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LA DICTADURA DE
PRIMO DE RIVERA.
La crisis de 1909:
Las repercusiones de la Semana Trágica condujeron a un enfrentamiento entre derechas e
izquierdas que implicó, la caída del gobierno de Maura y el final de convivencia pacífica entre
conservadores y liberales.
a) La guerra del Rif y la Semana Trágica::
El Rif era una zona concedida a España en la Conferencia Internacional de Algeciras (1906). La
presencia española respondía no sólo a la protección de Ceuta y Melilla, sino también a diversos
intereses (Algunos sectores del ejército pretendían rehacer su prestigio tras el desastre de1898, Los
políticos pretendían que España recobrara el papel de "potencia colonial" y Algunas compañías
aspiran a explotar ricos yacimientos).
Ante los ataques rifeños, el gobierno de Maura movilizó tres levas de reservistas, lo que
provoca una hostil reacción popular. La prensa republicana y obrerista denunció los intereses que
había detrás de las compañías mineras que estaban en el Rif.
En Barcelona se creó un comité de huelga formado por socialistas y anarquistas que convoca una
huelga general pacífica contra la guerra. Los lerrouxistas dieron a su prensa un tono muy luchador y
anticlerical. La protesta pacífica declinó en una revuelta incontrolada (asaltos e incendios a
edificios religiosos), no sólo en Barcelona. Las tropas enviadas por el gobierno ponen fin a la
revuelta El carácter desproporcionado e indiscriminado de la represión acentuó la división derecha-
izquierda. En octubre de 1909 Moret y Canalejas anuncian que el Partido Liberal rompe
relaciones con el conservador e iniciaba una campaña de boicot total al gobierno, el rey retira la
confianza a Maura y encarga a Moret la formación de un nuevo gobierno (el turno había dejado
de ser pacífico y el sistema de la Restauración comienza a resquebrajarse).
b) El reformismo liberal (1910-1914)::
Los liberales con Moret hasta 1910 y Canalejas hasta 1912 tampoco tienen el éxito esperado en su
intento reformista. El reformismo liberal recupera buena parte del programa de los revolucionarios
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del 68 (democratización del Senado, reforzamiento de la administración local, fomento de la
enseñanza pública...) Canalejas llevó a cabo un nuevo intento regeneracionista basado en el
reforzamiento del poder civil sin lesionar los intereses de la Iglesia. El problema regionalista se
encara con concesiones descentralizadoras. Atacado por la derecha y debilitado por las divisiones
dentro del Partido Liberal, el programa reformista de los liberales fracasó. El asesinato de
Canalejas en 1912 abrió una lucha por la dirección del partido que lo dividió en grupos rivales
(partidarios de Romanones, y de García Prieto). Un proceso parecido se produjo en el
Partido Conservador entre partidarios de Dato y de La Cierva a partir de 1913.
El camino a la dictadura: :
1.- Gobiernos de concentración y agitación social:
De 1917 a 1923 se caracteriza por la presencia de un potente movimiento obrero. Cambó
participó en dos ocasiones en gobiernos de concentración que no dieron más estabilidad política a la
situación. La conflictividad social se generalizó y alcanzó una extensión desconocida, no sólo en
los centros industriales, sino también en zonas agrarias. Esta radicalización estaba motivada por: la
actitud intransigente de las organizaciones patronales para combatir el movimiento obrero, la
euforia revolucionaria de los sindicatos y partidos obreros que confiados en su fuerza se lanzan a
un combate que consideran definitivo para su emancipación social (revolución rusa).
En el campo, los jornaleros andaluces paralizaron la cosecha en 1918, 1919 y 1920 (“trienio
bolchevique”) y adquiere tintes de revolución social por la ocupación y el repartimiento de tierras...;
en Barcelona y su cinturón industrial, la lucha obrera dirigida por la CNT, adquiere un carácter
más masivo: huelga de la Canadiense (febrero-marzo de 1919).
2.- Endurecimiento patronal y la reacción autoritaria:
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Las organizaciones patronales darán apoyo a las medidas más drásticas adoptadas por las
autoridades (ley de fugas) que favorecen la creación de sindicatos contrarrevolucionarios
(sindicatos libres) y creación de cuerpos de seguridad propios.
Esta situación se ve agravada por el desastre militar de Annual (julio de 1921) en el Rif:
12.000 soldados españoles perdieron la vida. La oposición de izquierdas exigió la apertura
de una investigación (expediente Picasso). Las responsabilidades implicaban a políticos, militares
y al mismo rey.
Ante esta crítica situación algunos sectores del ejército deciden intervenir y hacerse con el control
del poder. El capitán general de Cataluña encabezó el golpe de Estado que acabaría con 47 años
de vigencia de la Constitución de 1876.
El golpe de Estado de Primo de Rivera (13-09-1923) contó con la connivencia del Rey y el
apoyo entusiasta de las organizaciones patronales y la extrema derecha. Pero además, buena
parte de los partidos monárquicos adoptaron una actitud pasiva y de comprensión con la
nueva situación. Aunque el dictador anunció que su gobierno sería provisional, que sólo
pretendía restaurar el orden, pronto quedó de manifiesto que pretendía instaurar un nuevo
sistema político inspirado ligeramente en el fascismo italiano.
Miguel Primo de Rivera creó en 1924 un nuevo partido gubernamental, la Unión Patriótica, con el
objetivo de prestar apoyo social a la dictadura. Se trató de un partido en el que se quería integrar a
toda la sociedad y con el que se pretendía sustituir a todos los partidos políticos tradicionales, a los
que consideraba corruptos. Sus principales afiliados procedían de la antigua oligarquía caciquil, el
carlismo, la oligarquía agrícola y el catolicismo. Aunque Primo de Rivera anunció como uno de
los objetivos principales del régimen terminar con la oligarquía y el caciquismo, muchos de los
integrantes de estos grupos se incorporaron a la Unión Patriótica, reciclándose políticamente, lo
cual les permitió mantenerse ligados al poder.
Este partido le sirvió al régimen para hacer propaganda de la dictadura y de la ideología derechista
y católica que defendía. Las líneas ideológicas principales de la Unión Patriótica fueron:
El lema adoptado por la Unión Patriótica fue patria, religión y monarquía, adaptación del lema
carlista dios, patria y rey. De entre los afiliados al partido salían los cargos para los ayuntamientos,
las diputaciones y los gobiernos civiles.
El Directorio Civil:
A partir de 1925 Primo de Rivera trató de iniciar una nueva fase política que condujese a la
institucionalización del régimen. Para ello trató de crear una Asamblea legislativa, una nueva
constitución además del partido político único, la Unión Patriótica.
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En 1927 convocó una Asamblea Nacional consultiva en 1927, similar al Gran consejo Fascista
italiano creado por Mussolini, formada por miembros de la Unión Patriótica que fueron elegidos
mediante sufragio restringido. A esta Asamblea se le encomendó la tarea de redactar una nueva
constitución. Sin embargo, el proyecto no llegó a conseguir el consenso suficiente y nunca llegaría
a entrar en vigor.
Durante esta fase Miguel Primo de Rivera asumió personalmente el mando de las operaciones
militares en Marruecos con la intención de liquidar el conflicto en el norte de África. A partir de
1925 España colaboró militarmente con Francia. Fruto de esta colaboración se planeó y se llevó a
cabo un desembarco en Alhucemas ese mismo año que condujo a la victoria definitiva sobre los
rebeldes rifeños. La guerra de Marruecos había llegado a su fin y la victoria dio a Primo de Rivera
una enorme popularidad.
La política económica:
La dictadura acentuó algunas de las tendencias básicas del capitalismo del primer tercio del
s. XX:
Nacionalismo económico
prácticas monopolistas.
concentración financiera.
intervencionismo del Estado.
El nacionalismo económico se vio reforzado con la creación del monopolio estatal de importación,
refinado y distribución de petróleo (CAMPSA), que antes estaba en manos de compañías europeas.
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Se concedieron amplios monopolios: tabaco, teléfono... y se continuó con la tradicional política
proteccionista.
Con el nuevo régimen se acentuó el poder de la oligarquía financiera. Los grandes bancos
continuaron su expansión
La dictadura inició una serie de acciones encaminadas a mejorar la infraestructura del
país: construcción de carreteras, ampliación de la red de ferrocarriles y un plan hidráulico que
comportaba tanto el aumento del regadío como de la electrificación (Lorenzo Pardo ideó la
creación de las confederaciones hidráulicas).
La instrucción pública recibió un gran impulso: más centros, mejores salarios, descendió el
analfabetismo, aunque limitó la libertad de cátedra.
Los años de la dictadura fueron, en conjunto, años de crecimiento económico: coyuntura
internacional (felices años 20) y la creación de puestos de trabajo que generó la política de obras
públicas. Pero, como contrapartida, la política de obras públicas agudizó la crisis secular de
la Hacienda, la multiplicación de las deudas y la bajada brusca de la cotización de la peseta. Por
otro lado, el bajo poder adquisitivo de los agricultores (no se afronta una reforma agraria)
perjudicaba a la industria algodonera que había perdido los mercados exteriores de los años de la
guerra mundial.
La llegada de la gran depresión (1929) con la caída del comercio exterior, inflación,
aumento del paro demostró que los éxitos de la política económica de la dictadura habían sido
sólo coyunturales. Pasada la euforia económica gran parte de las organizaciones
patronales y el mismo ejército dejaron de dar apoyo al régimen. Falto de este apoyo el dictador
dimitió el 28 de enero de 1930.
Pasados los primeros años de dictadura, la oposición se organizó e intensificó en torno a los
siguientes grupos:
Los republicanos, que se organizaron en torno a la Alianza Republicana.
Los anarquistas, integrados en la CNT, se dividieron: por una parte estaban los que defendían el
diálogo y por otra los que eran partidarios de la insurrección popular violenta. Estos últimos
fundaron en 1927 la Federación Anarquista Ibérica (FAI).
Los comunistas.
Algunos sectores del ejército.
La práctica totalidad de los intelectuales, entre los que destacan figuras como Unamuno, Ortega y
Gasset, Blasco Ibáñez y Menéndez Pidal.
Los socialistas: el PSOE rechazó el régimen en 1929 y se declaró a favor de la República.
A partir de 1928, se hizo patente la decadencia del régimen, además de que el dictador estaba
gravemente enfermo: aumentaron las conspiraciones, la movilización de los republicanos y
se incrementó la conflictividad social. En enero de 1930 el dictador dimitió y se
exilió en París donde murió poco después.
2 En 1926 se produjo la conspiración conocida como la Sanjuanada, ya que algunos sectores del
ejército se enfrentan al dictador por la cuestión de los ascensos surgida entre el cuerpo de artilleros y
el general
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De la Dictadura a la República:
El nuevo gobierno presidido por el general Berenguer, hombre de confianza de Alfonso XIII y
uno de los principales responsables del desastre de Annual, pretendió la vuelta a la
normalidad constitucional. Pero, para buena parte de la opinión pública, el comportamiento del
Rey durante la dictadura había significado una trasgresión de su papel moderador y la
monarquía misma era cuestionada.
Los republicanos, pese a su fraccionamiento, aparecían, junto con los socialistas, como la única
fuerza realmente renovadora. En el Pacto de San Sebastián (agosto 1930) republicanos,
socialistas y catalanistas de izquierdas se pusieron de acuerdo para exigir la apertura de un
proceso constituyente para instaurar un régimen republicano y reconocían el derecho de
Cataluña a un estatuto de autonomía. Ante la negativa de Berenguer de conceder estas
peticiones, los republicanos recurren a las conspiraciones:
- 12 diciembre 1930: insurrección de Jaca que fue reprimida violentamente (ejecución de los
capitanes Galán y García Hernández), hecho que incrementó el desprestigio gubernamental y
de la misma monarquía.
- 15 diciembre 1930: ocupación del aeródromo de Cuatro Vientos.
El nuevo gobierno presidido por el almirante Aznar aceptó convocar elecciones
municipales para abril de 1931, las primeras en 8 años, y por ello tendrían carácter de plebiscito
sobre el régimen monárquico. El triunfo republicano en las grandes ciudades significó la caída de
la Monarquía.
La campaña electoral aglutinó a las fuerzas políticas en dos bandos: monárquico y
republicano. La derecha monárquica se presentó dividida, mientras que los firmantes del Pacto de
San Sebastián se presentaban bajo el nombre de Conjunción Republicano- Socialista (grupos
republicanos, PSOE, Esquerra Republicana de Cataluña y la ORGA gallega). La Lliga y el
PNV quedaron al margen, mientras que la UGT apoyaba a la coalición, mientras que la CNT
dejó libertad de voto a sus militantes.
El día 13 de abril las multitudes empezaron a tomar la calle, mientras que el ejército y la guardia
civil no intervinieron para restablecer el orden. Romanones (ministro de Estado) aconsejaba al rey
salir del país.
A primeras horas del 14 de abril el ayuntamiento de Eibar proclamó la República y al medio día
en Barcelona, Macià anunció la instauración de la "República Catalana dentro de la Federación
Ibérica". Al atardecer el movimiento se había extendido a las ciudades de Sevilla, Valencia,
Zaragoza... El rey Alfonso XIII salía hacia Cartagena camino del exilio; al mismo tiempo, el
comité revolucionario, integrado por los miembros del Pacto de San Sebastián, se constituían
en Gobierno Provisional de la República, sin derramamiento de sangre.