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UNIVERSIDAD ANDINA DE CUSCO

FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIA POLÍTICA

ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO

ACREDITADA INTERNACIONALMENTE

LICENCIADA POR SUNEDU- FILIAL SICUANI

INVESTIGACION FORMATIVA

TEMA: MORA EN EL CUMPLIMIENTO DE OBLIGACIONES

CURSO: DERECHO CIVIL IV

DOCENTE: Dra. VIKI VENTURA

ALUMNOS:

1.- MIRIAM LIS CALLE HUARCA

2.- ELIAS VILCA UMIRE

3.- JAQUELIN SULLCA QUISPE

4.- ADOLFO CHOQUE PUMA

SICUANI – PERU
2019- I

INDICE
INTRODUCCION .............................................................................................................................. 4
CAPÍTULO I .......................................................................................................................................... 5
MARCO HISTORICO....................................................................................................................... 5
LA MORA ........................................................................................................................................... 5
I. ANTECEDENTES.- .................................................................................................................. 5
1.1. LA MORA EN LOS ROMANOS.- ................................................................................... 5
A) MORA DEBITORIS ............................................................................................................. 5
B) MORA CREDITORIS .......................................................................................................... 6
1.2. EL RÉGIMEN LEGAL DE LA MORA EN EL PERÚ .................................................... 6
CAPITULO II ..................................................................................................................................... 9
MARCO CONCEPTUAL.................................................................................................................. 9
II. CONSIDERACIONES GENERALES ...................................................................................................... 9
2.1. CARACTERES DE LA MORA .......................................................................................... 15
A) Retraso en el cumplimiento de la prestación debida ............................................ 15
B) Retraso imputable al deudor ..................................................................................... 15
2.2. LA CONSTITUCION EN MORA DEL DEUDOR ............................................................ 15
2.2.1. EFECTOS DE LA MORA DEL DEUDOR. ............................................................... 17
2.3. MORA AUTOMATICA ........................................................................................................ 17
2.4. MORA EN LAS OBLIGACIONES DINERARIAS (DE VALOR) ................................... 18
2.5. MORA EN LAS OBLIGACONES RECIPROCAS. ......................................................... 19
2.6. OBLIGACION QUE RESULTA SIN UTILIDAD PARA EL ACREEDOR. ................... 19
2.7. LA MORA DEL ACREEDOR. ........................................................................................... 20
2.7.1. EFECTOS DE LA MORA DEL ACREEDOR. ......................................................... 21
2.8. ELEMENTOS DE LA MORA ............................................................................................. 22
A. El retraso.......................................................................................................................... 22
B. La existencia de una obligación exigible. ................................................................... 22
C. Que el incumplimiento se deba a causa imputable............................................... 23
D. Que el deudor no satisfaga la expectativa del acreedor. ..................................... 23

2
E. Que el acreedor rehúse las ofertas reales que se le formulan................................ 24
F. Que la situación de mora subsista mientras la prestación sea posible ................. 25
G. Que la ejecución de la prestación todavía resulte útil para el acreedor ............ 25
2.9. CONSTITUCION EN MORA DE UN CODEUDOR O DE UN COACREEDOR....... 26
CAPITULO III .................................................................................................................................. 29
MARCO LEGAL .............................................................................................................................. 29
II. EN NUESTRO ORDENAMIENTO LEGAL.-....................................................................... 29
«Artículo 1333.-........................................................................................................................... 29
«Artículo 1334 ............................................................................................................................. 31
«Artículo 1336 ............................................................................................................................. 32
«Artículo 1337.-........................................................................................................................... 32
«Artículo 1338 ............................................................................................................................. 33
CONCLUSIONES ........................................................................................................................... 36
BIBLIOGRAFÍA ............................................................................................................................... 37

3
INTRODUCCION

La presente monografía, se expone de manera sistemática los principales aspectos


de la Mora. Como una institución jurídica cuya definición ha sido abordada por
diferentes autores por una perspectiva parcial. Algunos de ellos han resaltado
profundamente su elemento objetivo, es decir, el retardo o el retraso; en este
sentido. Se empieza con la mención de las consideraciones básicas que nos
permiten introducirnos en el tema, para luego profundizar en el régimen legal de la
mora en la normativa nacional, sus elementos y otras situaciones relacionadas. Los
autores realizan un análisis muy completo, tratando de modo crítico cada punto de
este presente trabajo.

La monografía comprende 3 capítulos: Capítulo I comprende el Marco Histórico,


Capitulo II comprende todo lo relacionado al Marco Conceptual y por último el
Capítulo III comprende el Derecho Sustantivo.

4
CAPÍTULO I

MARCO HISTORICO

LA MORA

I. ANTECEDENTES.-

1.1. LA MORA EN LOS ROMANOS.-


En este sentido, la mora es concebida desde su acepción etimológica (deriva del
latín mora o morae) como un retraso, tardanza o demora en la ejecución de la
prestación. En tal virtud, existe una fuerte vinculación con el factor tiempo. Por sus
diferentes consecuencias y efectos jurídicos, es posible distinguir entre la mora del
deudor (solvendi, debitoris o debendi) y la mora del acreedor (accipiendi, creditoris
o credendi). De esta manera, la inejecución de la obligación dependiendo del tipo
de mora de que se trate puede ser motivada por el deudor o por el acreedor.1

A) MORA DEBITORIS. Es el retraso en que incurre el deudor, cuando por causas


a él imputables, incumple su obligación en tiempo y lugar oportunos. Sus requisitos
son los siguientes:

 Que el retraso en el cumplimiento sea injustificado (frauduloso), esto es,


debido a culpa del deudor. Éste no incurrirá en mora si el retraso se produce
por circunstancias ajenas a su voluntad.
 Que la obligación sea válida y exigible.
 El requerimiento (interpellatio) dirigido por el acreedor al deudor recordándole
el pago en tiempo y lugar oportunos. Y aunque se discute en doctrina,
creemos que el requisito de la interpellatio es indispensable tanto en las
obligaciones en las que se acordó un término para cumplirlas, como en las
que no tienen fijado plazo de vencimiento.

1
Norvil E. Cieza Montenegro y Willy Ramírez Chavarry, derecho Romano, Lima-Peru, Pag.633.

5
En cuanto a sus efectos destacamos:

a. Aquél de perpetuar la obligación (perpetuatio). Es el efecto más importante,


e implica que el deudor será responsable en todo caso, incluso si la cosa que
debía ser entregada perece o se deteriora por caso fortuito, prescindiendo
del grado de responsabilidad que la obligación le impusiera. En Derecho
justinianeo se admite que el deudor en mora podía liberarse probando que la
cosa habría perecido igualmente en manos del acreedor, si se le hubiese
entregado en tiempo y lugar.
b. Si la deuda es en metálico el deudor está obligado a pagar los intereses
generados por la mora, por ejemplo, por retardo en el pago del precio en la
compraventa.
c. El deudor está igualmente obligado a entregar todos los frutos y accesiones
producidos por la cosa, desde el momento de la constitución en mora. Según
Celso, seguido por Juliano, la mora del deudor puede cesar (purgatio morae),
si el acreedor admitía el pago o concedía un nuevo plazo.

B) MORA CREDITORIS. El acreedor incurría en mora cuando rechazaba


injustificadamente la prestación ofrecida por el deudor, dentro de los términos
debidos. En este caso, el deudor no quedaba relevado del cumplimiento de la
obligación, pero su responsabilidad disminuía, quedando limitada
exclusivamente aldolo. En caso de mora del acreedor, el deudor puede depositar
la cosa en lugar oportuno por cuenta del acreedor, y si prefiere retenerla, hacerse
indemnizar por los gastos de conservación.

1.2. EL RÉGIMEN LEGAL DE LA MORA EN EL PERÚ


(Freyre, 2004) El Derecho Peruano mantiene una doble regulación en torno al tema
de la mora, ya que la misma se halla legislada en el Código de Comercio,
promulgado el 15 de febrero de 1902, y en el Código Civil, vigente desde el 14 de
noviembre de 1984.

No obstante que el sistema de constitución en mora previsto por el Código Civil


difiere de la regla general del Código de Comercio, ello no constituye novedad, en

6
la medida en que el Código de 1984 no ha hecho sino recoger los antecedentes
uniformes de los Códigos Civiles de 1836, 1852 y 1936.

El Código de Comercio, como su nombre lo indica, no tiene aplicación a todas las


relaciones jurídicas que se generan en una sociedad. Los dos primeros artículos de
dicho Código son muy claros al respecto, cuando establecen lo siguiente:

 Artículo 1.- «Son comerciantes, para los efectos de este Código: Los que,
teniendo capacidad legal para ejercer el comercio, se dedican a él
habitualmente. Las compañías mercantiles o industriales que se
constituyeren con arreglo a este Código».
 Artículo 2.- «Los actos de comercio, sean o no comerciantes los que los
ejecuten, y estén o no especificados en este Código, se regirán por las
disposiciones contenidas en él; en su defecto, por los usos del comercio
observados generalmente en cada plaza; y a falta de ambas reglas por las
del derecho común. Serán reputados actos de comercio, los comprendidos
en este Código y cualesquiera otro de naturaleza análoga».

Los preceptos citados del Código de Comercio se encuentran vigentes, ya que no


han sufrido modificatoria ni derogatoria alguna a lo largo de más de un siglo desde
que se promulgaron. Sin embargo, hoy en día no resulta muy clara la delimitación
de los actos de comercio, en contraste con aquellos otros que resultan propios del
Derecho Común o Derecho Civil. Ello, debido a que la actividad mercantil no se
circunscribe en los tiempos modernos a un reducido o determinado sector de
personas o comerciantes, sino que se extiende a la sociedad en su conjunto y a un
gran número de sus actores.

Con relación a la oportunidad de cumplimiento de las obligaciones mercantiles, el


Código de Comercio establece lo siguiente:

 Artículo 62.- «Las obligaciones que no tuvieren términos prefijados por las
partes o por las disposiciones de este código, serán exigibles a los diez días
después de contraídas, si sólo produjeren acción ordinaria, y al día inmediato
si llevaren aparejada ejecución».

7
En torno de la constitución en mora, el tema se encuentra legislado por el artículo
63 del referido Código, norma del texto siguiente:

 Artículo 63.- «Los efectos de la morosidad en el cumplimiento de las


obligaciones mercantiles, comenzarán:

1. En los contratos que tuvieren día señalado para su cumplimiento, por voluntad de
las partes o por la ley, al día siguiente de su vencimiento.

2. En los que no lo tengan, desde el día en que el acreedor citare judicialmente al


deudor o le intimare la protesta de daños y perjuicios contra él ante un juez o notario
público».

Entonces, queda claro de la lectura de las normas citadas, que el Código de


Comercio optó en 1902 por establecer como regla la mora automática para aquellos
contratos en los que se hubiere establecido fecha para el cumplimiento de la
obligación (vale decir, para aquellas obligaciones que escapan a los alcances del
artículo 62). En cambio, para las obligaciones que no tuvieren términos de pago
establecidos por las partes o por la ley (supuesto del artículo 62), rige el sistema de
la mora por intimación, tal como lo establece el inciso 2 del artículo 63 del Código
de Comercio.

Por otro lado, en materia civil el sistema de constitución en mora imperante es el


inverso, ya que se establece, como regla general, la mora por intimación y, como
supuestos excepcionales, los de la mora automática.

De lo expuesto queda en evidencia que existen dos regímenes legales respecto de


la mora. No es el caso ocuparnos de su estudio, pero, para cerrar por ahora la
discusión acerca de la pertinencia de aplicar el régimen civil o mercantil,
adelantamos nuestra opinión en el sentido de que el régimen civil debe ser tomado
como regla, considerando a la mora mercantil como un supuesto más de la
excepcional mora automática2.

2
Felipe Osterling Parodi - Mario Castillo Freyre, Series Clásicas del Derecho “La Mora”, Volumen XI, Pág. 40

8
CAPITULO II

MARCO CONCEPTUAL

II. CONSIDERACIONES GENERALES


(Freyre, 2004) La mora es una institución jurídica cuya definición ha sido abordada
por diferentes autores desde una perspectiva parcial. Algunos de ellos han resaltado
profundamente su elemento objetivo, es decir, el retardo o retraso. (CASSO, 1950)3

(ACOSTA, 2003) La mora del deudor es el retraso al cumplimiento de las


obligaciones, la cual conlleva importantes consecuencias jurídicas en la
obligación.

Para que se presente la mora será necesario que:

1. La obligación sea exigible;


2. Exista retraso en el cumplimiento
3. El acreedor haya requerido el cumplimiento, salvo las excepciones que
veremos;
4. El retardo en el cumplimiento debe ser imputable al deudor: y,
5. Exista la posibilidad del cumplimiento de la obligación.

La mora consiste, pues, en la demora del cumplimiento de la obligación, pero con


la posibilidad de que el deudor pueda cumplir y que al acreedor le sea útil. Tal podría
ser el caso de un constructor se obliga a entregar terminado un edificio de
departamentos en una determinada fecha, pero no puede cumplir en esa fecha por
cuanto faltan colocar los servicios higiénicos. En este caso, el acreedor puede
constituir en mora al constructor. Si no lo ha constituido se descarta el
concepto de mora por que se estará frente a un incumplimiento de la obligación.
Solamente existirá mora cuando el deudor no tenga a su favor una legítima excusa 4.

3
Felipe Osterling Parodi - Mario Castillo Freyre, Series Clásicas del Derecho “La Mora”, Volumen XI, Pág. 44.
4
RAUL FERERRO ACOSTA, “Curso de Derecho de las Obligaciones”, editorial GRIJLEY, tercera edición, pág. 345.

9
(CASSO, 1950) Si el retraso se debe a un hecho o circunstancia independiente de
las partes, o como consecuencia de alguna actitud del acreedor, podrá el deudor
estar disculpado, en cuyo caso no le será imputable la mora.

CASSO Y CERVERA distinguen la mora del incumplimiento diciendo que la mora


es; “Retardo o tardanza culpable en el cumplimiento de una obligación. Es la mora
una causa voluntaria de incumplimiento de obligaciones en cuanto al tiempo, pero
no impide que pueda llegarse a su realización; por esto se la considera por la
doctrina como uno de los casos de incumplimiento impropio o de segundo grado;
es decir, como un supuesto en que la obligación se llega a realizar, pero no en los
términos en que se estipulo. Supone, pues, la mora, tardanza en la prestación de la
obligación5.

(PONS, 2013) Se entiende, el retraso contrario a derecho que sufre el deudor en el


cumplimiento de su prestación a causa de un hecho que le es imputable. La mora,
en consecuencia, no es un retardo cualquiera, sino aquel que lleva envuelta la idea
de culpa imputable al obligado6.

Las expresiones mora y retardo son sinónimas, pero jurídicamente la noción de la


primera es más compleja que la del segundo porque la mora estructura una
institución que apareja consecuencias diferentes y más importantes que la del
mismo retardo. Así, si el deudor no ejecuta la prestación debida en su oportunidad,
incurre en retardo y da lugar, por ejemplo, a la acción de cumplimiento. Pero el
simple hecho de retardo no basta para que el deudor quede constituido en mora y
para que se produzcan los efectos propios de esta institución, tales como la acción
indemnizatoria de los perjuicios, la acción resolutoria del contrato, la acción de
responsabilidad por la pérdida de la cosa, o también los efectos especiales que los
contratante válidamente le hayan querido atribuir a esa figura jurídica, la extinción
del plazo total en los contratos de crédito por instalamentos cuando el deudor se
haya constituido en mora de pagar alguno o algunos de estos o de los intereses

5
CASSO, IGNACIO Y CERVERA, FRANCISCO. Diccionario de Derecho Privado Labor. Barcelona, 1950, T. III. Pag.
2691.
6
PEDRO BAUTISTA TOMA Y JORGE HERRERO PONS. “MANUAL DE DERECHO DE OBLIGACIONES”. Pag. 280.

10
remuneratorios periódicos. Además, es indispensable, por regla general, que el
acreedor quiera o reconvenga al deudor para que cumpla la obligación.

(Raúl P. G., 2003) La mora es el retarde culposo o doloso en el cumplimiento de la


obligación, unido al requerimiento de parte del acreedor. La mora siempre es un
comportamiento personal del deudor, cuyos efectos no pueden atribuirse a otros
codeudores, es por ello que el criterio de Art. 1194 del C.C. establece que, la
constitución en mora de uno de los deudores no surte efecto respecto a los demás.
La mora es estrictamente personal y no puede extenderse a los demás codeudores,
de la consiguiente la responsabilidad recaerá únicamente sobre el deudor que fue
expresamente constituido en mora; pues el deudor moroso no puede, por acto
propio, agravar la situación de sus codeudores.7

(SCRICHE, 1869) La mora es la dilatación o tardanza de alguna persona en


incumplir con la obligación con que se le había impuesto.

Esta difinicion se caracteriza por ser incompletas, ya que al proveer exclusiva mente
el elemento objetivo, dejan fuera del concepto de mora para determinados
elementos y circunstancias sin los cuales es imposible comprender esta institución.
Por tal motivo este tipo de definiciones peca por defecto

(Añes) El incumplimiento temporal, es definido por algunos autores como el retraso,


tardanza o demora en el cumplimiento de la prestación debida; no es que el deudor
no cumple o que no va a cumplir, sino que el deudor cumple pero no en el momento
en que debía haberlo hecho, rompiendo de esta manera con el principio de
identidad.

A ese incumplimiento retrasado se lo conoce, en la órbita del Derecho Civil y del


Derecho en general, como mora y en argot común se habla de deudor moroso.

7
Palacios García Raúl “CURSO DE DERECHO DE OBLIGACIONES” Segunda edición setiembre del
2003- Ayacucho-Pág.: 429-430.
11
Entonces, podemos definir a la mora como el retaso, tardanza o demora culposa en
que incurre el deudor en el cumplimiento de la prestación debida.8

(Raúl P. G., 2002) La mora es siempre un comportamiento personal, esto quiere


decir, que no produce ningún efecto respecto de los acreedores. La mora no es
privativa de una conducta imputable solo al deudor, por cuanto también le
corresponde al acreedor incurrir en mora “cuando sn motivo alguno se niega a
aceptar la prestación ofrecida o no cumple con practicar los actos necesarios para
que se pueda ejecutar la Obligación” (Art. 1339 del C.C.).9

(Freyre, 2004) La mora, figura íntimamente vinculada al incumplimiento de las


obligaciones, tiene una regulación integral y orgánica en el Código Civil Peruano de
1984, y ella constituye una parte sustancial de la teoría general del incumplimiento,
aunque por razones de orden y sistemática vamos a analizarla de manera
independiente, siguiendo el ordenamiento temático del Código Civil. A ese
incumplimiento retrasado se lo conoce, en la órbita del Derecho Civil y del Derecho
en general, como mora y en argot común se habla de deudor moroso. Entonces,
podemos definir a la mora como el retaso, tardanza o demora culposa en que incurre
el deudor en el cumplimiento de la prestación debida.

La obligación tiene una evolución temporal susceptible de ser comparada con la


vida del ser humano. Las obligaciones nacen ya sea por efecto de la voluntad
humana, en donde el fenómeno contractual ocupa lugar preponderante, o en virtud
de la normatividad legal, fuente generadora de innumerables obligaciones de la más
variada naturaleza. Pero éstas nacen para cumplirse, razón por la cual la mecánica
de existencia de una obligación y del Derecho positivo que la sustenta se dirigen a
obtener aquella finalidad natural, cual es el cumplimiento o pago en la relación
obligacional.

8
Hugo A. Ramírez Añez, Derecho Civil III “Las Obligaciones”, Pág. 78.
9
Palacios García Raúl “CURSO DE DERECHO DE OBLIGACIONES” Primera edición setiembre del
2002- Ayacucho-Pág.: 407- 408.

12
Como sabemos, las obligaciones tienen efímera vocación de existencia, ya que, por
lo general, el deudor no se obliga a pagar en tiempo impreciso y lejano, sino en
tiempo determinado y cercano. De este modo, cuando el deudor cumple con aquello
que debe, paga; y el pago, como medio idóneo de extinción de las obligaciones,
pone fin a la existencia de una relación jurídica.

Sin embargo, no todas las obligaciones se cumplen. Aquí, en este punto, es donde
puede tener lugar el fenómeno moratorio.

Como ha sido expresado oportunamente, el incumplimiento es una conducta


contraria a Derecho, y, como tal, susceptible de generar determinadas
consecuencias, entre las cuales se encuentran algunas de orden indemnizatorio
que ya han sido estudiadas. Este incumplimiento puede derivarse tanto de la
inejecución de una obligación contractual, caso en el cual sería de aplicación lo
previsto por los artículos 1314 y siguientes del Código Civil, como de la
responsabilidad civil extracontractual, emergente de los artículos 1969 y siguientes
del mismo cuerpo legal. Sin duda, la normatividad en ambos casos es diferente. Sin
embargo, se trata de dos aspectos relativos al incumplimiento de las obligaciones,
lo que se traduce al expresar que, si bien difieren en muchos aspectos, existen
determinados supuestos comunes a ambos tipos de responsabilidad dentro de los
cuales se encuentra el fenómeno moratorio.

Es preciso aclarar que el acreedor puede incurrir en mora no solo por negarse a
recibir el pago, sino por no prestar su concurso a algún acto preparatorio destinado
a que el deudor pueda efectuarlo. Cabe señalar que fue el Código Alemán el primero
que se ocupó organizadamente de la mora accipiendi, aunque las semillas de la
institución se encuentran en el Derecho Romano.

El acreedor, como se ha expresado, incurre en mora cuando sin motivo legítimo se


niega a aceptar la prestación ofrecida, o cuando no cumple con practicar los actos
necesarios para que se pueda ejecutar la obligación. Este sería el caso, por ejemplo,
del acreedor que rehúsa aceptar la prestación que legítimamente se le ofrece en el
tiempo y modo convenidos; o que rechaza concurrir a los actos indispensables para

13
el cumplimiento de la obligación, tales como la medida o el peso de los objetos que
se han de entregar o la liquidación de un crédito ilíquido.10

Es oportuno advertir, sin embargo, que la institución fue incorporada en preceptos


aislados por el legislador de 1936. Baste referirse para ello a los artículos 1385,
1386, 1557 y 1558 del Código de 1936. Por tal razón el nuevo Código establece
solo principios generales relativos a la mora del acreedor, que deben presidir todo
el derecho obligacional, admitiéndose, por cierto, que en las relaciones jurídicas de
determinadas categorías existan normas expresas sobre la institución.

Los artículos 1333 a 1337 del Código legislan la mora del deudor. Los artículos 1338
a 1340, la mora del acreedor.

En adición a lo expuesto, cabe expresar que la doctrina es muy clara al admitir que
el ámbito de la mora se extiende prácticamente a todo el universo de las
obligaciones. Así, podríamos hablar de mora en las obligaciones de dar y en las
obligaciones de hacer.

Tradicionalmente la legislación y doctrina han sido reacias a aceptar la presencia


de la mora en las obligaciones de no hacer. La doctrina tradicional la niega, en
posición compartida por muchos Códigos Civiles, dentro de los cuales —aunque no
explícitamente— se encuentra el Código Civil Peruano, lo que se desprende del
análisis de las obligaciones de no hacer. Sin embargo, en las últimas décadas se
han dejado escuchar diversas posiciones favorables a admitir la existencia de la
mora en las obligaciones de no hacer.11

10
Felipe Osterling Parodi, “Las Obligaciones”, editorial Grijley, Octava Edicion, Pag. 255.
11
Felipe Osterling Parodi - Mario Castillo Freyre, Series Clásicas del Derecho “La Mora”, Volumen XI, Pag 46.

14
2.1. CARACTERES DE LA MORA
(Añes) Los caracteres esenciales de la mora son:

A) Retraso en el cumplimiento de la prestación debida


No es que el deudor no cumpla, sino que el deudor va a cumplir pero no en el
momento en que debía cumplir rompiendo con el principio de identidad.

B) Retraso imputable al deudor


Ese retraso, es tardanza en ejecutar la prestación debida se debe a la conducta
imputable al deudor, sea culposa en su sentido "latu sensu", que sea un acto
intencional (dolo), o que se deba al carácter culposo (negligencia o imprudencia).

No habrá mora el retraso en ejecutar la prestación, debido a una causa extraña


no imputable: caso fortuito, fuerza mayor, culpa de la víctima, hecho de un
tercero, el hecho del gobernante, etc.12

2.2. LA CONSTITUCION EN MORA DEL DEUDOR


(PONS, MANUAL DE DERECHO DE OBLIGACIONES, 2013) El deudor esta en
mora:

1. Cuando no ha cumplido las obligaciones del término estipulado; salvo que la ley,
en casos especiales exija además que se requiera al deudor para constituirlo en
mora.

2. cuando la cosa no ha podido ser dada o ejecutada sino dentro de cierto tiempo y
el deudor lo ha dejado pasar sin darla o ejecutarla.

3. En los demás casos, cuando el deudor ha sido judicialmente reconvenido por el


acreedor13

Los tres casos enumerados dan lugar a la misma consecuencia producen igual
resultado y conducen a idéntico fin: la declaración de mora del deudor. En el
primero, cuando no ha cumplido su obligación en el término estipulado, en el
segundo, cuando la cosa no ha podido ser dada o ejecutada sino dentro de

12
Hugo A. Ramírez Añez, Derecho Civil III “Las Obligaciones”, Pag. 78.
13
PEDRO BAUTISTA TOMA Y JORGE HERRERO PONS. “MANUAL DE DERECHO DE OBLIGACIONES”. Pag. 281.

15
determinado tiempo y lo ha dejado pasar sin darla o ejecutarla; y el tercero, cuando
ha sido judicialmente reconvenida.

(ACOSTA, 2003) El Artículo 1333 del CC. Establece que incurre en mora el obligado
desde el momento en que el acreedor le exija, ya sea judicial o extrajudicialmente,
el cumplimiento de su obligación.

Vale decir, que no basta el simple retardo en el cumplimiento de la obligación.


Adicionalmente, es necesario que el acreedor requiera o intime al deudor judicial o
extrajudicialmente. Rige el principio latino de dies nom interpellat pro homine (el
tiempo no interpela al hombre); es decir, que una vez vencida la obligación si el
acreedor no la exige se entiende que el retraso no le ocasiona perjuicio. Es, pues,
necesaria la constitución en mora mediante la intimación o interpelación.

Nuestro código ha mantenido la mora ex persona por considerar que si el acreedor


no requiere al deudor se interpreta que la demora no le irroga daño alguno, solución
ésta que naturalmente favorece al deudor. En nuestra legislación no rige la mofa ex
re que se aplica sin necesidad de interpretación al día siguiente del incumplimiento
del plazo.

En el Derecho Romano, la simple falta de cumplimiento constituiría al deudor en


mora y no se requería de acto alguno del acreedor. Regia el principio de “dies
interpellat pro homine” (el tiempo interpela al nombre). Fue recién el código de
Napoleónico el que estatuyo el requerimiento de la intimación en todo los casos, ya
fuese que tuvieran o no un plazo cierto. Este en el criterio que impera hoy en día
como regla general.

El requerimiento de cumplimiento pueda ser judicial o extrajudicial, sin que se


requiera formalidad específica alguna. Basta cualquier acto del acreedor del que se
pueda inferir su intención de exigir el pago. La intimación de incumplimiento es una

16
declaración de voluntad recepticia, por lo que produce sus efectos cuando llega a
conocimiento del deudor destinatario de la misma.14

2.2.1. EFECTOS DE LA MORA DEL DEUDOR.


(DIEZ PICAZO & GUILLON, 1995) Según el Artículo 1336 del CC. La constitución
en mora del deudor produce los siguientes efectos:

a. Será responsable por los daños y perjuicios que se deriven del retraso
en el cumplimiento de la obligación.
b. Igualmente, será responsable por la imposibilidad sobreviniente de la
prestación aun cuando ella obedezca a causa que no le es imputble
(perpetuatio obligactionis). “Por tanto, el deudor, que debe cumplir pese
a la mora y no puede por imposible sobrevenida de la prestación, está
obligado a indemnizar daños y perjuicios al acreedor derivados del
incumplimiento total, que absorben los propios de la mora”15.

El deudor podrá exonerarse de esta responsabilidad probando que el retraso


no obedece a su culpa, o que la causa no imputable habría afectado la
prestación aunque se hubiera cumplido a su debido tiempo. En este último
caso, el deudor seguirá siendo responsable de los daños y perjuicios
derivados de la mora.

2.3. MORA AUTOMATICA


El mismo artículo 1333 del CC. Determina cuales son los casos en que, por
excepción, no es necesaria la intimación o el requerimiento al deudor para que éste
quede constituido en mora; es decir, los casos en que la mora si opera ex re.

Estos casos son cuatro:

a. Cuando la ley o el pacto lo declaren expresamente;

14
RAUL FERERRO ACOSTA, “Curso de Derecho de las Obligaciones”, editorial GRIJLEY, tercera edición, pág.
346-347 y 348.
15
.DIEZ PICAZO, LUIS; GULLON, ANTONIO; Sistema de Derecho Civil, 7° ed., Tecnos, Madrid, 1995, V. II, Pag.
207.

17
b. Cuando de la naturaleza y circunstancia de la obligación resultare que la
designación del tiempo en que había de entregarse el bien, o practicarse el
servicio, hubiese sido motivo determinante para contraerla.
c. Cuando el deudor manifieste por escrito su negativa a cumplir la obligación.
d. Cundo la intimación no fuese posible por causa imputable al deudor.

El principio es que la mora opera ex persona y los únicos casos en que opera ex
re son los arriba mencionados.

2.4. MORA EN LAS OBLIGACIONES DINERARIAS (DE VALOR)


(ACOSTA, 2003) En los casos de obligación de dar suma de dinero, cuyo monto
requiere ser determinado mediante resolución judicial (deudas de valor), existirá
mora a partir de la fecha de la citación con la demanda16.

Esta regla se aplica a los casos en que se exija una indemnización que será
finalmente determinada por el juez, como ocurre con la indemnización por
incumplimiento. Cuando se demanda el pago de una indemnización y éste proceda,
la mora se hará efectiva a partir de la fecha en que se notifica la demanda. Luego,
los efectos de la sentencia que fija la indemnización se retrotraen a la fecha de
notificación de la demanda, considerada ex-lege como el momento constitutivo de
la mora.

Esta regla no se aplica a las indemnizaciones basadas en responsabilidad


extracontractual, pues en estos casos según el artículo 1985, el monto de la
indemnización por daños y perjuicios que se fije por sentencia devengara intereses
legales desde la fecha en que se produce el daño, vale decir, que la ley establece
como momento de “constitución” en mora el de la verificación del evento en daño.

16
RAUL FERERRO ACOSTA, “Curso de Derecho de las Obligaciones”, editorial GRIJLEY, tercera edición, pag.
348.

18
2.5. MORA EN LAS OBLIGACONES RECIPROCAS.
(DIEZ PICAZO & GUILLON, 1995) Según lo establece el Artículo 335 del CC. En las
obligaciones reciprocas ninguno de los obligados incurre en mora sino desde alguno
de ellos cumplen sus obligaciones u otras garantías de que la cumpliera. Como
señalan DIEZ PICAZO Y GULLON “en las obligaciones reciprocas estamos ante otro
caso de mora automática; el incumplimiento por parte de un obligado pone en mora,
sin necesidad de intimación, al que no cumpla. Su aplicación no puede hacerse en el
caso que se hubiese establecido un tiempo de cumplimiento de una obligación
posterior al de la otra; para aquella regirá el régimen normal”. Agrega que: “Es en las
obligaciones de cumplimiento simultaneo donde la regla adquiere toda su fuerza. Si
uno de los contratantes cumple, el otro cae en mora automáticamente si no cumple,
aunque creemos que debe conocer aquel cumplimiento porque es cuando ha de
hacer lo mismo para evitar la morosidad”17.

2.6. OBLIGACION QUE RESULTA SIN UTILIDAD PARA EL ACREEDOR.


(CASTAÑEDA, 1963) Si, como consecuencia de la morosidad del deudor la
obligación resulta inútil para el acreedor, el Articulo 1337 del CC. Le franquea el
derecho de poder rehusar su ejecución y exigir, en cambio, el pago de la
indemnización de daños y perjuicios compensatorios. A este respecto,
CASTAÑEDA señala que: “El acreedor puede rechazar la prestación por cuanto el
retardo le significa que dicha prestación le es inútil; pero, como señala BEVILAQUA,
corresponde al acreedor probar la inutilidad de la prestación que solamente le era
útil en la fecha que se había contractualmente designado para su cumplimiento. Sin
embargo, será dispensado de probar la inutilidad si del título de la obligación
resultara que ella debería ser cumplida en el día señalado que puede ser rechazada
si su ejecución se cumpliera posteriormente”18.

17
DIEZ PICAZO, LUIS; GULLON, ANTONIO; Sistema de Derecho Civil, 7° ed., Tecnos, Madrid, 1995, V. II, Pag.
206.
18
CASTAÑEDA, JORGE EUGENIO, Instituciones del Derecho Civil- Derecho de las Obligaciones, Universidad
Nacional de San Marcos, Lima 1963, T. II (Efectos de las Oblligaciones), Pag. 239

19
2.7. LA MORA DEL ACREEDOR.
(CABALLERO LOZANO, 1992) También puede darse el caso de que el acreedor
pueda incurrir en mora, ya sea por negarse injustificadamente a recibir el pago o por
no practicar los actos necesarios para que pueda pagarse. Esta es la mora
accipiendi o creditoris.

Para CABALLERO LOZANO la mora del acreedor es “la situación jurídica en que
se halla el vínculo obligatorio, consistente en un retraso en el cumplimiento de la
obligación, motivado por la falta de colaboración, temporánea y necesaria, del
acreedor, culpable o no, pero justificada, mediando el ofrecimiento de pago del
deudor”19.

(MESSINERO, 1979)El Artículo 1338 del CC. Establece dos casos en los cuales el
acreedor incurre en mora. Primeramente, cuando sin ningún motivo legítimo se
niega a aceptar la prestación ofrecida. En segundo lugar, cundo no cumple con
practicar los actos necesarios para que se pueda ejecutar la obligación. MESSINEO
apunta al respecto; “Así como puede existir un retardo culposo o doloso del deudor,
así también, en otro sentido, puede existir el hecho injustificado (aunque le sea
culposo, ni sea doloso) del acreedor de no recibir el cumplimiento (aunque le sea
ofrecido en los modos de la ley) para que el deudor puede cumplir la obligación; y
se llaman mora del acreedor”20.

Para que el acreedor quede constituido en mora se requiere que el deudor haya
efectuado un ofrecimiento valido de pago, en la formas que hemos visto al tratar del
pago por consignación (supra N°s 126-127), y que tras el ofrecimiento el acreedor
se haya negado injustificadamente a recibir la prestación ofrecida o no haya
prestado la colaboración necesaria para su cumplimiento.

19
CABALLERO LOZANO, JOSE MARIA,; L mora del acreedor, J.M. Bosch Editorial, Barcelona, 1992, Pag. 14.
20
MESSINERO, FRANCESCO; Manual de Derecho Civil y Comercial, EJEA, Buenos Aires, 1979, T. IV, Pag. 346.

20
2.7.1. EFECTOS DE LA MORA DEL ACREEDOR.
La mora del acreedor está dirigida a evitar al deudor cualquier consecuencia
perjudicial de la falta de colaboración del acreedor en el cumplimiento.

Nuestro código señala solo dos efectos de la mora del acreedor.

a. Su obligación de indemnizar al deudor los daños y perjuicios que le haya


ocasionado el retraso en el cumplimiento de la prestación (artículo 1339 del
CC.). Dentro de este rubro debemos comprender todos los gastos incurridos
por el deudor, para la conservación de los bienes debidos (ejemplo: gastos
de almacenaje de la mercadería debida y que el acreedor no ha querido
recibir) así como, el lucro cesante ocasionado al deudor (ejemplo: no ha
podido alquilar su almacén a terceros por tener que conservar la mercadería
que el acreedor no quiso recibir).
b. Asumir los riegos por la imposibilidad de cumplimiento de la obligación, a no
ser que dicha imposibilidad se deba a dolo o culpa inexcusable del deudor
(artículo 1340 del CC.). Como ya lo vimos “el deudor es responsable ante el
acreedor por los daños y perjuicios por él causados, maliciosa o
negligentemente; por el contrario, si el culpable de esta situación es el
acreedor, el deudor quedará exonerado del deber de prestación. Este reparto
de responsabilidad, basado en la culpa del agente, se mantienes aun cuando
la posibilidad sobrevenida haya acaecido durante la mora creditoris. En
consecuencia, si la prestación se vuelve imposible por causa no imputable al
deudor, estando en mora el acreedor, el deudor no responderá por la
prestación que devenga en imposible sin su culpa, pues el efecto de la mora
es que los riesgos de tal imposibilidad pasen al acreedor.

Otro efecto, muy importante, si bien no mencionado por la ley, es el de la purgación


de la mora del deudor21.

21
CABALLERO LOZANO, JOSE MARIA,; L mora del acreedor, J.M. Bosch Editorial, Barcelona, 1992, Pag. 256-
257.

21
2.8. ELEMENTOS DE LA MORA
(Freyre, 2004) Corresponde ahora referirnos a los elementos que deben
presentarse para que se configure la mora. Tales elementos son:

A. El retraso.
Resulta necesario hacer hincapié en que el retraso en el cumplimiento
constituye elemento indispensable para la existencia de la mora. Es evidente
que no podría haber mora sin retraso o demora en el cumplimiento. Antes de
que se produzca el retraso o la demora sería imposible que se presentara el
fenómeno moratorio.

De acuerdo con lo expresado, y al adoptar el Derecho Civil Peruano como


regla general aquella de la mora por intimación, resulta evidente que no toda
demora o retraso determinará la mora, ya que podría no haber habido
intimación. Pero, dentro del esquema peruano, cuando hay mora siempre
habrá demora, ya que sea por intimación o por tratarse de mora automática
necesariamente debe haber retraso en el cumplimiento.

En adición a lo señalado, cabe indicar que si el deudor cumpliera ulteriormente


con pagar aquello que debe, luego de haber sido constituido en mora, dicho
pago pondría fin al fenómeno moratorio (en tanto no seguirá habiendo mora si
ya se ha pagado), pero la desaparición de la mora no suprimirá el hecho de
que se haya pagado tardíamente.

B. La existencia de una obligación exigible.


Dentro del concepto de mora que hemos adoptado, se hace referencia a que
la situación moratoria implica la existencia de una obligación exigible. Sobre el
particular ya nos hemos pronunciado, motivo por el cual remitimos al lector a
los comentarios efectuados.

22
C. Que el incumplimiento se deba a causa imputable.
Luego, hemos hecho referencia a la necesidad de que la obligación se
encuentre en situación de incumplimiento, debido a una causa imputable. Esta
característica es indispensable para que se configure la mora.

Si en lo que respecta a la responsabilidad objetiva se cuestiona la vigencia de


la vieja frase del Derecho Francés «no hay responsabilidad sin culpa» (pas de
responsabilité sans faute), no se podría aplicar este cuestionamiento a la
situación de mora. Ello obedece a que el retraso para poder ser moratorio
debe ser necesariamente culposo o doloso, lo que significa que tiene que
haber culpa o dolo en el sujeto que queda constituido en mora, ya sea deudor
o acreedor, salvo los casos excepcionales de la mora objetiva.

En caso de que se trate de la mora debitoria, supuesto más frecuente en la


práctica, mal podría imaginarse que el deudor fuese constituido en mora si su
incumplimiento obedeciera a un caso fortuito, fuerza mayor o si incumpliese
no obstante haber empleado la diligencia ordinaria requerida por las
circunstancias (argumento de los artículos 1314 y 1315 del Código Civil
Peruano de 1984). No sería lógico que al deudor se le exija cumplir, si
precisamente no puede dar cumplimiento a la obligación debido a una causa
que no le resulta imputable, y cuya remoción tampoco le es posible. De allí que
sólo será factible que se produzca la mora cuando el deudor pueda, ya sea
venciendo su poca diligencia, su negligencia o su mala voluntad, remover el
impedimento que lo llevó a que no ejecutara la prestación debida.

D. Que el deudor no satisfaga la expectativa del acreedor.


La siguiente característica es que el deudor no satisfaga la expectativa del
acreedor. Con ello simplemente se hace alusión a que el cumplimiento no se
produzca en la fecha prevista, de conformidad con lo oportunamente
explicado.

23
E. Que el acreedor rehúse las ofertas reales que se le formulan
Por otra parte, la definición adoptada hace referencia a cuando el acreedor
rehúsa las ofertas reales que se le formulan. Aquí sin duda se está aludiendo
a la denominada mora del acreedor. Ésta es una figura que surge como
necesidad de regular los supuestos en los cuales el deudor no puede cumplir
porque su acreedor se niega a aceptar el pago o a colaborar para que el mismo
se produzca.

De conformidad con lo establecido por el artículo 1338 del Código Civil


Peruano, «El acreedor incurre en mora cuando sin motivo legítimo se niega a
aceptar la prestación ofrecida o no cumple con practicar los actos necesarios
para que se pueda ejecutar la obligación».

Es claro que en el caso de la mora del acreedor debe seguirse similar criterio
que el aplicado para la mora del deudor, especialmente en lo referido a que no
bastará para que el acreedor se encuentre en mora el hecho de que haya
transcurrido el plazo de cumplimiento de la obligación por parte del deudor.

Ello se debe a dos razones: la primera a que el artículo 1238 del Código Civil
establece como regla general, respecto al lugar de pago, que debe efectuarse
en el domicilio del deudor, lo que equivale a decir que es en principio el
acreedor quien debe concurrir a cobrar al deudor, de modo tal que en ausencia
de cobro no podría decirse que el acreedor ha rehusado el pago, ni mucho
menos que ha rechazado alguna oferta real, pues simplemente no se le habría
formulado ninguna. Y la segunda, que el Código Civil ha adoptado como regla
general el principio dies non interpellat pro homine (el solo paso del tiempo no
interpela por el hombre), en oposición al principio dies interpellat pro homine
(el solo paso del tiempo interpela por el hombre). En ese orden de ideas, será
necesaria la intimación del deudor al acreedor para que reciba el pago o
cumpla con los actos requeridos, salvo el remoto supuesto de que se hubiera
pactado mora automática en perjuicio del deudor.

24
F. Que la situación de mora subsista mientras la prestación sea posible
Otro de los elementos de la definición anotada se basa en que la situación de
mora subsista mientras que la ejecución de la prestación, aunque tardía, sea
posible. Resulta evidente que para haber nacido jurídicamente válida, una
obligación tiene que ser física y jurídicamente posible (argumento del artículo
140, inciso 2, del Código Civil Peruano).

Entonces es claro que cuando se hace referencia, en la definición anotada, a


que la prestación deba seguir siendo posible, estamos aludiendo a que ella
continúe siéndolo al momento de la constitución en mora, ya que de lo
contrario se daría el contrasentido de exigirse el pago de una prestación que
no resultase posible de ejecutar; y, si ello fuese así, no habría mora. Además,
es obvio que persistirá la situación de mora precisamente mientras resulte
posible el cumplimiento, pues si en pleno fenómeno moratorio sobreviniese la
imposibilidad, acabaría la mora y a la vez se extinguiría la obligación.

G. Que la ejecución de la prestación todavía resulte útil para el acreedor


Finalmente, y para concluir con nuestras apreciaciones sobre los elementos
de la mora, debemos señalar que ella subsiste mientras que la ejecución de la
prestación, aunque tardía, todavía resulte útil para el acreedor.

En ese sentido, finalizaría la mora en la medida en que sobrevenga la inutilidad


del cumplimiento de la prestación. Debemos admitir que la apreciación de la
utilidad o ausencia de utilidad de la prestación, usualmente podrá revestir
caracteres de orden objetivo, vale decir, fácilmente verificables, pero en otros
casos podrá tener características eminentemente subjetivas, cuyo
juzgamiento en los tribunales deberá ser apreciado por los jueces en estricto
orden a la naturaleza del contrato celebrado y al interés del acreedor en la
obligación incumplida.22

22
Felipe Osterling Parodi - Mario Castillo Freyre, Series Clásicas del Derecho “La Mora”, Volumen XI, Pág. 48-
51.

25
2.9. CONSTITUCION EN MORA DE UN CODEUDOR O DE UN COACREEDOR
(Raúl P. G., 2002) La mora en las obligaciones solidarias se encuentra regulada en
el artículo 1194.

Dentro del régimen nacional, la constitución en mora de uno de los deudores o


acreedores solidarios no surte efecto respecto a los demás, en tanto que la
constitución en mora del deudor por uno de los acreedores solidarios, o del acreedor
por uno de los deudores solidarios favorece a los otros. Puede ocurrir que los
distintos deudores solidarios se hay obligado unos pura y simplemente y los otros a
plazo o bajo condición. Debemos precisar que al vencimiento del plazo de una
deuda sin modalidad alguna, y ante la falta de pago, se deben abonar daños y
perjuicios, conforme a lo establecido por el artículo de 1336 del código civil peruano.
Cuando se trate de sumas de dinero, se pagara los intereses compensatorios
estipulados y, a falta de ellos, los intereses legales respectivos, y, también en esta
hipótesis, podría verse obligado el deudor a indemnizar el daño ulterior, si hubiese
estipulado y el acreedor demostrara haberlo sufrido (artículos 1242, 1245, 1246 y
1324 del código civil)

Es evidente que mientras el plazo no hubiese vencido o la condición no se hubiera


cumplido, estos deudores no podrían ser constituidos en mora y, por consiguiente,
no estaría obligados a pago alguno de daños y perjuicios o, en su caso, de intereses
moratorios. Sin embargo, dentro del régimen establecido por el artículo 1194 del
Código Civil Peruano, la constitución en mora de uno de los codeudores o
coacreedores no se extienden a los otros, precisión aplicable a no interpelados que
estén beneficiados por un plazo o condición.

El primer párrafo del artículo 1194 del código civil peruano contempla un supuesto
de solidaridad pasiva o activa, en el cual alguno de los codeudores o coacreedores
es constituido en mora por el deudor o acreedor común o por alguno de los
codeudores o coacreedores comunes, según fuese el caso.

26
Creemos, además que la constitución en mora solo debe afectar al deudor o
acreedor que se encuentre en dicha situación. El lector podría cuestionar nuestra
afirmación al pensar que al ser solidarios si uno se encuentra en mora, todos deben
estar en la misma condición. Pero esto no es necesariamente así, ya que podría
darse el caso de que, si bien todos ellos sean deudores o acreedores solidarios, hay
asumido la obligación con modalidades diferentes, entre las cuales incluso podrían
encontrarse el plazo suspensivo o la condición del mismo carácter, situación que
condice a que el retraso culposo o doloso de uno de los codeudores o coacreedores
no tenga por qué afectar a los demás.

Conviene aquí señalar, además, que el principio por el cual la constitución en mora
de un codeudor o acreedor solidario no surte efecto respecto a los demás( es decir
que no los perjudica), a diferencia de aquel en que la constitución en mora del
deudor por uno de los acreedores solidarios , o del acreedor por uno de los
deudores solidarios, favorece a los otros ( es decir que los beneficia), es asumido
en idéntico sentido por el código civil peruano en otros dos preceptos: el artículo
1198, el mismo que establece que la renuncia a la prescripción por uno de los
codeudores solidarios no surte efecto respecto de los demás( es decir que no los
perjudica). En tanto que la renuncia a la prescripción en favor de uno de los
acreedores solidarios, favorece a los demás (es decir que los benéfica). La otra
norma recoge el mismo principio es el artículo 1199, el mismo que dispone que el
reconocimiento de la deuda por uno de los deudores solidarios, no produce efecto
respecto a los demás codeudores (es decir que los perjudica); en tanto que si se
practica, favorece a los otros (es decir que los beneficia).

En este sentido podríamos preguntarnos cuál es la razón por la cual las


consecuencias negativas de la constitución en mora en contra de uno de los
deudores solidarios circunscriben a él y no se expanden a sus compañeros de
deuda. Es simple los otros deudores no habrían sido intimados y, por ende, sería
injusto extenderse a los efectos jurídicos de la mora.

Tras lo expuesto, podemos concluir nuestro examen del primer párrafo del artículo
1194 haciendo hincapié en que los efectos nocivos de la constitución en mora con

27
respecto a un codeudor o a un coacreedor, se circunscriben a ese codeudor o a ese
coacreedor. No se expande a los demás compañeros de deuda ni a los demás
compañeros de crédito23.

23
Osterling Parodi Felipe, Castillo Freyre Mario “COMPEDIO DE DERECHO DE LAS OBLIGACIONES, Editores
Palestra Lima-2008, Pág.:360, 361, 362, 363,364, 365, 366, 367 y 368

28
CAPITULO III

MARCO LEGAL

II. EN NUESTRO ORDENAMIENTO LEGAL.-


«Artículo 1333.- Incurre en mora el obligado desde que el acreedor le exija, judicial
o extrajudicialmente, el cumplimiento de su obligación.
No es necesaria la intimación para que la mora exista:
1. Cuando la ley o el pacto lo declaren expresamente.
2. Cuando de la naturaleza y circunstancias de la obligación resultare que la
designación del tiempo en que había de entregarse el bien, o practicarse el servicio,
hubiese sido motivo determinante para contraerla.
3. Cuando el deudor manifieste por escrito su negativa a cumplir la obligación.
4. Cuando la intimación no fuese posible por causa imputable al deudor».
Para que el deudor quede constituido en mora se precisa un retardo en el
cumplimiento de la obligación. Además, que tal retardo le sea imputable. Se exige,
adicionalmente, el requerimiento o intimación judicial o extrajudicial efectuado por
el acreedor, salvo en los casos excluidos por el artículo 1333 del Código.
El primer requisito de la mora del deudor es el retardo en el cumplimiento de la
obligación. Es este un elemento de hecho que tiene carácter ineludible. Se advierte,
por tanto, que la mora es una institución propia de las obligaciones de dar y de
hacer, cuando el incumplimiento consista en un retraso; pero que ella queda
descartada de las obligaciones de no hacer.
El retardo, por otra parte, debe ser imputable al deudor, es decir, obedecer a culpa
o a dolo. En caso contrario, no se estaría contraviniendo la obligación ni, por
consiguiente, existiría responsabilidad por el retraso. Esta era la doctrina en Roma
y es la que prevalece en nuestros días.

Se precisa, finalmente, que el deudor sea intimado, esto es, que se le requiera para
el cumplimiento de la obligación, salvo las excepciones previstas. Tal intimación o
requerimiento puede hacersejudicial o extrajudicialmente. En este último caso, se

29
puede emplear cualquier vía o medio; pero debe usarse para acreditarla, alguno de
los medios probatorios que franquea la ley.
El Código mantiene en consecuencia el principio francés, acogido por el artículo
1264 del Código de 1852 y consagrado por el Código Civil de 1936, de la mora ex
personae.: dies non interpellat pro homine (El tiempo no interpela por el hombre).
Vencida la obligación, si el acreedor no la exige, demuestra con ello que el retardo
no lo afecta .. Se estima, por tanto, que tácitamente está prorrogando el plazo.
Las excepciones que ha contemplado el artículo 1333 del Código a la necesidad del
requerimiento o intimación para constituir en mora al deudor, son las previstas por
los dos incisos del artículo 1254 del Código de 1936. Además, la señalada por el
inciso 2) del artículo 1219 del Código Civil Italiano. Y, finalmente, está el caso de
que la interpelación no sea posible por causa imputable al deudor.
Como se observa, si bien se mantiene, según se ha expresado, el principio de la
mora ex personae, se amplían las causales para que opere la mora ex re .. En
consecuencia, la interpelación es innecesaria cuando la ley o el pacto lo declaran
expresamente; cuando de la naturaleza y circunstancias de la obligación, aparece
que la designación de la época en que había de entregarse la cosa o practicarse el
servicio fue motivo determinante para contraerla; cuando el deudor ha declarado
por escrito no querer cumplir la obligación; y cuando tal interpelación no es posible
por causa imputable al deudor.

En esta materia, el derecho comparado ofrece toda suerte de soluciones. Así, el


artículo 1219 del Código Civil Italiano, de estructura similar al artículo 1333 del
Código, exige que la intimación o requerimiento sea hecho por escrito. Por su parte,
el artículo 960 del Código del Brasil de 1916 solo exige la interpelación cuando no
se ha señalado plazo. El artículo 1608 del Código Colombiano establece la mora
automática, salvo los casos especiales que requieren interpelación.
Los artículos 1139 del Código Francés, 1100 del Código Espaüol, 509 del Código
Argentino, 102 del Código Suizo y 805 del Código Portugués, tienen fisonomía
similar al Código de 1984 .. Por último, el artículo 284 del Código Alemán establece

30
que no es necesario el requerimiento cuando se ha señalado <<Un tiempo según el
calendario».
«Artículo 1334.- En las obligaciones de dar sumas de dinero cuyo monto requiera
ser determinado mediante resolución judicial, hay mora a partir de la fecha de la
citación con la demanda. Se exceptúa de esta regla lo dispuesto en el artículo
1985».
El artículo 1334 fue incorporado a propuesta de la Comisión Revisora. Su propósito
es aclarar que en los casos en que se demanda el pago de un monto indemnizatorio,
derivado, por ejemplo, de incumplimiento contractual, la mora existe desde la fecha
de notificación con la demanda. El precepto guarda concordancia con el primer
párrafo del artículo 1324, según el cual las obligaciones de dar sumas de dinero
devengan el interés legal que fija el Banco Central de Reserva del Perú, desde el
día en que el deudor incurra en mora.
El segundo párrafo del artículo 1334 exceptúa de la regla comentada lo dispuesto
en el artículo 1985. Este precepto señala en su parte final que el monto de la
indemnización por daños y perjuicios extracontractuales devenga intereses legales
desde la fecha en que se produjo el daño. La excepción se justifica, puesto que
cuando la deuda deriva de acto ilícito, el deudor incurre en mora automáticamente
desde que comete el acto dañoso.
«Artículo 1335.- En las obligaciones recíprocas, ninguno de los obligados incurre
en mora sino desde que alguno de ellos cumple su obligación, u otorga garantías
de que la cumplirá».
El artículo 1335, por su parte, se limita a transcribir el artículo 1255 del Código de
1936, cuyo origen se encuentra en los artículos 1100 del Código Español, 51 O del
Código Argentino y 298 del Código Alemán, acogido luego por otras legislaciones,
tales como el artículo 1609 del
Código Colombiano. Se ha expresado que la culpa es elemento indispensable para
que el deudor incurra en mora. No habría culpabilidad, sin embargo, en las
obligaciones recíprocas en las cuales la otra parte no cumple su obligación, o no
conviene en cumplirla.

31
«Artículo 1336.- El deudor constituido en mora responde de los daños y perjuicios
que irrogue por el retraso en el cumplimiento de la obligación y por la imposibilidad
sobreviniente, aun cuando ella obedezca a causa que no le sea imputable. Puede
sustraerse a esta responsabilidad probando que ha incurrido en retraso sin culpa, o
que la causa no imputable habría afectado la prestación, aunque se hubiese
cumplido oportunamente».

El artículo 1336.- establece las consecuencias de la mora del deudor; su


antecedente inmediato es el artículo 1256 del Código Civil de 1936. Los principios
allí contenidos están consignados por otras normas, tales como los artículos 1146,
114 7 y 1148 del Código Francés, 286 y 287 del Código Alemán, 103 del Código
Suizo, 956, 957 y 963 del Código Brasileño de 1916, 1221 del Código Italiano, 807
del Código Portugués y 1146, 1147 y 1148 del Código Dominicano.

El deudor en mora responde de la indemnización de daños y pe1juicios derivada


del retraso en el cumplimiento de la obligación. También responde, desde luego, del
deterioro o de la pérdida de la prestación, aun cuando se produzca por causa que
no le sea imputable. Podrá, sin embargo, evitar el pago de la indemnización de
daños y pe1juicios probando que no ha incurrido en mora, vale decir, que el retraso
no obedece a su culpa. Y podrá, asimismo, exonerarse de la responsabilidad por el
deterioro o la perdida de la prestación, si probara que la causa no imputable la
habría afectado aunque se hubiera cumplido a su debido tiempo.

«Artículo 1337.- Cuando por efecto de la morosidad del deudor, la obligación res u
Itas e sin u ti 1i dad para el acreedor, éste puede rehusar su ejecución y exigir el
pago de la indemnización de daños y perjuicios compensatorios».

El artículo 1337, último precepto dedicado a la mora del deudor, contiene doctrina
similar a la del artículo 1257 del Código Civil de 1936, que encuentra su origen en
la segunda parte del artículo 286 del Código Alemán, en el inciso 2) del artículo 108
del Código Suizo y en la segunda parte del artículo 956 del Código del Brasil de

32
1916. Si la mora del deudor determina que la obligación sea inútil para el acreedor,
podrá éste rehusar su ejecución y exigir el pago de la indemnización de daños y
pe1juicios compensatorios, vale decir, la indemnización sustituiría a la prestación
debida.

Se ha considerado innecesario establecer norma similar a la del Código Francés,


en el cual se señala que en las obligaciones de entregar suma cierta, los daños y
perjuicios resultantes del retardo en la ejecución no consistirán sino en el pago de
intereses legales, salvo las reglas particulares del comercio, puesto que ello ya está
consignado en otros preceptos de la legislación peruana. Se ha descartado,
asimismo, efectuar una referencia similar a la del artículo 808 del Código
Portugués, en el sentido de que la pérdida de interés en el cumplimiento de la
obligación deberá apreciarse objetivamente, ya que tal apreciación deberá
adecuarse, sin duda, a la naturaleza y circunstancias de la obligación.

«Artículo 1338.- El acreedor incurre en mora cuando sin motivo legítimo se niega
a aceptar la prestación ofrecida o no cumple con practicar los actos necesarios para
que se pueda ejecutar la obligación».

«Artículo 1339.- El acreedor en mora queda obligado a indemnizar los daños y


perjuicios derivados de su retraso».

«Artículo 1340.- El acreedor en mora asume los riesgos por la imposibilidad de


cumplimiento de la obligación, salvo que obedezca a dolo o culpa inexcusable del
deudor»

Como se ha señalado, los artículos 1338, 1339 y 1340, que se refieren a la mora
del acreedor, constituyen preceptos novedosos. Su origen mediato se encuentra en
el Código Civil Alemán y en el Código Suizo y su inspiración inmediata en el Código
Civil Italiano y en el Código Civil Portugués.

33
El artículo 1338 es similar a los artículos 293 y 296 del Código Alemán, 91 del
Código Suizo, 1206 del Código Italiano y 813 del Código Portugués. El artículo 1338
califica los dos casos en que el acreedor incurre en mora: en primer término, cuando
sin motivo legítimo se niega a aceptar la prestación ofrecida; luego, cuando no
cumple con practicar los actos necesarios para que se pueda ejecutar la obligación.
Cabe observar que el artículo 297 del Código Civil Alemán prescribe que el acreedor
no incurre en mora si el deudor no se encuentra en condiciones de efectuar la
prestación al tiempo del ofrecimiento o al tiempo señalado para el acto del acreedor.
Esta norma, a todas luces elogiable, está implícita en la institución de la mora del
acreedor.

Los artículos 1339 y 1340, por su parte, establecen las consecuencias de la mora
del acreedor.

El artículo 1339 es similar al artículo 304 del Código Alemán y contiene principios
del artículo 958 del Código del Brasil de 1916 y del artículo 1207 del Código Italiano.
El acreedor en mora queda obligado a indemnizar los daños y perjuicios derivados
del retraso.

Es importante señalar que el artículo 1339 citado, se refiere, genéricamente, a la


indemnización a que daría origen, por concepto de daños y perjuicios, el retraso en
el cumplimiento de las prestaciones a las que está obligado el acreedor -tal como
ocurre, respecto al deudor, con lo previsto por el artículo 1336--, sin indicarse en
forma específica en qué consisten esos daños y perjuicios, pues para ello habrá que
acudir a las disposiciones generales sobre inejecución de las obligaciones.

El artículo 1340, por último, se refiere a un caso distinto al previsto por el artículo
1339, esto es, a la hipótesis de que la mora del acreedor determine la imposibilidad
de cumplimiento de la obligación. Este artículo establece que el acreedor en mora
asume los riesgos por la imposibilidad de cumplimiento de la obligación, a no ser

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que ella obedezca a dolo o a culpa inexcusable del deudor. Principios similares se
encuentran contenidos en los artículos 300 del Código Alemán,
958 del Código del Brasil de 1916, 1207 del Código Italíano y 815 del Código
Portugués. Aquí también, para determinar en ese evento la responsabilidad del
acreedor, será necesario apelar a las mismas reglas generales sobre inejecución
de las obligaciones.

Como observación de carácter final a la mora del acreedor, se advierte que el


Código no alude a la oferta ni a las normas acerca de su validez, tal como lo hacen
los artículos 1208 y 1209 del Código
Italiano, puesto que esta materia está tratada en el Libro VII relativo las Fuentes de
las Obligaciones.

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CONCLUSIONES

1.-La mora es concebida desde su acepción, como un retraso, tardanza o demora


en la ejecución de la prestación, en tal virtud, existe una fuerte vinculación con el
factor TIEMPO.

2.-los efectos propios de la mora son la acción indemnizatoria del perjuicio, la acción
resolutoria del contrato, la acción de responsabilidad por la pérdida fortuita de la
cosa, o también los efectos especiales que los contratantes válidamente hayan
querido atribuir a esa figura.

3.- la mora es el retraso culpable, en el cumplimiento de una obligación que, debido


a su naturaleza o en virtud del requerimiento del acreedor debe ser satisfecha,
siempre que la tardanza no sea obstáculo para que la obligación pueda cumplirse
después del vencimiento, con interés y utilidad para el acreedor

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BIBLIOGRAFÍA

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