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Para poder alcanzar los objetivos planteados en el CDB y llevar a cabo las acciones de
la ENBM desde una perspectiva federalista, la CONABIO ha iniciado un proceso en
varias entidades del país con la participación de gobiernos estatales y representantes de
los diversos sectores de la sociedad con la finalidad de desarrollar las Estrategias
Estatales sobre Biodiversidad (EEB).
1. Estudio de Estado
2. Estrategia Estatal sobre Biodiversidad
Los indicadores para monitorear el progreso en las distintas dimensiones son necesarios
para ayudar a quienes toman las decisiones y elaboran las políticas a todo nivel a
mantenerse enfocados en el camino hacia el desarrollo sustentable. El proceso de
elaboración de indicadores es lento y complejo y requiere numerosas consultas. Cuando
aparece un nuevo indicador éste debe ser puesto a prueba y modificado a la luz de la
experiencia. Los indicadores económicos son comúnmente los más usados. Sin
embargo, los indicadores sociales, ambientales e institucionales son esenciales para
tener un panorama más completo de lo que ocurre con el desarrollo.
Indicadores sociales
Indicadores económicos
Indicadores ambientales
El análisis del Inventario del Ciclo de Vida (ICV) cuantifica los consumos de materias
primas y energía junto con todos los residuos sólidos, emisiones a la atmósfera y
vertidos al agua (las cargas medioambientales) derivados de todos lo procesos que están
dentro de los límites del sistema. Los resultados de un estudio de ese tipo generan un
inventario de las cargas medioambientales asociadas a la unidad funcional.
El “Análisis del Ciclo de Vida”, es un método científico que se emplea para investigar
el impacto de un material -o de un sistema - en el medio ambiente durante toda la vida
de dicho material, en una aplicación concreta, desde la obtención de las materias primas,
hasta el momento en que se deshecha. De este modo se pueden comparar los impactos
medioambientales de diferentes materiales (por ej. PVC, PET y cristal) o de diferentes
sistemas (por ej. embalajes de un solo uso o reutilizables), utilizados con un mismo
propósito (por ej. embotellado de agua mineral), se pueden comparar.
3. La evaluación de impactos.
Según la lista del análisis de Inventario, se realiza una clasificación y evaluación de los
resultados del inventario, y se relacionan sus resultados con efectos ambientales
observables.
4. La interpretación de resultados
Los resultados de las fases precedentes son evaluados juntos, en un modo congruente
con los objetivos definidos para el estudio, a fin de establecer las conclusiones y
recomendaciones para la toma de decisiones.
El ACV no sigue una metodología fija, no hay una única manera de realizar una
evaluación de este tipo. Al contrario, tiene varias alternativas, y por lo tanto se debe
estar familiarizado con los métodos científicos de investigación y con la evaluación del
sentido común de las cuestiones complejas antes de realizar este tipo de estudio.
La educación ambiental es definida como “el proceso que consiste en reconocer valores
y aclarar conceptos con objeto de fomentar y formar actitudes y aptitudes necesarias
para comprender y apreciar las interrelaciones entre el hombre, su cultura y su medio
biofísico. La educación ambiental también entraña en la práctica la toma de decisiones y
la propia elaboración de un código de comportamiento respecto a las cuestiones
relacionadas con la calidad del ambiente”.
Lograr que tanto los individuos como las comunidades comprendan la complejidad del
ambiente natural y el creado por el hombre –resultado este último de la interacción de
los factores biológicos, físico-químicos, sociales, económicos y culturales- para que
adquieran los conocimientos, valores, actitudes y habilidades prácticas que les permitan
participar de manera responsable y efectiva en la previsión y resolución de los
problemas ambientales.
Este nivel incluye la instrucción sobre ecología básica, ciencia de los sistemas de la
Tierra, geología, meteorología, geografía física, botánica, biología, química, física, etc.
El propósito de este nivel de instrucción es dar al alumno informaciones sobre los
sistemas terrestres de soporte vital. Estos sistemas de soporte vital son como las reglas
de un juego. Suponga que usted desea aprender a jugar un juego. Una de las primeras
tareas que necesita hacer es aprender las reglas del juego. En muchos aspectos, la vida
es un juego que estamos jugando. Los científicos han descubierto muchas reglas
ecológicas de la vida pero, con frecuencia, se descubren nuevas reglas. Por desgracia,
muchas personas no comprenden muchas de estas reglas ecológicas de la vida. Muchas
conductas humanas y decisiones de desarrollo parecen violar a muchas de ellas.
Esto implica aprender a investigar y evaluar problemas ambientales. Debido a que hay
demasiados casos de personas que han interpretado de forma incorrecta o sin exactitud
asuntos ambientales, muchas personas se encuentran confundidas acerca de cual es el
comportamiento más responsable ambientalmente. Por ejemplo, ¿es mejor para el
ambiente usar pañales de tela que pañales desechables? ¿Es mejor hacer que sus
compras la pongan en una bolsa de papel o en una plástica? La recuperación energética
de recursos desechados, ¿es ambientalmente responsable o no? Muy pocas veces las
respuestas a tales preguntas son sencillas. La mayoría de las veces, las circunstancias y
condiciones específicas complican las respuestas a tales preguntas y solamente pueden
comprenderse luego de considerar cuidadosamente muchas informaciones.
Este componente enfatiza el dotar al alumno con las habilidades necesarias para
participar productivamente en la solución de problemas ambientales presentes y la
prevención de problemas ambientales futuros. También se encarga de ayudar a los
alumnos a que comprendan que, frecuentemente, no existe una persona, agencia u
organización responsable de los problemas ambientales.
Los problemas ambientales son frecuentemente causados por las sociedades humanas,
las cuales son colectividades de individuos. Por lo tanto, los individuos resultan ser las
causas primarias de muchos problemas, y la solución a los problemas probablemente
será el individuo (actuando colectivamente).
En los comienzos de este nuevo siglo parece que hay un amplio acuerdo en considerar
que el desarrollo de una sociedad puede ser sostenible cuando pueda conservar los
sistemas que hacen posible la vida y la biodiversidad, cuando pueda asegurar que el uso
de los recursos renovables es menor que la capacidad del medio ambiente para
renovarlos, cuando pueda minimizar la destrucción de los recursos no renovables y
disponga de tecnología para sustituirlos; cuando pueda mantener la capacidad de
transporte de los ecosistemas, y cuando pueda propiciar un equilibrio económico capaz
de asegurar la justicia social
Con la misma lógica, podemos decir hoy, que Internet es una vía para “alargar la
distancia a la que podemos ver”, pues con ayuda de ese instrumento es posible “ser
testigos” de lo que está ocurriendo en otro continente e incluso podemos interactuar con
personas de distantes lugares. Por supuesto, que la complejidad tecnológica de una
computadora es enormemente mayor que la de una rama seca utilizada para “bajar”
frutos de los árboles. Pero también es cierto, que el hombre primitivo no disponía de los
conocimientos que se han acumulado a lo largo de la historia hasta llegar a nuestra
generación.
La más importante lección de estos ejemplos, es que aún en la más primitiva actividad
económica, además de la búsqueda de satisfactores para sus necesidades, el ser humano
conoce mejor a su medio, descubre y desentraña los misterios de la naturaleza. En base
a esto diseña y fabrica instrumentos y herramientas cada vez más sofisticados que le
auxilian en sus actividades. Esto es lo que conocemos como avances de la Ciencia y la
Tecnología.
3.3.2 Desmaterialización
Parece entonces que no valen la pena los esfuerzos de la Gestión Ambiental y la Eco-
eficiencia para lograr producir con menor cantidad de materia prima y con menor
impacto al medio ambiente. Aunque estos esfuerzos medidos de manera parcial
representan una reducción en los costos y el aumento de la productividad sólo se
encaminarían a una desmaterialización sostenible si se desligan de una manera radical
de la producción. Esto es lo que se conoce como problemas de la desmaterializacion de
la economia La Sostenibilidad Social es otro de los cuestionamientos a este tipo de
estrategias, ya que la reducción en los flujos de materia y energía supone de alguna
forma la reducción de la producción y esto significaría reducción en fuentes de empleo.
En el mundo de los negocios supone una alta capacidad de innovación y que
estratégicamente hay ciertos sectores que no se pueden desmaterializar con la misma
intensidad de otros, para no causar un problema social inmediato en aras de la
sostenibilidad a largo plazo. Además, se plantean problemas entre las naciones
productoras de materias primas y energía donde una estrategia de desmaterialización en
naciones industrializadas busca reducir, por ejemplo, dependencia de las políticas de los
países productores de petróleo.
Muchos autores han propuesto diferentes modelos o paradigmas para cambiar los
patrones actuales de consumo y producción y alcanzar un futuro más sustentable. Todos
ellos proponen una serie de actividades y responsabilidades coordinadas por el
gobierno, la industria y los consumidores.
El tercer modelo se diseñó con la idea de combatir los problemas principales del
consumo insostenible. Algunos gobiernos europeos que han desarrollado métodos de
“Políticas Integradas para Productos” (PIP), para crear un sustento legal estándar y una
plataforma de incentivos para cerrar el ciclo de productos y recursos en relación con su
desempeño económico.
Las PIP proponen remediar la actual situación insostenible aplicando una amplia gama
de políticas de manera coordinada, integrada y complementaria. Se basan en el hecho de
que no existe una sola solución que se aplique en todos los casos y, por lo tanto,
proponen una serie de instrumentos que se utilizarán dependiendo de cada caso.
Las PIP son un buen ejemplo del desarrollo de políticas que, al captar una amplia gama
de cuestiones en una sola propuesta, hacen que las leyes sean más eficientes para la
industria; así hay menos leyes que administrar y un desempeño más competitivo y
eficiente en términos generales.
Una tecnología de producción limpia (TPL) puede ser identificada de varias maneras: o
permite la reducción de emisiones y/o descargas de un contaminante, o la reducción del
consumo de energía eléctrica y/o agua, sin provocar incremento de otros contaminantes;
o logra un balance medioambiental más limpio, aún cuando la contaminación cambia de
un elemento a otro. Esto último supone evaluar la nueva tecnología sobre la base de las
normas y estándares fijados por la legislación medioambiental.
En principio, la producción limpia podría entenderse como aquella que no genera
residuos ni emisiones. En la realidad esto no es así. Primero, porque en el estadio actual
de desarrollo son escasas las tecnologías económicamente viables que logren cero
emisión. Segundo, porque si bien toda emisión puede generar una externalidad negativa
(o pérdida de bienestar social sin compensación), el nivel óptimo de contaminación no
es igual a cero, sino aquel en que los beneficios sociales marginales de minimizar
residuos, sean equivalentes a los costos sociales marginales de lograr tales reducciones.
3.3.4 Ecodiseño
Existen muchos errores en política ambiental. Las fallas del mercado y daño ambiental
que causan.
En el primer ejemplo: Errores en la administración de sistemas de riego, se expone el
perjuicio que trae el dar subsidios amplios sobre los precios de los recursos naturales
(ya sea para beneficiar a la población más pobre o para estimular la producción y el
desarrollo, tanto agrícola como industrial), en este caso, se hace referencia al
desperdicio del agua y al daño producido a la tierra por sobresaturación de la misma.
Indudablemente, las fallas del mercado y los errores de política estatal, son factores
responsables de la degradación ambiental. Las directrices tomadas en años anteriores
(en el caso de Brasil y de muchos otros países), sin tener en cuenta el daño ambiental
que causaban, han sido determinantes en el deterioro ecológico a escala global. El haber
sobredimensionado actividades como la ganadería o la producción maderera, y haber
dado diferentes estímulos económicos vía subsidios, excenciones tributarias o créditos
blandos, ha hecho que se destruya gran parte del pulmón del mundo.
La normatividad expresa, por una parte, la voluntad de calidad ambiental pero, a la vez,
impone parámetros que a menudo no son considerados convenientes por los afectados.
Esto lleva a la necesidad de control y vigilancia, con costos administrativos,
económicos y sociales muchas veces excesivos. Si las normas incorporan instrumentos
que induzcan su cumplimiento, apelando al interés de los agentes, la necesidad de
vigilar y controlar disminuye. Esto, que es deseable en cualquier circunstancia y lugar,
es particularmente importante hoy en nuestro país. Coordinar las normas de emisión a la
atmósfera, de descargas al agua y de manejo de residuos sólidos, inducirá a conductas
que minimicen el uso de recursos y la contaminación de una manera mucho más directa
que estableciendo normas independientes para cada medio.
Las ventajas de los instrumentos económicos son varias: el costo efectividad que
permite alcanzar objetivos de manera menos costosa, al igualar el cargo o impuesto con
los costos marginales de abatimiento; el ajuste automático, los niveles de emisión se
ajustan automáticamente al impuesto o precio fijados; contienen intrínseco el principio
“el que contamina paga”, de tal manera que los contaminadores se hagan cargo del daño
ambiental que generan; reditúan en beneficios ambientales y económicos (doble
dividendo), pues los ingresos se pueden utilizar para la conservación o mantenimiento
de los recursos naturales, al mismo tiempo que modifican conductas que deterioran el
ambiente, y; permiten integrar los aspectos ambientales en políticas sectoriales.
Referencias