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Idiotismo (lenguaje)

Para otros usos de este término, véase Idiotismo.


Un idiotismo es un giro idiomático que no se adapta a las normas gramaticales o al
sentido literal y usual de las palabras, y posee un sentido figurado adoptado de manera
convencional. Los idiotismos suelen confundir a aquellos que no están familiarizados con
ellos, generalmente hablantes no nativos.
La palabra idiotismo proviene del latín "idiotismus", y éste del griego ἰδιωτισμός, que significa:
lenguaje ordinario o vulgar.

Ejemplos[editar]
Algunos ejemplos son "darse golpes de pecho", "estirar la pata", "a ojos vista", "uno que otro",
"no hay dos sin tres", "buscar la quinta pata al gato", "tener pocas pulgas", "no tener pelos en
la lengua", "rasgarse las vestiduras", "poner palos en la rueda", "no tener empacho en decirlo",
etc. Todas estas frases tienen un sentido literal, pero normalmente se usan para connotar otro
pensamiento o idea.

Véase también
Ironía
La ironía (del griego εἰρωνεία 'eirōneía': disimulo o ignorancia fingida)1 es una figura
literaria mediante la que se da a entender algo muy distinto, o incluso contrario de lo que se
dice o escribe.
Ironía, procede del sustantivo griego εἰρωνείa eironeia = "disimulo, ignorancia fingida". En griego, este
sustantivo es un deverbativo de εἰρωνεύομαι "hacerse el ignorante", que a su vez procede de εἴρων
"eiron" = "disimulado, que disimula". Esta familia de términos no tiene etimología satisfactoria en
indoeuropeo. El sentido actual de la palabra "ironía" depende de su evolución semántica a través del latín
medieval, especialmente del sentido que tenía como término retórico y como término filosófico en la obra
de Platón.

Hipérbole
Para otros usos de este término, véase Hipérbole (desambiguación).
La hipérbole es un recurso literario que consiste en exagerar las cualidades, características,
costumbres, etc., de las personas, lugares, animales y objetos. Es utilizado con frecuencia,
además de en el ámbito literario, en el lenguaje coloquial, en la propaganda y también en
textos humorísticos.1

Ejemplos de hipérbole[editar]
 «No hay extensión más grande que mi herida.» (Miguel Hernández)
 «Tanto dolor se agrupa en mi costado que, por doler, me duele hasta el aliento.» (Miguel
Hernández)
 «Sonrisa de oreja a oreja.» (de uso popular)

Símil

Espadas como labios...

...labios como espadas. Símil reversible de Vicente Aleixandre.1

Símil es una figura retórica que utiliza el recurso de la comparación o semejanza entre
términos. Su carácter es más simple que el de la metáfora, y por ello aparece con más
frecuencia que esta tanto en las epopeyas clásicas como en la poesía popular.2
Es una figura literaria que deforma la realidad mediante la exageración. Su apreciación ayuda
a reconocer el valor estético.
Ejemplo: Tu pelo oscuro hermoso como la noche.
Los símiles pueden ser reversibles (disponiendo sucesivamente los dos términos en distinto
orden) o graduados (de inferioridad, igualdad o superioridad), así como asociarse a otras
figuras (exemplum, alegoría, alusión, antonomasia, etc.)3
En la actualidad, los repertorios de figuras literarias no establecen distinción entre el símil y la
comparación4[cita requerida]y se insiste en el uso de elementos de relación como “como”, “cual”,
“que” o “se asemeja a” para diferenciar formalmente a esta figura de la metáfora. Pongamos
un ejemplo para dejar clara esta diferenciación entre los conceptos símil y metáfora: tus
níveas manos son suaves como el terciopelo (símil); tus níveas manos son terciopelo
(metáfora).
Con el nombre latino de símiles se designan en retórica los razonamientos que se apoyan en
la analogía o relación de semejanza entre los asuntos tratados.5

Metáfora
La metáfora (del latín metaphŏra, y éste a su vez tomado del griego μεταφορά; propiamente
“traslado”, “desplazamiento”; derivado de metapheró “yo transporto”) es el desplazamiento de
significado entre dos términos con una finalidad estética. Su estudio se remonta a la Poética y
la Retórica de Aristóteles.
En el campo de la Literatura, se la ha clasificado como un tropo o identificación de dos
realidades que contienen alguna semejanza entre ellas. Por ejemplo, Miguel de Cervantes en
el capítulo XXIII de la primera parte de Don Quijote de la Mancha, construye la descripción de
Dulcinea a partir de un conjunto de metáforas:
Que sus cabellos son de oro, su frente de campos elíseos, sus cejas arcos del cielo, sus ojos soles, sus
mejillas rosas, sus labios corales, perlas sus dientes, alabastro su cuello, mármol su pecho, marfil sus
manos, su blancura nieve (....)1
Cada par de elementos comparten una semejanza que permite la idealización de la belleza de
Dulcinea: ojos con soles, mejillas con rosas, labios con el color del coral, perlas con dientes, y
la blancura de la piel se expresa mediante elementos como el mármol y la nieve.
La metáfora consiste en un tipo de analogía o asociación entre elementos que comparten
alguna similitud de significado para sustituir a uno por el otro en una misma estructura. Una
metáfora expone dos cosas en conjunto que permiten la sugerencia a compararse e
interpretarse como un solo concepto. Se encuentra básicamente en todos los campos del
conocimiento, puesto que responde a convenciones semánticas dadas por una cultura, que
están implícitas en el lenguaje. Al conjunto de metáforas en una misma estructura, se le
nombra metáfora continuada o alegoría.
El término es importante tanto en teoría literaria (En la retórica tradicional donde define a
un tropo de dicción, y también en estudios recientes que la ubican como elemento
fundamental para entender el discurso narrativo bajo una
perspectiva hermenéutica y fenomenológica); y en lingüística (donde es una de las principales
causas de cambio semántico).

Parábola (literatura)
Para otros usos de este término, véase parábola.

El retorno del hijo pródigo (c. 1662), obra de Rembrandt inspirada en la parábola del hijo pródigo que
el Evangelio de Lucas atribuye a Jesús de Nazaret.

La parábola designa una forma literaria que consiste en un relato figurado del cual, por
analogía o semejanza, se deriva una enseñanza relativa a un tema que no es el explícito. Es
en esencia, un relato simbólico o una comparación basada en una observación verosímil.
La parábola tiene un fin didáctico y podemos encontrar un ejemplo de ella en
los evangelios cristianos, donde Jesús narra muchas parábolas como enseñanzas al pueblo.

Etimología[editar]
El término "parábola" significa comparación (o semejanza), el nombre dado por los
rectores griegos a toda ilustración ficticia en la forma de una breve narración. Más adelante
pasó a conocerse como narrativa ficticia, aludiendo generalmente a algo que puede ocurrir de
forma natural, y por el cual se precisan asuntos morales y espirituales.

Eufemismo
Un eufemismo es una palabra o decir políticamente aceptable o menos ofensiva que
sustituye a otra palabra de mal gusto que puede ofender o sugerir algo no placentero o
peyorativo al oyente. También puede ser la palabra o expresión que sustituye a nombres
secretos o sagrados para evitar revelar éstos a los no iniciados. Algunos eufemismos tienen la
intención de ser cómicos. Se produce cuando se pretende usar palabras inofensivas o
expresiones para desorientar, evadir, o evitar hacernos conscientes de una realidad cruda y
desagradable. A menudo el propio eufemismo pasa a ser considerado vulgar con el tiempo
para ser sustituido de nuevo. Cabe indicar que el eufemismo no siempre reemplaza palabras
de la jerga en un idioma, sino que muchas veces sustituye palabras aceptadas en el uso
normal pero que por alguna razón se consideran tabúes, o al menos que pueden ser
rechazadas o molestas para una parte de la población.
Los eufemismos son muy empleados en el lenguaje políticamente correcto para evitar posibles
ofensas a grupos de individuos, o como instrumento de manipulación del lenguaje para hacer
más fácil la aceptación por la "masa" de ideologías que, expuestas de otro modo, resultarían
reprobables. También se emplean eufemismos para suavizar blasfemias: en francés se
tiene parbleu en lugar de par Dieu. En español tenemos diantre en vez
de diablo y diez o sos sustituyendo a Dios en varias expresiones bonitas. Lo contrario de un
eufemismo es un disfemismo.

Etimología[editar]
La palabra eufemismo proviene de la palabra griega caghemo que significa
"favorable/bueno/habla afortunada" y que se deriva a su vez de las raíces griegas eu (εὗ),
"bueno/bien" + pheme (φήμί) "habla(r)". Eupheme era originalmente una palabra o frase usada
en lugar de una palabra o frase religiosa que no debía pronunciarse en voz alta;
etimológicamente, eupheme es el opuesto de blasfemia (habla endemoniada). El primer
ejemplo de palabras tabú que requieren del uso de un eufemismo son los nombres indecibles
de algunas deidades como Perséfone, Hécate, o Némesis.

Acróstico
Un acróstico vvbu hgvyg (del griego ákros: extremo, y stikhos: línea o verso) es una
composición poética o normal en la que las letras iniciales, medias o finales de cada verso u
oración, leídas en sentido vertical, forman un vocablo o una locución. Por extensión se llama
también acróstico a la palabra o locución formada por esas letras.

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