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Universidad Popular Autónoma

de Veracruz

ALUMNA:

YAMILET ALOR GARCÍA

DOCENTE:

LIC. HECTOR GARCIA GUZMAN

CARRERA:

LIC. EN TRABAJO SOCIAL

TRABAJO:

ANTOLOGIA
INDICE

INTRODUCCION .............................................................................................................................. 3
MODELO CONDUCTIVISTA .......................................................................................................... 4
MARX Y CONCEPTO DE ALIENACIÓN ...................................................................................... 6
LUKACS Y CONCEPTO DE REIFICACION ................................................................................ 9
GRAMSCI Y CONCEPTO DE HEGEMONÍA............................................................................. 11
HABERMAS Y ACCIÓN COMUNICATIVA ................................................................................ 13
TRABAJO SOCIAL MARXISTA ................................................................................................... 16
CARLS ROGERS ........................................................................................................................... 19
TERAPIA GESTALT ...................................................................................................................... 23
EXISTENCIALISMO....................................................................................................................... 27
TEORÍA Y PRÁCTICA ................................................................................................................... 29
TEORÍA PSICOANALÍTICA .......................................................................................................... 32
TEORÍA DE LOS SISTEMAS ....................................................................................................... 36
CONCLUSIÓN ................................................................................................................................ 38
BIBLIOGRAFÍA ............................................................................................................................... 39

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INTRODUCCION

Los enfoques y teorías difieren en la importancia que se le da a ciertos aspectos


del hombre y su realidad: mientras algunos esperan hallar respuestas en los
comportamientos y las conductas, otros las buscan en el relacionamiento con los
demás o en una exploración más interna y personal. Existen muchas teorías, que
pueden dividirse en áreas como la mentalista, la psicoanalítica, la cognitiva, la de
condicionamiento y la de enseñanza.

Estas teorías son el estudio de cómo los comportamientos, sentimientos y


actitudes de los hombres son influenciados por los otros. El sujeto se conforma
como talen relación con los demás, por tanto, es el resultado de la interacción
entre diferentes sujetos, grupos y clases. No hay nada en el hombre
preestablecido, sino que se construye en la medida que se relaciona con otros.

La conducta humana se ve como un sistema dialéctico en permanente interacción


que a su vez genera una modificación mutua y una interrelación intrasistémica e
intersistémica. La conducta podría así explicarse también como un intento de
respuesta coherente y significativa. Cuando una persona tiene una conducta
inadecuada, se debe a una lectura distorsionada de la realidad. Muchos de los
aspectos problemáticos en las relaciones sociales se deben a una perturbación en
el proceso de aprendizaje de la realidad en el individuo.

Estas teorías basadas en Marx (alienación), Lukacs(reitificacion),


Gramsci(hegemonía), Habermas(acción comunicativa) y Rogers están interesadas
en investigar la naturaleza y causas del comportamiento individual en situaciones
sociales de forma exacta, objetiva, escéptica y libre de prejuicios. Los intereses
principales de esta rama de la psicología incluyen entender el pensamiento social
desde la perspectiva cognitiva, entender las relaciones entre pensamiento social y
comportamiento social, dar aplicación práctica a los conocimientos adquiridos,
incorporar una perspectiva multicultural que tenga en cuenta la diversidad social y
comprender la función que desempeñan los factores biológicos

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MODELO CONDUCTIVISTA

Propone que la base fundamental de todo proceso de enseñanza-aprendizaje se


halla representada por un reflejo condicionado, es decir, por la relación asociada
que existe entre la respuesta y el estímulo que la provoca. En general se
considera el conductismo como una orientación clínica que se enriquece con otras
concepciones.

La teoría conductista se basa en las teorías de Ivan P. Pavlov (1849-1936). Se


centra en el estudio de la conducta observable para controlarla y predecirla. Su
objetivo es conseguir una conducta determinada.

De esta teoría se plantearon dos variantes: el condicionamiento clásico y el


condicionamiento instrumental y operante.

El primero describe una asociación entre estímulo y respuesta contigua, de forma


que si sabemos plantear los estímulos adecuados, obtendremos la respuesta
deseada. Esta variante explica tan sólo comportamientos muy elementales.

La segunda variante, el condicionamiento instrumental y operante, persigue la


consolidación de la respuesta según el estímulo, buscando los reforzadores
necesarios para implantar esta relación en el individuo.

Los conductistas definen el aprendizaje como la adquisición de nuevas conductas


o comportamientos.

La teoría del refuerzo consiste en describir el proceso por el que se incrementa la


asociación continuada de una cierta respuesta ante un cierto estímulo, al obtener
el sujeto un premio o recompensa (refuerzo positivo). El condicionamiento
operante, desarrollado a partir de los aportes de Skinner, es la aplicación de la
teoría del refuerzo. Al emplear estos principios de forma positiva para estimular un
comportamiento optimizado en el aprendizaje. Si se aplica desde sus aspectos
negativos, es decir, cuando se aplica un castigo como refuerzo negativo para
extinguir o disminuir la frecuencia de una respuesta, los resultados son poco
claros porque se producen comportamientos reactivos emocionales, que perturban
el aprendizaje e invalidan a la persona.

Sin embargo, si es aplicado en forma correcta, el refuerzo puede modificar con


éxito el comportamiento y estimular el aprendizaje, pero nunca la formación
integral del alumno.

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A diferencia del modelo centrado en el alumno, el conductismo prescinde por
completo de los procesos cognoscitivos. Para él el conocimiento es una suma de
información que se va construyendo de forma lineal. Asume que la asimilación de
contenidos puede descomponerse en actos aislados de instrucción. Busca
únicamente que los resultados obtenidos sean los deseados despreocupándose
de la actividad creativa y descubridora del alumno.

En el conductismo, el sujeto que enseña es el encargado de provocar dicho


estímulo que se encuentra fuera del alumno y por lo general, se reduce a premios
y el refuerzo negativo a castigos (para lo que, en la mayoría de los casos, se
utilizaron las calificaciones).

Este enfoque formuló el principio de la motivación, que consiste en estimular a un


sujeto para que éste ponga en actividad sus facultades. Si bien no es posible
negar la importancia de la motivación en el proceso enseñanza-aprendizaje y la
gran influencia del conductismo en la educación, tampoco es posible negar que el
ser humano es mucho más que una serie de estímulos.

La finalidad del conductismo es condicionar a los alumnos para que por medio de
la educación supriman conductas no deseadas, así alienta en el sistema escolar el
uso de procedimientos destinados a manipular las conductas, como la
competencia entre alumnos. La información y los datos organizados de
determinada manera son los estímulos básicos (la motivación) frente a los que los
estudiantes, como simples receptores, deben hacer elecciones y asociaciones
dentro de un margen estrecho de posibles respuestas correctas que, de ser
ejecutadas, reciben el correspondiente refuerzo (una estrella en la frente, una
medalla o una buena calificación).

En las prácticas escolares el conductismo ha conducido a que:

• La motivación sea ajena al estudiante.

• Se desarrolle únicamente la memoria.

• Cree dependencias del alumno a estímulos externos.

• La relación educando-educador sea sumamente pobre.

• La evaluación se asocie a la calificación y suele responder a refuerzos negativos.

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MARX Y CONCEPTO DE ALIENACIÓN

Como alienación se denomina el proceso mediante el cual un individuo se


convierte en alguien ajeno a sí mismo, que se extraña, que ha perdido el control
sobre sí. En este sentido, la alienación es un proceso de trasformación de
conciencia que se puede dar tanto en una persona como en una colectividad.
Como producto de la alienación, las personas se comportan de manera contraria a
aquello que se esperaba de ellas por su condición o su naturaleza.

De allí que alienación sea también sinónimo de enajenación, que significa estar
fuera de sí, perder el control de sí mismo.
La palabra, como tal, proviene del latín alienatĭo, alienatiōnis, que significa ‘acción
y efecto de alienar’.

Marx interpreta el concepto de alienación como la relación de explotación propia


del sistema capitalista en la cual el trabajador no es considerado como persona en
sí, sino en función de su valor económico, como mano de obra para la
multiplicación del capital, es decir, el trabajador no representa sino determinada
cantidad de dinero.

La teoría marxista de la alienación es la interpretación antropológica del concepto


psicológico y sociológico de alienación. Dicha interpretación considera que el
trabajador, desde el punto de vista capitalista, no es una persona en sí misma sino
una mercancía llamada fuerza de trabajo que puede representarse en su
equivalente dinerario, es decir, el trabajador es una determinada cantidad de
dinero utilizable, como mano de obra, para la multiplicación del mismo.

Karl Marx, quien fue fuertemente influido por el filósofo griego Epicuro al tomar un
tema revelador para su tesis doctoral: "Diferencia entre la filosofía de la naturaleza
de Demócrito y la de Epicuro". Toma el término y lo aplica al materialismo; en
concreto a la explotación del proletariado y a las relaciones de propiedad privada.
En su enfoque, denominó alienación a las distorsiones que causaba la estructura
de la sociedad capitalista en la naturaleza humana. Aunque era el actor el que
padecía la alienación en la sociedad capitalista, Marx centró su análisis en las
estructuras del capitalismo que causaban tal alienación.

Actualmente, como la mayoría de los conceptos filosóficos e instituciones sociales,


la alienación como categoría analítica se encuentra en una crisis teórica debido a
las profundas transformaciones sociales que han dado paso a la sociedad
posindustrial. El desarrollo de la sociedad ha complicado el análisis de los
mecanismos sociales de alienación dirigiéndolos hacia nuevas y más sutiles
formas que precisan ser estudiadas.

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En su teoría de la alienación, Karl Marx, el cual en distintas obras, sobre todo en
sus Manuscritos económico-filosóficos (1844), analizó con suma profundidad el
problema de la alienación, parte de que ésta caracteriza las contradicciones de un
determinado nivel de desarrollo de la sociedad. Relaciona la alienación con la
existencia de la propiedad privada y de la división antagónica del trabajo.
Entendida de este modo, la alienación abarca toda la actividad humana, pues
cada tipo de dicha actividad se convierte en monopolio de un grupo aislado de
personas, cuyo hacer es extraño a todos los demás miembros de la sociedad.

Para Karl Marx, el hombre es un ser natural, es decir, el hombre es un ente que
necesita estar en contacto directo con la naturaleza para poder satisfacer sus
necesidades. La relación del hombre con la naturaleza es esencial, ya que desde
el punto de vista objetivo, el hombre es físicamente sensible y limitado, y por tanto
es un ser pasivo y dependiente, tal como los animales y las plantas, es decir los
objetos en la naturaleza que existen fuera e independientemente de él, le son
indispensables porque son objetos de su necesidad.

Esta relación del hombre con la naturaleza no representa una alienación, sino una
relación esencial y directa entre ellos, es decir es una relación vital. La alienación
surge, cuando el producto del trabajo del hombre, en lugar de satisfacer sus
necesidades, se vuelve algo ajeno, es decir el producto cobra una existencia
totalmente independiente del hombre que fue quien la produjo, una vez que ese
producto cobra su independencia, se genera el trabajo alienado, a través del cual
el hombre se vuelve esclavo cada vez más y más de las cosas que produce. Es
decir, mientras más produce y mayor es su actividad, el trabajador tendrá menos,
su vida ya no le pertenecerá a él, sino al objeto, el objeto cobra vida propia y se
opone al trabajador de forma autónoma.

Marx hace una analogía, con la religión basado en los estudios de alienación de
Feuerbach, y explica que el mismo proceso se da cuando el hombre religioso se
subordina a su dios (idea abstracta del mismo). En esta etapa, ya no existe la
misma relación que tiene el hombre con la naturaleza, pues esta etapa es el
resultado de la estructura de la propiedad privada, en la cual se acumulan
productos y se instaura la división del trabajo, de allí se tiene que el trabajo
alienado es el resultado de la propiedad privada y la propiedad privada el
resultado del trabajo alienado. Posteriormente entre 1845 y 1846 en La ideología
alemana, acotaría que de la división del trabajo se deriva la propiedad y el trabajo
alienado.

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Para Marx el capitalista compra con dinero el trabajo de los demás y los obreros
cambian la fuerza de trabajo, es decir, su mercancía, por la mercancía del
capitalista, es decir, la paga o salario. La fuerza de trabajo para el obrero es su
actividad vital que le asegura los medios necesarios para subsistir. El obrero es
libre de cambiar de capitalista, es libre de trabajar, pero no puede desprenderse
de la clase de los capitalistas, a quienes se ha alquilado, sin renunciar a su
existencia misma. El trabajador no recoge el valor de lo que produce, es decir, la
plusvalía, y esta explotación lo priva de sus herramientas artesanales. Por causa
de esta división del trabajo ignora lo que está produciendo y eso significa que está
fragmentado, o alienado.

El concepto marxista de alienación incluye cuatro componentes:

1. La relación del trabajador con el producto del trabajo como con un objeto ajeno
y que lo domina. Esta relación es, al mismo tiempo, la relación con el mundo
exterior sensible, con los objetos naturales, como con un mundo extraño para él y
que se le enfrenta con hostilidad;

2. La relación del trabajo con el acto de la producción dentro del trabajo. Esta
relación es la relación del trabajador con su propia actividad, como con una
actividad extraña, que no le pertenece, la acción como pasión, la fuerza como
impotencia, la generación como castración, la propia energía física y espiritual del
trabajador, su vida personal (pues qué es la vida sino actividad) como una
actividad que no le pertenece, independiente de él, dirigida contra él. La
enajenación respecto de sí mismo como, en el primer caso, la enajenación
respecto de la cosa.

3. Hace del ser genérico del hombre, tanto de la naturaleza como de sus
facultades espirituales genéricas, un ser ajeno para él, un medio de existencia
individual. Hace extraños al hombre su propio cuerpo, la naturaleza fuera de él, su
esencia espiritual, su esencia humana.

4. Una consecuencia inmediata del hecho de estar enajenado el hombre del


producto de su trabajo, de su actividad vital, de su ser genérico, es la enajenación
del hombre respecto del hombre. Si el hombre se enfrenta consigo mismo, se
enfrenta también al otro. Lo que es válido respecto de la relación del hombre con
su trabajo, con el producto de su trabajo y consigo mismo, vale también para la
relación del hombre con el otro y con trabajo y el producto del trabajo del otro.

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LUKACS Y CONCEPTO DE REIFICACION

Georg Lukacs, filósofo marxista se refiere a la reificación como al hecho de que


una relación entre personas adquiera un carácter de cosidad. Este concepto
consiste en un proceso cognitivo, en el cual algo que no posee propiedad de cosa,
es considerado como cosa.

Lukacs atribuye la propagación de esta reificación en el ámbito social, a la llegada


de la sociedad capitalista, con la cual se instaló una mentalidad en la que el
intercambio pasó a ser un modo de pensamiento. Todo se convierte en
intercambiable, todo tiene un valor; tanto el trabajo como las personas, las cuales
se van convirtiendo en mercancía, considerándose como cosas, con el fin de
producir y obtener ganancias de manera egocéntrica.

En este proceso de intercambio las personas se ven forzadas a una relacion


recíproca, en la cual:

a) Perciben a los objetos como cosas aprovechables.

b) Contemplan a las demás personas como objetos para transacciones


beneficiosas.

c) Consideran a su propio patrimonio como recurso para un aprovechamiento


futuro.

Según Lukacs, estas actitudes forman parte del proceso de reificación, en el cual
también se incluyen componentes como el egoísmo, la indolencia y el interés
económico.

Al principio Lukacs se basaba en lo que Marx definió como "Fetichismo de


mercancías", pero luego traslado el concepto de reificación a la vida cotidiana bajo
los efectos del capitalismo.

Según Lukacs, la reificación en el capitalismo se transformó en la "Segunda


naturaleza del hombre", como lo definió Aristoteles, esto quiere decir, que a las
personas se les vuelve un habito percibirse a sí mismo y a los demás como cosas.

Bajo las imposiciones de este proceso de intercambio, las personas sufren una
transformación en sus actitudes y en su entorno, y también toman parte de ese
proceso, ubicándose en una actitud contemplativa, observando lo que ocurre,
manteniéndose indolente.

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La contemplación se refiere a que las personas ya no participan activamente en su
entorno, sino que se ubican como un observador frente a los acontecimientos; y la
indolencia se refiere a que esos acontecimientos no afectan a las personas
emocionalmente, sino que dejan que las cosas pasen sin involucrarse, solo
observan. Según Lukacs, este conjunto de actitudes no corresponde a una praxis
humana correcta.

En palabras de Lukács: La historia es más bien, por un lado el por supuesto hasta
ahora inconsciente producto de la actividad de los humanos mismos, y por otro
lado, la sucesión de aquellos procesos en los cuales se subvierten las formas de
esa actividad, esas relaciones del humano consigo mismo (con la naturaleza y con
los otros humanos).

Adicionalmente Lukács advierte que del carácter de fetiche de la mercancía, en


tanto mediación social, resulta una forma de objetividad y un comportamiento
correspondiente. Es decir, una forma de relación entre los seres humanos, de los
seres humanos con la naturaleza y consigo mismos propia del capitalismo, que
configura un modo de pensar y un modo de actuar. Para aclarar la diferencia que
Lukács implícitamente sugiere entre la plural forma de relación y la singular forma
de relación, contamos con dos elementos de los pasajes citados. Esto es, que las
formas de relación en plural son indicadas como fundamento categorial de la
estructura del mundo. Mientras que esta perspectiva formal contrasta con su uso
del singular forma de relación referido a aquello que resulta del carácter de fetiche
de la mercancía, en tanto perspectiva histórica, como forma de relación social
perteneciente a la modernidad capitalista

La primera definición del concepto de reificación que Lukács elabora en su estudio


establece que se trata de una relación entre seres humanos que recibe un
carácter que no le corresponde, el de coseidad. La esencia de la estructura de la
mercancía se ha subrayado muchas veces: se basa en que una relación entre
personas recibe el carácter de una coseidad y, de este modo, una “objetividad
fantasmal” que con su propia legalidad rígida, aparentemente totalmente conclusa
y racional, esconde la huella de su esencia fundamental, el ser una relación entre
seres humanos. En esta afirmación Lukács realiza prácticamente una síntesis de
su interpretación de la crítica al carácter de fetiche de la mercancía elaborada por
Marx. Enuncia tres aspectos fundamentales para el argumento de Marx. La
objetividad fantasmal vinculada en el análisis a la categoría de valor, la apariencia
conclusa de la relación social, y su carácter oculto. Todo ello como definición
apretada de lo que llama la esencia de la estructura de la mercancía.

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GRAMSCI Y CONCEPTO DE HEGEMONÍA

En el tratamiento de la hegemonía, Gramsci se reconoce como deudor de Lenin,


quien desarrolla antes que él dicha teoría. Para Gramsci, Lenin ha realizado una
brillante síntesis entre lo teórico y lo práctico, de un problema cuyas raíces ya
habían aparecido en Marx. Así, describe como esta concepción leninista
constituye:

El concepto de hegemonía gramsciano aparece formulado por vez primera en dos


escritos de 1926, “Carta al Comité Central del Partido comunista soviético” y
“Notas sobre la cuestión meridional”, en ellos impera el sentido típicamente
leninista de hegemonía, conforme al significado oficial de los textos soviéticos
como referencia a la alianza entre obreros y campesinos, es decir, en el sentido de
dirección política. Son los últimos escritos anteriores a los Quaderni, mientras que
su uso es insólito en los escritos de directa inspiración leniana, entre 1917 y 1924
más tarde en sus Cuadernos de la cárcel, lo utiliza, aunque con distintas
acepciones, no como simple alianza política de clases, sino como alianzas
políticas e ideológicas de clases y grupos sociales en el sentido de dirección
cultural.

El Gramsciano de hegemonía se separan en un punto central, ya que este último


da preeminencia a la “dirección cultural e ideológica”.[vii]En el famoso parágrafo
de los Cuadernos llamada “Análisis de situaciones y relaciones de fuerzas.”
Gramsci caracteriza el “momento” de la hegemonía: donde se logra la conciencia
de que los propios intereses corporativos, en su desarrollo actual y futuro, superan
los límites de la corporación, de un grupo puramente económico y pueden y deben
convertirse en los intereses de otros grupos subordinados. Esta es la fase más
estrictamente política, que señala el neto pasaje de la estructura a la esfera de las
superestructuras complejas, determinando además los fines económicos y
políticos, la unidad intelectual y moral, planteando todas las cuestiones en torno a
las cuales hierve la lucha, no sobre un plano corporativo sino sobre un plano
“universal” y creando así la hegemonía de un grupo social fundamental sobre una
serie de grupos subordinados.

Aquí la hegemonía está concebida como la construcción que permite el paso a


una esfera de dirección intelectual y moral, hasta el punto de que la clase pase del
particularismo al universalismo y dirija así a otros grupos sociales.

A modo de recopilación, se podría decir que en Lenin prevalece el significado de


dirección política y en Gramsci el de dirección cultural; pero se debe añadir que
esta diferente prevalencia asume dos aspectos diversos: a) Para Gramsci el

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momento de la fuerza es instrumental y, por lo tanto, subordinado al momento de
la hegemonía; mientras que para Lenin, en los escritos de la revolución, dictadura
y hegemonía proceden de pasos similares, y en todo cado el momento de la
fuerza es primario y decisivo; b) para Gramsci la conquista de la hegemonía
precede a la conquista del poder; para Lenin la acompaña o incluso la sigue.

Gramsci escribe: "Todo es político, también la filosofía o las filosofías, y la única


filosofía es la historia en acto, es decir la vida misma. En este sentido se puede
interpretar la tesis del proletariado alemán como heredero de la filosofía clásica
alemana, y se puede afirmar que la elaboración teórica y la realización de la
hegemonía realizada por Ilich se ha convertido en un gran acontecimiento
metafísico." * (El término metafísico se usa aquí no en el sentido propio, sino para
indicar el punto más alto de la filosofía).

Esta afirmación de Gramsci, referente a la teorización y a la realización de la


hegemonía del proletariado, se basa en algunas tesis, contenidas precisamente en
este pasaje. Por otra parte, se apoya en la afirmación de la identidad entre historia
y filosofía (la filosofía y la historia en acto). Se trata de una tesis rica y con muchas
implicaciones (aunque discutible, como trataré de señalar en lecciones sucesivas),
pero que cito aquí para subrayar cómo Gramsci reúne en un estrecho nexo teoría
y práctica, teoría y acción política.

A partir de esto se puede comprender qué entendía Gramsci cuando se refería a


la tesis de Engels, contenida en la famosa obra Ludwig Feuerbach y el fin de la
filosofía clásica alemana, donde se dice precisamente que el proletariado alemán
es el heredero de la filosofía clásica alemana, y que lo es porque aplica en la
práctica las tesis de la filosofía, decide en la práctica, supera aquellas
contradicciones filosóficas que no pueden ser resueltas en el plano del
pensamiento especulativo, pero que en cambio sí pueden serlo en una nueva
sociedad, la sociedad comunista.

En ella reside la superación de las contradicciones de clase y también la


superación de las contradicciones filosóficas que son, en el plano de la ideología,
la expresión de contradicciones sociales insolubles por la vía especulativa y que
únicamente lo son por la vía revolucionaria. Esta es la tesis de Engels y la tesis de
Marx, y sobre ella insiste Gramsci. El proletariado es heredero de la filosofía
clásica alemana porque traduce en realidad social lo que en esta filosofía es
todavía especulativo; niega, en el sentido dialéctico del término y, a partir de ahí,
supera la filosofía especulativa en cuanto la realiza, y la realiza en la praxis, en el
trastocamiento revolucionario de la estructura de una sociedad dividida en clases
antagónicas.

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HABERMAS Y ACCIÓN COMUNICATIVA

El concepto de acción comunicativa es una de las bases que estableció


el filósofo alemán Jürgen Habermas para estructurar su Teoría crítica de la
modernidad.
Habermas observa cómo la interacción social del ser humano pasa de estar
basada en ritos y en lo sagrado a la potencia del signo lingüístico, con la fuerza
racional de las verdades sometidas a crítica. Las estructuras de acción
comunicativa orientadas a un acuerdo se vuelven cada vez más efectivas tanto en
la reproducción cultural como en la interacción social o en la formación de la
personalidad.
Habermas opina que no hay mente, ni actividad intelectual sin un lenguaje previo.
Si todo ser humano nació en una comunidad lingüística, el lenguaje es,
paradójicamente, anterior al hombre, todo el que quiso decir algo ya tuvo que
suponerlo. Habermas admite esta independencia del lenguaje y elabora su teoría
filosófica a partir de lo que él llama los sinónimos universales del habla: aquellos
supuestos que debe considerar cualquier hablante antes de emitir palabra, porque
son “mandatos” del lenguaje. Estos supuestos son ciertos en cualquier lengua, por
tanto universales. Un hablante no puede dejar de pretender, si es que quiere
alcanzar un consenso comunicativamente:
1. Inteligibilidad para lo que se dice. La comunicación resulta imposible si lo que se
dice es incomprensible para los demás.
2. Verdad para aquello que se dice. Para el contenido de lo que se dice en
relación con lo objetivo (si digo “esta mesa es verde” debe ser verde) o para las
condiciones de existencia de lo que se dice (si digo: “cierra la puerta” se
presupone que la puerta estaba abierta).
3. Rectitud para su acto de habla en relación con un contexto normativo. Esto
significaría lo siguiente: todo hablante se atiene a un conjunto de normas
aceptadas por todos. Si dice “usted se calla” es porque debe estar autorizado a
decirlo.
4. Veracidad para su formulación como expresión de su pensamiento. Lo que dice
debe ser lo que cree o piensa; si miente, la comunicación se rompe.
Estos cuatro supuestos: inteligibilidad, verdad, rectitud y veracidad, son los que
forman la base de validez del habla. Para Habermas, el uso primario del lenguaje
sería el orientar su empleo al entendimiento. El lenguaje busca ayudarnos a
comunicarnos, y para poder comunicarnos son precisos esos cuatro supuestos, y
el lenguaje nos “obliga” a cumplirlos.
La comunicación real está llena de problemas que impiden estas condiciones
ideales del habla. Existen todo tipo de patologías en la comunicación humana,
pero esto no excluye la necesidad de un modelo de comunicación ideal como
referencia, el modelo que el uso correcto del lenguaje exigiría.

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En este punto, cuando no funcionan las bases de validez del habla y se interrumpe
el proceso comunicativo, es cuando para Habermas se hace necesario lo que él
llama el discurso: una forma reflexiva de interacción que se esfuerza en
recomponer la comunicación. Si los supuestos admitidos no son sólidos, hay que
buscar un consenso en una discusión, que sea tal, que garantice la simetría y la
igualdad de oportunidades para los hablantes y donde se puedan aducir los
mejores argumentos.
Con esto quiere decir lo siguiente: cuando se produce una situación de
incomunicación y, por tanto, de violencia más o menos encubierta, los hablantes
deben crear una situación ideal de habla en la que cada hablante se olvida de las
diferencias de poder, sexo, edad... y de las normas compartidas, ya que la
violencia reinante las ha puesto en duda, y deben tener así igualdad de
oportunidades para expresar los mejores argumentos que posean para defender
su postura. El consenso se produce sobre la base de la coacción del mejor
argumento: si me dejo convencer es porque pretendo que las razones en las que
se asienta mi convicción son igualmente convincentes para cualquier hablante. El
ideal de la razón está inscrito en la interacción lingüística, la alternativa al diálogo
no es otra que la sinrazón y la violencia.
Para Habermas, la comunicación lleva inscrita en su piel la promesa de resolver
con razones las perturbaciones. Quien habla pisa una dimensión en la que
aparecen claros los conceptos verdad/mentira, justicia e injusticia. El lenguaje nos
da la posibilidad de consensuar normas de comportamiento y de propiciar, por
tanto, el progreso histórico. Habermas da un nuevo sentido a la frase de
Aristóteles: “el hombre, porque habla, sabe de lo justo y de lo injusto”. Sobre el
lenguaje, Habermas establece la posibilidad de crear una ética, una política y
una teoría consensual de la verdad.
Por todo ello, Habermas establece diferentes tipos de acción en los que interviene
la comunicación. De un lado, distingue entre las acciones que se llevan a cabo en
un contexto social y las que lo hacen en uno no social. Por otro lado, en función
del objetivo que tiene la acción, Habermas establece otro criterio de clasificación.
Así establece tres tipos de acción:
1. En aquellos casos en que la acción está orientada al éxito en un contexto no
social, habla de acción instrumental.
2. Cuando la acción se realiza orientada al éxito pero en un contexto social, lo
denomina acción estratégica.
3. Finalmente, en aquellos contextos sociales en que el objetivo es la comprensión
mutua es cuando, según Habermas, aparece la acción comunicativa.

Uno de los hechos significativos dentro de la producción teórico-analítica de


Habermas se expresa en la influencia del pensamiento de Karl Marx, sobre todo a
partir de la pretensión de establecer una teoría empírica de la evolución de la
sociedad.

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En este sentido, comenzó adoptando la noción de praxis, que define la acción o
práctica fundamental por la cual el ser humano accede o se realiza en el mundo,
con la pretensión de reformularla al considerarla reduccionista en el caso marxista
(Habermas, 1976), debido a que sólo consideraba al trabajo, lo que le daba un
sesgo tecnicista asociado a la preeminencia de la racionalidad instrumental.
Según Habermas, esto denotaba una carencia de otra dimensión fundamental de
la praxis humana: la acción comunicativa y sus efectos simbólicos.

En esta nueva praxis que entiende Habermas, están los cimientos de su propia
teoría de la acción comunicativa, ya que este principio le permitió integrar la
filosofía del lenguaje con la explicación sociológica en una teoría crítica del
capitalismo moderno. Siguiendo esta línea, su primer gran análisis se vio
expresado en la obra “Historia de la Opinión Pública”, (Habermas, 1981a) en
donde sienta las bases y da cuenta de sus grandes transformaciones estructurales
en la época moderna desde el ideario planteado en la ilustración, logrando
establecer una nueva visión explicativa de este fenómeno expresada entre la
existencia de dos espacios de opinión pública: el manipulado y el crítico.

Habermas retoma su preocupación por la interacción social mediada por el


lenguaje como una dimensión constitutiva de la praxis humana, no solamente
como una acción fundamental, sino que además, se propone argumentar porqué
en este tipo de acción reside el verdadero cambio social, no como en el Marxismo
en donde éste venía desde el trabajo

Habermas se propone reinterpretar estos análisis intentando ampliarlos en su


dimensión social en torno al fenómeno de la comunicación en la interacción
humana. En este sentido, el autor se refiere a la necesidad de contar con la
Sociología como una disciplina capaz de explicar las modalidades estructurales
que determinan el comportamiento de los sujetos, sobre todo a nivel de los planos
simbólicos como determinantes de la acción. Asimismo, se refiere a la importancia
que tiene la Antropología en el análisis de la conformación y devenir de la cultura
como un factor esencial para explicar la producción y permanencia de estos
planos simbólicos.

Por ello, Habermas recurre a la revisión histórica de la Sociología desde Durkheim


y formula una tipologización de la acción social: La acción estratégica o
teleológica: Es aquella asociada a una finalidad consiente. La acción regulada por
normas: Es aquella asociada a valores compartidos y legitimados por los sujetos
en la vida social. La acción dramatúrgica: Asociada a la manifestación plena de la
subjetividad individual. La acción comunicativa: Es la interacción entre dos sujetos
capaces de comunicarse lingüísticamente y de efectuar acciones para establecer
una relación interpersonal

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TRABAJO SOCIAL MARXISTA

Desde finales del siglo XIX hasta prácticamente la mitad del siglo XX se fueron
desencadenando una serie de hechos que llevaron a un colapso social, después
de la primera guerra mundial, el triunfo de los bolcheviques en la revolución Rusa
y la crisis financiera de 1929, se produce una enorme masa de gente que busca
reivindicación y justicia, que necesitan que mejoren sus condiciones de vida y que
exista una igualdad para todos, en este punto las ideas marxistas toman mucha
fuera en el ámbito social, y se da la génesis de la perspectiva conflictivista.

Las bases para retomar la herencia teórico-metodológica inspirada en Marx para


la renovación crítica del Trabajo Social, entendemos que estas bases son el
método dialéctico materialista e histórico, la teoría crítica de la economía política y
el proyecto revolucionario socialista/comunista, el cual como proyecto societario
debe traducirse en términos profesionales en un proyecto ético-político profesional
que apunte a contribuir a su realización.

Pensar que la teoría social marxiana es tan solo una perspectiva político-
revolucionaria, por un lado; o filosófica, económica o sociológica, por otro; es dar
continuidad a las malinterpretaciones de algunas corrientes marxistas a través de
las cuales se ha reproducido la idea fragmentada de separar lo político de lo
histórico, este de lo económico y este último de lo filosófico, hasta perder por
completo el análisis de la realidad como síntesis de múltiples determinaciones,
como totalidad concreta, dando paso a la fragmentación de lo social,
entendiéndolo de forma limitada al concebirlo como suma de factores.

Karl Marx, haciendo parte del movimiento contradictorio entre clases sociales que
cada vez más evidenciaban y radicalizaban sus diferencias, retoma los
planteamientos más avanzados de los diferentes campos de la teoría social y
desarrolla un método en el que, además de dar cuenta del modo de producción
capitalista (MPC), pretende aportar en su transformación.

Marx realizó estudios de derecho, historia y finalmente obtuvo su título de Doctor


en Filosofía en 1841, haciendo parte de los llamados hegelianos de izquierda,
idealistas que pretendían derivar de la herencia de Hegel conclusiones ateas y
revolucionarias, con quienes rompe por la influencia materialista de Feuerbach,
pero sin renunciar a la lógica dialéctica. Es así que Marx incorpora y supera la
dialéctica idealista de Hegel y el materialismo de Feuerbach, en lo que será
conocido como materialismo dialéctico o dialéctica materialista. Siendo un
demócrata radical, y viviendo una experiencia como periodista y director de una
revista burguesa oposicionista al absolutismo prusiano entre 1842-1843, Marx

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reconoce sus límites formativos en economía política y comienza a estudiarla a
profundidad.En el debate desarrollado por Marx en 1844, la característica
teleológica que diferencia al ser humano del resto de los animales, le permite tener
capacidad y consciencia de construcción-reconstrucción de la vida material,
encontrando en el trabajo la actividad primaria (fundante) de realización.

Sin embargo, la razón humana le permite al ser social apropiarse de lo material en


todas sus dimensiones para construir nuevas condiciones, en las que lo subjetivo
(sea como proceso mental expresado en símbolos, creencias, significados,
sentimientos, entre otros, o sea como acción) juega un papel importante de
socialización. Es decir, que más allá de la satisfacción de las necesidades básicas
para la reproducción material de la vida, el ser social cuenta con otras facultades
que le permiten conocer y transformar la realidad hasta ahora construida. Entre las
capacidades creadoras del ser social se pueden mencionar el arte, la política, la
religión, la cultura, entre otras; pero una que de manera especial llama nuestra
atención es la producción de conocimiento científico, la construcción de teoría
sobre la realidad social.

Se puede entender que la producción de conocimiento teórico con dos


características que aportan en la comprensión de los argumentos aquí presentes.
Por un lado, como esa capacidad humana que, superando las actividades para
reproducción biológica del ser, puede brindar los elementos necesarios para la
comprensión de las contradicciones de las relaciones sociales; y, por otro, como la
capacidad-posibilidad de anticipación para la transformación. En la perspectiva
dialéctica materialista e histórica, la realidad material existe independiente de la
consciencia del ser; el objeto existe previo al análisis que el sujeto pueda realizar
sobre él, e incluso después. Y aunque la realidad es producto de las relaciones
sociales, de la objetivación del ser, es necesario recorrer un camino que permita
conocer su estructuración y dinámica dado que en el habitar cotidiano de la
existencia, en la inmediatez, no es posible su comprensión.

El conocimiento teórico es el ejercicio racional realizado por el ser social para


conocer la realidad en la que se desenvuelve. La teoría es la compresión de las
características y el movimiento de lo concreto. Para su producción, el sujeto tiene
que aproximarse al objeto y reproducir idealmente en su mente ese movimiento
real-concreto. Entre más características (mediaciones) consiga interpretar para
develar su esencia, más objetivo será su análisis. La apropiación del mundo
natural por parte del ser social encuentra en la teoría una de sus mejores
herramientas. En la medida en que el conocimiento teórico muestra más
elementos que componen la realidad social, el ser social adquiere una relación
más estrecha con la naturaleza que, al objetivarse, garantiza el dominio sobre ella,

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con el fin de brindar todas las condiciones materiales para su existencia y
reproducción.

Para el pensamiento inspirado en Marx, cualquier análisis que no se base en los


hechos concretos de la realidad o aquellos que encuentran algunos elementos
cuantificables aislados entre sí, desconociendo sus mediaciones, tienen como
resultado un entendimiento fetichista de la realidad. Así, entonces, bajo la
perspectiva dialéctico materialista e histórica no es la consciencia la que determina
el ser, sino el ser el que determina la consciencia; sin embargo, esa determinación
material se distancia de las características del pragmatismo. Son las condiciones
materiales de producción y reproducción las que generan determinados tipos de
consciencia social.

De esta manera, tenemos la relación dialéctica entre la teoría y la práctica como


elemento constitutivo de la praxis. Como la base concreta para la transformación
de las relaciones sociales. La praxis es la mayor expresión de lo humano en la
sociedad, en tanto integra las dos características que permiten el desarrollo
histórico, a saber: la producción-reproducción y transformación social.

La combinación del conocimiento racional-dialéctico y la actividad transformadora


son los pies sobre los cuales se sustenta la sociedad. La transformación social
generada producto de una práctica racional-dialéctica, en la que por medio de la
consciencia se identificó la esencia de la realidad y se encontraron los medios
para su transformación constituyen el desarrollo más elevado de la praxis, esta es
la praxis política revolucionaria.

Si el ser social, haciendo uso de sus facultades teórico-prácticas es capaz de


desarrollar una crítica a la forma en que se desenvuelven las relaciones sociales
que él mismo ha creado; es decir, si en el transcurso de su construcción de
consciencia plantea una negación de sí mismo, de sus condiciones sociales,
políticas y económicas, es porque su nivel de desarrollo material todavía puede
continuar avanzando en la ruta hacia una sociedad mayor, proyectada
teleológicamente y materializada en la práctica.

El desarrollo del conocimiento, la proyección teleológica de un nuevo estado del


ser social y su consecución práctica, es lo que se puede encontrar en la propuesta
teórico-metodológica de Marx y en gran parte del marxismo. Así, entonces, al
ubicar estos planteamientos en un tipo de sociedad particular, que corresponde al
MPC, todo el desarrollo científico y político está orientado a su destrucción y a la
construcción de un ser social y una sociedad nueva

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CARLS ROGERS

La teoría de Rogers es de las clínicas, basada en años de experiencia con


pacientes. Rogers comparte esto con Freud, por ejemplo, además de ser una
teoría particularmente rica y madura (bien pensada) y lógicamente construida, con
una aplicación amplia.

Sin embargo, no tiene nada que ver con Freud en el hecho de que Rogers
considera a las personas como básicamente buenas o saludables, o por lo menos
no malas ni enfermas. En otras palabras, considera la salud mental como la
progresión normal de la vida, y entiende la enfermedad mental, la criminalidad y
otros problemas humanos, como distorsiones de la tendencia natural. Además,
tampoco tiene que ver con Freud en que la teoría de Rogers es en principio
simple.

En este sentido, no es solo simple, sino incluso ¡elegante! En toda su extensión, la


teoría de Rogers está construida a partir de una sola “fuerza de vida” que llama la
tendencia actualizada. Esto puede definirse como una motivación innata presente
en toda forma de vida dirigida a desarrollar sus potenciales hasta el mayor límite
posible. No estamos hablando aquí solamente de sobrevivencia: Rogers entendía
que todas las criaturas persiguen hacer lo mejor de su existencia, y si fallan en su
propósito, no será por falta de deseo.

Es importante en este punto tener en cuenta que a diferencia de cómo Marlow usa
el término, Rogers lo aplica a todas las criaturas vivientes También, el autor aplica
la idea a los ecosistemas, diciendo que un ecosistema como un bosque, con toda
su complejidad, tiene mucho mayor potencial de actualización que otro simple
como un campo de maíz. Si un simple bichito se extinguiese en un bosque,
surgirán otras criaturas que se adaptarán para intentar llenar el espacio; por otro
lado, una epidemia que ataque a la plantación de maíz, nos dejará un campo
desierto. Lo mismo es aplicable a nosotros como individuos: si vivimos como
deberíamos, nos iremos volviendo cada vez más complejos, y por tanto más
flexiblemente adaptables a cualquier desastre, sea pequeño o grande.

No obstante, las personas, en el curso de la actualización de sus potenciales,


crearon la sociedad y la cultura. En sí mismo esto no parece un problema: somos
criaturas sociales; está en nuestra naturaleza. Pero, al crear la cultura, se
desarrolló una vida propia. En vez de mantenerse cercana a otros aspectos de
nuestras naturalezas, la cultura puede tornarse en una fuerza con derecho propio.
Incluso, si a largo plazo, una cultura que interfiere con nuestra actualización
muere, de la misma manera moriremos con ella.

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Algunos principios del aprendizaje:

1.- Los seres humanos tienen natural potencialidad para aprender.

2.- El aprendizaje significativo se verifica cuando el estudiante percibe que la


materia por estudiar se relaciona con sus propios objetos.

3.- Es por medio de actos como se adquiere un aprendizaje más significativo.

4.- El aprendizaje es facilitado cuando el alumno participa de su proceso


responsablemente.

5.- El aprendizaje autoiniciado que comprende toda la persona del aprendiz (sus
sentimientos al igual que su inteligencia) es el más durable e impregnable.

6.- El aprendizaje socialmente más útil, en el mundo moderno, es el del propio


proceso de aprendizaje, una continua apertura a la experiencia y a la
incorporación dentro de sí mismo del proceso de cambio.

7.- Una persona no puede enseñar directamente a otra, solo puede facilitar su
aprendizaje

8.- Una persona se resiste por medio de la negación o la distorsión a una


experiencia que, al asimilarla, provocaría un cambio en su propia organización

9.- La estructura y la organización propias de una persona se vuelven rígidas bajo


amenaza y se relajan si la persona no se siente amenazada.

La teoría humanista de la personalidad de Carl Rogers enfatiza la importancia de


la tendencia hacia la autorrealización en la formación del autoconcepto. Según
Rogers el potencial del individuo humano es único, y se desarrolla de forma única
dependiendo de la personalidad de cada uno.

De acuerdo a Carl Rogers (1959), las personas quieren sentir, experimentar y


comportarse de formas que son consistentes con la autoimagen. Cuanto más
cercana esta la autoimagen y el yo ideal, más consistentes y congruentes son las
personas y más valor creen que tienen.Junto a Abraham Maslow, Rogers se
centró en el potencial de crecimiento de individuos sanos y contribuyó
enormemente a través de la Teoría de humanista la personalidad a la
comprensión del self (el “sí mismo” o el “Yo”, en español).

Tanto las teorías de Rogers como las de Maslow se centran en las elecciones
individuales, y ninguna de las dos sostiene que la biología es determinista.
Ambos enfatizaron el libre albedrío y la auto-determinación que tiene cada
individuo para convertirse en la mejor persona que puedan llegar a ser.

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La psicología humanista enfatizaba el rol activo del individuo en dar forma a su
mundo interno y externo. Rogers avanzó en este campo subrayando que los
humanos son seres activos y creativos, que viven en el presente y responden de
forma subjetiva a las percepciones, relaciones y encuentros que se estén dando
actualmente.

Acuñó el término “tendencia a la actualización”, que se refiere al instinto básico


que tienen las personas a llegar a su capacidad máxima. A través del
asesoramiento o terapia centrada en la persona y de investigaciones científicas,
Rogers formó su teoría del desarrollo de la personalidad.

Rogers creía que las personas son buenas y creativas de forma inherente, y que
se vuelven destructivas solo cuando un auto-concepto pobre (la imagen que
tenemos de nosotros mismos) o las limitaciones exteriores invalidan el proceso de
alcanzar el potencial.

Según Carl Rogers, para que una persona alcanzara la auto-actualización, debe
mantenerse en un estado de congruencia. Esto significa que la auto-actualización
ocurre cuando el “Yo ideal” de la persona (quién le gustaría llegar a ser) es
congruente con sus comportamientos reales.

Rogers describe al individuo que se está actualizando como una persona


plenamente funcional. El principal determinante de si llegaremos a convertirnos
personas actualizados o no son las experiencias en la infancia. Afirmaba que
todas las personas podían conseguir sus objetivos y deseos en la vida. Cuando lo
hacían, la auto-actualización había tenido lugar. Las personas que son capaces de
auto-actualizarse, que no constituye la totalidad de humanos, son llamadas
“personas plenamente funcionales”.

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Esto significa que la persona tiene contacto con el aquí y ahora, sus experiencias
subjetivas y sus sentimientos, y que está en continuo crecimiento y cambio.Rogers
veía a la persona plenamente funcional como un ideal que muchas personas no
llegan a alcanzar. No es correcto pensar en esto como si fuera la finalización del
itinerario de la vida; es un proceso de cambio.

Rogers identificó cinco características de la persona plenamente funcional:

1- Apertura a la experiencia

Estas personas aceptan tanto las emociones positivas como las negativas.
Las emociones negativas no son negadas, sino examinadas (en lugar de recurrir a
mecanismos de defensa del yo). Si una persona no puede abrirse a sus propios
sentimientos, no se puede abrir a la actualización del yo.

2- Vivencia existencial

Esto consiste en estar en contacto con las diferentes experiencias tal y como
ocurren en la vida, evitando prejuzgar y las preconcepciones. Incluye ser capaz de
vivir y apreciar de forma plena el presente, no estar siempre mirando al pasado o
al futuro, ya que el primero se ha ido y el último ni siquiera existe. Esto no significa
que no debamos aprender de lo que nos ocurrió en el pasado o que no debamos
planificar cosas para el futuro. Simplemente, debemos reconocer que el presente
es lo que tenemos.

3- Confianza en nuestro organismo

Hay que prestar atención y confiar en los sentimientos, instintos y reacciones


viscerales. Debemos confiar en nosotros mismos y hacer aquello que creemos
que es correcto y que surge de forma natural. Rogers se refiere con esto a la
confianza que debemos tener en el propio yo, indispensable para estar en
contacto con la auto-actualización.

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4- Creatividad

El pensamiento creativo y la asunción de riesgos son característicos de la vida de


las personas. Esto incluye la habilidad para ajustarse y cambiar buscando nuevas
experiencias. Una persona completamente funcional, en contacto con la propia
actualización, siente el impulso natural de contribuir a la actualización de los que le
rodean. Esto se puede realizar mediante la creatividad en las artes y las ciencias,
a través del amor paternal o, simplemente, llegando a hacer lo mejor posible el
propio oficio.

5- Libertad experiencial

Las personas plenamente funcionales están satisfechas con sus vidas, ya que las
experimentan con un verdadero sentido de libertad. Rogers afirma que la persona
que funciona plenamente reconoce el libre albedrío en sus acciones y asume las
responsabilidades de las oportunidades que se le brindan.

Para Rogers, las personas plenamente funcionales están bien ajustadas, bien
equilibradas y son interesantes de conocer. A menudo, estas personas consiguen
grandes cosas en la sociedad.

TERAPIA GESTALT

La terapia Gestalt es una psicoterapia que tiene como objetivo, además de ayudar
al paciente a sobreponerse a ciertos síntomas, permitirle llegar a ser más
completo y creativamente vivo y liberarle de los bloqueos y asuntos inconclusos
que disminuyen su satisfacción óptima, autorrealización y crecimiento.

Se le considera parte de la psicología humanista (o Tercera Fuerza) dentro de la


psicología de la posmodernidad, la cual se caracteriza por no estar enfocada
exclusivamente a tratar al enfermo y a sus psicopatologías, sino también para
desarrollar el potencial humano, desde un ejercicio de la psicología positiva. Sin
embargo, otros autores prefieren referirse a ella como una psicología existencial,
más que como una psicología humanista, pues el concepto de autorrealización de
la psicoterapia gestáltica implica la necesidad de una interacción entre el
organismo y el campo, en el establecimiento de una relación con otros o con el
mundo.

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La American Psychological Association (APA) se refiere a la terapia Gestalt como
uno de los tres tipos de terapia humanista especialmente relevantes, señalando
que se basa en el “holismo organísmico”, la importancia de ser consciente del
aquí-y-ahora y que cada uno acepte la responsabilidad de sus propios actos.

A diferencia de otros enfoques, la terapia Gestalt se enfoca más en los procesos


que en los contenidos. Pone énfasis sobre lo que está sucediendo, se está
pensado y sintiendo en el momento, por encima de lo que fue, pudo haber sido,
podría ser o debería estar sucediendo.
Utiliza el método del darse cuenta predominando el percibir, sentir y actuar. El
paciente aprende a hacerse más consciente de lo que siente y hace. De este
modo, va desarrollando su habilidad para aceptarse y para experimentar el “aquí y
ahora” sin tanta interferencia de las respuestas fijadas del pasado.
Al igual que las demás terapias humanistas, centradas en el cliente en lugar del
terapeuta como una «autoridad», la terapia gestalt prefiere usar el término “cliente”
que “paciente”, ya que un “paciente” es alguien enfermo que va a que otro le cure,
mientras que “cliente” es un término más neutro, el cual sólo indica que es alguien
que acude a la consulta del terapeuta. En esta terapia, el cliente es quien tiene
que “autocurarse”, el terapeuta sólo le acompaña y le ayuda para que lo consiga,
haciendo más bien una función de facilitador y no tanto de “curador”.

El enfoque gestáltico descansa sobre una serie de premisas:

 El ser humano no percibe las cosas como entidades aisladas, sino que las
organiza en entidades significativas. Es la organización de hechos,
percepciones, conductas y fenómenos, o y no los elementos individuales de
los cuales se componen, lo que los define y les da su significado específico y
particular.
 Toda la vida y los comportamientos humanos son gobernados por un proceso
de homeostasis o adaptación, mediante el cual todo organismo busca su
equilibrio y satisfacer sus necesidades. Cuando el proceso de autorregulación
homeostática falla, el organismo permanece en estado de desequilibrio.
Entonces es incapaz de satisfacer sus necesidades y se enferma.
 El ser humano es un organismo unificado (concepto holístico), por lo tanto
debemos tratar al hombre en su totalidad. Actividad mental y actividad física
son dos niveles que corresponden a órdenes diferentes de materia y no a una
división mente-cuerpo.
 La fantasía es la actividad interna utilizadora de símbolos. Cada generación
hereda las fantasías de las generaciones anteriores acumulando mayor
conocimiento y entendimiento.
 El comportamiento se manifiesta tanto en el nivel aparente de la actividad
física como en el nivel inaparente de la actividad mental. Pensamientos y
acciones son hechos del mismo material y por eso podemos trasponerlos de
un nivel a otro en un campo unificado.

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 Ni el cliente ni el terapeuta están limitados a lo que dice o piensa el cliente,
sino que deben también tomar en cuenta lo que hace. Lo que hace en un
momento dado, es una clave de lo que piensa, y lo que piensa es una clave de
lo que le gusta hacer.
 Por medio de la experiencia de sí mismo en los tres niveles del fantasear, el
representar roles y el hacer, el cliente irá llegando a un entendimiento de sí
mismo.
 Ningún individuo es autosuficiente, es decir, puede existir únicamente en un
campo compuesto por él y su entorno. La naturaleza de la relación entre el
individuo y su entorno determinan su conducta. Si la relación es satisfactoria,
el individuo se siente satisfecho, si la relación es conflictiva, el comportamiento
es anormal.
 El enfoque gestáltico considera al individuo como una función del campo
organismo/entorno y su conducta como un reflejo de sus relaciones dentro de
ese campo. La vida humana es una interacción entre ambos campos, el
individuo y su entorno, en el marco de cambios continuos. Para sobrevivir, el
individuo tiene que cambiar constantemente. Cuando se hace incapaz de
alterar sus técnicas de interacción, se enferma.
 El neurótico ha perdido la capacidad de organizar su comportamiento de
acuerdo a una jerarquía indispensable de necesidades y no puede
concentrarse. Tiene que aprender a identificar sus necesidades y a quedarse
en una situación el tiempo suficiente como para completar la gestalt, restaurar
su equilibrio perturbado y seguir adelante.
 Los seres humanos sienten una necesidad de realizar rituales, una necesidad
de contacto con un grupo como expresión de su sentido de identificación
social. El ritual hace más clara la gestalt, brinda orden, firma y objetivos. El ser
humano necesita el contacto con los otros. Las perturbaciones neuróticas
surgen de la incapacidad del individuo de encontrar un balance entre sí mismo
y el resto del mundo.
 El darse cuenta siempre transcurre en el presente, el «aquí-y-ahora». El
objetivo de la terapia es darle al cliente los medios para que pueda resolver
sus problemas actuales y los que puedan surgir en el futuro. Si logra darse
cuenta plenamente de sí mismo y de sus acciones en todos sus niveles -
fantasía, verbal y físico -, podrá ver cómo él mismo produce sus propias
dificultades y, al reconocerlas, podrá ayudarse a resolverlas. El darse cuenta le
da al cliente el sentido de sus propias capacidades y de sus habilidades.

La terapia Gestalt tiene el objetivo de aumentar el autoapoyo, sobre la base de


aumentar la conciencia del individuo en la responsabilidad que tiene en su propio
bienestar. Esta actividad terapéutica se articula en torno a dos formas esenciales
de trabajo:

 El cierre de situaciones inconclusas del pasado (“gestalt abierta”), en las que la


persona se quedó bloqueada, debido a la interrupción del proceso natural de
contacto y retiro.

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 Aumentar la conciencia de sí mismo, en las distintas áreas de percepción del
sí mismo: las sensaciones, los pensamientos y los sentimientos. De este modo
se logra incrementar la responsabilidad o capacidad de respuesta del individuo
ante sus necesidades y la realidad circundante actual.

Consiste en que el paciente se da cuenta a través de un insight de lo que está


sintiendo, pensando o haciendo. Para cambiar una conducta es imprescindible
tomar plena consciencia de cuál es la función que cumple en la vida de la persona.

El aquí y ahora: vivir y sentir la realidad del presente de la persona, sin adjetivos.
Para ello durante la terapia frecuentemente se recurre a la conciencia del propio
cuerpo.
Es fundamental para la terapia el uso de la primera persona: el paciente necesita
tomar conciencia de sí, sin ocultarse usando la segunda persona, o incluso un
sujeto colectivo.
El trabajo en terapia Gestalt está fundamentado en el lenguaje no verbal, es decir,
el lenguaje corporal y el tono de voz. Frecuentemente, el lenguaje verbal da una
información que contradice su expresión corporal. En ocasiones, el paciente trata
de justificarse con abundante cantidad de información que le descontacta con la
realidad. Cuando hace aparición esta forma inconsciente de controlar la terapia, el
terapeuta Gestalt vuelve a conectar al paciente con su cuerpo.

La técnica de la “silla vacía” ha sido comúnmente asociado con la práctica de la


terapia Gestalt, y consiste básicamente en crear mentalmente un personaje con el
cual se quiere confrontar algún problema, entonces asumir su rol en su lugar y
después contestar en el lugar del cliente con el rol que le pertenece a él mismo. Es
el elemento básico para el trabajo terapéutico en este enfoque. Consiste
básicamente en poner en evidencia el diálogo interno de la persona. Durante la
terapia con la silla caliente el paciente va pasando de una silla a otra,
representando cada uno de los roles y expresando sus emociones, de tal suerte
que, esté donde esté, todas las ideas y sentimientos son del propio paciente. De
esa forma se logra el principal objetivo de la silla, que es la recogida de la
proyección y el cierre de la situación.

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EXISTENCIALISMO

El existencialismo es una corriente filosófica que tuvo su origen en el siglo XIX y


se prolongó aproximadamente hasta la segunda mitad del siglo XX. Los filósofos
existencialistas se centraron en el análisis de la condición humana, la libertad y
la responsabilidad individual, las emociones, así como el significado de la vida.

No se trata de una escuela filosófica homogénea ni sistematizada, y sus


seguidores se caracterizan principalmente por sus reacciones contra la filosofía
tradicional. Actualmente se consideran tres tipos de "escuelas" existencialistas: el
existencialismo cristiano, el existencialismo agnóstico y el existencialismo ateo.

Nunca existió un acuerdo general sobre la definición de existencialismo. El término


a menudo es visto como una conveniencia histórica que fue inventada para
describir a muchos filósofos, en retrospectiva, mucho después de haber muerto.
De hecho, aunque generalmente se considera que el existencialismo se originó
con la obra de Kierkegaard, fue Jean-Paul Sartre el primer filósofo prominente en
adoptar el término para describir su propia filosofía. Sartre propone la idea de que
“Todos los existencialistas tienen en común la doctrina fundamental de que la
existencia precede a la esencia” lo que significa que la consideración más
importante para la persona es el hecho de ser un ser consciente que actúa de
forma independiente y responsable: «la existencia», en lugar de ser etiquetado
con roles, estereotipos, definiciones u otras categorías preconcebidas que se
ajustan al individuo: «la esencia». La vida real de la persona es lo que constituye
lo que podría llamarse su «verdadera esencia» en lugar de estar allí atribuido a
una esencia arbitraria que otros utilicen para definirla.

Según el filósofo Steven Crowell, definir el existencialismo ha sido relativamente


difícil, y argumenta que se comprende mejor como un enfoque general que se
utiliza para rechazar ciertas filosofías sistemáticas, y no como una filosofía
sistemática en sí.

Uno de sus postulados fundamentales es que en el ser humano "la existencia


precede a la esencia" (Sartre), es decir, que no hay una naturaleza humana que
determine a los individuos, sino que son sus actos los que determinan quiénes
son, así como el significado de sus vidas. El existencialismo defiende que el
individuo es libre y totalmente responsable de sus actos. Esto incita en el ser
humano la creación de una ética de la responsabilidad individual, apartada de
cualquier sistema de creencias externo a él.

En líneas generales el existencialismo busca una ética que supere a los


moralismos y prejuicios; esto, al observador neófito puede resultarle contradictorio,
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ya que la ética buscada por el existencialismo es una ética universal y válida para
todos los seres humanos, que muchas veces no coincide con los postulados de
las diversas morales particulares de cada una de las culturas preexistentes.

Su enfoque se centra en la existencia propia del hombre, de su ser, y en la


búsqueda de soluciones a los problemas del hombre. La razón no es la única que
muestra la realidad, también los sentimientos más elementales como la frustración
y la angustia son capaces de mostrarla. El pesimismo se encuentra acentuado
dentro de esta filosofía. Sin embargo a pesar del remarcado pesimismo, el
existencialismo concibe que sólo el hombre existe y que solo él es capaz (aún
dentro del pesimismo) de encontrar positivismo y concebir su propia esencia. El
hombre es libre y es el único en crear su mundo.

La popularidad del existencialismo surge luego de la segunda guerra mundial,


como un desahogo de pensamiento y a la pérdida de valores que dejó este
conflicto. Existen tres escuelas de razonamiento existencialista: el existencialismo
Ateo, el existencialismo agnóstico y el existencialismo cristiano.

El existencialismo ateo tiene como principio fundamental el rechazo hacia toda


creencia inmaterial, metafísica o religiosa. Según esta corriente, la naturaleza
humana no existe, porque no existe un Dios que la procree; es el hombre quien se
percibe a sí mismo como ser y es el único que determinará qué quiere ser. Entre
los más destacados exponentes de esta escuela se encuentran: Jean Paul Sartre
y Albert Camus.

El existencialismo cristiano, se distingue por plantear la posibilidad de una etapa


religiosa como hipótesis de salvación; esta escuela recurre a fundamentos
religiosos como el pecado original, la pérdida de la inocencia, etc. Para definir el
principio metafísico, como probabilidad concreta de los hombres. Otro rasgo
característico es la afirmación de que el bien más alto que todo ser humano puede
encontrar, es su vocación propia. Entre sus exponentes más importantes se
encontraban: Gabriel Marcel y Soren Aabye Kierkegaard

El existencialismo agnóstico se fundamentaba en las observaciones y


experiencias. Esta doctrina considera la religión como un elemento importante en
la cultura e historia de los seres humanos, así como no refuta la existencia de un
Dios, sin embargo opina, que es algo que no se puede probar o evidenciar. Sus
más grandes exponentes fueron: Martin Heidegger y Albert Camus.

Para el existencialismo, existir es estar en el mundo y relacionarse con las cosas y


otros seres existentes. Pero no se trata simplemente de estar entre las cosas, sino
en dirigirse hacia ellas. Esta actitud se entiende como trascendencia, esto es, salir
de la propia conciencia para dirigirse hacia el Mundo.

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TEORÍA Y PRÁCTICA

Las decisiones prácticas en las ciencias del comportamiento se han venido


apoyando en conocimientos supuestamente obtenidos a partir de indagaciones
que, también supuestamente, siguen las normas de la investigación científica.
Retomar la distinción entre sistemas sociales y epistemológicos implicada en la
oposición entre el sistema ciencia-técnica y el sistema interacción-comunicación
permite entender por qué la llamada “investigación científica” en el mundo de la
praxis arroja resultados tan inconsistentes, y es tan inconsistente en sí misma.

Parecería que la indagación en el mundo de la praxis no puede seguir los


esquemas del mundo de la ciencia y la técnica. Si se suma a esta inquietud el
hecho de que los conceptos teóricos en las ciencias del comportamiento son
deudores del positivismo y el funcionalismo, es discutible la misma posibilidad de
trabajar científicamente en este campo.

Se ofrecen también varias perspectivas históricas del problema, que ilustran cómo
la metodología en las ciencias del comportamiento se ha ido constituyendo en un
conjunto de prácticas esterotipadas, incompletas y sui generis que se han dado
por la quintaesencia de la cientificidad. En efecto, las relaciones entre praxis,
teoría, investigación y metodología son difíciles en las ciencias del
comportamiento.

El problema de las relaciones entre la teoría y la práctica en el Trabajo Social es el


objeto de estudio de la epistemología en esta disciplina. La filosofía de la ciencia
se preocupa por los problemas del conocimiento, tratando de dar respuesta a un
sinfín de preguntas.

Las diversas disciplinas de la ciencia social comparten un conjunto de problemas


epistemológicos que emergen de la naturaleza misma del objeto de estudio de
esta área disciplinaria. Sin embargo, cada disciplina enfrenta problemas
epistemológicos específicos que surgen de las demandas particulares que impone
el conocimiento de situaciones o problemas específicos relacionados con el objeto
particular de estudio de cada disciplina.

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De esta manera, el conocimiento y la comprensión de las diversas corrientes de
pensamiento tiene sentido en este campo disciplinario en tanto ayuden a explicar
la influencia de diversos enfoques en la solución de problemas específicos
relacionados con las formas de intervenir en la realidad o de concebir problemas
sociales, políticas o acciones de las personas que se constituyen en actoras de
procesos sociales de interés profesional. Tomando en consideración la naturaleza
de la disciplina, el problema de las relaciones entre la teoría y la práctica se
constituye en el problema epistemológico central.

Para comprender el porqué de esta aproximación a la epistemología, se requiere


una comprensión de las premisas fundamentales que subyacen al Trabajo Social
como disciplina y profesión y que definen el carácter de su quehacer investigativo
y la intervención en los diversos niveles.

A) El Trabajo Social es la disciplina de la ciencia social que se ocupa del estudio e


intervención de la problemática de las relaciones sociales entre la sociedad civil y
el Estado que produce carencias en la calidad de vida y privación de los derechos
humanos de las personas. La naturaleza particular del Trabajo Social como
disciplina, que se preocupa por conocer un objeto de estudio para intervenir en
éste con el objetivo de modificar las condiciones que limitan su pleno desarrollo,
que ayudan a explicar la misma naturaleza disciplinaria del Trabajo Social, sus
diferencias y semejanzas con otras disciplinas de la ciencia social y los “nudos”
epistemológicos y conceptuales que prioritariamente tienen a ser abordados para
permitir un desarrollo científico del quehacer disciplinario.

B) Por esta misma naturaleza, el Trabajo Social es también una actividad


profesional. Como profesión, se caracteriza por su orientación hacia la práctica,
hacia la intervención en situaciones sociales concretas. Las y los Trabajadores
Sociales son, por lo tanto “solucionadores (as)” de problemas, interesándose por
el conocimiento que pueda ser “transformado” en acciones intencionadas que
posibiliten el cambio social.

C) Esta misma preocupación le otorga al Trabajo Social su carácter de ciencia


social aplicada y ciencia social del comportamiento.

D) El Trabajo Social es una práxis que desarrolla su quehacer científico mediante


una interacción de la teoría y la práctica.
30
E) La investigación en Trabajo Social debe preocuparse por la producción y
manejo riguroso y sistemático de información “utilizable”. Aquel conocimiento que
no tiene relación con cuestiones de Trabajo Social no es útil, pues éste se
preocupa por producir conocimientos que sirvan a la solución de problemas
relativos a su objeto de estudio, en todos los niveles de intervención (micro y
macro).

Antes de dedicarse en exclusiva a su teoría de la acción comunicativa,


aproximadamente hasta los años setenta del pasado siglo, Habermas dedicó
muchas páginas de sus obras a problemas epistemológicos, dentro de los que
sitúa la dicotomía de los sistemas ciencia-técnica e interacción-comunicación.

Esta dicotomía se rastrea en la diferenciación aristotélica entre la teoría y la


práctica, o a la más y especialmente para cambiar y mejorar nuestras vidas. La
guía en las reciente entre la técnica y práctica. No es una dicotomía nueva,
aunque sus perfiles lo sean. En el fondo, gran parte de la obra de Habermas en
este tiempo se destinaba a la constitución de una crítica del positivismo. Sobre
aquellas ideas se construye el siguiente conjunto de argumentos. Dijimos que es
urgente tomar decisiones prácticas. Pero la guía en las cuestiones prácticas no es
la técnica sino la práctica, la capacidad de pensar sobre cómo y por qué debemos
actuar para cambiar las cosas, cuestiones prácticas es la prudencia.

Ésta no es esencialmente una habilidad, sino la capacidad de reflexionar acerca


de cómo cambiar la realidad y de determinar en qué dirección debe darse ese
cambio. La práctica es necesaria para saber cómo actuar en situaciones
concretas, en las situaciones particulares que se conocen a partir de la
experiencia. La sabiduría práctica, la prudencia, se adquiere con el tiempo, pero
no por la vía de la investigación científica sino por la del conocimiento y la
experiencia del mundo.

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Se pueden aprender los principios de la acción, pero aplicarlos en el mundo real
en situaciones nuevas requiere ese conocimiento y esa experiencia del mundo.
Conocimiento y experiencia que el científico social y una gran parte de los
científicos de las ciencias del comportamiento necesitan para enfrentarse a su
objeto de estudio, y que comparten con las personas que estos científicos
estudian (Habermas, 1971, p. 458).

TEORÍA PSICOANALÍTICA

La teoría psicoanalítica o psicoanálisis es una pseudociencia que fue fundada a


finales del siglo XIX (alrededor de 1896) por el neurólogo austríaco Sigmund
Freud, uno de los intelectuales más influyentes del siglo XX. Esta teoría trata de
explicar las fuerzas inconscientes que motivan al comportamiento humano, es
decir, aquellos conflictos internos que aparecen durante la niñez y que afectan, a
posteriori, a los comportamientos y emociones del individuo. En el Psicoanálisis la
sexualidad es la base del desarrollo de las personas.

El psicoanálisis (del griego ψυχή [psyque], alma o mente; del alemánSeele, alma -
según definición del propio Freud en su artículo de 1883Tratamiento psíquico; y
ἀνάλυσις [analysis], análisis, en el sentido de examen o estudio). A partir del
psicoanálisis se han desarrollado posteriormente diversas escuelas de psicología
profunda o de orientación dinámica y analítica. Asimismo, la teoría ha influenciado
a muchas otras escuelas psicológicas y de terapias no necesariamente
psicoanalíticas.

El concepto de “psicoanálisis” designa, por una parte, aquel modelo téorico


descriptivo y explicativo de los mecanismos, procesos y fenómenos implicados en
la vida anímica humana. Este modelo se basa en las teorías de Sigmund Freud
sobre la psicodinámica de lo inconsciente. Por otra, “psicoanálisis” se refiere
también a la terapia psicoanalítica, es decir, a un conjunto de procedimientos y
técnicas terapéuticas para el tratamiento de conflictos internos y de relaciones
interpersonales.

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Finalmente, puede referirse además al método psicoanalítico: un método de
investigación que ha sido aplicado más allá de la psicología clínica individual, al
análisis de fenómenos culturales, por ejemplo en etnología y antropología (entre
otras disciplinas). El desarrollo del psicoanálisis es permanente en estos tres
aspectos por parte de investigadores y clínicos. El psicoanálisis moderno se
caracteriza por el pluralismo teórico, metódico y terapéutico. Si el psicoanálisis
puede ser considerado una teoría científica es un asunto que en círculos
académicos y profesionales continúa siendo controvertido.

Según el psicoanálisis, los síntomas histéricos y neuróticos tienen su origen en


conflictos inconscientes, los cuales pese a ser ajenos por completo al consciente
del analizado, pugnan por emerger a la conciencia. El resultado entre la represión
y la fuerza emergente del material reprimido es una formación de compromiso; el
síntoma histérico o neurótico. El objetivo de la terapia es vencer las resistencias
para que el analizado acceda a las motivaciones inconscientes de sus
sentimientos, actitud o conducta. Freud, en una de las oportunidades en las que
describe la operación que lleva a cabo la terapia analítica, lo hace en estos
términos: "la rectificación con posterioridad del proceso represivo originario".

La regla fundamental de la técnica psicoanalítica es la asociación libre. El analista


introduce al paciente en la técnica solicitándole que le comunique todos los
pensamientos, ocurrencias, ideas o imágenes que se le pasen por la mente,
independientemente de que estos le parezcan absurdos, irrelevantes o
comprometedores, sin criticarlos o seleccionarlos. Al comunicar estos contenidos,
el analizado no debe tener en cuenta cuan insignificante, trivial o desagradable le
resulten, ya que esto sólo expresaría la acción de las resistencias».

Con la Teoría Psicoanalítica, Sigmund Freud quería demostrar que la mayor parte
de actividades que realiza el ser humano son inconscientes, dejando un pequeño
porcentaje para otras que las realizamos conscientemente. La gran mayoría de
ellas provienen desde la niñez, que se van desarrollando a lo largo de nuestras
vidas. Es por ello, que los conflictos que surgen desde pequeños se deben ir
paliando poco a poco y enseñando para que no influyan, a posteriori, en nuestra
vida adulta.

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El analista por su parte, también debe respetar reglas, particularmente las tres
siguientes:

Escuchar al analizado con una atención parejamente flotante, es decir, sin


privilegiar ningún elemento de su discurso, lo que implica que el analista «deje
funcionar lo más libremente posible su propia actividad inconsciente y suspenda
las motivaciones que habitualmente dirigen la atención». En palabras de Freud,
«el analista debe escuchar y no hacer caso de si se fija en algo».

Mantener una actitud neutral, en cuanto a los valores, es decir, no dirigir la cura en
función de un ideal religioso, moral o social, no juzgar, no aconsejar. La posición
debe ser igualmente neutral frente a las manifestaciones transferenciales y frente
al discurso, es decir, «no conceder a priori una importancia preferente, en virtud de
prejuicios teóricos, a un determinado fragmento o a un determinado tipo de
significaciones».

Observar una actitud de estricta abstinencia, lo que implica que el analista «no
satisface las demandas del paciente ni desempeña los papeles que éste tiende a
imponerle». El sentido de este principio es que la cura debe transcurrir de tal
forma que el analizado no se sirva de ella para obtener satisfacciones sustitutivas
de sus síntomas.

En cuanto a la interpretación, su función no es propuesta como un enunciado que


refiera el material que ofrece el caso a una teoría sistematizada o no, que incluya
la experiencia propia del analista y el consenso de la comunidad analítica, sino
algo que se acercaría mucho más a un desciframiento. En este sentido, la
importancia de «que el analista no conozca las respuestas, excepto en la medida
en que el paciente dé las claves. El analista recoge las claves y hace las
interpretaciones

Los lapsus son actos erróneos para la conciencia, en los que se manifiesta una
descarga del inconsciente. Para Freud, expresa un motivo personal relevante,
desconocido para la personalidad consciente. A menudo el lapsus no es obvio y
se revela sólo después de una larga cadena de asociaciones.

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Todo este tema se define como un conjunto de teorías psicológicas y técnicas
terapéuticas que tienen su origen en el trabajo y las teorías de Sigmund Freud. La
idea central en el centro del psicoanálisis es la creencia de que todas las personas
poseen pensamientos, sentimientos, deseos y recuerdos inconscientes. Por lo que
el contenido del inconsciente a la conciencia, las personas son capaces de
experimentar la catarsis y profundizar en su estado de ánimo actual

El psicoanálisis se sustenta bajo varios principios, que son los siguientes:

 El desarrollo de la personalidad está marcada principalmente por los


acontecimientos de nuestra primera infancia. Según Freud, las bases de
nuestra personalidad queda fijada a la edad de cinco años.
 La forma en que nos comportamos se encuentra influenciada en gran
parte por nuestros impulsos inconscientes.
 Cuando la información del inconsciente pasa a nuestro consciente,
puede conducirnos a una catarsis y permitirnos lidiar con el problema.
 Utilizamos una serie de mecanismos de defensa para protegernos de la
información contenida en nuestro subconsciente.
 Los problemas emocionales y psicológicos como la depresión y la
ansiedad, suelen tener sus raíces en los conflictos entre la mente
consciente e inconsciente.
 Un analista experto puede ayudar a traer ciertos aspectos del
subconsciente a la conciencia mediante el uso de una variedad de
estrategias psicoanalíticas tales como análisis de los sueños y la libre
asociación.

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TEORÍA DE LOS SISTEMAS

En un sentido amplio, la Teoría General de Sistemas (TGS) se presenta como una


forma sistemática y científica de aproximación y representación de la realidad y, al
mismo tiempo, como una orientación hacia una práctica estimulante para formas
de trabajo transdisciplinarias. En tanto paradigma científico, la TGS se caracteriza
por su perspectiva holística e integradora, en donde lo importante son las
relaciones y los conjuntos que a partir de ellas emergen. En tanto práctica, la TGS
ofrece un ambiente adecuado para la interrelación y comunicación fecunda entre
especialistas y especialidades. Bajo las consideraciones anteriores, la TGS es un
ejemplo de perspectiva científica (Arnold & Rodríguez, 1990a). En sus distinciones
conceptuales no hay explicaciones o relaciones con contenidos preestablecidos,
pero sí con arreglo a ellas podemos dirigir nuestra observación, haciéndola operar
en contextos reconocibles. Los objetivos originales de la Teoría General de
Sistemas son los siguientes:

A) Impulsar el desarrollo de una terminología general que permita describir las


características, funciones y comportamientos sistémicos.

B) Desarrollar un conjunto de leyes aplicables a todos estos comportamientos

C) Promover una formalización (matemática) de estas leyes.

La primera formulación en tal sentido es atribuible al biólogo Ludwig von


Bertalanffy (1901-1972), quien acuñó la denominación "Teoría General de
Sistemas". Para él, la TGS debería constituirse en un mecanismo de integración
entre las ciencias naturales y sociales y ser al mismo tiempo un instrumento
básico para la formación y preparación de científicos. Sobre estas bases se
constituyó en 1954 la Society for General Systems Research, cuyos objetivos
fueron los siguientes:

 Investigar el isomorfismo de conceptos, leyes y modelos en varios campos


y facilitar las transferencias entre aquellos.
 Promoción y desarrollo de modelos teóricos en campos que carecen de
ellos.
 Reducir la duplicación de los esfuerzos teóricos d. Promover la unidad de la
ciencia a través de principios conceptuales y metodológicos unificadores.

La Teoría General de Sistemas fue concebida por Ludwig von Bertalanffy en la


década de 1940 con el fin de proporcionar un marco teórico y práctico a las
ciencias naturales y sociales. La teoría de Bertalanffy supuso un salto de nivel
lógico en el pensamiento y la forma de mirar la realidad que influyó en la
psicología y en la construcción de la nueva teoría sobre la comunicación humana.
Mientras el mecanicismo veía el mundo seccionado en partes cada vez más

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pequeñas, el modelo de los sistemas descubrió una forma holística de
observación que desveló fenómenos nuevos (que siempre estuvieron ahí pero se
desconocían) y estructuras de inimaginable complejidad.

Un Sistema es un conjunto de elementos en interacción; ordenadores, bandada de


patos, cerebro, etcétera. En el caso de sistemas humanos (familia, empresa,
pareja, etcétera) el sistema puede definirse como un conjunto de individuos con
historia, mitos y reglas, que persiguen un fin común.

Por lo tanto todo sistema se compone de un aspecto estructural (límites,


elementos, red de comunicaciones e informaciones) y un aspecto funcional.

La Teoría General de Sistemas distingue varios niveles de complejidad:

 Sistema: totalidad coherente, por ejemplo una familia


 Suprasistema: medio que rodea al sistema; amigos, vecindad, familia
extensa…
 Subsistemas: los componentes del sistema; individuos.

Principios de la Teoría General de Sistemas

 Totalidad: El sistema trasciende las características individuales de sus


miembros
 Entropía: Los sistemas tienden a conservar su identidad
 Sinergia: Todo cambio en alguna de las partes afecta a todas las demás y
en ocasiones al sistema
 Finalidad: los sistemas comparten metas comunes
 Equifinalidad: Las modificaciones del sistema son independientes de las
condiciones iniciales
 Equipotencialidad: Permite a las partes restantes asumir las funciones de
las partes extinguidas
 Retroalimentación: Los sistemas mantienen un constante intercambio de
información
 Homeostasis: Todo sistema viviente se puede definir por su tendencia a
mantenerse estable
 Morfogénesis: Todo sistema también se define por su tendencia al cambio.

Tipos de Sistemas

Sistemas abiertos: Mantienen unas fronteras abiertas con el mundo (el resto de
sistemas) con los que comparten intercambios de energía e información.

Sistemas cerrados Hay muy poco intercambio de energía e información con el


medio más amplio en que viven.

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CONCLUSIÓN

La creencia marxista de que el desarrollo humano es una marcha inevitable hacia


el comunismo empuja a la psicología marxista hacia una creencia en el
conductismo. Su visión determinista del desarrollo humano parece excluir el libre
albedrío, aproximando la posición conductista de que nuestras decisiones y
acciones resultan de la respuesta del cerebro a los estímulos.

La psicología social como esfera aplicada de la ciencia psicológica, está


indisolublemente ligada a otras ciencias sociales, como sociología, antropología y
economía, sin embargo, durante, muchos años, el predominio del positivismo en la
psicología social tuvo un rol predomínante en la expresión de esta disciplina,
conduciendo a la proliferación de los diseños sobre el comportamiento de
variables individuales parciales en relación con variables sociales igualmente
parciales, que iban desde la condición social, racial u otra, de los individuos
estudiados, hasta formas muy puntuales de influencia social. En este contexto la
psicología social perdió completamente su capacidad de integración con otras
ciencias para el estudio del hombre y la sociedad.

Es por esta razón que Marx, Lukacs, Gramsci, Habernas y Roger desarrollaron
implícitamente teorías de concepción sobre el sujeto social en el papel que le
dieron a las clases en el desarrollo de la sociedad, comprender la sociedad como
la integración de fuerzas vivas, configuradas por distintas clases, instituciones,
grupos y sectores, es la única forma de lograr aportes relevantes desde la
psicología al desarrollo de una Teoría social general. Esta integración de fuerzas
no es susceptible de una representación estática, donde cada una de ellas
mantenga valores únicos a los efectos de su significación social.

El sentido dinámico, subjetivo, de las diferentes unidades de integración social en


el movimiento social, dependerá de su integración en un marco económico,
político, cultural y social en los distintos momentos irrepetibles por los que
transcurre el desarrollo social. Una clase, grupo o institución, pueden ser sujetos
sociales en un momento histórico concreto del devenir de una sociedad y perder
ese protagonismo en otro momento.

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BIBLIOGRAFÍA

"Fronteras de la emancipación" (clases sociales a debate) en Actuel Marx,


Universidad ARCIS, Santiago de Chile, 2004.

Marx, Karl, "Manuscritos: Economía y Filosofía" , Alianza Editorial, Madrid 1968,


trad. e intr. Francisco Rubio Llorente

Habermas, Jürgen (1987). Teoría de la acción comunicativa [1981]. Taurus,


Madrid.

ROGERS, C. y Mariam KINGET (1971) Psicoterapia y relaciones humanas (dos


tomos). Madrid: Alfaguara.

ROGERS, C. (1972) Psicoterapia centrada en el cliente. Buenos Aires: Paidós

JOHANNSEN, O. introducción a la teoría general de sistemas. Facultad de


economía y administración. universidad de chile. 1975.

.https://prezi.com/_wz-gw_0t-rf/teoricemos-el-trabajo-social-marxismo/

https://filosofia.idoneos.com/350148/

https://www.trabajo-social.es/2013/09/concepto-de-clase-social-de-marx.html

http://www.gramsci.org.ar/GRAMSCILOGIAS/gruppi-heg-gramsci.htm

https://www.psicoactiva.com/blog/psicoanalisis-enfoque-psicoanalitico-la-
psicologia/

https://www.universidadviu.es/historia-la-teoria-psicoanalitica/

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