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Bonos del Tesoro de Estados Unidos 2019

y su Relación con la Crisis Financiera/Económica

Actualmente, se ha activado una alerta en Estados Unidos relacionada con los


Bonos del Tesoro y el comportamiento de sus tasas de rendimiento. Se ha
observado que los bonos a largo plazo han presentado una tendencia a la baja en
sus rendimientos, mientras que los bonos de corto plazo reflejan rendimientos que
tienden al alza. Lo anterior, contrario a la regla teórica general que indica que las
tasas de rendimientos se comportan de forma creciente conforme aumentan los
plazos de los instrumentos de deuda, en este caso, de los Bonos del Tesoro.

Históricamente, la situación anteriormente descrita ha precedido a crisis


económicas.

1. Bonos del tesoro.

Un bono del Tesoro es un instrumento financiero que consiste en que ciertas


personas adquieren parte de la deuda soberana, entregando su dinero para el
funcionamiento del Estado; a cambio reciben un pago de intereses o rendimiento
mensual, semestral o anual por su inversión y al vencer el plazo del título, el
retorno de su dinero.

La rentabilidad está prefijada durante toda la vida del bono del Estado (cupón) de
manera que si éste se mantiene hasta su vencimiento, el inversor sabrá
exactamente cuánto y cuándo lo obtendrá.

La rentabilidad está relacionada con la calidad crediticia –capacidad de pagar la


deuda– del emisor por lo que a menor calificación crediticia (rating), mayor es el
riesgo y por lo tanto mayor tendrá que ser la rentabilidad ofrecida para que un
inversor se pueda interesar.

1.1 Deuda pública.

Es presentada por el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos en dos


componentes y un total:

a) Deuda en poder del público, representa todos los valores federales en


poder de instituciones o individuos fuera del Gobierno de Estados Unidos.
b) Tenencias intra-gubernamentales, representan los valores del Tesoro de
Estados Unidos mantenidos en cuentas que son administradas por el Gobierno
de Estados Unidos, como el Social Security Trust Fund, que es administrado por
la Administración del Seguro Social.
c) Deuda pública total pendiente, que es la suma de los componentes antes
mencionados.

El Departamento del Tesoro de los Estados Unidos (en inglés, United States
Department of the Treasury) es un departamento del Gobierno federal de los
Estados Unidos encargado de administrar el tesoro público de Estados Unidos.
Creado mediante el acta de fundación por el Congreso en 1789 para recaudar
apoyos económicos al gobierno inicial de Estados Unidos.

Es el responsable de administrar el dinero y el que lo recibe o lo guarda, según


las instrucciones del gobierno. Entre sus funciones está la creación de moneda y
timbre por la Oficina de Grabado e Impresión. También recauda todo tipo de
impuestos de cada estado por medio de la Hacienda Pública.

Las funciones básicas incluyen:


a) Dirección de fondos federales.
b) Recaudación de impuestos, tarifas y aranceles.
c) Producción del timbre, dinero e invención de los mismos.
d) Junto al Gobierno considera la deuda pública estadounidense.
e) Supervisión nacional e institución de economía.
f) Aconsejar a nivel local e internacional la política fiscal.
g) Hacer cumplir las finanzas federales y leyes fiscales.
h) La investigación y el procesamiento por evasión de impuestos.

1.2 La seguridad que ofrecen los bonos.

Todos los tipos de bonos del Tesoro están respaldados por el poder fiscal del
gobierno de Estados Unidos. Estos bonos son considerados la inversión más
segura en el mercado.

El precio de mercado fluctúa, pero los inversionistas siempre pueden optar por
mantener algún tipo de bono del Tesoro hasta el vencimiento para recibir el valor
nominal total.

1.3 Ventajas de impuestos.

El interés pagado por los bonos del Tesoro está sujeto a impuestos a nivel
federal y a la exención de impuestos estatales sobre los ingresos. Para los
inversionistas en los estados con altos impuestos sobre la renta, la exención de
impuestos estatales aumenta el rendimiento equivalente gravable.

1.4 Protección contra la inflación.

Los bonos protegidos contra la inflación son los bonos del Tesoro que aumentan
su valor con la tasa de inflación. El valor nominal de un bono TIPS se ajusta
todos los meses con el cambio en el índice de precios al consumidor.

Además, el interés pagado sobre un bono TIPS se basa en el valor nominal


actual, por lo que los pagos de intereses también aumentarán a medida que
aumenta el valor de los bonos TIPS.

1.5 Ganancias del capital.

Como valores negociables, los bonos del Tesoro dan a los inversionistas la
oportunidad de obtener ganancias de capital si se incrementa el valor de
mercado de los bonos del Tesoro.

Por otra parte, los bonos de renta fija se ven afectados por los cambios en las
tasas de interés. Si las tasas de interés bajan, el precio de mercado de un bono
del Tesoro aumentará.

Por otro lado, las tasas en aumento harán disminuir los precios de los bonos. Eso
significa, que los inversionistas deben considerar a los bonos del Tesoro a corto
plazo en un entorno de tasas en aumento.

Se debe tomar en cuenta que cuando se mencionan a los bonos del Tesoro de
Estados Unidos, se trata de todos los tipos de bonos emitidos por el tesoro.

1.6 Tipos de Bonos del Tesoro.

Hay dos tipos diferentes de bonos de ahorro de los EE.UU. que ofrece el
Departamento del Tesoro.

Los dos tipos de bonos son los bonos serie EE y serie I.

Los bonos serie EE solo están disponibles en línea y tienen una tasa de interés
variable dependiendo de la fecha de compra. Estos bonos tienen una tasa fija de
ganancias por intereses y la conveniencia de monitorear los bonos en línea. Los
bonos serie EE en papel ya no están disponibles.

Los bonos serie EE ganan una tasa de interés fija que se restablece cada seis
meses después de mayo y noviembre. Desde 2005, la tasa ha variado entre el
3,7 y el 0,1 %.

Los bonos serie I están disponibles en papel si son adquiridos utilizando el


reembolso de impuestos del Servicio de Impuestos Internos de los EE.UU. o en
línea en el sitio web del Departamento del Tesoro.

Los bonos serie I ganan una tasa de interés combinada. Esta tasa se basa en
una tasa de rendimiento fija conocida al momento de comprar el bono y en una
tasa de inflación que el Departamento del Tesoro calcula dos veces al año.

2. Tasas de rendimiento.

La tasa de rendimiento es la ganancia o pérdida neta de una inversión durante un


período de tiempo específico, que se expresa como un porcentaje del costo
inicial de la inversión.

El aumento o disminución de los rendimientos está afectado por las expectativas


de las tasas de interés o incluso en la incertidumbre del mercado y rápido cambio
de activos más riesgosos como las acciones hacia “Activos más seguros”, como
los bonos.

Con base al precio vigente, un bono muestra tres diferentes tipos de


rendimientos.

El rendimiento del cupón es la tasa de interés que paga el bono por su valor
nominal. Un bono de US$10.000 con un cupón del 6% de interés paga US$300
de interés cada 6 meses.
El rendimiento actual es la tasa del cupón dividida por el precio del bono. Si el
bono con un valor nominal de US$10.000 y un 6% de tasa de cupón puede ser
comprado por US$9.600, su rendimiento actual es de 6,25%.

El rendimiento al vencimiento es la tasa interna de retorno del bono en función


del tiempo que falta para el vencimiento del bono.

A continuación se presentan las tasas de rendimientos de los Bonos del Tesoro


durante un mes (del 9 de junio al 8 de julio de 2019):
Fuente: Departamento del Tesoro EE.UU. Año 2019.

3. Tendencia actual del rendimiento de los bonos del Tesoro.

Normalmente los bonos del Tesoro de vencimiento más cercano ofrecen


rendimientos inferiores a los bonos con vencimientos más largos, sin embargo,
en epocas recientes la Reserva Federal de Estados Unidos ha elevado las tasas
a corto plazo, sin presentarse un aumento correspondiente en las tasas a largo
plazo, causando un aplanamiento en la curva de rendimiento (la cual se analizará
mas adelante).

Los bonos a corto plazo son altamente sensibles a la política de tasas de interés
establecidas por la Reserva Federal; por lo tanto cuando sube los tipos de
interés, como lo ha hecho durante los útlimos años, empuja hacia arriba los
rendimientos de los bonos con fechas de vencimiento mas corta.
(Serenitymarkets, 2019)
En la siguiente gráfica, se puede observar el crecimiento constante en los
rendimientos de los bonos a 3 meses, alcanzando su punto mas alto a finales del
febrero de 2019 con 2.45%.

Rendimiento bonos del Tesoro a 3 meses


Ref.: años 2017 a la fecha
2.60
2.40
2.20
2.00
1.80
Porcentaje

1.60
1.40
1.20
1.00
0.80
0.60
0.40
0.20
-
2018-04-30

2018-12-31
2017-01-31
2017-02-28
2017-03-31
2017-04-28
2017-05-31
2017-06-30
2017-07-31
2017-08-31
2017-09-29
2017-10-31
2017-11-30
2017-12-29
2018-01-31
2018-02-28
2018-03-29

2018-05-31
2018-06-29
2018-07-31
2018-08-31
2018-09-28
2018-10-31
2018-11-30

2019-01-31
2019-02-28
2019-03-29
2019-04-30
2019-05-31
2019-06-28
2019-07-05
Fuente: https://www.federalreserve.gov

Un aspecto importante en el comportamiento de los rendimientos es la inflación.


Una inflación creciente reduce la valorización de los bonos, lo que motiva a sus
tenedores a desprenderse de ellos ocasionando una caída en sus precios de
mercado; por consiguiente la tasa de interés que rinden dichos bonos aumenta.

En la actualidad a pesar de que la inflación da indicios hacia la baja, la Reserva


Federal aún es paciente para iniciar con una reducción en las tasas de interés.
Wigglesworth y Renninson (2019) indican que el gobierno de Estados Unidos,
está financiando gran parte del abultado déficit presupuestario mediante la
emisión de letras a corto plazo, en vez de bonos a largo plazo, lo cual también
ejerce una presión al alza sobre los rendimientos de las letras del Tesoro.

Por otro lado, los valores a largo plazo están mas influenciados por las
expectativas de inflación futura de los inversores, ya que como se dijo
anteriormente, la inflación es un enemigo de los tenedores de bonos. En la
actualidad se considera que la inflación futura de Estados Unidos sea contenida o
tibia, por lo que los inversores están dispuestos a aceptar rendimientos
relativamente más modestos en estos bonos.
En la siguiente gráfica se puede observar el comportamiento del rendimiento de
los bonos a 10 años, los cuales mostraron su tasa mas baja a finales de junio,
situandose en 2.00%.

Rendimiento bonos del Tesoro a 10 años


Ref.: años 2017 a la fecha
3.50

3.00

2.50
Porcentaje

2.00

1.50

1.00

0.50

-
2018-04-30

2018-12-31
2017-01-31
2017-02-28
2017-03-31
2017-04-28
2017-05-31
2017-06-30
2017-07-31
2017-08-31
2017-09-29
2017-10-31
2017-11-30
2017-12-29
2018-01-31
2018-02-28
2018-03-29

2018-05-31
2018-06-29
2018-07-31
2018-08-31
2018-09-28
2018-10-31
2018-11-30

2019-01-31
2019-02-28
2019-03-29
2019-04-30
2019-05-31
2019-06-28
2019-07-05
Fuente: https://www.federalreserve.gov

Se estima que los acercamientos entre Pekin y Washington y un posible acuerdo


comercial ejerzan una presión alcista en los rendimientos de deuda publica,
según analistas.

Los rendimientos de los bonos a corto plazo, en la primera semana del mes de
julio del presente año, que se aprecian en la siguiente gráfica, muestran
rendimientos superiores a los bonos a 10 años plazo.
Tasas de rendimiento bonos del Tesoro de EEUU
Fecha ref.: 5 de julio 2019
2.60
2.50
2.40
2.26
2.30 2.23
Porcentaje

2.20 2.14
2.04
2.10
2.00
1.90
1.80
1.70
1 MES

5 AÑOS
2 AÑOS

3 AÑOS

7 AÑOS

10 AÑOS

30 AÑOS
1 AÑO
3 MESES

6 MESES

Fuente: https://www.federalreserve.gov

4. Contexto económico de Estados Unidos.

Estados Unidos es el país con la mayor economía a nivel mundial, para el año
2018 el PIB registró un crecimiento de 2.9%, en gran parte impulsado por la
rebaja tributaria y el aumento del gasto público. Para el primer trimestre del año
2019 el PIB tuvo un crecimiento del 3.2%, las áreas que han contribuido
positivamente al PIB son los servicios de salud y financieros, la inversión en
inventarios privados, el gasto en investigación y desarrollo, así como mayor
exportación con relación a las importaciones.
La inflación acumulada al mes de mayo del presente año es del 1.9%, muy cerca
del objetivo de la Reserva Federal que es del 2.0%, lo cual constituye una de las
razones de detener el incremento de los tipos de interés.

En cuanto a la tasa de desempleo, para el primer trimestre del año, disminuyó a


3.8% alcanzado su nivel más bajo en décadas.

En cuanto al sector inmobiliario, las cifras reportan una desaceleración, cayendo


el índice de confianza en el mercado inmobiliario a 131 puntos contra 139 puntos
registrado el año pasado; así mismo los índices de construcción de nuevas
viviendas y la concesión de permisos de construcción ha bajado, lo que podría
indicar un fin de ciclo y debilidad en este sector clave. Por otro lado, el sector de
vehículos también muestra signos de debilitamiento, ocasionado por mayores
costos de financiamiento.
Otro factor económico que se presenta en Estados Unidos es lo referente a las
tasas de rendimiento de los Bonos de Tesoro, por primera vez en mucho tiempo
las curvas de rendimiento se han invertido, y los bonos a corto plazo tienen
rendimientos superiores a los bonos a largo plazo. Este factor ha encendido las
alarmas de una posible recesión en el país.

En cuanto a deuda pública esta alcanzó un récord en el año 2019 de $ 22


billones, creciendo más rápido de lo previsto; así mismo, el déficit fiscal se
incrementó a consecuencia de la reforma fiscal aprobada por Donald Trump. A
pesar de la política de incrementar aranceles de importación, esto no ha
compensado la reducción de impuestos directos a empresas.

En cuanto a su moneda, el dólar estadounidense, reporta una tendencia alcista:


6.8% al hacer comparación entre el mes de mayo 2018 y mayo del año actual,
teniendo efecto principalmente en su referencia con el Euro.

Curva de Rendimiento de los Bonos del tesoro de Estados Unidos


La curva de rendimiento es una representación gráfica que muestra la relación
entre los rendimientos de los bonos del gobierno estadounidense sus diferentes
vencimientos. En un extremo está la tasa de interés overnight de la Reserva
Federal y en el otro, el bono largo del tesoro a 30 años.
Por regla general financiera el costo financiero de una deuda es menor a corto
plazo (un día), que por un año o una década, y 30 años debería tener unos
costos financieros más elevado. Esto debido a que pueden suceder muchas
cosas a una inversión con el correr del tiempo como la inflación erosionaría los
retornos fijos de un bono, por lo que los inversores tienden a querer una
compensación mayor por asumir dicho riesgo.
Por lo tanto los bonos del tesoro tienen una diferencia amplia entre los
rendimientos a corto y largo plazo, por lo tanto si la curva se muestra empinada
se debe a que la economía de EEUU sale de una recesión.
Pero a medida que la diferencia es más corta como está sucediendo ahora, la
curva se aplana, indica que los inversores esperan menor inflación y un
crecimiento de la economía más lento en el futuro.
Esto a diciembre de 2018 no era del todo grave, lo que no esperan ver los
inversores en los rendimientos de los bonos del tesoro es una curva invertida es
decir que marque una gráfica en una dirección descendente. Eso sugiere que
podría acercarse una desaceleración económica, que la inflación caerá y que la
FED tendrá que bajar las tasas. Y algo muy importante que mencionar al
respecto es que toda recesión económica que sufrió Estados Unidos desde la
segunda guerra mundial fueron precedidas por la inversión de la curva de
rendimiento.
Un indicar fundamental para medir la posibilidad de recesión es la diferencia
entre los rendimientos del tesoro de 2 y 10 años, en su pico pos crisis financiera
de 2008 esa diferencia o spread era superior a 290 básicos, dado que la
economía salía de recesión, en diciembre de 2018 se deslizo a menos de 10
puntos básico por primera vez desde 2007.
La recesión a diciembre de 2018 era poco probable, el crecimiento económico
estadounidense del tercer trimestre fue sólido. Los datos de desempleo y
crecimiento salaria todavía son ampliamente positivos, los números de la
industria son buenos, en general, los inversionistas analistas, y autoridades de
Estados Unidos son optimistas en cuanto al estado de la economía.

Los rendimientos de los bonos del Tesoro de Estados Unidos cayeron el 24 de


abril de 2019, ya que los inversores buscaron activos de refugio tras un reporte
moderado del banco central de Canadá, datos débiles en Alemania y Australia,
además de una robusta demanda en una subasta de deuda a cinco años.
Es fácil detectar señales de estrés en la economía estadounidense: se invierte la
curva de rendimientos, los datos de empleo comienzan a deslucir y escala la
guerra comercial con China. Es más difícil estimar cuándo se convertirá una
desaceleración en una recesión. Predecir su severidad -leve o monstruosa- es
aún más difícil.

Una investigación reciente de la Reserva Federal de St. Louis sugiere que los
rendimientos reales de los bonos del Tesoro a 10 años son la clave para
responder a esta pregunta.

Los autores miraron todas las recesiones que han sido predichas por la inversión
de la curva de rendimientos. Luego miraron los rendimientos de los bonos del
Tesoro a 10 años en el momento en el que se da el cambio de tendencia y lo
compararon con la duración de la subsiguiente recesión.
A primera vista esto no reflejaba nada: las tasas nominales en estos momentos
críticos de inflexión no tenían correlación con la caída del crecimiento económico.
Pero cuando miraron a la tasa de interés real -el rendimiento a 10 años menos la
inflación- encontraron algo más.

Bajas tasas de interés real para los bonos del Tesoro a 10 años en los albores de
una recesión estaban relacionadas con caídas más pronunciadas tanto en
duración como en desempleo.

Explicar la conexión es otro asunto. Mientras que es tentador dar a esto una
lectura de relación causal, los investigadores especulan que bajas tasas de
interés real son simplemente una señal de que los pronósticos para el futuro de la
economía no son muy halagüeños. Como lo dicen, "bajos niveles de tasas de
interés real capturan señales tempranas de una futura desaceleración en el
crecimiento económico".

Esto tiene un sentido considerable si piensas en los últimos diez años. Sí, la
economía se recuperó, pero solo mediante una asombrosa intervención a través
de una política monetaria de interés cero. Para todas las conversaciones sobre la
duración de la presente recuperación económica, el hecho de que las tasas de
interés de corto o largo plazo no han aumentado es un síntoma de profunda
fatiga económica.

Para poner la situación actual en perspectiva hay que mirar los gráficos. Las
recesiones con los mayores picos fueron bastante graves: las de 1956, 1978 y
2006 han estado definidas por incrementos significativos del desempleo (hasta
4.5%) y también duraron mucho más que el resto de las recesiones.

Ahora tomen en cuenta el actual nivel real del rendimiento del bono del Tesoro a
10 años, un patético 0.35%, mucho menor al registrado antes de todas las
grandes recesiones. Si se cumple el patrón -a menor rendimiento del bono a 10
años, peor la recesión -la caída que viene será la mayor por mucho.

Esa posibilidad puede parecer remota, dado que los inversionistas


aparentemente han decidido que los grandes índices bursátiles están alcanzando
alzas históricas.

Pero el rendimiento del bono a 10 años sugiere que deberíamos preocuparnos


por lo que se oculta bajo la superficie. Si viene una recesión, hay amplias
posibilidades de que sea más grave de lo que cualquiera espera.

Para EEUU, una vez que el diferencial es muy cercano a cero o negativo, una
crisis ha tenido lugar en los siguientes 24 meses. Aquí podemos ver la situación
actual en EEUU junto a las dos últimas crisis.

La recesión de 2001 derivada del boom de las puntocom tardó tan sólo 9 meses
en aparecer desde que se diera la vuelta la curva de rendimientos y tan sólo 4
meses desde que el diferencial volvió a terreno positivo.

Por su parte, la Gran Recesión de 2008-09 tuvo lugar 23 meses después de que
se diera la vuelta la curva de tipos y 6 meses después de que el diferencial
volviera a terreno positivo.

Aquí podemos ver un gráfico que compara la evolución de la curva de


rendimiento en las dos crisis anteriores y con la situación actual.
Si los datos de las últimas recesiones se pueden extrapolar, y teniendo en cuenta
únicamente este indicador, podríamos anticipar que la próxima crisis en EEUU
ocurrirá no antes de 6 meses y no más tarde de 20 meses. Es decir, una crisis
tendría lugar en EEUU en algún momento entre enero de 2020 y marzo de 2021.

Pero tan importante como ver cuando se invierte la curva de rendimiento es ver
cuando vuelve a ser positiva. Que la curva de rendimientos vuelva a tener
pendiente positiva marca que las presiones que mantienen alto el tipo de corto
plazo se relajan debido a la quiebra y desaparición de las empresas que
necesitan imperiosamente fondos a corto plazo. Podríamos argumentar, una vez
más apoyados en los datos de las dos últimas crisis, que una vez que la curva de
rendimientos recupera su pendiente positiva, la crisis aparecería entre 4 y 6
meses después. En el momento actual, la crisis no parecería ser inminente.
En otros lugares las perspectivas no son mucho mejores, la curva de
rendimientos de la eurozona todavía tiene pendiente positiva pero está cayendo
rápidamente. Actualmente se encuentra en su nivel más bajo desde la crisis de
2008-09.

Recesión económica.

En términos simples, se puede definir una recesión económica como un


decrecimiento de la actividad económica de un territorio. Para el caso de un país,
esto se evidencia en la medición del Producto Interno Bruto Real. Se considera
recesión si la baja de la actividad económica se da de forma sostenida, por un
lapso de alrededor de seis meses en adelante.
El decremento en la actividad económica se da en todos los sectores, tanto en la
producción de bienes y servicios, como en el consumo (demanda agregada), en
la inversión y el empleo.

La recesión puede verse acompañada también de un alza generalizada de los


precios o inflación, lo que se denomina estanflación: recesión acompañada de
inflación.

Otro factor a considerar es la velocidad de los cambios tendientes a la baja. Si


éstos se dan de forma repentina y aguda, se puede hablar de una crisis
económica. Por el contrario, si se da de forma gradual y paulatina, es una
recesión. Si la misma es pronunciada, intensa y prolongada, se puede hablar de
depresión.

Cabe mencionar que, hoy en día, ante un mundo globalizado donde los países
están en estrechas relaciones económicas, una crisis que afecte a un país puede
afectar a otros.

Las causas que debilitan la economía de un territorio y que provocan la recesión


son:

 En etapas de crecimiento, la oferta se incrementa. Sin embargo, puede


elevarse desmedidamente, llegando a una sobreproducción para la cual la
demanda no es suficiente. Si esto se acompaña de un endeudamiento y del
aumento de los índices bursátiles, el PIB se contrae.

 Ante una escasez de la demanda, provocado por la poca capacidad de


compra de los consumidores, la oferta no encuentra dónde colocar sus productos
y servicios. En ese sentido, los oferentes ven una ralentización en el ritmo de
recuperación de sus inversiones, al bajar sus ingresos. Esto da lugar a que el
nuevo capital se demore más en formarse, la producción se reduce y se
adormece la economía.

 La estabilidad económica y política también incide en el comportamiento


económico. Ante escenarios de incertidumbre, los inversores se abstienen de
realizar operaciones, pues evitan riesgos. Se da una fuga de capitales.

Ante la caída de la producción de bienes y servicios, las empresas pueden caer


en quiebra o reducir sus niveles operativos, lo que incide en una menor demanda
de mano de obra, provocando desempleo.
En el caso de la inflación, ésta no suele presentarse durante las épocas de
recesión, ya que al caer la demanda, caen los precios de materias primas y de
bienes y servicios.

Bonos del Tesoro y Crisis:

Actualmente, se ha visto algo inusual en los rendimientos de los Bonos del


Tesoro de Estados Unidos. Los bonos con un plazo de 3 meses generan
mayores rendimientos que los bonos con plazo largo de 10 años. Ésta es una
situación que suele presentarse como antesala a una recesión.

A esto debe sumársele los índices de desempleo en Estados Unidos, los que
presentan un escenario lúgubre, además de conflictos comerciales con China.

La curva de rendimientos tiene una tendencia invertida. Por su parte, los bonos a
corto plazo generan rendimientos reales más altos que los bonos a largo plazo.

La atención se centra en la desviación entre las tasas de rendimiento de los


bonos 10 y 2 años. Pues según las experiencias de las crisis de 1991 y 2008,
como antesala a las mismas, se presentó una tendencia hacia la baja en
rendimientos de bonos a 10 años y un alza en rendimientos de bonos a 2 años.

Cabe mencionar que los bonos, como cualquier bien económico, establecen su
precio de acuerdo a las relaciones entre su oferta y su demanda. Un aumento en
la emisión de los bonos ante una reducción de su demanda.

Entre más demanda exista, los precios de los bonos tienden a subir, lo que
implica una reducción de su tasa de rendimiento. La subida de precios lleva al
encarecimiento del dinero

Entre más cercano al valor cero sea el resultado de la diferencia entre los bonos
de 2 y 10 años, más inminente se ve la recesión económica.

Cerca del 50% de la deuda pública estadounidense se constituye en bonos del


tesoro a dos años plazo.

Teóricamente, mientras la diferencia entre los bonos de 10 años y 2 años se


acerque más a cero, hay más probabilidades de una recesión.
La curva de rendimiento representa de forma gráfica la relación entre los
rendimientos de los bonos de corto y largo plazo. La evidencia científica
demuestra que los instrumentos de deuda ofrecen rendimientos menores a corto
plazo, los cuales van ascendiendo con el tiempo. Es decir, a menor plazo, menor
rendimiento y, a mayor plazo, mayor rendimiento. En representación gráfica, la
curva de rendimiento lleva un trayecto ascendente a medida que aumentan los
plazos, de izquierda a derecha. Sólo, en situaciones excepcionales,
generalmente de crisis, la tendencia de la curva es invertida, es decir, a medida
que aumentan los plazos, la tasa de rendimiento va en disminución.

Los rendimientos de los bonos son un referente sobre las expectativas de los
inversionistas en relación al desempeño de la economía en la actualidad y en un
futuro cercano, según proyecciones.

Las diferencias entre los rendimientos de los bonos a diferentes plazos suele ser
moderada, sin embargo, puede suceder que existan diferencias acentuadas, esto
debido a que los inversores esperan un incremento de la tasa de inflación en el
futuro y de las tasas de interés. Gráficamente, la curva de rendimientos se
presenta particularmente empinada. Por su parte, también se puede dar el caso
de que las diferencias entre los rendimientos de los bonos a diferentes plazos
vayan en disminución, con la tendencia de acercarse a cero, debido a que las
tasas de rendimientos de bonos a largo plazo disminuyen, al mismo tiempo que
las tasas de rendimientos de bonos a corto plazo aumentan. Con ello, la curva de
rendimientos tiende a aplanarse e ir en picada, se invierte. Esto es un indicador
de que los inversionistas esperan una menor tasa de inflación y una debilidad en
el crecimiento económico. Lo anterior puede deberse, en parte, porque la FED
suele elevar las tasas de interés ante una economía estable y en crecimiento y la
inflación está incrementándose. Sin embargo, también cabe la posibilidad de una
desaceleración económica, con bajas en la inflación .

Como caso de referencia representativo, se comparan los bonos a 2 años y 10


años. Aunque algunas entidades y funcionarios optan por comparar los bonos a
10 años con los bonos a 3 meses.

La curva invertida es señal de alerta, al reflejar a inversionistas el estado futuro


de la economía.

Ante una inversión de la curva, se considera que deben transcurrir 21 meses


para llegar a una recesión económica.
A pesar de que la curva invertida ha sido un precedente de crisis económicas en
el pasado. Se puede mencionar un caso, para los años 60, en que se presentó
una curva de rendimiento invertida, pero no se desencadenó ninguna recesión.
Por ello, algunos afirman que no hay relación entre la curva y la recesión, y la
consideran únicamente como un indicador.

El caso es que la identificación de la curva invertida puede ser un aliciente para la


crisis, al aportar a la especulación y con ello contribuir a que, ante las ideas
preconcebidas se despierte una alarma que lleve a la economía hacia una baja
que provoque recesión.

BIBLIOGRAFIA
1. Dirkmaat, O. (2019). Informe semestral de EEUU. Alerta de recesión: la
pregunta ya no es: ¿habrá crisis?, la pregunta es, ¿cuándo?. UFM Market
Trends.

2. SerenityMarkets, (2019). Guía sencilla para entender el fenómeno de


inversión de curvas que tanto inquieta a los inversores. Reportaje de Dan Burns y
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