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“TE VAS”

De

Fredd Navarrete

Altrafílmica 2019
Estudios Churubusco
Ciudad de México
“Apreciación Cinematográfica”
FUNDIDO DE ENTRADA:
1. INTERIOR. NOCHE. DEPARTAMENTO.
El departamento es iluminado por una tenue luz que deja
al descubierto un lugar descuidado, con botellas de
cerveza en el suelo, envoltura de comida y ropa tirada
por doquier. Hay algunos vidrios rotos en el suelo. RUBÉN
(25) camina descalzo y pisa uno de ellos, dejando a su
paso una huella de sangre, mientras se dirige al baño. No
le da tanta importancia al dolor de su pie, para él es
como una forma de reivindicación, una forma de sentir
menos culpa.
En el baño, se mira al espejo, mira su rostro demacrado y
sin descanso. No puede evitar sentir esa culpa que le
consume el alma a cada día que pasa. Abre la llave del
lavabo y se moja la cara, para regresar a verse al
espejo. Sigue viendo su expresión de enojo, frustración,
tristeza y angustia, sentimientos que no estaban
presentes en su ser hace unas semanas.
(FLASHBACK. DOS AÑOS ANTES)
2. EXTERIOR. DÍA. CALLE.
Rubén caminaba por la calle, inmerso en su teléfono. El
día era soleado y todo indicaba que sería un día tan
monótono como los otros. De pronto, mientras no prestaba
atención al frente, chocó con el delicado cuerpo de una
chica. Rubén había provocado que MELISA (23) derramara
helado sobre su blusa, causándole un gran coraje a la
chica.
MELISA
(tirando al suelo el vaso
de helado y limpiándose la
ropa)
Fíjate por dónde vas, pendejo. ¿Estás
pinche ciego o qué?
RUBÉN
(tratando de ayudar a
Melisa y recogiendo el vaso
que ella tiró)
Perdón, perdón, perdón. Venía distraído
en el pinche teléfono y no te ví.

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MELISA
(mirándolo con furia)
Pues claro, ¿cómo no? Vienes bien
endiosado con el teléfono, y yo de
estúpida que no pude esquivarte a
tiempo.
RUBÉN
(quitándose la camisa y
dándosela a ella)
Toma, límpiate con ella. Lamento mucho
haberte ensuciado.
MELISA
(tomando la camisa y
terminando de limpiarse el
helado en su blusa)
Era mi blusa favorita, ¿sabes?
RUBÉN
(riéndose)
¿Tienes blusas favoritas?
MELISA
(indignada y sentándose en
una banca cercana)
Pues claro, ¿acaso no tienes alguna ropa
que te guste demasiado?
RUBÉN
(siguiéndola)
Es simplemente ropa, hoy te queda,
mañana no.
MELISA
(mirándolo con
incredulidad)
No seas mamón. Y a todo esto, ¿cómo te
llamas?

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RUBÉN.
Me llamo Rubén Lara
MELISA
Yo me llamo Melisa Jassa
RUBÉN
Vaya nombrecito.
MELISA
(mirándolo con desdén)
En vez de estar ahí como vil pendejo,
deberías invitarme un helado, que ya ni
lo disfruté por tus torpezas.
Rubén se sentía intrigado y a la vez atraído por aquella
chica. Melisa se portaba un poco arrogante y furiosa,
pero con el paso de los minutos comenzó a cambiar su
actitud y a mostrar interés por Rubén. Ambos compartieron
un rato juntos, comiendo helado.
3. INTERIOR. NOCHE. DEPARTAMENTO.
Rubén regresó a la actualidad. Seguía en aquel baño,
mirándose al espejo, comenzó a llorar, pero rápidamente
se contuvo. Salió del baño y caminó hacia su habitación,
donde se tumbó en la cama y miró al techo.
FLASHBACK
4. EXTERIOR. DÍA. PARQUE.
Rubén y Melisa estaban en ese mismo parque donde se
habían conocido. Después de varios meses de salir, habían
decidido que aquel lugar sería su sitio predilecto. El
parque, con temática japonesa, era perfecto para las
fotos que Melisa le pedía a Rubén que le tomara. Eran tan
felices los dos juntos, aquellos eran días tan felices.
5. INTERIOR. NOCHE. DEPARTAMENTO.
Rubén se colocó en posición fetal y miró una foto al lado
de la cama. La tomó y comenzó a recordar nuevamente,
mientras no pudo contener su llanto.
(FLASHBACK)

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6. EXTERIOR. DÍA. PARQUE.
Rubén y Melisa estaban en una banca, tomándose selfies.
Rubén se mostraba un poco reacio a aceptar tomarlas, pero
a Melisa no le importaba. Él trataba de ocultar su
rostro, mientras ella tomaba una y otra foto, hasta que
salió una que a los dos les encantó.
MELISA.
Esta foto es digna de imprimirse y
ponerse en un portarretrato.
RUBÉN.
Debo aceptar que salió muy bien. Me
gusta.
MELISA.
¿Y yo?
RUBÉN.
Tú me encantas.
Ambos se besan.
7. INTERIOR. NOCHE. CUARTO DE RUBÉN.
Rubén deja la foto en el buró y regresa la mirada al
techo de su cuarto. Suspira y escucha la voz de Melisa
muy cerca de él.
MELISA.
¿Entonces, qué? ¿Pido pizza?
(FLASHBACK)
8. INTERIOR. NOCHE. CUARTO DE RUBÉN.
Rubén está acostado viendo al techo, mientras Melisa se
acerca a él y lo abraza. Ella tiene puesta una camisa de
él.
RUBÉN.
Si quieres pídela, pero que sea de las
de siempre, no vayas a querer
experimentar otras. Ya vez que luego no
nos gustan.

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MELISA.
(arrodillándose en el colchón)
Tú no te apures, tú tranquilo y yo
nerviosa.
(toma su teléfono celular y
comienza a teclear.
RUBÉN.
Después de comer pizza, ¿nos echamos el
postre?
Rubén la toma de la cintura y la jala hacia él, para
besarla.
9. INTERIOR. NOCHE. CUARTO DE RUBÉN.
El teléfono de Rubén comienza a vibrar y se cae debajo de
la cama. Este se levanta y rápidamente comienza a
buscarlo. Antes de poder tomar su teléfono, se encuentra
con algo que le hace añicos el corazón. Es un pequeño
anillo de compromiso que le dio ese mismo día que todo se
fue al carajo. Se sentó en la cama, encorvó su espalda y
mantuvo la mirada en aquel anillo, mientras el teléfono
debajo de su cama seguía vibrando y en determinado
momento se apagó.
(FLASHBACK…. 3 SEMANAS ANTES)
10. EXTERIOR. DÍA. CALLE.
Rubén corre con todo lo que puede. Su teléfono vibra y se
detiene a contestar una llamada entrante,
RUBÉN
(recobrando el aliento)
Ya voy, estoy cerca, no te me
desesperes, amor.
11. EXTERIOR. DÍA. PARQUE.
Rubén sigue corriendo, hasta que llega a aquel parque
donde Melisa lo espera. Ella se muestra un poco
impaciente. Tiene un sobre pequeño en la mano.

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RUBÉN
¿Qué pasó? ¿Todo bien? ¿Qué te dijo el
doctor?
Melisa no emitió palabra, sólo mostraba una pequeña
sonrisa que contenía una gran emoción.
RUBÉN
¿Son los resultados?
(melisa asintió con la
cabeza)
Ok. Vamos a ver qué es.
Rubén abrió el sobre y sacó una carta de él. Extendió la
hoja y comenzó a leerla en voz baja. Después de unos
segundos, ahogó un grito, tapándose la boca y mirando a
Melisa.
RUBÉN
No mames, Mel, dime que esto es real.
(Melisa asintió nuevamente.
Rubén comenzó a gritar y a
reírse de la emoción)
¡A huevo, putos! Voy a ser papá.
Rubén tomó entre sus brazos a Melisa y la besó con gran
pasión. Ella le rodeó el cuello con sus brazos.
RUBÉN
No sabes lo feliz que estoy.
MELISA
Sabía que la noticia te haría feliz.
Rubén rebuscó entre la bolsa del pantalón y se arrodilló
ante ella.
RUBÉN
¿Sabes lo que me haría aún más feliz?

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MELISA
(conteniendo la emoción)
¿Qué te haría más feliz?
RUBÉN
Que te casaras conmigo.
Rubén le mostró el anillo y ella comenzó a llorar.
Extendió la mano y él se lo puso en el dedo anular de la
mano izquierda. Después de eso, él se puso de pie y la
besó y la abrazó. Aquel era el día más feliz para ambos.
12. INTERIOR. NOCHE. DEPARTAMENTO.
Rubén se tumbó en el suelo de la sala con una botella en
la mano, de la que bebía constantemente, mientras
lloraba.
13. EXTERIOR. TARDE-NOCHE. CALLE.
Rubén y Melisa caminaban por una calle solitaria, estaba
anocheciendo. Ambos caminaban abrazados el uno al otro,
celebrando que pronto se casarían. Al doblar en una
esquina, se dieron cuenta que alguien los iba siguiendo.
RUBÉN.
Sigue caminando y no voltees hacia
atrás.
MELISA.
¿Qué pasa?
RUBÉN.
Nos vienen siguiendo.
MELISA
¿Qué? Hay que correr, Rubén, no quiero
que me quiten nada.
RUBÉN.
Tranquila, yo sé lo que vamos a hacer.
Justo en la siguiente esquina, había otro sujeto que ya
los estaba esperando. Ambos se detuvieron, mientras que

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veían que el sujeto sacaba una pequeña pistola y los
encañonaba con ella.
ASALTANTE 1.
Cáiganse con todo lo que traigan si no
quieren tener pedos.
ASALTANTE 2.
Órale, putos, celulares y carteras.
RUBÉN
Tranquilos, ahorita les damos todo.
MELISA
Te dije que corriéramos, pendejo.
ASALTANTE 1
Los hubiéramos alcanzado, por eso no hay
pedo, pero como se chingaron, denos todo
lo que traigan.
MELISA
Ni madres, wey, no te vamos a dar nada,
y mejor váyanse a chingar a su madre
antes de que comience a gritar y llamen
a la policía.
El asaltante 1 le apuntó a ella, activó el arma y ella se
intimidó.
ASALTANTE 1
Te recomiendo callarle el hocico a tu
perra, carnal, o al chile, ella se irá
directo al camposanto.
RUBÉN
Melisa, por favor, cálmate.
ASALTANTE 2
Cáiganse con las cosas y los dejaremos
ir en paz.

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Rubén y Melisa les entregaron carteras y celulares. Los
asaltantes las guardaron en una mochila, hasta que uno de
ellos notó algo brilloso en el dedo de la chica.
ASALTANTE 2
Dame también ese anillo
MELISA
No, ni madres
RUBÉN
Melisa, dáselo que luego te compro otro
MELISA
No, Rubén, este anillo es de compromiso
y primero muerta antes de que te lo dé
El primer asaltante le tomó la mano con fuerza y miró el
anillo.
ASALTANTE 1
Vaya diamantito que te cargas, perra.
Dámelo o te carga la verga.
MELISA
No, no te lo voy a dar. Ya te dimos
nuestras carteras y teléfonos, ¿qué más
quieres?
RUBÉN
Melisa, por favor, dáselo, ya te dije
que te compro otro.
MELISA
Ya te dije que no se lo voy a dar
El asaltante y Melisa comenzaron a forcejear, hasta que
se escuchó un disparo que resonó por toda la calle,
haciendo que la mayoría de las luces en las casas de la
calle comenzaran a encenderse. Rubén vio cómo Melisa cayó
al piso y comenzó a desangrarse, mientras el asaltante le
quitaba el anillo y ambos sujetos salían corriendo.
Rubén se abalanzó ante Melisa y la abrazó con todas sus
fuerzas, mientras ella no podía emitir palabra alguna en

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su agonía. Cuando por fin partió de este mundo y dejó de
moverse, Rubén comenzó a llorar y a gritar, mientras la
gente se acercaba a ellos y se escuchaban de fondo
algunas sirenas de patrullas y ambulancias.
14. INTERIOR. NOCHE. DEPARTAMENTO.
Rubén seguía tirando en la sala, con la espalda recargada
en la pared y bebiendo de su botella de alcohol. Lloraba
a mares, lamentándose por lo que había pasado. Melisa se
acercó y se sentó junto a él, abrazándolo y acariciándole
la cabeza.
MELISA
¿Acaso no te sientes culpable?
RUBÉN
Todos los putos días de mi vida desde
que te fuiste.
MELISA
Yo te dije que no camináramos por ahí,
¿lo recuerdas? Ahora estoy muerta y es
tu culpa.
RUBÉN
No hay un solo día en que yo piense eso.
No hay un solo día en que quiera
arrojarme por la ventana y acabar con mi
vida.
MELISA
Vente conmigo, si lo haces, te perdono.
RUBÉN
¿Qué quieres que haga?
Melisa le dio una navaja, Rubén la tomó.
MELISA
Córtate las venas, así es menos doloroso
que un disparo o arrojarte del balcón.
RUBÉN
¿En serio quieres que lo haga?

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MELISA
¿En serio quieres estar conmigo y tu
hijo? ¿Para siempre?
RUBÉN
Claro que sí.
MELISA
Hazlo, yo estaré contigo hasta el último
minuto.
Rubén se clavó la punta de la navaja en el brazo
izquierdo y comenzó a abrirlo hasta casi llegar a la
muñeca. La sangre comenzó a brotar a cantidades
espeluznantes, mientras la navaja caía al suelo,
manchada. Rubén se quedó quieto, sentado en el suelo,
mientras su brazo se desangraba y la sangre se esparcía
por todo el suelo.
FUNDIDO DE SALIDA:

FIN

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