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Posesión de buena fe y rescisión:

Virtualidad de un conflicto*

Sergio Oquendo Heraud


Alumno de 90 Ciclo de la PUCo Jefe de prácticas del
curso de Derechos Reales

El presente trabajo pretende esclarecer un virtual 1. POSESION DE BUENA FE.-


conflicto entre dos instituciones civiles -posesión de
buena fe y rescisión- sobre todo respecto de la com- Como ejercicio de hecho de uno o más poderes
praventa de bien ajeno. Nos referimos, específica- inherentes a la propiedad, la posesión puede ser legí-
mente, a la percepción de frutos. tima o ilegítima. Grosso modo podemos decir que la
primera es la que se ajusta a derecho, en tanto que la
Las instituciones de los derechos reales tienen segunda es la que se ejerce sin título alguno o cuan-
gran relevancia en el mundo jurídico, al punto que do éste ha fenecido (art. 911 C.C.); así como la ejerci-
casi todos nuestros actos están vinculados finalmente da sin derecho. Esto es que se puede tener título
a entregar o recibir bienes en propiedad, posesión o válido pero ser poseedor ilegítimo, por el hecho de
uso. En el ámbito del derecho obligacional la situa- haberse obtenido la posesión de quien no tenía dere-
ción no es distinta; por el contrario, gran cantidad de cho a enajenar (hipótesis no contemplada en el arto
figuras contractuales tienen algún derecho real subya- 911 de nuestro Código Sustantivo, pero sí, por ejem-
cente. plo, en el arto 2355 del Código de Vélez Sarsfield)'.

Es así que en el derecho contractual se presen- Nos vemos obligados, en este extremo, a hacer
tan determinadas instituciones reales -como la pose- una observación. El artículo 911 de nuestro Código
sión de buena fe- que no se circunscriben a su terre- define la "posesión precaria", cuando lo que alude es
no particular; sino que tienen preminencia y total vigor a la posesión ilegítima. Como sostiene Jorge Aven-
en cualquier punto del horizonte jurídico. daño, el concepto de poseedor precario no tiene cabi-
da en los regímenes posesorios inspirados en la doc-
Empezaremos este artículo precisando los ci- trina de Rudolf von Ihering; puesto que la posesión
mientos conceptuales que están a la base de nuestro precaria parecería referirse a la inmediata. Y en este
razonamiento jurídico, para que, a partir de a!lí, arri- tipo de regímenes posesorios, el poseedor inmediato
bemos juntos al edificio de la conclusión propuesta. -temporal en virtud de un título- es verdadero posee-

Usamos la voz "virtual" en su tercera acepción, esto es, "que tiene existencia aparente y no real"
(Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, vigésima edición, Madrid, 1984.).

El párrafo que nos interesa del arto 2355 del C.C. Argentino dice que "la posesión será legítima, cuando sea el ejercicio de
un derecho real, constituído en conformidad a las disposiciones de este Código. Ilegítima, cuando se tenga sin titulo, o por
un título nulo, o fuere adquirida por un modo insuficiente para adquirir derechos reales, o cuando se adquiera del que no
tenía derecho a poseer la cosa, o no lo tenía para transmitirla." (El subrayado es nuestro). (Código Civil de la República
Argentina, Az Editora. Ss. As., 12a. edición. 1988).

A pesar que nuestro Código no ha acogido la hipótesis subrayada por nosotros en el texto del articulo del Código transcrito,
para Jorge Avendaño una correcta interpretación del arto 906 del C.C., que nos informa acerca de la posesión ilegítima de
buena fe y en el que se habla del "vicio que invalida su titulo", nos permitiría admitir como causal de ilegitimidad de la
posesión no sólo el vicio formal, sino también la falta de derecho del adquirente a la posesión (ver "Thémis", Núm. 4, 2da.
época, 1986, p. 60).

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dar; a diferencia de lo que ocurre en aquellos que ajenos. Ello pues, no transfiere derecho de propiedad
siguen la teoría animista de Savigny. En suma, no alguno con el contrato de compraventa; sólo genera
puede haber precariedad a este respecto, sino ilegiti- las recíprocas obligaciones de transferir la propiedad
midad 2 • del bien (vendedor) y de pagar un precio en dinero
(comprador).
Volvamos a la posesión ilegítima o "injusta" como
la denomina Manuel Albaladejo. Esta puede ser de No es nuestro propósito aquí tomar partido por la
buena o mala fe 3 • Es de buena fe cuando el posee- posición que sostiene que, para que exista compra-
dor cree equivocadamente en su legitimidad, por ig- venta de bien ajeno, el comprador debe desconocer
norancia o error de hecho o de derecho sobre el vicio siempre la ajenidad del bien; como tampoco por la
que invalida su trtulo (art. 906 C.C.). Finalmente, la que afirma que basta que una de las partes la desco-
ley premia la buena fe: el poseedor de buena fe hace nozca. Lo cierto es que, sea como fuere, nos referi-
suyo los frutos que produzca el bien poseído, como mos únicamente al caso en que el comprador ignora
nos lo informa el artículo 908 del Código peruano. por completo el carácter ajeno del bien que le fUe
vendido.
2. LA RESCISION.-
Como resultará evidente, el comprador de un
La rescisión es una forma de ineficacia judicial bien ajeno (es decir, que no es dei vendedor) que
del acto jurídico plurilateral que consiste en dejar sin efectivamente lo recibe sin que el vendedor haya
efecto un contrato por causal existente, o anterior, al adquirido previamente la propiedad, es un poseedor
momento de celebrarlo (art. 1370 C.C.). La rescisión ilegítimo; pues ha adquirido un derecho de quien no
tiene efectos ex tune, es decir, opera retroactivamente tenía facultades para otorgarlo (en este caso, la pose-
desde !a celebración del contrato (art. 1372 C.C.). sión). No será un 'poseedor precario' pero si uno
ilegítimo, a pesar de contar con un título perfectamen-
Los efectos de esta ineficacia, asimismo, no fun- te válido, entendiéndose por "título", para estos efec-
cionan respecto de los derechos adquiridos por terce- tos, el negocio jurídico del cual se deriva una situa-
ros de buena fe, para quienes la rescisión no altera ción fáctica de posesión.
en modo alguno el vigor legal de los mismos (salvo,
claro está, que el tercero civil de buena fe del arto De lo dicho se sigue, en suma, que aquel com-
1372 pretenda oponer su derecho a un tercero regis- prador que nos interesa es el que reúne los requisitos
tral). para ser poseedor (ilegítimo) de buena fe.

La rescisión es un remedio autónomo que confie- 4. RESCISION DE LA COMPRAVENTA DE BIEN


re la ley para deshacer el vínculo originado a raíz de AJENO.-
un contrato viciado. Sin embargo, las causas de
Sólo si el comprador ignoraba la ajenidad del
rescindibilidad no son las de nulidad o anulabilidad,
bien al momento de celebrar el contrato, está legal-
sino las que taxativamente señale la ley (como es el
mente facultado para solicitar la rescisión del mismo
caso de compraventa de bien ajeno, que veremos
(Art. 1539 CC).
luego). De otro lado, la rescisión requiere ser decla-
rada judicialmente, y la sentencia rescisoria tiene Debe entenderse a la facultad que se le otorga al
efectos retroactivos 4 • comprador ignorante como una suerte de derecho
excepcional. Analicemos esta afirmación.
3. COMPRAVENTA DE BIEN AJENO.-
(a) El caso del error.- Para un sector de la Doctri-
Gracias a haber acogido nuestro Código Sustan- na, lo que debería corresponder en rigor no es una
tivo a la compraventa como un contrato de eficacia acción rescisoria, sino una de anulabilidad por error5•
obligacional - 'traslativo de dominio' como equívoca- En la compraventa de bien ajeno existiría error diri-
mente se lo califica también en Doctrina- se admite mente o error vicio, pues aquí lo que ocurre es que la
legalmente la posibilidad de contratar sobre bienes voluntad real del comprador es "producto de una de-

2. Con relación a este punto ver Avendaño, Jorge, "La Posesión Ilegítima o Precaria". "Thémis", Núm. 4, 2da época, t 986, p.
62.

3. Aunque para Raymundo Salva! sea imposible, podría existir posesión legítima de mala fe; aunque, en este caso, es exacto
que la creencia del poseedor en su presunta ilegitimidad no tendría relevancia jurídica alguna, como sostiene Albaladejo.
(Materiales de Enseñanza de Derechos Reales, P.U.C.P. marzo de 1989).

4. Rescisión y Resolución. Exposición de Motivos del Código Civil Peruano de 1984. Diario Oficial "El Peruano", sábado 8 de
abril de 1989.

5. En tal sentido se pronuncia Puig Brutau, para quien el problema debe resolverse de conformidad con las normas sobre error
(ver Fundamentos de Derecho Civil, tomo 11, vol. 11, pp. 147-148).

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formación de la realidad, proveniente de un descono- cialmente injusto para una de las partes. En el caso
cimiento (ignorancia) o de un conocimiento defectuo- de la compraventa de bien ajeno este perjuicio sería
so de las cosas, ¡as personas o el derecho, o de la la posibilidad de incumplimiento del vendedor.
representación mental de una falsa realidad que ha
sido determinante de la voluntad''6. Ello no obstante, no existe, en estricto, un verda-
dero perjuicio -lIamémosle "jurídico"- como' afirma
Ello no obstante. el artículo 1539 e.c. da la facul- Mosqueira; habida cuenta que la carencia de la pro-
tad al comprador de solicitar ia rescisión (ei vendedor piedad del bien vendido al momento de celebrar el
sí podría pedir la anulabilidad por error, pero sólo en contrato no afecta ni su validez, ni la posibilidad del
el caso de haber ignorado también la ajenidad (suya) cumplimientc de la obligación de! vendedor.
de ia cosa). La ratio de la norma estaría, entonces, En efecto, en el caso de bienes muebles, siem-
en la preferencia legal de darle esta posibilidad al pre es posible que el vendedor adquiera el bien vendi-
comprador para que asi pueda solicitar no sólo la do y cumpla con la transferencia d8rtro del lapso
restitución del precio. sino la indemnización por los existente entre la celebración (íel contralo y ia entreg3
daños y perjuicios efectivamente sufridos (art. 1541 de la cosa. Y er: si ca:;o de inmuebles, en donde
ce.l. Como se sabe, la anulación del acto jurídico bJ.sta el consentimi("nto para que en virtud de la ley
por error no da lug3r él inciemn,zación entre las partes
opere la tranferp:lcia dominia:, dicha tr2.nsferenci" no
(así nos lo informa el articulo 207 e.e j. se producirá; pero lo único afectado será el efecto
transrnisivo dado a la obligación del vendedor. En
El \i'::¡ndedor de buena fe, en cambio, sólo podría este supuesto, sin embargo, nada obsta para que el
accionar la anulabilidad, pero no la rescisión contrac· vendedor adqlJiem el bien vencido antes que el com-
tual. Esta solamente corresponde ai comprador d .. prador docida twminar el oontrato, con lo cual la pro··
buena fe y es consecuencia, para esta posición, d8 ~a
piedad pasaría al comprador.
garantía dI? e,lcción' que pesa sobre el mismo. En
suma, la diferencia en el tratamiento enlre vendedor y' Ahora bien, vistos estos argumentos, MosqUG!r,1
comprndor está en la garantía de evicción, como sos- cuestiona la opción legislativa por ¡a rescisión al afir-
tiene Wayar'- mar que, en todo caso, este supuesto perjuicio para eí
comprador no es contemporc1i1eo a la celebración del
(b) El caso de la resolución.- Esta es ia posÍ(:íón contrato, sino posterior: por lo que resulta improce-
de! Dr. Edgaído Mosqueira, quien en t;n inteligente dente la acción resciSOria. Ello pues, la no adquisi-
anículo publicado en "Thémis"9 rebate la posición ano ción de la cosa por parte dei comprador se produce
terior. recién en el momento en que éste eXIja el cumpli-
miento y el vendedor no lo haga. La causa del perjui-
Según este criterio, tanto la anl¡iabilidad por error cio, entonces, consiste en que el vendedor no haya
como la rescisión son absolutamente improcedentes llegado a adquirir la propiedad del bien ajeno al mo-
con relación a la compraventa de bi8n ajeno. Res- mento en que fue exigido para el cumplimiento de su
pecto de la anuiabilidad, MosquAira sostiene que la obligación y no haya podido, en consecuencia, reali-
pertenencia de una cosa a cierta persona no puede zar la transferencia de dominio.
ser reputada como un atributo especiol de la cosa o la
persona; puesto que tal propiedad no la diferencia de Ergo, la causa es sobreviniente al contrato, por lo
las otras cosas o personas de la misma especie. La que lo procedente sería una acción resolutoria por
titularidad, en suma, no sería más que una mera incumplimiento (arts. 1428 Ó 1429 del C.C.)".
relación jurídica entre la persona y la cosa'O.
Si bien adscribimos la posición reseñada, consi-
En cuanto a la acción rescisoria, Mosqueira em- deramos que si bien no existe un perjuicio "jurídico",
pieza definiendo a la rescisión como la acción ten- si existe uno !lamémosle "material". Y por ello nos
diente a dejar sin efecto un contrato válidamente cele- parece rescatable la opinión de Wayar respecto de la
brado que, sin embargo, produce un perjuicio espe- garantía de evicción.

6. BETTY, Emilio, citado por LOHMANN L de T., J. Guillermo; El Negocio Jurídico, Ed. Librería Studium, Lima, 1986.

7. Entendida la evicción latu sensu: no sólo la privación real del derecho de propiedad por resolución judicial firme, sino
también la mera amenaza.
8. WAYAR, Ernesto, Compraventa y Permuta, Bs. As., 1984, p. 215.

9. MOSQUEIRA, Edgardo, La Venta del Bien Ajeno en el Código Civil Peruano. En "Thémis", Núm. 8, 2da época, 1987, Lima.
p.p. 74-81.

10. Ibid. p.p. 75-76.

11. Para mayor profundización en la tesis de Mosqueira anotada ver Ibid. p. 78 Y ss.

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Hechas estas precisiones. nos interesa pues re- íurídicamente oponible por parte del comprador en el
saltar la característica excepcional del 'derecho' otor- caso de no existir registros públicos en tal localidad, o
gado al comprador ignorante de la ajenidad del bien; que existiendo, el bien no esté efectivamente matricu-
es decir, al comprador de buena fe. La hipótesis de lado. De no ocurrir esto y de estar inscrito el bien,
nuestro trabajo, como ya se habrá observado, es que operaría con plena vigencia la presunción jure et de
a pesar de no haber obtenido el vendedor la propie- jure del art. 2012; por consiguiente, si todos conoce-
dad del bien ajeno vendido, lo entregue al comprador; mos el contenido de las inscripciones, es imposible
con lo cual éste resulta ser un poseedor ilegítimo de que se alegue su desconocimiento y, por tanto, la
buena fe. ignorancia da la ajenidad del bien de parte del com-
prador (o. según algunos, la existencia misma de la
5. BIENES MUEBLES, INMUEBLES E INSCRIP- compraventa de bien ajeno. Recuérdese cuando
CION.- comentábamos la posición por la que sólo se acepta
la existencia de este tipo de compraventa cuando el
La ignorancia del comprador sólo podría ocurrir comprador desconoce la ajenidad, sin que importe
con relación a bienes muebles no inscribibles o, muy cuál es la creencia del vendedor).
eventualmente, a bienes inscribibles -muebles o in-
muebles- no inscritos. 6. EL POSEEDOR DE BUENA FE EN LA RESCI-
SION DE LA COMPRAVENTA DE BIEN AJENO:
En el caso de los muebles, la acción rescisoria VIRTUALIDAD DE UN CONFLlCTO.-
que establece e! articulo 1539 del C.C. entraría en un Como viéramos oportunamente, la rescisión ope-
Virtual conflicto con el artículo 948, que nos informa ra retroactivamente. De otro lado, el comprador que
acerca de !a adquisición a non domino realizada a recibe e! bien sin que el vendedor haya obtenido
instancia", de un enajente no propietario ("depositario previamente su propiedad es un poseedor de buena
infie!''). En tal supuesto, no prosperaría una eventual fe (siempre que desconozca la ajenídad, claro está);
acción reivindicatoria de parte del verdadero propieta- y, en tal virtud, hace suyo los frutos, He aquí el
rio, salvo que se !tatase de bienes perdidos o adquiri- conf!icto aparente.
dos con infracción de ia ley penal.
Por efecto de ia rescisión de la figura contractual
Ciertamente, el arto 948 estaría dándole efectos comentada, las partes no sólo deben restituirse recí-
de una compraventa simple a la de bien mobiliario procamente las prestaciones, esto es, volver las co-
ajeno; la compraventa, en suma, ya estaría consuma- sas a! estado anterior a la contratación; sino -para
da: al haberse producido transferencia de propiedad, algunos- el comprador deberá clevoiver los ¡rutos per-
el bien ya no podría ser reivindicado por quien dejó de cibidos.
ser su dueño. Ello haría prácticamente inútil la acción
Consideramos que el caso de los frutos fur¡ciona
rescisoria.
corno una excepción a la retroactividad general que
consagra la rescisión. En primer término, porque al
La solución del impasse, sin embargo. está más
ser nuestro comprador un poseedor de buena fe hace
en la apariencia de éste que en su realidad; en puri-
suyo los frutos, por expreso mandato dnl articulo 908,
dad de verdad, no existe problema alguno. Ei arto 948
cuya vigencia no se ve enervada por la rescisión.
no constituye norma imperativa; prescribe tan sólo un
Ciaro está, mientras se mantuviera el comprador en
derecho al que se puede renunciar y pedir, en conse-
estado de ignornncia; pues. caso contrario, dejaría de
cuencia, la rescisión dei 1539, Las razones de dicha
estar amparado por la buena fe, ahora inexistente. La
renuncia al ejercicio del derecho preceptuado son
pérdida de esta caiidad podría acaecer, por ejemplo,
extrajurídicas y pueden fundarse en criterios pura-
desde la recepción de la carta notarial enviada por el
mente axiológicos o éticos, pero no por ello deben
legítimo propietario, o desde la notificación con la
estar desamparadas jurídicamente. Después de todo,
demanda de una eventual acción reivindicatoria.
el fundamento del arto 948 está por el lado de la
presunción de propiedad que acarrea la posesión de Pero este fundamento, suficiente por sí mismo,
bienes mueblas, en la imposibilidad de separar en no es el único atendible. Como viéramos en su
ellos lo posesorio del petitorio, asi como de dar segu- momento, ia rescisión a la que faculta el 1539 es un
rid8.d jurídica al tráfico'2; y no en criteríos de justicia. dElrecil0 excepcional; y, er< tal sentido, sería un des-
propósito pensm que la ley esté ctorgando un dere-
El segundo caso es el de los muebles registra- cho que Peva en su seno el nootivo de su impracticabi-
bies e inmuebles. Sólo podría presentarse ignorancia lidad.

12. Cosa que se logra de manera relativa En efecto, al contemplar el artículo 948 las excepciones de los bienes perdidos y los
robados, configuran una adquisición a non domino imperfecta, a diferencia de la del artículo 1542, que sí seria un seguro
perfecto para el adquirente. Esta "imperfección" del 948 incentiva transacclof:es ineficientes pues, al mantener subsistente
un riesgo importante sobre el bien, su precio disminuirá Al no eliminarse el riesgo por completo, la aversión a éste que
proíesan los individuos genera un;:¡ externalidad que redunda en un nivel de inefiCiencia en el mercado.

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Efectivamente, tal hipótesis se verificaría en el De otro lado, concebir que el comprador debe
supuesto que el comprador-poseedor haya percibido devolver los frutos al propietario, los que luego le
frutos por una suma considerable y que no pudiese serían resarcidos a aquél por el vendedor vía indem-
ejercitar luego su derecho, al enterarse de la aje ni- nización, es una solución alambicada. En todo caso,
dad, por no disponer de la cantidad necesaria para será el vendedor quien deberá indemnizar al verdade-
resarcir el valor de los frutos consumidos. ro propietario por todos los perjuicios ocasionados
(además, claro está, de al comprador); dentro de los
Un tercer argumento en abono de nuestra tesis cuales estarán los fru,tos que hubiere percibido el
está en la naturaleza intrínseca de los frutos. Como comprador-poseedor mientras mantuvo su buena fe
provechos renovables que produce un bien, sin que (incluso el vendedor tendría que resarcir al propietariq
se altere ni disminuya su sustancia (890 CC), los por el bien mismo, en caso de haber dejado de serlo
frutos son esencialmente consumibles. Es decir, su por la adquisición a non domino por parte del compra-
destino normal es el de ser consumidos, con presci- dor).
dencia. que efectivamente ocurra esta situación. El
clásico ejemplo del árbol y la manzana así nos lo ha Por último, debemos decir algo que resulta obvio:
ilustrado siempre. toda la problemática descrita no se presentaría de
no habérsele otorgado al comprador la facultad de
En consecuencia, si los frutos son para ser con- rescindir la compraventa de bien ajeno. En efecto,
sumidos, mayor razón aún para que el poseedor de de haber operado la resolución, no existiría incomo-
buena fe los haga suyos y no se encuentre, mientras didad conceptual alguna para aplicar el principio
mantenga esa condición, en la eventualidad de tenor según el cual el poseedor de buena fe hace suyo los
que devolverlos. frutos'3.

13. Al haber variado nuestro Código, con relación al de 1936, él tratamiento sobre la anulabilidad, la cual hoy en día, una vez
declarada, tiene efectos retroactivos al momento de la celebración del acto jurídico; la anulabilidad también hubiere podido
presentar problemas respecto de los frutos percibidos por el poseedor de buena fe a raíz del acto declarado nulo,

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