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CONCEPTO
CARACTERÍSTICAS
CLASES DE SOCIEDADES
Sociedades personalistas
Sociedades capitalistas
La gestión social se caracteriza por tener una organización más compleja. Los
socios no responden de las deudas sociales. Los socios, generalmente, pueden
trasmitir libremente su participación en la sociedad a terceros, por lo que se
caracterizará por una mayor variabilidad de los socios. Se encuentran dentro de
esta clasificación a la Sociedad Anónima y a la sociedad de responsabilidad
limitada. Siendo la Sociedad Anónima el prototipo de esta clasificación.
TIPOS DE SOCIEDADES
Como la nueva Ley no requiere que los futuros socios de las SRL tengan la capacidad para ser
comerciantes, ni les asigna dicha calidad por el simple hecho de ser socios2, cualquier persona capaz,
física o jurídica, incluyendo a los menores emancipados o no, y los mayores bajo curatela o
tutela3 pueden formar parte de la sociedad.
Del mismo modo, los esposos podrán formar una SRL, aún siendo ellos los únicos socios (Art. 19).
Según la nueva legislación, se podrá formar una SRL con dos o más socios, hasta un máximo de 50
(Arts. 89 y 93). Este limite ha sido trazado por el legislador a fin de mantener a las SRL dentro de su
marco natural de empresa pequeña o mediana en la que impere su característico elemento intuitus
personae4, reservándoles a las sociedades anónimas el derecho de operar con un número mayor de
socios.
En principio, las SRL pueden tener como objeto social cualquier actividad económica, siempre que
dicha actividad sea posible y lícita5, salvo las actividades que el Artículo 157 de la nueva Ley ha
reservado de manera exclusiva a las sociedades anónimas de suscripción pública, tales como el
ahorro público, la cotización de acciones y emisión pública y/o negociación de obligaciones e
instrumentos negociables en el mercado de valores.
DENOMINACIÓN SOCIAL
Según el Art. 89 de la nueva Ley, la SRL deberá ser designada por una denominación social que
podrá comprender el nombre de uno o varios socios y deberá ser precedida o seguida
inmediatamente de las palabras “Sociedad de Responsabilidad Limitada” o de las iniciales “S.R.L.”
A falta de estas últimas indicaciones, los socios serán solidariamente responsables frente a los
terceros.
Las SRL deben constituirse con un capital mínimo de RD$100,000.00, que a su vez estará dividido
en cuotas sociales6 iguales e indivisibles cuyo valor nominal no podrá ser menor de RD$100.00
cada una (Art. 91). Estas partes sociales no podrán estar representadas por títulos negociables7,
ni ser cedidas, en principio, a terceros extraños a la sociedad, contrario a lo que sucede con las
sociedades anónimas, para las cuales el principio es la transmisibilidad. Y es que en cuanto a las
cuotas sociales se refiere, las SRL responden mayormente a las reglas de sus ascendientes
directas, las sociedades en nombre colectivo, en las que, como típica sociedad de personas, la
relación o vínculo personal8 entre los socios representa la razón principal por la que estos
decidieron asociarse. La nueva Ley permite, sin embargo, por una parte, la libre transmisión de
las cuotas sociales entre socios, entre ascendientes y descendientes, en caso de liquidación de
comunidad de bienes entre esposos y por vía de sucesión, salvo estipulación estatutaria en
contrario (Art. 96); y por otra parte, la transmisión a terceros extraños a la sociedad cuando así
lo aprueben socios que representen por lo menos las tres cuartas partes de las cuotas sociales
(Art. 97), conforme a un procedimiento complicado y confuso que será objeto de análisis en una
entrega futura.
Las cuotas sociales de las SRL deben ser enteramente suscritas y pagadas al momento de la
constitución (Art. 92) y su capital social estará conformado por el total de los aportes realizados
por los socios, sean estos en numerario o en naturaleza. En el caso de aportes en numerario, y
contrario al antiguo ritual en las sociedades anónimas de la declaración mendaz del presidente
ante notario (compulsa notarial), la suma total aportada deberá ser depositada por el gestor en
una cuenta bancaria abierta a su nombre y por cuenta de la sociedad en formación, dentro de
los ocho días a partir de la fecha de la constitución, donde permanecerá indisponible hasta tanto
la sociedad haya sido matriculada en el Registro Mercantil (Art. 92, Párr. I).
En cuanto a los aportes en naturaleza, estos deberán ser evaluados en los mismos estatutos,
sobre la base del informe de un comisario de aportes designado a unanimidad por los futuros
socios, o, en su defecto, y a instancia del socio más diligente, por un auto dictado por el juez
presidente de la Cámara Civil y Comercial del Juzgado de Primera Instancia del Distrito Judicial
correspondiente (Art. 94). Se podrá prescindir de los servicios de un comisario de aportes
mediante decisión unánime de los socios, siempre y cuando el valor estimado de todos o algunos
de los aportes en naturaleza no exceda del veinticinco por ciento del capital social (Art. 94, Parr.
I).
En las SRL, al igual que en el resto de las demás sociedades tuteladas por la nueva Ley, se
prohíben tanto los aportes en industria (Art. 92) como la emisión de partes beneficiarias o partes
del fundador (Art. 22). El legislador ha remediado la situación de los antiguos aportantes en
industria al insertar, dentro del nuevo ordenamiento societario, la figura societaria española de
las prestaciones accesorias (Art. 22). Estas prestaciones, que no forman parte del capital, se
otorgan por vía estatutaria a aquel o aquellos socios que se dispongan a obligarse a hacer, no
hacer o dar algo en provecho de la sociedad9, según los parámetros establecidos por el Art. 22
de la nueva Ley. En nuestras SRL las obligaciones de dar están limitadas a cualquier cosa o
actividad menos a sumas de efectivo (Art. 22, literal c). El mismo artículo establece que en caso
de que estas prestaciones no hayan sido establecidas por los estatutos se considerarán como
obligaciones de terceros.
FORMABILIDADES Y PUBLICIDAD
La ley permite que las SRL sean formadas por un único acto auténtico o documento bajo firma
privada, este último hecho en doble original (Art. 13). Dicho acto o documento contendrá
además de la declaración de la voluntad de los socios de asociarse y los estatutos sociales, los
cuales podrán comprender la designación de la gerencia y la aceptación de la(s) persona(s) que
la componen (Art. 100). El o los gerentes podrán también ser designados por un acto posterior,
en cuyo caso será necesaria la celebración de una asamblea constitutiva.
Los estatutos de la SRL deberán contener las siguientes menciones (Art. 14):10
a) Los nombres, las demás generales y los documentos legales de identidad de quienes los
celebren, si fuesen personas físicas o la denominación social, su domicilio y números del
Registro Mercantil y del Registro Nacional de Contribuyentes, así como las generales de sus
representantes o apoderados, si se tratase de una persona jurídica;
b) La denominación social;
d) El domicilio social;
e) El objeto social;
g) El monto del capital social, su división en cuotas sociales con un valor no menor de
RD$100.00 cada una (Art. 91, Párr. I) y la declaración de que este ha sido enteramente suscrito
y pagado (Art. 92, Párr. I).
i) Los aportes en naturaleza, sus descripciones, sus evaluaciones y la indicación de las personas
jurídicas o físicas que los realicen;
En cuanto a esto último, el Artículo 15 de la nueva Ley contiene una imprecisión al disponer
que en el caso de las SRL, la solicitud de matriculación en el Registro Mercantil deberá
formularse dentro del mes siguiente a la celebración de la asamblea general constitutiva.
Como hemos mencionado antes, no hay ninguna necesidad de celebrar asamblea general
constitutiva para las SRL, salvo en el caso especial que no se haya designado la gerencia por los
mismos estatutos, lo cual no ocurrirá muy a menudo –para no decir nunca-- en la práctica. La
solicitud de matriculación de las SRL podrá, pues, realizarse dentro del mes siguiente a la fecha
de la suscripción de los estatutos, cuando estos contengan la designación y la aceptación de la
gerencia. Este último es el mismo régimen de matriculación a que están sometidas las
sociedades anónimas de suscripción privada. No sería lógico pensar que siendo las SRL, por su
naturaleza, un tipo de sociedad sujeto a reglas menos formales que las impuestas a las
sociedades anónimas, se les exija mayores formalidades que a estas para su matriculación,
amén de que en ningún lugar, salvo en el Art. 15 comentado, hace la nueva Ley mención de la
necesidad de la celebración de una asamblea general constitutiva para la formación de las SRL.
Muy por el contrario, la Ley permite que todas las designaciones, evaluaciones y menciones
requeridas para constituir una SRL sean hechas en los mismos estatutos.
1 El Art. 370 de la Ley de Sociedades establece que la nulidad de la sociedad o de un acto
modificativo de los estatutos sólo podrá resultar de una disposición expresa de dicha ley o de
las que rijan la nulidad de los contratos (Art. 1108 del Código Civil Dominicano).
LOS APORTES
Cada socio está obligado frente a la sociedad por lo que se haya comprometido a aportar
al capital. Contra el socio moroso la sociedad puede exigir el cumplimiento de la
obligación mediante el proceso ejecutivo o excluir a dicho socio por el proceso
sumarísimo.
Aportes dinerarios
Gastos necesarios
Aportes no dinerarios
Si el pacto social admite que el socio aportante entregue como aporte títulos valores o
documentos de crédito a su cargo, el aporte no se considera efectuado hasta que el
respectivo título o documento sea íntegramente pagado.
Si el pacto social contempla que el aporte esté representado por títulos valores o
documentos de crédito en los que el obligado principal no es el socio aportante, el aporte
se entenderá cumplido con la transferencia de los respectivos
El riesgo del bien aportado en uso o usufructo recae sobre el socio que realiza el aporte,
perdiendo la sociedad el derecho a exigir la sustitución del bien.
La pérdida del aporte ocurrida antes de su entrega a la sociedad produce los siguientes
efectos:
I.- DEFINICIÓN:
b) División de capital en títulos negociables denominados acciones.- Las acciones representan una
parte alícuota del capital y son negociables. La titularidad de las acciones de la sociedad
confiere una serie de derechos indesligables, relacionados con la toma de decisiones en la
sociedad y la participación en los rendimientos económicos de la misma.
c) Responsabilidad Limitada.- Los socios no responden personalmente por las deudas sociales.
1°) Constitución Simultánea o Privada donde en un solo acto los socios fundadores, que son los que
suscriben y pagan el capital, acuerdan los términos del pacto social y del estatuto, firman la
minuta y otorgan la escritura pública de constitución de la nueva sociedad.
2°) Constitución por suscripción pública en forma sucesiva mediante oferta a terceros contenida en
el programa de fundación otorgado por los socios fundadores. Esta segunda modalidad está
reservada sólo para la Sociedad Anónima. Aquí existe un proceso previo, regulado por la Ley,
que tiene por objeto reunir a los socios que suscriban y paguen las acciones de la nueva sociedad;
sólo después de culminado el proceso se puede otorgar la minuta y la escritura pública de
constitución.
III.-Órganos de la
sociedad anónima
La constitución de
una sociedad
anónima debe
hacerse mediante
escritura pública
con el
cumplimiento de
los requisitos
establecidos en el artículo 110 del Código de Comercio. Requiere también la inscripción en el Registro
Mercantil, y posteriormente deberá publicarse un extracto de la escritura social en el Diario Oficial.
Una sociedad anónima es una entidad jurídica cuya existencia se distingue de la de su propietario. Sus
titulares participan del capital social mediante acciones que les confieren derechos económicos y
políticos. Las acciones se diferencian entre sí según las potestades que confieren o por su valor nominal.
Administradores de la sociedad
La sociedad anónima, para su vida diaria, necesita de valerse de un órgano ejecutivo y representativo a
la vez, que lleve a cabo la gestión cotidiana de la sociedad y la represente en sus relaciones jurídicas con
terceros .La estructura del órgano de administración de una sociedad constituye una de las menciones
más importantes de los estatutos.
En general, los ordenamientos jurídicos permiten que cada sociedad pueda organizar su administración
de la forma que estime más conveniente, no impone una estructura rígida y predetermina al órgano
administrativo y faculta a los estatutos para decantarse entre varias formas alternativas
Administrador único
Varios administradores solidarios
Dos administradores conjuntos
Un Consejo de administración, también denominado Directorio en algunos países,
o Junta Directiva.
IV.-CONTENIDO DEL ESTATUTO:
1) La denominación de la sociedad.
- En la Constitución de una sociedad, o cuando se modifique su pacto social o estatuto para cambiar su
denominación, completa o abreviada, tiene derecho a protegerlos con reserva de preferencia registral
por un plazo de treinta días, vencido el cual ésta caduca de pleno derecho. No se permite adoptar una
denominación, completa o abreviada, igual o semejante a aquella que esté gozando del derecho de
reserva de preferencia registral.
2) La descripción del objeto social: El objeto social debe ser claramente determinado, así como
estar referido a actividades lícitas y posibles de ser explotadas bajo una actividad empresarial. Las
actividades que comprende el objeto social deben estar descritas detalladamente.
- Hay normas especiales que obligan a ciertas sociedades a tener un objeto social específico (ejm: las
empresas de vigilancia privadas, los corredores de seguros y reaseguros, las empresas de servicios
temporales, etc.).
- Por otro lado, se pueden incluir en el objeto social los actos relacionados que coadyuven a la
realización de sus fines, aunque no estén expresamente indicados en el estatuto.
4) El plazo de duración de la sociedad, con indicación de la fecha de inicio de sus actividades. El plazo
puede ser determinado o indeterminado y se computa con arreglo a las normas del Código Civil.
5) El monto del capital, el número de acciones en que está dividido,
el valor nominal de cada una de ellas y el monto pagado por cada
acción suscrita.
6) Cuando corresponda, las clases de acciones en que está dividido el capital, el número de acciones
de cada clase, las características, derechos especiales o preferencias que se establezcan a su favor y
el régimen de prestaciones accesorias o de obligaciones adicionales.
8) Los requisitos para acordar el aumento o disminución del capital y para cualquier otra
modificación del pacto social o del estatuto.
12) Demás pactos lícitos que estimen convenientes para la organización de la sociedad, así como los
convenios societarios entre accionistas que los obliguen entre sí y para con la sociedad.
FUNDADORES Y DERECHOS
FUNDADORES
DERECHOS
Los derechos de los socios se pueden clasificar de la siguiente forma:
• Patrimoniales: consiste en que los socios participen de las utilidades que las sociedades
obtengan anualmente, proporcionalmente al monto de su aportación.
• Corporativos: destacan desde luego el derecho que tienen los socios de participar en las
deliberaciones de la sociedad mediante el voto, de manera proporcional a su
participación accionaria.
ACCIONES: CON DERECHO A VOTO Y SIN DERECHO A VOTO
La acción con derecho a voto confiere a su titular la calidad de accionista y le atribuye, cuando
menos, los siguientes derechos:
4. Ser preferido, con las excepciones y en la forma prevista en esta ley, para:
a) La suscripción de acciones en caso de aumento del capital social y en los demás casos de
colocación de acciones.
La acción sin derecho a voto confiere a su titular la calidad de accionista y le atribuye, cuando
menos, los siguientes derechos:
Las acciones son verdaderos títulos de crédito, se trata de documentos que presumen la
existencia de los derechos literales, patrimoniales y autónomos que en ellos se consiguen;
y en función de la incorporación del derecho en el título, éste resulta necesario para exigir
los expresados derechos.
Es el titulo que representa una porción determinada del Capital Social, que da derecho a
una parte proporcional en las ganancias y que participa en las pérdidas al solo importe del
valor que expresa. Por lo tanto, su poseedor tiene un derecho patrimonial igual a la
fracción de capital que representa, participando de todos los derechos y deberes que le
son inherentes.
Generalidades
Las acciones en que se divide el capital social de una sociedad anónima estarán
representadas por títulos nominativos que servirán para acreditar y transmitir la calidad y
los derechos de socio, y se regirán por las disposiciones relativas a valoresliterales, en lo
que sea compatible con su naturaleza y no sea modificado por la presente Ley.
Las acciones serán de igual valor y conferirán iguales derechos, sin embargo, en
el contrato social podrá estipularse que el capital se divida en varias clases de acciones
con derechos especiales para cada clase.
Cada acción sólo tendrá derecho a un voto; pero en el contrato social podrá pactarse que
una parte de las acciones tenga derecho de voto solamente en las Asambleas
Extraordinarias.
No podrán asignarse dividendos a las acciones ordinarias sin que antes se pague a las de
voto limitando un dividendo de cinco por ciento. Cuando en algún ejercicio social no
haya dividendos o sean inferiores a dicho cinco por ciento, se cubrirá éste en los años
siguientes con la prelación indicada.
Al hacerse la liquidación de la sociedad, las acciones de voto limitado se reembolsarán
antes que las ordinarias.
En el contrato social podrá pactarse que a las acciones de voto limitado se les fije un
dividendo superior al de las acciones ordinarias.
Los tenedores de las acciones de voto limitado tendrán los derechos que esta ley confiere
a las minorías para oponerse a las decisiones de las asambleas y para revisar el balance y
los libros de la sociedad.
Cuando así lo prevenga el contrato social, podrán emitirse en favor de las personas que
presten sus servicios a la sociedad, acciones especiales en las que figurarán
las normas respecto a la forma, valor, inalienabilidad y demás condiciones particulares
que les corresponda.
Se prohíbe a las sociedades anónimas emitir acciones por una suma menor de su valor
nominal.
Solamente serán liberadas las acciones cuyo valor esté totalmente cubierto y aquellas que
se entreguen a los accionistas según acuerdo de la asamblea general extraordinaria, como
resultado de la capitalización de primas sobre acciones o de otras aportaciones previas de
los accionistas, así como de capitalización de utilidades retenidas o de reservas de
valuación o de revaluación.
Las acciones cuyo valor no esté íntegramente pagado serán siempre nominativas.
La distribución de las utilidades y del capital social se hará en proporción al importe
exhibido de las acciones.
Los suscriptores y adquirentes de acciones pagadoras serán responsables por el importe
insoluto de la acción durante cinco años, contados desde la fecha del registro de traspaso;
pero no podrá reclamarse el pago al enajenante sin que antes se haga excusión en los
bienes del adquirente.
Cuando constare en las acciones el plazo en que deban pagarse las exhibiciones y el monto
de éstas, transcurrido dicho plazo, la sociedad procederá a exigir judicialmente, en la vía
sumaria, el pago de la exhibición, o bien a la venta de las acciones.
Cuando se decrete una exhibición cuyo plazo o monto no conste en las acciones, deberá
hacerse una publicación, por lo menos 30 días antes de la fecha señalada para el pago, en
el Periódico Oficial de la entidad federativa a que corresponda el domicilio de la sociedad.
Transcurrido dicho plazo sin que se haya verificado la exhibición, la sociedad procederá
en los términos del artículo anterior.
La venta de las acciones se hará por medio de corredor titulado y se extenderán nuevos
títulos o nuevos certificados provisionales para sustituir a los anteriores.
En los estatutos se podrá establecer que las acciones, durante un período que no exceda
de tres años, contados desde la fecha de la respectiva emisión, tengan derecho a intereses
no mayores del nueve por ciento anual. En tal caso, el monto de estos intereses debe
cargarse a gastos generales.
Los títulos representativos de las acciones deberán estar expedidos dentro de un plazo que
no exceda de un año, contado a partir de la fecha del contrato social o de la modificación
de éste, en que se formalice el aumento de capital. Mientras se entregan los títulos podrán
expedirse certificados provisionales, que serán siempre nominativos y que deberán
canjearse por los títulos, en su oportunidad.
Los duplicados del programa en que se hayan verificado las suscripciones se canjearán
por títulos definitivos o certificados provisionales, dentro de un plazo que no excederá de
dos meses, contado a partir de la fecha del contrato social. Los duplicados servirán como
certificados provisionales o títulos definitivos, en los casos que esta Ley señala.
Las transmisiones que se realicen en los términos que prescribe el artículo 129
La sociedad considerará como dueño de las acciones a quien aparezca inscrito como tal
en el registro a que se refiere el artículo anterior. A este efecto, la sociedad deberá inscribir
en dicho registro, a petición de cualquier titular, las transmisiones que se efectúen.
En el contrato social podrá pactarse que la transmisión de las acciones sólo se haga con
la autorización del consejo de administración. El consejo podrá negar la autorización
designando un comprador de las acciones al precio corriente en el mercado.
La transmisión de una acción que se efectúe por medio diverso del endoso deberá anotarse
en el título de la acción.
Los accionistas tendrán derecho preferente, en proporción al número de sus acciones, para
suscribir las que emitan en el caso de aumento del capital social. Este derecho deberá
ejercitarse dentro de los quince días siguientes a la publicación, en el Periódico Oficial
del domicilio de la sociedad, del acuerdo de la Asamblea sobre el aumento del capital
social.
No podrán emitirse nuevas acciones, sino hasta que las precedentes hayan sido
íntegramente pagadas.
Se prohíbe a las sociedades anónimas adquirir sus propias acciones, salvo por
adjudicación judicial, en pago de créditos de la sociedad. En tal caso, la sociedad venderá
las acciones dentro de tres meses, a partir de la fecha en que legalmente pueda disponer
de ellas; y si no lo hiciere en ese plazo, las acciones quedarán extinguidas y se procederá
a la consiguiente reducción del capital. En tanto pertenezcan las acciones a la sociedad,
no podrán ser representadas en las asambleas de accionistas.
En el caso de reducción del capital social mediante reembolso a los accionistas, la
designación de las acciones que hayan de nulificarse se hará por sorteo ante Notario o
Corredor titulado.
Para la amortización de acciones con utilidades repartibles, cuando el contrato social la
autorice, se observarán las siguientes reglas:
Los títulos de las acciones amortizadas quedarán anulados y en su lugar podrán emitirse
acciones de goce, cuando así lo prevenga expresamente el contrato social;
Las acciones de goce tendrán derecho a las utilidades líquidas, después de que se haya
pagado a las acciones no rembolsables el dividendo señalado en el contrato social. El
mismo contrato podrá también conceder el derecho de voto a las acciones de goce.
En ningún caso podrán las sociedades anónimas hacer préstamos o anticipos sobre sus
propias acciones.
Las acciones pagadas en todo o en parte mediante aportaciones en especie, deben quedar
depositadas en la sociedad durante dos años. Si en este plazo aparece que el valor de los
bienes es menor en un veinticinco por ciento del valor por el cual fueron aportados, el
accionista está obligado a cubrir la diferencia a la sociedad, la que tendrá derecho
preferente respecto de cualquier acreedor sobre el valor de las acciones depositadas.
En numerario porque indican que han sido o van a ser cubiertas íntegramente con dinero
en efectivo. La Ley exige que al constituirse la sociedad las acciones en numerario se
paguen cuando menos en un 20% de su valor nominal
En especie. Son aquellas cuyo valor se cubre con bienes distintos del numerario. Las
acciones en especie deberán quedar íntegramente exhibidas al momento de constituirse
la sociedad, por lo tanto, siempre serán liberadas. Por otra parte, en la escritura
constitutiva deberá especificarse los bienes que se han aportado, el valor asignado y el
criterio seguido para su valorización.
Ordinarias. Son las que confieren a sus tenedores iguales derechos y los mismos deberes;
es decir, sus titulares tendrán derecho al capital y utilidades, dentro de las normas que
fijen los estatutos
Pagadoras. Son las que no han sido pagadas totalmente mientras se señala o se vence el
término de la exhibición. La aplicación de las utilidades se hará en proporción al capital
pagado.
Acciones con valor nominal. Las acciones pagadoras se convierten en liberadas cuando
se ha cubierto su valor total.
Acciones sin valor nominal. Son las que no mencionan el valor nominal del título ni la
cuantía del capital social, expresando solamente el número total de acciones de la
sociedad
Cotización de acciones
Las acciones que vende una empresa son a la par si su valor nominal es igual al valor de
emisión. El valor nominal es igual al capital social(dinero o riqueza que la empresa posee)
dividido entre el número de acciones. Por tanto se puede decir que la acción cuesta lo que
realmente vale.
Sobre la par quiere decir que se venden por un valor superior al valor nominal (o real) y
si a el valor de venta le restas el valor nominal, obtienes la prima de emisión de esa acción,
es decir, el beneficio que se lleva la empresa por vendértela (esto se hace cuando tienen
una cotización alta en el mercado). Una acción bajo la par no se venderá ya que la empresa
quebraría.
ACCIONES
Según la Ley General de Sociedades Mercantiles la acción es la parte alícuota del capital
social representada en un título de crédito, el cual atribuye a aquél que lo posé de manera
legítima la condición de socio, y por ende, la facultad de ejercitar los derechos que de ella
emanan, así como de transmitir dicha condición a favor de terceros.
Las acciones son verdaderos títulos de crédito, se trata de documentos que presumen la
existencia de los derechos literales, patrimoniales y autónomos que en ellos se consiguen;
y en función de la incorporación del derecho en el título, éste resulta necesario para exigir
los expresados derechos.
Es el titulo que representa una porción determinada del Capital Social, que da derecho a
una parte proporcional en las ganancias y que participa en las pérdidas al solo importe del
valor que expresa. Por lo tanto, su poseedor tiene un derecho patrimonial igual a la
fracción de capital que representa, participando de todos los derechos y deberes que le
son inherentes.
Generalidades
Las acciones en que se divide el capital social de una sociedad anónima estarán
representadas por títulos nominativos que servirán para acreditar y transmitir la calidad y
los derechos de socio, y se regirán por las disposiciones relativas a valoresliterales, en lo
que sea compatible con su naturaleza y no sea modificado por la presente Ley.
Las acciones serán de igual valor y conferirán iguales derechos, sin embargo, en
el contrato social podrá estipularse que el capital se divida en varias clases de acciones
con derechos especiales para cada clase.
Cada acción sólo tendrá derecho a un voto; pero en el contrato social podrá pactarse que
una parte de las acciones tenga derecho de voto solamente en las Asambleas
Extraordinarias.
No podrán asignarse dividendos a las acciones ordinarias sin que antes se pague a las de
voto limitando un dividendo de cinco por ciento. Cuando en algún ejercicio social no
haya dividendos o sean inferiores a dicho cinco por ciento, se cubrirá éste en los años
siguientes con la prelación indicada.
Al hacerse la liquidación de la sociedad, las acciones de voto limitado se reembolsarán
antes que las ordinarias.
En el contrato social podrá pactarse que a las acciones de voto limitado se les fije un
dividendo superior al de las acciones ordinarias.
Los tenedores de las acciones de voto limitado tendrán los derechos que esta ley confiere
a las minorías para oponerse a las decisiones de las asambleas y para revisar el balance y
los libros de la sociedad.
Cuando así lo prevenga el contrato social, podrán emitirse en favor de las personas que
presten sus servicios a la sociedad, acciones especiales en las que figurarán
las normas respecto a la forma, valor, inalienabilidad y demás condiciones particulares
que les corresponda.
Se prohíbe a las sociedades anónimas emitir acciones por una suma menor de su valor
nominal.
Solamente serán liberadas las acciones cuyo valor esté totalmente cubierto y aquellas que
se entreguen a los accionistas según acuerdo de la asamblea general extraordinaria, como
resultado de la capitalización de primas sobre acciones o de otras aportaciones previas de
los accionistas, así como de capitalización de utilidades retenidas o de reservas de
valuación o de revaluación.
Las acciones cuyo valor no esté íntegramente pagado serán siempre nominativas.
La distribución de las utilidades y del capital social se hará en proporción al importe
exhibido de las acciones.
Los suscriptores y adquirentes de acciones pagadoras serán responsables por el importe
insoluto de la acción durante cinco años, contados desde la fecha del registro de traspaso;
pero no podrá reclamarse el pago al enajenante sin que antes se haga excusión en los
bienes del adquirente.
Cuando constare en las acciones el plazo en que deban pagarse las exhibiciones y el monto
de éstas, transcurrido dicho plazo, la sociedad procederá a exigir judicialmente, en la vía
sumaria, el pago de la exhibición, o bien a la venta de las acciones.
Cuando se decrete una exhibición cuyo plazo o monto no conste en las acciones, deberá
hacerse una publicación, por lo menos 30 días antes de la fecha señalada para el pago, en
el Periódico Oficial de la entidad federativa a que corresponda el domicilio de la sociedad.
Transcurrido dicho plazo sin que se haya verificado la exhibición, la sociedad procederá
en los términos del artículo anterior.
La venta de las acciones se hará por medio de corredor titulado y se extenderán nuevos
títulos o nuevos certificados provisionales para sustituir a los anteriores.
Los títulos representativos de las acciones deberán estar expedidos dentro de un plazo que
no exceda de un año, contado a partir de la fecha del contrato social o de la modificación
de éste, en que se formalice el aumento de capital. Mientras se entregan los títulos podrán
expedirse certificados provisionales, que serán siempre nominativos y que deberán
canjearse por los títulos, en su oportunidad.
Los duplicados del programa en que se hayan verificado las suscripciones se canjearán
por títulos definitivos o certificados provisionales, dentro de un plazo que no excederá de
dos meses, contado a partir de la fecha del contrato social. Los duplicados servirán como
certificados provisionales o títulos definitivos, en los casos que esta Ley señala.
Las transmisiones que se realicen en los términos que prescribe el artículo 129
La sociedad considerará como dueño de las acciones a quien aparezca inscrito como tal
en el registro a que se refiere el artículo anterior. A este efecto, la sociedad deberá inscribir
en dicho registro, a petición de cualquier titular, las transmisiones que se efectúen.
En el contrato social podrá pactarse que la transmisión de las acciones sólo se haga con
la autorización del consejo de administración. El consejo podrá negar la autorización
designando un comprador de las acciones al precio corriente en el mercado.
La transmisión de una acción que se efectúe por medio diverso del endoso deberá anotarse
en el título de la acción.
Los accionistas tendrán derecho preferente, en proporción al número de sus acciones, para
suscribir las que emitan en el caso de aumento del capital social. Este derecho deberá
ejercitarse dentro de los quince días siguientes a la publicación, en el Periódico Oficial
del domicilio de la sociedad, del acuerdo de la Asamblea sobre el aumento del capital
social.
No podrán emitirse nuevas acciones, sino hasta que las precedentes hayan sido
íntegramente pagadas.
Se prohíbe a las sociedades anónimas adquirir sus propias acciones, salvo por
adjudicación judicial, en pago de créditos de la sociedad. En tal caso, la sociedad venderá
las acciones dentro de tres meses, a partir de la fecha en que legalmente pueda disponer
de ellas; y si no lo hiciere en ese plazo, las acciones quedarán extinguidas y se procederá
a la consiguiente reducción del capital. En tanto pertenezcan las acciones a la sociedad,
no podrán ser representadas en las asambleas de accionistas.
En el caso de reducción del capital social mediante reembolso a los accionistas, la
designación de las acciones que hayan de nulificarse se hará por sorteo ante Notario o
Corredor titulado.
Para la amortización de acciones con utilidades repartibles, cuando el contrato social la
autorice, se observarán las siguientes reglas:
Los títulos de las acciones amortizadas quedarán anulados y en su lugar podrán emitirse
acciones de goce, cuando así lo prevenga expresamente el contrato social;
La sociedad conservará a disposición de los tenedores de las acciones amortizadas, por el
término de un año, contado a partir de la fecha de la publicación a que se refiere la fracción
III, el precio de las acciones sorteadas y, en su caso, las acciones de goce. Si vencido este
plazo no se hubieren presentado los tenedores de las acciones amortizadas a recoger su
precio y las acciones de goce, aquél se aplicará a la sociedad y éstas quedarán anuladas.
Las acciones de goce tendrán derecho a las utilidades líquidas, después de que se haya
pagado a las acciones no rembolsables el dividendo señalado en el contrato social. El
mismo contrato podrá también conceder el derecho de voto a las acciones de goce.
En ningún caso podrán las sociedades anónimas hacer préstamos o anticipos sobre sus
propias acciones.
Las acciones pagadas en todo o en parte mediante aportaciones en especie, deben quedar
depositadas en la sociedad durante dos años. Si en este plazo aparece que el valor de los
bienes es menor en un veinticinco por ciento del valor por el cual fueron aportados, el
accionista está obligado a cubrir la diferencia a la sociedad, la que tendrá derecho
preferente respecto de cualquier acreedor sobre el valor de las acciones depositadas.
En numerario porque indican que han sido o van a ser cubiertas íntegramente con dinero
en efectivo. La Ley exige que al constituirse la sociedad las acciones en numerario se
paguen cuando menos en un 20% de su valor nominal
En especie. Son aquellas cuyo valor se cubre con bienes distintos del numerario. Las
acciones en especie deberán quedar íntegramente exhibidas al momento de constituirse
la sociedad, por lo tanto, siempre serán liberadas. Por otra parte, en la escritura
constitutiva deberá especificarse los bienes que se han aportado, el valor asignado y el
criterio seguido para su valorización.
Ordinarias. Son las que confieren a sus tenedores iguales derechos y los mismos deberes;
es decir, sus titulares tendrán derecho al capital y utilidades, dentro de las normas que
fijen los estatutos
Pagadoras. Son las que no han sido pagadas totalmente mientras se señala o se vence el
término de la exhibición. La aplicación de las utilidades se hará en proporción al capital
pagado.
Acciones con valor nominal. Las acciones pagadoras se convierten en liberadas cuando
se ha cubierto su valor total.
Acciones sin valor nominal. Son las que no mencionan el valor nominal del título ni la
cuantía del capital social, expresando solamente el número total de acciones de la
sociedad
Cotización de acciones
Las acciones que vende una empresa son a la par si su valor nominal es igual al valor de
emisión. El valor nominal es igual al capital social(dinero o riqueza que la empresa posee)
dividido entre el número de acciones. Por tanto se puede decir que la acción cuesta lo que
realmente vale.
Sobre la par quiere decir que se venden por un valor superior al valor nominal (o real) y
si a el valor de venta le restas el valor nominal, obtienes la prima de emisión de esa acción,
es decir, el beneficio que se lleva la empresa por vendértela (esto se hace cuando tienen
una cotización alta en el mercado). Una acción bajo la par no se venderá ya que la empresa
quebraría.
1. Definición
2. Denominación
La denominación debe incluir la indicación “Sociedad Anónima Cerrada”, o las siglas S.A.C.; puede
utilizar además un nombre abreviado. Debe tenerse presente que no se puede utilizar una
denominación completa o abreviada, igual o semejante a la de otra sociedad preexistente, cualquiera
que sea su forma social.
3. Órganos de la sociedad
Directorio, el mismo que resulta facultativo. En todo caso en aplicación de lo dispuesto en el Art. 247
de la Ley , deberá establecerse en el pacto social o en el estatuto, que la sociedad no tiene
Directorio. Cuando se determine la no existencia del Directorio, todas sus funciones serán ejercidas
por el Gerente General.
4. Disposiciones de importancia
b. Juntas no presenciales.- La voluntad social se puede establecer por cualquier medio, sea escrito,
electrónico o de otra naturaleza que permita la comunicación y garantice su autenticidad.
e. Juntas generales obligatorias.- Será obligatoria la Junta General cuando lo soliciten accionistas que
representen el veinte por ciento de las acciones suscritas con derecho a voto.
e. Representación en la junta general. - El accionista sólo podrá hacerse representar por medio de otro
accionista, su cónyuge o ascendiente o descendiente en primer grado. El estatuto puede extender la
representación a otras personas.
1. Denominación
La denominación debe incluir la indicación “Sociedad Anónima Abierta” o las siglas “S.A.A.”, pudiendo
utilizar además un nombre abreviado.
2. Inscripción y control
1. DENOMINACIÓN
2. CAPITAL SOCIAL
El capital está integrado por las aportaciones de los socios, dividido en participaciones sociales
iguales, acumulables e indivisibles. Estas participaciones no podrán ser incorporadas en títulos
valores ni denominarse acciones. Al constituirse la sociedad el capital debe estar pagado en no
menos del 25% de cada participación y depositado en una entidad bancaria a nombre de la
sociedad.
3. ORGANOS DE LA EMPRESA
1. CARACTERÍSTICAS
Es una persona jurídica de derecho privado, constituida por voluntad unipersonal con
patrimonio distinto al de su titular. Se constituye para el desarrollo exclusivo de actividades
económicas de pequeña empresa. La responsabilidad de la empresa está limitada al
patrimonio y el Titular de la misma no responde personalmente por las obligaciones contraídas
por ésta.
2. DENOMINACIÓN
La empresa adoptará una denominación o razón social que le permita individualizarla, seguida
de la indicación Empresa Individual de Responsabilidad Limitada o la sigla E.I.R.L.
3. CAPITAL SOCIAL
Está constituido inicialmente por los bienes que aporta quien la constituye y es determinado
por el titular. Estos pueden ser:
4. OBJETO SOCIAL
5. ORGANOS DE LA EMPRESA
Titular: órgano máximo de la empresa que tiene a su cargo la disposición de los bienes
y actividades.
Gerencia: Órgano que tiene a su cargo la administración y la representación de la
Empresa, es designado por el Titular.
El Titular, puede asumir el cargo de gerente, en cuyo caso asumirá las facultades,
deberes y responsabilidades de ambos cargos, debiendo denominársele Titular
Gerente.
S ociedad en comandita
1. Tipos
La responsabilidad de los socios comanditarios frente a las deudas sociales está limitada a la
aportación efectuada o, en su caso, comprometida, en caso de ser mayor que aquélla.
4. Ventajas e Inconvenientes
Una misma emisión de obligaciones puede realizarse en una o más etapas o en una o mas series,
si así lo acuerda la junta de accionistas o de socios, según el caso.
Importe
El importe total de las obligaciones, a la fecha de emisión, no podrá ser superior al patrimonio
neto de la sociedad, con las siguientes excepciones:
2. Que la operación se realice para solventar el precio de bienes cuya adquisición o construcción
hubiese contratado de antemano la sociedad; o,
Condiciones de la emisión
Las condiciones de cada emisión, así como la capacidad de la sociedad para formalizarlas, en
cuanto no estén reguladas por la ley, serán las que disponga el estatuto y las que acuerde la junta
de accionistas o de socios, según el caso.
Garantías de la emisión
2. Fianza solidaria emitida por entidades del sistema financiero nacional, compañías de seguros
nacionales o extranjeras, o bancos extranjeros.
Independientemente de las garantías mencionadas, los obligacionistas pueden hacer efectivos sus
créditos sobre los demás bienes y derechos de la sociedad emisora o del patrimonio de los socios,
si la forma societaria lo permite.
2. Las condiciones de la emisión y de ser un programa de emisión, las de las distintas series o
etapas de colocación;
3. El valor nominal de las obligaciones, sus intereses, vencimientos, descuentos o primas si las
hubiere y el modo y lugar de pago;
4. El importe total de la emisión y, en su caso, el de cada una de sus series o etapas;
6. El régimen del sindicato de obligacionistas, así como las reglas fundamentales sobre sus
relaciones con la sociedad; y,
Régimen de prelación
No existe prelación entre las distintas emisiones o series de obligaciones de una misma sociedad
en razón de su fecha de emisión o colocación, salvo que ella sea expresamente pactada a favor de
alguna emisión o serie en particular. Si se conviene un orden mas favorable para una emisión o
serie de obligaciones, será necesario que las asambleas de obligacionistas de las emisiones o series
precedentes presten su consentimiento.
Lo dispuesto en el párrafo anterior no afecta el derecho preferente de que goza cada emisión o
cada serie con respecto a sus propias garantías.
Los derechos de los obligacionistas en relación con los demás acreedores sociales se rigen por las
normas que determinen su preferencia.
Régimen de Prelación
Lo dispuesto en el párrafo anterior no afecta el derecho preferente de que goza cada emisión o
cada serie con relación a sus propias garantías especificas.
Los derechos de los obligacionistas en relación con los demás acreedores del emisor, se rigen por
las normas que determinen su preferencia."
Suscripción
Tomado el acuerdo de emisión la junta de accionistas o de socios, según el caso, puede delegar
en forma expresa en el directorio y, cuando este no exista, en el administrador de la sociedad,
todas las demás decisiones así como la ejecución del proceso de emisión.
Representación
Las obligaciones representadas por medio de anotaciones en cuenta se rigen por las leyes de la
materia.
Títulos
1. La designación especifica de las obligaciones que representa y, de ser el caso, la serie a que
pertenecen y si son convertibles en acciones o no;
3. La fecha de la escritura publica de la emisión y el nombre del notario ante quien se otorgo;
6. El valor nominal de cada obligación que representa, su vencimiento, modo y lugar de pago y
régimen de intereses que le es aplicable;
OBLIGACIONES CONVERTIBLES
Requisitos de la emisión
Los accionistas de la sociedad tienen derecho preferente para suscribir las obligaciones
convertibles, conforme a las disposiciones aplicables a las acciones, en cuanto resulten
pertinentes.
Conversión
Casos de transformación
Las sociedades reguladas por esta ley pueden transformarse en cualquier otra clase de
sociedad o persona jurídica contemplada en las leyes del Perú.
Los socios que en virtud de la nueva forma societaria adoptada asumen responsabilidad
ilimitada por las deudas sociales, responden en la misma forma por las deudas contraídas
antes de la transformación. La transformación a una sociedad en que la responsabilidad
de los socios es limitada, no afecta la responsabilidad ilimitada que corresponde a estos
por las deudas sociales contraídas antes de la transformación, salvo en el caso de aquellas
deudas cuyo acreedor la acepte expresamente.
El acuerdo de transformación se publica por tres veces, con cinco días de intervalo entre
cada aviso. El plazo para el ejercicio del derecho de separación empieza a contarse a partir
del último aviso.
Derecho de separación
Balance de transformación
Fecha de vigencia
FUSION
Por la fusión dos a mas sociedades se reúnen para formar una sola cumpliendo los
requisitos prescritos por esta ley. Puede adoptar alguna de las siguientes formas:
1. La fusión de dos o mas sociedades para constituir una nueva sociedad incorporante
origina la extinción de la personalidad jurídica de las sociedades incorporadas y la
transmisión en bloque, y a titulo universal de sus patrimonios a la nueva sociedad; o,
2. La absorción de una o mas sociedades por otra sociedad existente origina la extinción
de la personalidad jurídica de la sociedad o sociedades absorbidas. La sociedad
absorbente asume, a titulo universal, y en bloque, los patrimonios de las absorbidas.
En ambos casos los socios o accionistas de las sociedades que se extinguen por la fusión
reciben acciones o participaciones como accionistas o socios de la nueva sociedad o de la
sociedad absorbente, en su caso.
La fusión se acuerda con los requisitos establecidos por la ley y el estatuto de las
sociedades participantes para la modificación de su pacto social y estatuto.
2. La forma de la fusión;
8. Los derechos de los títulos emitidos por las sociedades participantes que no sean
acciones o participaciones;
10. Las modalidades a las que la fusion queda sujeta, si fuera el caso; y,
Requisitos de la convocatoria
Desde la publicación del aviso de convocatoria, cada sociedad participante debe poner a
disposición de sus socios, accionistas, obligacionistas y demás titulares de derechos de
crédito o títulos especiales, en su domicilio social los siguientes documentos:
1. El proyecto de fusion;
Acuerdo de fusion
La fusion entra en vigencia en la fecha fijada en los acuerdos de fusion. En esa fecha
cesan las operaciones y los derechos y obligaciones de las sociedades que se extinguen,
los que son asumidos por la sociedad absorbente o incorporante.
Balances
Cada una de las sociedades que se extinguen por la fusion formula un balance al día
anterior de la fecha de entrada en vigencia de la fusion. La sociedad absorbente o
incorporante, en su caso, formula un balance de apertura al día de entrada en vigencia de
la fusion.
Los balances referidos en el párrafo anterior deben quedar formulados dentro de un plazo
máximo treinta días, contado a partir de la fecha de entrada en vigencia de la fusion. No
se requiere la inserción de los balances en la escritura pública de fusion. Los balances
deben ser aprobados por el respectivo directorio, y cuando este no exista por el gerente,
y estar a disposición de las personas mencionadas en el articulo 350, en el domicilio social
de la sociedad absorbente o incorporante por no menos de sesenta días luego del plazo
máximo para su preparación.
Cada uno de los acuerdos de fusion se publica por tres veces, con cinco días de intervalo
entre cada aviso. Los avisos podrán publicarse en forma independiente o conjunta por las
sociedades participantes.
El plazo para el ejercicio del derecho de separación empieza a contarse a partir del ultimo
aviso de la correspondiente sociedad.
Derecho de separación
La escritura pública de fusion se otorga una vez vencido el plazo de treinta días, contado
a partir de la fecha de la publicación del último aviso a que se refiere el articulo 355, si
no hubiera oposición. Si la oposición hubiese sido notificada dentro del citado plazo, la
escritura pública se otorga una vez levantada la suspensión o concluido el proceso que
declara infundada la oposición.
2. El pacto social y estatuto de la nueva sociedad o las modificaciones del pacto social y
del estatuto de la sociedad absorbente;
Derecho de oposición
Cuando la oposición se hubiese promovido con mala fe o con notoria falta de fundamento,
el juez impondrá al demandante y en beneficio de la sociedad afectada por la oposición
una penalidad de acuerdo con la gravedad del asunto, así como la indemnización por
daños y perjuicios que corresponda.
Otros derechos
Fusion simple
El plazo para el ejercicio de la pretensión de nulidad de una fusion caduca a los seis meses,
contados a partir de la fecha de inscripción en el Registro de la escritura pública de fusion.
Reorganización simple
Se considera reorganización el acto por el cual una sociedad segrega uno o mas bloques
patrimoniales y los aporta a una o mas sociedades nuevas o existentes, recibiendo a
cambio y conservando en su activo las acciones o participaciones correspondientes a
dichos aportes.
1. Las escisiones múltiples, en las que intervienen dos o mas sociedades escindidas;
2. Las escisiones múltiples combinadas en las cuales los bloques patrimoniales de las
distintas sociedades escindidas son recibidos, en forma combinada, por diferentes
sociedades, beneficiarias y por las propias escindidas;
3. Las escisiones combinadas con fusiones, entre las mismas sociedades participantes;
Operaciones simultáneas
CONCORDANCIA: R. Nº 103-98-SUNARP
Las empresas por su propia naturaleza están destinadas a desempeñar un rol importante en
el desarrollo de las actividades mercantiles y económicas de un país, constituyéndose en un
agente central en torno al cual giran diversos intereses de otros agentes económicos (trabaja-
dores, acreedores, consumidores, Estado, etc.). De tal forma que la desaparición de la empresa
como persona jurídica afecta directamente a los agentes con quien mantiene una relación
permanente, por ello el ordenamiento legal se preocupa que el proceso por el cual se le pone
fin a la existencia de la empresa, se haga de manera ordenada, transparente y debidamente
publicitada a fin de no lesionar sus intereses.
En nuestro país, el proceso por el cual se extingue una empresa, denominado Disolución y
Liquidación, se encuentra regulado principalmente en la Ley General de Sociedades, Ley Nº
26887 (09.12.97), para el caso de empresas que han adoptado forma societaria. En el caso de
Empresas Individuales de Responsabilidad Limitada (E.I.R.L.) su regulación se encuentra en el
Decreto Ley Nº 21621 (14.09.76). Asimismo, coexiste conjuntamente con las disposiciones
mencionadas, un régimen de disolución y liquidación de empresas insolventes al amparo de la
Ley General del Sistema Concursal, Ley Nº 27809 (08.08.2002).
En nuestro ordenamiento legal existen otros procedimientos de disolución y liquidación de
empresas dedicadas a actividades económicas específicas, como las establecidas, por ejemplo,
en la Ley General del Sistema Financiero y Sistema de Seguros y Orgánica de la
Superintendencia de Banca y Seguros, Ley Nº 26702 (09.12.96) y en la Ley del Mercado de
Valores, Decreto Legislativo Nº 861 (22.10.96).
I. Concepto de disolución conforme a la Ley General de Sociedades
La disolución es la operación o acto por la que se dispone suspender, de manera voluntaria o
por fuerza de la ley, la continuación de la empresa para poner fin a la existencia de la misma,
previa liquidación de patrimonio empresarial, cumpliendo con el mecanismo establecido por las
normas a fin de proteger los intereses de acreedores y terceros. Al disponerse la disolución de
la empresa, cesan las actividades destinadas a cumplir con el objeto social manteniéndose
aquellas que exclusivamente estén relacionadas con su liquidación. De tal forma que la
liquidación es el proceso en el cual se realizan los activos de la empresa, se cancelan los pasivos
y se distribuye el patrimonio remanente entre los socios o titulares, sin que ello constituya la
pérdida de la personalidad jurídica, pues ésta se mantiene vigente hasta terminada la
liquidación, al final de donde operará la extinción de la sociedad.
La disolución de las sociedades mercantiles y civiles, a diferencia de su constitución no
solamente opera por propia voluntad de los socios sino incluso contra su consentimiento, por
disposición judicial o legal. La Ley General de Sociedades recoge tanto las causas voluntarias
como legales para que opere la disolución de una sociedad.
Causales de disolución
Conforme a la nueva Ley General Sociedades, en términos generales las sociedades se disuelven
por las siguientes causales:
a) Por Vencimiento del Plazo de Duración: Es una causal poco usual pues generalmente las
sociedades se constituyen con un plazo de duración indeterminado, siendo únicamente las
Sociedades Colectivas las que de forma obligatoria deben contar con un plazo fijo de duración
(artículo 267º).
Esta causal opera de pleno derecho, ipso jure, vale decir que no se requiere de acuerdo o
resolución expresa que declare la disolución de la sociedad. Sin embargo no opera si
previamente al vencimiento del plazo de duración se inscribe la prórroga en el Registro de
Personas Jurídicas respectivo.
b) Por Conclusión, No Realización o Imposibilidad Manifiesta de su Objeto Social: La
sociedad se disolverá cuando ha visto concluido su objeto social, o cuando el mismo no se ha
realizado por un período prolongado o existe una imposibilidad manifiesta de realizarlo. La
disolución basada en esta causal requiere necesariamente de un acuerdo de la junta de
socios.
c) Por Inactividad de la Junta General: La continuada inactividad de la Junta General de Socios
o Accionistas, se debe principalmente a desacuerdos o desinterés por parte de algunos socios
lo que impide que éste órgano social funcione con los quórums y las mayorías necesarias, por
tal razón la disolución basada en esta causal requiere de un acuerdo de junta general, pero
sin exigirse quórum ni mayoría calificada.
d) Por Pérdida de Dos Terceras Partes del Capital Social: La sociedad deberá disolverse
cuando existan pérdidas que reduzcan el patrimonio neto a cantidad inferior a la tercera parte
del capital pagado, salvo que sean resarcidas o que el capital pagado sea aumentado o
reducido en cuantía suficiente.
e) Por Acuerdo de Junta de Acreedores o Quiebra de la Sociedad: Constituye causal el acuerdo
de disolución que tome la Junta de Acreedores de las empresas declaradas insolventes conforme
a lados socios para mantener la pluralidad en cualquiera de las formas societarias.
g) Por Resolución de la Corte Suprema de la República: El Poder Ejecutivo mediante Resolución
Suprema expedida con el voto aprobatorio del Consejo de Ministros solicitará a la Corte
Suprema la disolución de las sociedades cuyos fines o actividades sean contrarios a la leyes que
interesan al orden público o a las buenas costumbres.
h) Por Acuerdo de la Junta General de Socios o Accionistas: Por acuerdo de la Junta General,
sin mediar causa legal o estatutaria, se puede disponer la disolución y liquidación de la sociedad.
i) Por Otras Causas Establecidas en la Ley, Pacto Social, Estatuto o Convenio de Socios:
Asimismo, se constituyen en causales de disolución de sociedades aquellas establecidas en la
ley o previstas en el pacto social, estatuto o en convenio de los socios registrado ante la
sociedad.
Convocatoria y acuerdo de disolución
Luego de operada la causal de disolución, corresponde al directorio, o cuando éste no exista
a cualquier socio, administrador o gerente, el convocar dentro del plazo de 30 días a junta
general de socios o accionistas, a efecto de adoptar el acuerdo de disolución o las medidas
que correspondan. El socio, administrador o gerente, que considere que la sociedad ha
incurrido en una causal de disolución establecida en la Ley General de Sociedades, puede
requerir al directorio para que convoque a una junta general. Si el directorio no convoca a la
junta general, ésta podrá ser convocada por el juez del domicilio social. Si la junta general no
logra reunirse o reuniéndose no adopta el acuerdo de disolución o alguna otra medida co-
rrespondiente, cualquier socio, administrador, director, o gerente puede solicitar al Juez del
domicilio social que declare la disolución de la sociedad. Las solicitudes al juez se tramitan
conforme a las normas del proceso sumarísimo establecido en el Código Procesal Civil.
Publicidad e inscripción de la disolución
El acuerdo de disolución, comprendiendo a su vez a la resolución judicial que declara la
disolución, debe publicarse dentro de los diez días de expedido, por tres (3) veces consecuti-
vas. Las publicaciones se efectúan en el periódico del lugar del domicilio social encargado de
la inserción de los avisos judiciales. Las sociedades con domicilio en las provincias de Lima y
Callao harán las publicaciones cuando menos en el diario oficial El Peruano y en uno de los
diarios de mayor circulación de Lima o de Callao, según el caso.
Luego, dentro de los diez (10) días de efectuada la última de las publicaciones, deberá
presentarse la solicitud de inscripción de la disolución al Registro de Personas Jurídicas del
lugar donde domicilie la empresa, bastando para ello copia certificada notarial del acta que
decide la disolución, no siendo necesaria escritura pública.
Muchos autores se han pronunciado sobre la naturaleza de estos contratos, algunos como Farina , firman
que “los contratos asociativos serían contratos plurilaterales en sentido funcional y de colaboración”,
Messineo señala que “… todo contrato asociativo será de colaboración, mientras que no todo contrato de
colaboración habrá de ser asociativo”, y en la doctrina peruana el Maestro Manuel de la Puente y Lavalle es
de la opinión que los contratos asociativos serían un tipo especial de contrato de colaboración donde el
interés de los contratantes de alcanzar la finalidad común es principal para todos ellos.
Antes de pasar a definir qué se entiende por contrato asociativo, debemos primero analizar qué se entiende
por contrato de colaboración, contrato de organización plurilateral, para, a partir de allí, poder establecer
las semejanzas y diferencias entre estos institutos.
Se ha entendido por contrato de colaboración aquel en el cual media una función de cooperación de una
parte hacia la otra o recíproca, para alcanzar el fin que determina finalmente, la concreción del contrato.
Por su lado el contrato de organización, es concebido por la doctrina como aquel que presupone una relación
negocial sujeta a un desenvolvimiento continuado, por lo cual indefectiblemente estaremos ante un contrato
de duración determinada. También caracteriza a estos contratos la existencia en ellos de todo un plexo
normativo, integrado por cláusulas que regulen cómo habrá de estructurarse la administración, la
fiscalización del negocio, los mecanismos deliberativos y demás resoluciones encaminadas a decidir
cuestiones comunes a los co – contratantes.
Debemos entender por contratos plurilaterales, aquellos que se celebran por más de dos partes.
Teniendo en cuenta lo antes expuesto, podemos ahora sí, pasar a definir lo que se entiende por contrato
asociativo. La doctrina considera a éstos como contratos plurilaterales en sentido funcional y de
colaboración. Esto equivale a decir que estarían comprendidos en este caso aquellas figuras en las cuales las
partes sin renunciar a sus intereses individuales se obligan a efectuar prestaciones y a colaborar para el logro
de un fin común. Se le reconoce incluso un sentido lato, reservando la categoría para aquellas figuras en las
que existe un asociante y uno o más asociados y a los llamados contratos asociativos en sentido propio donde
todos los intervinientes son asociados entre sí (con participación directa y a título igualitario), sin que exista
un asociante.
Nuestra Ley General de Sociedades teniendo en cuenta estas posiciones es que ha optado por denominar
contratos asociativos a la Asociación en Participación y al Consorcio, dejando la puerta abierta para que
puedan celebrarse otros tipos de contratos que si bien no sean nominativos cumplan con las características
establecidas en la ley.
Se ha optado por definir al contrato asociativo como aquel contrato cuyo objetivo principal es crear y regular
relaciones de participación, integración o negocios. Se precisa que este tipo de contrato no genera
personalidad jurídica, que éste debe formalizarse por escrito y que no está sujeto a la obligación de inscribirlo
en Registros Públicos. Asimismo que las partes están obligadas , por regla general, a efectuar las
contribuciones en dinero, bienes o servicios establecidas en el contrato, estableciéndose el tratamiento que
se debe dar en caso las partes no hubieren indicado el monto de las contribuciones a aportar con ocasión de
su celebración.
De lo expresado se puede observar que el legislador ha optado por reconocerle a esta institución su
verdadera esencia contractual, poniendo fin a un tema que ha sido objeto de intensa discusión en la doctrina
comparada.
La regulación de este instituto es variada en los diferentes países: se le ha legislado algunas veces como un
tipo especial de sociedad y en otras como un contrato sui generis.
Sin embargo sobre este punto conviene señalar que en el caso peruano, la ley derogada no reguló esta
institución como tal sino que sólo consideró a una de las formas de estos contratos – como veremos más
adelante – como un contrato nominado y típico sin reconocerle su carácter asociativo.
La nueva ley ha optado por recoger la figura de los contratos asociativos, sin embargo, ésta ha sido regulada
en forma amplia, a fin de que las partes, en virtud de la autonomía de la voluntad, puedan añadir el contenido
deseado de acuerdo a sus necesidades; evitando así la limitación del desarrollo de esta institución como
herramienta valiosa de la actividad comercial.
El contrato de Asociación en Participación tenía una regulación propia en la derogada Ley General de
Sociedades, al igual que en la legislación actual.
La nueva ley ha optado por tipificarlo junto con el contrato de consorcio como un contrato asociativo,
participando de las características que poseen estos tipos contractuales.
a) El contrato tiene como base un negocio previamente establecido por el asociante. El asociante y el o los
asociado (s) acuerdan que estos últimos obtengan una participación en el negocio del asociante.
b) La participación se obtiene a cambio de aportes que el o los asociado (s) se obligan a efectuar en plazos
que se convienen.
c) El asociante sigue siendo el dueño del negocio. El asociado no adquiere un derecho a la propiedad del
mismo sino una participación en los resultados.
d) La gestión del negocio la mantiene el asociante. El asociado solo tiene derecho a que se le rindan
cuentas de la gestión, es decir, a fiscalizar.
f) Se trata de un contrato de naturaleza temporal. Vencido el plazo del contrato, se liquidan las cuentas de
acuerdo a lo establecido en el contrato.
Este tipo de contrato presenta ventajas innegables y resulta un excelente medio para satisfacer el interés
de las partes de emprender nuevos negocios, ampliar y optimizar los ya existentes, ingresar a nuevos
mercados, etc.
Como puede apreciarse, se trata de una forma asociativa que persigue una finalidad semejante a la de una
sociedad, pero que no puede confundirse con ésta.
Las notas esenciales de la asociación en participación, que la configuran y la diferencian de las sociedades,
son:
La existencia del elemento efectivo y el carácter personal del contrato originan que el asociante no puede,
sin el consentimiento del asociado, atribuir participación para la misma empresa o para el mismo negocio a
otras personas.
Para la celebración del contrato se exige la forma escrita, pudiendo ser escritura pública o documento
privado, pero no obliga la inscripción en el Registro Mercantil.
A menudo el asociante está interesado en obtener capital de trabajo, nueva tecnología, bienes de capital,
etc. Pero no desea hacerlo a costas de abrir su negocio a nuevos socios ni de perder el control de su
empresa o compartir la administración de su negocio con terceros. Las empresas suelen afrontar
problemas de crecimiento o de competitividad cuando encuentran que para poder continuar creciendo o
para ser más competitivas requieren inyecciones de capital, modernizar sus procesos o nuevos socios que
les abran nuevos mercados. El contrato de asociación en participación resulta un mecanismo ideal para
obtener aportes de terceros, no sólo en dinero sino también en bienes, tangibles (un terreno, maquinaria,
materias primas, insumos…)o intangibles ( know – how, marcas de fábrica, tecnología…) y servicios
(servicios de ingeniería, de consultoría, contactos…), compensando a dichos terceros con las ganancias del
negocio del asociante pero sin permitirles que tengan participación activa en dicho negocio, el cual sigue
siendo del asociante.
A su vez al asociado a menudo cuenta con capitales excedentes, tecnología o recursos y está interesado en
ingresar en nuevos negocios o mercados pero a un costo limitado y sin asumir todos los riesgos. El contrato
de asociación en participación le permite participar en un negocio ya existente y, por lo tanto, ya probado.
Su participación será temporal, sin asumir la condición de accionista o socio de dicha empresa, y sin tener
que correr los riesgos propios del socio que debe responder por las pérdidas y la administración de la
empresa. El asociado sólo responde hasta un límite de su aporte. A cambio, recibe una participación en el
resultado del negocio/ proyecto. Y cuando termina el negocio o vence el plazo del contrato, la relación de
ambas partes termina y no necesitan disolver o liquidar una empresa. Para el asociado se trata pues de una
posibilidad de inversión a un costo muy razonable y con un riesgo controlado.
Como ya hemos dicho, la responsabilidad por la gestión de negocio, las compras, las decisiones, la
representación frente a terceros, la administración general, etc., es en todo momento únicamente de cargo
de el asociante. El asociado es solo un inversionista, estrictamente un tercero en relación al negocio del
asociante, que arriesga, en el peor de los casos , su aporte y que sólo tiene derecho a que se le dé cuenta de
los resultados.
Casos “atípicos” de la asociación en participación son aquellos contratos por los que una persona a cambio
de su aporte recibe participación sólo en las utilidades de una empresa, pactándose que no participará de
las pérdidas, el contrato por el cual se atribuye al asociado participación en las utilidades y en las pérdidas
de su empresa sin que exista un aporte del asociado y aquél en el que el asociado aún sin efectuar aporte
participará únicamente de las ganancias. Los dos primeros casos se encuentran previstos en el artículo 406
de la Ley General de Sociedades. El tercero es menos frecuente y suele corresponder a casos de aporte
indirecto, particularmente cuando la sola presencia o el nombre del asociado como partícipe del negocio
contribuyen al prestigio del mismo. Estos contratos atípicos de asociación en participación, son, por
supuestos perfectamente posibles de celebrarse y válidos, dentro del principio de libertad de los particulares
para contratar.
En efecto tanto el contrato de consorcio como el contrato de asociación en participación son subespecies de
los llamados contratos asociativos, pero entre los cuales existen diferencias sustanciales que los distinguen.
En primer lugar, en cuanto al tipo, mientras que el contrato de asociación en participación es un contrato de
prestaciones recíprocas, el contrato de consorcio constituye un contrato con prestaciones plurilaterales
autónomas.
En segundo lugar, respecto a la conducción del negocio conjunto, mientras que en el primer caso quien dirige
el negocio es el asociante, en el caso del contrato de consorcio la administración puede ser, y en efecto es,
conjunta.
En tercer lugar, no existe en el caso de asociación en participación una relación entre los terceros y los
asociados ya que es el asociante quien representa al negocio conjunto; en el caso del consorcio los terceros
pueden vincularse con los consorciados sin obstáculo alguno.
En cuarto lugar, vemos que los bienes contribuidos al negocio conjunto se presumen de propiedad del
asociante salvo que figuren inscritos en el registro respectivo a favor del asociado; cosa que no se da en el
contrato de consorcio donde los bienes asignados al negocio son de consorciado.
En quinto lugar, se puede apreciar que las obligaciones que nacen para el asociado son principalmente
obligaciones de dar, siendo las obligaciones del asociante de dar y hacer; cosa que no se da en el caso del
contrato de consorcio donde las partes tienen obligaciones de dar pero particularmente de hacer.
Finalmente, en sexto lugar, es importante destacar que en el contrato de asociación en participación siempre
se persigue un fin lucrativo (la repartición de utilidades) , propósito que puede no darse en el caso del
consorcio, donde muchas veces éstos se celebran con fines de investigación y los resultados del negocio o
de la empresa se explotan individualmente por cada parte.
III.- ANTECEDENTES
En cuanto al nacimiento de este contrato podemos decir que éste tendría su antecedente en la llamada
Commenda Medieval (antigua forma de colaboración mercantil a través del negocio de participación o
empresa secreta) en cuyo término el commendator confía el dinero o mercancía al commendatario para su
utilización comercial en un viaje, concluido el cual se repartían las ganancias o pérdidas en la proporción
convenida. Parece ser que el auge de este contrato en la Alta Edad Media habría sido propiciado
involuntariamente por la prohibición del préstamo con intereses.
Esta es la razón por la cual, a decir de Elías La Rosa , “… el contrato de asociación en participación, tal como
lo señala la doctrina, apunta a objetivos similares a los de los socios de las sociedades en comandita”.
Esto también es tomado en cuenta por Brunetti quien sobre el tema señala que “las afinidades entre la
sociedad en comandita simple y la asociación en participación son realmente externas; las diferencias de
estructura son notables.
Para el autor las diferencias sustanciales serían las siguientes:
1) La sociedad en comandita es una sociedad comercial, es un empresario, en la asociación en participación,
en cambio, el empresario es sólo el asociante;
2) La sociedad en comandita constituye una entidad patrimonial con responsabilidad propia bajo una razón
social; la asociación en participación , en cambio , no tiene razón social: el asociante actúa en nombre propio
y solamente él asume obligaciones ante terceros;
3) En la sociedad en comandita los socios ilimitadamente responsables tienen representación incluso en
juicio; las aportaciones de los asociados en la asociación en participación, a su vez, van a formar parte del
patrimonio del asociante. Con el asociado no existe ninguna comunidad sino una simple obligación interna.
En lo exterior, aparece el asociante por lo que los terceros no adquieren derecho ni asumen obligaciones
más que respecto de éste, y punto.
En efecto pareciera existir alguna similitud entre ambas figuras, pero tal como lo señala Brunetti, éstas serían
externas porque por naturaleza, como hemos podido ver, son grandes diferencias que separan a ambas
instituciones.
CONCEPTO Y CARACTERES
En cuanto a la definición, nuestra ley en su artículo 441 señala que la asociación en participación es un
contrato en virtud del cual el asociante concede a otra u otras personas, denominadas asociados, una
participación en el resultado de las utilidades de uno o varios negocios a cambio de una determinada
contribución.
1) Es un contrato que tiene por objeto la realización de uno o varios negocios en común, de lo que se colige
su naturaleza transitoria en la medida que se juntan sus integrantes para el desarrollo de operaciones con
una duración determinada.
Este concepto de transitoriedad recoge la idea de limitar en el tiempo la duración de este contrato
dependiendo de la operación determinada.
También se puede vislumbrar de la definición, el carácter accidental de tales operaciones.
Ambos conceptos marcan una oposición clara frente a los que podrían conocerse como caracteres
tipificantes de la institución de la sociedad común, vale decir la indeterminación en su duración y la
permanencia o amplitud en su objeto comercial. Esto nos permite ir notando que, en efecto, la institución
tratada no puede asimilarse a una sociedad.
2) Se advierte la existencia de os partes, por un lado el asociado y por otro el asociante. El primero es el que
aporta bienes y servicios mientras que el segundo realiza el negocio y asume la responsabilidad frente a
terceras personas. Este es el rasgo principal que lleva a decir de la doctrina que estamos ante un caso de
negocio oculto, en el cual el asociante es que da la cara ante terceros. A decir de Muguillo ”… esta sociedad
accidental o en participación crea entre sus componentes una relación oculta interna”.
3) Las partes establecen en el contrato el régimen de participación en las pérdidas y utilidades del negocio.
Sobre este tema conviene precisar que se ha dejado a las partes una amplia posibilidad para que se
establezcan diferentes convenios de acuerdo a la autonomía de la voluntad. Pero además, la ley, a falta de
pacto, establece supletoriamente hasta tres soluciones.
En primer lugar, que ambas partes participen en las pérdidas en la misma medida en que hayan pactado las
utilidades;
En segundo lugar, que las pérdidas que afecten a las partes no puedan superar el importe de sus
contribuciones en la asociación en participación; y
En tercer lugar, pactar o que una parte participe en las utilidades sin participar en las pérdidas, o que se
atribuya a una parte una participación en las utilidades o en las pérdidas, sin que realice ninguna
contribución.
4) Se desprende que el contrato de asociación en participación no es una persona jurídica, por cuanto su
naturaleza contractual no da nacimiento a ningún sujeto de derecho y por tanto no participa de las
características de éste.
5) No se sujeta a formalidad adicional a la de constar por escrito; no existe obligación de inscribir el contrato
en el Registro Público.
6) Otro rasgo que se reconoce, es el hecho de que el asociante actúa en nombre propio estableciendo una
relación jurídica con los terceros, no existiendo relación jurídica entre el (los) asociado (s) y los terceros. Ante
éstos, es el asociante el que responde por las obligaciones asumidas.
7) Las contribuciones del (de los ) asociado (s) son utilizadas por el asociante para el desarrollo del negocio.
De existir bienes aportados al negocio conjunto se presume que pertenecen al asociante, aunque la ley
permite que permanezcan en poder del asociado. La excepción se da en el caso que el (los) asociado (s) tenga
inscritos bienes a su nombre en los Registros Públicos.
Este tema es de singular importancia por cuanto la ley vigente en vez de referirse a aportes, como
mencionaba la legislación anterior, ha optado por denominar como contribuciones a los diferentes bienes o
servicios que deberán las partes proporcionar a la empresa conjunta. Se decidió modificar esto debido a que
en puridad no se daría una transferencia de propiedad sobre los bienes que los contratantes se obligan a
entregar al negocio, ya que conforme al artículo 443 los bienes que proporcionan los asociados a la empresa
se pueden de propiedad del asociante, pero no significa que sean efectivamente de su propiedad ya que
pueden estar inscritos a nombre del asociado en el registro respectivo. A nosotros nos parece correcto que
se haya cambiado el vocablo “aporte” por “contribución”, pues el primero da la impresión de tener las
connotaciones jurídicas del “aporte” en el caso de las sociedades, prevista ahora en la Ley Nº 26887, artículos
22 al 31, que por supuesto, no es el caso. Sin embargo, no han faltado quienes sin advertir esta ventaja, han
percibido un aroma tributarista a la palabra “contribución” y propugnan el retorno al vocablo “aporte”.
Las contribuciones a este negocio conjunto pueden realizarse en dinero, bienes de cualquier tipo o servicios,
cuya entrega o prestación deberán realizarse en la forma, lugar u oportunidad que establezca el contrato.
8) Una característica importante es la relativa al manejo del negocio; éste lo asume el asociante, quien dirige
el negocio de manera exclusiva. Eso no quita la posibilidad de que se establezcan en el contrato mecanismos
de fiscalización y control sobre el negocio conjunto.
9) Se deriva también el derecho por parte del asociado de exigir al asociante la rendición de cuentas al
término de cada ejercicio y al finalizar la participación conjunta en el negocio.
10) Otra nota importante es la referida a la limitación de asociar que lleva implícita el contrato, el asociante
no puede dar .participación en el negocio a otras empresas o personas, sin contar con el consentimiento
expreso del asociado u asociados.
Esto se encuentra claramente establecido en el artículo 442 de la Ley General de Sociedades y resulta obvio,
ya que de acuerdo a la naturaleza peculiar del contrato en donde la relación entre asociante y asociado no
es revelada a terceros, no sería correcto atribuir representación en el negocio a terceras personas sin que
medie un consentimiento expreso de parte del asociado.
Del carácter oculto de la asociación en participación derivan varias consecuencias, a las que se ha hecho
mención, siendo la principal que el asociante que contrata con los terceros lo hace siempre en su propio
nombre, en forma personal, como si el negocio o la empresa fuera sólo de él, sin que los terceros tengan
porque conocer a los participantes. Por esto, los terceros no adquieren derechos ni asumen obligaciones
frente al asociado, ni éste respecto a aquéllos.
Como la asociación en participación no es una persona jurídica distinta de la persona de los participantes,
no tiene patrimonio propio, ni capital social, ni razón o denominación social, ni sede social atributiva de
jurisdicción, ni puede ser declarada en quiebra, ni puede emitir títulos cesibles o negociables representativos
de la participación de sus miembros.
Finalmente, como carece de personalidad jurídica, no podría transformarse ni fusionarse con otras
sociedades.
NATURALEZA JURÍDICA
Sobre la naturaleza jurídica de este contrato podemos decir que este es un aspecto interesante que ha sido
objeto de un intenso debate en la doctrina.
Es variada la manera como los distintos países han regulado a esta institución. Este contrato ha recibido así
diferentes denominaciones. Se le conoce en algunos casos como Cuentas en Participación, también como
Sociedad Tácita, Sociedad Accidental, Sociedad Secreta y Contrato en Participación.
Es interesante en el caso de España los autores L.Ribó Duran y J.Fernández Fernández señalan que éste
constituiría una modalidad de negocio jurídico a medio camino entre el contrato de préstamo parciario y la
sociedad.
Así mismo, el maestro español Broseta Pont , menciona que las cuentas en participación fueron y son un
contrato de colaboración económica por el que uno o varios sujetos aportan capital o bienes a otro, para
participar en los resultados prósperos o adversos de un acto o actividad que éste desarrolla enteramente en
su nombre, y aparentemente por su cuenta.
Se puede apreciar que en este caso se opta por concebir a las llamadas cuentas en participación como un
contrato pero aplicándoseles ciertas reglas de las sociedades comunes.
En otras legislaciones como la francesa, brasileña, alemana y argentina se asimila esta institución a la
sociedad, aunque con ciertos matices y rasgos especiales.
El profesor argentino Roberto Muguillo, comentando este tema, explica que en su medio hay dos tendencias
doctrinarias que han polarizado a los autores. Así, señala que existe una primera tendencia representada por
aquellos que cuestionan su existencia como sociedad, negándole tal carácter
y remitiéndose a calificarla como simple asociación o como contrato o negocio parciario. Se fundamentan
estos autores en que la sociedad accidental o en participación no tendría personería y no sería sujeto de
derecho, no tendría denominación o razón social, ni tendría capital o fondo social y que no existiría
organización del ente como correspondería de acuerdo a la normativa general de la ley de sociedades
comerciales.
Por otro lado una segunda posición reconoce el carácter de sociedad típica. Expresan algunos autores que
aunque se hallan atenuados – frente a terceros – los caracteres propios de la sociedad, nada falta para que
exista sociedad. Señalan que es una sociedad oculta, la mayor parte de las veces, ya que frente a terceros
sólo actúa uno o algunos de los socios.
Farina , comentando también este tema, menciona que la figura del negocio en participación no aparece
definida ni regulada como figura típica en el ordenamiento argentino. La sociedad en participación (que es
como se le conoce al contrato de asociación en participación en Argentina) es regulada como una sociedad
anómala.
Finalmente una tercera tendencia entre los que estarían países como el Perú, México e Italia, regulan a esta
institución como un contrato de tipo asociativo diferente a la sociedad en común.
En el caso de la ley mexicana, se utiliza el vocablo asociación en vez de sociedad y el Código Civil Italiano se
refiere a la asociación en participación y lo trata separadamente de las sociedades. En el Perú, como
sabemos, se regula a este contrato en nuestra Ley General de Sociedades en el Libro V referido a los
Contratos Asociativos.
Como se puede ver la regulación de esta figura en la legislación comparada no es uniforme. Tal como
menciona Farina , existen diversas figuras jurídicas en las que se presenta el elemento de participación; en
primer lugar los llamados negocios en participación; en segundo lugar la llamada asociación en participación
y en tercer lugar la llamada sociedad en participación. Afirma que los dos primeros casos se tratarían de
contratos bilaterales a los que no puede atribuírseles la naturaleza jurídica de la sociedad. Diferente sería el
caso del tercer supuesto, donde dos o más personas hacen aportes en común para destinar dicha masa de
bienes, mediante la actuación del gestor, a una actividad económica con el propósito de obtener una
ganancia para dividir entre sí, de carácter transitorio.
Estas posiciones son muy respetables, pero consideramos que la opción del legislador peruano de regular a
la asociación en participación como una subespecie del contrato asociativo va más acorde con la naturaleza
de esta institución, la cual, tal como dice el maestro Garrigues , constituye un contrato de colaboración
económica, una forma de contribución en el negocio de otro, que tiene finalidad semejante al de la sociedad
pero que no puede confundirse con ésta.
ADMINISTRACION
La asociación en participación es administrada por el asociante, es decir, por aquél que realiza la explotación
y que es el único conocido por los terceros. Es ésta la única condición esencial del convenio.
En cuanto a la extensión de los poderes, ellos pueden ser fijados libremente en el contrato. El administrador
está obligado a respetar lo convenido y actuar con el cuidado del comerciante leal, debiendo abstenerse de
todo acto de concurrencia desleal respecto a su co-asociado.
La representación que ejerce no sólo puede hacerla valer frente a terceros sino también frente al co-
asociado, en representación de la asociación.
Asimismo, el administrador está obligado a liquidar la parte del asociado, según los resultados prósperos o
adversos, en la proporción que se haya convenido.
ELEMENTOS
a. En relación a los sujetos, como hemos mencionado, se involucra a dos partes. Por un lado, al asociante
que actúa como gestor y es aquel que tiene a su cargo la administración del negocio y actúa a nombre propio
frente a terceros, y por otro lado el asociado que permanece oculto y no tiene parte en la conducción de la
empresa pero sí en las pérdidas o utilidades del negocio conjunto. Nada obsta para que ambas partes puedan
ser personas naturales o personas jurídicas.
b. El objeto de esta institución tal como lo señala el artículo 440 de la Ley General de Sociedades, es la
participación conjunta en el resultado o en las utilidades de uno o varios negocios o empresas del asociante,
a cambio de una determinada retribución. Por tanto su objeto es la realización de una o más operaciones
determinadas y transitorias que pueden ser de diferente tipo, tales como obras de construcción, operaciones
de producción o inversiones conjuntas, etc.
c. La formalidad, para el caso del contrato de asociación en participación, dada su calidad de contrato
asociativo, le es también aplicable según lo establecido en el artículo 438 de la Ley General de Sociedades,
donde se establece que la única formalidad exigible a este tipo de contratos es que debe celebrarse por
escrito, sin necesidad de que se sujete el mismo a inscripción alguna en el Registro Público. En este orden de
ideas, este tipo de contrato podría celebrarse por Escritura Pública o documento privado.
d. Ahora, si bien la ley no prescribe sanción por la inobservancia de esta formalidad, al ser el medio escrito
sólo prueba del contrato (formalidad ad probationem), se entiende que la existencia del mismo podrá
demostrarse por cualquier medio de prueba que ponga de manifiesto la intención de las partes.
PARTICIPACION DE LASPARTES
Si en el pacto no se hubiese señalado la proporción que corresponde a las partes, la participación en las
pérdidas será en la misma medida en que se participa en las utilidades, pero en ningún caso las pérdidas que
afectan al asociado podrán superar el valor de su aporte. La libertad para determinar en el pacto la
participación que puede corresponder a las partes, no puede llegar al extremo de librar a alguna de ellas de
todo riesgo, porque se estaría en presencia de un pacto leonino, que la ley repudia.
Además, de lo que resulta expresado en relación con la administración en cuanto afecta a los socios desde
el pacto interno, cabe señalar otras obligaciones que se generan entre ellos. La primera sería la de entregar
por parte del asociado el capital convenido.
Si se trata de aporte de cosas fungibles o de dinero, el participante no conserva sino un simple derecho de
crédito contra el asociante en caso de quiebras de éste en la misma medida que cualquier acreedor
quirografario.
Los bienes se reputan como de propiedad del asociante, en relación con terceros, a no ser que por la
naturaleza de la aportación sea necesaria alguna formalidad o se estipule lo contrario en el contrato de
asociación y se efectúe la inscripción en el Registro correspondiente.
Si la estipulación no se hubiese registrado, pero se probara que el tercero la conocía o debía conocerla,
surtirá efecto contra él. Esta solución guarda relación con el carácter oculto de la asociación en participación.
Los terceros conocen únicamente al gestor, sin que tengan ninguna relación con el participante. Para ellos
el asociante es el único titular del negocio o empresa con quien contratan; él actúa únicamente en nombre
propio, por lo que no hay acreedores ni deudores de la asociación. Se protege, pues, la apariencia externa,
la buena fe de los terceros que concedieron créditos o celebraron contratos sobre la base de una situación
revelada al exterior como única. Pero, si el tercero conoció o debió conocer la verdadera relación entre los
co-asociados, no hay nada que proteger.
Es un tema importante el relacionado con la disolución, liquidación del negocio y la participación en éste. En
el caso de la liquidación, ésta se deberá llevar mediante una rendición de cuentas, la que deberá realizarse
en la forma estipulada en el contrato.
También se puede dar el caso que se nombre un liquidador, el cual actuará como mandatario de los
asociados. Por otro lado en el tema de la participación, ésta deberá obedecer a lo estipulado en el contrato,
pero a falta de pacto se aplicarán las reglas del derecho común, debiendo los asociados reclamar del
asociante la justificación detallada del negocio realizado.
Respecto al tratamiento de las pérdidas, estas deben repartirse en la misma proporción que los beneficios,
de igual manera se deberá devolver al asociado las aportaciones efectuadas por éste o éstos, procediéndose
a la venta según los casos. En cuanto a la entrega de los bienes que corresponden a los partícipes, se hará de
acuerdo a su naturaleza, procediéndose a la venta o a la participación in natura, según los casos.
Articulo 438º.- Alcances
Se considera contrato asociativo aquel que crea y regula relaciones de participacion e integracion en
negocios o empresas determinadas, en interescomun de los intervinientes. El contrato asociativo no
genera una persona juridica, debe constar por escrito y no esta sujeto a inscripcion en el Registro.
Articulo 439º.- Contribuciones de dinero, bienes o servicios
Las partes estan obligadas a efectuar, las contribuciones en dinero, bienes o servicios establecidos en el
contrato. Si no se hubiera indicado el monto de las contribuciones, las partes se encuentran obligadas a
efectuar las que sean necesarias para la realizacion del negocio o empresa, en proporcion a su
participacion en las utilidades.
Es el contrato por el cual una persona, denominada asociante concede a otra u otras personas
denominadas asociados, una participacion en el resultado o en las utilidades de uno o de varios negocios
o empresas del asociante, a cambio de determinada contribucion.
Los terceros no adquieren derechos ni asumen obligaciones frente a los asociados, ni estos ante aquellos.
El contrato puede determinar la forma de fiscalizacion o control a ejercerse por los asociados sobre los
negocios o empresas del asociante que son objeto del contrato.
Los asociados tienen derecho a la rendicion de cuentas al termino del negocio realizado y al termino de
cada ejercicio.
El asociante no puede atribuir participacion en el mismo negocio o empresa a otras personas sin el
consentimiento expreso de los asociados.
Respecto de terceros, los bienes contribuidos por los asociados se presumen de propiedad del asociante,
salvo aquellos que se encuentren inscritos en el Registro a nombre del asociado.
Salvo pacto en contrario, los asociados participan en las perdidas en la misma medida en que participan
en las utilidades y las perdidas que los afecten no exceden el importe de su contribucion. Se puede
convenir en el contrato que una persona participe en las utilidades sin participacion en las perdidas asi
como que se le atribuya participacion en las utilidades o en las perdidas sin que exista una determinada
contribucion.
Corresponde a cada miembro del consorcio realizar las actividades propias del consorcio que se le
encargan y aquellas a que se ha comprometido. Al hacerlo, debe coordinar con los otros miembros del
consorcio conforme a los procedimientos y mecanismos previstos en el contrato.
Los bienes que los miembros del consorcio afecten al cumplimiento de la actividad a que se han
comprometido, continuan siendo de propiedad exclusiva de estos. La adquisicion conjunta de
determinados bienes se regula por las reglas de la copropiedad.
Cada miembro del consorcio se vincula individualmente con terceros en el desempeño de la actividad que
le corresponde en el consorcio, adquiriendo derechos y asumiendo obligaciones y responsabilidades a
titulo particular.
Cuando el consorcio contrate con terceros, la responsabilidad sera solidaria entre los miembros del
consorcio solo si asi se pacta en el contrato o lo dispone la ley.
El contrato debera establecer el regimen y los sistemas de participacion en los resultados del consorcio;
de no hacerlo, se entendera que es en partes iguales.
.
Definición::
Es una persona jurídica de derecho privado constituida por voluntad unipersonal, con
patrimonio propio distinto al de su Titular, que se constituye para el desarrollo exclusivo
de actividades económicas de la Pequeña Empresa.
El Titula El Gerente
El titular puede asumir el cargo de Gerente, en cuyo caso asumirá las facultades, deberes
y responsabilidades de ambos cargos, debiendo emplear para todos los actos la
denominación de “Titular-gerente”.
El patrimonio de esta Empresa lo Constituyen:
Los bienes no dinerarios como ejemplo muebles, equipos, enseres y maquinarias;
Los bienes dinerarios, que es el efectivo;
Los bienes mixtos, que son aquellos que pueden ser valorados económicamente y
transferidos al patrimonio de la Empresa.
1.- Para los fines de identificación, debe consignar, al menos, su nombre y apellido,
pudiendo tener también un nombre de fantasía, sumado al de las actividades
económicas o giro.
2.- Estas empresas deberán constituirse por escritura pública, cuyo extracto se inscribe
en el Registro de Comercio y se publica en el Diario Oficial.
4.- La generación de una EIRL permite dar vida a una persona jurídica, siempre de tipo
comercial.
5.- El propietario de la empresa individual responde con su patrimonio y sólo con los
aportes efectuados o que se haya comprometido a incorporar. Por su parte, la empresa
responde por sus obligaciones generadas en el ejercicio de su actividad con todos sus
bienes.
6.- Debe darse formalidad y publicidad especial a los contratos que celebre la empresa
individual con su propietario, cuando éste actúa dentro de su patrimonio personal.
7.- La administración corresponde a su propietario; sin embargo, éste puede dar poderes
generales o especiales a un gerente o mandatario(s).
8.- Para poner término a la empresa, destacan la voluntad del empresario, el término de
su duración o muerte del titular.
9.- En caso de fallecimiento del empresario, sus herederos pueden continuar con la
empresa.
• Datos generales del socio fundador: nombre, domicilio, estado civil, nombre de
cónyuge.