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Cuanto Puedes Dar
Cuanto Puedes Dar
Así pasaron las horas y los días. El pretendiente permaneció afuera del palacio,
soportando el sol, los vientos, la nieve y las noches heladas. Sin pestañear, con la
vista fija en el balcón de su amada, el valiente súbdito siguió firme en su empeño
sin desfallecer un momento.
Nos convencemos de que la vida será mejor después de cumplir los 18 años,
después de casamos, después de conseguir un mejor empleo, después de tener
un hijo, después de tener otro...
Nos decimos que nuestra vida será completa cuando a nuestro(a) esposo(a) le
vaya mejor, cuando tengamos un mejor carro o una mejor casa, cuando podamos
ir de vacaciones, cuando estemos retirados.
La verdad es que no hay mejor momento que este para ser felices. Si no es ahora,
¿cuándo?
Una de nuestras frases favoritas es de Alfred de Souza: "Por largo tiempo parecía
para mí que la vida estaba a punto de comenzar, la vida de verdad. Pero siempre
había un obstáculo en el camino, algo que resolver primero, algún asunto sin
terminar, tiempo por pasar, una deuda que pagar; entonces la vida comenzaría.
Hasta que me di cuenta de que estos obstáculos eran mi vida".
No espere hasta terminar la escuela, hasta volver a la escuela, hasta bajar diez
libras, hasta tener hijos, hasta que los hijos vayan a la escuela, hasta que se case,
hasta que se divorcie, hasta el viernes por la noche, hasta el domingo por la
mañana, hasta la primavera, al verano, el otoño o el invierno, o hasta que muera,
para aprender que no hay mejor momento que este para ser feliz. La felicidad es
un trayecto, no un destino.
UN ANGEL EN EL CAMINO
Y de pronto una luz ilumino mi camino, era un bello ángel; El me dijo ven, no te
asustes que yo te voy a proteger y abrió sus alas y me dio todo el calor y ternura
que jamás creí imaginar
Yo recuerdo haber sentido esta misma sensación con mis padres mucho tiempo
atrás, cuando era niña.
Se ahora que ellos me enviaron a este ángel para que cuidara de mi, acariciara mi
alma, mi espíritu.
En sus ojos azules, profundos, limpios puedo ver el mar, el cielo azul.
Sus manos tan suaves como los petalos de una rosa curaron mis heridas solo con
tocarlas.
El tono de su voz es como el canto de los pararitos que nos arrullan por las
mañanas.
El miedo no me invade mas , estoy segura que donde quiera que yo me encuentre
mi angel siempre estara cerca de mi.