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Portada Principal

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Portada Interior

Alumbramiento sobrenatural

Por
Jackie Mize

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Créditos

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Dedicatoria

A Terry, mi esposo, el amor de mi vida. Tú me enseñaste (y algunas veces


me hiciste) creer en Dios y tener fe en Su Palabra. Por causa de eso, ¡Tenemos
estos cuatro grandiosos hijos! Gracias por ayudarme a recibir los deseos de mi
corazón. Te amo.

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Contenido
Prólogo por Lindsay Roberts 6
Prefacio 9
Introducción por Terry Mize 11
1 ¿Dónde Comienzas? 13

2 ¿Qué Dice Dios? 19

3 ¿Cómo Funciona? 23

4 ¿Qué Debo Decir? 30

5 ¿Puedo Ser Una Madre Gozosa de Hijos? 34

6 Enfrentando el Problema 42
7 Conclusión 47

8 Testimonios 48

9 Epilogo por Terry Mize 64

10 Confesiones y Oraciones 67

La Importancia de la Confesión 67

Tratando Con El Temor y Los Pensamientos 73

Confesión: Salmo 91 76

Confesión; Salmo 103 77

Antes del Embarazo: Deseo de Concebir,


Plenitud sobre la esterilidad 78

Durante El Embarazo ó Amenaza de Aborto 83

Alumbramiento 88

Dedicación del Bebé 89

Oración de Salvación 91
Prólogo
5
Por Lindsay Roberts

Alabo a Dios por que Jackie escribió este libro sobre el alumbramiento
sobrenatural. Después de seis embarazos, puedo decir por experiencia propia que
ésta es la más grande enseñanza que jamás haya escuchado, de acuerdo a la palabra
de Dios, sobre el embarazo y el alumbramiento. Hasta que descubrí realmente
estos principios espirituales y como se aplican en el terreno del alumbramiento,
pensaba que estaba destinada al dolor y a los problemas para tener bebés.

Había tenido dos abortos naturales, un tumor, y muchas dificultades durante


el embarazo. Cuando finalmente llevé a término un embarazo, tuve un trabajo de
parto relativamente corto, desde luego que con el dolor y la agonía más increíbles
que jamás podría haber imaginado. Entonces, después de solo treinta y seis horas,
mi precioso hijo, Richard Oral, se fue a estar con el Señor. Así que después de
experimentar el dolor del aborto, del alumbramiento y de la muerte, ciertamente
estaba abierta para un milagro cuando me embarazara otra vez.

Me habían dado el casete de Jackie “Alumbramiento Sobrenatural” y tan


solo por el título ya me fascinaba. Nunca había escuchado algo así y me encontré a
merced de mi curiosidad. Necesitaba un milagro, una intervención sobrenatural de
Dios.

Después de escuchar completamente toda la cinta, lo puse una y otra vez,


tomando notas sobre todo lo que oía. Inmediatamente comencé a buscar las
escrituras y descubrí las preciosas verdades en todo eso que se había dicho. Dios
realmente me había redimido de la maldición en el alumbramiento — incluyendo
el dolor. Continué oyendo el casete una y otra vez; lo puse para que lo oyera mi
esposo, mi mamá, y mi cuñada y aquellos que sabía que estarían en acuerdo
conmigo sobre los principios milagrosos del alumbramiento sobrenatural.

Fui liberada de la esclavitud del temor en el alumbramiento, especialmente


del temor de perder otro hijo. Aprendí como hablarle al bebé dentro de mí y como
hablar a cada parte de mi cuerpo y ordenarle que se sujete al orden perfecto de
Dios. Richard y yo asidos a las verdades de la Biblia acerca de nuestros derechos
en al alumbramiento, Aprendimos lo que es una contracción y ¡lo que la palabra
“labor” realmente significa! Obviamente, no íbamos a permitir que ni una palabra
se nos escapara.

Cuando el tiempo para dar a luz llegó, le pedí al Señor que me diera una
señal de cuando fuera el tiempo de partir al hospital, ya que estaba (muy segura)
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creyendo que no tendría dolor. Él lo hizo. La fuente se me rompió a las 10:00 p.m.,
y fuimos a la Ciudad de Fe. Cuando Llegue todos ellos se reían y decían, “De
seguro no estas lista para tener un bebé; estas demasiado calmada, demasiado
relajada.”

Así que solo para satisfacerme, me examinaron. Ya tenía seis centímetros de


dilatación. Me conectaron a un monitor que indicaba cuando las contracciones
venían. Todos nosotros reímos porque ¡nunca sentí algo! Camine, me senté,
hablé con mi familia y me di cuenta que Dios tenia un milagro para mi. Solo muy
al final del parto experimente dolor. Supe el momento exacto en el que dejé que los
principios de Dios se marcharan y permití que mis temores tomaran ventaja.
Aproximadamente por diecinueve minutos experimente dolor, ya muy hacia el
final, cuando supe que mi pequeño y hermoso niño estaba por nacer, Mi mente fue
rápido hacia el pasado, y el diablo hizo lo mas que pudo por arruinar mi
experiencia sobrenatural.

Sin embargo, Dios fue victorioso. Di a luz al más hermoso bebé de ocho
libras, seis onzas (3.925 Kg.)* que el mundo jamás haya visto. Cuando nuestra
querida pequeñita Jordan Lindsay vino a este mundo, me di cuenta que Dios estuvo
totalmente en control del alumbramiento. Él se encargó de todo el proceso desde el
principio, y gracias a Jackie, experimenté el nacimiento de nuestra pequeña niña en
la más bondadosa y sobrenatural manera que jamás haya conocido.

Los médicos le dijeron a Jackie que ella no podría tener hijos; los médicos
me dijeron que yo no podría tener hijos. Necesitaba sobreponerme al temor y a la
ansiedad para ser capaz de creerle a Dios por lo que su palabra dice: Que yo puedo
tener bebés. Me dió gran esperanza el ver que alguien había hecho esto: Jackie
tuvo cuatro hijos.

Desde entonces hemos recibido de parte del Señor dos pequeñitas más:
Kathryn Olivia y Chloe Elizabeth. El temor que me tuvo plagada por años
diciéndome que no podría tener hijos fue echado fuera y derrotado. Dios
ciertamente nos ha dado alumbramientos sobrenaturales.

* 1 Lb. = 456.5 g.

Esta enseñanza divina puede realmente cambiar tu vida si permites que


penetre dentro de tu mente, cuerpo, y espíritu. Oro por que ella sea de gran
bendición en toda área así como lo fue con Richard y conmigo.
7
Jordan Lindsay Kathryn Olivia

Chloe Elizabeth

8
Prefacio
Terry y yo hemos descubierto que Dios ya ha provisto para cada área de
nuestras vidas; Él no a dejado nada fuera. Encontramos en la Biblia que nosotros
somos gente de pacto, que Cristo nos ha redimido de la maldición de la ley; así que
nos mantenemos buscando en la palabra de Dios por todo aquello que él nos ha
otorgado en este plan de redención.

De la manera en que encontramos sanidad, prosperidad y todo aquello que


hemos necesitado de Dios, de esa misma manera hemos encontrado la voluntad de
Dios acerca de los hijos y del alumbramiento. Estudiamos la Biblia y aprendimos
lo que Dios tiene que decir acerca de la situación. Entonces cambiamos lo que
habíamos estado diciendo para estar de acuerdo con lo que la Biblia dice que Dios
dijo; en otras palabras, hicimos que nuestras palabras estuvieran de acuerdo con Su
Palabra. Encontramos que las mismas leyes y principios de fe que habíamos estado
usando para otras áreas podrían aplicarse también al área de tener bebés.

En el área de tener bebés, ciertamente ha habido muchas cosas que se han


dicho a través de los años (algunas buenas y algunas malas, algunas correctas y
otras equivocadas). La mayoría de las cosas que se nos dijeron fueron basadas en la
experiencia de alguien, y esta usualmente era mala.
Embarazo, tal como el mundo lo ve, son nueve meses de miseria. La gente
se ríe y hace bromas de esto. Esperan que una mujer embarazada este deprimida,
que este triste y malhumorada, que extrañe a su mamá y odie a su marido, en una
palabra; que se convierta en “todo un caso”. Se supone que es una terrible
experiencia para el marido. Se siente como si caminara sobre cascarones de huevo
tratando de mantener a su esposa feliz porque ella esta enferma de su estomago,
tiene mareos, se le antojan los escabeches, el helado y odia el sexo. En general,
esta no es una bonita imagen y ciertamente tampoco es una experiencia placentera.

El mundo dice que: dar a luz, o parir, es equivalente a desastre. Cada


película o programa de televisión que muestra a una mujer dando a luz confirma
los horrores de las historias que hemos estado manejando anteriormente por
generaciones de amigos y familiares. A la mujer se le ha enseñado que le toma, de
doce a veinte horas de dolor y agonía, y que ella pensará que está muriendo.
También se le ha dicho que es el dolor más horrible del mundo... ¿Ha oído
suficiente?

¡Yo si! Desgraciadamente, esta imagen encierra todo lo que he visto u oído
con relación a este tema, y estoy segura de que probablemente es lo mismo para ti.

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Pero Terry y yo decidimos hace ya mucho tiempo, que queríamos conocer lo
que Dios tiene que decir acerca de cada área de nuestras vidas.
Tenemos una bien cimentada, creencia fundamental: que Dios es más
inteligente de lo que somos nosotros y también que es más inteligente que
cualquier otra persona. De manera que tenemos que averiguar lo que Él dice y
después aprender como hacer que funcione en el ámbito de nuestra vida real.

En este libro quiero compartir contigo algunas de las verdades que Terry y
yo hemos aprendido de la Palabra de Dios y como las hemos puesto en practica.
Han sido una bendición para nosotros. Han cambiado totalmente el curso de
nuestras vidas, y queremos que ellas te ayuden a cambiar y a lograr lo que necesita
ser hecho en tu vida.

Hemos compartido estas verdades con la gente alrededor del mundo, y la


gente ha recibido milagros tremendos en sus vidas porque recibieron lo que Dios
tiene que decir acerca del tener hijos.

Oro por que abras tu corazón para recibir lo que el Espíritu de Dios tiene que
decirte. Oro por que cuando termines este libro, tengas más confianza en Dios y en
tu pacto con Él, y por que fe sea levantada en tu corazón para tus propias
circunstancias, cualesquiera que estas puedan ser.

Jackie Mize

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Introducción
Para Jackie y para mi las palabras “alumbramiento sobrenatural” no son una
frase fácil de recordar o el título de un sermón. Estas palabras para nosotros
significan nuestros hijos: Lynn, Paul, Lori y Cristy. Alumbramiento Sobrenatural
significa para nosotros fe en la palabra de Dios para que suceda lo que el hombre
ha declarado como imposible.

Cuando Jackie y yo nos conocimos y comenzamos a pensar en el matrimonio, ella


me dijo, “Si nos vamos a casar, hay algo de mi que deberías saber”.

“¡NO PUEDO TENER HIJOS!” Dijo.

¡Que declaración tan devastadora! Mujeres alrededor del mundo tienen


hecha esta misma afirmación. Mi pregunta ahora para ellas es la misma que le
propuse a Jackie hace mas de dos décadas. “¿OH , de veras? ¿Quién dijo? ¿Quién
dijo que no puedes tener hijos?” Esto hace una gran diferencia en cada área de tu
vida, Quien lo dijo. Siempre estoy haciendo esta pregunta a la gente, “Quien lo
dijo”

Jackie me contesto, “Los médicos lo dijeron”

“¡OH! ya veo. Pues bien, Dios dijo que tú puedes tener bebés”, Le dije.
Agradezco a Dios por los médicos y hospitales, y por la ciencia medica que
siempre esta avanzando, aun así, ellos no son nuestra fuente, nuestra autoridad
final; Dios si lo es, y Dios dijo que tú puedes tener hijos.”

“¿Él lo dijo?”

“¡Claro! La Biblia esta llena de escrituras concernientes a los hijos. Él dijo


que: El hace habitar en familia a la estéril, que se goza en ser madre de hijos; que
tus hijos serán como plantas de olivo y que tu mujer será como vid que lleva fruto.
La Biblia dice que no habrá varón ni hembra estéril entre el pueblo de Dios.
Tendremos todos los hijos que queramos.”

Y lo hicimos. Tenemos cuatro hijos -- dos hombres y dos mujeres y los


hemos llevado con nosotros alrededor del mundo dando Pan Viviente a los
hombres moribundos, compartiendo el Evangelio con el mundo que costo la sangre
de Jesús.

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El testimonio del alumbramiento sobrenatural de Jackie, ha ido literalmente
alrededor del mundo. En muchas naciones, adonde voy, las personas vienen hacia
mí y dicen, “He oído el casete de su esposa sobre alumbramiento sobrenatural.”
Tenemos registros de testimonios de mujeres en casa y en el extranjero, quienes
ahora tienen hijos hermosos porque aplicaron estos principios de fe de la palabra
de Dios. Esto es lo que Jackie esta compartiendo aquí en este, tan solicitado y tan
por tanto tiempo esperado, libro ---principios de fe, principios de fe provenientes
de la Biblia que trabajarán para ti en cualquier área de tu vida. Creemos
fuertemente que cualquier hombre, mujer, niño o niña pueden tomar la Palabra de
Dios y cambiar sus circunstancias a través de la fe y la oración.

Algo que Jackie y yo queremos que la gente comprenda es que para


nosotros, alumbramiento sobrenatural es llegar a ser capaces de creerle a Dios para
quedar embarazada, llegar a la plenitud del embarazo y tener a una mamita
saludable dando a luz a un bebé saludable. Muchas personas piensan que
alumbramiento sobrenatural solo significa tener un parto sin dolor, porque eso es lo
que Jackie hizo con tres de nuestros cuatro hijos; pero nunca hemos sido
dogmáticos con relación a eso. Nuestro punto central es tener al bebé y estar
saludable. La parte de no tener dolor y todas las otras cosas extras, las cuales
hemos creído y obtenido, están disponibles para usted conforme use su fe y
“¡Dispare hacia las estrellas!, ¡Vaya a lo grande!, ¡Apunte alto!” Esos son
principios de fe. Con Dios y fe usted siempre puede buscar “El todo” y apuntar
alto. El meollo del asunto es este: la Biblia dice, “De acuerdo a tu fe.” No hay una
manera correcta y una manera incorrecta en este libro. Tampoco es “a la manera de
Jackie.” Es de acuerdo a tu fe. Nosotros obtuvimos aquello para lo que nuestra fe
fue usada. Creemos que tú también lo harás.

Por la única causa que cuenta.


--La cosecha del mundo,

Terry L. Mize.

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1
¿Donde Comienzas?

Cuando Terry y yo nos casamos, el 10 de mayo 1969, había tantas cosas que
parecía que estaban obrando en nuestra contra. Él medico me había dicho por años,
que nunca seria del todo capaz de lograr tener un bebé.---que nunca podría gestar
uno. El dijo: “si por alguna remota posibilidad, quedaras embarazada, tendrás que
pasarte los nueve meses completos en cama. Aun así, dudo mucho que al final
puedas tenerlo.” Algunos bien intencionados amigos de la familia y miembros de la
misma, todos ellos le dijeron a Terry: “Sabes, Jackie no puede tener hijos.
Realmente es una pena también, la manera en que ella ama a los bebés y siempre
ha querido tener una casa llena.

No conocíamos la palabra como la conocemos ahora, pero Terry sabía que


Dios sanaba, y sabía algunas cosas básicas de la Biblia, porque había crecido en la
Iglesia. Él sabía que podríamos orar y cambiar cosas. Mas que nada, conocía a
Dios y sabía que La Palabra de Dios era siempre y en cada área, exacta y precisa.

A través de los años que le he conocido su declaración modelo sobre


cualquier asunto es “¿Quien lo dijo?” Esto hace una gran diferencia el saber quien
lo dijo. “¿Que es lo que Dios dice? ¿Que es lo que la Biblia dice?” De modo que,
él me dijo: “Aprecio a los médicos y a la ciencia medica. Ellos han recorrido ya un
largo camino, y espero que vayan aun más lejos. Pero ellos no son nuestra fuente,
nuestra respuesta, o nuestra autoridad final. Dios dice que podemos tener hijos. Y
vamos a tener todos los hijos que nosotros queramos.”

No conocíamos los detalles o los métodos de como hacerlo funcionar


exactamente en aquellos primeros días, pero sabíamos que la voluntad de Dios era
tener hijos. Esta fue su idea; a él se le ocurrieron los hijos. Él los ordenó en el
jardín del Edén. Supimos que podríamos, y que queríamos, tener bebés.

Oramos y estábamos muy emocionados de descubrir, después de haber


estado casados solo por algunos meses, que estábamos esperando a nuestro primer
bebé. Aún cuando todas las cosas que me habían dicho acerca de no ser capaz de
tener bebés eran muy reales en mi mente y por supuesto, habían producido
demasiados temores. tenía esperanza porque habíamos orado y pedido a Dios tener
hijos. Terry estaba a punto de convencerme de que sería posible, y yo comenzaba a
tener fe en su fe, de que Dios contestaría nuestra oración.

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Cuando tenía cerca de ocho semanas de embarazo, comencé a sangrar y
todos los temores y dudas que tenía regresaron. A las pocas horas, perdí al bebé.

Aún cuando apenas tenía solo unas semanas de embarazo, ese bebé era tan
real como cualquier bebé que jamás haya visto. Cualquier mujer que haya estado
embarazada sabe muy bien de que estoy hablando. Muchas veces los hombres no
entienden el trauma de un aborto, porque para ellos el bebé todavía no es una
realidad. Muy a menudo ellos tratan de consolar a sus esposas con, “esta bien,
trataremos de nuevo.” Y eso no nos consuela, porque para la mujer el bebé es una
realidad desde la concepción. Esto afecta a las madres porque no es solo un
“aborto”; es la pérdida de un hijo. Y toma un periodo de tiempo recuperarse
emocionalmente, de la misma manera que sucede con la perdida de cualquier ser
querido.

Por supuesto que los temores, ansiedades y todas las cosas terribles que todo
el mundo me había dicho, todavía bombardeaban mi mente. Parecía que
simplemente era imposible para nosotros el tener hijos, y tener hijos era el deseo de
mi corazón.
No tenia ambición mas grande (y aun no la tengo) que ser esposa y madre.
Estaba convencida que era el mejor trabajo que jamás podría tener en el mundo
entero… y ¿sabe que? Lo es. He hecho esta declaración por años que ser la
esposa de Terry y la madre de nuestros cuatro hijos es el más alto llamamiento que
hubiese podido tener.

Por todo un año, lloré cada mes cuando mi periodo venia porque quería
estar embarazada y no lo estaba.

En ese entonces Terry fue reclutado en el ejército, y nos mudamos a


trescientas millas de distancia de toda persona conocida y de cualquier persona que
nos conociera. Eso fue bueno para nosotros. Estábamos por nuestra propia cuenta.
Pasamos tiempos serios metiéndonos a la Palabra de Dios y edificando nuestra fe.

Decidimos orar y pedirle a Dios un bebe. Oramos y creímos a Dios que


tendríamos un bebe, y quede embarazada otra vez. Esta vez, sabíamos, que
sabíamos, que sabíamos que tendríamos un bebé. Hicimos todas las cosas que
quisimos hacer. Terry fue asignado a Ft. Bliss en el Paso Texas y como no teníamos
auto, usamos una motocicleta prestada, hasta que crecí tanto por el bebe que ya me
era muy penoso seguirla utilizando. Hicimos de todo. Incluso fuimos a escalar a
una montaña en las afueras de El Paso. Ni siquiera una sola vez tuve amenaza de
aborto. Como puedes ver, una vez que decidimos y determinamos en nuestros
corazones que íbamos a tener un bebé, que podíamos orar, que Dios oiría y
contestaría esa oración, porque era Su voluntad. Eso fue lo que Dios hizo. Dios
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se encontrará contigo, a tu nivel de fe ---Cualquiera que este sea --- y es allí donde
nuestra fe estaba.

Terry estaba en el ejército, y en la armada las cosas se hacen un poco


diferentes. Me pusieron en el hospital unos días antes que el bebé estuviera en
posición, porque pensaban que iba a ser un bebé muy grande y querían
observarme. Los médicos dijeron que debido a posibles complicaciones, tendrían
que inducir el trabajo de parto el miércoles, 11 de agosto de 1971, por la mañana.

Pues bien, sabíamos que podríamos orar y que Dios oiría nuestra oración.
Esta no era una gran hazaña de fe --- no sabíamos nada acerca de la fe --- solo
conocíamos la verdad simple de que Dios oiría nuestras oraciones. Siempre hemos
creído que la oración cambia las cosas. Oramos, que yo iría al trabajo de parto por
mi misma ---que el trabajo de parto no seria inducido ---que el bebé nacería antes
del mediodía, y que el trabajo de parto seria corto. (No sabíamos en ese tiempo que
podíamos orar por un parto sin dolor.) Creer en dar a luz un bebe sano y seguro,
en un corto tiempo, estaba ejercitando nuestra fe.

El equipo médico del hospital estaba tan ocupado, que no tuvieron tiempo de
inducirme el parto. Entré en labor por mi misma, y después de tres horas quince
minutos, nuestro pequeño milagro, aquel que los médicos dijeron que no sucedería,
llegó. Lynn Noel, no fue un bebé grande ---peso solo siete libras y seis onzas
(3.469kg.)*--- nació a las 11:45 a.m. en el mismo día que era esperado, tal y como
habíamos orado. Obtuvimos todas las cosas por las cuales oramos.

A causa de que tenía diabetes ‘gestacional’ (la diabetes que se presenta solo
durante el embarazo) estuvimos dependiendo de Dios para balancear el azúcar en
la sangre de Lynn. Estando en un hospital militar, los procedimientos son hechos
rutinariamente. De inmediato comenzaron un procedimiento intravenoso de una
solución de glucosa en las venas de la diminuta cabeza de mi pequeño bebé,
entonces la insulina le causaría que no se convulsionara. Fue horrible la primera
vez que Terry y yo vimos a Lynn con agujas adheridas a los lados de su cabecita
rasurada. Pero en tan solo unas horas, el nivel de azúcar llegó a estar balanceado, y
nunca hemos tenido otro problema con esto.

Antes de quedar embarazada otra vez, aplicamos nuestra fe contra la


diabetes y declaramos “Soy sana por las llagas de Jesús”. En los tres embarazos
siguientes, siempre recalqué el punto diciendo a los médicos que había tenido
diabetes gestacional y que debería ser revisada. Los exámenes médicos siempre
resultaron negativos. La diabetes nunca más se tomaría en cuenta.
* 1 Lb. = 456.5 g.

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El mundo ha programado a la mujer para esperar un largo y tortuoso parto
con su primer bebé. Pero no tiene que ser de esa manera para aquellos que tienen
un pacto con Dios.

Tenemos que cambiar totalmente nuestro entendimiento, por la renovación


de nuestra mente con la Palabra de Dios en el asunto de tener bebés, en la misma
forma que renovamos nuestra mente con relación a las finanzas, sanidad, y
cualquier otra cosa más. No podemos pensar más de la manera que el mundo
piensa, si queremos tener los resultados, las promesas y la provisión que han sido
dadas a nosotros como creyentes nacidos de nuevo. Tenemos que investigar lo que
Dios piensa sobre cualquier asunto y comenzar a pensar y a hablar de la manera
que él lo hace. Romanos 12:2 dice:

No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio


de la renovación de nuestro entendimiento, para que comprobéis
cual sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.

Sobrenatural vs. Natural

Después de que tuvimos a Lynn y salimos del ejército, entramos al


ministerio y nos mudamos a México como misioneros. Crecimos en fe conforme
pasamos tiempo estudiando la Biblia y escuchando casetes. Vimos a Dios hacer
poderosos milagros en nuestras vidas y en el ministerio. Viajábamos todo el
tiempo, y aunque realmente deseaba otro bebé pronto, no pensé que pudiera
funcionar en ese momento, ya que en ese entonces no estábamos establecidos en
un solo lugar.

Regresamos a los Estados Unidos para los días festivos y asistimos a una
reunión que cambiaría nuestras vidas. (Toma ahora en cuenta que ya había tenido
un aborto y a nuestro bebé, Lynn, que tenía dos años de edad.) Fue una reunión de
“Súper Domingo” de Kenneth Copeland. El hermano Copeland terminó de enseñar
su mensaje y entonces empezó a profetizar. “El Señor dice, hay mujeres aquí
mismo quienes están esperando un bebé y otras que quieren tener bebés. Si usaran
mi Palabra y se mantuvieren en Ella, tendrán esos bebés sobrenaturalmente sin
dolor. Los médicos, enfermeras y el personal medico estarán atónitos y
maravillados por la forma en que tendrán su parto. Será algo que ellos no han visto
antes. Y después de que ellos vean con su ojos médicos (clínicos) lo que ustedes
han hecho ---que si es la verdad, que ellos lo han presenciado--- entonces ustedes
les podrán decir que Dios lo hizo. Será un testimonio para ellos.”

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Bueno, eso fue directo hacia lo más profundo de ambos Terry y yo.
Sabíamos que era verdad; ¡que era posible! Esta fue una de esas veces en las que
escuchas algo por primera vez y sabes sin lugar a dudas que así es, pero no
entiendes por nada del mundo como podría llegar a suceder.

Quiero aclarar la diferencia entre lo que yo considero alumbramiento


“sobrenatural” y lo que todos los demás consideran alumbramiento “natural”. En
las clases de alumbramiento natural hay ejercicios. La mujer es enseñada a
enfocarse en un punto, a jadear y a respirar de la manera indicada y el esposo es
entrenado a dirigirla y llevarla durante todo el parto. Este método funciona hasta
cierto nivel y ¡Gracias a Dios por el! Sin el, muchas mujeres hubieran tenido
verdaderamente malas experiencias al dar a luz. El alumbramiento natural es
bueno, pero Dios siempre tiene una mejor forma de hacer las cosas. Lo
Sobrenatural siempre excede a lo natural en todas las áreas y cuando nos decidimos
hacerlo a Su manera los resultados son ¡sorprendentes!

Cuando me refiero a alumbramiento sobrenatural, estoy estrictamente


hablando de ser capaz de concebir y tener bebes con un embarazo libre de nauseas,
mareos matutinos, dolor, malhumor, depresión y sin miedo de ninguna especie; a
través de una completa labor de parto sin dolor y culminando sin puntadas ni
anestésicos. Estoy hablando de utilizar la Palabra de Dios para vencer, cambiar y
hacer mejor las cosas.

Cuando escuchamos esas palabras en el servicio del Hermano Copeland no


podía imaginarme como funcionaría. Ni conocía a nadie en el mundo entero que ya
lo hubiera hecho o que siquiera pensara que eso fuese posible. Así que estábamos
enfrentando algo de lo que no sabíamos absolutamente nada. Pero si supimos en
cuanto entró en nuestro espíritu que: “¡Esto es para nosotros!” La Biblia dice:
herencia del Señor son los Hijos, una bendición (Sal. 127:3) Ellos pueden iniciar
siendo una bendición y continuar así también a lo largo de su vida. Lo estudiamos
en la Palabra y entre mas lo estudiábamos mas nos dábamos cuenta de que eso era
verdad. Entonces, comenzamos creyéndole a Dios ahí mismo, que tendríamos a
nuestro próximo bebe sin miedo, dolor o problemas.

Regresamos a Guadalajara, México como misioneros y a los pocos meses


me di cuenta de que estaba embarazada.

En aquel tiempo no conocía a ninguna persona en todo el mundo que hubiera


tenido un bebe sin pensar que estaba muriendo. Cuando tuve a Lynn pensé que
estaba muriendo. Fue terrible, tenía tanto miedo. Parece muy fácil decir: “fui al
hospital y tuve un bebe” pero cualquier mujer que lo haya hecho sabe que hay
muchísimo más envuelto allí. Y yo estaba asustada. Le agradezco a Dios que la
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labor de parto durara solo tres horas quince minutos. Aunque yo estuve asustada
todo ese tiempo y no supe como manejar ese miedo, supe en el fondo de mi
corazón que ahora había una forma de tener bebés sin dolor y sin temor. Por
supuesto, mi cabeza me daba muchas razones de por que no sería así, pero nosotros
estábamos creciendo en la Palabra y rechazábamos permitir que el diablo nos
robara esta verdad. Continuamente hacíamos congeniar nuestras palabras con la
Palabra de Dios, escuchábamos buenas cintas acrecentadoras de fe, orábamos y
leíamos La Biblia.

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2
¿Que Dice Dios?
Terry y yo empezamos a estudiar la Biblia sobre el tema de la
concepción, el embarazo y la crianza de los niños. Encontramos que las
primeras palabras habladas por Dios, el Creador, al hombre, la criatura
fueron acerca de tener una familia. Fructificad y multiplicaos; llenad
la tierra (Gen. 1:28). El tener una familia fue idea de Dios; Dios ideó el hecho
de tener bebés. Así que, ¿de donde vino el “dolor” en el parto?

Originalmente vino de Adán y Eva en el Jardín del Edén.

(Ver "Epilogo.")

A la mujer dijo: Multiplicaré en gran manera los dolores en tus preñeces;


con DOLOR darás a luz los hijos; y tu deseo será para tu marido, y él se
enseñoreará de ti.
Génesis 3:16

Si el final de la historia fuera que como el hombre pecó la


maldición cayo sobre él y la tierra, entonces no habría esperanza. Pero,
gracias a Dios, al mismo tiempo Dios nos prometió un Salvador. Y
pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la
simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el
calcañar (Gen. 3:15). Y Jesús si vino y nos redimió.

Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición


(porque esta escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero).
Gálatas 3:13

Ciertamente llevó él nuestras ENFERMEDADES, y sufrió nuestros dolores;


y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido.
Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el
castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.
Isaías 53:4,5

Me es interesante que la palabra traducida “enfermedades” en Isaías 53:4


tiene el mismo significado que la palabra "dolor" en Génesis 3:16.

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Eso esta muy claro. Jesús llevo esa enfermedad, ese dolor, para que nosotros
no lo tengamos que hacer. ¿No es esto una buena noticia? ¡Yo no tengo que sufrir
enfermedad ni dolor!

Nosotros creemos que Él nos redimió del pecado, la enfermedad y la pobreza.


"Por su llaga fuimos nosotros curados." Si esa curación nos libera del dolor, entonces
eso es lo que hace. No importa si el dolor viene en forma de cáncer, migrañas,
dolores de estomago o dolores de parto. Si somos redimidos, somos redimidos.
¡O somos o no somos! ; ¡Y yo creo que somos!

Algunas personas nos han dicho a Terry y a mí, “Bueno, yo no creo eso.” Yo
no voy a discutir acerca de esto con nadie. Yo solo le estoy diciendo que lo vimos en
la Biblia, e hicimos que funcionara para nosotros con nuestros tres últimos hijos. Si
funcionó para nosotros, funcionará para usted. La razón por la que eso funcionó
para nosotros fue por que lo encontramos en la Palabra de Dios y lo seguimos
leyendo, estudiando y hablando hasta que se hizo parte de nosotros. Y esto es lo
que hará que funcione para usted.

Un día viajábamos en carro, y yo venía leyéndole a Terry la Biblia en voz alta,


como acostumbro hacerlo muchas veces. Solo abrí la Biblia en el libro de Éxodo y
empecé a leer. Terry dijo, “Lee eso otra vez.” Lo hice. El dijo, “Léelo otra vez.” Así
que lo hice. Nos empezamos a emocionar mucho cuando vimos que las mujeres
hebreas tenían a sus bebés de manera distinta a las mujeres egipcias. En Éxodo
vimos como las mujeres hebreas, aun en cautiverio en Egipto, conocían el pacto de
Abraham y caminaban en sus bendiciones.

Y hablo el rey de Egipto a las parteras de las hebreas, una de las cuales
se llamaba Sifra, y otra Fúa, y les dijo:
Cuando asistáis a las hebreas en sus partos, y veáis el sexo, si es hijo,
matadlo; y si es hija, entonces viva.
Pero las parteras temieron a Dios, y no hicieron como les mando el rey de
Egipto, sino que preservaron la vida a los niños.
Y el rey de Egipto hizo llamar a las parteras y les dijo: ¿Por que habéis
hecho esto, que habéis preservado la vida a los niños?
Y las parteras respondieron a Faraón: Porque las mujeres hebreas no son
como las egipcias; pues son robustas, y dan a luz antes que la partera
venga a ellas.
Éxodo 1:15-19

20
Decía, Las mujeres hebreas no son como las mujeres egipcias. Las mujeres
con pacto no son como las mujeres sin pacto. Estas mujeres hebreas conocían y
actuaban conforme a su pacto y tenían a sus bebés rápida y fácilmente. Mucha gente
ha pensado que esas parteras sólo estaban mintiendo acerca de esa situación, pero no
es así. Esas mujeres hebreas conocían su pacto. Y el apóstol Pablo dijo que hoy
tenemos aún un mejor pacto. (Hebreos 8:6)

Para que en Cristo Jesús la bendición de Abraham alcanzase a los


gentiles, a fin de que por la fe recibiésemos la promesa del Espíritu.
Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente linaje de Abraham sois, y herederos
según la promesa.
Gálatas 3:14, 29

Encontramos en 1 Timoteo 2:15, Pero [la mujer] se salvará engendrando


hijos, si permaneciere en fe, amor y santificación, con modestia. Esa palabra
“salvará” significa que se mantendrá segura, sana y salva. ¿No es eso bueno, ser
mantenida sana y salva durante el parto? Eso es reconfortante para mí.

Nos emocionamos al empezar a ver estas cosas en la Palabra de


Dios, pero no las compartimos con nadie. Jamás habíamos escuchado que
alguien más hiciera esto, y no necesitábamos la incredulidad o duda de
nadie. No necesitábamos que nadie discutiera con nosotros y nos dijera
que no iba a funcionar. Ya tenía suficiente que hacer con mantener fuera
toda duda, incredulidad y temor que me venía a la mente; y de seguro no
quería invitar ninguna otra que viniera de los demás. Así que no le dijimos a nadie

de esto. Mientras me lo dijera a mí misma, a Dios y al diablo, decidimos


que estos eran los únicos que necesitaban saber. Así que, nos establecimos en
acuerdo con la Biblia, yo le declaraba a Terry lo que yo estaba creyendo, y él
acordaba conmigo. Luego Terry me hacía las mismas declaraciones a mí. Ambos
las decíamos y las escuchábamos. Y por supuesto, la fe creció.
Pero mi cabeza me seguía gritando, “Debes estar bromeando --- esto no
puede suceder; es imposible.” Le doy gracias a Dios que aprendimos que
aunque no puedes “pensar mas” que el diablo, si puedes “hablar más”
que él diciendo lo que Dios dice.

21
Ponte de Acuerdo
En aquel entonces yo dependía mucho de Terry y de su fe para sostenerme en
algunas áreas. Ahora, Terry no me decía, “Bendito Dios, lo vas a hacer de esta
manera, y eso es todo.” El decía, “Yo voy a estar de acuerdo contigo al nivel que
se encuentre tu fe; dondequiera que tu estés, yo estoy contigo. Te leeré la Palabra y
creeré contigo y te ayudaré como pueda; pero como yo no soy el que voy a tener al
bebé, va a tener que hacerse con tu fe.”

Yo se que hay veces que la esposa no tiene al esposo de acuerdo con ella.
Pero yo creo que ella se puede establecer en acuerdo con la Palabra de Dios, y
Dios honrará su fe y hará que suceda.

Por otro lado, no importa cuán espiritual, cuán grandioso, cuán maravilloso sea el
esposo, el no es el que va a entrar a la sala de parto y tener al bebé. Al final de
cuentas, la mujer es la que va a tener ese bebé. Va a ser su fe la que va a vencer.
Así que maridos, lo mejor que pueden hacer es ponerse de acuerdo con su esposa. Si
entran en desacuerdo, la Palabra de Dios no funcionará para ustedes. ¿Como
pueden andar dos juntos, si no estuvieren de acuerdo? (Amos 3:3) Anímala, léele
la Biblia (la fe viene por el oír, Rom. 10:17), averigua donde esta su fe, y ponte de
acuerdo con ella. Entonces verán los resultados.

Yo aprendí a crecer en la confianza de que si funcionaría. Yo era la simiente de


Abraham, y yo había sido redimida. Seguí estudiando la Biblia y diciendo lo que Dios
dice acerca de mis hijos, mi cuerpo, — todo. Y crecí en fe.

22
3
¿Como Funciona?
Nuestro primer bebé Lynn, ya tenía más de dos años. Como ya dije, lo llevé
dentro de mí hasta que se cumplió su término y lo dí a luz en poco más de tres
horas. Pero aun así yo ignoraba los detalles del proceso del parto --- como cambia
tu cuerpo, que es todo lo que tiene que suceder — así que me propuse leer todos
los libros que pude obtener sobre el tema. Lo desconocido produce temor. Me di
cuenta que mientras más conocimiento tenía acerca de lo que tenía que hacer mi
cuerpo, menos posibilidad tendría de tener temor. Una vez que comprendí lo que
estaba sucediendo conforme mi cuerpo iba cambiando, ya no tuve temor. Mientras
más conocimiento adquiría, más paz y confianza tenía. Claro que hay varias cosas
en toda buena fuente de información que tienes que desechar porque no están de
acuerdo con lo que estas creyendo. Por ejemplo, la mayoría de los libros te dicen que
una labor de parto prolongada con el primer bebé y severos dolores post-parto
después del segundo bebé son de esperarse. Una vez escuche a alguien decir,
“Debes tener tanto sentido como una vieja vaca: cómete la paja y escupe los
tallos.” Siempre traté de tener eso en mente cuando leía esos libros. Mientras mas
conocimiento se tenga acerca de lo que esta sucediendo adentro de uno, mejor se
está. Solo recuerde siempre “escupir los tallos.”

Una cosa muy importante de la que me di cuenta es que iba a tener que cuidar
lo que decía. Si yo le estaba creyendo a Dios que iba a tener éste bebé sin dolor,
entonces yo iba a tener que dejar de esperar y dejar de hablar acerca de los dolores
de parto. (La gente siempre dice, “¿Que tan frecuentes son los dolores de parto?")
Yo me preguntaba, ¿Como les llamare? Me rehúso a llamarlos dolores. Y luego
recordé que la enfermera los llamó contracciones. Entonces así los llamé en lo
sucesivo: contracciones musculares.

A veces la gente tiene ideas tontas y yo no era diferente. No podía


imaginarme como se podía tener un bebé sin dolor. Yo pensaba, ¿Acaso
simplemente no se va a saber lo que esta pasando? Me preguntaba, ¿Sólo me voy
a despertar y allí habrá un bebé en la cama conmigo? Lo que quiero decir es,
¿Cómo voy a saber?

Dios me llevó paso por paso. Yo le pregunté acerca de todo. Le dije, "Dios, no
entiendo como va a suceder todo esto. Ya tuve un bebé,
y se todo lo que me sucedió, y que costó trabajo, pero no entiendo cómo
se va a contraer y estirar mi cuerpo sin que me duela.

23
Yo sabía que los “dolores” de parto eran contracciones musculares, pero no
sabía porque dolían, así que no entendía porque no iban a doler. Para mi esto no
tenia sentido. El Señor lo explicó tan claramente que no tuve lugar a dudas.
“Contrae el músculo de tu brazo,” Él dijo. Lo hice.

“Ahora sostenlo así.” Lo hice. Lo sostuve así fuertemente. “Sigue


sosteniéndolo. Sostenlo cuanto puedas.” Lo hice. Mi brazo estaba todo
tensado, y el músculo estaba apretado; estaba duro, y empezó a temblar, pero no
me dolía.

El dijo, “Eso es una contracción muscular, y no tiene que doler.” Mi


músculo se sentía incomodo y tenso, pero no me dolía.

Eso cambió todo mi modo de pensar. Me explicó como es que podía


funcionar. Yo sabía que para poder expulsar al bebé los músculos tenían que
contraerse. El Señor me explico, “Cuando tu cuerpo empiece el trabajo de parto,
vendrán las contracciones. Al contraerse los músculos tu cuerpo empezara a
trabajar duro. Expulsará al bebé y causará que todo haga lo que tenga que hacer,
pero no tiene que doler.”

El dolor que sienten las mujeres durante el parto viene principalmente por el
temor y la falta de conocimiento. Esto evita que mantengan el control de la situación y
las aparta de tener la paz de Dios durante la labor de parto y el parto. El dolor vino
cuando Adán y Eva tuvieron que salir del Jardín debido al pecado. El dolor esta bajo
la maldición. TODO dolor —de cabeza, de estomago, de muelas—esta bajo la
maldición.

Como Jesús nos ha redimido del dolor, no tenemos que soportarlo.


Depende de nosotros si tomamos autoridad sobre el dolor y lo echamos fuera en
el nombre de Jesús o si lo dejamos quedarse. La opción es nuestra.

¿Como Voy a Saber Cuando Sea Hora?


Realmente no conocía la fecha de cumplimiento o llegada de mi
bebé porque antes de embarazarme esta vez, Dios milagrosamente me
había sanado de un tumor. Mi fecha estimada más cercana era entre la
primera semana de agosto y la primera semana de octubre.

24
Como éramos misioneros y nuestro hogar estaba en Guadalajara, México,
decidimos que me quedaría allí para tener al bebé en lugar de regresar a los Estados
Unidos como todos sugerían. Dios me dio un maravilloso doctor lleno del Espíritu,
encontramos un buen hospital y mi mamá llegó para el gran evento.

Aunque mi doctor era Cristiano, yo no le dije a el en lo que estábamos creyendo


que sucedería o no sucedería durante éste nacimiento porque yo no quería
arriesgarme a que me tratara de disuadir del asunto. Lo que si le dije es que no
necesitaría ningún anestésico.

Un día a fines de agosto, empecé a tener ligeras contracciones. Yo


sabía que el parto iba a ser rápido, y sabía que iba a ser fácil, así que
todo el día me estuve preguntando si este era el día. Sentía una
contracción como cada dos o tres horas, así que decidí ir al doctor para
que me revisara. Él me dijo, “Ni siquiera se regrese a su casa esta
noche. El bebé pesa por lo menos tres kilos (7 Lbs=3.178 k), y ya
empezó usted a dilatarse. Usted va a tener ese bebé antes que termine la
noche.”

Bueno, pues paso esa noche, y pasaron muchas otras noches. No tuve más
contracciones. Seis semanas después yo seguía embarazada, y me estaba poniendo
tan grande que apenas y podía levantarme de una silla o respirar profundamente. El
bebé ocupaba cada espacio disponible que pudiera tener, ¡y seguía creciendo! Yo
sabía que era más grande de lo que había sido Lynn. Estaba empezando a pensar que
yo iba a estar eternamente embarazada.

Finalmente hice cálculos y le dije a Terry, “Se sin lugar a dudas que
este bebé ya debe llegar. Ayer fué la ultima fecha posible de
cumplimiento ---octubre 5. Este bebé tiene por lo menos un día de
retraso.”
Yo jamás querría tener un bebé antes de tiempo. Dios sabía lo que estaba
haciendo, y nueve meses es el tiempo que necesita un bebé para estar fuerte,
completamente desarrollado y listo para nacer. Jamás querría tratar de creer que
Dios puede acelerar las cosas o hacer que un bebé nazca en un momento más
conveniente. Pero debo admitir que esas seis semanas fueron las seis semanas
mas largas que jamás he pasado en toda mi vida, pensando que cada día era "el
día".

25
Esa noche, Terry y yo nos sentamos en la cama y abrimos la Biblia. Terry
dijo, "El Señor me acaba de hablar y me dijo que le reflejara (como espejo) Su
Palabra a El." En otras palabras, decirle lo que Su Palabra dice. "Así es que eso
es lo que voy a hacer, y después vamos a orar."

Empezamos en Génesis donde la maldición vino sobre Adán y Eva. Luego


fuimos a Gálatas 3:14, 29 donde nos muestra que hemos sido redimidos de la
maldición. Leímos las maldiciones en Deuteronomio 28 y dijimos, "No, no vamos a
tener eso; nosotros somos redimidos de la maldición." Fuimos a Marcos 11:23, 24
que nos dice que podemos tener lo que decimos. Leímos Mateo 18:19 que habla
acerca de la oración de acuerdo. Leímos 1 Timoteo 2:15 que dice que una mujer se
salvará en el parto. Le dijimos a Dios lo que estábamos creyendo. Dijimos, "Dios,
esto es lo que Tu dijiste en Tu Palabra. Esto es lo que nosotros creemos. En esto es
en lo que nosotros nos hemos sustentado. Esto es lo que nosotros hemos estado
confesando que tendremos."

Luego Terry dijo, "Diablo, quiero que tu y todo el infierno escuche. Esto es lo
que nosotros estamos creyendo, y no vamos a aceptar nada menos que esto. Jackie
va a ir al hospital y va a tener este bebé sin dolor, sin puntadas, sin anestésicos, sin
complicaciones, sin problemas."

Llamamos a Dios y a todo el cielo para que constataran lo que Dios había
dicho; y luego quisimos que el diablo y todo el infierno supieran lo que Dios había
dicho y cual era nuestra postura en este asunto.

Después Terry puso sus manos en mi enorme abdomen redondo y dijo,


“Cuerpo, funciona perfectamente, de la manera en que debes funcionar para tener un
bebé. Huesos, coyunturas / articulaciones, extiéndanse donde se necesiten extender.
Músculos, contráiganse de la manera que necesitan contraerse. Útero, suavízate y
dilátate rápidamente, fácilmente, sin problemas. Vagina, estírate fácilmente; se
elástica y estírate perfectamente sin rasgarte.” El habló a cada una de las partes de
mi cuerpo que se nos ocurrieron.

Dijimos, “Esta es nuestra última noche de este embarazo. Nuestro bebé nacerá
en la mañana.”

Luego le hablo al bebé. "Bebé, te ordeno en el nombre de Jesucristo de


Nazaret que te pongas en posición y que nazcas en la mañana." Ya era pasada la
medianoche, así que Terry siguió orando por que pasara yo una buena noche, que
descansara y que despertara fresca y lista para ir al hospital para tener al bebé.

26
Háblale a todo lo que se te ocurra, luego descansa confiada en que tu cuerpo
y tu bebé se tienen que alinear y obedecer al nombre de Jesús.

Ahora teníamos un pequeño dilema: como nunca habíamos conocido a nadie


que hubiera hecho esto, en realidad no sabíamos que esperar. Finalmente decidimos
que le ordenaríamos a mi fuente que se rompiera. ¡Gracias a Dios! Por lo menos
podríamos tener una señal. Algo que nos indicara que ya estaba en labor de parto y
que debía ir al hospital.

Me di una ducha, aliste mis cosas para ir al hospital y me fui a la


cama. A estas alturas del embarazo, una buena noche de sueño es
bienvenida. Había dormido profundamente como cinco horas cuando el
bebé se acomodo en posición, despertándome abruptamente. Jamás había
yo sentido algo igual, pero sabía lo que había sucedido, así que me
levanté y fui al baño. Un pequeño hilillo de agua corrió por mi pierna. Yo no sabía
si se me había roto la fuente o si solo era la presión sobre
mi vejiga. (El doctor había roto mi fuente cuando nació Lynn, así que yo
no sabia que esperar.) Pensé, Tiene que haber más que esto para
estar segura, Señor. Aún no se si es la hora.

Regrese a mi cama una hora mas; y cuando me volví a levantar, dejaba yo un


pequeño charco de agua en cada pisada. ¡Había llegado la hora! Tuve mi primera
contracción. Fue tan intensa que me sorprendí. Me di cuenta que si así habían
empezado, no se requerirían de muchas para tener ese bebé. Empezaron a llegar en
intervalos de cinco minutos. Después de cuatro o cinco contracciones, desperté a
Terry y le dije, “Mas vale que te levantes. Llego la hora.”
Empezando con la primera contracción, todos los músculos estaban
trabajando, contrayéndose y empujando, pero sin dolor. Las contracciones eran tan
intensas que si yo hubiera estado caminado cuando empezaron, hubiera tenido que
detenerme y esperar a que pasara para continuar con el siguiente paso, ¡pero no
dolían! Puedo recordar el estar pensando: Se que esta es la manera diseñada por
Dios desde el principio, para que las mujeres tengan bebés
En el camino al hospital hubo una contracción que fue mucho mas intensa. Yo
pensé que el bebe iba a nacer en el auto antes de que pudiéramos llegar al hospital
y eso me asusto. Y como el miedo me sobrecogió, la siguiente contracción me
dolió muchísimo. Supe enseguida que tenia que tomar control rápidamente y dije:
“Terry, ora por mí. Esta me asusto y me dolió.” El extendió su mano, la posó
sobre mi abdomen y dijo: “No vamos a tener ningún temor ni dolor. Vete en el
nombre de Jesús “

27
Terry me dijo: “Jackie, no puedo creer en esto por ti, estamos en esto juntos,
estamos creyendo juntos. Pero es tu responsabilidad una vez que entres en ese
cuarto de hospital. Si tu decides que quieres tener un anestésico o algo para el
dolor, solo quiero que sepas que yo estoy de acuerdo contigo no importa lo que
decidas.” Yo tenía que tomar una decisión, ya fuera seguir adelante y hacer
funcionar lo que habíamos dicho y creído que sería, o darme por vencida,
renunciar a usar mi fe y tomar lo que sea que venga. Recuerdo que después Terry
oro por mi en el auto y yo estampe mi pie en el piso y dije: “Diablo, rehúso sufrir y
estar temerosa.” Para el momento en que llego la siguiente contracción ya
habíamos ganado. Retorné a la fe y a la paz en lugar del temor. Todo el dolor se
había ido. Estoy segura que fue aquí donde cambio mi mente y tomó la absoluta
determinación de correr al diablo de allí y tomar lo que era legítimamente mío.

Cuando finalmente llegamos al hospital, era casi gracioso. Las enfermeras


preguntaron, “¿Le podemos ayudar?”
“Voy a tener un bebe,” les dije.
“Eso, lo podemos ver,” respondieron.
Les dije: “Quiero decir ahora mismo” ellas no me creyeron, porque yo estaba
allí parada junto a la barra sonriendo y platicando normalmente
Las contracciones eran cada minuto y medio y duraban más o menos lo
mismo. Como estábamos en México y yo todavía tenía el reto de aprender el
idioma, hablábamos a través de un intérprete. Fue realmente gracioso convencer al
intérprete de que convenciera a las enfermeras de que se apuraran.
Les dije: “Les daré diez minutos y ese es todo el tiempo que tienen para estar
listos.” Todos se rieron. No creyeron que yo estuviera siquiera cerca del tiempo de
dar a luz.
Finalmente los convencimos de que me examinaran, y cuando lo hicieron se
dieron cuenta de que estaba en lo cierto. Estaba completamente dilatada. Pero me
equivoque en el tiempo: fueron veinte minutos hasta que nació el bebe, no diez. Mi
agradable Doctor cristiano llegó un poquito tarde; llegó justo al tiempo de
escuchar llorar al bebe.
Fue la cosa más maravillosa que alguna vez hubiera experimentado ya que no
tuve temor. En su lugar, tuve confianza y paz. Cuando di el gran empujón para
llevar a ese bebe milagro hacia las manos de un doctor mexicano que ni siquiera
conocía, experimenté una emoción y una alegría que ninguna palabra podría jamás
describir.
28
Desde el comienzo de la labor de parto hasta el momento en que nuestro bebe
Paul David nació fueron solo cuarenta minutos. El pesó tremendas diez libras
(4.565 Kg.) ¡Lo cual apenas podía creer! Le dije a Dios: “Hubiera estado de
acuerdo en que tu palabra funciona si hubiera tenido un bebe de seis libras
(2.739 Kg.). Y la gente hubiera estado maravillada si yo hubiera tenido un bebe de
seis libras en tan solo cuarenta minutos, sin dolor y sin puntadas ni
complicaciones. Eso hubiera sido un maravilloso testimonio. ¡Pero un bebe de diez
libras! ¡Solo Tu puedes hacer eso!” (¡Estaba muy contenta de no haber sabido que
tan grande era el bebe antes de haberlo tenido!)

¡Aun no termina!

Lo que inmediatamente hizo su aparición fue: “Como éste es su segundo


bebe, usted tendrá entuertos (dolores después del parto) y ellos son realmente
fuertes, son peores que los dolores de parto.”

Déjame decirte, esos entuertos están bajo la misma maldición que cualquier
otro dolor. Después de tener a tu bebe, continúa hablándole a tu cuerpo, continua
diciéndole que hacer. El está sujeto a ti; tu no estas sujeta a tu cuerpo. Tú puedes
usar el nombre de Jesús y hacer que tu cuerpo haga lo que necesita hacer. Ordena
al sangrado que se detenga. Ordena al útero que se contraiga como se supone que
debe, sin dolor. Todavía es una contracción y no tiene por que doler.

Los doctores y las enfermeras nunca habían visto algo como esto. Nunca
habían visto a alguien entrar en el hospital sonriendo, acostarse en la mesa de
parto, empujar una vez, tener un bebe de diez libras y una hora mas tarde hablarle
a sus amigos y a su familia en Estados Unidos anunciándoles el bebe. Nunca me
sentí mejor en toda mi vida.

29
4
¿Qué Debo Decir?

Muchas personas piensan que tienen que decirles a los doctores, al personal
del hospital, a los familiares y a todo aquel que vean, exactamente lo que ellos
creen.
Mi doctor en México era lleno del Espíritu, iba a la iglesia en la que nosotros
estábamos involucrados en Guadalajara, aun así no le dijimos exactamente en que
estábamos creyendo. Él respetaba a Terry –sabía que era un hombre de Dios- así
que le fue fácil estar de acuerdo con nosotros en las cosas que le dijimos.

Cuando las enfermeras me preguntaron acerca de la anestesia yo les dije: “No la


voy a necesitar.” Me vieron medio raro, pero me dijeron: “Bueno, la tenemos aquí,
avísenos si la necesita.”
Yo dije: “Esta bien, gracias” ya que de esa manera no las inquietaría. Aun así
tuve al bebé y no necesite de ningún anestésico. (No sentí que esto lastimara mi fe
en ningún aspecto ya que el anestésico estaba allí por ellos y no por mí.) Eso les
causó una impresión. Ellos aceptaron el hecho y creyeron porque me vieron
hacerlo, no porque hayan oído lo que yo tenía pensado hacer.

Tus confesiones las debes hacer en voz alta, a ti misma en primer lugar (a tu
esposo también, si es que él esta en el acuerdo contigo) pues la fe viene por el oír.
En segundo lugar, confiésalo a Dios puesto que le estas recordando lo que El dijo
en Su Palabra. Y tercero al diablo, pues definitivamente quieres que él sepa donde
estas parada y que no piensas ceder ni un centímetro. Nadie más necesita saberlo.

No cometas el error de decirle a todos lo que crees. Ya es suficiente la lucha


con la duda y la incredulidad que viene contra tu mente de parte del diablo, como
para también responder a los familiares y amigos “¿Por que parece que no esta
funcionando?”, “¿Por que nadie más ha hecho esto?”

La gente me ha preguntado, “¿Qué le dijiste al personal del hospital y a los


doctores?” “Nada.” – contesté, no les incumbe lo que yo hago.

El momento de entrar en el hospital, no es el momento de sacar todas tus


confesiones de fe, chillando y gritando en cada contracción. “Gloria a Dios, tendré
este bebé sin dolor” etc. Si no lograste desarrollar confianza y fe desde lo mas
profundo de tu ser antes del parto y quieres hacerlo cuando ya estas en pleno dolor,
¡Ya es muy tarde! Mejor pide un poco de anestesia para que puedas relajarte. No
tienes que impresionar a nadie. No tienes que probar que Dios es Dios.

30
No tienes que traer tu Biblia para demostrar lo espiritual que eres. Si entras al
hospital con confianza y paz y dices “Voy a tener a mi bebé ahora” Ellos
simplemente harán todo lo que este de su parte para ayudarte, mientras cooperes
con ellos.

Pero cuando una mujer entra en el hospital como una religiosa rara, pues eso
es que exactamente lo que ellos creen que es. De esta manera se da un mal
testimonio de lo que es una Cristiana porque muchas veces la mujer no esta en
verdadera fe y lo que confiesa a gritos no sucede. Fe es tener confianza y estar en
completa paz. Confiando en que todo saldrá bien. “Esta es la confianza que
tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye.”
(1 Juan 5:14)

Cuando vayas al hospital, puedes calladamente hacer tus confesiones y


declaraciones, si así lo deseas. Puedes hablarle a tu propio cuerpo si quieres. Pero
cuando llegue la enfermera a la habitación no tienes que cachetearla con tus
confesiones. No tienes que ocultar nada, pero puedes ser discreta. Simplemente
mantén el control. Haz lo que tengas que hacer para mantener el control, y al
mismo tiempo se amable y actúa en amor con los que se encuentran a tu alrededor.
A veces esto dice mucho más y es uno de los mejores testimonios que como
cristianos podemos tener.

Permíteles VER la diferencia

Estábamos viviendo en Estados Unidos cuando tuve a mi tercer bebé, mi


segundo sobrenatural. Durante los últimos dos meses de mi embarazo el doctor
decía que iba a tener un parto prematuro. Entonces comenzamos a declarar
nuestros derechos como diezmadores. Nosotros simplemente no tendríamos un
bebé prematuro porque diezmamos (Mal 3:10) Y no lo tuve. De hecho cuando el
doctor decidió que tenía dos semanas pasadas de la fecha debida, me hizo una cita
para mandarme al hospital e inducirme el parto. Esa mañana cuando Terry me
llevaba al hospital seguíamos creyendo que yo entraría en labor de parto por mi
misma. Cuando llegué al hospital iba platicando y sonriendo. La enfermera era la
más dulce que he tenido. Me llevaron a la sala de partos y antes de que pudieran
inducirme, empecé a tener contracciones, así que lo único que hicieron fue
romperme la fuente.

Cuando regresó la enfermera, me dijo: “Ni siquiera te voy a checar. Todavía


te falta un buen rato para que empiece el trabajo de parto.”

Yo le dije: — “Pues yo no estaría tan segura”.

31
“Querida” me dijo: —“Esa sonrisota que traes se te tiene que quitar primero,
tu sonrisa no ha cambiado, Así que todavía vas a estar por aquí un buen rato.
Estarás hasta pasada la tarde”. (Eso me lo dijo a las 10:30 a m)
“No te vayas tan lejos” le pedí, porque cuando te hable será mejor que te
apresures. Se de lo que estoy hablando y esto no tomara todo el día. Yo tengo a mis
bebés muy rápido. Ella se sonrió y se fue.

Treinta minutos después sentí una gran urgencia por pujar. Terry fue por la
enfermera y en cuanto llegó a checarme, ya estaba completamente dilatada y lista
para empezar el trabajo de parto. Al verme se sorprendió y a duras penas podía
creerlo. “Así que, realmente sabia de lo que estaba hablando, ¿Verdad?”

- Le dije riéndome: “¡Mejor Apúrese!” Y mientras me rodaba por el pasillo


- Me preguntó: “¿Cuánto tiempo me queda?”
- “Le doy cuatro contracciones de un minuto cada una.
Como siete minutos nada más.”

“¡OH, querida, creo que mejor me apuro! En cuanto me subió a la mesa de


parto pujé una sola vez mientras el doctor caminaba a través de la puerta y
enseguida nuestro tercer milagro, Srita. Lori Dawn, nació. La enfermera empezó a
regañarme inmediatamente diciendo: “¡Me dijiste que tenía siete minutos y solo
me diste cuatro, todavía no estaba lista!”.

Algunos doctores hacen una epistomía como rutina de precaución para evitar
el desgarre. Nosotros no queríamos eso, así que oramos y estuvimos ordenándole a
mi cuerpo que fuese elástico. Ni siquiera tuve que decirle algo sobre este asunto al
doctor. Todo paso tan rápido en la sala de partos que el no hubiera tenido tiempo de
hacer la epistomía aunque hubiera planeado hacerla.

Cuando el doctor me pregunto algunas semanas antes, acerca de la anestesia,


le dije, “tuve a mi ultimo bebé sin ella, y no deseo ningún anestésico esta vez. Lo
hice realmente bien y todo salio grandioso.” Le explique cuidadosamente que tuve
otros dos hijos y un aborto. Y que por lo tanto, sabía muy bien lo que estaba
haciendo. Inmediatamente consintió en hacer lo que yo deseara.

Él me preguntó: “¿Le importa si la tengo allí solo por si acaso, de esta


manera si la necesita, solo tiene que pedirla?”

Le dije que estaba bien. Que no me ofendía en lo más mínimo ni mucho


menos afectaba mi fe. Que sabía que no la necesitaría y que no la pediría pero que
si eso lo hacia sentir mejor, a mi no me molestaba.

32
El hombre que me iba a administrar el anestésico estuvo sentado ahí
conmigo justo junto a mi cabeza. Pero no me puso nada. Después de que todo
termino, se quedó allí sentado unos minutos aun después de que se fue el doctor.
Habló conmigo y Dijo: “Nunca en toda mi carrera había visto a una mujer tener un
bebé de la manera que acabas de hacerlo tú. Desearía que todas las mujeres
pudieran hacer lo mismo.” Mientras salía por la puerta, se volteó
y me dijo: “¡Quiero que sepas que estuviste fabulosa!” y se fue. ¡Aun me río
cuando me acuerdo de eso!

Fue sorprendente para los doctores y las enfermeras. No tuve que ir allí y
decirles lo que Dios iba a hacer. Yo fui allí y lo hice. Ellos vieron una diferencia y
querían saber por que. Entonces pude compartir con ellos y ellos escucharon.

Creer antes de concebir


Tuvimos a nuestros dos hombrecitos y el deseo de mi corazón en ese
entonces era una pequeña. La Biblia dice que Él nos da los deseos de nuestro
corazón. (Salmo 37:4) Un día después de llevar a los niños a su cama le dije al
Señor: “Tus sabes que deseo de todo corazón tener una niña delgadita con el
cabello chino, ojos grandes, azules y un espíritu dulce. Que tengamos una gran
amistad así como la que tuve con mi madre” Yo no quería que pesara diez libras,
así que le pedí que pesara entre ocho y ocho y media libras.

Nuestra tercera nena fue La Señorita Lori Dawn, ocho libras cuatro onzas
(lo cual es exactamente entre ocho y ocho y media onzas), grandes ojos azules y
con un hermoso cabello rubio y chino, ¡Dios escucha y contesta la oración!

Muchas personas después de que se dan cuenta de que van a tener un bebe
deciden empezar a hacer confesiones por un sexo específico. Se emocionan
diciendo “Pintaremos el cuartito azul pues estamos confesando que será niño. Iría
en contra de nuestra fe si lo pintamos de amarillo.” ¡Es demasiado tarde! Si no
oraste y creíste a Dios antes de concebir, ya no se puede. La confesión no cambiará
el sexo de tu bebé después de concebido. Es como imponer manos en uno de tus
otros hijos diciendo: “Confieso con mi boca y creo en mi corazón que no eres niño,
sino niña.” Es la misma cosa. Solo por que no sabes cual es el sexo, no significa
que no esté ya determinado, porque ya lo está y tu no puedes cambiar eso con
confesiones. Ese bebe es tan niño ó tan niña en la concepción como en el
nacimiento. No cambiará. Tú podrás darte cuenta si tu fe funciono ó no el día que
el bebé este aquí.

Seamos reales hermanas. No creamos en cosas irreales.

33
5
¿Puedo Ser Una Madre Gozosa De Hijos?
Algo maravilloso me sucedió cuando cada uno de mis últimos tres bebés
nacieron, Algo que no comprendí por varios años. Conforme nacieron salió un
gozo de lo más profundo de mí ser y me hacía reír en voz alta. Me encantó dar a
luz cada vez pero fue aún más especial con mis últimos tres bebés. Todos los
doctores y enfermeras comentaban que nunca habían visto a una mujer tener a sus
hijos de una manera tan sencilla. Yo misma no entendía de donde venía ese gozo y
esa emoción, pero si sabía que era muy especial.

Un día cuando estaba compartiendo este testimonio en un desayuno, el Señor


habló a través de una persona que estaba ahí y me enseñó como todo encajaba.
“Esa risa que vino de lo mas profundo de ti fue la emoción y el gozo de dar a luz
nueva vida. Ese es el mismo gozo y la misma emoción que yo siento y que todo el
cielo siente cuando una persona nace de nuevo en el Reino de los cielos.” Puedo
ver que por mucho tiempo Satán le ha robado a la mujer el gozo de traer vida al
mundo.

Satán Tiene Un Odio Especial Por La Mujer


Satán tiene un odio especial por la mujer debido a la maldición que Dios
puso en el diablo en el Jardín del Edén.
Y Jehová Dios dijo a la serpiente: Por cuanto esto hiciste, maldita serás
entre todas las bestias y entre todos los animales del campo; sobre tu pecho
andarás, y polvo comerás todos los días de tu vida.
Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya;
ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar
Génesis 3:14,15

Por años y años él ha sabido que la semilla de la mujer le atraparía, pero no


supo quién sería el Salvador. Le dio miedo cuando Moisés nació pues pensó que
sería él. De hecho le daba miedo cada vez que un profeta nacía. Pensaba, “¡Es Él!
¡Seguro es el que viene a atraparme!”.

34
Finalmente, Gloria a Dios, nació Jesús, y a través de su vida, de su muerte y
su resurrección, venció a Satán totalmente.

Una de las bendiciones más grandes del proceso de dar a luz era ese
sentimiento de gozo. Yo nunca había experimentado ninguna emoción como esa.
Es algo que yo siento que Dios ha dado de manera especial a la mujer—El gozo de
traer vida al mundo.

De hecho, para mí, hay algo tan especial aún al estar embarazada. Siempre
disfruté el embarazo (más cuando supe que podía salir de las nauseas). Aún antes
de que la gente notara que estaba embarazada, yo sentía ese pequeño ser de una
forma tan real. Estaba consciente de que estaba allí dentro de mí casi la mayor
parte del tiempo. Sentía como que sabía un secreto —aun cuando los demás podían
ver que estaba embarazada. Algunas veces sentía como que andaba de lado a lado
con una sonrisa en mi rostro como “el gato que se comió al canario”. Me sentía tan
especial. Terry dice que las mujeres embarazadas se ven tan bonitas, y yo creo que
es el resplandor de que traemos una vida nueva. Creo que no se puede comparar
con nada más excepto con el hecho de ver que alguien nazca de nuevo.

Lucha Contra El Temor

Cada vez que algo malo sucede, Terry y yo siempre queremos saber antes
que nada: ¿De donde vino? ¿Quién tuvo la culpa? ¿Por qué una mujer que esta
esperando tiene que estar temerosa? ¿De donde viene ese temor? ¿Quien le dijo
que tenía que ser una mala experiencia?

Este temor esta preconcebido y esta basado en lo que nos dijo nuestra madre,
la abuela, la televisión y lo que las películas y libros proyectan. En la mayoría de
las películas donde se muestra un parto, suceden dos cosas: la mujer se muere o
muestra tanto dolor que preferiría morirse. La gente comparte sus experiencias y
es raro que den un buen reporte. Casi siempre es una historia de terror tras otra
acerca de lo mal que les fue y lo mal que de seguro también te ira a ti. Es natural
para la gente platicarlo así. Lo creen y lo confiesan y su confesión trabaja en contra
de ellos mismos. Para el mundo realmente es así, pero nosotros no somos del
mundo. La Biblia dice que estamos en este mundo pero no somos de este mundo.
(Juan 17:14)

Muchos doctores con los que he hablado me han dicho que el peor enemigo
de una mujer embarazada en labor (trabajo de parto), es el temor.

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Te darás cuenta que el temor es tu enemigo número uno no importa lo que
estés haciendo. Lo opuesto al temor es la fe. Cuando estas creyendo a Dios por tu
salud, tus finanzas, tu familia, o cualquier otra cosa. El temor es tu enemigo
número uno.

Pero sabemos qué hacer con el temor. Di en voz alta, ‘Temor, te reprendo en
el nombre de Jesús’ “Dios no me ha dado un espíritu de temor sino de poder, de
amor y de dominio propio” Tengo el perfecto amor de Dios. “En el amor no hay
temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor” (2 Timoteo 1:7 / 1 Juan 4:18)
Tu reprendes al temor y el temor se va. Pero esto es una práctica continua. El temor
no se va y nunca regresa. Volverá cuando menos lo esperes. Así que debes aprender
a reconocer el primer síntoma del temor, lidiar con el, deshacerte de él y seguir
adelante.

¡Tú puedes hacerlo! ¡Yo lo hice! Cuando llegaban las contracciones y yo me


atemorizaba, le hablaba a mi cuerpo en voz baja —nadie nunca me escuchó ni se
daban cuenta de lo que estaba haciendo —pero era lo suficiente alto para mi, para
Dios y para el diablo. Reconoce el temor, ordénale que se vaya en el nombre de
Jesús y se tiene que ir. Someteos pues a Dios, resistid al diablo y huirá de
vosotros (Santiago 4:7)

No Habrá Mujer estéril

El Señor dijo en el Salmo 113:9 El hace habitar en familia a la estéril, Que se


goza en ser madre de hijos. Aleluya.

He escuchado a parejas decir que como no han logrado concebir o han


tenido legrados no pueden tener hijos. Hemos podido darles la buena noticia: ¡Dios
dice que sí puedes tener hijos!

He aquí, herencia de Jehová son los hijos; Cosa de estima el fruto del
vientre.
Como saetas en mano del valiente, Así son los hijos habidos en la
juventud.
Bienaventurado el hombre que llenó su aljaba de ellos; No será
avergonzado Cuando hablare con los enemigos en la puerta.
(Salmo 127: 3,5)

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Tu mujer será como vid que lleva fruto a los lados de tu casa; Tus hijos
como plantas de olivo alrededor de tu mesa.
(Salmo 128:3)

Él te amará, te bendecirá y te multiplicará. También bendecirá el fruto


de tu vientre y el fruto de tu tierra, tu grano y tu vino nuevo y tu aceite, la cría
de tus vacas y el incremento de tus ovejas, en la tierra que juró a tus padres
que te daría.
Serás más bendecido que todos los pueblos; no habrá hombre ni mujer
estéril en medio de ti, ni entre tus animales.
(Deuteronomio 7:13,14)

No habrá mujer que aborte, ni estéril en tu tierra; y yo completaré el


número de tus días.
(Éxodo 23:26)

Y si tu diezmas también tienes Malaquias 3:10-11

Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y


probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las
ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que
sobreabunde.
Reprenderé también por vosotros al devorador, y no os destruirá el
fruto de la tierra, ni vuestra vid en el campo será estéril, dice Jehová de los
ejércitos.
“Reprenderé al devorador por ti, y no destruirá los frutos de tu tierra,
ni tus viñedos desprenderán sus frutos antes de tiempo. Dice el Señor.”
Malaquias 3:11 (King James Versión)

“desprender el fruto antes de tiempo” (Versión King James) Está


refiriéndose, por supuesto, a un aborto.

Había una pareja que ya había pasado por cuatro abortos cuando los
conocimos. Habíamos conocido a algunos de sus familiares por mucho tiempo y
aunque no los conocíamos personalmente, habíamos escuchado de ellos. La familia
hablaba de ellos diciendo “Es muy triste. Realmente una lástima. Simplemente
parece que no pueden tener bebés. Ella se embaraza, pero luego aborta.” Podrás
notar que el poder del acuerdo estaba funcionando en contra de ellos.

37
Cuando nosotros conocimos a esa pareja, les compartimos de la Palabra. Les
animamos a pararse en la palabra de Dios y que Dios honraría Su palabra y sería
fiel. Bueno, la mujer volvió a concebir.

Una noche empezó a sangrar e inmediatamente le llamaron a Terry. Él fue a


su casa, les compartió, los animó; y oro con ellos. Esta vez, no aborto. De hecho,
Dios es tan grande, que no solo no perdió al bebé, sino que ¡tuvo gemelos
idénticos! ¡Así es como Dios trabaja! Dale una oportunidad y verás que Él te
bendecirá abundantemente — puede darte aún más de lo que puedas pedir o
pensar. (Efesios 3:20)

El mundo te quiere decir todo lo que no puedes hacer, lo que nunca has
podido y nunca podrás. Pero la provisión de Dios es ésta: Cuando estas establecido
en Su Palabra, lo puedes hacer todo. Puedes cambiar tu vida por completo. Puedes
cambiar todo para alinearlo con lo que la Palabra de Dios dice.

Tuvimos otra amiga, Edith Reese, quien a pesar de que ya había tenido un
bebé, no había podido tener otro bebé. Había tenido seis abortos. La familia,
amigos y conocidos decían: “No sabemos cómo tuvo su primer bebé, pero jamás
podrá tener otro. Simplemente no lo puede cargar su matriz.”

Los doctores le dijeron a mi amiga que su matriz estaba sin desarrollarse.


Como si tuviese 12 años. Su cerviz y su útero no eran normales o saludables. Los
doctores le sugirieron coserle la cerviz para que el feto no se saliera una vez que
estuviera embarazada. Los doctores y muchos otros le dijeron que si se
embarazaba, tendría que estar en cama los nueve meses.

Edith y su esposo, Gene, nos pidieron oración para tener un bebé. Terry le
preguntó a Edith: “¿Puedes creer que tendrás un bebé?” Ella dijo: “La verdad no
creo”, le contesto.

“¿Puedes creer que si oramos por ti y tenemos fé sucederá?” Ella dijo: “No lo sé”

“Ok, ¿puedes estar de acuerdo en que Dios es real, que la Biblia es la


Palabra de Dios y que es la verdad?” Ella dijo: “Si, eso sí puedo hacer”

“¿Puedes estar de acuerdo conmigo que cuando ore y diga que concebirás y no
perderás éste bebé, es porque tu estas redimida de la maldición?”

“Bueno, no sé” dijo ella. “He tenido ya demasiados abortos”.

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Terry dijo: “Vayamos otra vez a la Biblia. ¿Puedes estar de acuerdo con lo que
Dios dijo?”
“Si puedo estar de acuerdo con Dios.”

“Es todo lo que quiero que hagas. Que digas: Creo que puedo tener este bebé
y no lo voy a perder. No echaré mi fruto antes de tiempo. Tendré un bebé completo
y sano pues “Él me ha redimido de la maldición de acuerdo a Gálatas 3:13 y voy a
tener a mi bebé.”

“Eso sí lo puedo hacer” dijo ella.

Oramos por ella, comenzó a decir lo que Dios dice de esto. Por supuesto que
concibió y nos llamó para darnos las buenas noticias.

Se fueron luego a un viaje en carro ---desde Texas a California y de regreso a


Texas (donde recorrieron más de tres mil millas) ---Esto lo hicieron cuando ella
tenia dos meses de embarazo. En el transcurso del viaje, tuvo un sangrado. Nos
llamaron y oramos. Ella se mantuvo repitiendo lo que Dios dice. “No voy a perder
este bebé. Estoy de acuerdo con lo que Dios dice en Su Palabra, que Cristo me
redimió de la maldición de la ley. No desprenderé mi fruto antes de tiempo.”

Tuvo a su bebé. Una hermosa niña. Los doctores dijeron que la membrana
del saco que sostenía al bebé era tan gruesa que tuvieron que cortarla para que
pudiera dar a luz. ¡Dios dio la protección para que esa nena naciera! Pero sabes, la
gente la pudo haber convencido de que jamás podría tenerla. Debes de alejar tus
pensamientos de tu vieja manera de ser y cambiar tu manera de pensar. (Romanos
12:2)

No te estoy diciendo que yo nunca he tenido un pensamiento negativo. Yo he


tenido los mismos pensamientos tontos que toda mujer embarazada ha tenido. Es el
mismo diablo que viene y me dice todas esas estupideces. Pero he aprendido a
reconocerle mas rápidamente, así que ya no le escucho ni tan atenta, ni tan
largamente como solía hacerlo.

Casi dos años después de que nació Lori; nuestro cuarto bebé, La Srita.
Cristy Denise, llegó. Según el Doctor ella tenía una semana de retraso. De hecho,
él me había dicho que si no la tenia para antes de mi próxima cita---que era el
jueves --- me induciría el parto. El miércoles, un día antes de la cita empecé con un
poco de sangrado y supe que el tiempo estaba cerca.

Mientras mi mamá y yo servíamos la cena, decidí no comer. Sentí que no


había espacio para la comida ya que el bebé se sentía muy grande. Como a las 8:00
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esa noche empecé a tener contracciones regulares, como cada cinco minutos. (Le
había pedido al Señor que me avisara cuándo fuera el tiempo de ir al hospital ya
que no quería sentirme apurada. Quería tener tiempo de llegar al hospital, llenar el
papeleo, y tener tiempo para sentir que tenía el control de la situación.)

A las 9 p.m. decidimos que deberíamos ir al hospital para que me revisaran.


Mis contracciones estaban regulares y cada vez más fuertes… hasta que llegamos
al hospital. A partir del momento que llegué, no tuve ni una contracción hasta
después de 20 minutos.

Las enfermeras me revisaron y dijeron: “Solo tienes tres centímetros de


dilatación y tu trabajo de parto es irregular, esta noche no va a nacer tu bebé. Por
qué no te vas a casa. (Por tres meses yo ya tenía tres centímetros de dilatación.)

Les dije: “por favor déjenme quedarme un rato más”. Les dije que de verdad
sabia lo que hacia, les conté como mis partos siempre los tengo tan rápido que no
me daría tiempo de irme a casa y regresar. Les dije que yo sabía lo que estaba
diciendo. Mientras los convencía iniciaron las contracciones más fuertes. Esta vez
cada cinco minutos pero mucho más fuertes.

Durante la labor de parto, me sentía tan bien que estaba sobre-confiada. Las
contracciones se veían muy fuertes en el monitor pero yo no sentía dolor. Intenté
empezar con las terapias de respiración que les enseñan a las mujeres en las clases
para partos naturales. ¡Qué grande error! Fue como si mi confianza se moviera a
las cosas naturales y se apartara de la confianza en Dios y en Su palabra. La
habilidad natural no es suficiente. Tuve tres contracciones fuertísimas hasta que
me di cuenta de lo que había hecho y logré volver a mi confianza en Dios, a la
autoridad de su Palabra y a las ¡contracciones sin dolor!

A las 10:45 pm la enfermera le habló al doctor pidiendo que se apurara y


fuera al quirófano. Mientras el doctor entraba y se ponía sus guantes, la enfermera
estaba sosteniendo la cabeza de Cristy con una toalla para evitar que saliera antes
de que el doctor estuviese listo.

¡Que gozo experimentar el dar vida una vez más! Siempre he pensado que
Cristy era la medida buena, apretada, remecida y rebosante. Siempre fue como la
cereza del pastel.

La siguiente mañana la enfermera entró con mi bitácora en su mano. Ella


dijo: Estaba alistando a todos para su baño y vi que tú no estabas en la lista. Tenía
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que venir aquí para ver con mis propios ojos a la mujer que tuvo una bebita de 9
libras y 8 onzas y sin una sola puntada. Ella dijo: “Eso tuvo que ser un milagro”.
Sinceramente esta mujer no tenía ni idea ¡del tamaño del milagro!

Viene un tiempo cuando debes pararte firme en la Palabra de Dios y decir:


“No, rechazo la derrota y el desánimo del pasado. No los recibo más. Me pondré
firme en la Palabra de Dios y recibiré lo mejor de Él.”

Tienes que hacer lo que sea necesario para vencer en tus circunstancias, así
como nosotros lo hicimos en nuestra situación. Cuando los doctores me dijeron que
yo nunca podría tener un bebé, no podía aceptarlo. Era un deseo demasiado grande
en mi corazón el tener hijos. No soportaba la idea de no tener familia. Así que nos
paramos en la Palabra, crecimos en la Palabra, y la Palabra produjo para nosotros
cuatro hermosos hijos. -dos hombrecitos y dos mujercitas- En lo que a mi
concierne, tenemos una familia perfecta. Tú también deberías tener una familia
perfecta. Probablemente tú no quieras tener cuatro. Pero los que desees los puedes
tener utilizando la Palabra de Dios. La Palabra producirá par ti como lo hizo con
nosotros.

Hemos recibido muchos testimonios de mujeres por las que hemos orado y
les hemos enseñado la Palabra. Y ahora son como la Biblia dice que cada una
debería ser “(una mujer)…que se goza en ser madre de hijos”

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Enfrentando el Problema
Muchas veces nos enfocamos en cosas insignificantes, y perdemos el
objetivo verdadero. Hay ahora “Un gran debate” acerca de donde la mujer cristiana
debe dar a luz y quien debe hacerlo. Las opiniones incluyen: Tener al bebé en casa,
en un centro de maternidad, o en un hospital; si el parto debe ser revisado por el
esposo, una partera o un doctor. Entonces, hay numerosas combinaciones ya
anteriormente mencionadas. Amigos este no es el punto. A Dios no le importa
donde tengas a tu bebé. Absolutamente no hace ninguna diferencia para Él. La
decisión es tuya. Es cuestión de preferencia personal.

“¿Pero puedes ir al hospital y realmente estar en fe y creyendo a Dios?” Algunos


me han preguntado.

Tu necesitas estar creyendo en Dios donde sea que planees tener tu bebé. El
punto no es si vas al hospital, el asunto es finalizar con una madre sana y un bebé
sano. ¿No es eso sencillo? Solo haz lo que tengas que hacer, para obtener éste
resultado.
Una dama vino a mi un tanto molesta porque fui al doctor y tuve a mis bebés
en un hospital, ese no es el problema. El asunto es ya sea tener miedo y dolor y
hacer lo mejor que se pueda, o creer en Dios para tenerlo sobrenaturalmente sin
miedo y sin dolor, sin problemas, sin complicaciones. Puedes hacerlo de una u otra
forma. A Dios no le interesa, porque Él ya hizo una manera para ti.

Hay mucha gente, aún predicadores, que están diciendo, “Debes tener a tu
bebé en casa”. No quiero entrar en esta controversia. Solo déjame decirte, en
general, nunca permitas que un predicador o cualquier otra persona tome la
decisión por ti en este asunto. No es de su incumbencia en donde tengas a tu bebé.
Tienes que ser responsable de tu propia decisión.

Algunas mujeres han dicho, “Dios me dijo que tenga a mi bebé en casa”.
Básicamente, a Dios no le interesa en donde tengas a tu bebé. Ahora, podría darse
una situación extraña donde, debido a que la mujer estaba creyendo a Dios en otra
área de su salud, de que ciertos procedimientos médicos que iniciarían
automáticamente realmente no serian necesarios debido a la intervención de Dios.
En tal caso la mujer podría sentir que puede usar su fe más efectivamente en casa y
no tener que someterse a procedimientos innecesarios. Dios podría moverse en un
área como esa y darle a ella la certeza que era exactamente lo que debía hacer

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--- Quedarse en casa y tener a su bebé. Pero como lo dije eso sería una extraña
situación.
Hemos tenido que tratar con mucha gente que se ha quedado en casa y ha
hecho desordenes casi increíbles. Se quedan en casa diciendo que están creyendo a
Dios pero cuando llegas allí, ellos no pudieron creer que Dios supliría las finanzas
para pagar el hospital. Y si tú no puedes creer que el suplirá el dinero para pagar el
hospital, entonces no puedes creer en Dios y ser responsable de una vida humana.

La mujer ha tenido bebés por siglos. Puedes tener a tu bebé en el hospital, en


casa, en una granja, en el campo, en donde tú quieras, siempre y cuando Dios esté
al tanto. Es solamente un asunto de preferencia personal.

Te diré esto, si vas a tener a tu bebé en casa, entonces debes saber lo que
haces, y asegurarte de tener a alguien calificado porque estoy cansada de que Dios
sea golpeado por esto. La gente dice que Dios dijo que tuvieran al bebé en casa, y
luego el bebé muere, o la madre casi muere, y es Dios quien recibe la culpa. Y una
vez mas los cristianos quedan como una hojuela frágil.

Un pastor, amigo cercano de nosotros, llamó a Terry un día a las 4 a.m. Justo
cuando Terry se preparaba para salir a México. El pastor le dijo. “Terry, por favor
¿llamarías a una pareja de mi iglesia? La mujer dice que Dios le dijo que tuviera a
su bebé en su casa. Su fuente se rompió hace 24 horas, y todavía no está en labor
de parto, nada está sucediendo. No quiere ir al Doctor ni al hospital. ¿Le llamarías
y hablarías con ella?”

¿Los conozco?

“No, pero ellos te conocen a ti. Y pienso que te escucharán”.

Así que Terry llamó, contestó el esposo. Después de que Terry se identificó,
pidió hablar con la esposa. Su esposo le dijo que ella no podía venir al teléfono.
Finalmente Terry le dijo, “Escuche, Dios no le dijo a ella que tuviera su bebé en
casa. Si hubiera sido así, todo estaría saliendo bien. Más vale que empaque sus
cosas y la lleve al hospital. ¡Ahora déjeme hablar con su esposa!”.

“Hermana, quiero que vaya al hospital y permita que la revisen” - le dijo


Terry a ella.

“No,” - dijo ella


- “No voy a hacer eso. Dios me dijo que no fuera al hospital.”

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-“Dios no le dijo eso. Permítame hacerle una pregunta, ¿ha tenido un bebé
antes?”
-“No.”
-“Si usted hubiera tenido un bebé antes, entonces me gustaría decirle que no
hay nada que a mi me importe porque usted sabe lo que está haciendo. Una vez
que una mujer ha tenido un bebé, ella sabe lo que sucederá.
Pero usted no sabe lo que está haciendo. ¿Ha ido usted con los doctores para ser
examinada?”

Una vez mas la respuesta fue no.

Terry continuo “Siento en mi espíritu que eres aún muy pequeña para tener
un bebé. No se como seas; solo lo siento en mi espíritu. Si no has ido al doctor a
examinarte puedes estar en problemas. ¿Sabes lo peligroso que esto puede ser?”.

“No” - Contestó ella.

Terry le dijo, - “¡Quiero que vayas al hospital ahora!”

“No, no voy a ir. Estoy parada en fe,” - dijo ella. “Pero un poco frustrada
porque mi mamá ha tenido a todos sus bebés con posición al revés, y creo que mi
bebé también nacerá al revés”.

- “¡Tu no estás parada en fé! Frustración no es fé. Y después de 24 horas


estás cansada y exhausta. Te diré algo muy sencillo. No trato de dañar tu fe, pero
prefiero dañar tu fé a que tu bebé se muera.
Tu fé es reparable, pero tu bebé no es sustituible. Tu no estas en fé. La fe
funciona, y si no está funcionando. Algo anda mal. Ve al hospital ahora”.

Ella se negó.
“Lo único que puedo hacer por ti es orar.” Terry oró, “Padre creo que le
darás la mente de Cristo y la sabiduría de Dios”. Habló de nuevo con el esposo y le
dijo, “No me importa lo que tengas que hacer, llévala al hospital ahora mismo”.
Colgó y salió para México a una cruzada.
Cuando regresó de México, inmediatamente llamó al pastor para que le diera
un reporte de esta mujer. El pastor le dijo, “Su esposo la cargó, la puso en el carro
y manejó al hospital. El doctor la examinó y le dijo que era muy pequeña—no
había manera de que pudiera dar a luz. Le sacaron al bebé por cesárea; pesó 9
libras. Pudieron haber muerto ella y el bebé también. Ella está enojada contigo y
con su esposo porque el Doctor le dijo que nunca podrá a dar a luz normal ahora
que ha tenido una cesárea.”

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Ella estuvo enojada por varias semanas.
En la siguiente ocasión que fuimos a esa ciudad, ella vino a nosotros y nos
abrazó a Terry y a mí. Ella lloraba y decía, “Estoy tan agradecida que me hayan
hecho ir, de otra manera no tendría a mi bebé. Ahora estoy usando mi fé para creer
que los huesos de mi cadera se extenderán para así tener a mi bebé de manera
normal”. Ves, ella no sabía en que creer, ahora lo sabe.

El mejor tiempo para usar tu fe en tener bebés, es antes de que salgas embarazada.

CONOCE TU NIVEL DE FE

Tengo un casete acerca de alumbramiento sobrenatural. Mucha gente se


mantiene escuchándolo una y otra y otra vez hasta que se convierte en algo tan real
y empieza a funcionar para ellos. Cualquier mujer promedio, normal, puede
adquirir el casete, y descubrir lo que la palabra de Dios dice y tener un bebé sin
dolor, sin anestesia, sin problemas, puntadas o nauseas.
Pero esta es una situación promedio. No hay ningún problema en ella. Todo
esta normal; ella es promedio. Entonces tener un bebé no es problema. La mujer lo
ha hecho por miles de años --- en casa, en hospitales, en un pesebre (como Maria),
donde sea. A Dios no le importa.

Pero vé, esta mujer no era promedio. Ella tenia que creer en Dios para
obtener un milagro creativo que la hiciera pertenecer al promedio y ella ni siquiera
lo sabía. Ella pensó que solamente le creía a Dios para tener un bebé.

Pero si una mujer está debajo del promedio, entonces necesita edificar su fe
para pertenecer al promedio normal. Y necesita empezar a creer en el
alumbramiento sobrenatural antes de concebir.

Yo estaba debajo del promedio. La primera vez que me embaracé y lo perdí,


Terry me dijo, “Esto nunca sucederá de nuevo. Entraré en la Biblia, y nunca
sucederá de nuevo”. Nosotros creímos en un milagro de Dios para entrar en el
promedio. Pasaron tres años antes de que naciera Lynn. En esos 3 años usamos el
nombre de Jesús, usamos nuestra fe ---lo poco que sabíamos--- y usamos la Biblia.

Cuando concebí a Lynn estábamos lejos de todos los que nos conocían, y yo
no le dije a los doctores del ejercito nada de los malos reportes que otros doctores
me habían dado. Tuve un embarazo sin complicaciones pero cuando los doctores
me hicieron los exámenes y me dijeron que tenía gestación diabética, estaba
todavía debajo del promedio. Oramos y creímos en Dios. Y a pesar de que los
doctores habían planeado inducir el parto porque temían que el bebé estuviera muy

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grande. Dios intervino y entré en trabajo de parto antes de tiempo. Obtuvimos lo
que habíamos creído --- un rápido alumbramiento sin complicaciones.

Continuamos el estudio de la Palabra, la edificación de nuestra fe y la


confianza en Dios en el área de tener hijos.
La siguiente vez que concebí, Dios hizo un milagro y me llevó dentro del
promedio. Los siguientes tres hijos fueron “partos sobrenaturales” justo como Dios
lo había destinado.

Todos necesitamos darnos cuenta en donde está nuestro nivel de fe. Podrás
tener toda la fé del mundo pero si estás debajo del promedio, tendrás que utilizar
toda esa fé para entrar dentro del promedio.

La gente está en diferentes niveles de habilidad física. Ahora si hubiera dos


mujeres dentro del promedio, y solamente una usa su fe, esta se distinguiría
aventajando a la otra. Pero si hubiera una mujer debajo del promedio normal,
entonces ella necesitaría la Palabra para entrar en el promedio normal.

Hay algunas personas ---cristianos y pecadores--- que son normales. Ese era
el caso de Terry no había nada malo en él, no lo hay; y nunca lo habrá. Y el tomó la
Palabra de Dios y empezó a edificar en ella, a edificarme a mi y a mis hijos. Nos
edificamos en ella todo el tiempo. Es nuestro fundamento.

Pero algunas personas necesitan recibir un milagro para entrar en el


promedio. Algunas personas tienen cosas malas en ellos. En vez de entrar en el
promedio y avanzar, están debajo del promedio, y para entrar en el promedio
necesitan un milagro.
Te animo a que permanezcas en ello. Dios estará contigo en donde tu estés y
te llevará donde necesites estar.

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Conclusión
La gente continuamente pelea el derecho de sufrir. No estoy tratando de
sacar alguna doctrina de nadie. Solo digo lo que la Palabra dice. La Palabra dice
que puedes hacer las cosas a la manera de Dios. También puedes hacer las cosas de
otra manera. Puedes estar enfermo, y Dios te sigue amando. Puedes ser pobre y
Dios te sigue amando. Puedes ser estéril, y Dios te sigue amando. Puedes seguir en
sufrimiento y Dios te sigue amando. Pero Dios dice que hay un camino mejor.
Jesús pago por salvación, sanidad, prosperidad, liberación y bendición.

¡Dios es tan práctico!, ¡tan real¡ , que Él quiere que hagas lo que puedas
hacer, lo que puedas manejar. Él quiere bendecirte. Él quiere suplir tus
necesidades. Él quiere que camines en salud y prosperidad y en todas las
bendiciones que te ha dado por medio de Jesús. Él hará cualquier cosa para suplirte
donde estés, si pones tu confianza en él y en su palabra. Dios siempre estará allí
para respaldar su Palabra.

Quiero enfatizar: Dios quiere bendecirte. Nunca permitas que el diablo te


condene o te empuje a hacer algo solamente porque alguien más lo hizo. Recuerda,
la cuestión es ser una madre sana y tener un bebé sano. Estudia la Biblia y decide
por ti misma donde debes trazar la línea. Dios te ama así como eres, y donde
quiera que estés él estará contigo.
Si este libro te ha ayudado de alguna manera, nos gustaría escuchar de ti.
Mándanos tu testimonio y si ese testimonio incluye el nacimiento de un precioso
bebé, nos gustaría que nos mandaras las fotografías. Terry y yo nos sentiremos
privilegiados de tener la oportunidad de compartir contigo las bondades de Dios.
Si necesitas oración, ánimo o solamente compartir con alguien, por favor
escríbenos. Oraremos y nos pondremos de acuerdo contigo para recibir lo mejor de
Dios.

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Testimonios
Hemos incluido algunos testimonios que recibimos como resultado del
casete que llamamos “Alumbramiento sobrenatural” Regocíjate, como nosotros lo
hemos hecho con esta gente; anímate con sus testimonios, y conoce con certeza
que lo que Dios ha hecho por otros lo hará por ti. Dios no hace distinción de
personas. Permanece en la Palabra de Dios, permite que la Palabra permanezca en
ti y así podrás pedir lo que quieras y te será hecho. (Hechos 10:34)

Querida Jackie...

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Poco después de que Jerry y yo decidimos empezar una familia, estábamos
muy emocionados de saber que estábamos esperando un bebé. Nos decepcionamos
mucho cuando una semana después aborté.
En el transcurso de los 2 años siguientes tuve 3 abortos — ninguno de mis
embarazos duró mas de 6 a 8 semanas.
Ante este patrón sin esperanza que parecía se desarrollaba, nos dimos cuenta
que teníamos un verdadero problema. Jerry y yo, ambos nos hicimos diversos
exámenes, vimos varios doctores y tratamos con medicamentos para determinar si
era algo físico a corregir. Nada de lo que hicimos nos dio una respuesta de por que
estaba sucediendo esto.

Sabíamos que si íbamos a tener hijos, Dios tendría que dárnoslos, pero no
sabíamos como pararnos efectivamente en la Palabra para obtener nuestro milagro.

Fue alrededor de mi cuarto aborto cuando Terry y tú se enteraron de nuestro


problema y comenzaron a compartir con nosotros principios de la Palabra que
podríamos usar para edificar nuestra fe y poder recibir de Dios. Jackie, tu
compartiste escrituras conmigo, las cuales me dieron respuestas específicas a lo
que necesitaba. Las citaba frecuentemente.
Con este nuevo conocimiento, el quinto embarazo fue totalmente diferente.
Pasé el periodo crítico de las 8 semanas sin ningún problema. Nunca me he sentido
mejor que durante esos meses de embarazo.
En el sexto mes comencé a mostrar las familiares señales de un aborto. Días
antes, había ido a ver a mi doctor en una visita de rutina. Me dijo que si daba a luz
de este tiempo en adelante teníamos “Una gran posibilidad de salvar al bebé.”
Debido a mi historial médico, el doctor me monitoreaba muy de cerca. Sé que lo
que quiso decir fue para animarme, pero yo me rehusé a aceptar algo menos que
ver llegar mi embarazo a su total término. Satán estaba tratando de usar las
palabras del doctor junto con mis síntomas físicos, para hacerme rendir, dar a luz
antes de tiempo y poner en riesgo al bebé.

En un inicio, el temor vino, pero rápidamente lo derroté con la Palabra que


había estado confesando y viviendo en los meses previos. Rápidamente los
síntomas desaparecieron. ¡Gloria a Dios por el conocimiento que había adquirido
con tu ayuda!

Al inicio del séptimo mes, el mismo doctor me mandó a hacer un


ultrasonido porque creyó que había escuchado dos latidos de corazón. El
ultrasonido reveló que traía gemelos. Que recompensa era la noticia después de
haber ganado la batalla que había enfrentado semanas antes.

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Jackie, también compartiste conmigo como habías aprendido que no tenemos
que pasar por dolor en el alumbramiento. Yo quería todo lo que Dios tenía para mí,
así que reclamé las promesas en la Palabra pertenecientes a esto. Si Dios pudo
ayudarme a llevar el embarazo, el podía quitar el dolor en el alumbramiento.
Cuando entré en labor de parto, fue difícil saber cuando iría al hospital porque no
tenía dolor.

El 6 de marzo de 1977 dí a luz a dos bellas, perfectas y saludables gemelas:


Tiffany Danielle, 3 libras trece onzas y Andrea Gabrielle, 4 libras catorce onzas.
Era como si Dios estuviera recompensándonos el tiempo perdido al darnos
estas gemelas. Estamos tan agradecidos con Dios por darnos nuestro milagro de
una manera mucho más grande de lo que jamás hubiéramos podido imaginar.

Melina Davis.
Conroe, Texas.

Tiffany and Andrea


Davis

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Photo Photo

Hagan and Zoé Brown


Gordon y yo tenemos tres hijos, dos nacieron de una manera sobrenatural de
acuerdo a la Palabra de Dios.
Nuestro primer bebé nació con una deformación congénita, una pierna corta
que tiempo después fue amputada. Él ahora usa una extremidad artificial. Junto
con eso, todo el proceso de labor de parto estuvo lleno de complicaciones y temor.
Los doctores comenzaron a decirnos que no estaban seguros si esto pudiera
sucedernos de nuevo. Luego tuve dos abortos. Todo esto incrementó el temor que
ya tenía.

Entonces alguien me regalo tu casete “Alumbramiento Sobrenatural”.


Aunque había sido cristiana durante todo este tiempo, yo no sabía que esto no tenía
que ser así. Después del segundo aborto, los doctores me dijeron que no concebiría
por lo menos en seis meses. Así que tome tu casete y lo escuché día tras día por los
siguientes seis meses. Estaba determinada a edificar mi fe al lugar donde sabía que
podría tener un bebé.

Al final de esos seis meses, Terry se encontraba en Nueva Zelanda, así que
le pedimos que orara y acordara con nosotros. Nueve meses después sostenía a mi
bebé completamente sano, el cual nació en cuatro horas sin complicaciones.

Con Nuestro tercer bebé de nuevo no tuve problemas para concebir. Ella
nació rápidamente, un poco más de una hora, sin dolor, sin puntadas y sin
complicaciones.

Sabía que esta era la manera que Dios había planeado para que las mujeres
tuvieran a sus bebés, Gordon y yo estamos tan agradecidos con Dios por Su
Palabra.

Julie Brown
New Plymouth, Nueva Zelanda

51
Esta es la segunda generación de testimonios
de Alumbramiento Sobrenatural. Edith creyó
a la palabra de Dios y cosechó la recompensa
al dar a luz a Leanna. (Ver capitulo 5)

Leanna Jeane Reese

Brittini Jordan Reese

Mi hija Leanna a la edad de quince años salió embarazada. Ella estudiaba el


segundo año de preparatoria y continuo estudiando en una escuela de pases (un
estudio abierto/independiente), lo hizo muy bien y empezó su penúltimo año.
Ella pesaba 96 libras y media (44 Kg.) 5 pies y 3 pulgadas de altura cuando
quedó embarazada.

Al inicio de su tercer mes, ella empezó a escuchar tu casete de


“Alumbramiento sobrenatural” casi cada noche. Sacaba su Biblia y buscaba
todas las escrituras y las escribía. Ella confesaba que tendría un alumbramiento
fácil y que cada parte del cuerpo del bebé estaría perfecta y completa. Que no
habría complicaciones durante y después del embarazo.

Las últimas dos semanas de mayo tuvo contracciones pero sin dolor. Tuvo
dilatación de cuatro centímetros por un poco más de una semana. En su cita con
el Doctor en mayo 30, decidió internarla. El 2 de junio a las 7:30 am de ese
sábado entró al hospital --- ni siquiera sabía que ya estaba en labor de parto.
Tuvo una niña, Brittini Jordan, seis libras y una onza y media pesó al nacer, a
las 10:36 am. Las enfermeras y el doctor dijeron que ¡estuvo muy bien!
52
Estaban sorprendidos de lo rápido que tuvo a la bebé, sobre todo porque era
la primera ---era tan joven y tan pequeña--- Le hicieron unas pequeñas
suturaciones porque la bebé estaba grande. Pero fuera de que se sentía cansada,
ella estaba bien.

Leanna, con la ayuda y apoyo de su esposo, es una madre feliz y ¡graduada


de la preparatoria!

La misma Palabra de Dios que trajo a nuestra hija Leanna a este mundo nos
ha dado una preciosa nieta, Brittini.

Edith Reese
New Mexico

Ashley Sepulveda

En mi primer año de la preparatoria, en 1973, en mi clase de P. E.


(educación física) vi una película sobre alumbramiento natural. Quede tan afectada
de manera negativa por la película y por el terrible dolor que la mujer estaba
sufriendo, que dije que nunca tendría un bebé. Creía que no podría manejar el
dolor y que mejor adoptaría.
Aunque después me di cuenta que es muy común que una jovencita como yo
se sintiera como me sentí, parecía que no podía quitarme esa manera de pensar,
aun después de haber nacido de nuevo en 1978 y de haberme casado en 1982.
Traté de convencer a mi esposo que adoptar era lo mejor. Creo que aceptó al
inicio de nuestro matrimonio porque en ese tiempo no pensaba en tener hijos pero
sabía que muy en el fondo quería que tuviéramos nuestros propios hijos.
Dos años después de estar casada me regalaron tu casete, “alumbramiento
sobrenatural”. Nunca antes había escuchado ese término o que el alumbramiento

53
sin dolor fuera posible, pero estaba muy interesada en conocer más de esto. Lo
escuché, y escuché y escuché.
A finales de 1984, estando confiada en Dios y creyendo que no hace
acepción de personas, tus palabras de fe resonaron en mi mente y en mi corazón.
“Si fuimos redimidos de la maldición de la ley, entonces somos. ¡Y si somos,
somos!” Esa frase llena de palabra de fe me liberó. Creí que era una verdad para
mi (Y para todo creyente, también), compartí mi fe y el casete con mi esposo Art.
Acordamos que Dios podía y quería cuidar sobre su Palabra y ejecutarla en
nuestras vidas. El dolor esta bajo la maldición, y yo fui libre del dolor al igual que
del temor.
Concebí en abril de 1985 y en mi 6ta. Semana experimenté síntomas de
aborto. Pero me sostuve sobre mis derechos del pacto y le dije a mi cuerpo que no
dejaría caer el fruto antes de tiempo (ya que era y soy una diezmadora). Declaré
Juan 10:10 y lo tomé como mi línea divisoria: Dios puso este bebé en mi Matriz
para llenarlo con Su vida y Su vida en abundancia. Continué escuchando el casete
y prácticamente citando tus palabras de vida conforme tú las ibas diciendo. Una
semana después de los síntomas que decían que iba a perder a mi bebé fui al doctor
y me dijo que mi presión sanguínea estaba bien al igual que todo lo demás.
Aproximadamente 8 meses después a las 2:00 a. m. Fui al hospital con
contracciones. Sentía mucha presión sobre mi vagina y alrededor de mi abdomen
pero no había dolor. Mis piernas empezaron a temblar mientras estuve en labor de
parto. Cuando les pregunté a las enfermeras ¿Por qué? Ellas me dijeron, “Estás
tratando de ser la mujer maravilla y probablemente necesitas una pastilla para el
dolor”. Yo dije, “No, no tengo dolor pero parece que no puedo hacer que mis
piernas dejen de temblar”.
Después de 12 horas de contracciones que duraban de 1 a 2 minutos, cada 3
o 4 minutos por 12 horas, nació Ashley. ¡Sin dolor! De hecho, yo seguía pujando
aún cuando Ashley ya estaba afuera porque no sentí cuando salió.
He compartido este casete con toda mujer embarazada que lo quiera. Hasta
con una compañera de trabajo cuando trabajé para una aerolínea en reservaciones.
Ella nació de nuevo mientras lo escuchaba. Ella tuvo un parto vaginal aún
cuando el Doctor le había dicho que era muy pequeña (Y también porque su
primer parto había sido cesárea). Después de recibir tu casete aproximadamente a
las 2 semanas de su séptimo mes, ella me llamó llorando y diciendo, “Mis huesos
se están moviendo. Le hable a mi cuerpo como dice Jackie, y sé que Dios está
haciendo ajustes para que tenga a mi bebé de una forma natural... Quiero decir
sobrenatural.” ¡Y así fue!
Gracias, Jackie por estar dispuesta a compartir tu vida y tu testimonio con
tantas de nosotras que hemos sido poderosamente bendecidas.
Kuna Sepúlveda
54
Honolulu, Hawai.

John Bryan,
Michael Paul,
And Jeremiah
Donald Lowe

Justo después de que mi esposo y yo nacimos de nuevo y fuimos llenos del


Espíritu, escuchamos tu testimonio acerca de lo que los doctores te dijeron de que
no podías tener bebes y como a causa de creer a Dios y a Su Palabra, ahora tienes
cuatro saludables hijos. Mi esposo y yo decidimos creerle a Dios para concebir.

Hace ya tres años y medio desde que perdimos a nuestro primer bebe, justo
unas pocas semanas antes de mi fecha de alumbramiento. Nos fue dicho por
nuestro doctor que probablemente no llegaría al término. Mi esposo en aquella
época estudiante en la universidad, jugando football para ellos, decidió tirarse de
lleno en su carrera de futbolista y comenzó a toman esteroides, lo cual solo agregó
complicaciones al poder estar embarazada y tener un bebe.

Yo no había concebido en más de tres años y medio, aun cuando no nos


estábamos cuidando; Pero a causa de escuchar tu testimonio de como creer a Dios
por un milagro, fe se había provocado en nosotros. Nuestros pastores oraron por
nosotros para sanidad, y en tres meses concebí.

Las complicaciones vinieron enseguida, pero sabíamos que la voluntad de


Dios era que tuviéramos ese bebé, así que seguimos creyendo.

Estábamos de visita contigo cuando tenía 7 meses de embarazo, y


compartimos con ustedes que estábamos yendo a clases de preparación para tener
55
un alumbramiento natural. Nunca olvidaré lo que Terry me dijo, “¿Por qué tener un
alumbramiento natural si puedes tener un alumbramiento sobrenatural?” El
continuó compartiendo como tener un alumbramiento sobrenatural por la Palabra.

Cuando llegamos a casa, escuché una y otra vez el casete que nos diste de tu
testimonio. Yo hice una oración de confesión del casete que era hablar la Palabra a
mi cuerpo y al bebé, aunque seguíamos recibiendo reportes negativos acerca del
bebé cada vez que íbamos al Doctor.
No puedo decir que mi primer parto fue sin dolor, ¡pero si que fue un
milagro! Contrario a lo que esperaba el Doctor, di a luz a un bebé varón que peso 7
libras 14 onzas, John Bryan Lowe III.

Cuando concebí de nuevo, mi fe estaba edificada; estaba lista para confiar en


Dios para un parto sin dolor. Tuve problemas cuando se me rompió la fuente con
John Bryan, así que eso era algo específico por lo cual confiaría en Dios para esta
próxima vez. Esperaba que este parto fuera rápido.

Cuando el tiempo llegó, mi fuente se rompió en la casa y entré en labor de


parto. Nos fuimos al hospital, el cual estaba a 25 minutos de camino. A los 15
minutos de haber llegado, Jeremiah Donald Lowe nació. Cuando llegamos al
hospital y me examinaron estaba tan sorprendida porque ya estaba en la última
parte de la labor de parto. Sentí que el bebé venía ya, y cuando me levanté, se
coronó. Minutos después las enfermeras me recostaron en la cama.

Estaba recostada y asombrada por el hecho de que no estaba sintiendo dolor


y de que el doctor había tenido que llamar mi atención y recordarme que pujara.
Así que pujé dos veces y ¡Jeremiah nació! Los doctores y las enfermeras estaban
sorprendidos de lo cómodo que fue mi parto, todos me dieron una gran ovación
después de dar a luz. Me sentí tan emocionada de no haber sentido dolor. Que solo
pensé: ¡Bueno, es tan hermoso que de seguro esta es la forma en que Dios quiso
que fuera¡

El siguiente bebé vino dos años y medio después, y Satanás realmente trató
de complicar la situación. Entré en labor de parto sin dolor, y supe que era el
tiempo de ir al hospital. Cuando me examinaron, los doctores, nos dijeron que el
bebé venía volteado. Querían hacer una sección-C (cesárea) de emergencia
inmediatamente.

Les pedimos a los doctores que nos dieran unos minutos en privado para
orar. Ellos estaban exasperados y preocupados, pero nos concedieron esos
momentos a solas.

56
Entonces hicimos lo que tú y Terry nos enseñaron, impusimos manos sobre
mi estomago y oramos por el bebé. Le ordenamos al bebé que se moviera y se
pusiera en la posición correcta en el nombre de Jesús. Le hablamos a mi cuerpo.
Hicimos todo lo que se nos ocurrió.

Los doctores regresaron y me reexaminaron e insistieron en la cesárea


Michael Paúl Lowe nació por medio de la cesárea, sano y normal, pesó 6 libras y 3
onzas, un hermoso bebé varón. El siguiente día el doctor vino a mi cuarto. Nos dijo
que cuando hicieron el corte, encontraron que el bebé venia en posición correcta.
Después nos informaron que de haber esperado los doctores hubiera tenido un
parto vaginal lo cual ellos habían asegurado que era imposible, debido a la
posición original del bebé con los pies por delante. ¡Vimos esto como una
verdadera victoria!

Realmente apreciamos que Terry y tú hayan compartido con nosotros el


confiar en la Palabra de Dios. Es verdad, y funciona. ¡Funcionó en mi vida!

Debbie Lowe
Warsaw, Indiana

57
Fue un día hermoso cuando te escuché compartir tus principios para crear
una familia exitosa. Tú representaste para mí una gran mujer de Dios que había ido
tras su voluntad y ministerio pero sin sacrificar el bienestar de tus hijos.
Dennis y yo llevábamos diez años felizmente casados, estábamos en un
ministerio misionero, y yo consideraba que estábamos totalmente completos.
Estábamos de acuerdo en todas las áreas excepto en una --- hijos. Ya que siempre
estábamos viajando yo consideraba que lo mejor era no tener hijos mientras que
Dennis quería una familia. Pero él sabía que mis decisiones tenían que venir de
Dios.
Él solamente oraba para que Dios me cambiara. No era que no me gustaran
los niños, pero tenia fuertes convicciones sobre el como ser un buen padre. Aunque
Dennis y yo estábamos de acuerdo en como criar hijos, parecía que no encajaba en
nuestro estilo de vida sentía que Dios no quería que me quedara en casa durante
largas separaciones de Dennis, ni tampoco querría que dejáramos a nuestros hijos
y que fueran criados por alguien mas. Mi solución era simplemente no tener hijos.
Parece imposible ahora que me doy cuenta la manera en que estaba
limitando a Dios. Nunca se me ocurrió que había otra manera. Nunca caí en la
cuenta de que Jesús es el camino, y que Él podía fácilmente enseñarme como
manejarlo.
En 1979 fuimos a una conferencia en la convención Internacional de
Ministerios de Fe en Forth Worth Texas. Una tarde en una reunión de damas, un
panel de esposas comisionadas dieron lugar a las preguntas. Cuando una mujer
preguntó acerca de los niños, ¡todo el panel te dejó la pregunta a ti, Jackie!
Hablaste como si supieras mis pensamientos y dudas. Tus respuestas
prácticas me dieron tal libertad que cambié para siempre. Tus palabras me
mostraron que los hijos no tienen por que sufrir por nuestro tipo de ministerio y
viajes. Al contrario, ellos pueden ser una parte vital de todo lo que hacemos
añadido a que tienen la ventaja de viajar por todo el mundo.

Pasé los próximos años observando a toda tu familia, solo para ver como
había funcionado para ti. Cualquiera que pasa tiempo contigo disfruta
especialmente estar alrededor de tus hijos. Como resultado de la sabiduría que me
compartiste, hoy Dennis y yo tenemos una hermosa y bien adaptada hija que viaja
con nosotros alrededor del mundo.
Gracias, Jackie, por dirigirme al Hacedor del camino.

Vicki Burke.

58
Arlington, Texas.
Escuche tu casete “Alumbramiento Sobrenatural” por varios años antes de
que mi hija Ruthi fuera concebida. Descubrí los principios que enseñas para poder
ser práctica y de gran ayuda en todas las áreas de mi vida, capacitándome y
preparándome para un hermoso embarazo y alumbramiento.

No experimente malestares matutinos durante mi embarazo, y a pesar de las


advertencias de los doctores de un largo e incomodo primer parto, solo dure en
labor de parto cinco horas veinticinco minutos.

Mi fuente se rompió y horas después el doctor me provocó las


contracciones. Ellos no estaban al tanto, más bien descuidados, así que opte por un
“epidural”. Las enfermeras me dijeron que no estaba dilatando rápidamente y que
iba a estar allí más tiempo. George y yo solo nos sonreímos, y cuando salieron del
cuarto, oramos. Empecé a dilatar inmediatamente --para su sorpresa. La mayor
parte de mi labor de parto vi un juego de fútbol americano, reí y platique con mi
familia (mi mamá me dijo que de haber sido así en sus partos, hubiera tenido mas
de un hermano).

De nuevo, las enfermeras se sorprendieron cuando estaba lista para dar a luz
antes de lo que esperaban. Aun así, me avisaron que podría tomar tiempo. 20
minutos después ya estaba cargando a nuestro bebé ¡El doctor realmente se rió,
cuando minutos después que Ruti nació le dije, “Si esto es todo, tendré 12!”
Con mucha oración y usando el conocimiento que obtuve de ti y del Doctor,
Dios nos bendijo con un hermoso alumbramiento.
He recomendado el casete “Alumbramiento Sobrenatural” a muchas mujeres
y estoy muy emocionada de verlo escrito finalmente.
Creo que las mujeres dondequiera que estén serán animadas por la sabiduría
que compartes.

Nita McNerlin
Katy, Texas

59
Mi corazón esta lleno de gozo y emoción desde que empecé a compartir
contigo mi testimonio personal en cuanto a “Alumbramiento Sobrenatural” se
refiere. El Señor me ha bendecido con dos hijos hermosos, Dominc Joseph y
Jonathan Michael; ambos aman al Señor y desean todo lo que Dios tenga para
ellos.
Cuando descubrí que estaba embarazada de Dominic en febrero de 1983
inmediatamente recordé tu casete de “Alumbramiento Sobrenatural” que me había
regalado una preciosa hermana en el Señor.
La primera vez que escuche el casete sabía, que sabía que iba a creer a Dios
para tener un alumbramiento sobrenatural. Mi maravilloso esposo, Dominic Jr;
escucho el casete conmigo y nos pusimos de acuerdo en lo que a “alumbramiento
sobrenatural” se refiere. Implica un parto para la Gloria de Dios y todas las
promesas de Dios pertenecientes al alumbramiento. Fue una bendición tener a mi
esposo junto a mí, establecido en la Palabra de Dios por un alumbramiento
bendecido. Tuve un embarazo hermosísimo con Dominic Joseph. No tuve
nauseas matutinas ni complicaciones. Escuche tu casete mientras me maquillaba
diario, por nueve meses. Cuando llego el tiempo de dar a luz, estaba llena de las
promesas de Dios para poder tener un parto sobrenatural, glorificándolo a Él. Tu
testimonio fue tan alentador; sabía que Dios no hace acepción de personas, y que
lo que Dios hizo por ti, lo haría por mí. (Rom.2: 11)
Tenía grandes esperanzas mientras iba al hospital lista para dar a luz a mi
primer hijo. Fue un bello parto con Dominic, muy poco dolor; mi dilatación fue
cómoda y fácil, solo tuve que pujar dos veces. Después de haber dado a luz a
Dominic, pensé, “Si vuelvo a embarazarme, ya se que esperar durante la labor de
parto” y supe que mi próximo parto seria sin dolor alguno.
En septiembre de 1985 descubrí que estaba embarazada de mi segundo hijo,
Jonathan; iba a nacer el 7 de abril de 1986. Estaba tan emocionada de experimentar
un parto por segunda ocasión. Empecé a escuchar de nuevo tu casete y a darle
gracias a Dios por un alumbramiento sobrenatural sin dolor. De nuevo tuve nueve
meses grandiosos sin síntomas, perfecta salud. Un sábado, el 22 de marzo, fui a
desayunar con mi esposo, mi hijo y mis suegros. Fuimos al centro comercial y
anduvimos caminando toda la tarde. Mi esposo, mi hijo y yo regresamos a la
casa. Esa noche le dije a mi esposo, “siento que mis músculos se están preparando
para el parto”. Me fui a la cama a las 8:00 pm lo cual es inusual en mí.
A las 3:00 am sonó la alarma, mi esposo iba a ir a la prisión en Muskegon,
Michigan, en un ministerio de prisiones. Mientras el se estaba bañando, sentí en mi
corazón que la labor de parto había empezado. No tenia dolor, pero si una muestra

60
de sangre. Mi mente me decía “faltan dos semanas”. Mi corazón me decía, “es
tiempo”.
Mi esposo vio a los hombres con quienes iba a ir a la prisión en la oficina de
la iglesia y les dijo que no iba a poder ir porque yo ya estaba en labor de parto. Oró
con los hombres de la iglesia para que el tiempo que estuvieran ministrando a los
hombres en prisión fuera fructífero. Cuando regresó de la oficina de la iglesia el
me dijo, “mas vale que sea el tiempo, porque si no, parecerá que no quise ir a la
prisión”. Para entonces yo ya sabía que iba a tener el bebé esa mañana. Me bañe, le
llame a mi querida hermana para que cuidara a mi hijo. Llame a nuestro pastor y
su esposa para que oraran, la iglesia oro por mí también. No hay nada como que
todo el cuerpo de la iglesia este contigo. Mi esposo y yo llegamos al hospital
como a las 8:45 am. Dominic y yo habíamos orado por un doctor específico para
traer a mi bebé, el fue llamado.
Mientras el doctor me examinaba (el estaba listo para salir de su turno a las
9:00 am) me dijo: “me quedare para el parto, probablemente sea hasta la noche”.
(Tenia solo 2 cm de dilatación). No tenía contracciones consistentes, pero yo sabía
que mi cuerpo iba a tener el bebe pronto.
Cuando el doctor me examinó alrededor de las 10:00 am tenía 5 cm. de
dilatación. Minutos después tuve la urgencia de pujar, y le dije a la enfermera que
por favor me revisara de nuevo. Ella me dijo, “no puede ser, apenas te
examinaron”.
Le dije a ella, “Se que estoy lista”. Ella llamó al médico residente para que
me revisaran, estaba segura que estaba lista para pujar. Nadie podría creer lo
rápido de mi dilatación. Sentí que este parto fue como uno que describes en el
casete. Tuve mi segundo hijo a las 10:20 am absolutamente sin dolor. Dios es tan
bueno; nos ama mucho. Mi hijo Jonathan peso seis libras siete onzas, y es
adorable. Lo amo tanto.
Fue una gran bendición que el doctor se haya quedado con nosotros. La
siguiente mañana cuando entro a mi cuarto me dijo que había hecho un buen
trabajo. Estaba tan bendecida, tan llena de gozo y felicidad. Tener un bebé es tener
una experiencia maravillosa con el Señor, tu esposo y los que te aman alrededor.
Que testimonio tener un parto glorificando a Dios. No podía creer que había tenido
a Jonathan dos semanas antes, pero si creía que Dios sabia la fecha perfecta. El
nació un domingo de ramos el 23 de marzo de 1986.
No podría decirte con cuanta gente he compartido“alumbramiento
sobrenatural”. Mantengo copias de tu casete en mi portafolio y constantemente se
lo regalo a la gente. Que hermosa herramienta para que la gente la escuche, así
también podrán creerle a Dios para tener un parto que le glorifique a Él. Gracias
Jackie por compartir tu testimonio con nosotros.
61
Amira Russo
Rochester, Michigan
Los cristianos son asombrosos. Cuando por primera vez escuché el casete de
“Alumbramiento Sobrenatural” estaba muy emocionada, comencé a decirle a mi
familia y amigos esperando que me dijeran “¡Gloria a Dios, no es esto fabuloso!”
En vez de eso, me miraron, miraron mi vientre, levantaron la ceja, se rascaron la
nariz, en general me dieron una de esas miradas de “bendito sea tu corazón ya
tocaste fondo”. A lo cual yo debía estar acostumbrada en ese tiempo.

Mi esposo, Dony y yo habíamos peleado la guerra sobre nuestra semilla por


varios años. Yo había pasado por dos abortos, dos cirugías correctivas, y varios
procedimientos humillantes, y finalmente el lúgubre pronostico: “Si quieren tener
hijos, mas vale que busquen adoptar”. Ahora tengo que decirles que nosotros no
teníamos problema con adoptar, pero si teníamos problema en que Dios nos había
dado varias palabras proféticas acerca de mi dando a luz. La primera semana de
casados, Dios me mostró una visión de nuestro hijo, Israel.

El verdadero parteaguas ocurrió cuando Dony estaba orando un día, y clamó


en su espíritu. “Dios, tu primer mandamiento a la raza humana fue que
fructificaran y se multiplicaran. Reba y yo somos hijos del pacto y esperamos
poder guardar todos tus mandamientos. ¡Declaramos la maldición de la esterilidad
rota!”
¡Seis semanas después, estaba embarazada! Inmediatamente se mostraron
los escépticos. “No te emociones mucho...recuerda tu historial de abortos.” Lo
admito, no estaba muy espiritual en ese punto. Solo quería golpearlos.

Nuestros amigos Richard y Lindsay Roberts se habían mantenido en


acuerdo con nosotros acerca de nuestra concepción y habilidad para mantener la
semilla tiempo completo. Ahora, seis meses entrados de embarazo, Lindsay me
envió una copia del casete “Alumbramiento Sobrenatural”. Allí estaba yo peleando
un infierno por concebir y mantener al bebé, y ahora Lindsay y Jackie estaban
presionando mi fe un paso más allá. Creo que para eso son los amigos.

Para contarte toda la historia de cómo Dios se movió en nuestra concepción,


embarazo y alumbramiento, se haría una novela de “La Guerra y La Paz”.
¡Nuestro Dios es un Dios asombroso!

¿Que si tuve un parto sin dolor? No, no lo tuve. ¿Que si tuve un parto mejor
al que hubiera tenido sin “Alumbramiento Sobrenatural”? Absolutamente. ¿Que si
recomiendo “Alumbramiento Sobrenatural” a mis amigas? Mas vale que lo creas.
Le doy gracias a Dios que ahora este disponible en libro para que la mujer lo

62
estudie una y otra vez y lo tenga dentro de su espíritu. Les recomiendo que lo den
como regalo de bodas, para que sea plantado antes del embarazo.
No esperes que para todos sea arrollador cuando compartas esta revelación
con ellos. Si no es así, solo sonríe y desea lo mejor para ellos.
Personalmente pienso que es mejor encontrar a dos personas, que se
mantengan de acuerdo contigo y que compartas tu revelación con otros después de
que hayas dado a luz. De esta manera, las dudas o palabras negativas serán
mínimas.
Dios nos bendijo con dos niños milagro: Destiny, nuestra hija, e Israel,
nuestro hijo.
A la edad de cuatro años, Destiny nos pidió con lágrimas en sus mejillas, si
podía ayudarnos a orar por los enfermos en nuestras líneas de oración.
La primera mujer con la que oró tenía cáncer y le habían dado seis meses de
vida. Tres semanas después de que Destiny oró, el reporte del doctor ¡no mostró
trazas de cáncer! Israel se sabe los libros de la Biblia desde que tenía dos años.
Nunca había visto niños con tanta fe pura y con tanta habilidad de comprender y
retener la Palabra de Dios.
Si estas en una batalla concerniente a tu semilla, ya sea en tu cuerpo, alma o
espíritu, ¡átate bien tus botas de combate! Ármate con toda promesa en la Palabra
y gózate... ¡herencia del Señor son los hijos!

Reba Rambo McGuire


Nashville, Tennessee.

63
9
Epílogo
Por Terry Mize

Cuando Jackie y yo empezamos a usar oración y fe para anular todo lo que


los doctores, familia y amigos habían dicho por años y para creer que Dios sanaría
el cuerpo de Jackie y tener familia como lo habíamos deseado, no sabíamos que
hacer. Ahora gracias a Dios que hemos crecido y madurado en cada año que pasa y
hemos aprendido mucho en cada bebé.

Con lo único que empezamos fue con oración y con las promesas de Dios
para concebir y tener una madre y un bebé saludables. Después nos movimos a ser
redimidos de la maldición de la ley por Cristo Jesús creyendo en no mareos
matutinos, no nauseas, no problemas emocionales, no dolor, no anestésicos, no
puntadas y así sucesivamente.

Sabemos que existen dos maldiciones: La maldición en el Edén y la


maldición de la ley. Realmente no tratamos mucho con la maldición original en el
Edén, pero si con la maldición de la ley en Génesis hasta Deuteronomio
ahondando en el hecho de que el dolor (cualquier tipo de dolor) está bajo la
maldición de la ley. Y Galatas 3 dice que Jesús nos ha redimido de ella.

Una razón por la que no tratamos mucho con la maldición del Edén es
porque no la entendíamos en ese entonces; y ahora, casi tres décadas mas tarde,
todavía no la entendemos del todo, ni conocemos a alguien que lo haga.

He estado trabajando en un libro sobre este tema, he estudiado mucho y he


hablado con incontables predicadores acerca de esto. Una cosa que si sabemos es,
que las tres separadas y distintas maldiciones que Dios puso en: 1) La serpiente, 2)
Eva, 3) Adán no significan lo que la Iglesia siempre ha pensado. Las tres
maldiciones trajeron cambios drásticos a los tres maldecidos y sus descendientes,
pero no podemos saber que tan drásticos fueron los cambios porque no sabemos
como eran antes de que la maldición viniera.

Este no es el tiempo ni el lugar para entrar en todo esto; pero basta decir que
la maldición en el Edén separó a Dios del hombre. Dios perdió su relación con el
64
hombre y quería a Su hombre de regreso, así que puso en marcha Su plan de
redención: primero, la Ley y segundo, Jesús. Las Misiones o el ganar almas
tuvieron su origen en el Jardín del Edén para traer al hombre de regreso a Dios.

Ahora la palabra “dolor” en la maldición de Eva en Génesis, es la misma


palabra “dolor” en la maldición de Adán en Génesis.

A la mujer dijo: Multiplicaré en gran manera los dolores en tus preñeces; con
DOLOR darás a luz los hijos; y tu deseo será para tu marido, y él se
enseñoreará de ti.
Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste
del árbol de que te mandé diciendo: No comerás de él; maldita será la tierra
por tu causa; con DOLOR comerás de ella todos los días de tu vida.
Génesis 3:16,17 (RV-1995) *

La Iglesia siempre ha querido interpretar esta palabra como DOLOR sobre


todo para Eva. Bueno, no significa dolor (pain); significa exactamente lo que dice:
(sorrow) PESAR.*

Mi Dios no puso dolor en ellos. Él no es el autor del dolor. El dolor así como
la enfermedad vienen en el mismo paquete; vienen con la maldición o el sistema
pecaminoso. Si la maldición de Eva literalmente significa que tendría dolor severo
en cada concepción y al dar a luz a cada bebé, entonces tendría que significar que
Adán y todo hombre tendrían dolor severo cada que comieran un alimento.
Sabemos que eso no es verdad.

Lo que la maldición significa, lo que “dolor” significa es que Adán y Eva y


todo genero humano no vivirían, jugarían ni comerían mas en la Gloria de Dios en
el Edén de Dios, en el lugar perfecto de Dios, en la perfecta voluntad de Dios. Que
no serían más provistos por Dios. Ahora el género humano viviría fuera, en el
mundo donde hay verdaderos problemas, enfermedades, inflación, recesión,
pobreza, demonios, gente mala, etc. El humano ahora deberá trabajar la tierra para
vivir y luchar contra la maleza, insectos y todo eso. Y la mujer tendrá a sus bebés
en este mundo inferior. Eso es “dolor”. No se usted, pero a mi me hace sentir mal.
Yo desearía que todavía estuviéramos en el Edén. Pero aun tenemos redención por
medio de Jesús. Nuestra fe en la Palabra de Dios, en el pacto de sangre de Jesús
que nos da una calidad de vida mejor. Con Dios, siempre será “de acuerdo a tu fe”.
Yo no tengo dolor cuando como, y Jackie no tuvo dolor cuando concibió y dio a
luz a nuestros preciosos bebés.

65
Te animo que busques la bondad, la misericordia y el veredicto de Dios, No
busques apuros o problemas, y no luches por tu derecho a sufrir cuando leas la
Biblia.

*Nota y anexo del traductor.


16
A la mujer le dijo:
—Aumentaré tus dolores cuando tengas hijos, y con DOLOR los darás a luz. Pero tu deseo te llevará
a tu marido, y él tendrá autoridad sobre ti.
17
Al hombre le dijo:
—Como le hiciste caso a tu mujer y comiste del fruto del árbol del que te dije que no comieras,
ahora la tierra va a estar bajo maldición por tu culpa; CON DURO TRABAJO la harás producir tu
alimento durante toda tu vida.1

16
Unto the woman he said, I will greatly multiply thy SORROW and thy conception; in sorrow thou
shalt bring forth children; and thy desire shall be to thy husband, and he shall rule over thee.
17
And unto Adam he said, Because thou hast hearkened unto the voice of thy wife, and hast eaten
of the tree, of which I commanded thee, saying, Thou shalt not eat of it: cursed is the ground for thy sake;
in SORROW shalt thou eat of it all the days of thy life; 2

pain = dolor o sufrimiento físico.


sorrow= pena, pesar, dolor o sufrimiento emocional.

1Dios Habla Hoy - La Biblia de Estudio, (Estados Unidos de América: Sociedades Bíblicas Unidas) 1998.
2The King James Version, (Cambridge: Cambridge) 1769.
66
10
Confesiones y Oraciones

Aquí están las confesiones y oraciones que Terry escribió y que


nosotros usamos, muchas las usamos todavía hoy.

La Importancia de la Confesión

He mencionado la confesión o confesando la Palabra en numerosas


ocasiones en este libro. Permítame enfatizar la importancia absoluta de este acto de
fe de su parte. Hay más de 3,000 escrituras acerca de palabras, boca, lengua,
labios, decir y hablar. Seguramente Dios debe estar tratando de decirnos algo.

La confesión no es algo nuevo; es tan antiguo como la Biblia. No es algo


extraño, oscuro o misterioso. La confesión es simplemente estar de acuerdo
fuertemente con Dios, diciendo lo que Dios ya ha dicho.

Cuando oramos, deberíamos orar la palabra, y orar en acuerdo con la palabra


de Dios. Tenemos la palabra de Dios para cada área de nuestra vida; ahora bien,
depende de nosotros hacer que nuestras propias palabras estén de acuerdo con la
palabra escrita de Dios. Jesús oro, “No mi voluntad sino la tuya sea hecha.” Bien,
nosotros tenemos la voluntad de Dios, la Biblia. Conocemos la voluntad de Dios;
ahora debemos darle voz en nuestras oraciones y en nuestras vidas diarias.

La Biblia dice:

La muerte y la vida están en poder de la lengua, Y el que la ama comerá


de sus frutos.
Proverbios 18:21

Te has enlazado con las palabras de tu boca, Y has quedado preso en los
dichos de tus labios.

Proverbios 6:2

67
Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa
conforme a su voluntad, él nos oye.
Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos
que tenemos las peticiones que le hayamos hecho.

1 Juan 5:14,15

A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he
puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la
vida, para que vivas tú y tu descendencia.

Deuteronomio 30:19

Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate
y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo
que dice, lo que diga le será hecho.

Marcos 11:23

¡Generación de víboras! ¿Cómo podéis hablar lo bueno, siendo malos?


Porque de la abundancia del corazón habla la boca.

Mateo 12:34

Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de


noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él
está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.

Josué 1:8

Y me dijo Jehová: Bien has visto; porque yo apresuro mi palabra para


ponerla por obra.

Jeremías 1:12

68
Me postraré hacia tu santo templo, Y alabaré tu nombre por tu
misericordia y tu fidelidad; Porque has engrandecido tu nombre, y tu palabra
sobre todas las cosas.

Salmo 138:2

Hijo mío, está atento a mis palabras; Inclina tu oído a mis razones.
No se aparten de tus ojos; Guárdalas en medio de tu corazón;
Porque son vida a los que las hallan, y medicina a todo su cuerpo.

Proverbios 4:20,22

Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.

Filipenses 4:13
Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en
gloria en Cristo Jesús.

Filipenses 4:19

Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y
las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean
principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él.

Colosenses 1:16

El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido


para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.

Juan 10:10

Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; porque tú


creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas.

Apocalipsis 4:11
69
Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena
obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo;

Filipenses 1:6

Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza,


porque fiel es el que prometió.

Hebreos 10:23

Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las


manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones.

Santiago 4:8

Porque nada hay imposible para Dios.


Lucas 1:37

Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, Ni estuvo


en camino de pecadores, Ni en silla de escarnecedores se ha sentado;
Sino que en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de
noche.
Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, Que da su fruto
en su tiempo, Y su hoja no cae; Y todo lo que hace, prosperará.

Salmos 1:1,3

Jesús, respondiéndole, dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el


hombre, sino de toda palabra de Dios.
Lucas 4:4

Cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret,
y cómo éste anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el
diablo, porque Dios estaba con él.

Hechos 10:38

70
Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa
para salvación.

Romanos 10:10

Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de
aquel que nos amó.
Romano 8:37
No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la
renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena
voluntad de Dios, agradable y perfecta.

Romanos 12:2

Quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero,


para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por
cuya herida fuisteis sanados.
1 Pedro 2:24
Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando
darán en vuestro regazo; porque con la misma medida con que medís, os
volverán a medir.
Lucas 6:38

Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y


probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las
ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que
sobreabunde.
Reprenderé también por vosotros al devorador, y no os destruirá el
fruto de la tierra, ni vuestra vid en el campo será estéril, dice Jehová de los
ejércitos.

Malaquias 3:10,11

Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas
salud, así como prospera tu alma.
3 Juan 2

71
Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y
nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido.
Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados;
el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.

Isaías 53:4,5

Y todos tus hijos serán enseñados por Jehová; y se multiplicará la paz


de tus hijos.
Con justicia serás adornada; estarás lejos de opresión, porque no
temerás, y de temor, porque no se acercará a ti.
Si alguno conspirare contra ti, lo hará sin mí; el que contra ti
conspirare, delante de ti caerá.

Isaías 54:13,15
Ninguna arma forjada contra ti prosperará, y condenarás toda lengua
que se levante contra ti en juicio. Esta es la herencia de los siervos de Jehová,
y su salvación de mí vendrá, dijo Jehová.

Isaías 54:17

Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros


maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero),
para que en Cristo Jesús la bendición de Abraham alcanzase a los gentiles, a
fin de que por la fe recibiésemos la promesa del Espíritu.

Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente linaje de Abraham sois, y


herederos según la promesa.
Gálatas 3:13, 14, 29

Ahora no olvides la gran comisión encontrada en Mateo 28:19,20; Marcos 16:15-


18, Lucas 24:47; Juan 20:21; y Hechos 1:8.

72
Tratando Con el Temor y Los Pensamientos

El temor es una fuerza espiritual. Es lo opuesto a la fe. El temor es real, y no


es de Dios. Afecta la vida de quienes viven en el planeta tierra. Afecta al cuerpo
físico. Puede poner la piel chinita, cambiar el color del cabello, hacer que el
corazón palpite mas rápido y aún detenerse. Ha matado mucha gente al paso de los
años. La Biblia dice que en los últimos días el corazón de muchos desfallecerá por
el temor. (Lucas 21:26) El temor motiva a Satán así como la fe motiva a Dios. El
temor es una herramienta de Satán así como la fe lo es de Dios.

Tu solo temes lo que no conoces o las malas experiencias del pasado. Las
fallas del pasado traen temores futuros. El temor y la fe no pueden operar juntos.
El temor es tu peor enemigo cuando se le permite operar. Puede ser una de las más
grandes causas de dolor durante el alumbramiento.

Ahora no quiero que te espantes. Tengo buenas noticias para ti. Mejor dicho,
la Palabra de Dios tiene buenas noticias para ti. La Biblia dice en 1 Juan 4:18 que
el temor es tormento pero el perfecto amor echa fuera el temor. Ahora Dios es
amor (1 Juan 4:16) La Biblia lo dice, y tu tienes a Dios, entonces el temor se tiene
que ir.

Segunda de Timoteo 1:7 dice: Porque no nos ha dado Dios espíritu de


cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio. Puedes vencer el temor
en el nombre de Jesús con fe en la Palabra de Dios. Y Romanos 10:17 dice: Así
que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.

Por toda la Biblia Dios dice “No temas...” “no estés asustada…” ¿No crees
que tiene sentido que cuando estas en paz, tu cuerpo estará relajado, podrá estirarse
más, ser mas elástico?
Por otro lado, el temor causa que tu cuerpo, músculos y nervios se tensen más de lo
normal, que se contraigan. Jesús Dijo: “Mi paz os dejo” (Juan 14:27) Fe en la
palabra de Dios trae paz.

F -- alsa
E -- videncia
A -- cerca de la
R -- ealidad

(Fear = Miedo, temor)

73
ORACIÓN / CONFESIÓN

Padre, vengo delante de ti en el poderoso nombre de Jesús y el pacto de


sangre, reprendo el temor, la duda y la incredulidad. Tu palabra dice que tú no me
has dado espíritu de temor sino de poder, amor y dominio propio. Tu Palabra
también dice que el temor trae en si castigo pero que el perfecto amor echa fuera el
temor y que Dios es amor, y yo tengo a Dios viviendo grandemente en mí, así que
temor y tormento váyanse lejos de mi ahora en el nombre de Jesús. Confío en el
Señor; no temeré; Tengo la mente de Cristo y la paz de Dios. Mi mente y mi
cuerpo, así como mi espíritu están relajados y en paz. Renuncio a que mi corazón
este en problemas o temeroso.

El Señor, El Altísimo, es mi luz y mi salvación, ¿A quien temeré? El Señor,


El Shaddai, es la fuerza de mi vida, ¿De quien tendré miedo?

Cuerpo, a ti te hablo: está en paz, relajado, descansa. Músculos, nervios,


estén en paz. Descanso en fe en La Palabra de Dios y te agradezco, Padre, por la
total y completa paz y confianza, en el nombre de Jesús, Amen.

Sal.112:7; Is.41:10; Sal. 27:1; Is.54:17; Juan 14:27; Juan 4:18; Fil. 4:7, 8; Ef. 4:27
Is.26:3; 1 Pedro 5:7

AQUÍ ESTÁN ALGUNAS ESCRITURAS MAS PARA MEDITAR Y


CONFESAR

Cuando te acuestes, no tendrás temor, sino que te acostarás, y tu sueño será


grato.
Proverbios 3:24

Busqué a Jehová y él me oyó, y me libró de todos mis temores.


Salmos 34:4

Y a vosotros que sois atribulados, daros reposo con nosotros, cuando se


manifieste el Señor Jesús desde el cielo con los ángeles de su poder.
2 Tesalonicenses 1:7

Derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento


de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo.
2 Corintios 10:5

74
Ninguna arma forjada contra ti prosperará, y condenarás toda lengua que se
levante contra ti en juicio. Esta es la herencia de los siervos de Jehová, y su
salvación de mí vendrá, dijo Jehová.
Isaías 54:17

Envió su palabra, y los sanó,


Y los libró de su ruina.
Salmos 107:20

Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar


misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.
Hebreos 4:16

No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación


de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de
Dios, agradable y perfecta.
Romanos 12:2

Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová,


pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.
Jeremías 29:11

Deléitate asimismo en Jehová,


Y él te concederá las peticiones de tu corazón.
Salmos 37:4

75
Confesión: salmo 91
No conozco una confesión más efectiva en la Biblia que el salmo 91. Nosotros
confesamos esto a diario. La llave para hacer que el salmo 91 trabaje para ti se
encuentra en los versos 1 y 2. Tú puedes estar habitando al abrigo del Altísimo y
morando bajo la sombra del Omnipotente. ¿Cómo se hace esto? El verso 2 te dice:
“diré yo del Señor.” Entonces tú debes decir del Señor.*
Nosotros lo oramos así:
“Padre, te damos gracias de que (nuestra familia, nuestro ministerio) habitamos al
abrigo del Altísimo y moramos bajo la sombra del Omnipotente. Por lo cual
audazmente decimos, decretamos y declaramos que el Señor, El Shaddai, Dios el
Cual es más que suficiente, Jehová Rapha, Jehová Tsidkenu, Jehová Shalom,
Jehová Nissi, Jehová Shamma, el poseedor del cielo y de la tierra, es nuestro Dios.
En Él confiamos – algunos confían en caballos, otros en carros, pero nosotros
confiamos en el nombre del Señor nuestro Dios – Él es nuestro refugio y nuestra
fortaleza, nuestro Dios. En Quien nosotros confiamos. Seguramente Él nos librará
del lazo del cazador y de la peste destructora. Con Sus plumas nos cubrirá y bajo
Sus alas estaremos confiados. Su verdad es nuestro escudo y protección. No
estaremos temerosos de peligros nocturnos, ni de flechas lanzadas de día, ni de
pestilencia que ande en la oscuridad, ni de la mortandad que en medio del día
destruya. Caerán a nuestra izquierda mil y a nuestra diestra diez mil, pero a
nosotros no llegará. Solamente lo veremos con nuestros ojos y presenciaremos la
recompensa de los impíos.”
Porque hemos puesto al Señor que es nuestro refugio, al Altísimo, por nuestra
habitación, no nos sobrevendrá mal, ni plaga tocará nuestra morada. Pues Él
mandará que sus ángeles nos cuiden por dondequiera que vayamos. Ellos nos
levantaran en sus manos para que nuestro pie no tropiece con piedra alguna.
Pisaremos sobre el león y la víbora; heriremos al cachorro de león y al dragón
“Por que hemos puesto nuestro amor sobre Él; Él nos librará, nos pondrá en alto,
por cuanto hemos conocido Su nombre, lo invocaremos y Él nos responderá; estará
con nosotros en nuestra angustia; nos librara y nos glorificará nos saciara de larga
vida y nos mostrara Su salvación. La salvación es del Señor. En el nombre de
Jesús.”
Salmos 91:1-16; Salmos 20:7
Nota del traductor:
Decir algo a alguien (hablar con una persona), es muy diferente a: decir algo de alguien (hablar con alguien acerca
de una tercera persona).
2
I will say of the LORD, He is my refuge and my fortress: my God; in him will I trust.3 Diré yo del Señor, Él es
mi refugio y mi fortaleza: mi Dios; en el cual yo confiaré. 3 Él te librará…
2
Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío; Mi Dios, en quien confiaré. Él te librará…4

3The King James Version, (Cambridge: Cambridge) 1769.


4Reina Valera Revisada (1960), (Estados Unidos de América: Sociedades Bíblicas Unidas)1998
76
Confesión: Salmo 103

“Padre, conforme al Salmo 103 digo: Bendice, alma mía, al Señor; y


bendigan todas mis entrañas su santo nombre. Bendice, alma mía, al Señor y no
olvides ninguno de sus beneficios.

Lo digo y lo decreto sobre nuestra familia, sobre nuestro ministerio y en todo


aquello que nuestra familia tenga que ver. Declaro que esos beneficios nos
pertenecen. No olvidaremos los beneficios del Señor, ni que nuestras iniquidades
son perdonadas, ni que todo pecado está bajo la sangre de Jesús. Padre, Tu Palabra
dice que si confesamos nuestros pecados, Tú eres fiel y justo para perdonarnos y
limpiarnos de toda maldad. Así que ponemos todo pensamiento, todo acto
erróneo, que no te agrada, bajo la sangre de Jesús. Pedimos perdón, Señor. Y
declaramos que hemos sido limpiados y perdonados en el nombre de Jesús. Padre,
te damos gracias por ello.”

Declaramos que Tú redimes nuestras vidas de la destrucción. Somos


protegidos por Ti, por Tu Palabra, por Tus ángeles. No moriremos antes de tiempo;
no seremos destruidos. El destructor, el acusador de los hermanos, ha sido
derribado. Somos redimidos de la destrucción. Nuestras vidas no serán destruidas.

Tú sanas nuestras dolencias. Nos coronas con favores y misericordias. Sacias


de bien nuestra boca. Digo que tenemos buenas cosas para hablar y que tenemos
buenas cosas para comer de tal manera que nos rejuvenecemos como las águilas.
No nos haremos viejos, decrépitos y seniles: aunque avancemos en edad, no iremos
cuesta abajo. Esperamos en el Señor y nuestra juventud es renovada.”

“Bendice alma mía, al Señor, y bendigan todas mis entrañas Su santo


nombre. Te damos gracias por los beneficios, tendremos cuidado de no olvidarlos.
Te damos honor, gloria y gracias en el nombre de Jesús.”

Salmos 103:1-5 y 1 Juan 1: 9

77
Antes del embarazo: Deseo de concebir,
Plenitud sobre la Esterilidad
“Padre, te damos gracias porque herencia del Señor son los hijos y el fruto
del vientre Su recompensa. Los hijos son Tu idea Padre, Tu los creaste al igual que
a la familia y al hogar. Tú instituiste la familia en el Jardín del Edén. Tú ordenaste
hijos; Tu mandamiento a Adán y Eva fue: ‘Fructificad y Multiplicad’. Tú dijiste
que matriz estéril nunca es satisfecha. Señor, tu palabra declara que formidable y
maravillosamente me creaste, por lo tanto: estoy perfectamente habilitada para
concebir y tener hijos. Tú dices que yo/ (Mi esposa) será como viña que lleva fruto
a los lados de nuestra casa: y que nuestros hijos serán como plantas de olivo
alrededor de nuestra mesa. No seremos avergonzados sino bienaventurados porque
nuestra aljaba estará llena de hijos (ó flechas, como Tu los llamas).”
“Gracias Padre, porque me (la) diseñaste y formaste para tener hijos, porque
en la Biblia la esterilidad fue la excepción, no la regla, no tu voluntad, no normal,
algo en contra de tu plan y propósito. Y en tu bondad y fidelidad, toda mujer estéril
en la Biblia que creyó en Tu Palabra, salió embarazada: Tú abriste su matriz, la
bendijiste y ella dio a luz a un precioso bebé justamente como yo (ella) deseaba.
Tu haces habitar en familia a la estéril que se goza en ser madre de hijos.”
“Padre, tu dijiste, que porque tu eres nuestro Dios y nosotros Tu pueblo y
que porque tenemos pacto contigo, Tu nos amarías, nos bendecirías, nos
multiplicarías y bendecirías el fruto de mi (su) matriz y que ningún varón o mujer
de tu pueblo sería estéril”
“Padre, estamos redimidos de la maldición de la ley por Jesucristo. La
esterilidad está bajo la maldición de la ley; por lo tanto, recibiremos de Tu gracia y
tendremos hijos.”
“Padre, no nos sobrevendrá mal alguno, ni plaga tocará nuestra morada. Por
las heridas de Jesús hemos sido sanados. La enfermedad no nos pertenece. Tú
dijiste que lo que Te pidamos en el nombre de Jesús será hecho: y que si dos de
nosotros nos ponemos de acuerdo en la tierra, toda cosa que pidamos será hecha.
Así que oramos y acordamos Contigo y con Tu Palabra, Padre, que concebiremos a
un sano y precioso bebé para tu honra y tu gloria. Oramos todo esto de acuerdo a
Tu Palabra y Tu voluntad. Tú dijiste que esta es la confianza que tenemos en ti, que
si demandamos alguna cosa conforme a tu voluntad tú nos oyes: y si nos oyes,
sabemos que tenemos las peticiones que hemos hecho. Las tenemos ahora. Gracias
Padre, en el nombre de Jesús.”

Salmo 127:3; Gen. 1:28; Sal. 139:14; Sal. 128:3; Sal. 127 4,5;
Sal. 113:9; Gal. 3:13; Sal. 91; 1 Ped. 2:24; Ex. 23:25; Juan 16:23;
Mat. 18:19; 1 Juan 5:14,15;
78
AHORA, HÁBLALE A TU CUERPO:

“Cuerpo, te hablamos en el nombre de Jesús: Te alinearás conforme a la


Palabra de Dios. Responderás a Su santa Palabra. Funcionarás apropiada y
perfectamente de la manera que Dios ha destinado. Cada parte, cada órgano de
nuestro sistema reproductor se ajusta a la Palabra y plan de Dios conforme
venimos en un amor marital puro.

Cuerpo, ¡concibe! ¡Queda embarazado! coopera con el plan de Dios:


Ovulación perfecta, suelta perfectos óvulos de los ovarios, por medio de las
trompas de Falopio, penetra e impregna, se fertilizado por un esperma sano. Se
adherido solidamente a las paredes uterinas. Nutrido y protegido por nueve meses
(40 semanas) sin daño y sin ningún obstáculo. Haz crecer un bebé perfecto
espíritu, alma y cuerpo. Tu palabra dice, Padre, que en tu tierra no habrá mujer
que aborte ni que sea estéril, y que alargarás el número de nuestros días. Este
embarazo será completo. Lo declaramos en el nombre de Jesús y recibimos lo
mejor de Dios; no esperamos menos en el santo nombre de Jesús. Gracias, Señor,
porque esta hecho, para Tu honra y gloria, Amén.”
(Ex. 23:26)

Justo en este punto -antes de la concepción- es el tiempo apropiado para


edificar tu fe. No esperes, ¡hazlo ahora! Escucha mi casete cada uno o dos días.
Guarda este libro así como estas escrituras y verdades en tu espíritu hasta que se
hagan reales para ti, mientras tanto medita en ellas, háblalas y cree en ellas.

Si quieres un sexo en particular para el bebé, ahora es el tiempo de creerlo


no después de la concepción.

Si deseas un niño o una niña establece de antemano tu fe, establécela ahora.


Pídele a Dios el deseó de tu corazón.

Si sabes de algún problema en tu cuerpo, de alguna deficiencia o mal


funcionamiento, ahora es el tiempo de creer en tu sanidad. Prepárate físicamente
para quedar embarazada.

Habla a tu cuerpo diariamente para que conciba, para que lleve al bebé y
para que de a luz. Hazlo en fe; no lo hagas en temor.

79
Estas mujeres “estériles” “concibieron y dieron” hijos. Establece tu fe
para concebir y dar a luz, en el nombre de Jesús.

Sara
Más Sarai era estéril, y no tenía hijos...

Entonces dijo: De cierto volveré a ti; y según el tiempo de la vida, he


aquí que Sara tu mujer tendrá un hijo. Y Sara escuchaba a la puerta de la
tienda, que estaba detrás de él.
Y Abraham y Sara eran viejos, de edad avanzada; y a Sara le había
cesado ya la costumbre de las mujeres…

Visitó Jehová a Sara, como había dicho, e hizo Jehová con Sara como
había hablado. Y Sara concibió y dio a Abraham un hijo en su vejez, en el
tiempo que Dios le había dicho.
Génesis 11:30 / 18:10,11 / 21:1, 2

Rebeca
Y oró Isaac a Jehová por su mujer, que era estéril; y lo aceptó Jehová, y
concibió Rebeca su mujer.
Génesis 25:21

Lea
Y vio Jehová que Lea era menospreciada, y le dio hijos; pero Raquel era
estéril.

Génesis 29:31

Raquel
Viendo Raquel que no daba hijos a Jacob, tuvo envidia de su hermana,
y decía a Jacob: Dame hijos, o si no, me muero...

Y se acordó Dios de Raquel, y la oyó Dios, y le concedió hijos.


Y concibió, y dio a luz un hijo, y dijo: Dios ha quitado mi afrenta;

Génesis 30:1, 22, 23

80
Ana
Por este niño oraba, y Jehová me dio lo que le pedí.
1 Samuel 1:27

La esposa de Manoa, la madre de Sansón


Y había un hombre de Zora, de la tribu de Dan, el cual se llamaba
Manoa; y su mujer era estéril, y nunca había tenido hijos.
A esta mujer apareció el ángel de Jehová, y le dijo: He aquí que tú eres
estéril, y nunca has tenido hijos; pero concebirás y darás a luz un hijo.
Y la mujer dio a luz un hijo, y le puso por nombre Sansón. Y el niño
creció, y Jehová lo bendijo.
Jueces 13:2, 3, 24
Rut
No sabemos si era estéril, pero ella no tuvo hijos con su primer esposo.
Finalmente si tuvo y llego a ser la bisabuela de David.
Booz, pues, tomó a Rut, y ella fue su mujer; y se llegó a ella, y Jehová
le dio que concibiese y diese a luz un hijo.
Rut 4:13

La mujer Sunamita
Y él dijo: ¿Qué, pues, haremos por ella? Y Giezi respondió: He aquí que ella
no tiene hijo, y su marido es viejo.
Dijo entonces: Llámala. Y él la llamó, y ella se paró a la puerta…
Mas la mujer concibió, y dio a luz un hijo el año siguiente, en el tiempo que
Eliseo le había dicho.
2 Reyes 4:14, 15, 17

Elisabet, la madre de Juan el Bautista


Pero no tenían hijo, porque Elisabet era estéril, y ambos eran ya de edad
avanzada.
Después de aquellos días concibió su mujer Elisabet, y se recluyó en casa por cinco
meses, diciendo: Así ha hecho conmigo el Señor en los días en que se dignó quitar
mi afrenta entre los hombres.
Lucas 1:7, 24, 25

81
ESTAS SON BUENAS ESCRITURAS PARA ORAR Y CONFESAR.

Y te amará, te bendecirá y te multiplicará, y bendecirá el fruto de tu


vientre y el fruto de tu tierra, tu grano, tu mosto, tu aceite, la cría de tus vacas,
y los rebaños de tus ovejas, en la tierra que juró a tus padres que te daría.
Bendito serás más que todos los pueblos; no habrá en ti varón ni
hembra estéril, ni en tus ganados.
Y quitará Jehová de ti toda enfermedad; y todas las malas plagas de
Egipto, que tú conoces, no las pondrá sobre ti, antes las pondrá sobre todos los
que te aborrecieren.
Deuteronomio 7: 13,15

Mas a Jehová vuestro Dios serviréis y él bendecirá tu pan y tus aguas; y


yo quitaré toda enfermedad de en medio de ti.
No habrá mujer que aborte, ni estéril en tu tierra; y yo completaré el
número de tus días.
Éxodo 23:25,26

No te sobrevendrá mal, Ni plaga tocará tu morada.


Salmo 91:10

El hace habitar en familia a la estéril, Que se goza en ser madre de


hijos. Aleluya.
Salmo 113:9

He aquí, herencia de Jehová son los hijos; Cosa de estima el fruto del
vientre.
Como saetas en mano del valiente, Así son los hijos habidos en la juventud.
Bienaventurado el hombre que llenó su aljaba de ellos;
No será avergonzado Cuando hablare con los enemigos en la puerta.
Salmo 127:3,5

Tu mujer será como vid que lleva fruto a los lados de tu casa; Tus hijos
como plantas de olivo alrededor de tu mesa.
Salmo 128:3
Durante El Embarazo ó
82
Con Amenaza De Aborto
No encontramos “aborto” en la Biblia. No era y no es ahora la voluntad de
Dios que pierdas a tu bebé. Dios te quiere a ti y a tu bebé sanos, completos y
preparados espiritual, física, mental y financieramente. Dios es un Dios bueno.
Hay muchas escrituras que puedes orar y confesar durante este tiempo, estas
son buenas y te ayudarán a iniciar. Usa estas escrituras y la oración siguiente
durante todo el embarazo.
Mas a Jehová vuestro Dios serviréis y él bendecirá tu pan y tus aguas;
y yo quitaré toda enfermedad de en medio de ti.
No habrá mujer que aborte, ni estéril en tu tierra; y yo completaré el
número de tus días.
Éxodo 23:25,26
Y te amará, te bendecirá y te multiplicará, y bendecirá el fruto de tu
vientre y el fruto de tu tierra, tu grano, tu mosto, tu aceite, la cría de tus vacas,
y los rebaños de tus ovejas, en la tierra que juró a tus padres que te daría.
Deuteronomio 7:13

Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y


probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las
ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que
sobreabunde.
Reprenderé también por vosotros al devorador, y no os destruirá el
fruto de la tierra, ni vuestra vid en el campo será estéril, dice Jehová de los
ejércitos.
Malaquias 3:10,11

Como ya te dije que todas las mujeres estériles en la Biblia concibieron,


quiero que sepas también que cada mujer que concibió dio a luz, tuvo a su bebé, y
ella y su bebé estaban sanos. Existen dos excepciones notables.

En Génesis 35, Raquel, esposa de Jacob, tuvo un parto difícil y murió al dar
a luz. Ella es la única en la Biblia que particularmente apunta a un patrón diferente
--- parto difícil ---, la excepción, no la regla. Ella se había robado algunas imágenes
de los dioses de Labán (su padre). Su esposo, Jacob, no sabiendo que ella las había
robado, declaró que quien las hubiera robado moriría. Ella murió.

El bebé de Betsabé y David murió siete días después de haber nacido.


Puedes leer esto en 2 Samuel capitulo 11 y 12. David había tomado a Betsabé en
83
adulterio y ella concibió. Después David mando matar a su esposo y la tomo como
su esposa. Dios mando al profeta Natan a decirle a David que el no moriría pero
que el bebé si.
Encontramos en la Biblia que los bebes aun en el vientre (útero), eran
realidad, estaban vivos y eran conocidos por Dios. Esto contesta todas las
preguntas en cuanto al aborto y “cuando el feto tiene vida”.

Lucas 1:41 dice de Juan el Bautista,


Y aconteció que cuando oyó Elisabet la salutación de María, la criatura
saltó en su vientre; y Elisabet fue llena del Espíritu Santo,

En Génesis 25:23 Dios le dijo a Rebeca acerca de sus hijos en su vientre


que: …y le respondió Jehová: Dos naciones hay en tu seno, Y dos pueblos
serán divididos desde tus entrañas; Un pueblo será más fuerte que el otro
pueblo, Y el mayor servirá al menor.

Dios no vio “fetos”; El vio hombres y las naciones que saldrían de ellos.

En Jueces 13:5,7 Dios dijo que Sansón sería Nazareo desde el vientre de su
madre hasta el día de su muerte.

Porque tú formaste mis entrañas; Tú me hiciste en el vientre de mí madre.


Salmos 139:13

Así dice Jehová, Hacedor tuyo, y el que te formó desde el vientre, el cual te
ayudará: No temas, siervo mío Jacob, y tú, Jesurún, a quien yo escogí.
Isaías 44:2

Pero cuando agradó a Dios, que me apartó desde el vientre de mi


madre, y me llamó por su gracia,
Gálatas 1:15

Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te


santifiqué, te di por profeta a las naciones.
Jeremías 1:5

Oración / Confesión

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“Gracias Padre, por este hijo(a). Puedo decir con Ana. ¡Por este niño oré y el
Señor me ha concedido mi petición!”
“Gracias, Señor por este hermoso y placentero embarazo. Gracias porque
estoy en control sobre mi cuerpo y la Palabra tiene preeminencia en mi vida. No
estaré sujeta a mis emociones, sino que éstas estarán sujetas a Tu Palabra. No
tendré malestares matutinos. Tu dices que bendecirás mi pan y mis aguas y que
quitarás toda enfermedad de en medio de mi. No solo yo disfrutaré de mi
embarazo, sino también mi familia lo hará. Será un buen tiempo, tiempo
placentero. Descansaré y dormiré bien. Tú dijiste que a tu amado darás el sueño.
Cuidaré lo que coma y no ganaré mucho peso. El pueblo de Israel caminó cuarenta
años en el desierto y sus pies no se hincharon; mis pies no se hincharán en el
nombre de Jesús. Gracias por lo que tu palabra llama bendiciones de los pechos y
del vientre (Génesis 49:25) No tendré dolor ni grietas en mis pechos.
Me sentiré y seré femenina. Irradio vida brillo y soy atractiva durante éste
embarazo. Mi esposo y mis hijos disfrutarán estar conmigo y yo disfrutaré estar
con ellos. Seré cariñosa y amorosa para con mi esposo. Tu palabra dice que el
siempre está embelesado con mi amor y que mi pecho lo satisface en todo tiempo.
No tiene necesidad de ser chiqueado (mimado) durante este tiempo y él bebe el
agua de su propia cisterna, y se regocija con la esposa de su juventud, su esposa de
pacto – ¡yo! ¡Continuaremos teniendo buenas y bendecidas relaciones íntimas
durante éste embarazo!
“Éste embarazo llegará a su tiempo total. Yo soy una diezmadora, y mi vid
no echará su fruto antes de tiempo. Tu dijiste que no habrá mujer que aborte, y que
completarás el numero de mis días. Gracias porque tu bendices el fruto de mi
vientre. Mi bebé está cubierto en mi vientre como David declaró. Tu dices muchas
veces en la Biblia que tu moldeas y formas nuestros bebés en el vientre y en el
tiempo correcto tu separarás a mi bebé de mi vientre”.
“Padre, declaro sobre esta preciosidad, al igual que sobre mi familia, que por
tus heridas somos sanados. Ninguna enfermedad, plaga o mal vendrá sobre
nosotros. Tus ángeles acampan a nuestro alrededor, nos defienden en todos
nuestros caminos y nos levantan para que nuestro pie no tropiece en piedra. Al
igual que todas las mujeres de fe en la Biblia, daré a luz a un saludable y completo
bebé, uno cuyo corazón será para con Dios y Tu promesa. Tu mandamiento dice
que si instruimos al niño en su camino él (ella) no se apartará de el cuando fuere
viejo(a). Nuestro bebé honrará a su padre y a su madre y será obediente; por lo
tanto, todo estará bien (sin enfermedad) con él y tendrá largura de días en la tierra”.

“Padre, le hablo a mi cuerpo y a mi bebé, a cada parte, cada órgano, cada


sistema para que funcionen correctamente y perfectamente, como tu destinaste
85
desde el principio. Declaro sanidad, entereza, buenas condiciones, espíritu, alma y
cuerpo de la cabeza hasta los pies.”

Háblale a tu bebé en el vientre. Es tu bebé y debe obedecerte al igual que a


la Palabra de Dios.

NOTA: En este punto, debes ser lo mas específico que quieras ser. Si sabes
de algún problema en tu familia (hereditario, enfermedad) puedes señalarlo. Lo
importante es que acordaste en fe con Dios y Su Palabra no murmuraste en temor.
El concepto de confesión no es rogar o mendigar a Dios, sino agradecerle y acordar
con Él.
Le hablamos a muchas partes o a las más que podamos, como se nos vienen
a la mente.
Ojos: Visión sé perfecta. (Moisés tenía 120 años y su vista no era débil.)
Oídos: Escuchen perfectamente
Piel: Complexión, Trabaja en buena forma.
Dientes: Perfectamente formados. Fuertes, no propensos a caries. (Cantar
de cantares 4:2; 6:6).
Huesos: Sean fuertes, saludables y firmes. Ninguno quebrado (Salmo 34:20)
Corazón: Sé fuerte, saludable, sin problemas (Juan 14:1)
Sistema Respiratorio: Pulmones y bronquios los declaro saludables y
fuertes, sin problemas de pecho, fiebre del heno, ni bronquitis.
Sangre: Sé normal, saludable. Manteniendo el azúcar apropiado; sin
contaminación en la sangre. (Ezequiel 16:6)
Sistema Digestivo: Funciona normal.
Posición del cordón y del bebé: Bebé, que tu cabeza esté hacia abajo y en
perfecta posición al dar a luz. Cordón: sé de la medida perfecta y obtén la posición
perfecta, no alrededor del cuello del bebé.
Temperamento: Sé lleno de paz y calma, con dulce espíritu y corazón
tierno. (Isaías 54:13).
Hábitos de dormir: Bebé, dormirás toda la noche; tendrás pleno descanso y
nos dejarás descansar.
Espíritu del bebé: Tendrás un corazón dispuesto a Dios y a las cosas de
Dios; salvo serás a temprana edad.

Si los padres o los abuelos tienen un problema físico, NO confieses eso en tu


bebé. No digas, “Tendrás los dientes del abuelo” o la complexión de la tía o de
algún miembro de la familia con problemas. Que la Palabra de Dios sea el espejo
para el. Dile a Dios, a ti misma, a tu pareja y a tu bebé lo que Dios ya ha dicho, lo
que ya ha decretado y lo que ya ha escrito.

Termina la confesión:
86
“Oramos por los médicos profesionales con los cuales nos hemos
involucrado, que tengan la mente de Cristo y la Sabiduría de Dios en lo que
concierne a nuestra familia y a este bebé. Que los ojos de su entendimiento sean
abiertos para que tú Padre, los guíes en como atenderme (la) por medio de tu
Espíritu.
Declaro que tendremos favor delante de ellos, y que cooperarán con nosotros
en lo que estamos haciendo, todo está bien, en paz y bajo control en el nombre de
Jesús”.
“Gracias, Padre, por este tiempo para nuestra familia y este tiempo para
dedicarlo a ti. Gracias por cumplir Tu promesa en Tu Palabra. En el nombre de
Jesús. Amén”.

1 Samuel 1:27; Ex. 23:25; Sal. 127:2; Dt. 8:4; Gn. 49:25; Pr. 5:19; Pr. 5:15;
Mal. 3:11; Ex. 23:26; Dt. 7:13; Sal. 139:13; Is. 44:2; Gal.1:15; Jer. 1:5; Sal. 71:6;
Sal. 22:9,10; 1 Pedro 2:24; Sal. 91:10-12; Pr. 22:6; Ef. 6:2,3; 3 Juan 2; Ez. 16:6;
Is. 54:13; Ef. 1:17,18; Pr. 3:3,4.

Alumbramiento
“Padre, mientras miro hacia adelante el día de dar a luz a este dulce bebé y
habiendo disfrutado un bendecido embarazo de completa duración, te agradezco de
87
ante mano por Tu Palabra, Tus bendiciones, Tu paz, Tu presencia y Tu divina
intervención. Oro y confieso que mi cuerpo y mi bebé cooperarán para un perfecto
alumbramiento sobrenatural, que no habrá problemas de ninguna índole. También
creo y declaro que mi labor de parto y alumbramiento serán rápidos, fáciles y sin
dolor. Creo y declaro que tendré el tiempo para llegar al lugar apropiado con la
ayuda apropiada.”
“Bebé, en el nombre de Jesús, te moverás y te pondrás en perfecta posición
para tu nacimiento; cabeza primero, no al revés y boca abajo. Giraras
apropiadamente como Dios lo ha destinado. Te ordeno cordón umbilical que estés
en la posición apropiada como debe ser. Cuerpo funcionarás perfectamente durante
este tiempo. Tengo perfecta paz y estoy relajada. Todo temor debe irse y quedarse
fuera porque tengo a Dios, quien es perfecto amor y echa fuera el temor. Mi cuerpo
no estará tenso sino relajado, en paz. Le hablo específicamente a todas las partes de
mi cuerpo para que se alineen a la Palabra y voluntad de Dios.”

“Padre, creo que al tiempo apropiado de mi alumbramiento mi fuente se


romperá y mi útero hará su trabajo, comenzará a contraerse y a empujar al bebé
hacia el canal de nacimiento, fuera, hacia nuestros amorosos brazos y nuestras
vidas. Le ordeno a mi conducto vaginal que se dilate completamente a 10 cm., que
sea elástico y flexible. Al útero, vagina, pirineo y vulva relájense y sean también
elásticos y flexibles sin causar dolor o ninguna complicación. Que se acomode el
nacimiento de mi bebé. Además, declaro en el nombre de Jesús que no me rasgaré
ni necesitaré una episiotomía. Padre, el dolor está bajo la maldición de la Ley, y
Tu Palabra dice que Jesús tomó nuestro dolor, así que reprendo todo dolor, no
toleraré ninguno. Tendré un rápido, indoloro y fácil alumbramiento en el nombre
de Jesús; por lo tanto no necesitaré anestesia de ningún tipo. Gracias, Señor en el
nombre de Jesús. Amén.

Ex. 1:19, 1 de Juan 4:16; 1 Juan 4:18; Mt. 8:17; Dt. 28

Dedicación Del Bebé

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Creemos en presentar a los bebés en una dedicación solemne a Dios. Vemos
en la Biblia que los padres traían sus hijos a Jesús por su bendición. (Mateo
19:13,15; Marcos 10:13’16) Jesús les imponía manos y los bendecía.
Ana trajo a Samuel (bebé) a la Iglesia y lo presentó a Dios. (1 Samuel
1:22,28) Y José y María trajeron a Jesús (bebé) a la iglesia y lo presentaron a Dios.
(Lucas 2:22,24).
A Terry y a mí, como ministros, nos han traído bebés multitudes de padres
en algunas naciones, y no solamente hemos tenido el trabajo de dedicarlos por
medio de la oración sino de ponerles nombre también.
Nosotros hemos orado y dedicado a nuestros cuatro hijos en servicios
formales en iglesias con congregaciones de testigo y al igual en privado ambos
antes de la concepción y mientras el bebé estaba en el vientre.

Date cuenta que la “Dedicación del bebé” es la presentación de tu hijo a


Dios para siempre: que Dios será primero en la vida del niño(a); que Dios usara a
tu hijo para su voluntad ; que Dios protegerá y proveerá el espíritu de tu hijo(a), su
alma y cuerpo; que tu hijo es de Dios y solamente te lo prestó, que no puedes hacer
con el(ella) lo que te plazca sino que tienes mandamientos e instrucciones en la
Biblia de cómo criar y tratar a tu hijo(a).

Dios dijo de Abraham, “Lo conozco. Mandara a sus hijos que guarden el
camino de Dios”. (Gen. 18:19)

Recuerda, solo porque le regresaste tu hijo a Dios, Él espera y te ordena que


lo críes y lo protejas sobre la tierra.

Aquí hay una oración que puedes adaptar u orar así como está; en privado,
solo tú y Dios, o delante de un ministro en la Iglesia.

“Padre, en el santo nombre de Jesús, venimos delante de ti en este día tan


especial para presentarte, consagrarte, dedicarte. Regresarte, éste, nuestro dulce
bebé que nos has dado. Señor, nos damos cuenta que solamente somos
administradores de este regalo. Solamente tú creas vida. Este bebé es Tú bebé.
Tu dijiste que debo enseñar a mi hijo(a) acerca de ti y de tus mandamientos.
Tu prometes que si lo (la) instruimos en tu camino no se apartará de el cuando sea
viejo(a). Tú prometes que si los hijos honran a sus padres les irá bien (sin
enfermedad) y vivirán una larga vida sobre la tierra. Tú dices que serán discípulos
del Señor, adiestrados y obedientes al Señor y grande será su paz y no tendrán
disturbios. Gracias por estas promesas y mandamientos. Gracias por nuestro bebé”

“En este día, delante de ti, del ejercito celestial y demás testigos, venimos a
presentarte en solemne dedicación a nuestro bebé. Nos consagramos como padres,
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no para provocarlo a ira, sino para criarlo en disciplina y amonestación del Señor.
Nos comprometemos contigo para entrenarlo e instruirlo en tus caminos ya que así
no se apartará de ellos. Prometemos enseñarle de ti, de tus senderos, de tu Palabra,
de tu voluntad. Te prometemos instruirlo en el ejemplo y demostración al igual que
con nuestras palabras. Te prometemos disciplinarlo de acuerdo a Tu Palabra. Te
prometemos amarlo, cuidarlo y ampararlo en oración de hoy en adelante.
Encomendamos a Tu cuidado este bebé. Tú eres omnipresente; yo no puedo estar
siempre, tú si. Tus ángeles acamparan sobre él y lo levantaran para que su pie no
tropiece en piedra. Oramos para que este niño(a) sea sano cabal, bendecido y
prospero en su espíritu, alma y cuerpo. Atamos las fuerzas del infierno y del diablo
en el nombre de Jesús que se alejen de nuestra familia en cualquier área de nuestras
vidas. Declaramos que Jesús esta en el trono sobre toda nuestra familia todo el
tiempo, en el nombre de Jesús. Amen.”

Dt. 6:6,7 Prov.22:6 Efe.6:1,3 Isa.54:13 Efe 6:4 Prov.22:15 Prov.29:15 Sal. 91

Oración de Salvación
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Como puedes ver en este libro, todo esta basado en Dios, todo es de la
Palabra de Dios. Alumbramiento sobrenatural es un milagro de Dios. Pero el
milagro más grande es la salvación; es el único milagro eterno.

¿Eres nacido(a) de nuevo? Tal vez pienses que si, sí has sido criado en la
Iglesia, pero de eso no estoy hablando: estoy hablando de una relación personal
con Jesucristo, si sabes que Jesús es tu Señor. Si no eres salvo(a) o si no sabes si
has nacido de nuevo, quiero invitarte a orar la siguiente oración desde tu corazón,
luego escríbeme y hazme saber si lo hiciste. Es importante que hagas esa confesión
a alguien. La Biblia dice muy claro que si confesamos con la boca que Jesucristo
es nuestro Señor y creemos en nuestro corazón que Dios lo levanto de entre los
muertos seremos salvos (Romanos 10:9,10). Dice, todo aquel que invocare el
nombre del Señor será salvo (v 13). Así que hacemos esto ahora en esta oración:

“Padre, vengo delante de ti en el nombre de Jesús aceptando a Jesús como


mi Salvador. Confieso que soy pecador; confieso toda falta contra ti y te pido me
perdones y pongas esas faltas bajo la sangre de Jesús. Padre, tu Palabra dice que si
confieso con mi boca que Jesús es el Señor y creo en mi corazón que lo levantaste
de los muertos, seré salvo”.
“Así que Padre, hago esta declaración y confesión ante ti ahora: Creo con
todo mi corazón y confieso con mi boca, que tu eres Dios, que tu mandaste a tu
hijo unigénito Jesús quien nació de una virgen. Que vivió en esta tierra como
hombre, Que murió en la cruz para sustituirme y al tercer día resucitó. Que
hombres y mujeres donde quiera que estén pueden ser salvos por invocarlo y creer
en Él y que podrán vivir con Él para siempre. Así que, te invoco en este momento
para salvación, y declaro que la salvación es del Señor. Tu palabra dice que me
harás una nueva criatura, así que declaro que soy una nueva criatura; he nacido de
nuevo, soy cristiana. Acepto a Jesús como mi Salvador, y viviré para Él el resto de
mis días, en el nombre de Jesús. Jesucristo es mi Señor. Gracias por salvarme.
Amén”.

Rom. 10: 9,10 Rom. 10: 13,2 2a. Cor. 5: 17

Ahora, si has orado esta oración por primera vez y aceptado al Señor como
tu Salvador, apreciaría mucho si nos escribes una carta a Terry y a mí diciéndonos
tu decisión de servir al Señor para poder regocijarnos contigo.

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Terry y Jackie Mize, misioneros por
más de veinte años, han mantenido ese
delicado balance entre permanecer en
línea con las prioridades de Dios y
realizarse de manera efectiva en su
llamado al ministerio.

Viajando por todos los continentes,


Ministrando cruzadas al aire libre,
conferencias pastorales, seminarios de
escuela Bíblica y juntas de iglesia, con
una frecuencia promedio de casi cada dos meses en países del extranjero,
Terry y Jackie han hecho el esfuerzo necesario para llevar a sus hijos con ellos.
Desde cruzadas en México hasta escuelas Bíblicas en Australia, sus hijos los
acompañan añadiendo su fe y apoyo al ministerio.

Hay un video de una cruzada por la India durante la cual la familia entera
había atendido dos sesiones de cuatro horas en el día, y luego una larga cruzada
cada noche; en dicho metraje vemos a Cristy Denise, en ese entonces de ocho años
de edad, durmiendo durante el servicio de alabanza y el sermón de su papá, pero
despertando justo a tiempo para ver los milagros, ¡cada noche! Nunca se han
cansado de ver las maravillas de Dios.

Terry, miembro fundador de Board of Trustees y presidente de Missions


Committee of the International Convention of Faith Ministries, miembro fundador
de Victory World Missions Training Center, y Jackie, con una agenda muy
apretada, se han dedicado devotamente ellos mismos con sus hijos, a dar Pan de
vida a los moribundos alrededor del mundo.

Para contactar al autor, escriba a: Jackie Mize - Terry Mize Ministries


P.O. Box 35044 – Tulsa, Oklahoma 74153

Copias adicionales de este libro y copias de “More than Conquerors”


Por Terry Mize, están disponibles en su librería local ó en:
Harrison House – P.O. Box 35035 – Tulsa Oklahoma 74153

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Lori Dawn, Paul Davis;
Lynn Noel and Cristy Denise Mize
(De izquierda a derecha)

93
The Harrison House Vision

Proclamando la verdad y el poder


Del Evangelio de Jesucristo
Con excelencia;

Retando a los Cristianos a


Vivir victoriosamente,
Crecer espiritualmente,
Conocer a Dios íntimamente.

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