Está en la página 1de 9

MEDICION DE CAUDALE SOLIDOS Y LIQUIDOS

I. INTRODUCCION
La cuantificación y caracterización del transporte de sedimentos es muy importante
para el estudio de procesos fluviales, por lo que se convierte en un aspecto de mucha
relevancia para proyectos de ingeniería como el diseño de diques y puentes. Otro
aspecto importante es la resistencia al flujo que entrega el comportamiento dinámico
del cauce. El costo de las mediciones de transporte de sedimentos y resistencia al flujo
es alto, dado que requiere de monitoreos en terreno que se hacen especialmente
difíciles en cuencas de montaña.
El caudal de un río es fundamental en el dimensionamiento de presas, embalses y
obras de control de avenidas. Dependiendo del tipo de obra, se emplean los caudales
medios diarios, con un determinado tiempo de recurrencia o tiempo de retorno, o los
caudales máximos instantáneos. La forma de obtención de uno y otro es diferente y,
mientras para los primeros se puede tomar como base los valores registrados en una
estación de medición, durante un número considerable de años, para los segundos, es
decir para los máximos instantáneos, muy frecuentemente se deben calcular a través
de modelos matemáticos.
La medición práctica del caudal líquido en las diversas obras hidráulicas, tiene una
importancia muy grande, ya que de estas mediciones depende muchas veces el buen
funcionamiento del sistema hidráulico como un todo, y en muchos casos es
fundamental para garantizar la seguridad de la estructura. Existen diversos
procedimientos para la determinación del caudal instantáneo. En el artículo medición
del caudal se presentan algunas.

II. OBJETIVOS
1.2.1. Objetivo General
- Caracterizar el caudal sólido y caudales líquidos de un cauce de dichas cuencas.
1.2.2. Objetivos Específicos
- Medir sistemáticamente el transporte sólido de suspensión y fondo,
- Medir el comportamiento del transporte sólido durante una crecida.
- Determinar la relación entre la concentración de sedimentos en suspensión
y caudal sólido de fondo con el caudal al momento del muestreo .
- Calcular la carga de sedimentos en suspensión, de fondo y total en el periodo
Mayo 2008 – Ago 2010.
- Calcular el factor de fricción de Darcy-Weisbach en diferentes tramos para
determinar la resistencia al flujo del cauce en estudio.
- Determinar la influencia de la presencia de acumulaciones de LW en la
resistencia al flujo en diferentes tramos del cauce

III. MARCO TEORICO


CAUDAL LIQUIDO
Volumen de agua que atraviesa la sección transversal de un curso de agua por unidad
de tiempo.
EL CAUDAL SÓLIDO
de un río está constituido por el material arrastrado por la corriente de agua. El arrastre
del material sólido se da en tres modalidades, en función de la dimensión de las
partículas, de la densidad de las mismas, y de la velocidad del flujo.
 Transporte sólido en suspensión. Se trata en general de material
fino, arcilla, limo y arenas finas. Al bajar la velocidad de la corriente de agua,
disminuye su capacidad de arrastre y consecuentemente el material se
deposita en el fondo, formando bancos. Este tipo de transporte es el mayor
responsable de la colmatación de los embalses.
 Transporte sólido por saltación. Este movimiento de las partículas es
intermitente, y muy variable en función de variaciones localizadas de la
velocidad del agua. Este tipo de movimiento se da para partículas de arena
más gruesa.
 Transporte sólido por arrastre de fondo, es característico de flujos torrenciales
y el tamaño del material transportado puede llegar a grandes dimensiones de
rocas.
Cada sección de un río tiene una determinada capacidad de arrastre de material
sólido, que es función de la velocidad del agua, de su profundidad y de la geometría
de la sección. Si artificialmente se retira de la corriente el material sólido transportado
naturalmente por esta, por ejemplo introduciendo en el cauce del río un embalse,
aguas abajo del embalse el flujo se encuentra con una importante capacidad erosiva.

EQUIPOS UTILIZADOS.
2. METODOLOGÍA DE LOS AFOROS
La carga de sólidos transportada por los ríos está constituida por sólidos en disolución,
sólidos en suspensión y arrastres de fondo. Para estimar los dos primeros
componentes de la carga se utiliza una técnica común en la toma de muestras en el
cauce, diferenciándose únicamente en los análisis de laboratorio. Estando relacionada
la carga de sólidos transportados con los caudales líquidos circulantes, resulta
imprescindible la medida de estos últimos para poder obtener el valor de los primeros.
2.1. Aforo directo de caudales líquidos
Se llama aforo directo al conjunto de operaciones realizadas en una sección
transversal del río, para calcular el caudal circulante por la misma en un momento
determinado.
Se procurará, si las condiciones de la estación de aforo lo permiten, registrar la altura
de la lámina de agua en el cauce.
Se obtienen así, pares de valores ("h", "Q") de niveles y caudales correspondientes
que, obtenidos para los distintos regímenes estacionales del río a lo largo del año,
definen la "curva de gasto" o de correspondencia entre niveles y caudales de la
sección de aforo. Cabe reseñar que en general estas curvas no son únicas para cada
estación y dependen de las características tanto del flujo como del material
transportado.
Para realizar el aforo se recurre al empleo de un molinete, que es un aparato de
precisión, con el que se mide la velocidad del agua en una serie de puntos de una
sección transversal de un cauce. Consta de un cuerpo principal portador de una hélice
y de un contador electrónico de revoluciones. Puede introducirse en el agua sujeto a
una barra graduada, o por medio de un cable lastrado que se suelta con un torno
desde un puente o pasarela.
Los molinetes se taran en canales que contienen agua sin circulación, avanzando
sujetos a un carro que se mueve con velocidad uniforme, pudiéndose variar la misma
a voluntad. La ecuación que gobierna el movimiento es lineal del tipo:
V = an + b
donde:
v = Velocidad de avance del molinete en m.s-1
n = Número de revoluciones por segundo
a, b = Coeficientes numéricos obtenidos experimentalmente en el canal de tarado.
En un cauce natural la velocidad se mide dejando el molinete fijo en un punto durante
T segundos y registrando las revoluciones N de la hélice mediante el contador. La
velocidad del flujo se obtiene mediante la expresión:

+b
El error de un molinete bien calibrado debe ser inferior al 2%.
Dado que la corriente presenta continuas variaciones debido tanto a las
irregularidades del fondo como de las orillas se procura medir la velocidad en varias
verticales y en varios puntos de cada vertical.
La distancia entre verticales se mide con cinta métrica y la profundidad con barra
graduada o con torno.

2.2. Aforo de sólidos en suspensión


La medida de los sólidos en suspensión ha de realizarse con el apoyo de una estación
de aforo de caudales líquidos, si se quiere estimar el transporte de los mismos de
manera continua y siempre que exista una correlación aceptable entre el caudal
líquido y la concentración o carga de sólidos.
Para establecer la correspondencia entre la carga de sólidos en suspensión y el
caudal líquido Qs = f (Ql) de una estación de aforos, hay que determinar de la manera
indicada en el punto anterior el caudal líquido, y a partir de la muestra obtenida con la
turbisonda la concentración de sólidos para distintos valores de los niveles alcanzados
en el cauce.
Los muestreadores de sedimentos recomendados por el F.I.A.S.P., son cinco modelos
para sedimentos en suspensión (tres integradores en profundidad y dos puntuales)
El muestreador integrador en profundidad recoge y acumula la muestra a medida que
se baja hacia el fondo del río y cuando es elevado hacia la superficie. Durante el
recorrido debe moverse a velocidad uniforme en cada sentido, pero no es necesario
que sea la misma en ambos. EL muestreador consta de una pieza de aluminio fundido,
aerodinámica, que encierra parcialmente el recipiente recolector de la muestra. Este
último se ajusta contra una junta estanca, situada en la cavidad delantera del
muestreador, mediante un tirador o tensor regulado por un muelle que está
ensamblado en el extremo o cola del muestreador. La muestra se recoge a través de
la boquilla de entrada y se almacena dentro de la botella. El aire desplazado de ésta,
es expelido corriente abajo a través de la salida de aire emplazada en el costado del
cabezal del muestreador. Este último, incluido el recipiente recolector, pesa 2 kg. Para
suspenderlo se utiliza una varilla de vadeo normalizada de las empleadas para aforar
corrientes fluviales, u otro dispositivo manual adecuado, que se enrosca en la parte
superior del muestreador.

Cuando las
corrientes
fluviales no
pueden
vadearse
pero tienen
una
profundidad
moderada
(menor de 5
m) y la
velocidad
del flujo no
supera los
2,4 m/s, se
utiliza un
muestreado
r integrador
en
profundidad
manejado
con la
ayuda de un
cable y
torno.
Si la profundidad del río o la velocidad del flujo son superiores a los indicados
anteriormente, se deben utilizar muestreadores similares a este último pero con
mayores contrapesos.
Las verticales elegidas en cada sección transversal donde se efectúe el aforo deben
situarse equidistantes unas de otras.
El número de verticales requerido para hacer un aforo de sólidos depende del caudal
líquido, de las características de los materiales transportados y de la exactitud que se
desee en los resultados. Para determinar dicho número se requiere emplear tanto
procedimientos estadísticos como el tener gran experiencia de campo. En la práctica
se eligen las mismas verticales que las utilizadas en el aforo de los caudales líquidos.
Para el muestreo de los sólidos en suspensión se requiere obtener en cada vertical un
volumen de muestra proporcional al caudal. Esto se consigue mediante el empleo de
boquillas debidamente calibradas.
La velocidad del flujo en la boquilla de entrada de la turbisonda debe ser similar a la de
la corriente en las inmediaciones, con un error admisible entre el 3 y el 5%.
Existen tres tamaños de boquilla eligiéndose el más indicado en cada caso en función
de la velocidad del agua en la sección de aforo.
Para cada aforo es necesario mantener el tamaño de la boquilla en el muestreador.
2.3 Trabajos de laboratorio
La muestra contenida en la botella situada en la turbisonda, pasa en el laboratorio por
las siguientes operaciones para determinar la concentración de sólidos en suspensión:
1.- Se pesa la botella vacía.
2.- Se pesa el conjunto formado por la botella y la muestra en ella contenida.
3.- Se separan los sólidos en suspensión contenidos en la muestra de la botella
por medio de un filtro de 14 micras, utilizando en el proceso una bomba de vacío para
agilizar el trabajo. Previamente los filtros han sido desecados y pesados.
Cuando la concentración de la muestra es muy elevada las partículas pueden llegar a
colmatar el filtro teniendo que separarse los sólidos por el sistema de evaporación.
Esta operación se realiza aportando calor por medio de lámparas y posteriormente
introduciendo la cápsula en estufa a 105°C hasta peso constante.
4.- El resultado del filtrado se deseca en estufa a 105°C durante un mínimo de 8
horas.
5.- La cápsula con los sólidos se enfría en desecador.
6.- Se pesa la muestra seca.
Conocido el volumen de la muestra y el peso de los sólidos en ella contenidos se
determina la concentración, C=P/V, en g/L, que representa la concentración media en
la vertical donde se tomó la muestra.
Normalmente, las muestras
utilizadas para determinar los
sólidos en disolución son las
sobrantes de la muestra total,
recogida en la botella de la
turbisonda, después de efectuado
el proceso de filtrado (filtro de 14
micras).
El método que se sigue para
obtener los sólidos que se
encuentran en disolución es el de
evaporación.
El residuo seco está formado
generalmente por sales minerales,
pudiendo también contener
pequeñas cantidades de materia
orgánica.

El equipamiento del laboratorio imprescindible para la determinación de la


concentración de los sólidos disueltos constará de:
a) Cápsulas de porcelana
b) Baño maría
c) Estufa de desecación
El procedimiento empleado para el cálculo es el siguiente:
1.- Se tara la cápsula de porcelana vacía. Previamente se seca a 110ºC hasta
peso constante.
2.- Se evapora en "baño maría", un volumen de agua (muestra) exactamente
medido y contenido en la cápsula, hasta sequedad.
3.- Se introduce la cápsula en la estufa y se mantiene a 110ºC durante un mínimo
de cuatro horas.
4.- Se deja enfriar en desecador.
5.- Se pesa el conjunto seco (cápsula + residuo).
La concentración viene dada por:

siendo:
P' = Peso de la cápsula + residuo seco en mg
P = Peso de la cápsula vacía en mg
V = Volumen de agua evaporada en mL
1.7.2 Caudal Sólido.

Por analogía con el flujo de agua, el primer paso en el transporte en el análisis del
transporte del sedimento es definir el caudal sólido, Qs, como el volumen por unidad
de tiempo que cruza una sección transversal y definir el correspondiente caudal sólido
unitario, qs, por unidad de anchura. Para el transporte en suspensión es más simple
trabajar con el peso del material sólido en lugar del volumen. Al peso por unidad de
tiempo se le sigue llamando “caudal” en peso. Es preferible el peso porque las
medidas practicables en un río son las velocidades del agua y las concentraciones del
material sólido en suspensión expresadas en (mg/l).

Ambas variables tienen una distribución en la vertical predecible o reconocible: la de


velocidades es una distribución logarítmica como se deduce de la teoría de la capa
límite; la de concentraciones c(y) es en primera aproximación una función exponencial
negativa sobre la coordenada Y. (Figura No. 26)

Figura No.26 Distribución de velocidades (izquierda) y concentración de


sedimento en suspensión (derecha). Distribución de Schmidt. O

El caudal sólido unitario en peso gs es la integración en la vertical del producto de las

dos variables, y se expresa en (g/m.s), Donde:


c = concentración de sedimentos en suspensión, en (mg/l) y
v = velocidad del sedimento en suspensión en (m/seg).

Por otra parte, la predicción del volumen del sedimento al que corresponde un cierto
peso de material en suspensión no es fácil, pues el peso específico del sedimento
varía con el tiempo por consolidación y depende también de la granulometría.
También el transporte de fondo se expresa frecuentemente en peso, además de darse
en volumen. En este caso hay hasta cuatro modos de expresarlo y no deben
confundirse:
1. En el volumen neto, que corresponde exactamente a la definición del caudal
sólido;
2. Volumen bruto o volumen de un empaquetamiento del material, que incluye los
huecos o espacios vacíos que componen el material (sedimentos). Designando por l el
índice de huecos o espacios vacíos, que es función de la granulometría del material, el

volumen bruto es: veces el volumen neto.


3. En peso seco, cuya relación con el volumen neto es el peso específico (2650
kp/m³ en materiales naturales).
4. En peso sumergido, cuya relación con el volumen neto es el peso específico
sumergido (1650 kp/m³).

El volumen bruto tiene la virtud de ser directamente equiparable con los volúmenes de
erosión o sedimentación en el fondo de un río. El volumen neto tiene la virtud de
prestarse a una relación porcentual con el caudal líquido. Los pesos tienen la virtud de
ser homogéneos con el transporte en suspensión y así permitir la comparación o la
suma de ambos.

Se puede indicar que las mayores concentraciones de material en suspensión


conocidas en grandes ríos son del orden de 1 g/l en China y las menores, en países
húmedos, son del orden de 1 g/l. El río Ebro, tras los embalses hidroeléctricos de
Mequinenza y Riba-roja, que retienen sedimento presenta unas concentraciones del
orden de 20 mg/l. Multiplicando por el caudal medio se obtiene una cifra global que
suele expresarse en Ton/año. En cuanto al transporte de fondo, es arriesgado dar un
orden de magnitud independientemente de la magnitud de la corriente (de caudal
líquido) y de las características hidráulicas y granulométricas del cauce. Sin embargo,
un caudal sólido del orden del 0.1-1% del caudal líquido es posible.
IV. CONCLUSIÓN
Todos los métodos en que se basan los medidores de caudal volumétrico de presión
diferencial realizan una conversión del caudal a la variable presión diferencial.
Por lo tanto, se utiliza un instrumento de medida de presión para expresar el caudal.
Estos instrumentos pueden tener indicación local o utilizarse como transmisores.
La selección de estos instrumentos depende, generalmente de la aplicación de los
mismos y del tipo de fluidos.

También podría gustarte