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ORACION DE LA MAÑANA

Paz y Bien

V. Por la señal de Santa Cruz, R. de nuestros enemigos, Líbranos Señor Dios


nuestro.

V. Abrid Señor mis labios, R. (✙) y mi boca proclamará tus alabanzas.

V. Oremos:

R. Purifica también, mi corazón de todos los pensamientos vanos, perversos y


extraños. Ilumina mi entendimiento, ilumina mi voluntad para que digna,
atenta y devotamente yo pueda recitar este oficio y merezca ser atendido
delante de su divina majestad. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

V. Mi Dios.

R. Y mi Todo. (3x)

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SÁBADO

LAUDES
(Oración de la mañana)

INVOCACIÓN INICIAL

V. Dios mío, ven en mi auxilio.


R. Señor, date prisa en socorrerme.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y


siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.

Himno: EN EL NOMBRE DEL PADRE, DEL HIJO Y DEL ESPÍRITU.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu,


salimos de la noche y estrenamos la aurora;
saludamos el gozo de la luz que nos llega
resucitada y resucitadora.

Tu mano acerca el fuego a la tierra sombría,


y el rostro de las cosas se alegra en tu presencia;
silabeas el alba igual que una palabra,
tu pronuncias el mar como sentencia.

Regresa, desde el sueño, el hombre a su memoria,


acude a su trabajo, madruga a sus dolores;
le confías la tierra, y a la tarde la encuentras
rica de pan y amarga de sudores.

Y tú te regocijas, oh Dios, y tu prolongas


en sus pequeñas manos tus manos poderosas,
y estáis de cuerpo entero los dos así creando,
los dos así velando por las cosas.

¡Bendita la mañana que trae la noticia


de tu presencia joven, en gloria y poderío,
la serena certeza con que el día proclama
que el sepulcro de Cristo está vacío! Amén.

SALMODIA

Ant 1. Me adelanto a la aurora pidiendo auxilio.

2
- Que sepamos descubrir, Señor, cómo todas las creaturas están llenas de tus Salmo 118, 145-152 TE INVOCO DE TODO CORAZÓN
perfecciones, para que así, en todas ellas, sepamos contemplarte a ti.

Te invoco de todo corazón;


- No permitas, Señor, que hoy nos dejemos vencer por el mal, antes danos tu respóndeme, Señor, y guardaré tus leyes;
fuerza para que venzamos al mal a fuerza del bien. a ti grito: sálvame,
y cumpliré tus decretos;
me adelanto a la aurora pidiendo auxilio,
- Tú que, bautizado por Juan en el Jordán, fuiste ungido con el Espíritu Santo,
esperando tus palabras.
asístenos durante este día para que actuemos movidos por este mismo
Espíritu.
Mis ojos se adelantan a las vigilias de la noche,
meditando tu promesa;
Se pueden añadir algunas intenciones libres
escucha mi voz por tu misericordia,
con tus mandamientos dame vida;
Dirijámonos ahora al Padre con las palabras que el Espíritu del Señor
ya se acercan mis inicuos perseguidores,
resucitado pone en nuestra boca:
están lejos de tu voluntad.

Padre nuestro...
Tú, Señor, estás cerca,
y todos tus mandatos son estables;
ORACION
hace tiempo comprendí que tus preceptos
los fundaste para siempre.
Oh Dios todopoderoso, de quien procede todo don perfecto, infunde en
nuestros corazones el amor de tu nombre, para que, haciendo más religiosa
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
nuestra vida, aumentes el bien en nosotros y con solicitud amorosa lo
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
conserves. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la
unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Me adelanto a la aurora pidiendo auxilio.

CONCLUSIÓN
Ant 2. Mi fuerza y mi poder es el Señor, él fue mi salvación.

V. El Señor nos bendiga y nos guarde.


Cántico: HIMNO A DIOS, DESPUÉS DE LA VICTORIA DEL MAR ROJO Ex 15, 1-
R. Nos muestre su rostro y tenga misericordia de nosotros. Vuelva su rostro 4. 8-13. 17-18
hacia nosotros y nos conceda la paz.
Cantaré al Señor, sublime es su victoria,
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. caballos y carros ha arrojado en el mar.
R. Amén. Mi fuerza y mi poder es el Señor,
él fue mi salvación.

Él es mi Dios: yo lo alabaré;
el Dios de mis padres: yo lo ensalzaré.
El Señor es un guerrero,
su nombre es «El Señor».

Los carros del faraón los lanzó al mar,


ahogó en el mar rojo a sus mejores capitanes.

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Al soplo de tu ira se amontonaron las aguas, suscitándonos una fuerza de salvación
las corrientes se alzaron como un dique, en la casa de David, su siervo,
las olas se cuajaron en el ma según lo había predicho desde antiguo
Decía el enemigo: «Los perseguiré y alcanzaré, por boca de sus santos profetas:
repartiré el botín, se saciará mi codicia,
empuñaré la espada, los agarrará mi mano.» Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
Pero sopló tu aliento y los cubrió el mar, ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
se hundieron como plomo en las aguas formidables. recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.
¿Quién como tú, Señor, entre los dioses?
¿Quién como tu, terrible entre los santos, Para concedernos que, libres de temor,
temibles por tus proezas, autor de maravillas? arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
Extendiste tu diestra: se los tragó la tierra; en su presencia, todos nuestros días.
guiaste con misericordia a tu pueblo rescatado,
los llevaste con tu poder hasta tu santa morada. Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
Lo introduces y lo plantas en el monte de tu heredad, a preparar sus caminos,
lugar del que hiciste tu trono, Señor; anunciando a su pueblo la salvación,
santuario, Señor, que fundaron tus manos. el perdón de sus pecados.
El Señor reina por siempre jamás.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. nos visitará el sol que nace de lo alto,
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
Ant. Mi fuerza y mi poder es el Señor, él fue mi salvación. para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.
Ant 3. Alabad al Señor, todas las naciones.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Salmo 116 - INVITACIÓN UNIVERSAL A LA ALABANZA DIVINA. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Alabad al Señor, todas las naciones, Ant. Invita a tu mesa a los pobres que no tienen con qué pagarte; porque Dios
aclamadlo, todos los pueblos: te recompensará en la resurrección de los justos.

Firme es su misericordia con nosotros, PRECES


su fidelidad dura por siempre.
Invoquemos, hermanos, a nuestro Salvador, que ha venido al mundo para ser
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. "Dios-con-nosotros", y digámosle confiadamente:
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Señor Jesús, rey de la gloria, sé tú nuestra luz y nuestro gozo.
Ant. Alabad al Señor, todas las naciones. - Señor Jesús, sol que nace de lo alto y primicia de la humanidad resucitada,
haz que siguiéndote a ti no caminemos nunca en sombras de muerte, sino que
tengamos siempre la luz de la vida.

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Alabadlo tocando trompetas,
LECTURA BREVE 2Pe 1, 10-11
alabadlo con arpas y cítaras,

Hermanos, poned más empeño todavía en consolidar vuestra vocación y


Alabadlo con tambores y danzas,
elección. Si hacéis así, nunca jamás tropezaréis; de este modo se os concederá
alabadlo con trompas y flautas,
generosamente la entrada en el reino eterno de nuestro Señor y salvador
Jesucristo.
alabadlo con platillos sonoros,
alabadlo con platillos vibrantes.
RESPONSORIO BREVE
Todo ser que alienta, alabe al Señor.
V. A ti grito, Señor, tú eres mi refugio.
R. A ti grito, Señor, tú eres mi refugio.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
V. Mi heredad en el país de la vida.
R. Tú eres mi refugio.
Ant. Alabad al Señor por su inmensa grandeza. Aleluya.

V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.


LECTURA BREVE Ez 36, 25-27
R. A ti grito, Señor, tú eres mi refugio.
Derramaré sobre vosotros un agua pura que os purificará: de todas vuestras
CÁNTICO EVANGÉLICO
inmundicias e idolatrías os he de purificar; y os daré un corazón nuevo, y os
infundiré un espíritu nuevo; arrancaré de vuestra carne el corazón de piedra, y
Ant. Ilumina, Señor, a los que viven en tiniebla y en sombra de muerte.
os daré un corazón de carne. Os infundiré mi espíritu, y haré que caminéis
según mis preceptos, y que guardéis y cumpláis mis mandatos.
Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU PRECURSOR Lc 1, 68-79
RESPONSORIO BREVE
Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
V. Te damos gracias, ¡oh Dios!, invocando tu nombre.
suscitándonos una fuerza de salvación
R. Te damos gracias, ¡oh Dios!, invocando tu nombre.
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
V. Pregonando tus maravillas.
por boca de sus santos profetas:
R. Invocando tu nombre.

Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos


V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
y de la mano de todos los que nos odian;
R. Te damos gracias, ¡oh Dios!, invocando tu nombre.
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
CÁNTICO EVANGÉLICO
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.
Ant. Invita a tu mesa a los pobres que no tienen con qué pagarte; porque Dios
Para concedernos que, libres de temor,
te recompensará en la resurrección de los justos.
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU PRECURSOR Lc 1, 68-79
en su presencia, todos nuestros días.
Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.

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porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos, Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
anunciando a su pueblo la salvación, Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
el perdón de sus pecados.
Ant. Bendito el que viene en nombre del Señor. Aleluya.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto, Ant 2. Cantemos un himno al Señor nuestro Dios. Aleluya.
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte, Cántico: QUE LA CREACIÓN ENTERA ALABE AL SEÑOR Dn 3, 52-57
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz. Bendito eres, Señor, Dios de nuestros padres:
a ti gloria y alabanza por los siglos.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Bendito tu nombre, Santo y glorioso:
a él gloria y alabanza por los siglos.
Ant. Ilumina, Señor, a los que viven en tiniebla y en sombra de muerte.
Bendito eres en el templo de tu santa gloria:
PRECES a ti gloria y alabanza por los siglos.

Bendigamos a Cristo que para ser ante Dios el pontífice misericordioso y fiel de Bendito eres sobre el trono de tu reino:
los hombres se hizo en todo semejante a nosotros, y supliquémosle diciendo: a ti gloria y alabanza por los siglos.

Muéstranos, Señor, los tesoros de tu amor. Bendito eres tú, que sentado sobre querubines sondeas los abismos:
a ti gloria y alabanza por los siglos.
- Señor, sol de justicia, que nos iluminaste en el bautismo,
te consagramos este nuevo día. Bendito eres en la bóveda del cielo:
a ti honor y alabanza por los siglos.
- Que sepamos bendecirte en cada uno de los momentos de nuestra jornada
y glorifiquemos tu nombre con cada una de nuestras acciones. Creaturas todas del Señor, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.
- Tú que tuviste por madre a María, siempre dócil a tu palabra,
encamina hoy nuestros pasos para que obremos también como ella según tu Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
voluntad. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

- Haz que mientras vivimos aún en este mundo que pasa anhelemos la vida Ant. Cantemos un himno al Señor nuestro Dios. Aleluya.
eterna
y por la fe, la esperanza y el amor vivamos ya contigo en tu reino. Ant 3. Alabad al Señor por su inmensa grandeza. Aleluya.

Se pueden añadir algunas intenciones libres Salmo 150 - ALABAD AL SEÑOR.

Con la misma confianza que tienen los hijos con su padre, acudamos nosotros Alabad al Señor en su templo,
a nuestro Dios, diciéndole: alabadlo en su augusto firmamento.

Padre nuestro... Alabadlo por sus obras magníficas,


alabadlo por su inmensa grandeza.

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el Señor es mi fuerza y mi energía, ORACION
él es mi salvación.
Te pedimos, Señor, que la claridad de la resurrección de tu Hijo ilumine las
Escuchad: hay cantos de victoria dificultades de nuestra vida; que no temamos ante la oscuridad de la muerte y
en las tiendas de los justos: podamos llegar un día a la luz que no tiene fin. Por nuestro Señor Jesucristo,
«La diestra del Señor es poderosa, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por
la diestra del Señor es excelsa, los siglos de los siglos. Amén.
la diestra del Señor es poderosa.»
CONCLUSIÓN
No he de morir, viviré
para contar las hazañas del Señor. V. El Señor nos bendiga y nos guarde.
Me castigó, me castigó el Señor,
R. Nos muestre su rostro y tenga misericordia de nosotros. Vuelva su rostro
pero no me entregó a la muerte.
hacia nosotros y nos conceda la paz.
Abridme las puertas del triunfo, V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
y entraré para dar gracias al Señor. R. Amén.

Esta es la puerta del Señor:


los vencedores entrarán por ella.

Te doy gracias porque me escuchaste


y fuiste mi salvación.

La piedra que desecharon los arquitectos


es ahora la piedra angular.
Es el Señor quien lo ha hecho,
ha sido un milagro patente.

Éste es el día en que actuó el Señor:


sea nuestra alegría y nuestro gozo.
Señor, danos la salvación;
Señor, danos prosperidad.

Bendito el que viene en nombre del Señor,


os bendecimos desde la casa del Señor;
el Señor es Dios: él nos ilumina.

Ordenad una procesión con ramos


hasta los ángulos del altar.

Tú eres mi Dios, te doy gracias;


Dios mío, yo te ensalzo.

Dad gracias al Señor porque es bueno,


porque es eterna su misericordia.

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DOMINGO Gloria para siempre
al Cordero humilde
que nos redimió. Amén.
LAUDES
(Oración de la mañana) SALMODIA

INVOCACIÓN INICIAL Ant 1. Bendito el que viene en nombre del Señor. Aleluya.

V. Dios mío, ven en mi auxilio. Salmo 117 - HIMNO DE ACCIÓN DE GRACIAS DESPUÉS DE LA VICTORIA.
R. Señor, date prisa en socorrerme.
Dad gracias al Señor porque es bueno,
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y porque es eterna su misericordia.
siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.
Diga la casa de Israel:
Himno: CRISTO, EL SEÑOR eterna es su misericordia.

Cristo, el Señor, Diga la casa de Aarón:


como la primavera, eterna es su misericordia.
como una nueva aurora,
resucitó. Digan los fieles del Señor:
eterna es su misericordia.
Cristo, nuestra Pascua,
es nuestro rescate, En el peligro grité al Señor,
nuestra salvación. y me escuchó, poniéndome a salvo.

Es grano en la tierra, El Señor está conmigo: no temo;


muerto y florecido, ¿qué podrá hacerme el hombre?
tierno pan de amor. El Señor está conmigo y me auxilia,
veré la derrota de mis adversarios.
Se rompió el sepulcro,
se movió la roca, Mejor es refugiarse en el Señor
y el fruto brotó. que fiarse de los hombres,
mejor es refugiarse en el Señor
Dueño de la muerte, que confiar en los magnates.
en el árbol grita
su resurrección. Todos los pueblos me rodeaban,
en el nombre del Señor los rechacé;
Humilde en la tierra, me rodeaban cerrando el cerco,
Señor de los cielos, en el nombre del Señor los rechacé;
su cielo nos dio. me rodeaban como avispas,
ardiendo como fuego en las zarzas,
Ábranse de gozo en el nombre del Señor los rechacé.
las puertas del Hombre,
que al hombre salvó. Empujaban y empujaban para derribarme,
pero el Señor me ayudó;

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