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27 Técnicas de Persuasión Reseña
27 Técnicas de Persuasión Reseña
Con ejemplos actuales, cada capítulo del libro ofrece formas viables para
posicionar su punto de vista, respetando al mismo tiempo el punto de
vista del otro. En vez de convertir la situación en un "nosotros contra
ellos", el libro ofrece formas discretas de hacer que el oponente se sienta
valorado y no amenazado. Las estrategias son perspicaces, comprensibles
y extraordinariamente eficaces.
1. Centrarse en el objetivo
Al plantear una idea, encontramos personas que nos apoyan, otras que
estarán en contra, otras que se mantendrán indecisas y otras que, estando
de acuerdo, pueden reaccionar atacando. Ante ellas, la mejor respuesta
es no ofrecerles nada a lo que oponerse y no responder a sus ataques.
e) Cuando en un grupo hay un líder claro, éste a veces permite que tengan
lugar discusiones acaloradas, porque confía en que el grupo resolverá los
problemas sin necesidad de su intervención, ya que puede limitar la
creatividad interpretándose como una imposición del punto de vista del
líder.
Las debilidades propias han de reconocerse en voz alta ante los demás y
de esta forma la podremos replantear como ventaja: la edad, la
experiencia, el sexo, un defecto físico, etc., se pueden considerar como
debilidades por un auditorio o rival. Se trata de identificar los aspectos
positivos y explicárselos a los demás: la persona joven aporta frescura y
una visión diferente; una de más edad, experiencia; una persona con
discapacidad sensorial, compensa sus limitaciones desarrollando otros
sentidos, etc.
Chris St. Hilaire reconoce que, en ocasiones, hay que esforzarse mucho
para encontrar algo que nos guste de la otra persona y, como último
recurso, recuerda que todos tienen una familia y que todo el mundo quiere
que le valoren.
Para lograr persuadir, los oyentes deben creer tanto en el orador como en
el mensaje. Si el primero no les gusta, desconfiarán del mensaje. Para
gustar a los demás, debemos empezar consiguiendo que éstos nos guste
a nosotros, por lo que hay que encontrar, al menos, una cosa que nos
guste de cada uno de ellos.
8. Estar presente
No hay nada peor, para el ego de una persona, que intentar hablar con
otra mientras está realizando otra actividad, como hablar por teléfono o
contestar mensajes.
Los grandes comunicadores mantienen contacto visual, tocan a sus
interlocutores y les preguntan algo sobre ellos.
Podemos decir: "Quiero asegurarme que este plan es justo para todos", o
podemos utilizar palabras como Equilibrio: "Para mí es muy importante
que al final ésta sea una propuesta equilibrada", lo que nos proporcionará
un terreno de cultivo adecuado para llegar a ser el líder, porque todos
piensan que queremos el bien común.
Para ser efectivo hay que explicar una historia sencilla, que llame la
atención a los oyentes y haga que se unan y se preocupen para alcanzar
un objetivo.
Pocas personas quieren ser las primeras en estar de acuerdo con las ideas
de otro y, a la vez, nadie quiere ser el último en subirse al barco. La
mayoría quiere estar en el medio, pero más cerca de los primeros.
Proporcionar apoyos independientes puede ayudar a las personas a
superar el miedo de ser el primero.
En todos los grupos habrá personas que se pongan de nuestra parte desde
un primer momento (a menos que nuestra idea sea muy arriesgada o
radical) y habrá quienes estén en contra, porque sean escépticos u otra
razón. Lo único necesario para ganar es conseguir que algunos indecisos
apoyen nuestra idea.
Las hipótesis son preguntas como "¿Qué pasaría si..?". Tratar con estas
expresiones es más difícil que evitar los absolutos, porque las preguntas
hipotéticas a menudo parecen exigir una respuesta absoluta. No siempre
se ha de responder y en el mundo de las organizaciones no tiene sentido
responder a cualquier situación hipotética o improbable que se le pueda
ocurrir a alguien. Si, por ejemplo, estamos promoviendo una nueva
perspectiva o estrategia, el objetivo es presentar el proyecto de la forma
más convincente y sincera posible, no respondiendo a preguntas
hipotéticas, o usando frases como "Nadie puede predecir el futuro, así que
prefiero no plantearme situaciones hipotéticas". La fórmula consiste en
responder con algo que sea verdad y se pueda comprobar (en situaciones
pasadas) o sea razonable (en situaciones futuras), transmitiendo un
sentimiento general de sinceridad y de que hemos reflexionado sobre la
cuestión.
El contacto, que puede empezar por un apretón de manos, puede ser una
herramienta muy valiosa para persuadir. Al tocar a una persona debemos
sentirnos cómodos y debe ser un contacto socialmente aceptado, como
tocar a un compañero la mano, el antebrazo, el hombro o la parte superior
de la espalda. Tocar el brazo o la mano de la otra persona, sutilmente,
puede hacer que de inmediato ésta deje de hablar, si está hablando
demasiado, o para que no interrumpa mientras estamos exponiendo un
argumento.
Conclusión
Chris St. Hilaire, como conclusión, presenta una serie de consejos que se
pueden usar cuando se quiere persuadir a alguien y al que él llama
"comportamiento persuasivo 101"
1. Apréndase su mensaje: la historia en treinta segundos.
2. Relájese y respire.
3. Si se inquieta mueva los dedos de los pies.
4. No apriete las manos.
5. No asuma que los demás entienden su profesión. Explíquese para que
le entiendan.
6. No use acrónimos a menos que el grupo sepa lo que significan.
7. Deje terminar la pregunta antes de empezar a responderla.
8. Cuando responda, mire a los ojos de la persona que le ha preguntado.
9. Si no entiende una pregunta, pida que se la aclaren. Es mejor parecer
ignorante y aprender rápido, que dar a entender que se sabe algo que no
se sabe.
10. Si debe pensar sobre una pregunta, dirija la mirada hacia abajo no
hacia arriba. Mirar hacia abajo denota reflexión, mientras que mirar hacia
arriba da la sensación de que estamos perdidos.
11. Puede dejar un momento de silencio durante la presentación. A quien
habla le puede parecer confuso, pero los oyentes interpretan una pausa
como una actitud reflexiva.
12. El silencio es mejor que expresiones como "ajá", "eeeh" o "¿saben?"
13. En reuniones con otra persona, es bueno acabarla con un contacto
físico: un apretón de manos, una palmada en la espalda o un abrazo. Une
y da confianza.