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S INTERDEPENDENCIAS ENTRE A SOCIEDAD INDUSTRIAL LAS NUEVAS FORMAS DE LA CREACION LITERARIA rabajos recientes de. sociologia de la cul- particular los que han tomado como pun- artida los primeros estudios de Georg Lu- an trastornado de arriba abajo la concep- dicional de las relaciones entre la vida la creaci6n artistica y literaria. Porque han ado que por lo menos en el periodo al que se en, es decir, la Europa Occidental a partir del XIII, esa creacién ha sido la trasposicién aria, a un nivel de coherencia extremada- egiado pean o, afectivi- ortamiento se orientan hacia una orga- Da ae a rela one nrernumana iones entre los hombres y la naturaleza. entras la sociologia literaria tradicional con- —como sigue haciéndolo atin una gran parte iologia universitaria contemporanea— las entre'vida social y creacion literaria a la deGnHflaeneia de la conciencia colectiva en itor que la refleja mds o menos transfigura- 'investigaciones a que me refiero y entre las 89 Z 0 que se sittian mis propios trabajos, conciben el contrarioglagvidaysocialycomowunsconjuny procesos colectivos de estructuracién orient, lo mismo en el plano psiquico queen el de Ig cién, hacia la creacién de equilibrios en las ciones entre los hombres y entre los hombres naturaleza; en el interior de esos procesos de tructuracién que se expresan en el psiquismo todos los miembros del grupo, la creacién cul y en particular la literaria tienen un estatuto p vilegiado, en la medida en que elaboran unive: que, correspondiendo a las tendencias de est: racién de las categorias mentales del grupo decir, a la conciencia de todos sus miembros presentan, sin embargo, un grado de coheren incomparablemente mas avanzado que el que canzan éstos. Situada asi en un grado muy ay. zado de esa unidad interna hacia la que tiend con mayor o menor éxito todos los miembros grupo, la creacién literaria cumple en la vida cial dos funciones esenciales : De un lado, en efecto, no tiene que refleja conciencia colectiva ni registrar simplemente. realidad sino que al crear en el plano imagina un universo cuyo contenido puede ser totalmel distinto del contenido de la conciencia colectit con una estructura que, sin embargo, esta é ny rentada o incluso es homédloga a la de ésta, te que ayudar a los hombres a tomar conciencla si mismos y de sus propias aspiraciones afecti¥ intelectuales y practicas. . De otro lado, al mismo tiempo proporcion os del grupo en el plano de lo imagina- Sfaccion quespucde y debe compensax ciones multiples Causadas porplos(€om- >y las inconsecuencias inevitables’ im- por la realidad. respecto, lajereacionjliteraria, artistica, filo- tc. cumple una funcion colectiva a la vez y muy distinta de la funcion individual aginario puesta de relieve por Freud (lap- uefios, fantasmas, etc.); andloga en la me- m que en ambos casos se @rata/de/eompensa> sdelas frustraciones que la realidad impone, aciones destinadas en el caso no patologi- itardasinserciOnyenslawidagreah; distinta dida en que las frustraciones individuales s por Freud hacen referencia al contenido 9,2 los objetos que habrian podido satis- lo, mientras que las frustraciones colectiva’s ficreacion cultural tiene que compensar sdlo -y de modo subsidiario se refieren al con- onde los deseos colectivos, y en cambio hacen fa normalmente, y siempre esencialmen- necesidad fundamental de coherencia y de dad que caracteriza a toda vida humana y M ese marco general, otro resultado importan- esos trabajos es la constatacién de una trans- icidn fundamental en la relacién entre Vida iereacion literaria a partir de la época en desarrollé la creacién para el mercado, es , practicamente, @l/eapitalismoy Para simplificar la terminologia de este estudio, de- Os a las distintas etapas histéricas de la sociedad Sta con cuatro términos que sabemos son aproxima- Pero que sin embargo podemos utilizar de forma humo- 1. Porque el grupo no tiene existencia fuera de Jos dividuos que lo componen y de las relaciones que sé ® blecen entre ellos y el mundo ambiente. 90 91 ubiera alcanzado nunca en la realidad empirica intervencién de la individualidad creadora. n embargo, esa situacién se ha modificado iblemente con la aparicién de la produccién | el mercado y de lo que voy a llamar@@8@tor fico de la vida social.’ gn efecto, en relacion a todas las demas formas vida social, ese sector posee un carécter par- lar, prefiado de consecuencias para la creacién. der alargarme sobre un problema cuyo estu- austivo exigiria mds de un volumen, men- os sdlo los dos rasgos mds importantes que terizan la@ccién del sector econdmico: tiende a convertirse, dentro de la sociedad en una estructura autonoma que sufre cada enos la influencia de los demas sectores de ocial, ejerciendo en cambio una influencia te sobre ellos) Es decir, tiende a reducir el tuto de la Concienéia)al de simple reflejo (sin lo totalmente, por supuesto) ; habiendo eliminado de su terreno y de su La creacién cultural en las sociedades pre pitalistas, y también las obras validas que se vin lan al sector econémico de las sociedades capit, listas que sigue predominando cuantitativameny, durante mucho tiempo, nos muestran una @@la@ entre socicdadly creacion cultuiralligue sigue sieng del tipo que estamos describiendo, es decir, un P ceso de estructuracién de una conciencia colectiy, en el interior del cual el creador traslada al plan del pensamiento conceptual o la creacién ima naria el conjunto categorial en vias de constity cién, Ilev4ndolo a un grado de coherencia mu avanzado mediante la elaboracién bien de un sig tema filoséfico bien de un universo imaginario seres individuales y situaciones particulares. Con ello la obra conserva un caracter a la vez colectivo e individual, siendo el grupo el uniet capaz de elaborar un conjunto categorial orientad hacia la coherencia, una visién del mundo, per sin llevarlo casi nunca, o en todo caso rara vez al nivel de coherencia que alcanza en la obra, D u 0 de siendo el individuo el tmico que puede alcanzark mamiento toda conciencia de valores trans- y expresarlo en un contenido especifico. wales (sean morales, religiosos o histéricos) En esa perspectiva, (aleultura, y mds exacta: de Bn eeesHiiE mas que el valor universal mente toda obra cultural importante, aparece como euLonomia der individuo —y eso sélo durante punto de encuentro al nivel mds elevado tanto odo liberal, transfiereslassfumciones|que}tc- la vida del grupo como de la vida indiviual, estri s valores tansindividuales/en todas las de- bando su esencia en el hecho de elevar la conciem rmas de Ja vida social a un atributo nuevo cia colectiva a un grado de unidad hacia el que s¢ 2. exclusivamente social) de los bienes he- orientaba espontaneamente pero que posiblemen ereancias + el -valor de eambio, e} precio. _ Para evitar cualquier malentendido, subrayamos que S lo econémico por la «existencia de la produccién mercado»; cualquier otro tipo de produccién, de cir- ©n y de distribucién de bienes corresponde al campo Ogico y tecnolégico. ristica sin provocar malentendidos: capitalismo naciente (an Francia, siglos xvII y XVIII), capitalismo liberal (siglo XIX), pitalismo de los monopolios y de los trusts (primera mitat del siglo xx), capitalismo de organizacién (época contemp? ranea, desde la Segunda Guerra Mundial). 92 93 reificada del mercado liberal y esa forma Jesca cuyo universo se caracteriza entre otras lo mismo que el del mercado, por la @usen= lores transindividuales manifiestos aun- Os valores estructuren, sin embargo, de for- plicita y por via de ausencia un universo puesto por dos elementos entre los que hay relacién dialéctica de comunidad y oposicién: undo degradado que ignora esos valores, y el e degradado también, pero de forma distinta, los busca de forma problematica, mediatizada onsciente. Afiadamos que, al igual que la eco- fa liberal, el universo de la novela clasica no e mas que un valor explicito: el individuo desarrollo en un mundo con el que esta empa- ido y que a la vez le es ajeno. Por ello la nove- 3 a la vez una biografia y una crénica social. Ademas, esa homologia se encuentra reforzada a analogia muy intensa entre los principales s de la historia de la economia y de la creacién tica, a saber: “entre el paso de la economia liberal a la eco- de los carteles y monopolios y la disolucién ersonaje novelesco, y entre el transito al capitalismo de organi- 6n y la aparicién del Nouveau Roman. Sélo que a esas analogias entre la estructura cambio y la estructura novelesca y entre sus rias respectivas parece corresponder una mo- eacién fundamental en la naturaleza de Ja rela- ‘entre la obra y la sociedad a la que se vincula. llamos resumir esquematicamente las caracte- leas nuevas de esa relacién en dos puntos: ) po. pomologia no pasa va a través de la com- a colectiva de un grupo cualquiera pues es 95 Ahora bien, naturalmente, la influencia gq, vez mas unilateral del sector econdédmico en Ja g ciedad global tiende, mas alla de la supresiéy toda conciencia de los valores supra-individua en el interior de la vida econdmicaf@ debilita presencia y accién de esos valores en el conj de la vida social y sobre todo a reducir su a ticidad al estatuto de la falsa conciencia, de subjetividad pura, e incluso de la charlatan Es el fendmeno de la(reificacion, descrito en ¢ versos estudios muy conocidos. Por lo demas, durante los ultimos afios ha ha do sociélogos de la literatura que han subraya la importancia de la reificacidén para comprend cierto ntimero de novelas modernas, desde Ka hasta El extranjero de Camus, La ndusea de Sart las novelas de Beckett y el Nouveau Roman co temporaneo. Se trata de trabajos sin duda inte! santes, pero que me parecen insuficientes en medida en que no plantean el problema de las et pas de la reificacién y de su influencia diferenci en el proceso de creacién literaria, y sobre tod por cuanto no ven que lejos de empezar sdlo ent siglo xx, lAjreificacion|haltenide repercusiones la creacién literaria desde el] principio del cap distioweomercial ; por supuesto, fepercusiones principio localizadas y parciales dagmasumpo te de las cuales fue probablemente la aparicion la vida literaria de un género nuevo destinad tener un porvenir ilustre, el género novelesco mas exactamente, la novela de héroe problema En una obra reciente‘ intenté sefialar la ex! tencia de una homologia rigurosa entre la est 4. Pour une sociologie du roman, op. cit. 94 oe ho economia que hace también implicitos en opio terreno todos los valores transindividua- a obra ya no representa, como ocurria tes, el punto de encuentro entre la conciencia jn, a, ple consecuencia vidual y la conciencia colectiva en el punto nf ral de ese fendmeno. Teniendo la economia elevado alcanzado por cada una de ellas, sino x lencia a suprimir toda conciencia de valores el contrario una relaci6n mucho mas compleja a-individuales y a hacer la accion de éstos im- dialéctica. El universo de la novela clasica, en efe ita y mediatizada por el valor de cambio, no to, tiene una estructura relativamente homé6] f ya actuar sobre la creacién literaria por me- a la que rige el universo de la vida cotidiana q e una conciencia colectiva que tiende precisa- los hombres en el sector econdmico, tematicame te a suprimir. Lo cual nos vuelve a conducir te dominado también por el tnico valor manifie to de partida y nos permite cerrar el circulo y universal de la economia liberal: dando que la ausencia de estructura homélo- Pero a partir d Ja de cambio en la conciencia colectiva y tam- esa base comun, la evolucién de la obra y la de 1 la ausencia de valores supra-individuales ex- sociedad se desarrollan en direcciones divergen os y manifiestos en el universo novelesco, ex- yen la presencia de un héroe positivo.* , O, par I En realidad, si nos referimos al conjunto de la histo- literaria, el fendmeno es mucho mas complejo. Hay tam- un género novelesco que corresponde a los valores ex- is de la conciencia burguesa pero que en conjunto mecidé al nivel de la subliteratura, siendo la tinica ex- sin importante algunas obras novelescas de la primera d del siglo x1x entre las que se encuentran las de Eugé- jue, Victor Hugo, y sobre todo Balzac. Al respecto, en mi obra (Pour une sociologie du roman, op. cit.) emiti Otesis de que la obra de Balzac «pudiera constituir la a gran expresién literaria del universo estructurado por alores conscientes de la burguesia: individualismo, sed Moder, dinero, erotismo, que triunfan sobre los antiguos es feudales.... En esta perspectiva, observaba que de tar exacta la hipétesis, podriamos vincularla al hecho la obra de Balzac se sittia precisamente en una época i¢ el individualismo, en si ahistérico, estructuraba la cia de esa burguesia que construia una nueva so- menos, de la no aceptacion del mismo. El resultado de esas dos modificaciones com plementarias en la relacidn entre la sociedad y le creacién novelesca se expresa, entre otras cosas en el hecho de que la novela cldsica no comport un héroe positivo; ° esto se explica facilmente 4 la medida en que tal héroe debia encarnar precisa mente los valores explicitos que regian el univers de la obra, mientras que en el caso de la como acabamos de decir, esos’ 5S t Osa que a su vez se explica por la ligazon 5. Entendemos por héroe positivo un personaje qué en el universo de la obra, encarna conscientemente en pensamiento y actos los valores que rigen ese universo. TA les son por ejemplo Don Rodrigo, Horacio, Andrémaca, J nie, etc. 96 Sobre Ja naturaleza de la accién (que no pasa por el es- de la conciencia colectiva) de la estructura del inter- Ibio sobre la estructura novelesca, formulé la hipdtesis accion conjunta de cuatro factores: oF Por tanto, la ausencia de héroe positivo es expresién mas elocuente del caracter a la vez lista y critico de la novela clasica, y ello no ey o cual caso particular, sino en tanto que géne literario. Como no puedo desarrollar lo bastg esta idea en el marco de este estudio, me voy limitar a constatar que permite comprender y qué, si en las sO¢iedades precapitalistas la Cult y en particular las obras literarias, podian e vinculadas a un grupo opositor e incluso revoly nario y tomar asi una actitud negativa en rela aslaysociedad (caso por ejemplo de la tragedia Ya Francia del siglo xvi11), sin embargo, nun eran expresion de una oposicién entre el individ po social al que estaban vinculadas. Fue aparicién y desarrollo del intercambio y del ro literario correspondiente, @jHevelaldelhé- lem~aAtico, cuando aparecié por primera vez forma literaria que por su propia natu- a es expresién de una oposicién entre el indi- eador y el grupo social en que se elaboran gorias que estructuran su obra. on todo, en Ja novela clasica esa ruptura, aun Jo esencial y profunda, no era aun total {Sub- m valor fundamental reconocido y aceptado ) por la vida econémica como por el universo sco, (Elvalor del individuo, y la oposicién baba en la constatacion realista del novelista le esta sociedad que propugna la autonomia y @) a partir del comportamicntoyeconomicolyidela rrollo del ind ividuo los niega, Su embargo, tencia del valor de cambio; nace" en-el~pensamiento= ‘practica debido al proceso de reificacién y nail Tarcategoria dela med icter convencional, engafioso e inhumano de cioneylatendencia“a-pesarelacceso de todos los valo ructuras sociales. desde el Angulo de esa categoria; 4 a 5 iene b) la subsistencia en esa sociedad de cierto nimei hora bien, esa relacién nueva y antagonica individuos problematicos cuyo pensamiento y comportaml er el universo de la obra literaria y el grupo to permanecen dominados por valores cualitativos aun ira acentudndose en la historia de la litera- no puedan sustraerlos enteramente a la accién general dé 2 i ‘ mediacién degradante; es el caso, en particular, de los & cidental yen la misma medida de esa acen- dores; d On y de la importancia creciente del sector ¢) el desarrollo de un descontento afectivo no ¢9 Jmico en la sociedad global, tendra tendencia tualizado y de una aspiracién afectiva al objetivo dire Me los valores cualitativos bien en el conjunto de la soci erar el marco de la creacién novelesca y ex- bien, tal vez, sdlo entre Be capas medias donde se rec! d se a otros terrenos de la vida cultural, e : ee ees ones rica de los valores del ee conunto ae = oes og a vidualismo liberal vinculados a la propia existencia del 3 mer gitoecisivo en ese proceso se sittia cado competitivo, que, sin ser transindividuales, tienen speras de la PrimeralGuerra Mundiad. embargo.unalcance universal; a Tae n el plaO\eCOndmico, es la época del paso cua- 0, en el proceso de concentracién de capita- © la economia liberal a la de los carteles, mo- sy trusts, con su corolario, la supresién del » valor umiversal de la economia liberal: la la sociedad burguesa, estan en ién con las 4 d tantes limitaciones que pone esa sociedad a las posibilit de desarrollo de los individuos. x Para un tratamiento mas extenso del tema, cfr. mi Pour une sociologie du roman, op. cit., p. 31-35. 98 0 9 provisional (los marxistas llamaban a eso is del capitalismo) se encontraba en la base alestar y sentimiento de angustia que carac- aban a las dos grandes creaciones culturales época, la filosofia existencialista y la novela disolucién del personaje, pero que por supues- iriamos encontrar también en muchos otros os. ualmente, ese periodo esta definitivamente do y ha dado paso a un equilibrio dind4mico ativamente estable, y las superestructuras cul- del periodo anterior también estén siendo radas, aunque haya atin grandes manifestacio- terarias vinculadas a aquél. (Baste pensar escritos de Beckett y de Nathalie Sarraute ; ealidad, todo socidlogo sabe que las creaciones ales sobreviven mds o menos tiempo a las idades socio-econémicas en cuyo seno se desa- on.) En el plano filoséfico, el existencialismo ado también a la historia. La angustia ha parecido incluso de las ultimas obras de Hei- ger y la filosofia dominante de la época contem- nea parece vincularse a un racionalismo que ste mucho menos en la autonomia del individuo en la permanencia de las estructuras. El éxito lingiiistica estructuralista resulta de lo mas omatico: estamos ante un fendmeno cultural :ol6gico que supera con mucho el incontestable rés cientifico y metodolégico que presenta el irrollo de esta ciencia. e igual modo, en el plano literario, el Nouveau aan, por lo menos en su primer periodo, empe- entando un universo en que el hombre esta letamente subordinado a las cosas y analizan- la estructura y engranajes de ese universo con 103 muerte. En cuanto a la novela de héroe proble tico, que desde el principio habia sido la for 5 literaria de la ausencia de los valores supra-ing viduales y de la insuficiencia del universo indiy dualista en el que la persona no podia basarse ¢ la aceptacién consciente de tales valores, contin ahora en una forma mucho més radical, la de ausencia y disolucién totales y del sentimiento g angustia, que la emparentan con la filosofia ext tencialista. (Resulta extremadamente caracterist co el caso de Sartre que es en esa época a la ye el filésofo y el escritor de tal perspectiva.) El fin de la guerra de 1939-1945 marca un mu vo giro en la historia del capitalismo occidenta giro que los socidlogos, sea la que sea su orient; cién, han constatado designando a la sociedad con tempordnea con toda una serie de términos esp cificos destinados a sefialar esa transformacién sociedad de masas, sociedad de consumo, capit: lismo de organizacién. i Hay cambios notables en comparacidn con é periodo del capitalismo de los trusts y los mono polios, y cambios que sin duda tienen importante repercusiones culturales. Ante todo, el perfodo que va de 1910 a 1947. 1948 estuvo marcado por unos equilibrios econém cos. extremadamente labiles y constantemente amé nazados. La sociedad capitalista sélo pudo man nerse a través de eensiderables sacudidas nacié nales e internacionales (dos guerras mundiales, revolucién rusa, el fracaso de varias revoluciones en Europa, el fascismo, el hitlerismo, la crisis d 1929-1933, la guerra de Espafia). Ese caracter labil de un equilibrio constante mente destruido y constantemente restablecido 102 Imente, en fecha reciente la problematica veau Roman ha penetrado en el cine y en- nos varias peliculas con idéntico cardcter, cular El desprecio, de Godard, Muriel de , El afio pasado en Marienbad de Resnais y bbe-Grillet, La inmortal de Robbe-Grillet* nos que en la pintura el desarrollo a partir cipios de siglo de la pintura no figurativa, | desaparicién del hombre y de su universo ar, son indudablemente fendmenos ligados que acabamos de describir, y que probable- n estudio mas profundo podria distinguir sn ahi etapas andlogas. do ese conjunto de creaciones se sitia a entender en el interior de un proceso de zaciOn que empezo con la novela de héroe tico, continud con la filosofia existencia- a novela de la disolucién del personaje y de undo descompuesto y agonizante, para cul- ‘con la reaparicién de un universo estable librado, pero rigurosamente a-humano. -el plano estructural, esta vez la ruptura es il. Ya no se sittia solo en el plano de los valo- no en el del lenguaje. /ereo que nos hallemos esta vez ante el fend- corriente de un estilo nuevo, dificil de com- r al principio y que requiere cierto tiempo cerse accesible al lector; en la pintura abs- en los libros de Beckett, de Genet o de Gom- , en las novelas de Robbe-Grillet 0 de Clau- ier, la dificultad de comprensién es compara- bien a la que experimentaron los hombres de Adamov, el de Beckett, y también dos obrag las mas notables del teatro moderno, El Bale de Genet, y El Matrimonio, de Gombrowicz transportan a lo imaginario toda la experiencia: térica de los ultimos cuarenta afios, para aca] en un universo cerrado de pesadilla y de ausey de comunicacién. Al mismo tiempo, en el plano de la creag novelesca, ha aparecido lo que se suele J]; Nouveau Roman, que describe un universo pe tamente estructurado, equilibrado y auténome el que sin embargo lo humano deformado y e gido queda totalmente dominado y, en el lim borrado por los objetos inertes, que ocupan ah el primer plano y vienen a ser los auténticos mentos activos de ese universo. 5 Al analizar globalmente las novelas y los fi de Robbe-Grillet pude mostrar hasta qué pu cada una de sus obras tiene como tema una las leyes estructurales fundamentales o uno los rasgos fundamentales de las sociedades ind triales contemporaneas de Occidente ysu con’ cién a la destruccién del hombre.’ 7. Les Gommes describe un proceso de autorreg interna que conduce al asesinato diario de un ciudadano; Voyeur, la pasividad general de los hombres que permit integracién natural del asesinato en el universo de la no La jalousie, la reificacién total de las realidades humaw la asimilacién de lo humano a los objetos; L’année de @ Marienbad, la inversion de la estructura del tiempo, el de que el pasado estd determinado por el porvenir, lo qi rresponde a una transformacién del plano econdémico ef sociedad en la que aparecen la planificacién y Ja ausencia tal de esperanza; L'Immortelle, el conflicto entre el m y lo imaginario, y la imposibilidad de conciliarlos. t Ver andlisis mds detallados en L. Goldmann, Pour ciologie du roman, Gallimard, 1964; y el articulo de Olivier y L. Goldmann en «France Observateur», 751, 24 106 _Cfr. Annie Goldmann: Cinéma et société moderne, Ed. Dos, 1971. 107 ymbrados a ver el sol girando en torno a la cuando de repente se enteraron de que ocu- odo lo contrario. Aquel mensaje fue al cabo s constitutivos de una conciencia colectiva ora. Tenemos por un lado las familias com- por individuos cuyas funciones decisorias a desaparecer, que se convierten cada vez mn simples ejecutores, y cuya actividad psiqui- ‘completamente estructurada por lo mismo ‘consumo. Tenemos de otro lado la sociedad , y en particular el estado. Y entre ambos 2a progresivamente un vacio que no deja sub- ‘mas que a los grupos de presién destinados lar sobre el estado para procurar a sus miem- un nivel de vida cada vez mejor. El peligro esenta esta evolucién para la creacién cultu- ; evidente. De un lado hay sin duda una ele- n del nivel de conocimientos, un consumo o de informaciones y de obras de imagina- 1 libro de bolsillo tiende a asimilar incluso eratura en los mass-media); de otro lado se if creacion literaria obra de individuos inte- ! S sin duda en la vida practica, y que frecuen- | ate llevan vida cOmoda, pero cada vez mas inales y aislados en tanto que creadores en o de una sociedad que cada vez les ofrece S suelo nutritivo capaz de fertilizar y favore- | creacién. Por supuesto, no estamos en con- s de realizar prondsticos, sobre todo tenien- cuenta que el porvenir de la creacién cultural de en primer lugar de la evolucién econémica al de esas sociedades, y en ese terreno no todo ecidido. Sin embargo, para acabar este estu- Onstatemos que la crisis de la literatura oc- contempordnea de vanguardia es grave, 109 asimilado, y los hombres de hoy aceptan lay cientifica, pero no por ello deja de ser clea su conciencia esta escindida en ese punto a sectores distintos, el de la vida cotidiana a la tierra es inmévil y el sol gira en el cielo y ell saben verdadero. Es un poco la situacién qual a en literatura con las obras de Ionesco, que los pectadores han asimilado ya mds o menos y comprenden en el momento de verlas en esce pero sin pensar con frecuencia seriamente el espectaculo pueda guardar relacién ninguna, su vida de cada dia. Y, sin embargo, todas demas obras que acabo de citar no son todaviq milables, a falta de un cddigo que permita al le o al espectador conocer su contenido intelect Si entre ellas hay obras que tienen cierto é como El Balcén, 0 Muriel, ello se debe en prit lugar a razones puramente afectivas, sin que s ninguna comprensidén intelectual de los cont dos. La ausencia total de responsabilidad del h bre en la sociedad tecnocrética moderna cre efecto todavia en muchos individuos un male: afectivo que constituye como un trasfondo de existencia y en definitiva es una de las formas integracién en esa sociedad. Tal malestar no ceptualizado es lo que los lectores y espectado creen hallar en los films de Resnais y en cier escritos cuyo contenido asimilan mal. Llego asi al problema de las perspectivas ras. Me parece cierto que la sociedad occidet moderna, lla4mesela como se la Ilame, esta crea una estructura social capaz de integrar a la ma} parte de sus miembros disolviendo los grupos termedios activos que eran en la sociedad cap lista occidental de los periodos anteriores los 108 y que los escritores dificilmente Hegan a tenerse en el tablon cada vez mas escueto que g les deja la sociedad contemporanea y empieza a orientarse hacia el romanticismo y la litera; de evasién. Fe La novela era un género clasico. Actualme en Francia tenemos no sélo un novelista roméant y consagrado, bienpensante, como Montherla sino también una importante novelista de vangy dia, Marguerite Duras, cuya obra tiene un cardet totalmente romantico. A partir de El rinocero Ionesco sustituye la critica radical por un mora mo moralizador y casi didactico, Sartre y Robl Grillet terminan su ultima obra de ficcién con: suicidio. En La inmortal, Robbe-Grillet plantea problema de la opcién entre el mundo y lo ime nario, la evasion y el romanticismo. Esto nos in ca hasta qué punto ha llegado a una crisis decis esa gran tradicion de la literatura realista y d sica desarrollada primero sobre el trasfondo d humanismo antiguo, luego sobre el cristiano, so el burgués y laico mas tarde. / Esa crisis habia sido prevista por los grand pensadores del socialismo, que esperaban pod oponer a ella una cultura humanista vinculada desarrollo del proletariado revolucionario ; en ultimo punto la evolucién de las sociedades o€ dentales les ha infligido un cruel mentis: el P letariado ha acabado por integrarse mas o men en las sociedades capitalistas que, tras un lat periodo de crisis, han conseguido hallar un equ! brio relativamente estable y cuyo auge econd alcanza hoy un ritmo y un nivel excepcionales. el plano social, sin embargo, las sociedades te craticas que estan constituyéndose como corolat 110 evolucién, compuestas por una estrecha de dirigentes que toma casi todas las deci- s de cierta importancia y una masa de ejecu- -administrados a los que se llega a asegurar jora constante del nivel de vida y un consu- ecientes, pero que participan cada vez menos ente en la vida social, politica y cultural. ello, tal como habian previsto Marx y los cos marxistas posteriores, esas sociedades jituyen una amenaza considerable y tal vez al para el humanismo y para la creacién. 11)

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