incluso desde antes de
nacer, se graban en las células de
nuestro cuerpo en un tipo especial de
memoria. No se pierde nada. Estas
experiencias se codifican como un tipo
249
determinado de información y llegando
a la
edad adulta influyen --aunque
inconscientemente-- en nuestro modo
de pensar, sentir y en las formas en las
que actuamos. Cuando nacemos
dependemos de los adultos y nuestra
dependencia nos lleva
inconscientemente a desarrollar un
comportamiento con el que agradar a
las personas que nos rodean. Y lo
hacemos así, a pesar de los maltratos
que recibimos, porque para sobrevivir
necesitamos alimento, cuidados y
amor.
Los primeros años de la vida de una
persona son los más importantes y una
educación basada en el autoritarismo y
la violencia causa graves daños.
Cualquier golpe que recibimos en
nuestros primeros tres años de vida
nos afecta. En esos años termina de
construirse la estructura del cerebro
humano. Por eso es tan importante
que en esa etapa los niños reciban
amor y protección, y ningún tipo de
crueldad, de menosprecio o de burlas.
En la mayoría de los países del mundo,
también en Nicaragua, golpear a un
250
niño suele ser un remedio habitual y
permitido para educar. “Un golpe no
hace daño”, decimos, para justificar
esos golpes.
Los adultos ejercen violencia contra los
niños porque tienen el poder de
ejercerla. Esa violencia queda grabada
en la memoria de los niños y el
aprendizaje que deja en ellos es que el
único medio efectivo de comunicación
disponible es la violencia.
El niño no hace caso a los golpes
porque ENTIENDA lo que le “piden” sus
padres que haga. Hace caso y obedece
por miedo a recibir más
golpes. Adultos, padres, maestros, no
les reconocen a la niñez el derecho de
protesta ni le permiten expresar su
rechazo a la violencia ni tampoco al
abuso sexual que sufre de una persona
ajena o de su propio núcleo familiar.
Para aguantar estos dolores, los
niños/as hacen todo lo posible para
olvidar sus sentimientos y reprimir los
recuerdos traumáticos y para
continuar amando e idealizando a
quienes los maltratan y abusan de
ellos. No recordando se defienden. Es
251
su medio de sobre vivencia. Después,
en su vida adulta, quienes
fueron niños maltratados ejercerán
violencia contra
sus hijos y justificarán la “educación”
violenta que
recibieron cuando eran chiquitos e
indefensos. Un
círculo vicioso. Alice Miller hace énfasis
en la importancia de analizar y de
enfrentar nuestra propia infancia.
Propone reencontrarnos con la niña,
niño que fuimos y que sufrió golpes,
desatención, fajazos, gritos, insultos,
abuso físico, psíquico o sexual.
Propone también permitirnos como
adultos (as) el
dolor que en la niñez reprimimos. No
es cierto que
los recuerdos dolorosos se borren. Se
quedan en la
memoria y pueden causar muchas
enfermedades para las cuales no
tenemos explicaciones ni ncontramos
cura.
Dice Alice Miller que “las
humillaciones, golpes, bofetadas,
traiciones, abusos sexuales, mofas,
burlas, desatenciones, son formas de
252
maltrato, porque dañan la integridad y
dignidad de un niño, aunque sus
consecuencias no sean visibles
inmediatamente. Como adultos, la
mayoría de los niños maltratados
sufrirán. Y peor: permitirán que otros
sufran por estos daños”.
Cuando nos encontramos con ese
niño/a que fuimos, y que vive en
nuestro interior, es muy importante
tener a nuestro lado a alguien que nos
escuche y que admita que entonces
sufrimos maltrato. Si tenemos esa
persona a nuestro lado, ya sea, una
terapeuta, una amiga o alguien de
confianza; Alice Miller las llama
“testigos empáticos con conocimiento
de causa”, es también trascendental
que esa persona nos haga sentir que
no fuimos culpables ni responsables
por lo que nos hicieron.
Esa persona debe ayudarnos a sanar
nuestra infancia y a reconocer que lo
que ellos nos hicieron
no estuvo bien. Esa persona no debe
sugerirnos ni obligarnos a perdonar lo
no perdonable. Mucho menos nos debe
proponer el perdón “en nombre de
Dios”. Trabajar las crueldades sufridas
253
en la niñez, encontrarnos con el niño/a
que fuimos, nos
puede liberar de las secuelas de la
violencia aguantada en silencio. Y a
menudo nos liberará de depresiones,
adicciones o pánicos. Y así lograremos
no repetir la historia con nuestros
hijos.
Cuando fuimos pequeños no
merecíamos golpes.
Permitirnos sentir la tristeza por
aquella violencia del pasado nos
liberará de traumas acumulados. Y nos
capacitará para no causar traumas a
otros. Nos
entrenará para protegerlos de la
violencia sexual.
Otra enseñanza que encontramos en
los libros de Alice Miller --en particular
en “La Madurez de Eva”-- es que la
cultura cristiana nos “obliga” (¡el tan
predicado cuarto mandamiento!) “a
honrar a padre y madre”, aun cuando
hayamos recibido de ellos maltratos y
abusos, incluso crueles. Es un camino
equivocado. La verdad es la que nos
hace libres. Y sólo la verdad es la que
puede hacer libres a quienes nos
maltrataron. Reconocer la verdad de
254
nuestra infancia nos hará capaces de
entender qué es realmente “honrar”.
En mi camino de sobreviviente de
abuso sexual he
tenido la dicha de encontrar personas
--tanto entre
psicólogas como en mi grupo de apoyo
mutuo- que fueron mis acompañantes
empáticas. Después,
leyendo a Alice Miller, aprendí a
hacerme “testigo que ayuda” a
niños/as, a adultas/os violentados en
su niñez. Esto le ha dado un nuevo
sentido a mi vida.
La página Web de esta escritora
inteligente y luchadora www.alice-
miller.com tiene ahora un enlace hacia
una página en español, donde están
algunos de sus textos, en los que
encontrarán conocimiento y sabiduría.
Algunos de sus libros son: El drama del
niño dotado, El saber proscrito, Por tu
propio bien, La madurez de Eva, El
cuerpo nunca miente.
255
Notas de VOLUNTARIOS POR LA PAZ
DEFINICIÓN DE MALTRATO
INFANTIL
Sábado, 09 de mayo de 2009
256
u omisiones llevadas a cabo por los
Padres, por terceros, por las
Instituciones, u otras responsables de
su cuidado, produciéndose por acción,
omisión o negligencia TIPOS DE
MALTRATO INFANTIL
257
cualquier lesión física que se produzca
por el empleo de algún tipo de castigo
que se aplique y que no sea el correcto
para la edad del menor.
Normalmente en estos casos es
cuando se llega a cometer un Abuso,
se constituye en una emergencia
pediátrica por lo que deben concurrir
con el niño a los servicios de urgencia
y posiblemente el niño debe ser
Hospitalizado. Es clásico que este
cuadro evoluciona favorablemente
durante la hospitalización, pero
también se produce la reincidencia
cuando el niño vuelve a su hogar.
2.- ABANDONO FÍSICO: Es el NO
CUMPLIMIENTO Intencional de los
Padres o Personas a cargo de un Niño
en ATENDER las necesidades básicas
del Menor, (alimentación, higiene,
seguridad, atención médica, vestido,
educación, vigilancia, etc.), y cuando
no son satisfecha por ninguno de los
integrantes del grupo
que convive con él.
También se puede encuadrar en este
punto el dilatar la atención de los
problemas de salud del menor, echar
de casa a un menor de edad; no
258
realizar la denuncia o no procurar el
regreso al hogar del niño/a que huyó;
dejar al niño solo en la casa a cargo de
otro menores. Es cuando hay
negligencia en el desempeño de los
Padres y los niños no son cuidados.
Esta forma de abandono realizado en
forma continúa ó en forma crónica, no
es menos peligrosa que el abuso físico
ya que también puede conducir a la
muerte sobre todo en niños pequeños,
ya sea por falta de alimentación o de
cuidados generales, como así también
no recibir asistencia médica en el
momento preciso, de tal modo que
poco o nada puede hacerse para
recuperarlos.
259
Este tipo de Maltrato se produce por
LAS VIOLENTAS SACUDIDAS del
cuerpito del lactante con el objeto de
hacer callar su llanto; se caracteriza
por hemorragias retinianas,
hemorragia cerebral, hemorragia
sudoral o subaracnoidea y ausencia de
traumas como el craneal externo.
260
producidos por los Padres o Adultos
cuidadores y que los/as dañan en
su esfera emocional. También se
produce cuando son sometidos
constantemente a presenciar actos de
violencia física o verbal hacia ellos u
otros miembros de la familia.
"Si bien nuestra leyes no definen el
Maltrato Psíquico, se entiende a toda
acción que produce daño mental o
emocional en el niño, causándoles
perturbaciones de magnitud que llegan
a afectar la dignidad, perjudicar su
salud e incluso alterar su bienestar
general."
261
otra forma de madurar como humano,
que accediendo a establecer vínculos
de los cuales depende en forma
absoluta para sobrevivir (emociones
temprana).
262
8.- MALTRATO INSTITUCIONAL: Se
entiende por MALTRATO
INSTITUCIONAL cualquier Legislación,
procedimiento, actuación u omisiones
procedente de los Poderes Públicos,
Organismos Gubernamentales
(JUSTICIA, EDUCACIÓN, SALUD,
SERVICIOS SOCIALES) y No
Gubernamentales o bien derivada de
la actuación individual del profesional
actuante que comporten abusos,
negligencias, detrimentos de la salud,
de la seguridad, del estado emocional,
del bienestar físico, de la correcta
maduración o que violen los derechos
básicos del niño y/o la infancia
establecidos por la Convención de los
Derechos del Niño y las Leyes,
Decretos, Ordenanzas ya sean
Nacionales, Provinciales ó Municipales
dictadas para la Protección a la Niñez.
Asimismo, todo lo referente a la falta
de Protección y cuidados físicos
mínimos del niño por parte de sus
figuras de custodia, así como
abandono de sus necesidades
evolutivas por falta de estimulación
cognitiva que no se debe a carencia
263
extrema de recursos socio-
económicos.
264
y que deberían ser realizados por
adultos, y que interfieren de manera
clara en las actividades y necesidades
sociales y/o Escolares de los niños, ya
que estos trabajos son asignados a los
mismos con el objeto de obtener un
beneficio económico, sin tener que
realizar, los adultos, ninguna otra
tarea.
265
El Maltrato Infantil en todas sus formas
tiene una
serie de consecuencias y que las
podemos identificar como
consecuencias a corto, mediano y
largo plazo en el desarrollo psico-social
y emocional de los menores, las que a
continuación se describen:
266
a) Muy Pobre Autoestima
Al igual que los niños de familias
carenciadas, los niños Maltratados se
sienten incapaces, tienen sentimientos
de inferioridad, lo que manifiesta en
comportamientos de timidez y miedo,
o por el contrario, con
comportamientos hiperactividad
tratando de llamar la atención de las
personas que les rodean.
b) Síndromes de Ansiedad,
Angustia y Depresión Estos pueden
manifestarse en trastornos del
comportamiento, por angustia, miedo
y ansiedad, o
como estrés pos-traumático. A veces,
estos trastornos, pueden estar
disfrazados por mecanismos de
adaptación a la situación.
Estos niños desconfían de los
contactos físicos, particularmente de
adultos, y se alteran cuando unadulto
se acerca a otros niños, especialmente
si lloran, presentan problemas de
atención, concentración y tienen
dificultad para comprender
las instrucciones que se les imparten.
267
Estos niños desarrollan sentimientos
de tristeza y desmotivación, pudiendo
llegar a un estado anímico deprimido,
comportarse auto destructivamente,
como también llegar a la auto
mutilación.
Los niños maltratados físicamente, son
más agresivos con otros niños y
presentan altas tasas de
conductas hostiles, como patear,
gritar, son destructivos con
desviaciones en la conducta pro social.
Al mismo tiempo, existe una conexión
etiológica entre los malos tratos
recibidos en la infancia y el desarrollo
fisiológico y social de la persona, tales
como la delincuencia y/o el
comportamiento
antisocial, durante la adolescencia y
adultez, y el
retardo del crecimiento y desnutrición
-que no está
relacionado con el insuficiente aporte
de nutrientes.
c) Desorden de Identidad
El niño golpeado llega puede tener una
mala imagen de sí mismo, puede creer
que es él la causa del descontrol de
268
sus padres, lo que le llevará a auto
representarse como una persona mala,
inadecuada o peligrosa.
La negligencia es la ausencia o
insuficiencia de cuidados físicos,
médicos, afectivos y/o cognitivos.
Los niños tratados con negligencia se
presentan sistemáticamente mal
alimentados, sucios y mal vestidos.
Es muy común que queden solos y sin
vigilancia, que no reciban atención
sanitaria adecuada, y que sean
víctimas de privaciones psico- afectiva
y de falta de estimulación por el
conocimiento permanente.
Los niños que sufren negligencia,
generalmente, reciben también otros
tipos de maltrato, reciben mensajes
que les indica que no son dignos de
amor
y de respeto, y son pasibles de
castigos físicos. Las
características sociológicas del niño/a,
entre otros factores. Advertir la
existencia de una amenaza real hacia
269
un niño no es sencillo. Si bien el
maltrato no siempre deja lesiones
físicas fácilmente visibles, siempre
deja marcas en la conducta que nos
dan indicios para sospechar que un
niño/a esta sufriendo maltrato.
En el niño/a:
270
irse a su casa.
Falta en forma reiterada al colegio.
En la familia:
271
Consideran que la relación con su hijo
es totalmente negativa.
Demuestran que casi nadie les cae
bien.
Tienen una actitud recíproca de
permanente tensión.
272
-El niño/a comenta que
frecuentemente se queda solo en casa
o al cuidado de otro menor.
Existe la posibilidad de maltrato por
negligencia o abandono cuando sus
padres o mayores a cargo:
-Se muestran indiferentes a lo que los
docentes dicen del niño/a.
-Su comportamiento en relación al
niño/a o la institución es irracional.
-Padecen de alcoholismo u otra
dependencia.
-Tienen una situación socio económica
que no explica el descuido en la
higiene, el uso de vestimenta
inadecuada para la estación, o la
imposibilidad de solución de algunos
de sus problemas de salud que
presenta el niño/a.
273
requiere llamados de atención y otras
pasividad extrema.
-Asume tanto roles o actitudes de
"adulto", como por ejemplo cuidar de
otros niños, como otras demasiado
infantiles para su edad.
-Muestra un desarrollo físico o
emocional retrasado.
-Ha tenido intentos de suicidio.
Existe la posibilidad de maltrato
emocional cuando sus padres o
mayores a cargo:
-Constantemente menosprecian, o
culpan al niño/a.
-No les importa lo que pasa o les dicen
los maestros acerca del niño, o se
niegan a considerar la ayuda que le
ofrecen para superar los problemas del
niño en el colegio.
-Abiertamente rechazan al niño/a.
INDICADORES DE MALTRATO
INFANTIL INDICADORES EN LOS
NIÑOS
Físicos y Comportamiento:
274
Niños sucios, malolientes, con ropa
inadecuada, etc.
Cansancio, apatía permanente
(dormita constantemente, Fatiga
Crónica, desanimado)
Cambio sin motivos aparentes en la
Conducta escolar (de la hostilidad a la
amistad y viceversa)
Agresividad y/o rabietas persistentes
(Antisociales,
destructivas)
Relaciones distantes y hostiles (Servil,
mordaz, perturbador)
Hipervigilantes (en constante estado
de alerta, celosos)
Conducta Sexual, juegos y
conocimientos inapropiados para su
edad (Búsqueda inapropiada
de afecto)
Masturbaciones en público.
Evitan ir a su casa (permanecen más
tiempo de lo habitual fuera de su casa)
Tiene poco amigos en la escuela
(Indiferencia) Muestran poco interés y
motivación por las tareas
escolares (Ausencia frecuente a la
escuela ó tardanzas crónicas)
Después del fin de semana regresan
Peor al colegio
275
(Triste, sucio, etc.)
Presentan dolores frecuentes sin causa
aparente.
Problemas Alimenticios (niño muy
glotón o con pérdida de apetito)
Retrasos en el Desarrollo Físico,
Emocional e Intelectual
Presenta conductas antisociales: fugas,
vandalismo,
pequeños hurtos, etc.
Intentos de suicidio y sintomatología
(Uso de drogas/alcohol)
Relaciones entre niño y adulto
secretas, reservadas
y excluyentes.
Falta de cuidado médicos básicos.
INDICADORES DE MALTRATO
INFANTIL EN LOS ADULTOS
Comportamiento y Estresares:
276
Sienten a su hijo como una
"propiedad" (puedo hacer lo que
quiero con mi hijo porque es mío)
Expresan dificultad en su matrimonio
(problemas familiares, relaciones
conyugales caóticas)
Retiran y llevan al niño al colegio sin
permitir contactos sociales
(Aislamientos del menor por periodos
Prolongados)
Los Padres están siempre fuera de
casa (nunca tienen tiempo para...
Dejan al menor solo durante mucho
tiempo)
Compensan con bienes materiales la
escasa relación personal afectiva que
mantiene con sus hijos.
Abusan de substancias tóxicas (Drogas
y/o alcohol)
Trato desigual entre los hermanos
(familia numerosa)
No justifican las ausencias de clase de
sus hijos (falta de Interés en las
actividades del menor)
Justifican la disciplina rígida y
autoritaria (Víctimas
de maltrato cuando era niño)
Ven al niño como malvado.
277
Ofrecen explicaciones ilógicas,
contradictorias no convincentes o bien
no tienen explicación.
Habitualmente utilizan una disciplina
inapropiada
para la edad del niño.
Son celosos y protegen
desmesuradamente al niño
Falta de Proveer supervisión y Guía al
menor.
Presiones Económicas, Vivienda
inadecuada, Inconsistencia en el
empleo.
No hablar ni escuchar al Menor, deseos
de liberarse de las demandas del
menor.
Falta de destrezas de padres.
Estos indicadores pueden darse
también en otros casos que no
necesariamente se dan en niños
maltratados, la diferencia más notable
es que los padres mal tratantes nunca
reconocen la existencia
del maltrato y rechazan cualquier tipo
de ayuda, llegan a justificar este tipo
de acciones con los mas
variados argumentos; en cambio los
padres con dificultades suelen
reconocer el maltrato y aceptan
278
la ayuda que se les ofrezca.
279
a) Muy Pobre Autoestima
Al igual que los niños de familias
carenciadas, los niños Maltratados se
sienten incapaces, tienen sentimientos
de inferioridad, lo que manifiesta en
comportamientos de timidez y miedo,
o por el contrario, con
comportamientos hiperactividad
tratando de llamar la atención de las
personas que les rodean.
b) Síndromes de Ansiedad,
Angustia y Depresión
Estos pueden manifestarse en
trastornos del comportamiento, por
angustia, miedo y ansiedad, o
como estrés pos-traumático. A veces
estos trastornos, pueden estar
disfrazados por mecanismos de
adaptación a la situación.
Estos niños desconfían de los
contactos físicos, particularmente de
adultos, y se alteran cuando un adulto
se acerca a otros niños, especialmente
si lloran, presentan problemas de
atención, concentración y tienen
dificultad para comprender las
instrucciones que se les imparten.
280
Estos niños desarrollan sentimientos
de tristeza y desmotivación, pudiendo
llegar a un estado anímico deprimido,
comportarse auto destructivamente,
como también llegar a la auto
mutilación.
Los niños maltratados físicamente, son
más agresivos con otros niños y
presentan altas tasas de
conductas hostiles, como patear,
gritar, son destructivos con
desviaciones en la conducta prosocial.
Al mismo tiempo, existe una conexión
etiológica entre los malos tratos
recibidos en la infancia y el desarrollo
fisiológico y social de la persona, tales
como la delincuencia y/o el
comportamiento antisocial, durante la
adolescencia y adultez, y el retardo del
crecimiento y desnutrición -que no
está
relacionado con el insuficiente aporte
de nutrientes.
c) Desorden de Identidad
El niño golpeado puede tener una mala
imagen de
sí mismo, puede creer que es él la
causa del descontrol de sus padres, lo
281
que le llevará a auto representarse
como una persona mala, inadecuada o
peligrosa.
La negligencia es la ausencia o
insuficiencia de cuidados físicos,
médicos, afectivos y/o cognitivos.
Los niños tratados con negligencia se
presentan sistemáticamente mal
alimentados, sucios y mal vestidos.
Es muy común que queden solos y sin
vigilancia, que no reciban atención
sanitaria adecuada, y que sean
víctimas de privaciones psico-afectiva
y de falta de estimulación por el
conocimiento permanente.
Los niños que sufren negligencia,
generalmente, reciben también otros
tipos de maltrato, reciben mensajes
que les indica que no son dignos de
amor
y de respeto, y son pasibles de
castigos físicos. El mensaje que recibe
es reforzado por las palabras
insultantes, hirientes y descalificadoras
que le producen baja autoestima,
282
sentimientos de inferioridad, de
tristeza y ansiedad crónica.
Se ha observado que los niños que
sufren del maltrato psicológico y por
negligencia de parte de los adultos o
de las instituciones, son muy
temerosos y ansiosos; y toda
experiencia nueva, aunque sean
positivas, les provocan excitación y
ansiedad desmedida. Muy pocas veces
demuestran
alegría o placer, se los ve siempre
frustrados y tristes, además tienen
sentimientos de fracaso y vergüenza
frente a sus problemas de aprendizaje,
además de tener una mala imagen de
sí mismo, percibe el mundo como
amenazante y poco seguro.
En la adultez pueden presentar
cuadros depresivos;
ya que se ha constatado que una de
las causas principales de la depresión
es la de privación afectiva durante la
infancia, la cual puede ser encubierta
con otros trastornos de conducta.
Los niños que desde la edad escolar
son maltratados psicológicamente, son
más propensos a mostrar retrasos en
el desarrollo del conocimiento que los
283
niños no maltratados. Este fracaso se
ha atribuido a la falta de estimulación
temprana y a la descalificación a la
que son sometidos permanente por los
padres que se preocupan
excesivamente de su conducta y de
obediencia, en menoscabo de las
necesidades exploratorias y de
estimulación, que son necesarias para
lograr un correcto y eficaz desarrollo.
Los niños que son expuestos a
maltrato verbal, cohíben, poco a poco,
sus manifestaciones y suprimen
aspectos de la conducta interpersonal,
lo que explicaría la lentitud de adquirir
competencias cognitivas.
Estudios realizados han revelado
déficit en el rendimiento escolar y en
el nivel intelectual de los niños
maltratados física y psicológicamente,
encontrándose promedios de 20 a 40
puntos menos en el coeficiente
intelectual, que el de los que no han
sido maltratados, a veces demuestran
un retraso de dos ó más años en la
habilidad verbal.”
Yo quiero agregar otra clase de
maltrato: es el que muchas veces,
ocurre por malas relaciones entre uno
284
de los cónyuges, con la madre o padre
del otro. Aunque es más frecuente que
se de entre la nuera y la suegra,
porque suele haber una rivalidad
imaginada, que no es real, pero que
mortifica a los nietos y a los abuelos.
Cuántas veces, se discute algún
comportamiento de la abuela, delante
de los niños y de mala manera, lo que
les provoca un daño inmenso, ya que
para ellos, los abuelos son lo mejor
que tienen en el mundo y deberían
disfrutarlos sin interferencias
mezquinas.
Pareciera que ciertas esposas, no han
entendido aún, las modificaciones que
hubo en estos tiempos, cuando las
suegras están ocupadas en ellas
mismas, tienen proyectos propios y no
se ocupan de aquellas cosas que la
preocupaban hace 50 años.
Se olvidan, que fueron ellas las que
cambiaron las reglas y formaron
hombres menos machistas, dispuestos
a compartir las obligaciones de la casa,
a plancharse una camisa o a cocinar
para todos. Nada en común, con
aquellas de antaño que, quizás,
pretendían verse reflejadas a sí
285
mismas, en la relación de la esposa
con su hijo y que quería opinar sobre
las cosas cotidianas.
Las abuelas modernas, muchas veces,
son cibernéticas y muy sociables, que
aprovechan sus años maduros para
realizar actividades muy similares a la
de los jóvenes. Son mucho más
informadas y están dispuestas a vivir
dignamente y por sus propios medios,
gozando de su libertad.
Lo curioso es que ellas, que fueron
pioneras de esta nueva forma de vida,
donde muchas mujeres se ven
beneficiadas, hoy son ignoradas y
hasta contrariadas, tanto por las
nueras como por sus hijos, que
pretenden satisfacer a sus esposas y
evitar conflictos, no demostrando el
cariño que de verdad, sienten por
ellas. Pero, aunque las suegras del
siglo XXI son capaces de comprender
esos embates, los niños no pueden
aceptar ese maltrato y lo sienten como
propio, lo que les provoca un silencioso
e injustificado sufrimiento. Porque mal
que le pese a nadie, los niños adoran a
sus abuelos.
286
COMO RECONOCER EL MALTRATO
287
En el niño/a
En la familia
288
• Niegan que el niño tenga problemas,
tanto en el colegio como en el hogar, o
por el contrario maldicen al niño por su
conducta.
• Por su propia voluntad autorizan a
que la maestra
emplee "mano dura" o incluso algún
chirlo o sacudón si su hijo se porta
mal.
• Cuestionan todo lo que hace su hijo,
se burlan o hablan mal de él ante los
maestros.
• Demandan de su hijo un nivel de
perfección académica o un
rendimiento físico que es inalcanzable
para el niño.
289
maltrato por negligencia o abandono
cuando el niño:
• Falta frecuentemente a la escuela.
• Pide o roba plata u otros objetos a
compañeros de colegio.
• Tiene serios problemas dentales o
visuales y no recibe tratamiento
acorde.
• Es habitual que concurra a clases
sucio, o con ropa inadecuada para la
estación, sin que la condición de sus
padres sea la de pobreza extrema.
• Hay antecedentes de alcoholismo o
consumo de drogas en el niño o la
familia.
• El niño/a comenta que
frecuentemente se queda
solo en casa o al cuidado de otro
menor.
Existe la posibilidad de maltrato por
negligencia o
abandono cuando sus padres o
mayores a cargo:
290
• Padecen de alcoholismo u otra
dependencia.
• Tienen una situación socio
económica que no explica el descuido
en la higiene, el uso de vestimenta
inadecuada para la estación, o la
imposibilidad de solución de algunos
de sus problemas de salud que
presenta el niño/a.
3.- Características del Maltrato
Emocional. Existe la posibilidad de
maltrato emocional cuando el niño/a:
• Muestra comportamientos extremos,
algunas veces una conducta que
requiere llamados de atención y otras
pasividad extrema.
• Asume tanto roles o actitudes de
"adulto", como
por ejemplo cuidar de otros niños,
como otras demasiado infantiles para
su edad.
• Muestra un desarrollo físico o
emocional retrasado.
• Ha tenido intentos de suicidio.
Existe la posibilidad de maltrato
emocional cuando
sus padres o mayores a cargo:
• Constantemente menosprecian, o
culpan al niño/a.
291
• No les importa lo que pasa o les
dicen los maestros acerca del niño, o
se niegan a considerar la ayuda que le
ofrecen para superar los problemas del
niño en el colegio.
• Abiertamente rechazan al niño/a.
Hay que tener en cuenta que ninguna
de estas características por si solas
demuestran o prueban que el maltrato
físico esta presente en la casa de este
niño. Algunas de estas características
suelen hallarse en algún momento, en
algún niño o familiar.
Cuando las mismas aparecen en forma
repetida o se combinan entre sí, es
necesario que el docente considere la
posibilidad que este niño este
sufriendo algún tipo de maltrato e
intente algún acercamiento más intimo
con él y su situación.
292
Pero muy a nuestro pesar, esto puede
estar ocurriendo, por lo que el niño
maltratado en estos
casos requerirá una protección
diferente.
No debemos olvidar que el niño/a está
atravesando una situación que lo
perturba y que le genera culpa en
donde está involucrando a alguien que
tiene poder sobre él.
Cuando sospecha "EL COLEGIO ó LA
ESCUELA" que uno de SUS DOCENTES
es un MALTRATADOR, más si se trata
de un empleado
con una larga trayectoria, la respuesta
puede ser la
negación, el ocultamiento ó que se
ignore lo sucedido.
Si tomamos conocimientos de que un
Docente está incurso en MALTRATO y/o
ABUSO, por más que sea el
compañero/a de tantos años, es
nuestra obligación moral de
denunciarlos.
293
la tarea de actuar en la prevención del
Maltrato Infantil tomando
conocimiento, en primera medida, de
todas las Leyes que existen en nuestro
País, para la Prevención de la Violencia
Familiar y por sobre todo la Protección
de todos los Derechos del Niño.
Si los Maestros no toman acciones
directas para prevenir, estarían
incurriendo en NEGLIGENCIA
siendo coparticipes de los Maltratos
realizados por
los Adultos.
294
futuro preventivo de este flagelo
llamado Maltrato Infantil.
¿Qué es lo que debemos hacer al
conocer el hecho?
Todos debemos denunciar situaciones
de Maltrato Infantil de los cuales
tomemos conocimiento, inclusive la
sospecha del mismo, LOS DOCENTES
ESTÁN POR LEY OBLIGADOS A
HACERLO. Es muy importante saber
que podemos pedir asesoramiento
sobre la temática ó realizar la
denuncia anónimamente en los
siguientes lugares:
295
• Juzgados de Menores
• Juzgados de Familias
• Juzgado de Paz
• Precinto más cercano
• Fiscalía de Turno
• Centro de Asistencia a la Victima del
Delito
Para pedir asesoramiento en relación a
la temática y realizar tratamiento
propiamente dicho, se pueden
comunicar con:
• Hospital de Niño
• Hospital Infantil
• Hospital de Urgencias
• TE.: 107 - Emergencias.
FUENTE:
WWW.FUNDACIONAMPARO.ORG.AR
BIBLIOGRAFIA:
296
Alice Miller: “El drama del niño
dotado”, “El cuerpo nunca miente”.
“Por tu propio bien”: raíces
de la violencia en la educación del
niño. “El saber proscrito”. “La llave
perdida”- Su página web
http://www.alice-miller.com
LECTURAS RECOMENDADAS
297
Entrevista por Raquel Roberti:
http://www.uva.org.ar/walker.html
(Publicado en
la revista "Veintitrés"), Bs. As. 4 de
Julio de 2002,
págs. 78/79.
298
http://www.delnuevoextremo.com/edne/pdfs/la_revolucio
n_de_las_madres_00.pdf
299
ÍNDICE
Pág.
05…..Nota de la autora
15…..¿Porqué los adultos no jugamos con los
niños?
17…..¿Qué nos impulsa a tener hijos?
42…..La familia clan.
47…..Aprendamos a ser padres.
50…..Se les puede dar chirlos?
61…..¿Funcionan las recompensas?
65…..Pelea entre hermanos
69…..La represión de los deseos del niño.
73…..Deseos infantiles reprimidos por los
Adultos.
78…..Autoridad y poder.
107….La tele es mala para el niño o los padres
somos más malos que ella.
111….La alimentación.
120….Los niños deben dormir en la cama con
sus padres?
136….Hablemos de las mascotas.
139….Un peligro latente en los areneros.
143….Las enfermedades que transmiten los
animales.
151….¿Qué es la violencia familiar?
161….Un corte a la libertad.
300
164….El castigo a los niños y la política
criminal.
184….Hablemos del abuso sexual.
200….Definición del maltrato infantil.
207….Consecuencias del maltrato infantil.
213….Cómo reconocer el maltrato infantil.
301
302
303