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D O M I N O Y A L G O M A S ( 450 ) Jugador 4

Ignacio Zaibert H.

El amigo Benny Sar-Shalom me consulta en los términos siguientes:

“Hola Ignacio.
…Tengo una consulta que hacerte sobre una partida que se nos presento el fin de
semana.
El salidor coloca sin pensada previa el 4/4, el siguiente jugador juega el 4/5 con una
pensada ni-ni, el compañero del salidor juega el 5/0 sin pensada previa, le toca jugar
al pie quien posee los siguientes palos: 4/0, 3/0, 6/5, 6/3, 5/2, 5/3, 2/1, cual sería la
piedra a jugar?
Cuadrar a la mano?
Cuadrar al pie?
Jugar el 3/0?
Gracias,
Un abrazo.”

A continuación, con todo gusto, la respuesta correspondiente:


PRIMERO: Características de la primera jugada del segundo jugador.
Al castigar el segundo jugador la “ficha de salida” con jugada “ni-ni”, se debe inferir
que no tiene más fichas del “palo” cuatro, ni más fichas del “palo” cinco, amén de
que no tiene interés o fuerza en el “palo” cinco.

SEGUNDO: Características de la primera jugada del tercer jugador.


Al castigar el tercer jugador el cinco iniciado por el segundo jugador, con jugada “sin
pensada previa”, se debe inferir que tiene interés y fuerza en el “palo” anunciado,
esto es, que tiene mayoría de fichas en el “palo” blanco, que tiene por lo menos
cuatro fichas del “palo” blanco.
TERCERO: Consideraciones atinentes a las fichas levantadas por el cuarto jugador.
A) La “mano” del cuarto jugador no presenta fichas dobles, ni “fallas”, ni tampoco
mayoría en ningún “palo”.
B) Los “palos” con mayor presencia en la “mano” del cuarto jugador son: el “palo”
cinco, con tres fichas: 5/2, 5/3 y 5/6 y el “palo” tres, con también tres fichas: 3/0, 3/5
y 3/6.

CUARTO: Incidencia de las fichas jugadas y las del cuarto jugador.


En la mesa de juego hay colocadas dos fichas del “palo” cuatro (4/4 y 4/5), dos
fichas del “palo” cinco (4/5 y 5/0) y una del “palo” blanco (5/0).
Las dos fichas del “palo” cinco colocadas en la mesa de juego, sumadas a las tres
levantadas por el cuarto jugador, constituyen una mayoría adquirida de dicho
jugador en el “palo” cinco.

QUINTO: Posibles jugadas del cuarto jugador.


Habida cuenta que en las puntas del dominó colocado en la mes hay un blanco y
un cuatro, y el cuarto jugador tiene dos blancos (0/3 y 0/4) y un cuatro (4/0), hay tres
jugadas posibles, dos castigando el blanco y una castigando el cuatro. Veamos:

A) Castigar el blanco con el 0/3. Dicha jugada no es recomendable, por una parte,
por la presencia del 0/4 que en esa circunstancia representa la “ficha de cuadro”, la
cual en principio tiene preferencia, y por otra parte, la presencia de tres fichas del
“palo” tres, no es razón suficiente para su uso.
B) Castigar el cuatro con el 4/0. Esto es, “cuadrar” a blanco no es recomendable,
por cuanto, en atención a la primera jugada del tercer jugador (al iniciar el blanco
con el 5/0 “sin pensada previa”), se infiere que dicho jugador tiene mayoría de fichas
en el “palo” blanco, por lo menos cuatro fichas. En consecuencia, de “cuadrar” a
blanco con el 4/0 el cuarto jugador quedaría en posesión de un blanco, el 0/3, el
salidor o el segundo jugador colocarían el blanco faltante (según quien de los dos
lo tuviera) y el tercer jugador quedaría como el amo exclusivo de todas las fichas
restantes de dicho “palo” blanco.
C) Castigar el blanco con el 0/4. Esto es, “cuadrar” a cuatro constituye el “mal
menor”, y es en consecuencia la jugada recomendable, por cuanto, su compañero,
el segundo jugador podría (eventualmente) actuar sobre el “palo” de la ficha que
hubiera colocado el salidor en su segundo movimiento, o pudiera “pasar”, con lo que
se confirmaría la información de no tener más fichas del “palo” cuatro, en estricto
apego a la jugada “ni-ni” de su primer movimiento, y se le sumaría la información de
no tener fichas del “palo” uno.

CONCLUSION:

De las opciones que se le presentan al cuarto jugador en su primer movimiento,


ninguna es buena, razón por la cual, tal y como lo dijimos arriba, se debe escoger
la “menos mala”, el “mal menor”. Tal opción, tal jugada es “cuadrar” a cuatro con el
0/4.
Al proceder así, se generan menos inconvenientes que con cualquiera de las otras
jugadas posibles, amén de que puede surgir, más temprano que tarde, la
oportunidad para que el cuarto jugador pueda colocar cualquiera de las fichas del
“palo” cinco que tiene en su poder, con lo cual tendría argumentos importantes de
carácter ofensivo para contrarrestar la fuerza de los contrarios en el “palo” cuatro.
Evidentemente hay ocasiones en que las fichas que se tienen para jugar, no
representan (en lo inmediato) beneficio alguno. En tales circunstancias se debe usar
la ficha que genere menos perjuicios, (la “menos mala”), la que permita, a la larga
(en lo mediato) la optimización del resultado.

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