Está en la página 1de 2

LA ÚLTIMA REUNIÓN DE LOS SABUESOS VENDETTA

11:00 de la noche, ya era tarde para la reunión y ellos no llegaban, nosotros ya


estábamos situados en nuestros asientos listos para iniciar una partida amistosa
de este juego que debe culminar más de veinte años de guerra entre dos
organizaciones grandes que llevaban operando en esta ciudad por más de veinte
años.

Nosotros estábamos un poco intimidados, nunca nos destacamos por nada en


concreto con respecto a ellos, no teníamos lazos fuertes, ideologías ni nada
parecido, y solo nos mantenía juntos el hecho de que nos necesitamos los unos a
los otros para poder mantener esta especie de empresa que vivía a costa de
perjudicar a los demás (lo típico que hacen los perros como nosotros).Por otra
parte estaban nuestros acompañantes, que se autodenominaron ‘’vendetta’’,
siempre fueron más que solo un grupo criminal, tenían una ideología basada en
una forma de justicia bastante curiosa, impuesta por ellos y que ha sido la base de
su modus operandi desde su fundación, tal vez debido a esta forma tan particular
de pensar, que se inculca en sus miembros desde que se unen, son más fuertes,
mejor organizados y por lo tanto más exitosos que lo que nunca fuimos o seremos
nosotros. Y aun así, aunque no tuviéramos nada que los impulsara a vernos como
potenciales socios, un gran error que cometió mi padre (el antiguo jefe) los llevo a
considerarnos enemigos.

En su primer día como jefe, mi padre le encargo a sus subordinados que robaran
un cargamento de lo que él llamaba ‘’terrones de azúcar’’ para celebrar su
ascenso. Cuando le trajeron el cargamento montó una fiesta gigantesca en los
últimos pisos del mejor hotel de la ciudad, fiesta a la que debí asistir obligado
debido a que aún era cachorro. Tendría unos 4 años por aquel entonces y no
sabía a lo que se dedicaba mi padre pero empecé a desconfiar de el cuándo
volvía casa con sangre en las patas sin tener ninguna herida, o en aquella fiesta
cuando veía que los invitados empezaban a aullar sin razón aparente mientras se
paraban en dos patas tambaleando y sacando la lengua después de haber comido
aquellos ‘’terrones de azúcar’’ proporcionados por mi padre (que por cierto
siempre quise probar debido a su similitud con la comida que me daban, pero el
me prohibió estrictamente hacerlo, decía que era por mi bien). El caso es que ese
cargamento pertenecía a aquella familia de nombre extraño con la que estaba
destinado a encontrarme esta noche para solucionar el error de mi antecesor,
quien no fue consciente de lo que había hecho hasta que lo llamaron para avisarle
que su acción iniciaría una guerra, claro que por ser un perro de extrema soberbia
no le importó hasta que se enteró que aquellos sabuesos habían secuestrado a mi
madre y la habían ahogado arrojándola a un rio con bloques de cemento en las
patas, además de que estos le enviaron una carta describiéndole la escena a
detalle para incitarlo a enojarse, y efectivamente lo lograron dando paso a una
década de violencia que se vio reflejada en cuantos miembros de cada grupo
quedaron hasta el día de hoy, ya sea porque los mataron o se retiraron por miedo,
cada vez las organizaciones perdían no solo integrantes, sino buenos trabajadores
y por consiguiente, ingresos económicos, y dada la grave situación que pone en
peligro la existencia de nuestro negocio se ha organizado esta reunión a la que
muy irrespetuosamente asistieron tarde.

Cuando finalmente llegaron me doy cuenta quienes son los principales líderes de
los ‘’vendetta’’ ya que solo hemos tenido la oportunidad de vernos hasta este
momento, tres viejos Beagle y un Gran Danés aún más viejo. Por nuestra parte
solo somos 3: un Border Collie amigo mío, mi hermano menor y yo (un Bulldog
gris).Tan pronto se sientan el Gran Danés y un Beagle, los otros dos toman unas
cervezas de un estante cercano, junto con unos vasos y nos sirven al resto.
Aunque siempre odie el sabor de la cerveza, esta vez la acepto solo por cortesía,
pero para olvidarme de ese repulsivo líquido enciendo un cigarrillo que llevaba
masticando desde hace media hora, acto seguido el Gran Danés enciende una
vieja pipa que emana un olor tan relajante como el de mi cigarro.

Una vez todos estábamos cómodos mi amigo repartió las cartas y luego tomó las
suyas y así se dio el inicio de la primera ronda exactamente a las 11:35.
Actualmente es la 1:10 de la mañana, y aunque no puedo decir que ha sido una
partida limpia, ha estado entretenida y por los rostros de nuestros acompañantes
deduzco que ellos también la han disfrutado. Claro que los que la hemos
disfrutado más hemos sido mi hermano y yo que por una trampa…no, por una
estrategia que hemos estado usando nos hemos llevado la mayor cantidad de
fichas. Nuevamente noto que mi hermano me necesita, me retiro de la apuesta y
cuando pongo mis cartas sobre la mesa tomo una a escondidas del resto y se la
paso a mi hermano con la pata trasera. Aunque nos ha ido realmente bien durante
toda la partida sigo teniendo algo de miedo por como finalice esto y si de verdad
lograremos esta especie de pacto. Bueno aún queda un rato largo para acabar,
así que de momento no me preocupare demasiado.

También podría gustarte