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CONCEPTO DE HISTORIA – UBICACIÓN DE LA HISTORIA EN LAS

CIENCIAS SOCIALES
Paper de la Cátedra
La Historia tiene como objetivo conocer el pasado de la Humanidad. No lo hace de
cualquier manera: sigue una serie de métodos y de técnicas de modo que las
informaciones que obtiene y las afirmaciones que hace puedan ser comprobadas y
demostradas. Es una ciencia. La Historia, como todas las ciencias, tiene un "objeto
de estudio" (lo que hace) y un "método" (cómo lo hace).

Es una Ciencia Social que estudia las sociedades a través del tiempo. La palabra
historia proviene del griego y significa pesquisa, indagación, investigación. Usamos
la palabra Historia para referirnos al pasado humano y también a las ciencias que
estudian ese pasado.

La Historia interpreta y relaciona los hechos del pasado para explicar por qué
ocurrieron (buscar sus causas) y localizar luego que consecuencias tuvieron esos
hechos.

El historiador no puede estudiar hechos aislados, debe interrelacionar esos


acontecimientos ubicándolos en un proceso histórico más amplio. La Historia trata
de averiguar a través de informaciones comprobables cuándo, dónde y por qué
ocurrieron los acontecimientos; también trata de saber cuáles fueron sus
consecuencias y su significado dentro del proceso general del desarrollo de la
humanidad.

Estudiar Historia no implica simplemente acumular información sobre el pasado. El


conocimiento del desarrollo humano puede convertirse en una fuente de reflexión
porque comprender el presente es aumentar la posibilidad de pensar los principales
problemas que inquietan a la humanidad.

La Historia es una ciencia social que se ocupa de estudiar la vida de las sociedades a
través del tiempo. Es una ciencia porque produce un tipo de conocimiento verificable,
al que llega a través de un método de investigación riguroso.

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HISTORIA ECONOMICA Y SOCIAL
En la actualidad, el proceso de investigación se desarrolla en varias etapas. El planteo
de preguntas constituye un punto de partida y los interrogantes pueden ser muy
diversos. Para conocer las posibles respuestas a esos interrogantes, los investigadores
plantean explicaciones provisorias, las hipótesis, y seleccionan los testimonios con
los que trabajarán.

El historiador puede reconstruir el pasado a partir de testimonio, es decir de los rastros


o huellas que dejaron los protagonistas de ese pasado.

Cuando el historiador analiza los testimonios, los transforma en fuentes históricas.


Existen distintos tipos de fuentes históricas:

 Escritas: cartas, libros, decretos, diarios personales, novelas. Pueden ser


documentos públicos o privados. Son las fuentes más comunes utilizadas por
los historiadores.
 Orales: leyendas, tradiciones, relatos de un suceso histórico de los
protagonistas que aún viven. Las fuentes orales se relevan a través de
entrevistas.
 Materiales: fósiles, obras de arte, fotografías, edificios, vestidos.
 Audiovisuales: películas, grabaciones, programas de televisión.

HISTORIA ECONÓMICA E HISTORIA DEL PENSAMIENTO ECONÓMICO

Podemos pensar que Historia Económica e Historia del Pensamiento Económico se


refieren a lo mismo. Sin embargo, esto es erróneo. Te explicaré por qué.

La Historia Económica analiza el éxito (o fracaso) alcanzado por los distintos


sistemas económicos en la producción de bienes y servicios destinados a satisfacer
las necesidades de consumo del ser humano (principalmente alimentación, vestido y
cobijo). Para comprender esta relación, la Historia Económica aplica los métodos
económicos e históricos al estudio del pasado.

En opinión de Carlos M. Cipolla es la historia de los hechos y de las vicisitudes


económicas a escala individual o empresarial o colectiva.

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HISTORIA ECONOMICA Y SOCIAL
La Historia Económica, como ciencia que se preocupa por entender la relación del
individuo con el medio que le rodea, se asemeja a otras ciencias sociales e incluso a
otras ciencias de la naturaleza. Sirve de puente entre la Historia y la Economía, y al
colaborar estas dos disciplinas, cada una de ellas, aporta su propia concepción teórica
y metodológica. Lo que ambas tienen en común es el método de investigación.

Siguiendo con los aportes de Cipolla, no nos enfrenta solo a la mera narración de
hechos de naturaleza económica, “sino también la historia del hombre y las
instituciones, además de la estrecha y a menudo inextricables relaciones entre
instituciones y vicisitudes económicas, y entre estas últimas y las vicisitudes sociales,
políticas y culturales”.

“La historia económica y más aún las disciplinas que se han desarrollado en torno a
ella son, sin embargo, fruto de fragmentaciones artificiosas de la actividad humana.
El homo oeconomicus, igual que el homo faber o el homo philosophicus, es una pura
abstracción. La auténtica realidad es el hombre en su complejidad biológica,
psicológica, social. De modo similar, la sociedad no actúa a través de compartimentos
estancos: actúa como un conjunto mucho más complejo en planos distintos, pero
inextricablemente interdependientes”.

Es cierto que la historia se ocupa del pasado. Pero todos los hechos, como tales
hechos, han ocurrido ya, y, por consiguiente, pertenecen al pasado. La diferencia
entre pasado y futuro consiste en que mientras el primero está constituido por hechos
ocurridos que ya no pueden ser ni anulados ni modificados, el futuro es como un
abanico abierto a una gama más o menos amplia de soluciones alternativas. Eso que
llamamos presente no es más que el instante fugaz que, en el momento mismo en que
es percibido como realidad fáctica, se convierte ya en pasado. La historia, al ocuparse
de hechos y no de previsiones, se ocupa por tanto del pasado: de un pasado que puede
ser remotísimo o muy cercano, remontarse a los tiempos del paleolítico como a algo
que ocurrió hace sólo unos cuantos días.

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HISTORIA ECONOMICA Y SOCIAL
Asimismo, la historia no determina las acciones presentes, limita, en cambio, las
opciones, las alternativas de elección (actúa como una restricción presupuestaria).
Tanto los gobiernos como los individuos, toman las decisiones sobre un conjunto de
alternativas que va dejando el pasado.

Es por todo lo expuesto es que no debemos confundirla con la Historia del


Pensamiento Económico que es la historia de los conceptos y teorías de los
fenómenos económicos. La Historia del Pensamiento Económico estudia los
conceptos y las teorías sobre los fenómenos económicos a partir de las aportaciones
de sus autores.

Esta disciplina ha recibido muchos nombres, que ampliaban o reducían el término


pensamiento económico: ideas, doctrinas, sistemas, análisis y teoría.

A quien debemos reconocer la búsqueda de estas diferencias es a Schumpeter, ya


que, en materia de Historia del Análisis Económico, nos plantea que estos conceptos
sólo son diferentes maneras de abordar la Economía como ciencia, es decir, el análisis
económico. Así, el análisis económico se define como el conjunto de aspectos
científicos del pensamiento económico.

Estos aspectos, que están determinados por técnicas estadísticas, históricas, teóricas
y sociológicas, nos ayudan a obtener resultados científicos y, por lo tanto, su conjunto
es el análisis económico.

Volviendo a la relación entre la Historia Económica y la Economía, es de utilidad


considerar:

a) La problemática de las dos disciplinas y la utilización de los instrumentos


conceptuales de análisis;
b) El fin que tienen las dos disciplinas.

Instrumentos Conceptuales de Análisis

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HISTORIA ECONOMICA Y SOCIAL
Para ser considerada con justicia como obra de historia económica, una investigación
tiene que abordar una problemática de tipo económico: esto es, expresado
sencillamente, una problemática que encaje en las tres preguntas fundamentales de la
economía:

 ¿Qué producir?
 ¿Cómo Producirlo?
 ¿Cómo distribuir lo Producido?

Estas tres preguntas nos conducen a interrogantes más específicos relacionados con
la determinación de los precios, la asignación de recursos escasos, cambios en la
producción a través del tiempo, del empleo, preguntas acerca de la demanda, de la
distribución del ingreso, etc.

Un trabajo que quiera ser calificado de historia económica debe emplear los
instrumentos conceptuales, las categorías analíticas y el tipo de lógica acuñados por
la teoría económica.

Objeto de Estudio de la Historia Económica

El objeto de estudio de la Historia Económica es un hecho social: el intercambio


(Cortez Conde, Historia Económica Mundial). Estos intercambios han evolucionado
de diferentes formas y en consecuencia han arrojado resultados diferentes y por lo
tanto es esto último el objeto final de estudio de la Historia Económica.

Aquí volvemos sobre párrafos anteriores al resaltar, que no existen diferencias


sustanciales en las explicaciones económicas sobre sucesos pasados o presentes,
salvo la carga disponible de información.

Asimismo, un abordaje del estudio de la historia económica, más que una descripción
de la evolución de hechos económicos, es más bien un análisis de los marcos
institucionales en que los mismos ocurrieron.

Para este abordaje es necesario comenzar por definir el concepto de instituciones para
el análisis económico. Estas últimas son las convenciones, códigos, reglas, pautas que

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HISTORIA ECONOMICA Y SOCIAL
enmarcan la vida social de los individuos. El lenguaje, la moneda, la ley, el mercado,
etc. son ejemplos de instituciones que facilitan el intercambio.

Y lo facilitan forma de tal forma que reducen los costos de realizar el mencionado
intercambio. (Ver Cortez Conde, Historia Económica Mundial, Introducción, pág
11). Ver aquí los casos del mercado y la moneda como facilitadores del intercambio
al proveernos información a cerca de los precios y de los precios relativos de los
bienes.

Por lo tanto, un análisis retrospectivo de las instituciones facilitadoras del


desenvolviendo económico de los países o las regiones, está vinculado no solamente
con las tecnologías existentes y los recursos disponibles, sino también con las
elecciones previas.

El cambio institucional trae aparejados costos y muchas veces estos son tan elevados
que hacen permanecer determinadas instituciones ya ineficientes porque es inviable
su transformación.

También algunas instituciones producen resultados ambiguos dependiendo de quién


la use. Ejemplo de esto puede ser el dinero, que mejora el intercambio en relación al
trueque, facilita el comercio. En tanto para el gobierno le permite, el mismo dinero,
ser una fuente adicional de recaudación mediante el impuesto inflacionario. Cuando
el gobierno lo usa para este fin, pierde utilidad para los particulares. (Ver Cortez
Conde, Historia Económica Mundial, Introducción, pág 12)

Una de las instituciones, es decir, los marcos de convenciones, normas, costumbres,


regulaciones sociales con la que se ingresa al intercambio son los derechos de
propiedad. Entendiéndose por tales, al conjunto de facultades que le permiten a su
titular gozar, consumir o transferir un bien y recibir su producto con exclusión de
otros. (Ver Cortez Conde, Historia Económica Mundial, Introducción, pág 13)

El intercambio es mayor, cuando estos derechos de propiedad están bien definidos


(claramente están individualizados, se reconocen a sus titulares y pueden hacer uso
de los bienes y lo que ellos producen) y existen organizaciones que los hacen respetar

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HISTORIA ECONOMICA Y SOCIAL
dentro del marco de la legalidad (poder judicial predecible e independiente) (Ver
Cortez Conde, Historia Económica Mundial, Introducción, pág 13).

En caso de que los derechos de propiedad no estén bien definidos, ocurren efectos
externos (externalidades), es decir que algunas personas sufren beneficios o
perjuicios sin haber participado directamente en el proceso del intercambio de los
bienes. (Ver Cortez Conde, Historia Económica Mundial, Introducción, pág 14).

Roberto Cortez Conde cita el caso de las pieles de castor en la Península del Labrador
(Canadá). Puede establecerse aquí un paralelismo con la forma en que se depredaron
los recursos forestales en Santiago del Estero durante buena parte del siglo XX y
cuyos efectos aun pueden observarse. (Ver Cortez Conde, Historia Económica
Mundial, Introducción, pág 15). Resalta la importancia de organismos (políticos y
jurídicos) que hagan respetar esos derechos de propiedad.

Existe adicionalmente aquellos bienes en los cuales no se puede excluir a alguien de


su consumo: es el caso de los denominados bienes públicos. A diferencia de los bienes
privados (pantalones, zapatillas, entradas al teatro, autos, etc…) donde el propietario,
acude al mercado, paga un precio por ese bien y excluye al resto de la posibilidad de
usar ese bien, en los bienes públicos, no se puede excluir a nadie de su consumo (ej.
Alumbrado público, defensa nacional, seguridad pública, etc…).

Por lo tanto, si alguien se resiste al pago de este bien, no es posible excluirlo del
consumo, como en el caso de los bienes privados. En consecuencia, su cobro debe
ser coercitivo, nunca voluntario. (Ver Cortez Conde, Historia Económica Mundial,
Introducción, pág 16)

Finalmente, a los costos de producir un bien (transformar los insumos) deben


agregarse los costos de transacción (es el costo de adquirir los insumos). Estos costos
existen por la carencia de información entre las partes que intervienen en el mercado.
Tanto del lado de la oferta como de la demanda, saben de si mismo condiciones que
la otra parte no conoce. Esto provoca que, al haber información asimétrica, se paguen
precios más altos ya que se venden bienes o se contratan servicios que toman en

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HISTORIA ECONOMICA Y SOCIAL
cuenta los riesgos de no contar con buena información. (Ver Cortez Conde, Historia
Económica Mundial, Introducción, pág 18-19).

Debe distinguirse en el proceso de intercambio, el valor de un activo (producto de su


oferta y demanda) del derecho que alguien tiene a percibir ingresos provenientes de
ese activo. Por supuesto, que el los ingresos que a futuro genere ese activo, va a
modificar su valor en el mercado.

Consecuentemente, es razonable pensar que mayor será el valor de ese activo, cuando
esos ingresos futuros no puedan ser arbitrariamente alterados y de mecanismos
institucionales que los protejan.

En este punto aparece el Estado, con el poder de coacción necesario para hacer que
se cumplan las obligaciones contraídas entre partes. “Formula las reglas de juego, el
conjunto de reglas escritas o no en que se establece la competencia y la cooperación
(derechos de propiedad)” (Ver Cortez Conde, Historia Económica Mundial,
Introducción, pág 20-21-22). De esta idea surge la utilidad económica del Estado:
minimizando costos por inseguridad y por hacer respetar los derechos de propiedad.

Habiendo mostrado la utilidad del Estado, se muestra a continuación la evolución de


la actividad inherente a la producción de bienes separada de la especialización en el
comercio. Solo cuando ambas actividades se separan es que surgen los mercados.
(Ver Cortez Conde, Historia Económica Mundial, Introducción, pág 25-26-27).

La lectura del presente artículo debe necesariamente ser complementado con la


lectura de los textos referenciados en los sucesivos párrafos

- Roberto Cortés Conde, Historia Económica Mundial. Ariel Sociedad


Económica, Buenos Aires, 2003

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