UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE NUEVO LEÓN

FACULTAD DE CONTADURIA PÚBLICA Y

ADMINISTRACION

ECONOMÍA EN LOS NEGOCIOS

5°. Semestre

TEMA: Producto Integrador De Aprendizaje.

MAESTRO: Dr. Jesús Osorio Calderón
GRUPO: 5C
NOMBRE: Flores Barrientos Héctor Abel
Gutiérrez Medina Claudia Enedelia
Ortega Medina Rodolfo Joel
Escalona Carreón Johan Osbaldo
Hernández Samaniego Josué Miguel
Ramon Castañeda Karla Alejandra

REVISO:

Monterrey, N. L. 26 de Noviembre del 2018

Contenido
INTRODUCCIÓN .............................................................................................................................. 3
CONTENIDO ..................................................................................................................................... 4
CONCLUSIÓN .................................................................................................................................. 8
BIBLIOGRAFÍA ................................................................................................................................. 9
 INTRODUCCIÓN
La gasolina, como es conocida, es un líquido compuesto por una mezcla
de hidrocarburos, obtenida en el proceso de refinamiento del petróleo, cuya función
principal es cómo combustible para automóviles.

En México, existe un monopolio muy conocido, el de PEMEX. El monopolio es una

estructura de mercado en donde existe un único oferente de un cierto bien o
servicio, es decir, una sola empresa domina todo el mercado de oferta. Cuando
existe monopolio en un mercado, sólo hay una empresa capaz de ofrecer un
producto o servicio que no cuenta con sustitutos cercanos. De esta forma, los
consumidores que desean adquirir el bien sólo pueden acudir al monopolista y
deberán aceptar las condiciones que este impone.

Debido a que PEMEX domina el mercado, tiene demanda inelástica porque no tiene
competencia. La demanda inelástica es una situación en la cual la demanda de un
producto no aumenta ni disminuye recíprocamente con una caída o alza en su
precio. Las personas compran aproximadamente la misma cantidad, ya sea que el
precio baje o suba.

Por ejemplo, los conductores necesitan una cierta cantidad de gasolina cada
semana. Los precios de la gasolina cambian todos los días; si hay una caída en el
suministro, los precios se dispararán. La gente aun así comprará gasolina porque
no puede cambiar inmediatamente sus hábitos de manejo. Para acortar su tiempo
de viaje, tendrían que cambiar de trabajo.

Durante el último sexenio se ha visto un alto incremento en el precio de la

gasolina, lo que ocasiona un efecto inflacionario que afecta en su mayoría a la
economía de millones de mexicanos, en particular a los sectores de menores
ingresos. Algunas de las posibles soluciones que ayudaría a reactivar el mercado
interno sería elevar la actividad de las empresas, la necesidad de mejorar la
capacidad de compra de los consumidores y crear empleos, además de seguir una
política de ahorro y uso eficiente de los hidrocarburos.
 CONTENIDO

Uno de los temas más discutidos y comentados en los últimos años es el incremento
en el precio de la gasolina y la reacción que provoca en diferentes sectores. El año
nuevo está por llegar y también el aumento tanto en la gasolina como en el diésel,
sin mencionar las protestas por la misma problemática y argumentos como que se
debe reducir el uso del automóvil para que el aumento no afecte.
Es cierto que se debe reducir el uso de carros (ya que cierta cantidad de personas
lo usa hasta para ir a la esquina), y cambiarlo por otro medio de transporte como
una bicicleta o el transporte público, pero, desafortunadamente, las consecuencias
en el incremento en el precio de la gasolina afecta el bolsillo de los usuarios, porque
es un hecho que el costo del pasaje y banderazo incrementará para poder cubrir el
costo de llenar los tanques de gasolina, debido a que los camiones, taxis,
autobuses, funcionan con este producto.
El no usar el automóvil y sustituirlo por otro medio de transporte no significa que se
esté exento al aumento de precios en las cosas que se consumen, como frutas,
verduras, carne, leches y demás alimentos, hasta libros, ropa, artículos de
tecnología, la mayoría de los artículos necesitan de gasolina o diésel para ser
producido y transportado hasta llegar hasta las tiendas, donde se adquieren. Los
tractores o los camiones que transportan materia prima a las fábricas, e incluso las
mismas máquinas de la fábrica necesitan gasolina o, dependiendo de la máquina,
diésel. El subir el precio en este combustible da como consecuencia que los cotos
de producción aumenten. La devaluación del peso frente al dólar, la baja producción
del petróleo crudo y el aumento del consumo en los últimos años son algunas de
las razones del aumento en el precio de la gasolina en México a comparación de
Estados Unidos (que es el país al que le vendemos barato el petróleo crudo para
que lo refinen y comprarlo caro).
Primeramente, el mercado de la gasolina forma parte de una economía normativa,
que es aquella que está bajo las leyes y la ética, lo que debería ser según estudiosos
de la materia. Dicho combustible está gravado bajo un impuesto especial y regulado
por ciertas leyes, que controla principalmente el reconocimiento y exploración, así
como la extracción de hidrocarburos, asimismo, su tratamiento, refinación,
enajenación, comercialización, transporte y almacenamiento, según lo mencionado
en la Ley de los Hidrocarburos. Gracias a dichos impuestos, contribuye con al
menos el 7% aproximadamente de los ingresos al país, de acuerdo a la Ley de
Ingresos de la Federación.
Sin embargo, con la economía positiva, que se refiere a cómo es ésta en realidad,
y se puede dar luego de que las personas no siguen las leyes impuestas, presenta
ciertos casos representativos. Por ejemplo, el tema de huachicoleros, que son las
personas que sustraen el combustible de forma ilegal y rudimentaria, utilizando
tomas improvisadas en algunos oleoductos, provocando pérdidas por sus 10,363
tomas clandestinas. La economía fluye debido al movimiento de la oferta y demanda
de este combustible, pero el cliente de estos individuos puede no estar enterado de
que se sustrajeron de forma ilegal; lo que es bueno para ellos, no lo es para los
demás, es decir, para los trabajadores y dueños de Pemex, aplicando la falacia de
la composición.
La gasolina, como los demás artículos del mercado, tiene complementos y posibles
sustitutos. Por una parte, los bienes complementarios son aquellos en los que,
cuando aumenta el precio de uno, disminuye la demanda del segundo, por lo que
cualquier cambio en uno, afecta la demanda del otro. El principal complemento de
la gasolina son los automóviles y viceversa. El aumento del uso de los vehículos
supone un aumento en la demanda de la gasolina.
Mientras que, los bienes sustitutos son aquellos que el usuario del bien puede
adquirir, teniendo el mismo beneficio o uso que le daría comprar el primero; si el
precio de uno aumenta, la demanda del sustituto aumentará también. Gracias a los
efectos negativos que el uso de este combustible ha provocado, específicamente al
medio ambiente, con el paso del tiempo se ha optado por sustituir su empleo por
fuentes alternas de energía.
El bien presenta una inelasticidad referente al precio, debido a su uso, por no poseer
sustitutos cercanos actualmente. A pesar del precio que tenga, las personas los
consumirán, ceteris paribus las demás variables, como la delincuencia y corrupción.
Un ejemplo claro se da cuando existe un cambio constante de precios, a pesar de
los diversos competidores en el mercado de la gasolina, el llamado “gasolinzo” se
ha hecho presente, arremetiendo contra los usuarios, pero éstos no tienen otra
opción más que adquirir el bien, debido a que no tiene sustitutos cercanos o
conocidos.
Debido a los cambios tecnológicos en diferentes rubros, algunas alternativas que
podrán usarse para el reemplazo de dicho combustible, según la página web de the
US department of Energy, son el etanol, la electricidad, biodiesel, gas natural,
propano, hidrógeno. Visto desde el área del cuidado del medio ambiente, estas
opciones reducen la emisión de contaminantes al planeta, ayudando a la
regeneración del planeta. Además, en el punto de vista económico, disminuyen el
consumo potencial del combustible conocido como gasolina en los automóviles,
trayendo cambios significativos, cuando el cambio suceda. Con la escasez de este
combustible no significa que cuando se termine la era del petróleo se acabe el
petróleo. Con la tecnología que existe hoy en día, es seguro que podrá ser
sustituido, pero es sabido que en México hay petróleo para por lo menos 40 a 80
años más, ceteris paribus la contaminación y grupos sociales dedicados al cuidado
del ambiente.
Finalmente, aquellos bienes independientes hacen referencia a los que no se
relacionan directamente con el bien principal. La gasolina, en este caso, es “utilizada
en motores de combustión interna para vehículos de carga y transportes de
pasajeros y para la generación de energía eléctrica por la CFE y por diversas
industrias”.
Gracias a esa falta actual de productos sustitutos, en México, existe, o existía, un
monopolio a favor de una entidad que controla el combustible en general. Petróleos
Mexicanos, S. A. de C. V. fungió como empresa interventora del mercado de
combustibles y sus precios; según el Colegio de Ingenieros Civiles de México, A. C,
luego de aprobada la Ley de Hidrocarburos, columna vertebral de la Reforma
Energética, se pone fin al monopolio de Pemex en gasolinas, transporte,
exploración, extracción y ductos, después de un control de 76 años.
Sin embargo, y según noticias de BBC Mundo, el conocido control de Pemex fue
destruido por la introducción de empresas al mercado que, luego de una licitación
avalada por la Reforma Energética propuesta por el presidente de la república, Peña
Nieto, ayudarían al abasto necesario de gasolina en el país. Aunado a esto, las
pérdidas de dicha organización representaban, en el 2015, una quiebra si fuese una
empresa privada.
Por su parte, la Cofese, Comisión Federal de Competencia Económica, establece
un riesgo potencial a la presente tipología de mercado, que se convirtió
recientemente a una basada en la oferta y demanda del producto, puede darse al
fusionarse o aliarse de distintas compañías privadas de petróleo, trayendo posibles
oligopolios, siendo prueba de esto el cambio de razón social de algunas estaciones
de servicio. Esta práctica generaría un poder de mercado, siendo el grado en que
una única empresa o un pequeño número de ellas controlan las decisiones de
precios y de producción en una industria, afectando a los consumidores, como si
existiese nuevamente un monopolio.
Sabido que la gasolina ha sido un producto cuyo precio ha sido establecido por la
Comisión Reguladora de Energía, a partir de los cambios que ha traído la reforma
energética, el nuevo precio se regulará por cambios constantes en la oferta y la
demanda, así como en las variaciones de la inflación, según se señala. De acuerdo
al artículo publicado en el mes de noviembre de 2017, solo los estados de
Campeche, Quintana Roo y Yucatán tendrían estaciones de servicio que seguirían
ajustándose al precio techo y precio piso establecidos por dicha comisión.
En diciembre de 2016, por ejemplo, los precios máximos de diésel y las gasolinas
Magna y Premium se mantuvieron sin modificación con respecto a lo observado en
noviembre del mismo año, ubicándose en 13.98, 14.81 y 14.63 pesos por litro,
respectivamente. Por su parte, y según información de la página web de la Comisión
Reguladora de Energía, el monto de gasolina regular abordaba los 16 pesos,
aproximadamente, llegando hasta los $19.27 para el mes de septiembre del año
2017. Por su parte, la gasolina Premium comenzó con una cotización de casi 18
pesos, hasta alcanzar los $20.75, casi la misma cifra que el precio del diésel
reportado el último día del mes de septiembre, pero éste comenzando con un precio
de 17 pesos para el primer día del año mencionado.
A pesar de la mencionada inelasticidad del producto y ese control ya mencionado
sobre los precios por la Comisión establecida para este compromiso, los efectos de
la oferta y demanda son, actualmente, el motor principal para la variación de los
precios de la gasolina, si la demanda de la gasolina aumenta en relación con la
oferta, los precios del combustible aumentan, por otro lado, si la demanda baja, los
precios bajan. Los consumidores y negocios tienen una cierta capacidad de
influenciar en los precios de la gasolina para que de esta manera controlen la
demanda ya que cuando la demanda es alta, cada parte de los procesos de
producción y distribución incrementan los precios. Cuando la demanda disminuye
los precios bajan.
En algunas ocasiones, la Organización de Países Exportadores de Petróleo influye
en los precios de modo que si la demanda disminuye limita los suministros para
mantener los precios del petróleo crudo estables para evitar una disminución
exagerada en los pecios.
Se reafirmó, según la SHCP, que el reciente incremento de precios en la gasolina
no es resultado de un aumento en los impuestos, más bien es un reflejo de los
ascensos en los precios de los combustibles referenciados a nivel internacional,
pero sobre todo lo que más afecta es la ya mencionada corrupción. Una de las
soluciones más discutidas en el último año es volver a establecer precios piso y
techo ya que se disminuye el efecto de reducción de caída de los precios y se evitan
incrementos elevados como los que hoy se presentan.
Se conoce que desde el 2017 la SHCP interviene en los precios de la gasolina y el
diésel mediante un estímulo fiscal que consiste en subir o bajar el IEPS para reducir
el impacto que pudiera generar la volatilidad en los precios internacionales.
Además, la externalidad que se ha convertido en un problema para la PEMEX y
para las propias autoridades es la actividad llamada “huachicoleo” ya que estas
tomas elaboradas por los delincuentes son un acto ilegal y un peligro por la cantidad
de incendios y accidentes que surgen por dicha actividad. Lo mismo sucede con
diferentes empresas de transporte que utilizan vehículos pesados, por su gran
tanque de combustible son presa de estos delincuentes que vacían los tanques y
obligan a los conductores a comprar su producto robado y en algunos casos
modificado. Cifras de Pemex indican que el alcance de los ladrones de combustible,
mejor conocidos como huachicoleros, ha crecido exponencialmente, hasta hace
cinco años se encontraron 1,635 extracciones ilegales y estaban centrados
principalmente en cuatro estados de Guanajuato, Puebla, Veracruz y Jalisco. Estos
problemas del robo de combustible, además de representar pérdidas de dinero que
dañan las finanzas también representa una competencia falaz para quienes están
invirtiendo en el sector de las gasolineras, porque dicho robo al final del día regresa
al mercado mexicano y vuelve con una oferta de menor precio.
 CONCLUSIÓN
La gasolina es sumamente demandada por las personas, debido a que es una
necesidad básica. Esta demanda genera un monopolio, cuya empresa ya
mencionada ofrece este combustible, es decir, PEMEX. La demanda es inelástica,
lo cual hace que las personas la compren sin importar que se den que su precio
vaya al alza, sin embargo, se puede reducir el consumo de éste si las personas, en
vez de trasportarse en automóvil propio usaran otro medio. Se concluyó que si el
gobierno aplicara este método sería algo favorable tanto en la economía de cada
familia mexicana como en el medio ambiente, ya que ocasiona la conocida
contaminación.
Como se mencionó, este elemento es de suma importancia, ya que se emplea para
el transporte de las personas y para el transporte de los productos que se emplean
día con día, como la comida que viene del campo o artículos refaccionarios usada
para trabajar, lo cual es necesario para cada persona; hasta el momento existen
sustitutos, pero son muy pocos, como el gas. Como solución a esta problemática
seria instalar refinerías en México, ya que al venderla barata y comprarla cara
perjudica a la economía nacional y está favoreciendo al país vendedor del producto
ya refinado, ceteris paribus, actividades de delincuencia, tal es el caso de los
huachicoleros, que se asocia con este producto por personas que realizan
actividades que se consideran prohibidas, como robo y venta del mismo
Al hablar sobre el elemento, en este caso, el petróleo, forma parte de una economía
positiva, ya que son investigaciones que en realidad se dan en el país. Al ser
complemento para el medio de transporte de cada individuo, se tienen muchos
beneficios sobre éste y da una gran utilidad para realizar actividades diarias, es un
elemento muy importante, ya que no importa si el precio del petróleo baja o sube, la
gente lo comprará día a día para satisfacción de sus necesidades, pudiendo
provocar una escasez. Debido a que cada día lo utilizamos cada vez más, ocasiona
un incremento en la demanda, y, a su vez, un incremento del precio al adquirirlo.
Actualmente, PEMEX ha perdido participación en el mercado con la entrada de la
competencia, aproximadamente un 21%; sin embargo, sigue siendo la más grande
en el país, siendo monopolista y además de ello, se establece que su competencia
compra la gasolina a la mencionada empresa, agregándole un aditivo.
Finalmente, la gasolina no tiene sustitutos cercanos, y PEMEX domina el mercado,
por tal motivo, a pesar de que aumente o disminuya el precio de la gasolina, la
demanda es menor que la variación porcentual del precio, es decir, posee una
demanda inelástica.
 BIBLIOGRAFÍA
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