Está en la página 1de 6

Estos chicos son impulsivos, les cuesta focalizar lo esencial de cada situación, se despistan con

estímulos irrelevantes o secundarios, son inquietos, cambian de una tarea a otra en pocos minutos
sin finalizarla, les cuesta guardar el turno, hablan demasiado, se distraen y pierden el material de
trabajo.

 Completar rompecabezas de letras y de figuras geométricas de dificultad creciente


 Completar secuencias de trazados y aprender a trazar
 Realizar ejercicios de punteado (relleno, perfilado, calcado, dibujo...). Los niños podrán
mejorar la atención asimismo, con los clásicos dibujos de "une los puntos"
 Localizar e identificar errores en dibujos sencillos. Incluso, identificar errores (analogías y
diferencias) entre diferentes figuras
 Localizar dibujos repetidos entre una serie o conjunto dado. También les ayuda realizar
series secuenciales de símbolos geométricos o de dibujos
 Un buen juego para potenciar la atención en niños hiperactivos es resolver laberintos,
sopas de letras y crucigramas e ir añadiéndoles dificultad
 Identificar por reconocimiento visual palabras enmascaradas
 Seleccionar los sinónimos y antónimos relacionados con una palabra entre una lista dada
 Seleccionar las palabras adecuadas para completar una frase entre una lista dada
 Realizar juegos de barquitos de coloreado: este juego consiste en partir el dibujo en zonas
de coloreado. A cada zona se le asigna un color. Después al niño se le dan las referencias:
colorea de rojo b-c-d y colorea de verde: a-e-i

Los niños han de construir palabras lógicas eligiendo letras entre un conjunto dado. Por ejemplo:
(a, o, p, m, s, c, a, t). Pueden hacerlo eligiendo las letras libremente, dándoles un número concreto
de letras o que empiecen o terminen por una letra o sílaba

Dado un conjunto de letras o conjunto de palabras tachar o rodear las que sean iguales a un
modelo dado. También puede realizarse tachando las palabras o letras diferentes.

4 Juegos para practicar la memoria auditiva y visual

- Juego del eco: el guía dice una palabra y los demás deben hacer el eco de la misma las veces que
se acuerde previamente.

- Juego del mensajero: el guía dice a otro jugador una frase relacionada con alguna actividad a
realizar y éste debe repetirla posteriormente a todo el grupo para que la lleven a cabo.

- Juego de las cadenas de palabras: el guía inicia la cadena diciendo una palabra (p. ej. 'Juanito'), el
siguiente jugador debe decir la misma palabra más otra que añada significado a la primera (p. ej.
'está')... pierde el jugador que no es capaz de añadir otra palabra más.

- Juego del 'veo-veo'. Juego del cazador de palabras. Cada jugador tiene una serie de palabras en
una cartulina que pertenece a una categoría (plantas, flores, animales, nombres propios, nombres
comunes...); el guía dice una palabra y dos jugadores al mismo tiempo tienen que buscar quién
posee la palabra mencionada, gana el que primero la encuentre.
3 Ejercicios para practicar la coordinación visomotriz

- Buscar el detalle: En este ejercicio mostraremos al niño diferentes dibujos de objetos, fotografías
e imágenes en un periodo breve de tiempo. Después le preguntaremos qué detalles recuerda y le
pediremos que nos dibuje la imagen cuidando la disposición, el color y el tamaño, cuantos más
detalles recuerde más elogios nuestros recibirá. Puede realizarse también con personajes.

- A clasificar: Consiste en clasificar objetos distintos según un criterio dado o una característica
común. Podremos ampliarlo aumentando el número de características comunes y utilizando
materiales cotidianos.

- El laberinto: Este juego planteado para los más pequeños puede ser muy divertido. Podemos
realizarlo con lana o cuerdas que vayan enredándose por las diferentes habitaciones de la casa
hasta llegar a la meta: “Una bolsita de chuches”, p. ej. una bolsa de dulces. Cuidado con los
despistes porque cada uno restará una chuche de la bolsita.

1. ¡Somos detectives!

Procedimiento: Se muestra al niño diferentes dibujos, imágenes o fotografías durante un período


concreto de tiempo, por ejemplo, 1 minuto como mucho. Una vez que este tiempo ha finalizado,
nos debe describir lo que ha visto y las características de aquellos dibujos o fotografías.

Por ejemplo: he visto a una niña con un vestido azul que cogía a un osito de peluche. Lo
importante es que intente describirlas sin ayuda alguna del profesorado, esforzándose así en hacer
memoria.

Material: Imágenes y fotografías sobre paisajes, personas y cosas.

Consejos: El profesorado durante la actividad, tiene que prestar atención al grado de atención que
tiene cuando se encuentra visualizando los dibujos o las fotografías. Es recomendable, que si no lo
realiza bien se repita esta actividad tantas veces como sea necesario.

Por otro lado, si vemos que el niño no sabe continuar por sí solo con la descripción, le ayudemos
realizándole preguntas que le guíen.

2. ¿A qué grupo pertenece?

Procedimiento: En una mesa alargada, colocamos una serie de objetos diferentes en su color,
geometría, así como procedencia y material, como por ejemplo: botones, lápices, estuches,
bolígrafos… La actividad consiste en que el niño sea capaz de agruparlos teniendo en cuenta las
características que algunos de ellos tienen en común con otros como su forma, color y utilidad.
Material: Todo aquel que se quiera o se tenga por el aula: colores, lápices, estuches, bolígrafos,
estuches…

Consejos: El profesor tiene que acompañar al alumno en su proceso de selección y exclusión de los
materiales, haciéndole pensar y prestar atención cuando se equivoca o cuando intenta hacer las
cosas sin pensar.

3. Secuencias

Procedimiento: En un papel se le presentan al niño diferentes secuencias con símbolos, letras,


números o mezclas de los anteriores. A continuación, se le da para que visualice el primer
ejercicio. Éste tiene que deducir por sí mismo que es una secuencia y que la tiene que ir
completando.

Por ejemplo: 123- 1234- 1234…., abc1- abc2- abc…. Este tipo de actividad, nos permitirá que el
niño mejore su atención y sus habilidades visomotoras.

Material: papel y lápiz.

Consejos: El profesor tiene que explicarle primeramente la actividad si no la ha realizado nunca ya


que puede dar lugar a confusión si no se conoce la dinámica. Por otro lado, dependiendo de su
dificultad tendremos que apoyarle, ayudarle y animarle.

Lo recomendable es ir intercalando diferentes secuencias para motivarlo y que no se aburra.

4. ¡Buscamos las diferencias!

Procedimiento: Para mejorar la atención del niño, también podemos utilizar el tradicional juego de
buscar las diferencias que existen en dos dibujos o imágenes. Existen muchos materiales que ya
están hechos, pero para motivar más al niño puedes utilizar imágenes que sepas que le gusta de
dibujos animados o de algún superhéroe que le guste.

Material: dibujos o fotografías con diferencias.

Consejos: El profesor debe acompañar al niño en este proceso dándole pistas de las diferencias
que hay o donde están si fuera necesario a través de pistas cortas como: fíjate en la parte de
arriba o mira lo que lleva puesto… Hay que intentar por todos los medios que sea él quien se dé
cuenta de las diferencias.

5. ¿Dónde estoy?

Procedimiento: En un papel dibujaremos un laberinto con muchos caminos, de los cuales sólo uno
de ellos lleva a una casa de chocolate. El niño, deberá de prestar atención para saber qué camino
es el correcto para llegar a la casa y trazarlo con lápiz en el papel.

Esta actividad se puede ir complicando y modificando conforme queramos. El fin es que el niño
sepa identificar el camino correcto y además, que mantenga su atención mientras lo va haciendo.
Al finalizar la actividad y como recompensa, puede colorear la casita de chocolate o elegir un
juguete para jugar en el recreo.

Material: papel y lápiz.

Consejos: Al comenzar la actividad, puede ser que el alumno no sea capaz de identificar el camino
correcto y comience a pintarlos todos. Una buena idea para que preste atención a lo que está
realizando, es poner una música relajante de fondo y visualizar con el todos los caminos
haciéndole preguntas tipo: ¿Qué camino elegirías tu?, ¿crees que este nos lleva a la casita de
chocolate?, ¿Por qué crees que si?.

Ejercicios de relajación o autocontrol de la impulsividad

Las personas con hiperactividad se caracterizan por no controlar sus impulsos y tener mucha
energía. Por ello, actividades tan sencillas como estar durante un tiempo sentados realizando
alguna actividad académica puede ser algo casi imposible.

A continuación, os presentamos algunas actividades con las que se puede trabajar la relajación y el
autocontrol de la impulsividad, con el fin de mejorar la calidad de vida del niño así como su vida en
general:

6. ¿Cómo respiramos?

Procedimiento: el objetivo de esta actividad es que el niño realice un ejercicio de respiración para
calmarse de una forma más lúdica y divertida. Para ello, le dejaremos un globo el cual tiene que ir
llenando de aire poco a poco prestando atención al circuito que éste sigue por su cuerpo.

Una vez que hemos llenado el globo de aire, el niño tiene que desinflarlo poco a poco prestando
atención a las indicaciones del profesor.

Material: un globo de color rojo u otro similar.

Consejos: El profesor tiene que ir controlando el proceso de inflado del globo, de forma que no se
haga en cuestión de un momento, sino que lo gestione para que el niño sea capaz de ir prestando
atención a cómo el aire pasa por todo su cuerpo hasta llegar al globo.

Por ello, el profesor puede ir verbalizando el proceso para hacer consciente al niño de la actividad
que se está realizando. Una vez que el globo se ha inflado completamente, realizaremos la misma
actividad pero al contrario, por lo que el profesor tiene que ir verbalizando lo que va ocurriendo.

7. Cerramos los ojos

Procedimiento: Ponemos una música de fondo relajante y hacemos que los niños se tumben en el
suelo y cierren los ojos. A continuación, vamos contando una historia que se tienen que ir
imaginando mientras van haciendo caso a nuestras indicaciones.
Por ejemplo, estamos tumbados en la playa escuchando el sonido del mar. Mientras tanto,
levantamos el brazo derecho muy muy despacio para taparnos la cara. De pronto, movemos el
cuerpo hacia la derecha para mirar el mar más cómodamente…

De esta forma vamos contando una historia mientras se van relajando y moviendo sus
extremidades.

Material: música relajante, radio y toallas.

Consejos: El profesor tiene que ir contando una historia de forma calmada y pausada manteniendo
la atención de los niños mientras se encuentran tumbados boca arriba de forma relajada.

8. Corremos a cámara lenta

Procedimiento: El profesor y el alumno tienen que atravesar el aula de forma vertical lo más lento
posibles que puedan controlando así sus impulsos. Esta actividad les suele costar mucho a los
niños con hiperactividad, ya que intentarán a toda costa atravesar el aula lo antes posible porque
no tendrán la paciencia suficiente para hacerlo de forma lenta.

Para ello, utilizar de fondo una música relajante que le ayude a marcar el ritmo de los pasos hará
que no se frustre o agobie y que sea capaz de controlar su cuerpo. Por otro lado, el profesor
también puede ir ayudándole marcándole el ritmo o simplemente verbalizando los movimientos
que tiene que ir realizando.

Material: música relajante y radio.

Consejos: El profesor debe situarse al lado del alumno e ir ayudándolo en los movimientos
pausados que tiene que realizar. Es muy importante que vaya verbalizando los movimientos ya
que al principio el niño intentará cruzar el aula lo más rápido posible a toda costa.

9. ¡Aprendo cómo controlarme!

Procedimiento: Esta actividad está diseñada exclusivamente para que los niños con hiperactividad
controlen sus impulsos por sí solos. Al principio, les cuesta mucho interiorizar esta dinámica pero
con el tiempo y a base de repeticiones pueden conseguir controlarlos en la medida de lo posible.

Consiste en exponerles pequeñas situaciones reales en las que tienen que elegir qué
comportamientos serían los correctos y cuáles no. Por ejemplo: entre en clase rápido tirando mis
cosas por el suelo y comienzo a pintar en la pizarra. De esta se hace reflexionar al niño con la
intención de que lo extrapole a su vida diaria.

Material: No es necesario ningún tipo de material.

Consejos: El profesor tiene que intentar que el niño reflexione los comportamientos que son
negativos y cuales son positivos. En algunos casos para su mejor interiorización se podrían realizar
pequeñas simulaciones de la vida diaria del niño.
10. Hablamos en voz alta

Procedimiento: Esta actividad consiste en pedir al niño que vaya verbalizando las actividades y
movimientos que va realizando con el fin de controlar su impulsividad. Por ejemplo: me estoy
levantando, estoy moviendo la mano derecha para coger el lápiz…

Si se le pone al niño unos ejercicios como éstos en los que tiene que ir contando lo que está
haciendo, no sólo mejorará su atención e impulsividad sino también sus habilidades
comunicativas, ya que tendrá que aprender a hablar de forma pausada y respetar los silencios.

Material: No será necesario ningún material.

Consejos: El profesor tiene que animar al niño y darle reforzamiento positivo constantemente para
captar su atención. Por otro lado, también se pueden hacer modificaciones en esta actividad y
pedirle al niño que nos cuente las actividades que hizo en el día anterior.

4 Ejercicios para practicar la relajación y el control de la impulsividad

- El globo. Nos servirá para practicar la respiración diafragmática. Inspiramos muy despacio
permitiendo que el aire entre por nuestros pulmones y llegue al abdomen. Este último se va
hinchando como si fuera un globo y después permitiendo que se escape el aire y desinflándose
poquito a poco hasta quedar vacío.

- La tortuga en su caparazón. Este ejercicio nos permitirá practicar la relajación muscular


progresiva. Nos tumbamos boca abajo y nos convertimos en una tortuga que decide replegarse en
su caparazón escondiendo su cabeza y sus patas.

Ahora los músculos del cuello, brazos y piernas están en tensión. Pronto vienen los rayos del sol a
despertarnos, ahora vamos asomando muy despacito la cabeza y estirando las extremidades hasta
que queden relajadas. Podemos completarlo con 'la historia de la Gran Tortuga Sabia' (basada en
'la tortuga de M.R. Schneider y A. Robin').

- Una carrera muy lenta. El ganador será el último que llegue a la meta realizando movimientos
muy lentos y controlando la impulsividad.

- Mi propio animador. Basado en la técnica de las autoinstrucciones, se trata de ir comentando en


voz alta lo que se está haciendo, lanzando mensajes positivos tanto si va saliendo todo bien como
si se producen dificultades.

También podría gustarte