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Como el tipo no exige que el delito sea cometido en ocasión de estar cum pliendo
funciones, basta integrar una de las fuerzas mencionadas para aplicar esta agravan
te, sin que sea relevante que el numerario esté fuera de servicio, de licencia, o en un
área propia de otra fuerza; en verdad, no es tan probable que un miembro uniform a
do y mientras esté afectado a una tarea de servicio, cometa algunos de los delitos
aquí contemplados, si bien ha ocurrido.
Por el régimen especial de retiro que tienen, que los faculta a seguir portando
armas y a estar disponibles para prestar servicio cuando sean convocados, los retira
dos — quienes, de algún modo, siguen siendo "miembros" de la fuerza— también son
susceptibles de sufrir la pena aquí agravada, no así quienes ya gozan del retiro efectivo.
CAPITULO II
Robo
Art. 164. — Será reprimido con prisión de un mes a seis años, el que se
apoderare ilegítimamente de una cosa mueble, total o parcialmente ajena,
con fuerza en las cosas o con violencia física en las personas, sea que la vio
lencia tenga lugar antes del robo para facilitarlo, en el acto de cometerlo o
después de cometido para procurar su impunidad.
1. E s t r u c t u r a t í p ic a
Tipo objetivo
c) Acción típica: Como es una figura calificada del hurto, guardan vigencia todas
las explicaciones realizadas acerca de los elementos objetivos y subjetivos del tipo
penal contenido en el art. 162, a las que se hace remisión. En efecto, se trata de un
hurto agravado por el uso de fuerza sobre las cosas o por el ejercicio de violencia
sobre las personas.
opone resistencia por sus reparos cuando éstos son los que exigen del agente aquella
actividad (p. ej., cortar una cadena que ata la cosa a la pared, romper la caja que la
contiene, cortar el cableado del arranque de un automóvil y unirlo como p u e nte 129,
raspar el cable de teléfono para realizar una conexión clandestina 130, arrancar el pre
cinto de seguridad a una prenda de vestir en un supermercado131, arrancar el celofán
de un disco compacto que contiene una alarma de seguridad132, sin importar que no
hayan sido dispuestos para la defensa, siempre que cum plan con esa fu n c ió n 133. La
doctrina coincide mayormente en que la fuerza debe ser destructiva (romper, cortar,
deformar, cualquier acción que provoca una m o d ifica c ió n p erm anente 134 y
anorm al (superior a la que realiza el legítimo tenedor cuando toma la cosa); puede
ser desplegada a través de un esfuerzo físico o por medio de mecanismos u otros
procedimientos dañadores, pero debe tratarse de una actividad realizada por el agente
o por un tercero que actúa por él o participa en su hecho (el simple aprovechamiento
de la fuerza realizada por un tercero extraño al apoderamiento del agente, no califica
al hurto como robo 13r\
(129) CNCrim. y Corree., sala VII, “Palazzo, Carlos 1998/03/06; La Ley, SJP 1999/04/23,
54; o La Ley, 1999-B, 652. En contra, M o u n a k io , op. cil., ps. 259 y 261.
(130) CNCrim. y Corree., sala VI, “Stroker s/competencia”, causa N° 4.379, 1996/02/27.
(131) CNCrim. y Corree., sala I, "ChuprynaTchepatchenjo, Alejandra”, 2002/05/16; La Ley,
SJP 2003/03/24, 71. CCrim. l aNom. Córdoba, “Herrera, Julio R. y otro”, 2002/08/14; La Ley,
SJP 2002/11/28, 72.
(132) CNCasación Penal, sala III, “Salinas, César Walter y otro”, 2002/03/26; La Ley, SJP
2002/06/10, 46; o BJ, 2002-1, 38/39. Aquí se dijo que el modus operandi no tenía que ser
obligadamente “dañoso y antinatural” o “anormal y destructivo”.
(133) C r e u s , op. cit., p. 419. S o l e r , op. cit., p. 268.
(134) N ú ñ e z , “Delitos...” ps. 189/190. M o l in a r io , op. cit., ps. 257/258 y 260.
(135) C r e u s , op. cit., p. 420.
(136) Ver comentario al art. 78.
(137) S o l e r , op. cit., p. 279. CNCrim. y Corree., s a la VI, 1987/07/06; BJ, 1987-3, 1234.
(138) S o l e r , op. cit., j).277.
(139) CNCrim. y Corree., sala I, 1992/12/28; La Ley, 1993-B, 346. Vale recordar que “el
art. 78, Cód. Penal, asimiló a la violencia el uso de medios hipnóticos}' narcóticos... sólo dos de los
medios que suprimen la voluntad de la víctima", según fallaraTOral Crim. N° 25, “Pérez, N orm an”,
1999/08/05; La Ley, SJP 2001/02/13, 61.
(140) TOral Crim. N° 25, “Conte, Jorge A.” 2000/04/03; La Ley, SJP 2000/09/22, 23.
Art. 164 C o d i g o P enal 404
Cuando la ley habla del acto de cometerlo, se refiere a todos los pasos punibles del iter
criminis, es decir, desde el m om ento del comienzo de la ejecución del hecho hasta el
momento de su consumación. La violencia que se emplea antes de la ejecución califica
el hecho de robo cuando se la utiliza para facilitare 1apoderamiento, y se la realiza antes
de llevar a cabo el primer acto ejecutivo143; requiere una conexión ideológica: que el au
tor la haya asumido con miras a posibilitar o hacer menos difícil el apoderamiento. La
violencia que se emplea con posterioridad al apoderamiento debe reunir dos caracteres:
uno objetivo, que esos medios sean empleados inmediatamente después de cometido el
hecho (sin solución de continuidad) 144, y otro subjetivo, que el autor emplee el medio
con posterioridad a la consumación del apoderamiento para procurar su im punidad.
Tipo subjetivo
Se trata de un tipo doloso. Tanto la fuerza como la violencia tienen que estar vin
culadas objetiva y subjetivamente con el apoderamiento, en algunas de las circuns
tancias enunciadas en la parte final de la norma. Es decir que para el agente, la fin a
lidad de la fuerza o la violencia debe ser el apoderamiento o su consolidación; no
basta que ése haya sido el resultado de la acción, si el agente no la ejerció con ese
sentido (p. ej., el que se divierte simulando ser un asaltante, y recibe un reloj de al
guien asustado). Como se ha dicho en el párrafo anterior, para que la violencia ejerci
da con posterioridad ai desapoderamiento sea típica, es indispensable que esté des
tinada a lograr la im punidad; por lo que el empleo de violencia posterior para lograr
el “fin propuesto" ya no tipificará el delito como robo, en tanto no importe, a la vez,
una procuración de la im punidad 143.
2. R e l a c ió n c o n otras f ig u r a s
a) Algunos casos de concursos: Así como el daño (art. 183) que se produce en la
cosa como consecuencia de la fuerza empleada queda absorbido por ésta146, el con
tenido de la violencia puede coincidir muchas veces con otros tipos penales; la con
fluencia de figuras suele provocar interpretaciones enfrentadas. No es el caso de las
coacciones, que son desplazadas por la intim idación propia del ro b o 147.
Como la misma ley castiga como agravantes del robo al hom icidio y a las lesio
nes graves y gravísimas (arts. 165 y 166, inc. I o, respectivamente), se ha deducido que
las lesiones leves (art. 89) producidas a causa del modo violento del desapoderamiento
quedan absorbidas — por principio de consunción— por la figura del art. 164, cual
(141) F ox t á n B alestra , op. cit., p. 447 v451. M o l in a r io , op. cit., p. 261. CNCasación Penal, sala III,
“Salinas, César Walter y otro”, 2002/03/26; La Ley, SJP 2002/06/10, 46; o BJ, 2002-1, 39/40.
(142) C rf.u s , op. cit., p. 424.
(143) N i 'j ñ e z , "Tratado...", p. 224.
(144) S o l e r , op. cit., ps. 280/281. CNCasación Penal, sala III, “Salinas, César Walter y otro”,
2002/03/26; La Ley, SJP 2002/06/10, 46; o BJ, 2002-1, 39.
(145) N i 'j ñ e z , “Tratado...”, p. 225.
(146) F o n t á n B ale st r a , op. cit., p. 444. N ú ñ e z , “Tratado...”, ps. 220/221.
(147) CNCasación Penal, sala IV, reg. N° 1.229. 1999/09/17; Fallos, 1999-11, 249.
405 D elitos C ontra la Propiedad Art.165
1. P a r t ic u l a r id a d e s d e la e s t r u c t u r a t íp ic a
(148) N ú ñ e z , “Tratado...”, ps. 225/226. D o n n a , op. cit., p. 128. CNCasación Penal, sala III,
“Jurado, Jorge Raúl”, reg. N ° 289-99-3,1999/06/22, tam bién se dijo que, sólo por excepción, po
dría haber un concurso real, nunca ideal; BJ. 1999-2, 22 y 104. CNCasación Penal, sala IV,
"Tanuncio, Claudio R am ón”, reg. N° 2.851-4, 2000/10/03; BJ, 2000-4, 53 y 75. CNCrim. y Corree.,
salal, “Fonseca, Enrique R.”, 1994/03/07, así votaron D onna yTozzini, con disidencia de Rivarola,
para quien media un concurso ideal; La Ley, SJP 1995, 3. En contra: CNCrim. y Corree., sala I,
“Musumeci, Gustavo A.”, 1994/08/01, D onna y Rivarola votaron igual que en el fallo anterior,
pero Valdovinos consideró que m ediaba un concurso ideal, y así se decidió; La Ley, SJP 1995, 51.
CNCrim. y Corree., sala V, “Milani, Walter J.” 1999/08/27; La Ley, SJP 2000/06/26, 14. De algún
modo, esta corriente sigue la doctrina sentada en CNCrim. y Corree., en pleno, “Winiarsi, M .”,
donde se descartó que mediara concurso aparente entre ambas figuras, aunque sin precisarse
el tipo de concurso existente, 1949/12/30; Fallos Plenarios I, 1970, 185. S o l e r , op. cit., p. 282,
quien sólo tiene por absorbidas a las levísimas.
(149) CNCrim. y Corree., sala I, “Assad, Jorge A. y otros”, 1990/02/09; La Ley, 1990-D, 117.
CNCrim. y Cprrec., sala II, 1991/08/13; La Ley, 1994-B, 117.
(150) Ver comentario al art. 166, inc. 1°.
(151) CNCasación Penal, sala I, “Cabrera, Diego Luis”, reg. N° 963,1996/03/27; Fallos, 1996-
I, 52. SC Buenos Aires, “Martínez, Héctor B.”, 1980/08/25; DJBA, 119-750.
(152) TOral Crim. N° 25, “Pérez, N orm an”, 1999/08/05; La Ley, SJP 2001/02/13, 62.
(153) S o l e r , op. cit., p. 282.
(154) SC Buenos Aires, “Cabral, Víctor”, 1999/09/28; LLBA, 2000, 285. CNCrim. y Corree.,
sala VI, “Casella, Juan B.”, 1988/11/29, se entendió que mediaba concurso ideal; La Ley, 1989-B,
546. CNCrim. y Corree., “Morales, Julio M.", sala II, 1991/08/27, se entendió que m ediaba con
curso real; La Ley, 1992-B, 308.
(155) S o l e r , op. cit., p. 278.
(156) C r e u s , op. cit., p. 423.
Art. 165 C ó d i g o P enal 406
(157) R o d r íg u e z D evesa , “Derecho Penal español”; cit. por D o n n a , op. cit., p. 135.
(158) Sobre los significados de fuerza y violencia, ver comentario al art. 164.
(159) C r e u s , op. cit., p. 427.
(160) C r e u s , op. cit., ps. 427/428. C N C asación Penal, sala III, "Tomier, Pedro A .”,
2000/05/09, La Ley SJP 2001/06/04, 36. CNCasación Penal, sala III, “Guardia, Hugo Carlos”,
1995/09/15, reg. N° 184 bis; JA, 1997-11-498.
(161) SC Buenos Aires, 1990/12/18, JA, 1992-11-74.
(162) SC Buenos Aires, 1993/12/14, JA, 1994-111-50. En contra (de la doctrina sentada en
estos dos fallos), D o n n a , para quien sólo es im putable el hom icidio doloso, op. cit., ps. 147/150.
De todos modos, el mismo tribunal revio esta doctrina y no aplicó estafigura en "M., G. N.”,
causa N° 74.499, 2004/03/17; <wvw.diariojudicial.com>.
(163) CNCrim. y Corree., sala IV¡ 1991/11/07, La Ley, 1992-D, 40.
(164) TS Córdoba, sala penal, 1993/06/16, LLC, 1993, 814. M o l in a r io se mostró a favor de la
doctrina sentada en este fallo, op. cit., p. 271.
407 D elitos C ontra la P ropiedad Alt. 165
muerte; excluyéndose la figura del art. 80, inc. 7o, por no darse las condiciones que
conforman el homicidio criminis causa, particularmente la conexión subjetiva entre
el homicidio y el otro delito, la exigencia de que el ladrón haya vinculado ideológica
mente el homicidio con el robo” 165; en el mismo sentido: “La muerte debe aparecer
vinculada mentalmente — de manera causal o fin a l— con el robo para poder encua
drar el homicidio en el art. 80, inc. 7o; pero si se presenta conectada con éste sólo por las
coincidencias de tiempo y lugar en que se adoptó la decisión súbita, independiente y
extraña por completo al otro delito, las conductas encuadran en el art. 165" 166.
2 . C o n s u m a c ió n y tentativa
Todo indicaría que esta figura queda consumada cuando media el apoderamiento
propio de todo robo y la ocurrencia de la muerte, pero se ha entendido que dándose
esta últim a en las circunstancias típicas señaladas, el tipo se tiene por consumado, pese
a que el robo haya quedado en tentativa16T. Pero si el homicidio quedó tentado esta
figura no se aplica, aunque el robo haya sido consum ado168.
En otra dirección, alguna jurisprudencia ha dicho que “Lo descripto en el art. 165,
Cód. Penal, es un robo calificado. No se advierte razón alguna para que tal figura de la
llam ada ‘Parte especial' del Cód. Penal no sea relacionada, cuando así corresponda,
con el art. 42 de su denominada ‘Parte generar’. Ello es distinto de lo atinente al h om i
cidio que, por constituir en el art. 165 un elemento normativo del tipo, debe entonces
consumarse para la aplicación de dicha figura, sea en form a consumada, sea en grado
de tentativa. Es jurídicam ente imposible declarar consumado un robo meramente
tentado por el solo hecho de haberse perfeccionado no ya la acción descripta en la fig u
ra (robo), sino sólo un elemento normativo de la m ism a” 169.
3 . P a r t ic ip a c ió n
Como cada partícipe sólo puede responder en la medida de su dolo, quienes no ha
yan convergido intencionalm ente con ese modo de perpetración responderán por el
tipo básico (art. 164), no por el agravado; por ejemplo, el partícipe que estuvo de acuerdo
en que otro utilizara explosivos para volar una puertay por esa causa muere una persona,
no podrá negar esa convergencia; tampoco el que estuvo de acuerdo en cometer el hecho
con un arma de fuego cargada, porque aceptó su eventual utilización170; pero sí puede
negar la convergencia aquel que estaba dispuesto a ejercer violencia física sobre la víc
tima, pero ignoraba que otro portaba el arma con la que causó la muerte de a q ué lla 171.
4. R e l a c ió n c o n otr a s f ig u r a s
hom icidio simple del art. 79, para el autor de la muerte del funcionario policial,
porque tales encuadramientos no se suplen, recíprocamente, en el caso particular.
Caso contrario, la ley aparecería asistemáticamente en tanto quien m atara con 'm o
tivo o en ocasión de robo’recibiría menos pena que quien cometiera un homicidio sin
relación con otro delito” 172;y que “Si tras el homicidio, de manera independiente y con
posterioridad, el autor perpetró el robo, concurren ambos delitos (homicidio y robo)
en form a realn 173.
b) Diferencias con el hom icidio “criminis causa": Si bien parece haber habido
acuerdo sobre cuáles son los casos incluidos en el art. 80, inc. 7o, la doctrina se divi
dió en — por lo menos— tres interpretaciones acerca de los alcances de la figura en
estudio: para Soler, en el art. 165 sólo quedaban comprendidos los homicidios pre-
terintencionales, es decir que la responsabilidad del autor del robo tendría que ser de
carácter culposo con referencia a la m uerte174; lo que motivó la crítica de que algu
nos homicidios dolosos cometidos en ocasión del robo que no podían encuadrarse
dentro del art. 80, inc. 7o, sólo podían ser atrapados por un concurso real entre el
robo simple y el homicidio simple; para Núñez, el art. 165 comprendía todos aque
llos homicidios descartados por el art. 80, inc. 7o, tanto culposos como dolosos175; y
para Fontán Balestra, sólo quedan comprendidos los homicidios dolosos que no se
puedan encuadrar dentro del art. 80, inc. 7o, no los culposos (ni el preterintencional
del art. 82), ya que la pena del art. 165 es muy superior a la que surgiría de la aplica
ción de las reglas del concurso real entre ambas figuras176.
1. D e l it o s c o n t e m p l a d o s
Este artículo prevé los siguientes tipos penales: el robo calificado por lesiones (inc.
I o), el robo con armas (inc. 2o, primer párrafo, primera parte), el robo en despoblado y
en banda (inc. 2o, primer párrafo, segunda parte), el robo con arma de fuego (inc. 2o,
segundo párrafo), el robo con un arma de fuego cuya aptitud para el disparó no haya
(172) CCrim. y Corree. Quilmes, sala II, “Ocaranza, Carlos D.”, 1993/11/25; LLBA, 1994, 100.
(173) TOral Crim. N° 2, “Ramírez, Lucas G.”, 1993/04/14; La Ley, 1993-E, 61.
(174) S o l e r , op. cit., ps. 285/287.
(175) N ú ñ e z , “Tratado...”, ps. 230/231. CNCasación Penal, sala III, “Guardia, Hugo Carlos",
1995/09/15, reg. N° 184 bis; JA, 1997-11-498.
(176) F o n t á n B alest ra , op. cit., ps. 454/457. D o n n a , op. cit., ps. 143/144.
409 D elitos C ontra la P ropiedad Art. 166
podido acreditarse (inc. 2o, tercer párrafo, primera parte) y el robo con un arma de
utilería (inc. 2o, tercer párrafo, segunda parte).
2. R o b o c a l if ic a d o p o r l e s io n e s ( in c . I o)
2 .1 . P a r t ic u la r id a d e s de l a e s t r u c t u r a t íp ic a
a) Modos de comisión: Se diferencia del tipo penal contenido en el art. 165 en que
la estricta referencia a la violencia excluye las lesiones provocadas por el uso de fuerza
en las cosas.
2 .2 . C o n s u m a c ió n y tentativa
También se aplicó este principio cuando se dijo que “En el delito complejo — robo
con h o m ic id io — está aceptado que sus disposiciones a d e la n ta n el m om ento
consumativo del delito, centrándolo en el ataque a las personas, aunque no haya toda
vía acto alguno contra la propiedad, con lo cual no a d m itiría tentativa. Sin embargo,
como se trata de una cuestión opinable, en el caso, la comisión del delito complejo
imputado, debe resolverse con ajuste al tipo delictivo que respete su unidad y respete el
límite de la ejecución delictiva resultante de lo que se ha acreditado que hizo el senten
ciado, quien no consiguió retirar prenda de vestir alguna del interior del local que asal
tó, no logrando, entonces, quebrantar la tenencia de cosas muebles ajenas, por lo cual
debe ser declarado coautor responsable de tentativa de *robo con lesiones’. . " 187.
Y fue motivo de crítica al decir que “Es jurídicam ente imposible declarar consu
mado un robo meramente tentado por el solo hecho de haberse perfeccionado no ya la
acción descripta en la figura (art. 166, inc. I o), sino un elemento normativo de la mis
m a ”188.
2 .3 . P a r t ic ip a c ió n
3 .1 . P a r t ic u l a r id a d e s d e la e s t r u c t u r a t íp ic a
(186) CNCasación Penal, sala II, “Nodar, Edgardo Matías", 1997/07/10; Fallos, 1997-11,
711; o La Ley, 1999-E, 903.
(187) TS Córdoba, sala penal, “R.f J. J. y otro", 1993/05/07, ED, 160-414.
(188) SC Buenos Aires, “Iglesias, Diego A.”, 1992/12/29, La Ley, 1994-B, 703.
(189) Ver comentario al art. 165.
(190) CNCrim. y Corree., sala II, 1990/02/27, se calificó como robo simple porque el estilete
se usó para cortar la cartera; BJ, 1990-1, 52; cit. por Ossorio y Florit, op. cit., p. 404.
(191) CNCasación Penal, sala IV, “Bazán, Diego Adrián”, reg. N° 1.792-4, 1999/04/12; BJ,
1999-2, 11. M o lin a rio , op. cit., ps. 274/275.
411 D elitos C ontra la P ropiedad Art.166
(192) CNCasación Penal, sala IV, "Segovia, Norberto Juan”, 1996/08/08; Fallos, 1996-11, 942.
(193) S o l e r , op. eit., p. 300. En contra, Colombo, quien critica que el concepto típico de
“arma” incluya las “armas im propias”, art. eit.
(194) CNCrim. y Corree., sala I, causa N° 23.368 bis, “A., M.G. y otros”, disidencia de Bruzzone,
2004/05/06; ED, 2004/05/28, 6.
(195) CNCrim. y Corree., sala IV, 1990/08/30; JA, 1991-11-89. CNCrim. y Corree., sala VI,
1993/12/17; La Ley, 1994-E, 72. Aunque este fallo tam bién sea anterior a la reforma, no tiene
sentido que se varíe la solución cuando el arma es usada intempestivamente como una cachi
porra, sin que el sujeto pasivo haya tenido la posibilidad de sentirse intimidado.
(196) CNCrim. y Corree., sala I, 1991/10/10; BJ, 1991-5, 420. CNCrim. y Corree., sala IV,
“Astudillo González, Juan C.”, 1998/02/18; La Ley, 1999-A, 477.
(197) CNCasación Penal, sala IV, “Bazán, Diego Adrián”, reg. N° 1792.4, 1999/04/12.
(198) CNCasación Penal, sala II, “Locuratolo, María Dolores”, reg. N° 3.176-2, 2000/04/05;
BJ, 2000-2, 7.
(199) TOral Crim. N° 14, “Muñoz, Carlos J.”, 1994/02/24; La Ley, SJP 1995/07/24, 11.
(200) CNCrim. y Corree., sala VII, 1991/03/19; DJ, 1991/12/04, p. 26; eit. por Fontán Balestra,
op. cit., p. 463.
(201) CNCrim. y Corree., sala III, “Erasmo M uñoz, F.J.”, 1990/11/20. CNCrim. y Corree., sala
II, 1991/04/03, BJ, 1991-2, 188.
(202) CNCrim. y Corree., sala IV, “Rodríguez, Héctor”, 1990/12/21. En contra: TOral Crim.
N° 3, “Zeitune, David A.", 1998/09/22, no se consideró arm a un aerosol que contenía gas irritan
te, porque no se pudo verificar pericialmente que el gas tenía la conformación quím ica que
exige el art. 5o, inc. 3o, del Dec. 395/75; La Ley, SJP 1999/04/23, 25; o La Ley, 1999-B, 623.
(203) CNCrim. y Corree., sala VII, “Pavón, Andrés”, 1991/03/19.
Art.166 C ódigo P enal 412
taxista" 204; “ una botella de vidrio... a modo de garrote" 205; y hasta un “perro... (sin que
fuera necesario que) muestre o clave los dientes en las hum anidades de las víc
timas” 206. A partir de la reforma (Ley 25.882), el elemento “arma” para este tipo penal se
termina de definir por exclusión de las armas de fuego 207 y de las de utilería (párrafos
segundo y tercero de este mismo inciso).
No será arma de fuego, sólo arma “a secas”, la que arroja proyectiles por medio de
procedimientos impulsorios mecánicos (p. ej., un arco, una ballesta, etc.), ni aquella
cuyo impulso se da por la fuerza del hombre, pese a que su poder ofensivo se base en
la explosión de gases (p. ej., la granada que se arroja con la mano) 208. También se
aplicará este tipo penal cuando se usen torpedos — que se im pulsan de manera dis
tinta a los proyectiles de las armas de fuego— , bombas — que se colocan en el lugar
donde ocurrirá la explosión— , “armas de lanzam iento” — aquellas que disparan pro
yectiles autopropulsados, granadas, m unición química o m unición explosiva (inclui
dos los lanzallamas cuyo alcance sea superior a tres metros) 209— y cuando se recurra
a pistolas o rifles de aire comprimido, porque la compresión de gases no se produce
por deflagración sino mecánicamente 21°.
c) Modos de empleo del arma: Para que se dé la agravante el robo debe haber
sido cometido con armas, lo que significa que el arma debe haber sido utilizada por el
agente en una efectiva acción violenta o intimidatoria para doblegar o evitar la resis
tencia de la víctima de esa acción (el sujeto pasivo del robo o un tercero), ya sea cla
v án d o la , go lpeand o, a p u n ta n d o con ella, b la n d ié n d o la o m o s trá n d o la
significativamente (p. ej., “abriéndose el saco" 211, levantándose la remera212, hacien
do “el ademán propio de extraerlas"213); el robo no se agrava por el hecho de que el
agente solamente haya llevado o portado un a rm a 214, aun a la vista de la víctima
(“cuando se muestre simplemente" 215 “y aunque se la lleve a la vista, si esto, dado las
circunstancias particulares del caso, no constituye una intim idación" 216).
Pese a la nueva regulación, deberían ser consideradas “armas” para este tipo tam
bién las armas de fuego, las armas de fuego inaptas para el tiro o descargadas, y hasta
las armas de utilería, si cualquiera de ellas hubiera sido usada como arma impropia,
(204) TS Córdoba, "Maujo, Eduardo G. y otro”, 2002/07/05, se revocó la condena por robo
con armas y se aplicó la figura simple; La Ley, SJP 2002/09/23, 20.
(205) CNCrim. y Corree., sala IV, “González, Pedro M .”, 2000/04/27; La Ley, SJP 2000/10/30,
47.
(206) CCrim. y Corree. Morón, causa N° 8.464, reg. N° 93; BJ, 1995-33, 9; cit. por Ossorio y
Florit, op. cit., ps. 407/408.
(207) Como se verá más adelante, se entiende por “arma de fuego" a aquella que dispara
proyectiles pt>r medio de un m ecanismo basado en la ignición de sustancias que producen ga
ses que los im pulsan; o, en términos del art. 3o de la Ley Nacional de Armas y Explosivos
N° 20.429, aprobada por el Dec. 395/75: “aquella que utiliza la energía de los gases producidos
por la deflagración de pólvoras para lanzar un proyectil a distancia'.
(208) C r e u s , op. cit., ps. 117/118; F o n t á n B a lhstra , op. cit., p. 124.
(209) Ley Nacional de Armas y Explosivos N° 20.429.
(210) M o l in a r io , op. cit., p. 294.
(211) CNCasación Penal, sala III, “Avalos, Rubén 0." 1995/05/02; La Ley, SJP 1996/06/26, 5.
(212) CNCasación Penal, sala III, “Szkaluba, Walter José”, reg. N° 532-01-3, 2001/09/04; BJ,
2001-3, 76.
(213) SC Buenos Aires, 1991/05/02; La Ley, 1991-D, 85; cit. por O s s o r io y F l o r it , op. cit.,
p. 407.
(214) S o l e r , op. cit., p. 299. F o n t á n B aliístra , op. cit., p. 463. M o l in a r io , op. cit., p. 274. CNCrim.
y Corree., sala V, “Díaz, Fabián I.", 1999/12/29; La Lev, SJP 2000/09/22, 52.
(215) CNCrim. y Corree., sala II, 1989/10/30; BJ* 1989-4, 304.
(216) CNCasación Penal, sala II, “Aguirre, Elizabeth y otro”, reg. N° 1944-2, 1998/04/24; BJ,
1998-2, 62. Aunque estos últimos fallos hayan versado sobre armas de fuego, la valoración del
m odo en que se la empleó siempre pudo extenderse al uso de otras armas.
413 D elitos C ontra la P ropiedad Art.166
siempre que no se haya amedrentado con ellas ai sujeto pasivo, antes o después, de un
modo que simularan estar cargadas y ser aptas para el disparo, o de verdad.
Para Creus, tam bién implica que esa utilización debe haber ocurrido en la com i
sión del hecho, esto es, en la etapa ejecutiva del apoderamiento hasta su consumación;
la utilización del arma con anterioridad a esos actos ejecutivos (para preparar o faci
litar) o con posterioridad (para lograr el fin propuesto o la im punidad) no sirven para
calificar, sino que dejan vigente la figura del art. 164217. No obstante, reiterada juris
prudencia ha entendido que “La m odalidad comisiva ‘uso de armas'que especializa la
figura básica agravará el robo cuando su utilización se produzca en cualquiera de los
tramos del ‘iter criminis contemplado en la figura simple (art. 164), es decir, antes del
hecho, durante o después de cometido para lograr la im punidad... (De lo contrario) no
se aplicaría nunca la expresión contenida en la norma genérica ‘después de cometido'
(o sea, después de consumado)... No empece a ello la circunstancia que el art. 166, inc.
2o, Cód. Penal, d ig a 'si el robo se cometiere con armas', pues por comisión deben enten
derse todas las hipótesis del 164 — antes, durante y después— ” 218.
d) Aspecto subjetivo: Es un tipo doloso. Para aplicar esta agravante “se hace nece
sario que el dolo del autor consista precisamente en el empleo de algo que sea arm a
tam bién para él” 219. De este modo, el robo cometido con un cuchillo de papel es
robo (porque media intim idación220), pero no robo agravado; en este punto se m ues
tra la influencia calificante del peligro personal corrido.
3 .2 . P a r t i c i p a c i ó n
4 . R o b o e n d e s p o b l a d o y e n b a n d a ( in c . 2 o , p r im e r p á r r a f o , s e g u n d a p a r t e )
4 .1 . M o t i v o d e l a a g r a v a c ió n
4 .2 . P a r t i c u l a r i d a d e s d e l a e s t r u c t u r a t í p i c a
a) Modos de comisión: Aquí el robo puede haberse configurado tanto por la vio
lencia en las personas como por la fuerza en las cosas, a diferencia de los supuestos
anteriores de este artículo, en los que el motivo de la agravante se circunscribía a la
violencia; lo cual indica que en este caso no sería imprescindible la presencia de una
víctima de tal violencia222.
(217) C r e u s , op. cit., ps. 432/433. CNCrim. y Corree., sala II, 1988/03/24; BJ, 1988-1, 29. En
contra: CNCrim. y Corree., sala VI, “Barrios, Néstor”, 1997/03/10; La Ley, 1998-A, 365. CNCrim.
y Corree., sala I, 1993/03/30; La Ley, 1993-C, 210.
(218) CNCasación Penal, sala III, “Calderón, Mauricio J.”, 2002/08/06; La Ley, SJP 2003/04/
25,63. Allí se citan, entre otros fallos análogos: CNCasación Penal, sala I, “Herrera, Marcelo”, reg.
N° 3.871, 2000/10/25; CNCasación Penal, sala II, “Aguirre, Elizabeth y otro”, reg. N° 1.944,1998/
04/24; CNCasación Penal, sala iy “García, Gerardo”, reg. N° 2.961, 2000/11/06.
(219) S o l e r , op. cit., p. 300.
(220) Ver comentario al art. 164.
(221) Ver comentario al art. 165.
(222) CNCrim. y Corree., en pleno, “Cejas, Walter, A.”, 1997/11/18; La Ley, SJP 1997/12/26,
45; o La Ley, 1997-F, 862. CNCasación Penal, sala III, “Ciselli, Mario Ignacio”, reg. N° 4.467,
2003/08/12; www.diariojudicial.com.
Art.166 C ó d i g o P enal 414
4 .3 . C o n s u m a c ió n y tentativa
“El hecho que se ha dado por probado... encuadra dentro del delito de robo en
poblado y en banda, por haber sido perpetrado por tres personas, el que se encuentra
consumado, pues si bien es cierto que (el damnificado) no perdió de vista (al im puta
do) hasta su detención, no lo es menos que sus dos compañeros de delito lograron huir,
y no habiendo sido encontrada la birome ni el dinero sustraído, es lógico colegir que
quedó en poder de uno de ellos" 228.
4 .4 . P a r t ic ip a c ió n
También se ha dicho que “Es por todo ello que apuntando el concepto en estudio a
una secuencia de actuación a nivel de lofáctico, la in im p u ta b ilid a d o in cu lpabilidad
de algunos de los integrantes de la banda en la comisión del robo no excluye la confi
guración de la misma, dado que la intervención de dichos sujetos conforma el todo
peligroso o temible; subsistiendo la agravación en relación con aquellos respecto de
quienes concurren todos los presupuestos de la pena, es decir, que pueden considerarse
autores penalmente responsables de una acción, típica, antijurídica y culpable” 234; ni
tampoco evita la agravante “la circunstancia de que uno de los integrantes delgi‘upo se
encuentre prófugo” 235; aunque hay voces discordantes: “Resulta improcedente califi
car la conducta del im putado como robo agravado por su comisión en ‘banda’ en la
medida en que los tres o más integrantes de la misma no hayan comparecido a estar a
derecho, pues entonces el acuerdo previo, la im putabilidad y el grado de participación
quedan reducidos a u na mera presunción ‘j u ris et de ju r e *que perjudica indebida
mente al acusado con identificación”236.
5 .1 . M o t iv o d e la a g r a v a c ió n
Mientras el tipo objetivo del robo simple requiere violencia, que abarca la in tim i
dación; el tipo objetivo calificado por el uso de arm a — y ahora, tam bién el calificado
por el uso de arma de fuego— presume que, de ese uso, se deriva tanto un peligro
(230) CNCasación Penal, sala IV, "Barrios, Carlos Darío”, 1999/11/22; BJ, 1999-4, 13.
(231) CNCrim. y Corree., sala I, 1992/05/08; La Ley, 1992-D, 556.
(232) CNCrim. y Corree., salaV, “Milani, Walter J." 1999/08/27; lo acom paña un comentario
crítico de Cerletti, art. cit.
(233) CNCrim. y Corree., sala VII, 1990/03/30; BJ, 1990-1, 54.
(234) CN Casación Penal, sala IV, "Barrios, Carlos Darío", 1999/11/22; BJ, 1999-4, 13.
CNCasación Penal, sala II, "Batallán, Walter H .”, 1998/06/03; BJ, 1998-2, 64.
(235) Entre muchos otros: CNCasación Penal, sala IV, “Espinosa, César A. y otro” 2002/06/
19; La Ley, SJP 2002/10/29,74. CNCasación Penal, sala I, "Rojas, Ram ón Estanislao", reg. N° 3.733-
1, 2000/09/06; BJ, 2000-3,125. CNCasación Penal, sala II, "Kominek, Carlos Darío", 1997/10/22;
Fallos, 1997-11, 772. Sobre esta m ism a cuestión, Cerletti se plantea la hipótesis de que el prófugo
sea absuelto más tarde, art. cit.
(236) CNCrim. y Corree., sala VI, "Tolosa, Martín", 2001/03/15, reiterado voto de Elbert; La
Ley, SJP 2001/09/07, 39.
Art. 166 C o d ig o P enal 416
para la vida de las personas como una mayor entidad intim idante para ellas. En conse
cuencia, el peligro y la mayor intim idación son inescindibles en el planteo jurídico,
como fundam ento de la agravación del contenido injusto del hecho237; por ello, cuan
do el autor emplea un arma descargada existe mayor intim idación pero ningún peli
gro para la vida o la integridad física de la persona238. Tampoco se aplica este tipo penal
si el arma de fuego no es el objeto "intimidante" y se usa meramente como arma
im propia239.
5.2. P a r t i c u l a r i d a d e s d e l a e s t r u c t u r a t íp ic a
a) Modos de comisión: Como esta figura es una agravante del robo con armas
(inc. 2o, primer párrafo, primera parte), el comentario desarrollado en aquel tipo se
hace extensivo a éste.
b) Referencia de medio: Suele definirse al arma de fuego como aquella que dis
para proyectiles por medio de un mecanismo basado en la ignición de sustancias que
producen gases que los impulsan. Molinario sostiene, en este sentido, que se carac
teriza por impulsar un proyectil a través de un tubo, que com únm ente se denom ina
"caño", y que el impulso se origina en la deflagración de pólvora o de algún otro pro
ducto cuya combustión produzca un súbito aumento de volumen, que es el que im
pulsa el proyectil; comenta, además, que estas armas se llam an "de fuego” porque
otrora la combustión se iniciaba mediante una mecha que debía encenderse desde el
exterior y llegaba al lugar en donde se había depositado la pólvora (recámara) 240.
Como ya se dijera al hablar de las "armas” del tipo básico, queda claro que esta
agravante, tendrá lugar sólo en aquellos supuestos en que el autor se valga de un
arm a de fuego, más no de una de lanzamiento. En efecto, no será igual que el agente
emplee, a fin de intim idar a la víctima y desapoderarla: a) un revólver o una pistola
calibre 22, que b) una granada de m ano o un lanzallamas con alcance superior a los
tres metros; en las hipótesis "a)” la conducta quedará atrapada por esta nueva forma
comisiva, mientras que en los supuestos "b)” se aplicará el robo con armas "básico".
Ello parece ser una incongruencia de la nueva ley, ya que es posible afirmar que la
conducta del que emplea una poderosa granada de m ano o un lanzallamas es tan o
más peligrosa para la vida y la integridad física de la víctima y de terceros, que la del
que se vale de un revólver o una pistola calibre 22, si bien es cierto que estos últimos
casos son m ucho más frecuentes que los prim eros242.
(237) CNCrim. y Corree., en pleno, "Costas, Héctor y otro”, voto de Zaffaroni, 1986/10/15;
La Ley, 1986-E, 376.
(238) En tal caso, sería aplicable el tipo penal del párrafo siguiente, primera parte.
(239) Aquí se aplicará el robo con armas "básico”.
(240) M o l i n a r i o , op. cit., ps. 293/294.
(241) Aprobada por el Dec. 395/75.
(242) V is m a r a , a r t . c i t .
417 D elitos C ontra la P ropiedad Art.166
c) Modos de empleo del arma: También debe hacerse remisión a lo dicho sobre
este tópico al comentar el robo con armas (inc. 2o, primer párrafo, primera parte).
Vale recordar que si el arma de fuego fue utilizada como arma impropia — siempre
que el sujeto pasivo no haya tenido la posibilidad de ser amedrentado con su exhibi
ción— no será aplicable esta agravante. La característica de esta m odalidad es que
haya intim idación, y no violencia concreta, si bien tam bién puede estar presente.
5 .3 . P a r t ic ip a c ió n
5 .4 . R e l a c ió n c o n o tr a s f ig u r a s
(243) CNCrim. y Corree., sala VII, “Araujo, Iván y otro", 1997/11/13; La Ley, I998-D, 802.
Hoy se adecúa al tipo penal contenido en este inciso, párrafo tercero, segunda parte.
(244) CPenal Santa Fe, sala IV 1994/03/29; La Ley, 1994-E, 76. Todos estos casos, en cam
bio, están contemplados en el párrafo tercero, primera parte.
(245) Contrario sensu: CNCasación Penal, sala III, “Cantie Rahi, Paul”, 1999/06/10; BJ,
1999-2, 105.
(246) Entre muchos otros: CNCrim. y Corree., sala IV, 1994/03/04; La Ley, 1995-B, 406. TS
Córdoba, sala Penal, “Zinna, Víctor", 2001 /11/22, con una disidencia en la que se tiene por arma;
La Ley, SJP 2002/07/05, 73. Esta ha sido la opinión predominante desde: CNCrim. y Corree., en
pleno, “Costas, Héctor y otro", 1986/10/15; La Ley, 1986-E, 376.
(247) CNCrim. y Corree., salaV, “Vivarelli, Gastón M .”, 2001/03/15; La Ley, SJP 2001/11/09,
60. En contra: CNCasación Penal, sala II, “Aguilar, Claudio M .” 2002/08/23, pese a la falta de
incautación, se tuvo al arm a por apta porque los testigos declararon que había sido disparada y
se encontró un proyectil; La Ley, 2003-B, 42.
(248) S o l e r , op. cit., p. 300.
(249) Ver comentario al art. 165.
(250) Los fallos siguientes fueron dictados antes de que el robo con armas de fuego se
autonomizara en esta figura, sin embargo, la problemática concursal se mantiene intacta.
(251) Entre muchos otros: CNCasación Penal, sala I, “Roldán, Gustavo A.”, 2002/04/23; La
Ley, SJP 2002/09/23,46. CNCasación Penal, sala II, “Herrera, Javier Silvio", 2002/03/08; BJ, 2002-
1, 42. CNCasación Penal, sala III, “Marottoli, Alejandro J.’’, 2002/05/17; La Ley, SJP 2003/03/03,
55. CNCasación Penal, sala IV, “Fernández, Alfredo", 2002/08/26; La Ley, SJP 2003/03/24, 62.
CNCrim. y Corree., sala IV, “López, Marcelo A." 1997/08/06; La Ley, 1998-B, 789; o La Ley, SJP
1998/04/30, 3, esta últim a versión viene acom pañada por un comentario crítico de Sandro,
art. cit.
Art. 166 C ódigo P enal 418
Pero tam bién se ha dicho que “La tenencia de armas de guerra exige una prolonga
ción de la acción. Con arreglo a la form a como quedó descripto el suceso criminoso en el
fallo, no puede sino considerarse que la tenencia de arm a de guerra coincidió temporal
mente con la de robo, dado que no se ha demostrado una tenencia anterior o indepen
diente del robo, ni tampoco que hubiera tenido otro destino que no fuese el ataque a la
propiedad que se intentó... están enlazados en un concurso ideal”253; o que “Si la tenen
cia de arm a de guerra es meramente concomitante con su utilización para el delito de
robo con arma, aquella figura penal quedará absorbida por el segundo delito (concurso
aparente), toda vez que se tuvo sólo y para encubrirlo — en el caso, no se había acreditado
la tenencia anterior ni la posterior al haber sido aprehendido el im putado huyendo del
lugar donde realizó el robo— ; si de adverso la tenencia es anterior a la otra infracción o
continúa en el tiempo después de consumada aquélla, cobra independencia fáctica y se
revelan como hechos escindibles en la relación entre sí prevista por el art. 55”254.
Y, con mayor amplitud, que “La tenencia de arm a de guerra, en el caso de autos, se
enconti'ó directamente vinculada al propósito crim inal finalm ente desplegado en la
actividad ejecutiva de delitos, donde el acto preparatorio — art. 189 bis— , se encuen
tra consumido o abarcado en el posterior delito de daño (art. 166, inc. 2o), en conse
cuencia se trata de un concurso aparente de leyes cuyo efecto es el desplazamiento de
la figura consumida o absorbida por el otro delito” 255. En el mismo sentido, habría
que analizar si una posterior resistencia a la autoridad con el arma no integraría la
propia violencia del robo agravado “para procurar la im punidad"; de todos modos, ya
se dijo que “El intento de extraer el arma apuntándole al preventor, denota una reno
vación de la voluntad en la posesión del arma, que va más allá de aquella registrada
en el autor en la planificación del robo. Esa tenencia resulta diferente a la anterior pues
no form a parte del objetivo tenido en cuenta en el tentado asalto, sino que, por el con
trario im plica una fin a lid a d diversa en la voluntad de detentación que excede la del
anterior hecho... En efecto... (el imputado) descendió del vehículo apuntando el arm a
infructuosamente en contra del (preventor) con el propósito de resistir a la autoridad y
lograr su propia im punidad. Esta tenencia importa una tenencia autónom a e inde
pendiente, que concurre ineluctablemente en form a real con el conato de robo”256.
(252) CN Casación Penal, sala III, “Orona, José Luis”, 1996/09/25; Fallos, 1996-11, 757.
CNCasaeión Penal, sala II, “Villa Sánchez, D aniel”, reg. N° 5.709, 2003/05/29.
(253) CNCasación Penal, sala I, “Fernández, Ram ón y otro”, 1996/09/03, del voto en disi
dencia de Catucci; Fallos, 1996-11, 338. CNCrim. v Corree., salaVI, “Tolosa, M artín”, 2001/03/15;
LaLey, SJP 2001/09/07, 39.
(254) CNCasación Penal, sala IV, “Aldera, Yamil”, 2002/09/30, hay un voto en disidencia de
Hornos, quien plantea que media un concurso ideal; La Ley, SJP 2002/11/28, 28; o — en versión
sumaria— La Ley, SJP 2003/03/03,21. CNCasación Penal, sala II, “Batallán, YValter” 1998/06/03;
BJ, 1998-2, 8.
(255) TCrim. N° 3 Mar del Plata, “Pavoni, Julio L.”, 1999/06/15; La Ley BA, 2000, 61.
(256) CNCasación Penal, sala II, “Cantie Rahi, Paul”, 1999/06/10; La Ley, SJP 2000/03/24, 8.
419 D elitos C ontra la P ropiedad Art.166
También conviene aclarar que "Ante la ocurrencia en un mismo hecho de dos o más
tipos calificados dependientes de idéntico tipo simple (p. ej., un robo doblemente agra
vado, por haberse com etido con arm a y en p ob la d o y en b a n d a — art. 167,
inc. 2o— ), debe aplicarse solamente la figura que contiene el tipo calificado más grave
(por especialidad259); la mayor gravedad se determina por la comparación de las res
pectivas escalas de pena” 260.
5 .5 . P ena
La escala penal que se establece para el empleo de armas de fuego es la del robo
con armas “básico” aumentada en un tercio en su m ínim o y en su máximo, es decir,
queda conformada por u n m ínim o de seis años y ocho meses y u n tope de veinte
años de prisión o reclusión.
6 .1 . M o tiv o de la agravación
(257) Ver comentario al art. 189 bis, inc. 2o, párr. 3o.
(258) C r e u s , op. cit., p. 422.
(259) CNCrim. y Corree., sala VI, “Barrios, Néstor”, 20/03/97; La Ley, SJP 1998/02/23, 53; o
La Ley, 1998-A, 365.
(260) Entre muchos otros: CNCasación Penal, sala II, "Miszczuk, Máxim o A y otro”, reg. N°
1.029,1996/08/07; Fallos, 1996-11, 489. CNCrim. y Corree., sala VI, “Tolosa, M artín” 2001/03/15;
La Ley, SJP 2001/08/07, 39. CNCrim. y Corree., salaV, “Celatti, Pablo D.” 1999/08/10; La Ley, SJP
2000/03/24, 46.
(261) CNCasación Penal, sala IV, “Aldera, Yamil", 2002/09/30, donde hay un voto en disi
dencia de Hornos; La Ley, SJP 2002/11/28, 29; 6 La Ley, SJP 2003/03/03,21, a esta versión sum a
ria la acom páña un agudo comentario — favorable al fallo— de Friele, art.cit.TCasaeión Buenos
Aires, sala II, causa N° 12.065, “E, D.M .”, 2003/11/04; www.diariojudicial.com.
(262) CNCrim. y Corree., en pleno, “Costas, Héctor y otro”, votos de Bonorino Pero y Catucci,
1986/10/15; La Ley, 1986-E, 376. Ya se aludió a este plenario al hablar los motivos de la agravan
te del robo con arma de fuego.
(263) Del voto de Rocha Degreff: fallo cit.