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Remates

comerciales

Práctica
Profesional II
(Ejecución)

1
Remates comerciales
Nociones generales

El remate comercial, o remate privado, es el remate de


inmuebles por orden del acreedor, a través de una
empresa especializada en esta modalidad de venta.
En los remates privados pueden participar aquellos que entreguen el monto en
garantía en cheque, o en depósito en efectivo.

El bien es adjudicado a aquel participante que proponga igual o mayor precio


sobre el monto base del remate.

Es menester recordar además que el remate es un mecanismo para la


celebración de contratos.

En principio, cualquier contrato puede efectuarse utilizándolo. En la práctica,


sólo lo adoptan los contratos de compraventa.

El remate es una actividad desplegada por el rematador para celebrar un


contrato. El interesado en la venta de un bien, solicita la intervención de un
rematador, que es quien preside el acto de remate.

La subasta se efectúa poniéndola, previamente, en conocimiento del público.

El rematador formula una propuesta pública y completa de contratación, sin fijar


el precio. El remate es, precisamente, un mecanismo por el cual se forma el
consentimiento sobre el precio, que es un elemento del contrato de
compraventa.

La oferta realizada por el rematador esa persona indeterminada.

Realización del remate comercial: lugar, precio, ofertas,


duración
El remate se concreta en lugares accesibles a varias personas.

El rematador ofrece el bien en público, en forma simultánea a las personas


reunidas en el lugar anunciado en la publicidad previa.
El precio se fija en condiciones especiales: los interesados en que se les adjudique
el bien subastado, efectuarán posturas o pujas y van aumentándolas hasta llegar
a un límite en que nadie mejora la puja.

El rematador, entonces, adjudica los bienes en remate al mejor y último postor.

El precio se fija, entonces, en la mayor oferta que se realice en el acto de remate,


por la oferta que resulte más ventajosa para el dueño de los bienes.

El rematador, antes de realizar la adjudicación, debe anunciar que se ha realizado


la última oferta y quién la ha formulado, dando la oportunidad de mejorarla. Si
efectuada tal advertencia nadie ofrece o hace una nueva postura, el martillero
declara la adjudicación, bajando su martillo.

Las ofertas se realizan en forma verbal y pueden intervenir todos los interesados
presentes…

Mediante este mecanismo se crea la posibilidad de que concurran varios


interesados en aceptar la oferta formulada.

Si el remate es de cosa muebles, el contrato se perfecciona con la aceptación de


la mejor oferta por el rematador. Luego, el contrato deberá cumplirse con las
prestaciones consiguientes: pago del precio y entrega del bien.

Si el remate es de un bien inmueble, o de otro bien cuya transmisión requiera


formalidades, la aceptación del precio significa haber logrado un acuerdo sobre
los elementos del contrato que luego se habrá de celebrar con las formalidades
del caso…

La ley no ha fijado duración alguna determinada para los remates, siendo por
consiguiente, válida la venta realizada en remate, aunque ésta no haya durado
sino breves minutos, siempre que se haya cumplido con las formalidades legales
y no se mejorasen las ofertas…

Ergo, el rematador, cuando una oferta es presentada, salvo cláusula o


estipulación especial, debe esperar un tiempo prudencial (que puede ser entre
dos, tres o cinco minutos, según las circunstancias particulares de cada remate),
y declarar adjudicatario al ofertante mayor.
Clasificación de los remates: diferencia entre remate
judicial y comercial
Primeramente, dividiremos los remates en privados y judiciales.

Los remates privados, tal como lo esbozamos anteriormente, son aquellos en los
cuales el rematador actúa por encargo de un particular. En cambio, los oficiales
pueden ser decretados por órganos estatales, entes autónomos o un juez.

Los remates judiciales son aquellos en que el rematador actúa por orden de un
juez. Estos pueden ser voluntarios o forzosos.

Voluntarios son aquellos realizados por decisión de un interesado que desea dar
determinado bien. Por ejemplo, el caso de un condómino, que a los efectos de
hacer cesar el condominio, solicita realizar un remate judicial.

Será forzoso cuando la venta por remate es impuesta al dueño de los bienes a
subastar, en el caso de ejecuciones o de los remates en procesos concursales…

Además, los remates pueden ser con base o sin base.

Los remates con base son aquellos en los cuales, con anterioridad al remate, el
dueño de los bienes o la autoridad que dispone el remate fija una cifra que se
anuncia con anticipación. Las ofertas deben ser superiores a esa cifra, no
pudiendo el rematador aceptar posturas inferiores a la base.

En el remate sin base, los ofertantes pueden hacer las posturas que se les ocurran
y queda librado al criterio del rematador determinar cuándo los precios ofrecidos
son ventajosos para el dueño.

Los remates por Internet


Actualmente, por Internet se están comercializando bienes y se ha creado un
mecanismo de “ remate” por esa vía.

Quien desee vender o comprar en remate por vía Internet debe registrarse
previamente en el sistema.
Todos los artículos que se rematan tienen un plazo para ser vendidos, una base
y un monto mínimo para aumentar las ofertas.

Entre la oferta de un comprador y la del siguiente pueden pasar incluso semanas,


siempre y cuando el artículo siga en línea.

Cuando se ofrece un bien, aparecerá en pantalla, las distintas ofertas que se


fueron formulando, y, por lo tanto, el interesado sabe que tiene que mejorar la
última oferta.

Al momento de llegar la fecha de vencimiento del bien a rematarse, “se baja el


martillo”, y el negocio se concreta con quien haya hecho la mejor oferta. El
comprador elige entre varias formas de pago posibles y elige también el método
de envío.

Es interesante mencionar que el Dr. Cámpoli, abogado y martillero de la ciudad


de Comodoro Rivadavia, presentó un recurso de amparo en la justicia, a los fines
de que se suspendieran las actividades de las tres casas de remates online que
funcionan en Argentina: De Remate, Mercado Libre y Oportunidades.

El pedido se basaba en que, según el accionante, se violaban las leyes que regulan
la profesión del martillero público.

En la petición se esgrimía que puede haber sitios de subastas por Internet


siempre que pongan martilleros al frente de sus páginas y cumplan con las
obligaciones que establece la ley, razón por la cual deberían modificarse para ello
los sistemas de subastas virtuales.

Seguidamente, te ofrecemos los siguientes datos, que pueden ser de utilidad.

 Código Procesal Civil y Comercial de la Nación: Ley N.° 17.454


(1981) y modificatorias. Procesos de ejecución: artículo 499 y
siguientes. Cumplimiento de la sentencia de remate: artículos 559
a 594.

 Código Procesal Civil y Comercial de la Provincia de Córdoba, Ley


N.° 8465 y modificatorias. Cumplimiento de la sentencia: artículos
561 a 600; ejecución de sentencias de tribunales argentinos: 801 a
824.

 Código Procesal Civil y Comercial de Santa Fe, Ley N.° 5531 (1961).
Ejecución de sentencias: artículos 261 a 268. Sentencias de remate:
artículos 480 a 506.
 Código Procesal Civil y Comercial de Salta, Ley N.° 5233 (1978).
Ejecución de sentencias: artículos 509 a 529. Cumplimiento de la
sentencia de remate: artículos 569 a 604.

 Código Procesal Civil y Comercial de Buenos Aires, Ley N.° 7425


(1968) y modificatorias. Ejecución de sentencias: artículos 497 a
517. Cumplimiento de la sentencia de remate: artículos 557 a 592.

 Código Procesal Civil y Comercial de La Rioja, Ley N.° 1.575 (1950).


Cumplimiento de la sentencia: artículos 292 a 308.

 Código Procesal Civil y Comercial de Catamarca, Ley N.° 2.339


(1970). Ejecución de sentencias: artículos 499 a 516. Cumplimiento
de la sentencia: artículo 559 a 594.
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