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Es innegable que algunos hechos tales como su marco geográfico (hay que recordar que
Inglaterra es una isla; hecho fundamental para evitar las invasiones, lo cual no les
eximió de mantener conflictos bélicos) y la disponibilidad de materias primas
fundamentales para el proceso industrializado (tales como el carbón o el hierro)
constituyen los únicos acontecimientos que se dieron completamente al azar. Cierto es
que de estas dos casualidades han podido surgir otros sucesos posteriores, pero para ello
se necesitó un trabajo de fondo e innovaciones realizadas a lo largo de un periodo de
tiempo determinado. Un ejemplo sería la simplicidad que tuvieron para construir una
red nacional de transportes que fuera bastante barata y que facilitara el comercio
interior.
Toda esta labor que se estaba desarrollando vino dada por un proceso de invención y de
difusión de la innovación constante. Destacan desde una perspectiva de mayor
importancia los micro-inventos con los que poco a poco se fue desarrollando una mayor
eficiencia y eficacia de las máquinas que se fueron introduciendo y, los continuos
esfuerzos por ir buscando respuestas a los desafíos planteados por los “cuellos de
botella”. Un ejemplo, el provocado por la “Lanzadera” de John Kay que se intentó
resolver a través de innovaciones en el tejido hilado como la “Spinning Jenny”, la cual
producía hilos débiles que provocaron otro “cuello de botella”, resuelto por otro
invento, y así sucesivamente.
Podemos concluir que hemos refutado la teoría de Crafts (R.I. promovida casi
únicamente por cambios producidos al azar) y que hemos ratificado la teoría de Rostow
(take- off mediante procesos de cambio ocurridos cronológicamente). Podemos por
tanto establecer que, aunque existieron transformaciones nacidas por un factor suerte
(como puede ser la especialización en la industria textil que más tarde iba a poder
mecanizarse), la mayor parte del cambio provino de una serie de acontecimientos
históricos que se enlazaron en un proceso lento y que desembocaron en lo que hoy
conocemos como “Revolución Industrial”.
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