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UNIVERSIDAD CATÓLICA “SANTA ROSA”

VICERRECTORADO DE POSTGRADO E INVESTIGACIÓN


MAESTRÍA EN TEOLOGÍA

TEOLOGÍA E INCULTURACIÓN
Resumen Evangelii Nuntiandi

Vera Flores, Nancy. CI: 4.522.451

Calabozo, Febrero 2019


INTRODUCCIÓN
El documento tipo exhortación apostólica, del Papa Juan Pablo II, (1975) versa sobre
la evangelización del mundo contemporáneo. El Papa comienza diciendo que el anuncio del
Evangelio es "un servicio que se presenta a la comunidad cristiana e incluso a toda la
humanidad". A tal respecto, se conmemora tres acontecimientos: el final del año Santo, el
décimo aniversario de la clausura del Concilio Vaticano II, y la III Asamblea General del
Sínodo de Obispos(1974).

La presentación del mensaje evangélico, es el deber, "por mandato del Señor con
vistas a qué los hombres crean y se salven”. La misión de Jesús es explicitada por Él mismo,
como lo constata la siguiente frase: "Es preciso que anuncie también el reino de Dios en
otras ciudades", "porque para esto he sido enviado" (Luc 12-13). Sin embargo, es dificil
explicar, cual seria el significado para Jesus de la palabra evangelizar, tal como Él lo concibió
y lo puso en práctica.

Por esta razón, para la Iglesia, la evangelización contiene algunos aspectos esenciales,
los cuales serían, el anuncio del reino de Dios y de la salvación liberadora. Esta salvación
implica la liberación de “todo lo que oprime al hombre”, pero especialmente del pecado y
del maligno, y conseguir la transformación del “corazón y de la mente del hombre” (10). La
predicación debe ser infatigable y acompañada de signos evangelicos. (11,12). Y que lleve
hacia una comunidad evangelizada y evangelizadora(13). Por tanto, existe un nexo íntimo
entre Cristo, Iglesia y evangelización, y es la iglesia la que tiene la tarea de evangelizar.

EVANGELIZACIÓN

Define evangelización así: "Evangelizar significa para la Iglesia llevar la Buena


Nueva a todos los ambientes de la humanidad y, con su influjo, transformar desde dentro,
renovar a la misma humanidad”

El objetivo es convertir al mismo tiempo "la conciencia personal y colectiva de los


hombres, la actividad en la qué ellos están comprometidos, su vida y ambientes
concretos"(18). Para esto, la Buena Nueva debe ser proclamada primero con el testimonio de
los evangelizadores. A esto, se le llama “testimonio silencioso”. Sin embargo, existe una
necesidad de un anuncio explicito de la Buena Nueva, “para dar razón de vuestra esperanza”
(1 Pe 3,15). "No hay evangelización verdadera mientras no se anuncie el nombre, la doctrina,
la vida, las promesas, el reino, el misterio de Jesús de Nazaret, Hijo de Dios" (EN, 22). Este
anuncio se confunde con Kerigma, predicación o catequesis. Sin embargo, el anuncio,
adquiere toda su dimensión cuando hace, nacer una “adhesion de corazón”, lo cual implica
una adhesión al programa de vida de Jesús.

RUPTURA ENTRE EL EVANGELIO Y LA CULTURA

El Evangelio debe tocar de una manera vital a la cultura y las culturas del hombre, tal
como esta definido en la Gaudium et Spes. El Evangelio y la evangelización son
independientes a todas las culturas, pero, "debe impregnarlas a todas sin someterse a
ninguna". La evangelización debe “transformar con la fuerza del Evangelio los criterios de
juicio, los valores determinantes, los puntos de interés, las líneas de pensamiento, las fuentes
inspiradoras y los modelos de vida de la humanidad, que están en contraste con la Palabra de
Dios y con el designio de salvación” (19).

El epicentro es la mente y el corazón del hombre; pero la onda expansiva es tanto la


persona humana en totalidad como el mundo del hombre, la paz, la justicia, el desarrollo, la
liberación (cf. 29).

También significa una adhesión al Reino, "a un mundo nuevo, nueva manera de ser,
de vivir, de vivir juntos qué inaugura el Evangelio". Esta adhesion se revela por la entrada en
una "comunidad de fieles" (23) y en los gestos sacramentales. Todo el que ha sido
evangelizado, evangeliza a la vez. De alli, que las iniciativas hacia el apostolado es el hecho
concreto de la evangelización. La predicación de este mensaje afecta a toda la vida personal
del individuo, de su vida familiar, comunitaria, social y por ende de la humanidad entera.

El Evangelio no se identifica con ninguna cultura, pero el Evangelio es vivido por


personas concretas que pertenecen a una determinada cultura y ellas construyen el Reino
tomando los elementos de esa cultura. El Evangelio impregna a las culturas pero no se somete
a ellas. Tan importante es esta acción de impregnación que Juan Pablo II ha llegado a afirmar
que "el diálogo de la Iglesia con la cultura de nuestro tiempo es el sector vital, en el que se
juega el destino de la Iglesia y del mundo en este final del siglo XX" (Ex corde Ecclesiae, 3).
Si esta impregnación y diálogo no se dan ocurre "la ruptura entre Evangelio y cultura"
que según Pablo VI es, sin duda alguna, el drama de nuestro tiempo".

CONTENIDO DE LA EVANGELIZACIÓN

La evangelización tiene un contenido esencial que no se puede modificar.


“Evangelizar es, ante todo, dar testimonio. de una manera sencilla y directa, de Dios revelado
por Jesucristo mediante el Espíritu Santo”(26). Además, el testimonio, debe poner de
manifiesto, que Dios es Padre: "nosotros somos llamados hijos de Dios y en verdad lo somos"
(1 Jn, 3,1). Pero el centro del mensaje “es la clara proclamación de qué en Jesucristo, hijo de
Dios hecho hombre, muerto y resucitado, se ofrece la salvación, a todos los hombres, como
don de la gracia y de la misericordia de Dios" (27).

Otro de los aspectos de la evangelización, es ser, un signo de esperanza, “en las


promesas hechas por Dios mediante la nueva alianza en Jesucristo”(28). La totalidad de la
predicacion del mensaje consiste en “implantar la Iglesia”, donde se manifieste el amor de
Dios para con los hermanos en una vida fraterna y solidaria. La proclamacion del mensaje,
debe llevar otro aspecto, como lo es la liberación de todo aquello que oprime al hombre,
desde el punto de vista personal, pero también social: el hambre, enfermedades crónicas, la
desigualdad de las relaciones internacionales, especialmente en lo relativo al comercio, etc.
De allí, que no se puede disociar el plan de la creación, del plan de la Redención. Por eso, es
importante toda actividad evangelizadora vaya impresa la promocion social y desarrollo del
hombre y de las estructuras sociales que llevan a la injusticia.

Sin embargo en este proceso, de evangelización, si es solo la liberación y desarrollo


del hombre, no es necesariamente compatible con una "visión evangélica del hombre" (35.)
Para todo esto, se necesita una Iglesia que pase por una conversion integral de sus miembros
y exclusion de la violencia, y sin dejar de lado la libertad religiosa.

MEDIOS DE EVANGELIZACIÓN

“Las maneras de evangelizar cambian según las diversas circunstancias de tiempo,


lugar, cultura”. De alli, el efuerzo por buscar nuevos metodos de evangelización. En resumen,
entre algunos metodos se encuentra, el testimonio de vida, la predicacion viva, la liturgia de
la Palabra, la catequesis, el uso de los medios de comunicación social, el contacto personal,
los sacramentos y la religiosidad popular.

Acerca de los destinatarios de la evangelización, esta claro el mandato misional, es


decir, el universo sin fronteras: "Id por todo el mundo predicad el evangelio a toda criatura"
(Mc 16,15). Asimismo, el anuncio debe llegar a aquellos que profesan credos religiosos
ajenos a Cristo y que contienen ya algunas semillas del Verbo, pero sin haber alcanzado la
plenitud de la verdad que posee la Iglesia católica. Urge afrontar de modo especial el
problema del secularismo ateo, que vacía al hombre de los necesarios preámbulos para la fe
en Cristo. La solicitud de la Iglesia debe llegar a los mismos bautizados no practicantes, que
debilitan en ellos la fuerza de la nueva vida en Cristo.

El documento realiza una valoración positiva de las comunidades eclesiales de base,


a las que Pablo VI contrapone las otras comunidades de base, que no son eclesiales por atacar
y separarse de la vida de la Iglesia.

Con respecto a los agentes de la evangelización, es preciso afirmar que la


evangelización, es siempre un acto eclesial, y no individual. Por lo tanto, todo evangelizador
actúa según el poder que recibe de la Iglesia, la única evangelizadora. El Espiritu Santo es el
verdadero y autentico agente evangelizador.

Por último, con respecto a la libertad religiosa el documento señala lo siguiente:

“Pero, proponer a esa conciencia la verdad evángelica y la salvación


ofrecida por Jesucristo, con plena claridad y con absoluto respeto hacia las
opciones libres que luego pueda hacer sin coacciones, lejos de ser un
atentado contra la libertad religiosa es un homenaje a esta libertad, a la
cual se ofrece la elección de un camino que incluso los no creyentes juzgan
noble y exaltante”(80).

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