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Concepto de contexto:

el significado actual de persona tiene su origen en las controversias


cristológicas de los siglos IV y V. En el transcurso del debate entre las diferentes
escuelas teológicas, se desarrollaron conceptos hasta entonces no conocidos. Se
trataba de disponer de herramientas de pensamiento filosófico, sobre las que
mantener un debate intelectual honesto y riguroso acerca de los dogmas referidos,
Para ello la filosofía tomó prestado el teatro griego y lo convirtió en un término
filosófico, definiendo (Logos) como Persona divina. Por afinidad, el concepto fue
posteriormente aplicado al Espíritu Santo, a los ángeles y a los hombres.

Concepto
Aunque el concepto más común de «persona» es el de «ser dotado de razón,
consciente de sí mismo y poseedor de una identidad propia», su significado puede
tratarse desde diferentes perspectivas.

Contexto filosófico
es la definición clásica de Boecio que se caracteriza por tres notas:
la sustancialidad, la individualidad y la racionalidad. En este sentido persona no es
un nombre genérico ya que indica un «quién» y no un «qué»; tampoco designa
una naturaleza común sino incomunicabilidad. Por su parte Tomás de Aquino se
refiere a la persona que significa lo más perfecto de toda la naturaleza, es decir,
el subsistente de naturaleza racional) insistiendo así en la incomunicabilidad en el
modo de existir. Para Tomás de Aquino la distinción entre persona y naturaleza es
la del todo y la parte, pues la naturaleza lo es de la persona, que es la que
realmente subsiste. Ser persona es ser abierto a la trascendencia, a un más allá
del mundo.
En la modernidad tiene lugar un vuelco psicológico en la concepción de persona.
El primer paso se da como consecuencia del nominalismo Esto generalmente se
afirma en oposición a quienes sostienen que existen los universales o
las entidades abstractas. El nominalismo niega la existencia de universales tanto
de manera inmanente como trascendente
pero se observa ya con claridad en Descartes que no habla de persona sino de
«yo». En la misma línea, para Locke persona ya no es un concepto metafísico
pues no indica un ser o modo de ser, sino un estado en el que se encuentra a
veces un ser. Kant denomina a la persona como aquel ser que es un fin en sí
mismo. Si bien en Kant se vuelve a un concepto ontológico, no se trata de un ser
abierto a la trascendencia, sino autónomo.
En el siglo XX diversos pensadores algunos de inspiración cristiana y en
concreto tomista han centrado su atención en la noción de persona dando lugar al
llamado el personalismo es una corriente filosófica que pone el énfasis en
la persona. Considera al hombre como un ser relacional, esencialmente social y
comunitario, un ser libre, trascendente y con un valor en sí mismo que le impide
convertirse en un objeto como tal. entre los que destacan: Gabriel Marcel, Martin
Buber, Emanuel Lévinas, etc.
Contexto sociológico
Desde la óptica sociológica puede definirse persona como un ser sociable que
vive y se desarrolla en sociedad, pero al mismo tiempo nunca deja de actuar con
un carácter individual. Es decir, somos “nosotros” y “yo” al mismo tiempo. Por eso
algunos pensadores como Aristóteles definen al hombre como “animal sociable” y
por tanto su naturaleza es ser social.
Contexto fisiológico
Si nos atenemos a la fisiología, se puede identificar a la persona como un ser o
individuo de la especie humana; como un hombre o mujer dotado/a de un conjunto
de características físicas únicas que le permite diferenciarse de los demás.
Contexto psicológico
persona designa a un ser concreto, abarcando tanto sus aspectos físicos como
psíquicos para definir su carácter singular y único. Percibe e interpreta el estado
de ánimo, el carácter y la forma de actuar de las personas, además estudia las
cualidades y facultades que tiene la persona, como la razón, los sentimientos y los
valores que lo distingue de los demás seres.
Son varias las dificultades del estudio de la persona humana para la psicología. Lo
más importante: la persona no es un objeto ni una manifestación susceptible de
ser objetivada, sino estructura de actos, no es una realidad fenoménica ni una
suma de cualidades, sino proceso concreto que termina solo con la muerte; por
último, los actos que origina y que constituyen su realidad no se prestan a la
reflexión psicológica, pues se dan de manera inmediata y concreta.

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