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“El zar Alejandro II, hijo de Nicolás I, sube al poder en 1856, poco tiempo después del
fin de la guerra de Crimea que ha enfrentado a Rusia con Francia y Gran Bretaña, con
escaso éxito para las armas rusas. Rusia es un imperio inmenso que se extiende desde
Polonia y Finlandia en Europa hasta el Pacífico, pero es un gigante con los pies de
barro, es un país tremendamente atrasado y con profundas desigualdades sociales,
más que ningún otro país europeo. En Rusia hay dos formas de entender el futuro: o
bien son eslavófilos, es decir, se sienten eslavos y diferentes de lo que significa Europa;
o bien son eurófilos, es decir, siente admiración por el progreso de esos países que
acaban de luchar contra Rusia y ven que en su imitación está el progreso, en esta
corriente progresista se encuentran la intelectualidad y el zar, en la anterior, más
popular se encontraba su padre. Que su actitud es distinta a la de su padre se nota
también en los primeros decretos de su reinado: abolición parcial de la censura,
levantamiento de la prohibición de salir al extranjero, se afloja el control policial sobre
sus súbditos… Pero que Rusia no es Europa es algo evidente. Grandes principios
jurídicos y democráticos que se dan en el continente son impensables en Rusia.
Veamos porqué y analicemos los principales problemas del país.”
La Rusia zarista (1853-1917), Sabuco
1. Clasificación
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2. Identificar las ideas principales y situarlas en su núcleo temático y
contexto histórico.
Rusia acababa de salir de la guerra de Crimea que fue una confrontación contra
Francia y Gran Bretaña de la que Rusia salió perjudicada
A pesar de ser un país inmenso se encuentra muy atrasado económicamente y
atravesaba una serie de desigualdades sociales
La necesidad de mejorar la crisis dividió a la población en eslavófilos y eurófilos
(esclavos que se sienten esclavos y no aceptan el significado europeo, y aquellos
que ven el avance de otros países como modelo a seguir) lo que a la larga solo
generó más conflicto en lugar de levantar a Rusia de la crisis por la que
atravesaba.
El texto está situado en la edad contemporánea, dentro del cambio del reinado
de Nicolás I a Alejandro II que redirige el futuro de una Rusia devastada a causa
de la guerra de Crimea. En concreto se introduce el régimen zarista en el
Imperio Rudo de la segunda mitad del siglo XIXI, en el reinado de Alejandro II
y Alejandro III
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