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La salud de la madre
Cuando por causa del embarazo la salud de la madre se ve afectada a tal punto que pone en riesgo
su vida. Ha de entenderse que bajo esta justificación y teniendo en cuenta criterios como los
expuestos por el Tribunal Supremo de Estados Unidos, el término “salud de la madre” comporta
factores como los psicológicos, familiares, sociales, económicos, etc.
Así, el Estado y las autoridades sanitarias no pueden descartar el cumplimiento del deber con los
ciudadanos facilitando una solución simplista con la legalización del aborto.
b. Violación
Cuando el embarazo es producto de una conducta no consentida, sea acceso carnal violento, acto
sexual sin consentimiento, incesto, o inseminación artificial o transferencia de óvulo fecundado no
consentidas, no se debe olvidar que el aborto seria otro acto de violencia perpetuado contra el
cuerpo de la mujer y contra la vida del nasciturus.
En un asalto sexual, a una mujer le roban su pureza, en el caso del aborto que corresponde a una
violación médica a ella le roban su maternidad.
Del mismo modo, los estudios muestran que las víctimas de incesto raramente acceden en forma
voluntaria a un aborto. En vez de ver el embarazo como indeseado, es más común que la víctima
de incesto vea el embarazo como una forma de detener la relación incestuosa, porque el
nacimiento del hijo expondrá a la luz pública la actividad sexual.
Como se puede observar, el legislador al tipificar el aborto como una conducta delictiva, no sólo
esta protegiendo la vida del nasciturus, sino la integridad física y mental de la mujer, su dignidad
como mujer y madre, su libre desarrollo, y que no sea forzada a trato inhumano y degradante.
C. Malformaciones del Feto
Actualmente existe en el mundo y en nuestro País el diagnóstico prenatal que puede dar a conocer
las condiciones del embrión o del feto cuando todavía está en el seno materno; y permite, o
consiente prever, más precozmente y con mayor eficacia, algunas intervenciones terapéuticas,
médicas o quirúrgicas. Sin embargo, incurrirá en una conducta ilícita si dependiendo de dicho
diagnóstico tiene la firme intención de proceder al aborto
Se debe condenar, como violación del derecho a la vida de quien ha de nacer y como trasgresión
de los prioritarios derechos y deberes de los cónyuges, una directriz o un programa de las
autoridades civiles y sanitarias, o de organizaciones científicas, que favoreciese de cualquier modo
la conexión entre diagnóstico prenatal y aborto, o que incluso indujese a las mujeres gestantes a
someterse al diagnóstico prenatal planificado, con objeto de eliminar los fetos afectados o
portadores de malformaciones o enfermedades hereditarias.
Así, el aborto no puede surgir como un sistema de “prevención de la subnormalidad”, pues de ser
así, se estaría entrando a un racismo intolerable donde se concede la existencia sólo a los bien
dotados. Ello llevaría analógicamente a quitar la vida a los ancianos improductivos, a los enfermas
incurables, etc.
D. Discriminación y Clandestinidad.
La verdad es que una vez aprobado y legalizado el aborto, no todas las mujeres podrán ampararse
en la ley o tendrán los recursos económicos para realizárselo de forma segura, lo que seguirá
produciendo abortos clandestinos.
La sociedad debe proporcionar a las madres que pasan por situaciones difíciles otras soluciones
que no sean la del aborto, como una buena orientación de la paternidad responsable, con una
justa información de los métodos naturales de regulación de la natalidad, así como medidas
hábiles de protección a la maternidad en todas sus etapas, la ampliación del permiso por
maternidad, aumento del subsidio por nacimiento, etc.
"Sólo si los padres desean al hijo puede decirse que el producto biológico se hace humano; quien
no pueda aceptar esta responsabilidad debe interrumpir el embarazo'". Esta frase indica que
seriamos seres humanos en tanto otros seres humanos nos ayudan a serlo, y si en la sociedad se
considera que un nuevo hijo es un estorbo, entonces la interrupción del embarazo es una dolorosa
exigencia social.
El perjuicio de la frase estriba en creer que el hombre sólo es en tanto que es aceptado por los
demás, llámese padres o sociedad en general. Frente a ello hay que afirmar que la persona posee
anterioridad natural respecto de la sociedad, de tal manera que sus derechos no le vienen del
medio social en que vive sino de su condición sustantiva de ser persona, de ser humano.
El primer derecho de un ser humano es su vida. El tiene otros bienes y algunos de ellos son
preciosos; pero aquél es el fundamental, condición para todos los demás. Por esto debe ser
protegido más que ningún otro. No pertenece a los progenitores, ni a la sociedad ni a la autoridad
pública, sea cual fuere su forma, reconocer este derecho a uno y no reconocerlo a otros: toda
discriminación es inicua, ya se funde sobre la raza, ya sobre el sexo, el color, la religión o si tiene
alguna malformación. No es el reconocimiento por parte de otros lo que constituye este derecho;
es algo anterior; exige ser reconocido y es absolutamente injusto rechazarlo.