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1.

Generalidades

1.1 Taxonomía
REINO: Vegetal
RAMA: Metafito (por ser pluricelular)
TIPO: Antofito (debido a que florece)
SUB TIPO: Angiospermas (plantas con flores)
CLASE: Dicotiledóneas
SUB-CLASE: Carípetalas por tener pétalos libres en su base
ORDEN: Ramnales
FAMILIA: Vitaceae
GENERO: Vitis
ESPECIE: Vitis. vinífera L.

2. Variedades
2.1 Red globe
Su racimo se caracteriza por ser de tamaño grande, con pesos promedios sobre los
800 g, pedúnculos largos y delgados, lo que le otorga una mayor soltura al racimo.
Las bayas son asemilladas, muy grandes, con calibres que oscilan entre los 24 y 32
mm, de color rojo muy atractivo y forma esférica, su piel es gruesa, consistente,
además sus bayas se caracterizan por su fácil desprendimiento.

2.2 Crimson Seedless


Su racimo es de tamaño mediano a grande, cónico y compacto. Las bayas son de
color rojo brillante de forma cilíndrica elipsoidal con ausencia total de semillas,
alcanzando calibres entre los 18 y 22 mm.
2.3 Thompson Seedless
Su racimo es de tamaño grande, alargado de forma cónico alado, su peso
promedio bordea entre los 700 y 900 gramos, siendo sus bayas de color verde,
alargadas y sin semilla de un sabor dulce y muy jugosa, con calibre de 18-20mm. La
planta es vigorosa con productividades medias y no presenta fructificación basal,
por lo que su poda debe ser más larga, con cargadores que fluctúan entre 6 y 10
yemas. De aquí, la importancia de exponer a la luz directa la yema de los
sarmientos durante el desarrollo de la temporada de manera de mejorar esta
condición.

2.4 Black Seedless


Su racimo es medio a grande con pesos promedios que fluctúan entre los 700 y
900 gramos, de forma cónica, alada (simple o doble), de estructura semis
compacto a suelto. Las bayas son de color negro, sin semilla, de forma cilíndrica,
textura media y sabor neutro a dulce dependiendo del estado de madurez. La
planta posee un vigor alto, de alta fertilidad y productividad.

3. Condiciones agroclimáticas
3.1 Temperatura
La vid requiere de un clima tropical y sub-tropical, que posean temperaturas entre los
7 y 24 °C con una humedad relativa de 70 % u 80 %. No prospera bien en climas con
veranos húmedos, debido a su gran susceptibilidad a enfermedades criptogámicas
(fungosas), las temperaturas demasiado altas (30 – 34 ºC), especialmente si van
acompañados de sequedad, viento caliente y seco, producen quemaduras de hojas y
racimos. Las temperaturas óptimas para el cultivo de la vid en sus distintas etapas de
desarrollo serían las siguientes:
3.2 suelo
La vid es una especie que se acomoda a gran diversidad de suelos, sin embargo,
deben elegirse de preferencia terrenos sueltos, profundos; desarrollándose
exitosamente en suelos franco-arcillosos, con presencia de materia orgánica
suficientemente dotada: 1.5 – 2.5 %.
3.3 PH del suelo
controlar el pH del suelo permite ofrecer todos los nutrientes esenciales en un
balance y en correcta cantidad acorde a la fenología del cultivo en orden a
optimizar un factor de calidad que influye en el desarrollo y productividad,
adaptándose con éxito en escalas de 5.6 a 7.7 para asegurar un buen sistema
radicular.

3.4 Agua
Los principales efectos del estrés hídrico se manifiestan en una reducción de la
velocidad de expansión foliar, del crecimiento de los entrenudos de los brotes y en
una reducción del diámetro de bayas. La condición de llegada de la uva de mesa a
su destino de venta se afecta como resultado de las estrategias de riego que se
impongan a la plantación durante la temporada de producción, como una
respuesta diferencial según los cultivares y las etapas fenológicas en que induzca el
déficit hídrico.
Un déficit hídrico severo en el periodo de pinta a cosecha provoca desgrane,
desecamiento prematuro del raquis y bayas con una turgencia reducida, aspectos
que reducen notoriamente la vida post cosecha. Las necesidades de riego de la uva
de mesa han de ir marcadas por la Evapotranspiración (ETo) de cada zona y por los
coeficientes de cultivo de cada época del año (Kc) y de reducción (Kr), que tienen
en cuenta la densidad de plantación y Número de árboles (Etc.=ETo x Kc x Kr) El
número de riegos y el volumen de agua por riego dependerá, de la capacidad del
suelo para retener el agua, de las condiciones climáticas, del estado vegetativo de
las plantas y de las variedades. No obstante que vid resiste la sequía, requiere de
volúmenes mínimos que, en términos generales, se estiman en 9 000 m3 (70% de
eficiencia).

4. Siembra
5. Labores culturales
5.1 La poda: La labor más importante en el cultivo de la vid. Se realiza dos veces
durante la campaña. La primera poda, llamada “poda seca”, se realiza luego de la
cosecha, y sirve para regular la producción de los siguientes años y equilibrar los
crecimientos vegetativos tras el fructificación. Con esto, se logra una mayor
producción y mejor calidad de fruta por un número mayor de años. Asimismo, esta
práctica contribuye a mantener una adecuada distribución del área frutera, con
ramas armoniosamente distribuidas, lo que permite obtener fruta de buen tamaño
y calidad. Una poda mal realizada puede mermar completamente la producción de
una planta, por lo que esta debe ser ejecutada por personal altamente calificado y
el tipo de poda dependerá básicamente de la variedad que se esté cultivando. Así,
para el caso de la Red Globe, se recomienda una poda corta mientras que para la
Thomson una poda larga. La segunda poda, llamada “poda en verde”, se da luego
de 2 meses. Esta se hace para eliminar brotes que vienen sin fruta y despuntar
brotes con demasiado vigor, así como labores de deshoje y el releo de frutos.

5.2 El raleo: Esta labor es de suma importancia para los productores que pretenden
obtener una uva de mesa de calidad exportable, ya que regula el volumen de la
producción para balancear su cantidad y calidad. Esta operación consiste en
disminuir la producción potencial mediante el arreglo manual del racimo, con la
finalidad de aumentar la relación hojas/frutos. Con esto se obtienen bayas de
mejor calibre, se evita el atraso de la madurez por sobreproducción y se mejora la
uniformidad de color en las uvas negras y rosadas.

5.3 Riego: El volumen de agua para el riego varía según el clima, el suelo, el estado
vegetativo de la planta y la variedad cultivada. Asimismo, para obtener los mejores
resultados es conveniente utilizar los sistemas de riego tecnificados. Para que el
crecimiento y otras funciones de la planta se realicen adecuadamente, debe de
mantenerse el suelo húmedo en ciertas etapas críticas del ciclo vegetativo. Una
vez realizada la cosecha, se da el último riego antes de que la planta entre en un
periodo de agoste, en el que la frecuencia de riego disminuye considerablemente.

5.4 Fertilización: Zegarra (1999) señala que los requerimientos de fertilizantes para la
vid en Producción son:

N (kg/ha): 140-180
P2O5 (kg/ha): 80-100
K2O (kg/ha): 100-150
S (kg/ha): 36
Usando como fuente de fertilizantes urea, fosfato diamonico y sulfato de potasio.

El cultivo extrae grandes cantidades de nutrientes del suelo, por lo que es


necesario que estos sean repuestos continuamente para poder lograr un buen
crecimiento, calidad y rendimientos de la cosecha. Las cantidades necesarias
dependerán de la calidad del suelo bajo el cual se está cultivando la vid. Sin
embargo, podríamos decir que 80-120 unidades de Nitrógeno, 80 de Fósforo y 250
de Potasio por hectárea es la dosis promedio a aplicar.
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