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PROGRAMA DE ODONTOLOGIA
Barranquilla – Colombia
2018
ALTERACIONES TEMPOROMANDIBULARES Y BUCODENTALES EN
CORREDORES DE UN CENTRO DE ACONDICIONAMIENTO FISICO DE LA CIUDAD
DE BARRANQUILLA.
AUXILIARES DE INVESTIGACION:
MAROLY BETIN OTERO
ERIC CASARES POLANCO
KAROLYN CARTAGENA TORRES
LILIANA MARTINEZ LOGREIRA
Trabajo de Grado presentado como requisito parcial para optar por el título de:
ODONTOLOGO
TUTORES :
Dr. MARTHA REBOLLEDO COBOS
Dr. ROBERTO ARIZA
Dr. ROBERTO REBOLLEDO
UNIVERSIDAD METROPOLITANA DE BARRANQUILLA
PROGRAMA DE ODONTOLOGIA
Barranquilla – Colombia
2018
TABLA DE CONTENIDO
Pág.
RESUMEN....................................................................................................................... 5
INTRODUCCION............................................................................................................. 6
3 RESULTADOS ........................................................................................................ 39
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS .............................................................................. 42
ANEXOS........................................................................................................................ 48
RESUMEN
5
INTRODUCCION
Son muchos y diversos los TTM que pueden presentarse, por esta razón el diagnostico
de cualquiera de estos trastornos se deriva de la evaluación de signos y síntomas, que
frente a una afectación de este tipo podríamos hallar en grandes cantidades. Sonidos
anormales en la articulación como chasquidos o crepitación, presencia de dolor o
contracción involuntaria en los músculos masticadores, limitación total o parcial de la
movilidad de la mandíbula, dolor facial difuso, alteraciones en el grado de apertura y
cierre. De igual forma no es atípico encontrar cambios degenerativos en la zona
mandibular como artrosis y artritis reumatoide. (2,3).
Los TTM constituyen un problema de salud importante, que afecta a más del 50 % de la
población mundial en algún momento de su vida. Se plantea que el 75 % de la misma,
ha presentado alguna vez un signo, mientras el 33 % algún síntoma. Este padecimiento
suele presentarse en niños, jóvenes y adultos de cualquier grupo de edad y sexo (4,5).
En el mismo orden de ideas las alteraciones que se presenta en deportistas, teniendo en
cuenta los elementos y condiciones que los rodean, como las actividades diarias que
realizan, el nivel de entrenamiento al que están sometidos, sus hábitos alimenticios, usos,
costumbres y claro esta su fisionomía particular, pueden ser desencadenantes de la
aparición de TTM y a su vez lesiones bucodentales (LBD).
En los pacientes que se dedican a practicar algún deporte en este caso correr, los TTM
y LBD pueden inferir de manera evidente puesto que están ligados íntimamente a
mantener ejercitando su cuerpo. El ejercicio físico en este deporte puede de una u otra
forma disminuir la probabilidad de afrontar una competencia o entrenamiento al máximo
de nuestras posibilidades, aumentado el riesgo de una salud bucodental debilitada (6).
Si bien es cierto al hablar de LBD hacemos referencia a una mala condición de salud
bucal que puede inducir afecciones sistémicas que afectarían a su vez la salud en
general. En deportistas este tipo de lesiones pueden también ser muy notorias debido a
muchos factores como el costo energético, flujo respiratorio, estrés, entre otros (7). Esto
genera patologías periodontales, caries, trastornos que limitan la capacidad de morder,
masticar, sonreír, hablar al tiempo que repercuten en su bienestar psicosocial.
La historia registra que el hombre inicia el tratamiento de los TTM en el Antiguo Egipto 3
000 años a.c a través del tratamiento de las dislocaciones mandibulares. En el año 348
Hipócrates describe por primera vez un caso de reducción manual de dislocación de la
ATM. No fue hasta 1934 que estos conceptos adquirieron la debida atención de médicos
y estomatólogos, a partir de un artículo del doctor James Costen (otorrinolaringólogo),
quien describió síntomas referidos al oído y a la ATM a lo cual denominó Síndrome de
Costen (SC) (9,10).
Se ha demostrado que los TTM se relacionan con múltiples causas y con un modelo
biopsicosocial que es una visión amplia que atribuye el resultado de la enfermedad a la
interacción intrincada y variable de factores biológicos, factores psicológicos y factores
sociales. De esta forma se puede considerar que los TTM varían de individuo a individuo,
afectando la fisiología de la ATM y sus elementos peri-articulares (11).
Los corredores que sufren TTM traen consigo implicaciones serias para la salud del
mismo, viendo el deportista de manera integral, puesto que también serán vulnerables a
sufrir LBD. Esto se debe a que durante el entrenamiento físico será más alto el riesgo de
alteraciones al estado de ánimo, ingesta de alimentos como barras o bebidas
energéticas, contribuyendo que durante el ejercicio intenso pueden iniciarse una
respuesta al estrés activando los ejes simpático-adrenomedular e hipotálamo-hipófiso-
suprarrenal (HPA), lo que resulta en la liberación de estrés y hormonas catabólicas,
citoquinas inflamatorias y moléculas microbianas (14).
De esta forma la presente investigación está motivada a brindar una atención integral a
todos los corredores, tomando en cuenta las conductas a favor de su salud y su
rendimiento deportivo, mostrando la necesidad del estudio, ya que se determina el vacío
cognoscitivo de los TTM y LBD en este tipo de deportistas (16).
Para esto se planteó el siguiente interrogante.
Por otra parte, las condiciones oclusales pueden influir en los TTM, a través de un cambio
brusco de los patrones de contacto oclusales, donde los dientes influyen
considerablemente sobre la actividad de los músculos masticatorios, aumentando el tono
muscular y aparición del dolor, seguido del trismo. A su vez las lesiones traumáticas son
casi endémicas en el deporte, sobre todo en la adolescencia. Al hacerse extensiva la
práctica entre los niños e incluso entre los adultos, una gran parte de la población está
expuesta. Los daños no se limitan a la fase competitiva, puesto que entre 25-30 % de las
lesiones ocurren durante el entrenamiento. Durante la práctica de deportes hay una alta
incidencia de fracturas, avulsiones dentales y problemas a nivel de la ATM (18).
Al hablar de TTM estamos abarcando una gran cantidad de eventos o estados que
estudian la distribución y los determinantes de algunas alteraciones en particular que
relacionan directamente la salud y nos encaminan al control de estas mismas. La
epidemiologia de estos trastornos determina la continuidad y distribución de diferentes
patologías articulares y LBD (20).
Por otra parte las LBD contribuyen diversas patologías que afectan los tejidos blandos
y de sostén desencadenando una serie de problemas futuros si no son tratados a tiempo.
Entre las lesiones de tejidos blandos podemos encontrar: contusiones, abrasiones y
laceraciones. Las contusiones son las lesiones más simple y más común. En general,
son el resultado de un trauma por fuerza contundente, y pueden ocurrir a través de
muchos mecanismos, como colisión o caída; contactos con equipos, cascos, protectores,
almohadillas entre otras (23).
De esta forma las alteraciones dentales una vez que ocurren, es de suma importancia
que los sujetos reciban un tratamiento tan pronto como sea posible para para prevenir el
empeoramiento de la cavidad oral, en algunos estudios de la literatura existente que ha
abordado la cuestión de que las estrategias terapéuticas son más efectivas, adoptando
el tratamiento de lesiones dentales sufridas por jóvenes adolescentes en competencia
deportiva (23).
Podemos encontrar alteraciones dentales como:
Infracción
• Fractura del esmalte
• Fractura esmalte-dentina
• Fractura esmalte-dentina-pulpa
• Fractura de la raíz de la corona (sin complicaciones)
• Fractura de la raíz de la corona (complicada)
• Fractura de raíz
• Fractura alveolar
Los deportes representan del 3% al 29% de las lesiones faciales y del 10% al 42% las
fracturas faciales. El hockey, el fútbol y el béisbol se involucran con mayor frecuencia en
casos de fractura de huesos faciales relacionados con los deportes (24).
Según los datos publicados por la ADA en 1990, el 44-99% de los afecciones de la
articulación temporomandibular son causados por trauma. El riesgo de lesiones en los
deportes de contacto es mayor que en deportes sin contacto. El baloncesto es un ejemplo
de deporte con un potencial extremadamente alto de lesiones. Ha sido informado que las
jugadoras de baloncesto tienen una tasa de lesiones orales del 7,5%, que es 15 veces
mayor que las lesiones reportadas para hombres en fútbol (22,24).
Por lo general, las lesiones de ATM relacionadas con los deportes no son inmediatamente
aparente. La mayoría de los golpes en la mandíbula no causan fracturas, fuerzas
significativas que se transmiten a la región temporomandibular el disco y las estructuras
de soporte, pueden provocar lesiones graves, a su vez el cóndilo puede forzarse
comprimiendo posteriormente el retrodisco. En algunos casos, el trauma de la ATM
puede causar sangrado intracapsular, que conduce a la anquilosis de la articulación
(22,24).
Se han llevado a cabo diversos estudios alrededor del mundo que dan como resultado
la epidemiología de los traumatismos maxilofaciales en sus respectivas poblaciones,
teniendo en cuenta la variabilidad de la misma respecto al ambiente, región geográfica,
período investigado y aspectos socioculturales. Sin embargo, existen escasos reportes
al respecto en Sudamérica (25).
En los estudios relacionados a nivel mundial la tendencia es que los traumatismos del
territorio afectan principalmente a los hombres, esto puede atribuirse a las diferencias
poblacionales, debido a que en Emiratos Árabes el rol principalmente doméstico de la
mujer implica una menor exposición a sufrir eventos que puedan conducir a un
traumatismo facial, al contrario que en nuestra sociedad, donde poseen un rol más activo
(25). Un 17,9% de los traumatismos mandibulares se asocian a otras lesiones faciales y
un 12% se presentan con lesiones dentales; llega al 49% el número de fracturas
maxilofaciales que se acompañan de una fractura mandibular (26). La práctica deportiva
es una de las principales causas de lesión maxilofacial (la causa principal son los
accidentes de circulación). Un estudio en población holandesa evidenció que el fútbol y
el hockey hierba eran los deportes en los que se registraban más lesiones maxilofaciales
(aunque se debe considerar el sesgo de los deportes más practicados en cada país). La
fractura se puede ocasionar por mecanismo directo (se produce en el lugar del
traumatismo) o indirecto (muy frecuente la fractura de cóndilo en fuertes traumatismos
sinfisarios. Las fracturas mandibulares suelen localizarse en regiones que presentan
cierta debilidad y en las que la estructura ósea tiene menor resistencia anatómica (p. ej.
el cóndilo mandibular), zonas debilitadas por la presencia de dientes, cordales retenidas,
quistes o raíces dentales largas, atrofia mandibular secundaria a edentulismo o a
antecedentes patológicos que debilitan el hueso (26).
En la población infantil, los puntos débiles de la mandíbula son la región del germen del
canino, el segundo molar definitivo y el cuello del cóndilo. La ATM desempeña un papel
crucial en la masticación y la movilidad de la mandíbula en expresión verbal y emocional,
esta relaciona directamente los TTM que a su vez incluyen síntomas de dolor orofacial
(26).
Los TTM pueden ser causado por dolor en la ATM y dolor muscular, Cuando la afección
es causada predominantemente por dolor en los músculos de la masticación, también
puede denominarse dolor miofacial y disfunción de ATM. Las primeras descripciones de
esta condición fueron hechas por Costen en 1934 (9, 10,26). Los TTM son una causa
relativamente frecuente de dolor crónico de cabeza y cuello asociado con la disfunción
de los músculos masticatorios. El dolor es aburrido, de carácter adolorido, raramente
aliviado por los analgésicos, y cuando se asocia principalmente con los músculos de la
masticación, es bastante difuso. El dolor de ATM relacionado con la enfermedad de las
articulaciones a menudo es unilateral y se ve agravado por los movimientos de la
mandíbula, pero es independiente de cualquier enfermedad oral, nasal, dental o del oído
local. La ternura de los músculos de la masticación puede identificarse también; pero si
la afección se relaciona principalmente con una enfermedad articular, se esperaría que
la palpación de las articulaciones, no de los músculos, exacerbara las principales quejas
de dolor del paciente (27).
2) El disco que relaciona las superficies articular a la otra y divide la articulación en dos
espacios articulares, superior e inferior.
3) La membrana sinovial que rodea el disco.
4) La cápsula articular.
5. Los ligamentos articulares (28,29).
Las superficies articulares así como la porción central del disco están compuestas de
tejido conectivo fibroso denso, a vascular y libre de terminaciones nerviosas.
La ATM es consideraba la articulación más compleja del cuerpo humano, la cual permite
movimientos de bisagra en un plano y puede considerarse por tanto una articulación
ginglimoide. Sin embargo, al mismo tiempo, también permite movimientos de
deslizamiento y desplazamiento lateral, lo cual la clasifica como una articulación artrodial.
Técnicamente se la ha considerado una articulación ginglimoartrodial (27,29). La ATM se
clasifica como una articulación compuesta. Por definición, una articulación compuesta
requiere la presencia de al menos tres huesos, a pesar de que Ia ATM tan sólo está
formada por dos. Funcionalmente, el disco articular actúa como un hueso sin osificar que
permite los movimientos complejos de la articulación. Dada la función del disco articular
como tercer hueso, a la articulación craneomandibular se la considera una articulación
compuesta (28,29).
A su vez las LBD y faciales son muy comunes en el deporte y pueden ser muy caras
de tratar. Muchas de estas lesiones se pueden prevenirse con una adecuada evaluación
previa a la competición, una protección adecuada y bien diseñada. La pronta
identificación de lesiones bucodentales y TTM y el tratamiento de un seguimiento
adecuado son cruciales para obtener resultados exitosos. Ha habido avances recientes
significativos tanto en el manejo del trauma como en el diseño del protector bucal y las
técnicas de fabricación (30).
Los atletas tienen un conjunto único de desafíos, que incluyen colisiones, finanzas, viajes
y entrenamiento, deshidratación, bebidas deportivas y dietas altas en carbohidratos, que
pueden comprometer su salud oral. Una desafortunada realidad de la participación en el
deporte es la lesión. Las lesiones dentales y orofaciales son especialmente preocupantes
porque, a diferencia de las laceraciones o fracturas, no sanan y a menudo requieren un
reemplazo artificial o protésico (relleno, corona, implante) de manera permanente (30).
Diversos estudios según marquez, et al; han demostrado tasas significativas de lesiones
dentales y orofaciales en varios deportes. Sin embargo, muchos sistemas de notificación
de lesiones no reflejan estas altas tasas de lesiones debido a su definición de daño. De
otra manera así como aseguramos que los exámenes y musculo esqueléticos se realicen
de forma regular, es importante considerar la importancia de la salud oral en el bienestar
general de un deportista. Aunque la enfermedad dental raramente es una amenaza en
contra de la profesión de ser deportista corredores, puede y resulta ser en muchos días,
semanas o años causante de entrenamiento perdidos y en muchos casos exclusión de
la competencia (30). Aunque la participación en deportes y recreación de actividades es
un componente importante de un estilo de vida saludable, muchas de estas actividades
son asociadas con un riesgo de lesión específicamente (31).
Teniendo en cuenta que la postura humana representa la posición del cuerpo y las
relaciones espaciales entre sus segmentos anatómicos mantienen el equilibrio en
condiciones dinámicas y estáticas (función antigravedad de los músculos) de acuerdo
con los requisitos del entorno y los objetivos motores puede estrechar la relación para
considera la aparición de algún síntoma o signo de TTM o LBD (32).
Se han abordado las pruebas de rendimiento físico y su capacidad para detallar el nivel
de riesgo de lesiones, pero con mayor frecuencia no han podido predecir las lesiones en
las extremidades inferiores. Estos tipos de pruebas han utilizado resultados de
rendimiento cuantificables, y los resultados podrían haberse visto afectados por los
movimientos de compensación. Por otro lado, la localización musculoesquelética
también se puede encaminar en la calidad del movimiento, esto implica la identificación
y la calificación de las compensaciones funcionales, asimetrías, deficiencias del control
del movimiento mediante tareas de transición Ej. Sentadillas, sentado a pie, embestida
o movimiento dinámico Ej. Saltar, caminar, correr, aterrizar, cortar. Control de la postura
se define como mantener, lograr o restaurar un estado de equilibrio durante cualquier
postura o actividad (33, 34).
Muchas de las lesiones traumáticas que afectan cavidad oral como un porcentaje de
todos las patologías orales se encuentran entre 18-30% un número considerable de
estos son el resultado de lesiones deportivas y alrededor de un trimestre (25%) de los
jóvenes porque son más activos físicamente que los adultos (23,35).
Por otra parte los signos de enfermedad gingival pueden ser influyentes para concebir
algún tipo de lesión oral, debido a que los deportistas manejan un nivel de tensión al que
deben ser sometidos constantemente. De esta forma es considerable a pesar de la alta
frecuencia de limpieza bucal informada que los informes de la literatura existente
muestran que la gingivitis afecta a entre el 28 y el 75% de la población general en todo el
mundo. La presencia de enfermedad gingival puede explicarse por técnicas inadecuadas
de cepillado, por alteraciones motoras y de coordinación y que si esta no es tratada puede
llegar a convertirse en enfermedad periodontal (36).
Los cambios que ocurren en los músculos debido a la práctica de actividad física se
reflejan en los fluidos corporales y principalmente en la sangre. Estas alteraciones
pueden indicarnos si los esfuerzos realizados suponen un predominio de esfuerzos de
resistencia o bien de velocidad y fuerza. En este sentido, resulta interesante evaluar las
modificaciones que se producen sobre el organismo durante la práctica del deporte para
conocer su efecto, ya que si la carga física es excesiva, puede aumentar el riesgo de
padecer manifestaciones adversas, tanto desde el punto de vista patofisiológico como
psicosomático, comprometiendo la salud del deportista (41).
Con la mayor popularidad de los deportes de contacto y el estímulo para participar a una
edad temprana, el deporte y la profesión dental en relación con la prevención de las
lesiones dentales y otras lesiones deportivas orofaciales se ha vuelto más importante. En
vista de esto, los niños, entrenadores, padres y miembros de la comunidad dental deben
estar conscientes de cómo las personas que participan en actividades deportivas corren
el riesgo de sufrir un trauma dental (42).
Las consecuencias del trauma orofacial para los niños deportistas y sus familias son
sustanciales debido a las posibles implicaciones dolorosas, psicológicas y
económicas. Los niños con trauma no tratado a los dientes permanentes exhiben
mayores impactos en su vida diaria que aquellos sin lesiones. La frecuencia de
traumatismos dentales es significativamente más alta en los niños con sobremordida
aumentado y cobertura labial inadecuada. Un profesional dental puede modificar estos
factores de riesgo en una etapa temprana. Dado que la mayoría de los niños comienzan
a participar en los deportes a una corta edad. Resulta interesante que la odontología en
el deporte se incluya en el plan de estudios educativo en el nivel de la escuela. De esta
forma los odontólogos en colaboración con los pediatras deben aconsejar a los padres
sobre la prevención y el tratamiento del trauma debido a lesiones dentales relacionadas
con los deportes. Además, la falta de conocimiento entre los entrenadores sobre la falta
de diversas herramientas preventivas los hace más propensos a los traumas. El
conocimiento absorbido temprano recorre un largo camino y por lo tanto ayudará a que
los deportistas lleven vidas saludables lejos de cualquier TTM o LBD (42).
El reciente interés que tiene el deporte asociado con las alteraciones orales y
temporomandibulares nos revela que todas las actividades en donde se lleve a cabo
ejercicios corporales, tienen un riesgo vinculado a lesiones orofaciales debido a caídas,
colisiones con jugadores, dispositivos y superficies duras. Los deportistas con golpe
contundente en las mandíbulas, inmediatamente después de la lesión, han tenido rigidez,
dolor en los músculos masticatorios, dolor en la región de la ATM y limitación de los
movimientos de la mandíbula (43). El trauma orofacial y dental continúa siendo un
problema común para la odontología y el deporte. Todos los deportes tienen cierto riesgo
de lesiones dentales, es por esto que se hace fundamental la evaluación inmediata y el
manejo adecuado de las afecciones más comunes en la dentición , que pueden dar como
resultado el ahorro o la restauración de la estructura dental (44). Las lesiones son un
problema importante entre los corredores. Excepto por aquellas anteriores que no
representan riesgos consistentes, sufrir lesiones a menudo conduce a una reducción en
la actividad de carrera y en general requieren un largo tiempo de recuperación. Varios
estudios han examinado las proporciones de lesiones (es decir, incidencias y tasas de
prevalencia) entre los corredores, a su vez estos se caracterizan por resultados
contradictorios, con proporciones de lesiones que varían entre 1,4 y 94.4% varias razones
como, la definición, método de evaluación de la lesión y seguimiento del tiempo
empleado en el deporte, forman la base de esta falta de consenso. Igualmente, el tipo de
corredores puede jugar un papel importante, es plausible que la ocurrencia de lesiones y
el tipo de lesión varíen entre diferentes poblaciones de corredores, esta diferencia puede
explicar la alteración en el aumento de lesiones existentes, debido a que cada corredor
utiliza formas y técnicas diferentes al momento de entrenar o de competir(45).
Cada año, millones de deportistas experimentan conmociones cerebrales con los niveles
de juego haciéndose más grandes, más rápidos y más fuertes. Se ha sugerido que las
tecnologías más nuevas pueden brindar la oportunidad de reducir el riesgo y la gravedad
de estas lesiones demasiado frecuentes, aunque se ha demostrado que algunos
elementos de protección disminuyen la tasa de lesiones catastróficas en la cabeza y los
protectores bucales han disminuido el riesgo de lesiones dentales y orales, aun así el
efecto protector de los cascos y protectores bucales no elimina por completo el riesgo de
contraer algún tipo de lesión (45).
Con lo anteriormente dicho queda claro que muchas de las persona que se dedican a
practicar algún deporte como, boxeo, fútbol, rugby no requieren el uso de algún elemento
de protección. En cambio otros que practican, lucha libre, hockey sobre hielo, béisbol y
fútbol americano, a pesar de usar elementos protectores no siempre protegen bien la
articulación, ni se exoneran de sufrir alguna lesión. Estudios demuestra que aún en los
deportes de bajo y mediano riesgo (tenis, squash, buceo, baloncesto, etc.), existen
lesiones importantes en la ATM, considerando necesario el uso del protector bucal. De
esta forma se determina que los deportes son una de las categorías más prevalente en
DTM, interfiriendo en las actividades de la vida diaria y afectando a la calidad de vida
(presentando dificultades en el entorno laboral y social) (4, 29,46,).
En este orden de ideas la participación en algún deporte que requiera correr como lo es
el fútbol, que en la actualidad es uno de los más populares y es jugado por
aproximadamente 200,000 atletas profesionales y 240 millones de aficionados atletas
aunque no se considera un deporte violento, se asocia con altos riesgos de problemas
orales y lesiones faciales dado que en él, los jugadores utilizan su cabeza con frecuencia,
muchos de los impactos que reciben son en su cara y de esta forma son una de las
causas más frecuentes de LBD y TTM (48).
Cabe resaltar que el papel que desempeña la prevención de las lesiones puede
complicarse por muchos factores como, las variaciones en el estilo del deporte practicado
y compensación de riesgo. Existen parámetros que deben tenerse en cuenta para
reducir el factor de riesgo entre los cuales encontramos, mejorar la educación de
entrenadores y jugadores sobre el manejo adecuado de la conmoción cerebral, alentar
los ejercicios de fortalecimiento y minimizar los impactos de alto riesgo puede
proporcionar una vía más fructífera para reducir las conmociones cerebrales en los
deportes y lesiones orofaciales (45,48).
Entre otros aspectos a tener en cuenta para la asociación del deporte y alteraciones tanto
temporomandibulares como bucodentales es la fatiga muscular del estado de ánimo,
bajo rendimiento y problemas gastrointestinales que suelen ser comunes entre los atletas
durante entrenamiento y competencia. De forma que el intestino se convierte
directamente en el hogar de millones de microorganismos que tienen papeles
fundamentales en muchos aspectos de la biología humana, incluido el metabolismo,
función endocrina, neuronal e inmune. La flora intestinal y su influencia en el
comportamiento del huésped, crea una barrera para que exista una correlación entre el
estrés físico y emocional durante el ejercicio y los cambios en la composición de la
microbiota gastrointestinal. Por ejemplo, el estrés inducido por el ejercicio disminuye los
niveles cecales de Turicibacter spp y Ruminococcus gnavus que tienen papeles bien
definidos en la degradación del moco intestinal como función inmune, de esta forma
permite la aparición de muchas de las lesiones orales presentes en deportistas que se
debe a la afectación intestinal (14,48).
Por otra parte muchas de los TTM en corredores pueden aparecer por los traumatismos
maxilofaciales que radican principalmente como consecuencias obtenidas después de
estar expuesto a entrenamientos rigurosos o por con siguiente a competencias , ya que
se asocian a una gran morbilidad, pérdida de función, secuelas estéticas y altos costos
financieros que se generan después de sufrir un traumatismo, dado que la gran mayoría
de los pacientes requiere de hospitalización y utilización de recursos que significan una
gran carga para el sistema de salud .Específicamente, las lesiones traumáticas en la
mandíbula se asocian a la producción de trastornos de la ATM, maloclusión, alteraciones
masticatorias, desórdenes salivales, apnea obstructiva del sueño y dolor crónico (35,48).
Desde esta perspectiva, una mayor comprensión de la susceptibilidad a lesiones de
diferentes poblaciones de corredores se debe precisamente a la frecuencia de estos
traumatismos, la fuerza de impacto, el uso de instrumentos como bates, pelotas,
raquetas, discos y el contacto corporal; sin dejar de tener en cuenta los deportes de bajo
riesgo por su poca probabilidad de estar expuestos a traumatismos directos. Pues si bien
cierto la microtraumatización de la ATM durante la parafunción producida por el
apretamiento dental, donde la fuerza muscular es importante y genera cambios en sus
componentes, estos provocan el remodelamiento de los tejidos vecinos y como probable
consecuencia, cambios en el contorno de sus superficies articulares. De esta forma los
cambios pueden ser el pródromo de una futura osteoartrosis, que involucra procesos
degenerativos, principalmente si el microtrauma recurre en períodos prolongados y entra
en cronicidad. La carga repetida puede provocar también tracciones sobre la cápsula y
el tejido retrodiscal con consecuentes elongaciones. Este exceso de carga puede
producir cambios morfológicos en el disco, y en caso de alcanzar cierto grado de
cronicidad, puede provocar, al sumarse el deterioro ligamentario y capsular, la alteración
morfológica del disco, su desplazamiento (47,48, 49).
La salud bucal es fundamental para un buen rendimiento físico. La odontología cada día
evoluciona y representa un alto interés en estudiar la influencia de la salud bucodental
en el deporte y que a través del cuidado oral, posibilita una práctica más segura y
placentera. Las afecciones bucodentales actúan directa o indirectamente, alterando las
condiciones de salud de los deportistas, sobre todo, a aquellos que entrenan
rutinariamente haciendo más fácil que aparezcan , dolores articulares o lesiones
tendinosas con una recuperación tardía, dado que el origen del problema se encuentra
en un sitio distante y no se suele dar una relación de causa-efecto. De esta forma que
pueden pasar meses, incluso años, arrastrando un dolor crónico o una lesión sin
conseguir eliminarla, cuando a veces la solución sería tan sencilla como curar unas caries
(origen) o tratar una maloclusión. Médicos, traumatólogos, fisioterapeutas, osteópatas,
entrenadores y expertos en medicina deportiva y postural, deben recordar la importancia
de descartar patologías orales para poder realizar un tratamiento adecuado de las
lesiones y que estas puedan desaparecer al cabo de unas semanas .Por ello, antes de
implementar y llevar a cabo cualquier campaña de información o prevención sobre este
tema, se tendrá que saber cuánto conoce la población al respecto. Las LBD y TTM
podrían ser prevenidos si las personas conocieran cómo hacerlo y la necesidad del
tratamiento inmediato (51).
2 MARCO METODOLÓGICO
Inclusión:
Corredores mayores de 12 años de edad con al menos 3 meses de práctica de la
actividad.
Corredores que tengan más de 3 meses de no asistir al odontólogo.
Corredores que aprueben mediante la firma del consentimiento informado
presente en la investigación.
Exclusión:
Corredores con enfermedades sistémicas.
Corredores con enfermedades físicas y motoras.
Corredores con enfermedades degenerativas.
La primera sesión de evaluación clínica fue por parte de la estomatóloga (Gold estándar)
y rehabilitador oral (Gold estándar) al igual que aquellos auxiliares de investigación,
previamente calibrados de forma clínica por medio del análisis estadístico llamado kappa
de cohen, en el cual se estableció el nivel de concordancia que hubo entre inexaminador
e interexaminador. Cada Kappa debe considerarse e interpretarse en función del
contexto de los datos que se analizaron, dividiendo, restando y aplicando un porcentaje
estadístico, para identificar el nivel de experticia clínica de cada auxiliar de investigación
frente al tema central (52,53). El análisis realizado dio como resultado 0.8, en donde se
identificó las LBD y TTM.
Los datos se consignaron un examen clínico semiológico (dientes y tejidos blandos:
identificación de fracturas, atrición, abrasión, bruxismo, fracturas radiculares),
alteraciones en tejidos blandos, lesiones traumáticas como hematomas, equimosis,
petequias, lesiones en labios como quistes, fibrosis traumáticas entre otras. Al igual que
el diagnóstico de oclusión que involucro la ATM, donde se tuvo en cuenta apertura bucal,
cierre, lateralidad derecha e izquierda, identificación de ruidos articulares, con o sin
sintomatología dolorosa, desviaciones en apertura y/o cierre entre otros.
Posterior a eso se realizaron tablas matrices para identificar que alteraciones fueron las
más frecuentes y si la falta de técnica o falta de entrenamiento por parte de estos
deportistas pudieron aumentar el factor de riesgo de sufrir TTM.
TIEMPO DE
PROCEDENCI
SEXO EDADES ENTRENAMIENTO EN
A
MESES/AÑOS
3
Distinto
B/quill 11 A 22 A 33 A 43 A meses 3A4 5A6 7A8 >9
F M
a
a
21 32 42 55
>55
a2 años años años años
B/quilla
años
19 54 55 18 46 11 10 5 1 12 14 27 14 6
26,0 73,9 75,3 63,0 15,0 13,6 6,8 1,3 16,4 19,1 36,9 19,1 8,2
24,65
2 7 4 1 6 9 4 6 6 7 8 7 1
LBD N° % TTM N° %
Lesiones Alto
Clasificación
deportista
SI NO Amateur Intermedio
Fisiomuscular Rendimiento
del
18 55 10 52 11
Actual
24,65 75,34 13,69 71,23 15,06
7a9
27 46 1 a 3 sesiones 4 a 6 sesiones
Frecuencia
sesiones
semanal
Pasada 33 32 8
36,98 63,01
45,20 43,83 10,09
de sesión
Duración 50 a 70 min 80 a 100 min >110 min
19 49 5
26,02 67,12 6,8
ANTROPOMETRIA MUSCULAR
40 a 70 kg 71 a 100 kg >100 kg
Peso
52 21 0
71,23 28,76 0
140 a 170 cm 171 a 181 cm
Talla
28 45
38,35 61,64
4 REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS