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Cultura de paz y Defensa Nacional

miércoles, 6 de diciembre de 2017

FORMACION CIUDADANA
1. CÍVICA
El concepto de cívica es un término proveniente del latín derivado de la palabra
ciudadano, entendido como aquel miembro de la sociedad que ha llegado al grado de
madurez social suficiente como para actuar de acuerdo con las normas vigentes. De este
modo, se convierte en un adjetivo que caracteriza a las personas que cumplen con una
serie de pautas, orientadas hacia una buena convivencia social en el seno de una
comunidad.
La familia, la tradición y la cultura resultan puentes fundamentales para la adquisición
de esa cultura cívica.

2. LA CIUDADANÍA

Es la condición del individuo como miembro de una comunidad política a la que


está jurídicamente vinculado por el mero hecho de la pertenencia. Frente a la
supuesta universalidad de los de los derechos fundamentales, la ciudadanía de
acceso al disfrute de los derechos políticos y económicos reconocidos por la
colectividad estatal a la que se adscribe el ciudadano. Recíprocamente, no
obstante, la relación entre ciudadano y Estado también implica que el primero
debe cumplir con una serie de deberes morales hacia la comunidad. Esas
obligaciones se concretan según sea la concepción conservadora, liberal o
socialista, subrayando respectivamente la defensa de la patria, el civismo
individual o la solidaridad redistributiva.

El concepto de ciudadanía en muchos casos se confunde con el de nacionalidad.

En la perspectiva referida a la distinción entre democracia de electores y democracia de


ciudadanos del PNUD
indica que la democracia define la ciudadanía como un precepto de igualdad básica
asociada con la pertenencia a
una comunidad que “en términos modernos es equivalente a los derechos y obligaciones
de los que todos los individuos
están dotados en virtud de su pertenencia a un Estado nacional.
En la definición de ciudadanía destaca el carácter dinámico, contingente y abierto como
producto y condición de luchas
históricas para enriquecer o menguar su contenido, y aumentar o disminuir el número de
aquellos a los que se reconoce.
Así, el concepto de ciudadanía sirve como herramienta para vincular las formas de la
política y sus resultados o finalidades.

2.1 División de derechos en tres conjuntos que componen


ciudadanía según propone Thomas H. Marshall.
 Ciudadanía Civil.
Se compone de los derechos para la libertad individual: libertad de expresión,
pensamiento y religión, derecho a la justicia y derecho a la propiedad y a establecer
contratos válidos.

 Ciudadanía Política:
Consiste en el derecho de participar en el ejercicio del poder político como
miembro de un cuerpo investido de autoridad política o como elector.

 Ciudadanía Social:
Abarca todo el espectro, desde el derecho a un mínimo de bienestar
económico hasta el de compartir plenamente la herencia social y vivir
conforme a los estándares predominantes en la sociedad.
En los textos de derechos reconocidos por las Naciones Unidas, éstos
son denominados “económicos, sociales y culturales” e incluyen, por
lo tanto, el derecho de los pueblos indígenas a sus prácticas y
expresiones culturales.

Ante cada uno de estos derechos que la democracia debe garantizar está el deber del
ciudadano de ejercerlos respetando tanto los valores y normas que la democracia adopta
para hacerlos efectivos como, en particular, los derechos del resto de sus
conciudadanos.

2.2 Los Deberes del Ciudadano


Se denomina deber o deberes a la responsabilidad de un individuo frente a
otro, aunque este otro puede ser una persona física (un par) o una persona
jurídica (empresa, organización), incluso el mismo Estado. El deber siempre
es establecido de manera previa a contraer la responsabilidad, y espera del
individuo una conducta o una acción que favorezca su cumplimiento. Caso
contrario, existe en cualquier caso, la sanción o castigo por haber incumplido
dichas responsabilidades.

2.3 La Ciudadanía Intercultural


Es la Participación real y activa de las personas en la construcción de la sociedad y en su
transformación. Se realiza a partir de la asunción de los deberes y derechos formales
para incorporarlos a la vida cotidiana en todos los terrenos, políticos, económicos y
culturales.
Principios de Interculturalidad:
• Aceptar al otro como legitimo otro
• La conversación
• La Comunicación
• Le flexibilidad
• La reparación

Se consideran prácticas de interculturalidad:


• Idioma
• Educación intercultural Bilingüe
• Autonomía
• Las universidades regionales

Una ciudadanía Intercultural es aquel ciudadano abierto al dialogo, que


siempre comparte sus ideas, se sienten comprometidos desde la posición
en donde se encuentre a buscar y mantener al tanto los cambios que ocurren
en la sociedad.

3. EL ESTADO DE DERECHO
Estado de derecho está formado por dos componentes: el Estado (como forma de
organización política) y el derecho (como conjunto de las normas que rigen el
funcionamiento de una sociedad). En estos casos, por lo tanto, el poder del Estado se
encuentra limitado por el derecho.
El Estado de derecho surge por oposición al Estado absolutista, donde el rey se
encontraba por encima de todos los ciudadanos y podía ordenar y mandar sin ningún otro
poder que le hiciera contrapeso. El Estado de derecho, en
cambio, supone que el poder surge del pueblo, quien elige a sus representantes
para el gobierno.
Con el desarrollo del Estado de derecho, aparece la división de poderes (el Poder
Legislativo, el Poder Judicial y el Poder Ejecutivo, tres instancias que, en el Estado
absolutista, se reunían en la figura del rey). De esta forma, los
tribunales se vuelven autónomos respecto al soberano y aparece el parlamento
para contrarrestar el poder del gobernante.
La noción de democracia es otro concepto relacionado con el Estado de derecho, ya que
supone que el pueblo tiene el poder y lo ejerce mediante las elecciones, cuando elige a
sus representantes.
De todas formas, hay que tener en cuenta que la democracia no implica que exista un
verdadero Estado de derecho. Un líder puede llegar al poder por vías democráticas y
después abolir el Estado de derecho. También pueden existir gobiernos que respetan el
funcionamiento democrático en ciertas cuestiones pero que violan el Estado de derecho
en otras.

3.1 Importancia del Estado de Derecho


Es importante señalar que en todos los territorios existe algún tipo de
ordenamiento jurídico pero que ello no implica que en el mismo rija un
Estado de Derecho, ya que para que éste exista es necesario que la
sociedad política se encuentre plenamente juridificada y donde las
normas aseguren que todo ciudadano será tratado por igual frente a la
justicia.
Es importante mencionar que para que sea considerado como tal un
Estado de Derecho debe cumplir una serie de normas, las mismas son:
 La Ley debe ser el mandato fundamental: Todos los ciudadanos,
incluso quienes gobiernen deben someterse a las leyes y ser juzgados
en igualdad de condiciones y no se harán excepciones a ningún
individuo, por alto que sea el cargo que posea.

Como la Ley es hija del Poder Legislativo y éste se encuentra separado del resto de
poderes del Estado, el cumplimiento de las normas podría ser más posible.
 Deben garantizarse todos los Derechos y Libertades: Es
responsabilidad del Estado que la Ley se cumpla y que en ella se vele
por la libertad de todos los individuos que viven bajo su tutela; la norma
máxima del Estado es garantizar este principio.

- La Administración debe encontrarse limitada por la Ley: Los


directivos del Estado pertenecen a dos cuerpos diferentes: el Gobierno y la
Administración, ésta se trata de un elemento no-político y se compone de los
funcionarios, y, al igual que el gobierno, se encuentra limitada a las leyes que rijan
sobre el territorio.

3.2 Estado Democrático de Derecho

El artículo 3° de nuestra Constitución Política del Perú hace referencia al


Estado democrático de derecho. Dicha noción alude a la comunidad
política en donde sobre las bases de las exigencias establecidas para el
Estado de Derecho, el ejercicio del poder se sustenta en la libre voluntad
del pueblo como base y fundamento en su establecimiento, así como en
una organización destinada a asegurar la vigencia plena de los derechos
fundamentales. El Estado institucionaliza una forma de organización
política, cuyos principios y valores se extienden a la sociedad civil.
Este modelo se ampara en la dignidad de la persona humana como basamento de su
institucionalización, toda vez que no puede existir democracia donde no se respeten los
derechos humanos.
La fuente de la potestad de mando y la legitimación del ejercicio del poder
emana de la voluntad ciudadana. La democracia implica que la actuación
del Estado sea formada y ejercida por el pueblo adscrito a él. Por ende,
la pluralidad de ciudadanos, a quien se dirige el poder del cuerpo político,
es al mismo tiempo sujeto de ese poder. La voluntad del pueblo deviene
en la voluntad del Estado: el pueblo es el soberano. Dicha voluntad es
inclusiva; vale decir, incorpora a todas las personas ligadas entre sí por
la actividad del Estado.
Ello implica un conjunto interconectado de ideas o valores, instituciones
políticas, reglas procedimentales, prácticas de comportamiento
comunitario y programas gubernamentales dirigidos a asegurar la
libertad, la igualdad, la tolerancia y la participación plena y cabal de todos
los hombre y mujeres pertenecientes a un cuerpo político-social en las

tareas de decisión, distribución y control de los asuntos vinculados con la


existencia y coexistencia genuinamente humana. De ahí se desprende
que la democracia no se agota en la existencia de reglas y practicas
establecidas para el gobierno del Estado, sino que incluye a una
expresión cultural en donde los principios y valores indicados se “viven”
como habituales comportamientos convivencia y coexistencia dentro de
la sociedad política y la sociedad civil, impulsando el ideal democrático
que busca el desarrollo humano teniendo en cuenta los valores y
necesidades de la persona y de su vida en relación con sus semejantes.
La democracia institucionaliza la prerrogativa y la oportunidad que tienen los seres
humanos de “realizar” su libertad, su seguridad y su proyecto de vida personal en el
seno de una comunidad.

3.3 Sociedad Civil

El término está referido a instituciones sociales que ocupan una posición


intermedia entre la familia y el Estado. Es decir sociedad civil sería, de
manera general, la esfera pública que está fuera, de forma plena o
parcial, del control directo por parte del aparato de gobierno. Los teóricos
del concepto suelen ligar su desarrollo al progreso económico de una
determinada comunidad política, pero es difícil establecer la relación
causal que une ambos fenómenos. Desde una perspectiva se subraya la
relevancia del florecimiento del capitalismo en un territorio como premisa
para que crezca una sociedad civil, vertebrada sobre el respeto a la
libertad, que garantiza la consolidación democrática. Otra perspectiva
relativiza la importancia del elemento mercantil e individual y apunta a la
existencia de un régimen político no autoritario o a tradiciones sociales
participativas como factores que alientan la aparición de organizaciones
voluntarias que elevan la calidad de la democracia.
Ambas perspectivas, en todo caso, coinciden en señalar las ventajas de
la autonomía de una sociedad pluralista con respecto al Estado y de ahí
que pretendan limitar el protagonismo de este. Las relaciones entre el
estado y la sociedad civil no suelen ser de suma cero, sino que,
dependiendo de la configuración interna del estado y su posición en el
sistema internacional, la interacción puede ser mutuamente positiva o
negativa.

4. LA DEMOCRACIA

Es una forma de organización social que atribuye la titularidad del poder al


conjunto de la sociedad. En sentido estricto, la democracia es una forma de
organización del Estado en la cual las decisiones colectivas son adoptadas
por el pueblo mediante mecanismos de participación directa o indirecta que
confieren legitimidad a sus representantes. En sentido amplio, democracia es
una forma de convivencia social en la que los miembros son libres e iguales
y las relaciones sociales se establecen de acuerdo a mecanismos
contractuales.
La democracia se define también a partir de la clasificación de las formas de
gobierno realizada por Platón y Aristóteles, en tres tipos
básicos: monarquía (gobierno de uno), aristocracia (gobierno «de los
mejores» para Platón, «de los menos», para Aristóteles), democracia
(gobierno «de la multitud» para Platón y «de los más», para Aristóteles).

4.1 Formas de Democracia


- Hay democracia indirecta o representativa; cuando la decisión es
adoptada por personas reconocidas por el pueblo como sus representantes.
- Hay democracia participativa cuando se aplica un modelo político
que facilita a los ciudadanos su capacidad de asociarse y organizarse
de tal modo que puedan ejercer una influencia directa en las decisiones públicas
o cuando se facilita a la ciudadanía amplios mecanismos plebiscitarios consultivos.
- Democracia directa: cuando la decisión es adoptada directamente
por los miembros del pueblo, mediante plebiscitos
vinculantes, elecciones primarias, facilitación de la iniciativa legislativa
popular y votación popular de leyes, concepto que incluye la democracia líquida.
Estas tres formas no son excluyentes y suelen integrarse como mecanismos
complementarios en algunos sistemas políticos, aunque siempre suele haber un mayor
peso de una de las tres formas en un sistema político concreto.

4.2 Principios de la Democracia

a. La democracia es un ideal universalmente reconocido y un objetivo


basado en valores comunes compartidos por los pueblos que
componen la comunidad mundial, cualesquiera sean sus diferencias
culturales, políticas, sociales y económicas.

Así pues es un derecho fundamental del ciudadano, que debe ejercer


en condiciones de libertad, igualdad, transparencia y responsabilidad,
con el debido respeto a la pluralidad de opiniones y en interés de la
comunidad.

b. La democracia es tanto un ideal que se ha de tratar de alcanzar como


un modo de gobierno que se ha de aplicar conforme a modalidades
que reflejan la diversidad de experiencias y de particularidades
culturales, sin derogar principios, normas y reglas internacionalmente

admitidos. Así pues, es un estado o una condición constantemente


perfeccionada y siempre mejorable, cuya evolución depende de diversos factores
políticos, sociales, económicos y culturales.

c. Como ideal, la democracia trata fundamentalmente de mantener y


promover la dignidad y los derechos fundamentales del individuo,
garantizar la justicia social, facilitar el desarrollo económico y social de
la colectividad, reforzar la cohesión de la sociedad, impulsar la
tranquilidad nacional y crear un clima propicio para la paz
internacional. Como forma de gobierno, la democracia es el mejor
modo de conseguir esos objetivos; es también el único sistema político
capaz de corregirse a sí mismo.

d. El logro de la democracia supone una auténtica asociación entre


hombres y mujeres para la buena marcha de los asuntos públicos, de
modo que tanto los hombres como las mujeres actúen en igualdad y
complementariedad, obteniendo un enriquecimiento mutuo a partir de
sus diferencias.
e. El estado de democracia garantiza que los procesos de llegada al
poder y de ejercicio y alternativa en el poder permitan una IV libre
competencia política y surjan de una participación popular abierta, libre
y no discriminatoria, ejercida conforme el dominio de la ley, tanto en la
letra como en el espíritu.

f. La democracia es inseparable de los derechos enunciados en los


instrumentos internacionales mencionados en el preámbulo. Por
consiguiente, esos derechos deben aplicarse de modo efectivo y su
ejercicio correcto ha de estar acompañado de responsabilidades
individuales y colectivas.
g. La democracia se funda en la primacía del derecho y en el ejercicio de
los derechos humanos. En un Estado democrático, nadie está por
encima de la ley y todos los ciudadanos son iguales ante la ley.

h. La paz y el desarrollo económico, social y cultural son tanto


condiciones como frutos de la democracia. Existe una auténtica
interdependencia entre la paz, el desarrollo, y el respeto al estado de
derecho y los derechos humanos. Elementos y ejercicio del gobierno
democrático.

i. La democracia se basa en la existencia de instituciones bien


estructuradas y que funcionen correctamente, así como en un cuerpo
de normas y reglas y en la voluntad de toda la sociedad, plenamente
consciente de sus derechos y responsabilidades.

j. Las instituciones democráticas tienen por función mediar en las


tensiones y mantener el equilibrio entre las aspiraciones competidoras
que son la diversidad y la uniformidad, tanto en lo individual como en
lo colectivo, con objeto de reforzar la cohesión y la solidaridad sociales.

k. La democracia está basada en el derecho de todas las personas a


participar en la gestión de los asuntos públicos; por ello requiere la
existencia de instituciones representativas en todos los niveles, y en
particular en el Parlamento, representativo de todos los componentes
de la sociedad y dotado de poderes y medios para expresar la voluntad
del pueblo legislando y controlando la acción gubernamental.

l. El elemento clave del ejercicio de la democracia es la celebración a


intervalos periódicos de elecciones libres y justas, que permitan la
expresión de la voluntad popular. Estas elecciones deben celebrarse
sobre la base del sufragio universal, igual y Voto secreto, de modo que
todos los votantes puedan elegir a sus representantes en condiciones
de igualdad, apertura y transparencia, que estimulen la competencia
política. Por ello, los derechos civiles y políticos son primordiales, y en
particular entre ellos, los derechos a votar y a ser elegido, los derechos
de libertad de expresión y reunión, el acceso a la información y el
derecho a organizar partidos políticos y realizar actividades políticas.
La organización, las actividades, la gestión financiera, la financiación
y la ética de los partidos deben estar debidamente reglamentadas de
modo imparcial para garantizar la integridad de los procesos
democráticos.
m. Una de las funciones primordiales del Estado consiste en garantizar a
sus ciudadanos el goce de los derechos civiles, culturales,
económicos, políticos y sociales. La democracia va así unida a un
gobierno eficaz, honrado y transparente, elegido libremente y
responsable de su gestión.

n. Ser responsable ante los ciudadanos, elemento primordial de la


democracia, se aplica a todas las autoridades públicas, elegidas o no,
y a todos sus órganos sin excepción. Esa responsabilidad se
manifiesta por el derecho del público a estar informado de las
actividades del gobierno, a dirigirle peticiones y a buscar reparación
por intermedio de mecanismos administrativos y judiciales imparciales.

o. La vida pública en su conjunto debe estar marcada por una sensación


de ética y transparencia, motivo por el cual se deben elaborar y aplicar
las normas y los procedimientos correspondientes.

p. La participación individual en los procesos democráticos y en la vida


pública en todos los niveles debe estar reglamentada de modo
equitativo e imparcial, evitando toda discriminación y el riesgo de
intimidación por parte de responsables estatales y no estatales.
q. Las instituciones judiciales y los mecanismos de control
independientes, imparciales y eficaces son la garantía del estado de
derecho, fundamento de la democracia. Para que esas instituciones y
mecanismos puedan cuidar plenamente del respeto de las normas,
mejorar la equidad de los procedimientos y reparar las injusticias, es
preciso que todas las personas tengan acceso a recursos
administrativos y judiciales sobre la base de la igualdad y del respeto
a las decisiones administrativas y judiciales por parte de los órganos
estatales, los representantes del poder público y cada miembro de la
sociedad.

r. Si bien la existencia de una sociedad civil activa es un elemento


primordial de la democracia, la capacidad y la voluntad de las personas
de participar en los procesos democráticos y de elegir las modalidades
de gobierno no pueden darse por sentadas. Por ello es necesario
establecer condiciones que lleven al ejercicio auténtico de los
derechos de participación, eliminando a la vez los obstáculos que
eviten, obstaculicen o inhiban dicho ejercicio. Por consiguiente, es
indispensable fomentar permanentemente y de modo particular la
igualdad, la transparencia y la educación, y eliminar obstáculos tales
como la ignorancia, la intolerancia, la apatía, la falta de opciones y
alternativas auténticas, y la ausencia de medidas destinadas a corregir
los desequilibrios o la discriminación de carácter social, cultural,
religioso y racial, o basada en el sexo.

s. Para que el estado de democracia sea duradero se necesita un clima


y una cultura democráticos nutridos constantemente y reforzados por
la educación y por otros medios culturales y de información. Por ello,
una sociedad democrática debe comprometerse en beneficio de la
educación en el sentido más amplio del término, y en particular de la
educación cívica y la formación de una ciudadanía responsable.

t. Los procesos democráticos se ven impulsados por un entorno


económico favorable; por consiguiente, en su esfuerzo general de
desarrollo, la sociedad debe comprometerse a satisfacer las
necesidades económicas fundamentales de los más desfavorecidos,
logrando así su plena integración en el proceso democrático.

u. El estado de democracia supone la libertad de opinión y de expresión,


lo que implica el derecho a expresar opiniones sin interferencia y a
buscar, recibir e impartir información e ideas por cualquier medio
informativo y sin consideración de fronteras.

v. En las sociedades tanto homogéneas como heterogéneas, las


instituciones y los procesos de la democracia deben favorecer la
participación popular para proteger la diversidad, el pluralismo y el
derecho a ser diferente en un clima de tolerancia.

w. Las instituciones y los procesos democráticos deben impulsar también


la descentralización del gobierno y la administración, que es tanto un
derecho como una necesidad, y que permite ampliar la base de la
participación pública.

4.3 Tipos de Sistemas Democráticos

a. Democracia Presidencialista.
Existe un presidente que es a la vez jefe del Estado y jefe del Gobierno, y
es elegido en unas elecciones presidenciales. Ejerce el poder ejecutivo y
adopta las decisiones políticas. Si lo desea, puede ayudarse de otras
personas (secretarios de Estado). En este sistema, los miembros de las
cámaras legislativas son elegidos en elecciones diferentes de las
presidenciales y pueden ser de un partido político diferente al del
presidente.

b. Democracia Parlamentaria.
El poder ejecutivo lo ejerce un gobierno formado por ministros y dirigidos por un
presidente (también llamado jefe de Gobierno o primer ministro) A su vez, el Gobierno
ha sido elegido por los miembros de las cámaras
legislativas votados por los ciudadanos en unas elecciones únicas (elecciones
legislativas).

5. CULTURA POLÍTICA
Es el conjunto de creencias y valores compartidos, referentes a la vida en sociedad y al
rol de las actividades políticas en la conservación y la orientación de la cohesión social;
conjunto de actitudes fundamentales que permiten el ajuste mutuo de los
comportamientos o la aceptación de actos de autoridad que tienden a imponer ese
ajuste.

5.1 CONVIVENCIA DEMOCRÁTICA


Significa “vivir” “con” el que piensa distinto o que tiene distinto idioma,
cultura, raza, religión en armonía sin que los derechos de una persona

avancen sobre los derechos de los demás. Para respetar la convivencia


democrática hay una obligación moral y subjetiva que es la que nos cabe
como integrantes del género humano y que está basada en que todos los
seres humanos deben tener un trato igualitario sin importar las diferencias
de origen.

5.2 LOS PRINCIPALES VALORES TALES COMO: La Justicia Social, La Paz


y el Bienestar, son considerados como sustentos o bases del ambiente
democrático.
Libertad
Es la facultad natural de la voluntad humana para determinar espontáneamente
sus actos. En ella encuentra, o debe encontrar, equilibrio el orden social. En su uso, el
hombre debe tener en cuenta los derechos ajenos.

Justicia
Dar a cada uno lo que corresponde o pertenece según sus cualidades y capacidades.
Ejemplo: a cada estudiante se le asigna una calificación de acuerdo a su esfuerzo.

Respeto
Reconocimiento que uno hace de las cualidades superiores de una persona, tales como
su posición social o moral, que se acompaña de obediencia y una especie de veneración
hacia ella; Cuidado que se pone en no ofender o herir la susceptibilidad de las personas.

Tolerancia
Es la capacidad de aceptar o respetar la ideología y los valores sociales de otra persona
o grupo de personas. El límite de los derechos de una persona está donde comienzan los
de la otra.

La Dignidad Humana
Es el derecho que tiene cada ser humano, de ser respetado y valorado como ser
individual y social, con sus características y condiciones particulares, por el solo hecho
de ser persona. La historia nos muestra muchos casos en que la dignidad humana ha sido
avasallada. El reconocimiento de la dignidad humana se ha establecido en los
Tratados Internacionales y Constituciones Nacionales.

5.3 LA CULTURA DEMOCRÁTICA


Representa conceptualmente la síntesis abarcadora de dos facetas claves
para la vida en democracia: El derecho a formarse, informarse y disfrutar
del patrimonio cultural local, regional, nacional y universal
(democratización de la cultura), El derecho de todo ser humano de ser
protagonista activo de la acción cultural y la labor creadora, asegurando su
participación en el progreso y desarrollo de la sociedad (democracia
cultural)

6. PARTICIPACIÓN POLÍTICA CIUDADANA


La participación ciudadana es definida como un conjunto de sistemas o
mecanismos por medio de los cuales los ciudadanos, es decir, la sociedad civil
en su conjunto, pueden tomar parte de las decisiones públicas, o incidir en las
mismas, buscando que dichas decisiones representen sus intereses, ya sea de
ellos como particulares o como un grupo social. La participación, por parte de
la sociedad civil, en los asuntos públicos de nuestro país es un derecho
fundamental, reconocido por los tratados y pactos internacionales suscritos por
el Estado, los cuales establecen que toda persona tiene derecho a participar
en los asuntos públicos de su país. La Declaración Universal de los Derechos
Humanos establece que toda persona tiene derecho a participar en el gobierno
del país directamente o por medio de representantes libremente elegidos.
Es importante que el Estado, como actor y principal gestor de las políticas
públicas, no solo se dedique a dictar las normas jurídicas adecuadas para
proteger y, fundamentalmente, promover la participación ciudadana de las
personas en la toma de decisiones públicas, sino que también debe promover
e incentivar la partición ciudadana en la toma de decisiones, para que luego
dichas políticas sean la base de un desarrollo sostenible. Se debe tener en
cuenta además que con “la democracia se fortalece con los mecanismos de
participación ciudadana, porque permite la gestión compartida del desarrollo
sostenible y de la calidad de vida de la población. De esta manera, se propiciará
el incremento de los índices de desarrollo humano de los sectores más pobres
del país”.

Es así que los mecanismos de participación ciudadana son parte importante del proceso
de descentralización del Estado peruano. Vemos que el gobierno ha ido implementando,
a lo largo de los años, instancias de participación tanto en el ámbito local, provincial
como regional.
Sin embargo, algunos de los actuales mecanismos de participación ciudadana en la toma
de decisiones requieren un sistema de control más concentrado, para no ser usados por
personas que solamente buscan beneficiarse con determinada figura jurídica y obtener
intereses propios.
Puede ser vista como un proceso de colaboración, cogestión, autogestión y
negociación en el proceso de gestión. La participación ciudadana va más allá
del ejercicio de los derechos civiles y políticos. Es más abarcadora que la
participación política, porque significa involucrarse de manera activa y
consciente en la eliminación de los obstáculos a la igualdad, en la tarea de
garantizar la plena vigencia y protección de los derechos humanos y la vida en
democracia, así como en la construcción de una igualdad real para todas las
personas que integran la sociedad.
La participación ciudadana es, entonces, una intervención activa y responsable en las
decisiones y acciones relacionadas con el desarrollo y el mejoramiento de nuestras
condiciones de vida. Se da en espacios muy variados como el hogar, el vecindario, la
escuela, la empresa o el trabajo. No siempre tiene que ver con asuntos relacionados con
el gobierno.

6.1 Los Principios de la Participación Ciudadana

La participación ciudadana, al igual que todas las formas de participación, se basa en los
siguientes principios:
a. La Transparencia. Permite que todos estamos al tanto de las
acciones de nuestros compañeros y compañeras, de nuestra dirigencia
vecinal, comunal, barrial o sindical, así como de las autoridades locales,
regionales o nacionales de nuestro gobierno.
La transparencia consiste en que todas y todos estamos informados de
cómo y porque se tomas las decisiones antes y después de ejecutarlas;
o sea, desde que son planificación en la que se basan esos proyectos
o decisiones. Es importante estar informados y saber por qué se toman
las decisiones.

b. La Comunicación. Antes de tomar decisiones, es necesario tomar en


cuenta, escuchar e incorporar las ideas, propuestas y opiniones de
quienes integran las organizaciones y de la población en general, en el
caso de los gobiernos. Si la dirigencia o autoridades no están en una

constante y coordinada comunicación con la población, con otras


organizaciones y dependencias del Estado, se desperdicia una valiosa
información.
La población o las personas miembros de una organización tienen
derecho a ser consultadas y debidamente comunicadas de la decisiones
que se tomarán. La comunicación permite que ninguna de ellas se
sienta excluida y que todas participen en la toma de decisiones.

c. La Responsabilidad. Permite identificar a los autores de las


decisiones y hacer que las expliquen, que las fundamenten. También
permite distribuir tareas y actividades entre quienes participen en un
grupo. Así cada autoridad, dirigente, o miembro de la agrupación sabrá
lo que le corresponde hacer y tendrá la obligación de responder por sus
actos.

d. El Respeto a la Diversidad. Supone reconocer que entre las


personas existen diferencias. Por ejemplo, debido a su sexo, edad,
clase social, grupo étnico, nacionalidad, por discapacidad o
preferencias religiosas y políticas. Sin embargo, estas diferencias no
disminuyen a las personas ni justifican un trato discriminatorio por parte
de las autoridades, dirigencias y miembros de organización.

e. El Respeto a Disentir. Respetar las opiniones de otras personas, aun


cuando no la compartamos, favorece la participación. Cualquier
persona tiene el derecho de pensar diferente o sostener posiciones
contrarias a lo que opina la mayoría. No porque se piense diferente, se
deja de tener el derecho a participar y opinar.

f. La Integración de todas y todos a los Procesos de


Participación Ciudadana, sin Exclusión de ningún tipo. Sin
integración plena, no puede haber igualdad de oportunidades para
participar y hacer efectivos los derechos que pertenecen a toda persona
humana. Sin lugar a dudas, actuarán mejor quienes integran las
organizaciones, dirigencias o autoridades que sean responsables y
transparentes, que aprovechen la información que da la población y
respeten las diferencias. Hay otras ideas fundamentales que debemos
tener presente para impulsar la participación ciudadana.

g. La Mayoría manda. Sin embargo, se deben respetar los derechos


humanos de las minorías. Una sociedad democrática debe brindar
especialmente cuidado a la protección de los derechos de las minorías.
Aunque ya se sabe que no lograrán tener mayoría, las minorías también
tienen derechos que siempre deben ser respetados. De ahí la
importancia de que se establezcan un sistema de revisión judicial que
garantice el respeto de las disposiciones que protegen los derechos de
las minorías.

De lo anterior se desprenden que todas tienen derecho a pensar


deferente y a expresarse de acuerdo a sus convicciones y creencias.
Las diferencias entre las ideas y opciones de los grupos deben
solucionarse de manera pacífica, por medio del diálogo y la negociación.
No debe recurrirse a la violencia física ni verbal. El poder debe estar
distribuido de tal manera, que las personas deben contar con
mecanismos para contarlo y canales para expresarse sin temor de
ninguna clase.

6.2 Participación Social

Se refiere a los procesos a través de los cuales los grupos, incluidos a las comunidades,
las organizaciones, los sectores, etc. Intervienen en la identificación de problema y se
unen
en alianzas para diseñar y poner en prácticas alternativas.

6.3 Autonomía y Participación Social

Cada pueblo indígena y comunidad étnica y cada individuo adopta,


dentro de su dominio, aquel concepto de autonomía que mejor se
ajusta a sus aspiraciones y posibilidades reales y concretas. En este
concepto de autonomía se articulan las visiones sociales e individuales
para producir la imagen de lo que es deseable. La reflexión sobre los
alcances de la Autonomía Regional no es un patrimonio de un grupo
en particular, transciende esos límites y se integra al estado nacional.
La autonomía regional integra como finalidad y propósito: el bienestar
de las personas, de las familias, de las comunidades y, en general de
toda la sociedad. Por tanto, la participación social se refiere a las
procesos a través de los cuales los grupos incluidos de la comunidad,
las organizaciones, las instituciones, y en general todos los actores
sociales a todos los niveles dentro de una zona geográfica
determinada intervienen en la identificación de sus problemas y se
unen a la alianza para diseñar probar y poner en práctica las
soluciones, la participación social es por naturaleza sistemática,
refiriéndose a la interacción de muchos actores dentro del sistema
social. En este sentido, el proceso de participación autonómica tiene
como finalidad hacer que las personas se conviertan en sujetos
históricos que construyan su propio futuro.

A través de ella se reivindica la participación ciudadana en la definición


de sus prioridades en la búsqueda de opciones y en la toma de
decisiones, en la dimensión política y su participación se equilibra con
democracia, de la que es condición y resultado. Se debe contemplar
cuales son las relaciones de poder que se establecen entre el estado
y la sociedad civil, entre las instituciones y la población entre
prestadores y usuarios de servicios, ya que promover la participación
implica, entre otras cosas, estimular el desarrollo de la capacidad de
decidir de los conjuntos sociales, particularmente, de aquellos
históricamente dejados en segundo plano.

6.4 La Escalera de Participación

 Auto Desarrollo: Toman iniciativas sin esperar intervenciones


externas
 Participación Interactiva: Formulación e Implementación
 Participación Funcional: Responde a objetivos y metas
 Participación por Incentivo: Cuando reciben algo a cambio
 Participación por Consulta: Consultados por agentes externos  Suministros de
información: Responden a preguntas
 Pasividad : Recibe información
De alguna forma u otra refleja, los posibles niveles de participación en
las comunidades. Es decir, esto va de abajo hacia arriba, donde la
participación pasiva es la que tiene el menor nivel de importancia y en
cambio, la participación de Auto Desarrollo es que la de mayor
importancia para la participación efectiva de las comunidades.

6.5 La Participación Ciudadana en el Marco de la


Corresponsabilidad

La importancia de este instrumento radica en que traza y organiza los


principales lineamientos gubernamentales en la temática y compromete
a los órganos de la Administración del Estado a implementar acciones
en concordancia con los impulsos programáticos del gobierno.
El gobierno asume la noción de corresponsabilidad como un elemento
central que atraviesa cada uno de los contenidos señalados en esta
política.
Por corresponsabilidad entendemos la relación de compromiso mutuo
que se establece entre el Estado y la ciudadanía, es decir, para avanzar
en pos del mejoramiento de los servicios entregados por el gobierno es
necesario el trabajo conjunto entre el Estado y los ciudadanos.

De esta manera el gobierno abre espacios para la participación ciudadana


responsable, y las personas, como sujetos con capacidades, derechos y deberes, se
involucran con el quehacer gubernamental fomentando así la transparencia, la eficacia y
la eficiencia de los servicios y políticas públicas.

6.6 La Participación Ciudadana en el Perú

La participación, por parte de la sociedad civil, en los asuntos públicos


de nuestro país es un derecho fundamental, reconocido por los tratados
y pactos internacionales suscritos por el Estado, los cuales establecen
que toda persona tiene derecho a participar en los asuntos públicos de
su país, tal como lo habíamos mencionado en la parte introductoria.
Por su parte, la Constitución Política del Perú de 1993 reconoce los derechos de los
ciudadanos a participar en los asuntos públicos del Estado. Es por ello que, a lo largo de
los años, se han venido instituyendo y regulando diversos mecanismos o instituciones
para que las personas puedan participar en la toma de decisiones del Estado. Tal como
lo indica la doctrina especializada: “La participación ciudadana en los asuntos públicos
constituye un derecho fundamental cuyo ejercicio ha ido afirmándose y extendiéndose a
lo largo de los años. Este proceso se expresa también en las múltiples formas en que la
legislación nacional reconoce, regula y garantiza la intervención ciudadana en cada una
de las fases de las políticas públicas”.
Vimos que la participación ciudadana es definida como un conjunto de
sistemas o mecanismos por medio de los cuales los ciudadanos, es
decir, la sociedad civil en su conjunto, pueden tomar parte de las
decisiones públicas, o incidir en las mismas, buscando que dichas
decisiones representen sus intereses, ya sea de ellos como particulares
o como un grupo social. La Constitución Política del Perú no solo
introduce el derecho a la participación en los asuntos públicos de los
ciudadanos, sino que menciona a su vez una serie de mecanismos y/o
formas por las cuales las personas pueden participar en los asuntos
públicos. En ese sentido, “la participación ciudadana incluye una gama
amplia de posibilidades para su ejercicio: desde la forma más elemental
de participación, que se produce a través del voto o ejercicio del sufragio
(derecho a elegir y a ser elegido) hasta el reconocimiento de que los
ciudadanos y ciudadanas tienen la capacidad de intervenir en el
ejercicio y la dirección de los asuntos públicos, tal como lo establecen
tanto la Convención Interamericana de Derechos Humanos como el
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos de Naciones
Unidas”.

La participación ciudadana en la toma de decisiones públicas es un


sistema importante para el desarrollo democrático del Estado. No
obstante, en nuestra sociedad es una dimensión relativamente nueva
para el sistema político peruano, la misma que también “es entendida
como un proceso de concertación, negociación y vigilancia entre la
sociedad y las autoridades democráticamente constituidas. Más allá de
experiencias e iniciativas puntuales, la política peruana se ha
caracterizado por la exclusión de la población, por su nula transparencia
y por una relación clientelista con la sociedad”.

En la práctica, si bien se han sentado las bases para la participación


ciudadana en la toma de decisiones estos mecanismos no han sido muy
utilizados, o en algunos casos, mal utilizados. Es decir, algunos de los
mecanismos de participación son usados en beneficios de
determinadas personas o grupos sociales para aprovecharse de la
figura en busca de sus propios intereses. Pero, se debe tener presente
que “la participación y la concertación han surgido como tendencias no
sólo en nuestro país sino que forman parte de una dinámica continental.
Se han constituido en aspectos del debate sobre los enfoques y las
estrategias que se pueden llevar a la práctica para superar los serios
problemas de legitimidad que atraviesa la democracia en nuestros
países.
En esa perspectiva, la propuesta participativa no es un enfoque
contrapuesto a los mecanismos de la democracia liberal. Por el
contrario, puede ser, junto con otras reformas necesarias, una ruta para
responder a sus evidentes limitaciones mediante su profundización; y
no, como parecen creer algunos sectores conservadores, recortando
sus alcances y su contenido”.
En ese sentido, los mecanismos de participación ciudadana, pueden ser
útiles para incluir a los ciudadanos en la toma de decisiones públicas,
para fiscalizar la actuación del gobierno y, entre otras cosas, para
superar serios problemas de legitimidad que atraviesa la democracia
participativa en nuestro país, sobre todo dado que en nuestro país
existen pocos partidos políticos organizados. Si bien en nuestra
sociedad existen, en la actualidad, varios partidos políticos, la mayoría
de ellos son forjados o existen en base a un líder o figura jurídica que
una vez apartado del partido hace que este desaparezca.
Es importante promover la participación ciudadana en la toma de decisiones de la esfera
pública. Sobre todo, teniendo en cuenta que la sociedad civil, en su conjunto o en forma
particular, es la parte activa e institucionalizada del Estado.

Por tanto, es importante que los ciudadanos mediante sus aportes y/o críticas ayuden a
construir una base firme e importante en la toma de decisiones públicas.
Al respecto, se indica que “la gobernabilidad democrática exige también, en
el campo de los actores, una sociedad civil vigorosa. Cuando se habla de
esfera pública y de sociedad civil, se trata de analizar las condiciones con
las cuales los argumentos racionales y críticos de personas privadas sobre
los asuntos públicos pueden constituir una base firme y autorizada de la
acción colectiva y de la toma de decisiones políticas. La importancia de la
esfera pública (y de la sociedad civil como su parte activa e
institucionalizada) radica en su potencial como modo de integración social
mediante el discurso público, que constituye una forma posible de
coordinación de la vida humana, de la misma manera que el poder del
estado y que la economía de mercado”. Finalmente, la Carta
Iberoamericana de Participación Ciudadana en la Gestión Pública, suscrita
el 2009 señala como mecanismos participativos fundamentales aquellos
que permiten intervenir en las distintas fases de la formulación e
implementación de las políticas públicas, muchos de estos mecanismos
participativos han sido implementados en nuestro país.

6.7 Mecanismos de Participación Ciudadana en el Perú


Los mecanismos de participación ciudadana en los asuntos públicos del
Estado se establecen en nuestra legislación a través de la Constitución
de 1993 y a través de la Ley de los Derechos de Participación y Control
Ciudadano, Ley Nº 26300. Se establece que los ciudadanos tienen
derecho a participar en los asuntos públicos mediante referéndum,
iniciativa legislativa, remoción o revocación de autoridades y demanda
de rendición de cuentas. Asimismo, vemos que existen diversos
mecanismos de participación ciudadana en nuestro país, muchos de los
cuales no son muy usados, debido a la complejidad que conlleva
realizarlos o ejecutarlos. No obstante, la Constitución estipula que es
nulo y punible todo acto que prohíba o limite al ciudadano el ejercicio de
sus derechos, por lo cual, no es posible limitar el ejercicio de un
ciudadano a estos mecanismos de participación ciudadana en la toma
de decisiones públicas.
La participación ciudadana se puede dar a nivel nacional, la cual “se da
mediante la deliberación y decisión y mediante diversos mecanismos de
la Democracia plebiscitaria: consultas, referéndum o plebiscitos.

La apelación a estos mecanismos se produce cuando se trata de discutir


procedimientos de alcance nacional y de otorgar bienes públicos que

afectan a todo el país. Para evitar que la participación afecte la


gobernabilidad tiene que excluir la lógica de la administración, cuyo
funcionamiento eficaz se basa en la técnica y en el conocimiento
especializado”.
La participación ciudadana también se puede dar a nivel local o regional. Dado que es
importante la participación ciudadana no solo en la toma de decisiones de gobierno
nacional existen también mecanismos que prevén la participación ciudadana a nivel
regional o local.

Es así como “la Ley Orgánica de Gobiernos Regionales reconoce entre los principios
rectores de la política y gestión regional
i) La Participación Ciudadana y
ii) La Rendición de Cuentas.

Por ello dispone que el gobierno regional se rige por el presupuesto


participativo y está obligado a realizar como mínimo dos audiencias
públicas al año, una en la capital del departamento y otra en una
provincia. En cuanto a los gobiernos locales, la Ley Orgánica de
Municipalidades establece como principio de la planificación municipal
la participación ciudadana, la rendición de cuentas y la inclusión. Las
municipalidades se rigen por presupuestos participativos anuales y
deben reconocer como derechos de control vecinal a:
i) La revocatoria de Autoridades Municipales y
ii) La Demanda de Rendición de Cuentas”.

Entre los mecanismos de participación ciudadana más conocidos, los cuales se


encuentran
establecidos en las diversas normas del sistema jurídico nacional y que pueden ser
ejercidos
por cualquier ciudadano, sin que se pueda limitar su derecho, siempre y cuando se
cumplan
los requisitos para ello, podemos distinguir a los siguientes:

• Iniciativa de reforma constitucional


• Iniciativa en la formación de las leyes
• Referéndum
• Iniciativa en la formación de dispositivos municipales y regionales
Consulta previa;
• Revocatoria de autoridades
• Remoción de autoridades
• Consejos de Coordinación Regional
• Presupuestos participativos
• Demanda de rendición de cuentas;
• Acceso a la información pública, entre otros.

6.8 La Autorregulación
La autorregulación se refiere a aquella capacidad que dispone una
entidad, asociación, organización o institución de regularse a sí misma
en base a un monitoreo y control voluntario que tendrá lugar desde sus
propias instalaciones y recursos. Es la consecuencia de un consenso
amplio y conjunto entre todos los agentes sociales, sustentada en la
capacidad de los ciudadanos para asumir una actitud de respeto a la
normativa de las leyes y exigir su observancia y cumplimiento, además
implica cuidado y respeto en cuanto a valores, ética, principios morales
y constitucionales por parte de todos.

6.9 El Respeto a la Diferencia y la Diversidad Cultural.

Hoy en día, el reconocimiento y el respeto de la diversidad cultural como factor de


cohesión social, desarrollo sostenible y estabilidad constituyen un elemento esencial
de las preocupaciones y los centros de interés nacionales e internacionales.

El respeto a la diversidad cultural garantiza una coexistencia armónica


y una voluntad de convivencia pacífica entre personas y grupos de
orígenes culturales diversos que habitan un mismo país; dentro de un
contexto basado en el respeto de las libertades fundamentales y los
derechos humanos -sobre todo los de las personas pertenecientes a
minorías y también contribuye a la elaboración de políticas que
propician la integración y participación de todos los ciudadanos, con
miras a evitar las rupturas y los conflictos debidos a una sacralización
de las diferencias. Es buscar obrar en pro del pluralismo cultural, que es
la respuesta en el plano político al fenómeno de la diversidad cultural.

6.10 La Prevalencia del Dialogo y la Conciliación como Medios de


Solución del Conflicto

La conciliación implica la colaboración de un tercero neutral a quien las


partes ceden cierto control sobre el proceso pero sin delegar en él/ella
la solución. La función del/la conciliador/a es asistir a las partes para
que ellas mismas acuerden la solución, guiándolos para clarificar y
delimitar los puntos conflictivos, tratando de llegar a un acuerdo que
elimine la posible contienda judicial. Los/as conciliadores/as no
interpretan el derecho ni las normas, sino que les corresponde ponderar
y equilibrar los intereses contrapuestos de las partes, lo que hace que
sus resultados no tengan el carácter decisivo de una sentencia.

La conciliación es una acto jurídico, una forma de solución de un conflicto


a través de un acuerdo de las partes, asistidas por un tercero, el/la conciliador/a,
respecto de derechos que no tienen carácter de indisponibles. Es un acto jurídico
a través del cual las partes recurren a un tercero para que les ayude a resolver un
conflicto.

Características:

• Requiere la existencia de un tercero que no decide, se limita a


señalar el camino posible de solución de conflictos, pues las partes
se avendrán o no a las soluciones que ellos mismos estimen
conveniente.
• Es un mecanismo alternativo de solución de conflicto, ya que las
partes pueden optar por la conciliación, por el arbitraje o por ir al Poder Judicial.
• La oralidad e inmediación están siempre presentes, pues el
conciliador estará al lado de las partes que han solicitado su actuación,
las que se realizaran sin intermediarios.
Es inimaginable un proceso conciliador con escritos que van y vienen, pues la casi
totalidad de negociaciones
se efectivizan mejor sin la presencia de documento alguno o de formalidad especifica.
• El tercero no propone, no decide, ni siquiera interpreta la norma en
conflicto, menos hace esfuerzo alguno para su aplicación. Se limita simplemente a
señalar el camino posible de solución de conflictos, pues en última instancia las partes
se avendrán o no a las soluciones que ellos mismo estimen conveniente.
• Pretende evitar un procedimiento judicial o la simple continuación del
proceso ya iniciado.
• Trata de fomentar un acercamiento entre las partes propiciando que
el dialogo posibilite la solución del conflicto.
• Carece de toda formalidad, es un acto informal por excelencia, por
eso que se ha convertido en una herramienta flexible por la amplia libertad conservada
al conciliador; sin embargo, nada impide al conciliador que tenga su propia metodología
para lograr el éxito que se ha propuesto al iniciar su labor conciliadora.
Los conflictos que se generan deben ser resueltos de forma eficiente,
reduciendo costos y previniendo la aparición de nuevos conflictos.
Con el objeto de alcanzar el objetivo antes indicado el sistema jurídico
ha incorporado ciertos medios cuyo propósito es solucionar los conflictos sin
generar mayores antagonismos entre las partes.

Los medios de solución de controversias más difundidos son los


siguientes:

a. Negociación
b. Mediación
c. Conciliación
d. Arbitraje
e. Proceso judicial

Estos medios se distinguen entre sí por la intervención de terceros en


la solución del conflicto. En efecto, mientras en la negociación el
proceso está íntegramente librado a la voluntad de las partes, en la
mediación y en la conciliación interviene un tercero (mediador o
conciliador) para ayudar a que las partes arriben a un acuerdo.
Desde un punto de vista doctrinario la conciliación se distingue de la mediación,
por el hecho que el conciliador debe proponer una fórmula conciliatoria,
mientras que el mediador no tiene esa obligación y por ello puede o no formular una
propuesta de solución.
Por otra parte, la conciliación y la mediación se distinguen del arbitraje
por el hecho que el árbitro sí está facultado, por acuerdo de las partes,
para poner fin a la controversia mediante la expedición de un laudo
arbitral.

a. La Negociación
La negociación es un medio de solución de conflictos en el que las
partes buscan persuadir una a la otra del hecho que su percepción
de una situación determinada es la correcta, es comúnmente
calificada como un enfrentamiento entre las partes, la tendencia
actual califica a la negociación como un proceso en el que predomina
el trabajo en equipo denominándola “negociación cooperativa”.

La negociación cooperativa requiere que el negociador tenga una nueva óptica en la que
se privilegie lo siguiente:

• Ser duro con el problema, no con la persona, esto es pensar en la


otra parte como un socio en la empresa de resolver problemas
comunes, antes que considerarlo como parte del problema

• Así vistas las cosas corresponde a los “socios” atacar duramente


el problema, pero no atacarse mutuamente, puesto que ello no
facilitará la solución de sus problemas.

• Discutir sobre los intereses de las partes, no sobre las posiciones,


es decir debe descubrirse qué es lo que cada uno requiere para satisfacer sus
necesidades.

• En otras palabras, no centrarse en las posiciones o propuestas


formuladas sino buscar cuál es su sustento, qué es lo que se esconde detrás.

• Crear opciones de solución que satisfagan los intereses mutuos,


es decir no proponer aquello que no aceptaríamos de estar en la posición de la otra
parte.

• Se trata pues de generar un espacio en el cual las partes se


dediquen a la creación de fórmulas de solución sin la presión del compromiso,
simplemente para tener una serie de alternativas dentro de las cuales se escogerá la
más conveniente.

• Usar criterios objetivos para elegir entre las opciones de solución


aquélla que ponga fin a la controversia.

• Se trata de persuadir a la otra parte sobre la base de la razón, en


lugar de pretender presionarla para que acepte nuestra posición.
• Esta nueva visión del proceso de negociación se encuentra
presente en el mundo empresarial de hoy, en especial en los siguientes aspectos:

• Ya no se hace referencia a la competencia, sino por el contrario a


la competencia, es decir celebrar acuerdos con los competidores
a efectos de desarrollar nuevas tecnologías, nuevos productos,
descubrir las ventajas de la cooperación en contraposición al
enfrentamiento.

• SOLUCIÓN CONJUNTA DE PROBLEMAS CON LA COMPETENCIA,


recurrir a medios de solución de controversias tales como la conciliación o la mediación
en los que predomina el ambiente de cooperación antes que la confrontación.

• NEGOCIACIÓN DE LA REGLAMENTACIÓN, es decir la preocupación


de las autoridades por dialogar con los usuarios para conocer el impacto de las
propuestas normativas en su actividad.

Este aspecto ha empezado a desarrollarse en nuestro país a través de la pre-publicación


de normas legales para permitir el intercambio de opiniones entre la autoridad y el
usuario.

• CONCENTRARSE EN LOS INTERESES DE LA OTRA PARTE, a


efectos de satisfacerlos plenamente. El ejemplo más claro en este caso es la primacía
del servicio y atención al consumidor en la estrategia de las empresas líderes.
En efecto, la tendencia actual en materia de estrategia
empresarial es favorecer la atención permanente a las
necesidades de los clientes de manera tal que se genere una
relación de cooperación, la misma que asegura la fidelidad de la
clientela, la cual a su vez redunda en beneficio tanto para el cliente
como del proveedor.

b. La Conciliación
En la conciliación interviene un tercero, designado por las partes, quien las ayudará a
buscar una solución al conflicto.

Sin embargo, dicho tercero no tiene capacidad de decisión, ni sus propuestas son
obligatorias para las partes, quienes finalmente son libres de llegar a un acuerdo que
ponga fin al conflicto.
A continuación comentaremos las diversas maneras en que la conciliación ha sido
recogida en la legislación peruana.

Conciliación en Procedimientos Administrativos


1) INDECOPI

De acuerdo con lo dispuesto por el Decreto Legislativo 807


en cualquier estado del procedimiento seguido ante el INDECOPI, incluso antes de
admitirse a trámite la denuncia, puede citarse a audiencia de conciliación.
El acuerdo al que se arribe en la audiencia de conciliación
tendrá efectos de transacción extrajudicial (título de ejecución), lo que
facilita su exigibilidad en el caso de incumplimiento.

Sin embargo, es interesante notar que las partes también pueden someterse a cualquier
otro mecanismo a fin de solucionar el conflicto (arbitraje, mediación, conciliación o
mecanismos mixtos), de tal manera que no se cierra ninguna alternativa para las partes
por el hecho que se haya dado inicio al procedimiento administrativo.

2) TELECOMUNICACIONES

Conforme a la Resolución del Consejo Directivo de Osiptel N°


032-97-CD/OSIPTEL en los procedimientos relacionados con
los reclamos de usuarios de los servicios públicos de
telecomunicaciones, el Tribunal de OSIPTEL puede, si lo
considera oportuno, realizar una audiencia de conciliación.
El acuerdo conciliatorio equivale a una resolución final del
Tribunal, para cuyo cumplimiento el Tribunal puede imponer
medidas cautelares y sanciones, de forma tal que se busca
evitar que las partes incumplan con los compromisos
asumidos en la audiencia de conciliación.

Asimismo, de acuerdo a lo establecido en el Reglamento


General para la Solución de Controversias en la Vía
Administrativa, aprobado por Resolución del Consejo
Directivo N° 027-99-CD/OSIPTEL, el procedimiento
administrativo seguido ante OSIPTEL incluye una Audiencia
de Conciliación, la misma que se llevará a cabo salvo que
alguna de las partes manifieste su deseo de no conciliar.

3) MERCADO DE VALORES

De conformidad con el Decreto Legislativo N° 861 y la


Resolución CONASEV N° 087-98-EF/94.10 todos los
reclamos y denuncias que se presenten ante la Bolsa de
Valores de Lima, deberán ser previamente sometidos a la
gestión Conciliatoria del Área de Conciliación y Procuración.
El acuerdo conciliatorio tendrá la naturaleza de una
transacción extrajudicial y su incumplimiento por parte del
asociado será sancionado como falta grave por la Cámara
Disciplinaria, sin perjuicio del derecho del inversionista a
reclamar su ejecución en la vía judicial.

4) SUPERINTENDENCIA DE ENTIDADES PRESTADORAS


DE SALUD

En el caso de las entidades prestadoras de salud la


Resolución N° 006-99-SEPS crea un Centro de Conciliación
que tiene como objetivo intervenir en la solución de
controversias en materia de salud que las partes en conflicto
le sometan, administrando los procesos de conciliación que
se inicien.

Esta conciliación es voluntaria y puede ser solicitada por las partes en forma individual o
conjunta.
En este caso el conciliador propone, de acuerdo a las
circunstancias y cuando lo estime conveniente, diversas
alternativas de solución de la controversia planteada. En
consecuencia, el conciliador no está obligado a formular una
propuesta conciliatoria.

• CONCILIACIÓN EXTRAJUDICIAL

La conciliación extrajudicial está regulada por la LEY


26872 y por su Reglamento, aprobado por Decreto
Supremo N° 001-98-JUS, normas que la definen como
un acto jurídico que constituye un mecanismo alternativo
para la solución de conflictos, por el cual las partes
acuden ante un Centro de Conciliación, Juez de Paz
Letrado o de un Conciliador en Equidad, a fin que les
asista en la búsqueda de una solución consensual a su
conflicto de intereses.

El acta que contiene el acuerdo conciliatorio constituye


título de ejecución, de forma que se facilite el ejercicio de
los derechos que puedan haberse otorgado en la
conciliación.

En la conciliación extrajudicial los acuerdos adoptados


obedecen única y exclusivamente a la voluntad de las
partes, razón por la cual el conciliador sólo propone
eventualmente fórmulas conciliatorias no obligatorias.

• CONCILIACIÓN JUDICIAL
La conciliación judicial se encuentra regulada en el
Código Procesal Civil y puede definirse como una forma
especial de conclusión del proceso en virtud de la cual
las partes en un proceso judicial arriban a un acuerdo con
el que se pone fin al proceso, el mismo que tiene el efecto
de cosa juzgada.
En la conciliación judicial el Juez está obligado a formular una propuesta
conciliatoria que las partes tienen el derecho de aceptar o rechazar.

En este sentido la conciliación judicial difiere de la


practicada en el ámbito administrativo y de la
extrajudicial, toda vez que en estas últimas el conciliador
no está obligado a formular propuesta de solución
alguna.
Es importante indicar que si en la sentencia se otorga a quien rechazó la propuesta
conciliatoria igual o menor derecho que el propuesto en la conciliación se le
impondrá una multa no menor de dos ni mayor de diez Unidades de Referencia Procesal.
La imposición de una multa a una de las partes por no
conciliar afecta de alguna manera su libertad para
aceptar o rechazar la propuesta conciliatoria, lo que ha
afectado la efectividad de la conciliación en materia
judicial.
Asimismo, el hecho que la conciliación se lleve a cabo
ante el mismo Juez que resolverá la controversia tiene
también un efecto negativo, pues las partes tienden a
mostrarse reservadas y reticentes a compartir
información o formular propuestas, lo que hace muy difícil
que se genere un espacio de diálogo y creación conjunta
de ideas que facilite la búsqueda de un acuerdo.

• CONCILIACIÓN EN EL ÁMBITO DE RELACIONES


COLECTIVAS DE TRABAJO
La conciliación en esta materia se regula por lo dispuesto
en la Ley de Relaciones Colectivas de Trabajo (Decreto
Ley N° 25593) y en el Reglamento de la Ley de
Relaciones Colectivas de Trabajo (aprobado por Decreto
Supremo N°011-92-TR).

En este ámbito la conciliación se define como una forma de


solución de conflictos laborales que se debería caracterizar
por ser flexible y simple en su desarrollo, en la cual un
conciliador promueve el avenimiento de las partes.

Durante el procedimiento las partes pueden llegar o no a


un acuerdo conciliatorio y reunirse tantas veces como lo
deseen.

Es interesante notar que para efectos laborales el


conciliador que formule propuestas de solución, se
entiende que actúa como mediador. En ese sentido la
conciliación en el ámbito laboral se distingue claramente
de la conciliación judicial, donde el conciliador está
obligado a formular una propuesta conciliatoria.

• CONCILIACIÓN ENTRE EMPLEADORES Y


TRABAJADORES
La posibilidad de conciliar entre empleadores y
trabajadores se encuentra recogida en el Decreto
Supremo N° 002-96-TR, conforme al cual la conciliación
puede definirse como un instituto destinado a promover
el acuerdo entre empleadores y trabajadores, a fin de
encontrar una solución autónoma a las controversias que
surjan en la relación laboral, caracterizada por la
flexibilidad y simplicidad en su desarrollo.
De acuerdo con el Decreto Supremo N° 002-96-TR el acta que contiene la obligación de
pago de una suma líquida tiene mérito ejecutivo para todo efecto legal y en los demás
casos tendrá el carácter de instrumento público.
En lo que se refiere a la obligatoriedad de asistir a
conciliar la norma establece que es obligatorio para el
empleador asistir cuando así lo solicita el trabajador, de
lo contrario estará sujeto al pago de una multa.
Sin embargo, las partes son libres de llegar o no a un
acuerdo conciliatorio, sin que el conciliador tenga obligación de proponer una
fórmula de solución.

• CONCILIACIÓN EN EL ÁMBITO PROCESAL


LABORAL

La conciliación también ha sido recogida en la Ley


Procesal del Trabajo (Ley N° 26636) como una forma
especial de conclusión del proceso laboral que puede ser
promovida o propuesta después de la audiencia única, en
cualquier estado del proceso, antes de la sentencia.
Las partes son libres de conciliar o no, pero en el caso
que arriben a un acuerdo conciliatorio éste tiene valor de
cosa juzgada.

En el caso de la conciliación en el proceso laboral no hay


obligación por parte del magistrado de formular una
propuesta conciliatoria, lo cual es consecuente con la
regulación de la conciliación en materia laboral donde el
conciliador se limita a buscar el advenimiento de las partes.

• CONCILIACIÓN EN EL ÁMBITO DE PROTECCIÓN FRENTE


A LA VIOLENCIA FAMILIAR
La conciliación también ha sido utilizada como un
mecanismo alternativo orientado a la solución de
problemas familiares, que tiene por objeto la solución del
conflicto y la promoción del fortalecimiento de los lazos
familiares entre cónyuges, padres y familiares.

En este caso la citación al agresor se efectúa bajo


apercibimiento de ser denunciado por delito de resistencia o desobediencia a la
autoridad, a fin de obligarlo a comparecer.

Sin embargo, en el proceso de conciliación las partes son libres de arribar o no a un


acuerdo, pues finalmente de ellas depende el resultado de la conciliación.

Si se llega a un acuerdo éste tendrá el mismo efecto que


la sentencia que tiene la autoridad de cosa juzgada y por
ello el incumplimiento de la conciliación concede al Fiscal
el derecho de recurrir al Juez de Familia, para exigir
judicialmente su ejecución.

En lo que respecta a este tipo de conciliación no hay obligación por parte del fiscal de
formular una propuesta conciliatoria, a diferencia de lo que sucede con la
conciliación judicial donde formular la propuesta constituye una obligación del
conciliador.

c. Arbitraje
El arbitraje en el Perú se encuentra regulado en la Ley 26572 y se
define como un medio de solución de controversias en virtud del cual
las partes acuerdan (convenio arbitral) someter la solución de
determinados conflictos que hayan surgido o puedan surgir entre
ellas respecto de una determinada relación jurídica a la decisión
(laudo arbitral) de uno o varios terceros (árbitros). La forma de
nombramiento de los terceros también es acordada por las partes.

La libertad de regulación de esta forma de solución de controversias


no sólo abarca la posibilidad de nombrar a los árbitros, sino también
la de pactar el lugar y las reglas a que se sujeta el proceso arbitral,
lo que ha motivado su difusión y aceptación como medio eficaz de
solución de controversias.

Mgter. Abog. Carlos Manuel Jaén Apaza en 9:25


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1 comentario:

1.
Unknown11 de octubre de 2018, 4:53

Compañeros de otros semestres que estén llevando cultura y paz para el día
de hoy formar grupos de 5 personas a pedido del DR.carlos anotarse y pasar
al delegado su lista.
Responder



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