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CONSIDERACIONES RELATIVAS ALA ESTRUCTURA Y A LA GENESIS DEL CAMPO DE LAS «CIECIAS PSICOLOGICAS» DESDE LA PERSPECTIVA DE LA TEORIA DEL CIERRE CATEGORIAL Gustavo Bueno Oviedo Introduccién 1. jHasta qué punto la teoria de las ciencias psicoldgicas es parte interna de la Psicologia? Teniendo en cuenta que nuestras consideraciones sobre las ciencias psicolégicas van a ser hechas ante un auditorio constituidos por distinguidos psicdlogos profesionales, me ha parecido oportuno anteponerlas de una Introduccién que bien pudiera ser interpretada como introduccion galeata. En efecto: no faltarfan motivos para defender la opinion segtin la cual el tratamiento de las cuestiones (de estructura o de génesis que tengan que ver con la teoria de las ciencias psicolégicas, corresponde propiamente al psicdlogo; tesis que podria retraducirse de este otro modo: «las cuestiones (de estructura o de génesis) que tengan que ver con la “teorfa de las ciencias psicolégicas’ forman parte integrante de estas mismas ciencias psicolégicas» (cuando hablamos de «ciencias psicolégicas» tomamos «ciencia» no ya en la acepcidn popular del espafol, ya en Berceo, de saber «hacer algo» -por ejemplo, saber manejar a un cliente- ; ni siquiera en la acepci6n escolastica de la «ciencia como doctrina sistematizada, axiomatizada» -por ejemplo, la llamada «Psicologia racionaly- ; sino en la acepcion de «ciencia positiva», institucionalizada, en gran medida, mediante su diferen- ciaci6n moderna de la praxis prudencial o técnica, por un lado, y de la doctrina escolastica o filoséfica, por otro). Por lo demas, los motivos de referencia podrian ser agrupados bajo dos grandes ribricas representativas de los motivos de caracter general, por un lado, y de los motivos de caracter especifico (por relacién a la Psicologia) por otro. relativas a la estructura ya la génesis... arnsedersctones relat a sn» ( ano es necesario dominar las reglas escolésticas del silogismo para sentaicorrectamente>). Nos seré suficiente distinguir en la expresion raronel cepeién de una ciencia» el sentido técnico y el sentido gnoseolégico, . SeBti aang esiangs Y Gnican niento clany 0, o insegae ent. Ens sicologl, ® otélica iu ions way a la génesis. Jativas a la estructura y : aciones re consider «ala Psicologia se le reconoce competencia especifica en todo cuanto pero sia dlisis de las ciencias, como instituciones cognitivas, no habra e al an ‘ocerle a fortiori las competencias mas propias en todo cuanto ue a is de la génesis y estructura de su mismo campo cientificoz al ce jcémo podrfan no corresponder a los psicdlogos las tareas Fea de la misma ciencia psicol6gica? ;C6mo Podria la Psicologia de las tareas constitutivas de su propia autoconcepcién? De hecho, Cesena muchos ejemplos en sentido confirmatorio. Hemos citado algunos podilan Poneri as escuela afines a la psicologia cognitiva, Pero también cabria procedere rocedentes del conductismo. zAcaso la «conducta cientfica» sobre cp euando se la considera desde una perspectiva Soetelie= Fo sw ejemplo eminente de conducta cexploratorian, que Reed ee A peal resolucién de problemas, conducta operante? También es verdad que, a juzgar por thera conclusiones irGnicas de Skinner (es cierto que en vena «antiteoricista») los resultados espectficos de un tal andlisis serfan de este tenor: «los aparatos a veces se rompen», o bien: hay gente con suerte*». conciern también 4) concierne picho de propias del Por nuestra parte no podrfamos negar a la Psicologia, en modo alguno las competencias que le son propias para el andlisis 0 autoconcepcién técnica de multitud de componentes de las instituciones cientificas que tengan que ver con los procesos cognitivos, con el procesamiento de la informacién, con la conducta exploratoria, 0 con el control de la conducta. Lo que tengamos de plano es la adecuacion de las categorias psicolégicas para el tratamiento de cuestiones estrictamente ldgicas (0 sociolégicas, 0 histéricas) como lo son las cuestiones Bnoseolégicas que giran entorno a la génesis y estructura légico material de los campos cientificos y, por lo tanto -lo que a muchos sonaré a paradoja-, a |: ja-, a las Cuestiones de génesis y estructura relativas a su propio campo. No procede, en aoe m po. No pi , ones ee de nuevo debate del psicologismo. Nos limitaremos a aducir, general quel ‘0 en favor de nuestra tesis, la aplicacién al caso del argumeto le llevar adelante i idn: i segtin nu ante una tal confrontacién: cuatro eCuaConsm aso Concepcion: descripcionismo, teoreticismo, ans Bh Consiguiente, no es posible que desde la Registro acumulativo (1959), traduccién Psicologia pueda llevarse a efecto la autoconcepcién gnoseolégica de lap. es imprescindible confrontarla con otras ciencias, y esa confront desbordar, por si misma, las categorfas psicol6gicas (que obviamente, deen ¢ como presupuestas) no constituirfa propiamente un contenido de |a Psicoloy Sicologi, 1 acion, como ciencia. Es preciso, en resoluci6n, explicita o implicitamente, disponer de un, Sistema f de coordenadas gnoseolégicas determinado en el momento de suscitar |,, cuestioner relativas a la génesis y estructura gnoseoldgica del campo de Ie Psicologia como ciencia. Por lo que hemos dicho seria absurdo comenza, objetando a esta afirmacién algo asi como un «apriorismo», en nombre de yng supuesta necesidad de atenerse alentendimiento de la Psicologia, «desde el\, misma», por ejemplo, instituyendo, como propuso R.W. Coan, hace unos aiios un «andlisis factorial» de las dimensiones efectivas de las teorfas psicolégicas). De acuerdo con nuestros presupuestos este proceder es inadecuado, y lo que de ¢| i podremos obtener son resultados de otro orden, sin duda también importantes (e| trabajo de Coan, por ejemplo, podria incluso servir para demostrar que la Psicologia, en cuanto disciplina, y en lo que respecta al consensus expertorum, no puede equipararse con otras disciplinas cientificas tales como la Termodinamica © la Quimica fisica, que ni siquiera admiten un andlisis factorial en los términos en los que Coan los aplica a la Psicologia). Lo que si es preciso, en cambio, subrayar desde el principio es que el andlisis gnoseolégico de las disciplinas psicolégicas, en cuanto ciencias, no habra de entenderse como una suerte de «juicio» orientado a conferir o a retirar a tales disciplinas el derecho a utilizar la denominacién de «ciencias». Tal pretensién constituiria, obviamente, un aprioristico. Pero el analisis j gnoseoldgico, tal como lo entendemos, tiene otros ob jetivos, y por supuesto no va orientado a conceder 0 a retirar a nadie, ni siquiera al «maridlogo», el derecho a llamar cientifica a su disciplina, Si asi lo tiene por conveniente. Va orientado { a precisar las semejanzas y las diferencias gnoseologicas entre las disciplinas gnoseoldgicas y otras disciplinas que también se autodenomican cientificas; por pe tiene como objetivo principal ‘la clasificacién, y, por tanto, la critica en ee pe pesieaclon (en nuestro caso, la clasificacién de las disciplinas © cteristicos suyos, en funcién de dos tipos de metodologias, que venimos denominando @-operati im ; lorias y B-operatorias). El motor principal del anlisis BNOseoldgico es el de evitar esa atenuacién de i c rencias que se deriva * RW. Coan, «Di Ee mension of Psychological Theorys, en american Psychologist, 23, 1968, pags. 715- %, ras a la estructura y a la génesis... _ a ey eit . : : i ho de utilizar, como si fuera univoco, el nombre comain de ciencia, Es Sek dal ech oe ne bjetivos se Hlevaran a cabo de muy distintio modo, segin el ‘yt evidente T° mm enadas goseol6gicas utilizado. Desde las coordenadas del % sistema de COO) pperiano los resultados de un analisis gnoseol6gico. de la ee distintos de los resultados obtenidos desde el positivismo det psicolog ’z, en la linea de R.Carnap*. D.A. Norman, por ejemplo, afirmaba, cireulo de ae “que los psicélogos pretenden es cintentar obtener pruebas que pe ee ae especificas, construidas acerca de lo que ocurre en la mente oe eeecs pero aftadiendo inmediatamente «que es imposible confirmar ria cientifica» y que «todas las teorfas son erréneas’». Es obvio que Norman eee concepciones generales pon berets fedemés) ca el espiritu «proliferative» de Feyerabend). Pero, apodrfan sus ee psicoldgicos en esta direccién apoyar la teorfa de la ciencia que los inspira, o bien esta teoria de la Ciencia es s6lo un modo de describir esos trabajos? No podremos concluir que todos los sistemas de coordenadas gnoseolégicas sean, no ya sustituibles, sino igualmente vAlidos, es decir, incomparables. No todos los sistemas gnoseolégicos tienen por qué tener la misma potencia para recoger componentes significativos de las disciplinas psicolégicas. Es obvio que s6lo a través de la discusién pormenorizada de los resultados, diferentes o concomitantes, sera posible mantener, de modo filosdfico, una determinada interpretaci6n de las ciencias psicolégicas. Esta consideracion es la que nos mueve a terminar esta Introduccién pidiendo disculpas, en nombre de las circunstancias, por el estilo de nuestra propia exposicién, que no va a proceder, salvo de pasada, polémicamente (por confrontacién con los resultados atribuibles a otros sistemas gnoseoldgicos alternativos) sino linealmente, aplicando, y en esbozo, la teoria del cierre categorial al analiss de las cuestiones de génesis y estructura del campo de las ciencias psicolégicas, 2. Estructura Y génesis Cuan ido, NOS oct Pri : ‘upamos de |; sicologia parece imposible — estructura gnoseoldgica del campo de la S€ consti \derse de i i 6 iuyen los términos del ae las cuestiones de génesis. COMBor ee co! l6gico, supuesto que él sea upgelfverss 5 Og < 8 fisicalista”, i = = "Eiken, vol, Ill, 1932-33, 2 ey. ios de Psicologia, n° 1, 1980, pagn8i eo ae Sy, os elativas a la estructura Y a la génesis... ee Sy 4 conse i auitiples objetos materiales (partes materiales) y formales (partes ntre e508 imine: MN ynidad lugar de dar como presupuesta tal unidad: este «mecanismo» es ales), en 'UBE senamos como «cierre categoria», a, formate ie el que designa th, 3 cigar ay, “gt ee nN jencias no tienen objeto, sino campo: La Biologia no tiene la vida como Me 135 er as, los tedos 00s dcios nucleicos los que consttyen su Shu ‘i, objeto, ye eorret fa no tiene como objeto el espacio, sino que su campo esta Ny eampor la tridngulos, razones dobles, &c. Desde este punt Mit i ituido por puntos, rectas, 8 ; . Punto % constitu ndremos al margen definiciones de la Psicologia inspiradas en |a de a de algin objeto entendido como si estuviese dotado de alguna cierta be ej presupuesta: «ciencia de la psique», «ciencia de la mente», «ciencia de are ana ctay. No se trata, por tanto, en principio, de alegar razones ontologicas m mnt . " . oe sits dl espitalismo en nombre de un corpreismo, cl siquira de “Men, es eplstemol6gicas(rechazo del mentalismo en nombre del fisicalismo, &c. re) ), sino estrictamente gnoseoldgicas, a saber, se trata de rechazar la atribucién de toiga, —_» Aevmatounitarioal presunto xobjeto> de la ciencia, independiientemente de que min este «formato unitario» sea atribuido a la mente o a la conducta. ctura de, rae de, El campo de una ciencia esta constituido, ante todo (cuando se le analiza indie desde el eje sintactico), por términos enclasados, por lo menos, en dos clases ogicn diferentes, A, B, cada una de ellas distribuida en diferentes subclases (células i : E ue ston nutrientes, de diversos tipos, en Biologia, significantes y significados en Lingilistica; fra. como términos enclasados del campo de la Psicologia, tomariamos, como sess minimum, la clase de los sujetos S y la clase de los objetos ©). Ademas, en el ee Sacco han de estar definidas relaciones, especificas y genéricas. Asi tambii ‘ienci: i i 5 ° ee oo ha de poser operaciones en virtud de las cuales componiendo lo términ iver de esas mismas Tse las clases A, B, C, &c., podamos obtener otros términos eS z. 7 6 el ndcleo de la id a que mantengan relaciones definidas con las dadas: este i + lea de «ci it ‘ 4. gic Gime categoral El cere ti «cierre operatorio» en torno al cual gira la teoria del . ie ene rinos que Soe ne que ver con el proceso de concatenacién operatoria cts deter mente, a su vez deben estar constituidos por contenidos ante todo, segiin su referencialidad corporea (a fin de urgicas» sean posibles). POS Clentificos, en general, pueden considerarse " Peraciones técnicas precientificas, realizadas a oa ecen, no de la filosoffa, sino de técnicas ologias tan tefinadas, basadas en las Gustav Bue, 28 ancias abr que hablar deci, ircunst ‘a el control del campo, pero solo en la mism, i fa cual los términos y las relaciones eyes soportadas por ellos medida en la do casi empirico. La constitucion del campo de una ciencia se See eee ya a partir de la estructura de su objeto, como algo pute Seen aa como resultado de los procesos de cierre en virtud de los ese eica rulados algunos términos y segregados er aa ' nos cuidaremos también de postular cualquier tipo de impulso ad hoc, en cuanto motor capaz de llevar al futuro cientifico hacia el campo de su actividad (por ejemplo, el impulso de curiosidad del astrénomo por el cielo» como motivo capaz de dar cuenta del origen de la Astronomia). En su lugar, postularemos procesos técnicos previos a la constitucién del campo de Ia ciencia, y, en particular, la situacién en que no una, sino dos o mas tecnologias actuantes sobre materiales fenoménicos dados intersecten de modo conflictivo o simplemente yuxtapuesto. El proceso creara, a su vez, la necesidad de un regressus hacia posiciones més abstractas, que permitiran redefinir términos y relaciones capaces de cerrar determinar internamente una region categorial. Este cierre culminara, cuando las operaciones que lo determinaron puedan ser neutralizadas, gracias a las relaciones que hayan logrado establecerse en el nuevo nivel del eje semantico que llamamos «nivel esencial». Esto nos proporciona un criterio preciso para tratar las cuestiones histéricas relativas al momento de constitucién de una ciencia dada y para diferenciar su «prehistoria» de su ehistoria». Podemos afirmar, segtin los criterios, que la Quimica clasica (la que culmina en el sistema periddico de Mendeléiev- Lothar Meyer) no se remonta, como algunos pretenden, a al edad de los metales, ni siquiera a la época antigua griega: porque aun cuando en estas €pocas se manipulasen entidades quimicas, y se lograsen transformaciones técnicas interesantes, sin embargo, los términos del campo no estaban redefinidos a escala, como no lo estaban ni siquiera en la época moderna, cuando Paracelso agreg6, a los cuatro elementos empedocleanos, los tria prima (sal explicar los estados sélido, a jentificas)- reorias cientificas). En much tecnol6gicos (0 praxiologicos) indep Ciencia, Un «cierre técnicor compar azufre, mercurio) para Sisters Baseoso y liquido. Sélo podemos hablar de «campo = a ~ roi en el momento en el cual, tras la descomposicién del aire, le la tierra, &c., aparezcan término: ; ; &C., Sa escala if nitrégeno, el hidrégeno o el carbono, en En el caso de las disci pruebas efectivas de cierre, multitud de situaciones qu = es tel ura y a la génesis... Jativas a la estructura y ideracion este ee de la Psicologia, desde los «postulados de inmanencia» propios de storia mis? Paes paralelistas clasicas («los fendmenos psiquicos deben ser las dos a partir de otros fenémenos psiquicos y no a partir de fenémenos ica eplieage pasta los postulados de circularidad causal det lamado neoconductisine fsilégicrn jor ejemplo, dice que la respuesta es «cualquier actividad del Neal Miller, a feda ser funcionalmente conectada con un sujeto antecedente a individuo que Eairatony y que un estimulo «es cualquier suceso con el cual se pe es de esta manera una respuesta»; M. Yela, después de comentar estas ig’ puede de Miller, reconoce que «una cierta circularidad es por tanto “ | momento de delimitar el campo de la Psicologia’. nh jnevitable» en el “te Finalmente, el proceso de neutralizacién de las operaciones no discurre A, xin una ruta nica ni tampoco alcanza siempre los mismos resultados Las ae més importantes (imprescindibles para a pplanteamiento de las ag“ TNiones relativas a la naturaleza de las ciencias psicologicas) son las siguientes: oy Co ‘Ante todo Ia distincién entre situaciones B y situaciones « operatorias de at Jos campos cientificos. En las situaciones B las operaciones aparecen como con- iis __enidos, en los propios campos cientificos, ligadas a los términos, dados en el eje le semantico; por consiguiente, en la medida en que las operaciones no sean ec: _neutvalizadas, no sera posible hablar de ciencia, sino de técnica o de tecnologia. ye La neutralizacién de las operaciones, cuando tiene lugar mediante la determina- sie cién de relaciones que se mantienen al margen de las operaciones (aunque hayan pie sido establecidas a partir de ellas), nos pone en presencia de las situaciones «. wt Ahora bien: a las situaciones ct podemos acceder bien sea mediante un regressus a hacia términos o factores dados como previos a los propios términos operados es @,, por ejemplo, el estadio de la reflexologia pavloviana respecto de las a °peraciones fenoménicas del perro de experimentacién «manipulador» de é Sea en un progressus hacia estructuras que, sin suprimir las : ane contando con elas, 40 estados , puede llegar ~S lograse encapsularlas o «envolverlas» se siguiendo estas dos vias: la primera, operaciones de los sujetos que aparecen en el campo SUS objetos, en la medida en que, a través de estos, iclura genérica (por ejemplo, estadistica), d Tey "a a desempehar una funcién material y oon 1, Roe 5. _Estimulo, situacién ¥ conciencia, Real Aga 6 & = 30 Gustavo Bueno Es el caso del proceso constituido por los d : , pretende salir de un teatro en llamas; a Sot eee del trafico de una sane ie © bien, el caso de los flujos «longitudinales» Reggio en Koyaanisqatsi es i mados con camara rapida (como hace Godfrey «transversales» que rey fd ao feelers tte eae ee Donrisnados ide mate oer el automatismo de un sistema mecanico de flujos eS eléctricas perpendiculares y de flujos jcpordinados de pulsos nerviosos (a pesar de que los flujos de trafico dependen de las operaciones B de los conductores que pisan aceleradores o frenan sus coches en los semaforos) La segunda via es la que denominamos «,-2, que es recorrida por las operaciones de los sujetos cuando ellos resultan ieee en estructuras especificas normativas (de Ja «cultura humana»), tales que pueda decirse que estén sometidos a legalidades objetivas respecto de las cuales las operaciones subjetivas puedan ser consideradas como simples ejecutores empirices (es el caso de las operaciones subjetivas del hablante de una lengua, en relaci6n con las leyes de su gramatica; Jo que, en terminologia saussureia, se formula mediane la relacién parole/langue). En cuanto a las situaciones B y, en principio, de acuerdo con nuestros presupuestos, tendremos que admitir que, en la medida en que ellas se consideran segin su propio ejercicio (estados B,), no podrin dar lugar a una construccién cientifica, aunque sia una construccién técnica (praxiolégica) que podra ser incluso cerrada en las condiciones dichas (las operaciones, en su ejercicio, podran ser Iamadas «libres» en tanto no estén determinadas por sus objetos, y «contingents», en tanto no aparecen determinadas por sus sujetos). Sin embargo, y an sin desbordar el ambito B, jno seria posible reconocer dos estados (B,) en Jos cuales las operaciones se nos muestren como determinadas de algun modo por ‘otras operaciones?. Estas situaciones corresponderan, desde luego, a «estados de transicién», solo relativamente estables, dados en el curso del regressus hacia situaciones @ (en este punto ha insistido el profesor Fuentes Ortega); pero, estados di : ae ello, tales s dejan de tener su valor de referencias ideales en el analisis de os procesos cientificos y paracientificos. En la situacién B-t i obj ‘especificamente construido: ee Oe s operatoriamente (aunque ulteriormente se 0S ofrezcan «despiezados» en partes formales) y \ S eoogtellk as Tegresamos a las operaciones de los : Eee ope Ts, con esto, la jurisdiccién del principio jones relativas a la estructura y a la génesis... Consideraciones re ee aM de un juego (al menos de ciation aiue $6 conacen como juegos de ganancia cero) eda ser pensada como envolvente de los sujetos enfreniados, es decir, como no pu tructura totalizadora de las partes, dada la naturaleza partidista de tales una fue (ya se ate de una partida de ajedrez, de una batalla militar os care tamiento etol6gico de caza), la posibilidad de una construccién (eminen- ie de una prediccién cientifica) habra de asociarla, en estas situaciones, a ee victoriosa de alguna de esas partes (desde su posicién victorios; la po: 0 de ajedrez, cuando juega con un contrincante ordinario, se comporta ieee Dios molinista respecto de las operaciones libres de los hombres, pochig hablarse de una ciencia media , -entre a, y B del maestro de ajedrez respecto de las operaciones «contingentes» de su contrincante; de esta misma manera la ciencia skinneriana, respecto de la rata controlada en la caja seria también una ciencia media). un a, el La aplicaci6n de estos conceptos a la Psicologia nos obliga a plantear o replantear, de un modo muy peculiar, algunos problemas tradicionales derivados de la circunstancia de que el campo de las disciplinas psicolégicas figuran como contenidos internos los sujetos operatorios. Esta circunstancia -interpretada muchas veces en términos de «flexibilidad del sujeto» en Psicologia- fue considerada por el positivismo comtiano como raz6n epistemoldgica suficiente para descalificar cualquier pretension de la Psicologia como ciencia de la reflexién. Otros, en cambio, como Piaget y su escuela, poco impresionados ante las dificultades episte- molégicas que suscita el concepto de «reflexi6n», no ven dificultades mayores, de tipo gnoseolégico, para admitir la posibilidad de que la Psicologia «tome al Sujeto como objeto». Desde la teoria del cierre categorial, las dificultades de una disciplina que parece incluir, de algtin modo, a los sujetos en su campo son de Indole gnoseolégica, mas que epistemolégica, y ello en vitud del supuesto mecanis- mo de la eneutralizacién de las Operaciones». En efecto, la neutralizacién de las operaciones, mediante el regreso a estados de tipo ot (como ocurre con la reflexologia Pavloviana), ino reduce la Psicologia a Filosofia? Y si las Operaciones no son cobain an Preciso volver a ellas para cerrar el circuito, ano es porque sea penne en el estado de una praxiologia, de una técnica 1.08 (Por ejemplo, a titulo de «técnica de modificacién de “el estatuto de una ciencia? En todo caso, los problemas ibrica de «cientificidad de la Psicologia» giran, cuando de la teoria de cierre Categorial, en torno a la Caminos de regreso desde unas técnicas 0 praxiolo- ? ‘unas estructuras trans-tecnoldgicas, capaces ' de los propios sujetos que las constituyen. com ——___ ——— ees importa. En lineas generales y aun a riesgo de simplificar excesivam, cabria afirmar que el campo de las ciencias Psicoldgicas esta co; ininimum, por dos clases de téminos (con las subclases corre, determinadas en un eje semantico podrian definirse como la Clase de los térmi . . inos subjetuales y la clase de los términos objetuales (decimos «subjetual» para evitar las connotaciones mentalistas o introspeccionistas que suelen acompafar al texmino «subjetivos). Simplificando atin mas: la clase de los sujetos corporens tec sus «miiltiplos» y «submiultiplos») y la clase de los objetos de su espacio ambital (con sus «miltiplos» y «submiltiplos»). Estos términos habran de satisfacer Jas condiciones necesarias para un cierre eventual, y, ante todo, la condicién de corporeidad, lo que explica el postulado de subjetividad corporea del que venimos hablando, Los términos enclasados, constituyen (lo que no excluye estructuras atributivas); es decir, la individualidad de cada sujeto y la repetibilidad de los objetos estimulos (por ejemplo, la repetibilidad de las cajas de Skinner, yla imposibilidad de considerar al «Mundo», en su conjunto, como un concepto psicolégico-gnoseoldgico, entre otras cosas porque el mundo no es una caja de Skinner en la cual pudiera entrar o de la cual pudiera salir algtin sujeto psicolégico). lente el andlisis, Nstituido, como Pondientes) que, Ahora bien -y esta precisién suele ser pasada por alto-, para cumplir las condiciones requeridas, los sujetos de referencia han de ser considerados como afectados por un «coeficiente personal» que pudiera formularse por mediacién del concepto gramatical de «sujeto en tercera persona», en cuanto contrapuesto al «sujeto en primera persona». Queremos decir que el sujeto psicolégico, en la medida en que pueda formar parte del campo de una ciencia positiva, no habria de concebirse como un ego (aun cuando probablemente el ego, tal como es tratado Por Freud, por ejemplo, tampoco tiene necesariamente el coeficiente de primera Petsona) sino como sujeto que, frente a terceros, esta situado ante ‘objetos En cualquier caso, si dejamos de lado, en el momento de referirnos ala Psicologia «en primera persona», no es tanto porque clasico, contra las posibilidades de introspeccion, lad («segundogenérica») de los contenidos subjetivos accesibles a diversos «géneros literarios», reciente ino Pérez Alvarez’), sino sencillamente porque Na» NO serian aptos para ser tratados por los homogeneidad, cuantificacién, &c.) que son I. En la medida en que el individuo ‘Siglo XXI, Madrid 1992. — ratico de un sujeto en tercera persona también pero un O, en tanto que es objeto apo! Sera del campo tiasPeicolosia, i ho como Ul ; iS esta considerado de ae el cual los S s€ consideren segun sus ee internos ua eee eee nerviosos, en sU sistema pore! e: Ee formar ees, campo de la Fisiolog acter ode la Psicologtay pasaran a former beriaica: in E. slog fiat ora a su presay es una proposicion psicologica; igiere a eS ica); jomento en que los © se su presay es una proposicién fisiolgicals ¥ &" S a esc = pts . q consideren en sus contenidos objetivos (por ejemp! Ss ST eeoloxta y Keb i DI ran objetos) también dejaran de formar parte del camp a formar parte de los campos de la Fisica, de la Geometria, &ec. Supuesto este planteamiento, la posibilidad de fesgeaaeinicnts psicols- gicos en tercera persona NO la pondremos tanto en funcion de la posibilidad de «penetrar en la cabeza (0 en el alma) del sujeto» cuanto en la posibilidad de cinsertar el sujeto en un escenario apotético», modulado por el experimentador. Los llamados emodelos cognitivos», por ejemplo, no nos introducen en el interior de la mente 0 del cerebro, sin que por ello hayan de considerarse como vacios: aacaso tiene més sentido decir que la Psicologia cognitiva lo que hace es introducir al sujeto conductual en sus propios modelos. Los sujetos son absorbidos en ellos incluso cuando el sujeto de experimentacién asume Ja funcién de «informanter de supuestos «estados internos» suyos. En realidad, las informaciones tienen que estar ya previstas en el modelo y son interpretadas desde este y no a la inversa; ae eoneaeied eee * poet con las de otros sujetos el limite, diriamos que las palabras del sujet rer ei Pee cic, ce sane ijeto informante se reducen a su condicion con las pruebas raciolégicas (en realidad biolégicas, no psicoldgicas) por fenilti i poe ieee) por feniltiocarbomida (PTC): esta resulta insipid? * Tee er epee Tee proporcién de gustatoe” ‘Sustadores estarian ligados a los alelos dominant Ee ag eaetiscics de solucione qe cee spr cémo la insercién de las conduct” peers (tecnolégicos, algebrsic ci6n psicologica? A nach OBiCO: es decir, puede Af uf P aaits juicio, s6lo en funcién ae mAs que de individuo a indivi8” st, Principalmente en el caso €" que onsideraciones relatvas ata estructura y a la géness Consideraciones rel 37 cabria concebir como una suerte de «repujado psicolégico» de ciertas lineas o fases de los modelos supraindividuales; un «repujado» en virtud del cual obtendriamos relieves significativos en las conductas Hamadas cognitivas, no ya individuales e irrepetibles, sino repetidas, de cierto modo, frente a terceros. 4Y qué tipo de operaciones -en el contexto de un cierre operatorio- podemos considerar como afines, al menos, a las operaciones que pudieran considerarse caracteristicas de las construcciones cientificas, de los «teoremas», por ejemplo, de las ciencias psicolégicas, si es que la ciencia psicolégica contiene teoremas? (WY como podria no contenerlos si aceptamos la necesidad, para poder hablar de ciencia, de teorfas psicolégicas?) Comenzariamos por atenernos a las operaciones, en tanto se nos dan en un nivel técnico 0 praxiolégico; un nivel que, si quisiéramos. distinguirlo del supuesto nivel de «construccién cientifica pura», podriamos denominar como nivel «psicagogico» (psychagogeo = conducir el alma, seducir, encantar). Es obvio (si mantenemos nuestro criterio relacional) que podran ser consideradas como operaciones psicolégicas (psicagégicas) todas aquellas com- posiciones 0 descomposiciones que tengan, a través de la manipulacién de abjetos apotéticos, incidencia sobre los sujetos psicolégicos; 0 bien, todas aquellas composiciones o descomposiciones de sujetos psicolégicos que tengan incidencia sobre objetos apotéticos, a su vez susceptibles de reinsertarse en la conducta de los sujetos (descartamos, de este modo, las manipulaciones farmacolégicas o las quirirgicas, en el sentido médico estricto de la palabra). Acaso las operaciones psicolégicas (de laboratorio) mas caracteristicas sean las que tienen como resultados las llamadas «ilusiones psiquicas», y no por otra raz6n sino porque ellas garantizan el caracter fenoménico del objeto apotético construido. La instauracion, €n.un oso, de la conducta de «bailar al son del pandero» (mediante la formacién de un reflejo condicionado, situandole en una plancha caliente sobre la que deba Reed es ilusoria sencillamente porque el 050 no baila; asimismo, la ilusién meets! de la causalidad en el «efecto lanzamiento» de las ee in Cae a de operacion que obtiene resultados de Aristotelesy o Shigeo ides ere ola obtencién de la llamada «ilusi6n ctuzados de Ja sh. esdoblamiento de la nariz al tocarla con los dedos * eee de estas operaciones psicolégicas en un medio ecolégico fenoménico, o en onstatar operaciones estrictamente gnoseoldgicas, » Ende situarlas en relacién con las operaciones 290 Ban del cierre categorial descarta el situarlas mas alla de j,, el raxiolégicas, en Un topos ouranos; porque las ciencjag e 5, no se situan mas alla de los fenémenos est ie . , caro CaS Care ells (si ben las relaciones entre enémenos ny Se siempre relaciones fenoménicas). En general, el nivel estructura) 5 é ser i Ft oa pani, no ya tanto de un desarolo linea de algun o esencal 5 tecnologia dada, cuando a partir de la confluencia de diversas técnicas que ogi 7 F Se empiricamente 0 se desarrollen paralalemente sin que sea evidente la razon x su conexi6n. Es en estas circunstancias cuando se hard preciso el regressus a un nivel més abstracto, en el que se haga preciso construir, ae los términos fenoménicos, clases de términos de segundo o tercer orden y relaciones entre ellos, Relaciones que, por lo demas, seguiranteniendo como contenidos los mismos términos fenoménicos, si bien envueltos en circulos mas amplios. Por ejemplo, a partir de los fendmenos electroscopicos (rayas de espectros obtenidos por el espectégrafo 6ptico) se establecieron determinadas relaciones entre series muy diversas, pero confluyentes, que Ilevaron a Balmer o a Pasch a establecer sus célebres estructuras fenoménicas a partir de las cuales, a su vez, y tras, transformaciones matematicas sumanente artificiosas, se obtendran estructuras abstractas (por ejemplo, la constante de Rydberg) o estructuras esenciales (el modelo de tomo de hidrégeno de Bohr); 0 bien, presupuestas las leyes de Kepler -que interpretamos como estructuras fenoménicas dadas en el campo astrondmico {estructuras obtenidas a partir de innumerables series operatorias de mediciones de velocidades de planetas, de predicciones técnicas, de predicciones técnicas, eh oe en Dinamica se alcanzara con el teorem® Eeeepataloncudlevecestablevievon Ios leyes refiriéndose a los mismos planets ieron las leyes de Kepler. En torno a estos teoremas se organizan cuerpos de doctrina (d y le teoremas basic ‘tui c Astronomia o de la Quimica fisica clasica, ces envuelven a los mismos objeto: se De esta suerte afirmarse que ellos Promover construcciones he eae on en un sistema mas amplio, capaz d& i ‘efinadas o i eco términos (planetas © elementos shea incluso la delimitaci6n de nuevos icagogicas? La teorla es raciones técnicas 0 ructuraso esencla: trcturas exer ede estar constituida por Nnciales). Y habria motivos par Consideraciones relativas a la estructura y a la génesis.. ~ 39 pensar que la Psicologia no es, en cuanto ciencia, una disciplina organizada en tomo aun «cuerpo de doctrina basica», equiparable al que constituye la Dinamica 9 la Quimica clisica. sto supuesto, pudiera afirmarse que las doctrinas psicolégicas que han ido apareciendo aucesivamente: ~asociacionismo, gestaltismo, conductismo, funcionalismo, Cognitivismo, Conexionismo...- son antes teorias metodoldgicas que teorias basicas; es decir, forman Parte antes de la capa metodolégica establecida sobre estructuras fenoménicas (no ligadas, ademas entre, si) que de la capa basica de una supuesta) iclencia Psicolégica en sentido stricto. Dicho del modo mas radical: la ciencia psicolégica no seria una disciplina corganizada como un cuerpo de doctrina establecido sobre una capa basica (la teoria psicoanalitica, que se presenta como un cuerpo de doctrina sistematico, no ha obtenido el consenso de la comunidad de psicélogos) sino, mas bien, como un conjunto de teorias metodoldgicas desarrolladas a partir de determinadas estructuras fenoménicas que desempefian el papel de lo que, en terminologia kuhniana, se llamaran «paradigmas» de la investigacién. Habria sido la estructura metodol6gica de las ciencias experimentales actuando (una vez desprendida, a modo de «forma» abstracta de estas ciencias), como norma directiva, la que habria moldeado a un abundante conjunto de técnicas psicagégicas (con hombres y animales) convirtiéndolas en «material de laboratorio», para dar lugar, a lo largo ne del siglo XIX, a la disciplina institucionalizada como «Psicologia experimental». ni Una institucién que determinard, sin duda, un nuevo marco en el que podran we insertarse los procesos psicolégicos; un marco que demostrara, al cabo de los afios, os una gran capacidad adaptativa respecto de otras instituciones ya consolidadas, 0 militares, politicas, comerciales o, simplemente, as ne i Me & 6 s individuales (en tanto los individuos puedan considerarse también como «instituciones sociales», en las nuevas democracias). a y tefiriéndose a un estado de «ciencia normal» -que Por lo, ha de tomarse del Pasado reciente, sino de hace cien aos, o entos afios, la de la época de Laplace- cabria citar los gica tal como se nos muestran organizados, por s bert S. Woodworth, La ric a Masa experimental lb ®$ susceptible de ser analizada desde la perspectiva structivas y aun predictivas de fenémenos, por romenos identificables por los sujetos de hos de olor, a partir de estimulos 50S Operativos se estableceran nomenicas mediante la representac ion £ me a » estructuras que as veces la forma s teoremas clasificat s» de Henning; © bien a de los colore: J eélebre «circulo de los colores Afica del sist tomaran muc h. orios de la Topolog ejemplo: el «prism: de Titchener, © © jones tactiles» ¢ propondran ateoremas definicionales», Me diversas series dadas en el plano fenoménico asi interpretariamos cierto, «teorema de también habra teoremas modelares que esta as 0 «leyes» del as del estilo de la «ley de a los que se lle También s& confrontacion e-que solfa llamarse, pot especificas de los sentidos»; estructuras funcionales fenoménic sintéctico al que pertenecen muchas leyes fisic establece una rel (en la época de su formulacidn), que entre dos variables X {alargamiento empfrico de un resorte) e Y (fuerzas producen): Y = k.X (representando k la constante paramétrica para cada t resorte). Acaso el ejemplo mas notorio, al menos intencionalmente, de te funcional que podemos encontrar en la Psicologia clasica sea la «ley de Webe Fechner»; ley que, ademas, fue saludada como una ley fundamental, en torno 2 la cualse habria instaurado toda una nueva ciencia positiva (la Ilamada Psi De hecho, la ley de Fechner fue comparada (por H. Hoffding, por ejemp!° con las leyes de Kepler, entorno a las cuales se habria instaurado la Dinamice newtoniana. La ley de Weber-Fechner podria verse, desde luego, como término estructural-funcional de un regressus llevado a cabo a partir de cursos operatorios ae muy ialvomscs (con fenémenos auditivos, visuales, tactiles, olfativos.. = eel ina ctecnolégica» (puesto que tenian luge" Frisiied Gesu por analogia con los laboratorios de las cienci# ee : ina serie de estimulos, de nuevos términos, a saber, los «umbrales erenciales», como fracciones constantes del estii , E worth analizaba las experiencias de Weber ‘ eo pear pe método de las diferencias justo-perct pleas Se =e E ee ersiossicbonemetriesvds ta eon es cuyos resultados pueden ser expucsi fracci6n constante del estimulo’»). La ace cobra! diferencial es U ‘operatorios «tecnolégicos» ee fee eed una estructura 0 mo: Rewenbiods ie lependientes entre si lleva a establece! lt aoetpomrmomaictdsteinercnne cnn ocr 4 le un nuevo curso operatorio-tecnol®! a cuanto como modelo ab: stracto ir tecnol coordinant _ Jogicos antecedentes, a los cuales, sin piston) de los diferentes : 80, Juan Miller sobre las en | mismo orden gnosec lacién funcional de tip e ajusta mutuamente ¥ . * RS. Woodwont, Psychologie experi mentale, . tomo 2, pig. 54 (rad. francesa, PUF. Par 19% conse ntuales consecuentes abundantes, que tomarén la forma de evel juicio de de construcciones exploratorias nuevas. Esto ocurrira, sobre todo, ApEn . repaticione que Fechner, postulando la validez de las formulas de Weber para despues 4° asimales (2s = c.dt/r, de donde int ds = int c dr/r) estableci6 la magnitudes ae de la ley (n = clog s), es decir: «la sensaciénes foul reno del esimulo>.La formula desta «ley» puede analizarse, ‘or proporci estructura fenoménica, un modelo funcional que no se limita 1 realidad, la relacion ( ‘marco experimental en el suscitan. £9 ’ funcional est; : que se su! fenomenos y, més atin, sat lecida por la ley de Fechner tiene lugar env® al que iene en otros contexios eign. Games a este termina un alcance silat ; icos de la psicologia experimental de los 44° iructura y ala génesis, raciones relativas a la estructura y a la genes! Consideraciones relativas a Is struc — 43 ‘mos hablado. No podemos detenernos mas en este punto y debemnos pasar a final del eje semantico en el que se contienen las estructuras yl ales gnoseol6gicas. he la seccion las esencias ides fs desde esta seccién del eje semantico (y cualquiera que sean las interpretaciones que se atribuyan a la ley Hs aati desde donde se nos manifiesta mejor su alcance gnoseolégico. Ya hemos dicho que la equiparacién de la ley de Fechner y la ley de Hooke, o las leyes de Kepler, en cuanto a la condicién de modelos funcionales de todas estas leyes podiian recabar para si aun equiparaci6n propiciada por la peor posi vista cescincionieta ide la ciencia. Estarfamos ante leyes, segin la inter Bietecicay que Sistematizarian muchedumbres de conexiones empiricas, fenoménicas, mediante modelos matematicos; leyes que habria que interpretar como funciones proposicionales, cuya validez tendrfa que comprobarse en cada caso. No negamos que el anilisis positivista de estas leyes tiene fuerza para recoger las situaciones en las cuales puede decirse que las «leyes cientificas» nos ponen, més alld de los fenomenos ‘empfticos, al nivel de las estructuras fenoménicas. Es el estado que alcanzé la ley de Hooke, o las leyes de Kepler, antes de Newton o de Lagrange. Un estado en. el que una disciplina empirica, gracias a la utilizaci6n de métodos matematicos, logra constituirse como disciplina experimental (;que seria, en todo caso, la Psicologia experimental, al margen de las Matemiéticas’). Pero, jacaso la construccién cientifica queda agotada en los limites de la interpretaci6n positivista? No, porque, al menos, tal como sostiene la teoria del cierre categorial, hay posibilidad de citar otro tipo de construcciones cientificas que, aun partiendo, desde luego, de modelos o estructuras fenoménicas, regresan hacia estructuras que yarno pueden ser Ilamadas fenoménicas, sino esenciales, y no por otro motivo sino aa ee fe ne se establecen conexiones ideales entre los fenémenos de 10s propios de otras especies diferentes con los cuales se comuni it = ican «circularmente», en cursos cerrados de operaciones de orden mas “stracto. Las leyes de Kepler, que fueron, sin dud: i ti al , luda, modelos fenoménicos de su MPO, No permanecieron en ese iT " teoria de la gravitacién de estado, sino que fueron reconstruidas desde la Consideraciones relaivas ala estructura yala génesis.. 45 las direcciones segin las cuales sea tratada, debiera tener en cuenta la . circunstancia de que las relaciones apotéticas tendran que desempefar siempre tl papel de fendmenos, frente al papel esencial desempeniado por los organismos. Lo psicoldgico, respecto de lo BMS se nos dara ae el modo contingente {aleatorio, en términos matematicos), a través del cual se realizan las leyes naturales (deterministas) que presiden los procesos organicos (por ejemplo, la «seleccién natural» de una especie tiene lugar, en gran medida, a través de las contingencias que ligan las conductas psicolégicas de los sujetos individuales, con su mundo, © con otros sujetos). O bien, los motores que impulsan al sujeto psicolégico, considerados por las teor'as psicolbgicas de la motivacién o del impulso (Trieb, drive) seran regularmente alojados en el propio material organico, a quien se le hara desempefiar la funcién de un género respecto de sus especificaciones (psicol6gicas) subgenéricas 0 cogenéricas. Asi, las concepciones bioldgicas de los organismos como «sistemas cerrados» en equilibrio energético con el medio (procedentes de Helmholtz) habrfan constituido la perspectiva desde la cual psicologos como Hull (y también Freud) construyeron sus doctrinas sobre la co dindmica psicolégica (respuestas a estimulos como descargas de energia que restablecen el equilibrio); algo parecido ocurre con las teorfas sobre el aprendizaje (influencia que en el aprendizaje de un sujeto puede tener el tiempo de privacién ibe -indicador de un impulso- de su organismo respecto de los alimentos). También ie las teorfas que, para dar cuenta de la secuencia de muchos procesos psicolégicos, 6 apelan a la recurrencia de la autoestimulacién de los organismos (por ejemplo las ie fatas, por la «manipulacién» de pedales conectados con electrodos implantados _ en el rea sectal de su cerebro, o las ardillas en la rueda giratoria), aunque en una ws Perspectiva biolégica, sin embargo no por ello dejan de apelar también a las o smanipulaciones» operatorias, psicolégicas (dadas en el nivel B). i, ff 5. Puede regresar la psicologia mas alla del estado 1 Las cuesti Psicol6gicas Bee pas cistvas a la estructura gnoseolégica de las ciencias Su newtalizacin, ya sea por a dicho, a propésito de las operaciones y de a ee - reduccién biolégica («descendente») ya sea aes Ea eles («ascendente»). El regressus o aistadios a ae el eclipse de la perspectiva psico- Fisiologta): tal i zi eee reduccionismo «descendente» (Cl esindrome de Gat ae planteamientos pavlovianos, 'a Tourette», tras una fase de AAR ~ Gustavo Bueng 46 én coductistas, poco eficaces, ha sido, farmacolégico con fenotiazina). 5 duccién ascendente de las leyes antropologicas (seria el caso interpretaciones psicoanaliticas, pero tambi al parecer, «reducido» mediante ioamlenie ix progressus hacia estadios 0, comportarfa Pea : psicolégicas a la condicion de leyes sociol eter : de la transformacién de la «explicaci6n ps oe en eee tendencia a obedecer», invocada por McDougall, i » White y otros). naturaleza econdmica», segdn la propuesta de White y de la esclavitud por fa El profesor Fuentes Ortega ha ofrecido dos ae a foe es So a través del cual podriamos contemplar, rea} sic Ce ; i i tecnol6gico» al «plano cientifico». En un principio consider fen introducir un tercer estadio B,-IIIl que contemplarfa la posit lat a ; cong: truccion de operaciones a partir, no ya de otras pperaciones ea jas Ne Bl © B,-I0), sino a partir de las partes formales previamente estableci as en las mismas operaciones, Ulteriormente ha presentado el problema gnoseolégico de la Psicologia como una «anomaliay con la cual la teoria del cierre categorial ha de enfrentarse: «anomaliay porque supuesta la efectividad de la ciencia psicoldgica, como ciencia B, debiera mantenerse en los estados B,-I 0 B,-II (o en ambos), lo que no ocurre. Escribe el profesor Fuentes Ortega en el trabajo antes citado: «El sujeto operatorio que hace la Psicolo; gia (el psicdlogo) no es (formalmente, ; en el contexto de la psicologia) un Sujeto gnoseoldgico; es simplemente un sujeto psicolégico (conductual) en interaccién (conductual) con el sujeto operatorio tematico, ue, por su parte, tampoco es un sujeto Bnoseol6gico, sino, de nuevo, meramente un Sujeto psicolégico (conductual). Tratase de un episodio de control psicolégico -interconductual- entre al Seguin esto, : ” Por tanto, la «anomali, a : le Malia» se mani oe pee a las disciplinas Psicbléslencn res "upuesto, es decir, Considerando na ciencia en el sentido estricto ae f s esencial, | esta a partir del supuesto de como disciplinas cientificas; Psicologia no alcanza el nivel ‘tanomalia habra que referirla, mas 47 sywidexaciones relativas a la estructura y ala génesi onside 1 la teorfa de la ciencia, a la misma situaci6n de la ciencia psicolégica en i que e eptiblica de las ciencias». Se Gnjunto de la «repablica de i Ny \y! Dejamos en este punto el andlisis de las cuestiones de estructura para pasar 4 Jantear algunas cuestiones de génesis. Cuestiones de génesis que, referidas a a plantear a ie eaminos del campo de la Psicologia, pueden, a su vez, ser despoblados en 08 mesa ; Now pespectivas distntas, aunque indisociablemente ligadas (por una suerte de dos pers Jualidad); la perspectiva ontoldgica y la perspectiva gnoseoldgica. En nuesto caso, M ins cuestiones de génesis ontoldgica se confunden practicamente con las cuestiones wn do génesis técnica de los términos del campo de las disciplinas psicologicas. Ne, & i . . 7 Parte II. Cuestiones de génesis 6, Presupuestos ae Los términos de un campo cientifico dado no son nunca eternos, sino generados. ;Mediante qué procesos han de conformarse (en sus contextos determinantes) para que, entre ellos, puedan establecerse relaciones categoriales rt (xestructurales») no reducibles a sus causas (a su «génesis»)? Cuando los términos C de un campo dado se suponen a partir de otros campos categoriales (es decir, cuando no son postulados como términos primitivos, como les ocurre, por ejemplo, , a los quarks, en las ciencias cosmolégicas) -es el caso de los sujetos psicoldgicos- los problemas de génesis se plantean de un modo especial, si se quiere mantener, | sin embargo, la tesis de la no reducci6n de la estructura a la génesis. deaeeae caso, las pees de génesis ontolégico-técnica nos Pondran eS ‘amentos de la estructura gnoseolégica de un campo cientifico. aan través del analisis Benético de los términos sera posible determinar la ‘mualidad gnoseol6gica de los mismos. No es tanto la «génesis césmica» de los quimicos («en ef segundo minuto de la creaci6n», seguin la exposicién i ejemplo, sino su «génesis tecnoldgicay, aquello que tiene rediato para la teoria de la Ciencia. Lo mas im portante sera subrayar unidades que se den en Gustave tion, Tampoco los términos del campo geométrico SON etorn, ae ” 28, gesrcliecion® que aparecen conformados a través de ruedas, fron NES Y Of inpénitos, si F ingénitos, sa escala; no son esencias absolutas, sino configuracions dy invencione: unidad de medida (antes ja mano, como funcién de | en que como media do tod, las cosas). 7. Condiciones de existencia psicolégica Tampoco las condiciones del campo de las disciplinas PSicoldpicas Io. sujetos corp6reos, pertenecientes a diversas clases distributulivas y atributivas, y los objetos apotéticos, en las condiciones dichas pueden ser considerados como términos primitivos (por ejemplo, «almas preexistentes», ingénitas); son t Cuya génesis se supone que tiene lugar a partir de otras Alegorias C6smicas, incluso las biolégicas, tal como se utilizan en la doctrina de la evoluc 1On; estas Categorias genéricas, lejanas, son constitutivas, sin duda, del campo de la Psicologia, pero a titulo de constitutivos materiales; se consideraré como «reduccionismo descendente» todo intento de «construir» las categorias psicoldgicas, el color amarillo de la llama de sodio, a partir de las categorias fisico quimicas, de la estructura de los orbitales de la molécula de sodi. Tendremos que atenemos a las Categorias genéricas proximas, tales como puedan serlo, en nuestro caso, no ya Ciertas categorias biolégicas, cuanto ciertas Categorias especificamente psicold. gicas, es decir, que supongan el ejercicio de relaciones psic ‘oldgicas, aun cuando no estén formalizadas gnoseolégicamente. ‘minos En efecto, los sujetos psicolégicos, asi como los Sujetos apotéticos correspondientes, son, ante todo, Procesos que forman parte de organismos vivientes animales (descartamos el Psiquismo en los protoctistas, en los hongos incluso en los vegetales). Esta «masa Zool6gica», estructurada segtin especies Y géneros linneanos, desempefia el papel de un migma a partir del cual habran de configurarse los términos del campo psicolégico, Lo caracteristico de estas configuraciones es que las operaciones técnicas o praxiolégicas pueden cons! derarse simultaneamente como idénticas a los procesos mismos ontoldgicos de construccién de los términos, Mientras que el litio o el berilio no se contigul®” a través de «operaciones» atribuibles al propio litio o berilio, en cambio los sujet psicolégicos sdlo pueden configurarse a través de operaciones atribuibles a is mismos sujetos, Sin embargo, no por ello las operaciones técnicas o practic conducentes a las configuraciones de estos términos son menos «naturales”’ a las pretensiones de muchos) es el individuo psicolbgico. No cabe fingir, por tne Ia evidencia de que el individuo psicolégico es una realidad primitiva: o ca cantesiano es s6lo un producto artificioso, urbano; es un resultado, no un Princip; psicologico. 8. Sobre génesis ontolégica El moldeamiento de los términos a escala del campo psicol6gico se produce segan nuestras premisas, a partir de técnicas praxiolégicas muy variadas y complejas. Hay un anacronismo en la denominacién de los «contextos de descubrimiento» (en la distincién de H. Reichenbach) como algo previo al «comtexto de justificacién»: s6lo podemos hablar de descubrimiento cuando la justificacién ya se ha producido. Por ello venimos prefiriendo hablar de «técnicas Psicagogicas» para denominar a estas técnicas conducentes a los términos de| campo psicolégico. Y lo son sélo retrospectivamente (etic, por tanto) pero no anterospectivamente (emic). Lo que hoy llamamos «técnicas Psicolégicas de autocontrol», o técnicas de «control psicolégico de los demas», jams recibieron tal nombre entre griegos, romanos y europeos hasta bien entrado el siglo XVIII (la palabra misma «psicologia» fue inventada por Goclenius en el siglo XVI). Las técnicas que hoy lamamos psicolégicas eran concebidas como operaciones practicas, pedag6gicas, éticas, morales, teatrales, politicas 0 ascético-religiosas. Por lo demés, el concepto de «técnicas psicagégicas» cubre formas muy heterogéneas de operaciones de control y moldeamiento de la subjetividad, a través de estimulos apotéticos (pero no quirtirgicos ni farmacolégicos). Cubre formas de contro! en primera persona, pero también en tercera persona o en segunda; son psicagégicas no solamente las con sujetos no dotados de lenguaje articulado (o con abstraccién de ese lenguaje), sino también las técnicas con sujetos dotados de lenguaje articulado. El principio general es siempre el mismo: al sujeto individual distributive (Psicol6gico) se llega desde un marco supraindividual, que, por lo demas, no = » No basta, en todo caso, actuar desde un marco supraindividual. s! aquello que desde é1 recogemos no es tanto el individuo cuanto la clase que &! encama. Por ello, las tecnologias de caza, incluso de caza n° ligadas al totemismo (en el sentido de Bergson-Levi Strauss) N° considerarse, sin anacronismo, como psicagdgicas: al sujeto animal © ‘como «marca o emblema» especifico que como individuo diferente 51 Consideraciones relativasa la estructura ya la génes de otros individuos. No es psicagogico, Por ejemplo, el tratamiento que Lesa daban al oso individual al que sacrificaban, aparentemente, como In ive ° concreto: «te quitamos la vida -dicen en el momento) mas solemne ee fe ceremonial- para que el afio proximo puedas venir de nuevo ante Bier a son psicagogicas las operaciones de augures © de artspides (a pesar de as esta sean mas . El psicoandlisis podria verse como una refluencia» del epicureismo en las sociedades industriales. Técnicas psicagégicas, calculadas para ser utilizadas en el marco del Estado y promovidas por el control que el estado secularizado ha de ejercer sobre sus stibditos, son seguramente los caminos mas eficaces para el moldeamiento «en tercera persona», puesto que ahora, desde el Estado, lo que se buscara sera la edificacin de los sujetos individuales como stibditos, segén sus caracteristicas diferenciales propias. Es aqui en donde las técnicas psicagdgicas, en las democracias modernas, tenderan a someterse a la forma de la ciencia matematica en ascenso, de la que hemos hablado. El ejemplo mas notorio que podria aqui citarse serfa el de Wilhelm Wundt, el amigo de Bismarck". Las técnicas peda- g6gicas son uno solo de los canales principales de moldeamiento de la subjetividad psicolégica distributiva, a través de objetos también distribuidos (libros, lenguaje, &c), por no citar las técnicas militares de reclutamiento y entrenamiento (los army tests, o las técnicas de formacién militar -o industrial- o de propaganda comercial). 9. Cuestiones de génesis gnoseolégica de la Psicologia las muy diferentes instituciones y técnicas de alcance psicagégico que, durante siglos, han venido incidiendo sobre un migma antropolégico y zoolégico, determinando en él «exfoliaciones» segtin planos distintos de individuacién distributiva, son los determinantes del proceso de instauracién de la perspectiva eee estricta que habia culminado a lo largo del siglo XIX y en la cual “ ee insistencia en la necesidad de considerar el detalle de ogists iclones y téonicas no se deriva de un mero espiritu de . significacién dialéctica para la constitucién de la problematica misma d i le la Psi i cee . cs Cientica, Esta daléctica se 2 icologia como disciplina organizada seguin la forma ua eect pee en el momento en el que abandonamos SS eee see eS plants de exfoliacién» diferentes han, cee individuaci6n. Cuando retiramos el que es caracteristica para plantear los prob, Gustavo Bueng me la situacion de confluencja ait constitcion able, o sencillamente no idéntica, de técnica, Coraradict078, o Es obvio que esta situaciOn, por si misma, no explica ciencia psicologica: es preciso contar CON Un interés, heresies, PO a mae ‘i una NUE? OiMividualidad subjetiva, interés creciente con cuyag crecierte ver, sin duda, la evolucion de la sociedad moderns jones han de tener qe oducen (aflojamiento de los lazo, monwen he ciones que en ella se pre : y fas war de indole religioso, pigeon piece, oe S és atl ntil, habeas corpus, «Declaraci los derechos : © sales er ciaioncs Lor individuos aoa se nos dan, por un lado, es emir de un «desmembramiento» de estructuras suprapersonales, que Se ciaslesepirecer (el reduccionismo ascendente por el que la Iglesia romana subsumia al individuo en un «cuerpo mistico» tendera a reproducirse, secularizado, en et reduccionismo de Ia incipiente fisica social que proclamé Augusto Comte, en cuanto incompatible precisamente con la Psicologia). En todo caso, no son exactameme superponibles los hombres (y su mundo comin y Gnico) y los ciudadanos, pese a\a copulativa «arménica» que figura en la declaracion universal de los derechos. En nuestra terminologia, la «exfoliacién ética» y la «exfoliacion morals estan presididas regularmente por normas contradictorias y solo parcial- mente intersectadas. «No debemos olvidar -decia Wundt- que asi como la colectividad slo consiste en individuos que entran en recfproca influencia, asi la psicologia de los pueblos presupone, por su parte, la individual o la general, como ordinariamente se \lama''». Los individuos reconstruidos desde personajes arque- tipos (o desde sensaciones y arcos reflejos) tendran a su vez que ser coordinados con \as estructuras supraindividuales a partir de las cuales se configuraron. Final Hemos presentado algunos de los problemas que la teoria del cier® Calegorial plantea al andlisis de las disciplinas psicolégicas, en cuanto estas tiene" voluntad de constituirse como disciplinas cientificas, Debemos concluir que, tan"? na hipotesis de una respuesta afirmativa a la posibilidad de la Psicologia co™ disciplina cientifica en un plano , (incluso ,), Como en la hipétesis de una Fepwesta vesisictiva, la tesis de la interseccidn indisociable entre los proves © a Introduccién a los eles i Jono, Madsid 1926, pg 3. de psicologta de tos pueblos, trad, espaniola de Santos 8b” ACERCA DEL ESTATUTO CIENTIFICO DE LA PSICOLOGIA Comentarios a las «Consideraciones relativas a la estructura y génesis del campo de las ‘ciencias psicolégicas’ desde la perspectiva de la Teoria del cierre categorialy de Gustavo Bueno Camilo J, Cela Conde Departamento de Filosofta Universidad de las Islas Baleares En un conocidisimo pasaje del Menon, Sécrates asegura que no se debe investigar si la virtud es ensefiable o no lo es sin haber indagado antes qué es la virtud misma. Gracias a que muy pocos de los sabios presentes y ausentes leen a Plat6n, las ciencias consiguen nacer, e incluso prosperar, permaneciendo del todo ajenas al problema de en qué consiste, en realidad, la propia sabiduria. Si uno quiere averiguar lo que es la Psicologia, o la Fisica del aire, o la Genética molecular, haré bien en no preguntarle demasiadas cosas a los conductistas, los meteordlogos 0 los quimicos organicos: cualquier filésofo de la ciencia, por su parte, estaré encantado en terciar en la disputa. Vaya por delante, pues, mi escepticismo acerca de la importancia que puede tener para el auditorio el que un filésofo ilustre -Gustavo Bueno- y un aprendiz -yo mismo- se planteen el estatuto cientifico 0 no cientifico de la Psicologia. Lo mis probable es que haya un rechazo casi alérgico hacia una tarea asi, y no es dificil entender por qué. Para hacerse un sitio en la comunidad cientifica suele ser-una buena estrategia la de apartar las consigue, como minimo, ser candidato al recibido, por contra, esta del todo preguntas filosdficas hasta que uno premio Nobel; una vez que se haya unielerai ee a aes a especulaci6n. Rerop por mencionar os aioe on Hi oun premioiNobel de tanta importancia como problema de etal ee Cosas en Su sitio hace poco cuando, al tratar el €s el correlato neurobiol6gico de la consciencia ha advertido Aon ehistemologieamenen el ponerse a definir lo que es eso, la «consciencia». €5 un gen, inquietos les sugiere Crick que prueben a definir lo que Crick y Koch (1990), p, 263, oh Camilo j¢ tla Cong estos problemas pero es, 4 |, era tedaemitnane a una persona educada, oor do sus disciplinas: les niega la competency por los problemas gnoseo! AUlse ue coincidir con él en el planteamionts nici “Spies acca Pa ian elencias psicoldgicas 0 &s parte inten ye, a ibe aarp y marginal y espeeifico apartado tecnico tends sonia, ie ma taria, supongo yo, para que se Me sugiriese también et a a aise dejar paso a cuestiones de mayor interés par aes eens sie otra ley general que no podemos echar en saco ror, nginmnessha optara por el silencio si le da la oportunidad de hablar Vayamos, pues, con la cuestion pendiente de si la Psicologia puede reclamar un lugar bajo el sol cientifico. Supongamos en principio que no y, a continuac ién, intentemos averiguar por qué, De acuerdo con la teorfa del cierre Categorial, los motivos por los que una determinada disciplina -la Psicologia o cualquier otra cosa fracasa en su tarea de constituirse como ciencia pueden ser de dos distintos tipos: — © bien porque carece de campo propio > porque no ha neutralizado sus operaciones técnicas (no ha alcanzado el nivel semantico esencial) El diagnéstico de! profesor Bueno acerca de las dificult puede encontrarse una Psicologia con pretensiones de cientifici todo, aeste segundo grupo de problemas. La Psicologia se enfrer de vista, a un hamletiano dilema: o bien manti ades con las que idad atiende, sobre nta, desde su punto lene sus operaciones en una situacién eo en Si logra el regreso a situaciones «, - podria Preguntarse el porqué de e: © de un destino j Judil 4carecen actualmente los psi no ineludib| queda reducida entonces Sa situacion. Se trata de le? Dicho de otro modo, de la habilidad necesaria ara superar el nivel de la técnica sin reducir su disciplina ala Fisiologia o, pe c : Psicologia la - or el contrario, es la propia inranqueables) _ iamente aherrojada por estas dos {rontet3s Primera, es decir, si lo que sucede es que lesimpiden elacg een 4e5de el punto de vista persons! en elevase sobre la Pura técnica, tendremos qu deren de iaPteologa. joeeeieeee ee © dejarpaso a los histriadores de la ciencia, alos sici6togos 6 quizé a los psiquiatras ; licar el porqué de las carencias coyunturales. Pero si el diagnéstico falla “vy lo buscamos en el sentido propio de la Psicologia, rahi, para expl : entonces lo oportuno jorqué de ese fracaso en alcanzar el cel serfa preguntarse el porq ivel seméntico. ;Qué la Psicologia de especifico y de distinto respecto, pongamos, la Biologia Lk cionista como para que le impida neutralizar sus operaciones técnicas? Pienso evolu robablemente no estan ahi los verdaderos escollos y que, por tanto, seria que, a marcha atras para ponernos a rastrear con mayor cuidado en la primera eee dificultades que lastran la constitucién de una ciencia: la de su campo ee Porque lo que podria suceder es que la Psicologia careciese de un oa que le es en verdad propio, cosa que se reflejaria inevitablemte en la a pacidad para constituirse como clencia. incay , Labisqueda de la acotacién de su campo propio si que es, afortunadamente, diving | yn t6pica metodalégico que los mismos psicologos se niegan a abandonar en \ manos ajenas; algo, por tanto, que suelen estar dispuestos a discutir. De hecho, la distincién paradigmatica -tantas veces negada y tan a menudo utilizada- entre ha ay conductismo y cognitivismo puede Sustentarse mas rapida y facilmente en ee «campo proio de la Psicologia» que reivindican unos y otros, al margen del obvio uso de técnicas y métodos diferentes. El funcionalismo, tanto conductista como cognitivista, parece tener muy clara cual es el campo propio de su disciplina. Pero 6 con is deacuerdo con la acertada distinci6n del profesor Bueno, si existe un campo propio atiende at de la ciencia psicol6gica debemos distinguir de él dos diferentes grupos de clases: lescesujut el de las clases que incluyen los sujetos (S) y el que se refiere a los objetos (O). na sna Pues bien, me parece que Gustavo Bueno ha puesto el dedo en la llaga al indicar x det? que la constitucién de la Psicologia como ciencia se lleva a cabo por medio de io hil la tarea permanente, y puede que inacabada, de cerrar categorialmente el primer ae grupo de ‘Gases -las de los sujetos- mediante la operacién de transformar la is ae rae tipica de primera pesana: -que se asocia al sujeto desde el inicio mismo ono mceteeetees tuna perspectiva de tercera persona*. Eso es algo en realidad att conten ee al Cognitivismo -que se plantea el problema- que al ; ue sino subrayar la idea in na ignorarlo-, pero semejante hecho diferencial no hace io” teovias metodolégicas as 2 Por Bueno de la Psicologia como un conjunto de PUes,reducir el eso a Sa) el papel de paradigmas. Se me permitirs, ‘ €xposicion el andlisis acerca de las oportunidades de “a £0 que el profesor ot asiadas complejdades, ee B ae persona, por encontrar an —a_ a SS BU e es 61 de afios el ilustre profesor al que antes me referia, Francis Crick (Crick y Koch 1990). La teoria de Crick permite dotar de una base estructural neurolégica a la jencia visual: ésta -la consciencia- se produce gracias a la actividad comtin ees rentes grupos de neuronas distribuidos por el cortex. Tales neuronas se de ites incrénicamente, siempre segtin la teoria de Crick, cuando Ilevan a cabo Se eee pelapiorat las (earacteristicas del mapa visual perceptivo de rasgos la tarea en el cerebro con un mapa de «relieve topografico» en el que se ea representados -con enfatizacién de sus caracteristicas sobresalientes- lee mas notorios del entorno visual. El tipo de consciencia que se activa asi es muy simple: la teorfa de Crick esta lejos de tener en cuenta fenémenos como el de la autoconsciencia. Pero supone un enorme salto adelante en el estudio cientifico de la mente: por primera vez se cuenta con un modelo transparente acerca de la arquitectura mental. El avance en esta linea hacia explicaciones estructurales, que lo es a su vez hacia la cientificidad, niega algunos de los supuestos mas populares de los modelos funcionalistas de caja negra de la mente, como son los de Johnson-Laird, Fodor © Pylyshyn®. La idea de un procesador central, por ejemplo, es explicita e irénicamente rechazada por Crick y Koch. Eso no tendria, en si mismo, demasiado interés para lo que se esta discutiendo aqui si no fuese por el hecho de la existencia de explicaciones estructurales es interpretada (por autores como Patricia Churchland 1986, por ejemplo) como una pérdida del campo propio de la Psicologla: ésta quedaria sencillamente reducida a las nuevas explicaciones Neurofisiolégicas*, se basaba, si se me permite record, el funcionary Bs cordarlo, en dos supuestos iento de las maquinas: Camilo }. Cela Conde ia misma forma que el software puede estudiarse comple. ja ian "a Fragen det hardware que Fe permite corey la explicacién alm Jas represent turales del cerebro, He la Paicologia es el de las representacién mental supuesto |, D& ramente funcional de | aspectos estruc 1, El campo © z «que pueden reducirse, segdn el supuesto 1, all anlisis aciones mentales es del todo ajena a los supuesto | explicacione exclusivo del software mental. Gracias a ese punto de partida pudieron proliferar -e imponerse- una multitud de modelos de la mente que « ompartian, pese a su variedad, ciertos rasgos basados en esa precisa metafora. Pero, como es de sobras sabido, ni siquiera en fos afios de auge de la metafora de la computadora toda la Psicologia cognitiva acepté ese tipo especial de reduccién, EI conexionismo suponia en aquella época una alternativa, todo lo subterrnea que se quiera, pero presente y real: tan presente y tan real como demuestra el estado del frente de investigaci6n hoy dia. La alianza del conexionismo, de la escuela computacional del Procedimiento Distribuido en Paralelo y de la Neurofisiologia es capaz de ofrecer un marco de neutralizacién de operaciones, de construccién de un nuevo nivel semantico, del que pueden dar fe los trabajos del Salk Institute en la Universidad de California (San Diego). ¥ es verdad que el nivel semantico que establece el Salk Institute niega en cierto modo la pertinencia de un campo propio a la Psicologia, en la medida en que el énfasis por los fundamentos estructurales de la consciencia sittia en términos neurofisiolégicos el peso de la explicacién causal. Pero eso no significa, por si mismo, la descalificacién necesaria de la Psicologia. Lo que sucede es que al superarse la alergia de los funcionalistas hacia las explicaciones estructurales, son todos los presupuestos propios del funcionalismo los que quedan afectados. Asi, la operacién de recuperacion de una éptica estructural, que niega necesariamente el primero de los axiomas a los que me referia antes -el de la independencia del software respecto del hardware-, tiende también a rechazar el segundo de ellos, el que concedia a la Psicologia el campo de las explicaciones funcionales. N° parece que eso sea ni necesario, ni conveniente. ee A Seg misma ha pasado por muy similares dificultades, en la medida qui el semantico apropiado para el campo de la vida se alcanz6 mediante unos modelos Beagles alae nice : los ‘cidos nucleicos que parecian reducir todo | molecular, Esa manera inicial de ver las cosas, sin embarg h , no ha oe ie Biotest cuenta con un campo propio y sélidamen'® establecido, cuando para alcanzarlo haya debido abandonar los modelos 4°

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