1 El escurrimiento del agua y los procesos morfodinámicos
En principio, es posible distinguir tres tipos principales de
escurrimiento del agua en las cuencas: superficial, hipodérmico y profundo. Cada uno de estos tipos de escurrimiento presenta problemas morfodinámicos propios.
El escurrimiento del agua sobre la superficie del terreno es
responsable del arranque de las partículas de suelo y de su transporte. Este es el origen de una buena parte de los transportes sólidos en suspensión. Acciones tales como el escurrimiento difuso y divagante, el escurrimiento concentrado, la erosión laminar, la reptación , o la decantación de material sobre los sectores de menor pendiente son algunas de las manifestaciones de esa modalidad de escurrimiento. Sus efectos son muy conocidos, siendo los más importantes: la sedimentación de los lechos de las corrientes, la sedimentación de canales de riego y embalses de regulación, la corrosión de turbinas y otros.