Está en la página 1de 20

BOLETIN TEMATICO

Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH


No.11 – Septiembre de 2007

Elecciones en Colombia: El mecanismo más


efectivo para hacer uso del derecho a la
participación ciudadana

•La Democracia como parte de la evolución política de


la humanidad
•Democracia y partidos políticos en Colombia
•Instrumentos para la participación ciudadana
•Normas nacionales e internacionales que protegen el
derecho a la participación política ciudadana
•Situación de mandatarios y ex-mandatarios locales
en Colombia en cifras
•Acciones del Gobierno para garantizar la
participación ciudadana

Calle 7 No. 6 - 54 Tel. 3345077 Fax. 5662064


http://www.derechoshumanos.gov.co/observatorio
obserdh@presidencia.gov.co
Bogotá, D.C.
CONTEXTO

La Democracia como parte de la evolución


política de la humanidad

Una nación sin elecciones libres es una nación sin voz, sin ojos y sin brazos
Octavio Paz

Las elecciones de alcaldes y gobernadores, que se celebrarán en el país el 28 de octubre de


2007, hacen parte de un proceso histórico que ha ido definiendo a la democracia como la
forma de gobierno, mediante la cual se regula la convivencia de los ciudadanos
colombianos. Coherente con los devenires políticos, la democracia es dinámica y sus
continúas reformas están relacionadas con las circunstancias económicas, políticas y
sociales de cada país.

En la evolución de la humanidad, la democracia ha tenido un lugar especial, su origen se


remonta aproximadamente a los siglos IV y V a. C, en la antigua Grecia, lugar donde esta
forma de organización sociopolítica reguló la relación entre quienes para la época eran
considerados ciudadanos. De acuerdo con Ferran Requejo, la democracia ateniense estuvo
vigente hasta la segunda mitad del soglo IV a. C durante el tiempo de la hegemonía griega,
la cual fue sustituida por los espartanos y posteriormente por los tebanos. Estos cambios
hegemónicos significaron en ese momento de la historia la disolución de esta forma de
gobierno. “La demokratia griega como sistema legitimado en la legalidad, la igualdad y la
hegemonía de lo colectivo, estaba concebido en el marco de la polis, y tanto su realidad
como su teoría se extinguieron con ella”[1].

La democracia como sistema de gobierno aparecer de nuevo en la esfera política a partir


del siglo XVIII, impulsada por autores como Rousseau, quien con la idea de la “protección
del individuo de la tiranía, regulación jurídica del poder (gobierno de leyes) y libertad
individual”[2]… influyó notablemente en los hechos que dieron lugar a la Revolución
Francesa. Aunque el pensamiento de Rousseau es determinante en la reconfiguración de la
democracia preliberal, su idea de la “voluntad general” es criticada por autores que insisten
en que esta voluntad sólo es posible en comunidades pequeñas, puesto que “su abstracto
concepto de la voluntad general con que pretende que cada individuo “preste obediencia
sólo a sí mismo y permanezca libre como antes”, cuando se aplica a grandes comunidades
estatales, puede precipitar en todo lo contrario de sus primitivas intensiones, es decir, en
una tiranía en la cuallas minorías dirigentes legitiman sus decisiones, exentas de un control
efectivo, en nombre de la colectividad… a la que dicen servir”[3].

[1] Requejo Coll, Ferran. Las democracias. Editorial Ariel. Barcelona España.1990. pág. 70.
[2] Ibid, Requejo Coll, pág. 76.
[3] Ibid, Requejo Coll, pág. 76.
2
CONTEXTO

Las ideas de libertad y participación


derivados de la Revolución Francesa
implicaban restricciones para la
participación efectiva de la totalidad de
los miembros de las comunidades y sus
fundamentos dieron lugar al concepto de
libertad moderna, que a su vez
constituye el pilar de la democracia
liberal, “para garantizar el concepto
moderno de libertad individual, serán
necesarias dos condiciones que
constituirán la base del estado liberal de
derecho: la regulación legal del poder del
Estado, que culmina el proceso de su
despersonalización… y, sobre todo, la
libertad política negativa, entendida como
la limitación de la actuación del gobierno
en la regulación de los “movimientos
externos” (Hobbes) de los
ciudadanos”[4].

El tercer elemento que influyó en un modelo democrático más cercano al que se conoce en
la actualidad se produce a partir de la primera posguerra mundial, cuando se introduce en el
sistema político liberal (en Alemania inicialmente) el concepto de seguridad social, en el cual
el derecho de asociación y de sufragio universal comenzaban a ser parte de la organización
política y social. “La introducción de la dimensión social en los sistemas propiamente
liberales está mucho más relacionada con las reivindicaciones del periodo democrático, es
decir con el sufragio universal y con el derecho de asociación…[5]”.

Entre las décadas de los setenta y ochenta, con el resquebrajamiento del Estado de
Bienestar producido por los cambios económicos que favorecen la predominancia de las
libertades de mercado y las reformas de reajuste que afectan las seguridades sociales
subsidiadas por el Estado, las tendencias de las libertades individuales y la necesidad de un
mayor control político por parte de la sociedad civil, configuran el modelo de democracia
liberal, a través del cual un porcentaje significativo de los países occidentales organiza y
gobierna a sus conciudadanos.

[4] Ibid, Requejo Coll, pág. 77


[5] Ibid, Requejo Coll, pág. 128

3
CONTEXTO

La Democracia y partidos políticos en Colombia

En Colombia, una vez lograda la independencia de la corona española en 1819, se hace


necesario organizar política y socialmente la naciente República y para ello se adopta a la
democracia en su expresión pre-liberal; al menos así lo demuestran los parámetros
establecidos en la Constitución de 1832, en la cual se determinó que para las elecciones
presidenciales, sólo podrían asistir a las urnas los hombres mayores de edad (21 años) que
estuvieran casados y que tuvieran propiedades, quienes para la época eran los ciudadanos
reconocidos. Como es evidente, en este primer proceso electoral quedaron excluidos los
esclavos y las mujeres, quienes, como en la antigua Grecia, no estaban catalogadas como
ciudadanas.

Al igual que en el mundo occidental, la participación de los ciudadanos colombianos en los


procesos democratizadores, se fue ampliando con los años y es así como en 1853 la
participación política trasciende las condiciones económicas y el ejercicio de uno de los
principales derechos civiles, se extiende a quienes hasta ese año eran considerados como
esclavos; en esta reforma, se mantuvo el derecho a los hombres casados, mayores de edad
y que hubiesen nacido en el territorio. Los avances más notables de ese año respecto del
sufragio radican en que mediante una elección popular, directa y secreta se elige al
Presidente, Vicepresidente y a los congresistas.

En el año 1856, el conservador Mariano Ospina Rodríguez fue electo mediante el voto
popular y universal; bajo este mandato, en 1858 y con el concurso de los políticos liberales y
conservadores, se estableció una nueva Constitución que en materia electoral determinó “el
derecho al sufragio universal para todos los ciudadanos, los cuales eran los hombres nacidos
en el territorio nacional que tuviesen más de veintiún años y que estuviesen o hubiesen
estado casados”[6].

Los cambios constitucionales perduraron hasta 1886, año en el cual se redactó la


Constitución Política de Colombia que habría de permanecer vigente hasta 1991. En la
Constitución del 86, la participación de los colombianos y su acreditación como ciudadanos
fue extendida notablemente, tanto que el criterio de tenencia de propiedades fue sustituido
por el de trabajo e ingreso; así mismo, era obligatorio saber leer y escribir.

En materia de participación electoral, el siguiente hecho significativo se presentó en 1936,


año en el que todos los colombianos hombres mayores de 21 años lograron ejercer el
derecho al voto y en 1957 las mujeres mayores de edad alcanzaron el acceso y uso de este
derecho civil, mediante un plebiscito impulsado durante el gobierno de Gustavo Rojas Pinilla.

[6] www.lablaa.or/blaavirtual.
4
CONTEXTO

Con la paulatina consolidación de la democracia en el país, se hizo necesario contar con una
institución que velara por el normal desarrollo de los escrutinios en el ámbito nacional, es así
como en 1888 se creó el Gran Consejo Electoral, cuyas funciones estaban dirigidas a
escrutar las votaciones presidenciales y vicepresidenciales de la República.

En 1948, se crea la Organización Nacional Electoral, integrada por la Corte Nacional Electoral
y la Registraduría Nacional del Estado Civil. La Organización fue constituida con dos
objetivos precisos[7]:

•Evitar la influencia de los partidos políticos en la obtención de la cédula de ciudadanía, en la


formación de los censos electorales, en las votaciones y en los escrutinios.
•Garantizar la plena responsabilidad y la imparcialidad política de los funcionarios adscritos a
ella.

En 1985, el Estado colombiano cambia nuevamente el nombre de la Corte Nacional Electora


por el de Consejo Nacional Electoral (CNE), que en la actualidad está constituido por siete
miembros designados por el Consejo de Estado, “tres por cada uno de los dos partidos
mayoritarios y el séptimo por el partido que les siguiera en votación para el Congreso
Nacional”[8] durante un periodo de cuatro años. El CNE se mantuvo como máxima autoridad
electoral en la Constitución Política de 1991 y su estructura y responsabilidades están
definidas en el artículo 264.

Artículo 264
El Consejo Nacional Electoral se compondrá del número de miembros que determine la Ley,
que no deber ser menos de siete. Serán elegidos por el Consejo de Estado para un período
de cuatro años, de ternas elaboradas por los partidos y movimientos políticos con personería
jurídica. El Consejo deberá reflejar la composición política del Congreso. Sus miembros
deberán reunir las mismas calidades que exige la Constitución para ser Magistrado de la
Corte Suprema de Justicia y no serán reelegibles.

Mientras el Consejo Nacional se encarga de regular y hacer cumplir las leyes electorales, la
Registraduría Nacional del Estado Civil es la entidad que desde 1935 tiene como misión la
expedición de los documentos de identidad de los colombianos, los cuales son el registro civil
de nacimiento, la tarjeta de identidad para los menores de 18 años y la cédula de
ciudadanía. Es precisamente con la cédula de ciudadanía que los colombianos se registran
ante las autoridades, tanto electorales como civiles, y a su vez la utilizan para acceder a su
derecho al sufragio.

Así mismo, la Registraduría tiene la obligación de llevar a cabo el conteo de los votos de los
colombianos, cuando se producen elecciones de carácter nacional, regional o de los partidos
políticos que convocan a sus seguidores, para que decidan quien los debe representar.

[7] www.registraduria.gov.co/Informacion/historia
[8] www.registraduria.gov.co/Informacion/historia
5
CONTEXTO

Partidos políticos

Paralelamente a la consolidación y
expansión de la democracia entre los
siglos XVIII y XIX en el mundo
occidental, los partidos políticos
colombianos se afianzaron en el país y
para la época se constituían en las únicas
fuerzas políticas aceptadas para
participar en la contienda electoral.

El surgimiento de los partidos políticos


colombianos se vio influido por las
ideologías liberales, socialistas y
comunistas que se consolidaban en
Europa y se gestó al poco tiempo de
producirse las guerras de independencia
y la disolución de la Gran Colombia.
De acuerdo con Rafael Pardo, el origen de los partidos Liberal y Conservador se encuentra en
la Guerra de los Supremos, la cual se “… encendió con la Guerra de los conventillos de Pasto,
encabezada por los religiosos. En las manifestaciones de protesta de esa ciudad, llevaban
imágenes de San Francisco. Luego cuando la guerra se volvió nacional, el general Obando
asumió el título de Restaurados y Defensor de la Religión del Crucificado. Obando, liberal y
símbolo de este partido no dudó en colocarse a favor de quienes consideraron que el
Gobierno, en este caso el de Márquez, estaba tomando medidas contra los católicos”[9]. En
esa confrontación, juegan un papel determinante Obando, Herrán, el Presidente Márquez y el
General Tomás Cipriano de Mosquera.

Los dos partidos Granadinos tuvieron claras diferencias ideológicas y una composición
distinta. Al partido liberal, se unieron artesanos, comerciantes y militares, que abogaban por
el establecimiento de leyes generales, que permitieran el acceso a la tenencia de
propiedades y tierras y a la participación en algunos espacios de comercio que estaban
monopolizados por los hacendados y personas con mejores condiciones económicas. De igual
forma, estaban en contra del dominio absoluto de la iglesia católica en las labores de
enseñanza.

“El Partido Liberal, la corriente santanderista, obandista, progresista, que hizo la Guerra de
los Supremos, formalmente fue creado en 1848, a partir de una escrito de Ezequiel Rojas,
publicado el 2 de abril en el periódico El Aviso, en el que se esbozó un programa de gobierno
para el liberalismo. Defendió la necesidad de un gobierno representativo, las libertades
públicas, la igualdad de los ciudadanos y el imperio de la ley, la protección de los empleados
públicos ante arbitrariedades del Estado, la necesidad de decisiones democráticas sobre
rentas púbicas, el rigor de los gastos públicos y que la religión no se usara como medio de
gobierno”[10].

[9] Pardo Rueda Rafael, La historia de las guerras, Bogotá, 2004, pág 386.
[10] Ibid, Pardo Rueda Rafael, pág 242,243. 6
CONTEXTO

Por su parte, en el Partido Conservador, predominaban en militancia los esclavistas, los


terratenientes, algunos militares de alto rango y los jerarcas de la Iglesia Católica. Para los
Conservadores, la libertad aclamada por los liberales debía estar sujeta al derecho y a las
instituciones ya consolidadas. Así mismo las libertades económicas y la participación de
todos los sectores de la sociedad en el comercio amenazaban sus propios intereses y a los
de la estructura que ellos dominaban. Por otra parte, para los Conservadores, la
participación de la Iglesia Católica en la educación era fundamental para preservar los
valores y la moral que según sus ideas y creencias les parecía correcta.

“El Partido Conservador, corriente heredada de Nariño, Bolívar, Urdaneta, que enfrentó
como Gobierno la rebelión en esta misma Guerra de los Supremos, asumió este nombre a
partir de un escrito de José Eusebio Caro en La Civilización, en 1849, titulado “El Partido
Conservador y su nombre”. Defendía la necesidad de conservar las instituciones, de
fundamentar la sociedad en el derecho y que democracia y libertad no eran valores
absolutos, sino que operaban dentro de los límites de los derechos”[11].

Desde su nacimiento, los partidos Liberal y Conservador se han reformado y aunque


conservan los elementos esenciales de sus principios fundacionales, en la actualidad los
ciudadanos colombianos pueden afiliarse a unos y a otros independientemente de sus
condiciones sociales y económicas.

Después de la Revolución Bolchevique en octubre de 1917, empiezan a agitarse en


Colombia las ideas socialistas y comunistas. Las políticas de izquierda, en las cuales se
buscaba eliminar las jerarquías sociales y el capitalismo llegaron al país y se consolidaron
con el Partido Comunista, del cual hacían parte intelectuales, estudiantes y religiosos

[11] Ibid, Pardo Rueda Rafael, pág 242,243.

7
CONTEXTO

Sin embargo, en el país seguían predominando los Liberales y los Conservadores, quienes
incluso entre 1930 y 1958 protagonizaron la Violencia partidista, la cual de alguna manera
entró en declive, cuando se consolidó el Frente Nacional, un pacto firmado entre Alberto
Lleras y Laureano Gómez, cuya esencia era “… la distribución igualitaria entre liberales y
conservadores de los cargos del Gobierno, el establecimiento de la paridad en la rama
judicial y la confirmación del voto a la mujer[12].”

En la década de los ochenta, durante el gobierno de Belisario Betancourt y como parte de los
acuerdos que durante ese mandato se lograron con las Farc, se creó la Unión Patriótica, una
propuesta política de izquierda, que alcanzó una importante representación en el ámbito
nacional, cuyo crecimiento como movimiento fue relevante. Sin embargo, entre las décadas
de los ochenta y noventa, muchos de sus líderes y militantes fueron asesinados.
Uno de los hechos que fortaleció significativamente la pluralidad política y la participación
ciudadana fue la Constitución de 1991, que en su título II, relativo a los partidos y a los
movimientos políticos, le da vía libre a los ciudadanos que no se sienten identificados con los
partidos tradicionales para que organicen sus propios movimientos.

Artículo 107
Se garantiza a todos los nacionales el derecho a fundar, organizar y desarrollar partidos y
movimientos políticos, y la libertad de afiliarse a ellos o de retirarse. También se garantiza a
las organizaciones sociales el derecho a manifestarse y a participar en eventos políticos.

En el Artículo 108 de la Constitución también se determinan los requisitos básicos para que
los partidos y movimientos políticos sean reconocidos legalmente:

Artículo 108
El Consejo Nacional Electoral reconocerá personería jurídica a los partidos o movimientos
políticos que se organicen para participar en la vida democrática del país, cuando
comprueben su existencia con no menos de cincuenta mil firmas, o cuando en la elección
anterior hayan obtenido por lo menos la misma cifra de votos o alcanzado representación en
el Congreso de la República. En ningún caso podrá la ley establecer exigencias en relación
con la organización interna de los partidos y movimientos políticos, ni obligar la afiliación a
ellos para participar en las elecciones.

Los partidos y movimientos políticos con personería jurídica reconocida podrán inscribir
candidatos a elecciones sin requisito adicional alguno. Dicha inscripción deberá ser avalada
para los mismos efectos por el respectivo representante legal del partido o movimiento o por
quien él delegue. Los movimientos sociales y grupos significativos de ciudadanos también
podrán inscribir candidatos.

La ley podrá establecer requisitos para garantizar la seriedad de las inscripciones de


candidatos.

[12] Ibid, Pardo Rueda Rafael, pág 413.


8
CONTEXTO
La personería de que trata el presente artículo quedará extinguida por no haberse obtenido el
número de votos mencionado o alcanzado representación como miembros del Congreso, en la
elección anterior.

Se perderá también dicha personería cuando en los comicios electorales que se realicen en
adelante no se obtengan por el partido o movimiento político a través de sus candidatos por
lo menos 50.000 votos o no se alcance la representación en el Congreso de la República. de
ciudadanos también podrán inscribir candidatos.

Así mismo, la Constitución determina que es una obligación del Estado contribuir con la
financiación de las campañas políticas, garantizar el uso de medios de comunicación por parte
de los movimientos ciudadanos y partidos políticos que tengan personería jurídica y amparar
y reglamentar la función crítica que cumplen los partidos de oposición, sin los cuales los
principios de participación e igualdad no serían posibles.

Artículo 112
Los partidos y movimientos políticos con personería jurídica que se declaren en oposición al
Gobierno, podrán ejercer libremente la función crítica frente a éste, y plantear y desarrollar
alternativas políticas. Para estos efectos, se les garantizarán los siguientes derechos: el
acceso a la información y a la documentación oficial, con las restricciones constitucionales y
legales; el uso de los medios de comunicación social del Estado o en aquellos que hagan uso
del espectro electromagnético, de acuerdo con la representación obtenida en las elecciones
para Congreso inmediatamente anteriores; la réplica en los mismos medios de comunicación.
Los partidos y movimientos minoritarios con personería jurídica tendrán derecho a participar
en las mesas directivas de los cuerpos colegiados, según su representación en ellos. Una ley
estatutaria reglamentará íntegramente la materia.

Partidos políticos reconocidos por el Estado Colombiano para las elecciones de


octubre de 2007

Durante la evolución política del país, cientos de partidos y movimientos políticos han inscrito
a sus candidatos y representantes para librar la contienda electoral. Algunos de ellos por su
número de adeptos han permanecido, otros han desaparecido.

El Consejo Nacional Electoral mediante la Resolución 1057 del 13 de julio de 2006, reconoce a
los siguientes partidos políticos como aptos para competir con sus candidatos en las
elecciones nacionales de gobernadores y alcaldes en octubre de 2007: Partido Liberal
Colombiano, Partido Conservador Colombiano, Movimiento Apertura Liberal, Partido
Convergencia Ciudadana, Partido Cambio Radical Colombiano, Partido Opción Centro,
Movimiento Autoridades Indígenas de Colombia “AICO”, Movimiento Alianza Social Indígena,
Movimiento “MIRA”, Partido Social de Unidad Nacional “Partido de la U”, Partido Polo
Democrático Alternativo, Partido Colombia Democrática, Movimiento Colombia Viva,
Movimiento Alas Equipo Colombia, Movimiento Político “Afrounincca”[13].

[13] El orden de aparición de los partidos y movimientos políticos fue tomado de la página web
del Consejo Nacional Electoral http://www.cne.gov.co/ y no corresponde a ningún tipo de
preferencias electorales por parte del Observatorio del Programa Presidencial de Derechos
Humanos y DIH.
9
ARTICULO

Instrumentos para la participación ciudadana

Así como en el país se han establecido


constitucionalmente los derechos y los
deberes que le asisten a los ciudadanos,
también se han plasmado y reglamentado
los instrumentos que los colombianos
pueden utilizar para hacer efectivo su
derecho a participar en los procesos
democráticos.

Entre los instrumentos más conocidos se


encuentran: El Voto, el Voto Programático y
la Revocatoria del Mandato, la Solicitud de
Pérdida de Investidura, el Plebiscito, el
Referendo, la Consulta Popular, la Consulta
sobre la Convocatoria de una Asamblea
Constituyente y el Cabildo Abierto.
La existencia de estos mecanismos, pensados para ejercer control político desde la
ciudadanía, le permite a la democracia trascender el concepto instrumental según el cual
sólo la participación es viable a través del voto a una democracia entendida como una
conducta social, en la cual los ciudadanos asumen y exigen a sus elegidos y a las
autoridades responder por la promesa y la propuesta política por la cual fueron elegidos.
Aunque cada uno de los mecanismos participativos está amparado bajo un artículo de la
Constitución y reglamentados por sus respectivas Leyes y Decretos, se señala el texto
referente al Voto, por considerarlo de especial prioridad, no sólo en el contexto democrático,
sino también por ser éste un año electoral.

Artículo 258
El voto es un derecho y un deber ciudadano. En todas las elecciones, los ciudadanos votarán
secretamente en cubículos individuales instalados en cada mesa de votación, con tarjetas
electorales numeradas e impresas en papel que ofrezca seguridad, las cuales serán
distribuidas oficialmente. La organización electoral suministrará igualitariamente a los
votantes instrumentos en los cuales deben aparecer identificados con claridad y en iguales
condiciones todos los candidatos. La ley podrá implantar mecanismos de votación que
otorguen más y mejores garantías para el libre ejercicio de este derecho de los ciudadanos.

Artículo 259
Quienes elijan gobernadores y alcaldes, imponen por mandato al elegido el programa que
presentó al inscribirse como candidato. La ley reglamentará el ejercicio del voto
programático.

Artículo 261
Ningún cargo de elección popular en corporaciones públicas tendrá suplente. Las vacancias
absolutas serán ocupadas por los candidatos no elegidos en la misma lista, en orden de
inscripción, sucesivo y descendente.
10
ARTICULO

Normas nacionales e internacionales que protegen


el derecho a la participación política ciudadana
Entre los derechos básicos que tienen los ciudadanos frente a la participación política, se
encuentra el derecho a elegir y ser elegido en cargos de representación popular, fiscalizar el
cumplimiento de la Constitución y las leyes en el marco del Estado Social de Derecho y
disfrutar de las garantías y oportunidades sociales y políticas que ofrece el Estado.

En la Constitución Política, los derechos relacionados con la pertenencia a una patria


soberana, que reconozca las libertades de expresión, conciencia y reunión, así como la
participación ciudadana, se encuentran desarrollados en los Artículos 3, 18, 20, 37 y 103. Sin
embargo, el Artículo que estípula puntualmente las condiciones de participación ciudadana es
el Artículo 40.

Artículo 40
Todo ciudadano tiene derecho a participar en la conformación, ejercicio y control del poder
político. Para hacer efectivo este derecho puede:

1. Elegir y ser elegido.


2. Tomar parte en elecciones, plebiscitos, referendos, consultas populares y otras formas de
participación democrática.
3. Constituir partidos, movimientos y agrupaciones políticas sin limitación alguna: formar
parte de ellos libremente y difundir sus ideas y programas.
4. Revocar el mandato de los elegidos en los casos y en la forma que establecen la
Constitución y la ley.
5. Tener iniciativa en las corporaciones públicas.
6. Interponer acciones públicas en defensa de la Constitución y de la ley.
7. Acceder al desempeño de funciones y cargos públicos, salvo los colombianos, por
nacimiento o por adopción, que tengan doble nacionalidad. La ley reglamentará esta
excepción y determinará los casos a los cuales ha de aplicarse. Las autoridades garantizarán
la adecuada y efectiva participación de la mujer en los niveles decisorios de la Administración
Pública.

De manera complementaria, la Constitución define y determina la forma y el alcance de los


mecanismos de participación ciudadana en el Artículo 103.

Artículo 103
Son mecanismos de participación del pueblo en ejercicio de su soberanía: el voto, el
plebiscito, el referendo, la consulta popular, el cabildo abierto, la iniciativa legislativa y la
revocatoria del mandato. La ley los reglamentará.
El Estado contribuirá a la organización, promoción y capacitación de las asociaciones
profesionales, cívicas, sindicales, comunitarias, juveniles, benéficas o de utilidad común no
gubernamentales, sin detrimento de su autonomía, con el objeto de que constituyan
mecanismos democráticos de representación en las diferentes instancias de participación,
concertación, control y vigilancia de la gestión pública que se establezcan.
11
ARTICULO

En cuanto a tratados internacionales, el derecho a la democracia esta reconocido y regulado


en la Declaración Universal de Derechos Humanos[14] en sus Artículos 15, relativo al derecho
a la nacionalidad, el 18 y 19 de la libertad y difusión de pensamiento, el 20 de libertad de
reunión y el 21 de los derechos políticos:

Artículo 21
1. Toda persona tiene derecho a participar en el gobierno de su país, directamente o por
medio de representantes libremente escogidos.
2. Toda persona tiene el derecho de acceso, en condiciones de igualdad, a las funciones
públicas de su país.
3. La voluntad del pueblo es la base de la autoridad del poder público; esta voluntad se
expresará mediante elecciones auténticas que habrán de celebrarse periódicamente, por
sufragio universal e igual y por voto secreto u otro procedimiento equivalente que garantice la
libertad del voto.

El segundo tratado internacional que protege de manera amplia los derechos democráticos es
el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos[15], cuyo artículo 25 es puntual en
señalar que la participación y el sufragio no deben ser objeto de ningún tipo de restricción.

Artículo 25
Todos los ciudadanos gozarán, sin ninguna de las distinciones mencionadas en el artículo 2, y
sin restricciones indebidas, de los siguientes derechos y oportunidades:
a) Participar en la dirección de los asuntos públicos, directamente o por medio de
representantes libremente elegidos;
b) Votar y ser elegidos en elecciones periódicas, auténticas, realizadas por sufragio universal
e igual y por voto secreto que garantice la libre expresión de la voluntad de los electores;
c) Tener acceso, en condiciones generales de igualdad, a las funciones públicas de su país.

Por otra parte, la Convención Americana sobre Derechos Humanos[16] consagra el


fortalecimiento jurídico que ampara el desarrollo y evolución de los Estados democráticos y
avanza en el reconocimiento del ejercicio de la política como una opción y un derecho, lo cual
es visible en el Artículo 23. Derechos políticos.

[14] Declaración Universal de los Derechos Humanos. Ratificada el 10 de Diciembre de 1948.


[15] Ley 74 de 1968. Suscrito por Colombia: el 21 de diciembre de 1966. Aprobado por la Ley 74 de
1968. Depósito de Instrumento de Ratificación 29 de octubre de 1969. Entrada en vigor para
Colombia 3 de enero de 1976.
[16] (Pacto de San José) Ley 16 de 1972 (Diciembre 30). Suscrita en San José de Costa Rica el 22 de
noviembre de 1969, en la Conferencia Especializada Interamericana de Derechos Humanos. Aprobada
mediante Ley 16 de 1972. Depósito de Instrumento de Ratificación el 31 de julio de 1973.

12
ESTADISTICAS

Situación de los mandatarios y


ex - mandatarios locales en cifras
Como se ha señalado, los delitos contra mecanismos de participación democrática son de
distinta especie, sin embargo, en este boletín se resaltan de manera particular los delitos
relacionados contra la vida y la integridad de los mandatarios locales, quienes detentan y
simbolizan la voluntad política del electorado.

En primer lugar, se debe mencionar que de acuerdo con los estudios y análisis realizados por
el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH, los homicidios,
amenazas y atentados en contra de las autoridades locales en el país se han constituido en
los principales mecanismos de los grupos armados al margen de la ley para ejercer influencia
sobre el poder departamental y local, así como en la asignación de recursos públicos y
ejecución de los mismos.

Con relación a los alcaldes, según la Federación Nacional de Municipios, se registran en el


periodo 2004 - agosto 2007, 7 mandatarios asesinados en los departamentos de Atlántico,
Caldas, Casanare, Chocó, Huila y Quindío. El año en el que se presentaron más víctimas fue
2004 y el departamento más afectado fue Caldas, con dos homicidios en los municipios de
Aguadas y Marulanda.

Homicidios contra Alcaldes

Fuentes: Federación Colombiana de Municipios


Procesado: Observatorio del Programa Presidencial de DH y DIH,
Vicepresidencia de la República.

La situación de los homicidios perpetrados contra los ex-alcaldes durante el mismo periodo
fue más compleja, con 20 víctimas. Los departamentos en los cuales tuvo mayor incidencia
son Valle del Cauca, con cuatro homicidios en los municipios de Cali, Restrepo, Riofrío y
Tulúa. En Norte de Santander, tres ex- alcaldes fueron ultimados por grupos armados
irregulares, en los municipios de Abrego, con dos víctimas y Tibú con una, homicidios que
se presentaron en el año 2004. Le siguen Caldas, con dos homicidios en 2004, en los
municipios de Marmato y Victoriay Magdalena que registró dos asesinatos en los años 2004
y 2005, en Sitio Nuevo y Zona Bananera respectivamente.

13
ESTADISTICAS

Homicidios contra ex Alcaldes

Fuentes: Federación Colombiana de Municipios


Procesado: Observatorio del Programa Presidencial de DH y DIH, Vicepresidencia de la República.

La primera víctima de 2006 fue Carlos Onofre Guevara Rodríguez, ex–alcalde del municipio
de El Tambo (Nariño), en hechos ocurridos el 2 de febrero y cuya responsabilidad recae
sobre la delincuencia común. La segunda víctima fue Ramiro Devia Criollo, ex–alcalde del
municipio de Tulúa (Valle del Cauca), asesinado el 15 de marzo por personas aún no
identificadas. El tercero tuvo lugar el 28 de abril, cuando desconocidos le quitaron la vida al
ex–alcalde de Aguachica (Cesar), David Alberto Simanca Camargo, quien entregó la alcaldía
en marzo de 2006, luego de una demanda que anuló su elección. El cuarto asesinato fue
perpetrado por delincuentes comunes el 6 de octubre contra el ex–alcalde de San Bernardo
del Viento (Córdoba), Luis Alberto Castillo Oquendo. Por último, el 14 de octubre de 2006,
presuntos integrantes del frente 47 de las Farc asesinaron al alcalde de Marulanda (Caldas)
Rigoberto Castaño Tobar, mientras se movilizaba por el sector Las Peñas del mismo
municipio.

En cuanto a los homicidios contra concejales, entre 2004 y agosto de 2007, se presentaron
75 asesinatos, lo que evidencia la particular vulnerabilidad de esta población en el conjunto
de las autoridades locales.

El año más sensible fue 2005, cuando se produjeron 26 víctimas. Durante ese año, los
departamentos más afectados fueron Caquetá con 16 asesinatos, Huila con 13, Valle con 9 y
Tolima con 5. Entre 2005 y 2006, se registra una disminución del 12%. En 2006, los
asesinatos contra los concejales fueron particularmente críticos en Huila y en Norte de
Santander, donde recibieron múltiples amenazas contra su vida por parte de las Farc. Para el
año 2007, los asesinatos contra los concejales en el departamento del Caquetá sufren un
repunte, al reportarse 3 víctimas hasta el mes de agosto; en el conjunto nacional, las
estadísticas de la Federación Nacional de Concejales –Fenacon- dan cuenta de 8 concejales
asesinados.

14
ESTADISTICAS

Homicidios de concejales por departamentos


2000 - 2006

Fuente: Fenacon
Procesado: Observatorio del Programa Presidencial de DH y DIH, Vicepresidencia de la República

De acuerdo con el análisis del Observatorio de Derechos Humanos[17], las permanentes


violaciones contra el derecho a la vida de los alcaldes, ex– alcaldes y concejales del Caquetá
entre 2004 y 2007 deben entenderse en el contexto de la culminación de la Zona de
Distensión en los municipios de San Vicente del Caguán (Caquetá), Vistahermosa, La
Macarena, Mesetas y La Uribe (Meta), la ruptura de los diálogos de paz entre el Gobierno
Pastrana y las Farc, y la implementación de la Política de Defensa y Seguridad Democrática,
orientada a aumentar la presencia de la Fuerza Pública y recuperar territorios en poder de
los grupos armados irregulares, a través del Plan Patriota y en particular de la operación JM
en los departamentos de Meta, Guaviare y Caquetá.

[17] Observatorio del Programa Presidencial de DH y DIH. Informe Situación de derechos humanos de
alcaldes, ex-alcaldes y concejales 2000-2006. Documento interno fechado febrero de 2006.

15
ESTADISTICAS

Ante el aumento de la Fuerza Pública en zonas urbanas y rurales y la presencia del ahora
desmovilizado frente Héroes de los Andaquíes (los frentes Próceres del Caguán, Héroes de
los Andaquíes y Héroes de Florencia del bloque Central Bolívar de las autodefensas se
desmovilizaron el 5 de febrero de 2006 en Valparaíso, Caquetá)[18] de las autodefensas,
las Farc modificaron su estrategia, pasando de la confrontación directa a acciones más
atomizadas, entre las cuales declararon objetivo militar a las autoridades locales del
departamento. En este escenario fueron asesinados en 2005, 6 concejales en Puerto Rico, 2
en El Paujil y 2 en San Vicente del Caguán. Si bien en 2006, se redujeron en un 90% los
homicidios de alcaldes, ex–alcaldes y concejales, las amenazas de las Farc se mantuvieron
latentes por dos motivos. Primero, para incidir en los resultados de las elecciones
presidenciales en el departamento, lo que conllevó al traslado del 52% de las mesas de
votación a los cascos urbanos de los municipios; y segundo, por las disputas entre esta
organización y el bloque Antisubversivo Sur, conformado por algunos desmovilizados de los
frentes Héroes de los Andaquíes, Héroes de Florencia y bloque Central Bolívar, por el
dominio de las administraciones locales.[19] El 16 de enero de 2007, se registró el
homicidio de la concejala Gloria Polanía Téllez, a manos de integrantes de las Farc en San
Vicente del Caguán.

En el mismo informe, la situación del Huila se atribuye al dominio territorial que las Farc
habían instaurado, mientras estuvo vigente la Zona de Distensión, sobre municipios de la
cordillera oriental que comunican entre sí a los departamentos del Meta, Caquetá y Tolima.
Con el incremento en la presencia y accionar de la Fuerza Pública en estos departamentos
en aplicación de la Política de Defensa y Seguridad Democrática, las Farc se replegaron a
las zonas rurales de los municipios y adoptaron mecanismos, como los homicidios y
amenazas de las autoridades locales, para continuar controlando los espacios de decisión
política y la distribución del presupuesto local[20]. En este contexto, entre 2002 y 2005
fueron asesinados ocho concejales, pertenecientes a los municipios de Campoalegre,
Rivera, Gigante, Hobo y Tarqui y los alcaldes de los municipios de Campoalegre, Rivera y
Suaza. A esta situación, se sumó la renuncia de los concejales de Algeciras, Rivera,
Acevedo, San Agustín, Baraya, Tello, Oporapa, Altamira, Campoalegre, Colombia, Gigante y
Guadalupe, ante las amenazas de las Farc y una crítica situación de gobernabilidad
municipal.

[18] Tomado de:


http://www.altocomisionadoparalapaz.gov.co/galeria/desm_colec/frentes_bcb/index1.htm
[19] Ver: Defensoría del Pueblo. Sistema de Alertas Tempranas (SAT). Informe de Riesgo N° 038 –
06AI de 2006.
[20] Ver: Defensoría del Pueblo. Sistema de Alertas Tempranas (SAT). Informe de Riesgo N° 35 de
2005

16
ESTADISTICAS

No obstante, el año más preocupante fue 2006, cuando fueron asesinados once concejales,
de los cuales nueve murieron en una masacre perpetrada por las Farc el 27 de febrero en el
municipio de Rivera. Según Fenacon, la masacre fue ejecutada por integrantes de la
columna móvil Teófilo Forero, cuando los concejales se encontraban en sesión en el centro
recreacional “Los Gabrieles”, en el área urbana del municipio. De acuerdo con testimonios
de organismos estatales, las víctimas contaban con medidas de protección dictadas por el
Ministerio del Interior, sin embargo, este día, se avisó a las autoridades sobre la sesión con
pocos minutos de anticipación.[21] Por otra parte, fue asesinado en el municipio de Baraya
el concejal Herlídes Avilés Salas, por integrantes de las Farc y el concejal Rafael Bustos,
quien ejercía sus funciones en Campoalegre, perpetrados por desconocidos.

Por último, es importante mencionar la crítica situación que enfrentaron en 2006 las
autoridades locales de Norte de Santander, especialmente de los municipios de Convención,
El Tarra, La Playa, San Calixto, Teorama, Hacarí y El Carmen, en los meses de octubre y
noviembre, como consecuencia de las amenazas de muerte proferidas por integrantes del
frente Resistencia Motilón Barí de las Farc, si se negaban a renunciar a sus cargos. Ante las
fuertes intimidaciones, 13 concejales y 7 alcaldes detuvieron sus labores y presentaron sus
renuncias ante la Gobernación; algunos de ellos se negaron a permanecer en el casco
urbano municipal, a pesar de las medidas de protección ofrecidas por la Fuerza Pública y
abandonaron la región.

[21] “Crimen de concejales desata debate nacional” En: Especial Rivera. Periódico La Nación.
Tomado de: http://www.lanacion.com.co/hoy/rivera.html

17
GESTION

Acciones del Gobierno para garantizar


la participación ciudadana
Con el propósito de garantizar un normal desarrollo de las elecciones, el Gobierno nacional
ha trabajado en varios frentes; en primer lugar, el Ministerio del Interior y Justicia diseño
el Plan de Garantías electorales y la Política “A voto limpio”; en segundo lugar, el
Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH conjuntamente con el Ministerio del
Interior y Justicia desarrolló una estrategia de comunicaciones y una de sensibilización,
dirigidas a los candidatos a las elecciones de octubre de 2007.

Plan de Garantías electorales y Política


“A voto limpio”.

El Plan de Garantías Electorales y la Política “A


voto limpio” buscan proteger los derechos de los
ciudadanos que van a participar en la contienda
electoral del 28 de octubre de 2007, en las cuales
se van a elegir gobernadores, alcaldes, diputados,
concejales y miembros de Juntas Administradoras
Locales[22].

El Plan de Garantías Electorales y la Política “A


Voto limpio” se constituyen en la estrategia
mediante la cual el Gobierno nacional impulsa el
trabajo mancomunado de las autoridades, para
que “trabajen en el diseño e implementación de
las decisiones y actuaciones que serán adoptadas
para fortalecer la democracia”[23].

Entre las decisiones más importantes de este Plan, están la activación de las Comisiones
para la Coordinación y Seguimiento de los Procesos Electorales del nivel nacional,
departamental, distrital y municipal, las cuales deben “adoptar las actividades requeridas
para asegurar y garantizar el normal desarrollo de los procesos electorales, el cumplimiento
de sus garantías y la salvaguarda de los derechos y deberes de los partidos y movimientos
políticos o grupos significativos de ciudadanos, medidas que se consideran necesarias para
evitar la interferencia de grupos armados o de organizaciones delincuenciales que afecten la
transparencia de los comicios regionales”[24].

[22] De acuerdo con el Ministerio del Interior, en las elecciones regionales se elegirán 32
gobernadores, 418 diputados, 1.099 alcaldes, 12.265 concejales y aproximadamente 9.000
miembros de Juntas Administradoras Locales
[23] Ministerio del Interior y Justicia, texto del Plan de Garantías Electorales, Política a voto limpio.
[24] Ibid, Ministerio del Interior y Justicia.

18
GESTION

Las autoridades que intervienen en las Comisiones son el Ministerio del Interior y de
Justicia, el Ministerio de Relaciones Exteriores, el Ministerio de Defensa Nacional, el
Ministerio de Comunicaciones y el Departamento Administrativo de Seguridad – Das –. A las
Comisiones, asisten como invitados permanentes las autoridades electorales, las Fuerzas
Militares, los organismos de control del Estado y las organizaciones civiles que representan
a los departamentos y municipios. Estas Comisiones también cuentan con la línea nacional
de denuncias ciudadanas 018000 91 2005, en la cual las personas afectadas o los
colombianos en general pueden darle aviso a las autoridades sobre delitos electorales. Las
denuncias ciudadanas son atendidas por la Unidad de Reacción Inmediata para la
Transparencia Electoral – Uriel –.

Un elemento que se destaca en el Plan son los Pactos por la Transparencia, que se firman
entre el Gobierno nacional y las autoridades departamentales, municipales y los partidos
políticos, mediante los cuales candidatos y autoridades se comprometen a respetar las
normas sobre financiación de campañas, a rechazar y denunciar la participación de los
grupos armados irregulares en el proceso electoral, así como evitar el uso de los recursos
de los ciudadanos mediante el erario público en la financiación de campañas políticas.

En el Plan, se hace un énfasis especial en señalar aquellos hechos que son considerados
delitos electorales y que están castigadas en el Código Penal y el Código Electoral, con
penas como la privación de la libertad, el arresto, multas y la destitución del cargo para los
funcionarios públicos que apoyen o se vinculen en campañas y actos políticos. Entre los
delitos electorales, se encuentran la perturbación de certamen democrático, el
constreñimiento al sufragante, el fraude al sufragante, el fraude en inscripción de cédulas,
la corrupción de sufragante, el voto fraudulento, el favorecimiento de voto fraudulento, la
alteración de resultados electorales, el ocultamiento, la retención y posesión ilícita de
cédula.

Con estas estrategias y con la presencia


permanente de la Fuerza Pública en la
totalidad de los departamentos y los
municipios colombianos durante el periodo
electoral, el Gobierno nacional manifiesta su
voluntad de facilitar las condiciones para que
los votos de los ciudadanos develen el
pensamiento colectivo sobre el país en el
que se espera vivir; por ello el Voto Limpio,
más allá de una estrategia coyuntural de
control electoral, se constituye en la
posibilidad que tienen los colombianos de
fortalecer la democracia y seguir
consolidando las condiciones de participación
y tolerancia, que soportan al Estado Social
de Derecho.

19
GESTION

Estrategias de comunicaciones y de sensibilización de candidatos[25]

La estrategia de comunicaciones diseñada por el Programa Presidencial de Derechos


Humanos y DIH de la Vicepresidencia de la República y el Ministerio del Interior y de
Justicia, busca la inclusión del tema de los derechos humanos en la campaña electoral para
las votaciones de octubre próximo. La estrategia está dirigida a los candidatos a
gobernaciones, alcaldías y corporaciones públicas, así como a los ciudadanos y a los medios
de comunicación. La campaña busca, por una parte, que los candidatos le den al tema de
derechos humanos la prioridad que se merece y lo incluyan en sus programas de gobierno
y planes de desarrollo. El Vicepresidente invitó, también, a la ciudadanía, público
fundamental de la campaña, a que “entiendan que el discurso de derechos humanos y la
estrategia sobre este tema tiene que hacer parte fundamental de la propuesta política de
los candidatos. Que dentro de la oferta tiene que existir elementos que les permitan
diferenciar entre las propuestas que con respecto a este tema tengan los candidatos”,
afirmó.

En tercer término, ante el importante papel que juegan los medios de comunicación en el
período electoral, el Vicepresidente hizo un llamado para que sean “los grandes
replicadores del tema de derechos, junto con las propuestas que en esta materia estén en
la agenda informativa de la campaña electoral”. Para ese propósito, comunicadores de la
Vicepresidencia de la República están realizando encuentros personales con directores de
medios y reporteros de dieciséis ciudades claves en toda la geografía del país: Cartagena,
Ibagué, Barrancabermeja, Cúcuta, Yopal, Villavicencio, Popayán, Buenaventura,
Bucaramanga, Arauca, Sincelejo, San José del Guaviare, Pasto, Tunja y Sogamoso.

Adicionalmente, la campaña busca que los candidatos conozcan los avances que se han
logrado en materia de derechos humanos en su propia región y en el país, gracias a la
Estrategia de Descentralización de la Política Pública de Derechos Humanos y DIH, liderada
por el Programa Presidencial y el Ministerio del Interior. Gracias a esa estrategia, los
derechos humanos fueron incorporados en los planes de desarrollo de 30 departamentos y
597 municipios. De igual manera, se construyeron planes de acción y se crearon 268
comités departamentales y municipales de derechos humanos. Con respecto a estos
avances, el Vicepresidente destacó la inclusión del tema en el Plan Nacional de Desarrollo,
puesto que es “la primera vez que un plan de desarrollo está escrito en ese sentido, con un
enfoque de derechos humanos”.

Finalmente, el Ministerio del Interior y de Justicia, desarrolló la estrategia "Si elegiste ser
candidato protégete para ser elegido", cuyo objetivo es sensibilizar sobre los mecanismos
de autoprotección que los(as) candidatos(as) deben tener en cuenta para enfrentar posibles
acciones violentas, sin recurrir al uso de las armas. Las piezas que integran la campaña son
un comercial de televisión, un plegable, tres cuñas radiales y una cartilla de autoprotección,
que será distribuida como material de apoyo. En el diseño y producción de las piezas
participaron los estudiantes de la Facultad de Publicidad, del Politécnico Grancolombiano, a
través de un concurso que contó además con la coordinación académica de sus profesores.

[25] La información relacionada con la estrategia de comunicaciones y de sensibilización de


candidatos, fue tomada de un comunicado de prensa de la oficina de comunicaciones del
Programa Presidencial de DH y DIH. www.derechoshumanos.gov.co
20

También podría gustarte