Avances en energía solar concentrada: una perspectiva de
transferencia de calor
La energía solar es la fuente de energía más abundantemente disponible y es
capaz de reducir nuestra dependencia del suministro de combustibles fósiles. Se puede utilizar para producir electricidad por proceso termodinámico (tecnología de energía solar concentrada CSP) o por conversión fotovoltaica (tecnología de conjuntos fotovoltaicos CPV). Ambos procesos presentan sus ventajas y desventajas basadas en los ámbitos de eficiencia, costos, impacto ambiental y sus procesos son distintos. CSP se utiliza para aplicaciones a gran escala; sin embargo, la aplicación de la energía fotovoltaica puede ser desde el uso doméstico hasta las centrales eléctricas integradas en la red. Plantas CSP Las plantas CSP utilizan energía solar térmica para generar energía eléctrica en diferentes ciclos de energía termodinámica mediante colectores solares, reflectores, fluido térmico y turbinas lo que implica un intensa transferencia de calor en cada etapa. Estas plantas pueden funcionar durante varias horas y con mayor eficiencia debido a la transferencia de calor radiactivo, ya que la energía total absorbida en el sistema se convierte en calor sensible, calor latente y conducciones de calor. Otra de las razones por la cual las CSP son plantas eficaces es porque pueden tener unidades de almacenamiento de energía adicional térmica (TES) que se utilizan cuando el sol no está disponible como la noche o días nublados, y es una mejor opción en comparación con el almacenamiento de energía eléctrica en baterías porque es de bajo costo y tiene un impacto ambiental mínimo. En los sistemas activos, la energía térmica se almacena en un medio que también actúa como portador de energía. El medio con alta energía térmica se bombea y transfiere su energía al ciclo termodinámico mediante convección forzada ya que se utilizan tuberías de calor que involucran ebullición y condensación. Los materiales de almacenamiento de energía térmica deben tener ciertas propiedades físicas y térmicas para almacenar calor en forma de aumento de temperatura y garantizar el mejor rendimiento de las plantas de CSP, y en el caso de no tenerlas, se les puede agregar partículas metálicas o no metálicas para aumentar su conductividad térmica. Las sales fundidas y los metales líquidos son las mejores opciones para el almacenamiento de energía; sin embargo, uno de los problemas de las sales fundidas es su alta naturaleza corrosiva en relación a las aleaciones metálicas, y su estabilidad y densidad de almacenamiento de energía también son menores a las de las aleaciones metálicas. En las plantas de CSP, la transferencia de calor por conducción cambia con el tiempo, por lo que es necesario comprender la naturaleza transitoria de la transferencia de calor por conducción. La conducción de calor dentro del sólido es insignificante en comparación con la transferencia de calor del sólido al fluido en su interfaz. Después de un tiempo específico, el sistema alcanza un estado estable cuando la alta energía térmica del sólido se transfiera al fluido a baja temperatura para eventualmente alcanzar el mismo nivel de temperatura. Plantas CPV En la tecnología fotovoltaica las células solares producen electricidad cuando se exponen a la irradiación. La cantidad de voltaje producido por unidad de celda es muy pequeña; por lo tanto, cientos de células están conectadas en uniones en serie y paralelas para producir alto voltaje para aplicaciones de uso diario. El impacto ambiental del CPV es mayor durante toda su vida útil en comparación con la CSP, ya que la emisión de gases de efecto invernadero es mayor debido a la utilización de formas y materiales que son una amenaza tanto para el medio ambiente como para los trabajadores. Sin embargo, las plantas fotovoltaicas son mejores en la producción de más electricidad dentro de la misma área en comparación con la CSP ya que los módulos fotovoltaicos ocupan menos espacio que los colectores solares y reflectores en CSP.