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EL ÁTOMO ESTÁ CUANTIZADO

(¿Quién lo descuantizará? ;)

A partir del descubrimiento de la divisibilidad del átomo, a finales del siglo XIX, se
propusieron varios modelos de estructura atómica y que poco a poco fueron
desentrañando cómo se disponían las partículas subatómicas. No fue sin embargo hasta
Bohr y su modelo (1913), que se empezó a concebir el átomo desde la perspectiva de la
física cuántica.

En su modelo se basa en el de Rutherford, donde los electrones se disponen


moviéndose en órbitas circulares alrededor del núcleo. La principal originalidad del mismo
fue el considerar dichas órbitas como niveles energéticos, es decir, los electrones que
giran alrededor del núcleo en diferentes órbitas no solamente cambian su distancia al
núcleo, sino su energía. Las energías van aumentando desde los niveles inferiores (más
cercanos al núcleo) a los superiores (más alejados del núcleo).

Esto tiene importantes implicaciones:

- Como las órbitas solamente pueden darse a una determinada distancia del núcleo,
las energías a las cuales pueden encontrarse los electrones durante su orbitación
van a ser también unas en concreto: el átomo está cuantizado.
- Los electrones necesitan excitarse (ganar energía) para pasar de un nivel
energético inferior a otro superior (promocionar).
- Los electrones que se encuentran en niveles superiores a su nivel fundamental (el
que ocupaban antes de excitarse) tienden a volver al nivel menos energético. Al
hacerlo emiten la energía equivalente a la diferencia entre los niveles.

Este modelo tuvo un gran éxito debido a que explicaba a la perfección el espectro de
emisión del hidrógeno. El problema apareció cuando intentaba explicar el
comportamiento de átomos más complejos que el protón…

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