como Docente MIS EMOCIONES Y SENTIMIENTOS COMO DOCENTE
Considerando que las emociones forman parte fundamental en nuestra
cotidianidad, necesitamos priorizar esto en la educación y la enseñanza, ya que son originadas por la interacción con nuestros estudiantes, del mismo modo con nuestros compañeros de trabajo, directivos y padres de familia. Por consiguiente, la emociones y sentimientos son inseparables y se encuentran íntimamente relacionadas con nuestra cognición, difícilmente podríamos cambiar nuestra convicción docente sin lograr enfrentarnos a nuestras reacciones emocionales provenientes de nuestros valores, actitudes y sobre todo de nuestras creencias sobre la enseñanza, teniendo en cuenta que este es la motivación que requiere la construcción de un gran profesional. Existen miles de estudios basados en la forma de entender la emoción, concebida como una experiencia subjetiva del docente frente a una situación. La revisión de la literatura existente (Sutton y Wheatley, 2003) detallo las condiciones bajo las cuales los profesores experimentaban estas emociones, y también puso de relieve la influencia recíproca de las emociones en los procesos de pensamiento y motivación del profesor. Por lo que puedo deducir que si usamos el conocimiento del proceso emocional subjetivo logramos contribuir grandemente en nuestro quehacer, aplicándolo a los estudiantes o así mismo. La autorregulación emocional es una de las bases fundamentales dentro del proceso de formación como desarrollo de esta competencia, mediante el cual en nuestro quehacer influimos en la intensidad y duración de las emociones que sentimos y el cómo experimentamos y expresamos nuestras emociones dentro del aula o en un determinado contexto o situación que se nos presente. Es tan grande esta situación que si logramos autorregularnos emocionalmente conseguiremos relacionarnos asertivamente con nuestros estudiantes y del mismo modo manejar la disciplina en el aula, sin dejar de mencionar que ganamos de forma concreta un beneficio significativo en cuanto a nuestra salud, pero si al contrario nos dejamos agobiar por ella y no logramos manipular esta palabra tan insignificante para muchos pero tan necesaria para otros nos conducirá a un alto grado de insatisfacción y agotamiento generando desmotivación y aburrimiento en nuestro quehacer. Siendo este tan importante en nuestro quehacer docente ya que dependiendo la motivación con la que se llegue al aula depende la transmisión de conocimiento a nuestros estudiantes, claro está que hay muchos docentes que creen innecesario mostrar las emociones dentro de un aula porque afirman que al hacerlo no lograran ser más efectivos como docentes y así conseguirán mejor los objetivos académicos. Por lo tanto, considero importante la relación entre la regulación de las emociones en nuestro quehacer docente, la gestión del aula, y la práctica docente ya que si mejoramos en la autorregulación de las emociones contribuimos de cierta forma en el hecho de sentirnos más seguros a la hora de reconducir nuestras emociones negativas. Para finalizar puedo indicar que en mi quehacer docente es muy importante el aprender a manejar nuestra autorregulación emocional ya que es fundamental a la hora de transmitir un conocimiento y más cuando somos transmisores a partir de nuestro ejemplo y generamos amor o desamor por cualquier enseñanza reciproca que brindemos.