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Fig. 5.1. Relieve ensombrecido del IAV Central, mostrando las principales características
morfológicas.
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Además, la imagen Landsat TM, en bandas espectrales entre 2.09-2.35 ìm, a una
escala regional, ayudó a visualizar parte del espectro electromagnético que no
pudo ser interpretado con las fotos aéreas y durante el trabajo de campo.
Entonces, basado en esta interpretación multitemporal, en el exhaustivo trabajo
de campo y en los estudios comparativos con mapas existentes, se desarrollaron
los nuevos mapas geológicos y tectónicos a escala 1:25,000 (Ver Mapa
Geológico).
Foto 5.1. Vista hacia el SSE, del flanco E de CCR desde el antiguo camino San Antonio-Puéllaro.
(Para ubicación del sitio ver el Anexo 3).
Foto 5.2. Vista hacia el WNW, del extremo norte de CCR desde el camino Guayllabamba-Puéllaro.
(Para ubicación del sitio ver el Anexo 3).
5.1.2.1.1 MORFOLOGÍA:
Hacia el sur tiene un ancho de unos 5 Km y hacia el norte va adelgazándose
hasta perderse. Como se dijo antes, esta loma está asociada a una falla inversa
en subsuperficie (CF: Falla Catequilla) y corresponde a un pliegue. Además de
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esto, está intruído por dos cuellos volcánicos (Pacpo-Monte Sinaí al sur y
Catequilla al Norte), lo que también ha influenciado en su morfología.
Las evidencias morfológicas de fallas en esta loma, no son tan claras como en las
otras (BBR e IPR) pero se puede inferir ciertos trazos y en el campo es posible
encontrar algunas fallas. Los cuellos volcánicos se encuentran emplazados en lo
que sería la proyección de CF. Además en las crestas de estas lomas se puede
observar la presencia de formas tipo “silla de montar” (e.g. Sector del Tentadero),
que podrían estar relacionadas a fallas normales de dirección aproximada E-W.
Fig 5.2. Vista de CCR en 3D hacia el N. Nótese la degradación de su flanco E por gran cantidad
de deslizamientos. Además la presencia de terrazas, las que se han preservado mejor hacia el
margen E del Río Guayllabamba.
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5.1.2.1.2. EDAD:
Las relaciones estratigráficas entre los sedimentos sintectónicos y esta estructura
sugieren que esta loma empezó a levantarse en el Pleistoceno Medio (ver
Capítulo 4).
5.1.2.2.1 MORFOLOGÍA:
Como se dijo, esta loma está asociada a la denominada Falla de Quito (QF) y a
una serie de fallas menores asociadas a esta, y es la que mejor muestra los
rasgos relacionados a fallas activas. Ha sido definida como una estructura de tipo
“flexure and thrust” (Villagómez et al, 2002a), porque es más evidente el
flexuramiento producido por el fallamiento de tipo inverso (e.g. Falla Botadero).
Tiene un ancho más regular que el anterior e igual es asimétrico
transversalmente. Tiene su lado E más pronunciado que el W (Fig. 5.4), lo que es
normal en una morfología asociada a una falla inversa con vergencia este.
También los drenajes son asimétricos a lo largo de esta loma, son más profundos
y con mayor gradiente (Foto 5.3) hacia el frente cabalgante, como es usual en
cinturones activos relacionados a fallas inversas (Burbank & Anderson, 2001).
Fig. 5.3. Vista de BBR desde Calderón hacia Quito. Obsérvese el desplazamiento relativo entre
BBR y CCR.
Foto 5.3. Vista hacia el W, de la Q. Tolalau en el lugar donde pasa la Falla de Quito. Nótese el
importante socavamiento y la presencia de algunos deslizamientos (mayormente cangahua
removida) (Para ubicación del sitio ver el Anexo 3).
5.1.2.2.2. EDAD:
Relaciones estratigráficas entre esta estructura con los sedimentos sintectónicos
(Ver Capítulo 4), sugieren que empezó a levantarse a partir del Pleistoceno
Superior desde el norte.
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Fig. 5.4. Corte E-W de BBR. Obsérvese las pendientes de la loma y su relación con la Falla de
Quito.
Fig. 5.5. Vista 3D de BBR y el extremo norte del segmento Falla de Quito, y su junción con otras
fallas asociadas. Obsérvese el escalonamiento típico de la topografía en esta loma, relacionado al
fallamiento de tipo inverso.
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Deslizamiento del Río Pisque, 1990; Inundación del Río Coyago, 2002). Estos
deslizamientos van represando el drenaje y van formando terrazas de tipo
lacustre y menormente fluviales (e.g. Planicie Tanda, Planicie Jerusalén).
5.1.3.1.1 MORFOLOGÍA
Fig. 5.6. Sección a lo largo de la depresión Guayllabamba para mostrar los al menos 4 niveles de
terrazas separadas por montículos (deslizamientos producidos desde el Pleistoceno Superior).
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5.1.3.1.2 EDAD
Como se indicó en el Capítulo 4, la evidencia estratigráfica indica que el inicio del
colapso se dio a partir del Pleistoceno Superior, y posiblemente en pulsos hasta el
Holoceno.
Fig. 5.7. Vista hacia el N de la depresión Guayllabamba en 3D. Obsérvese las formas circulares de
los escarpes.
Fig. 5.8. Vista 3D hacia el E, de parte de la Depresión Guayllabamba en la zona del poblado de del
mismo nombre. Nótese los niveles de terrazas 2-4 separadas por montículos (deslizamientos
antiguos), además la presencia de pequeños deslizamientos actuales. Todo esto da una
morfología muy suave, donde los rasgos asociados a fallamiento no son muy evidentes.