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Tapir

Las principales amenazas que enfrentan los tapires en el mundo son la caza, la
reducción del hábitat que afecta en la diversidad genética reducida y rango de
hogar, la expansión agrícola y los madereros ilegales que entran en las áreas
protegidas.
Con el fin de abordar y reducir todas estas amenazas, el programa se desarrolla en
cinco proyectos individuales.
El programa específicamente tiene por objeto mejorar la eficacia de la conservación
de esta especie a través del desarrollo de herramientas de conservación para las
ONG y los organismos gubernamentales, la estandarización de un sistema de
seguimiento de la población, la mejora de la vigilancia en las principales áreas
protegidas, y la participación de los actores locales en las acciones de conservación.
El tapir, también conocido como danto o danta y tixl en idoma Q’eqchi’, es el
mamífero terrestre de mayor tamaño en la región centroamericana. Es la única
especie nativa que perte- nece al Orden Perissodactyla, el mismo al que pertenecen
caballos y rinocerontes.
Comparado con algunas especies de la mega fauna de América del Sur que se
destacan –me vienen a la mente el jaguar, la anaconda, y la águila harpía- el tapir
no recibe mucho amor. Esto es una lástima. Por un lado, ellos son los animales
terrestres más grandes del continente Sudamericano: libra por libra ellos le ganan
al jaguar y a la llama. Por otro lado, juegan un papel muy significativo en su
ecosistema: ellos dispersan semillas, modifican su hábitat, y son una presa para sus
predadores. Y por otra razón, los tapires modernos son los últimos sobrevivientes
de una familia de mega fauna que merodeó por gran parte del hemisferio norte,
incluyendo América del Norte, y solamente declinó durante la extinción del
Pleistoceno. Finalmente, para cualquier persona con suficiente fortuna de haber
visto a un tapir en la naturaleza, frecuentemente tímido, uno sabe que hay algo
místico y antiguo sobre esta bestia rara.
Reubicación

Existen unas medidas generales para la conservación de una especie en peligro de


extinción. El primer paso es proteger el hábitat y declarar en reserva las zonas que
sean reducto de la especie. En el caso del fartet, se han declarado los pequeños
arroyos donde habita la especie Lugares de Interés Comunitario (LIC), dentro de la
Red Natura 2000. También hay que llevar a cabo un programa de mejora de
hábitats. En este sentido, están trabajando en la recuperación de las riberas, su
vegetación característica evitando el uso de pesticidas en las tierras colindantes.

La cría en cautividad, como se está intentando con el lince, es otra de las medidas
importantes en el proceso. Con ella, se contribuye al aumento del número de
individuos. Se debe, además, desarrollar un seguimiento adecuado para analizar la
evolución, los logros y deficiencias.

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