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Encuentro de Dos Mundos
Encuentro de Dos Mundos
(Primera Parte)
El ser humano está conformado biológicamente por dos sexos; Hombre y Mujer, estos a su
vez se diferencian socialmente por particulares características, las cuales son asignadas a los
géneros; Masculino y Femenino, cada sociedad tiene sus peculiaridades, según la región se
determinan las costumbres que se convertirán en tradiciones y culminaran en cultura, esta división
de genero se refleja a escala mundial, manteniendo similares características en cada territorio del
mundo.
Cada género se ha creado para vivir en mundos separados, por dinámica social convergen
pero la división se encuentra muy marcada, el hombre es masculino y la mujer es femenina,
cualquier sexo que cruce la raya pertenecerá –raramente- al género contrario, hombres afeminados
y/o homosexuales, mujeres masculinizada y/o lesbianas, el punto es que la sociedad ha otorgado
características erróneas a los géneros mezclándose o confundiéndose el sexo/género y generando
innumerables enfermedades (psicológicas) y aberraciones en la sociedad.
Entre esos encuentros del hombre y la mujer, está el más íntimo, cuando ambos sexos se
encuentran, al principio era (exclusivamente) para perpetuar la especie, luego las cosas fueron
cambiando hasta llegar a la actualidad, donde el acto sexual se emplea al igual que antes (perpetuar
la especie) y como acto recreativo, social, de satisfacción e intercambio de placeres entre el hombre
y la mujer (exceptuando las aberraciones de la actualidad –mujer/mujer, hombre/hombre). Unas de
las características –por lo general- del género masculino es la valentía, coraje, inteligencia, empleo
de la lógica, pensamiento convergente, rigidez… el género femenino es intuitivo, cariñoso, dulce,
empático, imaginativo, creativo, genera pensamiento divergente… esto sin contar las absurdeces
que se le han otorgado a cada género (lo que sería la contraparte y/o malversaciones de las
características expuestas), todo esto por la misma razón de haber reprimido su naturaleza, es decir,
si lo natural se reprime, se enferma, característica principal de la sociedad actual, la cual se
encuentra muy enferma.
En el acto sexual se topan dos mundo; el proceso orgásmico de la mujer comienza mucho
antes de iniciar el acto sexual, sutilmente empieza en el primer cortejo del hombre, el primer
cumplido, el primer beso, la primera caricia, esta primera acción del hombre da inicio al proceso
orgásmico de la mujer, ella se sensible, sensual, delicada… en su mente se genera un sinfín de
escenarios y sueños junto a su amado, construye un presente perfecto y un futuro eterno, su
imaginación comienza a volar, el cariño y el amor se derrocha por doquier, solo espera el momento
de “unirse” al causante de todo el estallido de su pasión. El hombre es lógico, actúa por necesidad,
esta necesidad biológica tiene que cubrirla o satisfacerla, en la sociedad envenenada él es el que
manda, es la autoridad, su fuerza y poder demandan obediencia, ve a la mujer como un objeto
donde puede descargar todo su potencia, también le brinda ante la sociedad más poder, más valía
en el mercado, mayor cotización, se ha vuelto una obsesión, ya no la ve de forma natural, raramente
nace algún sentimiento real hacia ella, solo quiere poseerla, luego de la posesión emprenderá una
nueva conquista y así seguirá… de esta forma se encuentran dos mundos el hombre masculino y la
mujer femenina.
Y así se desarrolla el encuentro de dos mundos, el dominio por parte del hombre y el goce
por parte de la mujer, los cuales se hallan por propósitos distintos mas no alcanzan la unificación.