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DOI: 10.1590/1413-81232015211.

20252015 109

Salud intercultural: propuestas, acciones y fracasos

revisão review
Intercultural health: proposals, actions and failures

Eduardo Luiz Menéndez 1

Abstract During the 1980s, 1990s and ear- Resumen Durante las décadas de 1980, 1990 y
ly 2000s, various intercultural health proposals primeros años del 2000 surgieron y se desarrolla-
and actions emerged in most Latin American ron en la mayoría de los países de América Latina
countries. These initiatives aimed to integrate diversas propuestas y acciones de salud intercultu-
biomedicine with traditional medicine based on ral, que buscaron articular el sector salud y la bio-
‘parallel’ relationships, as opposed relationships medicina con la medicina tradicional a través de
based on exclusion, subordination and hegemo- establecer relaciones paralelas, tratando de reducir
ny. These initiatives had two basic objectives:1) to o eliminar las relaciones de exclusión, de subordi-
contribute to the cultural rehabilitation of ethnic nación y de hegemonía/subalternidad dominantes
groups that made effective use of traditional med- entre las mismas. Dichas propuestas tuvieron dos
icine; and 2) to improve the quality of relation- objetivos básicos:1) contribuir a la rehabilitación
ships between health professionals and indigenous cultural de los grupos étnicos demostrando la efi-
patients. This paper analyzes the reasons for the cacia cultural y técnica de la medicina tradicional;
limited impact and,in some cases, failure of such y 2) mejorar la relación personal de salud biomé-
intercultural health initiatives. dico/paciente indígena. En este texto se analizan
Key words Intercultural health, Traditional med- las causas que condujeron al fracaso o escaso im-
icine, Biomedicine, Ethnic movements, Ideology pacto de las propuestas y acciones de salud inter-
cultural.
Palabras clave Salud intercultural, Medicina
tradicional, Biomedicina, Movimientos étnicos,
Ideología

1
Centro de Investigaciones
y Estudios Superiores en
Antropología Social. Calle
Juárez 87, Col. Tlalpan, Del.
Tlalpan. 14000. México
DF México. emenendez1@
yahoo.com.mx
110
Menéndez EL

Introducción La interculturalidad
como proceso social permanente
Como sabemos, los conceptos y también los pro-
cesos y usos de la interculturalidad, emergieron Lo primero a asumir es que los procesos inter-
y se desarrollaron en los países latinoamericanos culturales son permanentes y tienen profundi-
desde la década de 1970 y, especialmente, durante dad histórica. Es decir, la mayoría no es reciente
las décadas de los 1980 y 1990 por varias razones ni ocasional es parte normalizada de la vida co-
y objetivos, entre ellos legitimar, defender o em- tidiana y no procesos excepcionales que hay que
poderar a los grupos étnicos, así como cuestionar construir. Los procesos interculturales existen
a los sectores dominantes que excluían, subordi- siempre que tengamos sociedades en contacto.
naban o discriminaban a dichos actores sociales. Por lo cual, si queremos instrumentar la in-
Estos conceptos y objetivos, que fueron im- terculturalidad respecto de los procesos de salud/
pulsados por los movimientos étnicos y, sobre enfermedad/atención-prevención (de ahora en
todo, por sus intelectuales más o menos orgáni- adelante proceso de s/e/a-p), lo primero es de-
cos tuvieron un correlato en el campo de la salud, tectar y analizar los procesos de interculturalidad
como es el caso de profesionales ligados a progra- que ya están operando en la vida cotidiana, y a
mas de extensión de cobertura de salud de ins- partir de ellos y no sólo de nuestros presupuestos,
tituciones mexicanas como el Instituto Nacional tratar de impulsar y concretar objetivos intercul-
Indigenista (INI), ligados a programas de exten- turales.
sión de cobertura a áreas marginales1-4. Pero, y lo Lo que ha ocurrido es que los funcionarios,
subrayo, la programación y organización de las profesionales e intelectuales que promovieron la
actividades de interculturalidad en salud, estu- interculturalidad en salud no tomaron en cuenta
vieron a cargo de las instituciones e intelectuales las interculturalidades ya existentes, sino que tra-
señalados, y no de los movimientos étnicos. taron de construir espacios y organizaciones que
Como parte de este proceso surgieron dife- ellos pensaban que iban a impulsar la medicina
rentes, y a veces divergentes propuestas y acciones tradicional. Pero, que luego de un tiempo, pudi-
de interculturalidad en salud, parte de las cuales mos constatar que no lo hacían ya que los hospi-
confluyeron en un objetivo común: la posibi- tales y centros de salud interculturales se caracte-
lidad de articular la biomedicina y la medicina rizaron por la falta de demanda de la población
tradicional a partir de relaciones ‘paralelas’ y no indígena. Y las organizaciones de curadores tra-
de dominación ni de hegemonía/subalternidad. dicionales en menos de diez años desaparecieron
Las corrientes preocupadas por impulsar esta ar- casi en su totalidad5-9.
ticulación buscaron la rehabilitación cultural y Lo señalado no niega que es legítimo, y a ve-
técnica de la medicina tradicional como parte del ces necesario, impulsar procesos de cambio desde
empoderamiento cultural indígena, así como la fuera de la comunidad, ya sea por funcionarios,
mejora de la relación personal de salud/paciente profesionales, intelectuales del gobierno o de no
de origen étnico, no solo para lograr una mayor gubernamentales (ONG) o de grupos políticos.
eficacia clínica, sino también para incrementar Pero para ello se necesita saber cuáles son las
la demanda y abatir los rechazos de la población principales limitaciones que existen para lograr
indígena hacia la atención biomédica, especial- los objetivos, cuáles son las fuerzas sociales que
mente en los centros de atención primaria. apoyan, y también, las que se oponen. Se necesita
Y es en función de estos objetivos, que pri- saber qué aceptación, interés o rechazo y, sobre
mero revisaré algunos de los principales aspectos todo, qué capacidad de agencia tienen los sujetos
que limitaron o impidieron el desarrollo de las y grupos respecto de los cuales se quieren impul-
propuestas de interculturalidad. En un segundo sar los cambios. Se necesita especificar qué recur-
momento analizaré algunas orientaciones meto- sos de todo tipo tienen estos grupos para que, por
dológicas utilizadas frecuentemente por quienes lo menos, luego de un tiempo, asuman autóno-
estudian y aplican la interculturalidad. Trataré mamente dichos objetivos de cambio. La trayec-
en ambos casos de encontrar explicaciones al toria de la mayoría de las ONG y de otras orga-
limitado éxito o verdadero fracaso de varias de nizaciones de la sociedad civil que han trabajado
las principales propuestas interculturales que se con procesos de s/e/a-p indica que luego de años
aplicaron en México en el campo de la salud. de trabajar con sectores subalternos tratando de
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impulsar su empoderamiento, sin embargo son sobre aspectos culturales, a partir de subrayar la
dichas organizaciones las que siguen dirigiendo y ‘diferencia’ en los usos y costumbres, en las cos-
proponiendo las acciones. Y no los grupos subal- movisiones, en las formas de vida que caracteri-
ternos que supuestamente buscaron empoderar. zan a los pueblos originarios. Lo cual es correcto.
Ahora bien, propuestas similares a las impul- Pero dejaron de lado, o solo nombraron, proce-
sadas por los interculturalistas durante los años sos que actuaban no solo ‘junto’ sino ‘dentro’ de
1980 y 1990 habían sido generadas y aplicadas las diferencias culturales. Y así, si bien podían
en décadas anteriores sobre todo por el INI4 y señalar e inclusive describir las desigualdades
el sector salud mexicano. Pero las trayectorias y socioeconómicas y de poder que caracterizan a
resultados de las mismas no fueron tomadas en la sociedad mexicana en general y a los grupos
cuenta por los que impulsaron las nuevas expe- étnicos en particular, estas desigualdades no eran
riencias de interculturalidad. Al igual que en las incluidas, analizadas y aún menos aplicadas a los
políticas aplicadas entre 1940 y 1970, los objeti- procesos de s/e/a-p que estaban impulsando, en
vos y tipos de acciones fueron generados desde términos de interculturalidad.
fuera de las comunidades y no como demandas Más aún, no tomaron en cuenta las desigual-
de las mismas: los grupos étnicos no participaran dades socioeconómicas, justamente durante el
en el diseño y organización de los programas y lapso en que las mismas se estaban profundizan-
actividades aplicadas a los mismos. do cada vez más a nivel mundial y especialmente
Tal vez las actividades que con mayor con- en México. Mientras los interculturalistas en sa-
tinuidad e interés el sector salud impulsó fue- lud - pero también los movimientos étnicos, así
ron el adiestramiento y control de las parteras como gran parte de los intelectuales orgánicos -
empíricas con el objetivo de reducir las tasas de subrayaban el papel de las ‘diferencias culturales’,
mortalidad infantil y materna. Pero sobre todo, las políticas neoliberales también las reconocían,
y lo subrayo, para reducir la tasa de natalidad. junto con las de género y las del movimiento gay,
Durante los 1970, el sector adiestró a las parteras al mismo tiempo que profundizaban, desde los
para realizar partos en un medio higiénico, para años 1970 y, especialmente, durante las décadas
desinfectar sus instrumentos tradicionales, para de 1980 y 1990, las desigualdades socioeconómi-
derivar a servicios biomédicos los procesos com- cas, la pobreza y la concentración de la riqueza.
plicados, para el uso de anticonceptivos, así como Una segunda limitación fue pensar y aplicar
para el manejo de determinados fármacos. Esos las relaciones de interculturalidad entre actores
elementos van a convertirse en parte nuclear del sociales considerados homogéneos y en ciertos
saber de las parteras empíricas10,11. casos monolíticos. Es decir, los grupos étnicos
Por lo cual, las propuestas de interculturalidad aparecían como una unidad frente al resto de la
que se desarrollaron durante los años 1980 y 1990 sociedad considerada también como una uni-
constituyeron en cierta medida una continuidad dad, y esto referido a cada país en particular, así
con las que se venían desarrollando previamente como a la relación grupos étnicos/sociedad de
en México, aunque con algunos objetivos dife- tradición occidental. Y así los pueblos originarios
rentes. Mientras las experiencias generadas entre fueron pensados como si fueran una sola civili-
1920 y 1970 buscaban abatir la morbimortalidad zación por autores como Bonfill12, sin tomar en
a través de la expansión de la biomedicina - aun- cuenta las fuertes diferencias que existen entre los
que sea través de curadores tradicionales o de mismos. Podemos observar el caso de poblacio-
personal no biomédico - promovían una mejor nes de origen maya, como las de Yucatán y las de
relación y respeto mutuo entre la población indí- los Altos de Chiapas que se caracterizan por sus
gena y el personal de salud biomédico. En el caso fuertes diferencias en varios campos de la reali-
de las nuevas propuestas interculturales, si bien dad, incluido el de la salud. Además, no tuvieron
focalizaron también el segundo aspecto, sobre en cuenta las diferencias de todo tipo que atravie-
todo, buscaron revalidar, legitimar e impulsar la san internamente cada vez más las comunidades
medicina tradicional y especialmente a los cura- étnicas en términos religiosos, de género, de ad-
dores tradicionales. Pero, lo hicieron partiendo hesión política, de nivel educativo, de poder o de
de algunos supuestos y orientaciones teórico/ grupos de edad.
ideológicas que no tomaron en cuenta una serie Una parte de los interculturalistas consideró
de procesos y de actores sociales que limitaba la la cosmovisión indígena no sólo monolítica sino
realización de sus objetivos. como opuesta e incompatible a la ‘occidental’,
La interculturalidad que promovieron se ba- pensada también como un bloque monolítico.
saba casi exclusivamente en reconocer y trabajar Concepción que si bien tuvo ciertos usos y logros
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Menéndez EL

momentáneos de tipo ideológico fue deteriorán- Los que impulsaron la interculturalidad en el


dose cada vez más. Sus afirmaciones tenían poco campo de la salud, tampoco asumieron que en
que ver con la vida cotidiana de la mayoría de los los grupos étnicos funcionan simultáneamente
pueblos originarios, no pudiendo explicar toda relaciones de solidaridad y cooperación junto
una serie de cambios ni enfrentar los procesos con relaciones de conflicto y violencia. Por lo
que estaban ocurriendo en la realidad. Ellos evi- cual, existen en ellos numerosos rituales y orga-
denciaban que no sólo hay cruciales diferencias nizaciones de cooperación junto con relaciones
entre los grupos étnicos entre sí, sino que los tér- caracterizadas por envidia, venganzas de sangre
minos ‘Occidente’ y ‘Oriente’ constituyen cons- y brujería. De tal manera que tendieron a sub-
trucciones ideológicas que no corresponden a las rayar el papel de las relaciones de cooperación,
diversidades, oposiciones y conflictos existentes excluyendo las relaciones de conflicto y de divi-
entre los actores sociales que ellos pretenden sión, inclusive entre los curadores tradicionales
integrar. Lo cual no niega que fueron y siguen que intentaron organizar asociaciones que, sin
siendo utilizados, pero a partir de reconocer que embargo, se disolvieron.
lo son tanto para impulsar una interculturalidad Algunos de los principales aspectos que no
negociadora, como para promover incompatibi- incluyeron como limitantes de los objetivos de
lidades de todo tipo entre los pueblos originarios armonía y de respeto que se propusieron impul-
y la sociedad dominante. sar entre indígenas y no indígenas corresponden
Además, los interculturalistas no asumieron a las situaciones de violencia que a nivel macro y
que los grupos sociales, incluidos los étnicos, se micro social operaban y siguen operando en Mé-
caracterizan por el cambio y no por la permanen- xico. No tomaron en cuenta la violencia estruc-
cia. Por ejemplo, cambios generacionales, según tural, ni la violencia generada por el crimen or-
los cuales los jóvenes indígenas de varios grupos ganizado, y tampoco, la violencia de género. Es-
estaban desarrollando usos y costumbres que te- tas omisiones no son demasiado comprensibles
nían poco que ver con los de la generación de sus porque se hicieron respecto de la región, incluido
padres y de sus abuelos. Los jóvenes indígenas ya México, que tiene las más altas tasas de homicidio
no están interesados en ser curadores tradiciona- a nivel mundial. Más aún, una parte de los terri-
les, aunque sí les interesa ser promotores de sa- torios habitados por los grupos étnicos mexica-
lud. Es decir, los interculturalistas no tomaron en nos se caracterizan por ser zonas de producción
cuenta no solo las diferencias y desigualdades de de marijuana y amapola, o por ser parte de los
diferentes tipos que existen actualmente dentro espacios en que se dan las luchas entre diferentes
de los grupos originarios, sino los cambios que se facciones del crimen organizado con las organi-
estaban dando en los mismos. zaciones policiales y militares. Proceso que incide
Otro de los procesos que no asumieron fue la además en la captación de adolescentes indígenas
paulatina y, en algunos contextos, acelerada re- por grupos criminosos.
ducción del número de curadores tradicionales, Posiblemente, una de las principales omisio-
que se iba a traducir, por ejemplo, en la desapari- nes de los interculturalistas fue, y sigue siendo, la
ción de los shamanes en amplias zonas de Chiapas de los aspectos racistas que caracterizan nuestras
y de Yucatán13,14. Y no lo tomaron en cuenta, pese sociedades. Y lo más grave es que los omitieron
a que en varias zonas indígenas del país el pro- o hicieron solo referencias secundarias, sabiendo
ceso de reducción venía siendo observado desde de su peso en las relaciones servicios de salud/po-
las décadas de 1960 y 1970. Es el caso de comu- blación indígena. Esta omisión es, además, una
nidades yucatecas. Por ejemplo en Ticul, en 1950 característica de nuestra antropología, que igno-
existían alrededor de treinta yerbateros, mientras ra el racismo en todos los campos que estudia.
a mediados de 1970 solo quedaban quince11,15,16. Por ejemplo, no contamos con etnografías que
Y recordemos, además, que las propias insti- describan el racismo, y menos aún, el que domina
tuciones oficiales que impulsaron la intercultu- en las relaciones personal de salud/paciente indí-
ralidad contribuyeron directa e indirectamente a gena18. Lo cual no niega que en los programas de
favorecer dicha reducción o pérdida de activida- salud intercultural promovidos a nivel federal y
des de los curadores tradicionales especialmente de algunos estados se hable de racismo, pero per-
durante los años 1980 y 1990. Por ejemplo, tanto maneciendo como parte del contexto, y sin que
el INI como el sector salud decidieron capacitar dichas preocupaciones pasen al plano aplicativo.
a los curadores tradicionales exclusivamente en Y por último, considero que los que impulsa-
terapéuticas herbolarias, excluyendo todo lo re- ron la interculturalidad no asumieron - aunque
ferido a brujería y magia17. varios lo señalaron - el papel de la biomedicina y
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del sector salud como dos de las principales limi- mas oficiales como por ONG que condujo a que
tantes de sus proyectos interculturales, dado su una parte de ellos se convirtieran en curadores
continuo proceso de expansión y su tendencia a locales que atendían todo tipo de enfermedades
la monopolización de la atención a la enferme- con fármacos biomédicos. Es por estos y por otros
dad. Eso puede ser observado en la aplicación de motivos que considero que los interculturalistas
normas oficiales que afectaron directamente el no asumieron el pragmatismo del sector salud
trabajo de los curadores tradicionales. En el caso que incluye o excluye a los curadores tradiciona-
de las parteras, las excluyeron del trabajo de par- les según sus necesidades, objetivos o en función
to, reduciendo sus actividades a aplicar sobadas de los recursos humanos y materiales de que dis-
(masajes), a tareas de educación para la salud fo- pone. Y así, cuando los necesitó no tuvo proble-
calizadas en la anticoncepción y a la derivación mas en convertir curadores tradicionales en pro-
de las embarazadas hacia las instituciones médi- motores de salud o adiestrar a parteras empíricas
cas, lo cual se tradujo en que en el año de 2013 para impulsar el programa de planificación fami-
solo el 1.51% de los partos fueran realizados por liar, para luego excluirlos cuando pudo extender
parteras empíricas en México19. la cobertura de servicios biomédicos.
Desde esta perspectiva, considero que una El reconocimiento del papel por lo menos li-
de las principales omisiones fue y sigue siendo mitante del conjunto de los procesos señalados,
no registrar y analizar la notable penetración de y especialmente de la biomedicina y del sector
productos y concepciones biomédicas en la vida salud, debería haber conducido a los que impul-
cotidiana de la población, incluida la vida labo- saron la interculturalidad a preguntarse sobre
ral de los curadores tradicionales. Justamente en cuáles son los grupos y fuerzas sociales tanto na-
dicha penetración y apropiación están operando cionales como internacionales que pueden favo-
procesos de interculturalidad que, al ser ignora- recer, facilitar, distorsionar, dificultar o oponerse
dos como tal, conducen a que las instituciones y a sus propuestas, respecto de los procesos de en-
profesionales impulsores de la interculturalidad fermar, curar y morir. Más aún, tendrían que ha-
dejen de lado algunos de los principales aspectos ber observado que interés real y que poder tienen
de esa penetración, porque no tienen que ver con las diferentes fuerzas sociales y qué importancia
sus propios objetivos. Pero tienen que ver con lo tienen para las mismas no solo la interculturali-
que los grupos y especialmente las mujeres ha- dad en salud, sino también los sectores que quie-
cen con sus padecimientos, y habría que observar ren apoyar.
como ellos articulan la medicina tradicional y los Ahora bien, el dominio de estas orientacio-
productos biomédicos, para atender, paliar y so- nes no tiene que ver con que los interculturalistas
lucionar los problemas de salud20-24. que trabajan en salud desconocieran la trayec-
También necesitamos reconocer la creciente toria y orientación del sector salud mexicano, el
biomedicalización de una parte de los curadores papel depredador de las empresas extractivas que
tradicionales, gestada por ellos mismos como operan en los territorios indígenas, o el discur-
estrategia de supervivencia profesional. Proceso so ambiguo y contradictorio del gobierno hacia
que venimos observando desde nuestro trabajo los pueblos originarios. Pero no los integraron
en Yucatán, donde constatamos, ya en 1977, la como factores que limitan o se oponen a lo que
tendencia de curadores tradicionales - incluidos los interculturalistas querían impulsar. Tampoco
shamanes y parteras - a utilizar medicina de pa- tomaron en cuenta los usos complementarios de
tente. Inclusive, trabajos recientes han documen- la biomedicina y de la medicina tradicional que
tado que algunos de ellos no solo se caracterizan se estaban dando en la población indígena, ni
por utilizar casi exclusivamente fármacos, sino la fuerte penetración de la primera en los usos
también son dueños de farmacias en sus comu- y costumbres populares y en las prácticas de los
nidades étnicas25. Pero este proceso de biomedi- curadores tradicionales.
calización de los curadores tradicionales es mu- Más aún, no analizaron las experiencias de
cho más antiguo. Por ejemplo, los programas de interculturalidad referidas a los procesos de s/e/
capacitación de parteras empíricas y de personas a-p que operan en la vida cotidiana de los sujetos
que supieran aplicar inyecciones (‘inyectadoras’) y grupos étnicos. Así como tampoco considera-
se desarrollaron, en algunos estados, por lo me- ron las experiencias de interculturalidad desarro-
nos desde la década de 194015,16,26. lladas previamente por gobiernos y asociaciones
En este proceso han incidido varios hechos. civiles y que impulsaban directa o indirectamen-
Especialmente la formación desde la década de te la biomedicina. Al contrario, trabajaron con la
1970 de promotores de salud tanto por progra- interculturalidad como si fuera un proceso re-
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ciente y, además, como algo que hay que inducir Hay dos aspectos que pude observar en varias
en los sujetos y grupos sociales, como si estos no medianas y pequeñas comunidades en distintos
los vinieran desarrollando a través de sus propias contextos mexicanos entre 1976 y 1990 y que hu-
actividades y necesidades. bieran tenido que ser asumidos por algunas de
Considero que en esta orientación a-histo- las propuestas de interculturalidad. Y me refiero
ricista de los interculturalistas pesaron varios a que no solo una parte de los curadores tradi-
procesos no solo ideológicos sino teóricos. En cionales utilizaban fármacos de patente, sino que
primer lugar, las expectativas colocadas en el preferían trabajar autónomamente en sus vivien-
reconocimiento constitucional de los gobiernos das o en las de las personas que trataban, mucho
latinoamericanos de ‘la diferencia indígena’ y más que en los centros de salud, a menos que re-
en el poder de los movimientos étnicos. Y es en cibieran algún tipo de salario o de compensación
gran medida por ello que impulsaron las organi- material. Varios parecían más interesados en re-
zaciones de curadores tradicionales y los centros cibir los diplomas y constancias que podían ob-
de atención mixta como parte de la ‘diferencia’ tener en los talleres en que participaban que en el
y del poder indígena, como núcleo central de la propio aprendizaje. Además existían competen-
cosmovisión e identidad de los pueblos origina- cias y conflictos entre los curadores tradicionales
rios, excluyendo para ello el uso creciente de la que se reflejaban en el precio de las consultas y
biomedicina. Lo cual se articuló con la tendencia tratamientos. Y las críticas eran más frecuentes y
de gran parte de la antropología que estudia pro- fuertes entre los propios curadores tradicionales,
cesos de s/e/a-p, a buscar en los grupos étnicos y que de éstos hacia la biomedicina6,11,14.
en los curadores tradicionales solo lo referente a El segundo aspecto se refiere al que considero
medicinal tradicional. uno de los elementos más decisivos en términos
De tal manera que los interculturalistas bus- de interculturalidad a nivel microsocial. Es decir,
caron lo que persiste más que lo que cambia. a los procesos de autoatención de los padecimien-
Dado que lo primero asegura pensar en térmi- tos que observamos sobre todo en los grupos fa-
nos de identidad, cosmovisión y diferencia, sobre miliares y, a través de los cuales, se articulan, se
todo para los que buscaban legitimar los derechos integran o se mezclan saberes tradicionales, bio-
de los pueblos originarios. Pero más allá de estos médicos y de otras formas de atención. Es a través
intentos de legitimación, que comparto, subrayo de estos procesos de autoatención donde observa-
que, en función de estos objetivos, una parte sig- mos los usos simultáneos de formas tradicionales
nificativa de las intervenciones interculturales en y biomédicas de atención y curación, más allá de
salud, así como de las etnografías realizadas por las posibles diferencias culturales y epistemológi-
antropólogos tendieron a excluir de sus interven- cas que pueden existir entre las mismas.
ciones y de sus etnografías los usos crecientes de Lo que ocurre en los procesos de autoaten-
la biomedicina por los grupos étnicos. Así gene- ción constituye una de las principales guías para
raron una imagen de los mismos que no corres- entender la interculturalidad en salud y para
pondía a lo que realmente ocurría. Más aún, ex- orientarnos en posibles intervenciones en este
cluyeron la mortalidad, aunque a veces hablaban campo. Sobre todo porque, la autoatención es
mucho de la muerte, lo cual resulta realmente realizada por los propios grupos como parte ne-
contrastante pues, podemos tener notables des- cesaria de sus procesos de reproducción social y
cripciones de cómo trabajan las parteras, los sha- biológica. Más aún, es una práctica basada en la
manes o los curadores herbolarios, pero sin que capacidad de agencia de los sujetos y microgru-
se presenten datos y menos estadísticos de las en- pos, que se dá más allá de la existencia o no de
fermedades de las que muere la población. actores que impulsen la interculturalidad20,23,27.
Al señalar estos procesos, subrayo, no des- A través de la autoatención podemos regis-
conozco el esfuerzo, las buenas intenciones y la trar que la interculturalidad es un proceso nor-
enorme cantidad de trabajo desarrollado por va- malizado en los comportamientos de la vida co-
rios de los interculturalistas, así como sus logros tidiana de los diferentes microgrupos y, especial-
parciales en términos de intervención. Pero con- mente, en las familias. Es por eso que mientras
sidero que, además de las distintas fuerzas socia- los funcionarios, profesionales e intelectuales que
les y económicas que no incluyeron en sus inter- impulsaron la interculturalidad en México cen-
venciones, hay numerosos aspectos de la vida co- traron sus objetivos en los curadores tradiciona-
tidiana de los pueblos originarios que no fueron les y en sus cosmovisiones, nosotros proponemos
tomados en cuenta en la programación y en la que el trabajo intercultural debería centrarse en
implementación de las políticas interculturales. los procesos de autoatención. No solo porque en
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ellos se desarrolla la interculturalidad en forma posibilidad de entender los procesos de inter-
normalizada y rutinaria; no solo por su posible culturalidad pues impulsan la búsqueda de con-
eficacia, sino porque, si bien pueden ir reducién- gruencias, coherencias y equilibrios que tienden
dose y desapareciendo los curadores tradiciona- a eliminar ciertos conflictos, ambigüedades y
les, los saberes sobre medicina tradicional persis- contradicciones que operan en todo grupo social,
tirán, por lo menos por un tiempo, a través de la incluidos los étnicos, en vez de información que
autoatención. Más aún, la autoatención eviden- pueda evidenciarlos. Son conceptos que, reflexi-
cia las incongruencias de determinadas orienta- vamente o no, impulsan visiones a-históricas de
ciones teóricas, porque, puede ser que los grupos los grupos y relaciones que estudian.
étnicos tengan cosmovisiones no solamente di- Es en función del uso de estos conceptos y de
ferentes sino incompatibles con la cosmovisión ciertas formas de obtener información, que una
‘occidental’, pero en sus prácticas lo que se obser- parte de los estudios e intervenciones intercultu-
va es que ellos utilizan, a veces simultáneamente, rales aparecen sesgados desde el principio. Por
concepciones y productos de saberes considera- ejemplo, la tendencia a buscar en los ‘Otros’ solo
dos incompatibles. las diferencias, ha conducido a no tomar en cuen-
La inclusión de estos y de otros aspectos de la ta las similitudes que existen entre los diferentes
interculturalidad es necesaria, debido a que pese ‘Otros’ e, inclusive, entre los diferentes actores
su importancia, suele ser excluida de los objetivos, sociales y el propio investigador. La búsqueda
marco teórico e ideológico y, sobre todo, de las in- exclusiva de las diferencias casi se ha converti-
tervenciones institucionales, profesionales o aca- do en una norma del trabajo antropológico, que
démicas que buscan impulsar una interculturali- contradice inclusive eso que llaman el sentido
dad armoniosa, simétrica, tolerante y basada en común, dado que si voy a estudiar o intervenir
los curadores tradicionales. O que llegan a incluir sobre la relación personal de salud/paciente indí-
tal perspectiva en sus programas de intercultura- gena no solo tendría que entender las diferencias
lidad pero no es aplicada en sus intervenciones. de todo tipo que existen entre los actores sociales
Respecto de la mayoría de mis señalamientos, que entran en relación, sino también las simili-
podría argüirse que si bien las organizaciones de tudes tanto en sus representaciones como en sus
curadores tradicionales casi han desaparecido y comportamientos. La búsqueda unilateral de las
los hospitales mixtos están subutilizados, es po- diferencias conduce a subrayar las incompatibili-
sible que en los curadores tradicionales y en la dades lo cual es importante para tener en cuenta
población en general se hayan dado procesos de las dificultades de construir interculturalidades.
aprendizaje, ejercicios de empoderamiento y ex- Pero dicho énfasis suele conducir a ignorar la
periencias de gestión que en algún momento pue- existencia de similitudes a partir de las cuales po-
den ser recuperados por los sujetos y grupos. Hay der pensar las mejores vías para el desarrollo de
que demostrarlo, así como hay que asumir que procesos de aproximación.
varias de esas experiencias pueden haber reforza- Desde que trabajo con procesos de s/e/a-p,
do la exclusión, la subordinación o la hegemonía/ siempre me ha llamado la atención un hecho que
subalternidad en que viven los pueblos origina- ocurre tanto en los grupos étnicos como en los
rios, como lo hemos señalado en otros trabajos28. no étnicos. Me refiero a que la mayoría de los cu-
radores de mayor estatus social tanto en el caso
de los curadores tradicionales como biomédicos
Interculturalidad: son varones. Y los de más bajo estatus son muje-
algunos problemas metodológicos res. Más aún, la relación carismática refiere gene-
ralmente a figuras masculinas en ambos tipos de
Para una parte de los investigadores y de los fun- curadores. Esta jerarquización del trabajo cura-
cionarios que estudian o aplican la intercultura- tivo contrasta con el hecho de que, tanto en los
lidad, la relación pueblos originarios/sociedad grupos étnicos como en el resto de la sociedad
dominante, como señalado, se les aparece como mexicana, la enfermedad y la atención y preven-
el encuentro de ‘cosmovisiones’ diferentes y para ción de la misma están en manos de las mujeres.
muchos incompatibles, de tal manera que las Es decir, el saber jerárquico es ejercido por va-
cosmovisiones indígenas excluirían la cosmovi- rones, mientras el saber popular es parte de las
sión biomédica. tareas femeninas.
Considero que el concepto de cosmovisión, Las similitudes de este tipo son más frecuen-
así como los de identidad o diferencia, ha inci- tes que lo que pensamos. Pero las mismas no se
dido frecuentemente en forma negativa en la documentan etnográficamente porque no se
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buscan, debido en muchos casos, a que el antro- Necesitamos obtener el punto de vista de los
pólogo niega o inhibe su propio proceso de socia- que son tratados por los curadores tradicionales,
lización. Y es en parte por ello que insistimos en pero también de los que no son tratados, para sa-
que el antropólogo debe contrastar no solamente ber porque ya no demandan ese tipo de atención.
sus diferencias sino también sus similitudes con Reducir la información al punto de vista de un
las de los actores sociales que estudia/coestudia/ solo actor puede conducir a trabajar y establecer
autoestudia/. La búsqueda exclusiva de las dife- conclusiones sesgadas e incorrectas tanto en tér-
rencias puede conducir a negar su propio pro- minos cualitativos como estadísticos. Lo cual es
ceso de constitución cultural como sujeto, dado sumamente negativo, sobre todo si realizamos in-
que es muy posible que en su infancia no solo al tervenciones en el campo de la salud en términos
antropólogo, sino al médico y a la enfermera los de interculturalidad.
hayan curado de mal de ojo o de empacho. Y que Si bien esta manera de investigar opera en
de adulto, hayan solicitado algunas ‘limpias’ y, muchas orientaciones y campos, es sobre todo
además, hayan acudido a alguna curandera más muy acentuada en los estudios de género que han
o menos tradicional o new age para intentar re- reducido sus investigaciones y reflexiones exclu-
solver algunos problemas. Y más aún, que se ha- sivamente al punto de vista de la mujer, aun para
yan tratado gripas y gastroenteritis simultánea o procesos que son por definición relacionales,
secuencialmente con fármacos biomédicos y con como los de la violencia tanto en términos inter
infusiones tradicionales, o que sigan manejando como intragéneros. En general, estos estudios
criterios de relación frio/caliente, por ejemplo, al solo describen y analizan las violencias de todo
beber cerveza o al tomar sopa durante las comi- tipo que ejerce el varón contra la mujer, pero
das. Y de allí que uno de sus aportes etnográficos omiten las violencias que la mujer ejerce contra
y teóricos sería no solo detectar las diferencias, sus hijos y otros familiares, así como la violencia
sino las similitudes dentro de las diferencias. más homicida que no se da contra las mujeres
Una de las principales limitantes metodoló- sino que es de varones contra varones. En Mé-
gicas de, por lo menos una parte no solo de los xico más del 90% de los homicidios se desarro-
estudios sino de las intervenciones interculturales, llan dentro del género masculino. Lo cual, y lo
es privilegiar la obtención de información o de subrayo, no cuestiona sino todo lo contrario, que
trabajar con un solo actor social al que consideran necesitamos seguir denunciando y tratando de
decisivo. Y por lo tanto, la exclusión de un enfoque eliminar la violencia del varón hacia las mujeres.
relacional que incluya no solo el punto de vista de Pero hay que incluir la denuncia y las formas de
un actor, sino el de todos los actores significativos solución de las violencias de los varones contra
que tienen que ver con los procesos y problemas otros varones, pues la mayoría de los homicidios
que se estudian o sobre los cuales se interviene. son intraculturales.
Por ejemplo, los trabajos no se pueden limitar a Otra tendencia de la mayoría de los estudios e
presentar solamente el punto de vista de los cu- intervenciones sobre interculturalidad es compa-
radores tradicionales o de los biomédicos, ya sean rar los usos y costumbres y la cosmovisión de los
parteras empíricas, hueseros o shamanes, respecto sujetos y grupos étnicos respecto de los procesos
de lo que hacen con sus pacientes en términos de de s/e/a-p con los de la biomedicina. O por lo me-
diagnóstico o de tratamiento, sino incluir también nos con los de los médicos, sin asumir que están
el punto de vista de los pacientes. Pero en la ma- comparando el saber de sujetos leigos con sujetos
yoría de los estudios solo se cuenta con la mirada caracterizados por un saber especializado. Por lo
de los curadores. Y esto, lo subrayo, más allá de cual, si realmente queremos saber lo que ocurre,
reconocer la calidad de una parte de los textos an- necesitamos comparar los usos y costumbres y
tropológicos generados sobre dichos curadores29. cosmovisiones de los sujetos y grupos indígenas
Los curadores tradicionales – igual que los con los de la población no indígena que vive en
biomédicos - nos presentarán siempre las pautas su mismo medio ya sea rural o urbano. Y luego,
ideales de sus formas de diagnosticar, tratar y sa- la relación que cada una tiene con el personal de
nar. Pero, es posible que omitan los aspectos que salud en términos de cosmovisiones, respecto de
evidencian que sus saberes se están modificando los procesos de s/e/a-p El enfoque dominante
así como los que demostrarían sus ineficacias y parte del supuesto de que existen diferencias y
sus malas prácticas. Además, es casi seguro que hasta incompatibilidades entre los grupos étnicos
nos hablen solo de las enfermedades tradiciona- y la biomedicina. Y por el contrario, similitudes y
les, pese a que se incrementen sus acciones res- compatibilidades entre la población no indígena
pecto de los padecimientos alopáticos. y los saberes biomédicos. Lo cual es posible que
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Ciência & Saúde Coletiva, 21(1):109-118, 2016


ocurra, pero hay que demostrarlo, ya que si bien generacionales, de tal manera que se asume en
es casi seguro que se encontrarán diferencias, forma tácita y en menor medida explícita que en
también es seguro que habrá similitudes entre las comunidades étnicas los sujetos que deman-
población indígena y otros sectores sociales y que dan atención de un shaman o de un herbolario
ambos difieran de los saberes biomédicos. piensan igual que los curadores tradicionales.
Por ejemplo, la escisión mente/cuerpo así Así, como por oposición, suponen que dichos su-
como la prioridad de lo biológico respecto de lo jetos piensan diferente que el personal de salud.
psicológico y sociocultural, que es parte del saber Algunos analistas y líderes étnicos plantean estas
biomédico, no operará, por lo menos a nivel de diferencias en términos de incompatibilidad. Y
cosmovisión, en la población indígena pero, tam- no cabe duda que ellas existen, pero las mismas
poco, en gran parte de la población no indígena. no pueden explicar, por ejemplo, por qué los su-
Más aún, varios autores, cuestionando que exista jetos de origen indígena utilizan, a veces simul-
realmente penetración biomédica en los grupos táneamente, curadores tradicionales y personal
étnicos, han señalado que desde hace años exis- biomédico y tratamientos indicados por ambos
ten centros de salud en comunidades indígenas, tipos de curadores. Lo cual cuestiona también
y sin embargo, la población no maneja la teoría las relaciones entre representaciones y prácticas.
microbiana. Lo cual es casi seguro que es así, pero Pues, considero que gran parte de los estudios e
dichos analistas no se preguntan si los diferentes intervenciones en interculturalidad se hace sobre
estratos sociales rurales y urbanos - y no solo los lo que los sujetos dicen que hacen y no sobre lo
grupos étnicos - manejan las explicaciones basa- que hacen.
das en virus y bacterias. De allí que las cosmovisiones que los sujetos
Necesitamos asumir que, por lo menos hasta y grupos originarios tienen respecto de los proce-
ahora, la mayoría de la población latinoamerica- sos de s/e/a-p, según los estudios de gran parte de
na, incluidos los estratos sociales medios y altos, los antropólogos y de los historiadores, pueden
al igual que los pueblos originarios, utilizan los expresar diferencias radicales respecto de una
fármacos por su eficacia y no porque sepan la parte de las prácticas que realizan dichos sujetos
composición bioquímica del fármaco, ni tampo- y grupos, dado que pueden ser biomédicas o por
co como actúa en su cuerpo. Y es a estos aspec- lo menos mixtas. Por lo cual, en todo proyecto
tos sustantivos y no secundarios, que me refiero de interculturalidad, una de las tareas prioritarias
cuando propongo la necesidad de buscar las si- es describir y tratar de explicar, cuando ocurre,
militudes y no solo las diferencias, lo cual tam- por qué las cosmovisiones indígenas que surgen
bién supone trabajar no solo con un actor social, de las etnografías y estudios históricos no corres-
sino con varios actores sociales. ponden, por lo menos, a una parte de las prácti-
Tanto los estudios como las intervenciones cas actuales de los grupos étnicos. Y en segundo
en interculturalidad en salud deberían establecer lugar, trabajar sobre todo con lo que los grupos
quiénes son los actores sociales significativos que y sujetos dicen y hacen, pues es a través de sus
participan en las relaciones de interculturalidad. prácticas que podemos observar los procesos de
Y luego de establecer quiénes son, trabajar con interculturalidad realmente existentes.
los dos, tres o más actores sociales y no reducir la Considero que gran parte del fracaso de los
interculturalidad a lo que dice solo uno de ellos. proyectos interculturales radica en el dominio de
No niego la posibilidad e inclusive la necesidad preconceptos y orientaciones ideológicas que se
de trabajar con la trayectoria o historia de vida impusieron a la realidad. Si bien toda orientación
de un solo actor. Sin embargo los estudiosos de- hacia el cambio que busque involucrar a sujetos y
bieran señalar cuál es el objetivo de trabajar así y grupos necesita manejar intencionalmente la di-
evaluar lo que se gana y lo que se pierde en tér- mensión ideológica, reducir la realidad a la mis-
minos del logro de información estratégica. Pues, ma puede llevar no solo a fracasos, sino a forta-
es paradójico que gran parte de los estudios e lecer los procesos y actores sociales que se tratan
intervenciones sobre procesos que por definición de cuestionar
son relacionales se hacen a partir de un solo actor En este texto, he enumerado y a veces anali-
social excluyendo al conjunto de los que están en zado las limitaciones de las actividades intercul-
relación lo que ocurre por utilizar enfoques me- turales desarrolladas respecto de los procesos de
todológicos a-relacionales. s/e/a-p. Sin embargo, recupero la posibilidad de
Además, domina en las propuestas intercul- pensar y aplicar acciones interculturales que su-
turales una perspectiva que parece no tomar en peren dichas limitaciones. Por lo cual, considero
cuenta los procesos de cambio ni las diferencias que una tarea necesaria aunque pendiente, es que
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Menéndez EL

los que llevaron a cabo los programas de inter- y del sentido de seguir impulsando, actualmente,
culturalidad en salud, realicen un análisis crítico propuestas y actividades de interculturalidad en
de las intervenciones puntuales que aplicaron, de el campo de la salud, pese al fracaso de la mayoría
sus objetivos académicos, políticos e ideológicos, de sus intervenciones.

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Versão final apresentada em 02/10/2015

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