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Aquello que hacemos y la RAE no recoge

Nuestro día a día está repleto acciones cotidianas que no reciben denominación
alguna en el diccionario, como «feisbuquear», «googlear» o «whatsappear», palabras
que la Real Academia Española no recoge entre su terminología pero están cada vez
más arraigadas

I. Z. 26/03/2014

Una mañana cualquiera, en el marco de tu rutina diaria, te levantas de la


cama y desayunas. Después, te vistes y sales a la calle. Hasta el momento
todo normal. Si has escogido el look acertado para salir de casa y el tamaño
de tu ego te lo permite, es probable que te hagas un selfie de camino al
trabajo y decidas feisbuquearlo o whatsappearlo para que tus contactos
corroboren que eres una it girl o un it boy, según el caso.

Ejemplos como el mencionado demuestran cómo el irrefrenable avance de


la tecnología ha modificado para siempre nuestro lenguaje. Con cada red
social o plataforma surgen, en la mayoría de los casos, los «verbos» que la
acompañan al igual que con cada nueva tendencia siempre aparece el
vocablo más cool para referirse a ella. Para muestra, ahí
tenemos googlear como término comúnmente aceptado a la hora de
referirse a la acción de indagar sobre algo en el popular buscador de
internet: «¿Puedes googlear eso?»

Este mismo mes la Real Academia Española (RAE) cerró la XXIII edición
del Diccionario de la Lengua Española, que verá la luz en octubre de este
año como colofón a la conmemoración del III Centenario de la institución.
Entre los nuevos términos que, tras un largo proceso de debate y reflexión,
la RAE incluye en el nuevo volumen, destacan palabras que jamás
pensamos encontrar en un libro académico: tuitear, tuiteo, tuit, tuitero,
libro electrónico o blog. La RAE refrenda de este modo las palabras que
en más de una ocasión ha repetido el director del organismo, José Manuel
Blecua, al asegurar que «los únicos dueños de la lengua son los
hablantes».

Decisión muy meditada


¿Vienen a significar la frase de Blecua que todo vale? ¿Encontraremos
algún día en la RAE acepciones para términos tan utilizados hoy
como whatsappear o feisbuquear? No es tan sencillo pues, evidentemente,
si algo define al modo de proceder de la Real Academia Españolaes que
no se lanza así como así a introducir nuevos vocablos en el diccionario si no
se ha producido antes un largo periodo de análisis, debate y reflexión.
Como la institución indica, la preparación de cada nueva edición del
diccionario académico implica «la identificación de nuevas palabras o
nuevos significados y la revisión de las palabras que ya figuraban en el
DRAE. Esta revisión se realiza agrupando las palabras según diversos
criterios, como el área temática a la que pertenecen (palabras de la música,
palabras de la química...), por sus características
gramaticales (sustantivos, conjunciones, adjetivos invariables…), por
su procedencia (extranjerismos, revisión de etimología…), por el área
geográfica en la que se documentan, etc».

En la XXIII edición del diccionario de la RAE podremos encontrar términos


como gigabyte o full time —que, como el organismo indica, irán siempre en
cursiva—. Además, muestra de que la tecnología copa una fracción cada
vez mayor de nuestro idioma es el hecho de que en el nuevo volumen
tendrán también cabida vocablos
como escaneo,intranet, dron, audioguía o hipervínculo —que no link, fuera
anglicismos—.

El secretario de la Real Academia, Darío Villanueva, detalló este mes a


ABC las claves de la nueva edición del diccionario, entre las que destacó
que en el nuevo volumen habrá también acepciones nuevas para palabras
ya existentes, como «tableta» que ahora también será un «dispositivo
electrónico que permite leer textos, almacenar información, etcétera». Tal y
como Villanueva relató a este diario, se trata del «significado nuevo de una
palabra que ya existía y que se refiere al nuevo lenguaje porque,
desafortudamente, vemos que en muchos casos se sigue utilizando el
anglicismo «tablet», lo cual es bastante absurdo porque la palabra es
latina».

Mejor en español
Al igual que ocurre en el caso del término tableta para hablar de la
popularizada tablet, los anglicismos están a la orden del día en el lenguaje.
En los últimos meses, los españoles venimos utilizando habitualmente la
palabra selfie para referirnos a lo que en nuestro país siempre se ha
denominado autofoto. La Fundéu no ha tardado en pronunciarse al
respecto: «La palabra autofoto es una alternativa adecuada en español al
término inglés selfie, con el que se alude a las fotografías que uno toma
de sí mismo, solo o en compañía de otros, en general con teléfonos
móviles, tabletas o cámaras web, y luego sube a redes sociales». Lo mismo
ocurre con los smartphonesque todos tenemos y que deberíamos
denominar como lo que son, teléfonos inteligentes, o con el malware de
nuestro ordenador que no es más que un programa maligno.

Acciones nuevas
De un tiempo a esta parte, hemos comenzado a hacer cosas que no solo
nos resultan novedosas a nosotros, sino también a la RAE. Así, ya no
salimos a correr, sino a hacer running, por lo que no somos corredores
sino runners. Además, hay quien ha cambiado el tradicional cigarrillo por el
dispositivo electrónico y ya no fuma, vapea.
No se dice hacer running, es salir a correrOtra cosa que hacemos y para lo
que no existe palabra aceptada es eso de desvelar el final de una película o
una serie de televisión o, como se dice comúnmente, spoilear. Si escribes
un post — esta palabra tampoco la recoge la RAE— en tu blog y tienes
pensado desentrañar el final de la última temporada de «The Walking
Dead», será mejor que pongas algo así como: «Voy a contarte el final»
antes que el ya manido y tampoco aceptado «Atención, spoilers». Del
mismo modo, y aunque pueda parecer extraño, la palabrainternauta no
aparece tampoco en el diccionario, algo que la Asociación de Internautas
asegura no llegar a entender, sobre todo después de que el organismo dé
por buenos vocablos como chat o tuit.

La revolución tecnológica ha dado vida también a nuevas profesiones que la


RAE todavía no recoge. No existen, por tanto, para el organismo trabajos
como el de community manager —que sería gestor de comunidades—
aunque sí el de bloguero —persona que crea o gestiona un blog—.
Tampoco encontrarás en el diccionario términos como SEO en referencia al
posicionamiento web, aunque sí para hacer referencia a «iglesia o
catedral». ¿Se te ocurren más? Escríbelos en nuestros comentarios.
Diccionario RAE 2017: lista de
palabras nuevas y cambios que
debes conocer

La institución incorpora términos muy extendidos y en primera línea de


la actualidad

Miércoles, 20 diciembre 2017, 15:55


Términos como "posverdad", "chusmear" y "postureo", además de extranjerismos
como "fair play", "halal" o "hummus" figuran entre las novedades del diccionario
digital de la Real Academia Española de la lengua, anunció la institución este miércoles.

La institución con sede en Madrid decidió incorporar términos muy extendidos y en primera
línea de la actualidad. Entre ellos, "posverdad", definida como la "distorsión deliberada de
una realidad" con el fin de influir en la opinión pública, y atribuida a menudo al presidente
estadounidense Donald Trump o a la campaña del Brexit.

El diccionario incorpora en total 3.345 modificaciones, entre adiciones de palabras,


acepciones nuevas, matizaciones y supresiones de términos en desuso.

Entre los cambios, la RAE se decidió a incorporar "latino" como sinónimo de


"latinoamericano", o más ampliamente, persona "que es de origen latinoamericano o
hispánico y vive en los Estados Unidos de América".

Suma también a su diccionario el elocuente término de "chusmear", aplicado a quienes


hablan "con indiscreción o malicia de alguien o de sus asuntos", o "espadón" como manera
coloquial de referirse a un militar golpista.

Los numerosos cambios incluyen la incorporación al léxico español de extranjerismos


procedentes de varias lenguas. Del inglés se adopta "fair play" (juego limpio), "cracker"
(los que vulnerar sistemas de seguridad informáticos) o "container" (en las acepciones de
contenedor y de barco destinado al transporte de mercancías en contenedores), y se añade el
verbo "clicar".

Del árabe se toman "sharía" -la "ley religiosa islámica reguladora de todos los aspectos
públicos y privados de la vida"-, "umma" -la comunidad de creyentes del islam-, "halal", el
término empleado para designar la comida apta para consumo de musulmanes observantes,
y "hummus", una crema de garbanzos muy popular en Oriente Medio.

Por otro lado se incorporan términos muy de moda en España, entre ellos el
neologismo "postureo", esa "actitud artificiosa e impostada que se adopta por conveniencia
o presunción".

También "buenismo", vocablo despectivo muy extendido en política y reservado a quien


ante un conflicto "cede con benevolencia o actúa con excesiva tolerancia".
Entre las curiosidades figuran dos términos de etimología griega, la "aporofobia", o
miedo al pobre, y la "amusia", definida como la "incapacidad de reconocer o reproducir
tonos o ritmos musicales".

Según la RAE, el diccionario digital recibió en 2016 más de 600 millones de consultas. A
final de este año "esperamos superar ampliamente esta cifra acercándonos, incluso, a los mil
millones", dijo el director de la institución, Darío Villanueva.

Quince palabros aceptados por la RAE


que quizás no conocías como "manda
uebos"
 Palabras nuevas adaptadas, viejas con significados remotos o vulgarismos fruto de la
expresión oral son fuente de sorpresas lingüísticas curiosas
Barcelona. (Redacción).- La lengua es viva y se modifica con el uso. Palabras nuevas,
particularmente anglicismos adaptados a la ortografía castellana, palabras viejas cuyo
significado original se pierde en el tiempo o vulgarismos fruto de la expresión oral son
fuente de sorpresas lingüísticas curiosas.

Palabro
Palabra rara o mal dicha.

Uebos
No se refiere esta palabra a lo que pone la gallina. Del latín Opus, significa necesidad, y
de ella deriva la expresión "manda huevos", que no es más que una distorsión de manda
uebos (la necesidad obliga).
Almóndiga
Parece un error de analfabeto pero las almóndigas son tan ricas como las albóndigas,
según la RAE.

Toballa
Aunque esté en desuso a favor de toalla, la RAE acepta esta antigualla lingüística

Vagamundo
En cierto modo en más lógico este vocablo que el que conocemos y usamos
habitualmente para referirnos a un vagabundo

Yin y bluyín
Los tejanos son denominados como yin y bluyín en Latinoamérica, donde la RAE
recomienda esta curiosa grafía derivada de los vocablos ingleses jean y blue jean.

Culamen, pechamen y muslamen


La RAE aceptó estos términos para referirse a partes anatómicas a pesar de ser vulgares
y groseras.
Otubre
Aunque suene raro el mes de octubre puede sin la c.

Dotor
De la misma forma que otubre, la RAE permite quitar la c a doctor siempre en un uso
vulgar

Jonrón
En el béisbol, jugada en que el bateador golpea la pelota enviándola fuera del campo, lo
que le permite recorrer todas las bases y anotar una carrera.

Cederrón
Curiosa forma pra referirse al ya casi extinguido CD-ROM.

Güisqui
Licor alcohólico que se obtiene del grano de algunas plantas, destilando un compuesto
amiláceo en estado de fermentación.

Friqui
Este anglicismo también está aceptado en su versión más castellana. El friki es según la
RAE una persona pintoresca y extravagante o que practica desmesurada y
obsesivamente una afición.

Murciégalo
Forma en desuso para referirse al murciélago.

Asín
Forma vulgar de decir así.
Los 'idos' de la RAE
El cambio ha causado mucho revuelo

Pues sí: la RAE ha seguido a Lola Flores. El imperativo "iros" ha sido


aceptado
Aquí, una muestra de las palabras que la Academia ha bendecido. Y las que
no
De amigovio a albericoque: 23 palabras admitidas por el DRAE que nunca
imaginarías en un diccionario
Quién podría imaginarse que la folclórica frase "si me queréis, irse",
bramada por Lola Flores, marcaría la senda a la mismísima Real Academia
Española (RAE). Esta semana Pérez Reverte revelaba que para conjugar la
segunda persona del plural del imperativo del verbo ir ("idos") también será
válido el hasta ahora incorrecto "iros". Me pregunto cuántos de los
dueños de los alaridos proferidos en las redes sociales estos días han
formulado una sola vez frases del tipo "idos a la mierda"; o "idos a la cama,
niños". Y cuántos de los que han usado correctamente "idos" han recibido de
sus interlocutores, como mínimo, un desaprobador arqueo de cejas.
¿A favor o en contra? Defiendo y uso la forma correcta "idos", si bien la
incorporación de "iros" no me parece el mayor de los sacrilegios; hay
precedentes mucho más hilarantes, como "bluyín". Tendrá usted que leer
esta palabra, al menos, dos veces para saber que me refiero al pantalón de
tela vaquera.
Parece que la RAE se muestra muy casquivana al permitir algunas
aberracioneslingüísticas y pudorosamente estricta al no aceptar otros
vocablos de uso muy extendido. El desatino al eliminar la tilde del adverbio
"sólo" fue proverbial. Valga el ejemplo "practico sexo solo los fines de
semana". La supresión de la tilde en "solo" empaña la comprensión lectora.
Hay curiosidades idiomáticas que han pasado desapercibidas y que
contribuyen al caos semántico; palabras que tienen a la vez un significado y
su contrario. Así, "nimio", que procede del latín nimius (excesivo y
abundante), tomó el sentido inverso debido a una mala interpretación y el
Diccionario de la Real Academia Española (DRAE) optó por ofrecer dos
acepciones contrarias: insignificante, sin importancia; y excesivo, exagerado.
Un camino parecido recorrió el vocablo "lívido" que viene del latín lividus. y
éste del sufijo "-ido" y que quiere decir ponerse morado, amoratado. El
insistente mal uso por "completamente pálido" ha tenido como consecuencia
que este adjetivo signifique, además de "amoratado", "intensamente
pálido". Poco clarificador.
Si bien en algunas ocasiones la manga ancha de la RAE denota falta de
criterio, en otras las críticas son inmerecidas. Como es el caso de
"almóndiga", "toballa" y "asín", blancos fáciles contra la RAE pero que ya se
instalaron en nuestro diccionario en el Siglo de Oro.
Conviene aclarar que no todas las más de 90.000 palabras que recoge el
DRAE son adecuadas, pese a la extendida idea de que lo que allí se incluye es
ley; las que no lo son están señaladas como vulgarismo, un concepto capital
que ha de distinguirse del coloquialismo (lenguaje informal). ¿A que no es lo
mismo que describan su vestimenta como informal o como vulgar? Cuando a
una palabra le acompañe vulg., huya de ella como del diablo.
La RAE también nos indica sus preferencias entre dos términos aceptados,
por lo que da prioridad al que define directamente. Así, "psicología",
"psicológico" o "psicólogo", definidas directamente, son las variantes
recomendadas; "sicología", "sicológico" o "sicólogo", definidas por remisión a
sus correspondientes antedichas, constan como admitidas pero no se
recomiendan.
El objetivo fundamental de la institución, que cuenta con 300 años de
historia, es "velar por que la lengua en su continua adaptación de los
hablantes no quiebre su esencial unidad", una lengua que hablan, cuidan y
maltratan más de 500 millones de personas. Su política lingüística es, por
tanto, panhispánica.
La RAE tiene una función descriptiva del español, no sólo
normativa, e incluye términos que tienen un alto consenso entre los
hablantes. Pero ha de permanecer inmune ante la ultracorrección política del
lenguaje, por más que se apliquen los políticos en la agotadora
práctica del desdoblamiento de género que va en contra de la economía del
idioma: "todos y todas" y hasta "miembros y miembras".
En su empeño por mantener la frescura de la lengua, la RAE elimina
términos en desuso desde el siglo XV e incorpora nuevas palabras, que
han de reposar al menos siete años como garantía para evitar las expresiones
pasajeras. ¿De verdad era necesario incluir "papichulo" en el DRAE?
A continuación, palabras que no creerá que están aceptadas y otras que nos
gustaría que lo estuvieran. Aunque esto es algo muy personal y cada uno
tiene sus vocablos fetiche que querría ver en el diccionario.
Palabras que no creerá que están aceptadas
BLUYÍN
Sí, como lo lee. No es fácil entenderlo escrito con esa grafía, pero se trata de
la versión española del inglés blue jean, el pantalón vaquero de toda la vida.
CULAMEN
Es un vulgarismo para describir las nalgas. Y seguimos por partes, pues
también está incluida como vulgarismo "pechamen", que es busto de mujer
especialmente grande; y, como coloquialismo, "muslamen", muslos de una
persona, especialmente los de mujer.
AMIGOVIO
Describe a una persona que mantiene con otra una relación de menor
compromiso formal que un noviazgo. Es de uso coloquial en Argentina,
México, Paraguay y Uruguay. Señores de la RAE, todos sabemos que hay una
palabra que define mucho mejor el término y su uso está mucho más
introducido, y no es pagafantas.
TOBALLA
O su forma correcta, "toa-lla". Sin olvidar las perlas "almóndiga" (albóndiga)
y "asín" (así). Es preciso señalar que estas palabras llevan tres siglos
incluidas en el diccionario. "Almóndiga", en la primera edición de 1726;
"toballa", en la de 1739 y "asín", en la de 1770. Asín se lo digo.
MURCIÉGALO
Revise la palabra que acaba de leer. Puede que su mente haya interpretado
"murciélago". Pero la RAE también acepta: "mur-cié-galo". Está considerado
un vulgarismo. Procede del latín mus, muris (ratón) y caeculus, diminutivo
de ciego.
Palabras que nos gustarían que estuvieran aceptadas
MADRIDISMO/BARCELONISMO
Ni rastro aparece de ellas en el diccionario. Sí se incluye la acepción de
"merengue", para los seguidores del Real Madrid, y la de "blaugrana", para
los del Barça. En cuanto a seguidores de partidos políticos, también incluye a
"sociatas" y "peperos".
TEMAZO
Cada uno tiene el suyo o incluso varios. Un temazo no es sólo un
aumentativo de "tema", ni sólo una canción de mucho éxito, eso sería un des-
pa-ci-to. Es una gran pieza musical que place el ánimo y lo eleva.
PIFOSTIO
Contundente palabra del lenguaje coloquial olvidada por el DRAE, y que
expresa un gran enredo de algo o de alguien por su complejidad o por su
cantidad.
VIEJUNO
Puede que la RAE se quede viejuna si tarda mucho más en aceptar este
término. Hace referencia a algo o alguien pasado de moda, desfasado. El
programa de televisión Muchachada Nui catapultó la palabra con su espacio
llamado Mundo Viejuno. También ha sido desoída viejoven, jóvenes de
aspecto viejuno.
BOCACHANCLA
Se echa de menos que no venga descrito este personaje verborreico con el
que casi todos nos hemos topado alguna vez; un bocazas, un charlatán.
María Irazusta es periodista y escritora. Autora de "Las 101 cagadas del
español: Reaprende nuestro idioma" y "Eso lo será tu madre: la biblia del
insulto", editadas por Espasa.

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